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LA RESPONSABILIDAD CIVIL

Responsabilidad Civil, “La obligación a cargo de quine, actuando de manera antijurídica y


culpable causa daños o perjuicios a otro, de reparar o indemnizar el agravio a efecto de que,
a la vez que se restaña la alteración del patrimonio particular afectado, se restaura también
la integridad del orden normativo lesionado”.
La responsabilidad civil puede originarse, por consiguiente, del incumplimiento total o
parcial de un contrato, o de su cumplimiento imperfecto o tardío, en cuyo caso nos
hallamos ante la llamada responsabilidad civil contractual.
También puede provenir de actos sucedidos entre personas que no tienen entre si ninguna
relación contractual ni de ninguna otra naturaleza, en cuya circunstancia nos enfrentamos a
la denominada responsabilidad civil extracontractual.
Responsabilidad civil sin relación jurídica preexistente.
Se da en toda situación en la que una persona debe resarcir el daño o el perjuicio que, con
dolo o con culpa, causo a otra, reintegrar algo que lo enriquece sin motivos justo o que ha
ingresado indebidamente a su patrimonio.
En cuando al daño, se trata de que se subsane la pérdida o disminución personal o material,
la lesión a la integridad personal o patrimonial y, en general, toda desaparición o mengua
de lo que ya el afectado tenía como propio.
En lo que concierne al perjuicio se busca compensar la ganancia o beneficio cierto y licito
que se deja de recibir. Articulo 1434del Código Civil.
Esta clase de responsabilidad, tradicionalmente conocida como responsabilidad civil
extracontractual, debe entenderse comprendido el resarcimiento de todo daño y perjuicio
derivados de un acto o de una omisión ilícita, es decir, contraria a la ley; y tenerse en
cuenta, también, que así como puede ser infringida la ley penal(ilicitud penal).
También lo pueden ser las leyes de otra naturaleza (ilicitud civil), y que en ambos casos la
sanción legal busca resarcir, es decir: restituir, reparar o indemnizar la lesión patrimonial
causada, tanto la que recae sobre el patrimonio material, económico o disponible, como la
que atañe a atributos personalísimos (por ejemplo: la honra, la dignidad o el prestigio
personal patrimonio ideal o indispensable. De ahí que el resarcimiento comprende tanto el
daño material como el daño moral.

