Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Lectura, reflexión y exposición sobre el artículo que hay que leer. 25 de enero o 2 de marzo.
Quién es el autor, sus líneas de investigación, los resultados de su artículo y qué me ha parecido
el artículo.
Tema 0: Introducción
Castilla: Era la hegemónica. Sancho (Hijo de Alfonso VII) gobierna un año. A su hijo Alfonso
VIII, todavía niño, le influyen su madre y la Corte. Esto supone un momento de crisis debido a
la influencia de los linajes nobiliarios. La idea de España unitaria ha desaparecido tras la muerte
de Alfonso VII y los reinos tienen una serie de problemas internos y externos. Por un lado, las
fronteras eran líneas fluctuantes, por los que los reinos tenían que delimitarlas, y todos querían
aprovechar la situación para crecer territorialmente. Pasan la primera mitad del siglo XII en este
proceso, delimitándolas y consolidándolas. Por el otro lado, en el sur de la PI estaban los
almohades, que tenían un imperio que se desarrollaba desde Libia.
Alfonso VIII crece y quiere generar un imperio consolidado. Se enfrenta con los almohades en
Cuenca en 1177, donde resulta victorioso. Tiene una política expansiva y también crece a costa
de los reinos vecinos. A Navarra le arrebata La Rioja, con lo que Navarra se queda encasillada,
sin salida al mar y entre los dos reinos. Se casa con la princesa Leonor de Inglaterra, la hija de
Enrique II de Plantagenet y Leonor de Aquitania. La novia le otorga como dote el ducado de
Gascuña. Sufre la derrota de Alarcos en 1195 ante los almohades, que le lleva a firmar una
tregua con los almohades, que expira en el 1211.
León: Fernando II estaba muy influenciado por la nobleza. Alfonso IX de León, su hijo, sí llega
con la idea clara de la fortaleza del poder real. Crea las primeras Cortes y refuerza su autoridad.
Se va a dedicar a la repoblación interna de su reino y a intentar acaparar tierras de los leoneses.
Navarra: Sancho el Sabio y Sancho el Fuerte destacan. Inicia su expansión hacia el sur de
Francia. Sancho el Fuerte sanea la economía, por lo que se convierte en una potencia
económica, aunque está reducida en territorio. Se convierte en una gran prestamista, que
financia las conquistas de Aragón.
Aragón: El primer rey de la Corona de Aragón fue Alfonso II, hijo de la reina de Aragón,
Petronila de Aragón, y el conde de Barcelona (a excepción de Urgel y Ampurias) Berenguer IV.
Recibe dos lotes territoriales que unifica. Por un lado, tienen que mantener la herencia de su
padre bajo su soberanía mientras que debe, además, aprovechar sus fronteras con los almohades
para expandirse. Los aragoneses se implican en la cruzada contra los albigenses, motivado por
razones políticas y religiosas, ya que lo piden parte de los señores del sur de Francia. Su hijo, de
hecho, muere en la batalla de Muret.
Por tanto, los reinos peninsulares buscan consolidar sus fronteras internas y consolidar su
territorio frente a los musulmanes. El siglo XII coincide con el apogeo de los almohades, que
están bajo el mando de Abu Yusuf, que tiene una gran capacidad de gobierno, estrategia y de
gran cultura que consigue mantener su imperio casi intacto. Con su muerte, se inicia la
decadencia del imperio almohade. Castilla aprovecha el fin de las treguas para hacer campañas
por el imperio almohade y lleva a cabo correrías militares.
Tema 1: El avance de la Frontera: la expansión cristiana en el siglo XIII.
En el siglo XII y XIII las fronteras eran muy diversas y en movimiento, de vanguardia, que
señalan la máxima expansión de cada reino. Son fronteras de avance y expansión pero que al
mismo tiempo reclama una necesidad de reorganizar el territorio bajo la autoridad del monarca.
Reconquista que reclama la colonización y ocupación del territorio que se hace siguiendo varias
fórmulas, pues es muy desigual.
1. Navas de Tolosa (1212)
Con Abu Abd Allah, hijo de Abu Yusuf, se inicia la decadencia almohade. Los reinos cristianos,
desde la derrota de Alarcos, habían firmado unas treguas que expiraban en 1211. A partir de ese
año, los castellanos inician una serie de correrías militares por ciudades almohades más allá de
Sierra Morena, como Baeza, Úbeda o Jaén. Ante estas incursiones, los almohades se alarman.
