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EL LENGUAJE DESDE UNA MIRADA FILOSÓFICA.

Karen Valentina López Osorio.


Instituto de Filosofía, Universidad de Antioquia.
Taller de escritura de artículos,John Fredy Lenis Castaño.

Introducción.

Una de las dificultades del lenguaje es su aplicación, debido a que no utilizamos las

herramientas gramaticales y lógicas que existen para su buen desarrollo, llevando el lenguaje

a un sinsentido del cual no podemos apoyarnos para un análisis filosófico, una relación con el

mundo, y una expresión acertada del pensamiento.

En este texto me apoyaré en autores filosóficos que se han interesado por las dificultades del

lenguaje y su análisis e intentaré, por medio de ellos, dar a conocer algunos puntos

importantes que hacen parte de las dificultades que tenemos a la hora de utilizar el lenguaje,

además éste artículo tiene como objetivo ser leído por aquellas personas que no han tenido

cercanía con la filosofía y que por medio de un lenguaje un poco más sencillo, que el de los

textos clásicos y académicos, pretende dar un esbozo de temas importantes que conciernen a

todos, ya sea que estén encaminados o no a la filosofía.


La falta de utilización de recursos, lleva a ser incapaces de expresar a cabalidad lo

que nuestros pensamientos quieren transmitir, no obstante, la investigación de los filósofos

nos dan claridad de puntos para reconstruir un método de análisis del lenguaje, resolviendo

problemas de significado, lógica y gramática, y aumentando el vocabulario para

comunicarnos con el otro.

En primer lugar existen métodos en lógica para expresar oraciones con sentido y que al

mismo tiempo esas oraciones puedan ser procesadas por el cerebro para dar un valor de

verdad. Sybil Wolfram destacó el estudio del argumento,  significado y verdad, como

componentes de una lógica proposicional que deben estar atravesados por esos tres conceptos

con el fin de expresar lo que el pensamiento abarca y además de eso que su contenido sea

lógico como principal fundamento del buen uso del lenguaje filosófico ya que la lógica se usa

únicamente para pensamientos sobre existencia relacionadas a la mente humana.

Nuestra autora de Philosophical Logic: An Introduction trata de fijar el lugar de la lógica

filosófica en su relación con determinadas cuestiones propiamente y la lógica formal. Es aquí

donde se reivindican temas propios de una lógica filosófica “pura”, ya que reconocemos que

ya viene siendo clásica una distinción entre cuestiones más bien lógico-filosóficas y

cuestiones de filosofía de la lógica. Las primeras relativas a la dimensión lógica de los

problemas tradicionalmente filosóficos y las segundas concernientes a la dimensión filosófica

de los problemas suscitados por la lógica. Ahora bien, no podemos sino admitir que dicha

división es difusa al participar los problemas en su mayoría de ambas dimensiones y, por

tanto, poco esclarecedora. Por ende ésta filósofa también participa de cierta indeterminación

en este sentido. Mientras como lo dije anteriormente reivindica una lógica filosófica "pura"

con tópicos propios, más allá de simple prolegómeno a la epistemología o a la construcción


de sistemas de lógica formal, incorpora entre sus tópicos tanto los de procedencia filosófica,

así el análisis lógico de nociones como las de existencia, analiticidad, clase natural y otras

propias de la tradición analitica proclive a la lógica filosófica, como los asociados al

razonamiento correcto más en consonancia con las cuestiones clásicas de filosofía de la

lógica, formando así un método o una forma de análisis que sea conciliador entre ambas

disciplinas.

A pesar de que los filósofos de la época antigua se interesaron por el lenguaje, su estudio

no se enfocaba al análisis puro del lenguaje, sino que abarcaba otros tantos problemas de

interés filosófico como la verdad de los enunciados o la semántica que es la relación que el

lenguaje tiene con el mundo, si bien, el problema se centraba en descifrar si era posible

conocer el mundo a través del lenguaje o si había otra manera de acercarse a la verdad de él,

y no tanto en la construcción del sentido, la gramática y la lógica del lenguaje. La época que

significó un verdadero análisis del lenguaje fue a mediados del siglo xx donde comenzó un

cambio metodológico llamado El Giro Lingüístico, una investigación que ya no se interesaba

en el análisis de la verdad del mundo sino en el lenguaje como herramienta sustancial que

debía tener cierta estructura para llevarnos a un sentido más amplio de lo ya conocido.

