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Universidad Politécnica de Pachuca, Carretera Pachuca-Cd. Sahagún, km.20, Ex-Hacienda de Santa Bárbara, Zempoala,
Hidalgo, México. CP. 43830
ID 1er Autor: Sandra Kristal, Cortés-Márquez / ORC ID: 0000-0002-2218-8740, Researcher ID Thomson: V-5736-2018 y
CVU CONACYT ID: 395488
ID 1er Coautor: Camilo Josafat, Zamora-Mendoza / ORC ID: 0000-0003-3195-3966, Researcher ID Thomson: AAW-5056-
2020, CVU CONACYT ID: 1081309
ID 2do Coautor: Valeria, González- Franco / ORC ID: 0000-0001-9939-7463, Researcher ID Thomson: AAW-4093-2020,
CVU CONACYT ID: 1079461
Resumen Abstract
La tendinosis es una patología frecuente en personas que Tendenosis is a frequent pathology in people who carry
realizan actividades de forma repetida, con resistencia y de out activities in a repetitive, resistant and cyclic way,
forma cíclica, alterando el proceso de recuperación de las altering the recovery process of the collagen fibers, which
fibras de colágeno, deformadas por la carga y por la propia are deformed by the load and by the own loss of its repair
pérdida del proceso de reparación. Se realizó un estudio process. A quasi-experimental, descriptive, longitudinal
cuasi-experimental, descriptivo, longitudinal de paciente study of a 46-year-old female patient diagnosed with
femenino de 46 años de edad con diagnóstico de tendinosis tendenosis of the epithelial muscles with a 4-month
de los músculos epitrocleares con 4 meses de evolución evolution was carried out. She was treated with transverse
que fue tratada con Masaje Transverso de Cyriax y con Cyriax massage and eccentric exercise. The study shows
ejercicio excéntrico. El estudio demuestra que el that physiopathological training is key to generate an
entendimiento fisiopatológico es clave para generar un adequate physiotherapeutic treatment, reaffirming the
tratamiento fisioterapéutico adecuado, reafirmando la effectiveness of these techniques in tendenosis, showing
eficacia de estas técnicas en la tendinosis, mostrando el the structural change of collagen fibers and their
cambio estructural de fibras de colágeno y su remodeling through musculoskeletal ultrasound and
remodelación a través de ultrasonido musculoesquelético muscle strength scales; Daniels, function, Disabilities of
y escalas de fuerza muscular; Daniels, de función; the Arm, Shoulder and Hand (DASH) and pain, Visual
Disabilities Of the Arm Shoulder and Hand (DASH) y de Analogical Scale.
dolor; Escala Visual Analógica (EVA).
Introducción Tendinosis
Aceleración
Compresa de Sobre la zona
Húmedo metabolismo durante 10
Caliente CHC (Efecto min.
analgésico)
Conclusión
Anexos
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Atendiendo a su evolución, las tendinopatías se clasifican de diámetro, agrupándose para formar fibras colágenas
en: mayores. Sus subunidades mayores están constituidas
por cadenas alfa de dos tipos, que difieren ligeramente en
1. Agudas, menos de dos semanas de evolución. su composición de aminoácidos y en su secuencia. A uno
2. Subaguda, de cuatro a seis semanas. de los cuales se designa como cadena alfa1 y al otro, ca-
dena alfa2. Es sintetizado por fibroblastos, condroblastos
3. Crónica, más de seis semanas. y osteoblastos. Su función principal es la de resistencia al
estiramiento. Cuando se produce una lesión tendinosa, se
Para su recuperación, se deberá tener en cuenta las fases de genera colágeno II (principal función es la resistencia a la
regeneración del tendón, que han sido descritas por auto- presión) y III (sostén de órganos expandibles). Es un tipo
res como Peacock 1965, Enwemeka, 1989 o Rëstrom 1992. de colágeno delgado, de estructura débil, con una organi-
Se aprecian los cambios a nivel histológico en la estructura zación poco consistente, producido inicialmente por los
tendinosa, en la primera semana entre los días 1 y 7 se da la fibroblastos después de una lesión tisular.
fase inflamatoria, fase proliferativa desde el segundo día a
la sexta semana, y fase de remodelación del tendón desde Otra cuestión a resolver, (sería ya en tercer lugar), es que,
la tercera semana a los doce meses. sabiendo el tipo de lesiones tendinosas y sus fases de evo-
lución, por qué tantas de estas lesiones se presentan de
Características de cada una de las fases manera tan frecuente en el hombro. La respuesta viene
a razón de que es la articulación del cuerpo humano de
• Fase aguda inflamatoria: inmediatamente después de la mayor rango de movimiento, debido a los elementos ana-
lesión comienza la respuesta inflamatoria a nivel de los tómicos que lo componen, pues le aportan enorme com-
capilares y vénulas. Se produce una hemorragia por lo plejidad.
que la actividad inicial del cuerpo será controlarla for-
mando un coágulo y reduciendo el aporte sanguíneo a Las alteraciones musculo-esqueléticas del hombro se de-
la zona (vasoconstricción). Después se producirá una va- sarrollan y se hacen más complejas con el paso del tiempo
sodilatación por la acción de la histamina y del sistema hasta la aparición de dolor en la articulación. Existen da-
complementario (prevenir infección bacteriana). Lo más tos de que una de cada tres personas experimentan dolor
importante de esta fase es la presencia de leucocitos (neu- en el hombro en alguna etapa de sus vidas e incluso apro-
trófilos, monocitos y células T) ya que cada uno de estos ximadamente la mitad de la población sufren al menos
tiene un papel fundamental en la curación. Clínicamente un episodio anualmente. La mayoría de la población que
la inflamación presenta hinchazón, eritema, aumento de sufre estas molestias en el hombro se debe al conjunto de
la temperatura, dolor y pérdida de la función. músculos denominado el manguito rotador y a los tejidos
circundantes.
• Fase proliferativa: se caracteriza por la aparición de distin-
tas células reparadoras (fibroblastos, fibrositos, macrófa- Las alteraciones en la funcionalidad del hombro son ca-
gos y células endoteliales). Se inicia la migración celular paces de generar dolor, disminuir la amplitud articular, li-
dando sentido a todo el proceso reparador (prolifera- mitar las actividades de la vida diaria, alterar el sueño, ge-
ción de células en el seno de la herida). Esto se debe a la nerar cambios de humor y problemas de concentración,
presencia de factores de crecimiento producidos por las alterando a su vez la calidad de vida de los sujetos que las
plaquetas y los macrófagos. A las 48 horas, la herida está sufren. La causa más frecuente de dolor de hombro es el
cubierta de materia amorfa (hematíes, leucocitos, macró- síndrome de impingement subacromial, el cual se define
fagos y fibroblastos). A los 4 días la población celular está como el pinzamiento de las estructuras que se encuen-
constituida básicamente por macrófagos y fibroblastos tran en el espacio subacromial durante el movimiento de
(reparación tendinosa a partir de estos, ya que son capa- abducción del hombro. Para que cualquier tipo de lesión
ces de producir colágeno, proteínas y sustancia amorfa). sea perfectamente entendida se detalla a continuación
La combinación de los nuevos capilares, fibroblastos y un pequeño resumen de la anatomía y biomecánica de
matriz extracelular es lo que se llama tejido de granula- la articulación:
ción. En el estadio final se sintetiza colágeno tipo III, el
cual irá remplazándose progresivamente al tipo I. La apli-
cación de estrés mecánico sobre los fibroblastos del ten- RECUERDO ANATÓMICO DEL HOMBRO
dón tiene como resultado una alteración de la población (ROUVIÈRE / DELMAS. ANATOMÍA HUMANA)
celular (la proliferación de fibroblastos se ve aumentada).
Consideramos a la cintura escapular como una unidad
• Fase de remodelación o maduración: es la fase más larga. funcional, conformada por un anillo osteo-músculo-liga-
Las células disminuyen de manera progresiva al tiempo mentario. Está constituida por húmero, omóplato, clavícu-
que existe una mayor capacidad de síntesis y la matriz la, esternón, 1ª costilla, 1ª vértebra dorsal y musculatura
extracelular aparece mejor organizada. Disminuye el nú- de unión de omóplatos a raquis.
mero de macrófagos, fibroblastos y nuevos capilares. El
colágeno aparece más denso y es exclusivamente coláge- La estática y la dinámica de esta unidad funcional influ-
no tipo I (aumentando así la fuerza tensil del tendón). Hay yen y es influida por otras regiones, el miembro superior,
descritos en torno a 13 tipos de colágeno (Eyre DR. 1990.) unido al tronco y se puede considerar como parte de él.
Le da sostén para desarrollar la coordinación específica.
Hablar del colágeno de un tendón sano, es hablar de colá- Se debe tener muy en cuenta que a través de la cintura
geno Tipo I. Se presenta en fibrillas estriadas de 20 a 100 nm escapular pasan elementos de inervación y vasculariza-
ción, tronco y miembro superior se interrelacionan por ca- cava poco profunda que se articula con una superficie
denas fasciales, raíces nerviosas y líneas de fuerza. El tórax, más convexa, perdiéndose así la relación articular que
constituido por la 1ª y 2ª costilla, esternón y resto de la pa- la hace inestable. El movimiento de una articulación in-
rrilla costal, músculos, fascias, líneas de fuerza, elementos congruente no es de rotación alrededor de un eje fijo,
de inervación, vasculares y linfáticos. Raquis cervical, dor- sino de deslizamiento sobre un eje de rotación que se
sal y lumbar; A través de músculos, fascias, líneas de fuer- traslada permanentemente. En este tipo de articulación
za, elementos de inervación, vasculares y linfáticos. En el los músculos no sólo deben moverla sino proporcionar-
anillo osteoligamentario de la pelvis cada hueso arrastra a le estabilidad. Además, la cápsula debe ser flexible para
los otros en cualquier movimiento, ya que requiere solidez que pueda extenderse durante el deslizamiento.
por su importante función estática. A diferencia de esto, el
anillo osteo-músculo-ligamentario de la cintura escapular • Articulación acromioclavicular: Formada por el borde
puede actuar por mitades casi independientemente, ya que antero interno del acromion y el extremo externo de
su función es eminentemente dinámica, siempre teniendo la clavícula. Es una articulación de tipo artrodia. Sus su-
claro el criterio de integridad absoluta del cuerpo humano. perficies son planas o ligeramente convexas, existiendo
un disco (fibrocartílago interarticular) interpuesto que
El hombro es la articulación de mayor movilidad en el cuer- restablece la congruencia de las superficies articulares.
po humano, permite movimientos aislados o combinados Está recubierta por una cápsula débil reforzada por un
del miembro superior como flexión/extensión, rotación potente ligamento acromioclavicular (superior e infe-
interna/externa y aducción/abducción. Esas características rior). Los verdaderos ligamentos que adhieren la claví-
proporcionan mayor oportunidad de recurrencia de lesio- cula a la escápula son los ligamentos coracoclaviculares.
nes osteoarticulares y musculotendinosas.
• Articulación esternoclavicular: Formada por el extremo
La cápsula articular y sus refuerzos, en particular el comple- interno de la clavícula que se une a la porción supero
jo ligamentoso glenohumeral inferior, junto con el rodete externa del manubrio esternal y al cartílago de la pri-
glenoideo, son los mecanismos estabilizadores primarios o mera costilla. Las superficies articulares presentan una
estáticos. doble curvatura en sentido inverso, en forma de silla
de montar. Entre ambas superficies existe un disco ar-
Los estabilizadores secundarios o dinámicos son los mús-
ticular que forma dos cavidades. Está rodeada por una
culos del manguito rotador: supraespinoso, infraespinoso,
cápsula fibrosa laxa reforzada por ligamento superior
redondo menor y subescapular. La contracción de sus fibras
(interclavicular), anterior, posterior y uno inferior (liga-
musculares crea fuerzas compresivas que estabilizan la ca-
mentos costoclavicular), que partiendo de la porción
beza glenohumeral en la cavidad glenoidea. La cápsula ar-
interna de la primera costilla se dirige oblicuamente
ticular tiene múltiples terminaciones nerviosas propiocep-
hacia arriba y afuera para insertarse en la cara inferior
tivas que captan posiciones extremas de la articulación, y a
de la clavícula. Este ligamento, que es el más potente
través de un mecanismo reflejo, provoca una contracción
de ellos, estabiliza la clavícula contra la acción muscular
del manguito de los rotadores, estabilizando la articulación
y actúa como fulcro para los movimientos de la cintura
glenohumeral. La rotación escapular, al producirse la eleva-
escapular.
ción del brazo gracias al par de fuerzas generadas por la ac-
ción combinada del serrato anterior y el trapecio, permiten • Articulación omotorácica. Es una articulación especial ya
orientar la glenoide hacia la cabeza humeral, ampliando el que el omóplato es un hueso sesamoideo mantenido
área de contacto entre ambas superficies articulares, y de y movilizado por el sistema muscular de lo que se in-
esta forma mejorando la estabilidad articular. Un factor im- fiere que cualquier alteración de los músculos alterará
portante que le añade firmeza a la articulación del hombro esta articulación. Por lo tanto: cualquier disfunción ra-
es el mecanismo amortiguador o de retroceso de la articu- quídea de los niveles que den inervación o inserción a
lación escapulotorácica. El deslizamiento de la escápula por estos músculos, alterará dicha articulación. No es una
toda la pared torácica absorbe los impactos directos e indi- verdadera articulación (sinartrosis), está formada por la
rectos sobre el hombro. cara anterior del omóplato recubierta por el músculo
subescapular y la parrilla costal. Entre ambas superficies
Articulaciones de la cintura escapular y como medio de unión se encuentra el músculo serrato
mayor. Está influenciada principalmente por el serrato
• Articulación subacromial: No es una articulación verdade- mayor y el pectoral menor.
ra sino una articulación funcional. Relaciona la cabeza del
húmero con el arco acromio-coracoideo suprayacente.
Su relación es sumamente importante en el movimiento Importancia de la musculatura en la cintura escapular
normal de la cintura escapular y en ella asientan nume-
rosos estados patológicos. Se la puede considerar como El músculo que se presenta patológico con mayor fre-
una articulación protectora entre la cabeza del húmero y cuencia es el supraespinoso. Cuando existe una fijación
el arco acromio-coracoideo (ligamento acromio-coracoi- en rotación interna de la cabeza humeral se produce una
deo). Este impide los traumatismos dirigidos desde arriba fricción del tendón provocando una tendinitis. Esto se
hacia la articulación glenohumeral o hacia la cabeza del debe a que por culpa de dicha fijación no se puede pro-
húmero y previene la luxación superior de la misma. ducir la rotación externa automática que evita el choque
del troquiter con el acromion. Debemos tener en cuenta
• Articulación glenohumeral: Es una enartrosis. Se trata de que el redondo mayor y el pectoral menor son dos mús-
una articulación incongruente. Posee una superficie cón- culos que hacen generalmente lesiones fasciales (retrac-
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ū Redondo menor.
Características de algunos músculos
ū Subescapular.
1. Subescapular: Puede presentar una tendinitis por frota-
miento sobre la parrilla costal. ū Tendón de la porción larga del bíceps.
2. Supraespinoso: Puede presentar dos tipos de patología: • Longitudinales (impiden el descenso de la cabeza hume-
ral):
• En la inserción (inflamación – rotura parcial) por frota-
miento del tendón contra la corredera acromiocoracoi- ū Porción corta del bíceps.
dea. Esto se produce en el caso de que exista una lesión
de superioridad de la cabeza humeral o un espasmo ū Coracobraquial.
del subescapular que impediría la rotación externa
ū Porción larga del tríceps.
automática necesaria para evitar el roce del troquiter
en la corredera subacromial durante el movimiento ū Deltoides.
de abducción. El espasmo del subescapular general-
mente está acompañado por un espasmo del músculo ū Fascículo clavicular del pectoral mayor.
pectoral mayor que fija la cabeza humeral en rotación
interna lo que aumenta la fricción en la abducción. Músculos que componen el manguito rotador
• En el vientre muscular: espasmo (puntos trigger y dolor La articulación glenohumeral está rodeada por una cu-
referido) bierta de tejido conectivo, formada por los tendones de
cuatro músculos que en conjunto se denominan mangui-
3. Porción larga del bíceps. Las patologías que se presentan
to de los rotadores. En la región ventral, se encuentra el
más a menudo son las luxaciones (más la interna) del
músculo subescapular; en la craneal, el músculo supraes-
tendón de la corredera y la inflamación del tendón (ten-
pinoso, formado por dos vientres musculares, y en la re-
dinitis).
gión dorsal, el músculo infraespinoso y el redondo menor.
• La causa más frecuente de tendinitis es la irritación del La constitución del músculo supraespinoso mediante dos
tendón dentro de la corredera por una lesión de ante- porciones diferenciables, ha sido aclarada, entre otros
rioridad o de superioridad de la cabeza humeral que procedimientos, por la imagen de la resonancia magné-
ejerce una compresión sobre el mismo. tica nuclear.
• La causa más frecuente de la luxación del tendón es El manguito rotador posee una disposición compleja. A
provocada por la lesión de anterioridad de la cabeza pesar de que, desde el punto de vista superficial, los mús-
humeral que determina un estado de pre-tensión per- culos parecen estar separados, en sus regiones más pro-
manente por rotura del ligamento transverso. Los sín- fundas tienen una relación muy cercana unos con otros,
tomas son similares a la tendinitis de la porción larga con la cápsula que yace debajo y con la que se fusionan y
del bíceps (dolor en cara anterior del hombro, dolor en con el tendón de la cabeza larga del bíceps. Los tendones
antepulsión y disminución de la fuerza en abducción). de los músculos supraespinoso, infraespinoso y redondo
menor se insertan en el troquíter, mientras que el tendón
4. Pectoral menor: Este músculo es fuente de muchas pato- del músculo subescapular se inserta en el troquín.
logías, sobre todo posturales. No se presenta espasmó-
dico sino que sufre retracciones (fibrosis). Se comporta Músculo Supraespinoso: El músculo supraespinoso origina-
como un ligamento. Puede producir lesiones costales, do en la fosa supraespinosa y en la cara superior de la es-
omotorácicas, compresión del plexo braquial. pina escapular, discurre hacia afuera. Las fibras convergen
y pasan por debajo del espacio subacromial. El espacio su-
5. Pectoral mayor. Presenta frecuentemente un espasmo del bacromial, tiene un techo formado por la superficie infe-
haz clavicular fijando a la clavícula en lesión de rotación rior del acromion, la clavícula y el ligamento coraco-acro-
anterior, lo que impide la rotación posterior necesaria de mial, y el suelo está formado por la cabeza del húmero y la
este hueso para la flexión completa de hombro. glenoides. Está ocupado por la bursa subacromial y por el
manguito de los rotadores. Esta zona suele ser un sitio de
compromiso y pinzamiento.
Tanto el tendón del músculo supraespinoso como el del in- 90º en el plano frontal. Flexión horizontal 140º. Extensión
fraespinoso, se unen en un tendón único para terminar en horizontal 30º.
el húmero. El músculo supraespinoso se inserta en la por-
ción antero-medial, en la impresión más alta de la tuberosi- Además de la rotación longitudinal interna y externa vo-
dad mayor. Las huellas del supraespinoso tienen forma de luntaria (rotación adjunta) existe otra situación de movi-
triángulo recto. miento automático e involuntario (rotación conjunta) que
se produce al realizar otros movimientos .Esta rotación
La inervación para el supraespinoso proviene del nervio conjunta puede dar lugar a la paradoja de Codman.
supraescapular (C4-C6), de la porción supraclavicular del
plexo braquial. Biomecánica de la articulación acromioclavicular
La vascularización del supraespinoso, es llevada a cabo Por ser una artrodia realiza movimientos de deslizamien-
principalmente por la arteria supraescapular, aunque la to, acompañados por la rotación automática que realiza la
porción medial del músculo recibe también vasos de la ar- clavícula por su forma de “S”.
teria escapular dorsal. La función de este músculo es impor-
tante, porque es activo en cualquier movimiento donde se Esta articulación se mueve en 3 direcciones:
produce elevación. Su curva de longitud-tensión ejerce el
esfuerzo máximo cerca de los 30º de elevación. Por arriba • Ante y retroposición.
de este nivel el troquíter incrementa su brazo de palanca.