Alfonso VIII prepara un gran ejército para realizar una ofensiva a la que el Papa otorga la bula
de cruzada.
El privilegio de cruzada va a animar a que vengan ejércitos de tierras lejanas, de Francia,
órdenes militares, navarros, leoneses (aunque Fernando II no acude) y portugueses. Este ejército
se dirige hacia tierras de Jaén. Los almohades reúnen las tropas en Sevilla. Los castellanos se
aproximan a una llanura en Jaén. Ahí, el 16 de julio, tiene lugar la batalla de las Navas de
Tolosa. Ese mismo día, los cristianos toman una serie de plazas de Jaén (como Úbeda, Baza,
Baños, Tolosa…). Se detecta una epidemia de peste que diezma los ejércitos, que sumada a la
euforia de la victoria, provoca que el rey pida el regreso de los ejércitos.
Navas de Tolosa cambia el sesgo de la historia, puesto que inclina la balanza hacia el lado
cristiano y nos deja establecido el futuro de la reconquista. Determina el trazado de la frontera
entre el mundo musulmán y el cristiano en el Mediterráneo occidental. La gran beneficiada sería
Castilla. Supone un respaldo moral, puesto que pretende la primacía sobre todos los reinos
cristianos. Se creó la percepción del valor de la coalición para derrotar a los almohades y se
reduce la presión exterior. La Corona de Aragón verá crecer sus expectativas de crecimiento
territorial, al igual que Portugal. Entre 1212 y 1230 se produce el desplome del imperio
almohade y el cambio definitivo de las fuerzas político-militares en la PI.
2. Corona de Castilla
El rey victorioso de las Navas de Tolosa es Alfonso VIII. Muere a los dos años, en 1214, a los
59 años. A la muerte de Leonor de Plantagenet, su mujer, se proclama rey al infante Enrique,
que tenía 11 años, por lo que necesita un regente. Don Diego López de Aro había sido el gran
colaborador de Alfonso XIII, y figura idónea para este puesto. No obstante, muere el mismo
año. La alternativa resulta ser una mujer, Berenguela, hermana mayor de Enrique.
En Castilla, el matrimonio de Berenguela con Alfonso IX de León cayó en condena por incesto,
puesto que era su tío. Berenguela vuelve a Castilla y los nobles se oponen a ella. Forman una
facción donde familias como los Núñez de Lara van a formar un partido contra Berenguela.
Estalla una guerra civil entre esa familia y Berenguela en el 1217.
El infante Enrique muere tras un accidente mientras juega. Esto prolonga un periodo de gran
inquietud y dificultad para la corona castellana. Ante esto, se abrían dos posibilidades:
Berenguela o Fernando III “el Santo”, el hijo de Berenguela y Alfonso IX de León. Por lo que
sería rey de Castilla y León a la muerte de su padre. Alfonso IX, enemigo de Castilla, no quiere
que esto suceda, y sacan del reino de León a Fernando, a espaldas de su padre, para llevarlo a
Castilla. A su llegada, se produce una ceremonia en la que Berenguela asume la corona
castellana, pero la cede a su hijo Fernando. Considera ya legítima su figura y, de este modo,
tiene el apoyo de la mayoría de la nobleza. Berenguela será consejera y asesora de su hijo.
Los Núñez de Lara, ante esta situación, tienen que abandonar el reino y buscan refugio en León.
Desde ahí, buscan el modo de derrocar a Fernando y de reavivar el enfrentamiento político.
Logran incluso el apoyo de Alfonso IX. Llegan a Castilla, pero el reino se levanta por completo
a apoyar a Fernando, lo que supone la caída de los Núñez de Lara. Álvaro va a prisión y el resto
apoyan a los almohades.
Fernando III, declarado santo por la Iglesia, inicia su reinado en 1220. Los hechos más
destacados de su reinado son:
Unión definitiva entre Castilla y León en 1230. Su figura había caído en desgracia en
León (se le borra la documentación). Sin embargo, en ese año, fallece a Alfonso IX y la
sucesión queda al cargo del reino de León, por lo que los nobles tienen que considerar a
quién elevan a la corona real leonesa. Se reúnen en la ciudad de Toro y todos aclaman
como rey a Fernando. El mal estado del reinado hace que la nobleza vea una
oportunidad de consolidación y establecimiento del poder. Estaba en permanente
conflicto con Portugal y no había conseguido una expansión tan amplia como la de
Castilla. Además, ven la supremacía castellana en las Navas de Tolosa, en la que no
participa Alfonso, pero sí la nobleza leonesa. Además, era su legítimo heredero.
