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Impacto de la pandemia en la Educación en el Perú al 2022

Es sabido que la pandemia impulsó la educación virtual, pero en el contexto nacional peruano
no todos los estudiantes se integraron al Sistema educativo, es decir, un buen grueso de
estudiantes a nivel nacional no participaba en las clases virtuales por no tener las condiciones
apropiadas, como recurso alternativo el Ministerio de Educación impartió la enseñanza
aprendizaje a través de la radio y la televisión pero aún así hubieron estudiantes que no
llegaron a insertarse al Sistema educativo. Además de ello, las competencias, capacidades,
desempeños seleccionados del Currículum nacional fueron limitados por las circunstancias del
contexto de emergencia. La tragedia moral por la pérdida de familiares, seres queridos, del
trabajo, trajo como consecuencia la falta de motivación por los estudios, la gran brecha de los
aprendizajes no adquiridos en este tiempo. La desigualdad en los niveles de aprendizaje de los
estudiantes.

Debido a la pandemia del COVID-19 y sus graves consecuencias sanitarias y sociales, en el año
2021, un total de 124,533 estudiantes interrumpieron sus estudios en el sistema educativo a
nivel nacional por una serie de factores, como la falta de conectividad, problemas familiares o
económicos. 

Esta cifra, que representa al 1.5 % del total de alumnos que habiéndose matriculado en el 2020
no se matricularon al año siguiente, es menor a la de 2020, año en el que un total de 245,152
niños y adolescentes de Educación Básica Regular (EBR) y Educación Básica Especial (EBE), es
decir, el 3 %, interrumpieron sus estudios.

De los estudiantes que interrumpieron sus estudios el 2021, 77,847 (62.5 %) proceden de
servicios educativos de gestión pública, mientras que 46,686 estudiantes (37.5 %)
corresponden a servicios educativos de gestión privada.

Entre las regiones con mayor número de estudiantes que interrumpieron sus estudios en el
2021 están Lima Metropolitana, Callao, Cajamarca, Junín, Áncash, Lambayeque, Loreto y
Piura. 

Como parte de la Estrategia Nacional de Reinserción y Continuidad Educativa, el Ministerio de


Educación (Minedu) viene enfrentando el reto de propiciar el retorno a la escuela de los
124,533 estudiantes que vieron interrumpidos sus estudios entre el 2020 y 2021 y promover la
continuidad de los 347,368 estudiantes que estuvieron matriculados pero están en riesgo de
abandonar sus estudios en el 2022.

De acuerdo al análisis oficial: 705,000 niños, niñas y adolescentes interrumpieron sus


estudios el 2020.

Además -indicó el ministro- 319,943 estudiantes tendrían alto riesgo de interrumpir sus


estudios el 2022, de acuerdo a las actas que dio a conocer este fin de semana el programa
Punto Final de Latina.

A esta situación se suma el efecto del COVID en el aprendizaje de los niños, niñas y
adolescentes: la proporción de estudiantes por debajo del nivel mínimo de rendimiento en
PISA podría aumentar -alerta el Minedu- en por lo menos 22 puntos porcentuales, es decir, a
niveles por debajo del 2012.

La pandemia está dejando -además- un fuerte impacto emocional: el 34% de los estudiantes
de tercero de primaria y el 45% de estudiantes de primero de secundaria han experimentado
síntomas de depresión y ansiedad el 2020.

A esto panorama se suma la brecha de conectividad ya que 2.4 millones de estudiantes (6 de


cada 10) de instituciones públicas de cuarto de primaria a quinto de secundaria no tiene
computadora con internet. Mientras que el 56.5% no se encuentra beneficiado por el
proyecto de cierre de brecha digital.

Además, el COVID -en el 2020- conllevó a la pérdida del empleo de varias familias peruanas lo
que generó un incrementó de la matrícula pública que ha crecido en 500,000 estudiantes
(totalizando 6.5 millones de estudiantes en escuelas públicas).