• Elevación y descenso.
Esto, se traduce en lo siguiente, al inicio de la abducción,
el músculo supraespinoso es el músculo más activo, y lleva • Rotación longitudinal pasiva.
la cabeza humeral por debajo del acromion. A medida que
aumenta la abducción, el músculo deltoides empieza a ser En la movilidad antero-posterior, la articulación se mueve
una palanca cada vez más eficaz y puede, por lo tanto, de- alrededor de un eje vertical Y’ y los ligamentos costo-cla-
sarrollar más fuerza. viculares controlan el desplazamiento.
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Esto se explica por qué para el movimiento de antepulsión Disfunción en anterioridad de la cabeza humeral
la clavícula debe rotar posteriormente y la extremidad in-
1. Etiología
terna realizar una retropulsión.
Caída sobre la mano, trastornos posturales (cifosis), mo-
• De 120º a 180º. Fundamentalmente se deben a lesiones
vimiento forzado de retropulsión o de rotación interna).
esterno-claviculares y omotorácicas. Podemos pensar
también en problemas de raquis cervical, dorsal, o de las
cinco primeras costillas. 2. Mecanismos
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• Dolor de la parte anterior del hombro en los movimientos La estabilidad de la articulación glenohumeral es reforza-
de abducción o antepulsión entre 0 y 90º: el movimiento da por la presencia de un rodete fibrocartilaginoso que
mano-cabeza es doloroso. actúa aumentando el tamaño y la profundidad de la ca-
vidad, así como la conformidad de las superficies articu-
• Se puede producir un chasquido articular por el rodete lares. Sin embargo, la mayor parte de la estabilidad del
durante estos movimientos. hombro se encuentra determinada por las estructuras
de tejidos blandos que la atraviesan. Los ligamentos y la
Disfunción en posterioridad de la cabeza humeral cápsula constituyen unos estabilizadores estáticos que
actúan limitando la traslación y rotación de la cabeza del
1. Etiología húmero sobre la cavidad glenoidea. Los músculos son los
estabilizadores dinámicos de la articulación glenohume-
• Traumatismo directo, trastornos posturales de tipo de in- ral, a la que le confieren estabilidad de diversos modos.
versión de curva. Durante la contracción muscular aumentan la rigidez
capsuloligamentosa, lo que a su vez aumenta la estabilidad La movilidad gleno-humeral se produce por la acción
articular. Cuando sus elementos pasivos se expanden, ac- sinérgica de dos grupos musculares, el deltoides y el
túan como ligamentos dinámicos (Hill; 1951). Sin embargo, manguito de los rotadores. El deltoides genera la palan-
lo más importante es que constituyen los componentes de ca del movimiento, elevando la cabeza del humero hacia
unos pares de fuerzas que controlan la posición del húmero arriba, lo que ocasiona un pinzamiento de los tendones
y la escápula, con lo que ayudan a orientar adecuadamente rotadores en el espacio subacromial. El manguito rotador
las fuerzas que atraviesan la articulación glenohumeral. Se deprime y estabiliza la cabeza humeral, comprimiéndola
pueden encontrar en este autor todas las pruebas funcio- hacia la glenoides, mejorando así la acción del deltoides.
nales para analizar el miembro superior y las lesiones más Un manguito rotador eficaz permite, a través de su acción
frecuentes en él, además de una breve descripción de los estabilizadora y depresora de la cabeza humeral, mejorar
huesos con sus músculos. Desarrolla todos los aspectos de el funcionamiento biomecánico de la articulación gleno-
la anatomía funcional, ya sea de la columna lumbosacra, humeral, dando una mayor congruencia mecánica a la
columna cervical, hombro, codo, muñeca, la mano y los de- misma y disminuyendo de forma secundaria, el posible
dos, la rodilla, la anatomía funcional de la articulación de la pinzamiento subacromial resultante.
cadera y por último del pie y el tobillo.
El componente escapulo torácico de la elevación, se efec-
Dada la importancia de los tejidos blandos como estabiliza- túa por la acción sinérgica de varios grupos musculares
dores de la articulación, añadimos un resumen de los mús- que provocan un giro de la escapula hacia arriba. El prin-
culos responsables de cada movimiento del hombro: cipal par de fuerzas que provocan este movimiento está
constituido por el trapecio y el serrato mayor. La rotación
escapular a través de los ligamentos coraco-claviculares
Movimiento Músculos principales
provocan una rotación de la clavícula a lo largo de su eje,
• Coracobraquial. a modo de manivela, de unos 40°, permitido por las arti-
Flexión
• Fibras anteriores del deltoides culaciones acromioclavicular y esternocostoclavicular.
• Dorsal ancho El espacio subacromial posibilita el deslizamiento del tu-
Extensión • Fibras posteriores del deltoides bérculo mayor y el manguito rotador bajo el arco acro-
• edondo Mayor mial, pero en la elevación se produce algún tipo de pin-
zamiento de las estructuras. La rotación escapular aleja al
• Supraespinoso acromion del manguito de los rotadores, disminuyendo
Abducción
• Fibras medias del deltoides por lo tanto el pinzamiento subacromial, de lo que se de-
• Fibras anteriores del deltoides duce que un bloqueo o debilidad de los músculos peries-
Aducción desde
antepulsión capulares puede contribuir al desarrollo de un síndrome
• Pectoral mayor
subacromial.
• Subescapular
• Pectoral mayor
Los movimientos de rotación son fundamentales para
Rotación interna poder efectuar actividades por debajo de la horizontal y
• Dorsal ancho
ejecutar de forma coordinada con la mano movimientos
• Redondo mayor para ubicarse en cualquier punto del espacio. La rotación
• Infraespinoso externa se produce gracias a la acción de los músculos
Rotación externa rotadores externos, infraespinoso, redondo menor y re-
• Redondo menor
dondo mayor. La rotación interna más potente, se efectúa
a través de los músculos subescapular, pectoral mayor y
Para la función normal del hombro es fundamental que el dorsal ancho.
movimiento y la estabilidad de la escápula sean correctos.
Ésta forma una base estable a partir de la cual ocurren todos La combinación simultánea de los movimientos elementa-
los movimientos del hombro; por lo tanto, para un movi- les realizados alrededor de cada uno de los tres ejes, da lu-
miento enérgico y eficiente de la articulación glenohumeral gar al llamado movimiento de circunducción del hombro,
es necesario que la posición de la escápula sea la correcta. que se representa en el hombro por un cono, cuyo vértice
El refuerzo de los estabilizadores de la escápula representa está ocupado por el centro de la articulación escapulo-
un importante componente del protocolo de rehabilita- humeral y que es llamado cono de circunducción. Cuando
ción posterior a todas las lesiones del hombro, y es también se realiza la circunducción, la articulación glenohumeral
esencial para la recuperación funcional completa del com- transiciona de manera progresiva, por cada uno de los mo-
plejo del hombro. vimientos a una máxima amplitud de: flexión, extensión,
aducción, abducción, rotación interna y externa.
El ritmo escapulo-humeral es aquel movimiento coordi-
nado y simultáneo de la escápula con relación al húmero, Fisiopatología
permitiendo la elevación hasta los 180°. Por otra parte, la
elevación del brazo en pronación pone al tubérculo mayor El tendón es un elemento fundamental dentro del apa-
y al tendón del supraespinoso bajo el acromio, lo que pro- rato locomotor. Su participación es clave durante las ac-
voca un pinzamiento. A la inversa, la elevación del brazo tividades deportivas, durante las cuales se ve sometido
en supinación aleja al tubérculo mayor y al supraespinoso a importantes fuerzas, lo que determina que sea una es-
del arco acromial, disminuyendo entonces, el fenómeno de tructura susceptible de lesionarse en el deporte. Aunque
pinzamiento. durante mucho tiempo todas las lesiones tendinosas por
59
Vol. IV. Número 42. Septiembre 2021 NPunto
sobrecarga se englobaban dentro del término tendinitis, • Entesopatías. Se denomina entesis a la inserción de
en la última década la nomenclatura y la clasificación de las un tendón, ligamento, cápsula o fascia en el hueso. La
lesiones tendinosas se han basado en los hallazgos histo- respuesta de esta estructura a microagresiones de re-
patológicos. Atendiendo a esto, el concepto de tendinopa- petición (tracción-estiramiento) provoca cambios de-
tía se ha establecido como aquel que engloba los cuadros generativos que finalmente pueden producir síntomas,
clínicos que afectan al tendón, y a las estructuras que lo en este contexto es cuando hablamos de entesopatía.
rodean, derivados de un mecanismo de sobrecarga. A con- Sin embargo, cuando aparece una entesitis, es decir,
tinuación se describen los conceptos actuales en referencia cuando existe un verdadero proceso inflamatorio, suele
a la clasificación de las lesiones tendinosas. existir de fondo una enfermedad inflamatoria sistémica,
como ocurre en las espondiloartropatias.
• Lesión por traumatismo directo o indirecto. Globalmente
las lesiones del tendón se han dividido en agudas (rotu- La tendinopatía del supraespinoso es una lesión por mi-
ras, laceraciones, contusiones) y crónicas (por sobrecar- crotraumatismos, sobreuso, así que determinados depor-
ga). Sin embargo, es más adecuado hablar de lesiones tes exponen la zona a un mayor riesgo de lesión, técnica
por traumatismo directo, en las que una gente causal y preparación física juegan un papel muy importante en
externo conocido daña directamente el tendón, produ- su prevención.
ciendo su rotura o laceración, y por traumatismo indirec-
to, en las que microtraumas de repetición van provocan- La naturaleza de las lesiones tendinosas tiene una relación
do la lesión. Las tendinopatías se encuentran dentro de directa con el tipo de fuerza que actúa sobre el tendón,
este último tipo. Tendinopatía: Este concepto engloba a compresiva o tensíl, así como con la cantidad de fuerza
las lesiones por sobrecarga del tendón y las estructuras aplicada y el patrón de aplicación. Son básicamente fuer-
que lo rodean (paratendón yentesis). Describe un síndro- zas de compresión -accidentes anatómicos que provocan
me clínico en el que están presentes, en mayor o menor un atrapamiento (impingement)-, fuerzas de rozamiento
medida, tres componentes: dolor, inflamación (difusa o o fricción- material o dispositivos externos que impactan
localizada) e impotencia funcional. Dentro de este grupo el tendón contra una superficie dura-, o estímulos de in-
de lesiones encontramos las tendinosis, tendinitis, para- tensidad leve aplicados de forma repetitiva- sobreuso.
tendinitis y entesopatías. El término “Síndrome de pinzamiento del hombro o sín-
drome subacromial” fue conocido como síndrome suba-
• Tendinosis. Es la lesión más frecuente dentro de la pa-
cromial por Codman en 1932 y divulgado por Neer (1972)
tología de sobrecarga. Ha sustituido al término tendi-
como una entidad clínica en la que existía una compresión
nitis, ya que en estos cuadros no existen signos clínicos
patológica y pinzamiento mecánico del tendón del man-
ni histológicos de inflamación. Puede producirse como
guito de los rotadores contra las estructuras anteriores
consecuencia de la degeneración por la edad, por micro-
del arco coracoacromial, el tercio anterior del acromion,
traumatismos de repetición o por problemas vasculares.
el ligamento coracoacromial y la articulación acromiocla-
Histológicamente existen signos de degeneración que
vicular. Además puede existir afectación del tendón largo
afectan a todos los componentes del tendón pero que no
del bíceps y de la bolsa subacromial.
necesariamente tiene repercusión clínica, por tanto son
lesiones que en muchas ocasiones no producen sínto- Este pinzamiento se da especialmente cuando se coloca el
mas. Tendinitis. Este concepto ha sido, y todavía es usado hombro en posición de flexión anterior y rotación interna.
en muchas ocasiones, para definir un síndrome clínico Se provoca así un desgaste crónico de los tendones. Los
doloroso, sin que necesariamente existiera un proceso pacientes diagnosticados con tendinopatías suelen pre-
inflamatorio subyacente, tal y como el sufijo –itis parece sentar este síndrome asociado, dolor de hombro, debili-
indicar. En la actualidad, la mayor parte de las lesiones dad y posibles parestesias en la región superior del brazo.
catalogadas anteriormente como tendinitis se incluyen
en el grupo de las tendinosis. Por tanto, atendiendo a los
Pinzamiento subacromial
conceptos actuales, sólo deberíamos hablar de tendinitis
cuando existiera un verdadero proceso inflamatorio en el Anatomía y biomecánica del espacio subacromial: El espa-
espesor del tendón. Este hecho es poco frecuente en la cio subacromial está definido por la cabeza humeral y el
lesión por sobrecarga, y aparece casi exclusivamente en tubérculo mayor por inferior, el borde anterior y la superfi-
el contexto de las enfermedades inflamatorias sistémicas cie inferior del tercio anterior del acromion, la articulación
con afectación osteoarticular. acromioclavicular, el ligamento coracoacromial y el proce-
so coracoides (conformando el arco coracoacromial) por
• Paratendinitis. Este término incluye las peritendinitis, las superior. En este espacio se encuentra el tendón del mús-
tenosinovitis (cuando se afecta una única capa de la vaina culo supraespinoso, la bursasubacromial y la capsula de la
tendinosa) y las tenovaginitis (cuando afecta a la doble articulación glenohumeral, e inclusive, el tendón del mús-
capa de la vaina). Son cuadros clínicos donde aparece culo infraespinoso y el tendón de la cabeza larga del bí-
una verdadera inflamación e hiperemia peritendinosa, y ceps. Cada vez que se realiza una actividad de flexión de la
que se corresponde histológicamente con un infiltrado articulación glenohumeral en rotación interna o rotación
de células inflamatorias. Suele aparecer en tendones que externa entre los 90º y los 140º, lleva a un acercamiento
se deslizan sobre una superficie ósea y en ocasiones se mayor entre las estructuras blandas y el borde inferior del
asocian con una tendinosis, haciendo que ésta última se acromion, pudiendo generar una compresión y provocar
aparezca como sintomática. dolor en ese rango. Algo similar ocurre si se realiza una
flexión glenohumeral de 90º y se lleva a rotación interna,
donde el acercamiento ocurre con el ligamento coracoacro- fraespinoso está lesionado, dicha maniobra desencadena
mial y el acromion. El pinzamiento subacromial es la lesión dolor. En el signo del brazo caído o drop sign, el paciente
por compresión mecánica de los tejidos antes menciona- está sentado y dando la espalda al explorador, que suje-
dos, dada la reducción del espacio en el que estos se en- ta el brazo afecto pegado al cuerpo y el hombro en rota-
cuentran, en especial durante actividades repetitivas que ción externa completa, con el codo flexionado a 90º. El
demandan utilizar rangos de movimiento de hombro por paciente debe mantener esta posición al tiempo que el
sobre los 90º o que estén sometidos a sobreuso, y que pue- examinador suelta la muñeca mientras sujeta el codo. El
den llevar de inflamación a degeneración de éstos y su rotu- signo es positivo si se produce una caída del antebrazo.
ra completa, siendo los mismos rangos en que se provocará El músculo subescapular se explora con las siguientes
dolor en la zona anterior o superior y lateral. Tomando en maniobras; rotación interna resistida, cuando existe do-
cuenta que el espacio visible entre el húmero y el acromion lor, el subescapular está lesionado. Prueba de Gerber o
a través de radiografías varía entre 1,0 y 1,5 centímetros, los lift off test, llevando el brazo por detrás de la espalda con
que disminuyen aún más al considerar el total de tejidos el codo flexionado en 90º, resistimos el movimiento de
blandos interpuestos entre las estructuras óseas, llevan a rotación interna, separando la mano de la espalda. Prue-
que si se presenta cualquier tipo de anormalidad en éstas ba de presión del abdomen o belly press test descrita
estructuras o en el movimiento al que se ven sometidas, se por Gerber, el paciente presiona su mano contra el ab-
pueda derivar en un pinzamiento. Se observó algo similar domen. Si el subescapular está intacto, el paciente puede
en un estudio donde se comparó el espacio entre el húmero mantener el codo anterior con respecto al tronco. En el
y la coracoides, el que se veía significativamente reducido hombro con deficiencia del músculo subescapular el pa-
en pacientes con pinzamiento contra esta estructura. De ciente extenderá el hombro para producir presión sobre
ese modo, se considera en esta revisión de la tendinopatía el abdomen, permitiendo que el codo se vaya hacia atrás
del supraespinoso patologías como la bursitis subacromial, con respecto al tronco. Prueba de Napoleón, la mano se
tendinitis, tendinosis, rotura parcial y total de los tendones coloca sobre el abdomen, la prueba se considera normal
del manguito rotador y de la cabeza larga del bíceps, todas o negativa si el paciente es capaz de empujar contra el
íntimamente relacionadas anatómico y biomecánicamente. abdomen con la muñeca extendida. Se considera positi-
va si el paciente flexiona la muñeca a 90º para presionar
en el abdomen, utilizando para ello las fibras posteriores
DIAGNÓSTICO
del músculo deltoides. Prueba del abrazo del oso, el pa-
Existen maniobras o signos específicos que permiten explo- ciente coloca la palma de la mano del lado afecto sobre
rar de forma selectiva e individualizada los distintos múscu- el hombro contralateral con los dedos extendidos y el
los que forman el manguito de los rotadores. A pesar de las codo colocado anterior. Mantiene esta posición mientras
muchas pruebas descritas en la literatura para explorar el que el explorador intenta separar la mano del paciente
hombro, falta un consenso que señale las más específicas. del hombro, aplicando rotación externa con una fuerza
Los siguientes signos o maniobras provocan dolor en pa- perpendicular al antebrazo. Esta prueba es la más fiable
cientes con lesión del manguito rotador: para detectar una rotura del borde superior del subesca-
pular. Finalmente, el músculo redondo menor se puede
El signo de Neer aparece con un movimiento pasivo con el explorar con rotación externa resistida con el hombro
brazo en abducción, flexión y rotación interna. La maniobra y el codo flexionados a 90º. Dado la amplia variedad de
de Yocum se efectúa con la mano del brazo afectado situa- pruebas existentes, se comprende que la evaluación de
da en el hombro contralateral y se le pide al paciente que la patología del manguito rotador no es determinante en
levante el codo. Se puede realizar la maniobra aplicando re- muchas ocasiones. Se pueden realizar muchas pruebas,
sistencia a la elevación del codo. Es la prueba más sensible pero la contribución de cada una de ellas para establecer
para atrapamiento subacromial. En la maniobra de Hawkins un diagnóstico diferencial del dolor del hombro y la com-
se solicita al paciente que flexione el hombro y el codo a binación de las pruebas y su secuencia no están claras;
90º. Mantiene esta posición y lleva pasivamente el brazo en además, la mayoría de las pruebas no son exactas. En par-
rotación interna. En la maniobra de abducción resistida se te es comprensible, ya que el manguito de los rotadores
le pide al paciente que realice una abducción y aplicamos se compone de cuatro tendones que forman una inser-
resistencia, impidiendo el movimiento. En la maniobra de ción común en las tuberosidades del húmero. Esto sugie-
Jobe, el paciente se sitúa con el brazo en posición de ab- re que no hay ningún test selectivo que pueda detectar la
ducción de 90º, flexión de 30º y rotación interna, con los lesión de ninguno de los músculos individualmente. Por
pulgares hacia abajo. En esta posición se le pide que haga otro lado, hay una falta de reproducibilidad, existiendo
una elevación resistida del brazo. Si hay dolor pero el pa- aspectos subjetivos como la posición del paciente, la ex-
ciente resiste la fuerza, se diagnostica tendinosis del su- periencia del explorador y la personalidad del paciente.
praespinoso; cuando no resiste la fuerza se considera una En la práctica diaria no siempre es posible realizar todas
rotura. Signo del brazo caído, se le pide al paciente que las pruebas descritas, y en ocasiones el hombro está tan
realice una abducción de 120º. El paciente debe mantener dolorido que no es posible manipularlo.
la posición y luego descender lentamente. Si hay rotura
parcial al descender, habrá un punto en el que no podrá Parece ser que la prueba más adecuada para explorar el
resistir el peso y el brazo caerá. El músculo infraespinoso se tendón del músculo supraespinoso es el test de Jobe,
puede explorar con la maniobra de Patte, para ello se sitúa mientras que para el tendón del músculo infraespinoso
el brazo en una posición de abducción de 90º y flexión de sería el test de Patte; para explorar el músculo subescapu-
30º, con el codo flexionado en 90º. Aplicamos resistencia lar indican el signo de Gerber y la presión del abdomen,
a un movimiento de rotación externa y elevación. Si el in- dependiendo del rango de movimiento.