Avance de la reconquista. Se podía llevar a cabo de distintas formas: incorporación de
plazas por asalto, sin acuerdo, por el que se produce un enfrentamiento militar. Esto fue
lo más escaso. Los medios más frecuentes fueron las capitulaciones, que consistían en
comenzar a asediar una plaza (lo que podía durar mucho tiempo) y finalmente la
población se rinde. En muchos casos se obligaba a la salida de la población. El tercer
método era el pacto o pleitesía, una rendición sin confrontación militar. La población se
somete sin resistencia a sus conquistadores. Las condiciones para la población suelen
ser más ventajosas con este método. Se les permite habitar el territorio, conservar sus
propiedades, conservar autoridades y régimen fiscal. Pasan a ser mudéjares.
En el año 1224, Fernando III reúne a sus huestes y realiza una primera expedición en Quesada,
una localidad de Jaén. Se trató de un asedio por el que quedó completamente arrasada. Por este
comienzo tan duro el rey firma un pacto con el gobernador de Baeza, quien le hará entrega de
localidades como Andújar y Martos. Hasta 1234, Fernando III se dedica a conquistar la parte
alta del valle del Guadalquivir. Esta situación lo pone cerca del reino de Córdoba. Las
reconquistas efectuadas dan mayor confianza a las tropas castellanas.
A partir de ese año, pone su mira en el reino de Córdoba. Su incorporación supone una
importante inyección económica para el reino de Castilla. En este caso, las conquistas se hacían
sin ninguna confrontación militar y sin desgaste. Se van incorporando las tierras más fértiles,
ricas y pobladas. Esto permite sufragar campañas posteriores.
En la década de los 40, tendrá un doble objetivo geográfico. Por un lado, se dirige hacia Murcia
y por el otro al bajo Guadalquivir. En el 1241, los castellanos avanzan por la sierra del Segura,
lo que les pone en contacto con Murcia. Cuentan con el protagonismo de la orden militar de
Santiago. A partir de este momento, la conquista se acelera y en 1243, en virtud de un pacto, se
incorpora el reino de Murcia, que pasa a ser vasallo del rey de Castilla, entregando sus
fortalezas y rentas fiscales. La presencia Castellana en la zona de Murcia hace que se vea la
necesidad de delimitar las posibles zonas de expansión con el reino de Aragón. Esto se firma en
el 1244, en el tratado de Almizra y se fija la posible frontera en Villajoyosa.
En el 1244 se tomará Jaén y para el 1248 caerá Sevilla. La toma de Sevilla fue una de las más
costosas, debido a que encontraron una gran dificultad por el buen entramado de sus murallas y
porque por el otro lado del río se podía romper el asedio. En 1248 caerá finalmente. La
conquista de Sevilla, desde el punto de vista de la política exterior, les servía para mostrarse
fuertes ante los portugueses. Los reinos cristianos piensan que es el momento de engrandecer
sus territorios, y por ello se centrarán en la reconquista. Esto también produce enfrentamientos
entre ellos, que deberán ser solucionados por la vía diplomática. La potencia de Castilla es
indiscutible. Portugal irá recuperando tras la caída de los almohades. Tienen sus ojos puestos en
la conquista del Algarve, al igual que Castilla.
Entre 1248 y 1262 se irán sometiendo otras plazas importantes a Castilla como Jerez, Cádiz y
Niebla. Se incorporan toda la baja Andalucía y Murcia, quedando como último reducto
musulmán el reino nazarí de Granada.
3. Aragón
En Aragón, Jaime I el Conquistador. En 1213 había muerto Pedro II en la batalla de Muret (en
la cruzada contra los cátaros), por lo que es en Jaime en quien recae la sucesión. Simón de
Monfort lo toma como rehén, pero la intervención del Papa hace que pueda volver a la PI,
aunque se lo deja custodiado por la Orden del Temple. Como es todavía un niño, se abre un
periodo de minoría de edad y, por tanto, inestable. La nobleza intenta fortalecer sus posiciones.
