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Muchos de nosotros podemos identificarnos con el hecho de que nuestro mundo está
lleno de incertidumbre en este momento. Ya sea en nuestras carreras, relaciones o el
estado del mundo, es normal tener una sensación de incertidumbre. Esto puede
llevarnos a querer encontrar terreno firme de forma rápida y segura, aunque ello
implique tomar decisiones poco claras o precipitadas.
Recuerdo que el otro día, al abrir un artículo que quería leer, tardó unos 4 segundos en
cargarse, y mi reacción fue darle al botón de atrás y buscar otro artículo sobre el tema
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que estaba investigando. ¿4 segundos? ¿estuve 4 segundos esperando una
información que podría haberme ayudado y seguí adelante? Quizá deberíamos
esperar información en medio segundo hoy en día, o quizá deberíamos ser capaces de
esperar esos 4 segundos; en cualquier caso, es importante que tengamos la libertad
de elegir y no permitamos que esas reacciones sean tan automáticas.
¿Por qué? Porque hoy puede que se trate de la carga de un sitio web, pero mañana
puede que se trate de cosas mucho más importantes que simplemente no tenemos la
paciencia de evaluar adecuadamente porque hemos sido entrenados en la memoria
procedimental por todas las "cosas más pequeñas" de la vida.
En mi caso, cuando me paré a pensar por qué salí corriendo de ese sitio web después
de sólo 4 segundos, me di cuenta de que tenía la mandíbula apretada, estaba en mi
cabeza y operaba con gran prisa.
Para fluir, crear mejor, pensar con claridad y tomar decisiones equilibradas, nos ayuda
mucho estar más presentes. Cuando nos encontramos ensimismados, con prisas e
impacientes, podemos notar que vamos perdiendo energía a lo largo del día,
agotándonos cada vez más a medida que pasa el tiempo. Sin embargo, cuando
estamos fluyendo, solemos tener más energía para las cosas, las cosas no se sienten
tan "arriba y abajo" y experimentamos mucha más alegría.
Piensa en la madre o el padre que pierde la paciencia por algo que hace su hijo, ¿qué
emociones tienden a surgir? enfado, frustración o irritación, quizás. La energía de esa
persona empieza a cambiar, al igual que el lenguaje corporal, el tono de voz y sus
decisiones. De hecho, a veces las personas acaban diciendo cosas que no querían
decir o de las que luego se arrepienten, ¿por qué? esto ocurre porque cuanto más nos
irritamos o frustramos, más cambia nuestro estado fisiológico y empezamos a perder
acceso a nuestro pensamiento superior (corteza prefrontal), lo que nos lleva a actuar
más por procedimiento y emoción que basándonos en la conexión, la paciencia y la
comprensión superior.
Siempre vamos a tener momentos en los que "perdemos la cabeza" de vez en cuando,
pero ¿con qué frecuencia? ¿cada día? ¿semanalmente? ¿mensualmente? ¿quizá sólo
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sea necesario un par de veces al año? ¿por qué algunos de nosotros parecemos tan
tranquilos y sensatos en algunas situaciones, es decir, más pacientes, mientras que
otros pierden la paciencia mucho más rápidamente? Lo más probable es que haya
muchas razones, y puede que cada uno de nosotros tenga que hacerse esa pregunta
basándose en su propia experiencia para obtener una respuesta. Pero lo que sí
sabemos es que todos podemos ser más pacientes simplemente con práctica e
intención.
Construir una mayor paciencia no es una habilidad mágica que debas encontrar, es
simplemente estar más presente y ser más consciente de uno mismo.
Haz un esfuerzo orientándote hacia delante para sentir tranquilidad en tu cuerpo. ¿Qué
se siente cuando se está a gusto? ¿Cuándo recuerdas un momento en el que te
sintieras a gusto? Si te tomas un tiempo para sentir esa tranquilidad, o incluso para
revivir ese momento de tranquilidad, estás incorporando esa sensación a tu cuerpo y
saliendo de la respuesta automática de impaciencia.
No tienes que "meditar", ni cerrar los ojos, ni hacer nada especial para ello,
simplemente eres consciente de cómo te sientes, de las emociones que puedes estar
experimentando y del estado de tu cuerpo, y estás haciendo algo para elegir cómo
quieres sentirte.
Recapitulando:
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3. Date cuenta de lo que sientes al sentir una sensación de tranquilidad y calma,
siente esa sensación en tu cuerpo y deja que crezca.
4. Continúa las próximas horas estando en este estado. Vuelve a este estado de
consciencia y repítelo si es necesario.
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