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RECURSO DE APELACION

SEÑOR ALCALDE DE LA MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE SAN LUIS

VICTOR GUSTAVO CORDANO ROMAN, identificado con DNI N.º 08059567, con
domicilio real en Jr. Los Jazmines Nro. 148-150, Urbanización Villa Jardín, distrito
de San Luis, señalando como domicilio legal para los presentes actuados el
ubicado en Francisco de Zela N.º 1864, distrito de Lince, con correo electrónico
mfernandezparodi@gmail.com y teléfono 903025834, ante usted con debido
respeto me presento y digo:

Que mediante la presente presento mi recurso de APELACION en contra de la


RESOLUCION GERENCIAL N° 034-2024-MDSL-GSAT, emitida en fecha 02 de mayo
del 2019 por la Gerencia de Servicios de Administración Tributaria, por los
fundamentos de hecho y de derecho que a continuación expongo:

FUNDAMENTOS DE HECHO:

Que, mediante Expediente 2799-2023 de fecha 30 de mayo de 2023 del 2018,


presentamos nuestro recurso impugnatorio de RECLAMACION en contra de la
RESOLUCION DE MULTA Nº 00108-2023-MDSL/GSAT-SGRCD, RESOLUCION DE
MULTA Nº 00109-2023-MDSL/GSAT-SGRCD, RESOLUCION DE MULTA Nº 00110-
2023-MDSL/GSAT-SGRCD, RESOLUCION DE MULTA Nº 00111-2023-MDSL/GSAT-
SGRCD y la RESOLUCION DE MULTA Nº 00112-2023-MDSL/GSAT-SGRCD
emitidas como resultado de la presentación de lo declaración jurada en fecha 11 de
abril del 2023.

Que mediante RESOLUCION GERENCIAL N° 034-2024-MDSL-GSAT, emitida en


fecha 09 de enero del 2024 y notificada en fecha 26 de enero de 2024, la Gerencia de
Servicios de Administración Tributaria de la Municipalidad distrital de San Luis,
resuelve declarar INFUNDADO el recurso de reclamación interpuesto respecto a la
RESOLUCION DE MULTA Nº 00108-2023-MDSL/GSAT-SGRCD, RESOLUCION DE
MULTA Nº 00109-2023-MDSL/GSAT-SGRCD, RESOLUCION DE MULTA Nº 00110-
2023-MDSL/GSAT-SGRCD, RESOLUCION DE MULTA Nº 00111-2023-MDSL/GSAT-
SGRCD y la RESOLUCION DE MULTA Nº 00112-2023-MDSL/GSAT-SGRCD
emitidas como resultado de la presentación de lo declaración jurada en fecha 11 de
abril del 2023.

Que, la Gerencia de Servicios de Administración Tributaria de la Municipalidad distrital


de San Luis, fundamenta su resolución respecto al Impuesto Predial, en que la
SUCESION INDIVISA es “una situación e tránsito del patrimonio de una persona
fallecida hacia sus herederos, se inicia con el fallecimiento de la persona y finaliza con
la asignación de su patrimonio a sus sucesores, es decir con la sucesión intestada, por
tanto ambas instituciones no puedes coexistir por lo que se considera a mi persona
omisa a la presentación de la declaración jurada por los periodos comprendidos entre
el año 2015 al 2023, periodos en los que se declaró y se cancelaron los impuestos a
nombre de la sucesión intestada.

El derecho constitucional al debido proceso tipificado en la Constitución Política de


1993 establece en el inciso 3) del artículo 139 que "son principios y derechos de la
función jurisdiccional: (...) [1]a observancia del debido proceso y la tutela
jurisdiccional". Dicha disposición constitucional es aplicable a todo proceso en general,
y también constituye un principio que rige el procedimiento administrativo.
Al respecto, con relación al debido proceso en sede administrativa, el Tribunal
Constitucional, en la STC 4289-2004-AA/TC, ha expresado en los fundamentos 2 y 3,
respectivamente, que "[...] el debido proceso, como principio constitucional, está
concebido como el cumplimiento de todas las garantías y normas de orden público que
deben aplicarse a todos los casos y procedimientos, incluidos los administrativos, a fin
de que las personas estén en condiciones de defender adecuadamente sus derechos
ante cualquier acto del Estado que pueda afectarlos. [...]"; y que derecho al debido
proceso y los derechos que contiene son invocables y, por lo tanto, están
garantizados, no solo en el seno de un proceso judicial, sino también en el ámbito del
procedimiento administrativo. Así, el debido proceso administrativo supone, en toda
circunstancia, el respeto, por parte de la administración pública o privada, de todos los
principios y derechos normalmente invocables en el ámbito de la jurisdicción común o
especializada, a los cuales se refiere el artículo 139° de la Constitución (juez natural,
juez imparcial e independiente, derecho de defensa, etc.).

