Está en la página 1de 9

El Trastorno por Déficit de Atención/Hiperactividad (TDAH) está clasificado, según el DSM-5 (APA,

2013), como un trastorno del neurodesarrollo, cuyos síntomas principales son la falta de atención,
hiperactividad e impulsividad. La inatención se manifiesta conductualmente en el TDAH como una
dificultad para enfocar la atención en una tarea y para mantenerse en la misma, lo cual no se debe
a que la persona no entienda o entienda poco la actividad que está realizando. La
hiperactividad hace referencia a un exceso de actividad motora cuando, de acuerdo al contexto, no
es apropiada. La impulsividad describe aquellas acciones que son realizadas sin haberlas pensado
con antelación y que pueden no ser apropiadas a la situación (APA, 2014).

La combinación de estos síntomas puede dar origen a tres formas de presentación:


predominantemente inatenta, hiperactivo/impulsiva o combinada. El TDAH es uno de los trastornos
más comunes en la niñez afectando aproximadamente al 5% de la población escolar, mientras que
en la vida adulta se estima una prevalencia de 2.5% (APA, 2013).

El TDAH puede causar una interferencia importante en la vida cotidiana, que en el caso de la edad
escolar se manifiesta como problemas en la escuela y en el hogar. Aunque no es un problema
intelectual, las fallas en la atención y en la inhibición del comportamiento pueden generar
dificultades en el aprovechamiento escolar, en el seguimiento de instrucciones y reglas y en la
relación con sus pares y con los maestros. De esta forma, el TDAH es un trastorno que requiere una
atención específica para disminuir la probabilidad de complicaciones en la edad escolar y en edades
posteriores.

Al concluir el bloque el docente será capaz de:

1) Distinguir los criterios diagnósticos del Trastorno por Déficit de Atención/Hiperactividad.

2) Distinguir las deficiencias neuropsicológicas asociadas al Trastorno por Déficit de Atención/Hiperactividad.

3) Analizar el proceso de evaluación e intervención neuropsicológica del Trastorno por Déficit de


Atención/Hiperactividad.

4) Conocer herramientas para la identificación de posibles casos de Trastorno por Déficit de


Atención/Hiperactividad en el aula.

5) Identificar formas de intervención que favorezcan el aprendizaje y la conducta del niño con TDAH en el aula.

El docente:

1) Identifica los criterios diagnósticos del Trastorno por Déficit de Atención/Hiperactividad.

2) Identifica las características cognitivas y conductuales que puede presentar un niño con
Trastorno por Déficit de Atención/Hiperactividad.

3) Distingue el proceso de evaluación neuropsicológica para el Trastorno por Déficit de


Atención/Hiperactividad.

4) Analiza las características que un niño con Trastorno por Déficit de


Atención/Hiperactividad puede presentar en el aula y comprende su relación con el rendimiento
académico y el seguimiento de reglas.

5) Distingue el proceso de intervención en el Trastorno por Déficit de


Atención/Hiperactividad.
6) Establece estrategias de intervención en el aula en niños con Trastorno por Déficit de
Atención/Hiperactividad.

Tema 1. Trastorno por Déficit de Atención/Hiperactividad (TDAH)

Como se ha mencionado en la introducción, el TDAH se caracteriza por síntomas de inatención y de


hiperactividad/impulsividad (APA, 2013). Aunque en alguna medida muchos niños en edad escolar
pueden presentar alguno o algunos de estos síntomas, lo que hace que se identifique a un niño con
TDAH es que los síntomas rebasan con mucho lo que cabría esperar dada la edad del niño, son
además persistentes y se presentan en muchas situaciones o contextos. Otra característica son las
fallas adaptativas y funcionales a que dan lugar los síntomas, ocasionando problemas importantes
en el ambiente escolar, con sus pares y en el hogar. Muchas de estas fallas se pueden atribuir a
comportamientos impulsivos y falta de esfuerzo y motivación para tareas demandantes.

1.1 Criterios diagnósticos del TDAH

Los criterios diagnósticos, de acuerdo con la Asociación Americana de Psiquiatría pueden englobarse
en dos áreas, nueve síntomas de inatención y nueve síntomas
de hiperactividad/impulsividad (Tabla 1).

Tabla 1. Manifestaciones de inatención e hiperactividad/impulsividad en el TDAH de acuerdo con la


APA (2014).

