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Aparato digestivo

conjunto de órganos encargados del


proceso de la digestión

El aparato digestivo es el conjunto de


órganos encargados del proceso de la
digestión, es decir, la transformación de
los alimentos para que puedan ser
absorbidos y utilizados por las células del
organismo.[1] ​Las funciones que realiza
son: transporte de alimentos, secreción de
jugos digestivos, absorción de nutrientes y
excreción de desechos mediante el
proceso de defecación.[2] ​El proceso de la
digestión consiste en transformar los
glúcidos, lípidos y proteínas contenidos en
los alimentos en unidades más sencillas,
gracias a las enzimas digestivas, para que
puedan ser absorbidos y transportados
por la sangre.[3] ​
Aparato digestivo

Diagrama del aparato digestivo


Nombre y clasificación

Latín [TA]: systema


digestorium

TA A05.0.00.000 (http
s://www.unifr.ch/ifa
a/Public/EntryPage/T
A98%20Tree/Entity%
20TA98%20EN/05.0.
00.000%20Entity%20
TA98%20EN.htm)
TH H3.04.00.0.00001
Información fisiológica

Función Ingestión
Digestión
Absorción
Excreción
Estructuras principales

boca
lengua
faringe
esófago
hígado
estómago
páncreas
intestino delgado
intestino grueso
recto
ano
• • • • • • • • • •

Descripción
El tubo digestivo mide aproximadamente
once metros de longitud, se inicia en la
cavidad bucal y terminan en el ano.[2] ​En
la boca empieza propiamente la digestión,
los dientes trituran los alimentos y las
secreciones de las glándulas salivales los
humedecen e inician su descomposición
química transformándose en el bolo
alimenticio. Más tarde el bolo alimenticio
cruza la faringe, sigue por el esófago y
llega al estómago, una bolsa muscular de
litro y medio de capacidad cuya mucosa
segrega el potente jugo gástrico. En el
estómago el alimento es agitado hasta
convertirse en el quimo.

A la salida del estómago se encuentra el


intestino delgado que mide seis metros de
largo y se encuentra muy replegado sobre
sí mismo.[2] ​En su primera porción o
duodeno recibe secreciones de las
glándulas intestinales, la bilis procedente
de la vesícula biliar y los jugos del
páncreas.[2] ​Todas estas secreciones
contienen gran cantidad de enzimas que
degradan a los alimentos y los
transforman en sustancias solubles
simples como aminoácidos. El tubo
digestivo continúa por el intestino grueso,
de algo más de metro y medio de longitud.
Su porción final es el recto, que termina en
el ano, por donde se evacuan al exterior
los restos indigeribles de los alimentos.
Estructura

Capas del tubo digestivo


1. Mucosa
2. Lámina propia de la mucosa
3. Muscularis mucosae
4. Lumen
5. Tejido linfático
6. Conducto de la glándula.
7. Glándula en mucosa
8. Submucosa
9. Glándula en submucosa
10. Plexo submucoso de Meissner
11. Vena
12. Músculo circular
13. Músculo longitudinal
14. Tejido conectivo areolar
15. Epitelio
16. Plexo mientérico de Auerbach
17. Nervio
18. Arteria
19. Mesenterio

El aparato digestivo está formado por el


tubo digestivo y las glándulas anexas
(glándulas salivales, hígado y páncreas). El
tubo digestivo procede
embriológicamente del endodermo, al
igual que el aparato respiratorio.
Comienza en la boca y se extiende hasta
el ano. Su longitud en el hombre es de 10
a 12 metros, siendo seis o siete veces la
longitud total del cuerpo. En su trayecto a
lo largo del tronco, discurre por delante de
la columna vertebral. Comienza en la cara,
desciende por el cuello y atraviesa las tres
grandes cavidades del cuerpo: torácica,
abdominal y pélvica. En el cuello está en
relación con el conducto respiratorio, en el
tórax se sitúa en el mediastino posterior
entre los dos pulmones y el corazón, en el
abdomen y pelvis se relaciona con los
diferentes órganos del aparato
genitourinario.