Por lo que respecta a la motivación de los actos administrativos, el Tribunal


Constitucional, en el fundamento 8 de la STC 2192-2004-AA/TC, ha señalado que
motivación de las decisiones administrativas no tiene referente constitucional directo.
No obstante, se trata de un principio constitucional implícito en la organización del
Estado Democrático de derecho. En un Estado constitucional democrático, el poder
público está sometido al Derecho, lo que supone, entre otras cosas, que la actuación
de la Administración deberá dar cuenta de esta sujeción a fin de despejar cualquier
sospecha de arbitrariedad. Para lograr este objetivo, las decisiones de la
Administración deben contener una adecuada motivación, tanto de los hechos como
de la interpretación de las normas o el razonamiento realizado por el funcionario o
colegiado, de ser el caso"-

El derecho a la motivación de las resoluciones administrativas es de especial


relevancia. Consiste en el derecho a la certeza, el cual supone la garantía de todo
administrado a que las sentencias estén motivadas, es decir, que exista un
razonamiento jurídico explícito entre los hechos y las leyes que se aplican. La
motivación de la actuación administrativa, es decir, la fundamentación con los
razonamientos en que se apoya, es una exigencia ineludible para todo tipo de actos
administrativos, imponiéndose las mismas razones para exigirla tanto respecto de
actos emanados de una potestad reglada como discrecional. (. .).

Adicionalmente, en el fundamento 40 de la STC 8495-2006-PA/TC, el Tribunal


Constitucional ha determinado que "(...) un acto administrativo dictado al amparo de
una potestad discrecional legalmente establecida resulta arbitrario cuando sólo
expresa la apreciación individual de quien ejerce la competencia administrativa, o
cuando el órgano administrativo, al adoptar la decisión, no motiva o expresa las
razones que lo han conducido a adoptar tal decisión. De modo que motivar una
decisión no sólo significa expresar únicamente bajo qué norma legal se expide el acto
administrativo, sino, fundamentalmente, exponer en forma sucinta, pero suficiente, las
razones de 11 hecho y el sustento jurídico que justifican la decisión tomada".

Asimismo, el inciso 1.2 del artículo IV del Título Preliminar de la Ley 27444, Ley del
Procedimiento Administrativo General, señala que el debido procedimiento
administrativo es uno de los principios del procedimiento administrativo, el cual
reconoce que "[nos administrados gozan de todos los der9chos y garantías inherentes
al debido procedimiento administrativo, que comprende el derecho a exponer sus
argumentos, a ofrecer y producir pruebas y a obtener una decisión motivada y fundada
en derecho".
Por otro lado, el artículo 3.1. de la Ley 27444, sobre los requisitos de validez de los
actos administrativos, precisa que "El acto administrativo debe estar debidamente
motivado en proporción al contenido y conforme al ordenamiento jurídico"; y en el
artículo 6, sobre la motivación del acto administrativo, señala: "6.1 La motivación
deberá ser expresa, mediante una relación concreta y directa de los hechos probados
relevantes del caso específico, y la exposición de las razones jurídicas y normativas
que con referencia directa a los anteriores justifican el acto adoptado; 6.2 Puede
motivarse mediante la declaración de conformidad con los fundamentos y
conclusiones de anteriores dictámenes, decisiones o informes obrantes en el
expediente, a condición de que se le identifique de modo certero, y que por esta
situación constituyan parte integrante del respectivo acto; 6.3 No son admisibles como
motivación la exposición de fórmulas generales o vacías de fundamentación para el
caso concreto o aquellas fórmulas que por su oscuridad, vaguedad, contradicción o
insuficiencia no resulten específicamente esclarecedoras para la motivación del acto".

