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Introducción
Pretender escribir la historia de algo, supone la referencia a hechos concretos, acaecidos en un
lugar y en una época determinada; supone testimonios fidedignos de esos hechos, que permitan
una valoración objetiva de ellos; supone el acopio de datos, antecedentes y documentos que
fundamenten las afirmaciones que se hagan en relación a los hechos; y por sobretodo supone
una independencia que permita abstraerse al historiador de eventuales intereses o sentimientos,
que pudieran comprometer su objetividad.
En relación a los Cursillos de Cristiandad, si bien es cierto que desde su nacimiento han acaecido
muchos hechos, en muchos lugares; hay muchos testimonios de quienes han participado en ellos
a través del tiempo; viven aún muchos de sus iniciadores ; y existen numerosos documentos
datos y antecedentes, no es menos cierto que su dinamismo creador, la fuerza de su irradiación y
la experiencia de su eficacia, todo lo cual se vive también hoy, podrían presentar alguna dificultad
para hacer una valoración objetiva de ellos desde un punto de vista histórico.
Asimismo, el hecho de que los Cursillos sean obra de la Gracia de Dios, y sean tantos los
caminos por los que en cursillos llega esa gracia de Dios, hace imposible objetivamente que
podamos llegar a establecer un detalle completo de estos caminos. Son tantos los hombres y
mujeres que, mediante el cursillo, han comprendido que Dios los ama y que se han sentido
llamados a descubrir a otros este amor personal de Dios, que sería imposible también registrarlo
todo. Finalmente, en este aspecto, es tan íntima y personal la acción de Dios en los hombres que,
al pretender encuadrarla en una historia, nos encontraremos, además, indefectiblemente, con
limitaciones de vocabulario.
En consecuencia, pretender escribir la "Historia de los Cursillos de Cristiandad", además de ser
una osadía, implica el grave riesgo de dejar fuera de ella a personas, hechos y cosas importantes,
por lo que más que hablar de "Historia de los Cursillos de Cristiandad” sería más preciso hablar
de “Aproximación a la historia de los Cursillos de Cristiandad”.
No obstante lo dicho, intentaremos en el presente trabajo recopilar algunos acontecimientos, los
cuales, ya sea por la trascendencia que han tenido por sí mismos, como sucede por ejemplo con
la Ultreya Mundial de Roma de 1966, o en particular con el nacimiento de cada uno de los
organismos y estructuras internacionales, ya por ser importantes hitos en una historia que se está
haciendo, y en la cual están presentes varios de los que empezaron con esta aventura, los cuales
nos han contado, de primera mano muchas cosas, pudieran ser de interés para generaciones
futuras.
Mucho se ha hablado y mucho se ha escrito en relación a los Cursillos de Cristiandad. Hay
quienes los defienden con pasión y quienes los atacan con saña; hay quienes los consideran
como "la" solución para nuestros días y quienes consideran que son algo obsoleto y pasado de
moda; hay quienes estiman que no aportan nada a una pastoral posconciliar de la Iglesia y
quienes por el contrario ven en ellos el mejor instrumento de dicha pastoral; hay quienes dicen
que no tienen hondura kerygmática y quienes para los cuales todo en ellos es kerygma; hay
quienes los discuten porque los quieren y quienes los discuten porque no los quieren; en
resumen, los Cursillos, gracias a Dios inquietan, interpelan, son en cierto sentido "signos de
contradicción".
Sin embargo, dígase lo que se diga, existe una realidad. En nuestra Iglesia
de hoy está el hecho de los Cursillos de Cristiandad, y ello es una
circunstancia que no puede discutirse.
En cuanto al primer Cursillo, para algunos este se habría dado entre el 20
y el 23 de Agosto de 1944, en la localidad de Cala Figuera en Mallorca,
para otros el primer Cursillo propiamente tal fue el que se dio en el
Santuario de San Honorato de Randa, en Mallorca, España, entre el 7 y el
10 de Enero de 1949. Existen una serie de antecedentes que podríamos
decir forman parte de la 'Pre-historia" de los Cursillos de Cristiandad, y que
demuestran que este maravilloso instrumento que el Señor ha regalado al
mundo en el siglo XX, no fue fruto del azar o de la improvisación, sino el
Santuario
resultado de una seria, comprometida y laboriosa preparación.