Inatención Hiperactividad/Impulsividad
1. Falla al prestar atención a detalles y 1. Es inquieto, da golpecitos con los dedos o
comete errores al trabajar o realizar otras pies, se mueve en su asiento.
actividades.
2. Deja su asiento en situaciones en las que
2. Dificultad al mantener la atención en es necesario estar sentado.
actividades recreativas.
3. Corre o trepa en situaciones en las que
3. Parece que no escucha al hablarle es inapropiado (en adolescentes y adultos
directamente. puede limitarse a estar inquieto).

4. No sigue instrucciones y no termina 4. Incapaz de jugar o de ocuparse


trabajos escolares o quehaceres del trabajo. tranquilamente en actividades recreativas.

5. Tiene dificultad al organizar tareas 5. Con frecuencia está ocupado o actuando


y actividades. como si lo impulsara un motor.

6. Evita, le desagradan o se mantiene 6. Habla excesivamente.


renuente a realizar actividades que
requieran mantener la atención. 7. Responde inesperadamente o antes de
que se haya concluido una pregunta.
7. Pierde cosas necesarias para las
actividades que realiza. 8. Tiene dificultad esperando su turno.

8. Se distrae por estímulos externos. 9. Interrumpe o se inmiscuye con otros.

9. Olvidadizo en actividades diarias.


Para cumplir con los criterios diagnósticos:
a) Se debe de cumplir con el criterio de presentar al menos 6 síntomas de alguna de las dos
categorías (inatención o hiperactividad/impulsividad) o en ambas. Sí cumple con seis síntomas de
inatención se clasifica como forma de presentación inatenta, si cumple con seis síntomas de
hiperactividad/impulsividad se clasifica como forma de presentación hiperactivo/impulsiva y si
presenta 6 síntomas de inatención y 6 de hiperactividad impulsividad da origen a la forma de
presentación combinada (Fig 1).

b) Los síntomas tienen que haberse presentado durante al menos seis meses.
c) Deben causar una alteración en al menos dos ambientes (por ejemplo la casa y la escuela).
d) Los síntomas deben haber iniciado antes de los 12 años.
1.2 Características neuropsicológicas del TDAH

Los niños con TDAH presentan deficiencias en varias funciones:

a) Atención. Los niños con TDAH presentan fallas para focalizarse en una tarea ignorando los
estímulos que no son relevantes para la misma y para mantenerse en una tarea por un tiempo
prolongado. También tienen dificultad para dividir su atención entre dos o más tareas o para
alternar la atención entre diferentes actividades.

Si una tarea les resulta fácil o está muy automatizada pueden llevarla a cabo, pero presentan
dificultades notables cuando la tarea es novedosa o compleja y les requiere un esfuerzo mental
sostenido. Presentan un rechazo a dedicar atención y esfuerzo a tareas complejas.

b) Inhibición. Los problemas de inhibición de los niños con TDAH tienen que ver con tres
procesos.

a. No son capaces de detener respuestas que han sido muy automatizadas. De tal forma
que parecen no actuar retroalimentándose del ambiente y de las circunstancias, actuando,
por ejemplo, en una casa ajena de la misma forma que en la propia, sin pedir permiso para
tomar las cosas.

b. Una vez que han iniciado una conducta tienen dificultad para detenerla. Mientras las
personas en general son capaces de detener una respuesta que ya se ha iniciado, los niños
con TDAH parecen tener dificultad en detener su comportamiento.

c. Presentan mucha interferencia o distracción por estímulos externos.

c) Aversión a la demora. Los niños con TDAH presentan una tendencia a preferir
recompensas pequeñas pero inmediatas, en lugar de recompensas más grandes pero
demoradas, es decir, tienen un estilo motivacional caracterizado por una “reacción emocional
negativa a la imposición de la demora”. Los niños en edad escolar diagnosticados con TDAH
prefieren la recompensa inmediata que la demorada y tienden a desempeñarse mejor cuando la
recompensa se otorga que cuando no hay recompensa. Dentro de este enfoque, la impulsividad
tendría como objetivo reducir el tiempo de demora para obtener la gratificación. De esta forma,
la recompensa no tiene para ellos el mismo valor que para otros niños por lo que los programas
de refuerzo no siempre dan los resultados deseados. Presentan una tendencia hacia la búsqueda
de estimulación y gratificación inmediata. De tal suerte, las recompensas a largo plazo como los
programas de fichas no dan el mismo resultado que en niños que no tienen este trastorno.

