La teoría del aprendizaje

social de Kohlberg
Introducción
CONTENIDO
1. Introducción.

2. Los estadios morales de Piaget.

3. Los estadios morales de Kohlberg.

Moral preconvencional.
Moral convencional.
Moral posconvencional.
4. Las operaciones cognitivas.

5. Bibliografía.

Introducción
Por desarrollo moral entendemos el acontecer
del comportamiento y adquisición de conductas,
socialmente aceptables, que produce beneficios sobre
uno mismo/a y/o sobre su entorno. Cuando actuamos, lo
hacemos por unas causas y motivos que, en la mayoría
de los casos, podemos explicar. Como consecuencia
de nuestros actos hemos aprendido a sobrevivir en el
entorno de la manera más saludable posible. Existen
unas normas culturales y formas de hacer las cosas
en el lugar donde vivimos, esta moralidad social la
aprendemos por ósmosis, es decir, que la aprendemos
por contacto e intercambio de acciones.
Esta adquisición moral se produce por la observación
y relación con el entorno. Existen, varias formas de
aprehender la información: los procesos simbólicos,
los procesos vicarios y los procesos autorreguladores.
Recordando, que los procesos simbólicos son aquellos
que realizamos en nuestro interior sin tener que
haberlos vivido. Tenemos la posibilidad de prever
las consecuencias de nuestros comportamientos. El
razonamiento y las hipótesis son esenciales en estos
procesos. Los procesos vicarios son aquellos en los que
las conclusiones son obtenidas de la observación de
otros o de ejemplos que nos dicen. Es información que
incorporamos desde fuera de nosotros/as mismos. Y,
por último, los procesos autorreguladores son procesos
decididos por las creencias, fidelidades y juicios previos
que hacemos de lo que pasa. Serían todos esos procesos
adquiridos por la cultura, el entorno y nuestra interacción
con él. Son procesos pseudoautomáticos que salen casi
de forma automatizada.
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Como dice A. Marchesi 2, el desarrollo moral es el
aprendizaje de la conducta socialmente aceptable y la
adquisición e internalización de las normas y valores
transmitidos por las personas que rodean al niño en sus
diferentes ambientes.
A medida que vamos creciendo, tal y como dice Piaget (1974),
la moralidad se va sustentando en los estadios cognitivos
del crecimiento humano: etapa premoral, etapa heterónoma
y etapa autónoma. Kohlberg profundiza en estos estudios
y añade una nueva secuenciación de las etapas.
Como dice Barra (1987)2 en su artículo de la Revista
Latinoamericana de Psicología: “Los fundamentos
psicológicos de la Teoría de Kohlberg se encuentran en la
teoría del desarrollo cognoscitivo de Piaget, y en particular
en su libro El Criterio Moral en el Niño (Piaget, 1974).
La descripción del juicio moral del niño hecha por Piaget en
este trabajo continúa aún en la actualidad constituyendo
el punto de partida de muchas investigaciones (Tschorne
y Bermeosolo, 1978; Barra, 1982).” El mismo Kohlberg
declara: “Mi trabajo sobre la moralidad comenzó
a partir de las nociones piagetianas de estadios y de
las nociones piagetianas de que el niño es un filósofo.
Inspirado por el esfuerzo pionero de Jean Piaget de
aplicar una perspectiva estructural al desarrollo moral,
he elaborado paulatinamente a lo largo de los años un
esquema tipológico describiendo estadios generales del
pensamiento” (Kohlberg, 1972, citado por Mifsud, 1981).
Kohlberg, psicólogo estadounidense, sostiene que los
niños no pueden emitir juicios morales sólidos hasta
que alcanzan un nivel suficientemente alto de madurez
cognoscitiva para ver las cosas como las vería otra
persona, es decir, que los niños no tienen un sistema moral
maduro hasta que no son capaces de ser empáticos.

