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TEMA 8.

DERECHO INTERREGIONAL: CRITERIOS FUNDAMENTALES


SEGUIDOS POR EL CC. VECINDAD CIVIL: EXAMEN ARTS. 14 Y 15. SU PRUEBA.

EL DERECHO INTERREGIONAL

Se puede definir: como el conjunto de normas, también llamadas de conflicto interno,


que determinan la legislación aplicable a las relaciones entre particulares sujetos a
legislaciones diferentes dentro de un mismo estado.

Competencia estatal para regularlo: corresponde exclusivamente al Estado, ex art.


149.1.8 CE, que atribuye a éste la competencia sobre reglas relativas a la aplicación y
eficacia de las normas jurídicas y sobre las normas para resolver los conflictos de
leyes, y ello es para conseguir un sistema uniforme, evitando situaciones de doble
vecindad civil o de ausencia de vecindad. Así, ex art. 13 CC: 1. Las disposiciones de
este Título Preliminar, en cuanto determinan los efectos de las Leyes y las reglas
generales para su aplicación, así como las del título lV del libro l, con excepción de las
normas de este último relativas al REM, tendrán aplicación general y directa en toda
España. 2. En lo demás, y con pleno respeto a los Derechos especiales o forales de las
provincias o territorios en que están vigentes, regirá el CC como Derecho supletorio,
en defecto del que lo sea en cada una de aquéllas, según sus normas especiales.
La STC 6.05.1993, declara la reserva al Estado de las normas para resolver conflictos
de derecho interregional, y reitera esta doctrina la STC 08.07.1993 y añade que se
posibilita una posición de paridad entre los derechos forales, y entre ellos y el Derecho
Civil común, por la atribución en exclusiva al Estado de la competencia sobre las
normas para resolver los conflictos de leyes; la STC 23.04.2013, reconoce que el Estado
debe evitar toda discriminación entre los distintos ordenamientos, eligiendo puntos de
conexión neutros; y la STC 16.11.2021, añade que así se garantiza ese principio de
paridad de los ordenamientos civiles.

CRITERIOS FUNDAMENTALES SEGUIDOS POR EL CÓDIGO CIVIL

Regulación: Las normas de Derecho Interregional están en el Capítulo V del Título


Preliminar, Ámbito de aplicación de los regímenes jurídicos civiles coexistentes en el
territorio nacional, arts. 13 a 16, y en las normas de Derecho Internacional Privado,
arts. 8 a 12, contenidas en el Capítulo IV del Título Preliminar, por expresa remisión
del art. 16.1 para de resolver los conflictos de leyes que puedan surgir por la
coexistencia de los distintos derechos civiles en España.

A) Ámbito general: Art. 16.1: los conflictos de Leyes que pueden surgir por la
coexistencia de distintas legislaciones civiles en el territorio nacional se resolverán
según las normas contenidas en el capítulo lV con las ss. particularidades: 1ª. Será Ley
personal la determinada por la vecindad civil. 2ª. No será aplicable lo dispuesto en los
apartados 1, 2 y 3 del art. 12 sobre calificación, remisión y orden público. Así pues,
los criterios fundamentales son:
1. Remisión general al Derecho Internacional Privado: remisión criticada por algún
autor por entender que hubiera sido preferible una ley autónoma de conflictos
interregionales. En todo caso, al proceder la norma de conflicto del Estado, el
Derecho civil aplicable de entre los distintos que rigen en territorio español será el
que determine la norma de conflicto.

