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SENTENCIA CONSTITUCIONAL 0017/2007-R

Sucre, 11 de enero de 2007

Expediente:2006-13502-28-RAC
Distrito:La Paz
Magistrada Relatora:Dra. Silvia Salame Farjat

En revisión la Resolución 011/2006, de 2 de marzo, cursante de fs. 2005 a 2010, pronunciada por
la Sala Civil Cuarta de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz, dentro del recurso de
amparo constitucional interpuesto por Miguel Becerra Suárez contra Oscar Hassenteufel Salazar,
Salvador Romero Ballivián y Jerónimo Pinheiro Lauría; Presidente y Vocales de la Corte Nacional
Electoral (CNE); Elías Jorge Valdez, Gonzalo Vargas, Urbano Franco, Fernando Coelho y Marilyn
Aguada; Presidente y Vocales de la Corte Departamental Electoral de Pando (CDE de Pando),
denunciando la vulneración de sus derechos a la seguridad jurídica, a la petición, a participar en el
gobierno y al sufragio, consagrados en los arts. 7 incs. a) y h), 219 y 220 de la Constitución Política
del Estado (CPE); 21 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) y XX y XXXII
de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (DADDH).

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido del recurso

Por memorial presentado el 17 de febrero de 2006, cursante de fs. 976 a 983 vta. de obrados,
subsanado por escrito presentado el 21 del mismo mes y año, a fs. 986 a 990 vta., el recurrente
expone los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:

I.1.1. Hechos que motivan el recurso

En las elecciones llevadas a cabo el 2005 fue candidato a prefecto del departamento de Pando por
la alianza del frente de Unidad Nacional y el Movimiento de Renovación Democrática (UN-MAR),
proceso en el cual constató una serie de irregularidades; como ser que la CNE envió el Padrón
Electoral incumpliendo el plazo establecido por el Código Electoral, sin los números de cédulas de
identidad, se habilitaron recintos electorales en propiedad privada de militantes de Acción
Democrática Nacionalista (ADN), “ahora de PODEMOS” y en algunos asientos electorales cambió
más del 80% del Padrón Electoral, figurando también un alto porcentaje de ciudadanos brasileros.

La situación descrita provocó la comisión de delitos ordinarios y electorales el día de las elecciones,
18 de diciembre de 2005, pues incumpliendo los principios del sufragio, los militantes de Poder
Democrático Social (PODEMOS), dueños de las propiedades en las que se instalaron recintos,
vulnerando las normas de los arts. 143 inc. a), 197 y 198 del Código Electoral (CE), impidieron que
sus delegados cumplieran sus funciones en las mesas y recintos electorales de: Humayta, Loma
Velarde, Monte Carlo, Bella Flor, Puerto América, Nueva Esperanza, San Martín, Camacho, Ingavi,
Nacebe, Independencia, Ballivián, Candelaria, Copacabana y Fortaleza del río Beni; habiendo
tomado conocimiento de tales hechos en forma posterior al cierre del acto electoral, pues dichos
lugares son los mas alejados, por lo que la denuncia recién fue presentada el 19 de diciembre de
2005 ante la CDE de Pando, entidad que emitió la Resolución de 21 de diciembre de 2005,
señalando que los delitos electorales deberían ser denunciados en la vía correspondiente y que el
principio de preclusión se aplica también al proceso electoral prefectural; decisión que apeló ante la
CNE; institución que no respondió dentro del plazo legal, por lo que el 27 de diciembre de 2005, el
delegado alterno tuvo que solicitar el pronunciamiento respectivo; y recién mediante Resolución
001/2006, de 5 de enero de la CDE de Pando fue confirmada; explicando que no fue posible emitir
la Resolución antes por la vacación del Presidente y un Vocal.

Señala que en los recintos en los cuales se respetaron los principios electorales y del sufragio él
ganó las elecciones; que pasadas las mismas, se constató que en catorce mesas electorales, las
firmas de las personas que votaron no coincidían con las de los libros índice; en las actas de
escrutinio de los recintos en los que no se permitió la participación de sus delegados, aparecen
sellos del partido Unidad Nacional (UN) falsificados; se observó doble inscripción y votación; se
falsificó la edad de menores, como el caso de la niña, NN; el registro electoral tiene personas que
no están inscritas en el registro civil y otras irregularidades como el traslado de ciudadanos y la
militancia de todos los jurados electorales de las mesas observadas en las listas de la agrupación
que resultó ganadora; figurando incluso familias como jurados electorales, en un porcentaje que se
aproxima al 100% de dichas autoridades electorales.

Las irregularidades señaladas vulneran los principios de la forma democrática de gobierno y del
sufragio consagrados en los arts 2, 219 y 220 de la CPE; mientras que ante las denuncias
efectuadas, los recurridos lesionaron la garantía del debido proceso, pues no actuaron con
imparcialidad, evitando que acceda a una administración de justicia proba e imparcial; prueba de
ello es que el Vocal recurrido, Pinheiro Lauria, reconoció en una entrevista que fue propuesto como
vocal por el ex Senador, Leopoldo Fernández, principal protagonista de los actos denunciados, por
lo que le correspondía excusarse, pero no lo hizo.

Señala como actos concretos lesivos a sus derechos, la falta de respuesta a las denuncias sobre el
delito de doble inscripción de 12 de diciembre de 2005, de manipuleo de papeleta electoral de 19
de diciembre de 2005, a la solicitud de revisión y auditoria de las actas de escrutinio de Puerto
América, a la solicitud de nulidad de mesas de sufragio instaladas en propiedad privada de 20 de
diciembre de 2005 y a la solicitud de pronunciamiento sobre la imposibilidad de ingreso de sus
delegados a los recintos electorales de 27 de diciembre de 2005; siendo también lesiva la
tramitación del recurso de apelación contra la Resolución a la denuncia de 20 de diciembre de
2005, referida a violación del secreto del voto, falsificación de documentos y otros delitos; así como
la respuesta fuera de término de 27 de diciembre de 2005; inobservándose, por parte de la CDE de
Pando, las normas del art. 35 incs. a), b), d), i), ll), m) y t) del CE; y por parte de la CNE el art. 29
incs. k), ll) y m); así como otras normas internacionales de derechos humanos; ya que se pretende
que todas sus denuncias tengan por respuesta las Resoluciones ya señaladas.