Richard Rorty  señala que la historia de la filosofía está llena de “revoluciones contra las

prácticas de los filósofos precedentes y por intentos de transformar la filosofía” (p.47) Pues

según él, existe un disgusto ante la discusión interminable por parte de los filósofos que le

anteceden sobre los  mismos tipos de temas. Rorty además en su libro propone un lenguaje

más ordinario, no tan limitado ni descriptivo y concuerda que el lenguaje ideal estaba influido

por los supuestos teóricos de la metafísica, filosofía analítica y el positivismo a los cuales él


mostró oposición al igual que de la noción de verdad objetiva.  Él apoya la idea

del lenguaje ordinario, que se preocupa por lo que podemos saber acerca de la gente a partir

de su manera de hablar y está de acuerdo con la noción del escritor Fernando Escalante que

dice “el significado de una palabra no es un dato, no es un referente inmediato, fijo, de

diccionario, sino que depende de las circunstancias de una situación de habla” (p.170) desde

estos conceptos ya se puede vislumbrar un cambio del uso lenguaje.  

Bertrand Russell fue uno de los filósofos que aportó en gran medida al estudio del

lenguaje, para él los análisis lingüísticos carecían de valor y representaban un problema si no

estaban orientados a la lógica o a la filosofía, su principal objetivo era desarrollar el sentido

filosófico para el análisis del lenguaje y llevar a cabo expresiones totalmente coherentes y

con una gramática bien definida,  según Russell, las proposiciones deben tener entidades

reales y concretas como sus constituyentes, de no ser así las proposiciones carecerían de

sentido, esto significó una dificultad entre filósofos ya que para muchos no todo debe ser

concreto puesto que hay realidad de lo intangible y el lenguaje en sí mismo no puede ser

representado, no obstante, Rorty atraviesa todo este lenguaje de filósofos un poco más “

sistemáticos “ en su libro el giro lingüístico y que sortea de manera eficaz para un lenguaje

mucho más dinámico.

La visión anterior de Russell respecto de su orientación a la filosofía del lenguaje me deja un

sinsabor debido a que es muy metódico y cuadriculado con sus teorías, el lenguaje no siempre

y no necesariamente ha de ser objetivo, ya que como seres humanos tenemos particularidades

y diferencias entre sí, la creación y el desarrollo del lenguaje tiene como objeto principal

comunicar a los otros nuestras ideas, pero desde mi punto de vista, no siempre es necesaria la

objetividad de las ideas, en la subjetividad de cada mente también pueden analizarse temas de

vital importancia, además entendibles para el resto.


Siguiendo con la noción de realidad y sentido en el lenguaje, Wittgenstein introduce un

fundamento el cual nos habla de que solo es posible expresarnos de lo que existe en el

mundo, ya que las afirmaciones acerca de Dios y el alma no son coherente, dado que en

principio el lenguaje debía estar enfocado en la filosofía, el valor de verdad también es

necesario para lograr su buen uso, pero estas afirmaciones con el tiempo han sido causa de

refutación ya que las preguntas filosóficas están acotadas en gran medida por conceptos como

el alma y Dios, a pesar de que no existe un representación real de ellas, son necesarias para

responder a las preguntas que nos relacionan con una creencia suprema y que de no ser

posible se rompería todo un esquema cultural del cual muchos se han aferrado para seguir un

ritmo de vida, el lenguaje no podría romper las creencias diciendo que ello es incoherente,

eso representa una gran dificultad en su buen desarrollo.

La expresión coherente de la que nos hablan los filósofos del lenguaje debe estar

compuestas por palabras, que para Locke nada significan fuera de la mente del hablante, lo

que representa una dificultad ya que nos podemos expresar a través de palabras articuladas

con cohesión y coherencia que sí pueden tener significado fuera de la mente del sujeto, de

alguna manera nos remitimos al mundo de las ideas de platón, donde las ideas estaban en un

lugar aislado de nosotros, pero estas concepciones han sido sólo una interpretación de llegar

al conocimiento y al buen uso del lenguaje por medio de nuestro pensar, sin embargo, es

posible que tenga algunas dificultades ya que en la práctica vemos cómo las ideas están

representadas en nuestra mente, cómo podemos construir argumentos y expresiones a partir

de ellas y lo más importante la manera en que a través del lenguaje es posible comunicarlas y

poder ser entendidas tal cual lo pretendemos.


