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El término endocarditis infecciosa (EI) denota una infección de la superficie endocárdica del
corazón e implica la presencia física de microorganismos en la lesión. Aunque lo más común es
que estén afectadas las válvulas cardiacas, también puede producirse en defectos septales o en el
endocardio mural.
La profilaxis antibiótica no está recomendada para pacientes con riesgo de EI intermedia, cualquier
otra forma de enfermedad de válvula nativa (incluidas las enfermedades más habituales: válvula
aórtica bicúspide, prolapso mitral y estenosis aórtica calcificada).
Se debe considerar una profilaxis antibiótica perioperatoria para los pacientes a los que se vaya a
implantar una válvula protésica, cualquier tipo de injerto protésico o marcapasos. La profilaxis se
debe iniciar inmediatamente antes del procedimiento, repetirse si el procedimiento es largo y
terminarse 48 h después.
Microorganismos
Estreptococos
El grupo viridans (VGS y son subagudos) son los microorganismos predominantes. Los VGS
constituyen la causa principal de las infecciones de las válvulas nativas adquiridas en el entorno
comunitario.
Los estreptococos β-hemolíticos generalmente causan una EI con presentación aguda. Los
consumidores de drogas por vía intravenosa y las personas mayores son dos grupos de riesgo.
Streptococcus gallolyticus (antes S. bovis) se encuentra en el tubo digestivo y, si se aísla en un
hemocultivo, debe realizarse una exploración por si existe una lesión gastrointestinal, como cáncer
de colon. Produce menos del 10% de los casos de EI.
Generalmente, cuando S. pneumoniae causa EI, la presentación clínica es un síndrome agudo
asociado a la destrucción de las válvulas. Poco frecuente.
Staphylococos
Segundo grupo de cocos grampositivos, S. aureus es una causa frecuente de endocarditis, tanto
de las válvulas nativas como protésicas (70%).
Estafilococos negativos para coagulasa patógenos frecuentes en las infecciones de las válvulas
protésicas, en válvulas nativas en menor medida. Staphylococcus epidermidis es la especie que se
identifica con más frecuencia como causa de bacteriemia y EI. Staphylococcus lugdunensis es otra
especie que causa endocarditis tanto de las válvulas nativas como de las válvulas protésicas
Enterococos
La edad se relaciona mucho con el desarrollo de EI causada por especies de enterococos, y la
prevalencia de estos microorganismos en los casos de EI en los ancianos duplica la prevalencia
que se observa en la EI en los adultos jóvenes.
La mayoría de las infecciones están causadas por Enterococcus faecalis y se asocian a anomalías
del aparato genitourinario. Enterococos faecium con mayor resistencia.
HACEK
Gramnegativos exigentes. Colonizan la orofaringe y las vías respiratorias superiores, y causan EI
de presentación subaguda adquirida en la comunidad.
Gramnegativos
Este grupo comprende Escherichia coli, Klebsiella spp., Enterobacter spp., Pseudomonas spp. y
otros. Generalmente, en los casos de EI causada por estos microorganismos, la presentación es
aguda y algunas veces se ha asociado a toxicidad sistémica.
Manifestaciones
Vegetaciones definidas con más frecuencia en la posición de la válvula mitral (41%), después en la
posición de la válvula aórtica (38%), y que afectan con mucha menos frecuencia a las válvulas
tricúspide (12%) y pulmonar (1%).
Hasta un 90% de los pacientes presentan fiebre, a menudo asociada con síntomas sistémicos de
escalofríos, pérdida de apetito y pérdida de peso. Se detectan soplos cardiacos en hasta un 85%
de los pacientes. Hasta un 25% de los pacientes sufren complicaciones embólicas en el momento
del diagnóstico.