Están diseñando lo que quiere que sea su reinado, con forma de un rey sometido a un consejo de
nobles con un importante papel político. Se hace con la alianza de grandes ciudades como Jaca,
Huesca y Zaragoza. Los nobles adelantan incluso su mayoría de edad y conciertan su primer
matrimonio. Jaime se casa con una princesa castellana, Leonor, tía de Fernando III.
Jaime I logrará dar la vuelta a esta situación con una campaña reconquistadora que engrandece
su reinado y figura. Consigue ir cambiando el escenario e imponerse a los nobles y someter a las
ciudades rebeldes. En esas coordenadas entra su campaña militar y labor reconquistadora. Los
escenarios de la corona aragonesa no van a estar únicamente establecidas en la PI. No solo
reconquista valencia, sino que saca la corona al Mediterráneo.
Su primer hito reconquistador es en el archipiélago balear con la conquista de Mallorca. Es un
destino anhelado por los comerciantes barceloneses. La inicia en 1229, y se toma hasta 1232. Se
le suman comerciantes barceloneses, nobleza laica y eclesiástica, gentes de las ciudades, etc.
Jaime concede libertad plena de comercio a los comerciantes barceloneses. En esa incursión,
Ibiza será la siguiente isla en 1235. El ejército estará liberado por el arzobispo de Tarragona. La
última de las islas será Menorca en 1286.
El segundo escenario será Valencia. Se inicia con la derrota propiciada por las Navas de Tolosa
del imperio almohade. El levante peninsular se verá dividido en tres reinos de taifas. Segorbe,
Valencia y Alvira-Játiva-Denia. Acelerará su conquista a raíz de que Fernando III tome
Córdoba. Jaime conseguirá una bula de cruzada. El rey convoca unas Cortes en Monzón y le
dará una justificación moral y religiosa a la cruzada. La conquista la consiguen los nobles de la
corona catalano-aragonesas, las órdenes militares, obispos y arzobispos de Aragón y Cataluña y
gentes de villas y ciudades. La conquista de Valencia se prolongará durante casi medio año. En
septiembre de 1238 se acuerda la capitulación, donde se permitía abandonar la ciudad, pero se
daba seguridad a quien quisiera permanecer.
En la década de los 40, Jaime I tomará las últimas plazas situadas al norte del río Júcar. Esta
proximidad hace que Fernando y Jaime acuerden la línea de división entre ambos reinos en
Almizra. Valencia supone un engrandecimiento territorial y ser un reino equiparable a la corona
castellana. Con esta incorporación el poder de Jaime I crece considerablemente, especialmente
gracias a la riqueza que esta nueva zona ofrecía.
El tercer eslabón será la isla de Sicilia. La presencia de los aragoneses en Sicilia se debe a
cuestiones e intereses dinásticos. El hijo de Jaime I, Pedro, se casa con Constanza de Sicilia.
Este matrimonio pretendía reforzar la presencia de la corona de Aragón en el Mediterráneo
central. La economía de Aragón está volcada hacia el Mediterráneo. Era de gran interés desde el
punto de vista comercial.
El primogénito de Jaime I, Alfonso, recibió el reino de Aragón, aunque murió pronto. Pedro
recibe Cataluña y Mallorca. Jaime el reino de Valencia. Fernando recibe los condados del
Rosellón, Cerdaña y el señorío de Montpellier.
4. Navarra
Por otra parte, Navarra está encerrada entre dos grandes coronas. Sancho el Fuerte fue a Navas
de Tolosa. Quería presentarse como un monarca con tanto poder como sus contemporáneos,
presentar a su ejército, obtener riquezas y establecer buenas relaciones con Castilla. Su
presencia fue beneficiosa para Navarra y se consolida como potencia económica. Es el último
de la dinastía Jimena. No tiene herederos legítimos y a sus hijos no los quiere hacer legítimos.
El sucesor más próximo era su sobrino Teobaldo, pero Sancho tampoco lo contempla. Quiso
hacer un prohijamiento. En 1234 muere y nadie hace caso de su voluntad. La nobleza decide a
traer a Teobaldo, conde de Champaña.
