1.- GENERALIDADES.- ¿Hasta dónde se extiende el derecho de propiedad? Para
establecer los límites de este derecho es necesario trazar dos líneas imaginarias en forma vertical y horizontal: Por tanto, diremos que la propiedad en forma horizontal comprende toda la superficie del suelo hasta donde lleguen los límites inscritos en el título propietario y en forma vertical, el subsuelo y el sobre suelo. Por tanto el propietario podrá disponer libremente tanto de la superficie horizontal en la cantidad (en metros cuadrados) que así lo desee o también en forma vertical, en forma separada el subsuelo o el sobre suelo. 2.- PROPIEDAD DEL SOBRESUELO Y DEL SUBSUELO.- Considerando al derecho de propiedad desde el punto de vista horizontal, la cuestión no reviste problema, pues los límites están claramente definidos ya sea en la escritura de propiedad o de algún otro modo con la colocación de mojones que delimitan los linderos de una propiedad. En forma vertical, es decir, realizando un corte longitudinal a la propiedad, ésta está compuesta por la altura a que llega la edificación y por debajo de la tierra hasta donde tenga interés el propietario (esto no se explica de otra manera que hasta donde alcancen los cimientos o hasta el límite en la construcción de sótanos o depósitos subterráneos, etc.). En cuanto a los actos de disposición (enajenación, arrendamiento, etc.) de la propiedad, la extensión horizontal se la realizará en mérito a la superficie que desee disponer dentro de los límites de su propiedad. Tratándose de la propiedad en forma vertical, el propietario podrá disponer del sobresuelo sin perder el derecho sobre el suelo o podrá disponer del subsuelo, sin perder asimismo el derecho sobre el suelo. A estos efectos, podemos dividir la propiedad en subsuelo (lo que está debajo) suelo (la superficie terrestre misma) y sobresuelo (lo que puede construirse encima del suelo). 2.1.- El derecho a construir.- Concepto.- Derecho real inmobiliario. El propietario (del suelo) confiere a una persona el derecho a construir sobre su propiedad. Es el derecho del sobresuelo que se otorga a un tercero para que pueda construir, manteniendo el propietario su derecho real sobre el suelo. 2.1.1- Formas de constitución, duración y extinción.- Es un derecho que se ejercita sobre propiedad inmueble ajena. Es un derecho prescriptible pues se lo ejercita dentro de los cinco años de la firma del contrato o de la apertura del testamento. Si el concesionario no edifica en ese lapso, su derecho caduca. El derecho a construir se constituye por testamento o por contrato. Sobre suelo Suelo Subsuelo Edificación Superficie Cimientos 2.2.- El derecho de superficie. Formas de constitución.- Se refiere a lo edificado o plantado en suelo ajeno. Es decir, el derecho que un tercero adquiere sobre lo edificado en el sobresuelo – llamado por ello, propietario superficiario puesto que tiene un derecho de superficie solamente-, manteniendo el propietario su derecho sobre el suelo. En el derecho de superficie no se aplican las reglas de la accesión salvo pacto contrario. Nuestra legislación reconoce que es un derecho real inmobiliario sobre cosa ajena, pues reconoce su derecho sobre lo edificado o plantado al propietario superficiario a diferencia de otras legislaciones que asimilan al derecho superficiario como un usufructo o una servidumbre. Se constituye por efecto del derecho a construir, por legado o transferencia y por contrato. Así como el derecho a construir, el derecho de superficie es temporal pues no es posible la concurrencia de dos propietarios sobre un mismo bien en forma indefinida. Por tanto, su duración no podrá exceder de los 30 años. Cualquiera de los propietarios (del suelo o de la superficie) podrá adquirir la propiedad del todo. 3.- PROPIEDAD DEL SUBSUELO.- El propietario del suelo, puede, asimismo disponer de la propiedad del subsuelo, sin perder la propiedad del suelo. Le son aplicables, las normas relativa al derecho de superficie de acuerdo a su naturaleza. 3.- DELIMITACIÓN DE LA PROPIEDAD INMUEBLE.- DESLINDE Y AMOJONAMIENTO.- Si la propiedad en forma vertical se extiende al subsuelo y al sobre suelo, en forma horizontal se extenderá hasta los límites de la extensión susceptible de ser medida en metros cuadrados. El deslinde supone la delimitación de esta extensión, es decir, en forma horizontal, para no confundir ni superponer dichos límites en propiedad vecina y ajena. En tanto que el amojonamiento supone la colocación de señales (mojones) que indican el límite de dicha extensión (piedras, estacas, etc.). Es de esperar que esta delimitación se haga en forma voluntaria, pero como no siempre sucede así, procede el deslinde y amojonamiento, previa mensura (medición) judicial de la propiedad. La demanda se presenta al Juez Público en materia Civil con toda la documentación respaldatoria. En audiencia de inspección se verifican los límites con la citación de los vecinos. Si existe oposición se remite al Juzgado de Partido para su tramitación en la vía ordinaria. 3.1.- El cerramiento.- Es el derecho del propietario de “cerrar” su propiedad colocando, muros, setos, vallas, etc. con el objeto de cercar la extensión territorial que le pertenece y separarla de las otras propiedades vecinas. Se puede dar en terrenos no edificados tanto urbanos como rurales, respetando servidumbres, abrevaderos, travesías, etc.