Histología

Esquema de la pared del tubo digestivo

Histológicamente la pared del tubo


digestivo está formado por cuatro capas
concéntricas que son de adentro hacia
afuera:

1. Capa interna o mucosa. Es el


revestimiento interior del tubo
digestivo y se encuentra en contacto
directo con los alimentos. Está
compuesta por una capa de epitelio,
una capa de tejido conjuntivo que se
llama lámina propia y una capa fina
de músculo liso denominada
muscularis mucosae. En el epitelio
pueden existir glándulas que
secretan diferentes sustancias. Por
ejemplo las glándulas gástricas
situadas en la mucosa del estómago
secretan ácido clorhídrico y
pepsinógeno para facilitar la
digestión.[4] ​
2. Capa submucosa. Se encuentra
debajo de la mucosa y está
compuesta de tejido conectivo.
Contiene vasos sanguíneos,
glándulas y nervios que forman el
plexo de Meissner que es un
componente del sistema nervioso
entérico con la función de controlar
la motilidad de la mucosa y la
función secretora de las glándulas.
3. Capa muscular externa, compuesta al
igual que la muscularis mucosae, por
una capa circular interna y otra
longitudinal externa de músculo liso
(excepto en el esófago, donde hay
músculo estriado). Esta capa
muscular tiene a su cargo los
movimientos peristálticos que
desplazan el contenido de la luz a lo
largo del tubo digestivo. Entre sus
dos capas se encuentra otro
componente del sistema nervioso
entérico, el plexo mientérico de
Auerbach, que regula la actividad de
esta capa.
4. Capa serosa o adventicia. Se
denomina según la región del tubo
digestivo que reviste, como serosa si
es intraperitoneal o adventicia si es
retroperitoneal. La adventicia está
conformada por un tejido conectivo
laxo. La serosa aparece cuando el
tubo digestivo ingresa al abdomen, y
la adventicia pasa a ser reemplazada
por el peritoneo.

El grosor de la pared y el aspecto de


superficie, que puede ser lisa o no,
cambian dependiendo del lugar
anatómico. La mucosa puede presentar
criptas y vellosidades, la submucosa
puede presentar pliegues permanentes o
pliegues funcionales. En la pared se
encuentran también los plexos
submucoso y mientérico que constituyen
el sistema nervioso entérico que se
distribuye a lo largo de todo el tubo
digestivo, desde el esófago hasta el ano.
Epitelio

Mucosa Lámina propia

Muscularis mucosae
Tubo digestivo
Submucosa

Muscular

Serosa

Fisiología

El movimiento peristáltico propulsa los


alimentos a través del tubo digestivo

Esquema de la pared del intestino.


Pueden observarse las vellosidades y
microvellosidades intestinales.

Los alimentos después de ser ingeridos y


triturados por los dientes con la ayuda de
la saliva producida por las glándulas
salivales, forman un bolo alimenticio y
pasan por el esófago en su camino hacia
el estómago gracias al movimiento
peristáltico. Una vez en el estómago, se
inicia el proceso de digestión facilitado
por el ácido clorhídrico secretado por las
células parietales del estómago y las
enzimas digestivas. Posteriormente pasan
al intestino delgado, donde continúa la
degradación química de los alimentos y
tiene lugar la absorción de agua y
nutrientes que son transportados hacia la
sangre y la linfa. Al alcanzar el intestino
grueso se acumulan las sustancias de
desecho que forman las heces, las cuales
se expulsan al exterior a través del ano.[5] ​

El tubo digestivo es la principal superficie


de intercambio entre el medio externo y el
interno en los animales vertebrados. En un
hombre adulto medio la superficie total de
la mucosa gastrointestinal desplegando
las microvellosidades intestinales es de
alrededor de 350 metros cuadrados.
Gracias al tubo digestivo el individuo
puede realizar el proceso de nutrición
mediante la digestión y absorción de los
nutrientes contenidos en los alimentos,
pero no es menos importante su función
de defensa, pues dispone de sistemas de
reconocimiento y rechazo de agentes o
sustancias extrañas procedentes del
mundo exterior.[6] ​

El intestino posee en su interior una capa


de células que forman una barrera. Su
misión es, además de digerir sustancias,
actuar defendiendo al organismo del
enemigo exterior del ambiente (sustancias
que ingerimos y microorganismos
presentes en el intestino). Esto lo logra
manteniendo cerradas las uniones
estrechas intercelulares, para impedir el
acceso descontrolado de sustancias,
toxinas, químicos, microorganismos y
macromoléculas, que de lo contrario
podrían pasar al torrente sanguíneo. Existe
un sistema regulador que orquesta el
estado de ensamblaje de la red de
proteínas de las uniones estrechas
intercelulares. Asimismo, juega un papel
muy importante la colonización bacteriana
que constituye la llamada microflora
intestinal formada por bacterias
beneficiosas para el organismo.

