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INSTITUTO UNIVERSITARIO DEL CENTRO DE MÉXICO

PLANTEL RÍO GRANDE

SEXTO TRIMESTRE
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN
DOCENTE: M.E. IRVING DASAEF ZUÑIGA SAUCEDO
ASIGNATURA: SEMINARIO DE TESIS I
ALUMNO(A): ESTEFANY MONTELONGO TRIANA
ACTIVIDAD: PROTOCOLO DE TESIS
TÍTULO: Efectos De La Falta De Formación Continua En La Práctica Educativa De Un
Docente De Educación Media Superior de la Escuela Preparatoria Estatal “Adolfo
López Mateos
FECHA:
Contenido
INTRODUCCIÓN
Cada ciclo escolar consta de dos semestres, cada semestre se compone de tres
evaluaciones parciales, para cada evaluación parcial se requiere una calificación
mínima aprobatoria de seis, automáticamente pasando a evaluación ordinaria y todos
aquellos alumnos que no alcanzan la calificación mínima pasan a evaluación
extraordinaria, teniendo tres oportunidades de aprobar la asignatura. La técnica de
evaluación más utilizada por los docentes de la institución es la evaluación sumativa,
dando a la prueba examen una ponderación mayor al cincuenta por ciento de
calificación total en cada evaluación parcial.

CAPÍTULO I
1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
La Escuela Preparatoria Estatal “Adolfo López Mateos” es centro de trabajo, donde
laboran nueve docentes, todos con un perfil profesional académico distinto y con poca
formación pedagógica, lo que obstaculiza efectuar el proceso de enseñanza de manera
efectiva, ya que la mayoría de los docentes no aplican las distintas estrategias y
técnicas pedagógicas que existen, por desconocimiento en su ejecución, y solo
enfocan su enseñanza en el método tradicional.

La educación tradicional significa método y orden, en donde el profesor es el cimiento y


condición del éxito educativo, a quien le corresponde organizar el conocimiento, aislar y
elaborar lo que debe ser aprendido y trazar el camino por el que transitarán sus
alumnos. Adicionan, que el profesor es modelo y guía al que se debe imitar y obedecer.

Arredondo et al(2014) indican que este tipo de enseñanza tuvo como herramientas el
magistrocentrismo, en donde el maestro es el modelo y el guía al que se debe
obedecer; el enciclopedismo, en donde todo lo que el alumno tenía que aprender se
encontraba organizado, ordenado y programado en el manual escolar; y el verbalismo y
la pasividad, en donde el método de enseñanza era el mismo para todos los alumnos y
en todas las ocasiones, siendo la repetición de lo que el maestro decía un elemento
fundamental en ese entonces. Enfatizan, además, que los alumnos debían emplear en
gran medida la memorización de conceptos, dejando atrás el análisis y la comprensión
de los contenidos.

Según los autores, presentan una síntesis sobre el paradigma educativo tradicional, de
donde se tomarán las bases que hoy dan sustento a la llamada evaluación tradicional.

Para que los docentes de esta institución de educación media superior encaminen y
preparen a sus alumnos, es importante que brinden una formación académica sólida,
permanente y de calidad para que estas bases sustenten los nuevos conocimientos a
adquirir y logren elegir y permanecer el área profesional de su preferencia.

PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN
¿Cómo afecta la falta de formación continua de un docente de educación media
superior en la práctica educativa con alumnos de la Escuela Preparatoria Estatal
“Adolfo López Mateos?

OBJETIVOS
General
Documentar cómo la falta de formación continua en docentes de educación media
superior afecta la práctica educativa con alumnos de la Escuela Preparatoria Estatal
“Adolfo López Mateos

Específico
Definir como la formación escolar del docente impacta en la práctica de enseñanza con
los alumnos de la Escuela Preparatoria Estatal “Adolfo López Mateos”.

HIPÓTESIS
Efectuar y accionar estrategias motivacionales para que los docentes de la Escuela
Preparatoria Estatal “Adolfo López Mateos” conozcan la importancia, el impacto
favorable de seguir actualizándose con la formación continua y los beneficios que
ocasionan en su practica educativa.
ANTECEDENTES
La formación continua es el proceso de aprendizaje permanente que tiene como
objetivo actualizar y ampliar los conocimientos, habilidades y aptitudes de los
profesionistas a lo largo de su vida laboral.