RESPONSABILIDAD CIVIL EN
EL ÁMBITO PENAL
Ámbito de la responsabilidad civil proveniente del delito.
La responsabilidad civil derivada de delito o falta se transmite a los herederos del
responsable. Artículo 920 del Código Civil.
En materia penal se sanciona la tentativa (preparación) de delito. En materia civil
únicamente se sanciona el daño y el perjuicio consumados.
Para el ejercicio de la acción penal forzosamente del delito previamente tipificado.
El ejercicio de la acción civil no necesita tipificación previa, sino que es suficiente que se
haya causado, como dolo o culpa, algún daño o perjuicio. Artículo 2558, inciso 3º, del
código Civil, y articulo 122 del Código Penal.
Normas generales. El Código Civil contiene dos normas generales que guardan congruencia
con las regulaciones de la ley.
Una se refiere a que el responsable de un delito doloso o culposo está obligado a reparar a
víctima los daños y perjuicios que le haya causado.
Y la otra a que la exención de responsabilidad penal no libera de la responsabilidad civil.
Articulo 1646 y 1647 del Código Civil.
Lesiones corporales.
Quien sufrió lesiones corporales tiene derecho a que la persona que se las haya causado le
pague los gastos de curación, así como los daños y perjuicios que resulten de su
incapacidad parcial o total para el trabajo.
Fijar el monto de la indemnización el juez debe tomar en consideración la edad, estado
civil, oficio o profesión de la víctima, así como las obligaciones de alimentos a su cargo; y,
por otra parte, al capacidad de pago del obligado. Artículo 1655, 1646 y 1647 del Código
Civil.
Injuria, calumnia y difamación. Indica la ley que la indemnización a la victima de
cualquiera de dichos delitos se fijara en proporción al daño moral y a los perjuicios que se
derivaron. Artículos 1656 del Código Civil.
Importante de dicha norma es indudablemente el expreso reconocimiento de que debe ser
indemnizado el daño moral.
Lo que equivale a decir que resarcimiento debe tener en cuenta el sufrimiento, la pena, la
vergüenza o la angustia del injuriado, calumniado o difamado.
La indemnización en ese caso como en cualquier otro, no es más que una prestación
equivalente.
No restaura la vida, la integridad corporal o la propiedad únicamente subsana hasta donde
es posible el daño.
Lo mismo ocurre, desde luego, con el honor, el pudor o la dignidad.
La indemnización la del daño moral es únicamente de satisfacción o mitigación.
Acciones provenientes del delito. Es generalmente aceptado que de la comisión de un delito
nacen, salvo las excepciones previstas por la ley, dos acciones: la penal y la civil.
El propósito de la primera es la averiguación del acto de la participación de los sindicados,
el pronunciamiento de la sentencia y su debida ejecución. Aquí, en salvaguarda del interés
público, importa la sanción. Articulo 124 y 125 del Código Procesal penal.
La finalidad de la segunda es obtener el resarcimiento de los daños y perjuicios causados
por el delito.
En ella, en salvaguarda del interés privado, importa la reparación. A ello se debe también
que la legitimación para el ejercicio de esta acción es limitada: se circunscribe al ofendido
y a sus herederos, artículos 124 y 125 del código Procesal Penal.
Naturaleza pública de la acción penal.
Que se busca con dicha acción es proteger y defender a la sociedad de los actos que
lesionen los valores tutelados por la ley penal.
Y es en razón de ello que el ministerio público la asume en representación del Estado.
Naturaleza privada de la acción civil.
La acción civil, por el contrario es de naturaleza privada, por razón de que el resarcimiento
de los daños y los perjuicios que se derivaron de la comisión del delito interesa únicamente
al agraviado sus herederos.
Formas generales de resarcimiento.
Una vez establecida la responsabilidad del ofensor, tanto en el acto ilícito civil con en el
acto ilícito penal, este es deudor del agraviado, quien asume la calidad de acreedor.
Puede cumplirse en cualquiera de las formas siguientes:
Devolución o restitución: Esta se emplea cuando por la naturaleza del daño es posible
volver las cosas al estado que guardaban con anterioridad.
Reparación o restauración. Es cuando se subsana el deterioro o menoscabo de las cosas.
Indemnización, Se acude a ella cuando no es posible emplear ninguna de las anteriores.
En tal caso el ofensor debe entregar al agraviado una cantidad de dinero equivalente al daño
o perjuicio causado.
Su naturaleza es, por consiguiente, compensatoria.
Debe tener en cuenta, finalmente, que el ofensor esta obligado al resarcimiento desde el
momento mismo en que queda firme el fallo condenatorio. Artículo 1431 inciso 4º, del
Código Civil.
La Responsabilidad en el Ámbito
Civil
Para estudiarla es importante distinguir dos situaciones:

1. Una, en la que determinada persona causa daño o perjuicio, y a la ley la obliga, a ella
misma, al resarcimiento correspondiente. A esto se le llama responsabilidad civil
simple, directa o por actos propios.
2. Otra, en la que una persona causa daños o perjuicios, y la ley obliga al resarcimiento a
persona diferente. A esto se le denomina responsabilidad compleja o indirecta, o por
actos de terceros.

Responsabilidad civil simple, directa o por actos propios.


