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Cirugía de Rodilla, Traumatología Deportiva, Artroscopia (2022) 30:2130–2140

https://doi.org/10.1007/s00167-021-06847-7

HOMBRO

La recurrencia en las luxaciones anteriores traumáticas del hombro aumenta la

prevalencia de las lesiones de Hill-Sachs y Bankart: una revisión sistemática y un
metanálisis

caín rutgers1· Lucas. PE Verweij2· Simone Priester‑Vink3· Derek FP van Deurzen2· Mario Maás4· Michel
PJ van den Bekerom2

Recibido: 16 de agosto de 2021 / Aceptado: 13 de diciembre de 2021 / Publicado en línea: 6 de enero de 2022 © The
Author(s) 2022

Resumen
ObjetivoLa extensión de la inestabilidad del hombro y la indicación de cirugía pueden estar determinadas por la prevalencia o el tamaño de las
lesiones asociadas. Sin embargo, se informa una prevalencia variable y, por lo tanto, los valores reales no están claros. Además, no está claro si estas
lesiones están presentes después de la primera luxación y si estas lesiones aumentan o no de tamaño después de la recurrencia. El objetivo de esta
revisión sistemática fue (1) determinar la prevalencia de las lesiones asociadas con las luxaciones anteriores traumáticas del hombro, (2) determinar si
la prevalencia es mayor después de las luxaciones recurrentes en comparación con las luxaciones por primera vez y (3) determinar si la la prevalencia
es mayor después de las luxaciones completas en comparación con las subluxaciones. MétodosSe realizaron búsquedas en PubMed, EMBASE,
Cochrane y Web of Science. Se incluyeron los estudios que examinaron los hombros después de luxaciones anteriores traumáticas durante la
artroscopia o con MRI/MRA o CT publicados después de 1999. Se incluyeron un total de 22 estudios (1920 hombros).

ResultadosLa proporción de lesiones de Hill-Sachs y Bankart fue mayor en las luxaciones recurrentes (85 %; 66 %) en comparación con las luxaciones de primera
vez (71 %; 59 %) y esto fue estadísticamente significativo (PAGS<0,01;PAGS=0,05). No se observaron diferencias significativas entre las luxaciones recurrentes y las
primeras para las lesiones SLAP, los desgarros del manguito rotador, las lesiones óseas de Bankart, las lesiones HAGL y las lesiones ALPSA. La proporción de
lesiones de Hill-Sachs fue significativamente mayor en las luxaciones completas (82%) que en las subluxaciones (54%;PAGS<0,01). ConclusiónSe observaron
proporciones más altas de Hill-Sachs y Bankart en las luxaciones recurrentes en comparación con las luxaciones de primera vez. No se observaron diferencias
para Bankart óseo, HAGL, SLAP, desgarro del manguito rotador y ALPSA. Especialmente cuando hay un Hill-Sachs o Bankart después de la primera luxación, es
posible que se deba considerar la estabilización quirúrgica temprana, ya que es posible que no se esperen otras lesiones después de la recurrencia y para limitar
el crecimiento de la lesión. Sin embargo, los resultados deben interpretarse con cautela debido a la heterogeneidad significativa y la gran variación.

Nivel de evidenciaIV.

Palabras claveEpidemiología · Prevalencia · Inestabilidad de hombro · Luxación de hombro · Labrum glenoideo · Lesiones del labrum · Hill-Sachs

* caín rutgers abreviaturas

c.rutgers@student.vu.nl PRISMA Elementos de informe preferidos para
revisiones sistemáticas y metanálisis
1
Vrije Universiteit Amsterdam, De Boelelaan 1105,
1081 HV Amsterdam, Países Bajos
JBI Instituto Joanna Briggs

2
CI Intervalo de confianza
Unidad de Hombro y Codo, Investigación Conjunta,
Dakota del Sur Desviación Estándar
Departamento de Cirugía Ortopédica, OLVG, Amsterdam,
Los países bajos
3
Biblioteca Médica, Departamento de Investigación y
Introducción
Epidemiología, OLVG, Ámsterdam, Países Bajos
4
División de Radiología Musculoesquelética, Departamento
Las dislocaciones anteriores del hombro ocurren comúnmente después
de Radiología y Medicina Nuclear, Amsterdam UMC,
de una caída o un impacto directo en el hombro en el hogar o durante
Ubicación AMC, Universidad de Amsterdam, Amsterdam,
Países Bajos actividades deportivas/recreativas, lo que informa una incidencia de

