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Registro: 172759
Materia(s): Constitucional
Página: 124
La garantía a la tutela jurisdiccional puede definirse como el derecho público subjetivo que toda
persona tiene, dentro de los plazos y términos que fijen las leyes, para acceder de manera
expedita a tribunales independientes e imparciales, a plantear una pretensión o a defenderse de
ella, con el fin de que a través de un proceso en el que se respeten ciertas formalidades, se decida
sobre la pretensión o la defensa y, en su caso, se ejecute esa decisión. Ahora bien, si se atiende a
que la prevención de que los órganos jurisdiccionales estén expeditos -desembarazados, libres de
todo estorbo- para impartir justicia en los plazos y términos que fijen las leyes, significa que el
poder público -en cualquiera de sus manifestaciones: Ejecutivo, Legislativo o Judicial- no puede
supeditar el acceso a los tribunales a condición alguna, pues de establecer cualquiera, ésta
constituiría un obstáculo entre los gobernados y los tribunales, por lo que es indudable que el
derecho a la tutela judicial puede conculcarse por normas que impongan requisitos impeditivos u
obstaculizadores del acceso a la jurisdicción, si tales trabas resultan innecesarias, excesivas y
carentes de razonabilidad o proporcionalidad respecto de los fines que lícitamente puede
perseguir el legislador. Sin embargo, no todos los requisitos para el acceso al proceso pueden
considerarse inconstitucionales, como ocurre con aquellos que, respetando el contenido de ese
derecho fundamental, están enderezados a preservar otros derechos, bienes o intereses
constitucionalmente protegidos y guardan la adecuada proporcionalidad con la finalidad
perseguida, como es el caso del cumplimiento de los plazos legales, el de agotar los recursos
ordinarios previos antes de ejercer cierto tipo de acciones o el de la previa consignación de fianzas
o depósitos.
Amparo directo en revisión 1670/2003. Fianzas México Bital, S.A., Grupo Financiero Bital. 10 de
marzo de 2004. Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Miguel Bonilla
López.
Amparo directo en revisión 806/2004. Rosa López Zúñiga y otros. 11 de agosto de 2004.
Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Leticia
Flores Díaz.
Amparo directo en revisión 1158/2005. Nicolás Alberto Ferrer Casellas. 24 de agosto de 2005.
Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Manuel González Díaz.
Amparo directo en revisión 631/2006. Almacenadora Regional del Golfo, S.A. de C.V. 4 de agosto
de 2006. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Sergio A. Valls Hernández. Ponente: Olga Sánchez
Cordero de García Villegas. Secretario: Heriberto Pérez Reyes.
Tesis de jurisprudencia 42/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
catorce de marzo de dos mil siete.
Época: Décima Época
Registro: 2009046
Página: 2157
Amparo en revisión 46/2014. Remediation and Engeneering Services de México, S.A. de C.V. 22 de
mayo de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: Víctor Francisco Mota Cienfuegos. Secretario: Karlo
Iván González Camacho.
Esta tesis se publicó el viernes 08 de mayo de 2015 a las 09:30 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.
Registro: 2015591
Materia(s): Constitucional
Página: 151
De los artículos 14, 17 y 20, apartados B y C, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, deriva el derecho de acceso
efectivo a la justicia, el cual comprende, en adición a determinados factores socioeconómicos y
políticos, el derecho a una tutela jurisdiccional efectiva y los mecanismos de tutela no
jurisdiccional que también deben ser efectivos y estar fundamentados constitucional y legalmente.
Ahora bien, en la jurisprudencia 1a./J. 42/2007, de rubro: "GARANTÍA A LA TUTELA
JURISDICCIONAL PREVISTA EN EL ARTÍCULO 17 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS
UNIDOS MEXICANOS. SUS ALCANCES.", la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación definió el acceso a la tutela jurisdiccional como el derecho público subjetivo que toda
persona tiene, dentro de los plazos y términos que fijen las leyes, para acceder de manera
expedita a tribunales independientes e imparciales, a plantear una pretensión o a defenderse de
ella, con el fin de que, a través de un proceso en el que se respeten ciertas formalidades, se decida
sobre la pretensión o la defensa y, en su caso, se ejecute tal decisión; de ahí que este derecho
comprenda tres etapas, a las que corresponden tres derechos: (i) una previa al juicio, a la que le
corresponde el derecho de acceso a la jurisdicción, que parte del derecho de acción como una
especie del de petición dirigido a las autoridades jurisdiccionales y que motiva un
pronunciamiento por su parte; (ii) una judicial, que va desde el inicio del procedimiento hasta la
última actuación y a la que concierne el derecho al debido proceso; y, (iii) una posterior al juicio,
identificada con la eficacia de las resoluciones emitidas. Ahora, los derechos mencionados
alcanzan no solamente a los procedimientos ventilados ante Jueces y tribunales del Poder Judicial,
sino también a todos aquellos seguidos ante autoridades que, al pronunciarse sobre la
determinación de derechos y obligaciones, realicen funciones materialmente jurisdiccionales.
