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TEMA 4.

PLENITUD DEL MEDIEVO

EL REINO DE CASTILLA Y LEÓN

La crisis durante la segunda mitad del s. X, se mantendrá hasta que la familia de Sancho Garcés
(Sancho III el Mayor, rey de Navarra, León y los condados de Castilla y Aragón, 1005- 1035) se
haga cargo de este como tutora del legítimo rey: Bermudo III (1028-1037), reuniendo los
reinos de Navarra, León y los condados de Castilla y Aragón. Dio así un comienzo periodo de
reorganización y reconstrucción del reino, aprovechando la desintegración del Califato de
Córdoba. El heredero del condado de Castilla, Fernando, consiguió unificar el territorio de León
y el de Castilla bajo el nombre de reino de Castilla y León.

El reinado de Fernando I (1037-1065) será clave en la lucha contra al Islam, gracias a la


desintegración andalusí y a la llegada del sentimiento cruzadista europeo. Se procedió, de este
modo, a la conquista y ocupación de zonas del Sistema Central y el Tajo.

A su muerte, el reino será repartido entre sus hijos y en 1072, Alfonso VI (1072-1109),
consiguió reunificarlo y conquistar todo el valle del Tajo, pudiendo destacar la toma de Toledo
(1085). Allí Alfonso VI será proclamado Imperator Totius Hispaniae. No obstante, los años
finales tendrían una presión almorávide. En este contexto aparece el Cid.

La herencia de Alfonso VI pasará a sus hijas: Urraca (1109-1126), que se convertirá en la


primera reina castellano-leonesa, y Teresa, que heredará el condado de Portugal. El
matrimonio de Urraca con Alfonso I el batallador, rey de Navarra y Aragón, va a suponer el
primer intento de unificar los reinos hispano-cristianos, intento que resulto imposibilitado por
la nobleza y el clero. Se verá frenado por la presión almorávide, que su heredero, Alfonso VII el
Emperador (1126-1157) conseguirá ocupar toda la cuenca inferior del Tajo.

Hasta 1230, Castilla y León se mantuvieron separadas, viéndose ralentizada la expansión ante
la llegada de los almohades. Las incursiones por parte de ambos reinos se vieron contenidas
por los musulmanes (Derrota de Alarcos,1195). Esta situación permitió conseguir una victoria
contra los almohades en las Navas de Tolosa (1212), triunfo que marcó el fin de Al-Ándalus.

En este contexto, Fernando III el Santo (1217-1252), unificador definitivo de Castilla y León, se
hará con las tierras extremeñas, el valle del Guadalquivir (Córdoba y Sevilla) y consiguiendo un
pacto de sumisión a Castilla por parte de Murcia, con el tratado de Almizra. Todas estas
conquistas fueron consolidadas, con la incorporación definitiva de Murcia, por su hijo Alfonso
X el Sabio (1252-1284), que tomará Cádiz en 1265. El siglo XIII se cerraría, en este reino, con el
gobierno de Sancho IV (1284-1295), conquistador de Tarifa.

EL REINO DE NAVARRA

Con Sancho III el Mayor consigue el máximo esplendor el reino de Navarra. Sin embargo, el
reparto de sus territorios entre sus hijos dejaría a Navarra debilitada y sin opciones de
expansión. Cabe destacar, su unión a Aragón, bajo los reinados de Sancho Ramírez, Pedro I y
Alfonso I el Batallador, tras la muerte de Alfonso, los reinos quedan de nuevo divididos.
Recibirá una presión castellana, lo que se traducirá en una reducción de sus territorios. Ante
tal situación, los nobles navarros decidirán entregar la corona vacante a Teobaldo de
Champaña (1234-1253), entrando así en la orbita francesa, lazos que serían reforzados con el
matrimonio de Juana I de Navarra y Felipe IV.
LA UNIFICACION DE ARAGON Y CATALUÑA

Aragón comenzaba bajo el dominio de Sancho III de Navarra. A este le sucedió un hijo
bastardo, Ramiro I (1035-1063), intitulado rey de Aragón. Tanto este como sus sucesores,
centraron sus fuerzas en consolidar y fortalecer el nuevo reino. La primera expansión tuvo
lugar bajo el reinado de Alfonso I el Batallador (1104-1134), que logró expandirse hacia el sur,
conquistando la parte aragonesa del valle del Ebro: Egea 1108, Zaragoza 1118.

Alfonso I murió sin descendencia, abriéndose una crisis sucesoria. El reinado de Ramiro II
(1134-1137) estuvo enfocado en el fortalecimiento del reino. Para ello aseguro la sucesión
teniendo una hija, Petronila (1137-1175), que fue prometida en matrimonio con conde de
Barcelona, Ramón Berenguer IV, el cual había completado la formación del territorio catalán
con las conquistas de Tortosa (1148) y Lleida (1149).

Quedaron establecidas las bases de la unión catalano-aragonesa que, bajo el reinado de su


sucesor, Alfonso II el Trovador (1164-1196), primer monarca de una Corona de Aragón. Puso
fin a la conquista del valle del Ebro, dominando Calpe y fundando Teruel.

Sus sucesores: Pedro II, Jaime I el Conquistador (1213-1276), serán artífices de la gran
expansión territorial de la Corona de Aragón durante el s. XIII: Conquista de Valencia y de las
Islas Baleares, intervención en Murcia y conquista de Sicilia (1282). Gracias a estas conquistas,
la Corona de Aragón establecerá las bases de un importante imperio comercial por todo el
Mediterráneo que le garantizará un gran desarrollo económico.

EL REINO DE PORTUGAL

Portugal empezó como reino independiente con Alfonso I Enríquez (1139-1185), hijo de
Teresa de Castilla. Tanto el como sus sucesores, participaran también en las conquistas
llevadas a cabo en este período, de manera que, había sobrepasado la línea del Tajo (Lisboa), y
en 1249, había finalizado la conquista de su actual territorio.

CARACTERISTICAS SOCIO-ECONÓMICAS Y CULTURALES

A lo largo de esta etapa se va a producir una expansión económica. En Castilla, la actividad


ganadera estaba enfocada en el comercio de lana. Resulta destacable la creación, en 1273, del
Honrado Concejo de la Mesta, destinado a la salvaguardia de los intereses de este colectivo. En
Aragón, la actividad comercial estaba enfocada en tono a su nuevo imperio mediterráneo.

Desde el punto de vista social, continúan las repoblaciones, cuyo modelo va variando:
repoblación concejil, repoblación de órdenes militares. Finalmente, las tierras conquistadas a
partir de la segunda mitad s. XIII se verán sometidas a los repartimientos. Sobre la cultura,
estaba ligada a la religión, con carácter más global. Con el auge alcanzado por el Camino de
Santiago llegaron nuevas órdenes religiosas: scriptorium monásticos y escuelas catedralicias.

A partir del siglo XII, aparecen las primeras universidades (Salamanca 1218); en estas se
generalizan las lenguas romances. Por otra parte, podemos destacar la Escuela de Traductores
de Toledo, con la colaboración de musulmanes, cristianos y judíos. Alfonso X el Sabio colaboro
en las Partidas y Cantigas. Será éste el momento de expansión del románico, estilo
internacional. Entre las obras más importantes destacan: En arquitectura, el monasterio
catalán de Santa María de Ripoll, catedral de Jaca, catedral de Santiago de Compostela; En
escultura: grandes conjuntos ornamentales de las catedrales; En pintura: Frescos de San
Isidoro de León y de las iglesias de Tahull.

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