Karen Guardia Quispe

karen.guardia@diariogestion.com.pe

Lima, 21/09/2021 05:45 a. m. | Actualizado 21/09/2021 08:20 a. m

Diario gestión

https://gestion.pe/peru/educacion-impacto-de-la-pandemia-minedu-educacion-en-rojo-
320000-ninos-podrian-no-volver-a-las-aulas-el-2022-que-medidas-implementar-noticia/

Educar para transformar

Al 2020, solo el 43% de las instituciones educativas del país tenían conectividad a Internet.

Como bien lo ha expresado el presidente Pedro Castillo en la Cumbre sobre la Transformación


de la Educación de la Asamblea General de las Naciones Unidas, se requiere de un nuevo pacto
social para cerrar las históricas brechas educativas que el Perú empezaba a superar cuando la
pandemia por covid-19 paralizó el mundo, dejó a más de ocho millones de niñas, niños y
adolescentes fuera de las aulas, y confrontó al país con una realidad: si no se otorga a cada
docente y sus estudiantes las herramientas para dar el salto al mundo digital, el propósito de
no dejar a nadie atrás no se hará realidad.

Lamentablemente, se requiere mucho más que capacitación a docentes y provisión de


computadoras (esfuerzo que tanto Estado como sector privado y cooperación internacional
están realizando y deben seguir haciendo). Se necesita de condiciones que, en pleno siglo XXI y
en un país que aspira a ser parte de la OCDE, ya deberían estar dadas, pero no es así. Al inicio
de este año, el Ministerio de Educación (Minedu) estimaba que el 70% de locales educativos
requería intervención en infraestructura; el 39% necesitaba de sustitución total, y en zonas
rurales solo el 37% tenía el desagüe apropiado y el 25% no tenía electricidad. Asegurar
infraestructura básica implica más de 111,000 millones de soles. Realizar esta inversión es
vital, así como prevenir que ningún niño, niña o adolescente en edad escolar deje de asistir a la
escuela y acceda a una educación de calidad que le permita recuperar aprendizajes y
prepararse para los desafíos de la vida laboral al llegar a la adultez. Varias tareas
imprescindibles que deben atenderse en paralelo y con celeridad. Si se quiere salvar a la
generación más joven, ya no hay tiempo que perder.
El Perú tiene condiciones que debería capitalizar para enfrentar el desafío educativo: el deseo
de niñas, niños y adolescentes de participar en su desarrollo, el enorme consenso social sobre
priorizar la educación expresado en la movilización de colectivos ciudadanos que abogaron por
el retorno a clases presenciales, la preocupación del sector privado por las capacidades con las
que chicos y chicas egresarán de las aulas. Haría bien el Estado en aprovechar ese interés y
compromiso garantizando que la inversión del sector privado se encamine a cerrar brechas y
sea transparente, eficiente y ágil.

Estamos a ocho años del plazo fijado por los estados miembros de las Naciones Unidas para
cumplir los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. La pandemia hizo retroceder al Perú, como a
la mayoría de los países, en el camino avanzado y habría perdido por lo menos un quinto de
todo su capital educativo retrocediendo más de 10 años. Pero también obligó a mirarse al
espejo, repensar y reajustar. En ese ejercicio, el Perú ha comprobado que la falta de
competencias digitales y conectividad son muy negativas para el aprendizaje y bienestar de las
y los escolares, que es necesario reducir esta brecha digital. No hacerlo acrecienta el riesgo de
que niñas, niños y adolescentes no puedan acceder ni permanecer en el sistema educativo,
profundiza las desigualdades en el aprendizaje y perpetúa historias familiares pobreza.

Con el retorno casi universal a las aulas, ha llegado la certeza que para la educación de calidad
propia del siglo XXI no es suficiente el pizarrón en el que el maestro escribe y del cual los
estudiantes silenciosamente copian. Hoy, la presencia de docentes y escolares en las aulas
requiere del soporte digital para acelerar la recuperación de aprendizajes, afianzar la
interacción y mitigar el impacto de la pandemia sobre la educación peruana.