Que, la RESOLUCION GERENCIAL N° 034-2024-MDSL-GSAT, emitida por la


Gerencia de Servicios de Administración Tributaria de la Municipalidad distrital de San
Luis no se encuentra debidamente motivada, toda vez que se sustenta en premisas
que no las relaciona con la normativa ni jurisprudencia que regula la figura de las
SUCESIONES INDIVISAS y su condición de contribuyente, e incluso se evidencia el
desconocimiento del derecho de sucesiones regulados en el derecho civil, el cual
debió de ser invocado supletoriamente en los presentes actuados.

Que, al respecto Al respecto, nuestro Código Tributario reconoce expresamente como


facultades de la Administración Tributaria las de fiscalización, determinación y
aplicación de sanciones, interposición de medidas cautelares, así como la de
denunciar delitos tributarios. El ejercicio de tales facultades ha sido reconocido como
discrecional, no obstante, ni el Código en mención u otra norma han establecido los
parámetros sobre los cuales debe ser entendida dicha discrecionalidad, limitándose
únicamente a establecer que esta deberá ejercerse en función de la mejor
conveniencia del interés público y dentro del marco que establece la ley.

Como ya lo habíamos adelantado, entre las facultades discrecionales atribuidas a la


Administración Tributaria se encuentran las de determinar y sancionar
administrativamente las infracciones tributarias incurridas por aquellos administrados
como consecuencia del incumplimiento de obligaciones tributarias formales e, incluso,
sustanciales.

El objetivo principal de dicha facultad sancionadora consistiría en corregir aquellas


conductas que, a criterio de la Administración Tributaria, merezcan una sanción
(desalentando con ello, el incumplimiento de obligaciones tributarias); o, por el
contrario, en abstenerse de corregir dichas conductas en los supuestos en los que por
el contexto o circunstancia en que se presentan, no sea oportuno sancionarlas.

Cabe precisar que al ser uno de los objetivos de la facultad sancionadora el desalentar
el incumplimiento de las obligaciones tributarias por parte del deudor tributario, la
discrecionalidad se verá reflejada solo al momento de elegir sobre qué situaciones
aplicará o no sanciones, y nunca sobre la posibilidad de fijar o establecer sanciones,
pues ello corresponde hacerlo solo por Ley.

Tal afirmación se ve corroborada en lo dispuesto por el artículo 166 del Código


Tributario cuando señala en su segundo y tercer párrafos que “(...) en virtud de la
citada facultad discrecional, la Administración Tributaria también puede aplicar
gradualmente las sanciones, en la forma y condiciones que ella establezca, mediante
resolución de Superintendencia o norma de rango similar. A efectos de graduar las
sanciones, la Administración Tributaria se encuentra facultada para fijar, mediante
resolución de Superintendencia o norma de rango similar, los parámetros o criterios
objetivos que correspondan, así como, para determinar tramos menores al monto de la
sanción establecida en las normas respectivas”

El hecho de que la Administración Tributaria goce de facultades discrecionales no


implica, de modo alguno, que estas puedan ejercerse de manera irrestricta, arbitraria o
ilimitada. En efecto, cualquiera sea la actuación que ejerza la Administración Tributaria
frente a los administrados en ejercicio de sus facultades discrecionales (como lo es la
sancionadora), se encuentra limitada por el respeto a la ley (entendida en sentido lato),
a los principios generales del derecho y a los derechos fundamentales de la persona y,
por ende, de todo administrado.

Por el principio de legalidad, la Administración Tributaria se encuentra obligada a


adecuar el ejercicio de sus facultades discrecionales a la finalidad para la que se les
concedió, esto es en beneficio del interés público y no de un interés privado, debiendo
por ello sujetarse su actuación a la ley y al derecho. En efecto, la ley y el derecho
constituyen los límites de la acción de la Administración, se encuentre está sustentada
en normas positivas o sea meramente discrecional.

Así lo establece el artículo IV del Título Preliminar de la Ley del Procedimiento


Administrativo General-Ley Nº 27444 (en adelante, LPGA), la cual es de aplicación
supletoria al Código Tributario, y que a la letra dice: “las autoridades administrativas
deben actuar con respeto a la Constitución, la ley y al derecho, dentro de las
facultades que le estén atribuidas y de acuerdo con los fines para los que le fueron
conferidas”. Respecto de la facultad sancionadora, el principio de legalidad se extiende
tanto a la tipificación de las infracciones, la determinación de las sanciones como a su
aplicación.

