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TEMA 7. ANATOMÍA DEL APARATO DIGESTIVO.

ÍNDICE

1. Introducción. 2
2. Funciones del aparato digestivo. 2
3. Histología del aparato digestivo. 3
4. Regulación de los procesos digestivos. 5
4.1. Inervación intrínseca. 5
4.2. Inervación extrínseca. 5
5. Partes del tubo digestivo. 6
2.1. Boca 6
2.2. Faringe 6
2.3. Esófago 6
2.4. Estómago. 7
2.5. Intestino delgado. 9
2.6. Intestino grueso 10
6. Las glándulas anejas. 11
6.1. Glándulas salivales. 11
6.2. Hígado. 12
6.3. La vesícula biliar 14
6.4. Páncreas. 14

1. Introducción.

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Como ya hemos visto, los seres humanos necesitamos de un
aporte continuo de nutrientes para realizar las funciones
vitales, nutrientes que obtenemos a partir de los alimentos
que ingerimos. Sin embargo, la mayoría de estos nutrientes
se encuentran en forma de macromoléculas imposibles de
utilizar de forma directa por nuestras células, siendo
necesario que se descompongan en unidades más sencillas
capaces de ser absorbidas y utilizadas. Además, no todas las
sustancias ingeridas son utilizables y por tanto, aptas para
ser eliminadas junto con otras sustancias tóxicas producto
del metabolismo. El encargado de realizar todas estas
funciones es el aparato digestivo.
El aparato digestivo es un tubo que está abierto en ambos
extremos (boca y ano), en el cual se distinguen distintas
zonas especializadas: boca, faringe, esófago, estómago,
intestino delgado, intestino grueso y recto. Forman también
parte de él varios órganos accesorios que vierten sus
secreciones en distintos segmentos del tubo (glándulas
salivales, hígado y vesícula biliar, y páncreas) que intervienen
en el proceso digestivo.
Las estructuras del aparato digestivo contenidas en la cavidad abdominal están cubiertas
por el peritoneo, membrana serosa con dos hojas: visceral, que recubre las vísceras
abdominales, y parietal, que recubre las paredes de la cavidad abdominal.

2. Funciones del aparato digestivo.

La función principal del aparato digestivo es la nutrición, pero en general, podemos decir
que esta función se realiza mediante seis procesos o funciones básicas:

● Ingestión: es el proceso que consiste en llevarse los alimentos y líquidos a la boca.


● Secreción: cada día, las células de la pared del tubo digestivo y los órganos
auxiliares secretan casi 7 litros de agua, ácidos, amortiguadores y enzimas en la luz
del tubo digestivo.
● Motilidad (mezclado y propulsión): la contracción y relajación alternadas del
músculo liso de la pared del tubo digestivo mezcla los alimentos y secreciones,
además de impulsarlos en dirección al ano. Esta característica del tubo digestivo de
mezclar y mover material en su interior, se denomina motilidad.
● Digestión: diversos procesos mecánicos y químicos desdoblan los alimentos
ingeridos en moléculas más pequeñas para que puedan ser absorbidas. Se
distinguen dos tipos de digestión, mecánica y química. En la digestión mecánica,
los dientes como órganos accesorios cortan y trituran los alimentos antes de
deglutirlos, después de lo cual se mezclan por acción del músculo liso del estómago
e intestino delgado. Como consecuencia de ello, las moléculas de los alimentos se
disuelven y mezclan con las enzimas digestivas. En la digestión química, las
moléculas grandes de carbohidratos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos de los
alimentos se dividen en otras más pequeñas, por hidrólisis. Las enzimas digestivas,

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producidas por glándulas salivales, estómago, páncreas e intestino delgado,
catalizan estas reacciones. Unas cuantas sustancias de los alimentos pueden
absorberse sin digestión química, entre ellas aminoácidos, colesterol, glucosa,
vitaminas, minerales y agua.
● Absorción: durante esta fase, los líquidos secretados y las moléculas pequeñas de
nutrientes, productos de la digestión, entran en las células epiteliales que revisten la
luz del tubo digestivo, por transporte activo o difusión pasiva. Las sustancias
absorbidas pasan a la sangre o linfa y circulan a las células de todo el cuerpo.
● Defecación: los desechos, sustancias no digeribles, bacterias, células que se
desprenden del revestimiento del tubo digestivo y materiales digeridos que no fueron
absorbidos salen del cuerpo por el ano, en el proceso llamado defecación. El
material eliminado en ésta se denomina heces o material fecal.