Como dicen González, Abreu, Badii (2008)3
“Esto plantea que habría una relación entre el nivel
cognitivo de un individuo y su desarrollo moral, dado
que el razonamiento moral avanzado depende de un
razonamiento lógico avanzado”
Munist, Santos, Kotliarenco, Suárez, Infante y Grotberg, E
(1998) (4) apuntan que “el logro de un nivel de desarrollo
moral alto o superior depende de la madurez cognitiva
pero también de la estabilidad emocional y afectiva que
le puedan otorgar las guías de adultos significativos
y cercanos para el niño o adolescente, los que también
son claves a la hora de potenciar en ellos la resiliencia”.
Podemos decir, como afirma Martínez (2011), que
“el desarrollo moral es un proceso cognitivo que se
manifiesta también en la asunción de roles sociales” que
se observan en el entorno.
Concluimos que en el niño van cambiando estructuras en
el cerebro, que en relación con el ambiente, les permiten
pasar de ser un receptor de estímulos, que reciben sus
sentidos, a ser un actor modificador del entorno. “El niño,
entonces, cambia de un juicio moral que proviene del
exterior, denominado por Piaget heteronomía, a un juicio
autónomo, donde el individuo sabe perfectamente qué
es bueno o malo, etapa identificada por Piaget como de
moral autónoma, donde el niño posee su propio juicio
moral”. Barra (1987).
Prosigue Barra en su artículo: “Kohlberg consideró que
el desarrollo moral tomaba más tiempo que lo postulado
por Piaget. Sus estudios sobre moral no estaban
centrados en valores en particular, sino en las razones
de las personas para tomar una acción u otra. Kohlberg
propone que todos seguimos esquemas universales
de razonamiento, asociados a nuestro desarrollo
psicológico, evolucionando desde etapas egocéntricas
hasta niveles más altruistas. Identifica seis estadios de
desarrollo moral agrupados en tres niveles superiores”.
Los estadios morales
de Piaget
Piaget postula tres etapas que explican la adquisición de
la moral: la premoral, la heterónoma y la autónoma. El
autor utiliza el método clínico a través de la observación
del juego entre dos. También utiliza la entrevista para
completar su estudio. “Con el juego del cuadrado intenta
descubrir cómo los niños observan la regla en función
de su edad y su desarrollo mental” Barra (1987), ya que
“un único y mismo juego, como el juego del cuadrado,
jugado en una misma escuela, comporta en ciertos
puntos varias reglas diferentes” (Piaget, 1984:12).
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Las primeras preguntas estaban encaminadas al
desarrollo de la actividad e interacción con él mismo,
fueron utilizadas del tipo: ¿cómo se juega a las canicas?,
¿vas a enseñarme cómo se juega?, ¿enséñame las reglas?,
¡y jugaré contigo! En un segundo lugar las preguntas
tenían como objetivo saber si los niños tenían conciencia
de lo que es una regla y se les proponía que inventaran
una nueva regla y apreciaciones del tipo: ¿tú crees que
esta regla es buena para los que jueguen? Las etapas son:
• La etapa premoral: periodo que dura hasta los 5-6
años y en los que los niños/as aún no tienen el
concepto de norma como en etapas posteriores.
A esta edad los niños y niñas son capaces de
representar las cosas y las acciones por medio
del lenguaje para contar lo que están haciendo
o solicitar que se le atienda en alguna necesidad.
Normalmente las normas las crean los adultos
de las referencias que les rodean. La creación de
normas no es tal, es decir, que no son normas,
reproducen el estilo de imponer las normas de
sus adultos de referencia, pero éstas, están más
supeditadas a las necesidades personales que al
sentido de una regla que beneficia al juego, a la
individualidad o al grupo.
• La segunda es la etapa de la heteronomía:
periodo de los 5 a los 10 años, en la que las
normas regulan la vida, el comportamiento, los
juegos, etc., están siempre como provenientes de
un ente abstracto (los padres, Dios, la policía, los
maestros/as, etc.…) que las dicta. Piensan que las
normas son inquebrantables y establecen todo
su mundo entre la dicotomía del bien y el mal.
Creen que tarde o temprano todos los actos malos
tienen su consecuencia. Han pasado de estadio
evolutivo, con su avance cognitivo; aprenden
a realizar operaciones abstractas y empiezan a hacer
relaciones entre los objetos. Aparecen relaciones
entre las consecuencias de los actos previos.
Empiezan a ver que las reglas no son inmutables
y tienen que ver con el respeto mutuo de los iguales.
Aparece la honestidad y la justicia como base de
las relaciones entre ellos.
• La tercera es la de autonomía: etapa a partir
de los 10 años donde las reglas y normas son
acuerdos arbitrarios que pueden ser impugnados
o modificados. La cooperación entre iguales cambia
la noción de norma; ahora la norma salva al grupo.
Se considera la posibilidad de creación de nuevas
normas consensuadas con los demás. Se produce
un respeto mutuo dentro de los integrantes del grupo.
Además, la adolescencia implica un gran desarrollo
corporal y de maduración moral, y las estructuras
de conocimiento permiten la generalización y la
realización de operaciones abstractas. Se puede
pasar de lo general a lo concreto y viceversa. Surgen
sentimientos morales personalizados: la compasión,
el altruismo, empatía... que consiguen ver al otro
como susceptible de aplicar otra norma menos
restrictiva. Gracias a esto la rigidez del estadio anterior
desaparece. El adolescente defenderá su nuevo
esquema de valores y normas frente a las impuestas
por el exterior.

