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CASO GRUPO 1

Niña de 7 años y 5 meses de edad que consulta por presentar dificultades en


la lectura y la escritura. Cursa 2.º de Educación Primaria. Tiene refuerzo en
lengua y matemáticas en la escuela. Le cuesta leer, lo hace lentamente y con
esfuerzo. Se salta alguna palabra al leer y escribir, utiliza lectura subvocal y
hace muchas faltas de ortografía. Comprende aceptablemente lo que lee. Con
el tiempo, estas dificultades se han hecho más evidentes.

Le cuesta aprender las secuencias verbales. Es una niña inquieta, pero no


hiperactiva. En el aula atiende y, en general, se considera que es una niña
trabajadora.

Acudió al centro de desarrollo infantil y atención precoz (CDIAP) de zona de los


3 a los 4 años para recibir tratamiento de logopedia por presentar dislalias. Se
sometió a una sección del frenillo sublingual a los 3,5 años. Lleva gafas debido
a astigmatismo desde hace 1 año. Su desarrollo psicomotor es normal. Tiene
antecedentes familiares de síndrome de Asperger.

La exploración física neurológica resultó normal.

En la exploración neuropsicológica, tras la aplicación se detectó de la Escala de


Inteligencia de Wechsler para Niños-Cuarta Edición (WISC-IV), un cociente intelectual
de 91 (PT 100 ± 15). En el resto del estudio neuropsicológico destacaba la presencia de
déficit en denominación rápida, memoria fonológica y lectura (no obtuvo el nivel de
1.º de Primaria en velocidad ni precisión; obtuvo el nivel de 2.º en comprensión
lectora; no obtuvo el nivel de 1º. en ortografía natural ni arbitraria).
CASO GRUPO 2

“Juan” es un niño de 6 años que ha comenzado 1º de primaria. Su tutor se ha puesto en


contacto con el psicólogo del centro ya que necesita ayuda urgentemente, dice que no sabe
qué hacer con el niño.
El tutor señala que el niño es inteligente, pero no es capaz de realizar las tareas porque
no se centra, está pendiente a todo menos a lo que tiene que hacer. No es capaz de prestar
atención a una misma tarea ni dos minutos. Se levanta “mil” veces de su asiento sin ningún
motivo, le encanta sacar punta a los lápices, aunque no sea necesario, mientras va a la
papelera a sacar punta, toca, tira y les quita los materiales a los otros compañeros, los
molesta, con el resultado de que éstos se alborotan se enfadan, comienzan a discutir, y la
clase se convierte en un caos. Además, cuando el tutor hace alguna pregunta, contesta
antes de haberla terminado de formular.
Cuando “Juan” consigue terminar alguna actividad, el resultado es un poco “desastroso”:
está sucia, llena de borrones, la hoja queda rota de tanto borrar, está desordenada, …
El tutor le ha dicho a “Juan” que si termina sus tareas podrá ir a hacerle algunos recados,
y esto le encanta al niño. El otro día le encargó que le dijese al conserje que le diese las
llaves del gimnasio y las llevase a la clase, pasaron unos minutos y al ver que el niño no
llegaba el profesor salió a ver qué pasaba, se había entretenido con una fila de hormigas
que había visto y se le había olvidado ir a por las llaves.
Para intentar que el alumno cambiase, el tutor se puso en contacto con la familia y
descubrió que en casa era igual o peor. Su madre comentó que de pequeño era muy
travieso, muy nervioso y que lo que más le inquietaba era que tenía mucha facilidad para
tener accidentes.
Tanto en el colegio como en casa probaron a castigarle para ver si funcionaba y cambiaba
un poco, pero nada, ha estado dos semanas sin recreo, sin película, en casa no ha visto la
televisión, ni ha jugado, y el niño sigue igual o más nervioso aún.
CASO GRUPO 3

Los padres traen a la consulta de pediatría a su hijo de 7 años de edad, al que


conocemos desde el nacimiento, que va a empezar 2.º de Educación Primaria y
es el mediano de 3 hermanos. No ha repetido curso nunca. El niño ha tenido
algunos problemas para seguir el ritmo de la clase de 1.º. En 3.º de Educación
Infantil era bastante inquieto en clase. Ha acudido varias veces al servicio de
urgencias por haber sufrido caídas, cortes y algunos accidentes de bicicleta, ya
que hace las cosas sin pensar. El motivo de consulta fue la presencia de
dificultades para seguir el ritmo de la clase y una excesiva inquietud
psicomotriz.

