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Medidas de seguridad
Las medidas de seguridad son aquellas sanciones complementarias o
sustitutivas de las penas, que el juez puede imponer con efectos preventivos
a aquel sujeto que comete el hecho punible, esta persona es susceptible de
recibir una medida de seguridad para prevenir nuevos delitos. Las medidas
de seguridad, atienden a la peligrosidad del sujeto, exteriorizada en todo caso
a través de la comisión de un hecho ilícito.
En la mayoría de las legislaciones se prevé un conjunto de medidas que no
tienen que ver con la represión del hecho delictivo cometido ni con la
culpabilidad del sujeto, sino que van fundamentalmente dirigidas a la
prevención de nuevos delitos y a la readaptación de los sujetos, aplicándose
sobre la base de determinadas características personales que hacen pensar
en una inclinación particular al delito o en la tendencia hacia la comisión de
tales hechos, dichas características que se denominan peligrosidad criminal.
Estas medidas de seguridad pueden sustituir o complementar las penas,
cuando se ha cometido un hecho descrito por la ley como punible, son
aquellas que se aplican con ocasión al delito, en supuestos como el de la
inimputabilidad por enfermedad mental en que la pena correspondiente al
hecho se sustituye por la medida de seguridad de internación en hospital
psiquiátrico, o en el caso de la prohibición de recurrir a locales donde se
expendan bebidas alcohólicas, que puede complementar la pena en
situaciones en que el autor haya actuado bajo la influencia de bebidas
alcohólicas. En otras legislaciones, se contemplan otras medidas, ejemplo, la
internación en casas de trabajo, la prohibición de residir en determinados
lugares, la internación en establecimientos de tratamiento especial y
educativo, en algunos sistemas se habla de medidas curativas, educativas y
eliminatorias; las medidas eliminatorias implican el internamiento de sujetos
peligrosos en establecimientos con especiales precauciones de seguridad,
en otros sistemas se clasifican estas medidas como restrictivas de la libertad,
restrictivas de los derechos y pecuniarias.
En el sistema venezolano, no se establece en el código penal, junto a las
penas, la consagración de un sistema de medidas de seguridad que las
sustituya o complemente con ocasión de la realización de hechos punibles;
sin embargo, se establece en el código penal, en forma aislada, medidas de
seguridad, como en el caso del enfermo mental inimputable, cuya reclusión
en un hospital o establecimiento especial será decretada por el Tribunal,
tomando en cuenta la gravedad del hecho y la naturaleza de su enfermedad,
establecido en el artículo 62 del CPC, así como también se prevé la
posibilidad de mandar a cumplir la pena corporal que deba sufrir el ebrio
habitual en un establecimiento especial de corrección, establecido en el
artículo 64 numeral 4 del CPC. Se imponen estas medidas de seguridad, en
supuestos de inimputabilidad, a través de las cuales, se tiende, no tanto a la
protección de la sociedad, sino a la protección del sujeto, a su curación y a
su readaptación social.
Sujetos susceptibles de la aplicación de medidas de seguridad
La inimputabilidad es un término que se vincula a la condición de inimputable.
Un sujeto inimputable es aquel que no es responsable penalmente del hecho
ilícito que cometió ya que no está en condiciones de comprender su accionar
o las consecuencias de éste. La inimputabilidad puede deberse a trastornos
psicológicos o por la falta de madurez, es decir, cuando un menor de edad
comete un hecho calificado como delito por la ley; al ser inimputable, el sujeto
no sólo no tiene responsabilidad penal sobre su comportamiento, sino que
tampoco es declarado culpable a nivel legal.
En tal sentido, el Código Penal Venezolano prevé, causas que una vez
demostradas excluyen la responsabilidad penal de quienes realizan tales
conductas. Estas causas excluyen la responsabilidad penal no porque lo
conviertan en lícito o justifiquen el hecho, sino porque, a pesar de que éste
sigue siendo prohibido por la ley penal, su autor lo comete en circunstancias
personales de tal índole, que impiden afirmar su imputabilidad o capacidad
de culpabilidad. En consecuencia, no cabe imputar el hecho al autor ni
culparlo por su actuación, y tampoco imponerle al sujeto no imputable o
inculpable la pena señalada por la ley al hecho ilícito que realiza.