Enzimas digestivas

Las enzimas digestivas son sustancias


capaces de romper las grandes moléculas
presentes en los alimentos y convertirlas
en moléculas más pequeñas que pueden
ser absorbidas a través del intestino.
Algunas de las más importantes son la
lipasa producidas por el páncreas, las
proteasas producidas por el estómago y el
páncreas que descomponen las proteínas
en aminoácidos, la amilasa, la lactasa
secretada por el intestino delgado que
descompone la lactosa presente en la
leche y la sacarasa que actúa sobre la
sacarosa y la convierte en glucosa y
fructosa.[5] ​
Absorción de hidratos de carbono Absorción de proteínas

Absorción de grasas
Riego sanguíneo

Vista frontal de la arteria mesentérica


superior y sus ramas (color rojo).

El riego sanguíneo se los órganos que


forman el aparato digestivo procede
principalmente de tres ramas de la aorta
abdominal:

Tronco celíaco.
Arteria mesentérica superior.
Arteria mesentérica inferior.
Descripción anatómica y
funcional

Boca y glándulas salivales

La boca o cavidad oral es el lugar por


donde los alimentos comienzan su viaje a
través del aparato digestivo, contiene
diferentes estructuras, entre ellas los
dientes que hacen posible la masticación
y la lengua. Cerca de la boca se
encuentran las glándulas salivales que
producen saliva, la cual se mezcla con los
alimentos, facilita la masticación, la
deglución y ayuda a mantener los dientes
limpios.[7] ​
Faringe

La faringe es una estructura con forma de


tubo, está situada en el cuello y revestida
de membrana mucosa; conecta la cavidad
bucal y las fosas nasales con el esófago y
la laringe respectivamente. Por ella pasan
tanto el aire como los alimentos, por lo
que forma parte de los aparatos digestivo
y respiratorio. Ambas vías quedan
separadas por la epiglotis, que actúa
como una válvula. En el ser humano la
faringe mide unos trece centímetros de
largo y se extiende desde la base externa
del cráneo hasta la sexta o séptima
vértebra cervical, por delante de la
columna vertebral.

Esófago

El esófago es un conducto que se extiende


desde la faringe hasta el estómago. De los
incisivos al cardias (porción donde el
esófago se continúa con el estómago) hay
unos 40 cm (centímetros). El esófago
empieza en el cuello, atraviesa todo el
tórax y pasa al abdomen a través del
orificio esofágico del diafragma.
Habitualmente es una cavidad virtual (sus
paredes se encuentran unidas y solo se
abren cuando pasa el bolo alimenticio). El
esófago alcanza a medir 25 cm y tiene una
estructura formada por dos capas de
músculos, que permiten la contracción y
relajación en sentido descendente del
esófago, estas ondas reciben el nombre
de movimientos peristálticos y son las que
provocan el avance del alimento hacia el
estómago.

Estómago

Esquema de un estómago humano.


Relación de hígado y estómago

El estómago es un órgano en el que se


acumula comida. Varía de forma según el
estado de repleción (cantidad de
contenido alimenticio presente en la
cavidad gástrica) en que se halla,
habitualmente tiene forma de «J». Consta
de varias partes que son: fundus, cuerpo,
antro y píloro. Su borde menos extenso se
denomina curvatura menor y la otra,
curvatura mayor. El cardias es el límite
entre el esófago y el estómago y el píloro
es el límite entre el estómago y el intestino
delgado. En un individuo de tamaño medio
mide aproximadamente 25 cm
(centímetros) del cardias al píloro y el
diámetro transverso es de 12 cm.

En su interior encontramos principalmente


dos tipos de células:

Células parietales que secretan el ácido


clorhídrico (HCl) y el factor intrínseco,
una glucoproteína necesaria para la
absorción de la vitamina B12 en el
intestino delgado.
Células principales u oxínticas que
secretan pepsinógeno, precursor
enzimático que se activa con el HCl
formando pepsina.