3. Histología del aparato digestivo.

En general, desde el esófago hasta el conducto anal, las paredes del tubo digestivo están
formadas por las siguientes capas de dentro afuera:
● mucosa: es la capa más interna y a su vez está formada por tres capas: un epitelio
que tiene contacto con el contenido del tubo digestivo, una capa subyacente de
tejido conjuntivo laxo llamado lámina propia, y una capa muscular llamada muscular
de la mucosa.
○ El epitelio empieza como estratificado plano no queratinizado en la boca,
faringe y esófago para continuar como epitelio cilíndrico simple en estómago
e intestinos. Entre las células epiteliales se localizan las células caliciformes,
células exocrinas que secretan moco y líquido en la luz digestiva, además de
varios tipos de células endocrinas (llamadas colectivamente
enteroendocrinas), que secretan hormonas en la sangre.
○ La lámina propia contiene numerosos vasos sanguíneos y pequeños ganglios
linfáticos, por los cuales se absorben los nutrientes del tubo digestivo para
llegar a otros tejidos y sirven de protección frente a enfermedades
infecciosas.
○ La muscular de la mucosa, es una delgada capa de fibras de músculo liso y
hace que la mucosa del estómago e intestino delgado presente numerosos
pliegues pequeños, los cuales aumentan el área de superficie para la
digestión y la absorción. Los movimientos de la muscular hacen que todas
las células de absorción estén expuestas al contenido del tubo digestivo.
● submucosa: formada por tejido conjuntivo laxo. Esta capa está muy vascularizada
por vasos sanguíneos y presenta además el plexo de Meissner, una gran
inervación nerviosa que controla principalmente la secreción de las células entéricas
exocrinas, formando parte de lo que se conoce como el sistema nervioso entérico
(SNE) y por lo que reviste importancia en el control de las secreciones del tubo
digestivo.
● muscular: es una capa de fibras musculares muy potente que permite los
movimientos peristálticos de todo el tubo digestivo. Está formada por músculo liso,
generalmente dispuesto en dos capas: una lámina interna de fibras circulares y otra
externa de fibras longitudinales. Las contracciones involuntarias del músculo liso

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ayudan al desdoblamiento físico de los alimentos, su mezclado con las secreciones
digestivas y su propulsión por el tubo digestivo. Entre ambas capas de fibras
musculares se sitúa otro plexo del sistema nervioso entérico, el mientérico o plexo
de Auerbach, el cual controla estos movimientos peristálticos, particularmente en lo
relativo a la frecuencia y fuerza de las contracciones de la muscular.
La muscular de boca, faringe y el esófago superior también incluye músculo estriado
esquelético para la deglución voluntaria. Además, dicho músculo forma el esfínter
externo del ano, lo cual posibilita el control voluntario de la defecación.
● serosa: es la capa más externa. Está formada por tejido conjuntivo laxo con gran
cantidad de células adiposas y establece el límite entre el tubo digestivo y la cavidad
abdominal y forma parte del peritoneo (hoja visceral).
El peritoneo es la serosa más grande del cuerpo y consta de dos capas, una más
interna formada por epitelio simple plano (denominada capa visceral o mesotelio)
que recubre los órganos internos, y otra más externa o parietal formada por tejido
conjuntivo que reviste la cavidad abdominal y sirve de sostén. Entre ambas capas,
visceral y parietal, existe un espacio virtual llamado cavidad peritoneal, que contiene
el líquido peritoneal. Este líquido es tan sólo de 100 ml por lo que está en continua
producción, circulación y reabsorción, y sirve para que los órganos abdominales
puedan moverse sin fricciones. El peritoneo y la cavidad peritoneal suelen pasar
desapercibidos en las pruebas de imagen ya que tienen un grosor menor de 1 mm.
Sin embargo, estas estructuras pueden inflamarse en procesos patológicos
(peritonitis) o verse bien delimitadas cuando están ocupadas de líquido (ascitis).