Al 2020, solo el 43% de las instituciones educativas del país tenían conectividad a Internet y en
zonas rurales, apenas el 11%. Asumamos el compromiso de que el 100% de escuelas, docentes
y estudiantes tengan la oportunidad de desarrollar sus competencias digitales, pero no
perdamos de vista que el fin supremo del esfuerzo por transformar la educación es que cada
niña, niño y adolescente se convierta en un ciudadano que realiza su proyecto de vida y
contribuye al desarrollo de su familia, su comunidad y su país. Que contribuya a tornar en
realidad el anhelo de un mundo más justo y un país mejor.

25/09/2022 Ana de Mendoza

Representante de Unicef

Diario el peruano http://www.elperuano.pe/noticia/192487-educar-para-transformar

En el contexto de la pandemia del COVID-19, el Ministerio de Educación del Perú desarrolló la


plataforma Aprendo en Casa, que ofrece herramientas y recursos académicos orientados a
favorecer los aprendizajes en el marco de las tecnologías de la información. La propuesta
presenta contenidos para educación inicial, primaria, secundaria, básica especial y básica
alternativa en Español, Aimara, Ashanninka, Awajún, Quechua Central, Quechua Chanka,
Quechua Collao, Shawl, Shipibo y Yenesha. Los temas se despliegan en la página web ofcial del
programa; así como en las redes sociales, radio y televisión. Se trata de un hito pedagógico en
el país, que ha recibido el reconocimiento nacional e internacional.

En este contexto de la pandemia del COVID-19, donde se imposibilitaron las clases


presenciales, el gobierno peruano, a través del Ministerio de Educación (MINEDU),
implementó el programa Aprendo en casa, donde se ofrecen herramientas y recursos
pedagógicos orientados a favorecer los aprendizajes de la educación básica (inicial, primaria,
secundaria, básica especial y básica alternativa), posibilitando el año escolar ante la situación
de emergencia. Desde el lunes 6 de abril de 2020 empezaron las emisiones a través de la señal
de los medios ofciales (TV Perú y Radio Nacional); así como en la página web
www.aprendoencasa.pe y las redes sociales Facebook, Youtube y Twitter. En un tiempo
reducido se implementó una multiplataforma para el programa, un hecho sin precedentes
para el gobierno peruano, aunque en el país desde 2016 se transmite la señal de USMP TV, el
primer canal educativo del Perú (USMP, 2016, web).

