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1-Definición.
Artículo 141. Definición Son personas jurídicas todos los entes a los cuales el
ordenamiento jurídico les confiere aptitud para adquirir derechos y contraer
obligaciones para el cumplimiento de su objeto y los fines de su creación.
El antiguo art. 53 CC aclaraba que a la persona humana: “Les son permitidos todos los
actos y todos los derechos que no les fueren expresamente prohibidos,
independientemente de su calidad de ciudadanos y de su capacidad política”. Es que,
para el ser humano, todo lo que no está prohibido está permitido (principio de
legalidad y principio de reserva, art. 19 CN). Sin embargo, y si bien esta regla de
libertad y de capacidad que rige para las personas físicas también opera para las
personas jurídicas, existe una importante salvedad: ellas pueden adquirir todos los
derechos y ejercer todos los actos que no les sean prohibidos y que se ajusten al
principio de especialidad. El principio de especialidad indica que la capacidad de la
persona jurídica solo puede ejercerse en orden a los fines de su constitución, es decir,
de acuerdo a aquellos objetivos que, en su momento, el Estado computó como
conducentes y en vista de los cuales reconoció al ente como sujeto de derecho. Al
margen de esos fines, la persona jurídica está privada de toda capacidad porque, en
verdad, también carece de personalidad
ARTÍCULO 146. Personas jurídicas públicas Son personas jurídicas públicas: a) el Estado
nacional, las Provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los municipios, las
entidades autárquicas y las demás organizaciones constituidas en la República a las
que el ordenamiento jurídico atribuya ese carácter; b) los Estados extranjeros, las
organizaciones a las que el derecho internacional público reconozca personalidad
jurídica y toda otra persona jurídica constituida en el extranjero cuyo carácter público
resulte de su derecho aplicable; c) la Iglesia Católica. (Taxativo, no hay más que los que
los que el artículo nombra)
ARTÍCULO 147. Ley aplicable Las personas jurídicas públicas se rigen en cuanto a su
reconocimiento, comienzo, capacidad, funcionamiento, organización y fin de su
existencia, por las leyes y ordenamientos de su constitución.
ARTÍCULO 148. Personas jurídicas privadas Son personas jurídicas privadas: a) las
sociedades; b) las asociaciones civiles; c) las simples asociaciones; d) las fundaciones;
e) las iglesias, confesiones, comunidades o entidades religiosas; f) las mutuales; g) las
cooperativas; h) el consorcio de propiedad horizontal; i) toda otra contemplada en
disposiciones de este Código o en otras leyes y cuyo carácter de tal se establece o
resulta de su finalidad y normas de funcionamiento. (Enunciativos)
Patrimonio individual.
Fideicomisos.
La autorización estatal: casos en que requiere y casos en que no. (Ver punto 3)
Con esta disposición se aclara el tiempo durante el cual tendrá vigencia la persona
jurídica como sujeto de derechos. En términos generales, podríamos afirmar que el
límite temporal de actuación lo establecen sus fundadores en el acto de creación, sus
integrantes si deciden disolverla, o el estado, en los casos en que se le retire la
autorización para funcionar o cuando se decrete su quiebra.
La regla es que su duración es ilimitada (por ejemplo, asociaciones civiles, art. 170
CCyC). No es obligatorio para los fundadores fijar estatutariamente un plazo cierto que
sirva de tope temporal. Sin embargo, la vigencia puede limitarse:
a) Por el pacto en contrario en el estatuto; o b) por disposición legal expresa que así lo
disponga (por ejemplo, las fundaciones, art. 195, inc. e, CCyC).
7- El estatuto de las personas jurídicas, naturaleza. Estatuto y acto constitutivo,
estatuto y contrato social, posibilidad de reforma.
ARTÍCULO 195. Acto constitutivo. Estatuto El acto constitutivo de la fundación debe
ser otorgado por el o los fundadores o apoderado con poder especial, si se lo hace por
acto entre vivos; o por el autorizado por el juez del sucesorio, si lo es por disposición
de última voluntad.
El instrumento debe ser presentado ante la autoridad de contralor para su aprobación,
y contener: a) los siguientes datos del o de los fundadores: 1) cuando se trate de
personas humanas, su nombre, edad, estado civil, nacionalidad, profesión, domicilio y
número de documento de identidad y, en su caso, el de los apoderados o autorizados;
2) cuando se trate de personas jurídicas, la razón social o denominación y el domicilio,
acreditándose la existencia de la entidad fundadora, su inscripción registral y la
representación de quienes comparecen por ella; En cualquier caso, cuando se invoca
mandato debe dejarse constancia del documento que lo acredita; b) nombre y
domicilio de la fundación; c) designación del objeto, que debe ser preciso y
determinado; d) patrimonio inicial, integración y recursos futuros, lo que debe ser
expresado en moneda nacional; e) plazo de duración; f) organización del consejo de
administración, duración de los cargos, régimen de reuniones y procedimiento para la
designación de sus miembros; g) cláusulas atinentes al funcionamiento de la entidad;
h) procedimiento y régimen para la reforma del estatuto; i) fecha del cierre del
ejercicio anual; j) cláusulas de disolución y procedimiento atinentes a la liquidación y
destino de los bienes; k) plan trienal de acción. En el mismo instrumento se deben
designar los integrantes del primer consejo de administración y las personas facultadas
para gestionar la autorización para funcionar.
El estatuto es el instrumento público que crea la fundación que debe ser otorgado por
el o los fundadores o apoderado con poder especial. Se lo hace por acto entre vivos; o
por el autorizado por el juez del sucesorio, si lo es por disposición de última voluntad.
Dicho instrumento debe ser presentado ante la autoridad de contralor para su
aprobación.
Intervención de la autorización:
“Revocación de la autorización estatal”:
oportunamente concedida, siendo una directiva dirigida fundamentalmente a las
“policías administrativas” que detentan el control y el poder de policía respecto de las
personas jurídicas, según las diferentes especies. También es una directiva para el juez
quien, en última instancia, hará el control de legalidad correspondiente.
Casos en que es necesaria: En tal sentido, se aclara que la revocación del permiso
estatal: a) debe sustentarse en la comisión de actos graves (la vara para medir esa
gravedad radica en que los actos ejecutados por la entidad deben importar una
violación de la ley, el estatuto y el reglamento); b) debe adoptarse la decisión una vez
culminado un procedimiento en el cual se garantice que la persona jurídica ha podido
defenderse; c) la resolución debe ser “fundada”, es decir, motivada so pena de tildarse
de arbitraria; d) se aclara que la resolución administrativa que revoca la autorización
estatal.