4. Regulación de los procesos digestivos.

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Para que tengan lugar sus procesos básicos, el tubo digestivo necesita que el sistema
nervioso actúe sobre él. Este proceso se conoce como inervación y es de dos tipos:
inervación intrínseca e inervación extrínseca.

4.1. Inervación intrínseca.

Este tipo de inervación se lleva a cabo por el llamado sistema nervioso entérico (SNE).
Hasta no hace muchos años este sistema no se reconocía como tal. Estructuralmente y
desde el punto de vista neuroquímico, el SNE tiene la particularidad de funcionar de manera
independiente y es por ello que incluso se le denomina “el segundo cerebro”. En él
encontramos más neuronas que en la propia médula espinal.
Esta inervación se basa en la presencia de dos plexos (red entrecruzada de nervios, vasos
linfáticos y vasos sanguíneos): el plexo de Meissner y el plexo de Auerbach (o mientérico).
Ambos plexos están formados por una compleja red de neuronas sensitivas y motoras
conducidas por más neurotransmisores que los que pueden encontrarse en cualquier
otra parte del sistema nervioso periférico, lo que le permite llevar a cabo la mayoría de sus
funciones en ausencia del control central, donde la acetilcolina es el principal
neurotransmisor excitatorio y responsable de la contracción muscular y por lo tanto del
peristaltismo, así como también de la secreción de agua y electrolitos y del estímulo de las
células gástricas. La dopamina es otro de los neurotransmisores más importantes del SN
entérico, pero también participa en la regulación de diversas funciones como la conducta
motora, la emotividad y la afectividad, hecho que explicaría el que las emociones estén
íntimamente ligadas a la función digestiva.
Las neuronas sensitivas actúan como quimiorreceptores (se estimulan ante la presencia de
sustancias químicas incluidas en los alimentos) y otras como mecanorreceptores (los cuales
responden a la distensión de las paredes de los órganos producida por el acceso del
alimento a su interior).
Las neuronas motoras serían las responsables de la contracción muscular y la secreción de
las células.

4.2. Inervación extrínseca.

Este tipo de inervación es externa al sistema digestivo y procede del sistema nervioso
autónomo: la inervación simpática y la inervación parasimpática.
● Inervación simpática: su función principal es inervar a los plexos submucoso y
mientérico. Cuando se activan las fibras simpáticas, se inhiben las neuronas de los
plexos entéricos y, por lo tanto, también la actividad motora en la capa muscular.
● Inervación parasimpática: casi toda la inervación del tracto gastrointestinal es
llevada a cabo por el nervio vago. Este posee ramificaciones que se dirigen desde el
inicio del aparato digestivo hacia la primera mitad del intestino grueso. Las fibras
parasimpáticas tienen la capacidad de estimular la función motora y secretora del
tubo digestivo, es decir, realizan la acción opuesta a las fibras simpáticas.

5. Partes del tubo digestivo.

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2.1. Boca

Es el orificio de entrada del aparato digestivo y es la encargada de recibir el alimento. Se


abre al exterior a través de los labios y se comunica con la faringe, la siguiente porción del
aparato digestivo.
Dentro de ella encontramos los dientes, cuya función es desgarrar, triturar y masticar los
alimentos, y la lengua, que tiene gran movilidad y ayuda en la masticación y deglución. En
el dorso de la lengua se sitúan las papilas gustativas, en las que reside el sentido del gusto.
En la boca vierten sus secreciones las glándulas salivales (la saliva), la cual tiene función
lubricante (facilitando la masticación y deglución), y enzimática.
Tanto la masticación de los alimentos como la mezcla de los mismos con la saliva da lugar a
la formación del bolo alimenticio, constituyendo la primera fase de la digestión.

2.2. Faringe

Es un tubo de unos 12 cm de longitud


y es un tramo común a los aparatos
respiratorio y digestivo. En ella se
distinguen 3 zonas, la nasofaringe
(comunica con la cavidad nasal), la
orofaringe (comunica con la boca y
es el inicio de la vía digestiva) y la
laringofaringe. Es en esta parte
donde se cruzan las vías respiratoria
y digestiva. Se continúa por la parte
posterior con el esófago y por la parte
anterior con la laringe.