Es motivo de la presente refexión analizar el programa Aprendo en Casa, su vinculación con las
TIC y la educación; así como su orientación al desarrollo de las competencias del Currículo
Nacional con énfasis en el bienestar emocional, el cuidado de la salud, la convivencia en el
hogar y la ciudadanía, y que, en los primeros tres meses (abril – junio de 2020), el 96% de las
familias peruanas ha reportado el acceso de sus hijos a la plataforma (Vizcarra, 2020). Aprendo
en Casa se ha posicionado como una alternativa que viabiliza la educación remota en medio de
la pandemia por el COVID-19; así como una respuesta del gobierno peruano para continuar
con el año escolar, que empezó para los colegios públicos el 6 de abril de 2020. De esta
manera, funciona mediante tres canales (internet, radio y televisión). De acuerdo con la
información recogida por la Unidad de Seguimiento y Evaluación (USE) del MINEDU, entre abril
y junio: “El programa llega al 95.8% de los escolares de colegios públicos del Perú. En el ámbito
urbano el porcentaje supera el 96%, mientras que en las zonas rurales llega a 90%. Cifras
alentadoras que se confrman con las más de 124 millones de visitas únicas en su portal; así
como más de 6 millones de televidentes, y una difusión de más de mil radioemisoras en todo
el país” (MINEDU, 2020a, web). El programa ya ha recibido el reconocimiento de UNESCO:
“Aunque ningún país podría haber estado totalmente preparado para enfrentar esta crisis,
Perú está en el camino correcto. En un país socialmente fragmentado y desigual como el Perú,
ver a múltiples actores del sector de la educación trabajando juntos de manera orgánica como
parte de un sistema con el objetivo común de salvaguardar el derecho a la educación para
todos los estudiantes, es un signo de esperanza” (UNESCO, 2020a, web). Y del Fondo de las
Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF): “MINEDU se une con UNESCO y UNICEF para lanzar
el capítulo peruano de la Coalición para la Educación. (…) Con esta iniciativa, se busca
congregar esfuerzos para que las estrategias educativas implementadas durante la pandemia
sirvan como base para una transformación que lleve al Perú a una nueva educación sin
brechas: inclusiva, equitativa, enfocada en la calidad y muy apoyada en la innovación. (…) El
Perú es el primer país que constituye un capítulo nacional de esta iniciativa. Gracias a esto, el
Ministerio de Educación podrá contar con el respaldo de equipos técnicos conformados por
expertos nacionales e internacionales, que brindarán asistencia para potenciar el alcance de la
estrategia de “Aprendo en casa” y todas las acciones orientadas a garantizar el derecho a la
educación de los más de 8 millones de estudiantes de educación básica, en todos sus niveles y
modalidades” (UNICEF, 2020, web). La propuesta peruana desarrolla contenido educativo para
inicial, primaria, secundaria, básica especial y básica alternativa; así como los programas
activarte y leemos juntos. Los temas de inicial están agrupados para niños de 0 a 2 años y
presentado por meses; mientras que para 3, 4 y 5 años se distri- buye por semanas. La
alternativa televisiva y radial solo está disponible para niños de 3 a 5 años. En la educación
intercultural bilingüe se desarrollan los temas en Aimara, Ashanninka, Awajún, Quechua
Central, Quechua Chanka, Quechua Collao, Shawl, Shipibo y Yenesha. La educación primaria se
estructura por semanas en temas para 1º a 6º grado de primaria; siendo la enseñanza de inglés
exclusiva para 5º y 6º grado. Respecto a televisión y radio, los temas se agrupan en tres
bloques (1º y 2º grado, 3º y 4º grado, y 5º y 6º grado). En la educación intercultural bilingüe se
propone, además, al Castellano como L2, III, IV y V nivel. La educación secundaria se desarrolla
por áreas temáticas (comunicación; matemática; ciencia y tecnología; desarrollo, ciudadanía y
cívica; educación para el trabajo; educación física; arte e inglés) divididos en semanas del 1º al
5º grado, además de los programas activarte y leemos juntos. En la plataforma radial se
establecen contenidos agrupados en tres espacios (1º y 2º grado, 3º y 4º grado y 5º grado),
mientras que en televisión se constituyen para cada grado de manera independiente. Es
importante resaltar que todos los vídeos cuentan con un intérprete de lenguaje de señas,
además de subtítulos. Las áreas temáticas de comunicación, matemática, ciencia y tecnología,
desarrollo ciudadanía y cívica, educación para el trabajo e inglés se proponen en dos días a la
semana cada uno; mientras que arte y educación física un día a la semana. La propuesta se
organiza en carpetas y por semanas en inicial, primaria, básica especial y por áreas en el caso
de secundaria y básica alternativa; además, cuentan con una guía de actividades y recursos; un
vídeo de introducción y un planifcador; así como los contenidos para cada día de la semana. En
la sección recursos se encuentran archivos en formato PDF que complementan el desarrollo de
las clases. Además, el material se comparte en las cuentas de redes sociales de Facebook,
Twitter y Youtube del MINEDU como soportes complementarios de difusión de las actividades
escolares remotas. Se destaca también que los vídeos de introducción (de aproximadamente
tres minutos de duración) se alojan en la cuenta de Youtube de Perú Educa. La estructura de la
propuesta audiovisual es la siguiente: saludo; refuerzo motivacional, por ejemplo: “Contigo
semana a semana venimos demostrando que no hay límites para aprender. Por eso felicitamos
tu esfuerzo y compromiso trabajando junto a tu familia y profesores. Piensa, cree, sueña y
atrévete” (Perú Educa, 2020, web). Luego, se presenta un resumen de las actividades de la
semana (en el caso de secundaria es por área). Y al fnal presentan un cierre motivador, por
ejemplo: “No dejes de hacer esto en tu familia. Aprendo en Casa fue hecho pensando en ti y en
aquellos con quienes compartes tu hogar” (Perú Educa, 2020, web). Aprendo en casa es una
iniciativa interesante que marca un hito en la educación en el Perú y que plantea nuevos retos,
por ejemplo: la necesidad de una formación adecuada del docente, el cambio o adaptación de
la metodología empleada, nuevas formas de evaluación del aprendizaje, material pedagógico,
materias apropiadas, tutorías a distancia, compartir clases con otros profesores, intercambio
de experiencias, entre otras (Isla, J. y Ortega, F., 1999). Además, aplica aquello que estudiosos
señalan como una necesidad a partir de las TIC, donde los estímulos y las emociones que
producen el material audiovisual, refuerzan cualquier tipo de enseñanza y consigue un estudio
que ayuda al alumno a orientar su propio aprendizaje (Millán, S., 1999). Es claro que también
se trata de un reto para los alumnos, sobre todo en la forma en que experimentan la nueva
propuesta de clases remotas que son más autónomas, en las cuáles deben estar más
preocupados por el proceso que por el producto, preparados para la toma de decisiones y la
elección de su ruta de aprendizaje (Almenara, J., 1994). A pesar del esfuerzo del trabajo del
MINEDU, la plataforma ha sido objeto de críticas. Por ejemplo, las relacionadas a la escritura
en los soportes de apoyo en los programas difundidos por televisión (Figura 1). De esta
manera, Aprendo en casa es un esfuerzo signifcativo y necesario en la realidad educativa
peruana, que abre un panorama esperanzador para futuros estudios y refexiones en torno a
sus potencialidades como las TIC, comunicación social, audiovisuales, narrativa transmedia,
educación, lingüística, entre otros. La educación remota en el Perú ha llegado para quedarse y
seguir desarrollándose. Daniel Jácobo Morales Profesor de la Escuela Profesional de Ciencias
de la Comunicación. Facultad de Ciencias de la Comunicación, Turismo y Psicología, USMP
REFLEXIONES SOBRE LA PLATAFORMA APRENDO EN CASA DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN DEL
PERÚ DURANTE LA PANDEMIA COVID-19

