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Técnicas de comunicación

y relación de ayuda
en ciencias de la salud
3.a edición

Luis Cibanal Juan


Catedrático de Enfermería en Salud Mental y Relación de Ayuda,
Facultad de Ciencias de la Salud de Alicante;
Licenciado en Filosofía;
Enfermero Especialista en Salud Mental;
Doctor en Psicología; Diplomado en Terapia Gestalt,
Sofrología, Psicoanálisis y Terapia Sistémica y Familiar

María del Carmen Arce Sánchez


Licenciada en Psicología; Psicoterapeuta;
Diplomada en Terapia Sexual y de Pareja

María del Consuelo Carballal Balsa


Diplomada en Enfermería; Licenciada en Psicología;
Supervisora de Formación Continuada, Complejo Hospitalario
Arquitecto Marcide y Prof. Novoa-Santos, A Coruña;
Vicepresidenta de la Asociación Española de Enfermería en Salud Mental;
Directora de Técnicas Psicodramáticas y Grupales;
Magister en Drogodependencias

ERRNVPHGLFRVRUJ
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de seguridad estándar, a medida que aumenten nuestros conocimientos gracias a la inves-
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las dosis y el tratamiento más indicado para cada paciente, en función de su experiencia y del
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del contenido de esta obra.
El editor
Técnicas de comunicación
y relación de ayuda
en ciencias de la salud
Técnicas de comunicación
y relación de ayuda
en ciencias de la salud

Luis Cibanal Juan


Catedrático de Enfermería en Salud Mental y Relación de Ayuda,
Escuela Universitaria de Enfermería de Alicante;
Licenciado en Filosofía;
Enfermero Especialista en Salud Mental;
Doctor en Psicología; Diplomado en Terapia Gestalt,
Sofrología, Psicoanálisis y Terapia Sistémica y Familiar

María del Carmen Arce Sánchez


Licenciada en Psicología; Psicoterapeuta;
Diplomada en Terapia Sexual y de Pareja

María del Consuelo Carballal Balsa


Diplomada en Enfermería; Licenciada en Psicología;
Supervisora de Formación Continuada, Complejo Hospitalario
Arquitecto Marcide y Prof. Novoa-Santos, A Coruña;
Vicepresidenta de la Asociación Española de Enfermería en Salud Mental;
Directora de Técnicas Psicodramáticas y Grupales;
Magister en Drogodependencias

3.a edición

ERRNVPHGLFRVRUJ
A nuestra hija Sara
por su colaboración
Índice de capítulos

SECCIÓN I: Algunos aspectos de la comunicación...................... 2

Capítulo 1. Generalidades sobre la comunicación............................................... 3

Capítulo 2. Importancia de una buena observación para una comunicación


adecuada.......................................................................................... 23

Capítulo 3. La comunicación no verbal............................................................... 35

SECCIÓN II: Hacia una comunicación clara y transparente.... 53

Introducción: Importancia de la comunicación.................................................. 55

Capítulo 4. Consideraciones generales................................................................ 57

Capítulo 5. El esquema de la comunicación........................................................ 59

Capítulo 6. Obstáculos a la comunicación o recepción del mensaje.................... 97

Capítulo 7. La comunicación en situaciones de conflicto.................................... 105

Capítulo 8. Puntos importantes que se deben tener en cuenta al relacionarnos


con el paciente................................................................................. 117
VIII Índice de capítulos

SECCIÓN III: La relación de ayuda. ..................................................... 129

Introducción ........................................................................................................ 131

Capítulo 9. Generalidades sobre la relación de ayuda......................................... 133

Capítulo 10. Primera fase de la relación de ayuda: la acogida................................ 149

Capítulo 11. Segunda fase de la relación de ayuda: clarificación y definición


del problema.................................................................................... 157

Capítulo 12. Tercera fase de la relación de ayuda: la confrontación


y la reestructuración......................................................................... 183

Capítulo 13. Cuarta fase de la relación de ayuda: establecer con el paciente


un plan de acción............................................................................. 201

Capítulo 14. Quinta fase de la relación de ayuda: la separación............................ 211

Capítulo 15. Evaluación....................................................................................... 217

SECCIÓN IV: comunicación grupal...................................................... 221

Introducción ........................................................................................................ 223

Capítulo 16. Comunicación grupal....................................................................... 225

Capítulo 17. Sensibilización de técnicas grupales para aplicar a los profesionales


de la salud........................................................................................ 247

Autoevaluación..................................................................................................... 285

Conclusiones........................................................................................................ 297

Índice alfabético................................................................................................... 301


Prólogo a la tercera edición

La comunicación y su influencia en la mane- las personas se elabora, como no puede ser


ra de vivir de las personas, es un fenómeno de otra manera, desde la actividad de cuidar
central en los estudios de la vida humana; la y se hace evidente en el desarrollo de los
experiencia comunicativa con uno mismo es procesos comunicativos, que se establecen
imprescindible para poder comprender a la en la relación de ayuda a las personas en los
otra persona. El proceso comunicativo ayuda momentos de necesidad y el apoyo de sus
a crecer a las personas, y también a integrar, potencialidades.
de manera más efectiva, sus vidas. Así, el resultado emergente de las inte-
La idea de que la persona es por natura- racciones establecidas, entre los elementos
leza relacional implica no solo reconocer, en participantes en la relación, va a permitir
su individualidad, los aspectos situacionales explicar la identidad profesional de los di-
(biológicos o contextuales), de pensamien- ferentes agentes implicados en el cuidado.
to, emocionales y de conducta que, a modo De la misma manera, a modo de feedback, el
de interacción dinámica, participan en el análisis de la función que ejercen estos ele-
proceso de intercambio de información en mentos en la práctica cotidiana puede ayudar
cada acto comunicativo; también consiste a entender, situar y definir, momento a mo-
en interpretar los atributos de integridad, mento, las relaciones establecidas, dado que,
complejidad y singularidad humana bajo una vez producido el encuentro (intencionado
el paradigma sociocultural. Es decir, es en o arbitrario) entre el profesional de la salud y
la sociedad donde se expresan los símbolos la persona, los elementos que participen en la
(ideas, comportamientos…) que, a su vez, la relación, así como la manera y las condicio-
identifican y en la que encuentran significado nes en que participen, van a determinar los
las señales internas y externas a las que sus tipos de relaciones y su objetivo.
gentes suelen responder ante la diversidad de Esta interpretación permite situarnos en
situaciones y donde estos seres humanos dan el tipo de relaciones eficaces y deducir que
sentido a sus vidas. son la clave que posibilita establecer las di-
Desde este pensamiento, se entiende la ferentes maneras de sentir, observar, percibir,
relación del profesional con la persona en el entender y responder ante una misma situa-
proceso de interacciones en el cual, junto a ción; de ver una misma realidad y alcanzar a
los elementos específicos de la competencia comprender, como señalan los autores de esta
profesional, están implicados componentes obra, que hay diversas rutas para llegar a un
de estilo personal o productos culturales, mismo lugar. Aunque estamos convencidos
que son el resultado de sus experiencias en de que a veces hay que moverse mucho para
la interacción social de ambos; por ejemplo, quedar y poder finalmente estar en ese mismo
los valores, las creencias, las expectativas, el lugar.
conocimiento y las actitudes. Estos procesos Bajo este razonamiento, el cuidado que
y sus elementos se influencian mutuamente emerge en un proceso de interrelación eficaz
de forma dinámica, participando de la rela- es aquel que contempla la globalidad del ser
ción y determinando los resultados de esta, humano y promueve los intercambios emo-
en donde la comunicación, como herramienta tivos y de conocimiento, los cuales llevan a
básica, adquiere un elevado valor. la persona a situarse en condiciones de poder
De manera específica, el objeto de la decidir, con libertad, de manera positiva, lo
relación entre los profesionales de la salud y que va a considerar más adecuado, válido y
vii
viii Prólogo a la tercera edición

aplicable, dado su estado de salud, para su hace décadas, en diferentes universidades


vida cotidiana. del mundo y, más aún, para sus compañeros
Una comunicación relacional eficaz que, con admiración, esperamos expectantes
ayuda a la persona en la aceptación del cada una de sus aportaciones. Su discurso
sufrimiento y el dolor humano, y ayuda al —humano, generoso, respetuoso en la di-
profesional a mantener el equilibrio emo- versidad— nos ayuda a abordar y resolver
cional ante el sufrimiento del otro; también los problemas de las personas de manera
lo aleja del miedo frente a la inseguridad, en habilidosa. Desde un enfoque humanista
las adversidades y en aquellos momentos en y existencial, trata los aspectos clásicos de
los que se percibe confundido. En consecuen- la comunicación relacional y los entrelaza
cia, las relaciones eficaces pueden mejorar la conectándolos con las aportaciones teóricas
respuesta, a nivel global, de la asistencia, al más recientes. Algunas pueden ser consideras
asociarse positivamente con la satisfacción microteorías o teorías de la práctica, y esto es
personal, el aumento de la autoestima, el así en cuanto que son fruto de su experiencia,
control de la ansiedad, la disminución del de sus indagaciones en profundidad, sobre
estrés emocional, de los síntomas, y con la estos fenómenos, para las que ha utilizado el
restauración general de la salud. arte y los métodos de la ciencia.
Estas son algunas de las observaciones Esta nueva obra se presenta con aporta-
que justifican la importancia que el cono- ciones novedosas que facilitan al profesional
cimiento sobre el fenómeno comunicativo de la salud el abordaje de las denominadas
y relacional adquiere en la formación de situaciones difíciles y otras de conflicto. Para
los profesionales de la salud. El interés por asegurar su comprensión, incorpora ejemplos
adquirir este conocimiento aumenta expo- evocadores sobre la empatía, el feedback, la
nencialmente cuando se concibe que es trans- autenticidad y el abordaje terapéutico en los
mitido desde la subjetividad de unos profe- grupos. Todo ello suscita en el lector no solo
sionales expertos en la materia, que lo hacen la emoción en el aquí y el ahora, sino también
desde la experiencia y con el convencimiento la motivación necesaria para mantener un
de que las dificultades que los demás puedan compromiso de aprendizaje y su manteni-
percibir se pueden diluir al sumergirse en miento, a largo plazo, en la realidad de la
una prosa que describe los principios y con- práctica.
ceptos fundamentales de la comunicación y Gracias, por ser como sois.
la relación de ayuda, de manera clara, libres
de contenido superfluo y sí de relatos que Genoveva Granados
representan los hallazgos de investigación Doctora en Psicología.
más relevantes. Coordinadora del Máster de Investigación
Con todo, la influencia del profesor Luis en Ciencias de la Enfermería y
Cibanal se suscribe por ser el referente, en Coordinadora del Doctorado en Ciencias
comunicación y relación de ayuda, desde de la Salud de la Universidad de Almería
Prólogo a la primera edición

Interesarse por el tema de la comunicación distancia, empeñarse en la fusión salvando


interpersonal es un acto de humanidad. la propia identidad, dejarse seducir por lo
Quien lo hace —escribiendo o leyendo un extraño sin perder la brújula.
libro sobre el tema, como este— muestra su Relacionarse a la medida de nuestra
pasión por construir un mundo más huma- condición de seres humanos tiene una va-
no, un mundo mejor, donde las relaciones lencia preventiva, estimuladora, sanadora,
interpersonales sean a la medida del hombre. de sentido. Sin relaciones humanas somos
No todas las relaciones son a la medida animales racionales sin horizonte, capaces de
del hombre, porque no es lo mismo ser hu- destruirnos a nosotros mismos y a los demás.
mano que vivir humanamente. Vivir huma- El deseo de humanizar todos los ámbitos
namente comporta entablar relaciones donde de nuestra vida, reclamado por todos los rin-
uno para otro sea un próximo que interpela la cones, pasa inevitablemente por cualificar las
capacidad de escucha y de verdadero interés relaciones interpersonales. Con ellas, basadas
por cuanto le habita, donde se creen puentes en la piedra angular de la auténtica escucha,
que permitan atravesar las distancias y ba- podemos crecer como individuos y como
rreras que existen o creamos entre nosotros. grupos, respetarnos en la diversidad, enrique-
Podría parecer que interesarse por las cernos, aprender de la vulnerabilidad, y dejar
técnicas de comunicación supusiera, en que nazca en lo más hondo de nuestro cora-
cierta medida, desnaturalizar las relaciones zón el deseo de salir al paso unos de otros,
interpersonales e introducir la técnica en la ayudarnos y levantarnos en los momentos
humanidad, arriesgando incluso que se pro- de fragilidad, de oscuridad, de enfermedad,
dujera un proceso más de deshumanización. de confusión, de soledad o de cualquier otra
Sin embargo, las técnicas de comunicación, circunstancia de la vida en que sentimos la
cuando son el despliegue de actitudes interio- necesidad de ser en relación.
rizadas por los profesionales (y por cualquie- Luis Cibanal, doctor en Psicología, muy
ra), se convierten en un modo de cualificar y buen conocedor de la condición humana y
de humanizar los encuentros. de la riqueza de la comunicación, contribuye
En realidad no es fácil que entre dos o con este libro a humanizar las relaciones.
más personas se produzca verdadero encuen- Su talante humano y el rigor y precisión de
tro. Ni siquiera en la proximidad íntima se sus conocimientos se unen para dar a luz un
da siempre el verdadero encuentro humano. texto que será referente para quienes deseen
Encontrarse con el otro significa correr el comprender la naturaleza de las relaciones
riesgo del descubrimiento de la propia vul- interpersonales en general y de ayuda en
nerabilidad, apasionarse por la diversidad particular.
—de la que tendemos más bien a huir—, La inclusión de casos concretos, frag-
dejarse sorprender por la alteridad, apostar mentos de interacción entre personas «en
por caminar junto al otro por sus terrenos vivo», favorece la comprensión de las habi-
ora pantanosos, ora secos, ora selváticos, ora lidades o técnicas a las que se refiere. No es
soleados. solo un modo de explicarse (poner ejemplos),
Comunicarse humanamente significa sino que constituye un modo de hacer teoría
salir de sí para entrar en el mundo ajeno, a partir también de la experiencia y de la re-
dejar que el mundo ajeno entre en el propio, flexión sobre esta. Teoría y práctica entran así
apasionarse por la proximidad respetando la en un círculo que, a modo de espiral, genera
ix
x Prólogo a la primera edición

reflexión y conocimiento que no puede no más eficazmente en grupo, agradecemos


ser compartido. esta obra, admiramos el gran esfuerzo que
Por eso, desde el Centro de Humaniza- hay detrás y la señalamos como referente
ción de la Salud, conscientes de la necesidad humanizador.
de promover la capacitación de todos los
profesionales de la salud, de la intervención José Carlos Bermejo
social y psicológica, para humanizar la asis- Director del Centro
tencia, así como para prevenir y trabajar de Humanización de la Salud
Índice de vídeos

Los vídeos que acompañan esta edición de la obra se dividen en dos partes. Una primera
en que se presentan actitudes puntuales sobre cómo el profesional de la salud debe actuar en
situaciones que nos resultan difíciles o complicadas, y una segunda parte en la que se mues-
tran entrevistas de pacientes que están viviendo lo que podíamos llamar situaciones límite.

Parte I
Paciente ansioso
Paciente indiferente
Paciente agresivo
Profesional cansado no explica cansancio
Profesional cansado explica cansancio
Profesional no explica el tiempo
Profesional explica el tiempo
Feedback
Profesional empático
Feedback-resumen
Empatía y confidencialidad
Método de resolución de problemas
Presentación de objetivos
Cómo comunicarse
Silencios
Preguntas
Recalcar lo positivo del paciente
Clarificar
Concretando actividades

Parte II
Bernabé se siente abandonado (anciano al que le han amputado las dos piernas)
Laura no quiere vivir (intento de suicidio de una madre que ha perdido a su único hijo)
Juan necesita saber (paciente ingresado por neoplasia de colon y nadie le informa de lo que
le pasa)
Matilde tiene miedo (paciente que la van a operar de bocio y tiene miedo a morir en la
operación)
Federico exige una segunda opinión (paciente al que le comunican que le van a amputar una
pierna y exige opiniones de otros médicos)
Laura no cumple la dieta (paciente que sufre de diabetes y no sigue la dieta)
José Luis quiere la verdad (paciente que pregunta si se va a morir)
Luis se niega a cuidar su ostomía (paciente al que se le ha practicado una colostomía)

xvii
Capítulo 1

Generalidades
sobre la comunicación
Luis Cibanal Juan y María del Carmen Arce Sánchez

ciencias de la salud se elaboran a partir de


Objetivos los hechos que nos comunican y observamos
• Describir la naturaleza en los pacientes y sus familias. Hablar sobre
de la comunicación humana. nuestras preocupaciones, o lo que nos pasa,
• Comprender la importancia es tan natural y necesario en el ser humano
de una buena comunicación como base como el respirar. El hecho de hablar sobre lo
para una adecuada relación.
que nos acontece, de alguna manera muestra
lo que somos, lo que nos pasa en nuestra vida
y las circunstancias ante las cuales nos senti-
Contenidos mos confrontados. Esto también permite a los
• Naturaleza de la comunicación
profesionales tener un contexto para poder
humana. comprender y valorar la percepción que han
• Definición de comunicación. de tener del paciente. Al mismo tiempo, esto
• Algunos factores que influyen también permite comprender el porqué o te-
en la comunicación. ner una explicación de los comportamientos
• Niveles de comunicación. de la persona.
• Modelos de comunicación humana. El profesional busca ante todo ayudar al
• Algunos principios de la comunicación paciente a que relate los hechos de su vida,
según la Escuela de Palo Alto (Bateson, a explorar con él las circunstancias o causas
Watzlawick, Beavin, Jackson, Satir). que le han llevado a sus problemas de salud
• La comunicación es un proceso de dar
y recibir información. V. Satir (1991).
y, en la medida de lo posible, a resolver con
él, y no por él, sus problemas.
Para poder comprenderse, el ser hu-
NATURALEZA mano debe ser comprendido por el otro,
y para ser comprendido por el otro, debe
DE LA COMUNICACIÓN HUMANA
también comprenderse a sí mismo. Una de
En nuestros días, la mayor parte de las per- las dificultades de este proceso reside en
sonas reconocen que la sola manera de es- el aspecto complejo y multidimensional
tablecer, mantener y mejorar los contactos de la comunicación. Es un proceso que no
humanos es la comunicación interpersonal. podemos resumir en unas líneas y dominar
La comunicación es un proceso privi- en unas horas.
legiado y único que identifica el comporta- Vamos a dar unas pinceladas de algunas
miento humano. «Somos en la medida en que corrientes filosófico-psicológicas que nos
nos comunicamos, somos comunicación.» permiten comprender mejor la comunica-
Los cuidados de los profesionales de las ción.

© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 3

ERRNVPHGLFRVRUJ
4 SECCIÓN | I Algunos aspectos de la comunicación

La comunicación desde la visión segundo orden. Conforme a esta distinción


se encuentran, por una parte, la realidad de
constructivista
primer orden, que está constituida por los
Es corrientemente aceptado, en el campo objetos con sus propiedades puramente
de la terapia sistémica-familiar, el concepto físicas; y por otra, la realidad de segundo
constructivista, referente a que el ser humano orden, que es el sentido, el significado y
construye de manera personal un mapa de la el valor que les atribuimos de manera per-
realidad que le permite moverse en un mundo sonal. Esto nos lleva a que debamos tener
colmado de estímulos y experiencias que, de continuamente presente que, hablando de
otra manera, le sería imposible procesar. Esta lo mismo, no hablemos de lo mismo. Pues
construcción personal es una serie altamente si tenemos en cuenta lo que acabamos de
estructurada, compleja e interactuante de va- decir, individualmente construimos nuestra
lores, expectativas e imágenes de uno mismo propia realidad, la cual es distinta para cada
y de los demás, que guían al sujeto y son uno y, en función de cómo la construimos y
guiadas a su vez por las propias percepciones la captamos, así nos comunicamos. En este
y la conducta, y se relacionan estrechamente segundo nivel no hay ya criterios objetivos.
con sus propios estados emocionales y sus La realidad de segundo orden es, más bien, el
evaluaciones en materia de bienestar. resultado de procesos de comunicación muy
Esto nos lleva a cuestionarnos la objetivi- complejos y muy personales, condicionados
dad de nuestra comunicación. A este respec- por la existencia vivencial de cada uno.
to, el matemático, físico y cibernético Von De aquí que Watzlawick (2001) afirme
Foerster (1987) estima que una ilusión pecu- que una especie de realidad real no será
liar de nuestra tradición occidental, reflejada jamás accesible. Vivimos únicamente con
en la noción de objetividad, consiste en pre- interpretaciones e imágenes que de manera
tender que las propiedades de un observador ingenua aceptamos como objetivamente rea­
no entran en la descripción subjetiva de sus les. Podemos decir que cualquier pretendido
observaciones. La objetividad es la ilusión saber a propósito de una realidad objetiva
de que las observaciones pueden hacerse sin resulta insostenible. Normalidad y anorma-
un observador (Watzlawick y Krieg, 1994). lidad no surgen de un universo de esencias
Por tanto, veinticinco siglos después inmutables, sino de distinciones y parámetros
de Protágoras —quien ya nos señalaba la creados socialmente.
subjetividad de la objetividad—, ya no puede En términos generales, en el devenir
hablarse con el mismo candor de una realidad cotidiano, los hombres no son conscientes
objetiva, independiente del observador, igual de estos procesos de construcción de la rea­
para todos, anterior a la experiencia. Todo lo lidad. La epistemología del sentido común
contrario: la realidad aparece como el pro- se asienta firmemente en la suposición de que
ducto de nuestras percepciones y el lenguaje la realidad existe con independencia de toda
es el resultado de la comunicación de estas influencia humana, con orden, sentido y es-
percepciones entre las personas. Se construye tabilidad, lo que permite que sea accesible
socialmente, lo construimos continuamente. y predecible para todo aquel que razona co-
La ingenuidad epistemológica ha quedado aco- rrectamente. Pero esta suposición no cuenta
rralada. Ya no es posible seguir sosteniendo una con las simpatías del constructivismo, que
teoría del conocimiento según la cual el papel prefiere tomar la dirección exactamente
del conocimiento es reflejar lo que de cualquier opuesta. Expresado de manera muy sucinta,
modo se encuentra allí, fuera de nosotros, pues el constructivismo moderno analiza aque-
nuestra percepción de la realidad siempre es llos procesos de percepción, comportamiento
cambiante debido a nuestros nuevos conoci- y comunicación a través de los cuales los
mientos, estados emocionales, etc. hombres forjamos propiamente, y no encon-
Paul Watzlawick recoge esta problemá- tramos —como ingenuamente suponemos—,
tica al crear una diferenciación entre una nuestras realidades individuales, sociales,
realidad de primer orden y una realidad de científicas e ideológicas (Watzlawick, 1992).

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Capítulo | 1 Generalidades sobre la comunicación 5

Finalmente, el supuesto más preciado razón de ser, desaparezca como tal (ya sea
del sentido común queda reducido a una porque cambió la conducta del consultante
sencilla tautología: si se reflexiona sobre el o porque se modificó su interpretación de los
tema, está claro que algo es real tan solo en hechos) su mapa erróneo de guiar su realidad.
la medida en que se ajusta a una definición de Desde la perspectiva constructivista, habi-
la realidad. Si utilizamos una definición ex- tualmente utilizada en la terapia sistémica
tremadamente simplificada, pero útil, lo real y cognitiva, estos cambios de los mapas del
es aquello que un número suficientemente mundo se realizan a través de reencuadres,
amplio de personas ha acordado definir como redefiniciones o reestructuraciones.
real (Watzlawick et al, 1986). O, como ex- El reencuadre, según la definición del
presa en otro lugar: real es, al fin y al cabo, Vocabulario de Terapia Familiar, de Simon,
lo que es denominado real por un número Stierlin y Wynne (1988), «consiste en una
suficientemente grande de hombres. En este estrategia terapéutica que produce una altera-
sentido extremo, la realidad es una conven- ción en el modelo interno del mundo que tiene
ción interpersonal (Watzlawick, 2001). el paciente o la familia. Este modelo o “en-
Cada ser humano, entonces, se caracte- cuadre” dirige la conducta, los sentimientos
riza por la forma en que construye y orga- y el pensamiento». «Mediante esta interven-
niza en particular los acontecimientos. Esa ción, el terapeuta, el profesional de la salud,
construcción, constituida por componentes ofrece al consultante un sentido diferente a
cognitivos afectivos y conductuales, es su una situación o conducta problemática. Es
representación del mundo, su marco de re- decir, un mapa distinto para ver la realidad.»
ferencia, que determina a su vez un abanico Watzlawick (1976) señala: «Una rees-
de conductas o cauces de acción posibles del tructuración llevada a cabo con éxito deberá
sujeto. Por ejemplo, si alguien interpreta que extraer el problema de su definición de sínto-
la actitud rebelde de su hijo es consecuencia ma, transformándolo en otro». Desde luego,
de su propia incapacidad de ejercer la autori- no ha de tratarse de otra definición cualquie-
dad paterna, su modo de actuar será diferente ra, sino de una que vaya de acuerdo con el
que si interpreta que la rebeldía es en sí mis- modo de pensar y de considerar la realidad
ma un reconocimiento de su autoridad (se por parte del sujeto: una acertada redefinición
desafía a quien se reconoce autoridad). En situacional precisa tener en cuenta los puntos
el primer caso, la autoestima del padre se de vista, las expectativas, los motivos y las
verá deteriorada y, por tanto, su capacidad de premisas, es decir, toda la trama conceptual
ejercer la autoridad disminuirá notablemente. de aquellos cuyos problemas han de ser mo-
En el segundo, su interpretación lo fortalece dificados. «La reformulación debe sintonizar
en su posición y, por tanto, será más capaz de con el modo en que el sujeto tiende a definir
manejar la situación correctamente. su problema, ya sea en términos intelectuales,
de salud, emocionales, etc.».
Los mapas con los que nos guiamos
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

El significado de las palabras está


Hay mapas del mundo que nos guían mejor
en las personas, no en las palabras
que otros. Cuando, como consecuencia de
ese mapa, el sujeto desarrolla conductas que, Muchas veces puede pasar, tal vez, que ese
repetidamente, le ocasionan frustración, es el cuerpo de conocimientos que nos servía para
momento de cuestionar nuestro mapa para hacer una interpretación de la «realidad» se
ver y guiar nuestra realidad. Toda relación vaya convirtiendo (a veces sin percatarnos)
de ayuda que se precie de eficaz debe ser en el espejo fiel de esta. Lo que antes era
capaz de modificar el marco de referencia nuestra herramienta, ahora ha pasado a ser
(o el mapa interno) con el que el paciente ha la «realidad objetiva».
construido su problema, de tal manera que A este respecto, Watzlawick (2001) se-
genere un contexto cognitivo, actitudinal y ñala: «(…) creer que la propia visión de la
emocional en el cual el problema pierda su realidad es la realidad misma es una peligrosa

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6 SECCIÓN | I Algunos aspectos de la comunicación

ilusión». Esta ilusión nos lleva a debatir con peculiar y a veces distinta. De aquí que: «Lo
otros expertos y quedamos ciegos a otras co- que está claro para mí solo lo está para mí
sas que pasan por delante de nosotros y que y lo que está claro para ti solo lo está para
son parte de esa realidad. Por ello, la cons- ti». Pensamos que únicamente a través de un
trucción social-cultural y familiar sale al cru- buen feedback al contenido, al sentimiento
ce para señalar que lo que nosotros pensamos y la demanda de nuestro interlocutor (como
que es la realidad, es una construcción, fijada veremos al hablar del receptor) podremos
a través de una convención social para ser saber si hablando de lo mismo decimos lo
tomada como realidad. Los profesionales y mismo.
las personas en general convienen qué toman Esto nos lleva a intentar dar una defi-
como realidad y qué no. nición de comunicación; así, la podríamos
Esta idea está apoyada también por lo definir como un proceso continuo y dinámico
que Kuhn y Hanson (1980) han propuesto en entre dos personas, formado por una serie de
sus teorizaciones sobre las ciencias: «(…) el acontecimientos variados y continuamente en
científico ve el mundo a través de las lentes interacción. O, dicho de manera más clara:
de la teoría (…) Los cambios de paradigma por una parte, como una manifestación de
son análogos a los cambios de Gestalt de cómo yo, emisor, te manifiesto a ti, receptor,
la percepción» (Gergen, 1996). Y sabemos mi forma de captar, sentir y vivir en estos
lo que pasa con las figuras gestálticas, pues momentos mi realidad y lo que espero de
cuando algo es fondo no puede ser a la vez ti al comunicarte esta. Y por otra parte, tú,
foco. El hecho de focalizar la atención en como receptor, me reflejas (feedback) lo
algo nos imposibilita para discriminar en el que has captado de lo que yo, como emisor,
mismo grado otras cosas que quedan como acabo de decirte, tanto respecto al contenido,
fondo. al sentimiento y la demanda, como a lo que
Esto, llevado a la situación terapéutica has captado con el lenguaje no verbal.
o relacional, da más protagonismo al pro- La esencia de una comunicación eficaz
fesional y a los pacientes y abre una creati- es la respuesta comprensiva a toda una serie
vidad mayor con respecto a la participación de variables, las cuales iremos abordando
de ambos, donde el primero pasa a ser un a través de este libro. La comunicación no
coconstructor de cambios, los cuales no son es una transferencia de informaciones de un
generalizables y estandarizados, sino «loca- individuo a otro. A través de lo que vamos
les» y personalizados (Gergen, 1996), que a abordar en la presente obra mostraremos
respetan su idiosincrasia. El profesional en que los diferentes significados de los mensa-
esta corriente se ve motivado a tomar muy jes humanos no pueden ser transmitidos tal
en cuenta el contexto donde se da esa realidad. cual de un individuo a otro, sino que estos
Esta idea también ha sido desarrollada por el mensajes deben ser clarificados y negociados
interaccionismo simbólico (Blumer, 1969). por ambos, dado que pueden estar influi-
dos por numerosas variables; entre ellas, la
interpretación.
DEFINICIÓN DE COMUNICACIÓN
A menudo, la comunicación se da como un
hecho, como un intercambio material, como ALGUNOS FACTORES QUE
algo que tengo en mi cabeza e intento trans- INFLUYEN EN LA COMUNICACIÓN
portarlo a mi interlocutor, como si fuera una La percepción
máquina transportadora. Sin embargo, sabe-
mos que la comunicación no funciona así, La imagen que uno se hace del mundo y
sino que el significado de las palabras está del otro es un elemento esencial en la co-
en las personas, no en las palabras, y como municación. Para percibir es preciso sentir,
las personas adquieren experiencias distintas, interpretar y comprender el mundo en el cual
su forma de captar, interpretar y proyectar lo uno vive. La percepción es, pues, un gesto
que han captado del otro es muy particular, personal e interno.

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Capítulo | 1 Generalidades sobre la comunicación 7

Todos los datos que un individuo posee Bateson et al (1956) afirmaban que,
sobre el mundo deben pasar por sus senti- como en el caso de la visión binocular, era
dos. Sin embargo, ver no es siempre creer. importante que hubiese dos observadores que
Sabemos, y esto nos lo han descubierto los miraran a la misma familia, porque el mapa
especialistas de la comunicación, que los lí- que hacen dos es mucho más complejo que
mites fisiológicos del ser humano, como el que hace uno solo.
su ojo y su cerebro, pueden con frecuencia Esto, si es válido ante cualquier objeto, lo
ocasionar errores. es más cuando se trata de los seres humanos.
Sabemos también que los sentidos son Así, si se le pide a alguien una descripción de
impactados por un estímulo del exterior; se un objeto, quizá habrá pocas discrepancias
ve algo, se escucha algo, hay un estímulo que con lo descrito por el otro; pero si se solicita
impacta, y se elabora y transforma ese es- la descripción de una persona, las diver-
tímulo para confeccionar una representación: gencias aumentan porque hay factores que
pero la representación elaborada no coin- producen una distorsión como, por ejemplo,
cide con el estímulo, de lo cual la persona los intereses o las emotividades (como la sim-
no siempre se percata. Lo interesante es que patía o la antipatía) puestas en juego, pues sin
la persona ve algo, por ejemplo una silla. querer nuestra percepción está condicionada
Si pudiera presentar este estímulo a otras no solo por nuestra subjetividad, sino también
personas —de otro lugar, de otra época—, por nuestra emotividad e interpretación.
probablemente no dirían que es una silla. Es Siempre que se ve un objeto, se observa
decir, para esa persona, y de acuerdo con su con los ojos de la propia historia, de la ideo-
historia, ese objeto está construido como una logía aceptada, de la cultura en que se vive,
silla y puede, además, construirlo como si- de la experiencia; solo así puede mostrarse el
lla bonita, silla resistente, silla endeble, silla objeto (esto nos lleva a tener en cuenta que lo
incómoda, etc. El constructivismo (Glasers- que hacemos es una interpretación de este ob-
feld, 1989) establece que las personas trans- jeto). No hay observación pura, pues toda ella
forman y no se dan cuenta de ello, elaboran está contaminada por el pasado, el cual nos
y no se percatan de que lo hacen. En conse- condena a no ver las cosas como son y del que
cuencia, el territorio y el mapa nunca coinci- no hay forma de escapar (cfr. Osgood, 1976).
den plenamente; siempre el territorio es más A Alfred Korzybski, un científico y fi-
complejo que el mapa. lósofo polaco fallecido en 1950 en Estados
Esto, dicho con otras palabras, significa Unidos, se debe el concepto «el mapa no es
que la realidad siempre es más compleja que el territorio».
lo que se diga de ella. Por otro lado, es im- De acuerdo con Korzybski, todos los
portante señalar que la percepción en todo intentos humanos de explicar la realidad son
momento es selectiva. Siempre se verá una y han sido construcciones, representaciones,
parte de un todo; dentro de este, a unos les modelos de la realidad, mapas de territorios.
interesan más unas cosas y a otros otras, y Toda conceptualización parte de una percep-
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cada uno privilegia una parte de ese todo. ción, limitada por nuestra propia estructura
Por ejemplo, si a un conjunto de personas humana. A partir de una toma de conciencia
se les muestra un libro y se les pregunta qué de esa percepción obtenemos una idea, un
ven en ese objeto, algunos se fijarán en el concepto, una palabra, una acción. Toda
diseño de la portada porque esto es lo que les conceptualización parte de lo percibido y
interesa, y verán los colores y los contrastes es entonces una «construcción» humana, un
del dibujo; otros verán el título y el tema; mapa de la realidad, y no la realidad misma.
otros verán el nombre del autor, etc.; cada Lo que está en el mapa es la producción de
uno seleccionará una parte de aquello a lo que nuestros sentidos, de nuestra percepción de la
presta más atención, pero no lo «aprehende» realidad. Dado que es imposible captar totali-
todo, sino solo en parte; se construye así una dades en las cuales estamos nosotros mismos
representación del libro que será ligeramente incluidos, y debido a la limitación de nuestra
distinta para cada uno. capacidad perceptiva, cada percepción es un

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8 SECCIÓN | I Algunos aspectos de la comunicación

modelo, un mapa de la realidad; pero con transición de la infancia a la adolescencia,


demasiada frecuencia se considera lo perci- el mundo del trabajo, los estudios, la situa-
bido como la realidad, pues se confunden los ción de pareja, las relaciones parentales, la
modelos, los mapas con la referida realidad. educación recibida, etc., son factores que
De aquí que se vea la noción de contexto modifican u orientan de forma diferente la
como elemento fundamental de toda comu- vivencia de los valores personales.
nicación y significación, lo que plantea que Los profesionales de la salud deben llegar
no se debe aislar el fenómeno de su contexto, a saber abordar y resolver estos conflictos
pues cada fenómeno tiene sentido y signifi- de valores, pues las dificultades inherentes
cado dentro del que se produce. a estas diferencias individuales en los profe-
La epistemología tradicional plantea sionales del equipo de cuidados crean incer-
que los datos son incorporados a través del tidumbre y confusión en los pacientes y sus
sistema sensorial y luego procesados por el familias. Veamos un ejemplo:
cerebro para generar una acción. Desde la
posición constructivista se considera que:
Los padres de una adolescente se sienten
«Hay, efectivamente, un continuo proceso emocionalmente preocupados y ansiosos
circular y repetitivo en el que la epistemolo- porque acaban de descubrir un trozo de
gía determina lo que vemos; esto establece hachís en la mesilla de su hija. Y comien-
lo que hacemos; a la vez, nuestras acciones zan a pensar: «Ahora entendemos por qué
organizan lo que sucede en nuestro mundo, desde hace algún tiempo ella suspende en
que luego determina nuestra epistemología» sus estudios y viste de forma desastrada».
(Von Foerster, 1987). Mantienen violentas discusiones con la hija
Para Von Foerster (1987), los objetos son y deciden castigarla sin salir con las amigas.
construidos a través de las acciones motoras, La chica decide no comer ni beber.
En un examen realizado por el equipo
es decir, el conocimiento es inseparable de de salud sobre la joven adolescente, llegan
la acción. «Piaget desarrolló en 1937, en La a las conclusiones siguientes:
construcción de la realidad en el niño, la idea
de que la cognición surge de la adquisición de 1. Unos miembros del equipo interpretan
habilidades sensomotoras. Él clarificó la na- este desinterés por la comida y la be-
bida como un síntoma de problemas
turaleza recursiva de estos procesos al llamar emocionales y la etiquetan de «psicó-
nuestra atención sobre las acciones circulares pata, deprimida y ansiosa».
de lo sensorial siendo interpretadas por lo 2. Otros miembros del equipo creen que la
motriz y, de la misma manera, aquellas mo- rigidez de los padres es excesiva y que el
trices siendo interpretadas por lo sensorial.» querer imponerle sus valores ha origina-
Von Foerster coincide con Piaget al propo- do este comportamiento en la chica.
ner su imperativo estético: «Si decides ver,
aprende a actuar».
Lógicamente, según la aborden unos u
otros profesionales, es evidente que la forma
Valores y creencias de comunicar con la paciente va a ser muy
Los valores están muy relacionados con la diversa e, incluso, contradictoria. Esto puede
autoestima. Hay personas que no valoran más llevar a que la paciente perciba estas con-
que lo que tiene importancia para ellas. Los tradicciones y no sepa a qué atenerse.
valores influyen en gran manera en el proceso Asimismo, también las creencias pueden
de comunicación porque, lo mismo que las influir en nuestra manera de comunicar. Las
percepciones son diferentes para cada uno e creencias pueden, globalmente, tomar tres
intentamos imponerlas a nuestro interlocu- formas:
tor, así sucede también con los valores, que 1. Racionales: las que están basadas en
intentamos imponerlos. evidencias conocidas.
Los sistemas de valores difieren entre 2. Ciegas: las que se adquieren en ausencia
las personas por varias razones: la edad, la de toda evidencia.

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Capítulo | 1 Generalidades sobre la comunicación 9

3. Irracionales: las que se conservan a pesar miembros su propia explicación sobre las
de las evidencias contrarias. estructuras y el significado que les dan a
las cosas. Estas informaciones originan el
Es evidente que los profesionales de la sa- nacimiento a ideas preconcebidas y a ge-
lud cuyas acciones están basadas, bastantes
neralidades respecto a la forma de ver y de
veces, en teorías un tanto dogmáticas y poco
relacionarse con los otros. Las ideas sociales
críticas, tratan de ajustar sus acciones a sus
preconcebidas, aprendidas a una edad muy
ideas preconcebidas, y llegan a deformar o a
temprana, son tan sutiles que a menudo son
tener ideas irracionales o estereotipos sobre
hasta desconocidas. Sin embargo, confie-
ciertas personas o situaciones. Veamos algu-
ren de manera importante el estilo personal
nas de estas creencias dogmáticas:
de comunicación y de interacción de una
1. Los enfermos mentales hospitalizados persona con otra. Por tanto, si estas gene-
son peligrosos. ralizaciones y estos estereotipos sociales
2. Las personas normales reflexionan antes interfieren en nuestras relaciones, pueden
de actuar. también modificarlas.
3. Si los padres educaran bien a sus hijos Si los profesionales no conocen estos as-
habría menos problemas de salud física pectos sociales de los pacientes, les resultará
y mental. difícil saber el sentido, a veces tan diferente,
4. Cuando una persona tiene problemas, lo que ellos dan al mensaje que reciben. Por
mejor que puede hacer es no pensar en ejemplo: sufrir en silencio el dolor como una
ellos. forma de expiar sus pecados.
5. Cuando una persona está pasando un due- Esta posibilidad de pensar en la impor-
lo, lo mejor es que salga y se distraiga. tancia de la construcción de la realidad de
6. La persona ha de ser capaz de resolver manera social nos permitirá conceptualizar
por sí misma sus problemas. cómo se dan históricamente los supuestos de
7. La persona que realmente quiere suici- realidad de los colectivos y cómo se asume
darse nunca lo comunica. lo cierto o lo falso dentro de cada dominio
8. Etcétera. específico del saber. Nos acerca a las deno-
minadas narrativas o relatos que explican
También observamos que, en general, los
todo lo que asumimos que es, lo que se puede
individuos buscan información sobre las
pensar, lo que se dice y es cierto, y lo que no
afirmaciones que ellos apoyan y, por el con-
se puede decir, pues no es posible.
trario, ignoran todas las que contestan. Po-
En suma, podemos apreciar, por todo lo
dríamos decir que, si un individuo aprende
dicho anteriormente, que los puntos se van
hechos nuevos y válidos sobre las afirma-
conjuntando para dar fin al mito de la reali-
ciones que él refuta, puede cuestionarse sus
dad objetiva. A partir de ahora, la teoría no
creencias actuales. Por el contrario, si no
intenta señalar las características del mundo
busca documentarse sobre los hechos que
tal cual es, sino que responde a una conven-
contesta, va lógicamente a evitar el cues-
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ción social, un acuerdo, una construcción que


tionar sus creencias.
es mantenida a través del lenguaje.
Estas sencillas reflexiones sobre los valo-
Esto, en lo que se refiere a las corrientes
res y las creencias nos llevan a tener en cuenta
terapéuticas, va en contra de las escuelas que
que estos nos condicionan al comunicarnos
proponen que es posible el hallazgo de una
con los pacientes, pues tendemos a considerar
realidad objetiva.
solamente como adecuado aquello que entra
El lenguaje ya deja de ser, pues, un medio
dentro de nuestros valores y creencias.
donde se encierra una verdad objetiva. El
Aspectos sociales lenguaje es una herramienta mediante la cual
vamos construyendo la realidad, una realidad
Abordamos, de forma muy sucinta, la que está dependiendo de un acuerdo social.
importancia de la interculturalidad. Cada Lo que acabamos de decir es importante,
sociedad y cada cultura suministran a sus pues supone un nuevo salto epistemológico,

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10 SECCIÓN | I Algunos aspectos de la comunicación

una nueva dimensión conceptual, un nuevo Este punto muestra una gran similitud
nivel de análisis de los procesos sistémicos con la terapia estructural, ya que en ambos la
de comunicación, a saber, la noción y la comunicación que cada uno mantiene con el
importancia de la narrativa. El campo de las medio es fundamental y es lo que contribuye
historias en común, compartidas por familias a definir la realidad.
(de hecho, ser parte de una familia implica Las construcciones que cada uno hace de
necesariamente compartir historias, descrip- la realidad, basadas en la experiencia, están
ciones, valores, anécdotas), por los grupos ancladas en convenciones sociales, cultura-
sociales (desde las ideologías compartidas les, lingüísticas, narrativas, históricas, rela-
por un grupo religioso hasta las mitologías cionales y discursivas que, si bien es cierto
compartidas por una cultura), son muy re- que cambian, no lo hacen de la noche a la
levantes para nuestro tema, pues permiten mañana. Es en el seno de estas convenciones,
a los profesionales de la salud comprender no precisamente efímeras, donde tiene senti-
el porqué de muchas de las actitudes y los do el ejercicio de la interacción y la relación
comportamientos de los pacientes, así como psicoterapéutica. Como afirmábamos con
también los motivos por los que tratamos de anterioridad, toda experiencia humana es
imponer nuestra forma de ver, captar y sentir candidata al significado personal que cada
la realidad. uno le da a un número mayor o menor de
discursos narrativos culturalmente disponi-
bles, y uno de estos discursos es el de los
Aspectos culturales
«problemas psicológicos».
De forma similar a los aspectos sociales, tam- En este sentido, resulta imposible deter-
bién la cultura enseña a los individuos cómo minar qué experiencias pueden derivar en
comunicarse, bien sea a través del lenguaje, problemas, dado que potencialmente puede
los gestos, los vestidos, la comida, la forma ocurrir con cualquiera de ellas. En nuestro
de utilizar el espacio, etc. contexto cultural, cualquier conducta puede
Los términos y las formas por medio llegar a ser etiquetada de problemática (quien
de los que conseguimos la comprensión del lo dude hará bien en consultar la sección de
mundo y de nosotros mismos son artefactos libros de «autoayuda» de cualquier librería
sociales, productos de intercambios situados especializada).
histórica y culturalmente y que se dan entre En la terapia, esto es sumamente impor-
las personas. tante, porque tiene que ver con el modo en
El grado en el que un dar cuenta del mun- que se construye algo problemático o no.
do o del yo se sostiene a través del tiempo Avilés (1998) nos narra la siguiente expe-
no depende de la validez objetiva de la ex- riencia vivida en un poblado de Guatemala:
posición, sino de las vicisitudes del proceso
social y cultural.
Era este un poblado donde bajaban a vender
Por tanto, la significación del lenguaje los indígenas de la región. Las mujeres ven-
en los asuntos humanos se deriva del modo dían sus mercaderías mientras los hombres
como funciona dentro de las pautas de las se iban a embriagar. Tomaban alcohol en
relaciones culturales. cantidades extraordinarias. El caso es que
Estimar las formas existentes de discur- al atardecer, cuando terminaban su venta
so consiste en evaluar las pautas de la vida las mujeres, los hombres ya dormían en la
cultural; tal evaluación se hace eco de otros calle completamente intoxicados. Ellas se
enclaves culturales. sentaban a su lado esperando que desperta-
La evaluación de las pautas de la vida ran. No hacían nada más. Los niños jugaban
a su alrededor como si nada ocurriera. Un
cultural nos hace comprender las formas par de horas más tarde los hombres abrían
en que estas se expresan en el discurso o la los ojos, se despabilaban, y todos se iban
comunicación, y nos permite apreciar que tranquilamente. Nadie construyó eso como
la cultura es mantenida gracias a la comu- un problema ni lo rotuló como alcoholismo.
nicación.