Según Tünnermann (2011), se trata de un proceso de aprendizaje permanente que se


lleva a cabo después de haber finalizado los estudios universitarios. Esta formación
permite a los profesionales actualizarse, adquirir nuevas habilidades y conocimientos, y
especializarse en áreas específicas.

La formación continua brinda mayor oportunidad laboral y de desempeño en todas las


áreas profesionales, impacta de manera significativa, ya que ayuda a optimizar y
efectuar labores con mayor efectividad y eficacia.

Por lo tanto, es la formación dirigida a los profesionales en activo que pretenden


mejorar sus conocimientos, habilidades y actitudes para el desarrollo de su profesión.
La formación continua se orienta a capacitar a los trabajadores para alcanzar los
objetivos de la organización, pero también a su desarrollo como personas, con las
grandes potencialidades que ello comporta tanto para el individuo como para la
organización y la sociedad en su conjunto (Pineda et al., 2006, p. 706)

En el área específica de la educación, la formación continua permite que los docentes


de formación y aquellos que cuenten con una formación profesional distinta pero que
deseen desempeñar la labor docente pueden adquirir y/o mejorar técnicas y estrategias
pedagógicas para brindar a sus alumnos una enseñanza de calidad.

Tal como se menciona en el párrafo anterior, existen docentes con formación


profesional ajenas a la pedagogía, sin embargo, la oportunidad de laborar dentro de las
instituciones de educación media superior es mayor que en educación básica inicial
debido a su perfil académico especifico que permite enfocar la enseñanza a las
distintas áreas académicas formativas.

Las implicaciones de la profesionalización del docente, como bien comenta Mota


(2006), tiene como objetivo hacer de la docencia una actividad profesional, una carrera;
de tal forma que el arquitecto, el médico o el contador, independientemente de su
formación original, pueden hacer de la docencia una actividad profesional. (Arenas et
al., 2009, p.9)

Jóvenes y adultos enfrentan crecientes dificultades para insertarse o reinsertarse en el


mercado laboral tanto en condición de empleados como de iniciar o volver a empezar
un trabajo por cuenta propia. Las dificultades que encaran son de diverso orden,
muchos no poseen las competencias requeridas, otros poseen una base técnica y
experiencia, pero necesitan recalificarse o reciclar sus competencias. Otras personas
en busca de trabajo desean adquirir una formación que les ayude a responder a los
requisitos de las empresas, pero están desconcertados sobre los estudios adecuados
que les resulten útiles para encontrar un empleo en un corto plazo. (Leibowicz, 2000, p.
37)

Por ello, la formación continua se convierte en una gran área de oportunidad para todos
los docentes en general, aún más para aquellos docentes ya mencionados quienes
pueden fusionar sus conocimientos profesionales previos con los saberes pedagógicos
para mejorar, perfeccionar e innovar en el arte de la enseñanza.

Esta formación en docentes es aquella que viabiliza el desarrollo de competencias


pedagógicas propias del ejercicio profesional, se inserta como elemento indispensable
para el mejoramiento continuo de la práctica educativa, (Jiménez et al, 2018).

Por lo anterior, la formación continua ayuda a los docentes a actualizarse y a adquirir


nuevos conocimientos para implementar métodos y estrategias de enseñanza
adecuados para no causar conflicto y desmotivación a los alumnos, evitar la
reprobación escolar, la deserción escolar y ayudarlos a continuar con los estudios
profesionales de su preferencia y sobre todo, mejorar la calidad en su labor, la de
enseñar, guiar y acompañar a los alumnos a cumplir sus metas y objetivos a lo largo de
su paso por la institución de educación de media superior.

Tal como expresa Donnoso (2014, pg 114) en la actualidad ya no es suficiente con


estar habilitado en uno de los campos del conocimiento; no basta con estar acreditado
como docente si dicha acreditación ocurrió en momentos distintos a las circunstancias
vigentes que operan en las diferentes instituciones.
Se debe tener presente que el avance tecnológico que impera hasta el momento exige
individuos capaces de persistir y avanzar a la par de las nuevas tecnologías, por lo que
al mismo tiempo demanda docentes calificados para moldear dichos individuos.