La secreción de jugo gástrico está


regulada tanto por el sistema nervioso
como por el sistema endocrino, proceso
en el que actúan varias sustancias:
gastrina, colecistoquinina, secretina y
péptido inhibidor gástrico. Cuando la
comida llega al estómago, actúa sobre ella
el ácido clorhídrico. El ácido clorhídrico
degrada las proteínas de los alimentos y
activa la pepsina que es una enzima que
actúa también sobre las proteínas. En el
estómago se secreta también una enzima
lipasa que interviene en la degradación de
las grasas, pero su papel es muy escaso.
Los alimentos mezclados con los jugos
gástricos y el moco producido por las
células secretoras del estómago forman
una sustancia semilíquida que se
denomina quimo, la cual avanza hacia el
intestino delgado para continuar el
proceso de digestión.[7] ​

Páncreas

Anatomía del páncreas. Obsérvese el


conducto pancreático por el que el
jugo pancreático se vierte al duodeno
para facilitar la digestión
Es una glándula íntimamente relacionada
con el duodeno, produce jugo pancreático
que se vierte al intestino a través del
conducto pancreático, sus secreciones
son de gran importancia en la digestión de
los alimentos.
El páncreas segrega también hormonas
como la insulina que pasan directamente
a sangre y ayudan a controlar el
metabolismo de la glucosa.

Hígado

El hígado es la mayor víscera del cuerpo.


Pesa 1,5 kg (kilogramos). Consta de
cuatro lóbulos, derecho, izquierdo,
cuadrado y caudado; los cuales a su vez
se dividen en segmentos.

Las vías biliares son las vías excretoras


del hígado, por ellas la bilis es conducida
al duodeno. Normalmente los conductos
hepáticos derecho e izquierdo confluyen
entre sí formando el conducto hepático
común. El conducto hepático común,
recibe un conducto más fino, el conducto
cístico, que proviene de la vesícula biliar.
De la reunión de los conductos císticos y
el hepático común se forma el colédoco
que desemboca en el duodeno junto con
el conducto excretor del páncreas.
Vesícula biliar

Vesícula biliar

La vesícula biliar es una víscera hueca


pequeña situada en la cara inferior del
hígado. Su función es la de almacenar y
concentrar la bilis segregada por el
hígado, hasta ser requerida por los
procesos de la digestión. Cuando se
contrae expulsa la bilis concentrada hacia
el duodeno a través del conducto cístico.
Es de forma ovalada o ligeramente
piriforme y su diámetro mayor oscila entre
5 y 8 cm.

Intestino delgado

Lámina anatómica en la que se


observa el intestino delgado
incluyendo el yeyuno y el íleon

El intestino delgado comienza en el


duodeno (tras el píloro) y termina en la
válvula ileocecal, donde se une a la
primera parte del intestino grueso. Mide
entre 6 y 7 m (metros) de longitud y de 2.5
a 3 cm (centímetros) de diámetro. Su
calibre disminuye progresivamente desde
su origen hasta la válvula ileocecal.

En el intestino delgado se absorben los


nutrientes de los alimentos ya digeridos. El
tubo está repleto de vellosidades que
amplían la superficie de absorción. El
intestino delgado se divide en dos partes,
la primera es el duodeno que tiene una
longitud de 30 cm y la segunda es el
yeyuno-íleon que mide 6 metros y medio.

El duodeno es la primera parte del


intestino delgado, mide unos 25-30 cm
de longitud. El duodeno parte del píloro
y termina uniéndose al yeyuno. En el
duodeno, se vierten una diversidad de
secreciones, como la bilis procedente
de la vesícula biliar y el jugo pancreático
procedente del páncreas.
El yeyuno-íleon es una parte del
intestino delgado formado por el yeyuno
y el íleon. En conjunto mide entre 6 y
7 m, de los cuales los 2/5 proximales
corresponden al yeyuno y los 3/5
distales al íleon, no existiendo una
separación clara entre las dos
porciones.[8] ​Se caracteriza por
presentar unos extremos relativamente
fijos: El primero limita con el duodeno y
el segundo con la válvula ileocecal y
primera porción del ciego. Su calibre
disminuye lenta, pero progresivamente
en dirección al intestino grueso. El
intestino delgado presenta numerosas
vellosidades intestinales que aumentan
la superficie de absorción intestinal de
los nutrientes.
Intestino grueso

Esquema del intestino grueso.