d) Planificación. La planificación involucra la habilidad de mirar hacia el futuro, hacer planes,


fijar metas, utilizar estrategias para la solución de problemas, organizar el tiempo y los recursos
y formular los pasos para completar una tarea. Los niños con TDAH tienen problemas para
planear los pasos para realizar una tarea e iniciar actividades, experimentan dificultad para
enfrentar situaciones complejas, para planificar las actividades con antelación, tienden a usar
estrategias ineficientes y se sienten abrumados ante tareas largas.
La planificación y consecución de metas involucra establecer puentes temporales entre cada uno
de los pasos intermedios para llegar a una meta final, manteniendo en mente los objetivos y la
motivación para lograrlo. Los niños con TDAH tienen dificultad para encontrar la motivación
para metas muy alejadas temporalmente por lo que tienden a desistir de las mismas.

e) Flexibilidad cognoscitiva. Incluye la habilidad de alternar entre respuestas, aprender de


los errores, idear estrategias alternativas, dividir la atención y procesar múltiples fuentes de
información al mismo tiempo. Los niños con TDAH muestran deficiencias en todas estas
actividades.

f) Memoria de trabajo. Es el sistema o sistemas necesarios para mantener información verbal


o visual en la mente mientras se desempeñan tareas complejas como el razonamiento, la
comprensión y el aprendizaje. La habilidad para traer a la mente aprendizajes y experiencias
previas para aplicarlas a una situación actual o para proyectarse hacia el futuro.

Los niños con TDAH generalmente demuestran un pobre desempeño en tareas de memoria de
trabajo fonológica y visuoespacial comparados con niños de desarrollo normal. Mantienen
menos información en mente por lo tanto pueden olvidar instrucciones o tener dificultades en la
comprensión o para resolver un problema. Muchas veces dan la impresión de no comprender
cuando se les habla directamente o se les da una instrucción, lo cual, muy probablemente es
por falta de capacidad en la memoria de trabajo.

g) Procesamiento temporal. Es la habilidad para percibir y representar el tiempo, lo cual


permite organizar secuencias de eventos y acciones, así como anticipar y predecir cuándo los
eventos futuros ocurrirán. La creciente evidencia relaciona al TDAH con problemas en diversos
aspectos del procesamiento temporal de la información, incluyendo la discriminación de la
duración (habilidad para discriminar entre breves intervalos de tiempo que difieren en lapsos de
milisegundos a segundos y determinar si son iguales, cuál es mayor o menor), duración de la
reproducción (reproducir periodos de tiempo específicos con gran precisión). Esta dificultad
puede ocasionar de manera secundaria no ser capaz de prever el tiempo necesario para llevar a
cabo una tarea.

h) Velocidad de procesamiento. Los niños con TDAH procesan más lentamente la


información que otros niños.

i) Reconocimiento de emociones. La población de niños con TDAH tiene dificultades para


reconocer, comprender y etiquetar verbalmente estados emocionales a través de la visualización
de los rostros. Esta habilidad es un importante marcador de competencia socioemocional ya que
permite a los niños establecer relaciones positivas con sus pares y con los maestros. El
reconocimiento de emociones en rostros se relaciona con mayor competencia social, menos
problemas conductuales y menor rechazo de sus pares. Dichas alteraciones pueden explicar la
dificultad de estas poblaciones para poderse relacionar efectivamente con los demás.

Los niños con TDAH parecen poco empáticos, no son sensibles para entender lo que el otro está
pensando y sintiendo. En alguna medida, esta aparente falta de empatía pudiera explicarse por
un deficiente reconocimiento de emociones, ya que éste es básico para entender a los otros.

1.3 Anomalías estructurales y funcionales en el TDAH.


La causa o causas del TDAH no son aún del todo comprendidas, no obstante, una cuantiosa
investigación documenta el origen neurobiológico del trastorno. Una fuente de hallazgos con relación
a esto han sido los estudios de adopción, los cuales son necesarios para separar la influencia de la
genética y del ambiente en el origen de los síntomas. Se ha encontrado que los padres biológicos de
niños con TDAH tienen más probabilidades de tener hiperactividad que los padres adoptivos.

También se han llevado a cabo estudios con gemelos monocigóticos y dicigóticos y se ha encontrado
mayor prevalencia de TDAH en gemelos monocigóticos. Es decir, la presencia de TDAH en la
población puede explicarse por los genes (la heredabilidad), siendo uno de los trastornos
psiquiátricos más heredables.

Diversos estudios han concordado en encontrar una reducción total en el volumen cerebral, que es
más marcado en ciertas regiones como la corteza prefrontal y la sustancia blanca que le subyace, la
corteza parietal, el núcleo caudado, el esplenio del cuerpo calloso y el vermis cerebeloso (Fig 2).

