Diferencias entre educación y socialización según Agulla:
La socialización es el mecanismo del que se vale la sociedad para producir y reproducir, de manera continua, su propia existencia; gracias a él la sociedad ‘fabrica’ sus miembros. El individuo no nace social, sino que se hace, y logra este ‘hacerse social’, solamente si tiene oportunidad de entrar en contacto con otros individuos y establecer algún tipo de relación con ellos. Esta convivencia con otros es fundamental para el desarrollo humano, ya que afecta el modo en que el individuo se comporta, su manera de ver las cosas, su lenguaje, sus preferencias, etc. El ser humano es el resultado de una doble transmisión, la biológica, que forma parte de la herencia genética, y la social, que se da gracias a la convivencia. Es precisamente mediante el proceso de socialización que adquirimos la herencia social. Es decir, las dos principales características de la socialización son: La socialización es un proceso social que tiene lugar cada vez que interactuamos con otros, y se produce durante toda la vida. El principal resultado de este proceso es una cierta ‘adaptación’ del individuo a la vida social, lo que le permite participar activamente en ella de acuerdo a las pautas de esa sociedad. Ahora bien, para Agulla es importante distinguir el proceso de socialización del proceso de educación, y para ello intenta demostrar que este último posee peculiaridades que no se dan en el proceso de socialización. Agulla, desde una perspectiva funcionalista, define a la educación como un proceso especial de la formación de la ‘persona social’, dado por la comunicación de contenidos culturales, de un educador a un educando, con vistas al logro de un objetivo o un fin determinado. El resultado de este proceso es la transformación de la ‘persona social’, es decir, el cambio de la conducta en una dirección determinada, definida por los objetivos y los fines de la educación. Para que exista un proceso de educativo (y no un mero proceso de socialización) deben darse determinadas condiciones: Ejercicio de roles de educador y educando, poder identificar quien es el que enseña y quien el que aprende (lo cual no ocurre en la socialización). Quien ejerce el rol de educando es un ser ‘socialmente inmaduro’, por lo general son niños y adolescentes, que tienen la obligación de adquirir determinados contenidos culturales que se consideran necesarios. El que sabe (educador) tiene sobre el otro (educando) un cierto poder, dado por su dominio de determinados contenidos y una cierta autoridad, dada por la función que la sociedad le asigna, ya que ejerce un mandato institucional. Es un proceso institucional, es decir, la institución le asigna la función de comunicar contenidos culturales (enseñar), al que ocupa la posición de maestro, y al otro, que ocupa la posición de alumno, le asigna la función de adquirir esos contenidos (aprender). En resumen, Agulla distingue a la educación de la socialización, porque: Una es un proceso especial, intencional y voluntario, la otra un proceso general, no intencional, latente. La sociedad como tal no cumple funciones educativas, solamente educan personas concretas a quienes se ha asignado ese papel fundamental en determinadas instituciones. La educación no es la acción ejercida por una generación sobre otra, como sostenía Durkheim.