En casa evita hacer deberes, hay que obligarlo a terminarlos, porque si no, los
hace rápido sin importarle hacerlos mal. Le cuesta seguir instrucciones que
tienen varios pasos (como «ponte el pijama» y «ven a cenar»), y
frecuentemente la madre lo encuentra haciendo otra cosa porque ha olvidado
lo que le ha pedido. Además, no para de moverse, de levantarse, de enredar
en clase, interrumpe, contesta sin dejar que se acabe la pregunta y es muy
impaciente. Debido a estos problemas en casa y en el colegio, están
empeorando sus notas y cada vez le está costando más mantener el nivel.

Nació a las 40 semanas, con un peso de 3.300 g, tras un parto vaginal a


término, no instrumentado; no precisó reanimación ni incubadora. Embarazo
normal. Desarrolló el lenguaje sin problema, y es muy interactivo con la gente
a su alrededor.

Aprendió a leer sin dificultades, y su lectura sigue avanzando bien. Tras una
evaluación de inteligencia en el colegio realizada el año pasado, el niño obtuvo
un cociente intelectual (CI) total de 103, CI verbal de 104 y CI no verbal de 102.
Los padres dicen que no es tímido, suele llevarse bien con otros niños, duerme
bien; no tiene miedo a la oscuridad, a dormir solo o a estar solo en su cuarto,
ni lloró excesivamente al ir al colegio. Se queda en casa de las abuelas sin
problema, o en casa con una cuidadora si los padres tienen que salir a cenar,
por ejemplo.
En la exploración clínica, el niño presenta:

• Peso: 30 kg (P90).
• Talla: 133 cm (P90-97).
• Resto de exploración física normal.

No tiene tics ni problemas serios del humor, y su inteligencia es normal. En el


colegio se lleva bien con los otros niños, aunque no mantiene las amistades a
largo plazo, va de un grupo a otro; no se aficiona a las cosas; pasa de estar en
el equipo de fútbol a apuntarse a judo, y tras unas pocas semanas pide
cambiarse al grupo de atletismo. A veces se frustra si no le hacen caso o no se
juega a lo que él dice, o como él quiere, y puede llegar a gritar o insultar.

Tras llevar 1 mes con la medicación, los padres vuelven a la consulta. El niño
está más atento, aguanta más sentado, no precisa tanta supervisión y es más
autónomo trabajando en casa y en el colegio. Ha perdido 1 kg de peso y no ha
crecido nada, come poco y cena mucho. Duerme bien y no tiene tics. Su humor
es bueno, está contento con su avance en el colegio y con el hecho de que
ahora le echan menos broncas porque ya hace las cosas él solo. Ha sacado
alguna nota muy buena en algún examen.
CASO GRUPO 4

Pedro, 10 años y 3 meses.

Paciente remitido para valoración neuropsicológica y criterio diagnóstico por presentar fracaso en
la progresión de los aprendizajes escolares y en el control de la propia conducta dentro del ámbito
escolar y familiar.

ANAMNESIS PERSONAL Y FAMILIAR

Hijo de padres casados, en la actualidad es hijo único. A nivel familiar no destacan ningún
antecedente relevante dentro de la esfera médica. En relación a los antecedentes psicológicos, el
padre refiere que ha presentado y mantiene dificultades en la lectura parecidas a las que muestra
su hijo. Cree que sus hermanas también tienen problemas, pero no confirma este aspecto. Presentó
un correcto desarrollo durante el periodo de gestación, sin ninguna complicación física destacable.
Parto a término y eutócito. Peso de nacimiento de 3,450 kg. Desarrollo satisfactorio, tanto des del
aspecto psicoafectivo como psicomotriz. A nivel motriz no gateo y a los 14 meses adquirió la
bipedestación. El desarrollo del lenguaje es correcto, iniciando las primeras palabras antes del año.
A nivel esfinterial adquiere pleno control rectal y vesical sobre los dos años y medio. A nivel social
siempre se ha mostrado como un chico aceptado y integrado por el grupo de amistades. Respeto
los aspectos espacio-temporales ha presentado dificultades en la adquisición de estas nociones. La
valoración de los aspectos de motricidad fina y gruesa indican que no tiene correcta habilidad en la
coordinación de los grandes grupos musculares, mostrando menos facilidad por los aspectos de
motricidad fina y habilidad manual.