• La intención se convierte en elemento prioritario
de análisis para comprender la moralidad del ser
humano, puesto que no hay hecho moral sin intención
por parte del agente. Si el niño no tiene intención de
infligir daño, tendríamos que hablar de accidente
o error. Si un acusado mata a una persona por error
no es lo mismo que si lo asesina intencionadamente.
La consideración moral es distinta.
Esto lo describe en la entrevista posterior de la que hacía
uso. Esta diferenciación de matices la pueden hacer los
niños/as más mayores. Algunos también pueden llegar
a reconocer la falta de intencionalidad de hacer daño en
otros. Sólo al final de la infancia se junta intencionalidad
y responsabilidad. Ésta pasa a ser subjetiva, hasta el
momento la responsabilidad era objetiva y directamente
relacionada con el daño provocado.
Los estadios morales
de Kohlberg
Villegas de Posada (1998) en la Revista Latinoamericana
de Psicología explica que “Kohlberg amplia lo propuesto
por Piaget ya que sus etapas abarcan también la etapa
adulta. Por otro lado, aunque se basa en los estadios
evolutivos de Piaget, matiza y amplía los contenidos de
las nuevas etapas propuestas. Mientras que para éste
las dos etapas se diferencian fundamentalmente por
el tipo de regla, externa o interna, aunque haya otros
elementos adicionales, que para Kohlberg se definen
por la noción de lo correcto, de lo justo. Kohlberg, como
Piaget, defiende el razonamiento como el aspecto más
importante para conocer la moralidad; por tanto, el
razonamiento que hacen los sujetos, aunque no utilicen
el término justicia, nos permite conocer su moralidad.
Estos distintos tipos de razonamiento dan lugar a las
diferentes etapas, seis en total”.
Prosigue: “Las etapas 1 a 5 parecen definidas desde una
perspectiva empírica más que teórica, aunque Kohlberg
(1976) señala que los tres niveles en que ellas se agrupan
se diferencian por tres tipos diferentes de relaciones
entre el sujeto, las reglas y expectativas sociales. Así,
en el nivel 1 la persona es preconvencional, de manera
que las reglas y expectativas sociales son externas
al yo; en el segundo nivel, la persona es convencional,
de modo que el yo se ha identificado o a internalizado
las reglas y expectativas de otros, especialmente de la
autoridad; en el nivel III la persona es posconvencional
en el sentido de alguien que se ha diferenciado de las
reglas y expectativas de otros y define sus valores como
principios autoimpuestos”. “La etapa 6, a diferencia
de las anteriores, ha sido definida desde un punto de
vista teórico, y defendida por razones teóricas, aunque
empíricamente sólo haya sido verificada su existencia
en individuos aislados. Después de una época en que
Kohlberg no volvió a hablar de esta etapa, al final de su
vida, en un artículo con Boyd y Levine (Kohlberg, Boyd
y Levine, 1986) defiende nuevamente su existencia”.
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Para Kohlberg, el gran mérito de Piaget fue constatar que
existían etapas de desarrollo comunes para todos los
seres humanos, la construcción de la moral se desarrolla
en etapas que están entrelazadas de forma correlativa,
es decir, que no se pueden cambiar de orden, necesitas
las primeras para acometer las últimas. Existen más
matizaciones que Kohlberg hace a Piaget:
Por un lado, no todas las etapas del desarrollo moral