La imputabilidad es la capacidad o aptitud que posee a una persona, en virtud
de la cual los actos que realice y la conciencia de dicha acción le sean
atribuibles como hecho punible. En consecuencia, cuando una persona que
realiza un acto que constituye una violación a la ley, se está cometiendo un
delito, y cuando ésta es realizada con absoluta conciencia, voluntariedad y
lucidez mental es imputable. Sin embargo, el Código Penal no utiliza el
término imputabilidad, sólo señala las causas que excluyen o atenúan la
responsabilidad penal.
Para que se halle ausente la imputabilidad, en el sujeto que cometió el hecho
delictivo, es determinante la falta de conocimiento de la ilicitud o la alteración
de la voluntad, siempre y cuando ocurran en el sujeto al momento de ejecutar
el hecho legalmente descrito. En tal sentido, la inimputabilidad requiere que,
al momento de cometerse el hecho delictivo, el sujeto incurra en algunas de
las circunstancias que el código penal señala como excluyentes o atenuantes
de la responsabilidad penal.
Causas de inimputabilidad del Código penal venezolano
son aquellas que excluyen la responsabilidad penal o que impiden que se
atribuya, a una persona la responsabilidad penal. De acuerdo al Código Penal
venezolano, las causas son:
1) Falta de desarrollo mental: la minoría de edad, en el artículo 69 del CPC,
se establece que no es punible en ningún caso el menor de doce años, ni
el mayor de doce y menor de quince años; sin embargo, si se demuestra
que el mayor de doce años y menor de quince ha obrado con
discernimiento es punible.
En este caso, si el mayor de doce años y menor de quince fuere declarado
responsable, la pena correspondiente al hecho punible se convertirá en
arresto, si fuere de presidio o prisión, con disminución de la mitad; así
mismo se disminuirán por mitad las otras penas y todas las que estuviere
sufriendo cesarán al cumplir los veintiún años. Según lo establecido en el
artículo 70 del CPC. En caso de que el mayor de quince años, pero menor
de dieciocho años cometiere un hecho punible será castigado con la pena
correspondiente, disminuida en una tercera parte, según lo dispuesto en
el artículo 71 del CPC, así mismo, se establece en el artículo 72 del CPC
que no se procederá en ningún caso contra el sordomudo que al cometer
el hecho punible no hubiere cumplido los quince años; pero si fuere mayor
de esta edad y menor de dieciocho años, se aplicarán las disposiciones
previstas en el artículo 71 del CPC, si obró con discernimiento; si no, se
le declarara irresponsable, pero el tribunal dictará las medidas que estime
conducentes respecto a su educación hasta que cumpla los veintiún años.
En tal sentido, el adolescente que cometa un hecho delictivo, podrá ser
responsable, en virtud del sistema penal de responsabilidad del adolescente
establecido en la LOPNNA, se determinara su responsabilidad de acuerdo al
procedimiento previsto en la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y
Adolescente.
El Sistema Penal de Responsabilidad de los adolescentes son todas aquellas
normas, órganos y entes del Poder Público que formulan, coordinan, supervisan,
evalúan y ejecutan las políticas y programas destinados a garantizar los
derechos de los adolescentes en conflicto con la Ley Penal, Así mismo, se
encarga del establecimiento de la responsabilidad de los adolescentes por los
hechos punibles en los que incurran, así como el control de las sanciones que
les sean impuestas.
Según lo dispuesto en el artículo 528 de la LOPNNA el adolescente que incurra
en la comisión de hechos punibles responde por el hecho en la medida de su
culpabilidad, de forma diferenciada del adulto. La diferencia consiste en la
jurisdicción especializada y en la sanción que se le imponen. Las medidas
previstas en la LOPNNA, serán aplicadas a todas las personas con edad
comprendida entre catorce y menos de dieciocho años al momento de cometer
el hecho punible, aunque en el transcurso del proceso alcancen los dieciocho
años o sean mayores de esa edad cuando sean acusados o acusadas, según lo
establecido en el artículo 531 de la LOPNNA.