Amparo en revisión 352/2012. Braskem, S.A. 10 de octubre de 2012. Cinco votos de los Ministros
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Olga Sánchez
Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
Secretario: Mario Gerardo Avante Juárez.
Amparo en revisión 121/2013. Ignacio Salgado García. 12 de junio de 2013. Cinco votos de los
Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena,
Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: Alfredo
Gutiérrez Ortiz Mena. Secretaria: Cecilia Armengol Alonso.
Amparo directo en revisión 3646/2013. Elías García Sánchez. 26 de febrero de 2014. Cinco votos
de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz
Mena, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Mario Gerardo Avante Juárez.
Nota: La tesis de jurisprudencia 1a./J. 42/2007 citada, aparece publicada en el Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXV, abril de 2007, página 124.
Tesis de jurisprudencia 103/2017 (10a.). Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal en
sesión de quince de noviembre de dos mil diecisiete.
Esta tesis se publicó el viernes 24 de noviembre de 2017 a las 10:35 horas en el Semanario Judicial
de la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 27 de
noviembre de 2017, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario
19/2013.
Registro: 252257
Materia(s): Administrativa
Tesis:
Página: 123
El artículo 8o. constitucional garantiza, como derecho constitucional de los gobernados, que a toda
petición debe recaer un acuerdo escrito de la autoridad a quien se haya dirigido, la cual tiene
obligación de hacer conocer ese acuerdo en breve término al peticionario. Ahora bien, si ese
derecho constitucional debe tener algún sentido y no ser una mera norma hueca e inoperante, es
claro que cuando la petición elevada a la autoridad contiene la solicitud de una conducta de dar o
de hacer a la que el peticionario estima tener derecho, y si esa petición se funda y motivo, la
respuesta de la autoridad no debe ser evasiva, o sibilina, o limitarse a dar largas al asunto, ni a
embrollarlo, sino que en forma clara y directa debe resolver sobre la pretensión deducida. Si las
autoridades consideran que la pretensión es infundada, así deben decirlo claramente, expresando
también claramente, por qué estiman improcedente o infundada la petición, a fin de dar al
peticionario una respuesta congruente con su petición, en un sentido o en otro, pero en un
sentido que ese peticionario pueda acatar o impugnar con pleno y cabal conocimiento de causa.
Resultaría contrario al espíritu de la norma constitucional que si la petición no cuenta con el
beneplácito de la autoridad, dicha petición se tenga por contestada, incongruentemente, con
respuestas evasivas, o ambiguas, imprecisas: eso no es satisfacer el derecho de petición, sino
disfrazar la negativa a satisfacerlo, y deja al peticionario en situación de indefensión, violándose de
paso el debido proceso legal que consagran los artículos 14 y 16 constitucionales. Es decir, para
que no se respire un clima de opresión y de decisiones no sujetas a derecho, sino un clima de paz y
precisamente el correspondiente a un estado de derecho, es menester que las autoridades
resuelvan las peticiones en forma franca clara, dando razón completa del por qué no se otorga lo
solicitado, y dando al gobernado los elementos para aceptar o impugnar su negativa, de manera
que dichas autoridades tengan por mayor interés que sus conflictos con los gobernados sean
compuestos (aun judicialmente) en cuanto al mérito de sus pretensiones, que negar lo que no
quieren conceder mediante el camino de las imprecisiones los laberintos, lo que más bien da
impresión de que se pretende obstaculizar la petición del quejoso y el que pueda llegar a
plantearla sólidamente ante los tribunales, o sea, el prevalecer de la potestad sobre el derecho. Y
es fundada la argumentación del quejoso de que la respuesta recaída a su petición no es
congruente con ella, si esa respuesta no resuelve sobre si procede o no, conceder la pretensión
que deduce, sino que en forma ambigua, imprecisa, se limita a decir que una vez que se cumpla
con los requisitos de ciertos preceptos "y demás relativos" se procederá en los términos que
ordenan los mismos. Para que la respuesta hubiera sido congruente, debió decirse con toda
claridad y precisión cuáles eran todos los preceptos aplicables, qué requisitos concretos debió
satisfacer el peticionario en opinión de la autoridad, y cuáles serían las consecuencias de
satisfacerlos o no, a fin de que con esa respuesta el gobernado supiese ya a qué atenerse respecto
a su pretensión, o del acatamiento o de la impugnación de la respuesta recibida.