Es la más común y la que menos dificultad presenta para aceptarla como justa y
conveniente: es fácil admitir que quien ejecutó lo que según la ley no debía hacer quien
dejó de ejecutar lo que legalmente era para el obligatorio, debe respoinder de los resultados
de su conducta indebida. El Código Civil regula los siguientes casos:
Personas mayores de quince pero menores de dieciocho años.dispone la ley que las
personas comprendidas entre las edades referidas, son responsables de los daños que
causen. Artículo 1660 del Código Civil.
Esto constituye, indudablemente, importante aplicación de la norma contenida en el párrafo
tercero del artículo 8 del Código Civil, relativa a que “Los menores que han cumplido
catorce años son capaces para algunos actos determinados por la ley”.
La ley considera, pues, el mayor de quince años pero menor de dieciocho, capaz para
responder de los años que ha causado. Es, por lo tanto, lógico entender que en esas
circunstancias el menor responderá con su propio patrimonio, pero actuará en el juicio o
extrajudicialmente por medio de su representante legal, tal como de manera general lo
dispone el artículo 14 del Código Civil al decir que “Los incapaces pueden ejercitar sus
derechos y contraer obligaciones por medio de sus representantes legales”.
En forma que a mi juicio, constituye excepción a lo referido anteriormente la ley de
Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia (Decreto número27-2003 del Congreso
de la República), al regular lo concerniente a los “Adolecentes en el conflicto con la ley
penal”, establece en el artículo 191.
En tal caso, pues los padres, tutores o protutores tendrán responsabilidad civil solidaria con
el adolecente (persona comprendida entre los trece y dieciocho años según el artículo 2 de
la ley citada), para el resarcimiento del daño o perjuicio derivado del acto que puso a dicho
adolescente en conflicto con la ley penal.
Se mixtifica en este caso la responsabilidad civil por acto propio (La del adolescente que
fuere mayor de trece años), con la responsabilidad por actos de tercero (en lo que concierne
a los representantes legales del adolescente).
Apremio ilegal. La ley establece que quienes originen y quienes ordenen un apremio ilegal,
serán solidariamente responsables de los daños y perjuicios que causen. Artículo 1667 del
Código Civil.
Para la mejor comprensión de esto es necesario exponer brevemente en que consiste la
medida legal denominada apremio: de conformidad con los artículos 178, 179 y 181 de la
ley del organismo Judicial son apremios: el apercibimiento, la multa y la conducción
personal, y constituyen medidas coercitivas que pueden imponer los jueces para que sean
obedecidas sus resoluciones, en los casos en que las personas hayan rehusado cumplirlas en
los plazos correspondientes.
De lo anterior, así como de las normas generales del proceso, se colige que el apremio es
legal si habiendo sido dictado por el juez competente y competente notificado al
destinatario, hay evidencia de que este no ha obedecido la resolución, no obstante que
transcurrió el plazo que para el efecto le fue fijado. De ahí que si la imposición del apremio
no cumple con alguno de los requisitos referidos, será ilegal y originará la responsabilidad
civil solidaria que establece la norma citada al principio.

3. Profesionales. Dicta la ley que el profesional “Es responsable por los daños o perjuicios
que cause por ignorancia o por divulgación de los secretos que conoce con motivo de
su profesión” artículo 1668 del Código Civil.

Para determinar quienes tienen en Guatemala la calidad de profesionales, hay que acudir
necesariamente a los artículos 2033 y .2036 del Código Civil de donde puede extraerse la
conclusión de que es profesional todo aquel que tiene título facultativo o autorización legal
para prestar servicios con arreglo a las prescripciones de determinada ciencia o arte.
La responsabilidad civil determina el haber causado daños o perjuicios con dolo o con
culpa Y en este último supuesto la ignorancia es inexcusable por la sencilla razón que la
obtención de un título universitario de una autorización legal de naturaleza son estudios
especializados que hacen el profesional un perito en su materia.