1.Apéndice vermiforme, 2.ciego,
3.Válvula ileocecal, 4.Íleon, 5.Colon
ascendente. 6.Taenia coli, 7.Ángulo
hepático del colon, 8.Colon
transverso, 9.Ángulo esplénico del
colon, 10.Haustras, 11.Colon
descendente, 12. Flexura sigmoidea,
13.Colon sigmoideo, 14.Recto,
15.Ano.

El intestino grueso se inicia a partir de la


válvula ileocecal en un fondo de saco
denominado ciego y termina en el recto.
Desde el ciego al recto describe una serie
de curvas, formando un marco en cuyo
centro están las asas del yeyuno e íleon.
Su longitud es variable, entre 120 y 160 cm
(centímetros), y su calibre disminuye
progresivamente, siendo la porción más
estrecha la región donde se une con el
recto o unión rectosigmoidea en la que su
diámetro no suele sobrepasar los 3 cm,
mientras que el ciego es de 6 o 7 cm.

El intestino grueso se divide en varias


porciones que se denominan ciego, colon
ascendente con una longitud de 15 cm,
colon transverso con una longitud media
de 50 cm, colon descendente con 10 cm
de longitud, colon sigmoideo, recto y ano.
El recto es la parte terminal del tubo
digestivo.
Ano

El ano es la abertura final del tracto


digestivo. Consta de un esfínter anal
externo y otro interno que tienen la función
de controlar el proceso de expulsión de las
heces al exterior. El funcionamiento
inadecuado de los esfínteres del ano
puede provocar incontinencia fecal.[9] ​

Microbiota intestinal

Microbiota intestinal
Se le conoce también como flora
intestinal, y se le define como el conjunto
de microorganismos que están presentes
en el tracto digestivo. La mayor parte son
bacterias no dañinas para la salud que
tiene múltiples funciones beneficiosas;
algunas plenamente conocidas como la
síntesis de vitamina K, o la digestión de
los carbohidratos complejos que se
encuentran en plantas y frutas, también la
microbiota contribuye en la prevención de
enfermedades por parte de la inmunidad
innata y adaptativa, en la señalización y en
la comunicación celular.[10] ​Se calcula que
un individuo normal tiene en su intestino
alrededor de 100 billones de bacterias
pertenecientes a entre 500 y 1000
especies diferentes.[6] [11]
​ ​Hasta fechas
recientes, se asumía que los bebés nacen
completamente libres de gérmenes y que
la colonización inicial del intestino del
recién nacido se produce durante el parto.
No obstante, varios estudios concluyen
que esta colonización comienza antes del
nacimiento del bebé.[12] ​La microbiota de
los niños alimentados exclusivamente con
lactancia materna presenta una alta
proporción de microorganismos
beneficiosos comparada con la que tienen
los niños que han sido alimentados
mediante fórmulas. En los adultos
alrededor del 90% de las bacterias
intestinales corresponden a los filos
Bacteroidetes y Firmicutes, el 10%
restante se reparte entre Proteobacterias,
Actinobacterias, Fusobacterias y
Verrucomicrobia. En la flora intestinal
están también presentes levaduras y virus,
entre los virus predominan los
bacteriofagos. Las levaduras son mucho
menos abundantes que las bacterias y
presentan escasa diversidad, alrededor de
20 especies.[13] ​

Desarrollo
El aparato digestivo se origina a partir del
tubo digestivo primitivo, el cual se forma
de la capa embrionaria conocida como
endodermo,[14] ​sin embargo, la boca
procede del ectodermo. El primitivo tubo
digestivo se divide en cinco porciones que
partiendo de la boca se llaman faringe,
intestino anterior, intestino medio,
intestino posterior y cloaca. [15] [16]
​ ​

Del intestino anterior deriva el esófago,


estómago, primera y segunda porción
del duodeno, hígado y páncreas.
Del intestino medio deriva la tercera y
cuarta porción del duodeno, yeyuno,
íleon, ciego, apéndice vermiforme, colon
ascendente y la porción derecha del
colon transverso. Estás porciones
reciben sangre a partir de la arteria
mesentérica superior.
Del intestino posterior deriva la porción
izquierda del colon transverso, colon
descendente y colon sigmoideo, todas
estas porciones reciben sangre a partir
de la arteria mesentérica inferior.
La cloaca se divide a partir de la quinta
semana en dos partes por el tabique
urogenital. La porción anterior se llama
seno urogenital, la posterior o seno
anorrectal da origen al recto y el ano.