S.Honorato, Randa,
Mallorca
B. EL PERFIL QUE IFMCC SEÑALA PARA SUS DIRIGENTES lo tenemos en los numerales 568-
571 y 573, y comprende:
1. Cualidades humanas:
2. Virtudes sobrenaturales
3. El estilo propio del MCC
4. Vocación específica…
ALGUNOS PUNTOS QUE EL DIRIGENTE DEL MCC DEBE SABER Y EXPERIMENTAR:
A. EL DIRIGENTE DE CURSILLO DEBE SABER Y EXPERIMENTAR que es un INSTRUMENTO
en manos del Espíritu Santo (IFMCC el numero252).
· No hace falta insistir en el hecho de que, sin el Espíritu Santo, no puede haber auténtica
proclamación y misión, que sin Él nuestro hablar, exhortar, rezar, enseñar y predicar, ES
ESTÉRIL.
Y nos preguntamos ¿Qué tenemos que hacer para permitir al Espíritu Santo que ponga en
nosotros la palabra, nos acompañe, sugiera, impulse en nuestras tareas como dirigentes?
· El dirigente BUSCARÁ EL AMOR DE DIOS.
NOS DICE SAN AGUSTÍN: “DIOS SE DEJA BUSCAR, PARA DEJARSE ENCONTRAR, EL SE
DEJA ENCONTRAR PARA QUE LE BUSQUEMOS NUEVAMENTE”
· El dirigente lo buscará y encontrará en los sacramentos, de la Reconciliación y la Eucaristía.
· Y en su contacto con la Palabra de Dios intimará con Él.
· El dirigente es un adorador: Visita al Santísimo, es amigo de Jesús en permanente oración,
conversa con Él
Lo escucha, encuentra en Él consuelo, consejo y ayuda, viviendo la vida divina en estrecha unión
con la Trinidad…
Ahí encuentra la fuerza para su apostolado.
Entonces el alma se llenará más y más de la vida de Cristo y acercaremos espontáneamente esta
vida divina, a los hombres con los que entremos en relación.
El numero 252 señala: La principal actitud del evangelizador es caer interiormente de rodillas,
profundizar en un sentido de humildad y, sabiéndose instrumento bajo la acción discreta del
Espíritu, “invocar constantemente, con fe y fervor, al Espíritu Santo, y dejarse guiar
prudentemente por Él, como inspirador decisivo de sus programas, de sus iniciativas, de su
actividad evangelizadora”.
¡Nos debe llenar de gratitud, y de santo asombro, el ver que Dios nos haya elegido como sus
queridos instrumentos!
¿COMO DIRIGENTE; ¿COMO LE ESTAS RESPONDIENDO A ESTE LLAMADO DEL SEÑOR?
El Método
¿Qué es el método del MCC?
El método del MCC es la aplicación de su mentalidad y de su esencia, hecha vida para conseguir
su finalidad y consiste en la aplicación de los medios, adecuadamente dispuestos, para alcanzar
su finalidad con la mayor rapidez y perfección.
Es importante comprender que no es el Movimiento para el método, sino el método para el
Movimiento, pues el método está para no perder nuestra identidad y para que no se desvíen o
mutilen su esencia, su finalidad y su mentalidad, al tiempo que es una acción adecuada, fructífera
y eficaz.
El método puede cambiar pero sólo si la evolución de la mentalidad exige un planteamiento de
cambio en el método. No obstante, en lo que tiene de no sustancial, deberá adaptarse al lugar y
al tiempo, siempre que se haga en un clima de oración, de reflexión, de respeto, de discreción y
de diálogo abierto y desapasionado.
El método del MCC a pesar de estar subordinado a la mentalidad, esencia y finalidad, tiene tanta
importancia que "imprime carácter" al Movimiento
¿En cuántas partes se divide el método del MCC?
El método del M.C.C. se divide en tres etapas inseparables: Precursillo, Cursillo y Poscursillo.
El Precursillo consiste en seleccionar los ambientes necesitados de evangelización y elegir las
personas idóneas con capacidad de influencia en los mismos, preparándolas para que acepten o
pidan vivir un Cursillo.