La divulgación de los secretos profesionales constituye infracción penal, por consiguiente


el resarcimiento, de los daños o perjuicios que se causaron tendrá la calidad de
responsabilidad civil proveniente de la comisión de un delito. Sobre este es pertinente es
decir, finalmente, que la mayoría de los autores opinan que todo lo que cliente confía el
profesional durante el tratamiento de un asunto, constituye secreto profesional aunque el
interesado no haya pedido que se le considere como tal. Los códigos de ética profesional
generalmente tratan asuntos de la manera antes referida.
Dueños, poseedores y encargados del cuidado de animales. Si un animal causa daños, el
resarcimiento corre a cargo del dueño, poseedor o encargado de su cuidado, aunque se
hubiere extraviado o escapado sin su culpa se excluye el caso en que el animal haya sido
provocado o sustraído, en cuya sustancia la culpabilidad y, por consiguiente, la obligación
de resarcimiento recae en el provocador o sustractor. Artículo 669 del Código Civil.
Aquí aplica el Código Civil la tesis de la “culpa in vigilando”, puesto que la única y
especial razón por la responsabilidad civil de cualquiera de las personas referidas es haber
faltado al deber de vigilancia a que están obligadas respecto del animal sobre el que ejerce
en propiedad posesión o cuidado. También hay aplicación en las normas antes citadas de la
denominada teoría objetiva o riesgo creado adelante hablaré de ello.
Propietarios, arrendatarios y poseedores de edificios o bienes. La ley responsabiliza a los
dueños que provengan de la ruina o defecto de Constitución de edificios, obras,
instalaciones, árboles y otras cosas como pozos, desagües, cloacas, acueductos, depósitos
de agua o de materias infectantes a los propietarios o poseedores y, en general, a quiénes
aprovechen dichos bienes. Artículos: 484, 1670, 1671 y 1672 del Código Civil.
Es importante destacar que el dueño o perjuicio, en cualquiera de los casos a que se refiere
la norma citada se produce por el solo estado o situación del edificio, instalación, árbol o
cosas sin que la persona algunas reacciones para producir los puntos la ley se fija, para
responsabilizarla, en que la persona a quien corresponde el mantenimiento, del cuidado y la
precaución incurre en negligencia.
También merece mención que la ley regula tres situaciones: a. La persona que está en
peligro de extinta daño: Ella puede acudir al juez competente en demanda que ordene las
medidas adecuadas para que se elimine el peligro; b. La de quién ya sufrió el daño: tiene el
derecho de demandar el resarcimiento hice la de quién está sufriendo un daño continuado:
además de reclamar el resarcimiento tiene derecho a pedir al juez que ordene las medidas
adecuadas para que el daño no continúe. Artículos 484, 1670 y párrafo final del artículo
1672 el Código Civil artículos: 263, 264, 265, 266, 267, 268, del Código Procesal Civil y
Mercantil.
Lo anterior es consecuencia de la infracción de las normas que regulan el límite al ejercicio
del derecho de propiedad, concernientes a que: no pueden hacer excavaciones o
construcciones que debilitan el suelo de la propiedad vecina. Nadie puede edificar y plantar
cerca de plazas fuertes, fortalezas o edificios públicos, sin cumplir los requisitos de los
reglamentos respectivos, no se puede construir menos de dos metros de distancia de una
pared medianera, aljibes, pozos, cloacas, letrinas, acueductos, hornos, fraguas, chimeneas,
establos, ni depósitos de agua, de materias corrosivas sin las obras de resguardo necesarias.
No se puede poner contra una pared medianera acumulación de basura tierra estiércol otra
sustancia le sigas para la salud de las personas o la solidez y seguridad de los edificios, no
se debe plantar árboles a menos de 3 metros de distancia en la línea divisoria de la
propiedad ajena artículos: 474,477,479,480, 481 del Código Civil.
Responsabilidad civil de propietarios, arrendatarios y poseedores, el artículo 672 del
Código Civil dice que: “Los propietarios, arrendatarios, poseedores, y en general, las
personas que se provechen de los bienes responderán, igualmente
1o.- Por los daños o perjuicios que causen las cosas que se arrojaren o cayeren de los
mismos;
2o.- Por la caída de árboles, cuando no sea ocasionada por fuerza mayor;
3o.- Por las emanaciones de cloacas o depósitos de materias infectantes;
4o.- Por el humo o gases que sean nocivos, perjudiquen o causen molestias a las personas o