Para Marqués (2000) el docente ayuda al alumnado a que logre aprender en una
sociedad de transformaciones continúas, que promueva el desarrollo de capacidades
conceptuales y personales, diseñando tareas basadas en el pensamiento crítico para
que puedan ser aplicadas y utilizadas por los estudiantes en su futuro profesional.

Por lo anterior mencionado, es de suma importancia dentro del gremio educativo la


actualización y formación continua, ya que la sociedad tan cambiante obliga a los
docentes a aprender, innovar y aplicar las nuevas tecnologías, las diversas estrategias
y técnicas de enseñanza y aprendizaje para atender las distintas necesidades de los
alumnos en este nivel educativo.

Donnoso (2014) menciona que se requiere de la formación continua de todos aquellos


que se encuentran frente a un grupo y cuya profesión les exige la actualización
permanente en las distintas áreas del conocimiento que se contemplan al interior de los
diferentes planes de estudio.

Los docentes de educación media superior regularmente imparten una o varias


asignaturas a fin a su perfil académico profesional, lo que hace aún más favorable y
fácil la práctica debido a los conocimientos adquiridos en su formación profesional, pero
es importante agregar el toque pedagógico a su practica para que el alumnado logre y
efectué los aprendizajes permanentes.

Como bien comenta Zarzar (1988) “tienen el conocimiento propio de su profesión,


saben qué enseñar, pero adolecen del cómo enseñar”.

La formación y actualización docente representa un eje transversal y pieza fundamental


para la proyección del futuro de la enseñanza. La calidad de la educación, en todos sus
niveles, depende en gran parte de la actualización y formación permanente de los
docentes. (Nava et al., 2015, p. 139-140)
Los docentes durante su formación permanente deben adquirir nuevas competencias y
habilidades, conocer como integrar en sus aulas las novedades de las herramientas
digitales, con el fin de incluirlas como estrategias de enseñanza-aprendizaje para que
el alumnado aprenda y adquiera las competencias básicas (Vélaez de Medrano y
Vaillant, 2011).

DIMENSIONES
FORMACIÓN DOCENTE

La formación docente es aquella que posibilita el desarrollo de competencias propias


del ejercicio profesional en los diferentes niveles y modalidades del sistema educativo
(Carreras de Formación Docente, párrafo 4). Se entiende por formación docente, el
conjunto de cursos o eventos académicos con validez oficial, que tienen por objeto
habilitar la práctica y/o actualizar a quienes realizan funciones de docencia, en las
teorías, procedimientos y técnicas para impartir la enseñanza. (Reglamento de
Estímulos). Citado por Arenas et al., 2009, p. 10-11

Para Achilli (2000) la formación docente puede comprenderse como un proceso en el


que se articulan prácticas de enseñanza y de aprendizaje orientadas a la configuración
de sujetos docentes/enseñantes. La práctica docente se concibe en un doble sentido:
como práctica de enseñanza, propia de cualquier proceso formativo y como
apropiación del oficio de docente, cómo iniciarse, perfeccionarse y/o actualizarse en la
práctica de enseñar.

En la formación docente, el docente es la figura que por su rol en la sociedad se


encarga de dirigir el proceso educativo. (Lalangui et al., 2017, p 31)

Para Chávez, et al. (2005, p. 11) la formación es una función de la educación, es decir,
es el proceso que permite dirigir el desarrollo hacia el fin socialmente deseado y a la
vez se concibe como nivel de desarrollo alcanzado por el sujeto. “Se entiende por
formación al nivel que alcance un sujeto en cuanto a la explicación y comprensión que
tenga de sí mismo y del mundo material y social”. (Chávez, et al., 2005, p. 11)

Luchetti (2008) se refiere a esta categoría como la cenicienta de la educación


latinoamericana, pues la formación inicial contribuye al desarrollo e instrumentación de
programas educativos de manera significativa; sin embargo, no garantiza el logro de la
calidad educativa o certificación de los programas académicos.