I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados

Señala como vulnerados sus derechos a la seguridad jurídica, a la petición, a participar en el


gobierno y al sufragio, consagrados en los arts. 7 incs a) y h), 219 y 220 de la CPE; 21 de la DUDH
y XX y XXXII de la DADDH.

I.1.3. Autoridades recurridas y petitorio

Con esos antecedentes, interpone recurso de amparo constitucional contra Oscar Hassenteufel
Salazar, Salvador Romero Ballivián, Jerónimo Pinheiro Lauría; Presidente y Vocales de la CNE; Elías
Jorge Valdez, Gonzalo Vargas, Urbano Franco, Fernando Coelho y Marilyn Aguada; Presidente y
Vocales de la CDE de Pando; pidiendo se le conceda, disponiéndose lo siguiente: a) se anulen las
mesas observadas de Humayta 11989, Camacho 11960, Puerto América 16879, Ingavi 11991,
Ballivián 11870, San Martín 16877 y 11967, Nueva Esperanza 20008, 11918, 11999, Copacabana
11983, Candelaria 20000, Puerto Consuelo 23429, De repente 11990, Monte Carlos 11958, Puerto
Cárdenas 11956, Fortaleza 11915, 20001, Nacebe 11987, La Punta 11949, Santa Lucia 23411,
Loma Velarde 11961 e Independencia 16885; b) se anulen las Resoluciones de los órganos
electorales que declararon ganador de las elecciones, así como la posesión en el cargo de Prefecto
del departamento de Pando, y se realicen nuevos cómputos con los nuevos resultados; y c) la
calificación de daños y perjuicios.

I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de amparo constitucional

Instalada la audiencia pública el 2 de marzo de 2006, tal como consta en el acta de fs. 1999 a 2004
vta. de obrados; en presencia del recurrente y de los representantes de los recurridos y en
ausencia del representante del Ministerio Público, ocurrió lo siguiente.

I.2.1. Ratificación del recurso

El recurrente, por medio de su abogado ratificó los términos del memorial de amparo y del escrito
de ampliación del mismo.

I.2.2. Informe de las autoridades recurridas

Los recurridos Oscar Hassenteufel Salazar, Jerónimo Pinheiro Lauría y Salvador Romero Ballivián,
por medio de sus representantes, presentaron informe escrito cursante de fs. 1991 a 1997, que fue
reiterado en audiencia, en el cual expresaron los siguientes argumentos: a) la CNE, instituida por
las normas del art. 226 de la CPE, como el órgano electoral autónomo e independiente de los
poderes del Estado, tiene la potestad delegada por el Estado para administrar, dirigir, controlar y
fiscalizar los procesos electorales; por ello, actuó con plena jurisdicción y competencia en el control
del proceso electoral en el que participó el recurrente, ya que es la máxima autoridad en materia
electoral, conforme determinan las normas previstas por el art. 28 del CE; siendo sus decisiones de
cumplimiento obligatorio, irrevisables e inapelables, con dos excepciones; cuando vulneren
derechos y garantías constitucionales, correspondiéndole dicha revisión a la jurisdicción
constitucional; y cuando sus resoluciones afecten derechos legítimos, en dos supuestos: i) cuando
los documentos que sirvieron de base resulten falsos; y ii) cuando sobrevengan hechos nuevos o se
descubran hechos preexistentes, con prueba de reciente obtención. Esta revisión de legalidad la
efectúa la misma CNE; en ese entendido, de la revisión de los actos del recurrente, se tiene que no
acudió a ese procedimiento de revisión ante la propia CNE; por tanto, incumplió el carácter
subsidiario del recurso de amparo constitucional, tal como fue expresado en las SSCC 0633/2002-
R, 0507/2002-R, 1365/2001-R y otras; b) no es evidente que se hubiera vulnerado el derecho de
petición, ya que mediante nota VPE-429/2005, de 23 de diciembre, se comunicó al representante
de la alianza UN-MAR, que habiéndose recibido cuatro notas con solicitud de anulación de algunas
mesas electorales, tal solicitud no podía concederse por haberse concluido el cómputo
departamental, dicha nota fue de conocimiento de Limberg Menacho el 23 de diciembre de 2005,
prueba de ello es que José Luis Fernández Betancourt, delegado del UN, reconociendo haber sido
notificado, pidió que sea evaluado el informe de la CDE de Pando. Luego, mediante memorial de 27
de diciembre de 2005, el delegado alterno de UN reiteró la solicitud de nulidad de las actas de los
recintos de Puerto América, Puerto Consuelo, Nueva Esperanza, Nacebe y San Martín; y denunció
que a sus delegados no se les permitió ingresar a dichos recintos, y las demás denuncias que
efectúan en el presente amparo. A los dos memoriales descritos la CNE respondió mediante
proveído de 29 de diciembre de 2005, afirmando que tales peticiones no eran atendibles porque su
competencia no se abrió formalmente, conforme disponen las normas previstas por el art. 187 del
CE; notificándose dicha decisión al delegado alterno del UN, el 30 de diciembre de 2005; y también
se contestaron a los memoriales de 12, 19 y 20 de diciembre de 2005; c) la Resolución 01/2006,
de 5 de enero, fue emitida en esa fecha porque el vocal Pinheiro solicitó licencia con cargo a
vacación el 19 de diciembre de 2005, y el 27 del mismo mes y año el Presidente de la CNE hizo lo
mismo; tales licencias fueron solicitadas antes de conocer el recurso del recurrente, el 29 de
diciembre de 2005; las referidas autoridades se restituyeron a sus funciones el 3 de enero de 2006,
porque el día anterior fue feriado; si bien es cierto que para algunos actos la CNE tiene un plazo
fijado por ley, para el tratamiento de las apelaciones de las resoluciones de las Cortes
Departamentales Electorales, previstas por el art. 29 inc. m) del CE no existe un término expreso,
por lo que deben aplicarse supletoriamente las normas civiles, porque las normas del art. 240 del
CE, disponen que el procedimiento electoral es sumarísimo y que en lo que no sean contrarias se
aplicaran las normas del Código de Procedimiento Civil, las cuales disponen en el art. 204 que en
procedimientos sumarísimos el plazo para dictar resolución es de diez días; por ello, ese es el
término que la CNE tenia para emitir su resolución, habiéndolo cumplido; d) no se vulneró el
derecho del recurrente a participar en el gobierno, ya que participó como candidato a prefecto del
departamento de Pando y emitió su voto; cosa distinta es que la voluntad popular haya efectuado
una elección distinta; e) tampoco se lesionó el derecho de acceso a la justicia, ya que al emitir la
Resolución 001/2006, se administró justicia electoral en el caso de las denuncias de la organización
política del recurrente; f) el registro de ciudadanos que el recurrente observa esta efectuado
conforme a la ley, pero a las organizaciones políticas sólo se hace entrega de una copia incompleta
por seguridad, para evitar el mal uso del padrón electoral; g) conforme determinan las normas del
art. 4 del CE, la responsabilidad del desarrollo y vigilancia del proceso electoral corresponde a los
poderes del Estado, al organismo electoral, a los partidos y agrupaciones políticas y a la ciudadanía
en general; por ello es que el citado Código consagra mecanismos como la acreditación de
delegados ante las notarías electorales, en la elección de jurados y en las mesas de sufragio;
pudiendo haber observado entonces las irregularidades que se reclaman en el presente amparo,
pero no lo hicieron; y h) en lo referido a la ubicación de los recintos, se debe afirmar que dicha
observación emerge de los resultados adversos al recurrente, ya que anteriormente participó de
otras elecciones, en las cuales los recintos fueron los mismos, pero no efectuó observación alguna
porque fue elegido representante nacional o Concejal. Finaliza solicitando que en base al principio
de preclusión, que implica que las elecciones no pueden ser anuladas por ninguna autoridad ni por
causa alguna, conforme disponen las normas del art. 192 del CE; se deniegue el presente amparo
constitucional.

