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Integrantes:

Consuelo Pino

Javiera Rojas

Desigualdad en la
educación virtual
escolar en
Chile 2020
Introducción

En el año 2020, para ser más específicos el 30 de enero la OMS declara pandemia mundial
producto de COVID- 19, un virus de origen asiático que debido a su fácil propagación llegó
a gran parte del mundo, obligando a la población a tomar medidas de distanciamiento
social y cuarentenas para evitar su propagación. Estas medidas generaron gran impacto en
la población, ya que al tener tantas restricciones hay que adecuarse a una nueva
normalidad.

Esta pandemia mundial llevó a la suspensión de actividades sociales, tales como: ir al cine,
ir a comer, ir trabajar, ir a estudiar, entre otras. Debido a las medidas tomadas por los
Gobiernos se implantó una nueva forma de hacer estas actividades desde nuestros
hogares, lo cual evidenció la gran desigualdad de oportunidades que existe en la sociedad
chilena, esto debido a que se incrementó una nueva normalidad virtual, en la que se
realizaban reuniones, trabajo y educación desde casa en plataformas virtuales.

Con esto se quiere destacar que la educación fue una tarea difícil de transformar a la
virtualidad , ya que no solo las instituciones tienen que velar por la educación de sus
alumnos sino que también deben capacitar a los docentes en esta nueva forma de
enseñar, a esto sumando los problemas que algunos alumnos presentaban con la
conectividad , ya sea que no tuvieran internet o que no tuvieran donde poder ver las
clases, esto debido a que se implantaron clases online a través de aplicaciones de
telecomunicación.

De esta manera nace una evidente desigualdad de oportunidades que tienen los
estudiantes, por un lado, tenemos alumnos que poseen internet y computador, Tablet o
teléfono en sus casas para poder conectarse, por otro lado, existen alumnos que no
poseían ninguna de las herramientas antes mencionadas, por consecuencia no podían
educarse como sus compañeros. Esta desigualdad existe en todo el País, pero se hace más
evidente en las zonas rurales, donde las escuelas no poseen tantos recursos como las de
zonas más pobladas.
Inicios de la virtualidad y reflejos de la desigualdad

Producto de la pandemia el gobierno hizo cambios para responder a la crisis sanitaria, y


con esto se decide el cierre de las escuelas para así frenar el contagio por COVID-19, lo
cual generó una transformación en los modelos educacionales convencionales. Con esto
se evidenció aún más que existen importantes brechas educativas, ya que el nuevo
modelo educacional virtual imparte clases online en plataformas de telecomunicaciones
que para acceder a ellas se necesitan dispositivos electrónicos como Tablet, computador o
celular a esto sumando una buena conexión a internet.

Tras la evidente desigualdad al momento de comenzar las clases online el gobierno


comienza a destinar recursos para esta reinvención educacional (Bellei & Muñoz, 2020).
Así pues, se destinó la entrega de materiales para que los más afectados pudieran acceder
a las clases o contar con más recursos de estudio y crear una igualdad de oportunidades,
además de un retiro de dinero correspondiente a un diez por ciento proveniente del
fondo de pensiones (AFP) para que las personas pudieran destinarlo a sus necesidades del
momento.

Dicho esto, los problemas de oportunidades que existían anterior a la pandemia (y que se
visibilizan con el estallido social) fueron aún mayor con la llegada del virus. La realidad en
los hogares era evidentemente diferente para las personas con mayor ingreso y para los
que tenían menor ingreso, esta misma desigualdad se proyectó en el inicio escolar. No
todas las familias contaban con las herramientas que les permitirían asistir a clases
virtuales, y si es que podían contar con alguna estas no eran suficientes para todos los
miembros de la familia, también existían aquellas que no tenían ningún problema con esta
modalidad.

En base a esto los hogares se convirtieron en aulas de clase, pero distinta en cada caso, no
todos pueden hacer un espacio idóneo para estudiar adecuadamente ni todo lo que
conlleva hacer del hogar una escuela. Mayoritariamente las familias con menos recursos
suelen presentar mayores problemas en este ámbito, ya sea por la falta de espacio o
porque los espacios no son adecuados, más aún cuando nos referimos a familias con
tenencia de drogas o donde existe violencia intrafamiliar.

Con estas situaciones podemos rescatar que no todas las familias podrán hacerse cargo de
la educación del estudiante de manera deseable y responsable. De aquí la importancia de
la preparación de los docentes, que de alguna manera también se vieron afectados por las
mismas razones que algunos estudiantes como lo es la conexión estable a internet o el no
contar con todos los recursos para hacer sus clases, dependiendo de los recursos que le
facilitara la institución o centro educativo y viéndose en la obligación de preparar
material, cambiar metodologías y formas de enseñanza.

