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Instituto de Educación Superior de Tabasco Santo

Tomás de Aquino

Etapa de Filosofía

Teoría del lenguaje religioso


Alumno:
Román Abel Pérez Díaz

Número de lista:
19

Materia:
Filosofía del Lenguaje

Docente:
Mtro. Lázaro Abraham Romero Hernández

Villahermosa, Tabasco, a 10 de junio de 2021

Datos del libro


Autor: Francisco Conesa & Jaime Nubiola

Libro: Filosofía del lenguaje, ed Herder, 2017

Tema: Teoría del lenguaje religioso

Páginas: 263-301

Glosario

Analogía: relación de semejanza entre cosas distintas.


Aserción: proposición en que se afirma o da por cierta alguna cosa.
Conativo: dicho de una expresión lingüística, de un texto, que pretenden
influir en la conducta del receptor.
Discusión: análisis o comparación de los resultados de una investigación, a
la luz de otros existentes o posibles.
Esoterismo: aquello que está oculto a los sentidos y a la ciencia y
solamente es perceptible o asequible por las personas iniciadas.
Insoslayable: que no se puede evitar o dejar de lado.
Metáfora: es un tipo de tropo o figura retórica en el que se traslada el
significado de un concepto a otro, estableciendo una relación de semejanza o analogía entre
ambos términos.
Pragmática: disciplina que estudia el lenguaje en su relación con los
hablantes, así como los enunciados que estos profieren y las diversas circunstancias que
concurren en la comunicación.
Predicado: núcleo que, en una oración o en otro segmento sintáctico,
selecciona, en función de su significado, un determinado número de participantes.
Religar: atar una cosa con fuerza
Semántica: ciencia lingüística que estudia el significado de las palabras y
expresiones, es decir, lo que las palabras quieren decir cuando hablamos o escribimos.
Simbolismo: encontrar en el arte una forma de expresión mediante el uso
sutil del lenguaje simbolizado.
Sintaxis: estudia la forma en que se combinan y se relacionan las palabras
para formar secuencias mayores como los sintagmas y las oraciones, así como la función que
desempeñan dentro de éstas.
Susceptible: que tiene las condiciones necesarias para que suceda o se
realice aquello que se indica.
Introducción

El lenguaje religioso es un enigma que ha sorprendido a muchos, por su gran capacidad


e influjo, porque no solo es un simple lenguaje con significados simples, sino que busca
trascender al propio lenguaje, con significados que realcen más la palabra y le den un sentido
único y de fe, en donde el creyente tengo una combinación de sentimientos, acciones y
conocimientos al manifestar su lenguaje religiosos en el mundo que le rodea.
En el siguiente trabajo se encontrarán cuatro puntos principales de la lectura, en un
primer momento la parte descriptiva del lenguaje religioso, las disputas que ha generado en torno
a ello, algunas defensas que son propias a ella, en un segundo punto se abordará la forma de
relación que tienen las palabras del lenguaje religioso, posteriormente en un tercer punto se
ahondará en la discusión si el lenguaje religioso verdaderamente contiene un significado, y
finalmente, la parte relacional entre el hablante o creyente con las palabras del discurso religioso.

