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En esta fase se guía a los implicados en el proceso de tomar conciencia de los beneficios
que se obtienen al dejar de competir individualmente y comenzar a trabajar de forma en
que todos sean parte de un sistema, potenciando las fortalezas de cada uno. Trabajando
en esta fase, los participantes comienzan a sentir una mayor satisfacción de los logros que
consiguen realizando el trabajo en equipo frente a los logros individuales, sienten que
obtienen una mayor perspectiva y campo de acción al beneficiarse de las habilidades y las
fortalezas de todos.
De esta forma, facilitamos que todos se conozcan mejor, haciéndoles ver que ser diferen-
tes ayuda a conseguir los objetivos del equipo, puesto que el potencial y punto de vista
de cada uno enriquece el trabajo del conjunto.
Es el momento de crear y mantener las bases y cimientos del equipo. Para ello, en esta fase
facilitamos al equipo a instaurar acuerdos y alianzas que facilitan conseguir, de forma eficaz
y eficiente, los objetivos que el equipo y/o empresa han marcado.
Esta semana veremos la Consolidación del equipo, y esta se consigue, marcando las siguien-
tes metas:
3. Celebrar los logros del buen trabajo en equipo: los logros que se consiguen trabajando
en equipo producen mayor satisfacción que los que se consiguen individualmente. Esto es
así porque permite tener una mayor perspectiva ampliando el campo de acción para con-
seguir éxitos, aprovechando la suma del potencial de cada uno de los participantes.
En el lugar de trabajo, pasamos muchas horas compartiendo con los compañeros, por lo que
hay que tener en cuenta que, cada uno cuenta con una personalidad única y unos valores,
por lo que al relacionarnos con los demás es muy fácil que se generen discusiones. Por lo
tanto, las disputas laborales son algo bastante habitual en una empresa, y dada su alta com-
plejidad para resolverlas, se hace necesario que los responsables de RRHH conozcan cuales
son los sistemas de resolución de conflictos laborales.
¿Qué es el conflicto?
Concepto de Conflicto
Para definir el conflicto es necesario tener claro que para que se produzca un conflicto, las
partes deben percibirlo, es decir, sentir que sus intereses están siendo afectados o que existe
el peligro de que sean afectados.
Existen muchas definiciones, pero, para efectos de nuestra explicación tomaremos la que
nos presenta Stephen Robbins, por ser una definición amplia y a la vez bastante clara para
quien se inicia en el estudio del conflicto. Stephen Robbins define el conflicto, con estas
palabras:
“Un proceso que se inicia cuando una parte percibe que otra la ha afectado de manera
negativa o que está a punto de afectar de manera negativa, alguno de sus intereses”
Todo conflicto implica necesariamente dos o más personas o grupos que interactúan, es
decir, que tienen una relación de doble sentido, donde A se comunica con B, y B se comunica
con A.
Otro aspecto que también es importante destacar es que toda relación entre dos personas,
entre una persona y un grupo o entre grupos, implica necesariamente un proceso de comu-
nicación, que como veremos posteriormente, puede ser verbal, escrito y sobre todo corporal.
En este proceso donde interactúan dos o más partes, es donde se produce el conflicto.
Podemos observar:
Los conflictos laborales son las discusiones, entre dos o más personas, producidas en el en-
torno laboral.
Por lo tanto, pueden ser discusiones entre personas o grupos de personas, que interactúan
para conseguir el objetivo que les marca la empresa. Estas disputas son muy frecuentes, y
cuando surgen debes saber cómo abordarlas para ponerles solución lo antes posible.
4. Distribución de tareas deficiente: Cada empleado debe tener detalladas y por es-
crito cuáles son sus tareas, porque si ejerce funciones que no corresponden a las
exigidas en su puesto de trabajo, puede dar lugar a conflictos laborales por desem-
peñar tareas de otros compañeros de trabajo.
6. Valores personales contradictorios: Cada uno de los empleados tiene sus propios
valores personales, entre ellos pueden tener diferencias culturales o religiosas, y la
no aceptación de un enfoque mutuo puede derivar en discusiones laborales.
7. Distintas maneras de trabajar: Cada trabajador tiene una forma distinta de desem-
peñar sus tareas, por lo que esto puede originar malentendidos.