a las propiedades;
5o.- Por los desagües, acueductos, instalaciones, depósitos de agua, materiales o sustancias
que humedezcan o perjudiquen la propiedad del vecino; y
6o.- Por el ruido, trepidación, peso o movimiento de las máquinas o por cualquiera otra
causa que origine el daño o perjuicio. En todos estos casos, el perjudicado tiene derecho a
exigir que cese la causa que motiva el daño o perjuicio y la indemnización si procediere.
Persona que edifica en terreno ajeno. Corren a su cargo los gastos de demolición de lo
construido y reponer las cosas a su primitivo estado. Artículo 663 del Código Civil.
Gestor que inicia la gestión contra la voluntad manifiesta o presunta del dueño del negocio.
Queda obligado al resarcimiento de los daños y perjuicios que cause, aunque provengan de
caso fortuito. Artículo 1610 del Código Civil.
Delitos. La ley regula, asimismo, los caso referentes a: Lesiones corporales, injuria,
calumnia y difamación estado de necesidad y prisión ilegal. Por construir todos casos de
responsabilidad civil proveniente de delito, los traté al principio de esta parte.
Abuso de derecho. Todos sabemos que los derechos de cada persona, por genuinos y
respetables que sea, jamás deben lesionar los derechos de otras u otras personas. De ahí que
su ejercicio debe ser oportuno, mesurado, de buena fe y realizado en ocasiones en que su
titular necesite verdaderamente su ejecución. Luis Diez Picazo y Antonio Gullón dicen,
respecto de ello que 1. El ejercicio del derecho debe hacerse conforme a las convicciones
éticas imperantes en la comunidad. 2. El ejercicio de un derecho debe ajustarse a la
finalidad económica o social para la cual ha sido concedido o atribuido al titular. La
primera consideración lleva a la exigencia de que el ejercicio de un derecho subjetivo se
ajuste a los dictados de la buena fe. La segunda impone la prohibición del abuso de
derecho.
En general, debe tenerse en cuenta que, para que haya abuso de derecho debe estarse en
situaciones en las que, quien es titular legitimo del mismo emplee de manera excesiva o
imprudente; lo ejercite sin necesidad alguno como consecuencia, cause daño a personas o
propiedades; u omita su ejercicio cuando hay certidumbre o posibilidad de que por su
abstención otra persona resulte dañada o perjudicada.
Determina la ley que el exceso y mala fe en el ejercicio de un derecho, o la abstención del
mismo que cause daños o perjuicios a personas o propiedades obliga al titular del derecho
(incorrectamente ejercitado, se entiende) indemnizarlos. Artículos 1653 del Código Civil y
18 de la Ley del organismo Judicial.
Además de la anterior regulación general, el Código Civil se refiere al abuso de derecho en
el ejercicio de las facultades de dominio, diciendo que el propietario no puede, en ejercicio
de su derecho, realizar actos que causen perjuicio a otras personas. Indica, asimismo, que
quien este amenazado de sufrir un daño porque otro abusa en el ejercicio de su derecho de
propiedad, puede exigir que se restituya al estado anterior; y quien ya sufrió el daño
demandar la indemnización correspondiente. Artículos 465 y 466 del Código Civil.
1. Quien ejercitando una actividad lícita, actúa imprudentemente. Por eso es, por ejemplo,
que las leyes de tránsito sancionan a los conductores imprudentes, aunque no hayan
causado daño alguno.
2. El funcionario o empleado público que causa daños en el ejercicio de su cargo.
3. El profesional que actúa con dolo en el ejercicio de su profesión.
4. El mandatario que ejecuta actividades apartándose o excediéndose de las facultades que
le ha conferido el mandante.
5. El mandatario que, sin autorización del mandante, usa o adquiere para sí o para sus
parientes legales, sumas de dinero o cosas que ha recibido del mandante.
6. El socio que toma del fondo común, para gastos personales, mayor cantidad que la
acordada.
7. El socio que, sin autorización de los demás traslada a otro el encargo o comisión que se
le hubiere dado, o le trasmite su interés en la sociedad.
8. El socio que, sin el consentimiento de los demás, traslada a otro el encargo o comisión
que se le hubiere dado, o le trasmite su interés en la sociedad.
9. El socio que, para sus negocios propios, usa el nombre, garantías o patrimonio de la
sociedad.
10. El arrendatario que da a la cosa destino diferente al pactado en el contrato de
arrendamiento.
11. El subarrendatario que usa la cosa para destino diferente de aquel que fue estipulado
con el primer arrendador.

