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La generación del 27

Introducción:
Recibe el nombre de grupo poético del 27 un conjunto de poetas españoles, nacidos entre
1892 y 1905, que desarrolla su actividad artística desde los años veinte. Sus principales
integrantes son Pedro Salinas ,Jorge Guillén ,Gerardo Diego ,Federico García Lorca ,
Vicente Aleixandre ,Dámaso Alonso ,Emilio Prados ,Luis Cernuda ,Rafael Alberti y
Manuel Altolaguirre.
Junto a estos grandes poetas convive también un grupo de mujeres intelectuales, las “sin
sombrero”.

1. Vida del grupo:


Aunque no podamos hablar estrictamente de una generación literaria, estos poetas
presentan ciertas semejanzas estéticas, mantienen estrechas relaciones personales y
participan de un mismo ambiente cultural. Todos a excepción de Alberti tienen formación
universitaria, pertenecen a la clase media y, en principio, no se interesan por la política
militante.
Se conocen en Madrid, donde participan en las actividades culturales de la Residencia de
Estudiantes, centro desde el que se difunden las nuevas corrientes culturales europeas y en
el que conviven diferentes profesiones.
Llevan a cabo, en 1927, diversas actividades conmemorativas con motivo del tricentenario
de la muerte del poeta Góngora, entre las que destaca un homenaje en el Ateneo de
Sevilla. Reivindican su figura por ser el poeta de la perfección formal. Publican poemas en
las mismas revistas: Revista de Occidente, de Ortega y Gasset y Gaceta literaria.
En 1932, Gerardo Diego publica Poesía española. Antología 1915-1931, en homenaje a
Góngora, en la que aparecen poemas de todos los autores mencionados y otros, como
Antonio Machado y Unamuno.

2. Tendencias:
En su poesía se integran lo popular y lo culto, lo minoritario y el arte para todos, lo español y
lo universal.
Junto al gongorismo, cultivan la poesía neopopular, la poesía pura y la poesía surrealista,
aunque no todos participan de todas estas tendencias.

a) La poesía neopopular se inspira en la poesía popular del Cancionero y del Romancero


viejo, en Jorge Manrique, San Juan de la Cruz, Garcilaso de la Vega y Bécquer.
Es cultivada por Federico García Lorca hasta 1928 (Libro de poemas),
por Rafael Alberti hasta 1929 (La amante) , por Gerardo Diego (Versos humanos),
por Emilio Prados (Canciones del farero) y por Manuel Altolaguirre (Las islas invitadas).

b) Tienen una faceta de poesía neogongorina, es decir, clásica, Rafael Alberti (Cal y canto)
y Gerardo Diego (Alondra de verdad).
c) La poesía pura, inspirada en las ideas de Ortega y Gasset (La deshumanización del
arte), en el parnasianismo francés, en el Modernismo de Rubén Darío, en Ramón Gómez de
la Serna y en Juan Ramón Jiménez.
Se caracteriza por la perfección formal, el conceptismo y la ausencia de sentimentalismo.
Es cultivada por Pedro Salinas (Seguro azar), por Jorge Guillén (Cántico),
por Dámaso Alonso (Poemas puros: poemillas de la ciudad).
Además, dentro de esta tendencia, Gerardo Diego es el máximo representante de la
vanguardia creacionista (Imagen).

d) A partir de 1929, se aprecia en los poetas del 27 la influencia del surrealismo de André
Breton con sus dos manifiestos surrealistas, vanguardia que ahonda en el mundo del
subconsciente, descubierto por Freud.
Son estéticamente surrealistas —emplean el versículo y la imagen visionaria—; sin
embargo, ninguno se reconoce surrealista, porque no creen en la abolición de la conciencia
artística.
Federico García Lorca se adelanta en 1928 con Romancero gitano, obra en la que
sintetiza lo neopopular, lo clásico y lo surrealista. Continúa la tendencia en Poeta en Nueva
York. Cultivan también el surrealismo Vicente Aleixandre (Espadas como labios),
Luis Cernuda (La realidad y el deseo), Rafael Alberti (Sobre los ángeles)
y Emilio Prados (Andando por el mundo).

e) Tras la Guerra Civil y la muerte de García Lorca, el grupo se desintegra. Todos siguen
escribiendo: unos desde el exilio y otros en España. Se diversifican las tendencias porque,
aunque algunos siguen cultivando la poesía pura y la poesía neopopular, varios optan por la
poesía política, como Alberti, vinculado al comunismo desde 1931 (El poeta en la calle);
otros hacen poesía existencial, como Dámaso Alonso (Hijos de la ira), Pedro Salinas
(Todo más claro), Jorge Guillén (Clamor) y Emilio Prados (Jardín cerrado); y otros
escriben poesía social, como Vicente Aleixandre (Sombra del paraíso).

3. Teatro lorquiano
Pedro Salinas, Gerardo Diego, Rafael Alberti y García Lorca son también dramaturgos.
García Lorca además funda en 1932 con Eduardo Ugarte, La Barraca, una compañía de
teatro universitario ambulante cuyo fin es llevar el teatro clásico a otras capitales de
provincia.
Su teatro, escrito en verso o en prosa, está dotado de una mezcla de lirismo y tragedia,
como toda su obra. La frustración, el amor o el deseo imposibles, la falta de realización
personal son los generadores de los conflictos individuales o sociales creados en sus obras.
Los personajes femeninos cobran protagonismo hegemónico. Entre sus obras destacan el
Drama histórico Mariana Pineda; La farsa para muñecos Tragicomedia de don Cristóbal y
la señá Rosita; La farsa para actores La zapatera prodigiosa; La obra de teatro
experimental El público; La obra surrealista Así que pasen cinco años; y su Tragedia
rural: Bodas de sangre,, obras con rasgos clásicos y vanguardistas, en las que está
siempre presente el tema de la represión moral.
Jorge Guillén, Dámaso Alonso y Gerardo Diego reciben el Premio Cervantes en años
consecutivos 1977-1979, y Rafael Alberti en 1983. Vicente Aleixandre es galardonado con
el Premio Nobel, en 1977. Dicho autor consideró que el premio era un tributo a toda su
generación.

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