La LOPNNA señala, que cuando un niño, niña o adolescente menor de 14 años
se encuentre incurso en la comisión de un hecho punible, solo se le aplicarán las
medidas de protección previstas en la ley. Cuando un niño, niña o adolescente
menor de 14 años, sea sorprendido en flagrancia por una autoridad policial, debe
dar aviso al fiscal del Ministerio Público, quien lo pondrá dentro de las 24 horas
siguientes a la orden del Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes.
Pero cuando sea sorprendido en flagrancia por un particular, lo pondrá de
inmediato a la disposición de la autoridad policial para que proceda en la misma
forma explicada anteriormente. Del resultado de las investigaciones o juicio se
determinen evidencias de la concurrencia de que un niño, niña o adolescente
menor de 14 años en un hecho punible, se deberá enviar copia al Consejo de
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes. Este Consejo de Protección deberá
notificar dentro de las 72 horas siguientes de haber conocido el caso a la
Dirección Estadal del Instituto Autónomo del Consejo Nacional de Derechos de
Niños, Niñas y Adolescentes para su conocimiento De acuerdo con lo
establecido en el artículo 523 de la LOPNNA.
Es importante señalar el artículo 75 del CPC el cual establece, “Al que ejecuta
un hecho punible, siendo mayor de setenta años, no se le impondrá pena de
presidio, sino que en lugar de esta y de la prisión se aplicará la de arresto que
no excederá de cuatro años”. En este caso, puede pueden disponerse las
mismas medidas previstas en la aparte final del artículo 62, en lugar de aplicarse
la pena de arresto o aún después que ésta se estuviere cumpliendo. De acuerdo
con lo establecido en el artículo 76 del CPC.
Falta de salud mental: se refiere a la enfermedad mental, es la causa que
expresa la ley como excluyente de las facultades cognitiva y volitiva, por cuanto
priva al individuo de la capacidad para entender o querer.
Establece el artículo 62 del CPC “No es punible el que ejecuta la acción
hallándose dormido o en estado de enfermedad mental suficiente para privarlo
de la conciencia o de la libertad de sus actos. Sin embargo, cuando el loco o
demente hubiere ejecutado un hecho que equivalga en un cuerdo a delito grave,
el tribunal decretará la reclusión en uno de los hospitales o establecimientos
destinados a esta clase de enfermos, del cual no podrá salir sin previa
autorización del mismo tribunal. Si el delito no fuere grave o si no es el
establecimiento adecuado, será entregado a su familia, bajo fianza de custodia,
a menos que ella no quiera recibirlo”.
Establece el artículo 63 del CP que cuando el estado mental del sujeto
sea tal que atenúe en alto grado la responsabilidad penal, pero sin
excluirla totalmente, la pena establecida para el delito o falta se rebajará
conforme a las siguientes reglas:
1. En lugar de la de presidio, se aplicará la de prisión, disminuida entre
dos tercios y la mitad.
2. En lugar de la prisión, se aplicará la de arresto, con la disminución
indicada.
3. Las otras penas divisibles se aplicarán rebajadas por mitad.
Si la perturbación mental del sujeto al momento de cometer del delito, es
en razón de la embriaguez, se aplicarán las reglas establecidas en el
artículo 64 del CPC, el cual prevé, “Si el estado de perturbación mental
del encausado en el momento del delito proviniere de embriaguez, se
seguirán las reglas siguientes:
a. Agresión ilegítima por parte del que resulta ofendido por el hecho.
b. Necesidad del medio empleado para impedirla o repelerla.
c. Falta de provocación suficiente de parte del que pretenda haber obrado
en defensa propia.
