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El

aprendizaje
en la vejez
Educación permanente
El aprendizaje en la tercera edad se
empezó a considerar científicamente
en los años 70, cuando desaparece la
formación permanente y se da paso a
la educación permanente y el
aprendizaje a lo largo de toda la vida.
Es en este momento (1973), cuando
Pierre Vellas, un profesor de la
Universidad de Ciencias Sociales de
Toulouse, Francia, pone en
funcionamiento la primera universidad
para la tercera edad.
Cambios en la vejez
El envejecimiento en las personas provoca cambios físicos
y mentales. Dependiendo de la trayectoria y
circunstancias vitales de una persona, estos cambios
comienzan a percibirse en diferentes momentos, y es en la
vejez cuando se advierten en todas las personas, aunque
también de forma diferente.
Los cambios fisiológicos que resultan de la edad incluyen,
por ejemplo, los sistemas cardiovascular y respiratorio, los
sistemas de regulación, como la excreción, la digestión y
el sistema inmunológico, los sistemas reproductor y sexual,
el sistema nervioso, y los sistemas sensoriales que
controlan la visión, el oído, el gusto, el tacto, el olfato y el
equilibrio.
Existen estudios en los que
argumentan la desaceleración y el
decline de las capacidades
cognitivas de los adultos mayores.
Estas investigaciones, se refieren a
un descenso en la velocidad de
procesamiento de información, que
a su vez reduce la capacidad de
inteligencia.
La mayoría de las habilidades cognitivas ganan o permanecen
estables con el aumento de edad, salvo la velocidad psicomotora y la
inteligencia fluida, relacionada con la fluidez verbal; este detrimento
es, mucho menor que lo que se aprecia en el resultado de otro tipo de
estudios, y en él, la plasticidad del cerebro, característica de cada
persona, desempeña un papel esencial, por lo que el argumento del
decline cognitivo en los adultos mayores, pierde toda su fuerza.
Existen mejorías cognitivas a lo
largo de la vida , señalan que
algunas habilidades cognitivas
pueden mejorar con la edad,
como la aparición de un mayor
orden en los procesos de
pensamiento abstracto, en los
que se basan las
manifestaciones de juicios y
decisiones.
Referente a las habilidades lingüísticas y
el aprendizaje de lenguas, se aplican en
los adultos mayores las mismas
características que en cualquier otro
proceso de aprendizaje. Es importante
destacar, que de la misma forma que se
ha demostrado que el continuo uso de las
capacidades cognitivas favorecen la
salud y el desarrollo mental de las
personas.
APOYO Y
MOTIVACIÓN

El aprendizaje en la tercera edad debe ser algo elegido y


motivador para el estudiante, y cualquier pensamiento
relacionado con el declive cognitivo debe eliminarse y
transformarse en apoyo y motivación. Es importante señalar, sin
embargo, la tradición educativa de estas personas y tratar de
adaptar los enfoques de aprendizaje actual a los esquemas con
los que han aprendido, pues un cambio radical no favorecería el
aprendizaje.
El componente humano y El adulto mayor no es único
comprensivo, y el responsable de su
aprendizaje; la motivación es
conocimiento sobre las
el elemento fundamental que
principales
determina el proceso de
características de los
aprendizaje y debe ser el
adultos mayores deben
primer pilar en cualquier
existir en cualquier tipo
programa educativo diseñado
de enseñanza que los para este sector de la
incluya.. población.
recomendaciones
Hay una serie de enfermedades frecuentes en las personas mayores que pueden
dificultar y limitar su capacidad de aprendizaje y sus facultades mentales en general

Demencias.
Alzheimer.
Enfermedades neurológicas.
Accidentes cerebrovasculares.
Depresión.
Trastornos del comportamiento.
Estados de confusión.
En estos casos existen técnicas específicas de terapia ocupacional y otras
actividades de rehabilitación para recuperar o tratar de evitar en lo posible el
deterioro mental que estas enfermedades ocasionan.
general
Las personas mayores pueden desarrollar una serie de actividades que les permiten
mantener la plenitud de sus facultades mentales
e incluso de su capacidad de aprendizaje:

Crear hábitos de actividad diaria.