En Chile la calidad educativa y los materiales que se entreguen para las clases depende
del dinero que se invierta, así muchos docentes tuvieron que, de sus recursos,
autoabastecerse, ya que no había quién pudiese otorgar dichas herramientas para hacer
las clases, lo cual es una traba para una persona que quiere tener calidad educativa y no
puede por faltas de recursos, ya que “Cuanto mayor sea la cobertura de la educación
básica, más probable es que incluso las personas potencialmente pobres tengan más
oportunidades de vencer la miseria”(Sen, 2000.p,4). con educación básica se refiere a
términos necesarios de conocer.

Desigualdad reflejada en estadísticas

Mediante un estudio realizado por el centro de estudios del Mineduc se refleja lo


evidente que es la desigualdad educacional comparando complejos educacionales a lo
largo de Chile tomando en cuenta los quintiles más vulnerables y los menos vulnerables,
situándose en los inicios de la pandemia.

Con relaciona a la educación a distancia se estima que un 40% de los estudiantes en Chile
se encuentran en clases virtuales, y que estos un 80% se encuentran ocupando
herramientas de aprendizajes online, ya sean videoconferencias, redes sociales, correo
electrónico, llamadas telefónicas o guías de trabajo, entre otras invenciones. Ahora bien,
si se toma al Quintil con mayor vulnerabilidad y al Quintil con menor vulnerabilidad de
estudiantes que se encuentran en clases online se evidencia una desigualdad, ya que el
primer grupo sólo cuenta con un 27% de cobertura educacional, en cambio el segundo
grupo alcanza un 89% de cobertura, datos que son sumamente desiguales. Este análisis de
datos se hizo tomando en cuenta escuelas particulares, subvencionadas y privadas
situadas en las dieciséis Regiones existentes. (Centro de Estudio Mineduc, 2020, p. 4)

Con relación al abastecimiento educacional virtual, también notamos una desigualdad no


menor, ya que en regiones más rurales como Atacama y Aysén se observa una menor
cobertura en el abastecimiento de educación a distancia por parte de los
establecimientos, teniendo un 19% de suministros para atacama y un 25% para Aysén,
mientras que las regiones más pobladas como Antofagasta y Coquimbo muestran una
mayor cobertura en la entrega de este tipo de formación, un 53% para Antofagasta y un
47% para Coquimbo. Asimismo, la brecha observada entre los establecimientos
pertenecientes al 20% más vulnerable y al 20% más rico alcanza su menor y mayor
diferencia en las regiones de Antofagasta (42 puntos porcentuales) y Aysén (95 puntos)
respectivamente. (Centro de Estudio Mineduc, 2020, p. 5)

Respecto a el acceso que tienen los estudiantes a los dispositivos electrónicos (tales como:
tablets , computadores y celulares), la cual se estima que un 87% de los estudiantes a nivel
nacional tienen acceso a estos dispositivos, pero existe desigualdad para acceder a las
plataformas que ofrecen los dispositivos, ya que solo se pueden utilizar con internet, ya
que el quintil con mayor ingreso tiene un 97% y el con menor ingreso un 77%, ambas
estadísticas pensadas en la facilidad que tienen los estudiantes de poder conectarse con
sus dispositivos móviles (Centro de Estudio Mineduc, 2020, p. 6).

Sumado a la diferencia que existe en conectividad y recursos pedagógicos la desigualdad


en el estudio autónomo de los estudiantes en pandemia señala dos niveles de efectividad
en el aprendizaje autónomo de los estudiantes tomando por un lado A como positivo y
por otro B como negativo. Esto si los estudiantes entraran a colegio en septiembre del año
2020 (lo cual no ocurrió), así se estimó que el escenario A se ha definido como la situación
en la cual se reabran las escuelas a partir de septiembre del 2020, lo cual corresponde a 6
meses sin clases presenciales, mientras que el escenario B considera el cierre de las
escuelas durante todo el año, lo cual implica la pérdida del 100% de las clases presenciales
lo cual ocurrió. (Centro de Estudio Mineduc, 2020, p. 7). Los resultados demostraron la
existencia de grandes brechas entre las distintas categorías analizadas, estas categorías
fueron el sexo, nacionalidad, y tipo de establecimiento.