2.3. Esófago

Es un tubo de unos 25 cm de largo que se sitúa por


detrás de la tráquea y por delante de la columna
vertebral y une la faringe con el estómago,
atravesando el diafragma a través del hiato
esofágico. Se divide en tres porciones o regiones, la
cervical, torácica y abdominal.
En ambos extremos del esófago podemos encontrar
dos esfínteres, el esfínter esofágico superior y el
esfínter esofágico inferior, que se encargan de regular
el paso del bolo alimenticio y los líquidos al esófago y
hasta el estómago. Su pared muscular facilita el
movimiento y el avance del bolo alimenticio, por tanto
su principal función es conducir los alimentos y los
líquidos hacia el estómago.
En cuanto a su histología, a nivel de la mucosa el
esófago contiene unas glándulas (glándulas
esofágicas) que secretan moco que humedece su

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interior, facilita el paso del alimento y protege a la mucosa de la posible agresión de los
jugos gástricos (en su porción distal). En la capa muscular presenta fibras estriadas de
contracción voluntaria en su porción proximal, mientras que en las porciones media y distal
son de tipo liso (contracción involuntaria).

2.4. Estómago.

Es un órgano hueco con forma de bolsa tipo gaita, situado en el cuadrante superior
izquierdo del abdomen, por debajo del diafragma. Tiene una gran capacidad de dilatación
para albergar, mezclar y almacenar los alimentos, unos 1.200 ml de volumen de media,
aunque su tamaño varía considerablemente según esté lleno o vacío. Posteriormente, los
alimentos ingeridos se van vaciando en pequeños intervalos hacia el duodeno gracias a los
movimientos peristálticos, por lo que el vaciamiento gástrico completo necesita varias horas
después de una comida. En su anatomía, se describen dos caras (anterior y posterior) y
dos curvaturas, la mayor o convexa y la menor o cóncava.

Funcionalmente se pueden señalar varias


partes bien diferenciadas en el estómago:

● Cardias: es un orificio que comunica


el estómago con la porción inferior del
esófago, en concreto con el esfínter
esofágico inferior. Cuenta con fibras
musculares que contribuyen a impedir que el
contenido ácido del estómago refluya hacia
el esófago.
● Fundus: es la zona más superior del
estómago, localizada por encima del cardias.
● Cuerpo: es la zona central del
estómago y supone la mayor parte. Presenta
unas rugosidades en su mucosa y es donde
tienen las contracciones más potentes.

● Antro pilórico: es la parte inferior del estómago y anterior al píloro.


● Píloro: es un engrosamiento de las fibras musculares de la pared del tubo digestivo
que actúa a modo de esfínter con la finalidad de controlar el vaciado gástrico.
Normalmente se encuentra en estado de contracción y comunica el estómago con la
primera porción del intestino delgado, el duodeno.

Al igual que todo el tubo digestivo, la pared estomacal está formada por varias capas, donde
destacan la capa mucosa y la muscular:

● La mucosa es de carácter glandular, y toda ella presenta unos pliegues a modo de


crestas para aumentar la superficie de contacto entre el alimento y la secreción
gástrica. En las glándulas gástricas existen diferentes tipos de células, cada una de
las cuales produce una sustancia diferente:

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○ Células mucosas: producen mucina y bicarbonato, para proteger a la
mucosa de la agresión del ácido clorhídrico.
○ Células principales: son las más numerosas y producen pepsinógeno y
lipasa gástrica.
○ Células parietales u oxínticas, productoras de ácido clorhídrico y factor
intrínseco (necesario para la absorción de la vitamina B12).
○ en la región del antro pilórico, encontramos diferentes células endocrinas
productoras de hormonas que pasan directamente a la sangre:
■ células G que producen gastrina, sustancia que pasa directamente a
la sangre y estimula la secreción de ácido clorhídrico y pepsinógeno.
■ células D que producen somatostatina.
■ células EC (enterocromafines) que producen serotonina.
■ células secretoras de ghrelina, hormona que actúa centralmente
(cerebro) para estimular la ingesta de alimentos.