V 1viejo:. 3
(1234567890)
Cirugía de Rodilla, Traumatología Deportiva, Artroscopia (2022) 30:2130–2140
23,9 por 100.000 años-persona y constituyen el 45% de
todas las dislocaciones [1–3]. Más del 95% de las luxaciones
ocurren en dirección anterior, y el otro 5% ocurre en
dirección posterior o inferior.4].
Las luxaciones traumáticas anteriores del hombro suelen ir
acompañadas de lesiones de las estructuras óseas y de los tejidos
blandos en la articulación glenohumeral y alrededor de ella.5]. Las
lesiones de tejidos blandos generalmente se diagnostican a través de
imágenes, como MRI o MRA, lesiones óseas a través de CT o CTA y
lesiones de ligamentos a través de CTA o MRA. En comparación con la
artroscopia estándar de oro, la sensibilidad de las técnicas de imagen
varía entre el 60 y el 95 % para las lesiones de partes blandas, mientras
que la ATC muestra una sensibilidad y especificidad cercanas al 100 %
para las lesiones óseas. [6–10]
Se carece de evidencia sobre la prevalencia de las lesiones. Las
revisiones sistemáticas que determinan la prevalencia son limitadas
y los estudios epidemiológicos muestran un rango variable en la
prevalencia observada de lesiones.11–13]. Múltiples variables
pueden atribuir a este desacuerdo, como la experiencia del
evaluador, la configuración de la máquina [14], precisión de las
herramientas de diagnóstico [15], sesgo de selección y
diferenciación poco clara entre luxación o subluxación por primera
vez o recurrentes (≥ 2) [dieciséis]. La falta de conocimiento
epidemiológico es problemática porque el manejo óptimo puede
variar entre las lesiones. Una pequeña pérdida de hueso glenoideo
y un bajo riesgo de recurrencia pueden indicar una reparación de
Bankart, mientras que una pérdida alta de hueso glenoideo y un
alto riesgo de recurrencia pueden indicar una reconstrucción ósea
como el procedimiento de Latarjet.17,18]. La intervención
quirúrgica tardía, cuando es necesaria, puede causar una mayor
tasa de recurrencia, cambios degenerativos y un aumento de los
síntomas, especialmente en atletas de deportes de contacto y por
encima de la cabeza.19–21]. Algunas lesiones están más
probablemente relacionadas con estos resultados que otras, como
las lesiones óseas, que se cree que son un factor de riesgo para el
fracaso del tratamiento conservador y después de la estabilización
de los tejidos blandos.21,22]. Esto hace que la presencia y el
tamaño de las lesiones óseas sean importantes para la toma de
decisiones quirúrgicas. El conocimiento epidemiológico de las
lesiones asociadas puede permitir a los profesionales anticiparse a
estas lesiones y ayudar a decidir el manejo óptimo.23–27].
La literatura reciente muestra un cambio de paradigma de un
enfoque más conservador a una intervención quirúrgica más
temprana para prevenir la recurrencia y aumentar la función del
hombro.21, 28]. La presencia y el tamaño de las lesiones pueden
influir en la extensión de la inestabilidad y determinar la técnica de
estabilización quirúrgica del hombro. Por lo tanto, el objetivo de
esta revisión sistemática fue (1) determinar la prevalencia de las
lesiones asociadas con las luxaciones anteriores traumáticas del
hombro, (2) determinar si la prevalencia es mayor después de las
luxaciones recurrentes en comparación con las luxaciones iniciales
y (3) determinar si la prevalencia es mayor después de luxaciones
completas en comparación con
2131
subluxaciones. Se planteó la hipótesis de que las lesiones eran más
frecuentes después de las luxaciones recurrentes en comparación con
las luxaciones por primera vez y después de las luxaciones completas en
comparación con las subluxaciones.
materiales y métodos
Esta revisión sistemática de la literatura se escribió de acuerdo
con las declaraciones Preferred Reporting Items for Systematic
Reviews and Meta-Analyses (PRISMA), ampliadas con un
estándar de informe para adaptarse a las necesidades de una
revisión sistemática de la literatura [23]. Esta revisión ha sido
registrada en el Registro Prospectivo de Revisiones
Sistemáticas (ID de registro PROSPERO: CRD42021233391,
fecha de envío: 26-01-2021) [29].
Estrategia de búsqueda
Los estudios relevantes se identificaron mediante
búsquedas en PubMed, Embase/Ovid, Cochrane Database
of Systematic Reviews/Wiley, Cochrane Central Register of
Controlled Trials/Wiley y Web of Science/Clarivate Analytics
por CR y SPV La búsqueda se inició y finalizó en diciembre
17, 2020. Los siguientes términos, incluidos sinónimos y palabras
estrechamente relacionadas, se usaron como términos de índice o
palabras de texto libre: 'dislocación de hombro', 'artroscopia', 'RM', 'CT' y
términos para todas las lesiones incluidas. Se aplicó un filtro para
encontrar artículos publicados desde 2000 hasta al menos finales de
2020. Las estrategias de búsqueda completas se pueden encontrar en
Archivo adicional 1.
Selección de estudios y evaluación de la calidad
Dos autores (CR y LPEV) evaluaron de forma independiente la
elegibilidad de los estudios, quienes seleccionaron individualmente
los títulos y resúmenes utilizando Rayyan (Universidad Hamad Bin
Khalifa, Doha, Qatar) [30]. Los estudios elegibles se incluyeron en la
selección de texto completo, que también fue realizada
individualmente por 2 autores (CR y LPEV). Los estudios que
cumplieron con los criterios de inclusión se incluyeron para el