Amparo en revisión 510/78. José Mancebo Benfield. 23 de agosto de 1978. Unanimidad de votos.
Ponente: Guillermo Guzmán Orozco. Secretario: Víctor Manuel Alcaraz B.
Nota: Por ejecutoria de fecha 5 de septiembre de 2003, la Segunda Sala declaró inexistente la
contradicción de tesis 95/2003-SS en que participó el presente criterio.
JP de mensajería
Registro: 2003965
Materia(s): Común
Página: 806
El servicio público de correos es un área estratégica reservada al Estado en forma exclusiva o a los
organismos descentralizados que se establezcan para dicho fin; por esa razón, al ser Correos de
México un organismo descentralizado y un ente público, sus oficinas son las facultadas para recibir
escritos iniciales de demanda cuando el promovente radique fuera del lugar de residencia del
juzgado o tribunal que debe conocer de un juicio de amparo, y la fecha de su presentación debe
servir como base para el cómputo del plazo previsto para determinar su oportunidad; por tanto, la
presentación de esos escritos en las agencias privadas de paquetería y mensajería no es válida
para el cómputo correspondiente, pues los servicios prestados por estas últimas son sólo para
esos efectos, pero no se equiparan al servicio de correos, independientemente de cómo se
contrate, porque constituye un acto entre particulares que no genera certidumbre, pese a la
autorización que éstos tengan para desarrollar sus actividades; por tanto, si el escrito inicial de
demanda no se presenta a través de Mexpost, sino de alguna empresa de paquetería y
mensajería, será la fecha de recepción en el juzgado o tribunal que deba conocer del juicio
respectivo la que se tendrá como fecha cierta de su presentación.
Contradicción de tesis 93/2013. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materias
Administrativa y de Trabajo del Décimo Primer Circuito, el entonces Tercer Tribunal Colegiado del
Décimo Circuito, actual Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y de Trabajo del Décimo
Circuito y el entonces Segundo Tribunal Colegiado del Octavo Circuito, actual Tribunal Colegiado
en Materias Civil y de Trabajo del Octavo Circuito. 24 de abril de 2013. Mayoría de cuatro votos.
Disidente: José Fernando Franco González Salas. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos.
Secretaria: Claudia Mendoza Polanco.
Tesis de jurisprudencia 92/2013 (10a.). Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en
sesión privada del quince de mayo del dos mil trece.
Época: Novena Época
Registro: 164960
Materia(s): Común
Página: 1052
De los artículos 1o. a 4o. de la Ley del Servicio Postal Mexicano, se advierte que la denominación
de oficina de correos utilizada en el artículo 25 de la Ley de Amparo, considerada como el sitio
donde las partes pueden presentar sus promociones en el juicio de garantías cuando residan fuera
del lugar del juzgado o tribunal que conoce del juicio o del incidente de suspensión, para que se
tengan por presentadas en la fecha del depósito, corresponde a las oficinas del organismo
descentralizado Servicio Postal Mexicano, que es el que presta el servicio público de correos. En
ese sentido, las promociones depositadas en una compañía particular de mensajería no pueden
entenderse incluidas en el supuesto aludido y, por tanto, para determinar si se presentaron dentro
del plazo establecido al efecto no puede tomarse como punto de partida la fecha de depósito, sino
aquella en la que se recibió por el juzgado o tribunal.
Reclamación 10/2010. Laura Nuria Hidalgo Sánchez. 3 de marzo de 2010. Cinco votos. Ponente:
Luis María Aguilar Morales. Secretaria: Tania María Herrera Ríos.
Época: Novena Época
Registro: 168858
Materia(s): Común
Tesis: II.1o.A.37 K
Página: 1375
El artículo 28, fracción I, de la Ley de Amparo establece que las notificaciones que se realicen a las
autoridades responsables que tengan su residencia fuera del lugar donde ejerce jurisdicción el
juzgado del conocimiento, deberán hacerse por correo en pieza certificada con acuse de recibo;
por ello, debe entenderse que el citado precepto circunscribe su realización por conducto del
Servicio Postal Mexicano, a través de los documentos que comprueben la entrega de la pieza
postal respectiva, resultando necesario cumplir con lo previsto en los artículos 27 y 42 de la ley
que rige a dicho organismo. Por tanto, las notificaciones realizadas por medio de las empresas
privadas de mensajería no tienen valor probatorio pleno, al no ser practicadas a través de la
mencionada dependencia oficial.
