Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El positivismo es una corriente filosófica que sostiene que el conocimiento científico es el único
conocimiento auténtico. Representa una actitud crítica hacia la filosofía tradicional, en especial la
metafísica y la ontología.
Heredero del empirismo y la epistemología, el positivismo nació a mediados del siglo XIX y se
consolidó a partir del pensamiento de Henri Saint-Simon (1760-1825) y Auguste Comte (1798-1857).
Sostuvo que el único conocimiento auténtico al que se puede aspirar es el que surge de la aplicación del
método científico.
Para el positivismo hay dos tipos de conocimiento genuino:
Sin embargo, las limitaciones propias de esta perspectiva generaron una reacción negativa conocida
como “antipositivismo” o “negativismo”, que negó el uso del método científico en las ciencias sociales.
A la larga, este rechazo permitió el surgimiento de enfoques de investigación cualitativos y no
exclusivamente cuantitativos, como era más común en el positivismo.
Sin embargo, en términos formales, el positivismo nació en el siglo XIX de la mano de Henri de
Sain-Simon, Pierre-Simon Laplace y Auguste Comte. Estos pensadores creían en el método científico,
la observación como constatación de la teoría y la poca fiabilidad de la metafísica para constituir
pensamiento.
Comte describió la perspectiva epistemológica del positivismo en sus obras Curso de filosofía positiva
(1842) y Discurso sobre el espíritu positivo (1844). En ellas desarrolló un análisis de los conocimientos
científicos a la fecha, necesarios para poder llevar el método científico a una nueva ciencia social,
madre de todas las ciencias.
La idea evolutiva del conocimiento era, para Comte, una serie de tres pasos: conocimiento
teológico, conocimiento metafísico y conocimiento positivo. Estos consistían en el paso de la creencia
por medio de la fe al uso de la razón, hasta alcanzar el estadío en el que los seres humanos pudieran
gobernarse a sí mismos.
Apoyándose en Comte, otros pensadores desarrollaron sus propias ideas del positivismo. Entre ellos
están Émile Zola, Emile Hennequin, Wilhelm Scherer y Dimitri Pisarev. Este movimiento fue el que
terminó por determinar la sociología tal como la entendía Émile Durkheim.
• Defendió el método científico como el único método posible para obtener conocimiento válido,
independientemente del tipo de ciencia del que se tratara.
• Criticó y se alejó de cualquier forma de metafísica, subjetivismo o consideraciones que no
fueran objetivas en términos empíricos.
• Su propósito central fue explicar causalmente los fenómenos del universo a través de la
formulación de leyes generales y universales.
• Sostuvo que los métodos inductivos eran los únicos útiles para obtener conocimientos. Valoró
las pruebas documentales en contra de cualquier forma de interpretación general.
Esta consideración de la ciencia como la perspectiva definitiva y absoluta sobre las cosas es,
justamente, la mirada positivista. Según ella, todo lo que no se ajuste a estos preceptos debe ser
considerado como pseudociencia.
Representantes del positivismo
Positivismo lógico
No debe confundirse el positivismo con el positivismo lógico o empirismo lógico, también llamado
“neopositivismo” o “empirismo racional”.
El empirismo lógico surgió durante el primer tercio del siglo XX, entre los científicos y filósofos
que integraron el llamado Círculo de Viena.
Esta corriente forma parte de las pertenecientes a la filosofía de la ciencia, que limitan la validez del
método científico a aquello empírico y verificable, es decir, aquello que posee un método de
verificación propio o, en todo caso, analítico. A esto se le conoció como el verificacionismo.
El positivismo lógico fue mucho más estricto en su defensa de las ciencias como única ruta al
conocimiento viable que el propio positivismo, y fue uno de los movimientos más fuertes dentro de
la filosofía analítica. Entre sus campos de estudio también figuraron la lógica y el lenguaje.