surgen de la maduración biológica como mantenía
Piaget (1994); para Kohlberg las últimas etapas estaban
relacionadas con el ambiente.
Y, por otro lado, Kohlberg mantiene que no todos los
individuos llegan a cumplimentar todas las etapas del
desarrollo moral. Algunos llegan a estancarse en la
tercera o cuarta hasta el final de sus días. El desarrollo
cognitivo no implica desarrollo moral. Kohlberg también
mantiene que pocas personas pasan de la quinta etapa.
Establece 3 niveles de moralidad con dos etapas cada uno:
Moral Preconvencional
Abarca desde los cuatro a los once años. Se caracteriza
por los comportamientos postrados a los controles
externos. El objetivo es no ser castigado, obtener
recompensas o por egoísmo.
Para entender cada una de las etapas vamos a proponer
un ejemplo 6 con las respuestas de cada nivel:
A cuatro personas de diferentes edades se les planteó
un dilema en el cual un padre solicitaba a su hijo dinero
para irse de pesca, y el hijo sólo podía darle el dinero que
había ganado para irse de campamento, lo cual le había
prometido el padre.
Etapa 1: Castigo y Obediencia. En esta etapa la bondad
o maldad de un acto está marcado por sus consecuencias.
El objetivo de los niños es evitar el castigo por encima de
todo. No entienden que el castigo es una consecuencia
de hacer algo malo, sólo perciben que siempre aparece
cuando actúan mal.
ANDRÉS (8 AÑOS): Juan debe dar dinero a su padre
porque debe hacer lo que él dice.
¿Por qué? Porque es su padre y
tiene que obedecerle.
¿Tiene que obedecerle siempre? Sí.
¿Por qué? Porque su padre es el
que manda.
¿Te parece bien que el padre sea el
que manda? Sí.
¿Por qué? Porque es el padre.
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Etapa 2: Hedonismo ingenuo. El niño/a sigue reglas que
giran en torno a su egocentrismo, característica que les
impide ponerse en el lugar del otro. Valoran los actos
según cubre sus necesidades o no. Aparece la justicia
como resultado de hacer algo malo a alguien. Si se hace
daño a alguien, el castigo es justo.
ENRIQUE (9 AÑOS): Juan no debe darle el dinero a su
padre.
¿Por qué? Porque el dinero es de
Juan.Él se lo ha ganado con su
trabajo y puede hacer lo que quiera
con su dinero. Si el padre quiere irse
de pesca que trabaje y se gane su
propio dinero.
Moral Convencional
Este nivel moral surge normalmente a partir de la
adolescencia. Kohlberg mantiene que la mayoría de las
personas lo han alcanzado. El individuo forma parte de
una sociedad y existen unas expectativas morales que
debe cumplir.
ALBERTO (13 AÑOS): Juan debe darle el dinero a su
padre. Para demostrarle que es un buen hijo y que le
quiere.
El padre espera que se lo dé y si
no lo hace le defraudaría. ¿Qué
te parece el comportamiento
del padre en esta situación? No
me parece muy bien... No se lo
debería haber pedido. Pero como
lo ha hecho, lo mejor es que Juan
se lo dé. Así, a lo mejor el padre
comprende que se ha portado mal.
Etapa 4: Preocupación y conciencia social. La ley mantiene
el orden social, las reglas establecidas en la sociedad
organizan a los individuos en lo que se puede hacer y lo
que no se puede. Lo correcto es obedecer la norma, no por
el miedo al castigo, sino por es la única forma de mantener
cierto orden. Kohlberg mantiene que es la etapa más alta a
la que acceden la mayoría de los adultos.