El páncreas se forma a partir de dos


esbozos del endodermo que aparecen en
la 4.ª y 5.ª semana y acaban por unirse. El
hígado tiene un origen embriológico
complejo pues las células hepáticas
proceden de un esbozo del endodermo,
mientras que la cápsula de Glisson y los
sinusoides hepáticos proceden del
mesodermo.

Enfermedades del aparato


digestivo
Algunas de las enfermedades que le
afectan son las siguientes:

Esofagitis. Consiste en la inflamación o


lesión de la mucosa del esófago. La
causa más común es reflujo del
contenido ácido del estómago hacia el
esófago. Puede cursar sin síntomas o
causar dolor detrás del esternón.[17] ​
Reflujo gastroesofágico. La enfermedad
por reflujo gastroesofágico se produce
por el flujo patológico del contenido
gástrico hacia el esófago. Constituye
una de las afecciones del aparato
digestivo más frecuentes, afecta a
alrededor del 8 % de la población.[18] ​
Hernia de hiato. Se produce cuando una
porción del estómago se prolapsa al
mediastino en el tórax, atravesando el
hiato esofágico del diafragma.
[19] ​
Esófago de Barrett. Consiste en que el
epitelio escamoso estratificado de la
porción terminal del esófago es
reemplazado por un epitelio cilíndrico.
Existe un riesgo aumentado de
aparición de cáncer de esófago, aunque
los enfermos bajo control endoscópico
y tratamiento adecuado pueden
minimizar ese riesgo.[20] [21]

Úlcera péptica (UP): Se trata de un
defecto o lesión de la mucosa
gastrointestinal, que se perpetúa como
consecuencia de la actividad ácido-
péptica. Las áreas de localización son
fundamentalmente el estómago y el
bulbo duodenal.[22] ​
Pancreatitis. Es un proceso inflamatorio
que afecta al páncreas. Puede ser de
inicio brusco y recibe el nombre de
pancreatitis aguda o de evolución
crónica (pancreatitis crónica).[23] ​.
Colelitiasis. Consiste en la formación de
cálculos en las vías biliares o la vesícula
biliar. [24] ​
Cirrosis hepática. Es una enfermedad
crónica que afecta al hígado. Se altera la
arquitectura interna del órgano por
fibrosis y formación de nódulos de
regeneración que acaban por dificultar
su función. Una de las causas más
comunes es el consumo abusivo de
bebidas alcohólicas.[25] ​

A la izquierda hígado sano y a la derecha hígado con


cirrosis.

Gastroenteritis aguda: Inflamación del


intestino provocada por diversas
causas, la más frecuente son los
rotavirus. Los síntomas principales son
diarrea, vómitos y dolor abdominal.
Aunque generalmente las
manifestaciones son leves, puede
provocar graves consecuencias, entre
ellas deshidratación, sobre todo en
niños pequeños.[26] ​
Síndrome del intestino irritable (SII): No
es una enfermedad propiamente
dicha,[27] ​sino un conjunto de trastornos
funcionales del intestino[28] ​que se
caracterizan por la presencia de
episodios recurrentes de dolor
abdominal, molestias acompañadas de
hinchazón abdominal y alteraciones en
la frecuencia y/o en la consistencia de
las deposiciones.[27] [28]
​ ​
Enfermedad celíaca (EC): No es una
enfermedad únicamente digestiva, sino
un proceso de naturaleza autoinmune
que afecta al intestino y a diversos
órganos y sistemas, de difícil
diagnóstico. Es producida por una
intolerancia permanente al gluten, en
personas con predisposición
genética.[29] [30]
​ [31]
​ [32]
​ ​
Sensibilidad al gluten no celíaca. Es la
forma más frecuente actualmente de
los trastornos relacionados con el
gluten,[33] [34]
​ ​con una prevalencia
estimada 6-10 veces mayor que la de la
enfermedad celíaca.[35] ​[36] ​Los
pacientes presentan síntomas similares
a los de la enfermedad celíaca, que
mejoran o desaparecen completamente
tras eliminar el gluten de la dieta y
reaparecen al volver a ingerirlo.[37] ​
Enfermedad inflamatoria intestinal. Este
nombre se emplea para referirse a una
serie de procesos inflamatorios que
afectan predominantemente al intestino
y cursan por brotes. Agrupa varias
enfermedades, principalmente la
enfermedad de Crohn y la colitis
ulcerosa.[38] ​
Úlcera péptica que afecta al estómago.