El Código Civil prevé los casos de abuso de derecho siguientes: Artículos 1610, 1706,
1710, 1749, 1750, 1758, 1760, 1766, incisos 1º, y 2º, 1891, 1901, 1964 y 2122, del Código
Civil.

La Responsabilidad Civil Compleja


o Indirecta.
Indiqué anteriormente que este tipo de responsabilidad se refiere a los casos en los que una
persona, absolutamente diferente a la que causo los daños o perjuicios, queda obligada por
la ley al resarcimiento de los mismos.
Desde luego, ello obedece que hay entre ambas personas alguna de las relaciones jurídicas
que determinada que una tiene el deber de vigilar la conducta de la otra y la oblgiacion de
responder por los daños y perjuicios que, como consecuencia de su ineficiente o nula
vigilancia, causare esta.
Los casos de este tipo de responsabilidad que regula el Código Civil son los siguientes:

A. Menores de edad.
Los obligados al resarcimiento de los daños y perjuicios causados por personas menores de
quince años, son los padres, tutores y protutores. Esto no es sino una consecuencia de las
obligaciones propias dela patria potestad, la tutela o la pro tutela, entre las que se cuenta,
desde luego, la de cuidar y vigilar la conducta de los menores sometidos a las mismas.
Artículos 253, 293, 304 y 1660 del Código Civil.

B. Alumnos y aprendices menores


de quince años
De los daños y perjuicios que estas personas causen serán responsables los directores de los
establecimientos de enseñanza y los jefes de talleres, siempre que los sucesores ocurran
mientras los alumnos o aprendices están bajo su autoridad, es decir, durante las actividades
escolares o laborales correspondientes. Artículos 1661 y 1662 del Código Civil.

C. Empleados y trabajadores de
edad.
El resarcimiento de los daños y perjuicios que, en actos del servicio, causen los trabajadores
o empleados de talleres, hoteles, establecimientos mercantiles o industriales y, en general,
personas mayores de edad que trabajan en relación de dependencia, corre a cargo de los
patronos o propietarios, quienes tienen derecho de repetir contra su trabajador o empleado
por la totalidad de lo que hayan pagado por él. Artículos 1663 y 1666 del Código Civil.

D. Representantes legales de
personas jurídicas.
La persona jurídica privada está obligada al resarcimiento de los daños y perjuicios que
cause su representante legal en el ejercicio de las atribuciones de su cargo. La entidad
puede repetir por la totalidad de lo que haya pagado. Artículos 15, 16, 1664 y 1666 del
Código Civil. Lo anterior es congruente con la disposición contenida en el artículo 24 del
Código Civil concerniente a “que las personas jurídicas son civilmente responsables de los
actos de sus representantes que en el ejercicio de sus funciones perjudiquen a tercero,
cuando violen la ley o no la cumplan; quedando a salvo la acción que proceda contra los
autores del daño.
E. Funcionarios y empleados
públicos.
La responsabilidad civil por los daños y perjuicios que causen los funcionarios o empleados
públicos en el ejercicio de su cargo, corresponde solidariamente al servidor público y al
Estado o la Municipalidad para la cual trabaje. El ente público tiene derecho de repetición
por la totalidad de lo que haya pasado. Artículos 1665 y 1966 del Código Civil.
Debe señalarse, por su indudable importancia, que el artículo 155de la Constitución Política
de la República de Guatemala modifico al Código Civil, respecto este asunto, en dos
aspectos:

1. En el sentido de establecer que la responsabilidad del Estado o de la


Municipalidad, es solidaria con su empleado o funcionario (ya no subsidiaría
como el Código Civil establecía); y
2. Que la obligación resarcir los daños y perjuicios causados por funcionarios o
empleados públicos prescribe por el transcurso de veinte años (no de un año,
como lo establece para todos los demás casos de daños y perjuicios
provenientes de hechos y actos ilícitos el artículo 1673 del Código Civil).

De lo expuesto se deduce fácilmente que en todos los casos anteriores, el Código Civil
aplica la tesis de la “culpa in vigilando”; y en el caso de los trabajadores, dependientes o
empleados mayores de edad, también la tesis de la “culpa in eligiendo”, en el sentido de
que el patrono o empleador debe ser cuidadoso al escoger a las personas a quienes confiara
el desempeño de determinada actividad o función.
La ley obliga, pues, al resarcimiento de los daños y perjuicios a quien no vigilo
adecuadamente a la persona que tenía bajo su autoridad en el momento en que realizo la
acción o incurrió en la omisión dañina y perjudicial. Esto parece lógico y justo, es
absolutamente necesario. Sin embargo, para que no ocurran distorsiones ni equívocos
especialmente en lo que concierne al Estado y a las municipalidades es necesario que en
cada caso se establezca de manera fehaciente que el daño se produjo efectivamente durante
el real desempeño de las funciones públicas. Creo que no basta que el suceso haya
acontecido en el lugar y durante el horario de labores. Habría que comprobar,
adicionalmente, que estaba haciendo el empleado o funcionario cuando causo el daño, para
verificar si estaba desempeñando alguna en labor; o si, por el contrario, estaba en el local y
en el horario de trabajo, pero se encontraba ejecutando alguna actividad absolutamente
ajena a sus funciones. En este último supuesto no debe haber responsabilidad alguna del
Estado o del municipio.
Lo anterior es bastante discutido, pero debe advertirse que la ley vincula al Estado o la
municipalidad cuando el funcionario cause el daño o el perjuicio “en el ejercicio de su
cargo”. De se realizó ahí que si el servidor público no estaba en el ejercicio de funciones de
su cargo cuando daño o perjudico, seria verdaderamente injusto obligar a los referidos
entes públicos a responder del resarcimiento.
Previsión de la ley.
Esto obliga a reflexionar en que, cuando alguien ejecuta un acto ilícito no tiene intención
alguna de asumir la oblgiacion de resarcir los daños o los perjuicios que causo con su
conducta ilegal. Por el contrario, ha sido el legislador el que ha previsto este tipo de
situaciones y ha creado, preventivamente, las normas que protegen al agraviado y obligan
al ofensor Es asimismo, el legislador el que, en casos como los anteriormente referidos,
traslada o transfiere a terceros (personas particulares unas veces, y entes públicos, otras), la
responsabilidad civil del defensor.
Esta doctrina es aplicada por el Código Civil, excepcionalmente, en los casos siguientes:

1. Accidentes de trabajo. En los accidentes de trabajo son responsables los


patronos aun en el caso de culpa del trabajador. No lo serán si el trabajador
produjo voluntariamente (dolosamente) el daño. Artículo 1649 del Código Civil.