análisis. Los desacuerdos entre los autores se resolvieron mediante
discusión y consenso.
Se incluyeron estudios que informaron la prevalencia de lesiones
asociadas después de luxaciones anteriores traumáticas de hombro
diagnosticadas mediante artroscopia, resonancia magnética, resonancia
magnética, tomografía computarizada o tomografía computarizada en una
cohorte de al menos 10 pacientes. Se incluyeron estudios escritos en inglés,
holandés o alemán. Todas las cohortes tuvieron que ser estudiadas después
del año 2000 debido a la rápida progresión de la precisión de las herramientas
de diagnóstico.31]. Cuando las cohortes de casos de dos artículos separados
se superponían, se incluía el artículo con los tipos de lesiones más diferentes.
Cuando esto era lo mismo entre
13
2132
dos artículos, se incluyó el artículo con mayor tamaño de
muestra. Los estudios de cohortes que siguieron a los
pacientes después de una intervención solo se incluyeron
cuando se informó la prevalencia de lesiones para toda la
población al inicio del período de seguimiento.
Se excluyeron revisiones, informes de casos, metanálisis, estudios
biomecánicos y estudios cadavéricos. Se excluyeron los estudios que
midieron la precisión de las herramientas de diagnóstico para evitar el
sesgo de selección.
Riesgo de sesgo
Dos autores (CR y LPEV) evaluaron de forma independiente el riesgo
de sesgo mediante el estándar de evaluación crítica del Joanna
Briggs Institute (JBI). Esta herramienta fue diseñada para revisiones
sistemáticas que informan datos de prevalencia [32]. Los
desacuerdos entre los autores se resolvieron mediante discusión y
consenso.
tabla 1Lesiones incluidas y definiciones
lesiones
lesiones óseas
colina-sachs
Lesión glenoidea
cuerpos sueltos
Banco óseo
Lesiones de tejidos blandos
Banco
Banco posterior
Perthes
Avulsión del manguito perióstico del labrum anterior (ALPSA)
Desgarro del labrum superior de anterior a posterior (desgarro SLAP)
Interrupción articular del labrum gleno (GLAD)
Lesiones capsulares
Avulsión humeral del ligamento glenohumeral (HAGL)
Avulsión glenoidea del ligamento glenohumeral (GAGL)
Avulsión del ligamento glenohumeral inferior anterior (AIGHL)
Avulsión del ligamento glenohumeral inferior (IGHL)
Avulsión humeral posterior del ligamento glenohumeral
(FAGL)
Desgarro del manguito rotador
lesión condral
Desgarro de la cabeza larga del bíceps
13
Cirugía de Rodilla, Traumatología Deportiva, Artroscopia (2022) 30:2130–2140
Identificación de lesiones
La artroscopia se consideró el estándar de oro para todas las lesiones. Cuando
las lesiones no se identificaron mediante artroscopia, la RM o la ARM se
consideraron la modalidad de clasificación más alta para las lesiones de
tejidos blandos y la TC o la CTA se consideraron la modalidad de clasificación
más alta para las lesiones óseas.
Extracción de datos
Las características iniciales incluyeron el tamaño de la muestra, la
proporción hombre/mujer, la edad media con rango y desviación
estándar (DE), la indicación para la inclusión (p. ej., cirugía artroscópica),
la modalidad de clasificación más alta y las características de la
población (p. ej., atletas o personal militar). El resultado primario fue la
prevalencia de lesiones asociadas con luxaciones traumáticas anteriores
del hombro. Las lesiones incluidas se definieron en la Tabla1en
cooperación con un radiólogo musculoesquelético (MM) experimentado
y un cirujano ortopédico que se especializa en patología de hombro y
codo (MPJB). Los autores
Definición
Fractura de impresión de la cabeza humeral posterolateral
Superficie deprimida o elevada de la cavidad glenoidea
Un fragmento óseo suelto dentro de la articulación glenohumeral, que se origina
desde el borde glenoideo o cabeza humeral
Una lesión ósea o fractura que involucra el labrum anterior y el borde glenoideo
Un desgarro del labrum anterior en la posición de las 2 a las 6 en punto Un desgarro
del labrum posterior en la posición de las 6 a las 11 en punto
El labrum anteroinferior se separa parcialmente y el periostio se elimina
medialmente pero aún intacto
El complejo labroligamentoso se desplaza medialmente; sin embargo, el
el labrum y el borde glenoideo aún están intactos
Un desgarro del labrum superior en la posición de las 11 a las 2 en punto
El complejo labroligamentoso está parcialmente desgarrado y el cartílago está
dañado
Una lesión en la cápsula articular del hombro que incluye las siguientes lesiones:
HAGL, GAGL, AIGHL, IGHL, PHAGL
Fractura por avulsión del ligamento glenohumeral inferior en el húmero
inserción
Fractura por avulsión del ligamento glenohumeral inferior en la cavidad glenoidea
inserción
Fractura por avulsión del ligamento glenohumeral anteroinferior
Fractura por avulsión del ligamento glenohumeral inferior
Fractura por avulsión del ligamento glenohumeral posteroinferior en la
inserción humeral
Una lágrima del m. Subescapular, m. Infraespinoso, m. Supraespinoso o m.
redondo menor
Lesión condral de la cabeza glenoidea o humeral
(Parcial) Desgarro de la cabeza larga del bíceps
Cirugía de Rodilla, Traumatología Deportiva, Artroscopia (2022) 30:2130–2140
de los artículos incluidos pueden no haber usado las mismas
definiciones. Los resultados secundarios incluyen el número de
luxaciones, si los pacientes experimentaron una luxación completa
o subluxación y si los pacientes experimentaron una luxación
recurrente (≥2) o una luxación por primera vez. Una luxación se