El Cursillo es una manera efectiva de motivar personas para que se decidan a vivir lo fundamental
cristiano.
El Poscursillo es la ayuda para que cada uno enfrente las realidades de la vida de hoy con
valentía, y fermente de Evangelio los ambientes. Es el apoyo que cada uno necesita para realizar
su vocación en sus ambientes (Reunión de Grupo y Ultreya).
¿Cuáles son las características del método?
Es Kerigmático. El Reino se predica por testigos que lo viven con gozo y no por maestros que lo
enseñen. El kerigma hace que quien oye se sienta invitado a la conversión. Es clave esencial en
el método del MCC y afecta por lo tanto al Precursillo y al Poscursillo, no sólo al Cursillo.
Es Cristocéntrico. Ante la realidad de muchas personas que desconocen a Dios y a su Hijo
Jesucristo, el método pone el énfasis de su mensaje de manera que Cristo sea el núcleo del
mismo.
Es testimonial. Para ello el mensaje ha de ser proclamado por un grupo de cristianos que irradien
de manera sencilla y espontánea su fe. Su sola presencia es ya un gesto inicial de
evangelización.
Es personal. En la proclamación hecha a un conjunto de personas, cada uno percibe que el
mensaje se ha dirigido personalmente a él, pues, lo recibe mediante el trato personal y el
testimonio personal.
Es camino para la conversión. El método del MCC ayuda a la persona a encontrarse con Cristo,
consigo mismo y con los demás, y le facilita el inicio y el progreso de su conversión. En el Cursillo
no se proclama un sistema de vida o de valores, sino el camino por el que Cristo puede llegar a
ser el centro, el dueño y el salvador de toda persona.
Es comunitario. El método del MCC no deja a las personas solas en su búsqueda de la verdad.
Cada persona debe sentir en su interior la comunión con Cristo y con los hermanos.
Es inductivo. Cursillos aprende de la experiencia de la vida, iluminada por el Evangelio, sacando
de ella los criterios y los medios para orientar la vida cristiana y construir la comunión con Dios y
los hombres.
Estos son los tres tiempos del MÉTODO: Precursillo Cursillo Poscursillo
EL PEREJIL
Pasan los años y nuestros riñones siempre están filtrando la sangre, quitando la sal, el veneno, cualquier
cosa dañina y q entre en nuestro sistema. Con el tiempo la sal se acumula y esto necesita un tratamiento
de limpieza, y... ¿cómo vamos a deshacernos de esto?
Es muy sencillo, primero tome un puñado de perejil y lávelo muy bien después córtelo en pedazos
pequeños y póngalo en una olla y agregue agua limpia ( 1 litro ) hiérvalo por diez minutos, déjelo enfriar,
cuélelo en una botella limpia y póngalo en el refrigerador.
Tome un vaso diariamente y verá que toda la sal y el veneno acumulado comienza a salir de su riñón al
orinar.
¡El Perejil es conocido como el mejor tratamiento para limpiar los riñones y es natural!
✅• Contiene betacaroteno
✅• Rico en clorofila: combate el mal aliento, ayuda a depurar el cuerpo de toxinas y grasa excesiva.
✅• Por ser rico en calcio, es muy adecuado en dietas para combatir y prevenir la osteoporosis y durante la
menopausia.
✅• Es diurético: ayuda a eliminar líquidos en forma natural. Por esta cualidad, se utiliza en dietas para
tratar hipertensión y para la salud de los riñones.
✅• Su alto contenido en vitaminas y minerales lo hace ideal para combatir y prevenir anemia, anorexia,
debilidad general, fatiga, cansancio físico y mental.
✅• Del perejil se extrae un líquido aceitoso llamado Apiol, el cual se usa contra las fiebres intermitentes y
las neuralgias.
NOTA.
No te lo quedes ¡¡¡ Compártelo!!! es por tu bien y el de otros, así damos alivio a alguien más.