● La capa muscular es muy potente y a su vez se subdivide en tres capas de fibras


musculares dispuestas en sentido longitudinal, en sentido circular y en sentido
oblicuo. Todas estas fibras al contraerse, producen 2 tipos de movimientos
fundamentales para el proceso de la digestión:
○ Movimiento de mezclado: mezcla el alimento con el jugo gástrico
rompiéndolo en pequeñas partículas y transformando el bolo alimenticio en el
quimo.
○ Movimiento peristáltico: favorece el avance del quimo el cual pasará a través
del píloro al duodeno.

Las funciones del estómago son varias:


1. Sirve como reservorio del alimento, almacenándolo hasta que pueda ser parcialmente
digerido y posteriormente desplazado al intestino delgado.
2. Secreta el jugo gástrico, que contiene ácidos y enzimas necesarias para la digestión de
los alimentos.

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3. Secreta factor intrínseco, necesario para la absorción de la vitamina B12.
4. Produce la gastrina, la cual estimula la secreción gástrica de ácido clorhídrico y
pepsinógeno, necesarios para la digestión.
5. Produce bicarbonato, necesario para contrarrestar la acción del pH del ácido clorhídrico.
5. Gracias al bajo pH que proporciona el ácido clorhídrico (pH en torno a 2), ayuda en la
protección del organismo al destruir las bacterias patógenas ingeridas con la comida o el
moco del tracto respiratorio.
6. Interviene en el proceso de la absorción de sustancias, ya que aunque la mayor parte de
sustancias son absorbidas a nivel de intestino delgado, en el estómago también se absorbe
parte.

2.5. Intestino delgado.

Es la porción del tubo digestivo más larga, ocupando casi toda la cavidad abdominal. Mide
en una persona viva de 3 a 4 metros en forma de asas intestinales plegadas unas sobre
otras, y se extiende desde el píloro hasta la válvula ileocecal. En él se lleva a cabo la parte
más importante de la digestión, la absorción de las sustancias nutritivas de los alimentos.
Consta de las siguientes partes:

● duodeno: es la primera porción del intestino delgado y la más corta, unos 25 cm. En
él desemboca la bilis procedente del hígado y el jugo pancreático del páncreas a
través de la ampolla de Vater;
● Yeyuno e íleon: constituyen la mayor parte del intestino delgado y se disponen en
forma de asas dotadas de gran movilidad peristáltica. El límite entre el yeyuno y el
íleon es poco claro. El íleon es la parte más larga (unos 2 metros) y se comunica con
el intestino grueso mediante la válvula ileocecal, la cual evita el retroceso del
contenido intestinal desde el colon.

La mucosa del intestino delgado tiene una estructura macro y microscópica característica
adaptada a su función digestiva y absortiva, presentando una serie de pliegues o
vellosidades. La superficie de cada una de estas vellosidades a su vez está tapizada por

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los enterocitos (las células del intestino), cuya membrana apical se pliega dando lugar a las
microvellosidades conocidas como “borde en cepillo”, que lo dotan de una gran
superficie de absorción (unos 40 m2).
Además, entre las vellosidades intestinales se localizan las placas de Peyer, que colaboran
en los procesos inmunitarios y las criptas de Lieberkhün (el fondo de la vellosidad con
carácter glandular), donde se sintetizan las enzimas digestivas lipasa, peptidasas, amilasas
y disacaridasas, por tanto, el jugo intestinal interviene en la digestión de todos los
nutrientes, principalmente los hidratos de carbono, además de producir enzimas necesarias
para la digestión del resto. En las criptas de Lieberkhün también se sitúan las denominadas
células de Paneth, las cuales secretan lisozima, una enzima bactericida que además es
capaz de fagocitar. Esta enzima desempeña una función clave en la regulación de la
población microbiana intestinal.
En cuanto a la submucosa duodenal, contiene las glándulas de Brunner, las cuales son
exclusivas del duodeno y secretan un moco alcalino que permite la actuación de los
enzimas pancreáticos, además de ayudar a neutralizar el ácido gástrico del quimo.

Una vez mezclado con las secreciones intestinales, el quimo pasa a llamarse quilo. Las
paredes del intestino delgado tienen también capacidad contráctil, permitiendo la mezcla de
su contenido y su propulsión hacia adelante, al intestino grueso.