definió como cualquier tipo de luxación anterior, incluidas las
subluxaciones y las luxaciones completas. Una luxación completa se
definió como una luxación anterior que requería reducción manual.
Todos los datos fueron extraídos y transferidos por 1 autor (CR) a
Excel (Microsoft Corporation. Microsoft Excel [Internet]. 2012.
Disponible en:https://office.microsoft.com/excel). Para evaluar la
confiabilidad y la integridad de los datos extraídos por CR, los datos
de una muestra aleatoria de 10 artículos fueron extraídos de forma
independiente y transferidos por el Autor 2 (LPEV) a una base de
datos de Excel independiente. Las dos bases de datos fueron
comparadas por ambos autores. Ambas bases de datos se
correspondían entre sí.
análisis estadístico
Las características iniciales y los datos de resultado se presentaron
mediante estadísticas descriptivas informadas como media y desviación
estándar. En caso de que no se reportara la DE, se estimó utilizando el
tamaño de muestra y rango según Walter et al.[33]. Los datos se
agruparon y se calculó una media ponderada. Se analizaron las
proporciones de las lesiones según la cantidad de luxaciones (1, ≥ 2) y el
tipo de luxación (luxación completa, subluxación). Otros resultados,
como la modalidad, la edad, las características del paciente y la
indicación, no pudieron analizarse porque no hubo suficientes datos. En
su lugar, se describieron estos resultados. Cuando la prevalencia de una
lesión no fue reportada en un artículo, ésta no formó parte del análisis.
Las proporciones se compararon con pruebas de chi-cuadrado. Cuando
fue posible, se informaron los intervalos de confianza (IC). Los odds-
ratios (OR) y el IC del 95 % se calcularon con Review Manager versión 5.3
(el Centro Cochrane Nórdico, Copenhague, Dinamarca).PAGS valores ≤
0,05 se consideraron significativos. La heterogeneidad entre los estudios
estuvo determinada por layo2valor.yo2Se consideró que > 50 %
significaba una heterogeneidad sustancial [34].
Resultados
Cribado y características del estudio
Después de eliminar los duplicados, se examinaron 6662 estudios por
título y resumen. Se leyó el texto completo de 79 artículos para
determinar si el artículo era elegible para su inclusión. La estrategia de
búsqueda resultó en 22 artículos que cumplían con los criterios de
inclusión. Los motivos de exclusión durante la selección de texto
completo se muestran en la Fig.1.
Siete estudios tenían un diseño prospectivo y 15 estudios
tenían un diseño retrospectivo (Archivo adicional 2: Tabla 1).
2133
La artroscopia fue la modalidad de elección en 15 estudios. La
modalidad de clasificación más alta fue la RM o la ARM en cuatro
estudios y la TC en dos estudios. Un estudio de resonancia magnética
identificó lesiones óseas y de tejidos blandos, mientras que los otros tres
identificaron solo lesiones de tejidos blandos. Ambos estudios de TC
identificaron solo lesiones óseas. Los atletas fueron estudiados en tres
artículos y el personal militar fue estudiado en dos artículos. Se estudió
una población mayor de 35 años en dos artículos. La indicación de
inclusión fue cirugía en 13 artículos, diagnóstico por imágenes en seis
artículos, evento de luxación en dos artículos y artroscopia diagnóstica
en un artículo.
Se estudiaron un total de 1920 hombros por lesiones
asociadas con la luxación anterior traumática del hombro. La
edad media agrupada fue de 26,2±8,9 años. Hubo 581
luxaciones completas de 6 estudios, 101 subluxaciones de 3
estudios, 1152 luxaciones recurrentes de 15 estudios y 392
luxaciones por primera vez de 10 estudios. Por cada luxación se
identificaron 1,8 lesiones. Las lesiones se determinaron
mediante artroscopia en el 72 % de los hombros e imágenes en
el 28 % de los hombros.
Control de calidad
Cuatro artículos tenían una pregunta de la evaluación crítica del
JBI respondida con 'No'. Todas las demás preguntas fueron
respondidas con 'Sí'. La pregunta 1, sobre la idoneidad de la
muestra estudiada, fue respondida con 'No' por Takase et al. Su
objetivo era investigar lesiones en todos los hombros; sin
embargo, solo incluyeron pacientes sometidos a reparación de
Bankart. La pregunta 4, sobre qué tan detallado se describió el
entorno del estudio, fue respondida con 'No' por Ozaki et al.
Sus métodos describen la presencia de Hill-Sachs como criterio
de inclusión, sin embargo, a partir de los resultados se puede
concluir que se estudió una población general, incluso sin Hill-
Sachs. La pregunta 7, sobre la confiabilidad de las mediciones y
los métodos estandarizados para todos los pacientes, fue
respondida con 'No' por Owens et al. y Kim et al. Ambos
estudios diagnosticaron a parte de su población por
artroscopia y parte por imágenes (Archivo adicional 2: Tabla 2).
Dos autores (CR y LPEV) completaron la evaluación crítica del JBI
de forma independiente. Se encontraron pequeñas diferencias
que se resolvieron mediante discusión y consenso.
Prevalencia de lesiones óseas
En una muestra combinada de 1845 hombros de 22 estudios,
se informó una lesión ósea en el 96 %. La lesión de Hill-Sachs
(69%) fue la más prevalente y la de Bankart ósea (13%) la
menos prevalente (Tabla2). La prevalencia de lesiones
encontrada en cada estudio individual se resumió en Archivo
adicional 2: Tabla 3.
13
2134 Cirugía de Rodilla, Traumatología Deportiva, Artroscopia (2022) 30:2130–2140