Registro: 2010015
Materia(s): Común
Página: 317
Recurso de reclamación 801/2014. Ann Louise de la Mora Sherer. 29 de octubre de 2014. Cinco
votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Jorge Mario Pardo
Rebolledo, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Ponente:
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretaria: Carmina Cortés Rodríguez.
Recurso de reclamación 806/2014. Ann Louise de la Mora Sherer. 29 de octubre de 2014. Cinco
votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Jorge Mario Pardo
Rebolledo, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Ponente:
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretaria: Carmina Cortés Rodríguez.
Nota: Este criterio ha integrado la jurisprudencia 1a./J. 75/2018 (10a.), publicada en el Semanario
Judicial de la Federación del viernes 7 de diciembre de 2018 a las 10:19 horas y en la Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 61, Tomo I, diciembre de 2018, página
134, de título y subtítulo: "RECURSO DE RECLAMACIÓN. PARA DETERMINAR LA OPORTUNIDAD DE
SU PRESENTACIÓN NO DEBE CONSIDERARSE LA FECHA DE ENTREGA DEL ESCRITO RELATIVO EN
UNA EMPRESA PRIVADA DE PAQUETERÍA Y MENSAJERÍA."
Esta tesis se publicó el viernes 25 de septiembre de 2015 a las 10:30 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.
Registro: 2017857
Página: 831
ACTAS NOTARIALES. INTERPRETACIÓN CONFORME DE LOS ARTÍCULOS 129, 130 Y 131 DE LA LEY
DEL NOTARIADO PARA EL DISTRITO FEDERAL, APLICABLE EN LA CIUDAD DE MÉXICO.
De los artículos citados se advierte que para practicar una notificación, basta que el notario
asiente en el acta que levanta para tal efecto, el nombre y apellidos que manifieste tener la
persona con quien se realice la actuación, sin necesidad de las demás generales; y que cuando la
notificación no pueda practicarse con alguna persona, pero el notario se haya cerciorado de que el
buscado tiene su domicilio en el lugar señalado, puede incluso practicarla depositando por
cualquier acceso el instructivo en el interior del inmueble indicado. Aunado a lo anterior, del
contenido de los artículos 125 y 156 de la misma ley, se advierte que las actas notariales de
notificación constituyen documentales públicas preconstituidas con valor pleno tasado en la ley,
salvo prueba en contrario. Ahora bien, las indicadas formalidades legales previstas por el legislador
para configurar un acta notarial de notificación, aun cuando no prevén expresamente que el
notario deba hacer constar en las actas de notificación los pormenores de su actuación; admiten
una interpretación conforme con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y con el
derecho de audiencia, en el sentido de que se debe tener por exigido que el notario haga constar
la descripción pormenorizada de las actuaciones señaladas en los mismos; esto es, permiten
entender que implícitamente se exige al Notario que haga constar en el acta respectiva las
circunstancias y pormenores de su actuación, con lo que quedarían comprendidas diversas
cuestiones fácticas susceptibles de ser verificadas (o refutadas) ex post, en el juicio donde se
ofrezcan como prueba. En consecuencia, respecto de los preceptos 129, 130 y 131 de la Ley del
Notariado para el Distrito Federal, se debe tener por exigido, en lo conducente, que el Notario
haga constar la descripción pormenorizada de las actuaciones señaladas en esos preceptos.
Esta tesis se publicó el viernes 21 de septiembre de 2018 a las 10:30 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.
Época: Novena Época
Registro: 186650
Materia(s): Civil
Tesis: XX.2o.15 C
Página: 1261
De la interpretación sistemática del contenido de los artículos 92, 109, 117, 118, 119 y 122 de la
Ley del Notariado para el Estado de Chiapas, vigente del uno de marzo de mil novecientos noventa
al veintidós de marzo de dos mil, se desprende que el notario público sólo podía autorizar actos
jurídicos y dar fe de hechos presenciados por él, mediante escrituras y actas, respectivamente,
consignando en ellas los requisitos señalados en la propia normatividad y que debían hacer
constar en el protocolo a su cargo; de ahí que si el acta respectiva de la certificación notarial de un
documento no fue registrada en el libro de mérito, con independencia de que en ella se contengan
otros requisitos, como son la fecha de la certificación, día y hora en que se verificó la ratificación,
los nombres de las personas que ratificaron las firmas, la fecha y clase de documento, así como el
sello de la notaría, nombre y firma del notario, es válido concluir que aquél carece de fecha cierta.