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Capítulo | 1 Generalidades sobre la comunicación 11

Es preciso considerar que «el concepto confianza y la habilidad para la comunica-


de comunicación incluye todos los procesos ción, etc., son partes vitales que fundamentan
a través de los cuales las personas se influyen nuestra forma de ver el mundo. Por tanto,
mutuamente» (Bateson y Ruesch, 1951). Por para cambiar nuestra relación con el mundo
tanto, se plantean cuestiones como: ¿cuáles tenemos que cambiar a la familia. Virginia
son, entre los millares de comportamientos Satir señala: «La vida familiar es como un
corporales posibles, los que retiene la cultura témpano de hielo: la mayoría percibe solo la
para constituir conjuntos significativos?, al décima parte de lo que sucede —la décima
igual que en el lenguaje: ¿cuáles son los parte que pueden ver y escuchar—. Algunos
sonidos que llegan a adquirir significación? sospechan que ocurre algo más, pero no sa-
Algunos autores, como Watzlawick ben qué es y no tienen idea de cómo pueden
(1997), presentan como uno de sus primeros averiguarlo».
axiomas la imposibilidad de dejar de comu- Los miembros de una familia se rela-
nicarse. Por otra parte, prestan más atención cionan de acuerdo con ciertas disposiciones
al contexto que al contenido y estiman ina- que gobiernan sus transacciones. Estas dis-
decuado el método experimental en el que la posiciones, aunque por lo general no son
variación de un elemento se correlaciona con establecidas en forma explícita, o siquiera
la de otro, puesto que la realidad implica mu- reconocida, constituyen un todo: la estructura
chas más variaciones, no es simple y lineal, de la familia es la que mantiene las interac-
sino compleja y contextualizada. ciones y estas son la causa de la queja o del
Estos autores, al partir de la concepción de bienestar de los miembros de la familia. Hay
la comunicación como sistema cultural en el que cambiar, pues, el funcionamiento de esa
que se inserta el individuo, analizan cómo estructura para así cambiar la experiencia
el sistema está regido por una causalidad cir- de cada individuo, o si se prefiere, el modo
cular, no lineal, donde el efecto retro actúa como experimenta el mundo cada uno.
sobre la causa, como en una orquesta de la Si la interacción y la estructura siempre
que forma parte cada miembro y en la que están en una relación tan lábil, todo cambio
todo el mundo sigue una partitura polimórfica que se dé en la estructura influirá directamen-
invisible, verbal, gestual, espacial y a veces te en la interacción, y viceversa.
contradictoria. Todos son partícipes y nadie El proceso que conduce a percibir «la
es el origen, la causa o el fin de nadie. Sería manera en que las cosas son» se construye
el modelo orquestal en oposición al modelo desde el nacimiento a través del consenso.
telegráfico, que vuelve a expresar el sentido El proceso de búsqueda y retención del
primario de la palabra comunicar, participar, consenso es lo que otorga a la realidad un
comulgar, poner en común algo. cierto grado de estabilidad colectiva y, por
Muchas de las problemáticas de las tanto, individual. De hecho, este compartir
organizaciones humanas y muchas de sus, un conjunto de puntos de vista y de «ma-
llamémoslas, patologías tienen sus raíces en pas» en común forma parte de la base de la
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la cultura occidental y se plasman en nuestro experiencia de pertenecer, o de ser parte de


sustrato común de pensamiento y lenguaje. un colectivo. Por tanto, no es sorprendente
Lenguaje que en nuestro caso es deductivo considerar que, dado que la familia es un
y lineal —sujeto y predicado, quién ejecuta y agente socializador principal para los indivi-
quién recibe la acción—, mientras que la rea­ duos, el sentimiento de confirmación mutua
lidad aparece como algo dinámico y circular sobre los puntos de vista compartidos, y por
(Selvini, 1987). tanto, de pertenencia, sea máximo en este
grupo. La pertenencia a una red interpersonal
Aspectos familiares más extensa podría describirse también como
que está caracterizada por un compartir o
Para entender el mundo podemos estudiar a la «un encaje de mapas», si bien con un grado
familia: situaciones críticas como la autoes- menor de encaje que en la pertenencia a la
tima, el poder, la intimidad, la autonomía, la familia.

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12 SECCIÓN | I Algunos aspectos de la comunicación

La familia sería el sistema intermedio en- conocimiento del mundo, lejos de ser una re-
tre lo individual, lo natural, lo privado y lo que presentación de la realidad externa, existe en
pertenece a lo público, cultural y lo social, y se los acuerdos descritos acerca de la realidad.
entiende como una instancia de socialización. Los nuevos desarrollos pasaron a ser
llamados «cibernética de los sistemas ob-
servantes» o cibernética de segundo orden.
Aspectos individuales
Es evidente que tenemos que ir más
El primero de los focos a los que hacíamos allá de la Gestalt de la objetividad y la sub-
referencia es la consideración batesoniana jetividad. La cibernética de la cibernética
de la mente no como producto de un sistema propone que la alternativa es la ética. Desde
nervioso contenido en un organismo, sino una perspectiva ética no nos preguntamos
como conjunto de pautas de organización si somos «objetivos» o «subjetivos»; en
y autorregulación de cualquier sistema. En lugar de ello, admitimos el nexo necesario
este sentido, la mente no es ni mucho menos entre el observador y lo observado, y ello
inmanente al individuo, sino un proceso dis- nos conduce a examinar cómo participa el
tribuido de manera social y ecológica. observador en lo observado. Von Foerster
Según el famoso ejemplo de Bateson (1987) señala que el tránsito hacia una pers-
(1972): pectiva participativa y ética es el pasaje
de un pensamiento causal unidireccional
a un pensamiento sistémico mutualista; de
Consideremos un hombre que derriba un
árbol con un hacha. Cada golpe del hacha la preocupación de las propiedades de lo ob­
es modificado o corregido de acuerdo con servado al estudio de las propiedades del
la hendidura que ha dejado el golpe ante- observador. Afirma que Kant fue el iniciador
rior. Este proceso autocorrectivo (es decir, de este desplazamiento paradigmático y sos-
mental) es llevado a cabo por un sistema tiene que él sustituye nuestra preocupación
total árbol-ojos-cerebro-músculo-hacha- por la objetividad, colocando en su lugar la
golpe-árbol, y este sistema total es el que preocupación por la responsabilidad. Como
tiene características de mente inmanente. cada cual prescribe determinadas maneras de
puntuar el mundo, es importante examinar
Los construccionistas trabajan funda- las intenciones que están en la base de esos
mentalmente con lo verbal; esto es debido a hábitos de puntuación. En síntesis, las distin-
que creen que el lenguaje es la herramienta ciones que establecemos a fin de conocer el
más importante para nuestra construcción del mundo surgen de una base ética, no objetiva,
mundo y de nosotros mismos. «Lo que de- no subjetiva. Porque lo que percibimos es
cimos o narramos influye en nuestro campo trazado por nuestra manera de conducirnos
de acción» (Gergen, 1996). y nuestra manera de hacerlo se atiene a las
Creamos el mundo que percibimos, no por- restricciones de lo que percibimos.
que no exista una realidad externa, sino porque La metacomunicación es también otra
seleccionamos y remodelamos la realidad que posible forma de salida de la maraña en
vemos para conformarla a nuestras creencias que las personas nos enredamos en muchas
acerca de la clase de mundo en el que vivimos ocasiones, con nuestros mutuos y múltiples
(Bateson, 1991). problemas. Al metacomunicar (comunica-
Un nuevo desequilibrio y un nuevo salto ción acerca de la comunicación) salimos de
evolutivo en el modelo cibernético fue in- la situación repetitiva que impide en muchas
troducido por la postulación de que la obser- ocasiones que podamos ver con claridad y
vación afecta a lo observado. El observador, globalidad el problema; por ello, esto a veces
con sus limitaciones, supuestos y prejuicios, es importante como primer paso en la reso-
organiza lo observado. Puede, así, argüirse lución de problemas.
que no existe una descripción objetiva de Desde esta metacomunicación, los in-
la realidad. El argumento, por cierto, acaba dividuos con trastornos de conducta, en el
por cuestionar qué es la realidad misma. El modelo sistémico, dejan de ser catalogados

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Capítulo | 1 Generalidades sobre la comunicación 13

como problemáticos intrapsíquicos para pa- Nuestro cansancio, nuestras preocupacio-


sar a ser contemplados como reflejo de las nes, ansiedades, miedos, depresiones, etc.,
contradicciones de un sistema relacional, que nos hacen percibir a las personas de forma
logra así mantener un cierto equilibrio. diferente y, por tanto, nuestra comunicación
Algunas formas de comunicación alienadas también lo será.
no tienen, pues, que ser necesariamente fruto Pasar revista a los aspectos señalados nos
de un grave trastorno de la personalidad o de ha permitido tomar conciencia de la com-
una enfermedad mental. A veces, son la única plejidad de la comunicación, confirmándonos
forma posible de comunicación en un contexto una vez más que «lo que está claro para mí
absurdo o insostenible (Watzlawick, 1981). solo lo está para mí».
Existiría, por tanto, la «imposibilidad Asimismo, creemos que solamente po-
formal de resolver una conducta aislada, es dremos comprender al otro si somos capa-
decir, no vinculada sistemáticamente con el ces de filtrar la realidad tal como nuestro
comportamiento de los demás individuos con interlocutor la filtra, y esto tanto respecto
quienes el sujeto está relacionado en un con- al contenido (es decir, los acontecimientos
texto dado» (Selvini, 1987). Esta idea subya- diarios) como al sentimiento (es decir, cómo
ce a cualquier plan de integración, sea este de cada uno siente estos acontecimientos), el
minusválidos físicos o psíquicos, enfermos afecto, la interpretación que cada uno hace
mentales, escolar o referido a cualquier otro de los acontecimientos, etc. Solamente el
tipo de marginación social. feedback y la metacomunicación permitirán
La estrategia sistémica consistiría en co- a nuestro interlocutor comprender que no
locar el caso puntualizado como problemáti- solo hablamos de lo mismo, sino que también
co dentro del sistema interactivo de personas decimos lo mismo.
que se comunican con otras, observando có-
mo el individuo inadaptado responde con su NIVELES DE COMUNICACIÓN
conducta a las disfunciones del sistema por
La comunicación puede situarse al menos a
todos formado, de manera que su conducta
tres niveles diferentes: intrapersonal, inter-
es realmente adaptativa.
personal y pública.
Con ello desaparece la puntuación negativa
del individuo al cerrarse el círculo sobre la an- 1. La comunicación intrapersonal: cuando
terior causalidad lineal. Lo que pasa a analizar- el individuo se envía un mensaje a él mis-
se es una disfunción específica, que implica a mo (al interior de sí mismo). Por ejem-
varias personas; por consiguiente, se desecha la plo: cuando el profesional se dice: «Estoy
creencia en una realidad que se había fraguado terminando esta visita, voy a ir después
como resultado de la interpretación arbitraria a ver al paciente Pedro». Este proceso
de quién es o no culpable o responsable de esa de comunicación precede los otros dos
determinada situación molesta. niveles e implica la percepción de sí y
de los otros, elementos esenciales de toda
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comunicación.
Otros aspectos
2. La comunicación interpersonal: pode-
Nuestra captación de la realidad, lógicamen- mos decir que incluye todo lo que vamos
te, no se agota en los aspectos expuestos. Así, a decir sobre la comunicación entre dos
por ejemplo, vemos cómo la realidad, y por personas, o en la relación terapéutica con
consiguiente, nuestra forma de interaccionar, pacientes y familia, etc., y que nosotros
puede estar condicionada por los filtros de abordaremos desde la corriente humanista.
la filosofía de vida, las creencias, la religión 3. La comunicación pública: es la que tiene
o las situaciones personales que cada uno lugar entre una persona y varias otras. La
puede estar viviendo, como miedos, preocu- mayor parte del tiempo toma la forma
paciones, ansiedades, cansancio, sueño, etc. de un discurso público. Diríamos que
Todos constatamos que nuestro estado es la comunicación que más se realiza
anímico condiciona nuestras relaciones. comúnmente.

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14 SECCIÓN | I Algunos aspectos de la comunicación

MODELOS DE COMUNICACIÓN
HUMANA
Una de las mejores maneras de ilustrar la na-
turaleza y los elementos de la comunicación
humana es la utilización de un modelo o de
FIGURA 1-1  Comunicación-interacción.
una representación visual.
Los modelos se emplean con fines diver-
sos. Así, la carta geográfica de un territorio Comunicación-interacción
preciso puede ser utilizada para planificar
La comunicación interaccional pone de ma-
una visita. En el campo de la salud, un
nifiesto el carácter recíproco y mutuo de la
gráfico puede ser utilizado para evaluar
comunicación. Implica a las dos personas que
la situación global del paciente (p. ej., la
quieren entrar en relación y que deben ser capa-
temperatura). Sin embargo, los modelos no
ces de ponerse cada una en el puesto de la otra.
nos proporcionan una visión completa de
Cada uno de los interlocutores intenta percibir
todos los elementos, pero sí un resumen que
el mundo del otro, ver las cosas desde la pers-
nos facilita la comprensión. Su uso puede a
pectiva del otro. Por tanto, la comunicación se
veces darnos una simplificación equivocada
hace en los dos sentidos, y no en sentido único,
de la realidad.
como en la comunicación-acción. Es, por tanto,
Veamos algunos de estos modelos.
un proceso circular en el que los participantes
deben a su vez ser emisor y receptor (fig. 1-1).
Comunicación-acción Es evidente que esta perspectiva es me-
nos reduccionista que la anterior y, por tanto,
La comunicación en tanto que acción forma permite muchísimos menos errores. Sin em-
parte de una concepción lineal del proceso. bargo, aún aparece como muy simple, cuando
Esta es, en sentido único: A habla a B. Los es evidente que la comunicación es mucho
interlocutores intentan transferir directamen- más compleja que una simple transcripción
te a los otros sus pensamientos e ideas. La de una retroalimentación o de feedback.
comunicación se realiza de una persona a
otra.
Detrás de esta concepción lineal hay dos Comunicación-transacción
hipótesis importantes: En la comunicación-interacción hay una in-
1. Es importante la habilidad para comuni- fluencia mutua entre los dos comunicantes.
carse. En una transacción, los participantes son los
2. Se transmite directamente la significación dos a la vez comunicadores. Es un proceso
de los hechos. más bien de influencia mutua que de inter-
venciones por turno.
Lógicamente, en este tipo de comunicación En la perspectiva de la comunicación
no se tienen en cuenta las variables enuncia- transaccional, los participantes están en re-
das anteriormente (percepción, valores…). lación el uno con el otro en el momento en
El receptor tiene un rol pasivo que no afecta el que comunican. Por ejemplo:
para nada al emisor. El énfasis se pone sobre
todo en transmitir bien los mensajes. Si hay
incomprensiones, se le echa la culpa, o bien En cada díada de comunicación hay al me-
al emisor por no transmitir bien su mensaje, nos seis personas implicadas. A como él se
ve; A tal como lo ve B; A como piensa que
o bien al receptor porque no ha sido capaz B lo ve; B como él se ve; B tal como es visto
de comprenderlo bien. Es evidente que es- por A, y B como piensa que A lo ve. Hay,
te modelo de comunicación es insuficiente pues, aparte del contenido, un mensaje que
e impreciso y que, lamentablemente, es el concierne a la relación existente entre los
que más utilizamos, de ahí la cantidad de los dos comunicantes.
llamados «errores médicos».

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Capítulo | 1 Generalidades sobre la comunicación 15

Así, cuando A encuentra a B en el pasi- de los comportamientos humanos. Creemos


llo y le dice: «Buenos días, ¿cómo estás?» que todo comportamiento tiene un signifi-
y B le responde: «Bien, gracias» y este cado preciso y que el profesional debe ser
continúa su camino, el comportamiento prudente en la elección de intervenciones
de B se convierte en un mensaje sobre que descuiden el significado de la experiencia
las relaciones existentes entre A y B. Sus del paciente en provecho de su interpretación
comunicaciones siguientes estarán, pues, personal.
influidas por la percepción que A se ha he- Es, pues, necesario que el profesional
cho de B según la respuesta de este último. desarrolle las destrezas de la observación, la
Si, según A, B se ha alejado rápidamente interpretación y la intervención que se sitúen
para evitarle, esta percepción influirá es- en el interior del esquema de referencia del
pecíficamente en la relación entre A y B en paciente, con el fin de esperar encontrar con
su próximo encuentro. él un terreno de entendimiento para dialogar
sobre las diferentes situaciones y llegar a una
comunicación auténtica.
Modelo de comunicación
según el interaccionismo simbólico Segundo principio. Nosotros pensamos
El interaccionismo simbólico es un término que los comportamientos son el resultado
introducido por Herbert Blumer (1969) con el de los procesos de interacción con el otro.
fin de describir una conducta distinta del es- Estos son productos de la sociedad, crea-
tudio de la conducta humana. Este interaccio- ciones que nacen y extraen su origen de los
nismo se basa en tres principios filosóficos: procesos interpersonales. Por esta razón, es
esencial que los profesionales consideren
1. El significado que los seres humanos dan al paciente dentro de su contexto familiar,
a ciertos objetos influye en su relación social y cultural. Una evaluación global del
con estos. paciente debe tener en cuenta las interac-
2. La significación de las cosas de la vida ciones psicológicas y sociales de su medio
está influida por las interacciones sociales ambiente personal. Fuera del contexto social
de los individuos. específico, es imposible juzgar, evaluar o
3. La significación de las cosas y de los ob- comprender a los individuos llamados
jetos es incorporada y modificada por el «paranoicos», «neuróticos», «alcohólicos»
individuo a través de un proceso de inter- o «toxicómanos». De la misma manera,
pretación con el fin de permitirle afrontar solamente en el interior de las relaciones
los diferentes acontecimientos de la vida. interpersonales los pacientes pueden encon-
trar nuevas definiciones a ciertas situacio-
Implicación de estos principios nes de la vida y evaluar los nuevos modos
en los cuidados de acción. Tocamos aquí el meollo del
rol terapéutico que tiene que desempeñar
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Primer principio. La mayoría de los tratados el profesional. Este abordaje humanista,


de cuidados o terapéuticos niegan que lo que sensible e inteligente de la utilización de
impulsa al individuo a obrar en una situación sí mismo en las relaciones interpersonales,
específica esté en relación con la significa- constituye una dimensión clave en la habi-
ción que esta tiene para él. Al contrario, el lidad de nuestra profesión. Esta posee un
comportamiento humano es considerado potencial específico para ayudar al paciente
como el producto de diferentes factores que a redefinir sus experiencias de vida con más
influyen en el ser humano pasivo, factores satisfacción, a aprender nuevos medios de
como los estímulos, el inconsciente y las hacer frente al estrés y mejorar la calidad de
otras características de la dinámica de la vida y de su medio ambiente.
personalidad. No podemos olvidar el rol de
lo vivido y del significado que las personas Tercer principio. Creemos que, en gene-
damos a los acontecimientos en la formación ral, las personas abordan los problemas

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16 SECCIÓN | I Algunos aspectos de la comunicación

que según su interpretación consideran de ALGUNOS PRINCIPIOS


capital importancia. Los profesionales de- DE LA COMUNICACIÓN
bemos comprender, sin interpretar, por qué SEGÚN LA ESCUELA
los pacientes actúan de una u otra manera. DE PALO ALTO (BATESON,
Con el fin de comprender las acciones de WATZLAWICK, BEAVIN,
estos, el profesional debe estar abierto y
JACKSON, SATIR)
ser sensible al paciente a fin de identificar
su esquema de comportamiento específico Bateson, Watzlawick, Beavin, Jackson, Sa-
ante la enfermedad o el tratamiento. Es tir, etc. (1997), de la Escuela de Palo Alto
importante no descuidar este principio (California), profundizan en la comunica-
frente a un individuo que se siente en crisis ción como un proceso de interacción (o in-
o desdichado. Así, el profesional puede tercambio de mensajes entre dos personas).
utilizar frases como: «no se preocupe, ya La comunicación y el comportamiento son
pasará», «yo en su lugar no le daría tanta prácticamente sinónimos, pues todo com-
importancia», «ya verá dentro de unos días portamiento es comunicación y toda comu-
cómo la situación no era tan problemática», nicación afecta al comportamiento. A través
etc. Tales clichés no son apropiados ni de la comunicación se puede deducir el tipo de
útiles, y no tienen en cuenta la percepción relación existente.
del paciente, sino la interpretación del pro- La metacomunicación es la comunica-
fesional, y además de ser malas técnicas ción en diferentes niveles.
terapéuticas, descuidan el principio de que La teoría sistémica no tiene en cuenta
los individuos interpretan a su manera los solamente el efecto del comportamiento del
hechos vividos antes de reaccionar a una emisor sobre el receptor, sino también el
situación específica. Estos últimos son con- efecto que produce en el emisor la reacción
frontados de un modo que ellos interpretan del receptor. Entre emisor y receptor hay un
a su manera. intercambio de información que definirá la
Esta interpretación da una cierta signifi- relación que les une.
cación a sus experiencias y le sirve de base
en la elección de sus acciones. Axiomas de Watzlawick (1997)
El interaccionismo simbólico ofrece a
los cuidados terapéuticos un conjunto de Primer axioma:
ideas que permiten considerar y analizar «No podemos no comunicarnos.»
al ser humano como el núcleo de todas sus En una interacción (secuencia de mensa-
acciones. Esta perspectiva, tal como la inter- jes intercambiados entre los individuos)
pretamos aquí, suministra los principios de todo comportamiento tiene el valor de un
base de una filosofía de cuidados basada mensaje (un mensaje es una unidad de
en una estructura humanista y en políticas comunicación), es decir, el mensaje es
realistas. Es netamente diferente de la in- comunicación. De aquí la consecuencia
terpretación médica dada a ciertos actos de que no podemos no comunicarnos. Por
humanos. ejemplo:
En resumen, este modelo sitúa la co-
municación humana en el nivel de las re- Si me siento en el autobús al lado de una
laciones interpersonales y considera a los persona y me pongo a leer el periódico, le
individuos en su globalidad. Los interlo- estoy diciendo: «No quiero hablar contigo,
cutores forman siempre parte integrante quiero estar solo con mi periódico».
de un sistema social específico. Durante
la comunicación, ciertos acontecimientos Toda comunicación afecta al compor-
que se producen vienen del interior de los tamiento de los otros que no pueden dejar
participantes (intrapersonal), mientras que de reaccionar a nuestra comunicación (com-
otros son externos y se producen entre los portamiento), y por este hecho ellos también
individuos (interpersonal). comunican.

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Capítulo | 1 Generalidades sobre la comunicación 17

Así, la imposibilidad de no comunicar Una comunicación no se centra solamente en


hace que toda situación que implique a dos o transmitir una información, sino que esta sirve
más personas sea una situación interpersonal, también para definir la relación del emisor con
y por tanto, una situación de comunicación. el receptor. Es decir, no solo nos centramos
La tentativa de no querer comunicar la en la información que nos da el emisor sino
encontraremos en todo contexto en el que en la forma, la manera, el comportamiento,
se quiere evitar el compromiso inherente a la sensibilidad, etc., con la que nos transmite
toda comunicación. Esta puede expresarse esta información; esto es la relación.
de diversas maneras, por ejemplo: Muchísimas veces esta relación es mucho
más importante que la misma información.
1. Mediante el rechazo de la comunicación.
Por ejemplo: no son las palabras las que nos
2. La aceptación de la comunicación.
hieren, sino la forma como estas nos son
3. La anulación de la comunicación.
dichas. Pensamos que se puede decir casi
4. El síntoma como una forma de comuni-
todo; ahora bien, lo importante no es lo que
cación. No olvidemos que los síntomas
decimos sino cómo lo decimos. De aquí, en-
son formas patológicas de comunicarnos.
tonces, que digamos que la relación es una
Cuando las cosas no las podemos comu-
metacomunicación, pues con la información
nicar con palabras, las comunicamos con
damos una primera comunicación, con la
síntomas. Cuántos síntomas, males, su-
relación que tenemos al transmitir la informa-
frimientos, enfermedades psicosomáticas
ción damos otra segunda comunicación (de
pueden aparecer como llamadas de aten-
aquí que se le llame metacomunicación, es
ción, de comprensión, de muestra de nece-
sidad de afecto, cariño, etc.; en definitiva, decir, comunicación sobre la comunicación).
como una necesidad de ser escuchados.
Tercer axioma:
Hoy en día es frecuente escuchar que las so- «Todo intercambio de comunicación es simé-
matizaciones son lenguajes simbólicos con los trico o complementario, según que esté fundamen-
que nosotros queremos decirnos a nosotros tado en la igualdad o la diferencia.»
mismos, o a nuestro entorno, que tenemos con- Una interacción simétrica se caracteriza por
flictos, ya sean estos personales, familiares o la igualdad y la minimización de las diferen-
espirituales; que nuestros sentimientos reales cias, mientras que una interacción comple-
no pueden ser expresados, ya que estos son cen- mentaria se funda sobre la maximalización
surados o prohibidos por miedos, moralidades, de las diferencias.
por el qué dirán, etc.; que vivimos situaciones En una relación simétrica sana, los dos
de pérdida, duelo o separación inacabadas y, sujetos son capaces de aceptarse tal como
por tanto, permanecen en nuestra estructura son; esto conduce al respeto mutuo y a la con-
física y psíquica como una gestalt no acabada; fianza en el respeto del otro, y equivale a una
es decir, como heridas abiertas, sin cicatrizar, confirmación positiva y recíproca de su yo.
o como reparaciones llenas de culpabilización En las relaciones complementarias, uno
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y sufrimiento, propio o de los demás. busca completar en el otro lo que a él le falta.


Los males personales que nos suceden Los modelos de interacción basados en
constituyen en sí mismos, para muchas per- la simetría y la complementariedad llenan
sonas, un verdadero lenguaje que hay que funciones importantes. Ambas deben estar
descifrar, pues a menudo llenan muchas de presentes según las situaciones, esto permite
las lagunas debidas a una comunicación-­ mantener un cierto equilibrio entre los dos
relación perdida o que se ha vuelto imposible. interlocutores (homeostasis).
Simetría y complementariedad pueden
Segundo axioma: dar lugar a una confirmación recíproca sana
«Toda comunicación presenta dos aspectos: y positiva, o por el contrario, a situaciones
el contenido y la relación, de tal manera que el patológicas. Así, la simetría puede ocasionar
segundo engloba el primero y, por consiguiente, una escalada de rivalidad cuando esta se
se convierte en una metacomunicación.» encuentra en estado de desestabilización, es

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18 SECCIÓN | I Algunos aspectos de la comunicación

decir, cuando ninguno de los interlocutores Para tener la capacidad de dar informa-
acepta ser sobrepasado por el contrario, cada ción a los otros hemos de tener nosotros las
uno intenta puntuar más alto que el otro, salir- ideas claras, a fin de poderlas comunicar con
se con la suya, llevar razón, lo cual conduce claridad. Necesitamos lograr que los otros
forzosamente a una rivalidad y estado de gue- sepan qué está sucediendo dentro de noso-
rra. El mecanismo más corriente empleado en tros, es decir:
este caso es el rechazo.
También una complementariedad rígida • «Lo que hemos aprendido o lo que cree-
mos saber.
lleva a una especie de «destrucción», simbio-
sis, locura compartida. En el caso de una rup- • Lo que esperamos de los otros.
tura de relación complementaria, observamos • Cómo interpretamos lo que otros hacen.
con frecuencia el mecanismo de la negación • Cuál es la conducta que nos agrada y la
que nos desagrada.
(del otro y de sí mismo, de aquí a veces las
tentativas de suicidio). • Cuáles son nuestras intenciones.
• Cuál es la imagen que los otros nos dan
de nosotros mismos.» (v. Satir, 1991).
Cuarto axioma:
«La naturaleza de una relación depende de la
puntuación de secuencias de comunicación entre Tener presente el significado
los dos interlocutores.» que damos a las palabras
En una interacción, los interlocutores puntúan
siempre unas secuencias más que otras, en fun- Sabemos que una misma palabra o una misma
ción de su convicción, partiendo del principio frase puede tener significados diferentes. Por
que cada uno cree que «no existe más que una ejemplo, la palabra «madre» puede significar
sola realidad, el mundo tal cual yo lo veo o una mujer que da a luz, pero también una mujer
percibo». La puntuación sirve para estructurar cálida, comprensiva, amable, sacrificada, etc.
la manera de comportarme. Las puntuaciones No debemos olvidar que las palabras son
continuas y repetitivas van a estructurar y de- abstractas, son símbolos que sustituyen a las
finir un rol, el cual será admitido por ambos, cosas. Si un individuo no se da cuenta de que
lo cual quiere decir que los interlocutores es- las palabras son solo abstracciones, corre el
tablecerán entre ellos modelos de intercambio, peligro de caer en ciertas generalizaciones,
y estos modelos serán a su vez como las reglas eliminaciones o distorsiones.
implícitas que regirán el intercambio de roles. Veamos algunos matices de cada una de
Así, por ejemplo, un individuo que adopta ellas.
un comportamiento en función de la predic- Generalizaciones
ción del otro entraña un efecto complemen-
tario por parte del otro que en cierto modo le Generalización excesiva
violenta o le fuerza a adoptar ciertas actitudes Se incurre en este error cuando se elabora una
precisas. Y, por tanto, el interesado está per- regla general, o una conclusión, a partir de
suadido que no hace más que reaccionar a la uno o varios hechos aislados. Por ejemplo,
actitud del otro, sin pensar que puede muy a partir de una experiencia dolorosa se con-
bien ser él quien ha provocado esta actitud. cluye que lo mismo le va a ocurrir inevita-
blemente siempre. Se piensa que si es cierto
LA COMUNICACIÓN en un caso, se puede aplicar a cualquier otro
ES UN PROCESO DE DAR caso que sea mínimamente similar.
Suele pensarse y expresarse en términos
Y RECIBIR INFORMACIÓN
de:
(V. SATIR, 1991)
Las personas que desean obtener la informa- Siempre: «Esto siempre me sucede a mí».
ción que necesitan de otros tienen que comu- Todos: «Todos los hombres van a lo mismo».
nicarse con claridad. Como seres humanos, Nadie: «A nadie le gusto».
sin comunicación no podríamos sobrevivir.

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Capítulo | 1 Generalidades sobre la comunicación 19

Pensamiento dicotómico o absolutista En estos casos la persona se comporta


Se manifiesta en la tendencia a clasificar como un filtro fotográfico que deja pasar solo
todas las experiencias según una o dos ca- unos colores y elimina otros. Unas personas
tegorías opuestas. Las cosas se sitúan en eliminan lo positivo que tienen, centrándose
un extremo u otro: blanco o negro, bueno solo en lo negativo, y viven amargadas. Otras
o malo, todo o nada, sin graduaciones in- niegan las limitaciones que tienen y se re-
termedias. crean solo en lo positivo, y son narcisistas,
Si algo no me agrada en una cosa o per- autosuficientes, orgullosas, etc.
sona, la rechazo en su totalidad. Por ejemplo:
• Nada resulta bien. Ejemplo: Pilar es una chica que saca muy
• Todo se echó a perder. buenas notas en clase, sus amigos se sien-
ten muy a gusto con ella, sin embargo ella
• Adondequiera que voy, eso sucede. dice: «Yo no sé cómo me aguantan mis
• En ningún sitio es diferente. amigos, debe de ser porque les da pena
• Estás conmigo o estás contra mí. de mí». «Estoy por asegurar que no voy a
poder terminar la carrera, yo no sirvo para
Sentenciar o etiquetar nada, yo creo que las notas que saco son
Es otra forma de generalización muy exten- por casualidad.»
dida. En vez de describir el error que se ha
cometido en los límites justos, se «sentencia» Pilar se siente amargada y deprimida, fil-
y «etiqueta» a la persona en todo su conjunto. tra la realidad de manera no real, a través del
Supone que lo que percibe o evalúa no cam- filtro de la negatividad y la baja autoestima.
biará. Así, en vez de decir «he cometido un
error» (lo cual puede ser cierto) se sentencia Catastrofismo
«soy un desastre», «no hago nada bien» (lo Se da también en la persona que tiene un
cual es falso) y, además, se sufre como si esto filtro a través del cual solo pasan los acon-
fuera real y comprobado. tecimientos negativos pero, no contenta con
Otras actitudes: «siempre he sido así de esto, los proyecta y los agranda en el futuro
desastre», «ella siempre es así», etc. haciéndolos todavía más intolerables. Es la
tendencia de las personas que se sienten de-
«He cometido un error», «soy un desastre»,
primidas.
«no hago nada bien», «siempre he sido así
de desastre», «ella siempre es así». «Esto está mal, pero es que cada vez vamos
más a la ruina.» «Yo sé que ya no tengo
Suponer que los demás comparten sus remedio, lo mejor es quitarse de en medio.»
sentimientos, percepciones o pensamientos.
Por ejemplo: Como vemos, esta persona piensa siem-
pre en lo peor. Por una parte, piensa que esto
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«¡Cómo es posible que te guste el pollo!»


es lo que tiene más posibilidades de suceder
«¡Desde luego que a él no le gustaría esto!» y, por tanto, va como buscando, inconscien-
temente, estas situaciones para que sucedan
y así demostrarse que lleva razón; por otra
Eliminaciones parte, cree que pensando con anterioridad lo
peor se sentirá más defendida y preparada
Filtro mental cuando suceda.
Cuando se actúa con el «filtro mental» se
percibe solo una faceta o aspecto de la rea­ Distorsiones
lidad y se ignoran otros aspectos igual­
mente reales o importantes, conceptuali- Magnificación y minimización
zando toda la realidad a partir de un aspecto El ser humano, de acuerdo con su percep-
particular. ción selectiva, tiende a ver su persona, su

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20 SECCIÓN | I Algunos aspectos de la comunicación

e­ xperiencia y el futuro con unos prismáticos Conclusiones arbitrarias


que, usados por un lado, amplían los objetos La persona saca conclusiones que no están
y, por el otro, los empequeñecen. justificadas por la evidencia de los hechos,
Se puede exagerar lo negativo de un pero ella los vive como comprobados y rea­
acontecimiento (o de una persona) y quitarle les. Veamos algunas de ellas:
toda la importancia a los aspectos positivos:
«No haces una a derechas»; los defectos pue- 1. Lectura de pensamiento. Supone que
den parecer imperdonables: «¡Yo no sé cómo puede entrar en la piel del otro. Actúa
he podido confiar en ti!», y las cualidades se como si tuviera una «esfera de cristal»
consideran irrisorias. y se comporta como el portavoz de los
otros. Considera que sabe lo que cual-
quiera piensa sobre ella, o lo que desea
«No haces una a derechas», «¡Yo no sé hacerle, basándose en meras suposi-
cómo he podido confiar en ti!». ciones. Cree tener un «sexto sentido»
para ello.
Otras personas lo hacen al revés: exage-
ran lo positivo y minimizan las limitaciones.
Ejemplo: «yo sé lo que estás pensando»;
«esto es lo que le estaba pasando»; «te diré
Autorreferencia
lo que ella estaba sintiendo».
En estos casos, la persona se considera el
centro de atención de todo el mundo; a veces
también se siente destinataria intencionada Pero también atribuye a la otra persona
de los fenómenos naturales: lluvia, frío, ac- ese «sexto sentido» y, así, supone que el
cidentes, etc. Todo lo que sucede es por ella otro puede entrar en su mente, o permite
o a causa de ella. Suele ser muy suspicaz y que el otro sea su portavoz.
recelosa.
Cree descubrir segundas intenciones en Ejemplo: «ella sabe lo que pienso»; «ella te
los comportamientos de los demás respecto a puede decir cuánto sufrí».
ella, aunque los demás le aseguren con toda
sinceridad que ha sido casual. A lo sumo, 2. Irreversibilidad. Piensa que como hasta
puede llegar a aceptar que, a lo mejor, esa vez ahora una persona se ha comportado de
no ha sido intencionado, pero que las otras un modo determinado, siempre tiene que
veces sí. Proyecta fácilmente su sentimiento obrar por igual.
de indefensión creándose un mundo adverso
y perseguidor del cual intenta defenderse.
Ejemplo: «Genio y figura hasta la sepul-
tura».
Seudorresponsabilidad
Es una forma específica de autorreferencia. 3. Consecuencias falsas. Si B ocurre des-
La persona se siente responsable de acon- pués de A, A es causa de B. Así sucede
tecimientos negativos que han sucedido, cuando alguien explica sus sentimientos
aunque a lo mejor ella haya participado presumiendo que alguien ajeno a él tiene
mínimamente, o tal vez de ninguna forma. poder sobre sí.
Acepta responsabilidad por los problemas de
los demás y lleva el peso del mundo sobre
sus hombros, especialmente si son personas Ejemplo: Juan está deprimido porque le han
despedido del trabajo y de ahí deduce que
cercanas o familiares. El ser humano tiene
es el despido lo que le provoca la depresión;
un fuerte sentimiento de culpabilidad y va sin embargo, no piensa que es él quien se
inventándose causas para justificarlos; a siente deprimido, que es su manera de vivir
veces lo puede hacer para tapar las razones o de reaccionar ante las situaciones lo que le
profundas de su culpabilidad, que le son más hace sentirse deprimido, triste o con rabia.
amenazantes.

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Capítulo | 1 Generalidades sobre la comunicación 21

4. Confundir la valoración de los senti- Utiliza los pronombres de forma vaga.


mientos. Con frecuencia los comporta- «Nosotros hicimos… y por eso ellos se
mientos se interpretan como si pertene- molestaron» (hicisteis que…, se molestaron
cieran a la esencia del sujeto. Es decir, porque…).
algo cerrado sobre lo cual no puede
actuarse. Él no es muy… tú ya sabes…»; «Nosotros
hicimos… y por eso ellos se molestaron»
Ejemplo: «Yo soy así» (en este caso no se (hicisteis que…, se molestaron porque…).
puede cambiar nada) en vez de decir: «Yo
me comporto así» (y en este caso sí que po- Suprime en sus mensajes fragmentos
demos cambiar los comportamientos). Otro enteros que sirven de conexión.
ejemplo es el de la timidez: «Yo soy muy A menudo no envía mensaje alguno, pero
tímido», en vez de decir: «Yo me compor- se comporta como si lo hubiera hecho.
to como muy tímido» (y yo añado: «eres»
tímido porque obtienes muchos beneficios
de ese comportamiento; si no, ya hubieras CONCLUSIÓN
dejado tu timidez).
Comunicar es uno de los comportamientos
5. El comunicador disfuncional puede res- humanos más importantes. Es un mecanismo
ponder de muchas formas a las peticiones complejo que permite a los individuos es-
de aclarar o calificar, pero todas tienden a tablecer, mantener y mejorar sus contactos
bloquear la retroalimentación que el otro humanos. Es, por tanto, un proceso multidi-
individuo le proporciona. mensional muy complejo.
El profesional debe adquirir la habilidad
de ayudar a su paciente a poder hablar de sus
Ejemplo: «sabes perfectamente lo que problemas y a encontrar la forma de afrontar-
quiero decir»; «no puedo decirlo con más los para solucionarlos. Por ello, el profesional
claridad».
debe ser consciente de que sus percepciones
personales, sus valores y su cultura influyen
6. Aclarar y clarificar los mensajes. Si el en la manera en que encamina la información
emisor aclara y clarifica sus mensajes respecto al mundo que le rodea.
desde el principio, habrá menos pro-
babilidad de que el intercambio se dis-
torsione. BIBLIOGRAFÍA ESPECÍFICA
Bateson G, Ruesch J. Comunicación (La matriz social
de la Psiquiatría). Barcelona: Paidós; 1951.
Ejemplo: «Obrando de esta manera, así Bateson G. Pasos hacia una ecología de la mente. Bue-
me han salido bien las cosas. Quizá pueda nos Aires: Planeta-Carlos Lole; 1991.
Bateson G, Jackson D, Haley J, Weakland D. Toward
pasarte a ti lo mismo».
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

a theory of schizophrenia. Nueva York: Behavioral


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En conclusión, una persona que se comunica Berger P, Luckman T. La construcción social de la
realidad. Buenos Aires: Amorrortu; 1968.
de una manera funcional puede: Blumer H. El interaccionismo simbólico, perspectiva y
• Expresar con firmeza su opinión. método. Barcelona: Hora D.L; 1982.
• Aclarar y calificar lo que dice. Cibanal L, Arce MC. Interrelación del profesional de
enfermería con el paciente. Barcelona: Doyma; 1991.
• Pedir la réplica. Cibanal L, Siles J, Arce MC. El significado está en las per-
• Ser receptivo a la réplica cuando la recibe. sonas, no en las palabras (hacia una comprensión cultural
• La aclaración y la calificación mutuas de la comunicación). 2.° Congreso Virtual de Psiquiatría.
Disponible en: www.psiquiatria.com. Congreso 2001.
reducen las generalizaciones.
Cibanal L, Siles J, Arce MC, et al. La relación de ayuda
• La persona que se comunica de forma es vivificante, no quema. En: Cultura de los Cuida-
disfuncional envía mensajes incomple- dos. Revista de Enfermería y Humanidades, 10 IBSN
tos: «Él no es muy… tú ya sabes…». 1138-1728:88-99.(2001).