Con esto, los resultados señalan que los estudiantes de establecimientos ubicados en la
región de Antofagasta son los que tendrían una mejor situación para contrarrestar los
efectos de la pérdida de clases presenciales, mientras que las regiones de Atacama, Aysén,
La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos reflejaron una menor efectividad en el combate de los
efectos de la pérdida de clase, pudiendo llegar incluso a tener solamente de un 6% a un
8% de efectividad en el escenario B, así se señala que las partes más rurales son las más
afectadas con este método de estudio autónomo . Los estudiantes de establecimientos
públicos están ante un escenario en el cual la efectividad es muy inferior al promedio
nacional, mientras que los estudiantes de establecimientos particulares pagados cuentan
con un efecto estimado mucho mayor. De hecho, en el caso de los colegios particulares
pagados destaca que la efectividad en un escenario B (35%) es incluso superior a la
efectividad nacional en el escenario A (30%). (Centro de Estudio Mineduc, 2020, p. 8)

Estos resultados, más allá de corresponder a una aproximación al efecto que está
teniendo la pérdida de clases producto de la pandemia, también reflejan las preocupantes
brechas existentes al interior del sistema educacional chileno en este contexto, por tanto,
es fundamental entender que dichas diferencias también podrían llegar a tener un efecto
permanente en la sociedad chilena y en sus estudiantes si no se generan soluciones de
corto y mediano plazo que permitan entregar educación de calidad a los niños, niñas y
adolescentes que actualmente se encuentran en el sistema escolar. (Centro de Estudio
Mineduc, 2020, p. 9)

En base a esto concluir con que el Estado está obligado a cumplir con la igualdad de
oportunidades sociales, ya que por derecho el estado tiene que cubrir “Los servicios
esenciales para el ejercicio de los derechos humanos, como la atención de salud y la
educación, deben estar económicamente al alcance de las comunidades que viven en la
pobreza y ser físicamente accesibles en tiempo útil.” (Naciones Unidas Derechos
Humanos, 2012, p.15).

Conclusión

A modo de cierre la pandemia es un fenómeno que como bien se evidencia obligó a


reformar la educación y hacerla virtual, lo cual arrojó estadísticas de desigualdad y mostro
realidades diversas a lo largo del País, que como se menciona no fueron creadas en
pandemia, si no que venían de antes.

La desigualdad en la educación online en los colegios chilenos tiene diversas causas, pero
la principal es la del poco acceso a internet que tienen los alumnos. Debido que la
educación ya presentaba deficiencias para que esta sea igualitaria para todos los
estudiantes, con la llegada de la pandemia no solo se hizo más visible sino también se
excluyó a aquellos grupos que no podían estudiar, además con la virtualidad del cuál no se
contaba ningún tipo de preparación, mucho tuvieron que optar por invertir en algún
aparato tecnológico que le permitiera asistir a clases o de lo contrario no poder hacerlo.

Para que se cuente con mayor preparación el estado debería tener una participación más
activa, escolar. Finalmente, es importante considerar que la crisis puede ser una
oportunidad para fortalecer los sistemas educativos mediante la construcción de uno que
sea más flexible a las necesidades de los estudiantes, pero, en especial, que los sistemas
educativos mundiales deben ser capaces de permitir que los menores y adolescentes
logren aprender tanto en la escuela como en casa para lo cual también es necesario
atenuar aquellas líneas que separan ambos espacios.

Son preocupantes las desigualdades del sistema educativo chileno y se espera que de aquí
a un corto tiempo este se reformule adquiriendo una igualdad en un derecho esencial
como es el de la educación, ya sea que se encuentre de manera presencial o virtual.
Bibliografía

Centro de Estudio Mineduc. (2020, agosto). Impacto del COVID-19 en los resultados de
aprendizaje y escolaridad en Chile. Recuperado 07 de septiembre de 2021 de
https://www.mineduc.cl/wpcontent/uploads/sites/19/2020/08/EstudioMineduc_bancomundi
al.pdf.
David Nogales. (2021, 25 enero). Más de la mitad de los chilenos se autocalifica como
clase baja y sube con fuerza la percepción de que el estado ayudó durante la pandemia. La
Tercera. Recuperado el 10 de septiembre de 2021 de
https://www.latercera.com/pulso/noticia/mas-de-la-mitad-de-los-chilenos-se-autocalifica-
como-clase-baja-y-sube-con-fuerza-la percepción-de-que-el-estado-ayudo-durante-la
pandemia/Z3SEJZSOXBFHRE5XOQRDVJQDSA/
Naciones Unidas Derechos Humanos. (2012, septiembre). Los principios rectores sobre la
extrema pobreza y los derechos humanos (revisado ed.). oficina del alto comisionado.
Sen, A. (2000) La pobreza como privación de capacidades. “En desarrollo y libertad”.
Barcelona, España: Editorial Planeta. P, 4.

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