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El examen físico de las lesiones del manguito de los rotado- y para pacientes con fracaso del tratamiento conservador.
res es, aún hoy, motivo de gran controversia entre los profe- Entre las técnicas posibles para tratarlo sin necesidad de
sionales dedicados al miembro superior. Para poder enten- intervención quirúrgica describiremos y analizaremos va-
der las patologías que afectan al manguito rotador, primero rias de ellas como la estabilización muscular, los ejercicios
es necesario entender el mecanismo de lesión; los múscu- de la musculatura del hombro desde un punto de vista te-
los del manguito rotador están irrigados por seis arterias, rapéutico, el tratamiento miofascial, el trabajo propiocep-
pero existe un área hipovascularizada que corresponde a la tivo, la terapia manual, el kinesiotaping, la electroterapia,
zona del manguito, donde surge la mayor parte de las lesio- la punción seca… Haremos un breve resumen de algunas
nes. La posición del brazo y la contracción de los músculos de ellas, mencionaremos un protocolo de tratamiento
comprimen los vasos y, por lo tanto, parte del día la zona se conservador bastante aceptado por la comunidad de la
encuentra isquémica; ésta se denomina zona crítica. Al dor- fisioterapia en el apartado de los resultados detallaremos
mir con el brazo sin descarga aumentan la circulación y el finalmente el análisis de diversos estudios para algunas
dolor nocturno. Cuando existe dolor en el manguito de los de dichas técnicas, las más estudiadas y evidenciadas.
rotadores se altera la funcionalidad de la glenohumeral, se
inflama la bolsa serosa subacromiodeltoidea y entonces la La técnica de Estabilización escapular: La estabilidad
tendinitis acompaña a la bursitis. También la fricción puede puede ser definida como “la activación muscular en el
provocar el desgarro total o parcial de las fibras del man- momento, fuerza y resistencia adecuada, para el control
guito de los rotadores. Si la articulación no puede moverse segmentario y del cuerpo en su totalidad manteniendo el
ni pasiva ni activamente como secuela de una periartritis o equilibrio durante las distintas actividades funcionales y
tendinitis o combinación de bursitis, tendinitis y capsulitis, deportivas con el mínimo gasto energético”. La estabili-
es posible que se produzca un cuadro de hombro conge- dad puede ser entendida como la capacidad de un cuerpo
lado. de mantener el equilibrio, es decir de evitar ser desequi-
librado. También se ha descrito a la estabilidad como la
propiedad de volver a un estado inicial previo a la pertur-
TÉCNICAS DE FISIOTERAPIA PARA EL TRATAMIENTO EN bación. (LephartScott & Pincivero, 1997)
LA TENDINOPATÍA DEL SUPRAESPINOSO
En este sentido la estabilidad postural puede ser definida
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define en 1958 a como la habilidad de mantener el cuerpo en equilibrio,
la fisioterapia como: “el arte y la ciencia del tratamiento por manteniendo la proyección del centro de masas dentro
medio del ejercicio terapéutico, calor, frío, luz, agua, masaje de los límites de la base de sustentación. (Shumway-Cook
y electricidad. Además la Fisioterapia incluye la ejecución & Woollacoot, 2001) Para lograr la estabilidad escapular
de pruebas eléctricas y manuales para determinar el valor se necesita que todas estas variables estén indemnes.
de la afectación y fuerza muscular, pruebas para determi- Cualquier falla que ocurra en algunas de estas variables
nar las capacidades funcionales, la amplitud de movimiento nos va a provocar un desequilibrio, el cual impide el co-
articular y medidas de la capacidad vital, así como ayudas rrecto funcionamiento de la cintura escapular y al mismo
diagnósticas para el control de la evolución”. La Fisioterapia tiempo nos va a llevar a que otros segmentos cercanos
es una disciplina que se encuentra incluida en la Ley de Or- se vean afectados por tratar de compensar y ayudar a la
denación de Profesiones Sanitarias. zona lesionada. Estos desequilibrios terminan provocan-
do dolores, los cuales muchas veces son muy difíciles de
Por su parte, la Confederación Mundial por la Fisioterapia diagnosticar que provoca una patología crónica causan-
(WCPT) en 1967 define a la Fisioterapia desde dos puntos do limitación funcional en el paciente en los ámbitos de
de vista: la vida diaria, sociales, deportivos, recreacionales, labo-
rales.
• Desde el aspecto relacional o externo, como “uno de los
pilares básicos de la terapéutica, de los que dispone la Para lograr una estabilización escapular se trabajan bási-
Medicina para curar, prevenir y readaptar a los pacientes; camente tres sistemas: pasivo, activo y neural o Feedback
estos pilares están constituidos por la Farmacología, la Ci- para lo cual se utilizan un conjunto de ejercicios como: ca-
rugía, la Psicoterapia y la Fisioterapia” dena cinética cerrada y ejercicios basados en oscilación,
propiocepción destinados a devolver la sincronicidad de
• Desde el aspecto sustancial o interno, como “Arte y Cien- las fuerzas existentes de las articulaciones glenohumeral
cia del Tratamiento Físico, es decir, el conjunto de técnicas y escapulotorácica, a fin de recuperar la funcionalidad
que mediante la aplicación de agentes físicos curan, pre- del complejo articular del hombro, integrado de un trata-
vienen, recuperan y readaptan a los pacientes suscepti- miento convencional.
bles de recibir tratamiento físico” (OMS)
Para comprender de mejor manera la estabilidad de la es-
No todo manguito roto debe ser intervenido quirúrgica- cápula a continuación se redacta el funcionamiento nor-
mente. En la mayoría de los casos se puede iniciar un tra- mal de la misma.
tamiento conservador, salvo en las roturas causadas por un
traumatismo agudo con gran debilidad o de tamaño supe- Kapandji describió: el rol primario de la escápula en los
rior a 3 cm, en las que es preferible el tratamiento quirúrgi- movimientos del hombro es la integridad de la articula-
co precoz (Forriol, La rotura del manguito rotador: etiología, ción glenohumeral, El posicionamiento que la escapula
exploración y tratamiento, 2012). En general el plantea- genera de su ángulo supero externo, en donde se encuen-
miento es hacer tratamiento conservador y dejar el trata- tra la glenoides, presupone una ventaja en el movimiento
miento quirúrgico para roturas agudas en personas activas del humero, evitando restricciones óseas anticipadas, a su
Imagen tomada de Biomechanics of the shoulder. En Surgery of the Shoulder (3rd .ed.) Filadelphia: JB Lippincoott Co, 65-85.
vez permite un correcto funcionamiento ventajoso de los vidades repetitivas, deportes de impacto que involucre
músculos del manguito de los rotadores. la articulación, pero se realizará una movilidad pasiva
de hombro para evitar rigidez articular.
Otro rol importante de la escápula es asegurar el movimien-
to de esta sobre y a lo largo de la pared torácica. Esto per- • La Crioterapia, según Kibler (1998) y Flurin y Laprelle
mite que la misma logre posiciones ventajosas en relación (2002), es fundamental y de gran ayuda al principio de
al movimiento del humero. Esta movilidad que la escapula la rehabilitación para controlar el dolor y la inflamación.
presenta a través del tórax, permite también amortiguar
fuerzas generadas en el miembro superior, que de otra • El ultrasonido, es sugerido por ambos autores citados
manera colocarían en extrema tensión a estructural de la anteriormente, como promotor de la proliferación fi-
articulación gleno-humeral como el complejo ligamentario broblástica, y por ende colaborador en la cicatrización
posterior, como ocurre en el lanzamiento anterior. capsular.
En relación con los otros roles, se encuentra un rol determi- En la primera fase de se podrán realizar ejercicios de ree-
nante también en la función del hombro que es la elevación ducación escapular, siempre que estos no causen dolor,
del acromion en los movimientos de flexión anterior y ab- posteriormente se incrementaran ejercicios para estabi-
ducción por sobre los 90º que evita un choque anticipado lizar, y fortalecer. (Fleming Jeffrey A, 2010) aportan que
del tendón del supraespinoso en dichos movimientos. Si la terapia con ejercicios reducen el dolor principalmente
bien es cierto que la fatiga puede generar un efecto inver- en patologías por compresión, en especial del manguito
so, es decir la fatiga del manguito de los rotadores pueden rotador.
elevar la cabeza humeral, y por ende modificar el centro de
acción la articulación, generando también un mecanismos Es importante evaluar puntos gatillo miofasciales, y tra-
de impingement, la fatiga de los rotadores de las escapula tarlos de preferencia con punción seca, si no se libera la
(Trapecio inferior y serrato mayor) colaboran también con tensión muscular sobre todo del elevador de la escápula
este mecanismo de compresión subacromial, a expensas la sensación de fatiga irradiada al hombro o la debilidad
de la disminución de la elevación del acromion (Kapandji, muscular se mantendrá.
1982). En la medida que el progreso de la rehabilitación se con-
Según Kibler (1998), las guías de rehabilitación de hombro solide, conseguir los 90° de abducción, es un punto que
deben estar formuladas teniendo como base la fisiología no se puede dejar pasar por alto para que el paciente
y biomecánica del hombro. Coincidiendo con lo expuesto desempeñe sus actividades de la vida diaria. Además que
(Flurin & Laprelle, 2002), exponen que la rehabilitación del a este nivel se produce la activación del ligamento gle-
hombro resulta en un tratamiento específico y eficaz que nohumeral inferior con mantenimiento de la estabilidad
requiere un buen conocimiento de la fisiología y de la fisio- articular (Kibler B. 1998).
patología de esta articulación. El abordaje en la fase inicial será en plano escapular a fa-
El dolor debe ser controlado siempre en las fases tempranas vor de la gravedad de manera asistida, se pueden utilizar
de la rehabilitación, ya que nos permitirá un mayor abanico alternativas como Facilitación Neuromuscular Propiocep-
de posibilidades de trabajo en la terapia. tiva (FNP) de Kabat. No hay que olvidar la activación es-
capular en su rotación superior, evitando la compresión
Entre las medidas más mencionadas por diversos autores subacromial.
se encuentran:
(Kibler B., 1998), sugiere no pasar por alto algunas funciones
• El reposo relativo, es decir la reducción de la movilidad importantes de la escápula en los movimientos de hombro,
mientras la inflamación cese, esto se refiere más a las acti- que servirán de guía en el desarrollo de programas para su
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estabilización, por ejemplo la elevación del acromion en la cios de fortalecimiento isométrico para todos los múscu-
abducción del brazo, el posicionamiento de la glenoide en los del hombro y progresivamente se agregan ejercicios
los diferentes movimientos del hombro que mantienen la isotónicos en ángulos cortos de movimientos, destinados
centralidad de la cabeza humeral y por ende colaboran en la especialmente a mejorar la fuerza muscular de los rota-
estabilidad de la articulación glenohumeral, base de apoyo dores externos. Como ya fue demostrado por Kibler, la
de músculos de manguito rotador y deltoides. posición escapular y los déficit de fuerza han contribuido
a incrementar inestabilidad glenohumeral, para ello es
La normalización de los niveles de fuerza de los músculos fundamental iniciar la técnicas de movilización escapular
que mueven la escápula como el serrato anterior, rom- y el fortalecimiento de los músculos correspondientes.
boides, trapecio, elevador de la escápula, así como los Los ejercicios se inician con 0 grados de abducción para
inter-escapulares son fundamentales para que exista un los rotadores externos e internos y progresivamente se
sincronismo en el acompañamiento de la escapula en los aumenta el ángulo de abducción. Se agregan técnicas
movimientos del hombro. manuales para realizar ejercicios activos asistidos para los
músculos escapulares en la posición de decúbito ventral o
Por otro lado, un déficit en la función normal de la escápu-
sentado. Otro aspecto a tener en cuenta es la reeducación
la puede acarrear una reducción del espacio subacromial,
propioceptiva. La propiocepción, que es la variación espe-
es decir un déficit en la función de acompañamiento de la
cializada de la modalidad sensorial del tacto que incluye
escápula en los movimientos de abducción y flexión hori-
la sensación del movimiento y posición articular, puede
zontal que son los más requeridos en las actividades de la
ser evaluada a través de la reproducción del reposiciona-
vida diaria, laboral y deportiva, lo que puede ocasionar un
miento pasivo, que se correlaciona con la sensación de la
Impingement de hombro (Silva, Hartmann, C, & P., 2010).
posición articular y la reproducción del movimiento acti-
La estabilización muscular es una técnica creada por el Dr. vo. En el siguiente gráfico se resume el paradigma de la
Ben Kibler (Kentucky, Usa) quien es considerado una de los estabilidad funcional del hombro y sus correlaciones.
máximos exponentes en relación con la biomecánica apli-
cada y las lesiones del hombro en jugadores de Tennis, em- Fase 2, fortalecimiento cintura escapular
pezó los estudios de inestabilidad de hombro en el 2003.
La diskinesia escapular se define como una alteración de Los ejercicios de fortalecimiento, inicialmente, se realizan
la posición o de los movimientos normales de la escápula a través de contracciones isométricas, submáximas y sin
durante los movimientos glenohumerales. Esta alteración dolor con el objetivo de evitar la excesiva atrofia muscular.
de la ubicación escapular puede tomar dos formas, ambas Con el objetivo de mejorar la contracción de los múscu-
nocivas: que la escápula no sea suficientemente estable, los del manguito rotador y los niveles de propiocepción,
como en el caso de parálisis del serrato anterior; o bien que, se realizan ejercicios de cadena cerrada. Los ejercicios de
al contrario, no sea suficientemente móvil. cadena cerrada comienzan en el plano escapular, si es to-
lerado por el paciente, juntamente con las maniobras de
El protocolo de tratamiento fisioterapéutico ambulatorio estabilización rítmica, se realizan con las manos en una ta-
está dividido en 3 fases esenciales, siendo la primera el tra- bla o pelota sobre la pared en arcos de movimientos muy
tamiento del ritmo escápulohumeral, mejorando la sincro- cortos.
nicidad de las fuerzas existentes de las articulaciones gleno-
humeral y Escápulo-torácica, con el fin de lograr una pronta
Fase 3, fortalecimiento y estabilización cintura pelviana
estabilización escapular, además evitar actividades irritati-
vas, tales como trabajar, levantar peso, realizar actividades En ésta fase el paciente puede comenzar a entrenar la es-
por encima de la cabeza, también en esta fase se recupera tabilización y el fortalecimiento de los músculos de la cin-
al máximo el arco de movilidad. tura pelviana. En los deportes relacionados a los miembros
superiores (tenis, vóley, básquet, etc.) es muy importante
La segunda fase es el fortalecimiento de la cintura escapu-
considerar a la cintura pelviana, ya que el debilitamiento
lar, músculos tanto del hombro como de la escapula y la ter-
de esa región transfiere carga a los miembros superiores
cera fase corresponderá al fortalecimiento y estabilización
particularmente al hombro y al codo.
muscular de la cintura pelviana. Las fases propuestas no son
excluyentes entre sí, es decir, pueden sobreponerse unas Todos los ejercicios de fortalecimiento deben comenzar
con otras según las características y evolución del paciente. con 0 grados y progresivamente llegaran a los 45 grados
de abducción. El objetivo de estos ejercicios es mejorar la
Fase 1, recuperación del ritmo escapulohumeral propiocepción y el control neuromuscular.
Durante esta fase el protocolo se enfatiza lograr la movi- El objetivo es mejorar la fuerza, la estabilidad dinámica y
lidad escapular progresivamente fortalecer el manguito el control neuromuscular en los máximos ángulos articu-
rotador y los estabilizadores escapulares. Antes de que el lares.
paciente entre a la fase 2, debe tener una significativa dis- Para pasar a esta fase el paciente debe tener, movilidad
minución del dolor y de la inflamación y un adecuado con- completa con mínimo dolor, fuerza muscular, cercana al
trol neuromuscular. Se realiza movilización pasiva según 70% en relación al lado sano (escala de Kendall modifica-
tolerancia, con el objetivo de aumentar la movilidad arti- da 4/5), resistencia y estabilidad dinámica.
cular. Se avanza hacia un programa de movilización activa
asistida utilizando una polea de pared, evitando compensa- Es muy importante evitar el stress sobre la cápsula articu-
ciones durante la realización del ejercicio. Se realizan ejerci- lar lesionada.
Debe entrenarse la resistencia con baja carga y altas repeti- probable el fracaso de la rehabilitación; es por eso que de-
ciones utilizando bandas o tubos elásticos, o técnicas de re- ben ser rehabilitación en forma de unidad integral.
sistencia manual. Desde el punto de vista propioceptivo, el
paciente debe ser capaz de reconocer el reposicionamiento Tratamiento fascial. La flexibilidad depende de las propie-
pasivo y la posición del miembro superior en el espacio. dades de movilidad y extensibilidad de diferentes tejidos:
músculos, tendones, cápsula, ligamentos, piel, planos de
El programa de fortalecimiento continúa con ejercicios iso- deslizamiento (Neiger, 1998).
tónicos progresivos aumentando la resistencia en posicio-
nes más funcionales, sobre todo para los rotadores internos Hay músculos que se pueden estirar de forma individual
y externos. Se incorporan ejercicios para todos los múscu- como el trapecio superior, dorsal ancho, pectoral mayor,
los periféricos al hombro, pero que tienen repercusión en el pectoral menor, bíceps braquial, tríceps braquial, y otros
movimiento coordinado. En las siguientes figuras se mues- en los que se consigue mejor con ejercicios de estiramien-
tran algunos de los ejercicios recomendados para esta fase tos globales.
que deben realizarse en forma progresiva, sin llegar a la fa- Para estirar eficazmente los músculos y los tendones, ne-
tiga, comenzando con cargas crecientes y adecuando la do- cesariamente se les debe elongar al máximo, dirigiéndose
sis según la tolerancia del paciente, este protocolo permite a la inversa de sus acciones fisiológicas.
mejorar la fuerza, la potencia y la resistencia. Hay que tener
en cuenta que aquellos ejercicios que generan dolor o sen- La necesidad de realizar los estiramientos en la tendinitis
sación de aprehensión deben suspenderse y continuar con de manguito rotador se deba a que permite romper el cír-
otros del programa que produzcan menos síntomas. culo vicioso: dolor-contractura muscular-inactividad-po-
sición de acortamiento muscular-rigidez-aumento del
Los ejercicios de estabilización rítmica y de cadena cerrada dolor.
promueven la co-contracción y mejoran la propiocepción.