Se equipara a la legítima defensa el hecho con el cual el agente, en el
estado de incertidumbre, temor o terror traspasa los límites de la defensa.
d. El que obra constreñido por la necesidad de salvar su persona, o la de
otro, de un peligro grave e inminente, al cual no haya dado
voluntariamente causa, y que no pueda evitar de otro modo.
2) Omisión por miedo insuperable: establece el artículo 73 del CPC “No es
punible el que incurra en alguna omisión hallándose impedido por causa
legítima o insuperable”. La inimputabilidad se apoya en la causa legítima
e insuperable, lo cual se traduce en un impedimento que da motivo a la
omisión irremediable. Por lo tanto, la omisión que la ley castiga es aquella
que se origina en la falta consciente y libre por parte de la persona. la
omisión por causa insuperable, también se considera el miedo como
factor justificante en caso de omisión. Debido a que el miedo puede influir
para que se omitan actos que deben ser cumplidos de acuerdo con
deberes legales.
Puede decirse, por lo tanto, que la inimputabilidad es una circunstancia que
exime a alguien de su responsabilidad y culpabilidad en sus actos. Ejemplo; un
hombre diagnosticado con esquizofrenia agrede a una persona y le causa una
lesión cerebral. la víctima decide demandar al agresor, pero el juez, tras una
prueba psicológica, determina su condición de esquizofrénico y declara su
inimputabilidad. El tribunal podrá ordenar la internación del enfermo mental en
un establecimiento psiquiátrico, por considerarlo peligroso para la sociedad.
Procedimiento para la aplicación de las medidas de seguridad
El procedimiento previsto para la aplicación de las medidas de seguridad esta
establecido en el artículo 410 del COPP y siguientes. Procederá cuando el
Ministerio Público, en razón de la inimputabilidad de una persona estime que
sólo corresponde aplicar una medida de seguridad, requerirá la aplicación de
este procedimiento. La solicitud contendrá, en lo pertinente, los requisitos de la
acusación. De conformidad con lo establecido en el artículo 410 del COPP.
Los requisitos que debe contener la solicitud para la aplicación de las medidas
de seguridad:
como esta señalado en el artículo 410 del COPP la solicitud deberá contener los
requisitos de la acusación, establecidos en el artículo 308 del COPP. La solicitud
deberá contener:
1. Los datos que permitan identificar plenamente y ubicar al imputado o imputada
y el nombre y domicilio o residencia de su defensor o defensora; así como los
que permitan la identificación de la víctima.
2. Una relación clara, precisa y circunstanciada del hecho punible que se atribuye
al imputado o imputada.
3. Los fundamentos de la imputación, con expresión de los elementos de
convicción que la motivan.
4. La expresión de los preceptos jurídicos aplicables.
5. EI ofrecimiento de los medios de prueba que se presentarán en el juicio, con
indicación de su pertinencia o necesidad.
6. La solicitud de enjuiciamiento del imputado o imputada.
Se consignarán por separado, los datos de la dirección que permitan ubicar a la
víctima y testigos, lo cual tendrá carácter reservado para el imputado o imputada
y su defensa”.
Reglas que deben cumplirse para la aplicación de las medidas de seguridad
Establecidas en el artículo 411 del COPP el cual prevé, “El procedimiento se
regirá por las reglas comunes, salvo las establecidas a continuación:
1. Cuando el imputado o imputada sea incapaz será representado o
representada, para todos los efectos por su defensor o defensora en las
diligencias del procedimiento, salvo los actos de carácter personal.
2. En el caso previsto en el numeral anterior, no se exigirá la declaración previa
del imputado o imputada para presentar acusación; pero su defensor o defensora
podrá manifestar cuanto considere conveniente para la defensa de su
representado o representada.
3. El procedimiento aquí previsto no se tramitará conjuntamente con uno
ordinario.
4. El juicio se realizará sin la presencia del imputado o imputada cuando sea
conveniente a causa de su estado o por razones de orden y seguridad.
5. No serán aplicables las reglas referidas al procedimiento abreviado, ni las de
suspensión condicional del proceso.
