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para
sentirnos
bien
psicologa.soleaugier
www.soledadaugier.com
Qué vamos a ver?
El cuerpo y la vulnerabilidad emocional
El ciclo del malestar
Estrategias:
¿Qué y cómo comemos?
Los alimentos y la regulación emocional
Comer conciente
Mové tu cuerpo
Falta de ganas
La hora de dormir
Profecía autocumplida
Acceso a la guía higiene del sueño
Hacé los controles
Un plus del autocuidado
Emociones
Estado de ánimo
Otro ciclo del malestar
Planificá buenas experiencias
Conocé el taller virtual
Acceso para colaborar con el material
gratuito
Bibliografía
¿Qué podemos
hacer cuando no
nos sentimos
bien?
Existen algunos principios
básicos a los que podemos
recurrir cuando no nos sentimos
bien. Ya sea que estemos
desanimados, estresados,
ansiosos o simplemente un
poco desordenados; hay una
incomodidad que no nos gusta
y a veces no sabemos por
dónde empezar.
Nuestro
cuerpo es
nuestra casa y
es la casa de
nuestras
emociones.
Cuando el cuerpo está
descuidado, en desequilibro,
eso nos pone más vulnerable
frente algunas emociones.
Aumento de la
vulnerabilidad
emocional
Malestar Dificultades
corporal* diarias
Tendencia a
evitar las Irritabilidad
"obligaciones Malhumor
diarias"
Aprender la lógica de esta
retroalimentación negativa nos
ayuda a evitar ciertas trampas y
tener más habilidades a la hora
de afrontar momentos difíciles.
TENER:
hambre,
sueño,
poca energía,
dolor de cabeza,
pesadez estomacal,
reflujo,
contracturas musculares,
hinchazón abdominal,
insomnio,
etc...
Estrategias para sostener
una rutina saludable
¿Qué y
1- Comé sano! cómo
comemos?
La comida chatarra y
los alimentos azucarados
nos provocan rápidos subidones de
energía, es por eso que los elegi-
mos, aún más, en los momentos de
malestar.
¿Lo sabías?
Si querés aprender un poquito
más, en este video muestra
como afecta lo que come-
mos al funcionamiento
de nuestro cerebro.
Click acá
2- No te obsesiones
4- Comé consciente
El piloto automático potencia aún
más los estados de estrés y
desequilibro emocional, porque
perdemos el registro de nosotros
mismos y nuestras prioridades.
Fortalecer la atención en función de
la alimentación puede aportarnos
muchos beneficios.
Preguntate!
¿Qué tengo ganas de comer?
¿Cómo me quiero sentir luego de comer?
¿Dónde y cómo quiero hacerlo?
2- Alterná
No es raro escuchar “mi
problema con la actividad
física es que no soy constante”.
Y ¿Quién dijo
que hay que ser
constantes con la
misma actividad?
3- Sé creativo
Actualmente pasamos mucho
tiempo sentados haciendo uso de la
tecnología, así que sino tenés ganas
de planificar actividades físicas para
vos, al menos está atento al reloj y
dale un descanso a tus actividades
mentales, hacé turnos de una hora
con las actividades que involucren el
movimiento del cuerpo, por ejemplo
con las tareas del hogar, ya sea
limpiando, ordenando un placar o
yendo de compras… Así oxigenás tu
mente y te ayudás a no procrastinar
las obligaciones del día.
Dormir bien puede parecernos algo
natural… hasta que de repente, en
algún momento, puede transformarse
en un verdadero privile-
gio! Que en algún mo-
La hora mento podamos dormir
de sin reparar acerca de
dormir cómo lo hacemos, no
significa que el sueño no
se rija por ciertas pautas que en
momentos difíciles tan bien nos haría
conocer. El cansancio físico y la falta
de sueño nos generan un malhumor e
irritabilidad que ponen en la cuerda
floja nuestras habilidades para
afrontar las adversidades de la rutina.
Preguntate!
¿Qué cosas te ayudaron a descansar
mejor en otras oportunidades?
¿Qué cosas no te dieron ningún
resultado e incluso te perjudicaron?
1- La hora de dormir no empieza
cuando te vas a la cama
2- No te obsesiones!
De nuevo, tener malas noches de
descanso, acostarnos y no poder
dormir es de lo más normal en
ciertos contextos.
Si llegada la noche, empezamos a
preocuparnos por no dormir, lo
único que logramos es caer en
profecía autocumplida:
la preocupación activa nuestro
sistema nervioso y el sueño se
alcanza cuando se está “relajado”.
Entonces pensá en "descansar" y
no en "tengo que dormir".
2- No te quedes
más de 20´!
No uses la cama para pensar,
resolver tus problemas, trabajar o lo
que sea. Nuestra mente asocia
fácilmente actividades con lugares
y puede que tengas todo el sueño
del mundo, pero al acostarte “se
active”, dispuesta a hacer eso, a lo
que la acostumbraste. Lo mejor es
que te levantes y vayas a otra
habitación donde podés escribir tus
preocupaciones en un papel y
dejarlas para otro momento, leer,
tomar un té, meditar, escuchar
música relajante… o simplemente
aburrirte por un rato hasta que
puedas volver a intentarlo.
q u er é s
Si ás
d e r m
apren n e d el
re h igi e
sob e jo el
te d
sueño e sta Click acá
a
acceso uita
uía g r at
g
el estado de alerta
absorbe nuestra atención.
Lógicamente, si esta-
mos en riesgo, ¿importa
qué comamos?, ¿cuánto
vayamos a dormir? La
mente emocional se activa
en términos de todo o nada.
Estado de
ánimo
negativo
Malestares o "Estado
incomoidades de alerta
no resueltas mental"
Descuido de
la rutina y lo
que nos
hace bien
1.
Divertite!
Planificá Bailá, cantá solo en tu
buenas casa, no hacen falta
experiencias grandes cosas para
pasarlo bien. Conectate
con actividades que
desaten tu risa. Hacé
algo rídiculo, animate a
2.
jugar.
Aprenderás
herramientas de
conciencia y
Click acá
regulación
emocional
Para terminar te dejo algunas
reflexiones que te pueden ayudar:
Click here
"Manual de entrenamiento en
habilidades DBT para el terapeuta",
Marsha Linehan. Primera edición en
castellano. Editorial Tres Olas.