El numeral 49 del Capítulo V de la exposición de motivos del Código Civil puntualiza que:
“Debe advertirse que el Código Civil al establecer el principio fundamental de
responsabilidad para todo daño que se cause, en manera alguna se sobrepone a las leyes
laborales o especiales que norman las reclamaciones en accidentes de trabajo, las cuales
quedan sujetas a lo que en esta materia establezcan. Los trabajadores afiliados al instituto
Guatemalteco de Seguridad Social, por ejemplo deben sujetarse a las leyes especiales de
dicho instituto, las que prevalecen sobre cualquiera disposición general”.

Actividades peligrosas.
“Quienes en sus actividades licitas usaren instrumentos aparatos, maquinaria o sustancias
peligrosas por su velocidad, tipo de energía eléctrica, naturaleza explosiva o infumable, o
por cualquiera otras razones, serán responsables por los daños y perjuicios que causen,
salvo que prueben que se produjeron por dolo de la víctima. Para prevenir esto, el Código
Civil establece que dentro de poblado se prohíbe instalar máquinas y fabricas que sean
peligrosas, nocivas o molestas”. Artículos 479, párrafo segundo y 1650 del Código Civil.

Medios de transporte.
El propietario de un medio de transporte, es solidariamente responsable con la persona
encargada del vehículo, por los daños que se causen aun en el caso de que la persona que en
ese momento conducía no fuere empleado del propietario sino un tercero a quien el
encargado le confió el vehículo, aunque hubiere sido de manera transitoria. Cesa la
responsabilidad del propietario si prueba que la víctima procedió con manifiesta violación
de leyes o reglamentos, o con dolo”. Artículos 1651 y 1652 del Código Civil; y, 800 del
Código de Comercio.
La infortunada frecuencia de daños causados con motivos del uso de medios de transporte,
ha llevado a que el artículo 161 de la Ley de Transito ordene que todo propietario de un
vehículo autorizado para circular por la vía publica deberá contratar como mínimo un
seguro de responsabilidad civil contra terceros y ocupantes.
Acerca de esto es importante destacar que solo se asegurara contra la responsabilidad civil
por daños causados a terceros de manera culposa, nunca por aquellos que se hubieren
ejecutado con dolo. Artículo 986 del Código de Comercio.
En muchas otras materias puede el hombre causar daños o perjuicios, razón por la que falta
de normas específicas, hay normas generales destinadas al resarcimiento de los daños
causados. De esta manera cuentan legislaciones como las concernientes a la conservación
del medio ambiente y las destinadas al manejo y destrucción de materia nuclear, deben
merecer la atención de estudiosos, legisladores y jueces.
Establece, finalmente, el Código Civil, que en todos los casos a que se refiere el título VII
del libro V, la acción para pedir la reparación de los daños o perjuicios prescribe en un año,
contando desde el día en que el daño se causó, o en que el ofendido tuvo conocimiento del
daño o perjuicio, articulo 1673 del Código Civil y el artículo 155 de la Constitución Política
de la República de Guatemala.

Diferencias entre la responsabilidad


penal y la responsabilidad civil.
1. La responsabilidad penal nace de la infracción a una norma penal vigente,
independientemente de si se causó o no daño o perjuicio. La responsabilidad
civil solo se configura cuando efectivamente se ha causado daño o perjuicio
consumados.
2. B. Las infracciones que originan responsabilidad penal deben estar, cada una,
expresamente tipificadas en la ley. Las que originan responsabilidad civil no
necesariamente deben estarlo. Las que no estuvieren específicamente previstas
se juzgaran a la ley de la norma concerniente a que todo aquel que cause daño o
perjuicio a otro, sea con dolo o culpa, tiene la obligación de resarcirlo.
3. La responsabilidad penal se fija en razón de la magnitud de la culpabilidad del
infractor. La civil se determinada de conformidad con la cuantía del daño o del
perjuicio causado.
4. La responsabilidad penal se extingue por la muerte del infractor, la civil se
trasmite a los herederos del obligado.

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