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2. Establecimiento de la vecindad civil como ley personal: ejerce el papel que ocupa
la nacionalidad en el Derecho Internacional Privado. La vecindad civil es
determinante del estatuto personal, y ex art. 16.1 y 9.1: la Ley personal
correspondiente a las personas físicas será la determinada por su vecindad civil.
Dicha Ley regirá la capacidad, estado civil, derechos y deberes de familia y la
sucesión por causa de muerte.
3. Exclusión: No obstante, no todas las normas de Derecho Internacional Privado
contenidas en el Capítulo IV del Título Preliminar pueden aplicarse a los
conflictos de Derecho Interregional, como son:
a) Las referidas a la nacionalidad del art. 9.9 y 9.10.
b) Las referidas a los Derechos de Propiedad Intelectual e Industrial del art. 10.4, por
ser de competencia exclusiva estatal, ex art. 149.1 9ª CE.
c) Las materias excluidas expresamente por el art. 16.1 regla 2ª referidas a:
- Calificación del art. 12.1, ya que esta compete exclusivamente al poder judicial, que
es único en España por el principio de unidad jurisdiccional del art. 147.5 CE.
- Reenvío del art. 12.2, porque la competencia sobre normas para resolver los
conflictos de leyes es competencia exclusiva del Estado por el art. 149.1 8ª CE.
- Orden público, del art. 12.2, amparado por el art. 16.1 CE, a los efectos de que nada
pueda perturbar el ejercicio de los derechos fundamentales y libertades públicas.
4. Fraude de ley (12.4): al no ser excluido por el art. 16, se aplica al derecho
interregional, por difícil que sea su prueba. Las SSTS 5.04.1994 y 14.09.2009
restringen su admisión a que se acredite la voluntad de fraude (ambos supuestos se
referían a casos de adquisición de vecindad civil que implicaba la disminución o
desaparición de derechos legitimarios).

B) Ámbito de Derecho de familia: Se aplica el art. 9.2: Los efectos del matrimonio se
regirán por la ley personal común de los cónyuges al tiempo de contraerlo; en defecto
de esta ley, por la ley personal o de la residencia habitual de cualquiera de ellos,
elegida por ambos en documento auténtico otorgado antes de la celebración del
matrimonio; a falta de esta elección, por la ley de la residencia habitual común
inmediatamente posterior a la celebración, y, a falta de dicha residencia, por la del
lugar de celebración del matrimonio. La nulidad, la separación y el divorcio se regirán
por la ley que determina el art.107. No obstante, caso de cónyuges con distinta
vecindad civil casados en el extranjero y residencia común posterior al matrimonio en el
extranjero, ex nº 3 al art. 16: Los efectos del matrimonio entre españoles se regularán
por la ley española que resulte aplicable según los criterios del art. 9 y, en su defecto,
por el CC. En este último caso se aplicará el régimen de separación de bienes del CC si
conforme a una y otra ley personal de los contrayentes hubiera de regir un sistema de
separación. Aquí se consagra la aplicación del derecho común como cláusula de cierre,
lo que parece una norma poco respetuosa con los derechos forales, lo que la STC
8.07.1993 justifica por la necesidad de certeza y seguridad jurídica en el tráfico
interregional y por tratarse de una solución de cierre, después de agotarse todas las
conexiones neutras. En el caso de cónyuges, uno con vecindad civil catalana y otro
balear, casados en el extranjero y residencia posterior al matrimonio en el extranjero, al
tener ambas leyes como REM supletorio el de separación de bienes, el art. 16.3 párrafo
2º aplica el REM de separación de bienes del CC, solución también poco respetuosa
con los derechos forales. No obstante, hoy ya no se aplica el art. 16.3 si interviene un
elemento de extranjería, como casarse y residir en el extranjero, tengan misma o distinta
vecindad civil, sino que se aplica el Reglamento UE 2016/1103, que atribuye el REM
del lugar de residencia inmediato al matrimonio.
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Parejas de hecho: La CE no se refiere a ellas ni existe una ley estatal que las regule.
No obstante, la mayoría de las CCAA las regulan de una u otra manera. En cuanto al
criterio para suplir la laguna legal, la doctrina mantiene 2 posturas:
1. La que considera que no cabe aplicar por analogía las disposiciones del matrimonio,
según la doctrina del TC, y aboga por una solución casuística, según cual sea el caso.
2. La tesis contraria defiende la necesidad de una solución uniforme y propone como
criterios la vecindad común y subsidiariamente la de la residencia común.
Si interviene un elemento de extranjería, casarse y residir en el extranjero, tengan la
misma o distinta vecindad civil, se aplica el Reglamento UE 2016/1104, si la unión
está registrada en los casos de que el Registro sea obligatorio.