El recurrido, Elias Jorge Valdez, por sí y en representación de Urbano Franco, Fernando Coelho y
Marylin Aguada, presentó informe escrito cursante de fs. 1937 a 1947, en el que manifestó lo
siguiente: a) cumplieron a cabalidad su labor de administrar justicia electoral con imparcialidad en
el proceso electoral que dio lugar al presente amparo, producto de ello es que se reconoció la
personería jurídica de la organización política del recurrente, fue habilitado como candidato a
Prefecto, habiéndole también facilitado toda la información que requirió; de igual modo se preservó
el principio de igualdad de todos los candidatos; emergente de esa labor es que los delegados del
recurrente fiscalizaron cada mesa electoral, como demuestra la filmación del asiento electoral de
Puerto Consuelo, instalado en el Aserradero “Los Indios”, en el que ejerció su derecho al voto el
candidato ahora Senador electo por el UN, Abraham Cuéllar, evidenciándose la presencia de un
delegado de dicho partido; por ello, la afirmación de falsificación de los sellos de dicho partido es
una calumnia; como consta en las actas de escrutinio de las diferentes mesas. Además de
participar en el acto eleccionario, los delegados de la alianza UN-MAR, participaron en todos los
actos del calendario electoral como inscripción de ciudadanos, depuración del Padrón, reunión de
delegados, taller de capacitación, sorteo de jurados, recibieron todas las Resoluciones y
Reglamentos emitidos por el organismo electoral; en consecuencia, no es evidente que con aval de
la CDE de Pando no se hubiera permitido el ingreso de los delegados del recurrente a los recintos
electorales que señala; b) el día de las elecciones se hicieron respetar las normas del art. 219 de la
CPE, por lo que el acto electoral transcurrió con normalidad; no siendo evidentes tampoco las
aseveraciones de presión por parte de militantes de PODEMOS sobre notarios electorales, ya que
ante la primera denuncia, respecto al Notario Electoral de Blanca Flor, la Sala Plena determinó la
rotación de dicha autoridad electoral, garantizando así la legalidad del proceso; e incluso asistieron
observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) verificando la imparcialidad de su
trabajo; c) los notarios electorales no pueden evitar que familiares se inscriban en el mismo libro; y
tampoco quienes tengan dependencia laboral, por lo que la denuncia del recurrente de que existe
un libro con familiares o dependientes no tiene asidero legal; d) de la misma forma, el sorteo de
jurados electorales es un procedimiento técnico legal, llevado a cabo conforme las normas previstas
por los arts. 54, 55, 56 y 57 del CE, lo que desmiente la posibilidad de una componenda entre la
corte y algún partido para designarlos; no siendo evidente que todos tengan una militancia en el
partido ADN, ya que fueron sorteados; no obstante ello, de haber ocurrido lo que se denuncia, el
recurrente tenía cuatro días desde la publicación de las listas para pedir la excusa de los jurados
electorales por una de las causales del art. 53 del CE, y conforme determinan las normas del art.
240 del mismo Código; lo que no ocurrió; e) la investigación de delitos como el traslado de
personas, la no coincidencia entre las firmas de los libros de inscripción y los de sufragio, no
corresponden a las atribuciones de la CDE; f) las observaciones efectuadas por la alianza UN-MAR
fueron atendidas dentro de los plazos previstos para el efecto, pues al memorial presentado en la
sesión pública de cómputo de votos, por medio del cual solicitaron la revisión y auditoria de las
actas de escrutinio de Puerto América y otras, se proveyó que debería respetarse las normas de los
arts. 163, 169 y 170 del CE, puesto que no existían observaciones en las actas de escrutinio, única
forma de cuestionar el acto electoral; a menos que se hubiera hecho uso del recurso de apelación
para la nulidad de la mesa, previsto por el art. 185 del CE, lo que no ocurrió; y por otro lado, la
auditoria técnica jurídica es algo no previsto por las normas electorales; no siendo tampoco
procedente la nulidad de las elecciones, en aplicación del principio de preclusión previsto por los
arts. 192 y 193 del CE; g) las solicitudes de los delegados de la alianza UN-MAR fueron todas
respondidas, así; al memorial de 12 de diciembre de 2005, se efectuó el informe 67/05 de la
Dirección de Informática; a los dos escritos de 19 de diciembre de 2005, se respondieron mediante
Auto 209 del día siguiente; al memorial de 20 de diciembre de 2005, se dispuso que deberían
acudir a la justicia ordinaria, y al segundo escrito de esa fecha se respondió igual que al de 23 de
diciembre de 2005, mediante proveídos de 22 y 23 del mismo mes y año, por lo que no es evidente
la lesión al derecho de petición, ya que este derecho no obliga a conceder lo peticionado, sino a
responder al ciudadano; y h) en cuanto al caso de la presunta niña, NN, se tiene que ésta es mayor
de edad. Finalizan solicitando que se deniegue el presente amparo constitucional