Nieva y Martínez (2016) definen la formación docente a modo de:

[un] proceso de aprendizaje pedagógico desde las potencialidades de los sujetos


implicados, sistemático, investigativo y dialógico, de con-figuración y
autotransformación del docente, que abarca componentes educativos, el vínculo
cognición-afecto, orientado al aprendizaje significativo y desarrollador que responde
a las necesidades de desarrollo personal de sí y de sus estudiantes, donde la cultura,
la comunicación e interacción social son mediadores esenciales; se organiza desde
la intencionalidad e interdisciplinariedad, en función del cambio y la transformación de
la sociedad (p. 20).

La formación docente según Chehaybar y Kuri (2003) es un proceso permanente,


dinámico, integrado, multidimensional, en el que convergen, entre otros elementos, la
disciplina y sus aspectos teóricos, metodológicos, epistemológicos didácticos,
psicológicos, sociales, filosóficos e históricos, para lograr la profesionalización de la
docencia.

Sandoval (2015) citado por Andrade et al, 2020, menciona que para Latinoamérica la
formación docente es una necesidad para mejorar la calidad en la práctica educativa y
en el ejercicio profesional. En la actualidad la “exigencia profesional, transparencia,
evaluación y rendición de cuentas, el docente debe establecer un programa de
formación permanente, puesto que la antigüedad en el servicio profesional docente ya
no justifica la permanencia del docente en el sistema educativo” (p. 15); en tal sentido
es imprescindible el mejoramiento profesional permanente en pro de una mejora de la
calidad educativa.

La formación docente en la practica educativa tiene un gran impacto al momento de


ejecutar la labor de enseñanza, esta formación permite que el profesionista en
educación emplee las distintas estrategias didácticas para efectuar.

La diferencia que tienen los docente de educación media superior con el profesorado
de la educación básica, es que los segundos durante la formación inicial aprenden
como enseñar, mientas los primeros, aprenden y adquieren conocimientos y
estrategias de como desempeñar una labor especifica dentro del área formativa de su
profesión.

CAPACITACIÓN DOCENTE

Ander-Egg, citado por Alas et al, (2010) ha definido la capacitación docente en el


sentido de una preparación remedial para los maestros, llenando vacíos que su
formación inicial ha dejado y que su desempeño profesional actual ésta demandando
(1999: 46): Capacitación docente significa “Hacer apto para una cosa. Preparación para
adquirir o mejorar los conocimientos y las aptitudes que la formación profesional no ha
proporcionado para realizar una tarea o actividad educativa”.

La capacitación esta llamada a coadyuvar al mejor desempeño profesional de los


educadores en servicio. (Herdoiza, s/f, p. 31)

Las maestrías y especialidades en el área de educación, principalmente las orientadas


a mejorar la calidad de la docencia, han sido la principal herramienta para la
profesionalización del docente. (Arenas et al., 2009 p. 9)

La capacitación docente se puede efectuar mediante cursos, talleres, seminarios,


especialidades, diplomados, maestrías y doctorados en educación o a fin a la
educación, esto permite que el docente siga adquiriendo conocimientos pedagógicos
que ayuden y sean de gran utilidad en su practica educativa.

En la actualidad, no es suficiente con permanecer con la formación inicial conocida


como licenciatura para cubrir la labor docente dentro de las aulas, se conoce de
antemano que los alumnos cada vez son distintos generación tras generación, no se
trata solamente de planificar y ejecutar la impartición de asignaturas, sino también
atender a las necesidades de aprendizaje de cada uno de los alumnos, tomando en
cuenta que cada uno de ellos aprende de manera distinta y a su propio ritmo.

Afortunadamente hoy en día, la posibilidad de adquirir capacitación docente por medio


de la formación continua es enorme debido a que diversas universidades nacionales e
internacionales, así como las instancias gubernamentales brindan la oportunidad de
pertenecer a un curso, taller, seminario, diplomado, especialidad, maestría o doctorado
en educación con la grandiosa modalidad en línea.