C) Ámbito de Derecho sucesorio: Se aplica el art. 9.8: La sucesión por causa de


muerte se regirá por la ley nacional del causante en el momento de su fallecimiento,
cualesquiera que sean la naturaleza de los bienes y el país donde se encuentren. Sin
embargo, las disposiciones hechas en testamento y los pactos sucesorios ordenados
conforme a la ley nacional del testador o del disponente en el momento de su
otorgamiento conservarán su validez, aunque sea otra la ley que rija la sucesión, si
bien las legítimas se ajustarán, en su caso, a esta última. En el ámbito internacional,
esta norma ha sido desplazada por el Reglamento sobre sucesiones 650/2012,
sustituyendo el criterio de nacionalidad por el de residencia habitual. La cuestión es si el
Reglamento se aplica al Derecho interregional o se sigue aplicando el art. 9.8. El art. 38
Reglamento dispone que los Estados no están obligados a aplicar el Reglamento a los
conflictos de leyes que surjan por la coexistencia de diversas legislaciones dentro del
mismo Estado. Pero el que el Estado no tenga esta obligación no significa que no pueda
hacerlo, con lo que la cuestión se centra en la interpretación del art. 16.1 CC: La mayor
doctrina se decanta por la no aplicación de la norma comunitaria a los conflictos
interregionales y aplicar el criterio de la vecindad civil.
En cuanto al art. 9.8.in fine Los derechos que por ministerio de la ley se atribuyan al
cónyuge supérstite se regirán por la misma ley que regule los efectos del matrimonio, a
salvo siempre las legítimas de los descendientes. Las RRDG 11.03.2003 y 18.06.2003,
resuelve la cuestión de si corresponde a la viuda de causante intestado de vecindad
catalana casado en gananciales, el usufruto universal del derecho catalán o solo el tercio
de mejora de la ley común que regula los efectos del matrimonio, interpretando
restrictivamente el art. 9.8 por el principio de unidad en la ley sucesoria: los derechos
del viudo se regirán por la ley sucesoria del causante, y la remisión a la ley de los
efectos del matrimonio se refiere a los ligados a los efectos personales o estatuto
primario patrimonial (año de luto, aventajas, ajuar doméstico). No obstante, para la STS
28.04.2014, el art. 9.8, en una interpretación amplia, excepciona el principio general de
unidad de la sucesión y aplica a los derechos sucesorios del viudo la ley reguladora de
los efectos del matrimonio. Esta STS ha sido ratificada por otra en interés casacional de
16.03.2016, al decir que la norma sobre los efectos del matrimonio no distingue entre
relaciones personales del vínculo matrimonial (generales o morales como los deberes de
fidelidad o convivencia, o las ligadas a un estatuto primario como el año de luto,
aventajas, ajuar doméstico, etc.) y relaciones patrimoniales, sino los efectos del
matrimonio comportan un conjunto de derechos y deberes de contenido económico,
también en el ámbito sucesorio de los cónyuges.
Finalmente, el art. 16.2 contiene una norma especial sobre el usufructo de viudedad
aragonés y al derecho expectante de viudedad: El derecho de viudedad regulado en
la Compilación aragonesa corresponde a los cónyuges sometidos al REM de dicha
Compilación, aunque después cambie su vecindad civil, con exclusión en este caso de la
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legítima que establezca la ley sucesoria. El derecho expectante de viudedad no podrá
oponerse al adquirente a título oneroso y de buena fe de los bienes que no radiquen en
territorio donde se reconozca tal derecho, si el contrato se hubiera celebrado fuera de
dicho territorio, sin haber hecho constar el régimen económico matrimonial del
transmitente. El usufructo viudal corresponde también al cónyuge supérstite cuando el
premuerto tuviese vecindad civil aragonesa en el momento de su muerte. Esta norma
tiene sentido si se estima que el usufructo de viudedad aragonés encuentra encaje en las
normas del REM, y no en las del régimen de sucesiones, sin olvidar el art. 271.3.
Código Derecho Foral Aragonés, que dice: El derecho de viudedad es compatible con
cualquier REM, con lo cual deja sin efecto en este punto el art. 16.2. Además, el art.
271.1, coincidente con el art. 192 dispone: La celebración del matrimonio atribuye a
cada cónyuge el usufructo de viudedad sobre todos los bienes del que primero fallezca
y el 271.2 2. Durante el matrimonio el derecho de viudedad se manifiesta como derecho
expectante de modo que existirá viudedad en todos los matrimonios cuyos efectos se
rijan por la ley aragonesa, con independencia de cuál sea su REM.