El principio de seguridad jurídica permite a los administrados prever el tratamiento que


recibirán sus acciones, así como las garantías de orden constitucional de que gozarán
estas. En ese sentido, tenemos que por el principio de seguridad jurídica, la actuación
de la Administración Tributaria se encuentra sometida a la ley y al derecho.

En el caso de la facultad sancionadora, el principio de seguridad jurídica se materializa


cuando en nuestro ordenamiento jurídico se establecen expresamente: i) las
obligaciones tributarias que todo deudor tributario debe cumplir, ii) las infracciones que
se originan por el incumplimiento de las obligaciones tributarias existentes; y, iii) las
sanciones que corresponden por el incumplimiento de las obligaciones tributarias
existentes.

Por el principio de Razonabilidad las decisiones de la Administración Tributaria deben


mantener la debida proporción entre los medios a emplear y los fines públicos que
deba tutelar, a fi n de que respondan a lo estrictamente necesario para la satisfacción
de su cometido.

En ese sentido, el ejercicio de la facultad sancionadora de la Administración Tributaria


no solo debe prever que la comisión de una infracción no resulte más ventajosa que el
cumplimiento de la obligación infringida o la asunción de la infracción, sino que la
sanción que se imponga realmente satisfaga su cometido que es, justamente, la de
desmotivar el incumplimiento, sin llegar con ello a aplicar sanciones excesivas o
desproporcionales.

Este principio supone además que las autoridades prevean que la determinación de la
sanción considere criterios como la existencia o no de intencionalidad, el perjuicio
causado, las circunstancias de la comisión de la infracción y la repetición en la
comisión de la infracción.

El artículo 164 del Código Tributario define la infracción tributaria como toda acción u
omisión que importe violación de normas tributarias, siempre que se encuentre
tipificada como tal o en otras leyes o decretos legislativos. De la definición anterior
tenemos que una infracción implica el incumplimiento por parte de los deudores
tributarios de normas de naturaleza tributaria que disponen deberes u obligaciones de
carácter formal o sustancial (en el caso de retenciones o percepciones de tributos).
Para ello, se entiende que la conducta entendida como “infractora” ha sido tipificada
previamente como tal.

El numeral 1 del artículo 176 del Código Tributario establece que constituyen
infracciones relacionadas con la obligación de presentar declaraciones y
comunicaciones No presentar las declaraciones que contengan la determinación de la
deuda tributaria dentro de los plazos establecidos.

El Texto Único Ordenado del Código Tributario aprobado mediante Decreto Supremo
Nº 133-2013-EF en el numeral 1 de su artículo 88º establece que: “La declaración
tributaria es la manifestación de hechos comunicados a la Administración Tributaria en
la forma y lugar establecidos por Ley, Reglamento, Resolución de Superintendencia o
norma de rango similar, la cual podrá constituir la base para la determinación de la
obligación tributaria……. . La Administración Tributaria, a solicitud del deudor
tributario, podrá autorizar la presentación de la declaración tributaria por medios
magnéticos, fax, transferencia electrónica, o por cualquier otro medio que señale,
previo cumplimiento de las condiciones que se establezca mediante Resolución de
Superintendencia o norma de rango similar. Adicionalmente, podrá establecer para
determinados deudores la obligación de presentar la declaración en las formas antes
mencionadas y en las condiciones que señalen para ello……… Los deudores
tributarios deberán consignar en su declaración, en forma correcta y sustentada, los
datos solicitados por la Administración Tributaria…. Se presume sin admitir prueba en
contrario, que toda declaración tributaria es jurada”.