En esta etapa se pueden incorporar ejercicios de estabilidad Propiocepción. Sinergia Neurológica: Contribución De Las
dinámica en posiciones de cadena cerrada para mejorar la Unidades Contráctiles Y No Contráctiles. El concepto que
co-contracción de los músculos involucrados atribuye sinergia neurológica entre los ligamentos y los
músculos con el propósito común de mantener la estabi-
El fortalecimiento de los músculos escapulares mejora la lidad y la coordinación conjunta fue descrito por primera
estabilidad proximal y por lo tanto le permite al paciente vez en 1900 por Payr. Los investigadores han demostrado
mejorar la movilidad del miembro superior en tareas fun- que existen mecanorreceptores en los ligamentos, que
cionales. En estos pacientes los ejercicios de cadena cerra- son un reflejo desde los receptores a los músculos que
da deben ser realizados con precaución porque en general cruzan las articulaciones; y que son capaces de mejorar la
tienen tendencia a utilizar músculos inapropiados. A medi- estabilidad del hombro o rigidez en ciertos segmentos de
da que el paciente mejora se pueden incluir ejercicios más la amplitud de movimiento. La contribución de la muscu-
complejos Si la estabilidad de la cintura pelviana es pobre latura también ha demostrado tener importancia clínica
transmite su carga máxima a los miembros superiores, por en ausencia de estructuras ligamentosas. Varios concep-
lo tanto en los programas de rehabilitación debe incluirse tos adicionales demuestran el papel importante com-
ejercicios de estabilidad y de fortalecimiento de la pelvis. partido de las estructuras estáticas y dinámicas de la ar-
ticulación glenohumeral en la prestación de una relación
Todos los movimientos que realiza el miembro superior en
óptima entre la cavidad glenoidea y la cabeza del húmero
las actividades que realizamos, en la vida diaria, en el de-
con respecto al ritmo entre la articulación escapulotorá-
porte, en lo laboral, forman parte del patrón motor que in-
cica y los segmentos distales de la extremidad superior.
cluye una coordinación con el resto de los componentes de
La articulación glenohumeral no está estabilizada por los
la cadena implicada.
ligamentos articulares isométricos, la estabilidad posicio-
Los ejercicios en cualquier fase que se encuentren desarro- nal debe ser alcanzado por un mecanismo distinto de res-
llándose es importante que se realice en armonía con las tricciones capsulo ligamentosas (Di Giacomo, 2009).
cadenas musculares, para promover la funcionalidad de
La existencia de un arco reflejo de los mecanorecepto-
hombro.
res dentro de la cápsula glenohumeral a los músculos
Según Kibler (1998), la utilización de este tipo de ejercicios que cruzan la articulación confirma y amplía el concep-
dentro del programa de rehabilitación logra fuerzas de to de sinergia entre las restricciones pasivas (ligamen-
co-contracción a nivel escapulo torácico y glenohumeral, tos) y activas (músculo) de la articulación glenohumeral
estimula las vías propioceptivas, evita la traslación humeral, (Solomonow, 1996), en una investigación interesante en
y disminuye la actividad del deltoides, que tiende a migrar el hombro felino mostró la existencia de un arco reflejo
la cabeza humeral si el manguito rotador está débil. ligamentoso-muscular en la articulación glenohumeral
confirmando la sinergia entre los ligamentos y los mús-
Kibler también manifiesta que la utilización de ejercicios de culos. (Gardner, 1948) Indicó que algunas ramas nerviosas
cadena cerrada provee bases para la estabilización escapu- de la región capsular se remontan al sistema simpático.
lar y favorece el entrenamiento de los músculos del man- Ellos están despedidos de control vasomotor como en la
guito rotador permitiendo luego un mayor beneficio de los región capsular, en oposición a la inervación de los recep-
ejercicios de cadena abierta, en un contexto biomecánico tores en la cápsula, ya que las ramas nerviosas siempre
más seguro. Kibler (1998) propone que si sólo se rehabilita viajaban a lo largo de los vasos sanguíneos. Los mecanos
un músculo del manguito rotador selectivamente es muy receptores parecen estar posicionados en los lugares
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apropiados para detectar las cargas excesivas en los ex- la base para nuevas modalidades terapéuticas posqui-
tremos de movimiento. Su actividad, por lo tanto, posible- rúrgicas utilizados en el tratamiento de la disfunción del
mente podría desencadenar un reflejo que podría prevenir hombro. (Di Giacomo, 2009). El papel de la propiocepción
una subluxación o un episodio de dislocación. Además, este es permitir que trabajen los mecanismos de retroalimen-
arco reflejo también existe desde la cápsula a los músculos tación , que a su vez permite una contracción sinérgica de
que cruzan el hombro. grupos musculares, esto puede ser vital tanto para el fun-
cionamiento normal de los grupos musculares de la arti-
Este arco reflejo podría estar mediado de forma indepen- culación del hombro y en la protección del hombro contra
diente por cada una de las tres ramas del nervio axilar que la inestabilidad potencial y la enfermedad degenerativa.
termina en la cápsula. La existencia del arco reflejo direc-
to desde la cápsula a la musculatura confirma y extiende
Terapia manuales
el concepto de que la estabilidad de la articulación no es
una función exclusiva o separada de los ligamentos y mús- La Fisioterapia Manual/Manipulativa Ortopédica (OMT, del
culos, pero es una relación sinérgica entre los ligamentos y inglés Orthopedic Manual/ Manipulative Theraphy de Fre-
los músculos asociados (Di Giacomo, 2009). ddy Kaltenborn y Olaf Evjenth es una especialidad de la
fisioterapia, es una parte importante de la medicina or-
Se ha documentado que la cápsula inferior se somete a
topédica. Una buena parte de la OMT se dedica a la eva-
tensión durante el movimiento glenohumeral que requie-
luación y al tratamiento de las alteraciones articulares y
ren elevación por encima de la cabeza y rotación externa o
de los tejidos blandos relacionados y uno de los principa-
interna, como la que se observa durante el saque de tenis y
les métodos de tratamiento es la movilización. Cuando la
golpes de fondo. Bajo tales circunstancias, el gran número
evaluación revela disfunción articular, especialmente una
de mecanoreceptores puede crear una respuesta de retro-
limitación en el rango de movimiento (hipomovilidad). La
alimentación relativamente sensible a esta cepa del tejido
OMT proporciona un tratamiento integral y conservador
capsular a través del arco reflejo y, por lo tanto, preservar
del dolor y otros síntomas de disfunción neuro-múscu-
la estabilidad de la articulación. Los músculos del bíceps,
lo-articular, tanto en la columna vertebral como en las ex-
infra espinoso, supraespinoso no son siempre los músculos
tremidades (Kaltenborn, 2004).
motores para una determinada actividad, sin embargo, se
conoce bien que un leve o moderado aumento en su fuer- En el congreso de la IFOMT de 2004, celebrado en la
za contráctil mejora significativamente la estabilidad de la ciudad del Cabo, los miembros d la IFOMT votaron la si-
articulación. Sus relaciones dinámicas sometidas a estrés en guiente definición de Terapia Manual Ortopédica (OMT):
los ligamentos glenohumeral mediante el arco reflejo pro- La Terapia Manual/Manipulativa Ortopédica es un área
ducen un importante mecanismo adicional que protege la especializada de la fisioterapia para el tratamiento de las
articulación glenohumeral del daño. La confirmación de la alteraciones neuro-músculo-esqueléticas, basada en el
presencia de mecanoreceptores dentro de la cápsula indica razonamiento clínico, y que usa métodos de tratamiento
la existencia de tejido capaz de generar impulsos de tales muy específicos incluyendo técnicas manuales y ejercicios
reflejos. La presencia de este importante reflejo puede con- terapéuticos. La Terapia Manual/Manipulativa Ortopédica
ducir a la modificación de las reparaciones quirúrgicas de la también comprende y se rige por la evidencia científica
cápsula, en concreto, la preservación de la mayor cantidad y clínica disponible, y por el concepto biopsicosocial de
posible de las estructuras neurológicas. Esto puede formar cada paciente de forma individual (Tricas Moreno, 2004).
La aplicación de la OMT parte de una hipótesis o diagnós- común entre los atletas, y sin embargo no encuentran
tico inicial y se verifica con el resultado del tratamiento es- evidencia suficiente para determinar la disquinesia esca-
pecífico para la estructura afectada que el fisioterapeuta pular como otra causa extrínseca más, sin embargo sí le
adoptó. dan importancia al ascenso de la cabeza numeral y dismi-
nución del movimiento de abducción cuando hay menor
La aplicación de la OMT va precedida de un amplio examen fuerza del manguito rotador. Concluyen que los mecanis-
del sistema neuro-músculo-articular. Este examen sirve mos intrínsecos son mucho más importantes a la hora de
para definir, en términos físicos, la disfunción existente en desarrollarse la lesión.
los sistemas articulares, musculares y nerviosos. De igual
forma, el examen pretende distinguir aquellas condiciones Una vez conocida la posible causa de la lesión, dentro
que contraindican el tratamiento mediante OMT o aquellas ya del tratamiento, disponemos de un gran abanico de
en las que ciertas anomalías anatómicas o procesos patoló- técnicas que nos permiten influir directamente sobre el
gicos limitan o dirigen el empleo de técnicas de OMT. tendón para devolverle las características mecánicas tisu-
lares previas, sobre los músculos que movilizan y estabili-
El principal objetivo de la OMT, según su definición y la zan la articulación del hombro, dentro de ellos podemos
IFOMT (Federación Internacional de Terapia Manual/Mani- resaltar la punción seca, la fibrólisis diacutánea, terapia
pulativa Ortopédica) en sus Estándares Educacionales de manual, ejercicios propioceptivos, excéntricos, estira-
1992, es devolver la función máxima e indolora al sistema mientos musculares, kinesiotaping, la electroterapia y la
neuro-músculo-articular en su equilibrio postural. terapia manual, que combinadas de la manera correcta,
son una poderosa herramienta terapéutica del fisiotera-
Fisioterapia manual: extremidades describe la biomecánica
peuta. Dentro de la terapia manual, se engloban a su vez
básica y las técnicas de movilización de las extremidades,
distintas técnicas como el masaje, la manipulación articu-
superiores e inferiores, incluyendo además con indicaciones
lar, movilización dirigida o el recentraje glenohumeral.
claras la progresión desde las técnicas básicas a las avan-
zadas, los grados de movimiento traslatorio, interpretados Empezamos dentro de esta revisión analizando la más
y basados en una valoración manual de la calidad de mo- demostrada, los ejercicios terapéuticos: Los ejercicios su-
vimiento. Se insiste en la habilidad de palpar e interpretar pervisados y prescritos procuran mejorar la amplitud de
los grados de movimiento como paso indispensable para movimiento y la función de la musculatura a través de la
alcanzar la maestría. Se describen también las indicaciones restauración de la movilidad y la estabilidad del hombro a
para reducir el dolor y la inflamación y para relajar los mús- través del aprendizaje para realizar ejercicios excéntricos,
culos con movilizaciones suaves de grados I y II. Las técnicas concéntricos, propioceptivos… Los excéntricos han sido
de grado III utilizan instrumental adicional, como cinchas o ampliamente analizados y utilizados, como en el caso de
cuñas, ergonomía del fisioterapeuta, todo ello dirigido a Christiana Blume et al que realizaron un ensayo clínico,
mejorar el brazo de palanca y hacerlo más efectivo e inocuo aleatorizado, que tenía como objetivo el comparar la efi-
para el paciente y el fisioterapeuta, como expresión de una cacia de una intervención de ejercicios excéntricos de re-
metodología avanzada. sistencia progresiva contra una intervención de ejercicio
concéntrico en pacientes con síndrome de impingement
RESULTADOS ANÁLISIS TÉCNICAS DE TRATAMIENTO subacromial. Utilizó 38 pacientes divididos en 2 grupos de
FISIOTERAPÉUTICO PARA LA TENDINOPATÍA DEL forma aleatoria. Ambos grupos completaron un progra-
SUPRAESPINOSO ma de ejercicios, en función del grupo, 2 veces a la sema-
na durante 8 semanas, el resto de la semana ejecutaban
En un principio, atendiendo a la necesidad de establecer y ejercicios en casa de estiramientos y movimientos activos.
asentar la causa para un correcto tratamiento de la lesión, Los resultados demostraron que todos los participantes
analizamos el estudio de David Factor y Barry Dale que tuvieron mejoras significativas. El ejercicio excéntrico
exploraron los mecanismos etiológicos tanto intrínsecos es igual de eficaz que el ejercicio concéntrico. Para este
como extrínsecos que intervienen en la lesión del manguito mismo tipo de ejercicio, y también con resultados positi-
rotador (hombro congelado, tendinopatía, bursitis, inpim- vos, Hanna Björnsson Hallgren et al realizaron un estudio
gement...), revisaron 43 artículos entre el año 2005 y 2012. que examinaba si los resultados positivos a corto plazo,
Deducen que es básico para el tratamiento de fisioterapia de un programa de ejercicios excéntricos de 3 meses de
conocer las causas intrínsecas y extrínsecas de cada caso, in- un estudio anterior, se mantuvieron después de 1 año y
cluso para el postoperatorio en caso de intervención quirúr- si la puntuación de referencia de Constant-Murley (C-M),
gica. Su investigación apoya la teoría de trabajar a través de el estado del manguito de los rotadores y los resultados
técnicas que fortalezcan todos los músculos estabilizadores radiológicos influyeron en la decisión acerca de la cirugía.
de la articulación escapulo-humeral, a través por ejemplo, Un total de 97 pacientes de la lista de espera para ciru-
de la reeducación postural y/o programas de ejercicios te- gía artroscópica, fueron divididos en 2 grupos, un grupo
rapéuticos. Engloban como mecanismos etiológicos intrín- control el cual realizaba movimientos activos para cuello
secos a la edad, alteraciones biológicas, la vascularización y y hombro sin carga ni progresión, y un grupo de interven-
la sobrecarga del propio tendón, y todas ellas contribuyen ción destinado a ejecutar ejercicios excéntricos para el
al cambio en la morfología de las fibras de colágeno. Como manguito de los rotadores y una combinación de ejerci-
mecanismos extrínsecos consideran a los mecanismos de cios concéntricos y excéntricos para los estabilizadores de
choque, la compresión del hombro la consideran la princi- escápula con progresión de la carga. Los resultados refle-
pal causa extrínseca de lesión en las tendinopatías del hom- jan que todos los pacientes mejoraron significativamente
bro, y lo que llaman el choque interno de la articulación tan en la puntuación de ConstantMurley tras el seguimiento
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de 1 año. Además, significativamente más pacientes en el programas incluyeron distintos ejercicios de movilización
grupo de control (63%) decidieron operarse frente a un 24% activa resistida mediante banda elástica, pesa, ejercicios
del grupo de ejercicio específico. pendulares, estiramientos autopasivos y fortalecimiento
del manguito rotador y la musculatura peri-escapular, con
Otro estudio acerca de los ejercicios terapéuticos en el el objetivo de recuperar la funcionalidad músculo-articu-
tratamiento de la tendinopatía del supraespinoso ha sido lar local y peri-articular, y de esta forma reducir la sintoma-
el de Marcus Bateman et al que efectuaron un estudio de tología. Estudiaron la eficacia dichos ejercicios y conclu-
viabilidad controlada aleatorizada, con el fin de diseñar un yen sugiriendo que muestran ligera evidencia en cuanto a
método factible para comparar la efectividad de ejercicios la cinestesia y reposicionamiento tanto activo como pasi-
también concéntricos y excéntricos en tendinopatías del vo, pero no existe efecto positivo adicional frente al dolor,
manguito de los rotadores. Un total de 11 pacientes con rango articular, fuerza y funcionalidad.
tendinopatía del manguito rotador fueron asignados al azar
en 3 grupos, para realizar ejercicios excéntricos, ejercicios En el otro extremo del abanico de técnicas fisioterapéu-
concéntricos o no realizar. A cada participante se le pide va- ticas, una de las más tradicionales, los ejercicios pendula-
rias series de ejercicios durante 8 semanas de tratamiento. res, entre otros autores, Suarez-Sanabria y Osorio-Patiño
El ejercicio fue destinado al supraespinoso, y descrito esta realizan una revisión con la que pretenden describir la
vez explícitamente, la posición “full can” (brazo 30º de ab- biomecánica del hombro, base fundamental de los ejerci-
ducción desde el plano coronal con el pulgar hacia arriba), cios descritos por Codman y sus efectos fisiológicos. Estos
y la utilización de una banda elástica como resistencia. Los ejercicios son ya muy conocidos dentro del campo de la
resultados tampoco en este caso establecen diferencias cinesiterapia, han demostrado tener una base biomecá-
destacables entre los grupos de tratamiento. nica y unos efectos fisiológicos sistémicos que deben ser
conocidos y estudiados.
Siguiendo con la misma técnica, Salvador Israel Macías-Her-
nández y Luis Enrique Pérez-Ramírez analizaron cuatro Otra técnica ampliamente conocida en el campo de la
estudios sobre el fortalecimiento con trabajo excéntrico rehabilitación y con eficacia suficientemente probada, la
aplicado en las lesiones de los músculos del manguito de terapia manual, tan conocida, global y utilizada ha sido
los rotadores. Muestran varios ejercicios para deltoides, su- sometida a estudio en diversas ocasiones. Ofrece gran
praespinoso y rotadores, y realizan una búsqueda en la que variedad de posibilidades pudiendo adaptarse personal-
encuentran cuatro estudios que incluyen el tratamiento de mente a cada paciente, adecuando el tratamiento a sus
lesiones de manguito rotador con dichos ejercicios de tipo necesidades y mediante distintas herramientas como el
excéntrico. Concluyen que dichos estudios dan buen resul- masaje, la osteopatía, las movilizaciones articulares, tera-
tado con estos ejercicios; sin embargo, solo en uno de los pias como el concepto Mulligan, la fibrolisis diacutánea…
ensayos se aprecia mejoría en la fuerza, no en el dolor o su
funcionalidad. Es importante señalar que dichos estudios Thiloo et al, por ejemplo, estudiaron el efecto del trata-
contaron con pacientes diagnosticados de lesión del man- miento del hombro con pinzamiento subacromial de más
guito rotador, relacionados con la disfunción de impim- de cuatro semanas de duración, con terapia manual, y lo
gement subacromial, así que resultaría necesario incluir a compararon con pacientes que teniendo la misma lesión
sujetos sin pinzamiento y valorar así, si este grupo también realizaron ejercicios. Los pacientes del grupo de interven-
podría mejorar con el tratamiento. ción se trataron con ejercicios individualmente adaptados
y basados en exámenes fisioterapia. Los controles fueron
Ya no centrados en el tipo excéntrico/concéntrico, sino más tratados individualmente, ejercicios adaptados solamen-
bien atendiendo a la cadena cinética abierta o cerrada y las te. Ambos grupos tuvieron 10 sesiones de tratamiento
cargas, Stuart R. Heron.et al 18 buscaron evaluar la eficacia durante un período de 5 semanas y posteriormente conti-
de tres programas de ejercicios diferentes en el tratamien- nuaron sus ejercicios en casa por otras 7 semanas. La fisio-
to de la tendinopatías del manguito rotador / síndrome de terapia manual individualizada mejoró la intensidad del
impimgement del hombro. Para ello, realizaron un ensayo dolor, para el resto de mejorías fueron similares en ambos
clínico aleatorizado de grupo paralelo con un total de 120 casos. Los resultados de este estudio, mostraron que los
pacientes distribuidos en 3 grupos por igual de tratamien- ejercicios individualmente adaptados son efectivos para
to; ejercicios en cadena cinética cerrada, ejercicios con ca- tratar pacientes con el síndrome de pinzamiento, y que
dena cinética abierta resistida y con ejercicios de rango de la fisioterapia manual tenía solo un efecto adicional en
movimiento de carga mínima. Consistía en realizar 3 series disminuir la intensidad del dolor después de 5 semanas.
de 10 repeticiones, 2 veces al día con dolor soportable y Beaudreuil, estudió el efecto del centraje humeral dinámi-
con progresión en la resistencia ejercida. Todos los partici- co con un nivel de evidencia de 1+. Se analizó el rango de
pantes efectuaban ejercicios de estiramientos de la cápsula movimiento (goniómetro) y el dolor (no indicado) en los
anterior y posterior 2 veces al día. Los resultados muestran movimientos activos de flexión y abducción, con segui-
que estos tres programas disminuyeron significativamente miento hasta los 3 meses. El autor muestra dicho centraje
el dolor, pero no se apreciaron grandes diferencias entre como una terapia con eficacia en el descenso del dolor
dichos grupos, pues todos los ejercicios parecen ser efec- en los movimientos citados tras 3 meses de seguimiento.
tivos. Otro tipo de ejercicios, los propioceptivos, ha sido Otra técnica dentro de la terapia manual, ya más difundi-
confirmada su eficacia por Dilek, pues obtuvieron resulta- da y bien utilizada por su fácil aplicación, ha sido mate-
dos positivos en las variables de dolor, funcionalidad, fuerza ria de análisis para Delgado-Gil quien realizó un estudio
muscular y amplitud articular, demostrando evidencia só- para evaluar la eficacia del concepto Mulligan, (el cual se
lida sobre los programas de ejercicios. Además, todos los basa en un modelo teórico de fallo posicional articular; El
Técnicas de electroterapia
Aparatos de electroterapia, láser, equipo de terapia combinada e infrarrojo (de izquierda a derecha).