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22 SECCIÓN | I Algunos aspectos de la comunicación

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Capítulo 2

Importancia de una buena observación


para una comunicación adecuada
Luis Cibanal Juan y María del Carmen Arce Sánchez

Sabemos que la información recogida a


Objetivos través de una observación lo más objetiva­
• Distinguir entre: percibir, observar, mente posible y bien estructurada permitirá al
interpretar, proyectar. profesional confirmar, o en otros casos cons­
• Conocer las bases de una buena truir, su diagnóstico. Sin la observación, o
observación. sin una buena observación, se corre el grave
• Aplicar la observación
peligro de que al paciente se le hagan exá­
en la comunicación y la relación
con el paciente.
menes inútiles, con la consiguiente pérdida
de tiempo y dinero.
Nuestra profesión muestra más su carác­
ter científico cuanto más se sepa observar
Contenidos (una buena parte de la información utilizada
• Definición de observación. por la valoración del estado físico y psico­
• Precisión de los términos: percepción, social del enfermo se obtiene mediante la
observación, interpretación, observación) y, por consiguiente, después
proyección. podemos analizar, comparar, interpretar, etc.
• Objetivos de la observación aplicada La observación del profesional está constitui­
a los cuidados.
da por los hechos observados o identificados
• Aspectos que se deben tener en cuenta
al hacer una observación.
respecto al enfermo o a la enfermedad.
• Obstáculos o dificultades
para el desarrollo de la observación. DEFINICIÓN DE OBSERVACIÓN
Establecemos que la observación parte, en
INTRODUCCIÓN primer lugar, de la reunión de datos sensoria­
les brutos y, a continuación, de su contenido,
En este capítulo lo que pretendemos es dar es decir: lo que uno ha visto, oído, entendido,
unas pinceladas, a modo de recordatorio, de sentido, etc.
ciertos aspectos de la observación que nos Observar es considerar con una atención
parecen muy importantes que se tengan en sostenida los hechos que acontecen en una
cuenta al comunicarnos con los pacientes. situación concreta, tal y como se presentan en
La observación es una de las funciones la realidad, hacer un examen minucioso y re­
primordiales del profesional de la salud. Ob­ flexionado de esta situación y consignarla por
servar al paciente y utilizar la información así escrito, dejando así constancia de lo ocurrido.
obtenida constituye un elemento básico para La observación constituye un proceso
poder dar unos cuidados de calidad. activo que tiene un sentido, un fin propio. Su

© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 23

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24 SECCIÓN | I Algunos aspectos de la comunicación

fundamento reside en la comprobación del con el fin de ir hasta el fondo de lo obser­


fenómeno que se tiene frente a sí. vado y así poder llegar a comprender la
situación.
PRECISIÓN DE LOS TÉRMINOS: 2. Escuchar, es decir, oír, saber escoger y
PERCEPCIÓN, OBSERVACIÓN, analizar la información, discutir o dialo­
INTERPRETACIÓN, PROYECCIÓN gar, comprender, etc.
3. Mirar.
Percepción 4. Ser discreto al hacer nuestras observa­
ciones.
Es el acto mediante el cual el espíritu humano
5. Asegurarse una continuidad en la obser­
toma conciencia, a través de sus sentidos, de
vación.
los objetos exteriores o de sus cualidades;
por ejemplo, oír música, sentir un olor, etc., El valor de la observación depende de la enu­
son percepciones. meración precisa de los hechos y las cosas
La percepción es pasiva y espontánea. Es­ observadas.
ta nos hace apreciar las cosas en un momento Estas deben ser:
dado y en función de nuestra disposición
1. Precisas.
interna y externa.
2. Verídicas.
Constatamos que:
3. Concisas.
1. La percepción es puramente individual, 4. Completas.
subjetiva, llena de errores o deformacio­ 5. Selectivas.
nes, a causa de la relación tan individual 6. Discretas.
que cada individuo mantiene con lo que
le rodea, máxime si tenemos en cuenta lo Al mismo tiempo, es preciso adquirir el desa­
señalado por la visión constructivista y el rrollo progresivo de un espíritu clarividente
interaccionismo simbólico expuestos en que sea capaz de observar bien para des­
el capítulo 1. pués analizar o interpretar de manera exacta
2. En general, percibimos pocas cosas si y concisa las cosas y los hechos percibidos y
no nos aplicamos conscientemente para observados.
tratar de grabarlas dentro de nosotros;
de aquí que esta sea muchas veces in­ Interpretación
completa y, por tanto, necesitamos de la Es la acción de explicar, de dar una signi­
observación. ficación clara a una cosa oscura. Esta per­
mite verificar si hemos observado bien los
Observación objetos o a las personas. Toda observación
da lugar a reflexiones (interpretaciones). Esto
Es la acción mediante la cual consideramos, significa que uno analiza, aprecia o estima
con una atención sostenida e incondicional, a la realidad que observa en función de unos
los hombres o a las cosas con el fin de cono­ conocimientos científicos precisos, por ejem­
cerlos mejor y teniendo siempre presente un plo, biológicos, sociales, etc., teniendo unos
objetivo muy concreto. De aquí que la obser­ conocimientos del hombre sano, enfermo o
vación sea un proceso activo y voluntario gra­ del medio ambiente, etc.
cias a la atención prestada en el que siempre Solamente las observaciones basadas
se tiene presente el objetivo que se pretende en realidades científicas son válidas para
conseguir mediante esta. Exige por parte del permitir extraer ciertas deducciones o con­
observador un espíritu despierto, en estado de clusiones. Por ejemplo, si observamos que
alerta, con el fin de poder hacer una captación una persona tiembla, esto nos lleva a pre­
de la realidad lo más minuciosa posible. guntarnos el porqué y a verificar lo que nos
Observar es el arte de saber: dice el paciente, teniendo también en cuenta
1. Pararse, concentrarse, estar presente, ex­ nuestros conocimientos. Pues si solo nos
cluir toda otra preocupación ­momentánea, quedamos con lo que vemos y directamente

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Capítulo | 2 Importancia de una buena observación para... 25

interpretamos sin verificar contrastándolo Es decir, debemos observar con precisión


con la realidad objetiva o con el paciente, nos los gestos, las actitudes, etc., del paciente, re­
podemos equivocar. Así, por el hecho de que flejarle lo que observamos e incluso lo que
una persona tiemble no podemos, sin más, nosotros interpretamos respecto de esa obser­
deducir que tiene fiebre, pues también puede vación, a fin de que él nos la confirme o nos
deberse a otros factores como, por ejemplo, rectifique y, después señalar, en el informe o
que tiene frío o que está muy angustiada, etc. historia del paciente, lo que hemos observado,
A menudo existe el peligro de que cada lo que hemos interpretado nosotros y lo que
uno de nosotros tienda espontáneamente a nos ha dicho el paciente respecto a nuestra
atribuir un sentido preciso a lo que vemos interpretación. Si no estamos de acuerdo con
y entendemos. Así, es frecuente que, al ver la interpretación del enfermo, señalaremos
que una persona se mueve mucho, en vez como hipótesis la nuestra. Todo esto evitará
de decirle: ciertas interpretaciones gratuitas debido a que
con frecuencia no transcribimos los hechos y
posteriormente no verificamos si todos los pro­
«Veo que te mueves mucho, ¿estás inquieta,
preocupada, ansiosa…?» fesionales los interpretan de la misma manera.

digamos directamente: esta persona está muy Proyección


nerviosa, cuando lo que está sintiendo tal Se produce cuando el individuo se siente en
vez sea preocupación o inquietud. Es decir, un estado de bienestar, y principalmente de
con frecuencia tendemos a hacer fácilmente malestar, respecto a sí mismo o a la reali­
interpretaciones que, aunque estén basadas en dad y proyecta este estado —de impulsos,
observaciones «objetivas», pueden ser equivo­ ­sentimientos, pensamientos, motivaciones,
cadas; de ahí la importancia de validar, en este etc.— sobre los otros, dando por supuesto
caso con el paciente, lo que hemos observado. que no es él quien tiene el problema, si­
Aún más, con frecuencia observamos no que son los otros. Por ejemplo:
que en el informe de ciertos profesionales
aparecen frases como:
Un profesional se equivoca de medicamen-
to y, en vez de asumir su error, busca un
«La señora X está muy nerviosa.» pretexto diciendo: «La culpa la tiene el pa-
ciente X, que me distrajo con su pregunta».
sin especificar, por una parte, qué es para
ella estar nerviosa y, por otra, qué es lo que A menudo resulta que, preocupados por
ha observado el profesional para extraer esa nuestros problemas, miedos, angustias, an­
conclusión, lo cual se puede prestar a pura siedades, etc., no observamos con objetividad
subjetividad e, incluso, a falsa interpretación. la realidad, sino tamizada o deformada por
Lo más lógico y coherente es describir lo nuestro miedo, ansiedad, etc. Esto hace que
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

que observamos. Por ejemplo: proyectemos nuestra imagen de la realidad y


demos como objetiva la imagen que nosotros
hemos proyectado, lo cual, como es lógico, es
«La señora X no ha parado de moverse en su una fuente de errores y, en ciertas situaciones,
habitación, se sentaba, se levantaba, daba de graves problemas.
unos pasos, se volvía a sentar, a levantarse,
etc. Le he dicho que estaba observando que
ella se movía mucho… OBJETIVOS DE LA OBSERVACIÓN
»Le he preguntado si estaba nerviosa y APLICADA A LOS CUIDADOS
me ha dicho: sí, bueno…, no…, que estaba TERAPÉUTICOS
preocupada porque su marido le había di-
cho que vendría sobre las nueve y no había El profesional de la salud debe concentrar su
llegado todavía, etc.» atención en lo que busca con el fin de que sus
observaciones sean lo más exactas posibles.

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26 SECCIÓN | I Algunos aspectos de la comunicación

La observación no es un fin en sí misma, pero 1. ¿Qué síntomas debo buscar en este pa­
sí un medio indispensable para, en nuestro ciente?
caso, proporcionar cuidados de calidad. 2. ¿Qué medidas de seguridad debemos
Distinguimos principalmente los objeti­ emplear con este paciente? ¿Se han em­
vos siguientes: pleado ya?
3. ¿Cómo es el medio ambiente en el que va
1. Precisar las necesidades y los problemas
a vivir el paciente cuando haya concluido
del enfermo con el fin de desarrollar un
su estancia hospitalaria?
plan de cuidados adecuado.
4. ¿Qué está haciendo cada paciente en este
2. Ayudar al profesional correspondiente a
momento?
establecer un diagnóstico, un tratamien­
5. Etcétera.
to, etc.
3. Darse cuenta de la eficacia (o ineficacia) Seamos cuidadosos al observar todos los as­
del tratamiento prescrito por el profe­ pectos de la atención al paciente y su medio;
sional. esto incluye la atención que está recibiendo
4. Recoger información del paciente para y la que ha recibido.
después compartirla con los otros miem­
bros del equipo. Considere a cada persona
5. Prevenir las complicaciones y sus secue­ un individuo
las con el fin de observar los signos de la Si ha de determinar qué observar en la aten­
enfermedad, etc. ción a un paciente, necesita también pensar
6. Y, sobre todo, observar a la persona en­ en sus necesidades individuales. Cuando ob­
ferma, ya sea que esta manifieste o no serve al paciente no olvide contrastar lo que
ciertos síntomas o signos de la enferme­ observa en él con su mundo referencial, ya
dad, con el fin de que pueda expresar, si que esto le permitirá comprenderlo mejor y
es posible, lo que ella vive, siente, ex­ hacer interpretaciones que no sean gratuitas.
perimenta, etc.
7. Verificar en la comunicación si lo que nos Trate de ser objetivo en lo que ve
dice de forma verbal se corresponde con
su comunicación no verbal. Es un hecho experimentado frecuentemente
que si varias personas observan un determi­
nado incidente y luego intentan describirlo,
ASPECTOS QUE SE DEBEN TENER aunque haya puntos comunes, se constata
EN CUENTA AL HACER UNA que hay versiones diferentes. Todas las per­
OBSERVACIÓN sonas tendrán su propia observación e inter­
pretación del incidente, o incluso más, todas
La observación no es algo innato, estarán seguras, dentro de sí, de que lo que
es un aprendizaje que hemos vieron sucedió como lo describen.
de realizar Esto nos lleva a la conclusión de que la
observación objetiva como tal es muy difícil,
Cuántas veces nos ha pasado que, tenien­ pues tiene mucho de subjetividad (debido a
do el objeto delante de nuestros ojos, no lo la tendencia frecuente que tenemos de pro­
hemos visto, y sin embargo el objeto estaba yectar e interpretar), pero tanto más tendrá
ahí desde el primer momento. Esto también de subjetividad cuanto menos observemos y
nos pasa respecto a los pacientes. Veamos verifiquemos lo que hemos observado con el
algunas sugerencias que pueden ayudarnos fin de distinguir lo que es observación de lo
a aprender a observar mejor: que es interpretación.
Por tanto, es difícil que las personas sean
Tenga cierta idea de lo que busca objetivas en sus observaciones, debido a que
antes de iniciar su observación sus actitudes, motivaciones, cansancios, an­
Pregúntese continuamente qué, cómo, dónde, siedades, preocupaciones, etc., las obligan in­
cuándo, por qué, etc. Por ejemplo: conscientemente a pasar por alto o a exagerar

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Capítulo | 2 Importancia de una buena observación para... 27

ciertas cosas. No es raro que una persona solo observación a la proyección, y así, cuando
vea lo que desea ver. está irritado y cansado, es posible que le
Esta objetividad de la observación aún es alteren algunos incidentes, mientras que si
más subjetiva cuando se observa a alguien a está contento, los pase por alto.
quien se aprecia o desprecia intensamente.
Esto es debido a que lo que el individuo Busque relaciones o asociaciones
cree que ve, con frecuencia, está influido por entre lo que ve y lo que parece
ideas, creencias o emociones preconcebidas ser la situación global
acerca de la situación global, tendiendo a Cualquier incidente está formado por varias
generalizar y buscar ejemplos para demostrar acciones separadas, cada una de las cuales
que tiene razón (recordemos lo señalado en el tiene diferentes significados cuando se dis­
capítulo 1, en el apartado «Factores que influ­ tancian del incidente total. Por tanto, es nece­
yen en la comunicación»). Así, por ejemplo, sario observar no solo los pasos individuales
si el profesional de la salud piensa que todos de la atención de cuidados, sino considerarlos
los pacientes son «pacientes = pasivos», verá en relación con la asistencia global requerida
solo a los que verdaderamente se muestran por el paciente.
así para, de esta manera, confirmar su idea. Observe cómo se adaptan todos los as­
Otra razón de esta falta de objetividad se pectos de la atención; indique, en cierto gra­
debe a que la mente de una persona tiende a do, la comprensión que el profesional tiene
completar parte de la acción que no ve, ha­ en relación con las necesidades del paciente.
ciendo que los actos que observa la persona Precise si cada una de las partes de la aten­
tengan sentido para ella. Por ejemplo: un ción se ha dado correctamente, pero observe
profesional «obsesionado» con la gravedad también si se ha empleado la sucesión de
de algún paciente, si oye que está respirando pasos y procedimientos adecuados.
como quien ronca, puede creer que está en Interésese por lo que ve. El interés le
estado de coma e incluso llegar a despertarle; ayuda a hacer más completa y exacta su ob­
si este tarda en despertarse, puede llegar a servación de los detalles.
afirmar que el paciente estaba en verdadero Muestre interés por sus pacientes y por la
estado de coma. atención de cuidados que reciben del equipo,
Cuando una persona comprende la impor­ aumente su capacidad para ver lo que hacen,
tancia de ser objetiva en sus observaciones, ya que podrá prestar mayor atención a los
también comprende que se deben obtener to­ pormenores de su trabajo. Si se concentra
dos los hechos para poder justificar cualquier cuando busca conscientemente detalles, po­
conclusión. Aceptar que algo ha pasado o drá observar mejor.
que algo es verdad, sin primero obtener datos
sustanciales, invalida cualquier conclusión
basada en estos supuestos. Se deben reunir Tipos de observación
todos los hechos antes de llegar a cualquier
Podemos distinguir varios tipos de obser­
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

conclusión.
vación:
Intente ser exacto y objetivo en sus obser­
vaciones, tanto de los pacientes como de su 1. La observación no dirigida. Esta obser­
grupo. Trate de obtener todos los hechos. An­ vación no se realiza de forma sistemáti­
tes de llegar a cualquier conclusión, tenga da­ ca, sino involuntaria. Consiste en estar
tos suficientes. Se debe, también aquí, evitar prestos a escoger los hechos significa­
el máximo de generalidades, eliminaciones tivos que pueden aparecer en el campo
o distorsiones (el hecho de tener un olvido de la observación. Esta actitud podría
no significa que la persona sea olvidadiza). traducirse como la capacidad de estar
Saber que sus actitudes y emociones atento a todo lo que pasa a su alrededor,
probablemente modifiquen lo que usted ve permitiendo así la acumulación de una
debe hacerle cuidadoso en sus observacio­ cantidad de información que la persona
nes. No olvidemos el desliz de pasar de la no ha seleccionado ni sistematizado, pero

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28 SECCIÓN | I Algunos aspectos de la comunicación

que posteriormente podría servirle para 2. Observaciones no sistemáticas. Son


determinar una cierta orientación o inves­ prioridades no respetadas, valoración de
tigación, o para poner de manifiesto algo los detalles no significativos, etc.
inesperado e imprevisible. Esta observa­ 3. Imprecisiones. Es la utilización de tér­
ción, por tanto, es menos precisa, menos minos que se prestan a interpretaciones
sistemática, y los objetivos que se tienen diferentes (menos, más, un poco, etc.) o
son de carácter global y no específico. hacer uso de juicios de valor (bien, mal,
2. La observación dirigida. Esta observa­ amable, etc.).
ción es sistemática y está orientada hacia 4. Observación no sistematizada, ocasio-
un objeto preciso. Supone haber hecho nal o no controlada. Se presta atención
anteriormente una elección. Esta elec­ cuidadosa y se intenta captar lo que se
ción determina a la vez lo que debe o no observa en las diversas situaciones pre­
seleccionar (o renunciar) en este tipo de viamente establecidas a las que se quiere
observación. prestar atención. Sin embargo, no se in­
tentan utilizar instrumentos de precisión,
Estos dos tipos de observación no se ex­ ni tampoco se quiere comprobar la exac­
cluyen. Pueden ser complementarios. Sin titud de los fenómenos observados. Por
embargo, la observación no dirigida es in­ tanto, no es una observación estructurada
completa en su proceso y debe estar nece­ o sistematizada, sino abierta.
sariamente acompañada de una observación 5. Observación sistematizada o controlada.
dirigida. Esta es la más utilizada en las ciencias hu­
En la práctica de los cuidados terapéu­ manas y, en nuestro caso, las ciencias de
ticos, estos dos tipos de observación están la salud. Lógicamente se prefiere a la
presentes: la observación dirigida, por ejem­ anterior, ya que su propósito es descubrir
plo, se encuentra en la práctica clínica; así, y precisar con exactitud determinados
la observación de una persona que tiene una elementos de conducta que poseen valor
insuficiencia cardíaca implica necesariamen­ predictivo.
te un control de la presión arterial, el pulso, 6. Observación muy sistematizada. Se
el equilibrio de los líquidos, el peso, etc. caracteriza por cumplir los siguientes
(elementos estos basados en un buen cono­ puntos:
cimiento de la fisiología). En la práctica de a. Las variables que van a ser observa­
un proceso de cuidados, la observación de las das están aisladas y basadas en una
necesidades del paciente debe estructurarse teoría explícita.
con el fin de valorarlo mejor, así como es­ b. No se va a registrar nada que no caiga
tablecer un plan de actividades para así poder dentro de una categoría establecida.
responder a sus necesidades. La observación c. Las situaciones de partida están so­
no dirigida se da, por ejemplo, cuando nos metidas a riguroso control, para que
ocupamos globalmente del paciente, sin aten­ se puedan comparar con situaciones
der a ningún síntoma de forma específica. similares o se puedan replicar.
Sin embargo, hay situaciones en las que la
práctica clínica o de los cuidados se caracteriza
por una observación insuficiente, no sistemáti­ Observación del comportamiento
ca e imprecisa. El profesional se puede hacer
una idea mediante la lectura de las hojas de no verbal y verbal y del espacio vital
información de la historia clínica del paciente, Comportamiento no verbal
o escuchando las observaciones transmitidas Observar el comportamiento no verbal del
por los otros profesionales. De este tipo de paciente exige mucha atención. La finalidad
observación el profesional extrae, a menudo: es valorar la apariencia general, los compor­
1. Observaciones no pertinentes. Son he­ tamientos que se expresan físicamente (mo­
chos extraídos que no tienen ninguna tricidad y actividad motriz) y las expresiones
incidencia en el estado del enfermo. faciales.

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Capítulo | 2 Importancia de una buena observación para... 29

En la apariencia general es necesario te­ Espacio vital


ner en cuenta la higiene corporal, el peso, el Es preciso observar cómo el paciente utiliza su
volumen, la edad aparente, el aspecto cuida­ espacio vital durante la relación. Las personas
do o no del individuo, etc. También debemos tienen necesidad de conservar una distancia
anotar la presencia de sufrimiento físico, de precisa ante los otros para sentirse a gusto (den­
algún traumatismo o hándicap. A menudo, la tro de su aura) durante la relación que mantie­
formación clínica del profesional le ha dado nen. Es necesario observar lo que acabamos
habilidades para sintetizar los datos de tipo de decir para evitar violar el espacio vital del
psicológico, médico, etc. paciente, sobre todo al comienzo de la relación,
Por ejemplo, un profesional generalista y así facilitar la comunicación y no provocar
que ha observado a un niño puede recomen­ una situación de ansiedad o de cierta hostilidad.
dar que lo visite un endocrinólogo, pues ha Si este espacio no es respetado o si in­
visto que tiene las extremidades corporales tentamos acercarnos físicamente con dema­
más cortas, así como un crecimiento anormal. siada rapidez, provocaremos un aumento de
Las expresiones físicas del comporta­ su ansiedad. Creemos que para saber si es o
miento comprenden: el estado motor (po­ no la distancia adecuada, lo más sencillo es
sición, forma de caminar, gestos, maneras) preguntarle al paciente si se siente a gusto a
y el grado de actividad motora (hiperactivo, la distancia a la que están hablando.
hipoactivo, agitado, ritualista o retraso motor,
etc.). Recordemos aquí que el profesional
debe permanecer alerta para valorar si su OBSTÁCULOS O DIFICULTADES
paciente tiene necesidad de una consulta es­ PARA EL DESARROLLO DE LA
pecífica o no. También es preciso anotar la OBSERVACIÓN
expresión facial del paciente (ansioso, abati­ La observación es algo que se enseña y se ad­
do, eufórico, despierto, etc.). La observación quiere o aprende; varios son los obstáculos que
sistemática de todos los elementos particula­ se oponen a este desarrollo. Aparte de un fun­
res del paciente, comenzando por su cabeza, cionamiento deficiente de los órganos senso­
su cuerpo y sus extremidades, puede ayudar riales, citaremos principalmente los siguientes:
al profesional a planificar de forma más es­
tructurada sus observaciones.
Familiaridad
Comportamiento verbal Es corriente que todo lo que nos resulte
A menudo proporciona índices precisos del familiar lo tomemos como algo adquirido
estado emotivo del paciente y su forma de y lo demos por supuesto. Así, por ejemplo,
pensar. También es necesario observar las ca­ una enfermera puede creer, e incluso estar
racterísticas generales del lenguaje: el timbre, convencida, de que el estado del paciente de
la pronunciación, la fluidez, la utilización del hoy es igual que el de ayer, porque ella no
vocabulario, la rapidez del lenguaje y saberla ha notado ningún cambio. Pero puede haber
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

relacionar con los estados emocionales y la cambios, aunque ella no los perciba debido
actividad motora. Asimismo, conviene que el a que está muy involucrada en el mundo del
profesional observe la calidad del lenguaje paciente. Sin embargo, debemos admitir que
del paciente (incoherente, lógico, sistemáti­ los individuos cambian continuamente. El
co, silencioso, circunstancial, etc.). enfermo que hemos observado ayer no es el
La observación del comportamiento mismo que el que observamos hoy (cuando
verbal del paciente permite a veces detectar esto acontece, es decir, cuando creemos que
ciertos elementos de su personalidad. Por el enfermo de ayer está igual que hoy, existe el
ejemplo, constatamos que bastantes personas gran peligro de que el profesional actúe
evitan hablar de sí mismas o manifestar sus de forma rutinaria). También la enfermera o
problemas hasta el final de la entrevista. Estas el profesional de la salud cambian. ¿Cómo
personas necesitan observar a su interlocutor resolver este problema? Es preciso tomar
para saber si pueden o no confiar en él. conciencia de esta tendencia que tenemos a

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30 SECCIÓN | I Algunos aspectos de la comunicación

descuidar lo que nos es familiar, a tomarlo Es decir, la mayor parte tienden a hacer
como algo adquirido. Cada día debemos es­ una interpretación personal más que una obser­
forzarnos en ver y percibir a las personas y vación de lo que han visto, como por ejemplo:
las cosas con ojos nuevos, y desde perspecti­
vas diferentes. Esto quiere decir: tratar de ver,
«Miraba el reloj», «se movía paseando por
mirar, escuchar, etc., a las personas familiares la sala», «miraba al público», etc.
como si fuera la primera vez que las vemos,
las escuchamos, etc. Después de todo, es una
Esto sí que es una observación, pues to­
gran verdad que cada día y cada momento
dos lo pueden constatar. Esto nos demuestra
constituyen una nueva situación y, por tanto,
nuestra tendencia a interpretar cualquier cosa
no caben la familiaridad ni la rutina.
que vemos, pues el lenguaje no verbal es tan
rico que se presta a múltiples interpretaciones.
Incapacidad de distinguir los datos Generalmente, en nuestra vida cotidiana sole­
brutos de las interpretaciones mos hablar más sobre lo interpretado que sobre
lo que hemos observado, de aquí que muchas
Una dificultad suplementaria a la observación veces sintamos un gran conflicto en nuestras
parece estar en la ineptitud para distinguir lo relaciones, pues damos por objetivos los datos
que uno ve, entiende, siente, toca, etc., a par­ interpretados.
tir de las interpretaciones personales que pue­
de dar a los fenómenos, los acontecimientos Incapacidad de utilizar todos
o las situaciones. Por ejemplo, un profesional los recursos de sus propios sentidos
dice que un determinado paciente:
Cuando uno desea reunir varios datos brutos,
no basta con ver y entender; es preciso que
«Parece estar inquieto.»
contribuyan los otros sentidos. Es curioso
cómo nos limitamos en la observación. Así,
Parece estar inquieto constituye una in­ por ejemplo, cuando he pedido a algunos es­
terpretación de lo que él ha visto, entendido tudiantes que observaran una planta, unos
u oído en su encuentro interpersonal. Sin han descrito la forma, lo que han visto, pero
embargo, lo importante es que el profesional la mayoría no la tocan, la huelen o la sienten.
reúna los datos brutos que ha observado y que Es decir, en la observación, con frecuencia
le han conducido a tal interpretación. limitamos nuestros sentidos.
Una interpretación no es un dato bruto.
Insistimos en que hay muchos profesionales
que confunden los datos observados con sus Incapacidad de cambiar
interpretaciones, y por consiguiente, extraen de perspectiva
sus conclusiones, no de lo que han observado, Otra de las limitaciones de nuestra observa­
sino de lo que han interpretado. Esto lo hemos ción es que con frecuencia nos paramos a ver
experimentado con frecuencia en las clases, las cosas desde una sola perspectiva y, por
cuando durante treinta segundos le decimos tanto, limitamos enormemente la visión total
a un estudiante que exprese al resto de la del objeto percibido; con ello falseamos la rea­
clase lo que quiera sin palabras. Asimismo, lidad ya que, a pesar de tener una visión par­
indicamos a los otros estudiantes que lo ob­ cial de esta, la tomamos como si fuera total.
serven. Después, les preguntamos lo que han Es imprescindible que aprendamos a ejercitar
observado y nos dan respuestas como éstas: todos nuestros sentidos, sin limitarnos a ver
las cosas desde un solo punto de vista.
«Estaba muy nervioso», «tenía prisa», «es-
peraba a alguien», «tenía angustia», «es- Nuestro grado de ansiedad
taba aburrido», «estaba deseando que se
acabara», etc. Sabemos que un cierto grado de ansiedad
es bueno, pues nos pone en estado de alerta

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Capítulo | 2 Importancia de una buena observación para... 31

e incluso favorece nuestra concentración y contribuyen a otorgar una cierta uniformidad,


creatividad. Sin embargo, demasiada ansie­ selectividad e, incluso, subjetividad.
dad disminuye nuestra capacidad de obser­
vación, así como la capacidad de escoger y Diferencias de percepción
retener lo que pasa en el transcurso de una del tiempo y el espacio
situación interpersonal. Incluso puede con­
ducir al profesional a centrarse únicamente La noción de tiempo en las culturas es di­
en los detalles, más que en el conjunto de ferente. En nuestra sociedad se da mucha
la situación, o bien a proyectar su ansiedad importancia al futuro, hasta tal punto que
sobre el paciente e interpretar sus gestos o podíamos decir que hay personas que solo
actitudes como negativas, cuando en realidad viven pensando en el futuro. La noción de
son las del profesional. tiempo que transcurre va unida a la satis­
facción o no de necesidades.
Esta noción no existe en las culturas que
Aspectos socioculturales viven el presente, que no tienen la noción de
Nuestra observación suele estar también con­ duración ni del tiempo que pasa.
dicionada por las vivencias socioculturales La percepción es un acto dinámico, pero
de cada uno. Recurrimos a nociones, rasgos, situado en un cuadro de referencias personales
tipos, categorías sociales que utilizamos con (historia personal), culturas, esquemas propios
frecuencia y que son saberes implícitos; es de percepción (utilización de nuestros senti­
como una psicología popular (dichos, creen­ dos, concepción de nuestro esquema corporal).
cias, etc.) pero que, al ser muy personal, pue­ Así, uno no ve de la realidad más que
de ir tejida de un cierto subjetivismo. aquello que:
En toda sociedad encontramos teorías 1. Quiere ver.
psicológicas del comportamiento y los sen­ 2. Espera ver.
timientos humanos, y a partir de estas com­ 3. Está condicionado a ver.
prendemos a los otros, nos conformamos o 4. Nuestro yo desea ver.
nos justificamos:
La percepción depende del observador, de sus
distorsiones, resistencias, conflictos perso­
«Lo he hecho porque estaba furioso.» nales, miedos, inseguridades, angustias, etc.
Generalmente utilizamos cuatro alternati­
Se sobreentiende que el hombre colérico vas para resolver las dificultades de nuestras
está, de alguna manera, como ciego; esto es percepciones:
algo conocido por todos.
1. Negar la existencia del hecho significativo.
En otras sociedades se invoca a los espíri­
2. Deformar el hecho significativo incorpo­
tus. En Occidente, dentro de ciertos límites, se
rando otros elementos, de manera que se
tiende a manifestar sentimientos de alegría o
haga significativo.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

de pena, mientras que hay culturas en las que


3. Señalar la incoherencia del conjunto del
la expresión de los sentimientos debe ser rigu­
comportamiento.
rosamente reprimida o estar bien codificada.
4. Aceptar este hecho significativo e inte­
grarlo en su conjunto, pero reestructu­
Representaciones colectivas rando el estereotipo que se tiene.
Las representaciones colectivas influyen La percepción del otro
también en la observación. Asimismo, los
estereotipos, los prejuicios, los rumores, etc., Sucede con frecuencia que antes de ver a
que nos hacemos de las personas condicionan una persona o de distinguirla de los otros ya
nuestra observación. nos formamos una idea de ella, con lo que
Este conjunto de creencias, actitudes co­ ­corremos el riesgo de estar condicionados
lectivas y valores presentes en cada cultura por nuestras primeras ideas o percepciones y,

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32 SECCIÓN | I Algunos aspectos de la comunicación

por tanto, de no ver a la persona tal cual es, Hay diversos niveles de roles:
sino la imagen que nos hemos hecho de ella. 1. Esperado en el ámbito sociológico (estatus
social, sexo, edad, modelo cultural, etc.).
Nuestra percepción es global 2. Institucional.
3. Funcional (en un grupo o una empresa).
No percibimos elementos aislados ni sumas 4. Esperado en el ámbito de las relaciones
de elementos, sino conjuntos. Percibimos interpersonales.
hechos significativos y percibimos de manera 5. Percibido (el rol que uno cree desem­
diferente según el cuadro de referencia utili­ peñar).
zado. Por ejemplo, si hay una serie de puntos 6. Desempeñado (efectivamente desempe­
formando un círculo, no nos quedamos en ñado).
los puntos en sí, sino que automáticamente
decimos que es un círculo. Las dificultades están unidas a la adaptación
al rol, al cambio de este, a su imprecisión,
al conflicto de rol, a lo que se espera de él
Nuestra percepción es selectiva (Pigmalión, anticipación de un rol).
Nuestros aparatos receptores son imprecisos,
fluctuantes, variables. Cada uno tiene su pro­
pia manera de ver las cosas a causa de sus Otras dificultades del espíritu
propias necesidades u objetivos personales de observación
(conscientes o no). Varios factores pueden modificar las obser­
Por ejemplo, cuando uno tiene hambre o vaciones y, por consiguiente, las interpreta­
sed, no ve más que los restaurantes, los bares, ciones; señalamos algunas:
etc., necesidades que están ligadas a lo que
esperamos y también a nuestros miedos, a 1. La falta de disponibilidad: espíritu no
causa de los efectos de: muy libre que está preocupado por pro­
blemas internos (enfermedad, baja au­
1. Centración: sobrestimar o sobreevaluar toestima, etc.).
el aspecto en el cual centramos nuestra 2. Ideas preconcebidas: etiquetas que ha­
atención. cen que no veamos lo que es sino lo que
2. Asimilación: datos asemejados a otros, creemos o, en cierto modo, queremos ver.
cuando deberían ser diferentes. 3. Interpretación: antes de describir aspec­
3. Efecto de contraste: diferencias míni­ tos «objetivos» de esa situación o per­
mas, pero bien señaladas, que pueden ser sona, interpretamos.
exageradas. 4. Falta de curiosidad, de interés, de deseo
4. Anclaje: efecto parásito, en el que inter­ de profundizar.
viene implícitamente un valor de referen­ 5. Medio ambiente: ruido, temperatura, luz
cia o de juicio implícito. desfavorable, etc.
5. Efecto de halo: tendencia a estar condi­
cionado por los otros, por impresiones En conclusión, hemos de tener en cuenta:
globales o por respuestas o conocimien­ 1. El proceso de la observación comienza
tos anteriores, sin que tengan relación por un aprendizaje:
directa con lo que se está observando en a. Aprender a percibir (tener en cuenta
este momento. los mecanismos de la percepción).
b. Aprender a observar los hechos sig­
Nuestra percepción está nificativos (elección).
c. Aprender a recoger y anotar si­
condicionada por los roles sociales
guiendo un método sistemático que
Esto también es un fenómeno de proyección. favorezca a la vez la comunicación y
En la observación, los roles tienen igualmen­ la explotación ulterior de los hechos
te mucha importancia. observados.

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Capítulo | 2 Importancia de una buena observación para... 33

d. Aprender a explotar, descodificar e ○ Usar una grabadora o vídeo.


interpretar el material observado y ○ Utilizar esquemas o cuestiona­
recogido. rios bien determinados.
e. Aprender a sintetizar, a establecer las ○ Protocolos establecidos por varias
relaciones entre los elementos o los personas.
hechos observados. ○ Planos.
f. Aprender a comunicar, intercambiar ○ Gráficas.
lo observado en una óptica multidis­ ○ Listas.
ciplinaria. ○ Escalas de apreciación.
g. Aprender a actuar según lo observa­ ○ Catálogos de conducta (lista de
do al interior de un proyecto a corto, rasgos agrupados en categorías
medio o largo plazo. o clases, también delimitar ante­
h. Aprender a cuestionarse sobre los sa­ cedentes y consecuencias).
beres formales y los saberes implícitos. – Registros normativos en la obser­
vación no sistematizada (se recoge
Tengamos en cuenta: la conducta tal y como se presenta).
a. Que ser objetivo en las ciencias hu­ – Etcétera.
manas es saber que uno es siempre c. Grado de participación que podemos
subjetivo. encontrar en la observación:
b. Todo conocimiento humano pasa en – Observación externa o no partici-
primer lugar por nuestros sentidos: lo pante. El observador no pertenece
que ve, oye, entiende, siente, etc. al objeto de estudio.
c. Observar implica tener en cuenta, ○ Observación directa: cuestiona­
entre la realidad observada y el acto rios o entrevista. Interactúa con
de conocimiento, ciertas etapas que el sujeto.
podríamos resumir así: ○ Observación indirecta: no inte­
– La captación, es decir, la recep­ ractúa con el sujeto, recoge notas,
ción del mensaje en su conjunto, archivos, etc.
las informaciones globales. – Observación interna o participante.
– La selección, que orienta hacia El observador pertenece al objeto
ciertos elementos más esenciales, de estudio.
evidentes, etc. ○ Pasiva: interactúa lo menos posi­
– Registrar lo observado: no basta ble, solo observa y está ahí pre­
con fiarse de la memoria, es nece­ sente.
sario la toma de notas. ○ Activa: forma parte del grupo e
– La clasificación de las observacio­ interactúa como si fuese uno más.
nes estableciendo esquemas, fichas, 3. Autoobservación. Para autoobservarse
relaciones lógicas, categorías, etc. correctamente se necesita la introspec­
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

2. Principios generales para una buena ob­ ción, y hay personas a las que les cuesta
servación objetiva: mucho autoobservarse; esto implica mu­
a. Precisar el objeto de observación: cho trabajo de crecimiento personal.
– Qué.
– Cuándo. CONCLUSIÓN
– Quién.
– Cómo. No hemos pretendido en este tema abordar
– Dónde, etc. toda la riqueza de la observación, sino dar
b. Registrar las observaciones sin inter- algunas pinceladas o elementos que nos
pretarlas: ayuden a tener en cuenta la importancia y
– Darse los medios de ser lo más la dificultad de hacer una buena observación
objetivo posible, por ejemplo: para una buena comunicación. Recordemos
○ Mediante el trabajo en grupo. que nuestra comunicación está condicionada

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34 SECCIÓN | I Algunos aspectos de la comunicación

por lo que observamos e interpretamos, sea Fast JB. El lenguaje del cuerpo. Barcelona: Kairós;
sobre la realidad o sobre las personas. 1998.
Giger Davidhiza R. Transcultural nursing. Assessment
En todos nosotros, en tanto que profe­ and intervention. St. Louis: Mosby; 1995.
sionales de la salud, está el tener una actitud Guidano VF. Self-observation in constructivist psycho­
esencial hacia la observación; es gracias a es­ therapy. En: Neimeyer RA, Mahoneyf MJ., editors.
ta que podemos escoger y reconocer los lazos Constructivism in psychotherapy. Washington D.C:
APA; 1995.
que existen entre las personas y las cosas. PeñA B. Métodos científicos de observación en Educa­
La observación permite identificar las ción. Madrid: Visión Libros; 2011.
necesidades del paciente y la adaptación de Tazón Ansola MP, García Campayo J, Aseguinolaza Cho­
nuestra actitud en función de su comporta­ pitea L. Relación y comunicación. Madrid: DAE; 2000.
miento y sus necesidades. Ulla S, Arranz P, Argüello MT. Dificultades de co­
municación percibidas por profesionales de enfer­
Para que el trabajo que realizamos como mería en un hospital general. Enfermería Clínica
buenos profesionales tenga todo su valor, es­ 2002;12:217-23.
te debe ser compartido y relatado en equipo. Valverde Gefaell C. Comunicación terapéutica en enfer­
De aquí la importancia de la información mería. Madrid: DAE; 2007.
y la comunicación objetiva y exacta.
BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA
BIBLIOGRAFÍA ESPECÍFICA Hirsch H, Berezosky I. Construcción de redefinicio­
nes: base de todo proceso terapéutico. In: Hirsch H,
Cibanal L, Arce MC. La relación enfermera-paciente. Rosarios H, editors. Estrategias psicoterapéuticas
Alicante. 1991. institucionales. La organización del cambio. Buenos
Bandler R, Grinder J. La estructura de la magia. Santiago Aires: Nadir; 1987.
de. Chile: Cuatro Vientos; 1980. Maturana H. El árbol del conocimiento. Barcelona:
Fast JB. Hablando entre líneas. Barcelona: Kairós; 1980. Debate; 1990.