Namasté. 🙏💝✅
Durante la Misa asumimos diferentes posturas corporales: nos ponemos de pie, nos ponemos de rodillas,
nos sentamos y también somos invitados, a realizar una serie de gestos
En la celebración de la Misa levantamos nuestros corazones, nuestras mentes y nuestras voces a Dios,
pero somos criaturas compuestas tanto de cuerpo como de alma y es por esto que nuestra oración no está
confinada a nuestras mentes, a nuestros corazones y a nuestras voces, sino que también se expresa en
nuestro cuerpo. Cuando nuestro cuerpo participa en nuestra oración, rezamos con toda nuestra persona,
como espíritus personificados tal como Dios nos creó.
Durante la Misa asumimos diferentes posturas corporales: nos ponemos de pie, nos ponemos de rodillas,
nos sentamos y también somos invitados, a realizar una serie de gestos. Estas posturas y gestos
corporales no son meramente ceremoniales. Tienen un significado profundo, así, cuando se realizan con
comprensión, pueden realzar nuestra participación personal en la Misa. De hecho, estas acciones
representan la manera en que comprometemos nuestro cuerpo en la oración, que es la Misa.
Cada postura corporal que asumimos en la Misa enfatiza y refuerza el significado de la acción en la que
estamos participando en ese momento en nuestro culto.
POSTURAS:
De pie: Ponernos de pie es un signo de respeto y honor, así que nos ponemos de pie cuando el
celebrante, en representación de Cristo, entra y sale de la asamblea. Desde los inicios de la Iglesia, esta
postura corporal ha sido interpretada como una postura de aquellas personas elevadas con Cristo y que
están en la búsqueda de cosas superiores. Cuando nos ponemos de pie para la oración, asumimos
nuestra estatura completa ante Dios, no con orgullo, sino con una humilde gratitud por las cosas
maravillosas que Dios ha hecho al crearnos y redimirnos.
De rodillas: En los inicios de la Iglesia, la postura de rodillas simbolizaba la penitencia: ¡la consciencia del
pecado nos derrumba! Durante la Edad Media, la posición de rodillas significaba que un vasallo le rendía
homenaje a su amo. Más recientemente, esta postura ha venido a significar adoración.
Sentados: La posición sentada es para escuchar y meditar, de esta forma, la congregación toma asiento
durante las lecturas previas al Evangelio y puede, del mismo modo, sentarse durante el período de
meditación que le sigue a la Comunión.
GESTOS:
Señal de la Cruz: Es uno de los gestos más comunes, con la que damos inicio a la Misa, y con la que, en
la forma de una bendición, ésta concluye. Ya que, debido a Su muerte en la cruz, Cristo redimió a la
humanidad, nos hacemos la señal de la cruz en nuestra frente, labios y corazones al inicio del Evangelio.
Golpear nuestro pecho: Durante el «Yo Confieso», la acción de golpear nuestro pecho en el momento de
formular las palabras «por mi culpa» puede fortalecernos y hacernos más conscientes de que nuestro
pecado es por nuestra culpa.
Genuflexión (doblar la rodilla): Es un signo de honor, reverencia y respeto que hacemos a la presencia
de Cristo Sacramentado en el tabernáculo. Al iniciar la celebración, el sacerdote y los ministros hacen una
genuflexión frente al tabernáculo si éste se encuentra localizado en el santuario. Asimismo, el sacerdote
hace tres genuflexiones doblando la rodilla derecha hasta el suelo durante la Plegaria Eucarística: antes
de mostrar a la asamblea el pan y luego el cáliz y nuevamente al hacer la invitación a la asamblea a tomar
la sagrada comunión y antes de que el mismo reciba el sacramento.
Inclinación (del cuerpo y/o la cabeza): Es también una señal de reverencia. Reconocemos el altar como
un símbolo que representa a Cristo, por lo tanto, el sacerdote y los ministros hacen una reverencia frente
al altar en la procesión de entrada y al final de la Misa. Durante la profesión de fe (el Credo), inclinamos la
cabeza al pronunciar las palabras que conmemoran la Encarnación: “que fue concebido por obra del
Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen y se hizo hombre”. Este gesto s
La Misa consta en cierto sentido de dos partes: la liturgia de la Palabra y la liturgia Eucarística, tan
íntimamente unidas, que constituyen un solo acto de culto.
En la Misa se prepara la mesa tanto de la Palabra de Dios como del Cuerpo de Cristo, en la que los fieles
se instruyen y fortalecen. Otros ritos inician y concluyen la celebración (IGMR 28).