D) Derecho intercomarcal: un caso especial es el llamado derecho intercomarcal


existente en algunas CCAA donde hay zonas con instituciones singulares propias; a
ellas se refiere el art. 15.4 La dependencia personal respecto a una comarca o localidad
con especialidad civil propia o distinta, dentro de la legislación especial o foral del
territorio correspondiente, se regirá por las disposiciones de este art. y las del anterior.
Bercovitz crítica esta art. por referirse solo a la legislación especial o foral, pues
también hay un derecho territorial dentro del derecho común, como el Fuero de Baylío.
Por otra parte, se admite que la propia CA regule el punto de conexión respecto de su
institución peculiar como son los casos del art. 111-3.4 CCC; el 2.2. Compilación de
Baleares; o el 9 Ley 5/2015, de Derecho Civil Vasco.

LA VECINDAD CIVIL: EXAMEN DE LOS ARTS. 14 Y 15 CC

Concepto: Es el vínculo jurídico que une a toda persona física de nacionalidad española
con un determinado Ordenamiento Jurídico Civil de entre los existentes en España.
Como apoyo a esta definición podemos citar:
- El art. 14.1: la sujeción al Derecho Civil común o al especial o foral se determina por
la vecindad civil.
- La STC 226/1993, de 8 de julio: La vecindad civil es, así, la circunstancia personal
de quienes tienen nacionalidad española, que determina la aplicabilidad, en cuanto
ley personal, del Dº del CC o de uno de los restantes Derechos civiles españoles.
Es el punto de conexión y único criterio para resolver los conflictos entre Derechos
Civiles en España que, como ley personal determinará que ordenamiento civil se aplica
al caso concreto; para ello, hay que ver cómo se adquiere, se conserva y se pierde la
vecindad civil. Como notas destacadas podemos señalar:
- Toda persona física de nacionalidad española tiene desde que nace una vecindad civil.
- La tiene, aunque nazca o resida en el extranjero.
- No tienen vecindad civil los extranjeros.
- Nadie puede tener dos o más vecindades civiles simultáneamente.
- Como cualidad o condición de la persona, forma parte de su estado civil o estatuto
personal; por tanto, la ley de la vecindad civil se aplica a las materias regidas por el
estatuto personal que, ex art. 9.1, son las relativas a la capacidad y el estado civil, los
derechos y deberes de la familia y la sucesión por causa de muerte.
- La competencia sobre la vecindad civil es del Estado y sus normas son imperativas.
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Vecindad civil y personas jurídicas: el CC no contiene ninguna norma de adquisición
de vecindad civil a personas jurídicas, acaso porque en el siglo XIX, los Derechos
forales no contenían ninguna regulación sobre personas jurídicas. Hoy, en los
Ordenamientos autonómicos hay leyes sobre personas jurídicas (asociaciones,
fundaciones, cooperativas), para cuya aplicación no es relevante el criterio de vecindad
civil, sino el criterio del domicilio.

Adquisición de la vecindad civil: Se distingue entre originaria, atribuida desde el


nacimiento y la determinada después retroactivamente ex art. 14.3 párrafo 2º, y
derivada, atribuida por cambio posterior. Se discute de qué clase es la primera vecindad
civil atribuida al extranjero nacionalizado, aunque tal distinción carece de
consecuencias jurídicas. En todo caso la adquisición puede ser:

1. Por filiación o Ius sanguinis:


a) Caso de estar determinada respecto de ambos progenitores con misma vecindad
civil o por determinada respecto de un progenitor, se aplica el art. 14.2 Tienen
vecindad civil en territorio de derecho común, o en uno de los de derecho especial o
foral, los nacidos de padres que tengan tal vecindad. Por la adopción, el adoptado no
emancipado adquiere la vecindad civil de los adoptantes.
Respecto de la adopción, ex art. 108.2 CC, extingue los vínculos jurídicos entre el
adoptado y su familia de origen adquiriendo el adoptado, ipso iure, la vecindad civil del
adoptante o la común de ambos adoptantes. No obstante, en los casos excepcionales del
art. 178. 2 a) y b) CC donde subsisten los vínculos jurídicos con la familia del
progenitor sustituido, ni en el caso del art. 180.3 el hijo adoptado no pierde su vecindad
civil. La extinción de la adopción no causa la pérdida de la vecindad ex art. 180.3.
b) Para el caso de progenitores de diferente vecindad civil, ex art. 14.3 párrafo 1º Si
al nacer el hijo, o al ser adoptado, los padres tuvieren distinta vecindad civil, el hijo
tendrá la que corresponda a aquél de los dos respecto del cual la filiación haya sido
determinada antes; en su defecto, tendrá la del lugar del nacimiento, y, en último
término, la vecindad de derecho común. Como vemos, primero aplica el criterio del Ius
sanguinis, en su defecto el criterio del Ius soli, criterio este criticado por ser algo
accidental que va contra el principio de unidad familiar que aconseja que el hijo tuviera
la vecindad de al menos uno de los padres. El art. 68 del Reglamento del Registro Civil
permite la ficción de considerar como lugar de nacimiento el del domicilio de los
progenitores. El criterio del Ius soli se mitiga por la excepción que atribuye a los
progenitores el art. 14.3 párrafo 2º Sin embargo, los padres, o el que de ellos ejerza o
le haya sido atribuida la patria potestad, podrán atribuir al hijo la vecindad civil de
cualquiera de ellos en tanto no transcurran los 6 meses siguientes al nacimiento o a la
adopción. Esta declaración de atribución de vecindad civil al hijo, hoy también se puede
hacer ante notario ex art. 68 Ley 20/2011 LRC.
Respecto del criterio de cierre de la vecindad de derecho común solo será aplicable a
hijos nacidos en el extranjero de padres de distinta vecindad y que no hayan ejercido en
6 meses el derecho de atribución; este criterio ha sido criticado por la doctrina por no
dar un trato igual a todas las legislaciones civiles de España. Sin embargo, la STC
8.07.1993 ha reconocido su constitucionalidad.

Mantenimiento de la vecindad civil. Art. 14.3 párrafo 3º: La privación o suspensión


en el ejercicio de la patria potestad, o el cambio de vecindad de los padres, no afectará
a la vecindad civil de los hijos. El cambio de vecindad desatiende el principio de unidad
familiar, pero se puede corregir por la opción del hijo.
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2. Por opción del hijo: el art. 14.3, párrafo 4º En todo caso el hijo desde que cumpla
14 años y hasta que transcurra 1 año después de su emancipación podrá optar bien por
la vecindad civil del lugar de su nacimiento, bien por la última vecindad de cualquiera
de sus padres. Si no estuviera emancipado, habrá de ser asistido en la opción por el
representante legal. Si viven los dos padres, deberá ser asistido por ambos, ya que a
ellos les corresponde la representación legal, lo que no ocurre si su vecindad es la
aragonesa. Si uno de los padres ha fallecido, se cuestiona si el hijo puede optar por la
vecindad del padre en el momento del fallecimiento: se puede decir que el padre
fallecido no tiene vecindad civil alguna. Sin embargo, Honorio Romero cree que la
expresión por la última vecindad de cualquiera de sus padres no impide optar por la
vecindad civil del fallecido.

3. Por opción por la del cónyuge: Art. 14.4: El matrimonio no altera la vecindad civil.
No obstante, cualquiera de los cónyuges no separados, ya sea legalmente o, de hecho,
podrá, en todo momento, optar por la vecindad civil del otro. Este derecho de opción se
establece en aras del principio de unidad familiar.

4. Por residencia. Art.14.5: La vecindad civil se adquiere: 1º Por residencia


continuada durante 2 años siempre que el interesado manifieste ser esa su voluntad. 2º
Por residencia continuada de 10 años sin declaración en contrario durante ese plazo.
Ambas declaraciones se harán constar en el RC y no necesitan ser reiteradas.
Respecto de la cuestión de si computa para cumplir los 10 años el tiempo de la minoría
de edad, la STS 16.12.2015, en recurso de casación por razón de interés casacional, crea
Jurisprudencia y cierra la polémica creada, no solo entre autores, sino en la propia
Jurisprudencia con sentencias contradictorias, al declarar que en el plazo de 10 años NO
se computa el tiempo en que el interesado NO podía legalmente regir su persona, de
acuerdo con el párrafo 2ºdel art. 225 RRC.