1.4 Evaluación neuropsicológica del TDAH

La evaluación neuropsicológica en el TDAH va encaminada en primera instancia a documentar que


un niño sí cumpla con los criterios diagnósticos del síndrome. Para ello se han diseñado algunas
escalas que deben ser contestadas tanto por los padres como por los maestros. En estas escalas se
indaga acerca de los síntomas de inatención, de hiperactividad y de impulsividad; primero si es que
se presentan y enseguida con qué frecuencia. Se califican en una escala que permite identificar la
severidad del cuadro.

Para que estas escalas sean válidas y confiables previamente se aplican a poblaciones normales de
edades similares para tener un punto de comparación en su aplicación a niños con TDAH. Una de
ellas es la TDAH 5, la cual además permite ver qué tanta disfuncionalidad se presenta en el medio
escolar y en el hogar, lo cual es un criterio de severidad de trastorno.

Posteriormente, dado que no todos los niños con TDAH tienen un rendimiento semejante en pruebas
neuropsicológicas es importante la evaluación de la atención y las funciones ejecutivas. En atención
se evalúa qué tanto es capaz de focalizarse en un estímulo ignorando los estímulos que no sean
relevantes para la tarea. También es importante evaluar la atención sostenida, es decir, determinar
durante cuánto tiempo es capaz de mantenerse atento y responder adecuadamente a una tarea sin
perder el objetivo de la misma.
Los problemas de inhibición se evalúan con tareas en las que se requiere que el niño sea capaz de
inhibir una tarea automática como la lectura, mencionando el color del estímulo, esta tarea es
conocida como tarea tipo Stroop.

También es conveniente descartar la presencia de problemas de aprendizaje, ya que es frecuente


encontrar niños que tienen ambos trastornos.

1.5 Intervención neuropsicológica en el TDAH.

Psicoeducación

Los programas de intervención del TDAH deben de llevarse muy de la mano con los padres y los
docentes. Éstos deben iniciar con una psicoeducación, la cual consiste en una explicación detallada
de cuáles son las características del TDAH, el origen neurobiológico, el porqué de los síntomas
conductuales, las posibilidades de tratamiento y el pronóstico. Es importante que tanto padres como
profesores comprendan que el comportamiento del niño es producto de una predisposición biológica
y del ambiente.

Aunque los síntomas son compartidos por toda la población con TDAH, cada caso es diferente, por lo
cual también se describen las particularidades del caso en cuestión.

La intervención puede ir encaminada tanto a mejorar el ambiente en el que trabaja el niño,


adaptándolo a sus características, como a mejorar sus habilidades personales.

Atención

Se sugiere que el ambiente en el que trabaje el niño sea un lugar organizado y libre de distractores.

Uno de los principales problemas del niño con TDAH es que no puede atender por periodos
prolongados en tareas que le requieren esfuerzo. Una actividad que puede llevar a mejorar esta
función es ir incrementando paulatinamente el tiempo en que es capaz de mantenerse en una tarea
demandante, reforzando de manera inmediata a que la concluya. También es importante que
monitoreé él mismo el tiempo que invierte en cada actividad.

Otro de los problemas es que el niño no puede seleccionar los estímulos que son importantes en una
momento determinado y al mismo tiempo ignorar aquellos estímulos que son irrelevantes para una
tarea, a lo que se denomina atención selectiva. Una actividad que ayuda a mejorar este tipo de
atención es pedirle que identifique un estímulo que está entre varios otros que funcionan como
distractores, otra actividad es emparejar dibujos que son iguales, seleccionándolo entre otros que
son similares.

Funciones ejecutivas

Las funciones ejecutivas son aquellas capacidades superiores utilizadas para llevar a cabo una
conducta eficaz, creativa y socialmente aceptada; abarcan una serie de procesos cognoscitivos entre
los que destacan la anticipación, inhibición, flexibilidad mental, elección de objetivos, planificación,
selección de la conducta, autorregulación y uso de la retroalimentación.

Las funciones ejecutivas se empiezan a desarrollar en los primeros meses de vida, siguen su
desarrollo en la niñez y la adolescencia y concluyen en la tercera década de la vida.
En los primeros años de vida es función de los padres actuar como las funciones ejecutivas de sus
hijos. Son los padres los que regulan la conducta de sus hijos a través del lenguaje. Posteriormente
los niños imitan a los adultos, hacen decisiones más independientes y modulan su comportamiento
en ausencia de los adultos.