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Capítulo 3

La comunicación no verbal
Luis Cibanal Juan y María del Carmen Arce Sánchez

y verificar con el paciente si su interpretación


Objetivos corresponde a lo que él pensaba o sentía.
• Conocer y saber tener en cuenta Si nos centramos en la relación profesional
la importancia de la comunicación de la salud con el paciente, observamos que
no verbal. cada vez se reconoce más la importancia de las
• Reconocer los principales signos no señales no verbales para todo proceso de inte­
verbales de la comunicación.
racción y/o comunicación, y en particular, para
• Llegar a ser congruentes o auténticos
en nuestra comunicación no verbal
dar cuenta de las relaciones entre el profesional
con los pacientes. y el paciente. Sin embargo, no se trata en ab­
• Tratar de no interpretar la comunicación soluto de algo nuevo. Ya desde la antigüedad,
no verbal, pues podemos equivocarnos, la medicina en su historia ha prestado una
sino clarificar los signos no verbales cuidadosa atención a la observación a la hora
con el paciente. de hacer un buen diagnóstico, subrayando la
importancia de las señales no verbales, con fre­
cuencia muy sutiles, que manifiesta el paciente,
ya que estas, como hemos señalado, son muy
Contenidos importantes para realizar un buen diagnóstico.
• El conocimiento social. Hoy en día existe una gran cantidad de
• La primera impresión. información científica válida sobre el uso y
• La naturalidad. el significado de la comunicación no verbal
• Importancia de la comunicación
que puede ser aplicada a las interacciones
no verbal.
profesional/paciente. La comunicación no
verbal es particularmente importante en las
situaciones de la salud, más aún cuanto mayor
es la tecnificación y la sofisticación de los ins­
INTRODUCCIÓN
trumentos al servicio del personal sanitario.
Todos sabemos que cuando nos comunicamos La comunicación no verbal supone la capta­
con alguien, no solo utilizamos las palabras, ción de las señales sutiles que complementan
sino también el tono que les damos y los e ilustran aspectos de la interacción verbal y
gestos con que las acompañamos. En este a menudo proporcionan mensajes y expresan
caso hablamos de comunicación no verbal, y sentimientos que no están sujetos al análisis
toda esta comunicación ocurre dentro de un directo consciente de quienes interactúan. En
contexto. El receptor debe evaluar todas las este sentido, podemos afirmar que, por ejem­
formas diferentes con las que el emisor envía plo, las muecas de un paciente, su sonrisa o
el mensaje y, al mismo tiempo, debe ser cons­ sus expresiones de miedo, así como el con­
ciente de su propio sistema de recepción, es tacto aliviador de una enfermera o la expre­
decir, de su propio sistema de interpretación, sión facial de disgusto, son todos ellos actos

© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 35

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36 SECCIÓN | I Algunos aspectos de la comunicación

comunicativos que pueden ser incluso más A este respecto, con cierta frecuencia es­
importantes que la propia expresión verbal. cuchamos a algunos pacientes decir: «Cuan­
La comunicación no verbal es importante do uno tiene una enfermedad seria te vuelves
en el campo de la salud, principalmente en como paranoico, no te fías de lo que te dicen,
dos ámbitos: por una parte, la sensibilidad crees que te están engañando, ocultándote
que tiene el propio paciente para captar las la verdad. Incluso a veces hablan de otros
señales no verbales emitidas por las perso­ pacientes y tú interpretas que están hablando
nas que le rodean, incluidos obviamente los de ti, tal es la poca confianza que tienes [en
profesionales de la salud —pues debido a los profesionales y los familiares] de que te
esa ley del silencio, el paciente desconfía de digan la verdad, pues en el fondo esto último
que tanto familiares como profesionales le es lo que con frecuencia pasa».
estén diciendo la verdad a nivel verbal—, y
por otra parte, la expresividad no verbal que
Expresividad
manifiestan los pacientes y que tan útil puede
y suele ser para el sanitario. Dado el gran número de emociones de dife­
rentes clases que se suelen experimentar en
una situación de enfermedad y que no son
Sensibilidad
fáciles de sentir en el mismo grado en la vida
Ante todo, debemos recordar que, general­ cotidiana (miedo, dolor, ansiedad, insegu­
mente, la enfermedad crea en el paciente un ridad, incertidumbre…), suele ser habitual
estado de fuerte ansiedad que se acompaña que el paciente experimente un aumento
de incertidumbre, la cual le lleva a buscar considerable en su capacidad de expresi­
en el medio ambiente indicios que le indi­ vidad por vía no verbal. Es más, sabemos
quen cuál es la situación real de su salud o que las emociones se expresan generalmente
enfermedad. De esta manera, en el marco por vía no verbal, máxime en el caso de las
sanitario y particularmente en el hospitalario, emociones asociadas a la enfermedad, ya
el paciente trata de buscar información acerca que el paciente posee, por lo general, una
de su enfermedad a través de todos los indi­ falta de entrenamiento en cuanto al control
cios que le pueden suministrar las personas u ocultamiento de estas emociones en el
con las que interactúa, y particularmente, los marco sanitario. Además, la manifestación
propios profesionales de la salud (médicos, no verbal de tales emociones es más probable
enfermeras, trabajador social, fisioterapeutas, aún, debido a las dificultades que los pacien­
auxiliares…). Y es que, en el ejercicio de la tes suelen tener para expresar verbalmente
medicina o la enfermería, se plantean nume­ sus sentimientos relacionados con ciertos
rosas situaciones en las que se produce un temas que le resultan embarazosos, y/o para
ocultamiento de la información al paciente, enfrentarse a situaciones suscitadas por la en­
de aquí que este preste atención a los indicios fermedad. Incluso existen casos extremos en
no verbales de posibles engaños con el fin los que el sistema de expresión verbal del
de poder obtener alguna información. En paciente resulta afectado por la enfermedad
función de ello, el paciente se crea unas ex­ hasta quedar totalmente deteriorado, y enton­
pectativas acerca de la gravedad de su propia ces el sistema de comunicación no verbal se
enfermedad, del interés que el profesional convierte, no solo en la principal, sino en la
de la salud tiene por él, etc. Los pacientes única vía de comunicación entre el paciente
son especialmente propensos a obtener infor­ y su entorno.
mación en la que basar estas expectativas, a
través de indicios no verbales. Los pacientes
EL CONOCIMIENTO SOCIAL
observan las acciones no verbales de quie­
nes los atienden y, en función de los signos Cuando algún desconocido se acerca a noso­
que ven, interpretan si los profesionales los tros, ocurren los siguientes procesos y fenó­
aprecian, los respetan, les dicen la verdad, menos que constituyen el área de estudio de
esperan que mejoren, los rechazan, etc. la cognición social:

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Capítulo | 3 La comunicación no verbal 37

1. Nuestra reacción ante quien se acerca de­ LA PRIMERA IMPRESIÓN


pende en gran medida de los sentimientos
«Nunca se tiene una segunda oportunidad de dar
o las emociones que experimentemos
una primera impresión.»
ante él, es decir, del «diagnóstico» que
hacemos acerca de su estado de ánimo. Como hemos mencionado en el capítulo 1,
Este diagnóstico se elabora a partir de ya Watzlawick afirmaba en uno de sus
la observación de su rostro y de otras se­ axiomas: «Es imposible no comunicarse;
ñales no verbales. hagamos lo que hagamos, nos comunica­
2. De manera inevitable, nos formamos una mos». La primera impresión es un proceso
impresión, una imagen sobre el paciente de percepción de una persona hacia otra que
o el interlocutor, realizada a través de transcurre en muy poco tiempo. Habitual­
los diversos elementos informativos que mente no somos del todo conscientes de la
hemos podido ir recogiendo en esos pri­ emisión y la recepción de las informaciones
meros instantes de interacción: el aspecto que la configuran.
físico, la vestimenta, la forma de hablar, El tiempo en el que se fragua la primera
el atractivo, etc. impresión varía entre dos y cuatro minutos en
3. Realizamos atribuciones causales, esto el encuentro cara a cara, y escasos segundos
es, buscamos una causa para explicar en el telefónico.
la conducta de dicha persona. Nuestros Cuanta más congruencia haya entre lo que
sentimientos, pensamientos y conductas decimos y la forma en que lo decimos, es decir,
respecto a tal persona están mediatizados los comportamientos no verbales, más favora­
por el tipo de causa que atribuyamos a su ble será la primera impresión que causemos.
conducta. Cuanto más conozcamos de:
4. Utilizamos esquemas (conjuntos organi­ 1. Nosotros mismos, mayores serán nuestras
zados de conocimientos) que nos ayudan probabilidades de transmitir de una forma
a procesar rápidamente la información unívoca nuestra imagen.
que vamos recibiendo y a tomar una 2. Los demás, con más exactitud podremos
decisión lo más adecuada posible. predecir las expectativas que ellos tienen
5. Nuestra reacción está mediatizada por respecto a nosotros, clarificarlas para
los procesos de inferencia social, es no interpretar y así conformar mejor
decir, por la forma según la cual pro­ nuestras expresiones para que nos com­
cesamos la información que estamos prendan.
recibiendo, la almacenamos en nuestra
memoria, la ponemos en relación con Algunos componentes de la primera
otra información de la que ya disponía­ impresión
mos, la recuperamos y la aplicamos al
caso en cuestión. Respecto a mi interlocutor
De todas y cada una de estas partes depende 1. El aspecto externo (lo que vemos, comu­
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nuestro éxito o fracaso al comunicarnos. nicación visual):


Nuestro interlocutor va contrastando sus ex­ a. Color de la piel, estrato social.
pectativas, nuestro despliegue informativo y b. Sexo.
el contexto concreto. c. Edad.
d. Apariencia (biotipo, postura, pelo,
Idea clave: toda comunicación no verbal vestido, accesorios, olores, colores).
se presta a interpretación y, por tanto, e. Expresión facial.
podemos equivocarnos; si interpretamos, f. Contacto ocular.
tenemos que validar nuestra interpreta- g. Movimientos.
ción con el interlocutor; solo así estaremos h. Espacio personal (corpulencia, altura,
seguros de que nuestra interpretación co- peso; posturas; distancias; objetos).
rresponde a lo que vive el interlocutor. i. Tacto (piel, tejidos, posibles con­
tactos).

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38 SECCIÓN | I Algunos aspectos de la comunicación

2. La forma de hablar: la voz. En el caso LA NATURALIDAD


del contacto telefónico, se convierte en
casi la única fuente de información con ¿Posturas aprendidas o naturalidad? El de­
la que tratamos de cubrir las lagunas que senfado y la informalidad. ¿Cómo llegar a la
aporta lo visual. Observamos: corrección natural?
a. Rapidez. Por una parte, es necesario conocer el
b. Volumen. significado que los diversos autores dan a la
c. Tono o altura. comunicación no verbal, pues se tiene una
d. Calidad o timbre. tendencia generalizada a interpretar dicha
e. Articulación o dicción. comunicación no verbal en vez de clarificar
si los gestos del interlocutor corresponden a
lo que nosotros hemos interpretado. Por otra
Respecto a mí mismo parte, existe un lenguaje natural de hondas
1. Lo que digo: las palabras. Cómo enfo­ raíces antropológicas con el que hablamos
co los asuntos. Qué pienso y cómo lo ex­ constantemente, aunque no esté controlado
pongo. en el plano consciente.
a. Lo negativo: términos de relleno, ex­ Si la vista ha robado agudeza a los demás
presiones restrictivas, términos sentidos, solo desarrollados en los que care­
exclusivos. cen de visión, en el terreno de la comunica­
b. Lo positivo: estilo directo y afirmati­ ción la palabra acorta la plena consciencia
vo; no restrictivo, salvo que lo enten­ de otros códigos. Pero, aun de forma menos
damos idóneo; sin disculpas ni eva­ consciente, seguimos influyendo y afectán­
sivas; más simple en su sintaxis que donos por el lenguaje de los gestos.
por escrito, organizado; coloquial,
conciso, animado; breve y puntual;
incluso «participativo». Método para aprender naturalidad
2. Cómo escucho: La manera ideal de aprender naturalidad
a. Sin interrumpir (si nos interrumpen, consistiría en vernos actuar. El espejo no
debemos hacernos respetar). es suficiente. La grabación en vídeo y el
b. Dando señales de feedback, para que consejo de un amigo nos indicarán qué ges­
comprendan que oímos y entendemos to sobra y qué actitud es correcta, ajustada
su mensaje. o expresiva. Aplaudir lo bueno, criticar lo
c. Utilizando los términos del interlocu­ malo es la manera más normal de irse per­
tor. Responderle. feccionando. Pero haber aprendido, una vez,
d. Demostrando interés pidiéndole acla­ lo que dicen los gestos nos servirá para ser
ración a lo que oímos. más libres y para que nuestra naturalidad de
Como síntesis, nos interesa reflexionar y segundo grado esté de acuerdo con el código
conocer los mecanismos de la primera im­ universal, no aprendido, de las posturas más
presión con el fin de utilizar eficazmente esa elementales.
fuente de información. Debemos ser cons­
cientes de todo lo que decimos y sentimos IMPORTANCIA
respecto al interlocutor con el fin de tomar DE LA COMUNICACIÓN
conciencia de nuestras proyecciones e inter­ NO VERBAL
pretaciones que no responden a la realidad
del interlocutor. De esta manera no nos ex­ Muchísimas de nuestras relaciones —comuni­
trañaremos de las reacciones que pueda tener caciones— no nos dan el resultado esperado,
nuestro interlocutor. Todo ello sin forzar la no por las palabras que empleamos o decimos,
realidad propia o ajena, con naturalidad ex­ sino por la manera de decirlas, el tono que
presiva y receptiva. Las «interpretaciones» empleamos y los gestos que las acompañan.
solo son buenas para los actores y para los En efecto, el lenguaje no verbal es más
obligados a juzgar. sutil y se presta a múltiples interpretaciones,

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Capítulo | 3 La comunicación no verbal 39

resultando en unas ocasiones más eficaz que Vamos a hacer un pequeño recorrido por
el lenguaje verbal y en otras —debido a una las principales actitudes de nuestra comuni­
falsa interpretación— en causa de disgustos. cación no verbal.
El lenguaje no verbal puede transmitir
en ocasiones intenciones más profundas La mirada
que el lenguaje verbal, por ejemplo, ten­
derle la mano al enfermo, unas lágrimas, Se trata de uno de los elementos de la co­
un apretón de manos, una mirada de cariño municación no verbal que más información
o de ira, etc. aporta, si se sabe interpretar adecuadamente,
Continuamente hablamos y transmitimos pues cumple una serie de funciones, entre
más información con el lenguaje no verbal ellas: la regulación del flujo de la comunica­
que con el verbal. Nuestra manera de andar, ción, la obtención de un feedback acerca de
de sentarnos, de comer, de mirar, de mover­ cómo los demás reaccionan a una comunica­
nos, etc., está comunicando. ción verbal, a la expresión de las emociones
También sabemos que es más fácil en­ o a la comunicación de la naturaleza de la
gañar con el lenguaje verbal que con el no relación (diferencia de estatus, etc.).
verbal. Por ejemplo: El hecho de mirar a alguien directamen­
te a los ojos tiene por efecto provocar en el
interlocutor un cierto grado de excitación
Profesional: Buenos días, señor Sánchez, fisiológica y emotiva, provoca un «cierto
¿cómo está esta mañana?
nivel de activación», de atención y escucha.
Paciente: Estoy bien, gracias (y dice es­
to con un gesto o expresión facial que de­
Una mirada intensa a los ojos del otro co­
muestran ansiedad, miedo o preocupación). munica sentimientos intensos, como pedirle
algo. Por ejemplo, la mirada de una persona
Por otra parte, el paciente puede pre­ que sufre… provoca en nosotros un senti­
guntarnos: «Por favor, ¿es grave mi situa­ miento de tristeza, impotencia, etc. Es decir,
ción?». El profesional de la salud puede de­ con la mirada, la persona se siente implicada,
cirle que no y, sin embargo, con el lenguaje se activa, le «obligamos» a responder.
no verbal —y a veces sin darnos cuenta— le Si el interlocutor capta con la mirada lo
indicamos que sí es grave, porque el len­ que queremos decir, según el sentimiento,
guaje no verbal nos exige más control y es puede provocarle acercamiento o huida.
más difícil de simular, aunque a veces el Cuanto más cercanas se sientan las
paciente, por sus mecanismos de defensa y personas, más suelen mirarse a los ojos. En
protección, no quiera reconocer los signos el ámbito hospitalario, el hecho de que el
no verbales que le damos. profesional de la salud no mire al paciente
También hemos observado que la sim­ a la cara, para así no interaccionar con él,
patía y la antipatía se comunican más con el forma parte de un proceso de despersonali­
lenguaje no verbal que con el lenguaje verbal. zación, debido tal vez al exceso de trabajo,
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Por ejemplo: a la ansiedad que le produce que el paciente o


la familia le pregunten y no sepa qué decir,
o bien a ciertos problemas de no saber cómo
Imaginemos con los ojos cerrados una situa­ relacionarse.
ción agradable o desagradable y digámosle
a alguien que nos observe, o que nos filme. Actitudes que se deben
Veremos cómo nuestro interlocutor detecta tener en cuenta
fácilmente en qué estado de ánimo estamos,
o por el que vamos pasando, según sean
Acabamos de ver cómo la mirada tiene una
las situaciones que vamos pensando o gran importancia en la comunicación. De
tratando de vivir. Los movimientos de los aquí que haya pacientes que tengan gran
músculos de la cara, de los ojos, reflejarán dificultad en mantener la mirada cuando ha­
nuestro estado de ánimo… blan con el profesional. Se sienten molestos,
nerviosos, menos seguros de sí mismos y,

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40 SECCIÓN | I Algunos aspectos de la comunicación

por tanto, hacen que el interlocutor se sienta ­ uestran más afirmativas en el tono de voz
m
también incómodo. que en el contenido de la conversación.
Por esto se aconseja que la mirada sea La importancia de la voz como instru­
regulada (dos a tres segundos), pues si dura mento de comunicación no verbal estriba
más de cinco segundos, a veces, según las en su capacidad para transmitir información
personas y las situaciones, se vive como una acerca de los estados emocionales del que
violación. habla, con las implicaciones que ello tiene
Conviene mirar a menudo con poca in­ en el campo de la salud. Así, por ejemplo,
tensidad y duración, pues de lo contrario hay una relación negativa entre la ira exis­
nuestro interlocutor se puede sentir molesto, tente en la voz de un profesional y su eficacia
pero también sabemos que mirar a los ojos de en el tratamiento de algunos pacientes. Por
nuestro interlocutor es esencial para manifes­ otra parte, el tono de la voz y una serie de
tarle interés y que le escuchamos, así como señales sutiles relacionadas con ella son es­
para atraer y retener su atención. pecialmente importantes cuando el que ha­
Se trata, por tanto, de mantener un cierto bla pretende, o bien engañar, o bien ocultar
equilibrio entre mirar a los ojos y mirar a otra información al paciente.
parte, de manera que el otro no se sienta ame­ El tono de voz, aun sin darnos cuenta, está
nazado y que cada uno tenga la impresión de expresando la confianza en sí mismo. Las per­
permanecer en contacto y presente para el sonas que tienen poca confianza en sí mismas
otro. Se ha comprobado que mirar de manera lo manifiestan mediante la importancia que le
excesiva y con insistencia a un paciente, sin dan al contenido afirmativo e incluso agresivo
causa alguna aparente, posee probablemente de lo que dicen. Por otra parte, cuanto más
efectos negativos, al hacer que tal paciente alto hablan las personas, más nerviosas se
se sienta a sí mismo como una persona rara, considera que están. Si hablan muy lento, más
mala o gravemente enferma, o bien como negativamente se las juzga (no obstante, hay
escudriñado en su intimidad. que tener en cuenta el contexto).
Hay una tendencia a mirar al interlocutor Por tanto, la voz tiene una especial
cuando el emisor no duda de lo que dice, y importancia en la impresión que nuestros
también al final de las frases. interlocutores se hacen de nosotros. De aquí
De la misma manera, cuando queremos que debamos esforzarnos por encontrar el
que alguien cese de hablarnos, basta a veces volumen adaptado y que demos énfasis a lo
con no mirarle y mirar a otra parte. que decimos. Tan negativo es el tono muy
Si tenemos dificultad para mirar a ciertas bajo como el tono muy alto.
personas, podemos entrenarnos mediante un
ejercicio de relajación y, cuando estamos re­ Fluidez verbal
lajados, visualizar a esas personas y compro­ La velocidad con la que hablamos también
bar que las miramos a los ojos; veremos que tiene su importancia. Si hablamos muy de­
después nos resulta más fácil. prisa, nuestro interlocutor tendrá dificultad
Por otra parte, si le resulta difícil mirar a para seguirnos. Si hablamos lentamente o
los ojos de la otra persona, puede mirarla dudando, o no insistimos en las palabras
a la frente, al «tercer ojo», a la barbilla, a la importantes, perdemos el interés de nuestro
boca, a las mejillas, etc.; de esta manera po­ interlocutor. Es preferible repetir una cosa
drá mantener más fácilmente la mirada hacia dos o tres veces a decirlo muy deprisa o muy
su interlocutor y se sentirá menos nervioso o lentamente.
molesto al mirarle.
Tono
Elementos acústicos Empleemos diferentes tonos de voz para ex­
presar los diversos sentimientos o emociones
La voz que tengamos.
Varios autores (Bugental, 1998) afirman La fuerza o el volumen de la voz son
que las personas seguras de sí mismas se características que es preciso saber variar.

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Capítulo | 3 La comunicación no verbal 41

También es conveniente que hagamos ejer­ Los silencios se pueden producir debido
cicios de articulación y que nos escuche­ a una serie de factores:
mos. 1. Emocionales (bloqueos, angustias, ame­
El tono muestra la calidad de la voz. Hace nazas…).
que se diferencie un mensaje de otro (p. ej., 2. Intelectuales (p. ej., reflexiones, falta de
si lo digo en broma o en serio). ideas…).
Conviene emplear diversos tonos de voz 3. De interacción entre el profesional y el
para indicar sentimientos, emociones, cariño, paciente (p. ej., el paciente no confía en
debilidad, etc. el profesional y muestra, mediante el
Pausas y silencios silencio, su resistencia a comunicarse…).
Es importante tener en cuenta las pausas e ir Actitudes del profesional de la salud
intercalándolas con paráfrasis que indiquen ante los silencios
que se está escuchando.
El silencio lo tendremos que revalorizar Ciertos profesionales, sobre todo los princi­
como una parte de la comunicación que uno piantes, encuentran que el silencio es difícil
tiene consigo mismo. de soportar y creen que si este se produce es
Hoy, a menudo, repetimos mensajes no a causa de ellos, por lo que creen que deben
personalizados; el silencio nos permite to­ evitarlo a toda costa.
marnos el tiempo de poderlos personalizar En la medida en que el profesional quiera
e interiorizar. implicarse en la situación expuesta por el
La comunicación científica a menudo paciente, debe entrar en el mundo del pa­
tiene poco de personal, y esta personaliza­ ciente y preguntarse: ¿qué siente el paciente?,
ción podremos hacerla posible gracias al ¿dónde se encuentra? ¿dónde quiere llegar?,
silencio. ¿cómo se siente en este momento?, etc., y
El silencio tiene varios significados: con el fin de no equivocarse, clarificarlo con
él. En definitiva, si el profesional es empático
1. Silencio de poder, que impone al paciente con el paciente, sabrá respetar y detectar los
y hace que este se calle. silencios de forma adecuada, e insistimos, si
2. Rechazo de comunicación. no sabe lo que quiere decir el silencio, hágale
3. Escucha activa: indica interés, acepta­ un feedback al paciente y clarifíquelo. Por
ción, empatía y comprensión por lo que el ejemplo:
otro dice, que calla con las palabras pero
todo el cuerpo le está diciendo: sigue ha­
blando, te escucho. […] Me acaba de decir que ayer estuvo
paseando con su amiga…
Lo debemos revalorizar como una apertura al De pronto se ha callado y no sé lo que
otro y a nosotros mismos, y en caso de duda, me quiere decir con ese silencio.
clarifiquémoslo, preguntándole al paciente
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

qué quiere decirnos con su silencio. De esta manera le ayudamos a que lo


Por su complejidad y su riqueza, el silen­ clarifique, bien sea porque quiere seguir
cio es una parte esencial de la comunicación pensando, bien porque no quiere hablar de
y es importante no trivializarlo o eliminarlo ese tema, etc.
—sea cual fuere la razón— amueblándolo El profesional debe ser consciente de lo
o evitándolo con preguntas, o desviando el que él está sintiendo (paciencia, nerviosis­
tema de la conversa­ción. mo, indiferencia, ansiedad, dificultad para
El silencio, como lenguaje paraverbal soportarlo…), así como tener en cuenta los
o metacomunicación, se presta a múltiples fenómenos transferenciales del paciente con
interpretaciones e hipótesis que, al no ser el fin de transmitirle calma, serenidad y res­
confirmadas o afirmadas, producen cierta peto a su ritmo.
ambigüedad y en numerosos casos llevan a También creemos que el profesional, con
la ruptura de la comunicación. el fin de evitar nerviosismos y malentendidos,

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42 SECCIÓN | I Algunos aspectos de la comunicación

debe explicar al paciente que los silencios y El paciente se calla; espero unos breves
las pausas forman parte de la relación y que, segundos y le digo: «Me estaba diciendo
por tanto, se deben respetar. En caso de duda, que ayer estuvo hablando con su esposa
sobre la enfermedad y se ha callado; no
es necesario clarificarlo con el fin de que no
sé lo que quiere decir con su silencio. Si
aparezca un cierto malestar o tensión entre quiere seguir hablando de eso, seguimos;
los interlocutores. si quiere reflexionar, reflexione, o si quiere
cambiar de tema, pues cambiamos».
Actitudes del paciente frente De esta manera no me sentiré molesto
a los silencios por su silencio y no tendré que pensar: ¿le
El silencio del paciente puede ser debido a: dejo más tiempo de silencio?, ¿le hago al­
guna pregunta sobre lo que pasó?, ¿cambio
1. Su ansiedad o angustia, que producirá de tema?, etc.
bloqueos en la relación. Puede ser que,
preocupado por sus problemas, no es­ Otra forma de hacer frente al silencio
cuche al profesional. es aprovechar que el paciente haga una
2. Sentir falta de claridad y precisión en pausa para preguntarle cómo se siente
su pensamiento o lenguaje, al exponer su al decirme lo que me está comentando.
problema. Es decir, en la comunicación hablamos
3. Pensar que el tema ha concluido. mucho de contenidos y muy poco de sen­
4. Una confrontación que resulta muy ame­ timientos. Preguntar al paciente cómo se
nazante para el paciente. siente nos permite profundizar en lo que
5. Necesitar más tiempo para aclarar su me está diciendo. En el capítulo siguiente
pensamiento o sus emociones. hablaremos sobre la importancia de los
6. Haber dicho alguna cosa que le ha per­ sentimientos.
turbado o bien que el profesional, por
equivocación, ha dicho algo que ha sido
malinterpretado por el paciente. Expresión facial y gestos
7. Resistencias. El paciente puede permane­ Nuestra expresión facial procede de actos
cer silencioso porque se está resistiendo reflejos congénitos: el recién nacido hace
a lo que él considera una intrusión. Este las muecas de los sabores ácidos, dulces y
puede ver en el profesional a una figura amargos. Ríe, sonríe, llora y bosteza con la
autoritaria o la proyección de algo que perfección de un adulto. También, nuestros
él no ha aceptado y quiere evitar a toda gestos y nuestra expresión verbal manifies­
costa. tan nuestra actitud hacia el interlocutor. La
Cómo afrontar los silencios principal característica de las personas que
son percibidas como cálidas, agradables, es
El silencio es una comunicación no verbal. su sonrisa. Shrout (2006) muestra en una de
Por otra parte, sabemos que toda comuni­ sus investigaciones que la sonrisa en los hom­
cación no verbal se presta a interpretación, bres es importante para producir una impre­
y que toda interpretación es mala comuni­ sión favorable, probablemente porque tienen
cación si esta no se clarifica con el paciente tendencia a sonreír menos que las mujeres y
o el interlocutor. Por tanto, con el fin de no esto se convierte en un factor más importante
sentirnos molestos ni interpretar, lo más sen­ en ellos que en ellas.
cillo y lógico es clarificar el silencio. Con Aparte de la importancia de la sonrisa,
esto queremos indicar que hay que preguntar que es como un bálsamo de paz para el in­
al interlocutor qué es lo que nos quiere decir terlocutor, conviene tener en cuenta que la
con su silencio. Pongamos un ejemplo: expresión facial esté en consonancia con lo
que sentimos, ya que de esta manera se nos
Imaginemos que el paciente nos está di­ comprenderá mejor. Si por alguna razón no
ciendo: «[…] Ayer estuve hablando con mi podemos tener esta consonancia, creemos
esposa sobre la enfermedad y…». que lo más sencillo es explicar a nuestro

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Capítulo | 3 La comunicación no verbal 43

interlocutor lo que nos pasa para que así no Práctica de la expresión facial
interprete de forma negativa. Para conocer nuestras capacidades y mejo­
Por ejemplo: son las dos de la tarde, rar el nivel de expresión facial y los gestos,
nos sentimos cansados, nos damos cuenta podemos hacer algunos ejercicios como,
de que el cansancio nos domina, sin que a por ejemplo, imaginar un hecho aconteci­
veces podamos controlarlo. Este se manifiesta do en los últimos días, un acontecimiento
con bostezos, distracciones, etc. Si acude un que hemos vivido de manera alegre, triste,
paciente del que forzosamente tenemos que agradable o con cólera, etc., y expresarlo de
ocuparnos, este se da cuenta de que bosteza­ forma no verbal ante otra persona; luego le
mos y nos distraemos. Ante nuestro compor­ pediremos si ha adivinado el sentimiento que
tamiento, ¿qué va a interpretar?; tal vez que hemos expresado y lo que piensa de nuestra
nos aburre su caso o que no merece nuestra expresión facial y/o gestual. De esta manera
atención, etc. Sin embargo, si le explicamos podemos expresar mejor nuestras emociones,
que estamos cansados, que si observa algún que serán bien interpretadas.
gesto, como un bostezo, que no lo tome a Este ejercicio lo podemos practicar noso­
mal, pues es debido a nuestro cansancio, etc., tros solos filmándolo, mirándonos al espejo
esto permitirá que el paciente no lo interprete mientras hablamos por teléfono, etc. Obser­
de forma errónea, y sobre todo en contra su­ vemos de esta manera nuestra expresión y
ya, pues también a él le suele pasar cuando veamos si está en consonancia con nuestras
está cansado. emociones o sentimientos, y observaremos
Otro ejemplo: en cierta ocasión un pro­ cómo nos sentimos.
fesional frunció la ceja cuando un paciente Hemos de señalar que, lógicamente, en
le hizo una sugerencia sobre un tratamiento una buena comunicación no se debe inter­
y este interpretó el gesto como un rechazo, pretar, sino clarificar. Sin embargo, somos
cuando en realidad lo que le pasaba es que conscientes de que la mayoría de las personas
tenía dolor de cabeza. En otra ocasión, una van por la vida interpretando los diversos
sonrisa en un momento inoportuno fue inter­ gestos o actitudes no verbales, de ahí que
pretada como un ademán de falta de com­ sea importante tener algunas ideas de lo
prensión y se produjo una discusión. que suele interpretarse con ciertos lenguajes
No solo nuestro rostro manifiesta senti­ no verbales para que, de este modo, no nos
mientos. Todo nuestro cuerpo puede ayudar extrañemos ni molestemos por las conclu­
o provocar rechazo en la comunicación. Así, siones que nuestros interlocutores hacen de
hay personas que mientras hablan mueven nuestros gestos.
tanto las manos y los brazos que pueden hasta
distraernos. Por otra parte, hay personas que
no se mueven, guardan sus brazos y manos Ocupación del espacio
de una manera rígida o están cruzados de
brazos continuamente, de manera que mues­ Distancia interpersonal
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

tran un aire pasivo o defensivo. Estar atentos El sentido del yo del individuo no está limi­
a los gestos ayuda, pues, a percibir mejor los tado por su piel; se desplaza dentro de una
mensajes o a poderlos expresar de forma más especie de burbuja privada que representa
adecuada. Por ejemplo: la cantidad de espacio que siente que debe
haber entre él y los otros.
Sabemos que la distancia regula el con­
«Veo que estás con los brazos cruzados, tacto y el respeto del territorio.
¿quieres decir algo con esa postura?» Este lo regulamos con el movimiento del
cuerpo, con la mirada, acercándonos dema­
La respuesta de nuestro interlocutor pue­ siado o demasiado poco. Si nos acercamos
de ser: «Es porque así estoy más cómodo»; demasiado, la persona puede sentirse como
por tanto, no hay que sacar la conclusión de amenazada, como violada en su espacio ín­
que el paciente se está protegiendo de mí. timo; pero si hay que hacerlo, que sea con

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44 SECCIÓN | I Algunos aspectos de la comunicación

respeto y explicándole el porqué, e incluso »Para descubrir la importancia de la dis­


pidiéndole excusas. A veces lo invadimos sin tancia ideal, puede realizar con otra persona
ningún respeto. el ejercicio que exponemos a continuación.
»Colóquese de pie, cada uno al extremo
Cada profesional debe cuidar su espacio
de la sala, y observe cómo se siente cuando
íntimo para no crear demasiada familiaridad habla con su interlocutor. Vaya acercándose
en el paciente. a este mirándolo a los ojos hasta que se
Una vez más, la forma más sencilla de sienta a gusto para hablarle. Mida la dis­
actuar, a este respecto, es clarificar la dis­ tancia que hay entre los dos y, después,
tancia con el paciente. acérquese aún más hasta que se sienta mo­
Por ejemplo: lesto. Mida de nuevo la distancia. De esta
manera puede descubrir cuál es la distancia
aproximada en la que usted se siente a gus­
«Mire, me pongo a esta distancia, que es a to cuando se relaciona con su interlocutor.
la que me siento a gusto. ¿Le parece bien?» A continuación, verifique si la distancia de
su interlocutor corresponde a la suya.
Las personas, cuando son hospitalizadas, »Esto mismo puede hacerlo en la vida
necesitan ciertos elementos que les permitan ordinaria con varias personas; de esta ma­
tener su propio territorio y que nosotros se lo nera sabrá cuál es la distancia que usted
favorezcamos y respetemos. El paciente tiene siente como correcta.»
derecho a su espacio íntimo.
Las personas, en las relaciones humanas,
manifiestan ciertas distancias que deben te­ Escala hipotética de distancias:
nerse en cuenta para que no se sientan inva­ 1. Distancia de contacto. A esta distancia
didas por demasiada proximidad. las personas se comunican no solo por
En definitiva, nos gusta que las perso­ medio de palabras, sino por el tacto, el
nas, cuando se relacionan con nosotros, se olor, la temperatura del cuerpo, etc. Esta
mantengan a una cierta distancia; esta varía suele ser la más frecuente entre el profe­
según el grado de relación o la situación en sional y el paciente.
la que nos encontramos. Así, por ejemplo, 2. Distancia personal próxima. La esposa pue­
los amigos se mantienen generalmente a una de permanecer a gusto dentro de la burbuja
distancia más cercana que los desconocidos. de su marido, pero quizá se sienta incómoda
Si la persona se acerca mucho, solemos sen­ si otra mujer u otro hombre lo intentan.
tirnos molestos, perdemos la capacidad de 3. Distancia personal lejana. Está limitada
concentrarnos e incluso de podernos afirmar. por la extensión del brazo, es decir, el
Lo mismo cabe decir si nos ponemos a una límite del dominio físico.
distancia demasiado lejana. Esto tal vez a 4. Distancia social próxima. En una oficina,
algunos les pueda parecer que no tiene impor­ la gente que trabaja junta normalmente
tancia y, sin embargo, a veces es la causa que adoptará está distancia para conversar.
explica que algunas de nuestras relaciones 5. Distancia social lejana. Corresponde a
no funcionen bien. Una vez más, insistimos conversaciones formales. Los escritorios
en la importancia de clarificar toda situación de personas importantes suelen ser lo
que nos haga sentir molestias o dudas; si cla­ bastante anchos para mantener esta dis­
rificamos al principio de la relación, no es­ tancia con sus visitantes.
taremos con esa inquietud o duda y podremos 6. Distancia pública. Adecuada para pro­
escuchar mejor al paciente. Por ejemplo: nunciar discursos o algunas formas muy
rígidas y formales de conversación.

«Aunque hemos señalado que lo más senci­ El presentador ante el grupo o el profesor
llo es clarificar, no obstante somos cons­ en el aula dan señales, por la posición que
cientes de que esto puede resultar difícil ocupan, por la orientación que adoptan los
para ciertas personas; de aquí que propon­ demás, de que están en su territorio o han
gamos lo siguiente: venido a presidirlo.

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Capítulo | 3 La comunicación no verbal 45

El hombre necesita saber y hacer saber derecho de no ser sometido a preguntas


qué territorio pisa. Si el suyo o el ajeno. Hay indiscretas. Habría que contar con la
signos que lo manifiestan. Objetos propios previa anuencia de los asistentes a una
que coloco como señales, sillas que muevo, reunión para iniciar ciertas formas de
pizarra que limpio, etc. Y la voz, el modo de participación y no sentirse presionado a
señalar el propio territorio. manifestar lo que no se desea.
La presencia de un extraño resulta incó­
moda. Y sentirse extraño también. En el aula Vecindad y distancias
o la sala de conferencias, los primeros minu­ La presencia continuada hace nacer una re­
tos resultan algo duros tanto para los oyentes lación. Con las personas queridas disminuye
que se saben desconocidos como para el que el propio territorio. Y la corta distancia pro­
va a dirigirles la palabra. voca una nueva intimidad. Entre vecindad y
Unas primeras señales de confianza, de afecto se establece un doble vínculo de causa
reconocimiento, de antigua o incipiente amis­ y efecto.
tad, serán muy bien recibidas. Hablar, presen­ En caso de repulsión, por el contrario,
tarse, hacer hablar a todos cuanto antes, nos crece la molestia mutua y el sentido de
introducirá en un territorio común. propiedad territorial. La proximidad se hace
Si el territorio se describe bien como la insufrible. Se procura la distancia y esta en­
burbuja de espacio que nos pertenece y a fría la relación.
través de la cual nos comunicamos, habrá Los que están sentados cerca van in­
que decir que es una burbuja panzuda: por timando y solidarizándose, aunque no
delante se agranda; la mirada es un brazo que hablen entre sí. Los que no desean crear
irrumpe, antes que nada, en el territorio del relación huyen en cuanto pueden. Entre el
otro. Un grupo colocado en círculo (en «O» o presentador o profesor y los asistentes de
en «U») ya está en posición de comunicarse. las primeras filas se establece una mayor
comunicación, tanto informativa como de
Territorios que se defienden relación personal.
Cuando los seres vivos se encuentran,
El presentador, en la medida en que le corres­ la mutua percepción provoca una cadena de
ponda dirigir el encuentro, ha de cuidar los
acciones y reacciones que intentan uno de es­
derechos de los asistentes. Suelen defender­
tos dos objetivos: ocultarse o darse a conocer,
se tres tipos de territorios que no han de ser
incomunicarse o comunicarse.
invadidos.
La mesa, el atril, se interponen como una
1. El espacio de uso y posesión: el territorio distancia y protección. Las manos ocultas u
que se vuelve necesario para realizar una ocupadas con algún instrumento revelan mie­
operación. El espacio para escribir, para do o reserva. Las manos abiertas, tendidas
poner la chaqueta. El derecho a ver al que hacia delante, muestran no estar armadas, ni
habla. El derecho a que me dejen escu­ crispadas en forma de garra, pezuña o hacha.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

char. El uso reiterado lleva a la posesión. Abrochar, desabrochar un botón de la cami­


Hay quienes no gustan cambiar de sitio. sa o de la chaqueta puede significar cierre o
Mi silla, mi cenicero, etc., y quienes, apertura de una situación de confianza.
además, no lo consienten. Inclinar la cabeza hacia un lado significa
2. El turno de participación: si el tiempo de confianza y atención. Si alguien nos escucha
hablar es el bien escaso que se administra de esta manera, nos demuestra su interés y
en estas ocasiones, el derecho al turno, a aceptación. Atender es una muestra de amis­
que se oiga la propia voz, es de los más tad indefensa.
sagrados. Comunicar es entregarse. Atender es
3. Reserva de información: conviene re­ aceptar. Toda actitud que pueda significar
cordar que cada cual tiene derecho a ataque o defensa debe desaparecer entre los
reservarse el acceso a una serie de datos que hablan y escuchan. El miedo impide la
acerca de sí mismo. Y también tiene el comunicación.

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46 SECCIÓN | I Algunos aspectos de la comunicación

Hablar de pie. La verticalidad el aula imprime un aire democrático y parti­


Estar de pie supone una actitud de servicio, cipativo. Cuando hablamos en una reunión de
de disponibilidad propia del dinamismo del trabajo de pocos asistentes parece obligado
líder. El mantenerse agarrado a la mesa, al sentarse con ellos en un mismo plano. Hay
bolígrafo, al atril o al pie del micrófono de­ que justificar el estar de pie para escribir en
nota necesidad de protección. la pizarra o algo parecido.
No es bueno ofrecer el perfil o la es­ Las mesas representan un obstáculo pa­
palda mientras se habla. Dirigirse a nues­ ra la comunicación en cuanto son barrera y
tros interlocutores supone mirarles y dejarse defensa para todos. Estar sentados en corro,
mirar de frente. Girar hacia unos y otros, con sin mesas, produce un grato ambiente de
suavidad, es normal. Estar torcidos, mirar amistad. Sin embargo, en muchas ocasiones
de lado, se interpreta como rigidez timorata, se hacen necesarias para examinar papeles
reserva o amenaza. y tomar notas. La mesa de una reunión de
El profesor o presentador que avanza en trabajo y la mesa del presentador deberán
la sala para estar próximo a los más lejanos ser más bajas que las de despacho (o las
termina dando la espalda a los de las primeras sillas más altas). De esta manera dejan ver
filas. Cambiar de posición en la clase, en pun­ algo más que bustos parlantes. Los hom­
tos hacia los que todos puedan volverse, es un bros y los brazos pueden bajar, relajarse,
medio de equidistar de todos. Pero convendrá sin que las manos desaparezcan bajo la
no dar continuos paseos que causan mareos mesa.
o incomunicación. Cuando nos sentamos sobre la columna
El sentimiento de dominancia-dependencia seguimos verticales, humanos y seguros. Da­
está muy relacionado con la posición arriba- mos la impresión de estar vivos, descansados,
abajo. El que habla de pie asume cierto lideraz­ lúcidos, dispuestos a atender y trabajar. Re­
go. Su relación con los que escuchan sentados comendamos comenzar en posición cómoda
tiene otras connotaciones. La postura sedente (llenar el asiento), pero no echados sobre la
se considera una ocupación más estabilizada mesa ni sobre el respaldo: bien sentados en
del lugar: ellos son los señores y el que está el asiento.
de pie les sirve. El interés por lo que dice o le dicen le
Para hablar en una sala grande a mucha llevará en los momentos más cálidos a in­
gente se hace preciso hablar de pie. Te ven clinarse hacia delante, apoyado en el filo de
mejor, tienes una mayor amplitud expresiva la silla. No conviene, cuando tomamos la
y la respiración diafragmática se hace plena. palabra, cruzar las piernas ni los pies, señal
Obsérvese que en el cine el encuadre más de tensión (no de trabajo) o de aislamiento
comunicativo es el de 3/4 o plano americano. relajado. Los pies recogidos bajo el asiento,
Las piernas no deben separarse mucho. sobre las puntas o cruzados, denotan y man­
Evitemos dar pasitos adelante y atrás (efecto tienen un nerviosismo reprimido. Si estamos
de cierto nerviosismo) o el balanceo continuo bien sentados, ni las piernas ni los brazos
que produce apoyarse alternativamente en estarán tensos.
una y otra pierna.
Cuando se habla desde un plano más
Postura para hablar
elevado, se evitará levantar la barbilla. Es
preferible una pequeña inclinación hacia 1. Apoyo y giro en un eje.
delante para que los rostros queden en pa­ 2. De pie o sentado, con la columna flexible,
ralelo. el cuello y los hombros relajados; mover
la cabeza, no los ojos.
3. Utilizar la mirada tratando de mirarlos a
Hablar sentado. Las mesas todos.
La mesa redonda, con asientos de la misma 4. El contacto no será superior a cinco se­
altura, refuerza el sentido de igualdad. La gundos.
falta de estrados en la sala de conferencias o 5. Los codos deben estar flexionados.