5. Repoblación
1. Reinado de Sancho IV
Será un reinado breve frente a lo que fue su padre, es decir, 10 años. Fue un reinado que arrastró
una mala fama, con un rey de carácter fuerte que ensombreció su personalidad. Fue un
personaje culto y tuvo como maestro a grandes intelectuales de la época. Se casa con su tía,
María de Molian, pero este matrimonio no es aceptado por la Iglesia y no tienen descendencia.
La situación de Sancho y de María es calificada con 23 incesto y, por tanto, hay riesgo de
excomunión, y a ellos esto no les hace gracia. De hecho, van a focalizar sus esfuerzos en
conseguir una bula. Sancho tiene que enfrentarse a tres problemas:
2. El reinado de Fernando IV
La muerte del rey en 1285 pone en pausa la toma de Algeciras. En 1295 muere Sancho IV de
tuberculosis y deja como heredero a un niño de 9 años. Fernando es reconocido como rey de
Castilla desde la muerte de su padre, pero por su corta edad se va a necesitar una regencia, la
cual queda en manos de su madre, Doña María de Molina. Debido a la situación matrimonial
entre el antiguo rey y Doña María de Molina, pesará sobre ella y el infante el hecho de que el
matrimonio no era considerado legitimo. Se unen dos ingredientes que vuelven a presentar un
escenario de guerra civil donde están presentes las ambiciones de la nobleza castellana y el
decidido apoyo de los infantes de la Cerda. Son años donde el poder de la monarquía se debilita,
pero que Doña María de Molina, sobre todo por el apoyo de las hermandades, va a conseguir
una plataforma firme de su hijo, salvaguardado de la nobleza y los infantes de la Cerda. En 1301
con su mayoría de edad asume oficialmente el papel del rey.
Fernando IV y Jaime II elaboran una cruzada destinada a erradicar la presencia musulmana en la
Península Ibérica y acuerdan mutuo reparto del reino de Granada. Se inicia en 1309 pero de ella
solo queda como único acto reseñable la toma de Gibraltar. Fernando fallece en 1312, lo que
frustra todo intento de recuperación del reino granadino, ya que se inicia otro periodo de
minoría, dejando como heredero a un niño que solo había cumplido un año furto de su
matrimonio con Constanza de Portugal. Esto hizo necesario la reorganización del reino en lo
que se suponía sería otro periodo de minoría. Es aquí cuando se nombra una figura novedosa, la
de la tutoría.
La primera parte de su reinado va a ser tutora su madre doña María de Molina. Nos
encontramos con años de guerra civil, porque la nobleza pone en cuestión su derecho al trono al
no estar legitimado el derecho al trono de sus padres. Va a resurgir la posibilidad de dar el
apoyo a los infantes de la Cerda y se usa como móvil la ilegitimidad del infante al trono
castellano. La minoría de Fernando IV se inicia con un periodo de guerra civil donde está
presente la ambición de la nobleza castellana y el apoyo de Alfonso II de Aragón a los infantes
de la Cerda. Años de debilidad del poder monárquico sostenido por la habilidad política de doña
María de Molina. Aflora el movimiento de las hermandades, que agrupan a los diferentes
concejos y se constituyen como una plataforma que resguarda los derechos frente a la debilidad
del poder monárquico y frente a las actuaciones de la nobleza.
Intensa actividad militar. La nobleza castellana está dividida en dos grandes bandos. Uno tiene
al frente al infante don Enrique, hermano de Alfonso X y tío abuelo de Fernando. El otro está
encabezado por el infante don Juan, tío de Fernando. Ambos bandos se disputan el control de la
persona del rey. Gracias a esta división, este escenario es lo que va a permitir las maniobras
políticas de Jaime II de Aragón, quien va a aprovecharlo para obtener ventajas para su reino, en
concreto, pone sus ojos en el territorio de Murcia para quitarle a los castellanos su presencia en
el mediterráneo.
En el 1301 se proclama mayor de edad a Fernando, los conflictos bajan su intensidad y se entra
en una fase de diplomacia hasta el 1304. En este año se da el tratado de Torellas, que supone
solucionar tres problemas: se llega a una paz con la corona aragonesa, se fija una frontera nueva
común entre Aragón y castilla en el territorio murciano y se resuelve el problema dinástico de
Castilla porque Alfonso de la Cerda, a cambio de importantes compensaciones, renunciaba
definitivamente a sus derechos al trono castellano.