Desarrollo

Dentro del lenguaje humano hay divisiones, o discursos propios de acuerdo al contenido
propio, son muy diferentes, sin embargo, deben ser universales, o sea que cualquiera pueda
acceder a su contenido con la facilidad de comprensión, y al mismo tiempo debe ser transparente
con los demás discursos, puesto que todos comunican un mensaje. Y aquí es donde entra en juego
el lenguaje religioso, que durante años ha sido discutido sobre su veracidad y su significado. Y el
discurso religiosos es “aquel en cuyo contenido se emplea la palabra Dios o está en relación,
directa o indirecta, con esa palabra” (Nubiola, 1999, pág. 264), aunque aquí se hace alusión en
general a cualquier religión, que en su mayoría utiliza, transmite y profesa su fe en Dios, y es
precisamente esa la función del lenguaje “para referirse o expresar sus creencias… con dos fines
principales: hablar a Dios y hablar de Dios” (pág. 265), es entonces el lenguaje religiosos además
un medio de comunicación de los hombres para trasmitir la fe.
Pero de cierta manera, este lenguaje sigue siendo ordinario del ser humano, en cambio
Dios es un ser extraordinario, que no pertenece a nuestra realidad pero sin embargo está presente,
hallamos entonces que “hay una infinita diferencia cualitativa entre Dios y el hombre, de modo
que el lenguaje se muestra siempre inadecuado para expresar esta realidad” (pág. 266). Cualquier
cosa que el lenguaje religioso emplee para referirse a Dios no es suficiente para definirlo o
representarlo en su totalidad, al contrario, se queda corto para expresar la magnitud que implica el
solo predicado Dios, sin embargo en el mismo lenguaje el hombre se da cuenta de este límite e
“incapaz de expresar conceptualmente la riqueza de la realidad divina y acude, por ello, al
simbolismo y la metáfora” (pág. 266), es aquí el fundamento del porqué en el lenguaje religioso
hay muchas analogías, hipérboles, yuxtaposición, súplicas, etc., puesto que es la forma que el
hombre ha encontrado para comunicarse y comunicar a Dios.
Pero, sobre este discurso se han generado discusiones sobre su verificabilidad, tal como
el Círculo de Viena en afirmar que el lenguaje religioso es puramente sin sentido (pág. 269), es
visto desde otro autor como emotivista (pág. 270), o simplemente es usado para expresar
actitudes (pág. 270), pero estos caen en riego de perderse en un mecanicismo de repetir las cosas
sin sentido, ya que no debe olvidar que su fundamento principal siempre debe ser Dios y no los
sentimientos o expresiones que se generen en el lenguaje.
Además de su verificabilidad también se discutió sobre el contenido de significados en
el lenguaje, y se puede caer en la equívoca respuesta de que el lenguaje religioso no es más que
un conocimiento relativo, puesto que es fe, algo que no se puede comprobar ni con los sentidos ni
con la razón, sin embargo la mejor respuesta es la que proporciona la filosofía de la religión
neoeittgenteiniana, “la fe es un juego de lenguaje y forma de vida peculiar con criterios propios
de justificación, y con conceptos propios de conocimientos y verdad que son ininteligibles fuera
del contexto religioso” (pág. 273), es por esta razón que encuentra sentido dentro del ámbito
religioso, a esto se une los signos y símbolos que la misma fe utiliza para comunicar y trasmitir
su mensaje por la tierra.
Sintaxis del lenguaje religioso
Así mismo, el lenguaje religioso transmite verdades objetivas, puesto que no ocupa otra
cosa más que la realidad, lo conocible, lo tangible dentro de sus palabras, es por eso que se dice
que “realiza aserciones acerca de la realidad al hablar de su fe y no se limita simplemente a
expresar unos sentimientos o emociones” (pág. 275), pero al mismo tiempo, así como los mitos,
describen las realidades a sus creyentes de modo a que también educa y enseña sobre la vida,
moral, ética, del universo, etc. Y al mismo tiempo mantiene un orden y estructura lógico que lo
hace veraz, cada palabra que se profesa contiene una relación y una armonía que “no importa por
donde se comience a exponer la fe, siempre se halla presupuesto todo el cuerpo de la fe cristiana”
(pág. 279)
Y para completar esta forma de conocimiento es necesario “que sea posible referirse al
sujeto lógico de la proposición. Es decir, el término que es usado como sujeto lógico debe
significar algo” (pág. 282), tiene que estar claro en el creyente cuál es el referente o la finalidad al
cual su lenguaje es encausado, y este sujeto lógico no es otro que Dios mismo, todo el lenguaje