Intolerancia a la lactosa: es el conjunto


de síntomas que aparecen después de
la ingestión de lactosa (el azúcar de la
leche), tales como dolor abdominal,
distensión, borborigmos y diarrea. Se
produce en aquellas personas que
presentan una deficiencia de lactasa (la
enzima que digiere la lactosa).[39] [40]
​ ​
Cáncer: Diferentes tipos de cáncer
pueden afectar a los órganos del
aparato digestivo. Algunos de los más
frecuentes son:
Cáncer de esófago. A nivel mundial
el cáncer de esófago es la séptima
causa de muerte por cáncer, en
2018 provocó 509000
fallecimientos. La frecuencia es
muy variable dependiendo del área
geográfica, la mitad de los casos
ocurren en China. Entre los factores
que favorecen su aparición se
encuentran el consumo de tabaco y
alcohol.[41] [42]
​ ​
Cáncer de estómago. Más del 90 %
de todos los tumores de estómago
son adenocarcinomas gástricos,
provocados por una compleja
interacción entre la infección por
Helicobacter pylori, la alimentación
y la predisposición genética. Los
factores ambientales son
responsables del 62 % de los
cánceres gástricos y los factores
hereditarios del 28 %.[43] ​
Cáncer colorrectal. Es la segunda
causa más importante de
mortalidad asociada a cáncer en
los Estados Unidos.[44] ​
Cáncer de páncreas. Es un proceso
muy grave debido a su pronta
difusión, falta de síntomas
específicos iniciales y la dificultad
para realizar un diagnóstico precoz.
Cáncer de hígado. El cáncer
primario de hígado es el sexto tipo
de cáncer más frecuente y el cuarto
como causa de mortalidad. A nivel
mundial en el año 2018 se
diagnosticaron 841000 casos que
provocaron 782000 muertes. La
mayor parte de los casos están
relacionados con cirrosis hepática
provocada por hepatitis B, hepatitis
C o consumo elevado de
alcohol.[45] ​[46] ​[47] ​
Aparato digestivo en zoología
En todos los vertebrados el aparato
digestivo es básicamente un tubo hueco
que discurre a lo largo del organismo
desde la boca hasta el ano. Sin embargo,
existen importantes diferencias
dependiendo de la especie animal, entre
otras razones por estar adaptadas cada
una de ellas a un tipo de alimentación.

Otros mamíferos

En los rumiantes, por ejemplo, el


estómago se divide en varias cámaras, en
sucesión continua desde el esófago hasta
el duodeno, las cuatro cavidades son:[48] ​
Rumen o panza, redecilla o bonete, omaso
o librillo y abomaso, cuajar o estómago
verdadero.

Aves

El aparato digestivo de las aves cuenta


con algunos órganos específicos, por
ejemplo el buche, que es una bolsa de
tejido conectada con el esófago a la altura
del cuello, en la que los alimentos
ingeridos se almacenan temporalmente
antes de pasar al resto del tubo
digestivo.[49] ​
Reptiles

En los reptiles, el intestino delgado


desemboca en el recto y este en la cloaca
que se utiliza como desembocadura
común tanto del aparato digestivo como
del aparato urinario y el sistema
reproductor. En muchas especies el
estómago puede distenderse
enormemente lo que les permite engullir
hasta el 70 % de su peso en una sola
comida.[50] ​

Véase también
Gastroenterología
Referencias
1. PCPI - Ámbito Científico-Tecnológico.
Graduado. Escrito por Equipo Editex (h
ttps://books.google.com/books?id=VI
VxxO10bVwC&pg=PA44) , p. 44, en
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