CURSO EVOLUTIVO Y OBSERVACIONES

Presenta fracaso escolar y en la adquisición de los aprendizajes básicos de la lectoescritura de más


de 4 años de evolución. Desde el inicio de la escolarización primaria ha presentado deficiencias en
el análisis y proceso de la lectoescritura y en el cálculo. En el momento presente y desde
prácticamente segundo de primaria se acompaña al fracaso escolar de dificultades
comportamentales en la escuela, siendo motivo frecuente de queja por parte de los profesores.
Describen su conducta como inestable y excesivamente movida, déficit en su capacidad atencional,
afectando la relación que mantiene escolar, pero no con el grupo de iguales. Actúa de forma
oposicionista y rebelde, negándose a cumplir órdenes y tareas escolares. La familia explica que se
trata de una problemática presente des del inicio de la escolarización obligatoria y coincidiendo con
el inicio del aprendizaje de la lectoescritura.
CASO GRUPO 5

Miguel es un niño de 10 años de edad, que cursa el quinto grado de educación primaria en una
institución educativa pública del distrito de Santiago de Surco.

La madre refiere que conocía las limitaciones de su hijo en las áreas Comunicación y Matemática,
debido a sus bajas calificaciones. El evaluado evidencia errores en su escritura, confundiendo la ll
con la ñ y la ge, gi, con la gui, gue, además presenta errores ortográficos en su escritura.

El evaluado es un niño tranquilo, que sigue las indicaciones del profesor, sin embargo, el profesor
refiere que evidencia vergüenza cuando tiene que leer frente a sus compañeros, presenta un tono
de voz muy baja, y una lectura pausada. Es referido a evaluación, por su madre a solicitud de su
profesor de aula.

Fue referido a evaluación por su madre a solicitud del profesor de aula por presentar bajo
rendimiento en el curso de Comunicación.

Antecedentes

La madre refirió que tuvo un embarazo no planificado, el tiempo de gestación fue de 8 meses y 3
semanas, el bebé nació pesando 3.2 kilogramos con una talla de 41 cm y con un APGAR de 10, no
manifestó ninguna dificultad al momento de nacer, tampoco presentó dificultades para la succión
de su alimento del pecho materno. A pesar de ser un embarazo no planificado, el desarrollo del
bebé fue normal; sin embargo, la madre se sentía muy preocupada porque su esposo no tenía
trabajo fijo. El parto fue normal, atendido luego de 8 horas de espera en un hospital del Ministerio
de Salud en Chorrillos por un ginecólogo colegiado. La edad de los padres cuando nació el niño era
de 38 años la madre y de 39 años el padre.

La madre refirió que de acuerdo a sus controles pediátricos su niño goza de un buen estado de salud
física y mental, no presenta dificultades auditivas ni visuales, así mismo, que recibió todas las
vacunas que le recomendó el pediatra.

La madre manifestó que durante el primer año de vida el niño no gateó, sus primeros pasos los dió
al año 2 meses aproximadamente, era torpe al caminar y se caía frecuentemente, comenzó a correr
a la edad de dos años. En la actualidad el niño corre, se para sobre un pie, y monta bicicleta; le gusta
dibujar y pintar, presenta preferencia manual zurda.

En el desarrollo del lenguaje, la madre refirió que a los 5 meses el niño comenzó a balbucear,
pronunció su primera palabra al año, su primera palabra había sido “papá”, luego “mamá” y “no”,
luego pronunciaba “gua”, cuando pedía “agua”, y solía señalar las cosas que quería y evitaba
pronunciar palabras, ella sin darse cuenta le daba lo que quería, luego cuando comenzó el nido a los
3 años, hablaba sustituyendo sílabas en palabras, como “lota”, en vez de pelota, “me” en vez de
dame.