I.2.3. Intervención del tercero interesado

El tercero interesado “señor Quezada” (sic), Presidente del Movimiento al Socialismo (MAS) en el
departamento de Pando, en audiencia manifestó que le fueron dadas a conocer irregularidades en
forma previa y en el desarrollo de las elecciones de 18 de diciembre de 2005; pues no le fue
permitido ingresar a hacer campaña a algunos lugares en los que existían recintos electorales por
ser propiedad privada, así como el traslado de ciudadanos, por lo que hicieron una denuncia verbal
ante la CDE.

Abrahan Cuéllar, como otro tercero interesado, en audiencia manifestó que verificó el traslado de
gente desde el Beni a Puerto Consuelo incluso en vehículos de la CDE, y que el asiento electoral
asignado a dicho lugar fue trasladado a la propiedad privada “Los Indios”.

I.2.4. Resolución

Concluida la audiencia, el Tribunal del recurso concedió el amparo solicitado, sin costas;
disponiendo la nulidad de la Resolución 1/2006, de 5 de enero, de la CNE, y que se dicte una
nueva, dentro de los alcances del art. 28 del CE; con los argumentos siguientes: i) la
administración de justicia contencioso electoral, como el mecanismo para preservar los principios
del sufragio, han sido encargados por la Constitución y las normas de los art. 13,14 y 28 del CE a
las cortes electorales; atribución que debe ser ejercida para resolver las denuncias como la
efectuada por el recurrente y preservar la legalidad y legitimidad de las elecciones efectuadas el 18
de diciembre de 2005, reparando los vicios de la misma; y ii) la jurisdicción penal tiene otro objeto,
pues su fin es sancionador; por tanto, le corresponde al órgano electoral pronunciarse sobre el
fondo de lo denunciado por el recurrente, máxime si las normas del art. 128 del CE le reconocen tal
potestad; en consecuencia, al recurrente le fue negado el acceso a la justicia, al disponer que sus
denuncias de irregularidades en el sufragio pasen a la justicia penal; lesionado también el debido
proceso y la seguridad jurídica.

II. CONCLUSIONES

De la revisión y compulsa de los antecedentes, se establecen las siguientes conclusiones:

II.1.Mediante Resoluciones 064/2005, de 25 de octubre y 227/2005 de 17 de noviembre, la CDE de


Pando y la CNE respectivamente, reconocieron la alianza UN-MAR, quedando reconocida su
personalidad jurídica (fs. 8 a 10).

II.2.El 18 de noviembre de 2005, se llevó a cabo el sorteo de jurados electorales para las
elecciones a efectuarse el 18 de diciembre del mismo año (fs. 1175 a 1176).

II.3.Mediante memorial presentado el 12 de diciembre de 2005, el representante legal de la alianza


UN-MAR, Carlos Iber Ortega García denunció ante la CDE de Pando, que militantes de PODEMOS
estarían inscritos dos veces (fs. 1418 y vta.).

II.4.Por medio de escrito presentado ante la CDE de Pando el 18 de diciembre de 2005, el delegado
de la alianza UN-MAR, Limberg Menacho Hurtado, presentó denuncia que en varias mesas del
departamento de Pando, se cometió el delito de doble inscripción previsto por las normas del art.
196 del CE, por lo que pidió que se haga la respectiva denuncia ante el Ministerio Público (fs. 15);
luego, el 19 del mismo mes y año, solicitó la revisión y la realización de una auditoria del acta de
escrutinio de la localidad de Puerto América, alegando haber sido informado por los pobladores de
la comisión de irregularidades (fs. 27); y también, por otro memorial, denunció la manipulación de
papeletas de sufragio por parte de una persona particular (fs. 28); memoriales a los que la entidad
electoral contestó mediante proveídos de 20 de diciembre (fs. 1433 vta., 1437 vta. y 1438).

II.5.El 20 de diciembre de 2005, los citados delegado y representante de la alianza UN-MAR,


denunciaron ante la CDE de Pando, que la agrupación PODEMOS cometió “fraude electoral” (sic), ya
que trasladaron personas desde el departamento del Beni; así como los delitos de coacción
electoral, falsificación de documentos, de violación del secreto del voto y traslado fraudulento de
ciudadanos, previstos por los arts. 199, 201 y 202 del CE; expresando además que el principio de
preclusión a que se refieren las normas del art. 192 del CE no se aplica a las elecciones
prefecturales y mucho menos está por encima de los derechos fundamentales previstos por los
arts. 228 y 229 de la CPE (fs. 13 y 14).

II.6.El mismo 20 de diciembre de 2005, concluyó la sesión de computo departamental efectuado


por la CDE de Pando desde el 18 de diciembre de 2005, acta en la que se anotó la recepción del
memorial presentado por la alianza UN-MAR, aunque contradictoriamente también se afirmó que no
se formularon reclamos (fs. 1504 a 1526).

II.7.Consta que el 21 de diciembre de 2005, el representante y el delegado de la alianza UN-MAR,


fueron notificados con el proveído de respuesta de 20 de diciembre de 2005 al memorial de
denuncia de manipulación de papeletas (fs. 1434 y 1435).

II.8.Mediante Auto de 21 de diciembre de 2005, la CDE de Pando resolvió que la denuncia


efectuada por los delegados de la alianza UN-MAR, el 20 de diciembre de 2005 a horas 16:30, debe
presentarse ante la vía legal pertinente, refiriéndose al Ministerio Público, porque las normas del
art. 236 del CE determinan que los delitos electorales deben ser conocidos por la justicia ordinaria;
y aclaró que el principio de preclusión también se aplica a las elecciones prefecturales; por tanto,
sólo podían efectuarse observaciones de acuerdo con las normas previstas por el art. 169 del CE,
trámite no efectuado contra ninguna de las 181 actas del departamento de Pando (fs. 48 a 50).