El Texto Único Ordenado de la Ley de Tributación Municipal aprobado mediante


Decreto Supremo 156-2014-EF en su artículo 14 establece: “Los contribuyentes están
obligados a presentar declaración jurada: a) Anualmente, el último día hábil del mes de
febrero, salvo que el Municipio establezca una prórroga……. b) Cuando se efectúa
cualquier transferencia de dominio de un predio o se transfieran a un concesionario la
posesión de los predios integrantes de una concesión efectuada al amparo del Decreto
Supremo Nº 059-96-PCM, Texto Único Ordenado de las normas con rango de Ley que
regulan la entrega en concesión al sector privado de las obras públicas de
infraestructura y de servicios públicos, sus normas modificatorias, ampliatorias y
reglamentarias, o cuando la posesión de éstos revierta al Estado, así como cuando el
predio sufra modificaciones en sus características que sobrepasen al valor de cinco (5)
UIT. En estos casos, la declaración jurada debe presentarse hasta el último día hábil
del mes siguiente de producidos los hechos…. c) Cuando así lo determine la
administración tributaria para la generalidad de contribuyentes y dentro del plazo que
determine para tal fin……. La actualización de los valores de predios por las
Municipalidades sustituye la obligación contemplada por el inciso a) del presente
artículo, y se entenderá como válida en caso de que el contribuyente no la objete
dentro del plazo establecido para el pago al contado del impuesto”.

El artículo 8° del Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo 776 - Ley de
Tributación Municipal, aprobado mediante Decreto Supremo N° 154-2004-EF y sus
modificatorias, establece que es un impuesto de periodicidad anual que grava el valor
de los predios urbanos y rústicos. Para estos efectos, se considera “predios” a los
terrenos, incluyendo los terrenos ganados al mar, a los ríos y a otros espejos de agua,
así como las edificaciones e instalaciones fijas y permanentes que constituyan partes
integrantes de dichos predios, que no puedan ser separadas sin alterar, deteriorar o
destruir la edificación.

Según lo dispuesto por el artículo 10° del Texto Único Ordenado del Decreto
Legislativo 776 - Ley de Tributación Municipal, aprobado mediante Decreto Supremo
N° 154-2004-EF y sus modificatorias, el carácter de sujeto del impuesto se atribuirá de
acuerdo a la situación jurídica configurada al 1 de enero del año a que corresponda la
obligación tributaria. Cuando se efectúe cualquier transferencia, el adquirente asumirá
la condición de contribuyente a partir del 1 de enero del año siguiente de producido el
hecho.

Al respecto, la muerte es un proceso terminal que consiste en la extinción de la vida,


pero que a su vez genera cierta incertidumbre respecto al patrimonio, a los negocios,
acreencias, deudas y obligaciones que en vida contrajo la persona ya fallecida. El
término sucesión, implica la transmisión de las relaciones jurídicas y patrimoniales por
la muerte del causante a sus herederos, quienes lo suceden y pasan a ocupar su lugar
y que por consiguiente lo subrogan en la misma posición jurídica. Este acto no se
produce en forma física sino en forma ideal. La sucesión indivisa está conformada por
un conjunto de personas que tienen sobre un bien o una cantidad de bienes un
derecho de propiedad por partes indivisas, donde se requiere el consentimiento de los
copropietarios para ejercer los derechos consiguientes.

Al denominarse la sucesión como “indivisa” implica una connotación de propiedad


colectiva, de manera que los sucesores tienen un derecho de propiedad proindiviso o
copropiedad sobre los bienes comunes de la herencia, en proporción a la parte que
tengan derecho.

El Profesor ZÁRATE DEL PINO1 señala que cuando el causante deja varios
herederos, inmediatamente después de la apertura de la sucesión se configura un
estado de comunidad hereditaria que se denomina sucesión indivisa y como el
llamamiento de herederos es a título universal, sobre toda la herencia considerada
como un todo unitario, los bienes y derechos que la conforman pertenecen por igual, al
conjunto de herederos. Hasta que se realice la partición de la herencia, ella mantiene
una cierta autonomía respecto del patrimonio personal de cada uno de los herederos,
se sujeta a un régimen especial en cuanto a la administración y en cuanto al uso y
disposición de los bienes particulares.

Además, debemos indicar que nuestro ordenamiento legal considera a la sucesión


indivisa bajo la “teoría del condominio”, según la cual opera la copropiedad o
concurrencia de varios coherederos con un derecho igual sobre el conjunto de bienes.
Es así que nuestro Código Civil en su artículo 844° señala que si hay varios herederos,
cada uno de ellos es copropietario de los bienes de la herencia, en proporción a la
cuota que tenga derecho a heredar sucesión se configura un estado de comunidad
hereditaria que se denomina sucesión indivisa y como el llamamiento de herederos es
a título universal, sobre toda la herencia considerada como un todo unitario, los bienes
y derechos que la conforman pertenecen por igual, al conjunto de herederos.