A partir de este momento se abre para Castilla una nueva etapa. En esta se va a consumar el
triunfo de la nobleza. Desde el 1308, don Juan va tejiendo una extensa alianza nobiliaria contra
el rey. El resultado será que la alta nobleza planteé al rey una serie de reivindicaciones. La
renovación de las personas que sirven al rey. Fernando IV comienza su reinado con el latente
peligro del panorama nobiliario, dominado por la figura de su tío, el infante don Juan.
Se inicia una gran operación militar, la guerra contra Granada. Supone un hermanamiento entre
Castilla y Aragón, se envuelve en un proyecto de Cruzada y de reparto de Granada. Esto supone
un grane esfuerzo económico y militar. El balance es un gran fracaso. Su único éxito fue la toma
de Gibraltar, y en 1312 muere Fernando IV. Esto provoca un escenario predecible. El rey no
tiene un heredero varón, de modo que despierta el celo de los infantes y se barajan nuevas
opciones de sucesión, pero el nacimiento de Alfonso desvanece estas posibilidades. La muerte
plantea una situación comprometida ya que el sucesor tiene poco más de un año, lo que presenta
una preciosa ocasión para ser utilizada por parte de la nobleza.
La minoría de Alfonso XI es muy larga, de 13 años. Es una etapa abierta a intrigas e irrupciones
del poder nobiliario. La solución será el establecimiento de la tutoría, esta institución estaba
regulada por las Cortes, que ratifican el derecho de una persona a ejercer esas funciones regias.
Suponía ejercer grandes poderes, como la administración de la justicia, poder sobre los
concejos, convocar las huestes, etc. El título de tutor se convierte, por ello, en algo deseado por
la vieja nobleza castellana. Desde el principio se perfilan dos bandos. Por un lado, el
encabezado por la reina María de Molina (abuela del rey) y su hijo el infante don Pedro, tío del
heredero. Por el otro, el infante don Juan, hermano de Sancho IV. Ambos bandos van a
enfrentarse por la tutoría y custodia del monarca.
Se crea un clima de inseguridad que propicia el resurgimiento de las hermandades, que
pretenden crear una institución que les guarde de injusticia y desórdenes que los nobles puedan
ocasionar. Ambos bandos se reúnen en sedes diferentes en Palencia y convocan reuniones en
paralelo, eligiendo cada uno a un tutor. Por tanto, estas Cortes, que debían contribuir a
solucionar el problema, precipitan el conflicto. La violencia llega hasta el 1314 con el acuerdo
de Palenzuelos. Aquí, se ratifica que la custodia queda para María de Molina, y que la tutoría la
ejercerán los dos personajes, el infante don Pedro, tío del futuro rey, y el infante don Juan, tío
abuelo, que deben funcionar de manera colegial.
Las hermandades concejiles estarán salvaguardando los privilegios de los concejos y creando
mecanismos de defensa ante posibles agravios y daños que el gobierno de los tutores les pudiera
ocasionar. Se van a agrupar en una sola. El enfrentamiento termina con la muerte de ambos
infantes, don Juan y don Pedro.
Las muertes de ambos tutores agravan el problema, ya que acentúa el vacío de poder abre la
posibilidad a que emerjan nuevas figuras. Esto repercute en el poder monárquico. Según lo
acordado en las Cortes de Burgos de 1315, se había establecido que María de Molina debía
ocupar la tutoría. Ella no defiende sus derechos a la tutoría de manera firme porque sabe que
puede ahondar en la guerra civil.
El infante don Felipe, tío de Alfonso XI, y hermano de don Pedro recibe el apoyo del bando de
su difunto hermano (don Pedro) y de Valencia. Don Juan Manuel será otro personaje clave en
este periodo. Todos buscarán apoyos en el exterior, en Aragón y Portugal.
En 1320 muere María de Molina, lo que nos da un escenario crítico e inaugura una tutoría
tripartita. En 1325, Alfonso XI es declarado mayor de edad y se encuentra una situación de
desorden y desgobierno, ya que el reino había estado dividido en parcialidades que buscaban
consolidar su posición personal más que regir el reino. Él tiene un ideario político consistente en
fortalecer la institución monárquica con intervencionismo regio y centralización administrativa.