II.9.Mediante memorial presentado el 22 de diciembre de 2005 ante la CDE de Pando, los


delegados de la alianza UN-MAR denunciaron que la mesa 11989 sólo funcionó dos horas,
impidiendo el voto de los ciudadanos; en el recinto de Loma Velarde mesa 11961 y Monte Carlo,
mesa 11958, se observó que sólo se permitió el voto de ciudadanos depurados que pertenecieran a
la agrupación PODEMOS; en el recinto de Bella Flor, mesas 11949 y 23411, una persona de
nombre, Melitón Brito Ferreira, intimidó a los votantes con dos sujetos armados para que voten por
la mencionada agrupación, además de que en la última de las señaladas mesas firmó una persona
que no fue designada jurado (fs. 12 y vta.); a lo que la referida Corte les contestó mediante
proveído de 22 de diciembre de 2005, que las denuncias efectuadas no figuraban en el acta de de
escrutinio (fs. 1493).

II.10.Por memorial presentado el 23 de diciembre de 2005, los delegados de la alianza UN-MAR,


apelaron el Auto de 21 de diciembre de 2005 (fs. 51 a 52); recurso que fue aceptado conforme
determinan las normas de los arts. 219 y 225 del Código de Procedimiento Civil (CPC), aplicables
por mandato del art. 240 del CE, remitiéndose el recurso ante la CNE (fs. 53).

II.11.El 23 de diciembre de 2005, el Presidente de la CNE comunicó al delegado de la alianza UN-


MAR, que su solicitud de anulación efectuada mediante cuatro notas no podía ser atendida, porque
el cómputo departamental de Pando concluyó, pero que se investigarían los hechos (fs. 1948); por
lo que José Luis Fernández Betancourt, delegado político alterno de UN pidió que luego de recibir el
informe de la CDE se anulen las mesas de Puerto América, Puerto Consuelo, Nueva Esperanza,
Nacebe y San Martín (fs. 1951).

II.12.El 27 de diciembre de 2005, el delegado alterno de UN solicitó a la CNE, la consideración de


su denuncia de: “fraude, traslado fraudulento y obstaculización del ingreso de nuestros delegados”
(sic) acaecido en las mesas electorales 11967, 16879, 11918, 11999, 20008, 11977, 16977 y
11960, de Puerto América, Puerto Consuelo, Nueva Esperanza, Nacebe y San Martín; antes de que
las mismas sean computadas (54 a 55); memoriales a los que la CNE respondió mediante proveído
de 29 de diciembre de 2005, señalando que su competencia no se abrió formalmente (fs. 1955), el
cual fue notificado el 30 de diciembre (fs. 1956).

II.13.Mediante Resolución 001/2006, de 5 de enero, la CNE confirmó el Auto de 21 de diciembre de


2005, de la CDE de Pando (fs. 62 a 64).

II.14.Por nota VPE-SC-0032/2006, de 30 de enero, el Presidente de la CNE dio a conocer al “Líder


Nacional Partido Político Frente de Unidad Nacional“ (sic) el informe elaborado por la Comisión
designada para la investigación de irregularidades en las elecciones del departamento de Pando (fs.
1973); luego el 15 de febrero de 2006, mediante nota PRES-SC-OO58/2006, le entregó el informe
complementario elaborado por la misma Comisión (fs. 1052).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

El recurrente solicita tutela de sus derechos a la seguridad jurídica, a la petición, a participar en el


gobierno y al sufragio, consagrados en los arts. 7 incs a) y h), 219 y 220 de la CPE; 21 de la DUDH
y XX y XXXII de la DADDH, los que considera vulnerados por los recurridos, con los siguientes actos
y omisiones: i) la CNE envió fuera un Padrón Electoral modificado y habilitó recintos electorales en
propiedad privada; ii) los jurados electorales eran militantes de una agrupación ciudadana; iii) no
existieron respuestas a sus denuncias de doble inscripción, de manipulación de papeletas
electorales, de revisión y auditoria del acta de escrutinio de Puerto América, de nulidad de mesas
instaladas en propiedad privada y de otras irregularidades que implicaron la vulneración de los
principios del voto; así como a las denuncias de la comisión de delitos electorales; iv) el día de la
elección los delegados de su alianza fueron impedidos de fiscalizar el acto electoral en varios
recintos electorales, pero cuando se hizo la denuncia ante la CDE de Pando se aplicó el principio de
preclusión, y en recurso de apelación ante la CNE no fueron respetados los plazos procesales; y v)
el vocal Pinheiro Lauria, de la CNE debió excusarse, porque reconoció en una entrevista que fue
propuesto por el ex Senador, Leopoldo Fernández; empero, no actuó así, lesionando los principios
de la administración de justicia electoral. En consecuencia, en revisión de la Resolución del Tribunal
de amparo, corresponde dilucidar, si tales argumentos son evidentes y si constituyen actos ilegales
lesivos de los derechos fundamentales del recurrente, a fin de otorgar o negar la tutela solicitada.

