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INTRODUCCIÓN

Los problemas hematológicos en pacientes pediátricos son comunes y pueden incluir


trastornos de los glóbulos rojos, blancos y plaquetas, así como enfermedades de la
médula ósea, los ganglios linfáticos y el bazo en el caso de los pacientes pediátricos
pueden presentar una variedad de problemas hematológicos que afectan la producción,
función o recuento de las células sanguíneas , la sangre es un sistema complejo (sistema
sanguíneo), ya que cumple diversas funciones y muy distintas unas de otras. Para
detectar alteraciones, la prueba más común es la extracción de sangre con un
hemograma completo, seguido de pruebas más exhaustivas en caso de resultados
anormales, tales como recuento de reticulocitos, prueba de coagulación, medición de
proteínas, examen de médula ósea y un número de pruebas específicas de las células
sanguíneas las enfermedades hematológicas más frecuentes son la leucemia, los
síndromes mielodisplásicos, el mieloma múltiple, el linfoma o los trastornos
mieloproliferativos que se produce al disminuir el número de células de la médula ósea
y la reducción de la producción de glóbulos rojos, leucocitos y plaquetas, lo que causa
anemia aplásica para prevenir este tipo de enfermedades es evitar las infecciones
oportunistas lavándose las manos regularmente y evitar las aglomeraciones. el
diagnóstico de los problemas hematológicos en niños se realiza mediante pruebas de
laboratorio, como análisis de sangre y biopsias de médula ósea el tratamiento llegó del
tipo y la gravedad del trastorno, y puede incluir medicamentos, transfusiones de sangre,
terapia génica y trasplante de células madre es importante destacar que los problemas
hematológicos en niños pueden ser graves y requieren atención médica especializada si
se sospecha de un problema hematológico en un niño, es fundamental buscar atención
médica de un especialista en hematología o un médico general para recibir un
diagnóstico y tratamiento adecuado.
PÚRPURA TROMBOCITOPÉNICA

La púrpura trombocitopénica es una enfermedad que se caracteriza por


una disminución de plaquetas.

Está causada porque los órganos inmunitarios producen anticuerpos contra


las plaquetas, lo que hace que el bazo reconozca a las propias plaquetas
como células extrañas y las destruya.

En los niños aparece tras una infección por virus la PTI aguda es
más común en los niños entre los dos y los nueve años y suele
remitir espontáneamente.

Los pacientes con púrpura trombocitopénica pueden permanecer


SÍNTOMAS asintomáticos, o presentar hemorragia cutánea persistente (sobre
todo en áreas expuestas a los traumatismos)

 púrpura o manchas de color púrpura en la piel.


 Hemorragias nasales
 Sangrado de las encías
 Hemorragias en la boca
 Hemorragias digestivas
 Hemorragias menstruales anormales
EL DIAGNÓSTICO DE LA PÚRPURA TROMBOCITOPÉNICA

El diagnóstico de la púrpura trombocitopénica se basa en una


evaluación clínica completa que incluye:

Historia clínica: El médico revisará los antecedentes médicos del paciente, incluyendo
cualquier episodio previo de sangrado inexplicado, la duración y gravedad de los
síntomas actuales y cualquier factor desencadenante posible.

Examen físico: El médico realizará un examen físico para buscar signos de


púrpura, como manchas o hematomas en la piel, sangrado de las encías o
mucosas, o cualquier otro signo de hemorragia.

Análisis de sangre: Se realizarán análisis de sangre para evaluar el recuento de plaquetas


y otros parámetros sanguíneos relacionados con la función de las plaquetas y la
coagulación. Un recuento bajo de plaquetas (trombocitopenia) es un hallazgo
característico en la púrpura trombocitopénica.

Pruebas de anticuerpos: En algunos casos, se pueden realizar pruebas para


detectar la presencia de anticuerpos que atacan las plaquetas en la sangre. Estas
pruebas pueden incluir la detección de anticuerpos antiplaquetarios o pruebas de
anticuerpos específicos como el factor plaquetario 4 (PF4).

Biopsia de médula ósea: En casos raros y complejos, puede ser necesaria


una biopsia de médula ósea para evaluar la producción y la estructura de las
células sanguíneas.
TRATAMIENTO

Observación y cuidados de apoyo: En casos leves de púrpura trombocitopénica


aguda en niños, especialmente si no hay sangrado significativo, se puede optar
por una estrategia de "esperar y observar"

Corticosteroides: Los corticosteroides, como la prednisona, son el tratamiento de


primera línea en la púrpura trombocitopénica aguda. Estos medicamentos pueden
ayudar a aumentar el recuento de plaquetas al suprimir la respuesta inmunológica
que destruye las plaquetas.

inmunoglobulina intravenosa (IVIG): La administración de inmunoglobulina


intravenosa puede ayudar a aumentar el recuento de plaquetas al bloquear
temporalmente los anticuerpos que destruyen las plaquetas.

Medicamentos inmunosupresores: En casos graves y recurrentes de


púrpura trombocitopénica, pueden considerarse medicamentos
inmunosupresores como la azatioprina o el rituximab.

Tratamiento de soporte: En situaciones de sangrado grave o en casos de púrpura


trombocitopénica crónica refractaria al tratamiento convencional, pueden ser
necesarios tratamientos de soporte como transfusiones de plaquetas, medicamentos
para promover la coagulación o incluso cirugía en casos selectos.
CUIDADOS DE ENFERMERÍA

Explicar la importancia de mantener el reposo absoluto como medida de seguridad

(evitar cualquier golpe que pudiera agravar la situación clínica actual)

• Informar al paciente de la importancia de comunicar la aparición de sangre en heces

o en esputo, así como el aumento de los hematomas

• Control de PA, FC, FR, temperatura, diuresis y nivel de conciencia cada 4-6 h

• Vigilar la zona de acceso de catéteres venosos y, si aparece sangrado, aplicar un apósito

homeostático y compresivo

• Al realizar punciones venosas, presionar sobre el lugar durante 5-10 min o hasta que cese

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