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Capítulo | 3 La comunicación no verbal 47

6. Los hombros estarán inclinados o volca­ No estarán quietas, aunque podrían es­
dos hacia delante en ademán de acoger a tarlo en algunos momentos. Las palabras,
nuestro interlocutor o paciente. el sentido de lo que decimos, las moverán
7. ¿Qué hacer con las manos? Manos sin que lo advirtamos, sin que tengamos que
abiertas, desde la cintura hacia arriba o pensar en el gesto. Los meridionales move­
adelante. mos las manos algo más que los nórdicos.
Corresponde a una cultura al aire libre, en
Gestos de descarga la que nos comunicamos a mayor distancia.
Sin complejos.
Los animales, el hombre incluido, realizan
Cruzar las manos ante la región pélvica
unas cortas acciones, tics o gestos consabi­
es postura inocente, timorata, que no debe
dos, que les sirven de válvula de escape o
prolongarse. Llevar la misma posición a
descanso de la tensión comunicativa. Se inte­
la espalda nos mutila: si una mano aprieta
rrumpe la actividad principal para introducir
fuertemente la muñeca de la otra, delante o
actos estereotipados, bien conocidos, de aseo,
a la espalda, nos revestimos de la autoridad
arreglo personal, ingestión de alimentos y
del sargento.
otras habilidades motoras.
Las manos en los bolsillos ocultan algo
Nos arreglamos el pañuelo o la corbata,
más que las manos. Si dejamos el pulgar fue­
los puños de la camisa, etc. Nos restregamos y
ra o solo ocultamos este dedo en el chaleco
limpiamos los ojos, las gafas; llevamos las ma­
o bajo el cinturón, la actitud se vuelve clara:
nos a la nariz y los oídos; satisfacemos ciertos
«todo está bajo control». En el pulgar y en
picores; enjugamos el sudor, repasamos el aseo
las yemas de los dedos reside la precisión
de nuestras uñas. Acudimos una y otra vez al
del homofaber, en el círculo y la esfera que
vaso de agua. Arreglamos por enésima vez
forman los dedos en arco, la clarividencia del
unos papeles, limpiamos una mota de polvo,
sapievis, seguro de sí.
abrimos y cerramos un cajón, nos enfrascamos
Mostrar las palmas de las manos es signi­
en un dibujo, trazamos flechas, etc.
ficar que digo la verdad, que no oculto nada,
Deben censurarse y omitirse las activida­
como en un juicio ante el oyente. La palma,
des que puedan molestar a los presentes, por
blanca también en el hombre negro, tiene
repetidas o de mal gusto. Sin embargo, no
algo de entrañable. La sobriedad del varón
debe suprimirse toda demostración de duda
teme caer en el amaneramiento (blandura
o debilidad. Una actitud excesivamente atil­
femenina) si muestra mucho las palmas. Pe­
dada nos restaría humanidad.
ro la credibilidad está en las manos, tarjeta
blanca de bienvenida y amistad. Para pedir
Qué hacer con las manos y para dar (o para comunicarse) se enseñan
Basta que estén presentes, habría que res­ las palmas.
ponder. Es una preocupación injustificada. Blandir el hacha, esgrimir argumentos,
Porque en realidad no hacen nada propio: golpear la tierra, acuchillar enemigos en el
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

solo acompañan como testigos. El oficio de aire, mover todo el brazo, pertenece a una
las manos es trabajar, defenderse o atacar. oratoria de otros contextos. Como dirigir el
Y cuando nos comunicamos no tienen que tráfico y señalar la puerta, actos supremos de
hacer nada de esto. Quizá, demostrar que es­ dominio que se realizan sin necesidad de que
tán en lo que se dice, sin asumir protagonismo. medien las palabras.
Cuando esperamos una orden, las colo­ Manejar, manipular, management: en la
camos sobre la parte anterior de las caderas, empresa, el poder está en las palabras a media
listas para ocuparse en algo. Cuando empe­ voz y en cierto juego de las manos. Disecar
zamos a hablar, pueden estar delante de noso­ un tejido vivo, unir ideas, pasar de una a otra
tros, los codos flexionados. Juntas, apoyadas estrategia, cercar la oportunidad, acotar el
en la cintura (no en jarras) o simplemente antes y el después, lo de arriba y lo de abajo;
abiertas, sin rigidez, en escorzo que muestre abrir caminos, dentro y fuera, ganar dinero:
algo las palmas. para manejar estos conceptos, los propios de

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48 SECCIÓN | I Algunos aspectos de la comunicación

una presentación, nos basta con colocar las A veces nos resulta difícil saber si le agrada
manos delante del pecho y accionar con o no que le toquemos. Si al hacer este acto
las yemas de los dedos. de forma espontánea observamos que el
paciente se pone rígido, o rechaza nuestro
El tacto gesto, es un signo de que no debemos insis­
tir. En nuestra experiencia constatamos que
Hay varias clases de tacto. Así, este pue­ nos ayuda a salir de dudas preguntarle si le
de ser: molesta o no que le toquemos, pues con su
1. Funcional o profesional. lenguaje verbal y no verbal nos va a decir si
2. Cortés, social (p. ej., los saludos). le agrada o no.
3. Amigable entre las personas con un cierto Otro aspecto es que, a menudo, nos senti­
vínculo afectivo, en el que, cuanto mayor mos obligados a tocar a los pacientes, incluso
es el vínculo afectivo, más tacto hay. en sus partes más íntimas; esto exige deli­
4. Tacto íntimo, sexual, amor. Es el tacto de cadeza y mucho respeto, lo cual quiere de­
la pareja o de los padres-hijos, etc. cir que hay que pedirle permiso y explicarle
por qué lo hacemos, con el fin de que no se sien­
Conviene tener en cuenta que este también ta violado en su intimidad o molesto.
está en función de la edad y las culturas.
Así, son más tocados los niños y menos los Apretón de manos y contacto íntimo
ancianos. En los países más nórdicos suelen Dar un apretón de manos, según las circuns­
tocar menos que en los países mediterráneos. tancias, constituye una expresión que indica
El contacto indica proximidad cuando afirmación y, de alguna manera, que se está
este es recíproco. de acuerdo o se comparten los sentimientos de
Por el contrario, cuando se da en una sola la otra persona.
dirección indica poder; así, tocamos a los Las personas tímidas o que se sienten
niños, pero a algunas personas adultas no les molestas tienden la mano de forma poco enér­
gusta que las toquen mucho. gica.
¿Cómo tocamos a nuestros pacientes? El El hecho de tocar la mano de otro pue­
contacto físico es la principal de las conduc­ de hacer que este se sienta ansioso o puede
tas no verbales en el ejercicio de la enfer­ producirle un cierto miedo; esto estará en
mería y la medicina. Sin embargo, hay que relación con la personalidad de cada uno. Hay
tener en cuenta que el tocar, como ocurre con personas que tienen dificultad para tocar y
otras formas de conducta no verbal, puede para ser tocadas.
resultar congruente o no con los mensajes Por otra parte, según la relación que nos
verbales, de forma que, por ejemplo, el hecho inspira la otra persona tendemos, al mismo
de que una enfermera toque a un paciente a la tiempo que le damos la mano, a ponerle la
vez que le asegura que no debe preocuparse otra sobre el hombro o la espalda.
por la operación quirúrgica que se le va a Ser afirmativos en dar la mano a alguien
realizar, puede, o bien corroborar el mensaje no significa apretarle tanto que le hagamos
tranquilizador, o bien transmitir un estado de daño. Hay un término medio.
nerviosismo que contradiga el mensaje ver­
bal, haciendo que este sea ineficaz e incluso El olfato
contraproducente. Hay un cierto tocamiento
terapéutico que puede producir un cierto bie­ Aunque la comunicación a través de los olo­
nestar; se trata del masaje terapéutico que a res es muy importante en el mundo animal,
veces practicamos cuando los pacientes están en los hombres parece ser relativamente poco
tensos o angustiados. fundamental. Sin embargo, el campo de la
Asimismo, cuando el paciente nos está salud puede ser una destacada excepción.
hablando de alguna situación muy personal Algunas enfermedades y tratamientos pue­
y manifiesta tristeza o le brotan las lágrimas, den actuar directamente para producir en el
tendemos a acercarnos más e incluso tocarlo. paciente olores desagradables, mientras que

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Capítulo | 3 La comunicación no verbal 49

otros afectan al olor del paciente a través de esto lo mejor posible, al menos en lo que
acciones sobre la región gastrointestinal. Por a mí respecta?
otro lado, también los profesionales de la sa­ »Paciente: No sé, tal vez si hay algún
desodorante, o ponerse una máscara. No
lud pueden ser asociados a olores particulares.
sé, creo que usted tiene más experiencia y
El uso de desinfectantes, tratamientos quími­ me podría ayudar en este tema.
cos, anestesia, alcohol, etc., así como olores »Profesional: Sí, sin duda que podemos
cogidos de otros enfermos, pueden todos ellos buscar soluciones, pero me gustaría saber
transmitir mensajes olfativos al paciente. Y no cómo se siente porque le haya dicho esto.
cabe duda de que muchos de estos olores, tan­ Pues de verdad que no quisiera herirle en
to de los pacientes como de los profesiona­ sus sentimientos, sino que usted se encuen­
les de la salud, suscitan en nosotros fuertes sen­ tre mejor.
timientos negativos. La persona enferma que »Paciente: No se preocupe, le agradezco
experimenta malos olores puede ser rela­ que haya venido a hablar de este tema, pues
no sabía cómo abordarlo ni qué hacer. Así
cionada con sentimientos negativos, o bien
pienso que entre ambos buscaremos alguna
a veces no relacionarse, incluso cuando lo solución […].»
necesita, por tener la impresión de que debido
a su olor nadie querrá escucharla. No vamos a
De esta forma, con mucha empatía, cree­
negar que ciertos olores nos impiden concen­
mos que ayudaremos al paciente a hacer
trarnos en una buena escucha.
frente a su situación, sin que por eso se sienta
¿Cómo solucionar esto? En el capítulo 5
humillado. Pues sabemos que no abordar este
hablamos de diversas formas de comunicar,
tema, tan delicado, es una fuente de sufri­
entre ellas, de cómo hacerlo cuando yo pro­
miento para el paciente, pues a veces se busca
fesional y tú paciente tenemos un problema.
cualquier excusa para no ir a verlo debido a
En este caso, el profesional se siente molesto
su mal olor.
por el mal olor; también el paciente, porque
Los olores tienen a menudo un enorme
sabe que su mal olor puede provocar rechazo.
poder para evocar la memoria de tiempos y
Abordar esto mutuamente con mensajes Yo
lugares ya olvidados. En consecuencia, los
y escucha activa empática permitirá salir de
centros sanitarios (hospitales, consultorios,
esta situación (v. cap. 5).
ambulatorios, etc.) pueden evocar ciertas
Pongamos un ejemplo: se trata de un pa­
experiencias negativas vividas traumáti­
ciente, como hemos dicho, que experimenta
camente durante la infancia o vividas por
una enfermedad que produce mal olor. El
otros familiares, y así crear importantes
profesional puede entrar en comunicación
expectativas negativas. No está de más pre­
de esta forma:
guntar al paciente si le molestan los olores
o le evocan sentimientos negativos, ya que
«Profesional: Mire, Juan, vengo a hablar con esto permite clarificar ciertas reacciones o
usted de un tema del que me cuesta mucho comportamientos que a veces nos pueden
hablarle, por si usted se siente incómodo, y extrañar.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

de ninguna manera quisiera herirle en sus


sentimientos; pero si no lo hablamos no
podré escucharle como usted se merece,
y eso tampoco me parece justo; pues, le
Apariencia física general
insisto, si a mí me pasara lo que a usted, La apariencia física está constituida en pri­
también yo me sentiría más o menos de la mer lugar por mi constitución y mi cuerpo.
misma manera. El tema sobre el que quiero
Lo que más se ve de mí es la apariencia físi­
hablarle es el siguiente: usted sabe que de­
bido a su enfermedad despide mal olor; esto
ca, la ropa, las joyas, el maquillaje, la barba,
creo que le provocará que se encierre en sí etc.; me represento como quiero. Debemos
mismo, por la sensación que puede tener valorar la manipulación de la apariencia
de ser rechazado, lo cual, me imagino, le física. La sociedad de consumo da mucha
producirá un malestar suplementario. ¿Qué importancia a la apariencia y la manipula
cree que podríamos hacer para solucionar según imposiciones sociales.

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50 SECCIÓN | I Algunos aspectos de la comunicación

Hay personas muy esclavas de la moda; verbales de engaño; sin embargo, con nuestra
generalmente son consideradas como perso­ comunicación no verbal le estamos gritando
nas inseguras y tratan de afirmarse mediante al paciente que su situación es desesperada.
la apariencia. Todo esto lleva a que los pacientes sientan
Por otra parte, no debemos olvidar que la una angustia mayor, dado que no creen nece­
apariencia física es nuestra tarjeta de visita y sario comunicarse si unos y otros no le dicen
que va a influir o a contaminar, ya sea de ma­ la verdad.
nera positiva o negativa, la relación ulterior. Finalmente, habría que volver a recordar
Debemos tener presente en nuestro traba­ la importancia de la congruencia o incon­
jo cómo vamos vestidos, y esto tanto respecto gruencia entre el mensaje verbal y el no ver­
a las batas que llevamos, su transparencia, su bal por parte del profesional de la salud; en
limpieza, su presentación, etc., como también este punto hay un problema particularmente
a la ropa que vestimos cuando vamos a traba­ difícil de resolver y que está en relación con
jar, pues no parece lógico ir vestido de fiesta los distintos efectos a que dan lugar diversas
cuando se va a trabajar, ya que se están tras­ combinaciones de efectos verbales y no ver­
tocando los papeles; lo mismo que nadie va bales: así, un mensaje positivo acompañado
con vestido de trabajo a una fiesta. El usuario de una señal no verbal negativa se traduce
puede percibir esto como que lo único que en una impresión de falta de sinceridad. Si
importa en el profesional es su apariencia el mensaje positivo se acompaña de una
(uñas, joyas, maquillaje…), incluso puede cara triste puede producir la impresión de
sentirse molesto si es tocado por unas uñas indiferencia. Sin embargo, esta expresión
largas o unos dedos llenos de joyas. no verbal, unida a un mensaje relativamente
Anime a sus colegas a que le hagan negativo y sumiso, produce la sensación de
observaciones sobre su apariencia física. sinceridad.
Observe, por ejemplo, cuál de sus vestidos Creemos que sería mucho más fácil,
le permite sentirse con más confianza en sí como expondremos más adelante en el capí­
mismo y póngaselo principalmente cuando tulo 5 preguntarle al paciente cómo se siente
quiera afirmarse. Indudablemente que esto y qué espera de nosotros los profesionales o
es muy personal en cada uno y, según las los familiares para sentirse mejor. Si lo que
situaciones, usted debe, con la ayuda de sus me pide puedo dárselo, se lo doy, y si no, le
colegas o amigos —o enemigos— descubrir remitiré a alguien que pueda ayudarle en su
lo que le ayude a expresar lo que es o quiere demanda. Abordar estas situaciones con el
ser. Al menos en este nivel puede llegar a sen­ paciente lo más pronto posible nos evitará
tirse libre y no condicionado por las modas o la ansiedad de estar siempre fingiendo o
el qué dirán. Asimismo, también le permitirá pensando que les engañamos, cuando en el
adoptar una apariencia física de respeto de fondo no es así, pues el paciente nos observa
sí mismo y de los demás durante su trabajo mucho y se da cuenta de que nuestro lenguaje
profesional. verbal y no verbal no se corresponde, no hay
congruencia o autenticidad. Pidámosle ayuda
Señales no verbales de ocultar a él, ya que nos dirá lo que más le conviene.
la verdad
CONCLUSIÓN
Este tema posee un gran interés en el campo
de la salud. Observamos en algunos pacientes A menudo tendemos a valorar más la comu­
los intentos de ocultar la verdad, debido a la nicación verbal que la no verbal. Sin embar­
enfermedad o a otras razones, como el no go, numerosas investigaciones han mostrado
querer angustiar a sus seres queridos. que la comunicación no verbal es más rica y
También los profesionales, debido a las vehicula mensajes incluso más importantes
consignas de los familiares o a que ellos mis­ y sutiles que la comunicación verbal. Ahora
mos no saben cómo abordar la situación lími­ bien, esta es ambigua y necesita ser analizada
te del paciente, optan por comportamientos e interpretada.

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Capítulo | 3 La comunicación no verbal 51

Teniendo en cuenta algunos de los as­ Davis F. La comunicación no verbal. Madrid: Alianza
pectos más elementales aquí señalados, lle­ Editorial; 1998.
Ekman P. ¿Qué dice este gesto? Madrid: RBA Libros;
garemos a mejorar y sentir una comunicación 2004.
más profunda, sincera y cálida con nuestro Fast J. Hablando entre líneas. Barcelona: Kairós; 1980.
interlocutor. Fast J. El lenguaje del cuerpo. Barcelona: Kairós; 1981.
En suma, pues, por una serie de razones, Hall ET. Le langage silencieux. París: Ed. Seuil; 1984.
Pease A. El lenguaje del cuerpo. Barcelona: Paidós
la comunicación no verbal tiene una gran Ibérica; 1997.
importancia en las situaciones de la salud. Poyatos F. La comunicación no verbal. Tres Cantos:
Aunque esta importancia está siendo cada Istmo; 1994.
vez más reconocida, el tópico generalmente Rebel G. El lenguaje del cuerpo. Madrid: Edaf; 2000.
no es tratado con el rigor científico aplicado a Saavedra Miján J. Comunicación no verbal en medicina
de familia. Madrid: Drug Farma; 2002.
la mayoría de los demás temas de la relación
con los pacientes y familiares. Por fortuna,
ya no es necesario que los profesionales de la BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA
salud meramente se fíen de conceptos vagos
como la intuición, la sinceridad o la empatía Boisvert JM. S’affirmer et communiquer. Quebec: Les
edit De l’Homme; 1988.
a la hora de tratar con los sutiles aspectos Boschi Fontcuberta J. Comunicación no verbal del sín­
interpersonales de los cuidados sanitarios. drome depresivo en el anciano. Barcelona: Servicio
La atención a las señales no verbales merece de Información y Publicaciones. Universidad de
un lugar central en el diagnóstico y el con­ Barcelona; 1994.
Bugental DB. Communication in abusive relationships:
sejo, al lado de las más modernas técnicas cognitive constructions of interpersonal power. Am
de computación y tecnológicas. Por consi­ Behavior Sci. 1993;36:288-308.
guiente, el profesional de la salud debería Castañer Balcells M. La comunicación no verbal del
ser capaz de leer las señales emocionales educador físico: construcción de un sistema catego­
del paciente en las expresiones faciales, los rial de observación y de análisis del comportamiento
cinésico. Barcelona: Servicio de Información y Pu­
movimientos corporales, el tono de la voz, la blicaciones. Universidad de Barcelona; 1995.
mirada, etc., y debería igualmente aprender Cayrol A, Barrere P. La programmation neuro-linguis­
a usar estos mismos canales de comunica­ tique. París: Ed. ESF; 1988.
ción no verbal para comunicarse con sus Cooper K. Comunicación no verbal para ejecutivos.
Madrid: Emalsa; 1985.
pacientes. No obstante, con el fin de que sus Durand J. Les formes de la communication. París: Ed.
interpretaciones no sean erróneas, conviene Dunod; 1981.
verificar con el paciente lo que él interpreta Hostie R. Session de sensibilisation aux relations hu­
sobre las comunicaciones no verbales del maines. París: Ed. Epi; 1974.
profesional. Corraze J. Les communications non-verbales. París:
Puf; 1980.
Kaeppelin PH. L’écoute. París: Ed. ESF; 1987.
BIBLIOGRAFÍA ESPECÍFICA Madrid J. Hombre en crisis y relación de ayuda. Madrid:
Asetes; 1986.
Cestero Mancera AM. Estudios de comunicación no Shrout PE, Herman C, Bolger N. The costs and benefits
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

verbal. Madrid: Edinumen; 1998. of practical and emotional support on adjustment:


Cibanal L, Arce MC. La relación enfermera-paciente. a daily diary study of couples experiencing acute
Alicante: Universidad de Alicante; 1991. stress. Personal Relationships. 2006;13:115-34.
Cibanal L, Arce MC. Técnicas de comunicación y Satir V. Psicoterapia familiar conjunta. México D.F: La
relación de ayuda en ciencias de la salud. Madrid: Prensa Médica Mejicana; 1989.
Elsevier; 2010. Woolfson R. El lenguaje corporal de tu hijo: cómo
Cohen D. El lenguaje corporal en las relaciones. Madrid: entender la comunicación no verbal de los niños.
Editorial Hispano Europea; 2001. Barcelona: Paidós Ibérica; 1997.

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Capítulo 4

Consideraciones generales
Luis Cibanal Juan y María del Carmen Arce Sánchez

1. Una información inadecuada. A veces,


Objetivos los profesionales damos por sentado que
• Comprender por qué, con cierta el marco de referencia del paciente es el
frecuencia, los pacientes se sienten mismo que el nuestro y, por consiguien-
incomunicados. te, pensamos que con decirle ciertas
• Tomar conciencia de que no es cosas ya comprenderá y sabrá de qué se
posible la comunicación, si el marco
trata. Esto hace que los pacientes capten
de referencia del profesional y el del
paciente son distintos.
las cosas a medias, o de manera tergiver-
• Tomar conciencia de que no hay sada o distorsionada, lo cual se traduce
posibilidad de comprensión y de más tarde en una falta de colaboración,
comunicación, si el profesional no una falta de adhesión al tratamiento o
utiliza el vocabulario y el mundo en hacer precisamente lo contrario de lo
de referencia del paciente. que tenían que haber hecho. Por tanto,
• Aprender, en la comunicación, verifiquemos, cuando hablamos con el
a centrarnos en el paciente (en sus paciente, que estamos en su onda, tanto
objetivos, ansiedades, dudas, etc.). en las palabras como en los sentimien-
tos: comuniquemos palabras que entren
dentro de su código de lenguaje, y sobre
Contenidos todo:
• Falta de colaboración.
• Algunos objetivos que se deben tener
en cuenta en la comunicación. Verifiquemos mediante un feedback si el
paciente ha captado lo que le hemos dicho
o hemos querido decir tal cual nosotros lo
FALTA DE COLABORACIÓN deseamos.

La incomunicación
 e lo contrario, se producirá en el pa-
D
Muchos de nuestros pacientes se sienten in- ciente:
comunicados, ya que las palabras que noso- a. Insatisfacción, ya que él no se siente
tros usamos no son las que corresponden a su comprendido. Aún más, ve que no
comprensión o vocabulario; aún más, en mu- tiene la posibilidad de poder pedir
chísimas ocasiones no dejamos que expresen explicaciones, pues los profesio-
con sus palabras lo que ellos viven respecto nales se las van a dar de la misma
a sus sentimientos en el ámbito personal, manera, es decir, con un lenguaje no
familiar o social. Esto da como resultado: adecuado al suyo. Esto va a hacer
© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 55

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56 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

que su insatisfacción, sus dudas y sus esté por parte del que emite y de quien la
miedos aumenten, ya que no sabe si recibe; de aquí que a la hora de comunicar-
lo que hace es lo mejor que debería nos tengamos bien presente qué es lo que
hacer, lo cual se puede traducir en: queremos comunicar y cómo lo vamos a
– Falta de conformidad con el trata­ transmitir para obtener el resultado desea-
miento. Como acabamos de señalar, do. Señalamos, entre otros, los objetivos
esta inconformidad no es debida a siguientes:
mala voluntad o falta de coopera-
ción, sino que lo que falla muchas 1. Informar, teniendo en cuenta emplear
veces es la comprensión de lo que las palabras adecuadas a la comprensión
le decimos y nuestra persuasión del paciente.
y convencimiento mediante las 2. Influir emocionalmente. Debemos
palabras que empleamos de que el comunicar al paciente confianza, sereni-
tratamiento que le proponemos es dad, bienestar, etc., ya que, debido a su
lo que nos aplicaríamos a nosotros enfermedad y a la ansiedad que esta le
o a nuestros seres queridos, a fin de produce, sus defensas disminuyen, con
que el paciente sienta la necesidad el consiguiente riesgo de que empeore
de llevar a cabo en su provecho lo su estado.
que el profesional de la salud le ha 3. Influir racionalmente. Anteriormente
indicado. Finalmente todo esto da hemos señalado que muchos de nuestros
como resultado: problemas están originados por nuestras
○ Una baja calidad de los resulta­ ideas irracionales, es decir, por lo que
dos que se habían propuesto los pensamos o imaginamos respecto a una
profesionales. Indudablemente, situación, en este caso la enfermedad.
el paciente no puede colaborar Aquí pretendemos que con nuestras ra-
en algo en lo que no se siente zones o explicaciones el paciente com-
agente ni responsable. Por otra prenda y, comprendiendo, colabore y
parte, con lo que acabamos de deje de estar angustiado.
señalar estamos favoreciendo el 4. Ayudar al paciente a que colabore en
rol de «paciente», es decir, de una acción concreta y no por la fuerza,
dependencia de nosotros, de no como a veces sucede. En la medida en
responsabilizarse de que es él el que expliquemos al paciente lo que pre-
principal artífice de su mejora. tendemos y este capte y comprenda que
lo que le proponemos es lo mejor para
él, veremos que hay una mayor colabo-
ALGUNOS OBJETIVOS ración por su parte, la cual le permitirá
QUE SE DEBEN TENER EN CUENTA sentirse mejor. Por consiguiente, el
EN LA COMUNICACIÓN profesional podrá confiar más en el pa-
ciente, lo que aumentará su autoestima,
Quien emite un mensaje, es decir, quien e incluso podrá conseguir economizar
comunica algo, siempre tiene una finalidad. tiempo y dinero.
Esta finalidad está clara para el emisor, pero 5. Persuadir al paciente sobre el tratamien-
no para el receptor. Por ejemplo, si el pa- to o la colaboración en este, etc. Sabemos
ciente dice: «Estoy cansado», el paciente que cuanto más cálida y asertiva sea la
tiene claro lo que con esto quiere expre- relación por nuestra parte, menos angus-
sarle al profesional, pero el profesional no tiado se sentirá el paciente y más cola-
sabe exactamente qué es lo que espera el borará, pues suponemos que su principal
paciente de él. Por tanto, para no interpre- deseo es la recuperación.
tar, es necesario saber cuál es la finalidad 6. Clarificar si vamos a tener una «en-
del paciente al decir que está cansado. Esta trevista» o a «entretener» al paciente.
se conseguirá tanto más cuanto más clara El paciente debe tener claro si, cuando

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Capítulo | 4 Consideraciones generales 57

estamos con él, lo hacemos por pasar a que preste más atención en uno u otro
el tiempo o si nuestro encuentro tiene caso.
otra finalidad, como informar, orientar,
ayudarle a enfrentarse y a solucionar De todo esto vamos a intentar hablar en esta
sus problemas, etc. Esto le ayudará sección.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

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Capítulo 5

Esquema de la comunicación
Luis Cibanal Juan y María del Carmen Arce Sánchez

Este proceso de selección se llama «pues-


Objetivos ta en clave» (el paciente escoge un «código»)
• Saber (cuando se es emisor) emitir (fig. 5-2).
de manera clara el mensaje, para que Cuando el profesional recibe el mensaje
el receptor no tenga que interpretar o en clave, este debe pasar por un proceso para
adivinar lo que quiere decir el emisor. descifrarlo y poder así entender el significado
• Saber (cuando se es receptor) qué es en términos de lo que pasa dentro del pacien-
escuchar y comprender las actitudes
te (fig. 5-3).
concretas que indican al emisor que
le estamos escuchando.
Si el profesional descifra con precisión
comprenderá que el paciente está ansioso.
Pero si descifra de otra manera y piensa que
el mensaje significa que el paciente quiere
llamar la atención para que así le atiendan
Contenidos
antes, estará interpretando mal el mensaje; el
• Emisor, mensaje y receptor. proceso de comunicación (fig. 5-4) se ha roto.
• Cómo debe emitir el mensaje el emisor. Esto es lo que con frecuencia está equivo-
• Algunas consideraciones respecto
al emisor.
cado en el proceso de comunicación entre dos
• Cómo debe recibir el mensaje personas. Hay un malentendido del mensaje
el receptor. del «emisor» por parte del «receptor», el cual ni
siquiera se percata de la existencia de su error.
Veamos una situación. Una mujer llega a la
consulta y le dice al profesional: «Estoy casada
Cuando un paciente decide comunicarse con con un hombre bueno, pero nunca sé cuáles son
el profesional es porque «necesita» hacerlo. sus sentimientos, pues nunca los expresa; tengo
Siempre es debido a que algo ocurre en su la impresión de estar casada con un robot». El
interior. Quiere algo, se siente molesto, ne- marido, al escuchar estas palabras, se queda
cesita alguna cosa, está deprimido por alguna inmóvil y mudo; la mujer, enfadada, se vuelve
razón (podemos decir que el organismo del hacia el profesional y le dice: «¿Ve usted? Pues
paciente se encuentra en una especie de «de- eso es lo que ocurre siempre. Se sienta y no
sequilibrio»). Digamos, por ejemplo, que el dice nada, es como vivir con un mueble».
paciente tiene ansiedad (fig. 5-1). Profesional (dirigiéndose a la mujer):
Para librarse de la ansiedad (estado de «Por lo que veo, usted se siente sola y le
desequilibrio), el paciente se convierte en gustaría que su marido tuviera con usted
un «transmisor» que comunica algo que po- un contacto más emocional e intenso». Ella
dría traerle la tranquilidad. Para comunicar asiente; el profesional intenta mostrarle cómo
a alguien ese estado de necesidad interno, su frases como la que le había dicho al marido
ansiedad, debe elegir una «señal» que crea que («es como vivir con un mueble») no con-
represente: «tengo ansiedad» para otra persona. seguirán motivarle, pues la entenderá más
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60 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

EMISOR, MENSAJE Y RECEPTOR


Véase el esquema de la comunicación
(v. fig. 5-4).

FIGURA 5-1  Proceso de manifestar una necesidad CÓMO DEBE EMITIR EL MENSAJE
interna. EL EMISOR
Pongamos un ejemplo. Imaginemos que nos
llega una paciente, a la que llamaremos Judit,
y nos dice: «Luis, este mundo es un absurdo,
nada merece la pena» (fig. 5-5).
Ante un mensaje como este, en sí nada
claro, ¿qué puede pensar el receptor? A me­
FIGURA 5-2  Proceso de puesta en clave. nudo lo que solemos hacer es interpretar, y
así podríamos hacer las interpretaciones de
como una crítica que como una invitación a la figura 5-6.
conectar con los sentimientos. El emisor es el comunicante, la persona
Vamos a ver ahora cada una de estas que desea transmitir un mensaje a un inter-
partes del proceso de la comunicación. locutor.

FIGURA 5-3  Proceso para descifrar el mensaje.

FIGURA 5-4  El esquema de la comunicación.

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Capítulo | 5 Esquema de la comunicación 61

FIGURA 5-5  Proceso de comunicación insuficiente.

FIGURA 5-6  Proceso de comunicación que se presta a interpretación.

El emisor, al emitir su mensaje, debe te- no emita lo que quiere difundir sino a
ner en cuenta ciertos aspectos que son muy veces manifieste el mensaje con inter-
importantes si realmente quiere ser compren- pretaciones, proyecciones…) o semántica
dido por el receptor, sin ser interpretado, sin (p. ej., usando palabras que el receptor no
ambigüedad y tergiversaciones: conoce, o dándole un significado distinto
del que puede entender el receptor…).
1. Canal. Es la vía comunicativa que escoge el
emisor para realizar la codificación. Los dos Podemos decir:
canales principales son: el acústico (pala-
bras, sonidos, ruidos, suspiros…) y el visual Y esto se da porque se expresa, o bien solo
(escritura, gráficos, expresión corporal, se- el contenido del mensaje, es decir, lo que
ñales…). Pueden utilizarse varios canales ha ocurrido, o bien solo el sentimiento de lo
simultáneamente; si son auténticos, no debe que le está pasando pero sin describir lo que
haber incongruencias entre los dos y en este le ha pasado, o bien solicita una demanda
caso aumentan su poder significativo. sobre algo, sin expresar claramente qué
2. Código o clave. Es la formulación con- es lo que espera del profesional o emisor.
creta resultante del proceso de codifica-
ción, que consta de un conjunto de signos
accesibles al receptor. El problema del
código o clave es que el receptor (pro- Todo emisor que emita un mensaje verbal
fesional) interprete lo que quiere decir que se preste a interpretación (pues todo
mensaje no verbal se presta a ella) está rea­
el emisor (paciente), y si no lo verifica
lizando una mala comunicación.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

con el emisor, puede entender un mensaje


distinto al que quería el emisor.
3. Ruidos. Es también importante estar aten- Otro ejemplo, una persona que llega a
tos a lo que en la comunicación llamamos casa y dice la situación que ha vivido o con-
ruidos, pues estos pueden distorsionar el tenido, por ejemplo:
mensaje. Entendemos por ruidos todo lo
que puede dificultar la comprensión co- «He trabajado mucho» (describe un conte­
rrecta del mensaje por parte del receptor, nido, o situación de lo que le ha ocurrido).
ya sea de naturaleza física (p. ej., vocali-
zación deficiente, baja pronunciación, rui- y espera a que los demás adivinen que es-
dos que hay en el entorno…), psicológica tá cansado y no quiere hacer nada; o sim-
(p. ej., el cansancio, las preocupaciones, plemente que quiere decir que ha trabajado
las inquietudes..., que hacen que el emisor mucho y espera que el receptor lo valore, pero

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62 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

FIGURA 5-7  Proceso de comunicación del emisor.

en realidad el receptor no sabe por qué lo dice Vamos a ver cada uno de estos apartados
e interpreta lo que cree sobre este mensaje. con un ejemplo. Seguimos con el ejemplo de
O bien expresa solo sentimiento. Por Judit y, para no interpretar, le ayudamos a
ejemplo: que nos clarifique el contenido, el sentimien-
to y la demanda (fig. 5-7).
Por tanto, un buen emisor debe:
«¡Uf! ¡Qué cansado estoy!»
Contenido
También esto se presta a interpretación,
pues no sé lo que espera de mí como receptor Expresar claramente el contenido
al decirme que se siente cansado. (o situación que está viviendo
Lógicamente, esto quedaría claro si mani- o ha acontecido)
festase su demanda, es decir, lo que espera de mí El emisor debe ser claro, concreto y especí-
al decirme que ha trabajado mucho (contenido), fico en el contenido que quiere expresar. Por
que se siente cansado (sentimiento) y qué ejemplo, en el caso de Judit, el contenido
me pide (demanda), que es, precisamente, que nos permite comprender un poco más
que le deje unos momentos para descansar. lo que le está pasando podía ser el siguiente:
Por tanto, un buen emisor debe expresar:
1. Claramente un contenido, es decir, lo que «Luis, no tengo amigos.»
le ha pasado o está pasando.
2. Claramente un sentimiento: lo que siente Lógicamente, esto me permite com-
ante lo que le ha pasado o vivido. prender un poco más el mensaje de Judit,
3. Claramente una demanda o petición de lo pero aun así este mensaje se presta a ciertas
que desea o espera del receptor al decirle interpretaciones, con lo cual sigue siendo
el contenido y el sentimiento. una mala comunicación, pues no sé qué es
4. Debe tener en cuenta la forma de decirlo, lo que me quiere indicar al decirme que no
es decir, la relación. tiene amigos. En términos de comunicación
Recordemos que estos cuatro puntos son decimos que el emisor debe:
sumamente importantes para que la co- 1. Codificar. Es el proceso mental del emi-
municación sea clara por parte del emisor sor a través del cual traduce el mensaje a
y así el receptor no tenga que interpretar o unos signos capaces de ser reconocidos
adivinar. Por otra parte, nos facilitará mu- por el receptor.
cho la comunicación en situaciones difíciles
pues el emisor (paciente) nos dirá lo que es- Sentimiento
pera del profesional, y el profesional, siendo
auténtico, si está en su mano se lo concederá, Expresar claramente el sentimiento
y si no le dirá que lo siente mucho pero que No basta con expresar el contenido, pues
no puede acceder a lo que le pide, etc. no solo comunicamos contenidos, es decir,

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Capítulo | 5 Esquema de la comunicación 63

­hechos, acontecimientos, ideas o pensamien- pero debemos hacerlo de tal forma que el
tos, sino que es necesario comunicar también paciente no se sienta culpable de nuestras
el sentimiento, lo que se siente respecto a lo reacciones y, por supuesto, no debemos caer
que se está diciendo. en la tentación de darle consejos o quitar
importancia a lo que siente, o de juzgarle
El sentimiento manifiesta al receptor la por tener tales sentimientos..., pues esto po-
importancia, el peso y la gravedad del pro­ dría darle la sensación de ridículo por sentir
blema o lo que le está comunicando. lo que siente y, sobre todo, de no sentirse
comprendido, lo cual le llevaría a deplorar el
Si seguimos con el ejemplo de Judit, el haber mostrado sus sentimientos ante noso-
sentimiento nos permite comprender cómo tros. En muchos casos basta con reconocer
vive Judit el no tener amigos, y así, nos dice: lo que el otro nos dice y mostrárselo (con
un feedback y una empatía como después
«Me siento triste.» veremos) diciéndole, por ejemplo: «Me dices
que te sientes deprimido…».
Pues si no manifiesta el sentimiento y nos Por otra parte, dado que le cuesta expre-
quedamos solo con el contenido, podemos sar sus sentimientos, es necesario mostrarle
pensar o interpretar: «Qué suerte tiene Judit que los aceptamos sin juzgarle, culpabili-
al no tener amigos que le molesten o con los zarle, etc.
que continuamente tiene que contar». Al in- Otra situación se produce cuando el
terpretarla así no estaríamos comprendiendo paciente (interlocutor) solo nos manifiesta
por qué realmente nos dice esto Judit. (verbalmente) el contenido (lo que le ha pa-
sado) y no lo que siente ante esto, pero en su
entonación deducimos un cierto sentimiento.
Por tanto, el sentimiento es lo que hace que
Por ejemplo, si el paciente nos parece que
un contenido tenga uno u otro significado
para la persona. está triste o deprimido, le podemos decir:

Recordemos que los contenidos son neu- «Yo no sé por qué, pero me da la sensación
tros: una misma realidad varía según cómo de que hoy estás triste.»
la sienta el emisor.
Dado que, desde nuestro punto de vista, Esta manera de reflejárselo permite ve-
los sentimientos son la piedra angular de la rificar si hemos captado bien su estado de
comunicación, creemos importante señalar ánimo y, en caso contrario, damos la opción
algunos puntos a este respecto: de que el paciente lo rectifique y clarifique.
Las frases como:
1. Respetar el sentimiento del otro. A me-
nudo, cuando alguien nos dice que es-
tá muy triste por algo, solemos restarle «Me parece…», «tengo la impresión…»,
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importancia o decirle: «No te preocupes, «me pregunto si…»


no es para tanto». Pensemos un momento
y pongámonos en el puesto del otro. son menos amenazantes para el paciente y le
ayudan a explicarse con más claridad.
¿Cómo me sentiría yo si ante un aconte­ No olvidemos que los sentimientos son
cimiento penoso y que me hiciera sen­ una parte muy importante en la comunica-
tirme triste, mi interlocutor me dijera: ción, pues indican la gravedad del problema,
«¡No te preocupes, no es para tanto, real­ ya que lo importante no es el problema como
mente te ahogas en un vaso de agua!». tal, sino cómo lo está viviendo el paciente.
Aceptar los sentimientos del otro no
Aceptar los sentimientos del paciente sig- significa que haya que olvidarse de los
nifica mostrarle que tenemos conciencia de propios. Al contrario, el hecho de expresár-
ellos y que los respetamos y comprendemos, selos al paciente (según el momento y las

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64 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

circunstancias) le puede ayudar a expresarse valor—. Si no es posible hacerlo con el


sin miedo a ser juzgado o ridiculizado. interlocutor, porque no lo vemos con-
A menudo obramos por imitación y, en veniente o no es prudente, hagámoslo
una relación, cuanto más exprese una persona cuando estemos solos, bien sea escri-
sus sentimientos con confianza, más lo hará biendo, gritando, rompiendo cosas que no
también el otro y le ayudará a sentirse seguro. sirven o golpeando contra un cojín, pero
Es evidente que aceptar los sentimien- saquémoslo, para que no se convierta
tos del otro no significa que nosotros ten- o traduzca dentro de nuestro cuerpo en
gamos los mismos sentimientos que él. síntomas o enfermedades, etc.
Debemos conservar nuestros sentimientos e
Como conclusión de este punto, todos sabe-
incluso expresarlos, indicándole a nuestro in-
mos que un mismo mensaje varía según cómo
terlocutor que nosotros aceptamos los suyos
lo viva cada uno. Por ejemplo, «un paciente
y que no nos sentimos heridos, amenazados
que no tiene visitas», para uno es motivo de
o molestos por eso.
relajación, pues puede estar tranquilo, para
1. Ayudarle a que exprese sus sentimientos. otro de desesperación, porque se siente aban-
donado, aburrido, piensa que nadie le quiere,
Recordemos que cuando no podemos ex­ etc. Por tanto, el sentimiento dará al receptor
presar nuestros sentimientos con palabras, la importancia y la gravedad del problema
los solemos expresar con síntomas. tal como lo vive el emisor, no como lo vea
o perciba el receptor. Permitamos que cada
uno tenga sus propios sentimientos. Si mi
1. Ya Freud nos decía: «El síntoma es el
interlocutor me tiene que decir lo que tengo
lenguaje que no ha podido ser escucha-
que sentir y cómo lo tengo que sentir, ¿dónde
do» (Freud, 1972). Y otro autor más
quedaría mi subjetividad en este caso?
contemporáneo nos decía: «Lo que no
Nuestros sentimientos son el resultado
podemos decir o gritar con las palabras
de cómo elegimos tomarnos lo que dicen y
lo diremos con enfermedades» (Salomé,
hacen los demás, y también de nuestras ne-
1986). Por tanto, podemos afirmar que
cesidades y expectativas particulares en ese
la enfermedad es una forma patológica
momento. Reconocer nuestros sentimientos
de comunicar. Como muestra, ahí están
nos lleva a aceptar la responsabilidad de lo
todas las enfermedades psicosomáticas y
que hacemos para generar nuestros propios
muchísimas de las psicopatológicas. El
sentimientos.
lenguaje del silencio de los sentimientos
al que estamos sometidos o al que nos so-
metemos de manera consciente o incons- Las necesidades que están en la raíz
ciente es tan violento que se traducirá en de nuestros sentimientos
síntomas, ya sean en nosotros mismos o
en los otros. Todos los juicios, críticas y diagnósticos que
2. Olvidar los sentimientos de rencor. La emitimos, así como las interpretaciones
palabra «rencor» tiene su etimología en que hacemos de los demás, son expresiones
una palabra latina (rancor) que significa de nuestras necesidades. Si alguien nos dice:
rancio. Y es que el rencor es algo que se «Tú no me comprendes», lo que está dicién-
vuelve rancio dentro de nosotros, a fuer- donos en realidad es que su necesidad de
za de mantenerlo y guardarlo. Esto nos ser comprendido no está satisfecha. Cuando
produce malestar, insatisfacción y suele un paciente te dice: «Realmente pasáis de
envenenar nuestras relaciones, e incluso los pacientes», esto puede provocar en el
llegar a psicosomatizarse. Por tanto, en profesional que se ponga a la defensiva y
el momento que creamos más adecuado, se justifique, cuando en el fondo lo que le
saquemos lo que sentimos —de manera está diciendo en realidad al profesional es:
que no hiera a personas, animales o a «Me siento angustiado, necesito que me es-
nosotros mismos, ni rompiendo cosas de cuchéis»; es decir, necesita que se ocupen