http://catedraunesco.usmp.edu.pe/pdf/educacion-pandemia.pdf

EDUCACIÓN Y PANDEMIA Una visión desde la universidad

LA PANDEMIA CAUSÓ UN RETROCESO DE 3 AÑOS EN EL APRENDIZAJE

Por ComexPerú / Publicado en Agosto 05, 2022 / Semanario 1130 - Hechos de Importancia

Recientemente, el Minedu puso a disposición los datos del Estudio Virtual de Aprendizajes
(EVA) de 2021, que evaluó el aprendizaje de los estudiantes. A causa de las restricciones por la
COVID-19, el EVA solo evaluó a la población escolar con acceso a internet, a diferencia de la
Evaluación Censal de Estudiantes (ECE) realizada en años anteriores. Sin embargo, los
resultados obtenidos son una referencia que muestra la gravedad de la situación de la
educación en el país.

Entre los principales hallazgos, se encuentra que entre los alumnos de segundo grado de
secundaria hubo una disminución en el rendimiento promedio en las pruebas de lecturas de 15
puntos entre 2021 y 2019. Este resultado es indicativo, debido a que, en el periodo 2015-2019,
el puntaje promedio de lenguaje osciló entre 602 y 606 puntos, y en 2021 pasó a 587, el menor
puntaje en los últimos 7 años. 