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más específicos y más personalizados. Existen muchos tipos Su característica principal es su elasticidad y su capacidad
de clasificaciones de electroterapia, según su forma (cons- de retracción sin deformarse. Sobre la zona afectada con
tantes y variables), según su polaridad (alternante o bifási- el objetivo de no limitar el movimiento y eliminar dolo-res
ca, constante o unidireccional), etc. Hablaremos de las más o problemas musculares. Busca, como objetivo principal,
estudiadas, el US y el TENS, y aquí encontramos por primera la sujección de músculos (estabilidad muscular y articu-
vez dentro de nuestra revisión, un resultado negativo, Pi- lar), reducción de inflamación y mejora de la circulación,
nar y colaboradores demostraron que el US solo no genera aliviar el dolor y corregir problemas articulares. Al colocar-
mejorías significativas en los pacientes con problemas de lo bajo cierta tensión genera un pequeño levantamiento
hombro. Realizaron un estudio prospectivo, doble ciego, de de la piel y crea un espacio entre la misma y el musculo,
manera aleatoria, controlado con placebo, para poder eva- actúa en las capas de la piel, a través de la propiocepción
luar los efectos del ultrasonido continuo terapéutico (US) que produce mediante el uso de las tensiones en la cinta,
en pacientes con enfermedad del manguito rotador. Veinti- cuando se coloca la cinta en la piel produce un mecanis-
dós pacientes fueron tratados con un programa de fisiote- mo de re-tracción, es decir recordando que la característi-
rapia estándar que consiste en un paquete caliente, TENS, ca más importante es la elasticidad y su capacidad de que
ejercicios y ultrasonidos supervisados por el mismo fisiote- a pesar de ser estirada en un 90 a 100 % vuelve a su estado
rapeuta. Los pacientes fueron asignados de manera aleato- y tamaño de inicio, se entiende que al colocarlo en la piel
ria a un grupo que recibió ultrasonidos y a uno que recibió con una tensión del 60% por ejemplo, por lógica regresara
una simulación de los mismos. Concluyeron que en pacien- a su tamaño normal, pero la gran diferencia es que lo hará
tes con lesión del manguito rotador, las intervenciones de con toda la piel, creando entonces un levantamiento de
fisioterapia tratan eficazmente el dolor, mejoran el estado la epidermis, este espacio ayuda a que todas las toxinas
clínico, y aumentan la fuerza muscular del hombro, con me- y los mediadores inflamatorios producidos por la lesión
jora funcional que se observa inmediatamente después del que se encuentran ahí atrapados, circulen y se drenen de
tratamiento. Sin embargo, al final de la intervención, los US mejor manera.
no habían proporcionado ninguna eficacia adicional al régi-
men de tratamiento de fisioterapia de los pacientes. La punción seca sin embargo, es una técnica semi-invasiva
porque las agujas penetran la piel en busca del punto ga-
En los últimos años como ya hemos mencionado, se han tillo –causante del dolor miofascial– para presionarlo, des-
introducido nuevas técnicas, el Kinesiotaping o la punción activarlo y acabar con el dolor. Para encontrarlo, la estimu-
seca son algunas de ellas, y ya se utilizan como una herra- lación –comprensión, contracción, estiramiento, etc.– del
mienta más en los tratamientos de fisioterapia: El kinesiota- músculo es vital, ya que si se produce dolor esto sugiere
ping consiste en la aplicación de cintas adhesivas elásticas que existe un punto gatillo. Para entender exactamente
especiales, está hecha de algodón, y es 100% antialérgico, para qué sirve la punción seca, explicar el síndrome del
diseñada al máximo parecido con la piel, y que a diferencia dolor miofascial y, para ello, hay que definir sus causas; los
de las cintas o vendajes comunes cuenta con un papel pro- puntos gatillo. Los puntos gatillo son zonas del músculo
tector en el lado del pegamento, que nos ayuda a tener un débiles y con una gran sensibilidad a la palpación. Se pro-
mejor manejo al momento de la aplicación. ducen cuando las sarcómeras quedan permanentemente
en contracción por la liberación continua de la acetilco-
lina, que impide la relajación de las fibras y disminuye el
flujo de sangre. Los puntos gatillo pueden producirse por
causas diversas, movimientos repetitivos, corrientes frías
que afectan directamente al músculo, mantener el mús-
culo en posición acortada durante bastante tiempo, gol-
pes, inyecciones, etc. Hay muchos tipos de puntos gatillo:
Vendas de kinesiotape.
En cuanto a la metodología, existen dos técnicas de pun- Los pacientes respondieron positivamente a la interven-
ción: ción e informaron que aumentó su calidad de vida.
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Vol. IV. Número 42. Septiembre 2021 NPunto
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Achilles tendinopathy is a painful overuse injury that is extremely to minimize the risk of reinjury. In this review, we will provide an
common in athletes, especially those who participate in running update on the evidence-based evaluation, outcome assess-
and jumping sports. In addition to pain, Achilles tendinopathy is ment, treatment, and return-to-sport planning for Achilles
accompanied by alterations in the tendon’s structure and tendinopathy. Furthermore, we will provide the strength of
mechanical properties, altered lower extremity function, and
evidence for these recommendations using the Strength of
fear of movement. Cumulatively, these impairments limit sport
Recommendation Taxonomy system.
participation and performance. A thorough evaluation and
comprehensive treatment plan, centered on progressive tendon Key Words: tendinitis, rehabilitation, tendon, exercise ther-
loading, is required to ensure full recovery of tendon health and apy, loading
Key Points
Achilles tendinopathy is a clinical diagnosis based on localized tendon pain and swelling and pain with activities.
Exercise that provides mechanical loading of the Achilles tendon is the treatment with the highest level of evidence.
Treatment should focus on activity modification and progressive tendon-loading exercises.
Full recovery of symptoms does not ensure full recovery of function or tendon structure.
The best prevention is to recognize early ‘‘minor’’ symptoms and treat with load control.
A
chilles tendinopathy (ie, Achilles tendinitis) is a evaluation and care, with suggestions on how to prevent
painful overuse injury of the Achilles tendon.1–4 the devastating consequences of this injury by recognizing
This injury is rampant among athletes, especially its early signs and using a return-to-sport program to
those involved in running and jumping sports.1–3 Among minimize injury recurrence and reinjury.
elite track and field athletes, 43% reported having either
current or prior symptoms of Achilles tendinopathy, with ACHILLES TENDINOPATHY
the highest prevalence (83%) in middle-distance runners.3
Two-thirds of the athletes in this study also noted that the Achilles tendinopathy is a clinical diagnosis when the
tendon pain negatively affected their performance.3 How- patient presents with a combination of localized pain,
ever, Achilles tendinopathy is not purely an athletic injury, swelling of the Achilles tendon, and loss of function.8
given that 65% of injuries diagnosed in a general practice Achilles tendon injuries can be separated into insertional
setting are not sport related.4 Despite our improved tendinopathy (20%–25% of the injuries), midportion
understanding of the injury, it remains a devastating, albeit tendinopathy (55%–65%), and proximal musculotendinous
slowly progressing, injury. Symptomatic athletes often junction (9%–25%) injuries, according to the location of
continue sport participation, although performance is often pain.8 However, patients may present with symptoms at the
affected and the injury will worsen if ignored.3,5 Full insertion and midportion concurrently, and approximately
recovery can take a year or longer and reinjury is common, 30% have bilateral pain.6
especially when the return to sport is rushed.5,6 If the initial Tendinopathy is described as either degeneration or failed
symptoms of soreness and stiffness are recognized and healing due to continuous overload without appropriate
addressed early, instead of being ignored, injury severity recovery.9 The use of the term tendinitis is discouraged
can be reduced, with a smaller effect on sport performance because it implies inflammatory activity, which may or may
and a shorter time to full recovery.6 In this ‘‘Current not be present in the injured tendon.10 In addition,
Clinical Concepts’’ review, we will present the most current inflammation cannot routinely be assessed clinically.9,10
evidence-based recommendations for diagnosis, outcome At the tissue level, tendinopathy is characterized by
assessment, treatment, and return-to-sport planning. The localized or diffuse increases in thickness (tendinosis), loss
Strength of Recommendation (SOR) Taxonomy will be of normal collagen architecture, an increased amount of
used to grade the strength of evidence (Table 1).7 proteoglycans, and general breakdown of tissue organiza-
Furthermore, we will propose a holistic approach to tion.9,10 These structural changes in the tendon result in
rehabilitation is an excellent way to resume running while sport phase. A good rule of thumb is that before an athlete
controlling the load on the tendon. In addition, it is is allowed to return to running and jumping, pain during
important to address any other lower extremity impairments daily walking should be minimal (1–2 of 10 on the numeric
detected during the evaluation and potential risk factors pain-rating scale). Pain level during single-legged hopping
(such as deficits in ankle or foot strength and range of can also be used as a return-to-sport criterion.6 A patient
motion as well as hip neuromuscular control) at this time. who has a pain level above 2 (of 10) when performing 20
Improving the strength of the ankle and foot muscles, hops will struggle to start running while remaining within
especially the intrinsic foot muscles, will help the push-off the pain-monitoring guidelines.
phase during running and jumping, whereas ensuring good
knee and hip strength and function will help ensure good
Return-to-Sport Phase
lower extremity biomechanics.
The goal of this phase is to return the athlete to full sport
Rebuilding Phase participation and performance while Achilles tendon and
lower extremity functions continue to improve. Based on
The purpose of this phase is to transition to heavier our research and clinical experience, we developed a
strength training of the calf muscles, increase or start
running and jumping activities, and further promote tendon
recovery (Table 3). At this stage, external loads are added
during the heel-rise exercises. This can be done by
performing the exercises with a weighted vest or backpack
or while in a leg press or Smith machine. Exercises
performed at home are normally started with 10 lb (4.5 kg);
when 3 sets of 15 repetitions are performed easily, the
weight is increased. An alternative is to perform heavier
heel rises at a gym 3 times per week and then lighter heel
rises at home daily. It is often important to remind the
athlete during this stage that despite having recovered calf-
muscle strength and endurance, the heel-rise exercises
should be continued to promote tendon healing and
recovery. Plyometric training starts with bilateral jumps
and progresses to unilateral jumps. Preparation for the
return to participation starts with initiating specific sport
activities. This phase generally overlaps with the return-to-
return-to-sport program for athletes with Achilles tendin- medium-level activities need to be followed by 2 recovery
opathy.43 The goal of the program is to facilitate the days, and high-level activities need to be followed by 3
decision-making process in returning an athlete with days of recovery. A training schedule that combines low- to
Achilles tendinopathy to full sport participation while high-level activities and ensures proper recovery time is
minimizing the risk of recurrence. Because the athlete then planned for approximately 3 weeks. In our experience,
might not have symptoms from the Achilles tendon injury allowing high-level activities ensures both the proper
during sport participation at the latter stages of rehabilita- training dose to improve the athlete’s capacity and the
tion, he or she might be tempted to return prematurely. The appropriate recovery time. Activities are generally reclas-
evaluation of symptoms, stiffness, pain, and swelling after sified every 3 to 4 weeks, and new high-level activities are
training, especially the following day, is crucial before added to progress toward a full return to sport and
determining the appropriate increase in training intensity. performance. The athlete is required to document pain
During this stage, the pain-monitoring model (Figure 5) is a and symptoms daily and grade the perceived exertion on the
useful guide for determining the appropriate activity level. Achilles tendon after each activity in a training diary that is
Various factors must be considered when planning an reviewed with the clinician and coach. We propose that
athlete’s return to sport after Achilles tendinopathy. The diligently following this return-to-sport program will help
most obvious aspect, which is also addressed most often in prevent a premature return to sport and reinjury and result
the literature, is the level of pain with physical activity. in a successful return to sport.25,26
However, recovery of tendon tissue, strength, range of
motion, and function, as well as the demands of the specific
ADDITIONAL INTERVENTIONS
sport, should be part of the decision-making process. Even
in the absence of symptoms, impairments and functional Numerous interventions have been suggested to promote
deficits may persist. Therefore, it is crucial to ensure that an recovery from Achilles tendinopathy, either in conjunction
athlete has full recovery of function, as measured with the with exercise therapy or in isolation. However, progressive
heel-rise and jumping tests, along with symptomatic tendon loading remains the cornerstone of Achilles
recovery. Also beneficial are sport-specific functional tests tendinopathy treatment. A summary of proposed interven-
to ensure symmetry between limbs and for comparison with tions and SOR grades is provided in Table 2.
preinjury data if available.
Our return-to-sport program is based on the premise that PREVENTION
the tendon tissue requires a longer recovery from heavy
loading activities (36–72 hours), whereas lighter activities To effectively prevent Achilles tendinopathy and the
can be performed more often.47 The intensity, duration, and debilitating symptoms that affect sport participation, we
frequency of Achilles tendon loading are considered when must address perpetual overloading at an early stage. The
progressively increasing the demand during the return-to- current difficulty with early detection and prevention is that
sport phase. Sport activities are then classified at a light, the cardinal sign for Achilles tendinopathy is pain in the
medium, or high level based on the athlete’s ratings of pain Achilles tendon that limits sport participation. However,
(during and after activity) and perceived Achilles tendon pain with activity is generally preceded by weeks or months
exertion using the Borg scale (Table 4).48 The classification of morning stiffness and minor pain, often ignored by both
of sport activity is determined by the clinician, athlete, and the athlete and the clinician as long as the athlete can
coach. Light-level activities can be performed daily, participate in sport.13,18 Some athletes have described a
Address correspondence to Karin Grävare Silbernagel, PhD, PT, ATC, Department of Physical Therapy, University of Delaware, 540
South College Avenue, Newark, DE 19713. Address e-mail to kgs@udel.edu.
Abstracto
La tendinopatía de Aquiles es una lesió n dolorosa por uso excesivo que es extremadamente
comú n en los atletas, especialmente aquellos que practican deportes de carrera y salto.
Ademá s del dolor, la tendinopatía de Aquiles se acompañ a de alteraciones en la estructura y las
propiedades mecá nicas del tendó n, alteració n de la funció n de las extremidades inferiores y
miedo al movimiento. En conjunto, estas deficiencias limitan la participació n y el rendimiento
deportivo. Se requiere una evaluació n exhaustiva y un plan de tratamiento integral, centrado
en la carga progresiva del tendó n, para garantizar la recuperació n total de la salud del tendó n
y minimizar el riesgo de volver a lesionarse. En esta revisió n, proporcionaremos una
actualizació n sobre la evaluació n basada en evidencia, la evaluació n de resultados, el
tratamiento y la planificació n del regreso al deporte para la tendinopatía de Aquiles. Ademá s,
proporcionaremos la solidez de la evidencia para estas recomendaciones utilizando el sistema
de taxonomía de fortaleza de recomendació n.
Puntos clave
La tendinopatía de Aquiles (es decir, tendinitis de Aquiles) es una lesió n dolorosa por uso exce‐
sivo del tendó n de Aquiles. 1 – 4 Esta lesió n está muy extendida entre los atletas, especialmente
aquellos que practican deportes de carrera y salto. 1 – 3 Entre los atletas de atletismo de é lite, el
43 % informó tener síntomas actuales o previos de tendinopatía de Aquiles, con la prevalencia
má s alta (83 %) en corredores de media distancia. 3 Dos tercios de los atletas en este estudio
tambié n notaron que el dolor en el tendó n afectó negativamente su rendimiento. 3 Sin em‐
bargo, la tendinopatía de Aquiles no es una lesió n puramente deportiva, dado que el 65% de
las lesiones diagnosticadas en un entorno de prá ctica general no está n relacionadas con el de‐
porte. 4 A pesar de nuestra mejor comprensió n de la lesió n, sigue siendo una lesió n devasta‐
dora, aunque progresa lentamente. Los atletas sintomá ticos a menudo continú an practicando
deportes, aunque el rendimiento a menudo se ve afectado y la lesió n empeorará si se ignora. 3 ,
5
La recuperació n completa puede tardar un añ o o má s y es comú n volver a lesionarse, espe‐
cialmente cuando el regreso al deporte es apresurado. 5 , 6 Si los síntomas iniciales de dolor y
rigidez se reconocen y abordan tempranamente, en lugar de ignorarlos, se puede reducir la
gravedad de la lesió n, con un efecto menor sobre el rendimiento deportivo y un tiempo má s
corto hasta la recuperació n completa. 6 En esta revisió n de “Conceptos clínicos actuales”, pre‐
sentaremos las recomendaciones basadas en evidencia má s actuales para el diagnó stico, la
evaluació n de resultados, el tratamiento y la planificació n del regreso al deporte. La taxonomía
de Fuerza de Recomendació n (SOR) se utilizará para calificar la fuerza de la evidencia (tabla 1).
7 Ademá s, propondremos un enfoque holístico para la evaluació n y la atenció n, con sugeren‐
cias sobre có mo prevenir las consecuencias devastadoras de esta lesió n reconociendo sus sig‐
nos tempranos y utilizando un programa de regreso al deporte para minimizar la recurrencia
de lesiones y las nuevas lesiones.
tabla 1
Fuerza de Definició n
recomendació n
TENDINOPATÍA DE AQUILES
La tendinopatía de Aquiles es un diagnó stico clínico cuando el paciente presenta una combina‐
ció n de dolor localizado, hinchazó n del tendó n de Aquiles y pé rdida de funció n. 8 Las lesiones
del tendó n de Aquiles se pueden dividir en tendinopatía de inserció n (20%-25% de las lesio‐
nes), tendinopatía de la porció n media (55%-65%) y lesiones de la unió n musculotendinosa
proximal (9%-25%), segú n la ubicació n del dolor. . 8 Sin embargo, los pacientes pueden pre‐
sentar síntomas en la inserció n y en la porció n media al mismo tiempo, y aproximadamente el
30% tiene dolor bilateral. 6
Mecanismo de lesió n
El tendó n de Aquiles responde mecano , lo que significa que se adaptará a las demandas de
carga que se le imponen al tejido. 9 , 12 La causa exacta de la tendinopatía varía; sin embargo, la
causa má s comú n en los deportistas es la carga excesiva con un tiempo de recuperació n inade‐
cuado entre sesiones de entrenamiento. 13 Entre los atletas que desarrollaron tendinopatía de
Aquiles, del 60% al 80% describieron un cambio repentino o aumento en la intensidad o dura‐
ció n del entrenamiento (es decir, error en la carga de entrenamiento). 8 , 14 Sin embargo, no to‐
dos los casos está n relacionados con el deporte, y los aumentos en el trabajo o la actividad dia‐
ria pueden contribuir a una carga excesiva. 4 En la inserció n del tendó n de Aquiles, las fuerzas
de compresió n sobre el tendó n de Aquiles y el calcá neo por el calzado o actividades que colo‐
can el tobillo en dorsiflexió n (p. ej., correr cuesta arriba) o una anomalía anató mica (p. ej., de‐
formidad de Haglund) pueden contribuir al desarrollo del dolor. 15 SOR: A
Factores de riesgo
Síntomas
Los atletas suelen describir una aparició n gradual de síntomas que incluyen rigidez por la ma‐
ñ ana o despué s de estar sentado durante mucho tiempo, dolor a la palpació n, dolor con la acti‐
vidad (correr o saltar) y dé ficits en la fuerza o el rendimiento. El dolor relacionado con la acti‐
vidad puede variar segú n la gravedad. Un síntoma temprano es el dolor al inicio de la actividad
que desaparece pronto con una sola sesió n de entrenamiento. 3 No es raro que un atleta expe‐
rimente un rendimiento atlé tico reducido (tiempo de carrera má s lento o rendimiento de salto
disminuido) antes de sentir dolor durante la ejecució n. 3 Los atletas que ignoran los síntomas
menores pueden progresar hasta experimentar dolor durante y despué s de la actividad y re‐
ducir aú n má s el rendimiento. 5 , 13 Es importante señ alar que los pacientes con tendinopatía
de Aquiles a menudo no presentan dolor en ausencia de carga. 10SOR : A
Figura 1
Palpació n de la A, porció n media; B, inserció n del tendó n de Aquiles; y C, la bolsa y la bolsa de grasa medial y
lateral.