6. La sentencia absolverá u ordenará una medida de seguridad”.
En caso de que el tribunal estime que el investigado o investigada no es
inimputable, ordenará la aplicación del procedimiento ordinario. Según lo
dispuesto en el artículo 412 del COPP.
Ejecución de las medidas de seguridad
Establecida en el artículo 502 del COPP el cual prevé, “El Código Penal y las
leyes especiales determinarán lo relativo a la forma, control y trámites necesarios
para la ejecución de las medidas de seguridad, así como todo cuanto respecta
al régimen, trabajo, remuneración y tratamiento del sometido o sometida a ellas.
Revisión de las medidas de seguridad
El tribunal de ejecución fijará un plazo, no mayor de seis meses, a cuyo término
examinará periódicamente la situación de quien sufre una medida por tiempo
indeterminado; el examen se llevará a cabo en audiencia oral, concluida la cual
decidirá sobre la cesación o continuación de la medida. Según lo establecido en
el artículo 503 del COPP.
Procedimiento previsto para la reparación del daño y la
indemnización de perjuicios
La exigencia o reclamación de la responsabilidad civil derivada del delito ha sido
tratada históricamente de tres diversas formas, la primera de ellas es ejercerla
de forma independiente ante tribunales civiles, la segunda, ejercerla durante el
juicio penal, conjuntamente con la acción penal y, por último, ejercerla ante los
tribunales penales, pero después de la firmeza de la sentencia condenatoria
penal.
En algunos ordenamientos jurídicos, la víctima no es parte en el proceso penal
en manera alguna, la responsabilidad civil derivada del delito solo puede ser
reclamada ante los tribunales civiles de forma absolutamente independiente del
juicio penal a que pudiere haber lugar, en estos casos, la reclamación civil puede
intentarse ante los tribunales de esa jurisdicción en cualquier momento, incluso
antes de que se allá incoado causa penal contra el demandado y aun cuando de
la demanda se infiera claramente que el hecho en que esta se funda es
constitutivo de delito, por lo tanto, en estos caso a la víctima solo le interesa la
reparación, compensación o indemnización que pueda obtener del demandado.
Este es el caso de los países anglosajones, ya que la acción penal es
representada por la fiscalía, por lo tanto, la víctima y los perjudicados no tienen
participación alguna en el juicio penal, no pueden convertirse en parte civil, por
lo tanto, para exigir la reparación del daño deben acudir a la vía civil.
Existen otras legislaciones que aplican la oportunidad procesal, para reclamar la
responsabilidad civil derivada del delito y por ello optan por esperar a la
presentación de la acusación penal para autorizar la demanda civil por los daños
y perjuicios provenientes del delito. Este sistema se considera sensato, ya que
asegura una base fidedigna para la determinación de la responsabilidad civil;
esta no se hará efectiva hasta que exista sentencia firme.
Ahora bien, la legislación venezolana se ajusta a la forma de ejercer la acción
civil ante el tribunal penal, después de la sentencia firme. En todo el proceso
penal no habrá lugar para ejercer pretensiones civiles fundadas en las
consecuencias civiles del delito. Debido a lo expresamente establecido por el
legislador venezolano en el Código Orgánico Procesal Penal.
En Venezuela, en el Código Orgánico Procesal Penal solo se admiten dos formas
de ejercer la acción civil derivada del delito:
1) Ejercer la acción civil derivada del delito ante el tribunal civil.
2) Ejercer la acción civil derivada del delito ante el tribunal penal, es decir,
después que la sentencia penal quede firme.
En virtud del sistema adoptado en Venezuela, la victima tiene dos opciones,
esperar la firmeza de la sentencia penal o demandar por daños y perjuicios
derivados del hecho punible en la jurisdicción civil.
Una vez que la sentencia penal allá ganado firmeza, quienes estén facultados o
legitimados para ejercer la acción civil podrán demandar, ante el juez que dictó
la sentencia, la reparación de los daños y la indemnización de los perjuicios.