EKG
Debido a la proximidad del nodo auriculoventricular y el sistema de conducción intraventricular
proximal a la válvula aórtica y la raíz, la extensión perivalvular de la infección desde esta
localización es la causa más frecuente de bloqueo auriculoventricular (BAV) nuevo de cualquier
grado o de bloqueo de rama (BR). Si existe extensión perivalvular de la infección, la incidencia de
BAV varía del 10 al 20%, y se produce un BR en alrededor del 3%.
Radiografía de tórax
La radiografía de tórax es frecuentemente anormal en la EI del lado derecho. La embolia pulmonar
séptica clásicamente aparece como nódulos periféricos mal delimitados (bolas de algodón), que
ocurren predominantemente en los lóbulos inferiores y pueden confundirse con neumonía
multifocal. En la infección grave del lado izquierdo, revelan insuficiencia cardíaca congestiva.
La ETE tiene que hacerse en caso de ETT negativa cuando haya un alto índice de sospecha. La
ETE también debe realizarse a pacientes con ETT positiva para descartar complicaciones locales.
Repetir la ETT y/o la ETE en los siguientes 5-7 días en caso de examen inicial negativo si persiste
un alto grado de sospecha.
Se recomienda repetirlo en cuanto se sospeche una complicación nueva (soplo nuevo, embolia,
fiebre persistente, IC, absceso, bloqueo auriculoventricular), durante el seguimiento de EI no
complicada para detectar complicaciones nuevas silentes y monitorizar el tamaño de la vegetación
y al finalizar el tratamiento antibiótico para evaluar la morfología y la función valvular y cardiaca.
En pacientes con bacteriemia por S. aureus, la ecocardiografía está justificada por la frecuencia de
EI en este contexto, la virulencia del microorganismo y sus efectos devastadores en infección
intracardiaca.
La RNM tiene mayor sensibilidad que la TC, la RM aumenta la probabilidad de detectar las
complicaciones cerebrales. Lesiones frecuentes en el 60-80% de los pacientes. Permite una mejor
caracterización de la lesión en pacientes con EI y síntomas neurológicos, mientras que su impacto
en el diagnóstico de EI es importante en pacientes con EI no definida y sin síntomas neurológicos.
SPECT/TC y PET/TC con leucocitos marcados con isótopos reducen la tasa de EI mal
diagnosticada, clasificada en la categoría de «EI posible» según los criterios Duke y la detección de
complicaciones embólicas periféricas e infecciosas metastásica.
Cuando todas las pruebas microbiológicas sean negativas, se debe considerar sistemáticamente
un diagnóstico de endocarditis no infecciosa y realizar pruebas para anticuerpos antinucleares y
síndrome antifosfolipídico
Criterios diagnósticos
2000 criterios de Duke modificados, sensibilidad general de aproximadamente el 80%. La
especificidad como el valor predictivo negativo (VPN) eran superiores al 90%
EI descartada
Diagnóstico alternativo firme o
Resolución de los síntomas de EI con tratamiento antibiótico ≤ 4 días o
Ausencia de evidencia patológica de EI en la cirugía o necropsia con tratamiento antibiótico ≤ 4
días o
No se cumplen los criterios de posible EI ya indicados
La insuficiencia valvular en la EVN puede ocurrir como consecuencia de una rotura de cuerdas de
la válvula mitral, rotura de valva (valva flotante), perforación de valva o interferencia de la
vegetación con el cierre de la valva.
El absceso perivalvular es más habitual en la EI aórtica (un 10-40% en la EVN) y es frecuente en la
EVP (56-100%).
Embolización distribución: SNC (38%), bazo (30%), riñones (13%), pulmón (10%), arterias
periféricas (6%), mesentérica (2%) y coronarias (1%).
El cerebro y el bazo son las localizaciones más frecuentes de embolización en la EI izquierda,
mientras que la embolización pulmonar es frecuente en la EI sobre válvula nativa derecha y EI por
cable de marcapasos. Sufren complicaciones embólicas un 20-50% de los pacientes, solo del 6-
21% en tratamiento antibiótico.