2.6. Intestino grueso

Constituye la última parte del tubo digestivo. Es un tubo de unos 1.5-2 metros de longitud y
unos 6 cm de diámetro, que se extiende desde la válvula ileocecal del intestino delgado
hasta el ano. Alberga multitud de bacterias capaces de fermentar algunos componentes de
los alimentos no digeridos, que además participan en la síntesis de algunas vitaminas y
protegen al organismo inhibiendo el crecimiento de microorganismos patógenos. En él ya no
se procesan los alimentos, sino que se encarga de absorber las vitaminas creadas por las
bacterias que habitan en el colon, los minerales y el agua restante, compactar los
excrementos y almacenar la materia fecal al recto hasta que sea eliminada por el ano.
Podemos distinguir varias regiones:

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● Ciego: es un fondo de saco situado en la fosa ilíaca derecha que comunica con el
íleon a través de la válvula íleocecal, del que parte el apéndice vermiforme, rico en
tejido linfático. Cuando se inflama, el apéndice puede perforarse y verter su
contenido en el peritoneo que lo envuelve, originando peritonitis y septicemia si no
se extirpa rápidamente.
● Colon: empieza como colon ascendente, se continúa como transverso, colon
descendente y colon sigmoideo.
● Recto: constituye la última porción del intestino grueso, comunicándose con el
exterior a través del esfínter anal.

En cuanto a su aspecto externo, sólo destacaremos la presencia de unos pliegues


transversales que le dan un aspecto segmentado característico de esta parte del aparato
digestivo, las haustras cólicas. Se producen por contracción de las fibras musculares
circulares de la pared muscular del colon y tienen la finalidad de mezclar el contenido
intestinal y favorecer la absorción de agua y electrolitos, retrasando el proceso de
propulsión natural de las sustancias de desecho en dirección al ano.

6. Las glándulas anejas.

Las glándulas anejas se localizan fuera del tubo digestivo, pero producen y/o secretan
sustancias que son vertidas a él mediante conductos y que son necesarias para la digestión
del alimento. Son las glándulas salivales, el hígado, la vesícula biliar y el páncreas.

6.1. Glándulas salivales.

Situadas en la cavidad bucal, son las encargadas de producir la saliva. Existen dos tipos de
glándulas salivales, las menores y las mayores:
● Las glándulas menores son muy numerosas
(entre 600 y 1000), producen entre el 5 y el 10% de la
saliva y están esparcidas por toda la mucosa oral.
● Las glándulas mayores son las principales
encargadas de secretar saliva a la boca, cada una a

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través de un conducto. En pares (6 en total), éstas son las parótidas, las
sublinguales y las submaxilares.

6.2. Hígado.

Es el órgano más grande de nuestro cuerpo. Está situado en el abdomen, en el hipocondrio


derecho por debajo del diafragma y tiene un peso aproximado en el adulto de 1.500 gr.
Tiene una cara parietal convexa o diafragmática y otra visceral cóncava que contacta con
los órganos adyacentes. En la cara visceral del hígado se encuentra la vesícula biliar y el
hilio hepático, que es la zona de entrada y salida de la arteria hepática, la vena porta y el
conducto hepático.

El hígado se divide por el ligamento falciforme en dos lóbulos principales, derecho e


izquierdo. El lóbulo derecho se divide a su vez en otros dos lóbulos, el lóbulo cuadrado y
el lóbulo caudado. Cada lóbulo a su vez se divide en lobulillos o acinos hepáticos, que
son considerados la unidad funcional del órgano. Cada lobulillo tiene forma hexagonal y
está formado por hepatocitos dispuestos alrededor de una vena central y, que son las
células encargadas de producir y secretar la bilis hacia los conductillos biliares
intralobulillares. Estos conductillos irán convergiendo hasta formar los conductos biliares
(derecho e izquierdo, uno por cada lóbulo hepático), que se unen hasta formar un único

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conducto hepático común, que, a su vez se unirá al conducto cístico de la vesícula biliar
donde será almacenada.