El evaluado, durante su historia escolar, tuvo dificultades en el área de Comunicación, desde el


inicio de su aprendizaje de la lectura y escritura, tal es así que demoró en aprender a leer en
comparación con sus compañeros, en segundo grado continuaban las dificultades en lectoescritura
pero no recibió apoyo pedagógico que estimule su aprendizaje; durante el tercer grado tuvo que
hacer el curso vacacional en Comunicación para no repetir el año, y en los otros grados los
profesores recomendaban a los padres de brindar al estudiante apoyo pedagógico para que pueda
lograr las expectativas de evaluación propuestos para el grado. Además, la madre indicó que
actualmente el evaluado, se pone nervioso al relatar algún evento especialmente si se encuentra al
frente a sus compañeros, no le gusta hablar en público y cuando lo hace se expresa en volumen
bajo.

Observaciones generales y de conducta

El estudiante es un niño de mediana estatura, contextura promedio, cabello y ojos negros, tez
trigueña. Se mostró aseado y arreglado al momento de la evaluación. Su timbre de voz fue bajo y
en ocasiones presentó dificultades al pronunciar algunas palabras. En relación a la coordinación
motora gruesa, se observó movimientos firmes al desplazarse, y postura adecuada; mostró también,
preferencia manual zurda al momento de escribir. El evaluado siguió adecuadamente las
indicaciones mostrando buena disposición para trabajar durante la evaluación.
CASO GRUPO 6

“María” es una niña tranquila, no habla mucho, es hija única. Su mamá es sobreprotectora
muchas veces para cumplir las tareas ella lo hace, la madre refiere:” mi hija es pequeña por eso
la ayudo”.
“María” es una niña de 8 años que cursa 3º de Ed. Primaria. Su profesora se ha puesto en
contacto con el psicólogo del centro para comentarle que está muy preocupada por esta niña y que
le gustaría que él como especialista le diese su opinión acerca de qué le pasa a “María”. Ha añadido
que es una niña inteligente, pero que siente preocupación por ella debido a que tiene muchos
problemas relacionados con la lectoescritura.
Con respecto a los errores que comete al leer y al escribir, su tutora ha hecho hincapié en los
siguientes:

– Comete errores como los siguientes:


● lee “pornuciacio” por “pronunciación”
● lee “pretubacio” por “pertubación”
● lee “mebracacio” por “embarcación”
● lee “esta” por “seta”
● lee “bato” por “pato”
● lee “catorpis” por “catropis”
● las palabras irregulares del tipo “peugeot”, las lee “tal cual” …

– Copia mal figuras y palabras


– En la escritura al dictado y en la escritura espontánea comete errores de este tipo, tanto en
palabras conocidas como en aquellas que le son desconocidas: omisiones: “abriedo” por
“abriendo”; “emuchado” por “embuchados”, “ren
canacio” por “reencarnación”,…
uniones y fragmentaciones: “yosoy” por “yo soy”; “esun ni ño” por “es un
niño”,…
inversiones: “lacaravá” por “alcaraván”; “pajaor” por “pájaro”,… adiciones: “aperesándolo”
por “apresándolo”; “dísas” por “días”
faltas de ortografía en palabras muy frecuentes del tipo: “jato” por “gato”; “vevé” por “bebé”,

CASO GRUPO 7

“R” es una chica de 12 años que cursa 6º de primaria. Su tutor está preocupado por su rendimiento
académico, así que se ha puesto en contacto con el orientador del centro para que le oriente acerca
de qué es lo que puede estar pasando a “R”. “R” es una chica inteligente que durante toda la
primaria ha ido pasando de curso con normalidad, no ha sido una alumna muy brillante pero no ha
tenido problemas para ir aprobando las asignaturas.
Últimamente cuando es la hora de matemáticas “R” se pone muy nerviosa, afectando a su
rendimiento en esta materia, que por cierto está bajando notablemente. En clases de matemáticas
se distrae muchísimo hablando con los compañeros o pensando “en las musarañas”.
Con respecto a las tareas que implican la resolución de operaciones matemáticas sin más, no
presenta problemas (es decir, calcula bien), pero cuando se trata de la resolución de problemas
matemáticos no sabe cómo plantearlos ni qué operaciones tiene que aplicar, ya que no comprende
el enunciado de los mismos.
El tutor nota que está muy desmotivada por esta materia. El otro día habló con ella para ver qué
estaba sucediéndole, y ella le dijo que no le gustaba esta materia y que por mucho que la estudiara
seguía suspendiendo. Además añadió, que cada día dedicaba menos tiempo al estudio de las
matemáticas, que lo que hacía para estudiarla era aprenderse de memoria los recuadros que vienen
señalados en el libro, pero que no le servía para nada.
Con respecto a los padres de “R”, el profesor señala que no muestran mucho interés en lo que al
desarrollo escolar de su hija se refiere.
CASO GRUPO 8