Amparo directo 481/2001. Ricardo López Montoya. 20 de febrero de 2002. Unanimidad de votos.
Ponente: Alma Rosa Díaz Mora. Secretario: Humberto Barrientos Molina.
Amparo directo 234/2002. Enrique Moreno Coronel. 10 de julio de 2002. Unanimidad de votos.
Ponente: Carlos Arteaga Álvarez. Secretario: Raúl Mazariegos Aguirre.
Registro: 2002782
Materia(s): Civil
Página: 1224
El artículo 95 de la Ley del Notariado del Estado de Yucatán abrogada, establece que en toda acta
notarial se observarán, entre otros requisitos, el nombre y apellido del notario, el número de la
notaría, el lugar y la fecha en que se extienda el acta que firmarán las partes o las personas que
éstas designen, también los testigos y los intérpretes si los hubiere y las personas que, en su caso,
hubiesen leído el acta por alguna de las partes y, por último, el notario, quien además de su firma
pondrá su sello -ambos requisitos son necesarios-. Por su parte, el diverso numeral 97 prevé que
después de cumplir los requisitos previos, el notario, bajo cuya fe haya pasado el acto o contrato,
extenderá al margen de las escrituras razón de su autorización, con mención de la fecha y el lugar
de ésta. Consecuentemente, si en la certificación relativa al acta notarial, el fedatario hace constar
que se trata de una copia fiel y exacta del original que obra en su protocolo, sin señalar que puso
su firma y sello, siendo ambos requisitos necesarios, como lo dispone el referido artículo 95,
entonces no tiene el carácter de documento de fecha cierta, al no cumplir con esos requisitos
esenciales.
Amparo en revisión 64/2012. Carlos Javier Flores Mendoza o Carlos Javier Florez Mendoza y otro.
23 de mayo de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Gabriel Alfonso Ayala Quiñones. Secretario:
José Guadalupe Orta Méndez.
Amparo en revisión 104/2012. Luis Fernando Pereira Magaña. 13 de junio de 2012. Unanimidad de
votos. Ponente: Elvira Concepción Pasos Magaña. Secretaria: Gilda Susana Sánchez Molina.
Registro: 194146
Materia(s): Civil
Tesis: II.1o.C.178 C
Página: 538
ESCRITURA PÚBLICA Y ACTA NOTARIAL. ACTOS Y HECHOS QUE LAS GENERAN (LEGISLACIÓN DEL
ESTADO DE MÉXICO).
Amparo directo 405/98. Rogelio Everardo Jiménez. 12 de febrero de 1999. Unanimidad de votos.
Ponente: Ricardo Romero Vázquez. Secretaria: Elizabeth Serrato Guiza.
Época: Novena Época
Registro: 200193
Instancia: Pleno
Tesis: P. XXXIX/96
Página: 472
TESTIMONIOS NOTARIALES. REQUISITOS QUE DEBEN CONTENER (LEY DEL NOTARIADO PARA EL
DISTRITO FEDERAL).
De acuerdo con los artículos 93, 94, 95 y 105 de la Ley del Notariado para el Distrito Federal, los
testimonios expedidos por notario público, son copias en las que se transcribe íntegramente una
escritura o un acta notarial y se transcriben o incluyen reproducidos los documentos anexos que
obran en el apéndice, debiendo contener como requisitos los siguientes: a). Las hojas que integren
un testimonio irán numeradas progresivamente y llevarán al margen la rúbrica y sello del notario.
b). Al final de cada testimonio se hará constar si es el primero, segundo o ulterior número ordinal.
c). El nombre del o de los que hayan intervenido en la operación y que hayan solicitado su
expedición, y d). El número de páginas del testimonio. Ahora bien, si en el testimonio no consta el
cumplimiento de los requisitos mencionados, el testimonio carece de validez y valor probatorio
pleno, ya que no se cubren los requisitos de validez que contempla el artículo 129 del Código
Federal de Procedimientos Civiles de aplicación supletoria al juicio de amparo, resultando no aptos
para demostrar en el juicio la existencia de los supuestos de facto de los que depende el interés
jurídico del quejoso.
Amparo en revisión 572/94. Demi, S.A. de C.V. 26 de febrero de 1996. Unanimidad de once votos.
Ponente: Olga María Sánchez Cordero. Secretario: Carlos Mena Adame.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el doce de marzo en curso, aprobó, con el
número XXXIX/1996, la tesis que antecede; y determinó que la votación es idónea para integrar
tesis de jurisprudencia. México, Distrito Federal, a doce de marzo de mil novecientos noventa y
seis.