8. Por presión laboral: Cuando a los trabajadores se les exige la realización de un tra-
bajo en una determinada fecha, puede provocarles presión, y de esta manera estarán
más susceptibles, por lo que es más fácil que se produzcan altercados.
Conflictos Funcionales
Conflicto = Oportunidad
Conflictos Disfuncionales
Contrario a lo anterior, existen conflictos que tensionan las relaciones de las partes a tal
nivel que pueden afectarlas severamente limitando o impidiendo una relación armoniosa en
el futuro. Generan stress, descontento, desconfianza, frustración, temores, deseos de agre-
sión, etc., todo lo cual afecta el equilibrio emocional y físico de las personas, reduciendo su
capacidad creativa, y en general, su productividad y eficacia personal. Si este tipo de con-
flictos afecta a un grupo le genera efectos nocivos que pueden llegar, incluso a su autodes-
trucción.
Como es fácil concluir, los conflictos disfuncionales o negativos, constituyen el campo de
acción del conciliador.
• Conflicto de intereses: Cuando cada uno tiene unas necesidades y hace sus tareas
obstaculizando los intereses de otros.
• Conflicto falso.
• Conflicto verdadero.
• Conflicto mal atribuido: Cuando los que intervienen en un conflicto no se han per-
catado de su existencia.
2. Dificulta que las personas se involucren en el proyecto, ya que los conflictos conti-
nuos limitan la libertad de los trabajadores y la eficacia del grupo.
4. Provoca inconformidad, hastío, estrés, ansiedad y, en los casos más graves, depre-
sión. La consecuencia derivada de esto es un aumento del absentismo laboral y de la
rotación de personal.
Aprender a gestionar un conflicto implica ser capaz de identificar los diferentes niveles por
los que un conflicto pasa antes de estallar, y aprender a parar la escalada y reparar el campo
emocional reforzando los aspectos positivos de la relación.
La siguiente lista muestra diferentes niveles de escalada en un conflicto, desde un primer
sentimiento de incomodidad hasta la crisis final que puede conducir a la disolución de la
relación.
El conflicto cambia de un nivel a otro, pues cambia nuestra percepción, actitud, comporta-
mientos y sentimientos.
Todos los conflictos pasan por una serie de etapas. Distintos expertos y autores del tema han
propuesto un número y naturaleza distinta en las etapas de un conflicto.
En el libro "Bases del comportamiento organizacional", del reconocido autor Stephen P. Rob-
bins describe cinco etapas del conflicto, comenzando con la potencial oposición y termi-
nando con el resultado.
1. Detecta el conflicto: hay que detectarlo lo antes posible, para evitar que se con-
vierta en un problema más grave.
2. Identificar a las personas que intervienen en la discusión.
3. Estudia la situación: conoce cuál es la causa que originó la disputa, y escucha a todas
las partes siendo neutral.
4. Define el objetivo a conseguir para resolver el malentendido.
5. Crea las condiciones necesarias para la resolver el conflicto: para ello, cítalos en un
lugar agradable y tranquilo. A continuación, escucha todos los puntos de vista, mués-
trate optimista, e insiste en los objetivos que tengan en común para facilitar que lle-
guen a un acuerdo.
6. Debate entre las partes: después de escuchar todas las versiones, deja que debatan
sobre el problema que tienen. Pero guíales en ese diálogo, y hazles ver que para llegar
a una solución, es preciso que estén dispuestos a alcanzarla.
Búsqueda de soluciones: hay que identificar de todas las posibles soluciones, aquellas
en las que están de acuerdo las partes implicadas. Debe reflejarse por escrito, las ac-
ciones que deben estar dispuestos a aplicar para solucionar el conflicto.
7. Seguimiento de las acciones: hay que ver si se han realizado las acciones propuestas,
y medir los resultados de éstas para ver si se ha alcanzado el objetivo, si no fuera así
debes corregir esas desviaciones.
Para Thomas y Kilmann, señala cinco modos de comportarse frente a un conflicto, que van
desde la preocupación por uno mismo, a la preocupación por los demás:
1) Evitar (tortuga)
2) Acomodarse (oso)
3) Convenir (hormiga)
4) Competir (tiburón)
5) Colaborar (Búho)
Cada persona tiene uno o más estilos preferidos, pero debe buscar dominar el estilo ade-
cuado para cada conflicto. No se trata de dar valor absoluto a uno de los estilos, sino que
cada estilo tiene sus ventajas y desventajas que conviene reflexionar y reconocer para ges-
tionar positivamente los conflictos. El buen negociador maneja o tiene capacidades de usas
todos los estilos con naturalidad adecuadamente.