Etapa 3: Orientación del niño bueno. En esta etapa

los actos se valoran por el grupo, todo está en cómo
complazcan o ayuden a los demás. Aparece la intención
con la que se hacen las cosas y, además, se tienen en
cuenta las circunstancias. Los adolescentes, que dan el
poder a su grupo de iguales, establecen una regla de oro:
si tú haces algo por mí, yo haré algo por ti.

RAMÓN (18 AÑOS): Juan debe negarse y dar el dinero a
su padre.
¿Por qué? Porque el padre está
abusando de su autoridad. En una
situación así el padre no debe
pedirle el dinero a su hijo. Le había
prometido que iría al campamento
y debe mantener su promesa.
Juan tiene derecho a utilizar el
dinero en aquello para lo que lo ha
ganado. Y el padre, sin embargo,
no tiene derecho a pedírselo para
un capricho...
Moral Posconvencional
Llegar a esta etapa supone planteamientos superiores
a la etapa cuatro donde lo social es lo que manda.
La persona que llega a este nivel ve más allá de las
normas de su comunidad cercana. Se llegan a defender
principios generales de la humanidad. Pocas personas
llegan a estos niveles. Para explicar este estadio moral
vamos a poner otro ejemplo.
En Europa, una mujer estaba gravemente enferma
(próxima a morir) de un tipo especial de cáncer. Había un
medicamento que los médicos creían que podía salvarla.
Era una forma de radio que había descubierto recientemente
un farmacéutico de la misma ciudad. El medicamento era
costoso de fabricar y el farmacéutico cobraba diez veces
la cantidad que le había costado hacerlo. Pagaba 200€ por
el radio y cobraba 2000€ por una pequeña cantidad de la
medicina. El marido de la enferma, Heinz, visitó a todos
sus conocidos para pedir prestado el dinero e intentó
todos los medios legales, pero sólo pudo reunir 1000€, la
mitad del coste. Le dijo al farmacéutico que se lo vendiera
más barato o que le permitiera pagarlo más tarde. Pero
el farmacéutico dijo: “No. Yo he descubierto la medicina
y quiero ganar dinero”. Así que, habiendo intentado todos
los medios legales, Heinz se desespera y piensa asaltar la
farmacia y robar el medicamento para su mujer.
Etapa 5: Orientación del contrato social: Las personas
que llegan a este nivel piensan en términos racionales.
Las leyes que provocan desigualdades o injusticias
merecen que se luche contra ellas y se ponen en tela
de juicio. Sin embargo, obedecer la ley, sigue siendo lo
mejor para mantener el orden moral.
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MARÍA (25 AÑOS): Heinz debe robar la medicina por ser
su mujer o por cualquier otra persona, porque el derecho
de cualquier ser humano a la vida es superior que el
derecho de propiedad... Y la ley así debería defenderlo.
Sin embargo, en este caso la ley defiende al farmacéutico.
Por eso es injusta.
¿Se debe hacer todo lo posible
por obedecer la ley? Cuando es
justa sí. Pero si es injusta hay que
modificarla. ¿Por qué? Porque la ley
la crea el hombre y debe adecuarla
a la justicia. ¿Cuándo es justa la
ley? Cuando defiende los derechos
de las personas. Y en el caso de
que exista conflicto entre varios, los
derechos más importantes.
Etapa 6: Moralidad de principios éticos universales:
Pocos adultos llegan a estos niveles. Las personas
establecen lo que es bueno o malo según principios
éticos elegidos por ellos mismos desde su propia
conciencia. Para ellos la justicia y el respeto es para
todos los seres humanos y trascienden a cualquier ley.
Se actúa según las normas que tienen interiorizadas.
FILÓSOFO: Lo que hizo Heinz no estaba mal.
La distribución de medicamentos
escasos debería estar regulada por
principios de justicia. En ausencia
de dichas reglas, el farmacéutico
estaba en su derecho legal, pero
en tales circunstancias no tenía
queja moral. Aun así, estaba dentro
de su derecho moral, a no ser que
en su sociedad se desaprobase
fuertemente. Mientras que lo que
hizo Heinz no estaba mal, ¿no era
su deber hacerlo? En este caso,
no está mal que Heinz robe el
medicamento, pero está más allá
de su obligación.