Una de sus medidas es la supresión de las hermandades, ya que ve que son una fuente de peligro
para el reino. No era anti nobiliario. Siempre que fue posible buscó la conciliación con la
nobleza castellana, porque sabía que era necesario para gobernar de forma efectiva. La
aristocracia es consciente de que sin su apoyo el rey tiene escasa capacidad de llevar a cabo
cualquier empresa. La nobleza quiere sus compensaciones. En 1326 promueve el asesinato de
don Juan.
La situación interna de Castilla no la vive encerrada en sí, sino que busca apoyos en el exterior,
por lo que Alfonso XI tiene que apaciguar sus relaciones en el exterior. Para ello contrae
matrimonio con la hija del rey de Portugal. Esto supone romper la promesa de casarse con la
hija de don Juan Manuel, lo que produce que este se alce en revuelta contra él. Esto tiene
repercusión externa ya que don Juan Manuel había buscado un apoyo fuera en su suegro el rey
de Aragón. Alfonso XI neutraliza a Aragón negociando con él, y logra aflojar las tensiones, lo
que se logra con un matrimonio. Esto deja a don Juan Manuel en una situación comprometida, y
se da cuenta de que lo mejor es buscar el acuerdo.
Con los años se romperá, cuando los recursos y la fuerza de Alfonso XI son mayores, y
consigue la rendición. En los años 40, gobernará el reino sin oposición de la nobleza. Hay un
deseo mutuo de acabar con una fase de violencia insoportable para el reino. En la última parte
de su reinado llevará a la práctica el proceso unificador y centralizador que se había iniciado en
el reinado de Alfonso X el Sabio.
También retoma la guerra por el control del estrecho de Gibraltar
En las partidas se establecían los requisitos para la tutoría del rey menor, que el mayor era el
grado de consanguinidad. Las funciones de estos tutores es velar por la vida del rey, procurar
mantener intacto y aumentar el patrimonio del rey. La posición de la madre de Alfonso,
Constanza de Portugal, va a ser muy neutra, va a estar a favor de ambos bandos. En este juego
de personajes se distinguen dos tendencias o corrientes. Por un lado, la maestría política,
serenidad y el papel activo de María de Molina, es la única que va a encarnar lo que va a ser una
tutoría porque ella lo que quiere es salvaguardar los derechos y la figura y poder monárquico de
Alfonso. Por otro lado, van a afianzar el poder nobiliario y lucha por una monarquía mas
centralizada y autoritaria que ya venia dibujada por Alfonso X.
Alta nobleza, aquella que detenta un mayor poder político económico y social, lo cual
le permite actuar junto a la cúspide política del reino, representada por la monarquía.
Esta alta nobleza controla el aparato político del reino, pero no discuten que la corona
sea la depositaria de la soberanía. Ocuparán los principales cargos de gobierno y lo que
pretenden con ello es mantener su preeminencia institucional. Actuaban rodeados de
una clientela conformada por pequeños aristócratas locales. En estos siglos, esa alta
nobleza acabó dividida en facciones aún teniendo intereses comunes. Gran complejidad
del panorama político, con gran desigualdad.
La baja nobleza o aristocracia local desarrolla su actividad y tienen su papel en un
marco más comarcal o municipal. Distinguimos diferentes grupos.
o Ricos hombres: El factor riqueza era el elemento más importante que les servía
de promoción. Eran grandes propietarios territoriales con inmunidad en su
dominio y ocupaban cargos administrativos del reino.
o Infanzones: Se transmite por sangre y combaten a caballo.
o Hidalgo: Reciben por vía hereditaria el título. No presuponía el nivel
económico. En muchos casos no disponían de caballos o armas apropiadas.
o Caballeros de cuantía: No se transmiten por sangre, pero sí están en camino de
constituir linajes. Vecinos de una ciudad cuyo nivel de vida le obligaba a
mantener caballo y armas. A cambio disfrutaba de privilegios fiscales y
administrativos.
En general todos disfrutaban de unos privilegios comunes. Honras, franquezas,
libertades y exenciones. Ser noble implicaba un modo de vida diferente. Se le distinguía
por su comportamiento y apariencia externa. El factor al que se le da mayor importancia
es a pertenecer a un linaje. Este te protege y otorga a sus miembros ventajas económicas
y sociales. Los blasones, escudos o heráldica son símbolos específicos de ese linaje.