El manejo y resolución no son necesariamente lo mismo, por una parte, el manejo de con-
flictos involucra un conjunto de estrategias y actividades para abordarlos, encaminar pro-
cesos de discusión y toma de decisiones, entre otras características; mientras que, la reso-
lución de conflictos es una acción de resolver.
Ambas son metodologías diferentes de trabajo y/o complementarias que dependerán de las
necesidades, objetivos, características de cada conflicto y de los grupos interventores.
Entonces el manejo no siempre busca la resolución o el acuerdo, mientras que éste es el fin
primordial de la resolución de conflictos. Esta diferencia es importante tenerla clara, pues
el conflicto visto como un proceso necesita una serie de aplicaciones metodológicas depen-
diendo de las características y etapa en la que se encuentre.
Modos formales
Al hablar de modos formales nos referimos a las vías procesales a través de las cuales
se resuelven conflictos, entre las que podemos encontrar la vía judicial sea civil, penal
o constitucional y la vía administrativa a través de procedimientos que han sido elabo-
rados, estructurados, reglamentados e instrumentados por las distintas autoridades e
instituciones competentes gubernamentales.
Los modos formales que se han establecido jurídicamente están dirigidos a acoger de-
mandas y denuncias sobre algún problema, daño o delito que posteriormente se sus-
tanciarán en base a un proceso “formal” de litigio, mismo que ha sido contemplado y
normado con anterioridad por nuestra legislación. En tal virtud en estos modos de re-
solver conflictos las partes deben someterse a requisitos y procesos preestablecidos
con la finalidad de recibir un dictamen o sentencia que responda a sus requerimientos.
a) Vía judicial
b) Administrativa
c) Vía Judicial
Los modos no formales o también llamados alternativos son mecanismos en base a los
cuales se trata de resolver conflictos, sin embargo, el hecho de que se les considere
informales no quiere decir que la legislación no los reconozca, la diferencia es que los
procedimientos en estos modos son flexibles y realzan el papel protagónico de los ac-
tores del conflicto.
Como podemos observar, a lo largo de todo el proceso del conflicto, la habilidad de tomar
decisiones por parte de las partes, se convertirán en una capacidad fundamental.
Proceso de Decisión
Alternativas
Decisión
Solución
Proceso a seguir
2) Problema: Cuestión que se intenta resolver o en la que hay una incógnita que averi-
guar, para despejar en el camino hacia el logro de los objetivos.
Se debe iniciar el Proceso de decisión: Procedimiento por el cual una o varias personas
eligen entre dos o más opciones para resolver un problema.
Frente a ello, se generarán diversas alternativas, las que corresponden a cada una de las
posibles elecciones en una decisión, sobre las cuales finalmente se deberá generar la deci-
sión, entendida como la determinación o resolución que se toma para lograr algún resultado
o para resolver algún problema, obteniendo la solución, la que será el resultado final de un
conflicto.
3. Iniciativa: Esta capacidad lleva a ser proactivo, a no esperar a que los acontecimien-
tos sean un hecho sino a influir activamente para que surjan. Quienes tienen inicia-
tiva son capaces de ver oportunidades donde otros no las ven.
El líder debe tomar conciencia de que dentro de cada problema hay una inmensa opor-
tunidad de enseñanza y aprendizaje. En los desacuerdos surge un potencial inherente
para el crecimiento y el desarrollo. Los conflictos son una ocasión para formar equipos
de alto desempeño y desarrollar liderazgos excepcionales.
Cuando se ejerce el liderazgo dentro de una organización es conveniente responder las si-
guientes preguntas:
Según Robert Dilts en su libro “Liderazgo Creativo”, el/la líder debe tener la capacidad
para ejercer sus funciones de tal forma que, pueda crear un mundo, un entorno, una orga-
nización, al que las personas deseen pertenecer ya que, están comprometidas con su equipo
de trabajo.