Hasta que se realice la partición de la herencia, ella mantiene una cierta autonomía
respecto del patrimonio personal de cada uno de los herederos, se sujeta a un

1
ZARATE DEL PINO, Juan; Curso de Derecho de Sucesiones; Palestra Editores, Primera Edición-1998; pág. 354.
régimen especial en cuanto a la administración y en cuanto al uso y disposición de los
bienes particulares.

Además, debemos indicar que nuestro ordenamiento legal considera a la sucesión


indivisa bajo la “teoría del condominio”, según la cual opera la copropiedad o
concurrencia de varios coherederos con un derecho igual sobre el conjunto de bienes.
Es así que nuestro Código Civil en su artículo 844° señala que si hay varios herederos,
cada uno de ellos es copropietario de los bienes de la herencia, en proporción a la
cuota que tenga derecho a heredar.

Las sucesiones indivisas nacionales o extranjeros, domiciliados en el Perú, están


sometidos al cumplimiento de las obligaciones establecidas en el Código Tributario y
en las leyes y reglamentos tributarios.

El artículo 91° del Código Tributario señala que en las sociedades conyugales o
sucesiones indivisas, las obligaciones tributarias se cumplirán por los representantes
legales, administradores, albaceas o, en su defecto, por cualquiera de los interesados.

De acuerdo a la Ley de Tributación Municipal (Decreto Legislativo N° 776), son sujetos


del Impuesto Predial, las personas naturales o jurídicas propietarias de los predios,
cualquiera sea su naturaleza. En ese sentido, al producirse la muerte del causante
(propietario del predio) la sucesión indivisa será contribuyente del Impuesto Predial,
para ello la sucesión deberá informar al municipio distrital sobre el fallecimiento del
causante para que el municipio tome conocimiento del nuevo sujeto pasivo del
impuesto.

En fecha 13 de junio de 2014 falleció intestado mi hermano, por lo que legalmente se


configuro la sucesión indivisa entre los cuatro hermanos sobrevivientes, por ser sus
herederos forzosos, por lo que se presentó la Declaración Jurada por el predio ubicado
en respecto del predio ubicado en eJr. Los Jazmines Nro. 148-150, Urbanización Villa
Jardín, distrito de San Luis a nombre de la Sucesión Intestada de Juan Alberto
Cordano Román, conforme se demuestra con la copia del formato HR que se adjunta
al presente.

Cabe precisar que conforme la normativa invocada la sucesión indivisa es titular de


obligaciones y derechos y es sujeto pasivo del Impuesto predial, por lo que mi persona
como parte de la Sucesión Intestada de Juan Alberto Cordano Román cumplí
conjuntamente con los otros miembros con la presentación de la Declaración Jurada
del Impuesto Predial y para el presente caso la emisión de las actualizaciones de los
valores de predios emitidas por la Municipalidad de San Luis sustituyo la obligación de
presentar la declaración jurada anual, durante los ejercicio 2019, 2020, 2021, 2022 y
2023, periodos por los cuales se han emitido las resoluciones de multa materia de la
presente reclamación.

Asimismo, el artículo 11° de la anotada ley señala que la base imponible para la
determinación del impuesto está constituida por el valor total de los predios del
contribuyente ubicados en cada jurisdicción distrital, y a efectos de determinar el valor
total de los predios, se aplicará los valores arancelarios de terrenos y valores unitarios
oficiales de edificación vigentes al 31 de octubre del año anterior y las tablas de
depreciación por antigüedad y estado de conservación, que formula el Consejo
Nacional de Tasaciones - CONATA y aprueba anualmente el Ministro de Vivienda,
Construcción y Saneamiento mediante Resolución Ministerial. Además, las
instalaciones fijas y permanentes serán valorizadas por el contribuyente de acuerdo a
la metodología aprobada en el Reglamento Nacional de Tasaciones y de acuerdo a lo
que establezca el reglamento, y considerando una depreciación de acuerdo a su
antigüedad y estado de conservación. Dicha valorización está sujeta a fiscalización
posterior por parte de la Municipalidad respectiva; y en el caso de terrenos que no
hayan sido considerados en los planos básicos arancelarios oficiales, el valor de los
mismos será estimado por la Municipalidad Distrital respectiva o, en defecto de ella,
por el contribuyente, tomando en cuenta el valor arancelario más próximo a un terreno
de iguales características.