III.1.A ese efecto, antes de dilucidar el fondo de la problemática presentada, corresponde resolver
la observación efectuada por los recurridos, quienes manifiestan que debe aplicarse el principio de
subsidiariedad del amparo constitucional para declarar la improcedencia del presente recurso; al
respecto, se debe precisar que la jurisprudencia constitucional, en la tramitación de similares
recursos de amparo constitucional, en una correcta interpretación de las normas previstas por el
art. 19.IV de la CPE, que disponen que este recurso se concederá siempre que no hubiere otro
medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos fundamentales denunciados de
lesionados, ha establecido que el recurso está regido por los principios esenciales de subsidiariedad
e inmediatez, de los cuales el primero supone el agotamiento previo de todos los medios y recursos
que la normativa aplicable al caso le otorga al recurrente para la protección de sus derechos, y una
vez concluidos recién acudir al recurso tutelar de amparo; así recogiendo la abundante
jurisprudencia constitucional respecto al principio de subsidiariedad, la SC 1337/2003-R, de 15 de
septiembre, expresó la siguiente línea jurisprudencial: “(...) El carácter subsidiario del recurso de
amparo, ha sido desarrollado por abundante jurisprudencia de este Tribunal, así tenemos las SSCC
1089/2003-R, 0552/2003-R, 0106/2003-R, 0374/2002-R, entre otras, que señalan que no podrá
ser interpuesta esta acción extraordinaria, mientras no se haya hecho uso de los recursos
ordinarios o administrativos y, en caso de haber utilizado los mismos deberán ser agotados dentro
de ese proceso o vía legal, sea judicial o administrativa, salvo que la restricción o supresión de los
derechos y garantías constitucionales ocasione perjuicio irremediable e irreparable”. Razonamiento
del cual la misma Sentencia extrajo las subreglas que ocasionan la improcedencia del recurso de
amparo constitucional por subsidiariedad, que deben ser aplicadas cuando la situación denunciada
se acomode a uno de los siguientes supuestos: “(...) cuando: 1) las autoridades judiciales o
administrativas no han tenido la posibilidad de pronunciarse sobre un asunto porque la parte no ha
utilizado un medio de defensa ni ha planteado recurso alguno, así: a) cuando en su oportunidad y
en plazo legal no se planteó un recurso o medio de impugnación y b) cuando no se utilizó un medio
de defensa previsto en el ordenamiento jurídico; y 2) las autoridades judiciales o administrativas
pudieron haber tenido o tienen la posibilidad de pronunciarse, porque la parte utilizó recursos y
medios de defensa, así: a) cuando se planteó el recurso pero de manera incorrecta, que se daría en
casos de planteamientos extemporáneos o equivocados y b) cuando se utilizó un medio de defensa
útil y procedente para la defensa de un derecho, pero en su trámite el mismo no se agotó, estando
al momento de la interposición y tramitación del amparo, pendiente de resolución. Ambos casos, se
excluyen de la excepción al principio de subsidiaridad, que se da cuando la restricción o supresión
de los derechos y garantías constitucionales denunciados, ocasionen perjuicio irremediable e
irreparable, en cuya situación y de manera excepcional, procede la tutela demandada, aún existan
otros medios de defensa y recursos pendientes de resolución”.

La SC 1503/2004-R, de 21 de septiembre, expresó que: “De estas previsiones constitucional y


normativa, se desprende que el recurso de amparo se constituye en un instrumento subsidiario y
supletorio en la protección de los derechos fundamentales, subsidiario porque no es posible
utilizarlo si es que previamente no se agotó la vía ordinaria de defensa y supletorio porque viene a
reparar y reponer las deficiencias de esa vía ordinaria”.

También es necesario señalar que, en lo relativo a las acciones y recursos que se puede interponer
en un proceso eleccionario, o para cuestionar las resoluciones de la CNE, este Tribunal
Constitucional, aplicando el principio de subsidiariedad, en la SC 0507/2002-R, de 1 de mayo, ha
manifestado lo siguiente: “(…) resulta oportuno reiterar la subsidiariedad del Recurso de Amparo
Constitucional, determinado por el art. 19 de la Constitución, por la cual sólo puede ser utilizado
cuando han sido agotados otros medios que la ley franquea para la defensa y el resguardo de los
derechos fundamentales de las personas, o no fueran eficaces para la protección inmediata de los
mismos. En el presente caso, los recurrentes tenían a su alcance el recurso de reconsideración
permitido por el art. 28 del Código Electoral, concordante con el art. 75 inc. b) de la Ley N° 1983
de Partidos Políticos; sin embargo, no lo ejercitaron tal como se evidencia del informe presentado
por los recurridos, por consiguiente al no haberse agotado esa instancia legal se hace improcedente
el Recurso lo que impide a este Tribunal ingresar a considerar el fondo del mismo; así lo ha
establecido la jurisprudencia constitucional en sus sentencias (…)”.

El razonamiento citado, fue complementado en la SC 0633/2002-R


de 29 de mayo, en la que se manifestó lo siguiente: “(…) una interpretación contextualizada e
integral de la normas previstas por los arts. 28 in fine y 193, última parte del Código Electoral, se
colige que el recurrente no ha agotado todos los medios que el Código Electoral le franquea para
hacer valer los derechos que considera conculcados. En efecto, si bien es cierto que el art. 193
última parte del Código Electoral dispone que 'los fallos expedidos por la Corte Nacional Electoral,
en estos trámites (se refiere a las demandas de inhabilidad), serán irrevisables y causarán estado',
no es menos cierto, que dicha norma debe ser interpretada -aplicando el principio de la
concordancia práctica- en coherencia con la norma prevista por el art. 28 in fine del mismo cuerpo
legal, pues esta última es una norma constitutiva que reconoce la jurisdicción y competencia del
máximo organismo electoral y establece una excepción a la regla de la irrevisabilidad e
inapelabilidad de sus decisiones, abriendo la vía de la revisión a tramitarse ante el mismo órgano
con el objeto de preservar su autonomía e independencia. En consecuencia, según la norma citada,
una resolución de la Corte Nacional Electoral puede ser revisada cuando afecte derechos
legítimamente adquiridos por un ciudadano, partido o alianza; lo que significa que el recurrente
pudo haber planteado ante la propia Corte Nacional Electoral el recurso de revisión de la Resolución
que hoy impugna, no consta de antecedentes que lo hubiese hecho y al no hacerlo ha neutralizado
la intervención de la jurisdicción constitucional en la problemática planteada. En consecuencia, al
no haberse cumplido con la condición prevista por la norma constitucional precedentemente
referida, no procede el amparo constitucional”.

En conclusión, cuando un ciudadano, partido, agrupación ciudadana, pueblo indígena o alianza


política, pretenda impugnar un acto de la CNE, tiene que agotar el recurso de revisión previsto por
las normas del art. 28 del CE, tal cual ha sido establecido por la jurisprudencia constitucional
expuesta precedentemente.

Al margen de la vía legal idónea para el reclamo de las resoluciones expedidas por la CNE, que el
recurrente tenía a su alcance, al ser el proceso electoral “un proceso”, el Código Electoral ha dotado
de otros medios legales, que serán analizados de acuerdo a cada caso concreto, para impugnar las
decisiones del organismo electoral.