Lo que se expresa con palabras, acerca de la relación entre el mundo y los sujetos entre

sí, y todo aquello que queremos comunicar no sólo tiene carácter significativo desde las

palabras coherentes, sino que hay algo más en ellas, que si profundizamos podemos ver que

es realmente lo que comunicamos con el lenguaje, para ello Frege introduce que la psicología

y la lógica nada tienen que ver entre sí, y que para descubrir el sentido de las palabras y sus

diferentes significados se podría remontar en la identidad de cada cosa, qué designa y cómo

se enlaza el enunciado identificado con la palabra, habiendo múltiples significados, cual es el

más acertado según la circunstancia. El propósito de Frege no fue tanto brindar una

explicación como algunos otros autores, acerca de los fenómenos lingüísticos, sino ensayar

distinciones conceptuales dirigidas a los signos y los significados de la palabra y su

enunciado, viéndolo desde un punto de vista más metodológico que psicológico como

actualmente podemos analizar.

El lenguaje es un medio para construir el mundo, no para representarlo, aunque esta

noción no está acotada por todos los autores del lenguaje filosófico, dado que para muchos,

es imposible alcanzar a nivel máximo el uso del lenguaje para la construcción del mundo, y

aplicando lo anteriormente dicho por Frege, sería imposible una construcción netamente

lógica de éste. Argumentaré basándome en una lingüística mucho más dinámica como la que

al principio se planteaba con Rorty, ya que el giro del lenguaje se dio precisamente para

desarrollar esa relación del mundo y el lenguaje. El mundo tal cual está constituido lo

conocemos gracias al lenguaje y no solo lo conocemos sino que lo seguimos construyendo a

través de un intercambio no solo de palabras sino también de cultura, de ideas, de

expresiones incluso utópicas, el lenguaje y su buen uso está dado para construir, para formar

cada uno la realidad a partir de creencias y del contexto socio cultural en el que estamos

desde que nacemos.


Abordando el tema desde una perspectiva más actual, las nociones anteriores no han sido

la última palabra, ya que para el lenguaje siempre hay análisis que hacer y elementos por

descubrir, sobre todo si es desde un punto de vista filosófico. El lenguaje es un tema muy

amplio en el que cada autor ha aportado en gran medida el análisis de su investigación, para

los procesos de escritura y nuestro interés filosófico es importante su buen uso, no hay una

época en la historia donde no se haya tenido dificultad, sin embargo todo ha dado un giro

para sortear algunos problemas del lenguaje y hacer de esos procesos algo con sentido y

valor. La cultura es muy importante para dar con un significado del lenguaje, ya que la

diversidad crea diferentes escenarios para cada tema, y aunque la búsqueda de un significado

universal del lenguaje sigue en pie, podría ser imposible alcanzarla, debido a los diferentes

rasgos del mundo y la particularidad con que las personas se relacionan con él. Las palabras,

su gramática, su lógica y su sentido han sido componentes indispensables para un lenguaje

coherente e incluso para un lenguaje intencionalmente incoherente, todas las herramientas

lingüísticas las podemos usar a nuestro favor para crear y recrear lo que es el mundo para

nosotros, no todo lo que comunicamos está atravesado por la verdad o al menos no por una

verdad universal, sino particular que cada ser lleva consigo y el lenguaje da la oportunidad

de transmitirla tal como se quiere o como no se quiere, siempre y cuando esa sea la intención.
Referencias bibliográficas

Chillón A. (1998). El giro lingüístico y su incidencia en el estudio de la comunicación

periodística. España. Universidad Autónoma de Barcelona.

https://ddd.uab.cat/pub/analisi/02112175n22/02112175n22p61.pdf

Wittgenstein L. (1994). Tractatus Logico-Philosophicus. España: Atalaya

http://recursostic.educacion.es/bachillerato/proyectofilosofia/web/f2ruta1.php?id_ruta=

20&id_etapa=103&id_autor=4

Wolfram S. (1989) Philosophical Logic: An Introduction. Inglaterra. Routledge

Echeverría R. (2017). La filosofía del lenguaje. FICOP

https://www.ficop.org/bibliotecaficop/127-la-filosofia-del-lenguaje

Fernando J. (2012). Sobre la denotación de Russell. Argentina.

https://www.academia.edu/37855380/Russell-Sobre-la-denotacion.pdf

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