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Capítulo | 5 Esquema de la comunicación 65

de él. Si lo manifestara de esta forma, no expresiones de nuestras propias necesidades


provocaría rechazo, agresividad, etc. y valores. Cuando los demás perciben una
Siempre que manifestamos nuestras crítica, acostumbran a centrar su energía en
necesidades de una manera indirecta y nos la autodefensa o el contraataque. Cuanto más
valemos de evaluaciones, justificaciones, directa sea la conexión entre nuestros senti-
interpretaciones, etc., lo más probable es mientos y nuestras necesidades, más fácil
que los demás perciban críticas en nuestras será para los demás comprendernos y res-
palabras y que, por lo tanto, se defiendan ponder de un modo compasivo. Cuando per-
o contraataquen. Cuanto más directamente demos contacto con nuestros sentimientos,
conectemos nuestros sentimientos con nues- perdemos a la vez el contacto con nuestras
tras necesidades, más fácil será que los de- cualidades más humanas, más personales,
más respondan a ellas de forma compasiva. más íntimas.
Tomemos conciencia de cuáles son nuestras Cuando a una persona se le ayuda a ex-
necesidades y cómo nos sentimos cuando no presar los sentimientos, a reconocerlos y, a
son satisfechas, y manifestemos nuestra ne- través del diálogo, a identificarlos ponién-
cesidad y sentimiento a nuestro interlocutor. doles nombre, clarificando los significados
Por ejemplo, en una situación en la que ves que evocan, es posible que se reduzca su
que tu compañero se toma el trabajo muy confusión y su malestar mental. Esta forma
tranquilamente, en vez de decirle: «Eres un de clarificación emocional puede permitir
egoísta, no piensas en los demás» (lo cual aumentar el control sobre la propia vida,
puede provocar que el otro se sienta molesto apropiarse de la realidad y tomar una posi-
y pase al ataque), exprésale tu sentimiento y ción personal ante sus problemas. Una sana
tu necesidad, por ejemplo: «Me siento muy maduración personal no pasa por eliminar
ansioso porque no llego a poder realizar mi los sentimientos angustiosos, sino por apren-
trabajo, te pido si me puedes ayudar», es- der a detectarlos y tratarlos adecuadamente
to provocará en el otro comprensión y no (Bermejo, 2012).
agresividad. Si nos paramos y observamos, Esta última parte de sentimientos y ne-
la mayor parte de las veces, y esto tanto a cesidades nos lleva a clarificar más nuestra
nivel de paciente como de profesional, o comunicación expresando claramente la
entre compañeros o entre las parejas, en vez demanda.
de manifestar el sentimiento y la necesidad
que tienen en ese momento, lo que se hace
es atacar, criticar o reprochar al otro. Por Demanda
ejemplo, la mujer que le dice al marido: «Tu Expresar claramente la demanda,
trabajo es más importante que yo», en vez de
es decir, lo que yo quiero o espero
decirle: «Me siento triste porque no estás más
afectuoso conmigo». Cuando las personas de mi interlocutor (bien sea paciente
manifiestan claramente lo que necesitan, en o profesional) al comunicarle el
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lugar de echarse mutuamente las culpas de contenido y/o el sentimiento


sus problemas, aumenta enormemente la Cuando uno emite algún mensaje o comunica
posibilidad de que se satisfagan sus nece- algo a otro siempre, de manera implícita o
sidades. explícita, quiere o desea algo, es decir, hay
En cierta ocasión manifestaba una pa- una demanda por su parte. Cuando esta de-
ciente: «Acabo de darme cuenta de que me manda no aparece por parte del emisor, hay
he pasado 24 años enfadada con mi marido el peligro de que el receptor tenga que «ju-
porque no satisfacía mis necesidades, es- gar» a descifrar, interpretar o adivinar lo que
peraba que las adivinara, y ahora veo que necesita o quiere el emisor. Esto es a veces
era porque no se las había manifestado cla- motivo de insatisfacción o malestar, porque
ramente una sola vez». el receptor se puede equivocar o no adivinar
Los juicios, críticas, diagnósticos e inter- lo que quiere decirle el emisor en la descodi-
pretaciones que hacemos de los demás son ficación o interpretación del mensaje que le

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66 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

acaba de transmitir. Así, el emisor (paciente) situaciones embarazosas en las que no sabe-
puede sentir que no se le ha comprendido y, mos qué decir. En adelante, las situaciones
por tanto, sentirse herido, cuando el problema difíciles no se darán, pues es el emisor el que
está en que no ha dicho exactamente qué es me dirá lo que espera de mí, y yo le diré si
lo que pide o desea del receptor (profesional) puedo o no satisfacer su demanda, pero no
al comunicarle su mensaje. me quedará la duda de decirle: ¿qué le digo
Volvamos al ejemplo de Judit. Esta nos o qué espera de mí al decirme eso?
ha dicho el contenido: El problema que presenta el emisor es
que con mucha frecuencia ni siquiera sabe
muy bien lo que quiere. Habla y habla sin
«No tengo amigos.» prestar demasiada atención al curso del
diálogo y, sobre todo, sin expresar de forma
Nos ha dicho el sentimiento: concreta lo que necesita, y claro, ante esto,
si el receptor o profesional no recurre al
«Me siento triste.» feedback diciéndole lo que ha captado y le
ayuda a que sea concreto en su demanda,
Si nos quedáramos aquí, sería una mala pues se da el problema de la interpretación
comunicación, pues cabría la interpretación o adivinar, y como no adivine o interprete
por parte del receptor. Por ejemplo, el recep- bien, tiende el emisor (paciente) a decirle al
tor puede interpretar: «Quiere que la consue- receptor (profesional) que no le comprende.
le»; o bien pensar que es una exagerada, etc. Siempre que el paciente o emisor se di-
Sin embargo, si Judit completa su mensaje rija al profesional o receptor sin saber o sin
diciéndonos: expresarle con claridad lo que queremos de
él, lo más probable es que se produzcan dis-
cusiones que no conducen a nada.
«Te pido que me escuches.» Es muy frecuente que las entrevistas o
conversaciones se prolonguen indefinida-
ya no hay nada que interpretar, sino sim- mente sin satisfacer sus necesidades por el
plemente responder a su demanda. Ahora simple hecho de que el emisor no ha plan-
bien, al responder a su demanda caben varias teado de manera concreta lo que espera del
propuestas: otro, o incluso a veces no sabe muy bien lo
que quiere.
1. Que yo pueda escucharla y la escucho.
Resumiendo:
2. Que no pueda escucharla —por las razo-
nes que sean— y le diga que no puedo,
pero que buscaré a otra persona que la 1. El profesional debe ayudar al paciente
escuche. a evitar las frases vagas, abstractas o
3. Que no puedo y no sé quién puede es- ambiguas, y a que emplee un lenguaje
cucharla. de acción positiva para que le haga saber
4. Que ahora no puedo escucharla, pero sí qué quiere de él.
más tarde. 2. El paciente, cuanto más claramente
manifieste qué espera exactamente del
En cualquiera de estos casos, sí que quedará profesional, más probable será que lo
claro por parte del emisor lo que pide y por consiga. Como a veces el paciente cree
parte del receptor si puede o no satisfacer explicarse bien y no siempre es así, con
su demanda. En todo caso, ya no habrá la el fin de no interpretarle y que se equi-
duda de qué le digo (en tanto que recep- voque, un feedback por parte del pro-
tor) o cómo se lo digo, o de salirme por la fesional permitirá al paciente clarificar
tangente, pues está claro lo que el emisor y concretar su demanda o petición. De
espera de mí. esta manera estará clara la petición del
Creemos que si tenemos bien claro todo paciente y la respuesta que espera recibir
esto que acabamos de señalar evitaremos esas del profesional.

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Capítulo | 5 Esquema de la comunicación 67

Relación 1. No valgo.
2. Soy tonto.
Al comunicar con el paciente o con nues- 3. Me creo superior al interlocutor y, por
tro interlocutor debemos tener en cuenta tanto, no va a comprender lo que le diga.
no solo lo que decimos, sino también cómo 4. No merece la pena lo que voy a decir…,
lo decimos. Con cierta frecuencia nuestro tengo miedo o temo que los otros se rían
interlocutor nos comenta: «Lo que me estás de mí, o de no hacerlo bien. Me creo tan
diciendo lo acepto porque llevas “más razón perfecto que si lo que digo no está muy
que un santo”, pero lo que me molesta mu- bien, no hablo.
chísimo es la manera de decírmelo». Es decir, 5. Me creo inseguro o tímido —bueno, me
en todo momento, cuando decimos algo a comporto como tal— y así yo no hablo
alguien, debemos tomar conciencia de cómo y los demás no lo notan. Forma sutil y
se lo estamos diciendo. ¿Me gustaría a mí que orgullosa de aprovecharme de lo que
me hablaran con el tono con el que me están dicen los demás sin yo mojarme.
diciendo las cosas?
Siempre nos comprenderán mejor si habla-
mos y damos alguna clave o mensaje que si
ALGUNAS CONSIDERACIONES no damos ninguna. De esta manera no cabe
RESPECTO AL EMISOR decir: «A mí nadie me comprende…». Si el
Debo fijarme en cómo me comunico cuan- otro no te comprende, es que tú te explicas
do soy emisor —¿soy claro, concreto y es- de forma inadecuada para él. Busca palabras,
pecífico en el contenido, el sentimiento y fórmulas que le lleguen para que te pueda
la demanda?—, ya que de esta manera no comprender. A menudo, es mejor afrontar
me lamentaré de que no me comprendan. la situación, por dura que sea, que huir o dar
Sucede que a veces las personas no nos com- largas. A veces hacemos esto por:
prenden porque somos ambiguos, vamos con 1. Temor al rechazo —en el fondo, es la idea
demasiadas interpretaciones o proyecciones errónea de que todos tienen que aceptar
de nuestro ser sobre los demás, lo cual hace lo que digo—. Y así, ante el temor de lo
que estos tengan un comportamiento o una que pueda decir o pensar el otro, no digo
comunicación distante, o simplemente que nada.
rehúsen nuestra comunicación. Ante esto, 2. Pretendemos que los demás nos adivinen
con frecuencia pensamos que la culpa está y, si no adivinan lo que queremos o pen-
en el otro, que no me entiende ni comprende, samos, nos enfadamos.
cuando es nuestra manera de comunicar la
que produce en el otro esa reacción. Soy yo Si tenemos todo esto claro, también ayuda-
el que no me comunico de forma clara y lo remos a que el paciente se comunique con
culpabilizo diciéndole que no me compren- claridad y no esté esperando a que nosotros
de: no me responsabilizo de lo que digo y vayamos adivinando o usemos comporta-
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cómo lo digo, y después me quejo y le echo mientos no verbales (lloros, quejas, etc.) para
la culpa al otro. decir lo que muy bien puede decir de manera
Debo expresarme en términos concre­ clara y precisa:
tos y claros, de manera que mi interlocutor
1. No me comunico o me comunico mal y
—en este caso el paciente—, sin que sea
encima me enfado.
un genio, un adivino o un profeta, pueda
2. Escoger un canal contaminado para el
comprenderme.
otro. Por ejemplo, no le gusta que le ha-
Exponemos algunas reflexiones persona-
bles de tal cosa o situación, y no paras de
les a este respecto:
hacerlo…
1. No juguemos a comunicarnos mal. A Todos sabemos que tenemos zonas deficien-
veces nos comunicamos mal porque nuestra tes y que nos molesta hablar o que nos hablen
autoestima está muy baja, y así, pienso que yo: de estas.

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68 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

Por otra parte, debo expresar claramente


Por ejemplo, si le cuesta comunicar el afec­ lo que quiero comunicar pues, si cuando me
to, tendrá que aceptar otras alternativas, dan lo que necesito pongo cara de lo con-
pues de lo contrario es como hablarle a una trario, ¿cómo el otro va a saber mi necesi-
persona en el oído sordo; o bien escoger la
dad ante comportamientos tan ambiguos?
zona débil contaminada del otro, lo cual
va a producir reacciones que me pueden
Si tenemos una necesidad, manifestémos-
sorprender. la, reconozcámosla, aceptémosla, y si no lo
O no le gusta que le grites y lo haces; hacemos, preguntémonos a qué se debe. Tal
que le hables con agresividad e insistes. vez sea que nuestra afectividad o autoestima
Que le hables de un hecho pasado que no no están muy claras, y así las manifestamos
quiere recordar y continuamente se lo estás en forma de erizo.
recordando…

Las peticiones frente a las exigencias


3. En otras ocasiones me comunico par-
tiendo de una necesidad pero no la ex- Muchas veces las peticiones se interpretan
pongo —a veces aguantamos con una como exigencias cuando quienes las reciben
cierta paciencia y luego explotamos–; temen ser objeto de recriminaciones o cas-
no aguantes, di las cosas, ya que de esta tigos si no se avienen a satisfacerlas. Recor-
manera no se irá minando y deteriorando demos que cuanto más censurada, maltratada
la situación. o culpable se haya sentido una persona, más
4. No dices las cosas o no comunicas tal ne- probable será que traslade esta carga a sus
cesidad y después te sientes víctima y te relaciones futuras y perciba exigencias allí
lamentas. Comunícate y clarifica cuanto donde solo hay peticiones.
antes la situación. No esperes a que te Analicemos dos variantes de una situa-
vengan a buscar, o a que te insinúen. No ción. La paciente Ana le dice a la enfermera:
busques lástimas ni compasiones ya que «Me siento muy angustiada y me gustaría que
esto, aparte de no ser una buena comuni- se quedara un ratito conmigo». ¿Se trata de
cación, no favorece el crecimiento de la una petición o de una exigencia? La respues-
persona. ta no la sabremos hasta que veamos cómo
trata Ana a la enfermera si esta no se aviene a
2. ¿Cómo aprendo a comunicarme? Sen­ sus deseos. Supongamos que la enfermera le
cillamente, como todo aprendizaje, perdiendo responde: «Mira, Ana, estoy muy ocupada.
el miedo a equivocarme, a que me interpreten ¿Por qué no habla con alguien de su fami-
mal o a que tergiversen mi mensaje. lia?». Si Ana le replica: «Ya sabía yo que los
Comuniquémonos desde nuestra tota- pacientes os importamos un rábano», queda-
lidad en la que haya congruencia, es decir, rá claro que se trataba de una exigencia, en
hagámoslo desde la mente o el pensamiento, lugar de ponerse en el lugar de la enfermera
la razón, las emociones, los sentimientos y y reconocer que puede estar ocupada; la está
los comportamientos o acciones; que estas censurando. Siempre que estamos dispues-
tres zonas estén en común congruencia, pues tos a comprender de forma empática a una
de lo contrario los otros no podrán más que persona cuando no accede a nuestros deseos,
sentirse confusos, ya que decimos una cosa y le hemos formulado una petición, y no una
sentimos otra; decimos una cosa y actuamos exigencia. Expresar una auténtica petición
de manera distinta. también requiere que tengamos conciencia
Comprendamos que si el otro no me en- de cuál es nuestro objetivo y comprobar si
tiende soy yo quien tiene el problema, me co- es ayudar al otro o salirnos con la nuestra.
munico mal, escojo un canal no adecuado para Nuestra relación, como veremos posterior-
él. Por tanto, en vez de decir: «¿Me compren- mente, consiste en establecer una relación
des?», digámosle más bien: «¿Me explico de basada en la sinceridad-autenticidad y en
forma clara para ti?». la empatía.

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Capítulo | 5 Esquema de la comunicación 69

3. Errores que a veces cometemos al uti-


lizar la clave del mensaje
1. Generalizaciones. Es un proceso median-
te el cual algunos elementos o piezas se
quitan de lo original y se ponen otros
como representación global.
Ejemplo: Si he tenido una experiencia
negativa con un paciente, tiendo a decir:

«Todos los pacientes son…»; «Todos son


así…»; «A nadie le gusto…»; «Nada me
sale bien…»; «A donde quiera que voy, en
ningún sitio me aceptan…».

Otras veces nos comportamos como si es-


to que a mí me agrada, tuviera que agradarle
o parecerle bien a todo el mundo.
También funcionamos con apreciaciones e FIGURA 5-8  Exigencias del emisor.
interpretaciones muy subjetivas y no objetivas, y,
así, decimos: «Los pacientes son muy poco cola-
boradores». Esto es tu apreciación, compruébalo que recibimos o los deformamos inter-
en cada uno y luego lo podrás decir o no. pretando las palabras o usando unas pala-
Otras veces nos adelantamos y le deci- bras por otras.
mos al paciente: Por ejemplo: la paciente le dice al profesio-
nal: «Me duele muchísimo». Y el profesio-
«Ya sé lo que usted está pensando…» (pues nal le responde: «Eso lo hace para llamar la
como todos los pacientes); «Yo sé lo que atención».
usted estaba sintiendo…» (como todos En resumen, las exigencias del emisor se
cuando se les cura). exponen en la figura 5-8.

¡Vamos, que nos permitimos hasta pensar Resumen


y sentir por el paciente…!
Recordemos que si se tienen en cuenta es-
2. Eliminación. Prestamos selección a cier- tos puntos que acabamos de señalar sobre
tos aspectos y dejamos otros. cómo debe emitir el emisor de forma clara y
De acuerdo con nuestro centro de interés, evitando que lo que diga pueda prestarse a in-
cogemos unas cosas y dejamos otras. Res- terpretaciones, cualquier situación, por muy
pecto al paciente, a veces nos sucede que difícil que sea, nos resultará fácil, pues el
somos tan selectivos que nos quedamos con
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emisor (paciente) nos dirá, o le ayudaremos


algunos puntos que desde nuestra perspecti- a que nos diga, lo que le pasa (contenido),
va nos parecen importantes, pero debemos lo que siente ante esto que le pasa (senti-
preguntarnos: «Esto que para mí es lo más miento que es el que discrimina cómo vive
importante, ¿lo es también para el paciente?». el paciente ese acontecimiento), lo que pide
Por ejemplo: El paciente dice: «Me siento al profesional (o demanda), y si esta demanda
muy triste». Y el profesional le dice: «Parece no se ha formulado con claridad, debemos
que se siente usted un poco triste». El profe- ayudarle a que la clarifique. Una vez hecho
sional elimina la intensidad del sentimiento esto, si está en nuestra mano ayudarle o con-
del paciente. Esto hace que el paciente no se cederle lo que nos pide, pues lo hacemos, y
sienta comprendido. si esto no es posible, lo derivamos a alguien
3. Distorsionamos el mensaje. Lo tergiver- que sí pueda ayudarle, o bien, si no vemos
samos. Cambiamos los datos sensoriales soluciones, pues con toda sinceridad y mucha

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70 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

empatía le tendremos que decir, por ejemplo: antes no pasaba; si les hago alguna pregunta,
«Me duele y me preocupa no saber o poder siempre me responden que lo sienten, pero
ayudarle, y de verdad que lo siento; segui- que están muy ocupados. Incluso veo que
remos viéndonos, si le parece, a ver si entre cuando entra mi mujer y mi hija, aunque tra-
ambos podemos encontrar algo de luz». tan de disimular, han estado llorando. Cuan-
do pasa la visita el médico, mi familia no le
pregunta nada, pero en cuanto sale este de la
Ejemplos de entrevistas difíciles habitación, van corriendo a hablar con él…
que reflejan los puntos anteriores Como ve, son muchos detalles que me hacen
pensar que mi enfermedad se está agravando
Entrevista 1 (situación en la que el pa- y todos rehúyen decirme la verdad. Por tanto,
ciente nos dice: «Me voy a morir») le pido o le ruego que me diga si mi enfer-
Paciente Juan (Entra el profesional y le dice): medad es tan grave que me quedan pocos
«¿Tiene un momento, por favor?». días o semanas de vida, y así puedo hablar
Profesional: «Hola, Juan. No mucho, pero claramente de esto con mi familia, llorar y
creo que de momento le puedo conceder unos despedirnos, y como tengo cosas pendientes
diez minutos, y si necesitara más tiempo, pasaré en este mundo, pues hablarlas con mi mujer
en otros momentos y seguiremos hablando». para que luego no le quede todo eso y que no
Paciente: «De acuerdo. Mire, quiero sepa cómo resolverlas. Además, como no sé
saber si me voy a morir». lo que puedo encontrarme después, pues me
Aparentemente nos parece que su peti- gustaría hablar con el capellán del hospital».
ción o demanda es clara, pero recordemos Profesional (Aplica el feedback, además
lo siguiente: lo que está claro para mí solo lo de una gran empatía, con el fin de verificar
está para mí, y lo que está claro para él solo que le ha comprendido): «Mire, Juan, voy
lo está para él; por tanto, con calma, respire- a ver si le he comprendido bien. Me ha di-
mos hondo e intentemos centrarnos en los cho, en primer lugar, que ha ido observando
cuatro pasos que hemos señalado. Aquí el cómo el comportamiento nuestro, de los
paciente se centra en la demanda, pero noso- profesionales, e incluso el de su familia,
tros como profesionales tenemos que ver qué ha ido cambiando. Me imagino que esto ha
hay detrás de esta demanda, qué es lo que le provocado en usted una llamada de atención
pasa y cómo lo vive o lo siente —clarificar y de ansiedad sobre qué es lo que le está
el contenido—, y esto se consigue con una pasando [feedback y empatía al contenido
comunicación muy comprensiva o empática. o situación]. Ante esto, se está preguntando,
El profesional retoma mediante un feed- dado que no ve mejoría, si se va a morir,
back lo que le acaba de decir el paciente, y le y si es así, que le diga el tiempo que más
responde: «¿Podría especificar exactamente o menos le queda con el fin de despedirse
qué me quiere decir o espera de mí con esta de su familia, arreglar los asuntos de la Tie-
afirmación o pregunta de si se va a morir?». rra e incluso los del más allá [feedback a la
Como vemos aquí, el profesional sim- demanda], pues me imagino que todo esto le
plemente se centra en el paciente tratando de provoca mucha angustia y tristeza [feedback
clarificar lo que le pasa. y empatía sobre lo que se imagina que puede
Paciente: «Pues sí, mire, aquí tenemos sentir el paciente, sentimiento]».
mucho tiempo y entonces uno observa y Paciente: «Pues, si le soy sincero, dado
ve cómo se comportan ustedes, bien sean el tiempo que ya llevo dándole vueltas, hay
enfermeras o médicos, e incluso mi familia. momentos en que me siento con muchísima
Y veo cómo, desde hace un cierto tiempo, angustia y miedo [el paciente le confirma
todos han cambiado en la forma de tratarme; su sentimiento] y el hecho de clarificarme
los profesionales entran deprisa me ponen esto, aunque me cree mucho miedo, me va a
en el gotero la medicación, muchas veces permitir salir de esta situación de duda que
sin decirme cómo estoy, ni explicarme nada me está ahogando, pues no puedo hablar del
sobre la medicación que me ponen, cosa que tema, ni decir a mi familia cómo me siento,

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Capítulo | 5 Esquema de la comunicación 71

ni preguntarles, porque me dicen que no me Profesional: «De acuerdo, hablaré con su


preocupe, que todo va a ir bien, y todos sa- mujer de este asunto y le pediré que le deje
béis que no es verdad [el paciente le clarifica un ratito solo, pues intento comprender lo
su demanda o petición]». difícil que debe de resultarles a ambos esta
Profesional (Le hace un feedback al situación. Muchísimas gracias por su con-
sentimiento y a la demanda expresada por fianza y no dude en llamarme si me necesita».
el paciente): «Y ante esta situación —que A través de esta entrevista hemos ido
le crea mucha duda y, como consecuencia, verificando cómo si nos centramos en lo que
ansiedad— me dice que lo que me pide es necesita el paciente y tenemos en cuenta los
que le diga el tiempo que le puede quedar puntos que hemos dicho sobre cómo debe
para despedirse y arreglar sus asuntos. ¿Es comunicar un buen emisor, nos damos cuenta
esto lo que solicita de mí?». que no es difícil, pues es el paciente quien le
Paciente: «Bueno, sí, y algo más: que va marcando lo que quiere y cómo lo quiere,
hable con mi mujer y le diga lo que le acabo y la misión del profesional es acompañarle
de decir, para que hablemos claramente, con muchísima empatía y feedback, del que
lloremos, nos despidamos y acabemos con hablaremos en el apartado «Cómo debe re-
tanta simulación». cibir el mensaje el receptor».
Profesional: «Así que, además de decirle
el tiempo que le queda, su deseo es que hable Entrevista 2 (comunicar al paciente
con su mujer y su hija sobre lo que me aca- un diagnóstico difícil)
ba de relatar para acabar con esta situación Supongamos que se le han realizado unas
insostenible de tanto fingimiento, que le está pruebas al paciente y estas dan como resulta-
angustiando más que ayudarlo [feedback a do que tiene un cáncer con metástasis y, lógi-
la demanda, al sentimiento y al contenido; camente, el profesional debe comunicárselo:
como vemos es el mismo paciente el que nos Profesional: «Hola, Gema, buenos días.
lleva a donde quiere ir, y el profesional le Vengo para hablar con usted unos quince
acompaña y le responde a su demanda en la minutos sobre lo importante que es que sepa
medida de sus posibilidades]». cómo está la situación respecto a su enferme-
Paciente: «Exacto, creo que me ha com- dad [como vemos, el profesional le clarifica
prendido muy bien». su objetivo, el porqué del mismo y el tiempo
Profesional: «Créame que no es nada del que dispone en estos momentos]. Pero
fácil para mí hablarle claramente de esta antes de hablar de esto, me gustaría saber si
situación, dada la angustia y el miedo que quiere hablar del tema, y también de cómo
le pueden provocar el decirle la realidad tal está viviendo la enfermedad y si hay algo que
como nosotros la vemos. Pues sí, con mucha le gustaría clarificar conmigo».
pena tengo que decirle que su enfermedad El profesional, aunque le ha manifestado
es muy grave y que si las cosas siguen así, su objetivo, se centra en primer lugar en el
pueden quedarle unas semanas de vida. De paciente, como si dijéramos, en su objetivo;
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verdad que siento muchísimo que la medica- pues a veces vamos a hablar con el paciente
ción no haga su efecto y nosotros no veamos y no solo no le decimos el tiempo del que
mejores resultados, pero también creo que disponemos, sino que tampoco le expresamos
irse enfrentando a esto, tal como usted me nuestro objetivo y mucho menos partimos
ha dicho, será más fácil para todos, pues po- de si el paciente, antes de aceptar nuestro
dremos hablar con más claridad. Ante lo que objetivo, quiere hablar sobre lo que le deci-
le acabo de decir, ¿cómo se siente y qué es lo mos, o nos puede escuchar porque está más
que le ayudaría en estos momentos?». pendiente de su problema que de lo que le
Paciente: «Mire, prefiero estar un ratito podamos decir.
solo, sin que nadie me moleste. Por favor, Paciente: «Estoy muy ansiosa y preocu-
dígale a mi mujer lo que hemos estado ha- pada por saber cuál es el diagnóstico, pues,
blando y que prefiero estar solo un rato, y que como puede suponer, una piensa siempre lo
luego pase y así hablamos». peor».

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72 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

Profesional: «Me dice que se siente muy Como vemos, si el profesional es au-
ansiosa y preocupada porque piensa lo peor. téntico, el paciente ya va captando que su
Sí, me imagino lo difícil que tiene que ser enfermedad no tiene buen pronóstico.
esta situación para usted y que se le habrán Profesional: «Efectivamente, por desgra-
pasado por la cabeza imágenes negativas de cia debo decirle que tiene cáncer y que está
todo tipo». ya un tanto avanzado. Pienso lo horrible que
El profesional le hace un feedback junto tiene que ser para usted y su familia escuchar
con empatía, con la finalidad de que el pa- esto. Por eso me gustaría saber qué piensa
ciente se sienta comprendido no solo a nivel que podría ayudarla en estos momentos tan
de contenido, sino también de sentimiento. difíciles».
Paciente: «Sí, no lo sabe usted bien las El profesional responde de una manera
ideas que se me pasan por la cabeza y la clara, concreta y con empatía a la demanda
angustia por la que estoy pasando, y que no del paciente.
quiero manifestar a mi marido e hijos para Paciente: «Pues como ya esto me había
que no sufran». pasado por la cabeza, y me lo suponía, prefie-
Profesional: «Pues sí, intento comprender ro que me diga cómo va a ser el tratamiento,
su situación, y créame que para mí es también si lo hay, y si ya no hay nada que hacer».
muy difícil hablar de su enfermedad, y sin Como vemos, ante una situación tan
embargo es necesario que lo hagamos para difícil el profesional se centra en la paciente
que le pueda hacer frente lo mejor posible. y esta le dice lo que desea del profesional.
Entonces, dígame por dónde quiere que co- Profesional: «Verá, dada la urgencia —por
mencemos». eso he venido a decírselo cuanto antes—, he­
El profesional le muestra empatía y le mos pensado en el tratamiento siguiente…».
expresa cómo siente él esta situación; de es- El profesional explica al paciente y a su
ta manera se humaniza la relación —muy familia el tratamiento, y les va pidiendo un
distinto de lo que a veces parece sobre la feedback sobre lo que les está contando a
insensibilidad de los profesionales—; al fin de que así todo quede claro para Gema
mismo tiempo, esta actitud prepara para la y los suyos.
comunicación difícil. Una vez clarificada la situación, el profe-
Paciente: «Mire, quiero que me explique sional le dice: «Intento comprender lo difícil
a mí, a mi marido y a mis hijos, pues ya son y horrible que tiene que ser para todos es-
mayorcitos, tienen 15 y 17 años, la realidad cuchar esto, por eso vamos a poner manos a
de la enfermedad tal cual ustedes la ven [la la obra y, si lo estiman conveniente, comen-
paciente le ha hablado del contenido o de la zar cuanto antes. Y ya saben que estoy a su
situación]». disposición para cualquier duda, o también,
Profesional: «¿Cómo se siente al decirme si creen que se van a sentir mejor, pueden
esto?». consultar con otros especialistas, etc. Sepan
El profesional trata de ver cómo está vi- que, en lo que de mí dependa, intentaré ayu-
viendo la paciente la situación y le pregunta darles en todo lo que decidan que es mejor».
cómo se siente (sentimiento). El profesional con empatía ofrece a la
Paciente: «Me siento muy angustiada, paciente y a su familia la posibilidad de re-
pero creo que aunque sea muy duro lo que me flexionar sobre la situación, e incluso que
tenga que decir, es preferible saberlo a estar valoren otras posibilidades de diagnóstico,
con esta angustia y estas ideas tan horribles si así lo creen oportuno.
que ya se están convirtiendo en pesadillas».
Profesional: «Pues sí, y créame que por CÓMO DEBE RECIBIR EL MENSAJE
desgracia tampoco es fácil para mí hablar de
EL RECEPTOR
este tema».
Paciente: «Por lo que me acaba de decir, El receptor es la persona o destinatario al que
me temo que no me va a dar usted buenas el emisor dirige el mensaje, el cual lo recibe
noticias». a través de uno o más órganos sensoriales.

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Capítulo | 5 Esquema de la comunicación 73

La función principal del receptor es des- el emisor puede diferir de la que le da el


codificar el mensaje recibido del emisor receptor.
pues, como acabamos de ver, siempre hay El único instrumento de que dispone el
que verificar lo que hemos comprendido, receptor para cumplir con esta difícil ta-
unas veces para estar seguros de que hemos rea de comprender la visión subjetiva del
captado lo que quería el emisor y otras mu- emisor es la clave o el código que trans-
chas veces porque no está muy claro lo que mite el emisor, código que muchas veces es
nos ha querido decir. Así pues, el receptor defectuoso y limitado, y que continuamente
tiene que escuchar. Pero detengámonos aquí tiene que validar o clarificar con el emisor
para ver si tenemos claro qué es la escucha o con el fin de verificar si ha descifrado bien
escuchar. Podemos decir que escuchar quiere su mensaje.
decir «descodificar». El receptor, a la hora de captar el men-
Descodificar el mensaje es el proceso saje, lo hace también mediante filtros o
mental del receptor a través del cual des- maneras de captar la realidad (como los
cifra el código que ha utilizado el emisor, sentidos, los aspectos culturales, sociales,
con la intención de captar el mensaje que le familiares, etc.), que ya vimos en el primer
ha querido transmitir. capítulo y que abordaremos al exponer la
empatía.
El receptor, al captar el mensaje, lo pa-
La descodificación
sa por todos esos filtros, que son los suyos;
La descodificación constituye la tarea más por tanto, si no tiene en cuenta los filtros a
específica que debe realizar el receptor. En través de los cuales el emisor ha captado la
la descodificación, el receptor trata de cap- realidad, hay el peligro de deformarla. A
tar el mensaje del emisor, para lo cual debe esto hay que añadir que, de la misma manera
servirse de los distintos signos del código que el emisor puede tener tendencia a emitir
utilizado por el emisor, sean estos verbales o su mensaje haciendo generalizaciones, dis-
no. Asimismo, también debe tener en cuenta torsiones o eliminaciones, también él, en
los diversos ruidos (interferencias, etc.) que tanto que receptor, puede caer en este peli-
pueden perturbar la buena captación del gro de la generalización, la distorsión y la
mensaje. eliminación.
Ruido es todo aquello que puede dificul- De este modo, constatamos que no es
tar la comprensión correcta del mensaje por fácil comprender el mensaje del emisor si
parte del receptor, ya sea de naturaleza física, realmente el receptor no tiene en cuenta cier-
psicológica, emocional o semántica. tas actitudes y clarificaciones que le permitan
La tarea de descodificación que tiene que captar lo que dice.
hacer el receptor es bastante compleja, ya Si retomamos el ejemplo de Judit, ten-
que la clave o código utilizado por el emisor dríamos la figura 5-9.
no siempre es clara, concreta y específica, Veamos cada una de estas actitudes que
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sino, por el contrario, muy ambigua (pres- debe poseer el receptor:


tándose a interpretaciones) y, además, pue-
de rozar el mundo sensible y emocional del
receptor, lo cual hace dificultar aún más la Actitudes para una buena
captación del mensaje del emisor. descodificación
El objetivo de la descodificación es in-
Escucha activa
tentar captar la visión subjetiva y limitada
de la realidad del emisor, teniendo en cuen- Forma activa de escuchar
ta que también el receptor tiene su visión Uno de los métodos más eficaces y cons-
subjetiva, limitada y parcial de la realidad. tructivos para responder a los mensajes-
Asimismo, hay que tener en cuenta que la sentimientos o mensajes-problemas que nos
connotación que cada uno da a las palabras envían los pacientes es la «forma activa de
no siempre es la misma; así, la que le da escuchar». Se trata de un tipo de respuesta

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74 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

FIGURA 5-9

verbal que contiene algún mensaje real que Por ejemplo:


refleja el mensaje del paciente.
Se diferencia de la «forma pasiva de
escuchar» en que en esta el profesional «Me gustaría escuchar algo acerca de eso.»
permanece en silencio (mensaje no verbal) «Esto parece ser algo sumamente impor­
transmitiendo al paciente: tante para ti.»
«Prosigue, te escucho.»
«Estoy interesado en lo que me estás
«Quiero escuchar lo que sientes.» «Acepto contando…»
tus sentimientos.»
¿Qué persona no reacciona favorable-
Con la forma pasiva de escuchar es- mente a estas actitudes?
tamos alentando al paciente a que comparta En la forma activa de escuchar, el profe-
sus sentimientos con nosotros para así poder sional «retroinforma» (feedback) al paciente
llegar a sus sentimientos y problemas más de lo que escucha, demostrando activamente
profundos y básicos. Pero la forma pasiva que en verdad ha entendido y escuchado sus
de escuchar, que explícitamente supone «es- palabras.
cuchar en silencio», no es, gran parte de las Por ejemplo:
veces, suficiente, pues cuando los pacientes
comparten un problema quieren algo más Paciente: «No entendí nada de lo que me
que ser escuchados en silencio por los pro- dijo el médico. Hablaba en un lenguaje…».
fesionales. Las personas desean algún tipo Profesional: «Parece como si estuviera
de intercambio verbal, si es que se pretende realmente molesto por la manera de ex­
tener una relación íntima vital. presarse del médico…» (retroinformación).
Los pacientes, al igual que cualquier Paciente: «Por supuesto que lo estoy.»
adulto, aman la conversación y generalmente
la ponen en práctica cuando alguien les ex- En este ejemplo, el profesional ha des-
tiende una invitación para hacerlo. El silencio cifrado con precisión el sentimiento del pa-
no suele demostrar al paciente con absoluta ciente, lo que había «dentro» de este.
seguridad que se le esté proporcionando una En la forma activa de escuchar, por tanto,
atención verdadera. el receptor (profesional) trata de entender
Por tanto, ayuda mucho emplear señales lo que siente el emisor (paciente), o lo que
verbales y no verbales para indicarle que significa el mensaje. Posteriormente expone
nos estamos enterando de lo que nos está con palabras lo que ha comprendido y le re-
comunicando. A estas señales las llamamos troinforma (feedback) para que el emisor (pa-
«respuestas de reconocimiento» e indican al ciente) lo verifique. El receptor (profesional)
paciente que le prestamos atención, que es- no «manda» un mensaje propio, como sería
tamos interesados y que aceptamos que él siga el caso de una evaluación, solución, crítica,
compartiendo sus problemas con nosotros. etc., sino que retroinforma solamente lo que

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Capítulo | 5 Esquema de la comunicación 75

FIGURA 5-10  Proceso de codificación deficiente.

piensa o ha captado que significa el mensaje Exponemos ahora ejemplos de lo que


del emisor, ni más ni menos. podría ser la descodificación de la expresión
En la comunicación siempre existe un «mira cuánta sangre»:
emisor que habla a un receptor.
El paciente, para comunicarse con el pro-
fesional acerca de sus sentimientos, elige un • «Quiere que le desinfecte y le ponga una
cura.»
«símbolo», un código que exprese lo que está • «Quiere que llame al médico.»
sucediendo en su interior. El código que elige • «Quiere que le informe de si es una
el paciente es lo que comunica al profesio- situación grave o no…»
nal el mensaje. A esta elección la llamamos
«proceso de codificación» (fig. 5-10). La mayoría de los profesionales, como
El paciente ha hecho un esfuerzo, se le receptores, muchas veces tratan de saber si
ha abierto la cicatriz y al ver sangre se asusta descodifican bien o mal; sin embargo, hay una
(el «temor» [susto] está constituido por un manera sencilla de averiguarlo y que se con-
conjunto de procesos psicológicos y mentales sigue mediante la forma activa de escuchar.
que tienen lugar en el interior del paciente, Este método de la forma activa de es-
donde permanecerán en privado y fuera del cuchar no es más que la verbalización por
alcance de la percepción o la visión del pro- parte del receptor de los resultados de su pro-
fesional). ceso de descodificación, o sea: comunicar al
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El profesional, al escuchar el código paciente lo que yo creo que él está sintiendo


(«mira cuánta sangre») debe tratar de adivi- y lo que me está diciendo (fig. 5-11).
nar o suponer lo que representa el código par-
ticular del paciente. A este proceso lo llama-
mos «descodificación». Al ser siempre una «Te asustaste mucho al ver tanta sangre»
adivinanza o una suposición, el profesional (retroinformación).
nunca sabe con certeza lo que el paciente está
experimentando en su interior. Bien pudiera Para aprender a escuchar activamente,
ser que el profesional estuviera descodifican- el profesional necesita entender mejor el
do equivocadamente: «tienes miedo»; puede proceso de comunicación que se da entre las
que sus suposiciones sean razonables, pero personas. Cuando un paciente decide comu-
también pueden ser erróneas sobre lo que le nicarse es porque «necesita» hacerlo. «El
sucede al paciente. paciente tiene el problema.»

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76 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

FIGURA 5-11  Proceso de descodificación eficaz.

La comunicación siempre se debe a que etc., no soportaré los cambios, no podré es-
algo ocurre en su interior, se siente moles- cuchar, pues escuchar el mensaje del otro me
to, tiene algún sentimiento respecto a algo; obliga a confrontarme a situaciones frente a
podemos decir que el paciente se encuentra las que no me siento preparado.
en alguna clase de «desequilibrio». Para lo- Escuchar significa ponerse en una situa-
grar que su organismo regrese a su estado de ción de vulnerabilidad; pues escuchar significa
equilibrio, el paciente decide comunicarse que yo soy capaz, por ejemplo, de reconocer
con el profesional, para realizar cualquier la agresividad del otro hacia mí, de recono­
comportamiento, etc. cer que el otro no se interesa por lo que digo
Todo esto exige que el profesional tenga o no quiere seguir el consejo que me gustaría
una actitud de escucha. Esta es una de las darle. De aquí que construyamos formas de re-
actitudes más difíciles de poseer. sistencia para no escuchar o para persuadirme
a mí mismo de que lo que escucho es lo que
yo quiero oír. Escuchamos de forma selectiva.
Escuchar es tratar de comprender al otro,
de captar su mensaje, sin poner sobre él Actitudes que debemos adoptar
nuestros propios sentimientos; es ser su­ para escuchar activamente
ficientemente acogedor, amable y neutro
para que el otro pueda abrirse hacia noso­ Actitudes físicas. Las actitudes no verbales
tros y pueda expresarse como es, sin sentir tienen una gran importancia en la comuni-
bloqueos en su comunicación. Escuchar cación, como se ha mencionado ya en el ca-
significa también clarificar lo que el inter­ pítulo 3. Además, estas son más importantes
locutor quiere decir. todavía como destreza de acogida, pues
muestran mejor el mundo de las emociones
La clarificación es una técnica que, utili- y los sentimientos.
zada conjuntamente con una buena habilidad Por esta razón, el profesional, conscien-
de escucha, mejora la capacidad de cualquier te de la importancia del lenguaje no verbal,
profesional de la salud, médico, enfermera, debe mostrar un gran interés por utilizar los
trabajador social, etc., para interactuar con comportamientos no verbales, expresando
éxito con sus pacientes. cordialidad al paciente.
La escucha supone una capacidad de Creemos necesario señalar algunas de
adaptación a las nuevas situaciones. En la me- las conductas que muestran acogida hacia
dida en que yo me sienta inseguro, ansioso, el otro.