El signo del arco y la prueba del Royal London Hospital son pruebas de diagnó stico adicionales
que se utilizan para confirmar la tendinopatía de Aquiles de la porció n media. 16 , 19 , 21 Para el
signo del arco, primero se palpa el tendó n para identificar cualquier nó dulo engrosado. Si hay
engrosamiento, se pellizca ligeramente el á rea mientras el paciente realiza activamente la fle‐
xió n dorsal y plantar del tobillo. La prueba se considera positiva si el evaluador siente un nó ‐
dulo engrosado en movimiento (sensibilidad = 25%, especificidad = 100%). 19 – 21 Para la
prueba del Royal London Hospital, se pellizca el tendó n para identificar la ubicació n má s sinto‐
má tica con el pie en reposo. Luego, el paciente flexiona activamente el pie y el examinador
vuelve a pellizcar el lugar previamente identificado. La reducció n del dolor a la palpació n
cuando el tobillo está en dorsiflexió n indica una prueba positiva (sensibilidad = 51%, especifici‐
dad = 93%). 19 – 21 SOR: A
Figura 2
Dominios de la salud del tendó n. Abreviatura: PROM, medidas de resultado informadas por el paciente.
MEDIDAS DE RESULTADO
La gravedad de los síntomas y el dolor, así como su efecto sobre la participació n y la actividad,
a menudo se evalú an mediante escalas de dolor y cuestionarios y medidas de resultados infor‐
mados por los pacientes. 27 El dolor a la palpació n y el dolor con la actividad, como los saltos,
se evalú an no só lo para el diagnó stico, como se describió anteriormente, sino que tambié n son
ú tiles para evaluar el cambio con el tratamiento. 6 , 20 , 27 Los pacientes califican su dolor du‐
rante la palpació n y la actividad en una escala numé rica donde 0 = sin dolor y 10 = el peor dolor
imaginable . 20 , 27 SOR: A
El cuestionario del Aquiles del Instituto Victoriano de Evaluació n del Deporte (VISA-A) fue di‐
señ ado para evaluar el dolor y la gravedad de los síntomas con la actividad en pacientes con
tendinopatía de Aquiles. 28 La VISA-A contiene 8 preguntas y las puntuaciones varían de 0 a
100, donde 100 indica ausencia de síntomas y participación plena en actividad física . La puntua‐
ció n VISA-A es vá lida y confiable (test-retest r = 0,93–0,98), responde al cambio y ha sido adap‐
tada transculturalmente a numerosos idiomas. 27 , 28 Se ha informado que la diferencia mínima
clínicamente importante 27 es de 6,5 a 16 puntos. La mayoría de los estudios clínicos utilizan
un cambio de 10 puntos como reflejo de una mejora significativa para el paciente. 27 SOR: A
El Foot and Ankle Outcome Score (FAOS) es un cuestionario organizado en 5 subescalas: dolor,
síntomas, actividades de la vida diaria, funció n deportiva y recreativa y calidad de vida relacio‐
nada con el pie y el tobillo. 29 Las puntuaciones varían de 0 a 100, donde 100 indica que no hay
síntomas ni impacto de una lesión en el pie y el tobillo . 30 La FAOS fue desarrollada para pacien‐
tes con lesiones de tobillo y tiene una confiabilidad excelente (test-retest r = 0,96, 0,89, 0,85,
0,92 y 0,92 para cada subescala, respectivamente). 29 La FAOS ha demostrado capacidad de
respuesta en pacientes con tendinopatía de Aquiles. 16 , 30 SOR: B
Deficiencias funcionales
Prueba de elevació n del taló n para la resistencia de los mú sculos de la pantorrilla La prueba de
elevació n del taló n es una medida de la resistencia de los mú sculos de la pantorrilla y se utiliza
para detectar cambios con el tratamiento a lo largo del tiempo (fiabilidad test-retest: ICC =
0,78–0,84). 33 , 34 Es importante estandarizar la posició n inicial; en la literatura, la posició n ini‐
cial es 0° o 10° de dorsiflexió n (figura 3). Se le indica al paciente que se levante lo má s alto po‐
sible con el taló n cada vez, manteniendo la rodilla recta, y que continú e hasta que se sienta fati‐
gado. Para mantener el equilibrio, se permite al paciente colocar 2 dedos por mano en la pa‐
red. Se debe utilizar un metró nomo para asegurar un ritmo constante, con una frecuencia de
30 elevaciones del taló n por minuto. 33 Se registra el nú mero de repeticiones, la altura má xima
de elevació n del taló n y la cantidad total de trabajo realizado. 33 El índice de simetría de las ex‐
tremidades (extremidad lesionada/extremidad ilesa × 100) se puede calcular para comparar el
grado de dé ficit funcional entre las extremidades. SOR: A
figura 3
A, posició n inicial, y B, posició n elevada para la prueba de resistencia a la elevació n del taló n.
Fuerza de los mú sculos de la pantorrilla Es importante abordar los dé ficits de fuerza porque la
fuerza reducida de los flexores plantares es un factor de riesgo modificable para la tendinopa‐
tía de Aquiles. 16 Se pueden utilizar mé todos tradicionales como la dinamometría para medir la
fuerza má xima isomé trica o diná mica. 35 La dinamometría isociné tica se ha utilizado para eva‐
luar la fuerza de los flexores plantares y dorsiflexores del tobillo tanto de forma concé ntrica
como excé ntrica a diversas velocidades angulares (ICC = 0,37–0,95). 35 Otros 35 han medido la
fuerza isomé trica usando un dinamó metro, generalmente con el tobillo a 0° de dorsiflexió n
(ICC = 0,90). SOR: A
Habilidad de salto Los saltos con una sola pierna y el salto con contramovimiento de caída se
pueden utilizar para medir la funció n y el grado de dolor al saltar. 33 Los saltos con una sola
pierna implican una serie de saltos rítmicos continuos, similares a saltar la cuerda. El tiempo de
contacto y el tiempo de vuelo se pueden utilizar para calcular un cociente pliomé trico (tiempo
de vuelo/tiempo de contacto; confiabilidad test-retest para el cociente pliomé trico: ICC = 0,83–
0,94). 33 El salto con contramovimiento se realiza con una sola pierna saltando desde una caja o
superficie elevada, aterrizando y saltando inmediatamente hasta alcanzar la altura má xima (fia‐
bilidad test-retest para la altura del salto: ICC = 0,88–0,92). 33 El nivel de dolor durante las
pruebas de salto tambié n se evalú a en la escala numé rica de calificació n del dolor. 6SOR : A
Imá genes por ultrasonido (Figura 4) se puede utilizar para evaluar la morfología del tendó n
(longitud, grosor y á rea de secció n transversal del tendó n) y la presencia de condiciones pato‐
ló gicas (tendinosis, calcificació n intratendinosa, deformidad ó sea, bursitis, paratenonitis y neo‐
vascularizació n). 11 , 37 Pueden existir cambios morfoló gicos en tendones asintomá ticos, pero
se asocian con un mayor riesgo en el desarrollo de síntomas, gravedad de los síntomas y pro‐
nó stico con el tratamiento. 23 , 24 Las medidas del grosor del tendó n (ICC = 0,898, SEM = 0,02
cm, MDC = 0,03 cm) se pueden comparar con la extremidad contralateral no lesionada o una
regió n no afectada del tendó n en la extremidad lesionada para proporcionar un índice de en‐
grosamiento del tendó n. 23 , 37 SOR: A
Figura 4
Imágenes ecográficas de campo de visió n extendido de A, porció n media y B, tendinopatía de Aquiles de in‐
serció n con medidas del grosor del tendó n en la regió n sintomática y una regió n no afectada del tendó n (línea
continua). C, Propiedades psicométricas de las medidas del espesor del tendó n. 36 Abreviaturas: ICC, coefi‐
ciente de correlació n intraclase; MDC: cambio mínimo detectable; SEM, error estándar de medida.
La elastografía de ondas de corte (SWE) es una forma de imá genes por ultrasonido capaz de
medir las propiedades mecá nicas de los tendones que se utiliza cada vez má s en medicina de‐
portiva para seguir la progresió n o la recuperació n de los pacientes despué s de lesiones en los
tendones. SWE, una té cnica vá lida y confiable (ICC = 0,70–0,86), puede detectar cambios en las
propiedades mecá nicas asociadas con la curació n del tendó n. 38 , 39 Ademá s, las medidas SWE
se han correlacionado estrechamente ( r = 0,80) con los síntomas. 40 SOR:B
Factores psicologicos
La naturaleza cró nica y debilitante de la tendinopatía de Aquiles puede provocar ansiedad, de‐
presió n y mala calidad de vida en general. 41 Los atletas cuyo sentido de identidad está ligado a
su deporte o desempeñ o son particularmente susceptibles. Sin embargo, la presencia de facto‐
res psicoló gicos negativos puede no ser evidente. Los atletas pueden desarrollar miedo al do‐
lor con el movimiento o kinesiofobia , lo que puede afectar la participació n en el tratamiento y
la percepció n de la gravedad de la lesió n. 42 La Escala de Kinesiofobia de Tampa es un cuestio‐
nario de 17 ítems diseñ ado para evaluar la gravedad de la kinesiofobia. 42 La Escala de Kine‐
siofobia de Tampa tiene una excelente consistencia interna (α de Cronbach = 0,84) y validez de
constructo (promedio r = 0,44 para todos los ítems). Las puntuaciones varían de 0 a 68, y las
puntuaciones má s altas indican un mayor grado de kinesiofobia. 42 SOR:C
TRATAMIENTO
Dolor y dificultad con todas las actividades, dificultad para realizar 10 elevaciones del
taló n con una sola pierna.
Intensidad de carga
Progrese cargando hasta el 100% del peso corporal con movimientos lentos y
controlados. Si es necesario, comience con terapia acuática, soporte del peso corporal o
flexió n plantar isométrica.
Objetivos
Informació n del modelo de seguimiento del dolor y consejos sobre la actividad física.
Elevaciones del taló n con dos piernas de pie en el suelo (3×10 a 15 repeticiones)
Dolor con el ejercicio, rigidez matutina, dolor al realizar elevaciones del taló n.
Intensidad de carga
Objetivos
Empezar a fortalecer
Tabla 3
El propó sito de esta fase es detener el ciclo negativo de sobrecarga y progresió n continua de la
lesió n (Tabla 3). Es importante realizar un historial completo de la progresió n de la lesió n para
comprender la lesió n, los síntomas y la irritabilidad de los tejidos, así como para abordar la re‐
ducció n de la carga. Debido a que el reposo completo y la descarga de los tendones pueden ser
perjudiciales y prolongar la recuperació n, es ú til utilizar el nivel de síntomas y dolor como guía
para determinar el nivel apropiado de actividad. 12 Los pacientes varían en su percepció n y to‐
lerancia al dolor, pero evitar el dolor moderado y severo y el empeoramiento de los síntomas
con el tiempo es una prioridad al considerar el nivel de actividad. El modelo de seguimiento del
dolor (Figura 5) se ha utilizado con éxito como guía para la carga del tendó n en pacientes con
tendinopatía de Aquiles. 6 Este modelo es una herramienta ú til que ayuda a los mé dicos y pa‐
cientes a determinar có mo deben progresar los programas de ejercicio y el manejo de la carga.
Se pueden utilizar actividades alternativas (como correr en aguas profundas y andar en bici‐
cleta) que imponen cargas má s bajas en el tendó n de Aquiles para mantener la aptitud
cardiovascular.
Figura 5
El modelo de seguimiento del dolor. Reimpreso con autorizació n de Silbernagel KG, Crossley KM. Una pro‐
puesta de programa de regreso al deporte para pacientes con tendinopatía de Aquiles de la porció n media: jus‐
tificació n e implementació n. J Orthop Deportes Phys. Ther. 2015;45(11):876–886.
La educació n del paciente es vital para obtener resultados exitosos y cumplimiento. El paciente
necesita una comprensió n profunda del propó sito de los ejercicios, el uso del modelo de moni‐
torizació n del dolor y el pronó stico esperado. La gestió n de la carga, especialmente en los de‐
portistas, debe discutirse con todas las partes interesadas (jugadores, entrenadores, prepara‐
dores físicos, directivos y personal mé dico) porque muchas consideraciones entran en juego
en la toma de decisiones.
A lo largo del tratamiento, los ejercicios específicos utilizados para la carga del tendó n de Aqui‐
les son varios tipos de elevaciones del taló n (Figura 6). En la fase inicial, es beneficioso comen‐
zar en una superficie nivelada y asegurarse de que el paciente pueda controlar los movimien‐
tos concé ntricos y excé ntricos de la elevació n del taló n. Si el paciente tiene dificultades para
realizar la elevació n del taló n, se puede realizar la carga mediante contracciones isomé tricas o
bandas de resistencia. Para aquellos con tendinopatía de inserció n, limitar el grado de dorsifle‐
xió n es ú til para prevenir la compresió n entre el tendó n y el calcá neo. El grado de dorsiflexió n
se puede limitar colocando un elevador debajo del taló n (como una tabla de 1,27 a 2,54 cm
[0,5 a 1 pulgada]) al realizar las elevaciones del taló n. El grado de síntomas e irritabilidad del
paciente guía la progresió n a travé s de las fases de rehabilitació n. Un diario de entrenamiento
en el que el paciente documente los ejercicios realizados, otras actividades y la calificació n del
dolor (por la mañ ana y con actividad) es beneficioso tanto para el paciente como para el mé ‐
dico para evaluar el progreso.
Figura 6
Ejercicios de carga del tendó n de Aquiles de uso comú n. A, Elevació n bilateral del taló n. B, Elevació n unilate‐
ral del taló n. C, Elevació n del taló n sentado. D, elevació n excéntrica del taló n. E, Elevació n del taló n con
rebote.
Fase de recuperació n
Fase de reconstrucció n
Nuestro programa de regreso al deporte se basa en la premisa de que el tejido del tendó n re‐
quiere una recuperació n má s prolongada de actividades de carga pesada (36 a 72 horas),
mientras que las actividades má s ligeras se pueden realizar con má s frecuencia. 47 La intensi‐
dad, duració n y frecuencia de la carga del tendó n de Aquiles se consideran al aumentar pro‐
gresivamente la demanda durante la fase de regreso al deporte. Luego, las actividades deporti‐
vas se clasifican en nivel ligero, medio o alto segú n las calificaciones de dolor del atleta (du‐
rante y despué s de la actividad) y el esfuerzo percibido del tendó n de Aquiles utilizando la es‐
cala de Borg (Tabla 4). 48 La clasificació n de la actividad deportiva la determinan el mé dico, el
deportista y el entrenador. Las actividades de nivel ligero se pueden realizar diariamente, las
actividades de nivel medio deben ir seguidas de 2 días de recuperació n y las actividades de ni‐
vel alto deben ir seguidas de 3 días de recuperació n. Luego se planifica un programa de entre‐
namiento que combine actividades de bajo y alto nivel y garantice un tiempo de recuperació n
adecuado durante aproximadamente 3 semanas. En nuestra experiencia, permitir actividades
de alto nivel garantiza tanto la dosis de entrenamiento adecuada para mejorar la capacidad del
deportista como el tiempo de recuperació n adecuado. Las actividades generalmente se reclasi‐
fican cada 3 a 4 semanas y se agregan nuevas actividades de alto nivel para avanzar hacia un
retorno completo al deporte y al rendimiento. Se requiere que el atleta documente el dolor y
los síntomas diariamente y califique el esfuerzo percibido en el tendó n de Aquiles despué s de
cada actividad en un diario de entrenamiento que se revisa con el mé dico y el entrenador. Pro‐
ponemos que seguir diligentemente este programa de regreso al deporte ayudará a prevenir
un regreso prematuro al deporte y una nueva lesió n y dará como resultado un regreso exitoso
al deporte. 25 , 26
Tabla 4
Terapia extracorpó rea con ondas Eficaz para aliviar el dolor y promover la B
de choque 2,16 curació n del tendó n a corto plazo.
INTERVENCIONES ADICIONALES
Se han sugerido numerosas intervenciones para promover la recuperació n de la tendinopatía
de Aquiles, ya sea junto con terapia de ejercicio o de forma aislada. Sin embargo, la carga pro‐
gresiva del tendó n sigue siendo la piedra angular del tratamiento de la tendinopatía de Aquiles.
Se proporciona un resumen de las intervenciones propuestas y las calificaciones SOR en
Tabla 2.
PREVENCIÓ N
Para prevenir eficazmente la tendinopatía de Aquiles y los síntomas debilitantes que afectan la
participació n deportiva, debemos abordar la sobrecarga perpetua en una etapa temprana. La
dificultad actual con la detecció n temprana y la prevenció n es que el signo cardinal de la tendi‐
nopatía de Aquiles es el dolor en el tendó n de Aquiles que limita la participació n deportiva. Sin
embargo, el dolor con la actividad generalmente va precedido de semanas o meses de rigidez
matutina y dolor leve, a menudo ignorados tanto por el atleta como por el mé dico mientras el
atleta pueda participar en el deporte. 13 , 18 Algunos atletas han descrito un período de rendi‐
miento reducido (como aumento del tiempo de carrera) antes de desarrollar síntomas, y esto
debe tomarse en serio. 3 Por lo tanto, monitorear la carga de entrenamiento, la participació n
deportiva y las sesiones de recuperació n es beneficioso para detectar cambios repentinos en
las cargas de entrenamiento que aumentan el riesgo de tendinopatía de Aquiles. Ademá s, el
rendimiento del deportista debe evaluarse perió dicamente para identificar cualquier deterioro
que pueda indicar un cambio en la salud del tendó n de Aquiles. Los cambios en la estructura
del tendó n, como la tendinosis, pueden ocurrir antes de que el atleta presente algú n síntoma y
son un factor de riesgo para desarrollar tendinopatía de Aquiles. 24 Un cambio estructural ob‐
servado en imá genes de ultrasonido no significa que el atleta desarrollará síntomas, pero el
mé dico puede usar la informació n en combinació n con medidas de carga de entrenamiento y
rendimiento para determinar si es necesario retirar a un atleta de la prá ctica y realizar un en‐
trenamiento alternativo.
Por lo tanto, proponemos que la mejor prevenció n es reconocer los primeros síntomas “meno‐
res” y tratarlos con control de carga (ajustando las cargas de entrenamiento) en lugar de igno‐
rarlos o abordar ú nicamente los síntomas. Cuanto antes se detecte la lesió n, menor será el
tiempo esperado para una recuperació n completa.
