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EL GASTO PÚBLICO
«Muchos países sufren hoy los efectos de una inflación socialmente devastadora,
un paro anormalmente alto, una errónea utilización de los recursos económicos y,
en ciertos casos, la pérdida total de la libertad» (M. Friedman, 1.976)
En todos los países, el Estado estructura un presupuesto anual de gastos para
llevar adelante las funciones básicas que le son inherentes. El financiamiento de
dicho gasto es imprescindible y la forma de ese financiamiento tiene efectos sobre
la economía del país. En este sentido, el gasto público se puede financiar con
impuestos internos, con endeudamiento o con mecanismos de devaluación de la
moneda, así como con una combinación de los anteriores.
La forma idónea de mantenimiento de una sana gestión fiscal es por la vía del
cobro de impuestos: en el mejor de los casos, la mayor cantidad de gasto público
debe ser financiada por impuestos generados por la propia economía. Cuando el
gasto público supera a los ingresos fiscales, estamos en presencia de un déficit
fiscal.
Ahora bien, cuando un gobierno posee el control de las reservas internacionales
(incluyendo las del Banco Central y otros fondos), porque es propietario o controla
la mayor actividad generadora de divisas del país, los déficits fiscales pueden ser
cubiertos inmediatamente con una devaluación de la moneda.
La otra forma de financiar el gasto público es mediante la emisión de deuda
interna o externa.
En el primer caso se produce un efecto de alza en las tasas de interés domésticas
del mercado financiero de deuda, producto de la colocación de estas nuevas
emisiones, afectando el costo y oferta de dinero para los agentes que participan
en el mercado. En caso de financiamiento externo del gasto público, no hay
impacto sobre las tasas de interés internas ni un impacto importante sobre la
inflación; sin embargo, los potenciales acreedores exigen un menú de medidas
que garanticen el pago oportuno futuro de los montos solicitados, es decir un plan
que garantice la estabilidad macroeconómica.
Al no tener que cargar constantemente a los ciudadanos con mayores impuestos
para financiar más gasto público, el despilfarro de recursos limitados se hace más
fácil. En Venezuela el Estado ha mantenido una política fiscal irresponsable en la
medida que mayor gasto público deficitario se traduce en mayor deuda con
acreedores en el exterior (principalmente China) y a lo interno (principalmente con
el BCV).
El problema se concentra en que se trata de un gasto público improductivo,
acompañado de transferencia de rentas a grupos particulares con mecanismos
poco transparentes. También, subsidios generalizados como el del combustible y
la electricidad, entre otros bienes y servicios básicos, implican un mayor gasto
público.
El déficit fiscal siempre podrá ser monetizado por el gobierno, vía banco central, a
través de la impresión de billetes por el monto que cubra la diferencia entre
ingresos y gastos. Cuando esto se hace sin el respaldo de las reservas
internacionales y sin que dicha expansión monetaria se corresponda con la
cantidad de productos existentes en el mercado, terminará generando inflación.
PRINCIPALES CAUSAS DE CRECIMIENTO DEL GASTO PUBLICO
En la mayoría de los países del mundo, el gasto público se ha incrementado de
una u otra manera, la curva es siempre ascendente. Las guerras mundiales que la
humanidad ha experimentado, y las guerras internas que han sufrido los países de
Latinoamérica, han determinado en gran medida el mayor crecimiento de los
gastos públicos, pues estos hechos mundiales aceleran su crecimiento. Los
tratadistas han dividido las causas del crecimiento del gasto público en:
CAUSAS REALES
El aumento real de los gastos públicos se debe, sustancialmente, a las
siguientes causas:
-Tasa de actividad
-Tasa de ocupación
-Tasa de desempleo
-IPC
-Deflactor del PIB
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