Con respecto a la prueba de matemáticas, hubo una tendencia creciente en los exámenes en el
periodo prepandemia, al pasar de 586 puntos en 2015 hasta 615 puntos en promedio en 2019.
Esta tendencia creciente se vio interrumpida y en 2021 se registró una disminución de 13
puntos (602 puntos en promedio). Esta caída en las pruebas muestra que la pandemia causó
un retroceso de 3 años en el aprendizaje a nivel nacional, algo considerable a tomar en cuenta.
La disminución en los resultados de las pruebas de lectura y matemáticas se mantuvo en
distintos estratos. Sin embargo, destaca la evolución diferenciada entre colegios privados y
colegios públicos. En los colegios públicos urbanos, el porcentaje de alumnos con nivel
satisfactorio en lectura se redujo en 13.5 puntos porcentuales al pasar del 30.3% en 2019 al
16.8% en 2021. En los colegios públicos rurales, el porcentaje de alumnos con un nivel de
lectura satisfactorio pasó del 12.6% al 7.2%, y en los colegios privados el porcentaje de
alumnos con un nivel satisfactorio pasó del 47.8% al 32.7%. Las pruebas de matemáticas
muestran una reducción en el nivel de aprendizaje para todos los estratos, pero en una
magnitud menor.

Con base a los resultados obtenidos, el Minedu estimó el nivel de rezago en los aprendizajes.
Entre los estudiantes de segundo de secundaria, el 52.2% tiene una capacidad lectora menor a
la esperada para un alumno de sexto de primaria. En matemáticas la situación es similar, ya
que el 54.5% de escolares tiene un nivel menor al esperado. Estos resultados muestran que un
amplio grupo de estudiantes está rezagado por al menos dos años, lo cual puede tener
consecuencias negativas en el largo plazo de no ser atendido.

https://www.comexperu.org.pe/articulo/la-pandemia-causo-un-retroceso-de-3-anos-en-el-
aprendizaje

Banco mUndial

La educación es un derecho humano, un importante motor del desarrollo y uno de los


instrumentos más eficaces para reducir la pobreza y mejorar la salud, y lograr la igualdad de
género, la paz y la estabilidad. Además de generar rendimientos elevados y constantes en
términos de ingreso, constituye el factor más importante para garantizar la igualdad y la
inclusión.

En lo que respecta a las personas, promueve el empleo, los ingresos, la salud y la reducción de
la pobreza. A nivel mundial, los ingresos por hora aumentan un 9 % por cada año adicional de
escolarización (i). En cuanto a las sociedades, contribuye al desarrollo económico a largo plazo,
promueve la innovación, fortalece las instituciones y fomenta la cohesión social.

Los países en desarrollo han conseguido enormes avances en materia de asistencia a clase, y la
cantidad de niños escolarizados ha aumentado en todo el mundo. Sin embargo, tal como se
pone de relieve en el Informe sobre el desarrollo mundial 2018 (i), el aprendizaje no está
garantizado.

Realizar inversiones inteligentes y eficaces en la educación de las personas resulta


imprescindible para desarrollar el capital humano con el que se pondrá fin a la pobreza
extrema. Esta estrategia se centra primordialmente en la necesidad de abordar la crisis del
aprendizaje, poner fin a la pobreza de aprendizajes (i) y ayudar a los jóvenes a adquirir las
habilidades cognitivas, socioemocionales, técnicas y digitales avanzadas que necesitan para
prosperar en el mundo actual.

No obstante, la COVID-19 ha causado estragos en las vidas de niños pequeños, estudiantes y


jóvenes. Las perturbaciones causadas por la pandemia en las sociedades y las economías han
agravado la crisis mundial de la educación e impactan en los sistemas educativos de una forma
nunca antes vista.