UBICACIÓN ESPACIO-TEMPORAL
La Escuela Preparatoria Estatal “Adolfo López Mateos”, con clave 32EBH0036T,
ubicada en Ave Francisco I Madero S/N, Col. Hidalgo, Sombrerete, Zac. CP 99110,
pertenece al sector estatal público a la región 11. La institución actualmente tiene una
matrícula de 219 alumnos originarios de la comunidad de Colonia Hidalgo, de distintas
comunidades aledañas como Ex Hacienda Zaragoza, Plan de Guadalupe, Charco
Blanco y Ejido Independencia todas ellas pertenecientes al municipio de Sombrerete,
Zacatecas y disponen de transporte para trasladarse de su lugar de residencia al
plantel. La institución educativa cuanta, con su directora, una secretaria, un intendente
y nueve docentes.

2 MARCO TEORICO
En este apartado se tratará de comprender los fundamentos significativos de la
formación continua en los docentes de educación superior.

ACTUALIZACIÓN DOCENTE

La formación continua concede cubrir las nuevas necesidades y exigencias


educativas de los alumnos y permite que tengan mayor motivación para continuar con
sus estudios de educación media superior y lograr avanzar al siguiente nivel educativo.

En este sentido Añorga (2000) expone que la actualización, la reorientación y la


complementación como procesos se manifiestan como objetivos didácticos (actualizar,
reorientar y complementar) que posibilitan el mejoramiento profesional de los docentes.

Significa “ponerse al día ", estar al tanto de los desarrollos del conocimiento que
intervienen en el proceso educativo y de los nuevos procesos que lo facilitan y lo hacen
posible, estar al día en las orientaciones cambiantes de la educación, las que traen
consigo nuevos enfoques, metodologías, recursos y sistemas de evaluación de los
aprendizajes alternativos. (Herdoiza, s/f, p. 31)

De tal manera que el rol docente dentro de la educación cobra una gran
responsabilidad, dependiendo del buen o mal desempeño, es o será el impacto en sus
alumnos. Por ello, la formación continua brinda la oportunidad de mejorar el
desempeño en su labor dentro de las aulas.

Desde el punto de vista de la pedagogía crítica, Freire (1996) sugiere lo siguiente: El


mejoramiento de la calidad de la educación implica la formación permanente de los
educadores. Y la formación permanente se basa en la práctica de analizar la práctica.
Es pensando su práctica, naturalmente con la asistencia de personal altamente
calificado, como se puede percibir integrada en la práctica una teoría no percibida
antes, poco percibida o ya percibida pero poco asumida. (p. 81)

De acuerdo con Chavez et al (2016) el proceso educativo configura la cultura, sintetiza


las exigencias sociales y laborales, los cambios del desarrollo tecnológico, la sociedad
a la que responde y el tipo de educación que ella traza como política. En este proceso,
la función del docente no se reduce a reproducir la cultura y sus componentes, sino que
implica procesos de asimilación, construcción, reconstrucción y mejora de la actividad,
fruto de las interacciones de las personas, la sociedad y la historia. La sociedad y su
desarrollo, incluyendo los avances científicos tecnológicos hasta la actualidad, han
planteado retos a la pedagogía.

El análisis de la problemática es abarcado por varios autores, Freire, (2010), Imbernón,


(2011), Nuñez, (2011) y puntualizan que la nueva era está marcada por el
conocimiento, la globalización y los cambios radicales. Ello exige cambio en la
formación docente, a fin de que se implemente la educación que requiere el mundo
contemporáneo y la cultura humana, se considera además el papel del docente en la
sociedad como agente transformador.

Por lo anterior, es de vital importancia que los docentes de educación media superior
opten por seguir actualizándose para que compartan los conocimientos con un toque
pedagógico, así como avanzar a la par de los alumnos, de sus nuevos intereses,
formas de aprendizaje, el correcto uso de las nuevas tecnologías para hacer el proceso
de enseñanza – aprendizaje más atractivo y lograr que se cumplan el aprendizaje
permanente y significativo, permitiéndoles aplicar y desenvolver sus destrezas y
habilidades en la vida cotidiana.

Tal como menciona Lalangui et al (2017) en su artículo “Formación Continua en la


Formación Docente”. “En la actualidad la formación continua de los docentes es
considerada de vital importancia debido a las transformaciones sociales y al impacto
del desarrollo científico-tecnológico en todas las áreas del saber”.

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