RESUMEN
La tendinopatía de Aquiles es una lesió n debilitante que afecta mú ltiples dominios de la salud y
la funció n física del tendó n. Por lo tanto, es fundamental realizar una evaluació n integral que
incluya medidas de resultados confiables y vá lidas de cada dominio afectado. El tratamiento
debe centrarse en la modificació n de la actividad y ejercicios progresivos de carga del tendó n
para promover la remodelació n del tendó n y la restauració n de la funció n de los mú sculos de
la pantorrilla. Ademá s, estas intervenciones deben combinarse con la educació n del paciente
para establecer un cronograma realista para el regreso al deporte y el papel del dolor como
guía de la actividad y el descanso. Para garantizar la recuperació n total de la salud del tendó n y
minimizar el riesgo de una nueva lesió n, es posible que sea necesario abordar deficiencias y
factores de riesgo adicionales. En casos raros, es posible que sea necesario considerar inter‐
venciones má s invasivas cuando un atleta no ha logrado una rehabilitació n basada en los prin‐
cipios descritos en este documento. Sin embargo, estas intervenciones deben considerarse
como un ú ltimo recurso.
EXPRESIONES DE GRATITUD
Este estudio fue apoyado por el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesquelé ‐
ticas y de la Piel de los Institutos Nacionales de Salud bajo el Premio No. R01AR072034 (KG Sil‐
bernagel y S. Hanlon). El trabajo fue financiado en parte por una beca de Florence P. Kendall y
una Promoció n de Estudios de Doctorado I de la Fundació n de Fisioterapia (A. Sprague).
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Artículo Revista de Fisioterapia y Tecnología Médica
Diciembre, 2020 Vol.4 No.12 20-26
Universidad Politécnica de Pachuca, Carretera Pachuca-Cd. Sahagún, km.20, Ex-Hacienda de Santa Bárbara, Zempoala,
Hidalgo, México. CP. 43830
ID 1er Autor: Sandra Kristal, Cortés-Márquez / ORC ID: 0000-0002-2218-8740, Researcher ID Thomson: V-5736-2018 y
CVU CONACYT ID: 395488
ID 1er Coautor: Camilo Josafat, Zamora-Mendoza / ORC ID: 0000-0003-3195-3966, Researcher ID Thomson: AAW-5056-
2020, CVU CONACYT ID: 1081309
ID 2do Coautor: Valeria, González- Franco / ORC ID: 0000-0001-9939-7463, Researcher ID Thomson: AAW-4093-2020,
CVU CONACYT ID: 1079461
Resumen Abstract
La tendinosis es una patología frecuente en personas que Tendenosis is a frequent pathology in people who carry
realizan actividades de forma repetida, con resistencia y de out activities in a repetitive, resistant and cyclic way,
forma cíclica, alterando el proceso de recuperación de las altering the recovery process of the collagen fibers, which
fibras de colágeno, deformadas por la carga y por la propia are deformed by the load and by the own loss of its repair
pérdida del proceso de reparación. Se realizó un estudio process. A quasi-experimental, descriptive, longitudinal
cuasi-experimental, descriptivo, longitudinal de paciente study of a 46-year-old female patient diagnosed with
femenino de 46 años de edad con diagnóstico de tendinosis tendenosis of the epithelial muscles with a 4-month
de los músculos epitrocleares con 4 meses de evolución evolution was carried out. She was treated with transverse
que fue tratada con Masaje Transverso de Cyriax y con Cyriax massage and eccentric exercise. The study shows
ejercicio excéntrico. El estudio demuestra que el that physiopathological training is key to generate an
entendimiento fisiopatológico es clave para generar un adequate physiotherapeutic treatment, reaffirming the
tratamiento fisioterapéutico adecuado, reafirmando la effectiveness of these techniques in tendenosis, showing
eficacia de estas técnicas en la tendinosis, mostrando el the structural change of collagen fibers and their
cambio estructural de fibras de colágeno y su remodeling through musculoskeletal ultrasound and
remodelación a través de ultrasonido musculoesquelético muscle strength scales; Daniels, function, Disabilities of
y escalas de fuerza muscular; Daniels, de función; the Arm, Shoulder and Hand (DASH) and pain, Visual
Disabilities Of the Arm Shoulder and Hand (DASH) y de Analogical Scale.
dolor; Escala Visual Analógica (EVA).
Introducción Tendinosis
Aceleración
Compresa de Sobre la zona
Húmedo metabolismo durante 10
Caliente CHC (Efecto min.
analgésico)
Conclusión
Anexos
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Abstracto
La tendinopatía de Aquiles es una lesió n dolorosa por uso excesivo que es extremadamente
comú n en los atletas, especialmente aquellos que practican deportes de carrera y salto.
Ademá s del dolor, la tendinopatía de Aquiles se acompañ a de alteraciones en la estructura y las
propiedades mecá nicas del tendó n, alteració n de la funció n de las extremidades inferiores y
miedo al movimiento. En conjunto, estas deficiencias limitan la participació n y el rendimiento
deportivo. Se requiere una evaluació n exhaustiva y un plan de tratamiento integral, centrado
en la carga progresiva del tendó n, para garantizar la recuperació n total de la salud del tendó n
y minimizar el riesgo de volver a lesionarse. En esta revisió n, proporcionaremos una
actualizació n sobre la evaluació n basada en evidencia, la evaluació n de resultados, el
tratamiento y la planificació n del regreso al deporte para la tendinopatía de Aquiles. Ademá s,
proporcionaremos la solidez de la evidencia para estas recomendaciones utilizando el sistema
de taxonomía de fortaleza de recomendació n.
Puntos clave
La tendinopatía de Aquiles (es decir, tendinitis de Aquiles) es una lesió n dolorosa por uso exce‐
sivo del tendó n de Aquiles. 1 – 4 Esta lesió n está muy extendida entre los atletas, especialmente
aquellos que practican deportes de carrera y salto. 1 – 3 Entre los atletas de atletismo de é lite, el
43 % informó tener síntomas actuales o previos de tendinopatía de Aquiles, con la prevalencia
má s alta (83 %) en corredores de media distancia. 3 Dos tercios de los atletas en este estudio
tambié n notaron que el dolor en el tendó n afectó negativamente su rendimiento. 3 Sin em‐
bargo, la tendinopatía de Aquiles no es una lesió n puramente deportiva, dado que el 65% de
las lesiones diagnosticadas en un entorno de prá ctica general no está n relacionadas con el de‐
porte. 4 A pesar de nuestra mejor comprensió n de la lesió n, sigue siendo una lesió n devasta‐
dora, aunque progresa lentamente. Los atletas sintomá ticos a menudo continú an practicando
deportes, aunque el rendimiento a menudo se ve afectado y la lesió n empeorará si se ignora. 3 ,
5
La recuperació n completa puede tardar un añ o o má s y es comú n volver a lesionarse, espe‐
cialmente cuando el regreso al deporte es apresurado. 5 , 6 Si los síntomas iniciales de dolor y
rigidez se reconocen y abordan tempranamente, en lugar de ignorarlos, se puede reducir la
gravedad de la lesió n, con un efecto menor sobre el rendimiento deportivo y un tiempo má s
corto hasta la recuperació n completa. 6 En esta revisió n de “Conceptos clínicos actuales”, pre‐
sentaremos las recomendaciones basadas en evidencia má s actuales para el diagnó stico, la
evaluació n de resultados, el tratamiento y la planificació n del regreso al deporte. La taxonomía
de Fuerza de Recomendació n (SOR) se utilizará para calificar la fuerza de la evidencia (tabla 1).
7 Ademá s, propondremos un enfoque holístico para la evaluació n y la atenció n, con sugeren‐
cias sobre có mo prevenir las consecuencias devastadoras de esta lesió n reconociendo sus sig‐
nos tempranos y utilizando un programa de regreso al deporte para minimizar la recurrencia
de lesiones y las nuevas lesiones.
tabla 1
Fuerza de Definició n
recomendació n
TENDINOPATÍA DE AQUILES
La tendinopatía de Aquiles es un diagnó stico clínico cuando el paciente presenta una combina‐
ció n de dolor localizado, hinchazó n del tendó n de Aquiles y pé rdida de funció n. 8 Las lesiones
del tendó n de Aquiles se pueden dividir en tendinopatía de inserció n (20%-25% de las lesio‐
nes), tendinopatía de la porció n media (55%-65%) y lesiones de la unió n musculotendinosa
proximal (9%-25%), segú n la ubicació n del dolor. . 8 Sin embargo, los pacientes pueden pre‐
sentar síntomas en la inserció n y en la porció n media al mismo tiempo, y aproximadamente el
30% tiene dolor bilateral. 6
Mecanismo de lesió n
El tendó n de Aquiles responde mecano , lo que significa que se adaptará a las demandas de
carga que se le imponen al tejido. 9 , 12 La causa exacta de la tendinopatía varía; sin embargo, la
causa má s comú n en los deportistas es la carga excesiva con un tiempo de recuperació n inade‐
cuado entre sesiones de entrenamiento. 13 Entre los atletas que desarrollaron tendinopatía de
Aquiles, del 60% al 80% describieron un cambio repentino o aumento en la intensidad o dura‐
ció n del entrenamiento (es decir, error en la carga de entrenamiento). 8 , 14 Sin embargo, no to‐
dos los casos está n relacionados con el deporte, y los aumentos en el trabajo o la actividad dia‐
ria pueden contribuir a una carga excesiva. 4 En la inserció n del tendó n de Aquiles, las fuerzas
de compresió n sobre el tendó n de Aquiles y el calcá neo por el calzado o actividades que colo‐
can el tobillo en dorsiflexió n (p. ej., correr cuesta arriba) o una anomalía anató mica (p. ej., de‐
formidad de Haglund) pueden contribuir al desarrollo del dolor. 15 SOR: A
Factores de riesgo
Síntomas
Los atletas suelen describir una aparició n gradual de síntomas que incluyen rigidez por la ma‐
ñ ana o despué s de estar sentado durante mucho tiempo, dolor a la palpació n, dolor con la acti‐
vidad (correr o saltar) y dé ficits en la fuerza o el rendimiento. El dolor relacionado con la acti‐
vidad puede variar segú n la gravedad. Un síntoma temprano es el dolor al inicio de la actividad
que desaparece pronto con una sola sesió n de entrenamiento. 3 No es raro que un atleta expe‐
rimente un rendimiento atlé tico reducido (tiempo de carrera má s lento o rendimiento de salto
disminuido) antes de sentir dolor durante la ejecució n. 3 Los atletas que ignoran los síntomas
menores pueden progresar hasta experimentar dolor durante y despué s de la actividad y re‐
ducir aú n má s el rendimiento. 5 , 13 Es importante señ alar que los pacientes con tendinopatía
de Aquiles a menudo no presentan dolor en ausencia de carga. 10SOR : A
Figura 1
Palpació n de la A, porció n media; B, inserció n del tendó n de Aquiles; y C, la bolsa y la bolsa de grasa medial y
lateral.
El signo del arco y la prueba del Royal London Hospital son pruebas de diagnó stico adicionales
que se utilizan para confirmar la tendinopatía de Aquiles de la porció n media. 16 , 19 , 21 Para el
signo del arco, primero se palpa el tendó n para identificar cualquier nó dulo engrosado. Si hay
engrosamiento, se pellizca ligeramente el á rea mientras el paciente realiza activamente la fle‐
xió n dorsal y plantar del tobillo. La prueba se considera positiva si el evaluador siente un nó ‐
dulo engrosado en movimiento (sensibilidad = 25%, especificidad = 100%). 19 – 21 Para la
prueba del Royal London Hospital, se pellizca el tendó n para identificar la ubicació n má s sinto‐
má tica con el pie en reposo. Luego, el paciente flexiona activamente el pie y el examinador
vuelve a pellizcar el lugar previamente identificado. La reducció n del dolor a la palpació n
cuando el tobillo está en dorsiflexió n indica una prueba positiva (sensibilidad = 51%, especifici‐
dad = 93%). 19 – 21 SOR: A
Figura 2
Dominios de la salud del tendó n. Abreviatura: PROM, medidas de resultado informadas por el paciente.
MEDIDAS DE RESULTADO
La gravedad de los síntomas y el dolor, así como su efecto sobre la participació n y la actividad,
a menudo se evalú an mediante escalas de dolor y cuestionarios y medidas de resultados infor‐
mados por los pacientes. 27 El dolor a la palpació n y el dolor con la actividad, como los saltos,
se evalú an no só lo para el diagnó stico, como se describió anteriormente, sino que tambié n son
ú tiles para evaluar el cambio con el tratamiento. 6 , 20 , 27 Los pacientes califican su dolor du‐
rante la palpació n y la actividad en una escala numé rica donde 0 = sin dolor y 10 = el peor dolor
imaginable . 20 , 27 SOR: A
El cuestionario del Aquiles del Instituto Victoriano de Evaluació n del Deporte (VISA-A) fue di‐
señ ado para evaluar el dolor y la gravedad de los síntomas con la actividad en pacientes con
tendinopatía de Aquiles. 28 La VISA-A contiene 8 preguntas y las puntuaciones varían de 0 a
100, donde 100 indica ausencia de síntomas y participación plena en actividad física . La puntua‐
ció n VISA-A es vá lida y confiable (test-retest r = 0,93–0,98), responde al cambio y ha sido adap‐
tada transculturalmente a numerosos idiomas. 27 , 28 Se ha informado que la diferencia mínima
clínicamente importante 27 es de 6,5 a 16 puntos. La mayoría de los estudios clínicos utilizan
un cambio de 10 puntos como reflejo de una mejora significativa para el paciente. 27 SOR: A
El Foot and Ankle Outcome Score (FAOS) es un cuestionario organizado en 5 subescalas: dolor,
síntomas, actividades de la vida diaria, funció n deportiva y recreativa y calidad de vida relacio‐
nada con el pie y el tobillo. 29 Las puntuaciones varían de 0 a 100, donde 100 indica que no hay
síntomas ni impacto de una lesión en el pie y el tobillo . 30 La FAOS fue desarrollada para pacien‐
tes con lesiones de tobillo y tiene una confiabilidad excelente (test-retest r = 0,96, 0,89, 0,85,
0,92 y 0,92 para cada subescala, respectivamente). 29 La FAOS ha demostrado capacidad de
respuesta en pacientes con tendinopatía de Aquiles. 16 , 30 SOR: B
Deficiencias funcionales
Prueba de elevació n del taló n para la resistencia de los mú sculos de la pantorrilla La prueba de
elevació n del taló n es una medida de la resistencia de los mú sculos de la pantorrilla y se utiliza
para detectar cambios con el tratamiento a lo largo del tiempo (fiabilidad test-retest: ICC =
0,78–0,84). 33 , 34 Es importante estandarizar la posició n inicial; en la literatura, la posició n ini‐
cial es 0° o 10° de dorsiflexió n (figura 3). Se le indica al paciente que se levante lo má s alto po‐
sible con el taló n cada vez, manteniendo la rodilla recta, y que continú e hasta que se sienta fati‐
gado. Para mantener el equilibrio, se permite al paciente colocar 2 dedos por mano en la pa‐
red. Se debe utilizar un metró nomo para asegurar un ritmo constante, con una frecuencia de
30 elevaciones del taló n por minuto. 33 Se registra el nú mero de repeticiones, la altura má xima
de elevació n del taló n y la cantidad total de trabajo realizado. 33 El índice de simetría de las ex‐
tremidades (extremidad lesionada/extremidad ilesa × 100) se puede calcular para comparar el
grado de dé ficit funcional entre las extremidades. SOR: A
figura 3
A, posició n inicial, y B, posició n elevada para la prueba de resistencia a la elevació n del taló n.
Fuerza de los mú sculos de la pantorrilla Es importante abordar los dé ficits de fuerza porque la
fuerza reducida de los flexores plantares es un factor de riesgo modificable para la tendinopa‐
tía de Aquiles. 16 Se pueden utilizar mé todos tradicionales como la dinamometría para medir la
fuerza má xima isomé trica o diná mica. 35 La dinamometría isociné tica se ha utilizado para eva‐
luar la fuerza de los flexores plantares y dorsiflexores del tobillo tanto de forma concé ntrica
como excé ntrica a diversas velocidades angulares (ICC = 0,37–0,95). 35 Otros 35 han medido la
fuerza isomé trica usando un dinamó metro, generalmente con el tobillo a 0° de dorsiflexió n
(ICC = 0,90). SOR: A
Habilidad de salto Los saltos con una sola pierna y el salto con contramovimiento de caída se
pueden utilizar para medir la funció n y el grado de dolor al saltar. 33 Los saltos con una sola
pierna implican una serie de saltos rítmicos continuos, similares a saltar la cuerda. El tiempo de
contacto y el tiempo de vuelo se pueden utilizar para calcular un cociente pliomé trico (tiempo
de vuelo/tiempo de contacto; confiabilidad test-retest para el cociente pliomé trico: ICC = 0,83–
0,94). 33 El salto con contramovimiento se realiza con una sola pierna saltando desde una caja o
superficie elevada, aterrizando y saltando inmediatamente hasta alcanzar la altura má xima (fia‐
bilidad test-retest para la altura del salto: ICC = 0,88–0,92). 33 El nivel de dolor durante las
pruebas de salto tambié n se evalú a en la escala numé rica de calificació n del dolor. 6SOR : A
Imá genes por ultrasonido (Figura 4) se puede utilizar para evaluar la morfología del tendó n
(longitud, grosor y á rea de secció n transversal del tendó n) y la presencia de condiciones pato‐
ló gicas (tendinosis, calcificació n intratendinosa, deformidad ó sea, bursitis, paratenonitis y neo‐
vascularizació n). 11 , 37 Pueden existir cambios morfoló gicos en tendones asintomá ticos, pero
se asocian con un mayor riesgo en el desarrollo de síntomas, gravedad de los síntomas y pro‐
nó stico con el tratamiento. 23 , 24 Las medidas del grosor del tendó n (ICC = 0,898, SEM = 0,02
cm, MDC = 0,03 cm) se pueden comparar con la extremidad contralateral no lesionada o una
regió n no afectada del tendó n en la extremidad lesionada para proporcionar un índice de en‐
grosamiento del tendó n. 23 , 37 SOR: A
Figura 4
Imágenes ecográficas de campo de visió n extendido de A, porció n media y B, tendinopatía de Aquiles de in‐
serció n con medidas del grosor del tendó n en la regió n sintomática y una regió n no afectada del tendó n (línea
continua). C, Propiedades psicométricas de las medidas del espesor del tendó n. 36 Abreviaturas: ICC, coefi‐
ciente de correlació n intraclase; MDC: cambio mínimo detectable; SEM, error estándar de medida.
La elastografía de ondas de corte (SWE) es una forma de imá genes por ultrasonido capaz de
medir las propiedades mecá nicas de los tendones que se utiliza cada vez má s en medicina de‐
portiva para seguir la progresió n o la recuperació n de los pacientes despué s de lesiones en los
tendones. SWE, una té cnica vá lida y confiable (ICC = 0,70–0,86), puede detectar cambios en las
propiedades mecá nicas asociadas con la curació n del tendó n. 38 , 39 Ademá s, las medidas SWE
se han correlacionado estrechamente ( r = 0,80) con los síntomas. 40 SOR:B
Factores psicologicos
La naturaleza cró nica y debilitante de la tendinopatía de Aquiles puede provocar ansiedad, de‐
presió n y mala calidad de vida en general. 41 Los atletas cuyo sentido de identidad está ligado a
su deporte o desempeñ o son particularmente susceptibles. Sin embargo, la presencia de facto‐
res psicoló gicos negativos puede no ser evidente. Los atletas pueden desarrollar miedo al do‐
lor con el movimiento o kinesiofobia , lo que puede afectar la participació n en el tratamiento y
la percepció n de la gravedad de la lesió n. 42 La Escala de Kinesiofobia de Tampa es un cuestio‐
nario de 17 ítems diseñ ado para evaluar la gravedad de la kinesiofobia. 42 La Escala de Kine‐
siofobia de Tampa tiene una excelente consistencia interna (α de Cronbach = 0,84) y validez de
constructo (promedio r = 0,44 para todos los ítems). Las puntuaciones varían de 0 a 68, y las
puntuaciones má s altas indican un mayor grado de kinesiofobia. 42 SOR:C
TRATAMIENTO
Dolor y dificultad con todas las actividades, dificultad para realizar 10 elevaciones del
taló n con una sola pierna.
