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CUESTIONARIO.
Bibliografía.
Durkheim, Emilio, Las reglas del método sociológico, Capítulo I: El hecho social.
Durkheim propone, en esta cita que cierra el prólogo a la primera edición de Las Reglas del
método sociológico, aplicar al estudio de las sociedades o de la “ciencia de las
sociedades”, el procedimiento metodológico científico positivista utilizado en las ciencias
biológicas, paradigmáticas del contexto histórico en el que escribe el autor. Este método
propone un enfoque objetivo, alejado del sentido común, aplicando la racionalidad a las
ciencias sociales; de esta forma, se buscan relaciones causales entre los diferentes “hechos
sociales”, cuya causa final es el postulamiento de algunas reglas generales para aplicar al
futuro devenir de lo social.
Interprete la cita: ¿Qué significa para Durkheim la exterioridad de los hechos sociales? ¿Qué analogía
propone entre hechos sociales y cosas?
La interpretación que hacemos de la cita, y lo que Durkheim intenta explicar con ese
enunciado, es que los hechos sociales o los fenómenos de conciencias colectiva difieren de
los hechos psíquicos o de conciencias individuales. Por ende no evolucionan del mismo modo
ni dependen de las mismas condiciones, poseyendo a partir de esto leyes propias y diferentes
a la de sus partes por separado. Para poder entender los fenómenos de los hechos sociales
hay que considerar a la sociedad a partir de su propia naturaleza y no a las de sus
particularidades, buscando la respuesta de las incógnitas en el todo y no en sus partes.
Los fenómenos sociales, dice Durkheim, deben ser estudiados en sí mismos, para sí mismos.
La coerción de los hechos sociales, para Durkheim, es el valor impuesto que viene con las
obligaciones/deberes con las que nos educan desde que nacemos. Para Durkheim: “Estos tipos
de conducta o pensamiento no solamente son exteriores al individuo, sino que están dotados
de un poder imperativo y coercitivo en virtud del cual se le imponen, quiera o no. Sin duda,
cuando yo estoy de acuerdo con ellos, esta coacción no se hace sentir o lo hace levemente y,
por ello, es inútil. Pero no deja de ser un carácter intrínseco de estos hechos y la prueba
es que ella se afirma desde el momento en que intento resistir” .
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Sin profundizar demasiado, podemos ver cómo una acción que, a simple
vista, se considera totalmente personal, es (no en su totalidad)
generada por aspectos sociales. “Es la constitución moral de la
sociedad la que fija en cada instante el contingente de las muertes
voluntarias. Existe pues, para cada pueblo una fuerza colectiva, de
una energía determinada, que impulsa a los hombres a matarse. Los
actos que el paciente lleva a cabo y que, a primera vista, parecen
expresar tan solo su temperamento personal, son, en realidad, la
consecuencia y la prolongación de un estado social, que ellos
manifiestan exteriormente