5. Por presunción para casos dudosos: art. 14.6 En caso de duda prevalecerá la
vecindad civil que corresponda al lugar de nacimiento. Se trata de una imposición legal
u ope legis: derecho común en caso de duda.

6. Por adquisición de la nacionalidad española: la regulación legal distingue 2 casos:


a) Por opción (19 y 20) y por residencia (22), art. 15.1: El extranjero que adquiera la
nacionalidad española deberá optar, al inscribir la adquisición de la nacionalidad,
por cualquiera de las vecindades siguientes: a) La correspondiente al lugar de
residencia. b) La del lugar del nacimiento. c) La última vecindad de cualquiera de
sus progenitores o adoptantes. d) La del cónyuge. Esta declaración de opción se
formulará, según los casos, por el propio optante, solo o con los apoyos que la
persona con discapacidad, en su caso, precise, o por su representante legal. Cuando
la adquisición de la nacionalidad se haga por declaración o a petición del
representante legal, la autorización necesaria deberá determinar la vecindad civil
por la que se ha de optar. Se refería a la autorización del art. 20.2.a) CC, que hoy se
ha eliminado por Ley 8/2021.
b) Por carta de naturaleza (21): art. 15.2 El extranjero que adquiera la nacionalidad
por carta de naturaleza tendrá la vecindad civil que el RD de concesión determine,
teniendo en cuenta la opción de aquél, de acuerdo con lo que dispone el apartado
anterior u otras circunstancias que concurran en el peticionario.

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7. Por recuperación de la nacionalidad española: art. 15.3 la recuperación de la
nacionalidad española lleva consigo la de aquella vecindad civil que ostentare el
interesado al tiempo de su pérdida.

SU PRUEBA

Dificultad: El problema de la prueba de la vecindad civil viene dado por su regulación