Figura 1Diagrama de flujo

PRISMA[60]

Tabla 2Prevalencia de lesiones óseas Tabla 3Prevalencia de lesiones del labrum

Estudios (norte) Hombro (norte) Preva- Rango (%) Estudios (norte) Hombro (norte) Preva- Rango (%)
lencia lencia
(%) (%)

colina-sachs 20 1731 69 13–100 Banco 14 993 67 20–100

glenoideo óseo 10 983 37 6–86 Banco posterior 3 204 23 3–42
cuerpo suelto 7 566 15 9–44 Perthes 3 79 14 0–32
Banco óseo 8 889 13 0–43 ALPSA 8 542 18 0–26
BOFETADA 15 1,245 23 0–64
CONTENTO 4 355 4 0–20

Prevalencia de lesiones de tejidos blandos

En una muestra combinada de 1320 hombros de 17 estudios, se

notificó una lesión del labrum en el 97 % de los hombros. La lesión Tabla 4 Prevalencia de lesiones capsulares

de Bankart (67%) fue la más prevalente, seguida de las lesiones de Estudios (norte) Hombro (norte) Preva- Rango (%)
Bankart posterior (23%) y SLAP (23%) (Tabla3). Una lesión de lencia (%)
Perthes fue la menos prevalente (14%).
HAGL 10 988 3 1–21
En una muestra agrupada de 1018 hombros de 11 estudios, se
AIGHL 1 30 90 N/A
notificó una lesión capsular en el 16% (Tabla4).
IGHL 1 42 33 N/A
En una muestra combinada de 1634 hombros de 19 estudios, hubo
PHAGL 1 42 31 N/A
1,3 lesiones de partes blandas por hombro. Excluyendo las lesiones del
GAGL 1 25 40 N/A
labrum, el desgarro del manguito rotador (17 %) fue el más frecuente

13
Cirugía de Rodilla, Traumatología Deportiva, Artroscopia (2022) 30:2130–2140 2135

Tabla 5 Prevalencia de lesiones de partes blandas en comparación con la luxación recurrente (28%, rango 20-45%;
PAGS=n,yo2= 0%; Higo.4).
Estudios (norte) Hombro (norte) Preva- Rango (%)
lencia No se observaron diferencias significativas para los desgarros del
(%) manguito rotador de espesor parcial o total después de la primera
luxación (7 %, rango 0-12 %) en comparación con la luxación recurrente
Desgarro del manguito rotador 13 1290 17 2–64
(14 %, rango 3-20 %;PAGS=n,yo2= 0%; Higo.5).
condral 3 325 9 4–28
No se observaron diferencias significativas para las lesiones
Cabeza larga de la 3 257 8 5–18
bíceps óseas de Bankart después de la primera luxación (12 %, rango 9–18
%) en comparación con la luxación recurrente (17 %, rango 11–28 %;
PAGS=n,yo2= 25%; Higo.6).
(Mesa5). Una cabeza larga de la lesión del bíceps fue la menos No se observaron diferencias significativas para las lesiones HAGL
prevalente. (8%). después de la primera luxación (4 %, rango 0–9 %) en comparación con
la luxación recurrente (1 %, rango 0–4 %;PAGS= n,yo2= 54%; Higo.7).
Metanálisis de prevalencia de lesiones para luxaciones de
primera vez y recurrentes No se observaron diferencias significativas para las lesiones de
ALPSA después de la primera luxación (16 %, rango 0–30 %) en
Se observó una menor proporción de lesiones de Hill-Sachs comparación con la luxación recurrente (22 %, rango 13–19 %; PAGS
después de la primera luxación (71 %, rango 58–83 %) en =n,yo2= 62%; Higo.8).
comparación con la luxación recurrente (85 %, rango 70–95 %;PAGS
=0.01, yo2= 71%; Higo.2).
Se observó una menor proporción de lesiones de Bankart Metanálisis de prevalencia de lesiones por
después de la primera luxación (59 %, rango 18–100 %) en subluxaciones y luxaciones completas
comparación con la luxación recurrente (66 %, rango 28–100 %;
PAGS=0.05,yo2= 46%; Higo.3). Se observó una menor proporción de lesiones de Hill-Sachs
No se observaron diferencias significativas para las lesiones después de la subluxación (54%, rango 43-60%) en comparación
SLAP después de la primera luxación (27 %, rango 16–45 %) con la luxación completa (82%, rango 65-86%;PAGS<0.01,yo2= 35%;
Higo.9).