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Capítulo | 5 Esquema de la comunicación 77

Contexto físico. El medio influye en el y condicionar al paciente de cara al futuro de


que ahí trabaja. Este debe tener un cierto la relación. El físico es una muestra de cierta
confort sin exageración. La decoración de- calidad de respeto, sensibilidad y diálogo.
bería elegirse bien. Ciertas personas nece- Distancia adecuada. El uso que nosotros
sitan recrear su mirada en el entorno mien- hacemos del espacio es también una manera
tras hablan. Pero también una decoración de comunicarnos con el paciente.
rebuscada podría distraer al paciente y al Proponemos una distancia adecuada, esto
profesional. quiere decir que puede variar según las cul-
Debe haber un cierto orden en la dis- turas y las personas con las que nos estemos
posición de las sillas, el mobiliario y otros relacionando. Una distancia muy próxima
objetos. puede ser considerada por el profesional o el
Debe haber una buena ventilación, dado paciente como una invasión de su intimidad.
que pasan muchas personas por la consulta, Al contrario, también es cierto que una dis-
y también mantener una buena temperatura. tancia excesiva puede interpretarse o vivirse
Estar contextualmente a la escucha, nos como una falta de interés.
dice R. Carkhuff (1988), «significa decorar Por ejemplo:
un lugar de tal forma que el paciente sienta
que el profesional le comunica su interés y su
«Hablar con el paciente de un problema,
apoyo gracias a la atmósfera que él ha sabido
con el paciente acostado y el profesional
crear en ese lugar». desde la puerta, o situado a los pies de la
Podemos comunicar nuestro interés y cama, puede indicar claramente lejanía y
nuestra atención por la simple disposición poco interés por lo que le está contando.»
de los muebles en el lugar de encuentro. El
profesional y el paciente se sentarán cara a La distancia varía también en función
cara, entre un metro o dos de distancia, sin de que las personas estén de pie o sentadas.
escritorio o mesa ni cualquier otra barrera Igualmente, depende del sexo y de la es-
que se interponga entre ellos. Esta disposi- tatura. En general, el paciente tiene una
ción testimoniará la apertura y la implicación tendencia a buscar la distancia en la cual se
del profesional hacia el paciente. Además, es- siente cómodo, salvo si está acostado o el
to le permitirá ver y escuchar perfectamente profesional ya ha colocado las sillas a una
al paciente. determinada distancia. El profesional debe
El despacho debe estar configurado er- respetar la distancia elegida por el paciente.
gonómicamente: el ordenador (cuidando de Lo que sí es importante para el profesio-
no refugiarnos en él y que la relación con el nal es encontrar una distancia que muestre
paciente se resienta), las fichas para rellenar, al paciente proximidad e interés, sin olvidar-
las agendas destinadas a este fin, los diferen- se de respetar los sentimientos y las necesi-
tes libros informativos, etc. El profesional en dades de este.
todo momento deberá tener a su disposición
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

papel para tomar notas, pues no siempre po-


drá retener en la memoria todo lo que le va Creemos que lo más fácil para saber si la
diciendo el paciente; esto le permitirá ser más distancia es la adecuada para el paciente
eficaz y encauzar la entrevista según las fases es preguntarle a qué distancia se siente
de la relación de ayuda. cómodo.
No hay que olvidar el aspecto físico del
profesional: su manera de vestir, el peinado, Esto evitará que interpretemos ciertos
la presentación, etc. Una presentación senci- gestos o actitudes, pensando si será porque
lla puede corresponder a todas las personas. estamos muy cerca o muy lejos. Por otra
Si nuestro oído, nuestro olfato y nuestra vista parte, si su cercanía nos impide poderle es-
son desagradablemente impresionados en el cuchar, lo más sencillo es comunicárselo con
primer contacto, esta percepción negativa un «mensaje yo» (como indicaremos más
puede perdurar a lo largo de toda la entrevista adelante).

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78 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

Por ejemplo: En la relación de ayuda o terapéutica,


estemos sentados o de pie, es importante
«Cuando usted se sienta tan cerca de mí, colocarnos frente al paciente de tal manera
me siento incómodo porque no puedo con­ que nuestros hombros estén inclinados hacia
centrarme para poder escucharle; ¿cómo nuestro interlocutor, de forma que podamos
cree que puede ayudarme para poder es­ apoyar los antebrazos sobre los muslos,
cucharle?» posición esta que revela atención. Por otra
parte, podéis observar cómo os sentís cuando
Como vemos, el profesional no le impone alguien adopta una postura de inclinación
una determinada distancia, pues el problema hacia atrás. Y también cuando estáis viendo
no es del paciente, sino del profesional, por en la televisión algo que os apasiona.
eso le pide que le ayude. Cruzarse de brazos y de piernas puede
Movimientos corporales. El paciente interpretarse fácilmente como una actitud
interpreta las actitudes rígidas o hieráticas defensiva frente a nuestro interlocutor, salvo
como un signo de distanciamiento, de artifi- cuando, transcurridos unos momentos de en-
cialidad, de no implicación en el proceso de trevista, buscamos la posición más confor-
comunicación. Por otra parte, los movimien- table, pero también porque probablemente
tos corporales moderados pueden ser inter- nuestro interés ha disminuido.
pretados como expresión de espontaneidad, La expresión del rostro y el contacto
proximidad, igualdad, etc. visual. El rostro es la parte de nuestro cuerpo
Los movimientos de la cabeza son una más expresiva al comunicar la acogida, y
forma simple, frecuente y espontánea de con- también es la parte que el paciente observa
ducta no verbal que muestra nuestra escucha, con más atención. Es muy importante para el
interés y habilidad de acogida. Es como un paciente que nuestro rostro muestre adecua-
feedback que muestra atención, compren- damente los sentimientos de acogida, interés
sión, aceptación e invitación a continuar la y cordialidad.
comunicación. Entre las expresiones del rostro que
Los movimientos de las piernas y, sobre expresan acogida podemos señalar las si-
todo, de los pies son interpretados como ex- guientes:
presión de ansiedad, contrariedad, malestar,
tener prisa, etc., y también deben evitarse • La sonrisa: con la condición de que sea
natural y auténtica.
(a menudo tenemos menos control de los
movimientos de nuestro cuerpo de la cintura • Una tensión muscular moderada en
los músculos de las cejas, los labios
para abajo).
y los párpados resulta muy adecuada para
Masticar chicle o llevarse el bolígrafo
comunicar a nuestro interlocutor atención
o un lápiz a la boca mientras se habla em-
e interés.
peora la articulación y la pronunciación, y
además supone una falta de respeto hacia el • El contacto visual. Otra forma de mos-
trar atención reside en la mirada. Cuando
interlocutor.
mantenemos nuestra mirada sobre el pa-
La dirección del cuerpo. La postura que
ciente estamos comunicándole atención.
adoptemos puede desempeñar un papel im-
Así, mediante el lazo de la mirada, el
portante, pues indica nuestra disponibilidad
paciente percibe que nos esforzamos para
o la ausencia de ella para responder a las
acercarnos a él psicológicamente.
necesidades del paciente. También refleja
nuestros pensamientos y sentimientos. En la entrevista cara a cara, la mirada favore-
Así, cuando adoptamos una postura en ce o puede favorecer la relación. Es un apoyo
función de la presencia de los otros, tenemos del mensaje verbal y una confrontación para
tendencia a pensar en los otros. Y cuando el interlocutor de lo que dice, pues la mirada
queremos tomar una postura relajada y puede expresar sentimientos como la tris-
confortable, tenemos tendencia a pensar en teza, la alegría, la cólera, la irritación, el
nosotros mismos. descorazonamiento, etc. Sabemos también

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Capítulo | 5 Esquema de la comunicación 79

que la mirada puede engañarnos, pues ello profundamente. Esto permite reencontrar
forma parte de una educación sociocultural. una cierta calma que posibilite hablar de sus
Por tanto, puede variar, o a veces malinter- problemas.
pretarse o en ciertos casos rechazarse, puede
Escala para medir los niveles
traicionarnos o ponernos en evidencia. No
de atención corporal según R. Carkhuff
obstante, una mirada muy fija puede provo-
car en el interlocutor un cierto malestar; por Nivel 1. Falta de contacto visual
eso se recomienda no estar todo el tiempo Sentarse al lado.
con la mirada fija en el interlocutor, pues Repantigado en la silla o sillón.
puede sentirse amenazado. Algunos autores Distracciones externas.
proponen no mirar fijamente a los ojos sino Nivel 2. Falta de contacto visual
al centro entre los dos ojos, ya que esto le Sentarse de lado y cerca.
resulta menos amenazante al interlocutor. Por Inclinación moderada hacia atrás.
otra parte, conviene ir variando entre mirarle Ausencia de distracciones físicas.
y de vez en cuando dirigir la mirada hacia Nivel 3. Contacto visual
otra cosa. Sentarse correctamente enfrente con
El silencio. En el capítulo 3 abordamos encuadramiento de hombros.
ampliamente este punto. Aquí deseamos No reclinarse hacia atrás.
solamente recordar que un cierto silencio Apoyar los pies en el suelo.
muestra a nuestro interlocutor nuestra dis- Ausencia de distracciones externas.
ponibilidad y acogida, indispensable para la Nivel 4. Contacto visual
comunicación y la relación terapéutica, pero Sentarse correctamente enfrente con
que, como todo lenguaje no verbal, conviene encuadramiento de hombros.
clarificarlo y no interpretarlo, pues nos pode- Pequeña inclinación corporal hacia de-
mos equivocar. lante.
El paralenguaje. Definimos paralenguaje Apoyar los pies en el suelo.
como un conjunto de signos que acompañan Correcta distancia entre las sillas.
a la palabra. Por ejemplo, la fluidez verbal, Nivel 5. Contacto visual
el tono, la respiración, las repeticiones, la Sentarse correctamente enfrente con
energía en la pronunciación, etc. encuadramiento de hombros.
El hombre no solo comunica con el len- Mayor inclinación hacia delante.
guaje verbal, también su comportamiento, sus Cabeza erguida.
gestos, su mirada, su mímica, sus actitudes, Ausencia de distracciones.
el tono de la voz, etc., participan activamen- Correcta separación entre las sillas.
te en el acto de lo comunicativo y permiten Manos desocupadas y abiertas.
ajustar el nivel de la comunicación verbal. Actitudes psicológicas
El profesional expresa su atención al
paciente mediante sus comportamientos y «Observación». Consiste en la habilidad
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

expresiones. Si está interesado y tranquilo, le de observar al otro, y tiene que ver con la
comunica atención; si está nervioso y agita- habilidad de ver, clarificar y comprender las
do, le manifiesta su impaciencia por terminar; conductas no verbales de la otra persona.
si es coherente en su comportamiento de es- Su función es ayudar a una persona para
cucha, él comunica su interés. Si enrojece o que comprenda cómo se siente la otra, y có-
palidece, manifiesta al paciente diferentes mo está viviendo la situación o el problema
tipos de reacción. En su comportamiento de que nos está exponiendo.
escucha, el profesional debe ser coherente e ¿Cómo se logra la observación?:
íntegro, y no disperso y dislocado. 1. Aspectos físicos:
Frente a un paciente emocionado, al que a. Postura del cuerpo.
se le hace un nudo en la garganta, bloqueado, b. Expresión de la cara (mirada).
con signos de una cierta ansiedad o angustia, c. Gestos.
el profesional puede aconsejarle que respire d. Movimientos, etc.

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80 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

La postura corporal, la expresión de la cara El proceso empieza siendo fisiológico


y la mirada son una gran fuente de datos (oír a través del conducto auditivo) para
para detectar los sentimientos. No en vano convertirse en psicológico (entender lo que
solemos decir que «los ojos son el espejo hemos oído).
del alma». La experiencia nos dice que «muchas
veces oímos, pero no escuchamos», incluso
2. Nivel de energía (alta, moderada, baja) de forma deliberada.
con la que está viviendo esa persona la Por ejemplo:
situación.
Por ejemplo:
«Un tema aburrido del que nos habla una
persona nos somete a una fatiga auditiva
«Al paciente que vemos un poco rojo sole­ (exposición continua al mismo tono e in­
mos ponerle el termómetro.» tensidad), le estamos oyendo, pero no es­
cuchando, pues estamos con la mente en
otra parte.»
3. Grado de congruencia: se trata de
observar si hay una congruencia entre
lo que dice la persona y lo que nos es-
tá comunicando con su cuerpo. Si hay Requisitos que debemos tener
desacuerdo, es señal de que «algo pasa, en cuenta a la hora de escuchar
de que hay algún problema». 1. Suspender todo tipo de juicio o prejuicio
Por ejemplo: (juicios previos no razonados) sobre la
persona que nos está hablando. De esta
forma uno está más abierto y receptivo a
«El paciente que se coloca en posición fe­ aceptar a la persona tal como es.
tal y se tapa todo el cuerpo, y ante nuestra
2. Respeto o aceptación incondicional de la
pregunta de si tiene algún problema o preo­
cupación, nos dice que no le pasa nada.»
persona.
3. Adoptar una actitud empática: la «empa-
tía» es una actitud que supone una escu-
Escuchar activamente significa que es- cha atenta y objetiva tanto del contenido
tamos prestando una atención física a la (lo que dice) como del tono emocional
otra persona y una atención psicológica (cómo lo dice).
al contenido del mensaje que nos está ex-
presando. Se trata de procurar «ponerse en el lugar
del otro», «meterse en su piel» para intentar
comprenderlo desde su posición. Se dife-
«Escuchar y oír no son la misma cosa.» rencia de la «simpatía» en que se trata de
«sentir lo mismo que el otro, de meternos en
Cuando hablamos de «oír» nos referi- el problema del otro como si fuese propio:
mos a un proceso fisiológico que tiene lugar estar triste si el otro lo está, o alegre si él
cuando las ondas sonoras recibidas causan está alegre…».
una serie de vibraciones que se transmiten En la «empatía» no le damos la razón
al cerebro. a la otra persona, sino que le reconocemos
Al hablar de «escuchar» nos referimos el derecho de que vea las cosas como las
a un proceso psicológico mediante el cual ve y de que las sienta como las siente. No
asignamos un determinado significado a los hay ningún tipo de evaluación por nuestra
sonidos originales; es un proceso mediante parte, ni juicio crítico, sino una aceptación
el cual nos representamos mentalmente lo incondicional y un intento de aproximación
que oímos y se lo manifestamos a nuestro y comprensión. Al ponernos «en el lugar del
interlocutor con el fin de saber si estamos en otro», le comunicamos cómo nosotros vemos
la misma onda que este. lo que él siente.

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Capítulo | 5 Esquema de la comunicación 81

Por ejemplo: Este tipo de respuestas debe ser específico,


no repetitivo (lo mismo pero con otras pala-
Estamos ante un pintor que nos muestra su bras), breve y nunca evaluativo.
cuadro: 2. Respuestas de sentimiento: son aquellas
• Nos acercamos al cuadro para com­ en las que resumimos los sentimientos
prenderlo (reconocimiento de que haya expresados mediante el lenguaje verbal
pintado lo que sentía). y no verbal (palabras, gestos, actitudes,
• Nos alejamos para ver el cuadro desde etc.). El paciente necesita saber con cer-
lejos (para evitar el sentirnos implicados teza si le estamos siguiendo en lo que
por el cuadro).
nos está comunicando y si le aceptamos;
• Le damos nuestra visión de lo que
hemos captado del cuadro (le damos por tanto, necesita que exterioricemos
nuestra visión, sin evaluación, de lo que lo que comprendemos para calibrar la
hemos comprendido del cuadro). calidad de nuestra escucha. Si esta es
buena, lo vivirá como aceptación y po-
Volveremos más adelante sobre la impor- drá seguir explorando dentro de sí mismo
tancia de la empatía. para darnos una mayor comunicación. Lo
Comunicarse implica: eficaz es que seamos capaces de dar un
tipo de respuestas que podemos llamar
1. Ser escuchado. «intercambiables» y que responden al
2. Que haya una respuesta. sentimiento y al contenido. Por ejemplo:
Por tanto, una vez que hemos sido capaces de
escuchar, deberemos saber responder. «Te sientes muy molesto porque no has
Responder podido salir este fin de semana con tu fa-
milia.»
Tiene por finalidad reflejar lo que el otro dice
para darle un sentido preciso; así podremos
diferenciar lo que realmente le ocurre, Efectos de la escucha activa
podremos identificar sus sentimientos y de Las personas suelen pensar que pueden des-
este modo comprobar si le hemos captado y hacerse de sus sentimientos si los suprimen
él se ha sentido o no comprendido. En estas o los olvidan. En realidad, los sentimientos
respuestas podemos señalar dos niveles: perturbadores tienen más posibilidades de
1. Respuestas al contenido: son aquellas desaparecer si se expresan abiertamente, pero
en las que solo reflejamos el argumento, para poderlo hacer nos tenemos que sentir
el contenido de lo que nos dicen. comprendidos y no evaluados, juzgados,
Por ejemplo: criticados, etc.
Los profesionales de la salud pueden ayu-
dar a sus pacientes a expresar con exactitud
Paciente: «Soy demasiado tonto para com­
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prender lo que usted me está diciendo.


lo que están sintiendo mediante el empleo de
Nunca lo voy a entender…». la forma activa de escuchar. Veamos algunos
Profesional: «Crees que no eres lo su­ de estos efectos:
ficientemente listo, así que dudas de que 1. Los sentimientos perturbadores se des-
llegues a comprender esto…» vanecen.
Paciente: «Sí, así es».
2. Los sentimientos se vuelven cordiales: al
aceptar los profesionales que los senti-
Las respuestas de contenido tienen como mientos no son malos, estamos ayudando
función: al paciente para que también los acepte
• Comprobar la precisión de la escucha. sin maldad.
• Mostrar al paciente que ha sido captado, 3. Un sentimiento más profundo de aten-
que es importante para nosotros lo que ción: ser escuchado y comprendido por
nos dice. otra persona es tan agradable que hace

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82 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

que inevitablemente surjan sentimientos aceptar los sentimientos de sus pacientes


cálidos hacia el que escucha. El paciente sin importarle cuán diferentes puedan ser
empieza a sentirse más cerca y más que- de lo que se considera que el paciente
rido por el profesional. debería o no sentir. Sin embargo, la
4. Los pacientes empezarán a escucharle: aceptación necesita tiempo para desa-
los pacientes escucharán los mensajes rrollarse. En algunas ocasiones, la forma
de los profesionales si estos escucharon activa de escuchar simplemente ayuda a
primero. que el paciente acepte una situación que
5. Los pacientes se vuelven más responsa- sabe que no puede cambiar; sin embargo,
bles de su tratamiento. Todos sabemos le ayuda poder expresar sus sentimientos
que hablar sobre un problema ayuda a sobre una situación y sentirse aceptado
resolverlo, esto hará que el paciente, al por los profesionales por poseer esos
saberse escuchado, encuentre soluciones sentimientos.
a sus problemas.
6. A los profesionales les proporciona la Resumen sobre el método
satisfacción de sentirse agentes de ayuda de la escucha activa
no solo física sino también psicológica, al 1. Hay que recordar que emplear la forma
poseer un instrumento que promueve la so- activa de escuchar es solo una técnica
lución del problema por parte del paciente. para que se pueda comunicar mejor la
Los profesionales no tienen que llevar a aceptación y la empatía. La emplearemos
cuestas la carga de sentir que siempre únicamente cuando estemos lo suficien-
deben proporcionar la solución correcta. temente libres de nuestros problemas
7. El paciente podrá ser una persona más como para sentir aceptación y tengamos
autónoma, con entidad propia. Esto con- un deseo de ayudar a nuestros pacientes
lleva ver a los pacientes como personas en sus problemas.
individuales, no pegados a nosotros, 2. La forma activa de escuchar no funcio-
sino independientes, con vida e identi- nará si nos sentimos incapaces de acep-
dad propias (por esta razón nos parece tar a los pacientes cuando estos tienen
más apropiado el término de «paciente» un problema. Tampoco funcionará si
que de «cliente»). El profesional se dará queremos influir para que cambien un
cuenta de que el paciente tiene sus pro- comportamiento que no aceptan. No la
pios sentimientos y su propia manera de emplearemos si no tenemos tiempo o no
ver las cosas. Estaremos con él cuando estamos de humor para escuchar.
tenga problemas, pero será él quien sea 3. No la emplearemos como una técnica
capaz de salir de ellos. para manipular al paciente para que se
8. Los profesionales no tendrán que ser comporte de la manera que queremos que
superprotectores: muchos profesionales lo haga.
de la salud tienen la falsa creencia de que 4. Seremos hábiles en esta técnica solo si la
ser un «buen profesional» significa tener practicamos.
que resolver todos los problemas de los 5. No hay que darse por vencido con de-
pacientes, tener todas las respuestas, toda masiada rapidez. Nuestros pacientes
la responsabilidad e incluso asumir necesitan tiempo para darse cuenta de
toda la culpa por sus errores. La escucha que en realidad existe un deseo de com-
activa comunica a nuestros pacientes que: prenderlos y de que se aceptan sus pro-
a. No voy a resolver tu problema. blemas y sentimientos.
b. Sin embargo, te voy a ayudar a en- 6. Nunca conoceremos las capacidades
contrar tu solución. de los pacientes a menos que les demos
c. Tengo fe en tu habilidad para resolver oportunidades de resolver sus propios
el problema. problemas. Si con nuestra actitud les
9. El profesional aprenderá a aceptar más comunicamos que creemos que pueden
fácilmente a los demás: aprenderá a resolverlos sin nuestra dependencia,

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Capítulo | 5 Esquema de la comunicación 83

veremos cómo aumenta su confianza en una historia, de una existencia tal como se
sí mismos. manifiesta espontáneamente; de una exis-
7. Hay que aceptar que la forma activa de tencia que el paciente expone al profesional
escuchar parece poco natural al principio. a través de lo que percibe, recuerda, imagi-
Y sobre todo menos natural para nosotros na o actúa, y a través de lo que solicita del
que para nuestros pacientes. profesional.
8. No todas las respuestas de los pacientes
necesitan una retroinformación. Em- Escala para medir la escucha activa,
pléese la retroinformación o feedback según R. Carkhuff
únicamente cuando los sentimientos que Nivel 1. Muy inefectiva
nos exponen nuestros pacientes sean La información es imprecisa. No tiene
profundos, o cuando nos parece que es nada que ver con lo que ha dicho el pacien-
importante saber si hemos comprendido te. El profesional distorsiona el sentido del
lo que nos están exponiendo. mensaje.
9. Si nuestros pacientes necesitan informa- Nivel 2. Bastante inefectiva
ción, se la proporcionaremos, pero hay El profesional relaciona algún contenido
que asegurarse de: con lo dicho por el paciente, pero la infor-
a. Saber cuál es el problema verdadero mación más importante no la ha tenido en
antes de proporcionar información. cuenta. El profesional no responde al conte-
b. Averiguar directamente si el paciente nido esencial de lo expuesto por el paciente.
desea que le demos información. De Nivel 3. Efectiva
ser así, mejor será que sea breve. El profesional precisa el contenido prin-
c. Estar preparados para que rechacen cipal y esencial de lo que ha dicho el pacien-
nuestras ideas. te. No distorsiona esencialmente lo dicho por
d. En definitiva, recordemos que lo más el paciente.
importante es responder a la demanda Nivel 4. Bastante efectiva
exacta del paciente. El profesional da el contenido esencial
del nivel 3, pero incluso añade más detalles.
La escucha activa implica un compromiso Nivel 5. Muy efectiva
activo con el paciente, una disponibilidad El profesional ofrece un feedback del
frente a la experiencia inmediata vivida por contenido y el sentimiento que corresponde
él mismo y con el paciente, una aptitud para con fidelidad e intensidad a lo que acaba de
la sorpresa y una habilidad para escuchar expresar el paciente.
al paciente sin interpretarlo todo desde sus
propias experiencias. En la escucha activa, Feedback
el profesional permite a los pacientes expre- Creemos que el feedback o retroalimentación
sarse a su propio ritmo y como ellos deseen, es un punto clave para que el emisor se haya
o incluso que callen sin ejercer por ello pre- sentido escuchado. Solo sabremos si nos
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sión o sin evaluar su silencio. Esta actitud hemos sentido comprendidos por nuestro
posibilita al paciente la autoexploración y interlocutor si este, mediante un feedback o
favorece la capacidad de este para precisar su retroalimentación, nos dice lo que le hemos
problema; por su parte, permite al profesional dicho y cómo hemos comprendido sus pala-
la manifestación de sentimientos, actitudes y bras. De aquí que sea un pilar fundamental
aptitudes que el paciente no ha manifestado en la comunicación.
de forma clara y concreta. Si la comunicación falla, uno de los
La escucha activa es también un acto de puntos importantes que se deben revisar es
reconocimiento, una identificación del otro, si hay o no feedback en las relaciones. Pero
que va más allá de los lazos establecidos en intentemos dar una definición de feedback.
los cuidados que se dan al paciente. Entendemos por feedback, respuesta-
No se trata de un reconocimiento de la reflejo o retroalimentación, la actitud de
identidad civil, sino del reconocimiento de devolver al paciente lo que este le acaba

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84 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

de decir, tanto el contenido como el senti­ vida diaria a ser contradicho o criticado en
miento o la demanda. Y se trata de decír- sus puntos de vista).
selo tal cual el receptor lo haya captado Por otra parte, esta le permite entrar to-
(lógicamente no se trata de repetir lo que talmente en su mundo personal subjetivo y
el paciente le ha dicho, como lo haría un de esta forma facilitar la toma de conciencia
magnetófono o un loro). El feedback per- autónoma de la experiencia vivida:
mite al paciente saber si este ha sido verda­ 1. Evita la desagradable impresión de dia-
deramente escuchado por el profesional. logar en el vacío.
El feedback o retroalimentación posibilita 2. El profesional se asegura de no introducir
a los individuos devenir conscientes de la nada diferente de lo que acaba de es-
influencia que tiene su comportamiento cuchar.
o lo que acaban de decir sobre el otro, y 3. Permite al paciente estar seguro de haber
de percibir lo que los otros piensan de sus sido comprendido y, por consiguiente,
acciones o de lo que acaban de decir. continuar expresándose. Permite al pro-
Con lo expuesto hasta ahora podemos fesional comprobar que él ha escuchado y
concluir que solamente el emisor se sen- comprendido lo que le ha dicho el pacien-
tirá realmente escuchado si el receptor le te y, en caso de error, puede rectificarlo
devuelve mediante un feedback lo que es- fácilmente. Es como una especie de es-
te ha captado —tanto el contenido, como pejo que el profesional ofrece al paciente
el sentimiento y la demanda— de lo que el para que este se vea reflejado en él.
emisor ha dicho. 4. Facilita el desvelamiento de lo que
Una forma observable de manifestar esta permanecía latente y también permite
escucha activa es el feedback al contenido aportar algo nuevo en la medida en la
y al sentimiento de lo que acaba de decir el que se dé al paciente la posibilidad de
paciente; además, el feedback revela si las ver de otra forma su propia percepción
actitudes rogerianas (empatía, autenticidad, (Muchielli, 1984).
aceptación incondicional), de las que más 5. La reformulación permite una confronta-
adelante vamos a hablar, han sido bien inte- ción menos amenazante para el paciente.
gradas por el profesional. El feedback es tam- 6. Permite al paciente expresar cuál es la
bién una de las consecuencias de la empatía. causa de su malestar, sin que se sienta
Consiste en reflejar, resumir, parafrasear o amenazado por preguntas.
acentuar la comunicación manifiesta o im- 7. Permite estar seguro de que el paciente
plícita del paciente. ha comprendido el tratamiento y lo va a
No basta con que el profesional perciba llevar a cabo.
al paciente como este se percibe a sí mismo. Por ejemplo:
Es necesario que le transmita esta identidad
percibida. El medio más adecuado para con-
seguirlo es la respuesta refleja o feedback.
Aunque parezca simple, el feedback re- Profesional: «Hace un momento usted
quiere una buena escucha activa, pues necesi- ha manifestado el deseo de querer hablar
ta reproducir la comunicación del paciente en conmigo».
los mismos términos en los cuales este lo ha Paciente: «Sí, yo he hablado ya otras
expresado. Por otra parte, es un medio muy veces con otros profesionales» (mujer de
práctico de hacer comprender al paciente que una cierta edad).
se participa de su experiencia (Kinget, 1971). Profesional: «Sí…».
Paciente: «Yo…, sabe usted, mi pro­
Beneficios de la respuesta-reflejo blema es el alcohol».
o feedback Profesional: «Sí, me parece que la com­
prendo, usted continúa bebiendo, ¿no es
En primer lugar, ejerce un efecto saludable, eso?».
a la vez que relajante y estimulante, sobre Paciente: «Sí, porque me siento muy
el paciente (habituado con frecuencia en la sola».

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Capítulo | 5 Esquema de la comunicación 85

Profesional: «Es decir, que usted comba­ A un nivel superior, el feedback es una
te la soledad con el alcohol». información sobre la recepción de una infor-
Paciente: «Sí, es eso, y no sé qué puedo mación anterior.
hacer… porque todos los días me pasa
Queremos hablar en este caso de la me-
igual».
Profesional: «Veamos si es igual todos
tacomunicación que en 1951 Bateson definió
los días […]». como «la comunicación sobre la comunica-
ción y que tiene por objetivo la retroacción
Según la escala de R. Carkhuff de medir de los códigos y las relaciones utilizadas por
la empatía, que expondremos al hablar de los interlocutores».
ella, podemos decir que el profesional está Por ejemplo:
en el nivel 4. El profesional ayuda al pacien-
te porque este se siente comprendido y no Profesional: «Buenos días, señora».
evaluado o juzgado por aquel. Paciente: «Tengo una gran dificultad
Algunos principios que debe respetar para hablar… para hablar de mí [silencio
de 20 segundos]».
el profesional
(El respeto del silencio permite al
1. Reflejar el contenido y el sentimiento que paciente avanzar a su propio ritmo; si el
el paciente acaba de formular. silencio se prolonga demasiado durante los
2. Dejarle desarrollar su punto de vista. primeros contactos, el profesional puede
3. Aceptar el contenido y los sentimientos utilizar el feedback y decir: «Estoy perci­
del paciente sin ninguna evaluación, jui- biendo la dificultad que usted tiene para
cio o interpretación; son los suyos y tiene hablar».)
Paciente: «Cada vez que cuento a otras
derecho a sentir lo que siente.
personas algo de mi vida se burlan de mí».
4. Describir la situación que manifiesta el Profesional: «Al percibir que otras per­
paciente con el fin de que este pueda sonas se ríen de usted por lo que dice, le ha
tomar conciencia de su responsabilidad de producir tristeza. ¿Podría usted ponerme
en lo que le sucede. un ejemplo para comprenderla mejor?».
5. Centrarse en lo que ha dicho el paciente (El profesional anima a la paciente a que
para que este pueda profundizar en lo que hable. Esto permite explorar el significado
acaba de expresar. de lo enunciado por ella.)
Paciente: «Bien, la semana pasada
¿Cuándo se debe hacer comencé a hablar con un compañero. Yo
la respuesta-reflejo? le dije que acababa de saber que tenía un
tumor. Y todo lo que hizo fue darme unas
Se aprovechará el momento en que el sujeto
palmaditas en la espalda y decirme: “Los
ha manifestado una parte de su vivencia o tiempos son duros, ¿verdad?”».
problema cuando haya dicho algo que nos Profesional: «Al escuchar lo que le dijo
parezca importante. También cuando el su compañero, ¿cómo se sintió usted?».
paciente: (Explorar la reacción personal de la
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paciente y, más concretamente, sus senti­


1. Se encuentre en un momento en el que
mientos y sus emociones, permite extraer
no sepa cómo continuar. de forma más precisa la significación que
2. Ha dicho alguna cosa y se ha producido este acontecimiento tiene para la paciente.)
un silencio. Paciente: «Me sentí mal, ridícula, y
3. Dice algo importante sin dar el peso, la sobre todo triste… No sé cómo decirle…
importancia y la profundidad necesarios. [silencio]».
Profesional: «Yo me pregunto si es eso lo
En conclusión, podemos afirmar que una que le inquieta y si piensa que existe el ries­
comunicación solo existe si una retroinfor- go de que ocurra lo mismo aquí conmigo,
mación es transmitida al receptor por parte es decir, que no la comprenda a usted».
del emisor, y viceversa. De lo contrario se (Esta intervención es útil para traer al
puede hablar de información, pero no de interior de la relación, aquí y ahora, ele­
comunicación. mentos externos a la situación presente.

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86 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

Vemos cómo los hechos que conciernen ser empático consiste en darse cuenta con
a la paciente y que caracterizan lo que le precisión del cuadro de referencias interno
sucede se repiten frecuentemente.) de la otra persona, justamente con los com-
Paciente: «Es posible… Yo no le conoz­
ponentes emocionales y los significados a
co y no sé cómo va a reaccionar; sin embar­
go, usted me inspira… Usted no parece ser
ella pertenecientes, como si fuéramos la otra
el tipo de persona que pase de los demás, persona, sin perder nunca la condición de
pero ¿cómo puedo estar segura?». “como si”. Significa, por tanto, sentir las
Profesional: «Tengo la impresión de que amarguras y las alegrías de la otra persona de
usted se pregunta si debe confiar en mí». la misma manera que ella las siente y percibir
(Esta intervención hace surgir la metaco­ sus causas de la misma manera que ella las
municación o tema subyacente a la preocu­ percibe, pero sin perder la noción de que es
pación principal de la paciente. Le refleja “como si” estuviéramos tristes o alegres, etc.
lo que parece ser el problema principal de Si perdemos esta condición de “como si” ten-
la paciente, permitiendo a esta confirmar
dremos un estado de identificación».
o corregir la percepción del profesional.)
Paciente: «Un poco… Espero no ofen­
El paso de la empatía terapéutica a la
derle por esto». simpatía es un peligro fácil en espacios
Profesional: «Entonces… dígame usted, terapéuticos. Un agente de salud, social o
¿cómo se siente conmigo en este momen­ educativo, que quiere ayudar al otro debe es-
to?». tar atento a prevenir sus posibles tendencias
(La relación pone de manifiesto la im­ a deslizarse desde la comprensión del otro
portancia de la confianza y la necesidad hacia su identificación con él. Bermejo, ci-
de dialogar de forma satisfactoria. Esta tando a Rifkin (2010), nos dice: «La empatía
hace surgir también el estrés normal que supone un equilibrio delicado. Tenemos que
se produce en toda relación. Esta forma de
estar abiertos a sentir el sufrimiento del otro
actuar evita tranquilizar prematuramente a
la paciente con el fin de que la confianza
como si fuera nuestro, pero sin que este su-
pueda desarrollarse y de que se pueda eva­ frimiento nos engulla y anule la capacidad
luar de forma periódica.) del yo para ser un ente único y separado. La
empatía requiere un límite poroso entre el
“yo” y el “tú” que permita que las identidades
Empatía de dos seres se reúnan en un espacio mental
Vamos a centrarnos ampliamente en la empa- común».
tía, ya que se trata de una herramienta esen- Entendemos por empatía la capacidad de
cial e imprescindible, no solo para establecer comprender (percibir) correctamente lo que
buenas interacciones con las personas con experimenta nuestro interlocutor:
las que nos relacionamos, sino también para 1. Comunicarle esta comprensión.
llevar a cabo de forma adecuada cualquier 2. Utilizar un lenguaje acomodado a sus
trabajo que exija una relación personal. Por sentimientos y entendimiento.
otra parte, para los profesionales de la salud,
la empatía es una competencia emocional La actitud empática supone:
que debemos poseer y, por lo tanto, se puede
aprender. 1. La capacidad para ponerse auténtica-
mente en el lugar del paciente y ver el
Definición de empatía mundo como él lo ve. Para ello no basta
En su libro Empatía terapéutica, Bermejo solo con captar y entender sus palabras,
(2012) nos dice: «Es la capacidad de percibir sino lo que hay detrás de ellas y de los
el mundo interior de la otra persona, inte- gestos…, o sea, los sentimientos y las
grado por significados personales y priva- emociones que intenta transmitir con
dos, como si fuera el propio pero sin perder las palabras.
nunca ese “como si”». Y continúa: «Rogers 2. Supone también penetrar en ese mundo
(1994) insistirá en diferentes momentos en de percepciones del paciente y sentirse
este “como si”. El estado de empatía o de totalmente a gusto en él. Requiere tener

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Capítulo | 5 Esquema de la comunicación 87

sensibilidad para captar sus sentimientos aceptemos como algo propio de la persona.
de miedo, rabia, ternura, preocupación De esta manera no nos extrañaremos de las
o lo que en ese momento suponga una actitudes del paciente.
vivencia para él, sea lo que sea. Sig- Cada profesional debería saber recono-
nifica vivir en ese momento su vida y, cer sus propios sentimientos y no sentirse
por tanto, evitar emitir juicios, críticas, amenazado o culpabilizado por lo que está
evaluaciones sobre su situación o el sintiendo. Los sentimientos son muy varia-
problema que nos está comunicando. bles a la vez que pasajeros, y surgen en noso-
Goleman (2009) nos dice: «La esencia tros con una espontaneidad extraordinaria.
de la empatía consiste en darse cuenta de Toda persona sabe que puede vivenciar en
lo que sienten los demás sin necesidad un instante un sentimiento de tranquilidad
de que lleguen a decírnoslo. Asume dife- y pasar al minuto siguiente a tener uno de
rentes grados que van desde la capacidad preocupación ante cualquier noticia que se le
de captar e interpretar adecuadamente comunica. Los sentimientos no son ni buenos
las emociones ajenas, hasta percibir y ni malos. Lo malo o lo negativo es el com-
responder a sus preocupaciones o senti- portamiento que podemos tener como con-
mientos no expresados y comprender los secuencia de ciertos sentimientos; como, por
problemas que se ocultan detrás de otros ejemplo, la persona que ante la enfermedad
sentimientos». se siente desesperada e intenta suicidarse;
3. Supone transmitir al paciente cómo es- o bien, el paciente que tiene sentimientos
tamos sintiendo nosotros, los profesio- de culpabilidad y, avergonzado, cae en un
nales, lo que nos está comunicando. mutismo, etc.
4. Significa valorar con el paciente las Si cada profesional comprende bien sus
preocupaciones y los problemas de propios sentimientos, si se acuerda de cómo
este, pasando a ser persona de su con- él se sentía cuando ha estado enfermo o tenía
fianza, de su mundo interior. Estar con algún problema serio, si capta lo que pasa
los pacientes, en esta forma que indi- en su interior, podrá tener una actitud más
camos, significa dejar de lado, en esos empática con los pacientes, los comprenderá
momentos, nuestros puntos de vista y mucho mejor. Si se dice a sí mismo: «Soy
valores propios, para entrar en el mundo una persona humana y nada de lo humano
del paciente sin ideas preconcebidas. Es me puede extrañar», tiene el terreno prepa-
comprender que cuando los pacientes rado para una escucha activa más eficiente
actúan de una determinada forma, debe (Rogers, 1968).
haber alguna razón importante para R. Carkhuff, discípulo de C. Rogers, ha
ellos como, por ejemplo, el hecho de establecido una serie de escalas, las cuales
que tengan «ideas raras», «gustos es- permiten que podamos evaluar y verificar si
peciales», etc. Debe tener algún sentido tenemos o no buenas actitudes como recep-
para ellos toda esa serie de aficiones y tores. Establece sus escalas con niveles que
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preocupaciones. van del 1 al 5. Y nos dice que los niveles 1 y


5. Significa que el profesional comprende 2 no solo no ayudan, sino que son incluso
los sentimientos del paciente para así ser perjudiciales para el paciente. El nivel 3 lo
más positivo y tolerante con este. considera como neutro, es decir, que no ayu-
da pero tampoco perjudica al paciente. Solo
Comunicar con los pacientes desde una ac- ayudan los niveles 4 y 5. Veamos el nivel de
titud empática supone que nosotros, como evaluación de la empatía.
profesionales, tengamos una comprensión
profunda de nuestras personas, que nos Nivel para medir la empatía
entendamos a nosotros mismos para com- en las relaciones profesional-paciente
prender mejor al otro y que la gama de (Carkhuff, 1969; en Marroquin, 1982)
sentimientos que en nosotros se produce en Nivel 1. Las respuestas verbales o conducta
todo momento, cualesquiera que sean, los del asesor se alejan significativamente de

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88 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

las expresiones y acciones del ayudado y Por ejemplo:


comunican menos de lo por él expresado. El
asesor que se mueve en este nivel de empatía, Paciente: «Mi mujer no ha venido esta
o mejor dicho, la ausencia de esta, tiende a tarde, aunque la he esperado largo rato».
hacer preguntas, dar consejos, ofrecer direc- Profesional: «Se siente preocupado
trices de comportamiento, o tranquilizar a la [sentimiento] porque tal vez piensa que a
persona que se muestra desbordada por sus su mujer le ha podido pasar algo».
problemas. Paciente: «Pues sí, porque ella suele
Nivel 2. Las respuestas del asesor, aun- venir todas las tardes a la misma hora…».
que responden en alguna manera a los senti-
mientos del asesorado, substraen algo notable En este ejemplo, el profesional hace un
de lo expresado por él. Se centran más en el feedback con empatía al paciente, lo cual
contenido de lo que la persona dice que en permite que este se sienta comprendido y no
el sentimiento. juzgado.
Nivel 3. Las respuestas del asesor son G. Egan (1982) llama «empatía avanza-
esencialmente intercambiables con las del da» cuando llegamos a reflejar no solo lo que
asesorado, en cuanto que ellas expresan el paciente ha expresado con sus palabras y
esencialmente los mismos sentimientos y gestos, sino también lo que ha podido dejar
significados. De alguna manera, el asesor entrever o expresar a medias. Le estamos
refleja los sentimientos expresados por la ofreciendo al paciente la oportunidad de ex-
persona sin añadir nada nuevo a lo que este plorar lo que puede ser su preocupación más
ha expuesto. sustancial.
Nivel 4. Con las respuestas que damos Una pregunta importante y clave para
al paciente añadimos algo más de lo que nos entender y aproximarse a lo que el paciente
ha dicho con sus palabras y sentimientos, de nos está comunicando es: ¿cuál es el mensaje
manera que podemos ayudarle a que expe- clave de lo que me está diciendo?
rimente y/o exprese sentimientos que quizá
fue incapaz de compartir anteriormente. Cómo mejorar la empatía
El consejero puede devolver necesidades, 1. Darse tiempo a uno mismo para pen-
valores y deseos que están implícitos en su sar. Intervenir rápidamente cuando el
expresión de sentimientos y significados, y paciente hace una pausa mientras ha-
que manifiestan sus esperanzas para alcanzar bla supone que no nos damos tiempo
una solución a sus problemas. suficiente para identificar el mensaje
Nivel 5. Con las respuestas que damos que nos acaba de comunicar. Una forma
al paciente añadimos significativamente más de mejorar la empatía es aprovechar las
de lo que nos ha comunicado este, y con pausas del paciente para preguntarnos:
nuestras respuestas se consigue que el pa- ¿qué sentimientos acaba de expresar el
ciente exprese sentimientos más profundos paciente?, ¿cuál es su mensaje? Cuando
de los que nos ha expresado. Puede añadir por cualquier circunstancia veamos que
un paso de acción que el ayudado puede nos hemos perdido o que no comprende-
realizar para alcanzar el objetivo. En el caso mos bien lo que nos ha dicho, podemos
de una exploración personal profunda por interrumpirle y decirle:
parte de este, el asesor muestra su presen-
cia en los momentos más importantes del
análisis. «Déjeme ver si he comprendido lo que está
diciendo.»
Empezar a comunicarnos con los pacien-
tes desde una actitud empática supone darles
respuestas de feedback, o sea, reflejarles no Esto no supondrá romper su esponta-
solo las palabras, sino también el sentimiento neidad, sino todo lo contrario, le demos-
de lo que nos ha dicho y el porqué de ese traremos con ello que estamos pendientes
sentimiento. de lo que nos está hablando, y todavía

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Capítulo | 5 Esquema de la comunicación 89

más, que queremos escucharle y com- nuestra respuesta no es empática, aunque


prenderle adecuadamente. estemos respondiendo adecuadamente a
2. Respuestas cortas. Las respuestas del sus sentimientos y experiencias.
profesional deben ser relativamente fre- 4. Lenguaje. Los profesionales serán más
cuentes, pero también cortas y ajustadas. empáticos cuando su lenguaje esté más a
Los profesionales, al tratar de ser adecua- tono con el léxico, la cultura y la edad de
dos en sus respuestas, pueden llegar in- los pacientes.
cluso a hablar demasiado, algunas veces
más que el paciente. Esto les sucede con Sugerencias para expresar la empatía
frecuencia a los profesionales que res- 1. Atiende con detenimiento todo lo que te
ponden con rapidez sin haber escuchado dice el paciente, tanto el contenido como
empáticamente lo que les han dicho los el sentimiento, así como a la forma en
pacientes y aprovechan la ocasión para que lo expresa.
soltarles un sermón o demostrarles que 2. Escucha principalmente los mensajes que
saben mucho de las cosas que le están son básicos y vitales para el paciente.
contando aquellos. Solo falta que le 3. Si tienes dudas sobre lo que te dice, pre-
digan: gúntale si has entendido bien lo que te ha
comunicado, o bien pídele que te lo repita.
4. Sé sensible no solo a los sentimientos
«Pensaba que era yo el que quería hablar
más claros del paciente, sino a los que no
con usted.»
aparecen tan claros en su comunicación.
5. Emplea las respuestas del paciente a lo
3. Empatía de tono y de modo. Si el pa- que le dices como la mejor guía para darte
ciente nos está hablando animadamente, cuenta de si os estáis comprendiendo o no.
refiriéndose a cualquier éxito o situación
que le ha salido bien, y nosotros res- Otra forma de explicar la empatía
pondemos con voz aburrida, cansina, Decíamos, en el capítulo 1, que captamos la
adormilada, como diciendo: realidad a través de diversos filtros (nuestros
sentidos, la predominancia de uno u otro he-
misferio, nuestra educación social, cultural,
«No me molestes.» familiar, etc.). En la figura 5-12 presentamos
algunos de ellos.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIGURA 5-12  Filtros con los que captamos la realidad.