Entonces en la enseñanza se debe seguir este mismo orden, las instrucciones se presentan
externamente, y gradualmente (dependiendo de la habilidad y el grado de déficit) deben ir
disminuyendo tanto la supervisión como la instrucción y las claves.

Una técnica que ha resultado muy eficaz para el tratamiento de la impulsividad en los niños con
TDAH y para mejorar la autorregulación de su comportamiento es el “programa en
autonstrucciones”.

Este programa consiste básicamente en el uso del lenguaje interno para regular el comportamiento.
El lenguaje es un medio a través del cual hablamos con nosotros mismos y somos capaces de
retener o manifestar una conducta haciendo una valoración del contexto.

Esta técnica consiste en los siguientes pasos:

1) Se explica la actividad al niño.


2) Mientras el niño observa, el terapeuta realiza el modelado de una tarea previamente
seleccionada y que sea relevante para el niño, al tiempo en que realiza la tarea, el terapeuta se
da a sí mismo instrucciones en voz alta.
3) Posteriormente, se le pide al niño que realice la misma tarea mientras el terapeuta le da las
instrucciones en voz alta.
4) Como paso siguiente se pide al niño que realice nuevamente la tarea pero ahora se diga las
instrucciones a sí mismo en voz alta.
5) Luego, el niño realiza la misma tarea pero se le pide que sea susurrando las
autoinstrucciones.
6) Finalmente, el niño utiliza el lenguaje interno para llevar a cabo la tarea.
Esta estrategia puede ser útil para cualquier tipo de actividad.

1.6 Técnicas de intervención para el niño con TDAH en el aula

Las estrategias para ayudar al niño con TDAH pueden dividirse en tres categorías:

1) MODIFICACIONES EN EL AMBIENTE DEL NIÑO.

Aquí pueden contemplarse los cambios en el salón de clase que pueden ser beneficiosos para el
niño, como procurar que su espacio de trabajo sea cómodo y organizado, que no haya tantos
distractores, que ocupe un lugar en donde pueda ser monitoreado, establecer hábitos y rutinas.

2) TÉCNICAS COMPENSATORIAS.

Dado que tienen problemas de atención y de memoria de trabajo y estas funciones son necesarias
para todas las actividades escolares y cotidianas, para que el niño sea funcional en los diferentes
ambientes, se puede hacer uso de:

* agendas
*calendarios
*listas de chequeo
*aparatos electrónicos que den recordatorios
*alarmas
*aparatos para monitorear el tiempo que invierte en una actividad
*recordatorios verbales
*poner claves en lugares visibles para ayudar al niño a recuperar la información de la memoria.

Algunas sugerencias generales para este tipo de población son:

*Cuando la tarea sea compleja, dividirla en fases o pasos para hacerla más manejable.
*Reforzar por cada uno de los pasos.
*Dar al niño descansos cuando se observe que ya no está rindiendo en una tarea.
*Indicar tiempo de inicio y final de una tarea.
*Tener cerca un modelo que tenga conductas y actitud apropiada.

3) ESTRATEGIAS PARA MEJORAR LAS FUNCIONES EJECUTIVAS EN EL NIÑO.

La técnica en autoinstrucciones descrita en el apartado anterior puede emplearse para que el niño
aprenda una estrategia general para autorregularse.

También se les puede ayudar a hacer un plan de trabajo, haciendo junto con él múltiples procesos
de planificación y gradualmente invertir el proceso para que los niños piensen cómo hacer el plan.
Inicialmente debe ser “qué debemos hacer primero”, “qué debemos hacer después” y “qué
después”…Posteriormente “haz una lista de cosas que tú tengas que hacer para llegar a esta meta”.

Para favorecer su deficiencia en el manejo del tiempo es importante que aprendan a contar el
tiempo, es decir, el uso de relojes y calendarios. Se les debe proporcionar un horario y pedir que lo
sigan, imponer límites de tiempo y hacer recordatorios acerca de cuánto tiempo ha pasado. Se
pueden usar aparatos que den avisos como relojes, campanas o alarmas.

También se les pueden poner ejercicios para que estimen qué tanto tiempo lleva hacer algo y
compararlo después con el tiempo invertido. Hacer el punto final de la tarea un evento crítico con
consecuencias.

Todas las actividades previamente descritas pueden ser implementadas en el aula, no solo con el
niño con TDAH, sino con todos los integrantes del grupo.

También podría gustarte