III.2.En el caso presente, el recurrente asevera haber efectuado una serie de reclamos, como la
existencia de un Padrón Electoral modificado, y la doble inscripción de militantes de la agrupación
ciudadana PODEMOS; empero, de la revisión de la prueba aportada, se constata que por medio de
escrito presentado ante la CDE el 18 de diciembre de 2005, el delegado de la alianza UN-MAR,
presentó denuncia de la comisión del delito de “doble inscripción”, previsto por las normas del art.
196 del CE por lo que pidió que se haga la respectiva denuncia ante el Ministerio Público; al
respecto, se debe precisar que la modificación del Padrón Electoral denunciado en el presente
amparo constitucional, constituye delito de “alteración o modificación del padrón electoral”
conforme determinan las normas previstas por el art. 205 del CE.

De igual modo, el recurrente denunció ante la CDE de Pando y ante este Tribunal Constitucional, la
comisión de otros delitos electorales, como el delito de “violación del secreto del voto”,
“obstaculización de procesos electorales” y “traslado fraudulento de ciudadanos” (arts. 201, 201 bis
y 202 del CE); ante lo cual, mediante Auto de 21 de diciembre de 2005, la CDE de Pando resolvió
que dicha denuncia debe presentarse ante el Ministerio Público, porque las normas del art. 236 del
CE determinan que los delitos electorales deben ser conocidos por la justicia ordinaria; decisión
confirmada por la CNE mediante la Resolución 001/2006, de 5 de enero; la que también instruyó
que las denuncias de comisión de delitos electorales sean remitidas ante el Ministerio Público.
Además, la misma Resolución, se refirió a las denuncias efectuadas por el recurrente y sus
delegados, respecto al impedimento de la presencia de sus delegados en varias mesas electorales,
y por ello la petición de revisión, auditoria y la nulidad de algunas mesas por fraude electoral, como
las de Nueva América, Nueva Esperanza (mesas 11918, 11999 y 20008), San Martín (mesas 11977
y 16877), Camacho mesa 11960, y otras.

Finalmente, la citada Resolución señaló que el principio de preclusión consagrado en el art. 3 inc. f)
del CE era aplicable al proceso electoral para la elección de prefectos; por tanto, al no haberse
cumplido lo exigido por las normas previstas en los arts. 169, 185, 186 y 187 del CE, referidos a la
tramitación del recurso de apelación del acto electoral en cada mesa, que exige que sea presentado
y anotado en el acta de cada mesa electoral, la competencia de la CNE no se abrió formalmente.

Ahora bien, la decisión asumida por la CNE no fue impugnada por el recurrente ante el propio
organismo electoral, tal y como posibilitan las normas previstas por el art. 28 del CE y como la
jurisprudencia de este Tribunal ha manifestado y resuelto en anteriores oportunidades cuando se
cuestionaron las resoluciones de la referida Corte; en consecuencia, el presente amparo
constitucional debe ser declarado improcedente por subsidiariedad; pues el recurrente ni sus
delegados cuestionaron la decisión de la CNE por medio del recurso de revisión, haciendo aplicable
la subregla 1.a) de las establecidas por la SC 1337/2003-R, que establece que el amparo es
improcedente “a) cuando en su oportunidad y en plazo legal no se planteó un recurso o medio de
impugnación”; como en el caso presente.

En consecuencia, en cuanto a la impugnación de la Resolución 001/2006 de la CNE, al no haberlo


hecho mediante el recurso de revisión ante el mismo órgano electoral, el recurso de amparo
constitucional debe declararse improcedente por subsidiariedad.

III.3.De otro lado, se tiene que existen algunas cuestiones que deben ser consideradas por
separado, como la denuncia de jurados electorales con militancia política; al respecto, el 18 de
noviembre de 2005, se llevó a cabo el sorteo de jurados electorales para las elecciones a efectuarse
el 18 de diciembre de 2005; acto en el cual el recurrente o sus delegados podían cuestionar la
designación de jurados electorales que tuvieren alguna causal de excusa, pues las normas previstas
por el art. 54 inc. b) del CE, determinan que la Junta de Designación de Jurados está compuesta,
entre otros, por los delegados de las postulaciones, y tiene, entre otras, la función de “Eliminar los
nombres de quienes se tenga conocimiento público y fidedigno de estar impedidos para ser jurados,
por las causales establecidas en el artículo 53º de este Código”; potestad a la que el recurrente no
acudió; dicha inacción provoca que se deba aplicar la causal 1.b) de las previstas en la SC
1337/2003-R “b) cuando no se utilizó un medio de defensa previsto en el ordenamiento jurídico”,
para declarar la improcedencia del presente amparo, en cuanto a la denuncia analizada.

III.4.De la misma forma, respecto a la denuncia de la existencia de recintos electorales en


propiedad privada, o que algunas mesas hubieran sido trasladadas a propiedades privadas, es
aplicable el principio de subsidiariedad, pues al recurrente, por medio de sus delegados, le
correspondía reclamar tales hechos en el acto de escrutinio y asentar el mismo en el acta de tal
evento; empero, si ello fue imposible como relatan, es preciso señalar que ante la aplicación, por
parte de la CNE de tal razonamiento y el rechazo de su pretensión de que se acepten sus
impugnaciones porque no habían sido planteadas por los delegados en las mesas electorales,
correspondía que interpongan el recurso de revisión de la decisión de la CNE ante el mismo
organismo electoral, tal y como las normas previstas por el art. 28 del CE y la jurisprudencia
constitucional establecen; en consecuencia, es también aplicable el carácter subsidiario del amparo
constitucional.

De igual forma, en lo relativo a la posible lesión de los derechos al debido proceso y a la petición,
puesto que si la CNE omitió pronunciarse sobre alguno de los elementos denunciados por los
delegados de la alianza política del recurrente, o existió alguna lesión procesal, correspondía que el
recurrente exija a la propia CNE la subsanación del error procesal; empero, a mayor abundamiento,
dado que el recurrente denuncia que el plazo para que la CNE resuelva su recurso de apelación no
fue respetado, se debe precisar que tal denuncia no es evidente, puesto que el recurso fue
presentado el 23 de noviembre de 2005 ante la CDE de Pando, remitido que fue a la CNE, ingreso a
la misma el 29 de diciembre de 2005, y fue resuelto el 5 de enero de 2006, dentro del plazo de diez
días previsto por las normas del art. 204 del CPC, aplicable por el régimen de supletoriedad
previsto por el art. 240 del CE, que además señala que el procedimiento electoral es sumarísimo y
que se aplicarán las normas del procedimiento civil en lo no previsto, como es la tramitación del
recurso de apelación ante la CNE; en consecuencia, no existe la lesión del debido proceso que el
recurrente denuncia.