Las operaciones cognitivas
Operaciones cognoscitivas que hacen posible las
soluciones a los temas morales y que tengan como
objetivo un consenso real: la simpatía, el intercambio ideal
de roles y la universalización.
La simpatía: del latín simpathia. Este vocablo, a su vez,
deriva de un concepto griego que significa “comunidad
de sentimientos”. Es una operación cognitiva que se
define como “sentir por…”. Como dice Posada (1998)
“comprende identificación y la empatía”, es decir “sentir
con...” hacia otros, condiciones necesarias para el querer
bien, implicando una actitud de respeto. Lo que transforma
en esta etapa la empatía en simpatía es la conciencia de
que los otros tienen intereses ligados con sus planes de
vida que deben ser respetados.
El intercambio ideal de roles: éste permite encontrar
soluciones a los problemas morales, pues lleva
a considerar diversas soluciones que tengan en cuenta la
meta de lograr el equilibrio entre los diferentes intereses
en juego. Cuando la persona realiza la operación de
asumir las perspectivas de los otros puede comprender
los intereses de ellos y buscar una solución que los
satisfaga. Esta intención de buscar una conciliación entre
los diversos intereses permite suponer que los demás
actuarán de la misma manera, y este supuesto compartido
hace que sea posible evaluar los intereses y exigencias
desde la perspectiva de todos los implicados en el dilema.
La universalización: es la tercera operación mental. Ella
entra en juego cuando se ha adoptado una decisión con
ayuda de las dos operaciones antes discutidas y consiste
en probar la validez de la decisión bajo dos tipos de
condiciones:
• En primer lugar, se considera la situación concreta
como parte de un universo de situaciones similares.
• En segundo lugar, se juzga la decisión frente a todas
las situaciones posibles. Esto quiere decir que el
agente moral está obligado a justificar su elección
de una manera consistente frente a cada caso.
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¿Por qué profundizar en cómo se
construye la moralidad?
En el proceso de resolución de conflictos es esencial
conocer cómo se construye la moralidad. El concepto de
lo que es bueno o malo para el individuo está modificado
por el desarrollo cognitivo de los contendientes y por su
papel en el grupo. La cultura y los roles que adquiere son
determinantes para resolver la crisis de una forma o de otra.
La mediación ayuda a retomar la libertad emocional de los
contendientes, aumenta las destrezas de entendimiento
y fomenta la autonomía. Una buena mediación desarrolla
la autoestima, el respeto, la honestidad, la curiosidad, la
responsabilidad, el compromiso y la confidencialidad. Éstas
son esenciales para construir la moralidad de la persona.
En nuestro modelo de persona la elección del bien y del mal
se sustenta en la forma que la persona tiene de relacionarse
consigo misma y con el entorno. En el “Yo elijo” ya no sólo
se refiere a las formas y los fondos que va seleccionando el
cerebro. Ahora la elección va dirigida a optar por las cosas
que me agreden o las cosas que me benefician.
Las cosas o situaciones que me benefician serían,
a priori, las que del “camino de lo bueno” y las cosas
que me agreden serían las del “camino de lo malo”. Digo
“a priori” porque las cosas o situaciones no son blancas
o negras. Vivimos en tonalidades de grises. Nada es
puro y tienen cientos de matices.
El niño/a construye su moralidad en relación constante con
el entorno. La descripción de Kohlberg nos da base para
asegurar y entender que pasamos por ciertos niveles de
moralidad y que es algo que se construye. Para nosotros, el
peso de las decisiones estará en lo que yo percibo que me
es bueno y me beneficia o lo que es negativo y me agrede.
En esta construcción de la moralidad intervienen todas
las partes de la persona:
• Mis necesidades básicas.
• Mi organismo.
• Mi forma de establecer el contacto.
• Mi entorno.
• Mi conciencia de mí mismo y cómo de explico quién
soy .(Figura 1)

Figura 1. La moralidad de la persona.
Bibliografía
1. Kohlberg L. (1981) The Philosophy of Moral
Development. Moral Stages and the Idea of Justice.
San Francisco: Harper & Row Pubs.
2. Barra E. (1987) ‘El desarrollo moral: una introduccion
a la teoria de kohlberg’. Revista Latinoamericana de
Psicología. 19(1): p. 7-18.
La teoría del aprendizaje social de Kohlberg | 9
3. González G, Abreu L, Badii M. (2008) ‘Reingeniería
educativa y valores éticos’. Daena: International
Journal of Good Conscience. p. 312-345.
4. Munist M, Santos H, Kotliarenco MA, Suárez EN,
Infante F, Grotberg E. (2012) Manual de identificación
y promoción de la resiliencia en niños y adolescentes.
Red de Revistas Científicas de América Latina, el
Caribe, España y Portugal. 15(2): p. 53-64.