Actualmente, se habla de solucionar los conflictos usando más el Pensamiento Creativo que
el Pensamiento Lógico. La utilización del Pensamiento Creativo permite la producción de
algo nuevo, original y valioso, es decir, que nos permita la solución de un problema.
Existen los métodos creativos, como herramientas para la resolución de situaciones, donde
se cree no hay solución. Estos métodos, están basados en el proceso de solución de proble-
mas que siguen las personas creativas, distinguiendo los conflictos como oportunidades, to-
mando en cuenta a lo más valioso de las organizaciones como lo es el recurso humano.
Orientarse hacia una visión amplia, para emplear la planificación de tareas que permita el
logro de los objetivos de la empresa en colectivo.
Entre los métodos creativos para la solución de conflictos se pueden mencionar los siguien-
tes:
1. Nube de Evaporación: Este método fue desarrollado por el Doctor Eliyahu Goldratt
y ha sido utilizado por gran cantidad de profesionales en muchas empresas. A la nube
de evaporación también se le denomina Diagrama de Resolución de Conflictos. Es una
estructura lógica diseñada para identificar, descubrir e ilustrar todos los elementos
implicados en una situación de conflicto, de tal forma que, se pueda realizar sugeren-
cias para resolver el problema.
La nube de evaporación se construye como un diagrama que tiene como finalidad des-
cribir el conflicto con justicia e imparcialidad. En este método se saca a la luz algo
que se denomina supuestos subyacentes que no son más que, las concepciones que
cada persona tiene sobre el mundo y la sociedad a partir de su educación, experiencias
y creencias. Se dice que son supuestos subyacentes porque no pueden ser demostrados
y que deben a través de esta técnica invalidarse y romperse.
(1) Definir la posición: Debe representarse en el primer bloque del método, la po-
sición, el enfoque o la perspectiva de cada parte involucrada en el conflicto, para
tener una mejor visualización de este.
(2) Establecer las necesidades: Es preciso plasmar las necesidades que se desean
satisfacer de las partes involucradas en el problema, porque son las raíces o el ori-
gen de la posición.
(3) Supuestos: Se definen los supuestos de acuerdo con lo que cada parte en con-
flicto, le gustaría realizar para satisfacer su necesidad.
(4) Objetivo Común: Se redacta un objetivo en común para ambas partes, derivados
de los supuestos discutidos.
Lo que se desea con esta metodología es que, ambas partes en conflicto puedan
crear soluciones para encontrar su ganar – ganar (win-win).
2. La Tormenta de Ideas o Brainstorming: Esta técnica fue creada por Alex F. Osborn,
es conocida por desarrollar el pensamiento creativo y tiene como finalidad generar
opciones cuando surgen situaciones que obstaculizan la resolución del conflicto.
a) Eliminar los juicios de valor: Para que la tormenta de ideas tenga la efectividad
que se desea, se hace necesario excluir los juicios de valor. Todas las ideas son
importantes, por lo tanto, no se critican, ni se someten a juicio. Es importante
destacar que, la generación de ideas da rienda a la imaginación de los miembros
del equipo.
d) rapidez para proponer ideas: El tiempo en la tormenta de ideas debe ser corto
porque, la rapidez en producir una idea impulsa la agilidad mental. Si se cuenta con
menos tiempo, aumenta la presión y esto ocasiona que los miembros del grupo de
manera creativa tengan la mejor respuesta para resolver el conflicto.
Con esta estrategia se pueden esquematizar las ideas, utilizando imágenes y colores
para que la asociación de estas sea más fácil. Está demostrado que los mapas mentales
mejoran la creatividad, porque permiten poner en orden las ideas.
Esta técnica puede combinarse muy bien con la Tormenta de Ideas porque, luego de
generar la idea para resolver el conflicto, la misma puede representarse gráficamente
a través de un mapa mental lo que permitirá que las personas involucradas en el con-
flicto organicen de manera ordenada la idea esquematizándola e ilustrándola.
Para ilustrar y desarrollar una idea con un mapa mental se deben realizar los siguientes
pasos:
Para finalizar, lo más importante es conocer nuestros propios conflictos y estar dis-
puestos a afrontarlos, esto nos preparará para resistir los problemas intergrupales
donde se entiende el conflicto como un proceso que lleva su tiempo para encontrar
solución, en el cual todas las partes ganan buscando una salida creativa, sin imponer
condiciones.
Referencias bibliográficas