Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Un niño debe tener una dieta equilibrada que contenga verduras, frutas, cereales y
proteínas, para evitar que sufra desnutrición. Te contamos en qué consiste la
desnutrición y qué tipos se pueden distinguir.
Las causas de la desnutrición son tres: una alimentación insuficiente, una atención
inadecuada y las enfermedades. Y estas causas suelen ser consecuencia de
la pobreza y la desigualdad.
Cansancio.
Déficit de atención.
Piel seca.
Pérdida de pelo.
La desnutrición en los niños se puede detectar, además de por los síntomas que
hemos detallado en el apartado anterior, por la realización de una serie
de pruebas:
Medición de peso y altura para comparar con la altura y peso medio en niños de la
misma edad.
Tipos de desnutrición
No todos los niños sufren el mismo tipo de desnutrición, puesto que existen
diversos niveles o tipos, que son los siguientes:
Un niño con marasmo tiene una apariencia de delgadez extrema, su peso corporal
puede reducirse hasta menos del 80 % de su peso normal para su altura. El
marasmo aparece en niños con desnutrición o con déficit nutricional en sus
primeros años de vida.
La incidencia del marasmo se incrementa antes del primer año de edad mientras
que la incidencia del kwashiorkor aumenta después de los 18 meses.
Piel seca,
Pliegues de piel suelta colgando sobre los glúteos, axilas, etc.
Pérdida drástica de tejido adiposo de áreas normales de depósitos grasos
como los glúteos y los muslos.
Los afectados se manifiestan menos infelices e irritables en comparación
con Kwashiorkor, vorazmente hambrientos.
Aspecto escamoso de la piel debido al cambio de piel.
Es esencial tratar no solo los síntomas sino también las complicaciones de estos
desórdenes tales como infecciones, deshidratación y trastornos del aparato
circulatorio que frecuentemente son letales y provocan una alta mortalidad si son
ignorados.
El tratamiento debe ser establecido poco a poco para lograr la readaptación de las
funciones metabólicas e intestinales en los seres humanos
Clasificación y etiología
En todo el mundo, la DCP afecta sobre todo a niños y adultos mayores que no
tienen acceso a los nutrientes, si bien una causa frecuente en este último grupo es
la depresión. La DCP también puede ser resultado de ayuno o de anorexia
nerviosa. El maltrato también puede ser una causa en estos grupos etarios. En los
niños, la DCP crónica primaria tiene dos forma comunes: el marasmo y el
kwashiorkor. La forma en que se presenta depende del equilibrio entre las fuentes
de energía no proteicas y proteicas. La inanición es una forma aguda y grave de
DCP primaria.
En los niños, la DCP primaria crónica tiene dos formas frecuentes: marasmo y
kwashiorkor.
DCP secundaria
Trastornos consuntivos: en este tipo de trastornos (p. ej., sida, cáncer y EPOC) y
en la insuficiencia renal, el catabolismo causa un exceso de citocinas, que a su
vez ocasionan desnutrición por mecanismos como la anorexia y la caquexia
(pérdida de masa muscular y de grasa). Una insuficiencia cardíaca en fase final
puede producir una caquexia cardíaca, que es una forma grave de desnutrición; la
mortalidad es particularmente elevada. Los factores que contribuyen a la caquexia
cardíaca son la congestión hepática pasiva (que causa anorexia), el edema en el
tracto gastrointestinal (que afecta la absorción) y, en la enfermedad avanzada, el
aumento de los requerimientos de O2 debido al metabolismo anaerobio. Los
trastornos consuntivos pueden disminuir el apetito o alterar el metabolismo de los
nutrientes.
Signos y síntomas
Diagnóstico
Las pruebas de laboratorio son necesarias si los datos sobre la dieta no indican
con claridad una ingestión calórica inadecuada. La medición de la albúmina sérica,
el recuento total de linfocitos, el recuento de linfocitos T CD4+, la transferrina y la
respuesta a los antígenos cutáneos pueden ayudar a determinar la gravedad de la
DCP (ver Valores que se utilizan con frecuencia para medir la gravedad de la
desnutrición calórico-proteica) o confirmar el diagnóstico en los casos que generen
dudas. Hay muchas otras pruebas de laboratorio que pueden dar resultados
anormales: niveles disminuidos de algunas hormonas, vitaminas, lípidos,
colesterol, prealbúmina, factor de crecimiento semejante a la insulina-1,
fibronectina y proteína fijadora de retinol. Es posible utilizar los niveles de creatina
urinaria y de metilhistidina para calcular el grado de pérdida de masa muscular.
Debido a que se desacelera el catabolismo proteico, también aumentan las
concentraciones de urea en la orina. Estos datos raras veces modifican el
tratamiento.
Las pruebas de laboratorio son necesarias para identificar las causas cuando se
sospecha DCP secundaria. Deben determinarse los niveles de proteína C reactiva
o del receptor de interleucina 2 cuando se desconoce la causa de la desnutrición;
estas determinaciones permiten establecer si hay un exceso de citocinas. También
pueden realizarse pruebas de función tiroidea.
Es posible detectar anomalías con otras pruebas de laboratorio, que pueden
requerir tratamiento. Deben medirse los niveles séricos de electrolitos, nitrógeno
ureico en sangre, glucosa y, tal vez, niveles de calcio, magnesio y fosfato. Los
niveles de glucosa en sangre, los electrolitos (sobre todo el potasio y a veces el
sodio) y el fosfato, el calcio y el magnesio suelen ser bajos. El nitrógeno ureico
suele ser bajo a menos que exista una insuficiencia renal. Puede haber acidosis
metabólica. Se solicita un hemograma completo, en el que pueden detectarse
anemia normocítica (en general secundaria a deficiencia de proteínas) o anemia
microcítica (por deficiencia de hierro).
Grado 1 o leve. Se produce cuando el peso es normal para la edad, pero es bajo
para la talla.
Este periodo que incluye la gestación y los dos primeros años se conoce como
los “1000 días críticos para la vida”: durante esta etapa es cuando se produce el
desarrollo básico de niñas y niños y, por tanto, una buena nutrición es crucial.
Pasados los dos años, la desnutrición crónica puede tener consecuencias
irreversibles tanto a nivel físico como psicológico, perpetuando así la desigualdad
de las personas que la padecen.
A nivel cognitivo, las consecuencias son todavía más graves: un niño o una niña
que padezca desnutrición crónica tendrá, casi con total seguridad, menos
competencias en el colegio que un compañero bien nutrido. Estos niños y niñas
tienen más dificultades para aprender a leer o a redactar, así como para llevar a
cabo cálculos numéricos. Como consecuencia, cuando llegan a la edad adulta se
ven condenados a cubrir puestos laborales menos cualificados y peor pagados,
perpetuando también el ciclo de la pobreza.
Anemia;
Como ves, son efectos graves que pueden afectar a la vida de quien padece
desnutrición y más si se trata de un niño.