Figura 2Metanálisis de las proporciones de Hill-Sachs por primera vez frente a recurrentes. Este metanálisis muestra la razón de posibilidades para los estudios (norte=7) que informó la
prevalencia de las lesiones de Hill-Sachs en las luxaciones de primera vez en comparación con las luxaciones recurrentes

Fig. 3Metanálisis de las proporciones de luxación de Bankart por primera vez frente a recurrentes. Este metanálisis muestra la razón de posibilidades para los estudios (norte=5) que informó
la prevalencia de las lesiones de Bankart en las luxaciones de primera vez en comparación con las luxaciones recurrentes

13
2136 Cirugía de Rodilla, Traumatología Deportiva, Artroscopia (2022) 30:2130–2140

Figura 4Metanálisis de las proporciones de luxación por primera vez vs recurrente de SLAP. Este metanálisis muestra la razón de posibilidades para los estudios (norte=5) que
reportan la prevalencia de lesiones SLAP en luxaciones de primera vez en comparación con luxaciones recurrentes

Figura 5Metanálisis de las proporciones de desgarro del manguito rotador por primera vez frente a dislocación recurrente. Este metanálisis muestra la razón de posibilidades para los estudios (norte=5) que
informan la prevalencia de desgarros del manguito rotador en las luxaciones de primera vez en comparación con las luxaciones recurrentes

Figura 6Metanálisis de las proporciones de luxación ósea de Bankart por primera vez frente a recurrente. Este metanálisis muestra la razón de posibilidades para los estudios (norte=4) que
reportan la prevalencia de lesiones óseas de Bankart en luxaciones de primera vez en comparación con luxaciones recurrentes

Figura 7Metanálisis de las proporciones de luxación por primera vez frente a recurrentes de HAGL. Este metanálisis muestra la razón de posibilidades para los estudios (norte=4) que informan
la prevalencia de lesiones HAGL en luxaciones de primera vez en comparación con luxaciones recurrentes

13
Cirugía de Rodilla, Traumatología Deportiva, Artroscopia (2022) 30:2130–2140 2137

Figura 8Proporciones de lesiones ALPSA para luxaciones de primera vez en comparación con luxaciones recurrentes. Este metanálisis muestra la razón de posibilidades para los estudios (
norte=3) que reportan la prevalencia de lesiones ALPSA en luxaciones de primera vez en comparación con luxaciones recurrentes

Figura 9Metanálisis de subluxación de Hill-Sachs frente a proporciones de luxación completa. Este metanálisis muestra la razón de posibilidades para los estudios (norte=3)
que reportan la prevalencia de lesiones de Hill-Sachs en subluxaciones en comparación con las luxaciones completas