El hígado es un órgano vital y único con numerosas funciones (se han identificado más de
500): toda la sangre que sale del estómago y los intestinos pasa por el hígado, el cual
procesa, descompone y equilibra; en consecuencia, elimina muchas sustancias que pueden
resultar nocivas para el organismo, crea los nutrientes y metaboliza los medicamentos de
forma que el cuerpo pueda usarlos sin que resulten tóxicos. Las funciones más importantes
que vamos a destacar son:

● Síntesis y almacenaje de la bilis en la vesícula biliar necesaria para la digestión y


absorción de las grasas.
● Destrucción de los glóbulos rojos caducos y, en consecuencia, de la bilirrubina.
● Síntesis de cinco de los factores de coagulación y de diversas proteínas
plasmáticas.
● Detoxificación:
○ Convierte el amoníaco tóxico (uno de los productos finales del metabolismo
de las proteínas) en urea y se excreta en la orina.
○ Depura fármacos y otras sustancias tóxicas de la sangre, entre ellas el
alcohol.
● Almacena glucosa en forma de glucógeno, colesterol y otros minerales (como el
hierro proveniente de la destrucción de los glóbulos rojos) y vitaminas.
● Participa en la regulación y metabolismo de las proteínas, las grasas y los
hidratos de carbono, ya que recibe de la sangre proveniente del intestino los
nutrientes absorbidos, los transforma y sintetiza los componentes fundamentales de
todos los tejidos del organismo.

6.3. La vesícula biliar

La vesícula biliar es una pequeña bolsa de 5-10 cm de longitud cuya función principal es
almacenar y concentrar la bilis producida por el hígado para enviarla posteriormente al
duodeno durante la digestión.

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La bilis es una sustancia líquida de color amarillo verdoso compuesta por sales biliares,
agua, colesterol, electrolitos, fosfolípidos y pigmentos que le aportan la coloración que le es
tan característica. Entre estos pigmentos destacan la bilirrubina y la biliverdina, ambas
productos de desecho procedentes de la degradación de los glóbulos rojos. La bilis cuenta
con un componente activo, las sales biliares, que se sintetizan en el hígado a partir del
colesterol. Tienen acción detergente y ayudan a emulsionar las grasas que proceden de la
dieta y que son insolubles en agua, separándolas en pequeñas gotas conocidas como
micelas. Debido a su menor tamaño, estas pequeñas gotas permiten su transporte y
facilitan el ataque de las enzimas digestivas del jugo pancreático.
La presencia de alimentos en el intestino delgado, especialmente los grasos, estimulan la
contracción de la vesícula que vierte la bilis al conducto cístico y desde éste, al conducto
colédoco, que será el encargado de llevar la bilis hasta el duodeno a través de la ampolla
de Vater.

6.4. Páncreas.

Es una glándula aplanada de unos 20 cm de longitud y 4 de ancho, situada en el abdomen,


entre el duodeno y el bazo. A nivel anatómico podemos diferenciar 3 partes: la parte más
ancha se le denomina cabeza, la región central es el cuerpo y la parte más delgada es la
cola del páncreas.

El páncreas es una glándula mixta, formada por 2 tipos de tejidos, conocidos como la
porción exocrina y la porción endocrina:

● La porción exocrina del páncreas está constituida por los acinos pancreáticos,
que producen el jugo pancreático, el cual es liberado en el duodeno a través del
conducto pancreático desembocando junto con el colédoco en la ampolla de Vater.
El jugo pancreático contiene diversas enzimas (amilasas, lipasas y proteasas) que
ayudan en la digestión de los hidratos de carbono, los lípidos y las proteínas de los
alimentos. Estas enzimas se sintetizan en forma de precursores inactivos hasta que
son vertidas al duodeno, momento en el que se activan gracias a una enzima
producida por los enterocitos que comienza una reacción en cadena. El hecho de
que tales enzimas se mantengan en inactividad evita la autodigestión del páncreas.
● La porción endocrina está formada por los llamados islotes de Langerhans, que
están formados por diferentes tipos de células. Las más importantes son las células
alfa que sintetizan glucagón, y las células beta que sintetizan insulina, dos
hormonas antagonistas que regulan el nivel de la glucemia. Ambas hormonas son
secretadas al torrente sanguíneo.

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Vocabulario del tema:

● ascitis
● xerostomía
● ptialismo

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