y porque es muy infrecuente su inscripción o anotación en el Registro Civil. Aunque
todos los españoles tienen una vecindad civil, la gran mayoría desconocen que la tienen.
El art. 4. 5º LRC permite el acceso al Registro Civil de la vecindad civil. Entonces, la
prueba sería fácil si su inscripción fuese obligatoria al nacer, que no lo es, cuando ope
legi se otorga al nacido automáticamente una vecindad civil.
A partir de aquí se produce la confusión ya que la vecindad civil puede verse
modificada varias veces de forma automática, sin que la persona se entere, por cambios
de su residencia en un territorio de distinta vecindad civil. Es aquí donde radica la
dificultad de la prueba, debiendo acudir a los medios de prueba, distinguiendo entre:
A) Medios de prueba que resultan del Registro civil: Si la vecindad civil consta en el
Registro Civil, solo hará falta solicitar un certificado de dicho Registro para acreditarla,
pero sus efectos serán distintos según se haya hecho constar la vecina civil por medio de
inscripción o por medio de anotación:
a) Si consta por inscripción, constituye prueba plena de los hechos inscritos, ex art.
17.1 LRC. Se trata de una inscripción constitutiva con valor indubitado: La
inscripción se convierte aquí en un requisito esencial para la propia validez del acto que
no producirá efectos jurídicos hasta ese momento. Esta inscripción es excepcional, ex
art. 18, ya que sólo opera en los casos previstos por la Ley que, ex art. 68.1 LRC, son
los siguientes:
1. La declaración de voluntad del art. 14.3 párrafo 2: Atribución por los padres de
distinta vecindad civil, de la vecina civil de cualquiera de ellos dentro de los 6 meses
ss. al nacimiento o a la adopción.
2. La declaración de voluntad del art. 14.3 párrafo 4: Opción del hijo desde los 14 años
y hasta que 1 año desde su emancipación por la vecindad civil de su nacimiento, o
última vecindad civil de cualquiera de sus padres.
3. La declaración de voluntad del art. 14.4: Opción del cónyuge no separado por la
vecindad civil del otro.
4. La declaración de voluntad del art. 14.5 1º: Opción del interesado por la de su
residencia habitual después de 2 años.
5. La declaración de voluntad del art. 14.5 2º: Opción del interesado por mantener la
que tiene y no perderla por residencia continuada de 10 años.
6. La declaración de voluntad del art. 15.1: Opción del extranjero, al adquirir la
nacionalidad, entre la del lugar de su residencia, o de su nacimiento o la última
vecindad de cualquiera de sus progenitores o adoptantes o la del cónyuge.
7. La asignación del art. 15.2: El extranjero que adquiera la nacionalidad española por
carta de naturaleza tendrá la vecindad civil que el RD de concesión determine.
8. La asignación del art. 15.3: El extranjero que recupere la nacionalidad española lleva
consigo la de aquella vecindad civil que ostentara al tiempo de su pérdida.
9. La notoriedad del art. 58 LRC: Determinación de la vecindad civil por el LAJ,
Notario o Encargado del RC, caso de matrimonio de los contrayentes cuando estos
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no haya pactado capítulos matrimoniales, a los efectos de poder determinar el REM
legal supletorio de los contrayentes, ex art. 9.2 CC por remisión del art. 16.1 1ª CC.
10. El acta de notoriedad de los arts. 60.2 LRC y 53 LN: Para para la constancia del
régimen económico matrimonial legal en un matrimonio ya inscrito.
Estas declaraciones de voluntad, de acuerdo con el art. 68.3 LRC, podrán realizarse
ante el Encargado del RC, notario, o funcionario diplomático o consular encargado del
RC. Por tanto, este funcionario deberá comprobar, al llevar a cabo el procedimiento
correspondiente, que las pruebas aportadas se ajustan con la realidad de esa declaración.
b) Si consta por medio de anotación, tendrá el valor de simple presunción iuris
tantum, con efectos meramente declarativos, no constitutivos. A diferencia de la
inscripción, aquí la anotación no es una prueba indubitada, sino que admite prueba en
contra. La LRC regula los siguientes supuestos
1. La del art. 92.1 b), de acuerdo con el art. 40.3 3º de la LRC: la declaración por el
interesado en el RC de la vecindad civil con valor de simple presunción iuris tantum
según el art. 93.1 LRC, si no consta en el RC previo procedimiento registral.
2. La del art. 69 párrafo 2º de la LRC: Se presume la vecindad civil por ius sanguinis
los nacidos en un territorio de progenitores también nacidos en el mismo territorio.
3. La del art. 1º4.6 del CC: La presunción de que, en caso de duda, prevalecerá la
vecindad civil del lugar del nacimiento.

B) Medios de prueba que NO resultan del Registro Civil: Si no consta la vecindad


civil en el RC, que es la regla general, entonces se deberá de acudir a cualquier otro
medio de prueba, como podrán ser:
a) Medios de prueba con valor indubitado, como:
- El acta de notoriedad del art. 209 del RN (RDGSJyFP de 30 de noviembre de 2013).
- Una resolución judicial firme.
b) Medios de prueba con valor de simple presunción. Así:
- La declaración en el instrumento público del art. 156.4º párrafo 2 del Reglamento
Notarial que dice que se expresará la vecindad civil de las partes cuando lo pidan los
otorgantes o cuando afecte a la validez o eficacia del acto o contrato que se formaliza.
- Cualesquiera otros medios de prueba que, de su valoración conjunta, permitan
reconocer una determinada vecindad civil, como por ejemplo certificados históricos de
empadronamiento, certificados de vida laboral en un determinado lugar, testigos,
declaraciones de renta, etc.

Reelaborado por Albert Domingo. Notario. Agosto 2015. Enero 2018. Julio 2019
vecindad civil y normativa autonómica. Abril 2021, adaptado Ley 8/2021 de reforma la
legislación civil y procesal para el apoyo a las personas con discapacidad. Julio 2021
explicación art. 9.8 CC. Agosto 2021 resumido todo el tema y aclarada la última
pregunta “Su Prueba”. Reelaborado febrero 2022.

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