Uno de los numerosos y dramáticos efectos de la pandemia es la generación de la peor crisis


educativa del último siglo. A nivel mundial, entre febrero de 2020 y febrero de 2022, las
escuelas estuvieron totalmente cerradas para el aprendizaje presencial durante 141 días en
promedio (i). En Asia meridional y en América Latina y el Caribe, los cierres duraron 273 y
225 días, respectivamente.

Incluso antes de la pandemia de COVID-19, ya resultaba claro que había una crisis mundial del
aprendizaje. El indicador de la pobreza de aprendizajes (i), creado por el Banco Mundial y el
Instituto de Estadística de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia
y la Cultura (Unesco) y dado a conocer en 2019, proporciona un dato simple, aunque grave, de
la magnitud de esta crisis del aprendizaje: la proporción de niños de 10 años que no pueden
leer ni comprender un texto breve apropiado para su edad.

En los países de ingreso bajo y mediano, el porcentaje de niños que se ven afectados por
la pobreza de aprendizajes (i) —que ya ascendía al 57 % antes de la pandemia— podría llegar
al 70 % debido a los cierres prolongados de las escuelas y a la amplia brecha digital que redujo
la eficacia de la educación a distancia durante dichos cierres y puso en peligro el logro de las
metas del ODS 4. Los niños en edad escolar han perdido aproximadamente 2 billones de
horas (i) —cantidad que sigue aumentando— de instrucción presencial desde el inicio de la
pandemia de COVID-19 y durante los confinamientos posteriores.

En la mayoría de los países, los niños y los jóvenes han sufrido considerables pérdidas de
aprendizaje durante la pandemia. Según datos empíricos rigurosos de diversos países,
incluidos los contextos de ingreso bajo, mediano y alto de todas las regiones, el daño ha sido
muy pronunciado. Cada mes de cierre de escuelas provocó un mes completo de pérdidas de
aprendizaje, lo que refleja la eficacia limitada (en promedio) de la enseñanza a distancia.

Los impactos descomunales del cierre de escuelas van más allá del aprendizaje. Esta
generación de niños podría perder un total combinado de USD 21 billones en ingresos a lo
largo de la vida en valor actual, o el equivalente al 17 % del producto interno bruto (PIB) de
hoy; esto constituye un marcado aumento respecto de los USD 17 billones de pérdida
estimados en 2021.

La COVID-19 generó una catástrofe de desigualdad. Casi todos los países ofrecieron alguna
modalidad de educación a distancia durante el cierre de las escuelas, pero hubo una gran
desigualdad en el acceso y la utilización de este sistema entre los países y dentro de ellos. Los
niños de hogares desfavorecidos tenían menos probabilidades de beneficiarse del aprendizaje
remoto que sus pares, a menudo debido a la falta de electricidad, conectividad, dispositivos y
apoyo de sus cuidadores. Las niñas, los estudiantes con discapacidad y los niños más pequeños
también enfrentaron importantes obstáculos para participar en actividades de educación a
distancia. En general, al menos una tercera parte de los niños en edad escolar de todo el
mundo —463 millones— no pudo acceder al aprendizaje remoto durante el cierre de las
escuelas.
Por otra parte, también se vio afectada la salud mental de los niños, mientras que continúan
en aumento los riesgos de violencia y matrimonio y trabajo infantil. La situación es más grave
para las niñas, que son más vulnerables a las situaciones de violencia, el matrimonio infantil y
los embarazos. Asimismo, los grupos vulnerables como los niños con discapacidad, las minorías
étnicas, los refugiados y las poblaciones desplazadas tienen menos posibilidades de retomar
sus estudios después de las crisis.

Las interrupciones en la asistencia a la escuela afectaron especialmente a los niños más


pequeños. Los establecimientos de educación preescolar permanecieron cerrados por más
tiempo en numerosos países, y recibieron poco o ningún apoyo para realizar actividades de
aprendizaje a distancia.