Los pacientes con vegetaciones > 10 mm de longitud tienen mayor riesgo de embolia y este riesgo
es todavía mayor en pacientes con vegetaciones más grandes (> 15 mm) y móviles, sobre todo en
la EI estafilocócica que afecta a la válvula mitral.
La EVP temprana se define como una EI que ocurre en el primer año después de la cirugía, y la
EVP tardía, como la EI que tiene lugar más allá del primer año
Pautas de práctica clínica para el diagnóstico y manejo de infecciones relacionadas con
catéteres intravasculares: actualización de 2009 de la Sociedad de Enfermedades
Infecciosas de América
CLABSI (infecciones del torrente sanguíneo asociadas a la vía central) es una definición de
vigilancia que identifica a los pacientes con un CVC que experimentan un BSI que no es atribuible
a otra fuente. CRBSI (infecciones del torrente sanguíneo relacionadas con el catéter) es una
definición clínica que generalmente requiere datos microbiológicos especializados (p. ej., cultivo de
punta de catéter, hemocultivos cuantitativos y determinación diferencial del tiempo hasta la
positividad [DTP]).
Así, los dispositivos con más riesgo son los catéteres venosos centrales (CVC) de corta duración y
los catéteres arteriales (riesgo aproximado del 3% en ambos). El riesgo es menor en los CVC de
larga duración/tunelizados, catéteres periféricos y catéteres centrales de inserción periférica (PICC)
(riesgo de infección aproximado del 1% en cada uno).
Los hallazgos clínicos no son confiables para establecer el diagnóstico de infección relacionada
con dispositivos intravasculares debido a su escasa sensibilidad y especificidad. El hallazgo clínico
más sensible, la fiebre, tiene poca especificidad. La inflamación o purulencia alrededor del sitio de
inserción tiene mayor especificidad pero poca sensibilidad.
Un diagnóstico definitivo de CRBSI requiere que el mismo organismo crezca de al menos una
muestra de sangre percutánea y de la punta del catéter; o que se obtengan 2 muestras de sangre
para cultivo (centro del catéter y de una vena periférica) que cumplen los criterios cuantitativos;
Alternativamente, se deben considerar 2 hemocultivos cuantitativos de muestras obtenidas a través
de 2 lúmenes de catéter (o de un lumen y otro de sangre periférica) en los que el recuento de
colonias de la muestra de sangre extraída a través de un lumen es al menos 3 veces mayor que el
recuento de colonias de la muestra de sangre obtenida del segundo lumen (o de la periferica).
Para DTP (tiempo diferencial para positividad), el crecimiento de microbios de la sangre extraída
del conector de un catéter al menos 2 h antes de que se detecte el crecimiento microbiano en
muestras de sangre obtenidas de una vena periférica. La DTP utiliza la monitorización continua del
cultivo de sangre para determinar el crecimiento y compara la DTP para muestras cualitativas de
hemocultivo obtenidas del catéter y de una vena periférica.
La cobertura empírica de los bacilos gramnegativos según datos locales de susceptibilidad a los
antimicrobianos y en la gravedad de la enfermedad (combinación de cefalosporina de cuarta
generación, carbapenem o b-lactama/b-lactamasa, con o sin aminoglucósido).
Cobertura para bacilos gramnegativos multirresistentes, como P. aeruginosa, cuando se sospecha
CRBSI entre pacientes neutropénicos, gravemente enfermos con sepsis o pacientes colonizados
con dichos patógenos, hasta cultivos y se puede realizar la desescalada de la terapia antibiótica.
Cubrir cándida y gramnegativos.
La terapia empírica para candidemia en pacientes sépticos con: nutrición parenteral total, uso
prolongado de atb de amplio espectro, malignidad hematológica, recepción de trasplante de
médula ósea u órgano sólido, cateterismo femoral o colonización por cándida en múltiples sitios.
Equinocandina o fluconazol (no azoles en los 3 meses anteriores).