Intensidad de carga
Progrese cargando hasta el 100% del peso corporal con movimientos lentos y
controlados. Si es necesario, comience con terapia acuática, soporte del peso corporal o
flexió n plantar isométrica.
Objetivos
Informació n del modelo de seguimiento del dolor y consejos sobre la actividad física.
Elevaciones del taló n con dos piernas de pie en el suelo (3×10 a 15 repeticiones)
Dolor con el ejercicio, rigidez matutina, dolor al realizar elevaciones del taló n.
Intensidad de carga
Objetivos
Empezar a fortalecer
Tabla 3
El propó sito de esta fase es detener el ciclo negativo de sobrecarga y progresió n continua de la
lesió n (Tabla 3). Es importante realizar un historial completo de la progresió n de la lesió n para
comprender la lesió n, los síntomas y la irritabilidad de los tejidos, así como para abordar la re‐
ducció n de la carga. Debido a que el reposo completo y la descarga de los tendones pueden ser
perjudiciales y prolongar la recuperació n, es ú til utilizar el nivel de síntomas y dolor como guía
para determinar el nivel apropiado de actividad. 12 Los pacientes varían en su percepció n y to‐
lerancia al dolor, pero evitar el dolor moderado y severo y el empeoramiento de los síntomas
con el tiempo es una prioridad al considerar el nivel de actividad. El modelo de seguimiento del
dolor (Figura 5) se ha utilizado con éxito como guía para la carga del tendó n en pacientes con
tendinopatía de Aquiles. 6 Este modelo es una herramienta ú til que ayuda a los mé dicos y pa‐
cientes a determinar có mo deben progresar los programas de ejercicio y el manejo de la carga.
Se pueden utilizar actividades alternativas (como correr en aguas profundas y andar en bici‐
cleta) que imponen cargas má s bajas en el tendó n de Aquiles para mantener la aptitud
cardiovascular.
Figura 5
El modelo de seguimiento del dolor. Reimpreso con autorizació n de Silbernagel KG, Crossley KM. Una pro‐
puesta de programa de regreso al deporte para pacientes con tendinopatía de Aquiles de la porció n media: jus‐
tificació n e implementació n. J Orthop Deportes Phys. Ther. 2015;45(11):876–886.
La educació n del paciente es vital para obtener resultados exitosos y cumplimiento. El paciente
necesita una comprensió n profunda del propó sito de los ejercicios, el uso del modelo de moni‐
torizació n del dolor y el pronó stico esperado. La gestió n de la carga, especialmente en los de‐
portistas, debe discutirse con todas las partes interesadas (jugadores, entrenadores, prepara‐
dores físicos, directivos y personal mé dico) porque muchas consideraciones entran en juego
en la toma de decisiones.
A lo largo del tratamiento, los ejercicios específicos utilizados para la carga del tendó n de Aqui‐
les son varios tipos de elevaciones del taló n (Figura 6). En la fase inicial, es beneficioso comen‐
zar en una superficie nivelada y asegurarse de que el paciente pueda controlar los movimien‐
tos concé ntricos y excé ntricos de la elevació n del taló n. Si el paciente tiene dificultades para
realizar la elevació n del taló n, se puede realizar la carga mediante contracciones isomé tricas o
bandas de resistencia. Para aquellos con tendinopatía de inserció n, limitar el grado de dorsifle‐
xió n es ú til para prevenir la compresió n entre el tendó n y el calcá neo. El grado de dorsiflexió n
se puede limitar colocando un elevador debajo del taló n (como una tabla de 1,27 a 2,54 cm
[0,5 a 1 pulgada]) al realizar las elevaciones del taló n. El grado de síntomas e irritabilidad del
paciente guía la progresió n a travé s de las fases de rehabilitació n. Un diario de entrenamiento
en el que el paciente documente los ejercicios realizados, otras actividades y la calificació n del
dolor (por la mañ ana y con actividad) es beneficioso tanto para el paciente como para el mé ‐
dico para evaluar el progreso.
Figura 6
Ejercicios de carga del tendó n de Aquiles de uso comú n. A, Elevació n bilateral del taló n. B, Elevació n unilate‐
ral del taló n. C, Elevació n del taló n sentado. D, elevació n excéntrica del taló n. E, Elevació n del taló n con
rebote.
Fase de recuperació n
Fase de reconstrucció n
Nuestro programa de regreso al deporte se basa en la premisa de que el tejido del tendó n re‐
quiere una recuperació n má s prolongada de actividades de carga pesada (36 a 72 horas),
mientras que las actividades má s ligeras se pueden realizar con má s frecuencia. 47 La intensi‐
dad, duració n y frecuencia de la carga del tendó n de Aquiles se consideran al aumentar pro‐
gresivamente la demanda durante la fase de regreso al deporte. Luego, las actividades deporti‐
vas se clasifican en nivel ligero, medio o alto segú n las calificaciones de dolor del atleta (du‐
rante y despué s de la actividad) y el esfuerzo percibido del tendó n de Aquiles utilizando la es‐
cala de Borg (Tabla 4). 48 La clasificació n de la actividad deportiva la determinan el mé dico, el
deportista y el entrenador. Las actividades de nivel ligero se pueden realizar diariamente, las
actividades de nivel medio deben ir seguidas de 2 días de recuperació n y las actividades de ni‐
vel alto deben ir seguidas de 3 días de recuperació n. Luego se planifica un programa de entre‐
namiento que combine actividades de bajo y alto nivel y garantice un tiempo de recuperació n
adecuado durante aproximadamente 3 semanas. En nuestra experiencia, permitir actividades
de alto nivel garantiza tanto la dosis de entrenamiento adecuada para mejorar la capacidad del
deportista como el tiempo de recuperació n adecuado. Las actividades generalmente se reclasi‐
fican cada 3 a 4 semanas y se agregan nuevas actividades de alto nivel para avanzar hacia un
retorno completo al deporte y al rendimiento. Se requiere que el atleta documente el dolor y
los síntomas diariamente y califique el esfuerzo percibido en el tendó n de Aquiles despué s de
cada actividad en un diario de entrenamiento que se revisa con el mé dico y el entrenador. Pro‐
ponemos que seguir diligentemente este programa de regreso al deporte ayudará a prevenir
un regreso prematuro al deporte y una nueva lesió n y dará como resultado un regreso exitoso
al deporte. 25 , 26
Tabla 4
Terapia extracorpó rea con ondas Eficaz para aliviar el dolor y promover la B
de choque 2,16 curació n del tendó n a corto plazo.
INTERVENCIONES ADICIONALES
Se han sugerido numerosas intervenciones para promover la recuperació n de la tendinopatía
de Aquiles, ya sea junto con terapia de ejercicio o de forma aislada. Sin embargo, la carga pro‐
gresiva del tendó n sigue siendo la piedra angular del tratamiento de la tendinopatía de Aquiles.
Se proporciona un resumen de las intervenciones propuestas y las calificaciones SOR en
Tabla 2.
PREVENCIÓ N
Para prevenir eficazmente la tendinopatía de Aquiles y los síntomas debilitantes que afectan la
participació n deportiva, debemos abordar la sobrecarga perpetua en una etapa temprana. La
dificultad actual con la detecció n temprana y la prevenció n es que el signo cardinal de la tendi‐
nopatía de Aquiles es el dolor en el tendó n de Aquiles que limita la participació n deportiva. Sin
embargo, el dolor con la actividad generalmente va precedido de semanas o meses de rigidez
matutina y dolor leve, a menudo ignorados tanto por el atleta como por el mé dico mientras el
atleta pueda participar en el deporte. 13 , 18 Algunos atletas han descrito un período de rendi‐
miento reducido (como aumento del tiempo de carrera) antes de desarrollar síntomas, y esto
debe tomarse en serio. 3 Por lo tanto, monitorear la carga de entrenamiento, la participació n
deportiva y las sesiones de recuperació n es beneficioso para detectar cambios repentinos en
las cargas de entrenamiento que aumentan el riesgo de tendinopatía de Aquiles. Ademá s, el
rendimiento del deportista debe evaluarse perió dicamente para identificar cualquier deterioro
que pueda indicar un cambio en la salud del tendó n de Aquiles. Los cambios en la estructura
del tendó n, como la tendinosis, pueden ocurrir antes de que el atleta presente algú n síntoma y
son un factor de riesgo para desarrollar tendinopatía de Aquiles. 24 Un cambio estructural ob‐
servado en imá genes de ultrasonido no significa que el atleta desarrollará síntomas, pero el
mé dico puede usar la informació n en combinació n con medidas de carga de entrenamiento y
rendimiento para determinar si es necesario retirar a un atleta de la prá ctica y realizar un en‐
trenamiento alternativo.
Por lo tanto, proponemos que la mejor prevenció n es reconocer los primeros síntomas “meno‐
res” y tratarlos con control de carga (ajustando las cargas de entrenamiento) en lugar de igno‐
rarlos o abordar ú nicamente los síntomas. Cuanto antes se detecte la lesió n, menor será el
tiempo esperado para una recuperació n completa.
RESUMEN
La tendinopatía de Aquiles es una lesió n debilitante que afecta mú ltiples dominios de la salud y
la funció n física del tendó n. Por lo tanto, es fundamental realizar una evaluació n integral que
incluya medidas de resultados confiables y vá lidas de cada dominio afectado. El tratamiento
debe centrarse en la modificació n de la actividad y ejercicios progresivos de carga del tendó n
para promover la remodelació n del tendó n y la restauració n de la funció n de los mú sculos de
la pantorrilla. Ademá s, estas intervenciones deben combinarse con la educació n del paciente
para establecer un cronograma realista para el regreso al deporte y el papel del dolor como
guía de la actividad y el descanso. Para garantizar la recuperació n total de la salud del tendó n y
minimizar el riesgo de una nueva lesió n, es posible que sea necesario abordar deficiencias y
factores de riesgo adicionales. En casos raros, es posible que sea necesario considerar inter‐
venciones má s invasivas cuando un atleta no ha logrado una rehabilitació n basada en los prin‐
cipios descritos en este documento. Sin embargo, estas intervenciones deben considerarse
como un ú ltimo recurso.
EXPRESIONES DE GRATITUD
Este estudio fue apoyado por el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesquelé ‐
ticas y de la Piel de los Institutos Nacionales de Salud bajo el Premio No. R01AR072034 (KG Sil‐
bernagel y S. Hanlon). El trabajo fue financiado en parte por una beca de Florence P. Kendall y
una Promoció n de Estudios de Doctorado I de la Fundació n de Fisioterapia (A. Sprague).
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Ó by the National Athletic Trainers’ Association, Inc Current Clinical Concepts
www.natajournals.org
Achilles tendinopathy is a painful overuse injury that is extremely to minimize the risk of reinjury. In this review, we will provide an
common in athletes, especially those who participate in running update on the evidence-based evaluation, outcome assess-
and jumping sports. In addition to pain, Achilles tendinopathy is ment, treatment, and return-to-sport planning for Achilles
accompanied by alterations in the tendon’s structure and tendinopathy. Furthermore, we will provide the strength of
mechanical properties, altered lower extremity function, and
evidence for these recommendations using the Strength of
fear of movement. Cumulatively, these impairments limit sport
Recommendation Taxonomy system.
participation and performance. A thorough evaluation and
comprehensive treatment plan, centered on progressive tendon Key Words: tendinitis, rehabilitation, tendon, exercise ther-
loading, is required to ensure full recovery of tendon health and apy, loading
Key Points
Achilles tendinopathy is a clinical diagnosis based on localized tendon pain and swelling and pain with activities.
Exercise that provides mechanical loading of the Achilles tendon is the treatment with the highest level of evidence.
Treatment should focus on activity modification and progressive tendon-loading exercises.
Full recovery of symptoms does not ensure full recovery of function or tendon structure.
The best prevention is to recognize early ‘‘minor’’ symptoms and treat with load control.
A
chilles tendinopathy (ie, Achilles tendinitis) is a evaluation and care, with suggestions on how to prevent
painful overuse injury of the Achilles tendon.1–4 the devastating consequences of this injury by recognizing
This injury is rampant among athletes, especially its early signs and using a return-to-sport program to
those involved in running and jumping sports.1–3 Among minimize injury recurrence and reinjury.
elite track and field athletes, 43% reported having either
current or prior symptoms of Achilles tendinopathy, with ACHILLES TENDINOPATHY
the highest prevalence (83%) in middle-distance runners.3
Two-thirds of the athletes in this study also noted that the Achilles tendinopathy is a clinical diagnosis when the
tendon pain negatively affected their performance.3 How- patient presents with a combination of localized pain,
ever, Achilles tendinopathy is not purely an athletic injury, swelling of the Achilles tendon, and loss of function.8
given that 65% of injuries diagnosed in a general practice Achilles tendon injuries can be separated into insertional
setting are not sport related.4 Despite our improved tendinopathy (20%–25% of the injuries), midportion
understanding of the injury, it remains a devastating, albeit tendinopathy (55%–65%), and proximal musculotendinous
slowly progressing, injury. Symptomatic athletes often junction (9%–25%) injuries, according to the location of
continue sport participation, although performance is often pain.8 However, patients may present with symptoms at the
affected and the injury will worsen if ignored.3,5 Full insertion and midportion concurrently, and approximately
recovery can take a year or longer and reinjury is common, 30% have bilateral pain.6
especially when the return to sport is rushed.5,6 If the initial Tendinopathy is described as either degeneration or failed
symptoms of soreness and stiffness are recognized and healing due to continuous overload without appropriate
addressed early, instead of being ignored, injury severity recovery.9 The use of the term tendinitis is discouraged
can be reduced, with a smaller effect on sport performance because it implies inflammatory activity, which may or may
and a shorter time to full recovery.6 In this ‘‘Current not be present in the injured tendon.10 In addition,
Clinical Concepts’’ review, we will present the most current inflammation cannot routinely be assessed clinically.9,10
evidence-based recommendations for diagnosis, outcome At the tissue level, tendinopathy is characterized by
assessment, treatment, and return-to-sport planning. The localized or diffuse increases in thickness (tendinosis), loss
Strength of Recommendation (SOR) Taxonomy will be of normal collagen architecture, an increased amount of
used to grade the strength of evidence (Table 1).7 proteoglycans, and general breakdown of tissue organiza-
Furthermore, we will propose a holistic approach to tion.9,10 These structural changes in the tendon result in
rehabilitation is an excellent way to resume running while sport phase. A good rule of thumb is that before an athlete
controlling the load on the tendon. In addition, it is is allowed to return to running and jumping, pain during
important to address any other lower extremity impairments daily walking should be minimal (1–2 of 10 on the numeric
detected during the evaluation and potential risk factors pain-rating scale). Pain level during single-legged hopping
(such as deficits in ankle or foot strength and range of can also be used as a return-to-sport criterion.6 A patient
motion as well as hip neuromuscular control) at this time. who has a pain level above 2 (of 10) when performing 20
Improving the strength of the ankle and foot muscles, hops will struggle to start running while remaining within
especially the intrinsic foot muscles, will help the push-off the pain-monitoring guidelines.
phase during running and jumping, whereas ensuring good
knee and hip strength and function will help ensure good
Return-to-Sport Phase
lower extremity biomechanics.
The goal of this phase is to return the athlete to full sport
Rebuilding Phase participation and performance while Achilles tendon and
lower extremity functions continue to improve. Based on
The purpose of this phase is to transition to heavier our research and clinical experience, we developed a
strength training of the calf muscles, increase or start
running and jumping activities, and further promote tendon
recovery (Table 3). At this stage, external loads are added
during the heel-rise exercises. This can be done by
performing the exercises with a weighted vest or backpack
or while in a leg press or Smith machine. Exercises
performed at home are normally started with 10 lb (4.5 kg);
when 3 sets of 15 repetitions are performed easily, the
weight is increased. An alternative is to perform heavier
heel rises at a gym 3 times per week and then lighter heel
rises at home daily. It is often important to remind the
athlete during this stage that despite having recovered calf-
muscle strength and endurance, the heel-rise exercises
should be continued to promote tendon healing and
recovery. Plyometric training starts with bilateral jumps
and progresses to unilateral jumps. Preparation for the
return to participation starts with initiating specific sport
activities. This phase generally overlaps with the return-to-
return-to-sport program for athletes with Achilles tendin- medium-level activities need to be followed by 2 recovery
opathy.43 The goal of the program is to facilitate the days, and high-level activities need to be followed by 3
decision-making process in returning an athlete with days of recovery. A training schedule that combines low- to
Achilles tendinopathy to full sport participation while high-level activities and ensures proper recovery time is
minimizing the risk of recurrence. Because the athlete then planned for approximately 3 weeks. In our experience,
might not have symptoms from the Achilles tendon injury allowing high-level activities ensures both the proper
during sport participation at the latter stages of rehabilita- training dose to improve the athlete’s capacity and the
tion, he or she might be tempted to return prematurely. The appropriate recovery time. Activities are generally reclas-
evaluation of symptoms, stiffness, pain, and swelling after sified every 3 to 4 weeks, and new high-level activities are
training, especially the following day, is crucial before added to progress toward a full return to sport and
determining the appropriate increase in training intensity. performance. The athlete is required to document pain
During this stage, the pain-monitoring model (Figure 5) is a and symptoms daily and grade the perceived exertion on the
useful guide for determining the appropriate activity level. Achilles tendon after each activity in a training diary that is
Various factors must be considered when planning an reviewed with the clinician and coach. We propose that
athlete’s return to sport after Achilles tendinopathy. The diligently following this return-to-sport program will help
most obvious aspect, which is also addressed most often in prevent a premature return to sport and reinjury and result
the literature, is the level of pain with physical activity. in a successful return to sport.25,26
However, recovery of tendon tissue, strength, range of
motion, and function, as well as the demands of the specific
ADDITIONAL INTERVENTIONS
sport, should be part of the decision-making process. Even
in the absence of symptoms, impairments and functional Numerous interventions have been suggested to promote
deficits may persist. Therefore, it is crucial to ensure that an recovery from Achilles tendinopathy, either in conjunction
athlete has full recovery of function, as measured with the with exercise therapy or in isolation. However, progressive
heel-rise and jumping tests, along with symptomatic tendon loading remains the cornerstone of Achilles
recovery. Also beneficial are sport-specific functional tests tendinopathy treatment. A summary of proposed interven-
to ensure symmetry between limbs and for comparison with tions and SOR grades is provided in Table 2.
preinjury data if available.
Our return-to-sport program is based on the premise that PREVENTION
the tendon tissue requires a longer recovery from heavy
loading activities (36–72 hours), whereas lighter activities To effectively prevent Achilles tendinopathy and the
can be performed more often.47 The intensity, duration, and debilitating symptoms that affect sport participation, we
frequency of Achilles tendon loading are considered when must address perpetual overloading at an early stage. The
progressively increasing the demand during the return-to- current difficulty with early detection and prevention is that
sport phase. Sport activities are then classified at a light, the cardinal sign for Achilles tendinopathy is pain in the
medium, or high level based on the athlete’s ratings of pain Achilles tendon that limits sport participation. However,
(during and after activity) and perceived Achilles tendon pain with activity is generally preceded by weeks or months
exertion using the Borg scale (Table 4).48 The classification of morning stiffness and minor pain, often ignored by both
of sport activity is determined by the clinician, athlete, and the athlete and the clinician as long as the athlete can
coach. Light-level activities can be performed daily, participate in sport.13,18 Some athletes have described a
Address correspondence to Karin Grävare Silbernagel, PhD, PT, ATC, Department of Physical Therapy, University of Delaware, 540
South College Avenue, Newark, DE 19713. Address e-mail to kgs@udel.edu.