“E” es un niño de 10 años que está estudiando 5º de primaria. Su tutor se ha puesto en contacto
con el orientador del centro ya que necesita ayuda.
El tutor señala que “E” es un niño inteligente lo que ocurre es que no es capaz de prestar atención
ni a sus explicaciones, ni a las tareas que ha de realizar, nunca sabe qué es lo que tiene que hacer,
siempre está despistado, casi nunca le da tiempo a terminar las tareas. Además, es un chico al que
le cuesta trabajo estarse quieto, se balancea en la silla, se levanta con cualquier excusa, no puede
estar tranquilo haciendo las tareas como el resto de sus compañeros ya que se distrae hasta “con
una mosca que pase”. También le cuesta trabajo pensar y esperar su turno antes de contestar a las
preguntas que formula el profesor.
Su madre dice que ya está cansada, que “E” le absorbe todo el tiempo que tiene, que desde pequeño
siempre ha sido así. Dice que ocupa prácticamente todas las tardes en hacer actividades y en
estudiar, y que si se concentrara, con una hora que le dedicase al trabajo escolar tendría suficiente.
Además, añade que “da mil vueltas antes de ponerse a hacer los deberes” y que se distrae
muchísimo.
Los profesores de los cursos anteriores, comentaron al tutor actual de “E”, que éste siempre ha sido
igual. Que como mejor trabajaba era cuando el profesor estaba solo con él y constantemente estaba
supervisando su trabajo y dándole indicaciones de qué es lo que tenía que hacer en cada momento.
CASO GRUPO 9
“Arturo” es un niño de 7 años que cursa 2º de Ed. Primaria. Este año tiene una tutora
nueva, y ésta se ha puesto en contacto con al psicólogo del centro para comentarle que
está muy preocupada por este niño y que le gustaría que él como especialista le diese su
opinión acerca de qué le pasa a “Arturo”. Ha añadido que siente preocupación por él
debido a que tiene muchos problemas relacionados con la lectoescritura, es por ello por lo
que no sigue el ritmo de la clase cuando se enfrentan a tareas donde sea necesario leer y
escribir, se queda atrás, no termina sus tareas, por lo que se las tiene que llevar a casa, y
esto se viene repitiendo desde el comienzo de curso a diario. Además, señala que es un
niño inteligente, y que en matemáticas no va tan mal, no comete errores significativos en
tareas de cálculo, que es en lo que actualmente están haciendo más hincapié.

“Arturo” comenzó a leer el año pasado. Con respecto a los errores que comete al leer, su
tutora ha hecho hincapié en los siguientes:

● lee “porcesión” por “procesión”

● lee “sepecialista” por “especialista”

● lee “chiquo” por “chiquillo”

● lee mal las pseudopalabras

En la escritura al copiado, no comete errores. Sin embargo, en la escritura al dictado y en


la escritura espontánea comete errores de este tipo (véase transcripción del dictado):

Dictado

A nu lobo es le atareveso un ueso ne la garganta mientas comia. Vinedo queno podia


seplusalo, ro goa nua cigüeña quees lo sacara. Oye, le dijo, tu quetie nes un pico tan lrago,
az le favor de setarreme sete ueso queten go ne la garganta…

A un lobo se le atravesó un hueso en la garganta mientras comía. Viendo que no podía


expulsarlo, rogó a una cigüeña que se lo sacara. Oye, le dijo, tú que tienes un pico tan
largo, haz el favor de extraerme este hueso que tengo en la garganta.

En el aula es un niño callado, no juega con sus compañeros siempre dice “no soy bueno
para jugar a la pelota”, algunos compañeros lo molestan diciéndole “tonto”.

En cuanto al ambiente familiar, es el segundo hijo de tres hermanos; su hermano mayor


es un alumno con buenas calificaciones, situación que lleva a que su papá los compare.
En cuanto a su mamá, es más comprensiva y sobreprotectora. Ella refiere que el niño se
distrae con facilidad y se olvida de las cosas que se le pide; ella menciona: “tengo que
repetirle las cosas”, y además refiere que tiene que bañarlo y vestirlo porque no sabe
abotonarse o se pone las prendas al revés.

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