Al respecto, para determinar el impuesto en el caso de predios sujetos a copropiedad,


la Administración debe determinar la base imponible de la totalidad del predio, y
establecer la deuda por Impuesto Predial que le corresponde a cada condómino por el
porcentaje de propiedad correspondiente, conforme la RTF N° 01439-7-2012 del
Tribunal Fiscal.

Por tanto, el monto del Impuesto Predial no tiene ninguna variación respecto a si se
declara y determina como Sucesión Indivisa o por los porcentajes correspondientes a
cada miembro de la sucesión, por aplicarse las reglas de la copropiedad al momento
de su liquidación, quedando establecido que mi persona no ha incumplido con el pago
de sus obligaciones tributarias ante la Municipalidad de San Luis.

Asimismo, la Gerencia de Servicios de Administración Tributaria en la RESOLUCION


GERENCIAL N° 034-2024-MDSL-GSAT no ha aplicado los principios que informan
tanto al Derecho Sucesorio como al Derecho de Obligaciones. Resulta sumamente
claro, dentro de la lógica del ordenamiento jurídico peruano, que tanto los créditos
como las deudas de una persona se regirán conforme a lo dispuesto en el título
constitutivo de la obligación. Sin embargo, la situación plantea diversos matices
cuando se inicia el proceso sucesorio, vale decir a la muerte del causante. En virtud de
los principios legales vigentes en nuestro país, de la lógica y de la razón, a la muerte
de una persona su patrimonio se encuentra en situación de indivisión, lo que equivale
a decir que estamos en presencia de una masa hereditaria indivisa, de la cual son
titulares, en tal condición, todos los herederos del causante. Esa masa hereditaria es
un patrimonio autónomo, respondiendo, en su integridad, por todas las deudas que se
mantuvieran respecto de terceros acreedores, quienes gozan del derecho de oponerse
a que los herederos procedan a efectuar una división y partición, en tanto no se
hubieran pagado las deudas de la herencia. Ello, en virtud de lo dispuesto
esencialmente por los artículos 871, 872, 875 y 876 del Código Civil.

Conforme lo desarrollado en los considerandos precedentes no se me puede multar


por omisión a la presentación de la declaración jurada del Impuesto Predial por los
periodos en los cuales mi persona estuvo declarando como parte de la sucesión
intestada al estar indivisa el patrimonio al no haberse aun concluido con la división y
partición de los bienes que conforman la masa hereditaria.

Por tanto, solicito se declare la PROCEDENCIA DE MI RECURSO DE APELACION,


declarándose la NULIDAD de la RESOLUCION DE MULTA Nº
00108-2023-MDSL/GSAT-SGRCD, RESOLUCION DE MULTA Nº 00109-2023-
MDSL/GSAT-SGRCD, RESOLUCION DE MULTA Nº 00110-2023-MDSL/GSAT-
SGRCD, RESOLUCION DE MULTA Nº 00111-2023-MDSL/GSAT-SGRCD y la
RESOLUCION DE MULTA Nº 00112-2023-MDSL/GSAT-SGRCD emitidas como
resultado de la presentación de lo declaración jurada en fecha 11 de abril del 2023,
según lo establecido en el Texto Único Ordenado del Código Tributario aprobado
mediante Decreto Supremo N° 133-2013-EF.
FUNDAMENTOS DE DERECHO:

 DECRETO SUPREMO N° 133-2013-EFE y sus modificatorias, que aprueba el


Texto Único Ordenado del Código Tributario.
 Texto Único Ordenado de la Ley N° 27444, "Ley del Procedimiento
Administrativo General", aprobado mediante Decreto Supremo N° 006-2017-
JUS y sus modificatorias

ANEXOS:
1 Copia de mi DNI del
2 Copia de de la RESOLUCION GERENCIAL N° 034-2024-MDSL-GSAT.

POR TANTO:
Espero se sirva proveer conforme a Ley y declarar la procedencia de mi recurso de
apelación.

Lima, 31 de enero de 2024.

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