Si los legitimados para ejercer la acción civil, es decir, los perjudicados civilmente
por el delito, eligen demandar ante el tribunal penal, la reparación de los daños
y la indemnización de perjuicios, su demanda deberá contener los siguientes
requisitos:
Artículo 414 del C.O.P.P “la demanda civil deberá expresar:
1. Los datos de identidad y el domicilio o residencia del o la demandante y, en
su caso, los de su representante.
2. Los datos necesarios para identificar al demandado o demandada y su
domicilio o residencia; si se desconoce alguno de estos datos podrán solicitarse
diligencias preliminares al juez o jueza con el objeto de determinarlos.
3. Si el demandante, o el demandado o demandada, es una persona jurídica, la
demanda deberá contener la denominación o razón social y los datos relativos a
su creación o registro.
4. La expresión concreta y detallada de los daños sufridos y la relación que ellos
tienen con el hecho ilícito.
5. La cita de las disposiciones legales en que funda la responsabilidad civil del
demandado o demandada.
6. La reparación deseada y, en su caso, el monto de la indemnización reclamada
7. La prueba que se pretende incorporar a la audiencia”.
Se puede establecer una diferencia entre los requisitos exigidos en esta
demanda y los exigidos por el articulo 340 del C.P.C para el proceso ordinario
civil. en esta demanda no contiende hechos que deban ser probados, pues esos
hechos ya fueron establecidos en sentencia penal y firme en la que se basa el
procedimiento para ejercer la acción civil. el demandante solo deberá determinar
cuales fueron los daños y perjuicios sufridos por el y probar la relación causal
entre estos y los hechos de la sentencia penal, cuando no se encuentre
claramente acreditados en ella. Así mismo deberá establecer los conceptos y
montos que reclama, y promover la prueba que los valide, citando las
disposiciones legales que justifican la responsabilidad civil.
El Juez dispone de un lapso de tres días, después de la presentación de la
demanda, para resolver la admisibilidad o rechazo de la misma. Para tal
pronunciamiento deberá considerar los aspectos contenidos en el artículo 416
del C.O.P.P, el cual prevé “Para la admisibilidad de la demanda el Juez o Jueza
examinará:
1. Si quien demanda tiene derecho a reclamar legalmente la reparación o
indemnización.
2. En caso de representación o delegación, si ambas están legalmente
otorgadas; en caso contrario, fijará un plazo para la acreditación
correspondiente.
3. Si la demanda cumple con los requisitos señalados en el artículo 414 de este
Código. Si falta alguno de ellos, fijará un plazo para completarla.
En caso de incumplimiento de los requisitos señalados, el Juez o Jueza no
admitirá la demanda.
La inadmisibilidad de la demanda no impide su nueva presentación, por una sola
vez, sin perjuicio de su ejercicio ante el tribunal civil competente”.
Para decidir sobre la admisibilidad de la demanda, el Juez examinara si quien
demanda tiene realmente derecho a reclamar legalmente la reparación o
indemnización de conformidad con la sentencia penal definitivamente firme que
sirve de base a este procedimiento. También comprobara el juez que la
representación o delegación de las partes, estén legalmente otorgadas, y si
detecta algún error o insuficiencia en la forma en que han quedado constituidas,
o que falte algún requisito de la demanda, fijara un plazo para la subsanación
correspondiente. Cuando la falta de legitimación del demandante fuere evidente,
o existiere grave incumplimiento de los requisitos señalados, o las partes no
hubieren subsanado en el plazo fijado, el juez dictara auto declarando la
inadmisibilidad de la demanda. De conformidad con el artículo 416 del C.O.P.P,
la declaración de inadmisibilidad de la demanda no impide su nueva
presentación, por una sola vez, sin perjuicio de su ejercicio ante el tribunal civil
competente.