Discusión factor en la toma de decisiones quirúrgicas. Hasegawa et al. encontró

El hallazgo más importante del presente estudio fue que las
lesiones de Hill-Sachs y Bankart se encontraron en proporciones
más altas en las luxaciones recurrentes en comparación con las
luxaciones de primera vez. La prevalencia de Bankart óseo, HAGL,
SLAP, desgarro del manguito rotador y ALPSA fue similar cuando se
compararon las luxaciones recurrentes y las primeras, lo que
sugiere que estas lesiones pueden ser más comunes después de la
primera luxación de lo que se pensaba anteriormente. Sin embargo,
los resultados deben interpretarse con cautela debido al amplio
rango de prevalencia; heterogeneidad encontrada en los análisis de
Hill-Sachs, HAGL y ALPSA; y cantidad limitada de estudios que
informan sobre lesiones capsulares.
Los datos actuales pueden ser valiosos para los profesionales de la
salud en la consulta externa con respecto a la toma de decisiones
compartida. Los resultados pueden ayudar a estimar el riesgo de nuevas
lesiones después de la recurrencia, especialmente porque actualmente
falta literatura sobre este tema. Cuando hay lesiones de Hill-Sachs y
Bankart, los resultados actuales sugieren que no se pueden esperar
otras lesiones después de la recurrencia. Además, dado que el manejo
óptimo puede diferir entre las lesiones, los resultados epidemiológicos
pueden ayudar a anticipar qué lesión es probable que esté presente y
qué tipo de procedimiento quirúrgico puede estar indicado.35–39]. Para
una toma de decisiones compartida óptima, se debe tener en cuenta la
cantidad de dislocaciones y si la dislocación fue completa o no.
El tamaño inicial, la ubicación y el aumento posterior de una lesión ósea
después de una luxación recurrente pueden ser un factor importante.
que el número de eventos de dislocación es un predictor de la cantidad
de pérdida ósea bipolar.40]. Varios autores han descrito una correlación
entre el tamaño de la lesión ósea y el riesgo de recurrencia y la literatura
sugiere una intervención quirúrgica temprana para disminuir el riesgo
de recurrencia y aumentar el regreso al juego.41,42]. Los resultados
actuales pueden confirmar esta conclusión. Los desgarros traumáticos
del manguito rotador no tratados pueden causar más dolor y disfunción
con el tiempo y, junto con el daño capsulolabral, pueden conducir a una
mayor inestabilidad.20]. También se cree que las lesiones capsulolabral y
HAGL individuales desempeñan un papel en la inestabilidad
glenohumeral.43–45]. La hipótesis de que las lesiones aumentan de
tamaño después de la recurrencia en lugar de la prevalencia está
respaldada por los resultados y la literatura actuales. La literatura
sugiere que la inestabilidad aumenta con el tiempo en los hombros no
tratados, aunque los resultados actuales sugieren que la prevalencia de
la mayoría de las lesiones puede no aumentar después de la recurrencia.
Por lo tanto, es posible que los profesionales de la salud deban
considerar la estabilización quirúrgica temprana después de la primera
luxación para limitar el aumento de tamaño de estas lesiones.
Se encontró una prevalencia variable entre los estudios para la
mayoría de las lesiones. Los desafíos para clasificar, medir y definir las
lesiones pueden atribuirse a esto. El método de seguimiento glenoideo
se usa para determinar el grado de pérdida ósea glenoidea, pero carece
de un método estandarizado para producir la imagen, lo que provoca
desafíos con respecto a la reproducibilidad y la confiabilidad.46]. Puede
ser difícil identificar correctamente las lesiones del labrum, como
Bankart, ya que la literatura muestra discrepancias en la definición de
lesiones según el método de la cara del reloj [47,48]. La clasificación de
Snyder se utiliza para evaluar las lesiones SLAP pero