RITOS INICIALES
Los Ritos iniciales tienen como finalidad constituir la Asamblea, congregarla, para celebrar de modo
conveniente la escucha de la Palabra y la Eucaristía. Los ritos que preceden a la liturgia de la Palabra, es
decir la entrada, el saludo, el acto penitencial, el Señor, ten piedad, el Gloria y la oración colecta, tienen
carácter de introducción y preparación.
Lo componen seis elementos, que no están perfectamente distribuidos: el canto que acompaña la
procesión de entrada del presbítero y los ministros; el saludo al altar y a la asamblea, la preparación
penitencial a través del rito penitencial, el canto de las aclamaciones laudatorias del Kyrie: “Señor, ten
piedad”; el Gloria y la oración colecta de apertura.
LITURGIA DE LA PALABRA
La liturgia es un lugar privilegiado donde la Palabra de Dios suena con una particular eficacia, pues en ella
Dios habla a su Pueblo y Cristo sigue anunciando su Evangelio (SC 33). El destinatario de esta Palabra es
el Pueblo de Dios reunido y congregado por el Espíritu Santo.
En la Liturgia de la Palabra es Cristo mismo que está realmente presente y habla a su pueblo reunido en la
asamblea litúrgica:
“Cuando en la Iglesia se leen las Sagradas Escrituras, Dios mismo habla a su pueblo, y Cristo, presente en
su Palabra, anuncia el Evangelio. Por eso, las lecturas de la Palabra de Dios que constituyen un elemento
de suma importancia en la Liturgia, deben ser escuchadas por todos con veneración. Aunque en las
lecturas de las Sagradas Escrituras la Palabra de Dios se dirige a los hombres de todos los tiempos y está
al alcance de su entendimiento, sin embargo, su comprensión y eficacia es favorecida con una explicación
viva, es decir con la homilía, que es parte de la acción litúrgica” (IGMR 29).
Cristo está ya presente en la Palabra, ya nos hace partícipes de su Misterio de vida y salvación. El
Concilio, en su documento de liturgia, ya lo dijo claramente: “está presente en su Palabra, pues cuando se
lee en la Iglesia la Sagrada Escritura, es El quien habla” (SC 7). Y lo aclaraba más todavía la constitución
sobre la Revelación: “la Iglesia siempre ha venerado la Sagrada Escritura, como lo ha hecho con el
Cuerpo de Cristo, pues sobre todo en la sagrada liturgia nunca ha cesado de tomar y repartir a sus fieles el
pan de vida que ofrece la mesa de la Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo” (DV 21).
En la Palabra que proclamamos actúa ya Dios. Su Espíritu, hoy y aquí, nos comunica la fuerza salvadera
de esa Palabra. Cristo Glorioso, presente en medio de sus fieles, se nos da como la respuesta viviente de
Dios a la humanidad. La proclamación de la Palabra no es, pues, algo previo, sino que introduce en lo que
la Eucaristía ofrecerá para ser vivido, y reanima la fe necesaria para dar este paso.
“Las lecturas tomadas de la Sagrada Escritura con los cantos que se intercalan, constituyen la parte
principal de la liturgia de la Palabra [Dios habla a su pueblo]; la homilía, la profesión de fe y la oración
universal u oración de los fieles la desarrollan y concluyen [El pueblo hace suya esta Palabra por el
silencio y los cantos, y se adhiere a ella por la profesión de fe; y alimentado por ella, ruega en la oración
universal por las necesidades de toda la Iglesia y por la salvación de todo el mundo]” (IGMR 55).
De esto se sigue que el esquema de la Liturgia de la Palabra esté concebido como una estructura dialogal,
donde Dios habla (I: lecturas bíblicas, principalmente el Evangelio, y su aplicación a la vida: la homilía) y el
pueblo responde (II: salmo responsorial, aleluya, silencio, profesión de fe y oración de los fieles). Las
lecturas que preceden el Evangelio,
De esto se sigue que el esquema de la Liturgia de la Palabra esté concebido como una estructura dialogal,
donde Dios habla (I: lecturas bíblicas, principalmente el Evangelio, y su aplicación a la vida: la homilía) y el
pueblo responde (II: salmo responsorial, aleluya, silencio, profesión de fe y oración de los fieles). Las
lecturas que preceden el Evangelio, el propio Evangelio y la homilía son elementos de una estructura
dialogal descendente: por medio de ellas Dios habla a su Pueblo.