Además de las pérdidas de aprendizaje, las alteraciones en la educación han exacerbado


también las disparidades en nutrición, salud y mecanismos de estimulación, y en el acceso a
servicios básicos psicosociales y de protección social. Millones de niños más corren el riesgo de
caer en el trabajo infantil, contraer matrimonio precozmente y abandonar la escuela por
completo.

A estos desafíos se suma el impacto negativo en los ingresos familiares de la contracción


económica mundial sin precedentes, lo que aumenta el riesgo de deserción escolar y también
da lugar a la reducción de los presupuestos de los Gobiernos y a presiones en el gasto público
en educación.

Los jóvenes también han sufrido una pérdida de capital humano, tanto en términos de
habilidades como de empleo. En muchos países, estas caídas del empleo de jóvenes
equivalieron a más del doble de las disminuciones en el empleo de adultos. En consecuencia,
es posible que la actual generación de estudiantes —especialmente los más desfavorecidos—
nunca reciba una educación completa ni alcance el máximo de ingresos potenciales.

Se necesita actuar con urgencia: seguir como hasta ahora no será suficiente para borrar las
secuelas de la pandemia ni para acelerar los avances en la medida que exigen las aspiraciones
del ODS 4. El Grupo Banco Mundial insita a los Gobiernos a implementar programas de
recuperación del aprendizaje que sean enérgicos y ambiciosos, para que los niños vuelvan a la
escuela, se recobre el aprendizaje perdido y se aceleren los avances; para esto, los sistemas
educativos deberán ser más equitativos, resilientes y de mejor calidad.

Última actualización: Oct 11, 2022

https://www.bancomundial.org/es/topic/education/overview

21/09/2021 El Ministerio de Educación (Minedu) aprobó hoy el plan nacional de emergencia


del Sistema Educativo Peruano, el cual permitirá consolidar los aprendizajes de los estudiantes,
fortalecer la innovación y responder desde la educación a la emergencia sanitaria producida
por el covid-19.

 La Resolución Ministerial N° 368-2021-Minedu, publicada en el boletín de normas del Diario


Oficial  El Peruano  precisa, además, que mediante esta estrategia se busca dar respuestas
educativas en atención a la diversidad de los territorios del Perú y cerrar las brechas de 
desigualdad, por lo cual se establecen seis ejes para su desarrollo:

(1) Recuperación y consolidación de aprendizajes de los estudiantes de la educación básica y


retorno a la presencialidad. (2) Desarrollo profesional docente. (3) Innovación tecnológica y
competitividad educativa. (4) Educación superior. (5) Atención integral de las poblaciones
rurales, indígenas, afroperuana y personas con discapacidad. (6) Descentralización.

El Ministerio de Educación (Minedu) culminó con éxito el encuentro nacional “Fortaleciendo la


recuperación de los aprendizajes en el marco de la gestión educativa descentralizada”, que
estableció la ruta intergubernamental para el cierre del año 2022 y el buen inicio del año
escolar 2023, con la que se espera recuperar los aprendizajes perdidos durante la pandemia.

En el evento, que reunió a más de 400 participantes, entre responsables de UGEL, directores y
gerentes regionales de educación, equipos técnicos y representantes del Consejo Directivo de
la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales (ANGR), se acordó priorizar la aplicación de un
plan de refuerzo escolar en horario extracurricular e incentivar el voluntariado de estudiantes
de los últimos ciclos de universidades e institutos pedagógicos, informó el ministro de
Educación, Rosendo Serna.

“Este encuentro nacional sirvió para dialogar con los principales actores comprometidos con el
quehacer educativo y promover la reflexión sobre el estado actual de los aprendizajes para
determinar, de manera conjunta, estrategias de alcance nacional y regional para su
recuperación y fortalecimiento, estos acuerdos demandarán un trabajo articulado para
fortalecer la gestión educativa a nivel nacional”, anotó.

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