13
2138
muestra una alta variabilidad interobservador e intraobservador, incluso
entre especialistas experimentados.49]. Por último, la clasificación de
Outerbridge se utiliza para la clasificación de las lesiones condrales, pero
se estudió solo en ocasiones limitadas en poblaciones pequeñas.50]. Las
extensiones o la revisión de los sistemas de clasificación actuales
pueden ayudar a una mejor identificación y evaluación de las lesiones,
como lo hicieron Maffet et al. para la lesión SLAP [51]. La prevalencia
variable también puede explicarse por las diferencias demográficas. Esto
incluye deportes que son más populares en ciertos países, pero también
la morfología glenoidea, que puede diferir entre poblaciones [52].
El término subluxación presenta dificultades de interpretación ya que
actualmente se carece de un método claro para identificar las
subluxaciones en la práctica. Incluso se puede cuestionar si una lesión
de Hill-Sachs puede ser causada por una subluxación, ya que la cabeza
humeral (posterosuperior) puede no impactar contra la cavidad
glenoidea. Cuando Hill-Sachs está presente después de una subluxación,
el desplazamiento puede haber sido tal que debería hablarse de una
luxación completa, quizás con reducción espontánea. La literatura actual
sugiere que la identificación falsa de las lesiones de Hill-Sachs puede ser
el resultado de la osificación normal de la cabeza humeral en los
hombros en desarrollo, lo que posiblemente explique las lesiones de
Hill-Sachs después de la subluxación.53]. Es interesante que algunos
estudios identificaron lesiones de Bankart posteriores en pacientes que
sufrían de luxación anterior. Una revisión sistemática de Ernat et al.
discutieron la reparación artroscópica de 270° y 360° en un grupo de
pacientes que padecían una inestabilidad anterior aislada, lo que sugiere
que las lesiones posteriores pueden ocurrir después de una luxación
anterior.54].
El amplio rango de prevalencia encontrado en esta revisión también
puede explicarse en parte por la precisión variable de las herramientas
de diagnóstico entre los estudios. La sensibilidad y especificidad de la
ARM en comparación con la artroscopia estándar de oro para Perthes
fue del 67 % y el 100 %, respectivamente, según Kehdr et al. y
Elkharbotly et al. encontraron que la sensibilidad era del 100 %. [6,8] Las
lesiones de Perthes y GLAD pueden ser difíciles de diagnosticar porque
el labrum puede permanecer en su posición natural aunque se desgarre
[47,55,56]. Se cree que los evaluadores sin experiencia hacen
diagnósticos menos precisos y menos confiables, un efecto que se
potencia para lesiones difíciles de diagnosticar, como Perthes y GLAD [57
,58]. La precisión se puede mejorar tomando nota de los cambios sutiles
en la intensidad de la RM o colocando el brazo en la posición ABER,
aunque esto último se debate debido al aumento del tiempo de
exploración y la incomodidad [56,59].
Los resultados de nuestro estudio deben interpretarse con
cautela a la luz de las siguientes limitaciones. Primero, algunas
lesiones se informaron solo en una pequeña cantidad de estudios,
lo que aumenta el riesgo de sesgo de selección. El metanálisis de
Bankart óseo, HAGL y ALPSA solo incluyó cuatro o menos estudios y
la prevalencia de AIGHL, IGHL, PHAGL y GAGL se determinó a partir
de un estudio. En el caso de estas lesiones, los datos pueden no ser
suficientes para sacar conclusiones firmes. En segundo lugar, existe
el riesgo de sesgo de selección porque la mayoría
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Cirugía de Rodilla, Traumatología Deportiva, Artroscopia (2022) 30:2130–2140
los estudios incluyeron pacientes sometidos a intervención quirúrgica.
En un grupo de pacientes no intervenidos quirúrgicamente, puede haber
una menor frecuencia de lesiones. En tercer lugar, las diferencias
demográficas pueden afectar la prevalencia de las lesiones debido a la
popularidad de los deportes de alto riesgo en ciertos países o a la
variación de la morfología glenoidea entre las poblaciones.52]. En cuarto
lugar, es posible que no se hayan identificado todas las lesiones en
estudios de artroscopia retrospectivos porque el procedimiento puede
haber tenido un objetivo diferente, lo que provocó que el cirujano
prestara menos atención a las lesiones poco comunes. Estas limitaciones
pueden reflejarse en la prevalencia variable encontrada entre los
estudios y la heterogeneidad sustancial.
La investigación futura debe centrarse en múltiples aspectos. Primero,
determinar el papel del tamaño de la lesión y el crecimiento de la lesión en la
evaluación del riesgo de recurrencia, el regreso al juego y la toma de
decisiones quirúrgicas. Esto incluye lesiones de tejidos blandos y el papel de
las lesiones posteriores después de una luxación anterior. La literatura
sugiere que puede haber una correlación, pero actualmente falta evidencia de
alto nivel. En segundo lugar, crear métodos estandarizados para diagnosticar
y clasificar las lesiones radiológicas y sintomáticas y definir el término
subluxación. Esto puede reducir la varianza observada. Tercero, determinar la
sensibilidad y especificidad de las herramientas de diagnóstico en poblaciones
grandes y representativas, ya que esto se debate actualmente en la literatura.
En cuarto lugar, tanto para las lesiones de tejidos blandos como para las
lesiones óseas, el objetivo debe ser aumentar la precisión del diagnóstico por
RM. Es especialmente importante mejorar la resonancia magnética ósea para
que el paciente no esté expuesto a la radiación de la tomografía
computarizada. Quinto, estudiar la prevalencia de las lesiones de hombro
después de la luxación anterior en poblaciones más grandes y más
numerosas para aumentar el valor de futuras revisiones sistemáticas como
esta. Por último, deberían estudiarse las variaciones demográficas de la
morfología glenoidea entre poblaciones, también en poblaciones actualmente
menos representadas.
Conclusión
Se observaron proporciones más altas de Hill-Sachs y Bankart en las
luxaciones recurrentes en comparación con las luxaciones de primera
vez. No se observaron diferencias para Bankart óseo, HAGL, SLAP,
desgarro del manguito rotador y ALPSA. Especialmente cuando hay un
Hill-Sachs o Bankart después de la primera luxación, es posible que se
deba considerar la estabilización quirúrgica temprana, ya que es posible
que no se esperen otras lesiones después de la recurrencia y para limitar
el crecimiento de la lesión. Sin embargo, los resultados deben
interpretarse con cautela debido a la heterogeneidad significativa y la
gran variación.
Información suplementariaLa versión en línea contiene material
complementario disponible enhttps://doi.org/10.1007/s00167-021-06847-7.
AgradecimientosNo aplica.
Cirugía de Rodilla, Traumatología Deportiva, Artroscopia (2022) 30:2130–2140
Contribución del autorCR contribuido a todos los procesos de la revisión y
redactó el manuscrito. LPEV contribuyó a la selección de estudios, extracción
de datos, análisis estadístico y redacción del manuscrito. SPV contribuyó a la
redacción del término de búsqueda y la adaptación de la búsqueda a todas las
bases de datos. DFPD contribuyó a interpretar los resultados y escribir la
discusión desde una perspectiva ortopédica. MM contribuido a interpretar los
resultados y escribir la discusión desde una perspectiva radiológica. MPJB
supervisó el proceso y contribuyó a configurar la revisión, interpretar los
resultados y escribir la discusión.
FondosNo se recibió financiación ni patrocinio.
Declaraciones
Conflicto de interesesNinguna.
Aprobación éticaNo aplica.
Consentimiento informadoNo aplica.
Acceso abiertoEste artículo tiene una licencia internacional de Creative
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