Se debe usar terapia de bloqueo con antibióticos para salvar el catéter, si no se puede se deben
administrar antibióticos sistémicos a través del catéter colonizado.
Se deben administrar de cuatro a seis semanas de terapia antibiótica a los pacientes con fungemia
o bacteriemia persistentes después de la extracción del catéter (mas de 72 h después de la
retirada del catéter). Se deben utilizar de 6 a 8 semanas de terapia para el tratamiento de la
osteomielitis en adultos.
Los catéteres a largo plazo deben retirarse de los pacientes con CRBSI asociado a: sepsis grave;
tromboflebitis supurativa; endocarditis; si continúa a pesar de mas 72 h de terapia antimicrobiana o
infecciones por S. aureus, P. aeruginosa, hongos o micobacterias. Los catéteres a corto plazo
deben retirarse de los pacientes con CRBSI debido a bacilos gramnegativos, S. aureus,
enterococos, hongos y micobacterias.
Si un paciente cateterizado tiene un único hemocultivo positivo que se vuelve coagulasa negativo,
se deben realizar cultivos adicionales del catéter sospechoso y de una vena periférica para
asegurarse de que el paciente tiene una infección del torrente sanguíneo real y que el catéter es la
fuente probable.
Los catéteres intravenosos periféricos que presenten dolor, induración, eritema o exudado
asociados deben retirarse y cultivarse.
CRBSI verdadera por la flora cutánea en lugar de contaminación: múltiples muestras de sangre con
resultados de cultivo positivos obtenidos de diferentes sitios; mayor de 15 ufc/mL de sangre o
aislamiento del mismo organismo de un cultivo de catéter y un hemocultivo percutáneo,
especialmente si un cultivo realizado en sangre extraída del catéter muestra crecimiento al menos
2 h antes que un cultivo realizado en sangre periférica.
Pacientes que reciben vancomicina empírica y que tienen CRBSI debido a sensibilidad a la
meticilina.S. aureus debe cambiarse a cefazolina. Dosis de 20 mg/kg (peso corporal real),
redondeada al incremento de 500 mg más cercano, después de la diálisis.
Los pacientes en diálisis que tienen CRBSI por enterococos resistentes a la vancomicina pueden
ser tratados con daptomicina (6 mg/kg después de cada sesión de diálisis) o linezolid oral (600 mg
cada 12 h).
Se deben obtener hemocultivos de vigilancia 1 semana después de completar un curso de
antibióticos. Si los hemocultivos positivos, se debe retirar el catéter y colocar un nuevo catéter
después de que se obtengan hemocultivos negativos.
A los pacientes con CRBSI asociada a hemodiálisis debido a patógenos gramnegativos o CRBSI
debido a estafilococos coagulasa negativos se les puede retener el catéter y ser tratados con
terapia antibiótica adyuvante durante 3 semanas
Los enterococos representan el 10% de todas las infecciones del torrente sanguíneo nosocomiales.
La ampicilina es el fármaco de elección para los enterococos sensibles a la ampicilina; debe usarse
vancomicina si el patógeno es resistente a la ampicilina
Retirar los de corta duración, o los de larga si: infección del sitio de inserción o de la bolsa,
tromboflebitis supurativa, sepsis, endocarditis, bacteriemia persistente o infección metastásica.
Se recomienda un ciclo de tratamiento de 7 a 14 días si se retiene el catéter a largo plazo y se usa
bloqueo antibiótico o cuando se retira el catéter a corto plazo.
Los pacientes críticos con colonización o infección reciente con un patógeno gramnegativo MDR 2
agentes antimicrobianos de diferentes clases, desescalar una vez que se disponga de los
resultados de cultivo y susceptibilidad.
Extracción de un catéter infectado debido a bacilos gramnegativos multirresistentes que tienen
propensión a la producción de biopelículas, como Acinetobacter baumannii, Pseudomonasespecie,
y estenotrofomona maltofila.