Otro elemento es el solar, la tierra. Muchos de los apellidos nobiliarios hacen referencia
al solar de procedencia. El linaje también implica un código moral que sus miembros
deben seguir.
El grueso de la población eran las clases populares. Gran población campesina. También hay
gran variedad de situaciones, con pequeños campesinos dueños de su pequeña propiedad,
campesinos dependientes que cultivan tierra ajena pero deben pagar en rentas anuales a los
dueños. Resurgimiento del mundo urbano con un esquema que no encaja en esquemas
anteriores. El mundo urbano, sin embargo, no era ajeno al rural, son realidades
complementarias. La ciudad no se opone al campo, sino que integra una superficie rural a su
alrededor. A pesar de esto, son entes jurídicamente diferentes.
La ciudad concentra actividades económicas de transformación, manufactura y comercio.
Muchas de estas manufacturas proceden del campo. El habitante de la ciudad es el burgués que
vive en el burgo y tiene un estatuto especial. Los burgueses están sujetos a una serie de
ordenanzas, privilegios, libertades y obligaciones particulares. El estar amparados en esta serie
de privilegios se concedía al estar año y medio poblando ese núcleo urbano, con lo que se
obtenía la condición de vecino. La movilidad social era más fácil, aunque estaba sujeta a la
capacidad económica. Pronto se puede distinguir una minoría que se ha enriquecido por la
industria o el comercio y que ejercen los principales cargos públicos: el patriciado urbano.
En la ciudad encontramos otros elementos. En el caso de la PI están las minorías religiosas. La
población mudéjar es más abundante en Murcia y el valle del Tajo. Es de condición social más
humilde. Se dedicaban a oficios artesanales. También hay mucha en el mundo rural, como
labriegos. Frente a ellos está la minoría hebrea. Los judíos residen en su mayoría en las
ciudades. Se dedican a sectores manufactureros, aunque muchos se dedican muy pronto al
mundo de las finanzas, lo que les da un papel muy sólido en las cortes reales. Este papel, el
buen trato recibido de la realeza y su enriquecimiento provocó el crecimiento de un sentimiento
hostil hacia ellos. Explota también por las recurrentes condenaciones de la Iglesia a la usura.
Los reyes católicos decretarán finalmente su expulsión sin dar como opción la conversión al
cristianismo. Había también un sector marginado, como pobres, viudas, artesanos modestos,
delincuentes etc.
Depresión en la segunda mitad del siglo XIV. Arranca hacia 1330 en la que están implicados
muchos factores. Regresión demográfica. Menos gente y crecimiento. Muchas epidemias asolan
la PI y el continente europeo. Antes de la epidemia se produjo un episodio de hambre. La mayor
parte de la población dependía de la tierra. Una encadenación de malas cosechas tuvo una serie
de consecuencias socioeconómicas. Produce carestía, suben los precios por encima de los
salarios. Hay un sector muy amplio en una situación crítica. A esta situación la siguen las
epidemias. Estas malas condiciones alimentarias van a facilitar la difusión de este virus. Se
dispara la mortalidad y provoca menos supervivientes y mano de obra. Los dos agentes
negativos se repiten sin ciclo determinado.
Desde el punto de vista demográfico se caracteriza por sacudidas más o menos bruscas que van
a ser el punto de partida para ir ahondando en la crisis. Mortalidad muy elevada, tierras
abandonadas, disminuye la mano de obra y se produce una fuerte presión sobre precios y
salarios. Esto tiene también un impacto psicológico. El alza de los precios va a provocar unas
crisis sociales y económicas prácticamente en todos los reinos peninsulares. Se intentará ordenar
la subida de precios y salarios. Gran agobio financiero. Un recurso utilizado fue la acuñación de
moneda, lo que la devaluó. Hay sectores, como la corona aragonesa, que está más volcada en el
comercio internacional, de modo que sufre menos la crisis.
Ente escenario tan negativo se va desvaneciendo pasado un siglo, hacia 1420. Hablamos del
siglo XV como un siglo expansivo. La población peninsular empieza a crecer. Aparecen nuevos
núcleos de población, repoblación.
En el tejido social se dan algunas novedades con el advenimiento de la monarquía Trastámara,
que dará privilegios a la nobleza, como el fomento del mayorazgo. Surgen linajes con bienes
que se vinculan a ello. Estos van a constituir en la Edad Moderna los grandes de España.