Si el juez admite la demanda, deberá ordenar la reparación del daño o la
indemnización del perjuicio, tal decisión debe contener lo establecido en el
articulo 417 del C.O.P.P, el cual prevé “Declarada admisible la demanda, el Juez
o Jueza ordenará la reparación del daño o la indemnización de perjuicios
mediante decisión que contendrá:
1. Los datos de identificación y domicilio o residencia del demandado o
demandada y del demandante y, en su caso, de sus representantes.
2. La orden de reparar los daños, con su descripción concreta y detallada, la
clase y extensión de la reparación o el monto de la indemnización.
3. La intimación a cumplir la reparación o indemnización o, en caso contrario, a
objetarla en el término de diez días.
4. La orden de embargar bienes suficientes para responder a la reparación y a
las costas, o cualquier otra medida cautelar, y la notificación al funcionario
encargado o funcionaria encargada de hacerla efectiva.
Cuando la demanda sea admisible, el juez lo declarara en una misma decisión y
además ordenara la reparación del daño o la indemnización de perjuicio a que
haya lugar. Una vez que las partes sean notificadas de esta decisión, podrán
oponer objeciones a la misma, dentro de los diez días siguientes a su
notificación. Esta decisión no es recurrible en apelación, debido a que puede ser
objetada, y dicha objeción abre paso a la continuación del procedimiento con una
audiencia de conciliación.
El demandado o demandada sólo podrá objetar sobre la legitimación del
demandante para pedir la reparación o indemnización, u oponerse a la clase y
extensión de la reparación o al monto de la indemnización requerida. Así mismo,
deberá formular sus objeciones por escrito, indicando la prueba que se pretende
incorporar a la audiencia. Conforme se dispone en el artículo 418 del C.O.P.P.
Cuando se hayan formulado objeciones a la decisión que admite la demanda, el
juez citara a las partes a una audiencia conciliatoria dentro de los cinco días
siguientes al termino de los diez días para formular objeciones, la audiencia de
conciliación tiene como objeto, tratar de poner a las partes en acuerdo respecto
a las pretensiones deducidas en la demanda; si se logra la conciliación, los
acuerdos y convenciones que se hubiere acordado se recogerán en el acta de la
audiencia. Si no se produce la conciliación, el juez ordenará la continuación del
procedimiento y fijará la fecha y hora de otra audiencia que deberá realizarse en
un lapso no menor de diez días ni mayor de treinta. De conformidad a lo
dispuesto en el artículo 419 del C.O.P.P.
Si el demandante o su representante no comparecen a la audiencia de
conciliación se tendrá por desasistida la demanda y se archivaran las
actuaciones. En estos casos el demandante no podrá ejercer nuevamente la
demanda por esta vía, sin perjuicio de ejercitarla ante la jurisdicción civil. En el
caso de que el demandado y su representante sean los que no comparezcan a
la audiencia de conciliación, las objeciones que hubieren formulado al decreto
de intimación a que se refiere el numeral 3 del articulo 417 del C.O.P.P perderán
todo efecto y la orden de reparación o indemnización valdrá como sentencia
firme y podrá procederse a su ejecución forzosa.
En caso de que sean varios los demandados y alguno de ellos no comparece a
la audiencia de conciliación, el procedimiento seguirá su curso, debido al vínculo
de solidaridad que existe entre ellos, según dispone el artículo 1.195 del Código
Civil Venezolano.
La audiencia se celebrará con las partes que comparezcan, quienes tendrán la
carga de incorporar los medios de prueba ofrecidos, salvo que hubieren
solicitado auxilio judicial. En la audiencia los medios de prueba deben
incorporarse oralmente. Una vez concluida la audiencia el juez dictara la
sentencia rechazando o admitiendo la demanda y, en su caso, ordenando la
reparación o indemnización adecuada e imponiendo las costas que
correspondan. Esta sentencia no admite recurso alguno. De conformidad con lo
establecido en el artículo 421 del C.O.P.P.
A solicitud del interesado, el mismo juez que conoció de la demanda civil,
procederá a la ejecución forzosa de la sentencia, según lo dispuesto en el
condigo de procedimiento civil. de conformidad con el artículo 422 del C.O.P.P.