LITURGIA EUCARÍSTICA
La Palabra escuchada se va a cumplir ahora. Jesús en la Cena y sobre la cruz selló las palabras que
había proclamado; así también, para la Iglesia, el memorial de su muerte y de su resurrección realiza la
Palabra anunciada antes.
La liturgia, para realizar este programa, ordena la celebración en las siguientes cuatro partes; cada uno
responde a uno de los cuatro verbos de la acción de Jesús en la Cena:
Cristo tomó el pan y el cáliz, dio gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: Tomad, comed,
bebed; esto es mi Cuerpo; éste es el cáliz de mi Sangre. Haced esto en conmemoración mía. Por eso, la
Iglesia ha ordenado toda la celebración de la Liturgia eucarística con estas partes, que responden a las
palabras y a las acciones de Cristo. En efecto:
1. En la preparación de los dones, se llevan al altar pan, vino y agua, o sea los mismos elementos
que Cristo tomó en sus manos.
2. En la Plegaria eucarística se da gracias a Dios por toda la obra de la salvación; los dones se
convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
3. Por la fracción del pan y por la Comunión los fieles, aunque muchos, reciben de un único pan el
Cuerpo y de un único cáliz la Sangre del Señor, del mismo modo que los Apóstoles lo recibieron de
manos del mismo Cristo (IGMR 72 b).
Así tenemos los tres momentos de la Liturgia eucarística: Preparación de los dones; Plegaria eucarística y
Rito de la comunión.
1) Un amigo: Es poder ver a nuestro Dios como el ser cercano, Padre, que me orienta y guía, me
anima. Y no ver a Dios como el comisario con quien debo firmar planilla. Es poder lograr
relacionarme con mi Señor y Dios de una manera distinta, gozosa y fluida. Es por ello que el primer
paso que debemos dar, es un paso de relación con Dios; sabiendo que está más en vos, que vos
mismo.
2) Súplica: Sabemos que nosotros somos limitados, a todos nos cuesta algo en la vida y es allí donde
debemos recurrir a la oración, sabiendo que Dios es tu Padre que te acompaña e ilumina cada
paso que das. Hay momentos en los que nos sentimos vencidos y caídos, es allí donde debemos
volver a la oración.
3) La confianza: Recordá que Dios te ama infinitamente, él desea tu bien y vos también debes buscar
tu bien. No decaigas, hay que seguir y luchar por aquello que te hace feliz; pero para ello no dejes
de pedir ayuda sobrenatural.
¿Es lo mismo un monseñor, un obispo o un cardenal? ¿En qué se diferencian? ¿Cómo se pueden
identificar? Estas y otras preguntas son respondidas en este artículo.
1. Monseñor
Por muchos siglos, el Papa solía conceder títulos honoríficos a los sacerdotes dentro de su Casa
Pontificia. El título se amplió con los años y luego fue dado a sacerdotes fuera de Roma por
recomendación de un obispo; sin embargo, hace unos años fue limitado por el Papa Francisco,
volviendo a la práctica anterior.
Al ser miembros de la Casa Pontificia, los monseñores visten con el color púrpura (que está más cerca
del magenta), una sotana con botones, ribetes y fajín, y por lo general, no tienen un solideo (el
pequeño gorro que va sobre la cabeza) o una cruz pectoral. Estos dos últimos signos son distintos de
los obispos y cardenales.
El color púrpura está conectado a la tradición en el Imperio Romano para vestir a nuevos dignatarios
con una toga púrpura. En la heráldica medieval, el color simbolizaba la justicia, la majestad real y la
soberanía.
2. Obispo
La mayor parte de la historia de la Iglesia el verde fue el color para los obispos. Este color aún se ve en
el escudo de armas tradicional que elige cada obispo cuando es elegido. Sin embargo, en el siglo XVI
el color se cambió a “rojo amaranto”, que se llama así en referencia al color de la flor de amaranto. Se
asemeja al color fucsia.