Practicas ejercicio suave de forma habitual.
Mantener hábitos de vida saludables, especialmente
en lo que respecta a la alimentación.
Respetar los horarios de sueño.
Realizar actividades manuales, pues estimula el
aprendizaje.
Buscar aficiones, mejor si permiten ejercitar la
mente: crucigramas, sudokus, puzzles o juegos de
mesa.
Cuidar la vista.
Leer.
Tener actividad social y compartir actividades y
aficiones con los amigos.
Viajar.
El imaginario social
instituido está cargado de
prejuicios y estereotipos
negativos acerca de la
vejez, tales como la
ausencia de la necesidad
de aprender algo nuevo y
el deteriorohay una serie
de enfermedades
frecuentes en las personas
mayores que pueden
dificultar y limitar su
capacidad de aprendizaje
y sus facultades menta
cognitivo, como aspectos
inherentes a las personas
mayores.
Los imaginarios sociales hacen
referencia a representaciones de la
realidad social; que no son simples
reflejos de ésta, sino que son creadas y
elaboradas con materiales tomados del
plano simbólico. Tienen una realidad
específica que reside en su misma
existencia, en su impacto sobre los
pensamientos y comportamientos
colectivos y en las múltiples funciones
que ejercen en la vida social.
Existen imágenes
socialmente
generalizadas acerca de
la tercera edad, que
indican cómo "deben
comportarse" las
personas de edad
avanzada.
Las personas ancianas no son creativas y no tienen capacidad
para aprender.

Los ancianos no tienen vida sexual.


Los ancianos son tercos, cascarrabias, impacientes y
solitarios.
Los ancianos son depresivos, sedentarios y muy
apegados a sus rutinas diarias.
Hoy en día, muchas veces se tiene
una imagen del viejo negativa en las
sociedades occidentales, existe un
mito de la "eterna juventud” que
creemos que puede ocultar el paso
del tiempo. Hoy en día donde esta
muy de moda, las cirugías y los
tratamientos de bellezas, en su uso
extremo, son algunas de las formas
de tapar el paso del tiempo.
Se pueden plantear los cambios en el
cuerpo como escenario de los
prejuicios y la importancia de la piel
y el ser acariciado como vía de
comunicación y forma de prevenir el
aislamiento.
La sociedad actual, donde la
publicidad y la cultura de la
imagen tienen una gran
relevancia, la juventud es un valor
al alza y, por el contrario, la vejez
es ocultada y negada, hasta el
punto que muchas personas de
cierta edad viven obsesionadas
con las sensaciones negativas
vinculadas al envejecimiento. Es lo
que se conoce como Gerascofobia.
La cultura premia la juventud como
símbolos de alegría, éxito y
fertilidad, mientras que repudia la
vejez, asociándola con la
enfermedad, la asexualidad y con la
ausencia de deseos o proyectos. En
el imaginario colectivo planean
frases hechas como “déjalo, es
viejo” “son cosas de la edad” “esta
así porque es viejo”, por no hablar
de verbos como "desvariar" o
"chochear", que a menudo se
asocian con personas de cierta
edad.
según el gerontopsiquiatría argentino
Leopoldo Salvarezza y al psiquiatra
norteamericano Robert Neil Butler, el
viejismo y su imaginario social
representan:
Una actitud discriminatoria y de prejuicios infundados
hacia los viejos.
La imposibilidad de colocarse uno mismo, en
proyección, como viejo.
Desconocer la vejez como realidad y como etapa vital.
Confundir vejez y enfermedad.
Confundir vejez con demencia senil.
Expectativas fantasiosas y tratamientos no probados
para detener el paso del tiempo y tratar de conseguir
“la eterna juventud”.
Irracional biomedicalización del proceso de
envejecimiento basado en el paradigma médico.
Participación de los propios profesionales de la salud,
sin formación gerontológica, en los criterios del
viejismo.
Inconsciente colectivo de la sociedad que suele ser
gerontofóbica y tanatofóbica.
El psicoanálisis y su concepto de
deseo nos da la posibilidad de
“elegir” el viejo que queremos
ser. Creemos que ni la felicidad ni
la alegría son atributos de los
jóvenes, así como tampoco la
falta de deseo es propia de los
mayores. Estos son prejuicios
implantados desde hace siglos y
que llevan a que los mayores se
nieguen a sí mismos cuando
sienten deseos, pasiones,
emociones que supuestamente
“ya no son para su edad”.
Por esta razón debemos
ser menos críticos con el
propio cuerpo y sí ser
más críticos con los
prejuicios sociales acerca
de los mayores, para que
no nos dejoen encerrados
en un sentimiento de
vergüenza hacia nosotros
mismos.

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