Por último, en lo relativo a la falta de excusa del vocal Pinheiro Lauria, de la CDE de Pando, se debe
manifestar que también era obligación del recurrente y sus delegados solicitar la excusa o
recusarlo, si consideraban que sobre él existían causales de afectación a la imparcialidad.

De los fundamentos expuestos, se concluye que el recurrente no utilizó los mecanismos que la
normativa legal vigente le concede para reclamar los actos que denuncia en el presente amparo
constitucional, por lo que es aplicable la subsidiariedad para declarar improcedente el amparo
presentado.

Consiguientemente, el Tribunal de amparo al haber concedido el amparo, no ha realizado una


correcta aplicación de las normas previstas por el art. 19 de la CPE.
POR TANTO

El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción y competencia que ejerce por mandato de los
arts. 19.IV y 120.7ª de la CPE; arts. 7 inc. 8) y 102.V de la Ley del Tribunal Constitucional; en
revisión, resuelve:

1ºREVOCAR la Resolución 011/2006, de 2 de marzo, cursante de fs. 2005 a 2010, pronunciada por
la Sala Civil Cuarta de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz; y

2ºdeclarar IMPROCEDENTE el amparo solicitado, con multa de Bs200.-

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional.

No interviene el Magistrado, Dr. Walter Raña Arana por encontrarse en uso de su vacación anual.

Fdo. Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


PRESIDENTA

Fdo. Dra. Martha Rojas Álvarez


DECANA

Fdo. Dr. Artemio Arias Romano


MAGISTRADO

Fdo. Dra. Silvia Salame Farjat


MAGISTRADA

Documento relacionado al mismo expediente


0006/2007-ECA

AUTO CONSTITUCIONAL 0006/2007-ECA


Sucre, 25 de enero de 2007
Expediente: 2006-13502-28-RAC
Distrito: La Paz
Magistrada Relatora:Dra. Silvia Salame Farjat

En la solicitud de complementación y aclaración presentada por Miguel Becerra Suárez dentro


del recurso de amparo constitucional que siguió contra Oscar Hassenteufel Salazar, Salvador
Romero Ballivián, Jerónimo Pinheiro Lauría, Presidente y Vocales de la Corte Nacional Electoral
(CNE); Elías Jorge Valdez, Gonzalo Vargas, Urbano Franco, Fernando Coelho y Marilyn Aguada,
Presidente y Vocales de la Corte Departamental Electoral de Pando (CDE de Pando).

I. CONTENIDO DE LA SOLICITUD

Mediante memorial presentado vía fax el 17 de enero de 2007, cuyo original cursa a fs. 2165 y
vta., el solicitante pide que se complemente y aclare la SC 0017/2007-R, de 11 de enero,
especificando la instancia a la que no recurrió y que originó la improcedencia del amparo
constitucional por subsidiariedad; pues, manifiesta haber acudido a la vía penal, no pudiendo
esperar la conclusión del proceso; y en cuanto a la revisión prevista por las normas del art. 28
del Código Electoral (CE), señala que no era pertinente porque la CNE impidió dicho recurso al
dar a conocer los resultados oficiales de la elección prefectural. Finaliza solicitando que se
ingrese a analizar el fondo del asunto denunciado.

II. FUNDAMENTOS DE LA RESOLUCIÓN

II.1.Con carácter previo a ingresar al análisis de fondo de la solicitud de complementación y


aclaración presentada, cabe recordar que la enmienda, complementación y aclaración
establecida en las normas previstas por el art. 50 de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC),
ha sido instituida como un medio que tiene tanto el recurrente como el recurrido en esta
jurisdicción, para pedir que este Tribunal explique sobre algún concepto oscuro, corrija errores
materiales o subsane alguna omisión de la sentencia, declaración o auto que hubiese dictado al
resolver los asuntos de su competencia, sin que pueda considerarse como un medio para que
este Tribunal cambie su decisión en el fondo tal como prescribe el referido artículo.

II.2.Con esa comprensión, para analizar la complementación y aclaración solicitada, es preciso


recordar que la SC 0017/2007-R declaró la improcedencia del amparo interpuesto aplicando el
principio de subsidiariedad, porque el recurrente no acudió al recurso de revisión previsto por
las normas del art. 28 del CE, tal como la jurisprudencia de este Tribunal manifestó en la SC
0633/2002-R, de 29 de mayo, y otras; línea jurisprudencial expresamente aludida en el
Fundamento Jurídico III.1 de la Sentencia cuya complementación y aclaración se requiere; en
consecuencia, no corresponde que la SC 0017/20007-R precise ser complementada, ya que no
existe omisión alguna y menos aún oscuridad; siendo sus fundamentos suficientemente
explicativos de la vía que el recurrente no accionó antes de acudir en amparo constitucional;
razonamiento que como se dijo, fue establecido en los precedentes señalados.

Finalmente, respecto a la solicitud de que en la presente complementación se revise el fondo


de lo denunciado en el amparo constitucional, pretendiendo el recurrente con su solicitud
inducir a este Tribunal en el error de modificar la Sentencia, lo que a decir del art. 50 de la LTC
es inadmisible; por lo que tal petitorio es inaceptable, más aún teniendo en cuenta que la
enmienda, complementación y aclaración no han sido establecidas por las normas del art. 50
de la LTC para modificar el fondo de lo decidido en una sentencia, teniendo límites precisos
explicados en el primer párrafo de estos fundamentos.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción y competencia que le confiere el art. 50


de la LTC, declara NO HABER LUGAR a la complementación y aclaración solicitada de la SC
0017/2007-R.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional.

No interviene la Presidenta, Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas, por encontrarse en uso de su


vacación anual, y el Magistrado, Dr. Walter Raña Arana, por no haber conocido el asunto
principal.

Fdo. Dra. Martha Rojas Álvarez


PRESIDENTA EN EJERCICIO

Fdo. Dr. Artemio Arias Romano


MagistradO

Fdo. Dra. Silvia Salame Farjat


MAGISTRADA

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