utilizado debe girar en torno a esto.
Semántica del lenguaje religioso
Como primer punto, el lenguaje genera conocimiento por analogía, esto debido a que “la
trascendencia absoluta de Dios respecto a las criaturas impide aplicar literalmente ningún
lenguaje de Dios. Sólo podemos utilizar símbolos” (pág. 284), esto ayuda a la persona religiosa a
tener una mayor relación con el mismo Dios, pero no quiere decir que alcanzamos en plenitud
estas realidades divinas, más bien, se puede decir que es como la definición de verdad, la
adecuación del intelecto con la realidad, y mediante esta adecuación podemos referirnos a la
persona perfecta y fundamento de todo con nuestro vago lenguaje, y al mismo tiempo despierta
anhelos en la persona de alcanzar esas perfecciones.
En segundo lugar el lenguaje es el medio donde la experiencia religiosa se manifiesta,
“es decir del sentimiento y capacidad religiosa del hombre, que se sabe remitido a una realidad
trascendente” (pág. 287), y estas experiencias son obtenidas mediante la vivencia con otras
personas religiosas, con las revelaciones divinas o con el mundo que es su obra perfecta, es la
relación que tiene el hombre con lo que le rodea por el vínculo a Dios, estas expresiones se
generan en el agradecimiento, la súplica, el perdón, que son oraciones, pero también en alabanzas
hacia Dios en salmos, cánticos o alabanzas.
Y como último punto, el fundamento del lenguaje del creyente, y esto se da por “la
aceptación por la fe de la revelación divina” (pág. 288), ¿Por qué el hombre se expresa con un
lenguaje religioso?, por fe, porque cree, porque tiene puestas sus esperanzas en ese Ser Absoluto,
este acto tan sencillo solo tiene un fin, la propia persona, residir y aumentar cada vez más en la
vida y en el lenguaje de la persona, y esto no es por acto espontáneo, sino por un acto libre y
voluntario de razón, hacia un misterio que no conocemos, no comprenderemos pero que
anhelamos.
Pragmática del lenguaje religioso
El lenguaje religioso conlleva no solo a un significado, sino que adquiere sentido con
nuestras conductas, por los juegos como los que postula Wittgenstein, es una forma de vida que
no se queda únicamente en el contexto sino que va más allá y aterriza en la realidad, y son
muchos juegos que utiliza el hombre religioso, orar, agradecer, laudar, solicitar, etc. Y van en
relación a su forma de vida. Pero es importante aclarar que “los juegos religiosos de lenguaje no
están separados unos de otros sino que forman una familia… constituyen modos de reconocer
nuestra ordenación o religación a Dios” (pág. 292).
Y así mismo, por sus tres funciones principales, es emotiva, capaz de generar en la
persona sentimientos y actitudes hacia Dios; es conativa, que no solo se queda con el simple
sentimiento y el comportamiento, sino que invita al ejercicio del ministerio del creyente; y es
cognoscitiva, que implica “una interpretación de la realidad y no se limita a ser expresión de unos
sentimientos” (pág. 293), todas con el mismo fundamento, con una relación recíproca que las
hace íntimamente unidad, y que hay una necesidad de complemento de una por la otra, con el fin
de poder tener una comunicación por el lenguaje humano (palabras y actos) con Dios.

Conclusión:

Entonces qué es lo que implica el lenguaje religioso, muchas cosas, no se puede


equiparar al lenguaje ordinario puesto que no lo es, la iglesia utiliza signos y símbolos durante
años para poder explicar y fundamentar su fe, y el lenguaje no está exento de esto, su relación
con el hablante propio hacen manifestar su mística, su forma, su estructura, no se comprende de
simples uniones sin sentido, sino más bien una forma de vida.
Por esta misma razón es que se debe aprender y transmitir el lenguaje religiosos de una
correcta manera, puesto que todo tienen valores, estos no deben perderse sino ir de generación en
generación, la transmisión no solo de la fe sino del mensaje de salvación que ofrece a los demás,
y también dirigirse, no solo a los creyentes de la misma fe, sino a todo hombre de la tierra, por
eso su carácter universal, debe estar abierto a los demás, pero también adaptado a las respectivas
realidades de cada persona, puesto que al utilizar un lenguaje humano que se le da una
significación propiamente religiosa, se debe estar dispuesto a hacer más comprensible el
lenguaje.

Bibliografía:
Conesa, F & Nubiola, J. (1999). Filosofía del lenguaje. Herder.

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