Como tiene un color similar a la púrpura, tiene un valor simbólico que apunta a la tarea del obispo de
gobernar su diócesis local.
Además, los obispos se pueden identificar por llevar el mismo color en el solideo y por la cruz pectoral.
3. Cardenal
El nombre técnico para el color que usan los cardenales es “escarlata”. Este color los distingue como
miembros del Colegio Cardenalicio y como “príncipes” de la Iglesia.
Cuando el Papa coloca la birreta (un sombrero con 3 o 4 esquinas que se usan como parte de la
vestimenta litúrgica) en la parte superior de la cabeza del cardenal, dice: “(Esto es) escarlata como un
signo de la dignidad del cardenalato, lo que significa su disposición a actuar con coraje, incluso al
derramamiento de su sangre, al aumento de la fe cristiana, la paz y la tranquilidad del pueblo de Dios y
la libertad y el crecimiento de la Santa Iglesia Romana”.
Al fin, ¿cuánto dinero necesita Ecuador para financiarse en 2021?
La cifra de la necesidad de financiamiento en 2021 subió de USD 8.700 millones a USD 11.600 millones,
pero luego el Gobierno redujo la proyección.
El valor de lo que Ecuador necesita para financiar sus necesidades en 2021 no está claro todavía.
El Gobierno dice que las necesidades de financiamiento del país este año ascenderán a USD 8.700
millones, pero sí se suman otras obligaciones la cifra superaría los USD 15.000 millones.
Las necesidades de financiamiento no son otra cosa que el dinero que necesita conseguir un Estado para
cubrir el faltante de recursos a la hora de pagar todos sus gastos y sus obligaciones en un año.
Existen dos cifras diferentes sobre lo que serán las necesidades de financiamiento de Ecuador en 2021.
Días antes de terminar sus funciones, la administración del expresidente Lenín Moreno aumentó la
proyección de USD 8.700 millones a USD 11.600 millones.
El exministro de Finanzas, Mauricio Pozo, dijo que la cifra recalculada era parte del nuevo informe que
envió el Gobierno al Fondo Monetario Internacional (FMI), como parte del acuerdo de crédito que está
vigente con Ecuador.
Pozo incluyó USD 2.900 millones necesarios para pagar los vencimientos de los Certificados de Tesorería
(Cetes), que son papeles de corto plazo de la deuda interna de Ecuador.
Pero la administración de Lasso volvió a excluir de las necesidades de financiamiento el pago de Cetes, al
menos en el papel. Y, estableció que los recursos que necesita el Gobierno este año serían de USD 8.700
millones.
De este último total, el Ministerio de Finanzas mantiene la meta de asignar USD 3.900 millones para cubrir
el déficit fiscal y de USD 4.800 millones para el pago de las amortizaciones de deuda pública, es decir, el
pago de capital.
Muchas deudas
Varios economistas consultados por PRIMICIAS aseguran que la cifra del Gobierno es “muy optimista” y
que no necesariamente se ajusta a la realidad.
El exministro de Finanzas, Fausto Ortiz, señala que las necesidades este año superarían los USD
10.000 millones porque considera que el déficit fiscal no será de USD 3.900 millones, como prevé el FMI,
sino superior a los USD 5.000 millones.
Mientras que el secretario del Observatorio de la Política Fiscal, Jaime Carrera, es más pesimista y
asegura que las necesidades de financiamiento de Ecuador superan los USD 15.000 millones en 2021 al
tiempo que pide que se transparenten las cifras.
Según Carrera, las necesidades de financiamiento están dadas por las siguientes obligaciones:
"Como no se va a conseguir ese dinero, el actual Gobierno pasará el pago de las deudas para el próximo
año, como fue una costumbre en el Gobierno anterior", dice Carrera.
Según la planificación actual, los USD 8.700 millones que se necesitan para 2021 están completamente
financiados.
De ese total, unos USD 5.500 millones provendrían de los organismos multilaterales de créditos. De ese
total:
Los DEG son la moneda del FMI y no son otra cosa que una cesta de monedas compuesta por euros,
libras esterlinas, remnibis (China) y dólares estadounidenses.