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90 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

Con el fin de comprender esto de forma tintas. Otro ejemplo: un profesional


más clara, vamos a presentarlo con el ejemplo (médico, enfermera...) asiste a una
de una cámara fotográfica (analógica) de intervención quirúrgica y la percibe
varios filtros. Al hacer una foto podemos de forma muy diferente a otra persona
considerar dos tiempos. En el primer tiem- que no pertenece al gremio, que puede
po observamos lo que vamos a fotografiar considerarla como algo horrible, desa-
y hacemos la foto. En el segundo tiempo, gradable, etc. Y así, la forma de narrar-
llevamos el carrete a la tienda para que nos la variará enormemente si la comenta
haga el revelado. Pues bien, vamos a ver esto un profesional o si lo hace un familiar.
con lo que exponemos a continuación: Si esto pasa con el sentido de la vista,
1. Primer tiempo: observar y sacar la foto. lo mismo ocurre con cada uno de los
Observamos que el receptor está captan- otros sentidos: que cada uno percibe
do con sus filtros, como con una cámara la realidad de forma muy subjetiva y
fotográfica, la torre de un faro. Por otro desde esta forma de percibir se co-
lado, también el emisor está captando, munica con los otros, pensando que
con su cámara fotográfica y sus filtros, la todos ven, oyen, tocan, gustan, etc.,
torre de un faro. Si cada uno permanece y, sobre todo, interpretan la realidad
con su cámara sin ponerse en el lugar del de la misma manera que él, cuando
otro, tendremos que ninguno de los dos sabemos que no es así. Obviamente,
está observando lo mismo, la torre del esto lleva a problemas de comunica-
faro, pues cada uno captará su realidad. ción, pues viendo lo mismo no ven lo
Por tanto, si cada uno quiere comprender mismo, oyendo lo mismo no oyen
lo que el otro capta, tendrá que dejar su lo mismo, etc. Y esto pasa, no porque
posición, es decir, sus filtros, e intentar materialmente no oigan lo mismo,
captar la realidad a través de los filtros sino porque lo que oímos, o lo que
del otro. Tarea difícil; pero si esto no vemos, tendemos a interpretarlo,
se intenta, será imposible llegar a com- por lo que resulta que si no hay un
prenderse, pues sucede con muchísima feedback, no comprenderemos lo que
frecuencia que, debido a estos filtros que el otro ve, oye, interpreta, etc., sino
señalamos en la figura 5-12, hablando de nuestra interpretación, traduciéndose
lo mismo no nos referimos a lo mismo, en una falta de empatía.
pues estamos condicionados por nuestros b. Segundo filtro: nuestra parte neu­
sentidos, nuestra cultura, filosofía de vi- rológica. De todos es conocido que
da, familia, etc. Vamos a ver y comentar tenemos en nuestro cerebro dos he-
algunos de estos filtros: misferios, el izquierdo y el derecho.
a. Primer filtro: nuestros sentidos. Por A grandes rasgos podemos decir que
ejemplo, si tomamos el sentido de la en uno domina más lo racional, lo
vista, observamos que cada persona, abstracto, etc., y por tanto es más frío,
al mirar un mismo objeto, se queda más calculador, etc. En el otro hemis-
con unos aspectos y deja o rechaza ferio dominan más los aspectos sensi-
otros, y aún más, todo lo que ve tiende bles, los detalles, lo artístico, etc. Uno
después a interpretarlo desde su punto es generalmente más dominante en
de vista. Así, al ver un paisaje, por los hombres, y el otro en las mujeres;
ejemplo, del desierto, a unos les pare- de aquí las diferencias. Por tanto, a
ce precioso, y a otros, triste, aburrido, la hora de captar la realidad, según
monótono, etc., y según cada uno lo predomine un hemisferio u otro, cada
percibe y lo siente, así se comunica persona dará más prioridad a uno u
con los otros, diciendo: «Es un paisaje otro aspecto. Esto nos lleva a com-
que deprime», o bien si le gusta, dirá: prender por qué no nos entendemos
«Es un paisaje maravilloso». La mis- muchas veces al comunicarnos (sobre
ma realidad pero percepciones dis- todo en la pareja o un hombre y una

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Capítulo | 5 Esquema de la comunicación 91

mujer), y es que nuestra percepción moral, una culpabilidad, etc., que


de la realidad está influida por uno u otras personas de otra religión, creen-
otro hemisferio y, así, influidos por cia o filosofía no tienen ni comparten.
el hemisferio dominante, captamos la Esto también es fuente de conflicto,
realidad, la procesamos y la comuni- pues nos comunicamos considerando
camos. estas influencias y, así, juzgamos,
c. Tercer filtro: los aspectos sociales y moralizamos, criticamos ciertas acti-
culturales. Todas las personas hemos tudes, ritos o normas, etc., teniendo en
nacido en un lugar determinado. Este cuenta nuestra concepción religiosa,
lugar tiene su cultura y, por tanto, su filosófica o de creencias. La empatía
forma de concebir la vida, las rela- nos dirá que no podemos juzgar, criti-
ciones, las fiestas, la manera de com- car, moralizar, etc., sino que tenemos
prender ciertas costumbres, etc. Estas que ponernos en el marco religioso o
nos condicionan al relacionarnos con filosófico de la otra persona para com-
personas que han nacido en otro lugar prenderla desde ahí.
y que, por tanto, son hijas de su cul- e. Quinto filtro: los aspectos familiares.
tura, sus costumbres, sus formas de También la familia como portadora
vida, etc. En consecuencia, esto nos de vivencias, valores, costumbres,
condiciona en nuestras relaciones, normas, gustos, educación, etc.,
pues tendemos a comunicarnos según condiciona la forma de pensar, vivir,
nuestra cultura, costumbres, formas sentir, la realidad de cada uno de sus
de vida, etc., las cuales pueden chocar miembros. Esta forma, lógicamente,
con las de otras personas. Si no hay puede chocar con el modo en que
una empatía para saber, poniéndose otras personas han sido educadas en
en el lugar de la otra persona, cómo sus respectivas familias, dando lugar
vive estos aspectos sociales y cultu- a conflictos relacionales. También
rales que le han marcado, no podrá sucede que creemos que, como en
comprenderla, y, por tanto, tendrá un nuestra familia se tiene una «forma de
problema de comunicación. Incluso vida», también los otros la percibirán
dentro de la propia familia vemos o tendrán de la misma manera. Si no
cómo social y culturalmente somos hay un feedback y mucha empatía pa-
diferentes, lo cual nos lleva a que ha- ra comprender cómo el otro ha vivido
ya conflictos en las relaciones, si no la realidad en su familia, nos costará
tenemos en cuenta esto que acabamos mucho comprenderle, pues recorde-
de decir. mos que también nos comunicamos
d. Cuarto filtro: la filosofía, la religión, desde la perspectiva que cada uno ha
las creencias de cada uno. Otro de los vivido en su ambiente familiar.
filtros que condicionan nuestras rela- f. Sexto filtro: los aspectos individuales.
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ciones son: la religión, las filosofías de Continuamente estamos cambiando.


vida, las creencias, etc. Todos somos Nuestros estados de ánimo se suce-
conscientes de que, por ejemplo, en den. Ahora estoy relajado y dentro
nuestro país, la religión católica con- de unas horas puedo estar estresado.
diciona para bien o para mal muchas Ahora tengo hambre y dentro de un
de nuestras formas de pensar, vivir, rato estoy saciado, etc. Es decir, los
actuar, etc. Esto también se observa en estados de ánimo por los que vamos
los países integristas, donde es la reli- pasando nos condicionan para captar
gión la que determina lo que está bien la realidad: no vemos las cosas ni
o mal, incluso en el ámbito político. respondemos de la misma manera
La religión (creencias, filosofías de vi- cuando estamos cansados que cuando
da) nos lleva a una concepción de estamos descansados. Esto quiere de-
la vida a partir de unas normas, una cir que nuestros estados de ánimo nos

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92 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

condicionan en la comunicación con empático diciéndole: «Me imagino


nuestro interlocutor. Si no tenemos lo dura que tiene que ser para usted
esto en cuenta, resulta que no solo esta situación», que no esto otro: «Le
nosotros —condicionados por estos comprendo perfectamente», a pesar de
estados de ánimo— podemos tener que nos parezca que le comprendemos
una visión distorsionada de la reali- porque nosotros hemos vivido situa-
dad, sino que también pretendemos ciones parecidas. Ni que decir tiene
en nuestra comunicación mostrar al que, considerando lo que acabamos de
otro que llevamos razón. Por tanto, decir, todo lo que sea juzgar, criticar,
si no tenemos en cuenta el estado de condenar, moralizar, etiquetar, com-
ánimo o la situación por la que está parar, aconsejar, etc. (obstáculos a la
pasando nuestro interlocutor o pa- comunicación de los que nos ocupare-
ciente, y no se lo reflejamos mediante mos en el capítulo siguiente), demues-
el feedback y la empatía, entraremos tra que no tenemos ninguna empatía
en conflicto con nuestro interlocutor. con nuestro interlocutor o paciente.
El emisor nos habla desde su for- 2. Segundo tiempo: una vez que el emi-
ma de captar la realidad condicionada sor ha captado la realidad a través de
por los filtros que acabamos de des- los filtros que acabamos de señalar, al
cribir. Pero resulta que el receptor modo como lo hacemos con una cámara
también capta la realidad condicio- fotográfica (la corriente neurolingüística
nado por los filtros de sus sentidos, llama a esto captar la realidad a través
su parte neurológica, sociocultural, de nuestra estructura profunda), vamos
religión y creencias, familia, vivencias ahora —segundo tiempo— a «revelar
individuales. Si quiero escuchar a mi las fotos» que hemos sacado. ¿Y qué
interlocutor y lo escucho sin dejar mis es lo que nos aparece? A primera vista,
propios filtros, entonces resulta que tomando el ejemplo de la imagen de un
no veo la realidad de mi interlocutor faro, se trata de la torre de un faro, pero
desde su punto de vista, sino desde el cada uno se ha detenido en aquellos deta-
mío, lo cual me llevará a no ponerme lles que para él, debido a su forma de ver
en su lugar, a no comprenderlo; en la vida y las cosas (es decir, debido a sus
definitiva, a no ser empático y, por filtros), ha estimado pertinente resaltar.
tanto, a que no se sienta comprendi- Así que, a pesar de que ambos ven la to-
do. Sabemos que esto es sumamente rre del faro, no ven la misma torre, pues
difícil, pero si no «renuncio» a mis cada uno la percibe desde su punto de
filtros para intentar «ver, sentir, vivir vista. De aquí esos principios que tanto
los aspectos sociales, religiosos, fami- nos gusta repetir: «Lo que está claro para
liares, etc.», desde la perspectiva de mi ti, solo lo está para ti», «Viendo lo mis-
interlocutor, no podré comprenderlo. mo no vemos lo mismo» o «Hablando
De ahí que a veces el paciente se de lo mismo no hablamos de lo mismo».
rebele cuando le decimos: «Le com- Por tanto, una vez más, al exponer a los
prendo», y aún más: «Le comprendo demás nuestro mundo, lo hacemos de una
perfectamente», y nos responda (sobre forma tan peculiar que, como el interlo-
todo si es mayor y el profesional jo- cutor intenta captar lo que le decimos a
ven): «Tú qué vas a comprenderme, través de sus filtros y no a través de los
si, como quien dice, acabas de nacer». nuestros, nunca llega a comprendernos
Recordemos que siempre comprende- plenamente. A esto hay que añadir que
mos desde la imagen que me hago de al exponer lo que uno ha captado o vi-
lo que mi interlocutor me dice, pero vido de la realidad, es decir, «al revelar
realmente, ¿siento desde él su dolor, al otro la foto que hemos sacado según
desesperación, etc., o es como yo me nosotros hemos captado la realidad», la
lo imagino? En este caso, se es más deformamos, pues no hablamos de todos

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Capítulo | 5 Esquema de la comunicación 93

FIGURA 5-13  A. Filtros con los que captamos la realidad. B. Filtros al expresar la realidad captada.

los detalles con los que hemos filtrado la Otro ejemplo: le digo a un alumno que
realidad, sino que se suele tender a emitir nos hable de algún pueblo que haya visitado
la captación de la realidad o el mensaje y que nos lo describa. A veces ha estado
de forma general, olvidando los deta- varios días en ese pueblo y a la hora de des-
lles, los cuales dan la especificidad de lo cribirlo nos dice frases como estas: «Es un
vivido o filtrado; expresar el mensaje de pueblo pequeño» (generalización); «Es muy
forma generalizada nos lleva a que este bonito» (generalización e incluso distor-
se dé haciendo grandes eliminaciones sión, pues bonito, feo, etc., son valoraciones
de aspectos que pueden ser incluso muy muy personales); «Tiene edificios antiguos»
importantes, o bien a que, sin darnos (generalización y eliminación, pues ¿qué
cuenta, estemos distorsionando la can- quiere decir con «edificios antiguos»?);
tidad de información que uno tiene y el «Tiene pocos habitantes», etc. Como se
otro no. Todo esto nos lleva a una mayor aprecia en todas estas descripciones, lo que
complicación de la comunicación y a hace es construir una imagen muy personal
una mayor dificultad para entendernos, del pueblo que nos narra, pero es imposible
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

pues lo que el interlocutor ha captado, tener en nuestra mente una foto real de cómo
a la hora de manifestármelo, resulta que es en realidad ese pueblo. Si dijera: «¡Oh!,
elimina o generaliza tanto que es difícil qué pueblo más bonito, más aburrido…»,
comprenderlo. Pongamos un ejemplo: estaría hablando de la imagen que yo me
he hecho del pueblo, no del pueblo que es
en realidad.
Un alumno que ha estudiado durante varios Todos estos filtros nos llevan a darnos
días, a la hora de responder al examen cree
que sabe la materia, pero lo que aparece en
cuenta de la importancia de la empatía ma-
el examen son grandes generalizaciones: ha nifestada con el feedback si queremos com-
eliminado cantidad de detalles y en muchos prender al otro y que el otro nos comprenda.
casos hasta ha distorsionado la realidad Sabemos que practicar la empatía es muy
(fig. 5-13). difícil, pero si queremos comprendernos no
vemos otra alternativa.

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94 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

Expresiones que muestran • Favorece la autoconfrontación.


la falta de empatía • Transforma constructivamente a los in-
• Referirse a los pacientes por su enferme- terlocutores.
dad: «la apendicitis del 2012». • Favorece el dinamismo psíquico y el de-
• Referirse a los pacientes por su condición sarrollo constructivo de la personalidad.
o estado: «el abuelo de la 200», «el ter- • Intensifica el diálogo crítico con sus pro-
minal de Zamora». pias vivencias.
• Referirse a los pacientes por sus percep- • Alivia al exteriorizar la carga afectiva.
ciones subjetivas: «Acaba de ingresar la • Favorece la aceptación de sí mismo.
ansiosa…». • Despoja de las apariencias y las más-
• Quitarle importancia a la situación: caras.
«Tranquila, que no es nada; eres una • El ayudado se siente valorado y aceptado
quejica». como persona.
• Trivializar lo que el paciente vive, dice o • El ayudado se siente reafirmado en su
expresa: «Esto no es nada, hay gente que propia existencia como persona original,
está mucho peor…». autónoma y valiosa.
• No creer en el paciente: «Estás exageran- • El ayudado aprende a aceptar los propios
do, no te puede doler tanto…». sentimientos.
• Hacer comentarios: sin mirar al pacien- • Enseña al ayudado a confiar en su propia
te, o entre los profesionales delante del experiencia.
paciente sin tener a este en cuenta, o ha- • Ayuda a que el ayudado explore su pro-
blando solo con la familia y no con el blema con libertad y se autoexplora más
paciente. profundamente.
• Entrar en la habitación y verificar el go- • Fomenta la responsabilidad del ayudado.
tero o los aparatos sin mirar ni saludar • Contribuye eficazmente a superar la so-
al paciente. Este ha quedado reducido a ledad del ayudado.
menos que un objeto. • Crea una base sólida que consolida los
• Sentirnos molestos por sus llamadas o procesos de la relación de ayuda.
quejas: «Y ahora ¿qué es lo que quie- • Mejora el nivel de autoconocimiento del
res? No estás en un hotel de cinco es- propio agente de ayuda.
trellas».
• Banalizar las situaciones del paciente Respeto o aceptación incondicional
sin respeto: «Desde luego, no paras de
llamar la atención…».
del paciente
• Es nuestra actitud la que mueve realmen- La concepción del otro se basa, en general,
te a las emociones, y son los pensamien- en una información insuficiente de lo que él
tos negativos o distorsionados los que dice o hace o nosotros captamos de él, pues
nos impiden mostrarnos empáticos. Lo fenomenológicamente podemos hablar de lo
importante no son los acontecimientos, que nos aparece de él, del «fenomenon», diría
sino lo que nosotros pensamos o sentimos E. Kant, pero no del «noumenon», es decir,
de los mismos. de lo que hay detrás de lo que aparece, de la
esencia, pues no lo conocemos o no sabemos
Beneficios de la empatía por qué obra o actúa así; esto nos lleva a no
juzgar por las apariencias, las cuales nos
Bermejo (2012), citando a R. Tausch y A.M.
llevan a equivocarnos con frecuencia.
Tausch (1987), G. Dietrich (1985), M. Soria-
Pongamos un ejemplo: el paciente, en
no (2005), nos dice que los beneficios de esta
una situación que le produce angustia, puede
actitud serían los siguientes:
comportarse de tal manera que sea mal inter-
• Suscita sentimientos y experiencias rele- pretado por el profesional, ya que este no
vantes. sabe lo que está viviendo. Otro ejemplo: el
• Estimula la autoexploración. paciente se muestra enfadado, el profesional

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Capítulo | 5 Esquema de la comunicación 95

se lo reprocha sin tener en cuenta por qué está conozca. Mediante este gesto, yo permito que
así, o qué es lo que le ha provocado el enfado. el otro me ame.
La persona nos aparece como un mis- Pero cuando una persona no se revela
terio. No podemos predecir lo que hará. No totalmente a sí misma, pierde el contacto con
conocemos su pasado e ignoramos lo que la realidad y aparece la enfermedad.
ocurre en su interior. Es también un hecho evidente que una
Escuchemos lo que a este respecto nos persona no puede llegar a conocerse si no
dice C. Rogers (1967): se revela al otro. Cuando alguien es capaz de
revelarse completamente a otro, aprende a
aumentar sus contactos con su yo auténtico
«[…] ¿Soy yo capaz de experimentar actitu­
des positivas hacia el otro: calor, atención, y puede estar más capacitado a partir de este
afecto, interés, respeto?» momento para dirigir su destino partiendo
«Solemos tener grandes dudas a la hora de lo que conoce de sí mismo. Veamos lo que
de experimentar estas actitudes positivas nos dice C. Rogers:
hacia el otro, ya que estas pueden someter­
nos a una serie de exigencias con respecto a
nosotros mismos o producirnos una decep­ «[…] ¿Soy capaz de respetar enérgicamente
ción y tememos las posibles consecuencias. mis propios sentimientos, mis propias nece­
También tenemos tendencia a establecer sidades como respeto las del otro? ¿Puedo
una distancia entre nosotros y los otros.» poseer y experimentar mis propios senti­
«[…] En el campo clínico desarrolla­ mientos como algo propio e independiente
mos diagnósticos con formulaciones com­ de los sentimientos del otro? ¿Soy bastante
plicadas a través de los cuales la persona fuerte e independiente para no deprimirme
es tratada como un objeto […] Yo tengo la por su depresión, angustiarme por su angus­
impresión de que, de esta manera, podemos tia o dejarme absorber por su dependencia?
evitar experimentar el interés que sentiría­ ¿Mi yo interior es suficientemente fuerte
mos si reconociéramos que se trata de una para sentir que no soy destruido por su
relación entre dos personas.» cólera, ni invadido por su dependencia, ni
reducido a la esclavitud por su amor, sino
que existo independientemente de él con
¿Qué ocurre cuando se escucha y las per- sentimientos y derechos propios? Cuando
sonas revelan su verdadero yo a los otros? He puedo sentir con fuerza mi propia indepen­
aquí algunas consecuencias posibles: dencia, entonces descubro que me puedo
consagrar más a comprender al otro y acep­
1. Toman conciencia de hasta qué punto tarlo porque no temo perder mi propio yo.»
son iguales o diferentes de los otros en «[…] ¿Mi seguridad interior es bas­
cuanto a pensamientos, sentimientos, es- tante fuerte para permitirle ser sincero o
peranzas, reacciones, etc. hipócrita, infantil o adulto, desesperado
2. Toman conciencia de las necesidades de o presuntuoso? ¿Puedo permitirle que sea
la persona, y de este modo son capaces libremente él mismo?, o bien ¿siento que él
de ayudarla y de ver que sus necesidades debería seguir mis consejos o permanecer
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

no son satisfechas. dependiente de mí o servirle de modelo?»


3. Descubren también hasta qué punto la «[…] Tras mi experiencia, cuando mi
actitud es condicional, el paciente no puede
persona se adapta a las normas morales
cambiar o desarrollar los aspectos de su
y éticas o se distancia de ellas. personalidad que no son completamente
¿Qué es lo que nos hace abrirnos o no a los aceptados por mí. Y cuando más tarde —y a
otros? Nuestra experiencia nos muestra que veces demasiado tarde— intento descubrir
por qué no he sido capaz de aceptar todas
una persona se deja conocer si el que la es-
sus facetas, encuentro que suele ser general­
cucha actúa de buena voluntad. La revelación mente porque he tenido miedo o he sentido
de sí mismo es una prueba de amor y con- amenazado mi propio yo por algún aspecto
fianza. Si yo amo a alguien, no solamente de sus sentimientos. Para poder ayudar más
me esfuerzo por conocerle, sino que tam- es necesario que desarrolle mi propio yo y
bién le expreso mi amor permitiendo que me que acepte mis propios sentimientos.»

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96 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

«[…] ¿Soy capaz de ver al otro como «Cuanto más comprendido y aceptado
una persona en evolución, o por el contra­ se siente el paciente, más fácil le resulta
rio permanezco atado a su pasado o al mío? abandonar los mecanismos de defensa con
Si en mi relación con el otro lo trato como
que ha encarado la vida hasta ese momento
a un niño inmaduro, como a un alumno
ignorante, como a una persona neurótica
y comenzar a avanzar hacia su propia madu-
o psicótica, cada uno de estos conceptos ración» (Rogers, 1968).
pone límites a nuestra relación. M. Buber La aceptación supone «un cálido respeto
utiliza la expresión: “confirmar al otro”, sig­ hacia la persona, como individuo valioso,
nifica […] aceptar todas sus potencialidades independientemente de su condición, con-
[…] Yo no puedo conocer en él a la persona ducta o sentimientos…, al margen del carác-
que puede llegar a ser. Yo le confirmo en mí ter negativo o positivo de sus actitudes. Esa
mismo y en él mismo las potencialidades aceptación de cada uno de los aspectos de la
que puede desarrollar y lo que puede evo­ otra persona le brinda calidez y seguridad en
lucionar» (Rogers y Kinget, 1967).
nuestra relación» (Rogers, 1968).

Bermejo (2012) nos dice: «Quien trans- Expresión del respeto por parte
mite con las palabras, pero especialmente con del profesional
la “mirada” (no solo la de los ojos), que está
dispuesto a acoger cualquier cosa, que nada El respeto no se comunica mediante palabras
desencadenará juicios moralizantes, que («yo te respeto», «respeto tu forma de ser y
nada sorprenderá tanto al terapeuta como pa- de pensar»), sino a través de las acciones. Y
ra no seguir comprendiéndolo y haciendo el se manifiesta a través de:
apasionante viaje al interior de una biografía 1. La voluntad de estar a disposición del
personal […] quien se comporta así, genera paciente: disposición para emplear el
una confianza tal que permite abrir el baúl tiempo y la energía necesarios en cuanto
del corazón y liberar aquello que empieza a los pacientes nos necesitan y nosotros
intuir que puede ser comprendido sin límite podemos. Muchas veces perdemos el
alguno». tiempo en cosas banales; deberíamos
El profesional que respeta a su paciente preguntarnos si son tareas más urgentes
cree en él, lo escucha atentamente y se abs- que el escuchar al paciente.
tiene de caer en lo que Gordon llama las ba- 2. Viendo al paciente como una persona
rreras de la comunicación (que señalaremos única: los profesionales deben fomentar
más adelante) y que nosotros llamamos la propia individualidad de cada paciente
también obstáculos a la comunicación y al y contribuir a su desarrollo constructivo
crecimiento personal. considerando esta individualidad como
Cuando nos sentimos libres para ser un valor en sí mismo. No se trata de exi-
nosotros mismos en presencia de otra per- gir que todos los pacientes sean iguales
sona, es porque nos sentimos respetados por en sus actitudes y comportamientos.
el otro. Cuando un paciente se siente libre 3. Viendo al paciente como tendente a
para ser él mismo con el profesional es por- la autonomía: el respeto se manifestará
que este último le respeta. Nada resulta tan de una forma más auténtica partiendo de
gratificante como escuchar de un paciente la consideración que los pacientes tie-
lo siguiente: «Con usted siento confianza y nen de sí mismos, de sus cualidades y
libertad para comunicarme como yo soy». recursos, los suficientes como para ser
El respeto implica «el aprecio de la digni- capaces de enfrentarse a su enfermedad.
dad y valor del paciente y su reconocimiento Estas cualidades pueden estar bloqueadas
como persona». o impedidas, bien por la educación, la
Se parte, por tanto, de una consideración enfermedad, o bien porque no han sido
hacia la libertad del paciente y su derecho a estimulados e informados lo suficiente
tomar las decisiones que él considere más para que las pongan en funcionamiento,
convenientes. y tarea nuestra como profesionales es

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Capítulo | 5 Esquema de la comunicación 97

lograr que ellos descubran esas cualida- Nivel 2. El profesional no ayuda cuando:
des y las ejerzan. 1. No se centra en lo que vive, siente y ma-
4. Respetando la intimidad del paciente: nifiesta el paciente, sino en lo que debería
la falta de respeto a la intimidad del sentir, vivir o manifestar.
paciente también dificulta la empatía. 2. No se respeta a sí mismo y, por tanto, no
Esta falta de respeto se da cuando des- se permite ser él mismo.
cuidamos el pudor del paciente durante
la exploración física o los cuidados que Nivel 3. El profesional comienza a ayudar
exigen intimidad, así como en la intro- cuando:
misión inoportuna en aspectos íntimos 1. Escucha lo que vive y siente el paciente,
durante la entrevista clínica o el descuido y la manera de utilizar sus recursos.
del entorno asistencial (entrada de otras 2. Acepta los sentimientos del paciente de
personas, despertarle bruscamente, las forma empática.
luces, los ruidos, la forma de entrar en su 3. Permite libremente la expresión de senti-
habitación, que es como su casa, su inti- mientos del paciente y también comparte
midad, etc.). Siempre que estemos ante sus propios sentimientos.
el paciente, pensemos: si estuviera en su
lugar, ¿me sentiría respetado y tratado Nivel 4. El profesional ayuda cuando:
con delicadeza? 1. Manifiesta un respeto profundo por lo que
Sugerencias sobre cómo expresar vive y siente el paciente.
el respeto 2. Anima al paciente a ser él mismo como
individuo único.
La actitud hacia el paciente es respetuosa si: 3. Confirma al otro, aceptando todas sus
1. Te preocupas de su bienestar y de la cali- potencialidades y capacidades.
dad de los cuidados y no das preferencia
Nivel 5. El profesional ayuda aún más
a otros intereses u «obligaciones».
cuando:
2. Ves a cada paciente como un ser único,
más que como un intento de que sea co- 1. Acepta la manifestación profunda de los
mo tú eres o quisieras. sentimientos del paciente.
3. Lo ves capaz de tener sus propias cualida- 2. Se respeta a sí mismo y no juega a ser un
des e ideas y le estimulas a que las ponga profesional frío y distante.
en práctica. 3. Crea relaciones que facilitan el creci-
4. Ayudas al paciente con tu aliento y apo- miento del otro como persona indepen-
yo, y sin condiciones. diente.
5. Te guardas cualquier juicio crítico sobre 4. Manifiesta sus propios sentimientos fren-
su persona y sus comportamientos. te al sentimiento del paciente, ayudándo-
6. Le animas a que se exprese libremente. le al mismo tiempo a aceptar la realidad
7. Etcétera. y a poder reestructurarla.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Escala de niveles de consideración Autenticidad


positiva e incondicional hacia el otro
¿Qué es la autenticidad?
Nivel 1. El profesional nocivo:
La autenticidad, según C. Rogers, supone que
1. Da respuestas que no manifiestan ningún «uno es uno mismo cuando lo que dice está
respeto hacia el paciente. acorde con sus sentimientos. Es ser sincero
2. Reduce a la persona a una cosa o a un y honrado consigo mismo». Es la capacidad
caso de tantos. de ser verdadero y honesto con el otro. Es ser
3. Impide al paciente ser él mismo y, para coherente, congruente entre lo que piensa,
aceptarlo, este debe comportarse co­ siente, dice y hace.
mo otra persona o como piensa el profe- Un ejemplo de inautenticidad puede
sional. ser: el profesional que, en vez de confrontar

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98 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

ciertos comportamientos inadecuados del «[…] Por esta razón, me parece que la
paciente, le dice: «Qué gracioso es usted». lección fundamental que debe retener el que
Para ser eficaz, la autenticidad debe ser desea establecer una relación de ayuda, sea
dosificada, pues si el paciente es incapaz de cual sea, es en definitiva que debe mostrarse
saber aprovecharla, puede ser nocivo e inútil tal cual es. Si en una relación dada, mi actitud
que el profesional la utilice. Sabemos que la es bastante congruente, si ningún sentimiento
franqueza no es siempre la mejor política que surja en esta relación es ocultado, ya sea
hacia los pacientes, especialmente si esta por mí mismo o por el paciente, entonces
se hace de forma brutal y si el paciente es puedo estar casi seguro de que la relación
incapaz de aceptarla. ayudará.»
Sin embargo, si el paciente ve autentici- El aprendizaje de la congruencia es el
dad en el profesional, hay una mayor posibi- meollo de la relación de ayuda y constituye
lidad de que sea más auténtico y confíe en él el objetivo último para el profesional y el
más fácilmente. paciente. «[…] Una forma de expresar esto,
Vamos a desarrollar algunos aspectos de que puede parecer extraña, es que si yo puedo
esta actitud, partiendo de la definición de formar una relación de ayuda conmigo mis-
Rogers (1978): «He empleado la palabra mo, si yo puedo ser afectivamente consciente
“congruencia” para designar lo que yo que- de mis propios sentimientos y aceptarlos,
rría ser. Yo entiendo por esto que mi actitud entonces hay muchas más posibilidades pa-
o el sentimiento que yo experimento, sea cual ra que yo pueda establecer una relación de
sea, esté de acuerdo con la conciencia que yo ayuda hacia cualquier otro.»
tengo de mí. Cuando este es el caso, yo me «Ahora bien, aceptarme tal como yo
comporto como una persona íntegra y unida, soy y permitir a la otra persona que se dé
es entonces cuando yo puedo ser quien soy cuenta de ello es la tarea más difícil que co-
en lo más profundo de mí mismo. Esto es nozco y jamás la he conseguido totalmente.
una realidad que, según mi experiencia, es Pero el hecho de darme cuenta de que esto
percibida por el otro como un signo de se- es mi tarea me ha enriquecido: esto me ha
guridad». (Hay personas que dicen que esto permitido conocer por qué ciertas relaciones
es una utopía; sin embargo, nosotros hemos interpersonales han sido bloqueadas y, por
verificado la experiencia de Rogers y cree- consiguiente, darles una dirección más cons-
mos que es posible y muy positiva.) tructiva.»
La congruencia es, para Rogers (1978), Debemos ser para el paciente un «mode-
una característica esencial de la persona lo». Creemos que, cuando el profesional re-
emotivamente sana y, por esta razón, dicha presenta un modelo de honestidad, es proba-
congruencia favorecerá las relaciones sanas y ble que el paciente acepte la invitación. Al no
de ayuda, al darse una correspondencia entre mostrarse a la defensiva, las interpretaciones,
lo que piensa, siente, dice y manifiesta con las sugestiones y los consejos del profesional
su comportamiento. Esta característica exige le suponen un fuerte impacto y favorecen su
del profesional la ausencia de ambigüedad. desarrollo.
«Analicemos una cuestión que linda con El paciente vive una situación de crisis,
la anterior: la expresión de mí mismo puede de ambivalencia, de falta de unidad; le con-
ser tal que me permita comunicar sin ambigüe- viene entrar en contacto con alguien que sepa
dad. Me parece que casi cada vez que yo he manifestar congruencia. El paciente a menu-
fracasado en una relación de ayuda, mi fracaso do está enfermo porque oculta su verdadero
se ha debido a una respuesta insatisfactoria a yo al relacionarse con los otros.
estas dos cuestiones. Cuando mi actitud refleja La relación de ayuda o terapéutica no
el rechazo que yo experimento ante alguien y pretende solamente hacer desaparecer los
se lo comunico de forma distorsionada, esto principales síntomas, sino también modificar
produce cierta confusión en la otra persona, el comportamiento interpersonal, convertir
y la hace menos confiada, si bien esta no es un modo generador de síntomas (manipu-
consciente en muchos casos de lo que ocurre.» lación de sí mismo y de los otros) en otro

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Capítulo | 5 Esquema de la comunicación 99

generador de personalidad sana, que persis- de establecer con el paciente una relación de
tirá. Este es el comportamiento auténtico, que amistad, de amabilidad y de benevolencia,
contrasta con el interpersonal trucado, falso ni tampoco de un cierto «profesionalismo»,
y equívoco, que nos hace aparentar lo que no entendido este como distancia, frialdad, falta
somos y nos produce, a veces, la enfermedad. de sensibilidad o de afecto hacia el paciente.
Estamos cada vez más convencidos de Se trata, por tanto, en este contexto (de calor
que en los pacientes se produce un fuerte humano y comprensión), de establecer una
cambio de crecimiento personal cuando el calidad de acogida hecha de bondad, res-
profesional funciona con libertad y se per- ponsabilidad e interés desinteresado.
mite ser verdaderamente él mismo, es decir, S. Nacht (1963) nos dice de este calor
con todos sus sentimientos, capacidades que «no puede expresarse, ni mediante las
intelectuales e incluso caprichos. palabras ni mediante gestos afectuosos, sino
También hemos experimentado que los únicamente mediante una manera de ser inte-
que ocultan habitualmente su verdadero yo rior». En esta transmisión lo que cuenta es que
a los otros, y que además intentan influir en sea él mismo, más que lo que piensa o decide
ellos en un sentido o en otro, agreden a su ser racionalmente. Esto implica la firme vo-
propia integridad y a la de los demás. Un luntad de no aparentar, sino de presentarse al
comportamiento que no beneficie al profesio- paciente auténticamente como uno es.
nal tampoco beneficiará al paciente. Los pa- La actitud del profesional no puede ser
cientes nos reclaman porque se sienten como sentida como beneficiosa para el paciente
extraños consigo mismos y no son capaces más que en la medida en que este la percibe
de conocer y comunicar verdaderamente con como profundamente verdadera y natural.
los otros. Para poder llegar a semejante autenticidad,
Un profesional que se muestra preocu- se requieren dos condiciones esenciales: por
pado por su paciente es percibido por este una parte, una madurez emocional; por otra,
como una persona de buena voluntad. Todo un buen conocimiento de uno mismo.
paciente ocultará su verdadero yo a los que En la madurez emocional debemos tener
sienta como no auténticos. en cuenta dos aspectos primordiales:
Observación: Me parece importante
hacer una observación acerca de lo que aca- 1. El primero reside en la capacidad de
bamos de exponer. Ser auténtico no significa participar en la empresa de cambio del
falta de sentido común, prudencia y juicio o paciente sin caer en la tentación de mode-
delicadeza. Ser auténtico no significa decir larlo según la imagen del profesional. En
al paciente todo lo que a uno se le pasa por efecto, es fácil, cuando uno se siente bien,
la cabeza. querer imponer al otro nuestras experien-
El profesional de la salud debe ser au- cias, o darle lo que uno tiene o posee.
téntico, congruente. Esta autenticidad, según Este aspecto de la madurez emocional
C. Rogers, es la base de las otras actitudes o puede describirse como la capacidad y la
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capacidades. La autenticidad conduce a un voluntad auténtica de servir y no de guiar,


estar en consonancia internamente entre lo juzgar o modelar al otro, de ser un simple
que digo, pienso y siento, lo cual implica una amplificador y activador de los esfuerzos
madurez emocional real y una comprensión ejercidos por el paciente.
auténtica de sí mismo. 2. El segundo aspecto de la «madurez
La autenticidad no está reñida con otras emocional» es de carácter más especí-
actitudes que señala Rogers. A este respecto, ficamente afectivo, si bien está también
nos parece importante precisar lo que Rogers impregnado de una parte racional y
dice sobre las cualidades de «calor optimal» presupone un compromiso de toda la
y «comprensión», pues nos da la impresión persona. Se trata de comportarse de
de que son a menudo mal interpretadas por manera «neutra» en el establecimiento
ciertos profesionales; esto hace que no se y el mantenimiento de estrechos lazos
respete una distancia terapéutica. No se trata afectivos, pero subordinados a un fin que

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100 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

los sobrepasa. Tal capacidad presupone Por otra parte, si la profesional le contes-
que las necesidades fundamentales del tara: «Pero ¿usted ha tomado conciencia de
profesional están organizadas en torno que lo que va a hacer es un crimen?», es-
a ciertas fuentes de satisfacción que dan to también sería una falta de autenticidad,
sentido y valor tanto a su existencia como pues confunde la autenticidad con la falta de
a su vida profesional. delicadeza, prudencia o respeto incondicional
hacia la paciente.
La autenticidad está íntimamente relacionada
con el respeto hacia el otro, pues solemos Comportamientos que favorecen
ser más auténticos con las personas que nos la autenticidad
son queridas. Ser auténticos en la escucha y la ayuda a los
Si el profesional ignora sus tendencias pacientes tiene implicaciones tanto positivas
sistemáticas, si no tiene conciencia de sus como negativas: significa hacer unas cosas y
actitudes y necesidades dominantes que son no hacer otras. Los profesionales deberán:
las suyas y que determinan sus aversiones,
prejuicios, miedos, deseos, etc., entonces 1. Expresar directamente al paciente lo que
será incapaz de poder hacerse una repre- están experimentando en ese momento
sentación realista de las cosas que le pre- de la comunicación.
senta el paciente, dejándose invadir por sus 2. Comunicarse con el paciente sin dis-
errores, de los cuales el paciente sufrirá las torsionar sus propios mensajes.
consecuencias. 3. Responder lo antes posible a la necesidad
Mirar las cosas bajo el prisma de nuestra del paciente, o darse el tiempo suficiente
personalidad implica el peligro de ver lo que para encontrar una respuesta correcta.
nos presenta el paciente bajo un aspecto com- 4. Buscar más la independencia y la auto-
pletamente subjetivo y no objetivo. nomía del paciente que su dependencia.
Pongamos un ejemplo: 5. Ser consecuente: se trata de no demos-
trar discrepancias significativas en nues-
tras vidas. No tener un «juego de valores
Enfermera (entra en una habitación donde teórico» para con los pacientes y aplicar
hay una joven): «Buenos días, señorita». otro juego distinto para nuestras propias
Paciente: «Buenos días, señora». vidas. Se trata de no sentir y pensar una
Enfermera: «Soy Clementina, la enfer­
cosa y decir otra distinta. O por lo menos,
mera que va a ocuparse de usted esta tarde.
Si tiene necesidad de alguna cosa no dude
ser capaces de aceptar las discrepancias,
en pedírmela». cuando las haya, pues pueden afectar a la
Paciente: «Muchísimas gracias, señora, relación con el paciente.
es usted muy amable… Yo no sé… [ella
dice esto, como quien se siente inquieto, Sugerencias sobre cómo expresar
intranquilo, preocupado…]. ¿Sabe?, me la autenticidad
gustaría decirle algo… ¿Usted sabe por qué Los profesionales deben tratar de:
estoy aquí?».
Enfermera: «No, lo cierto es que no, 1. Ser auténticos y, por tanto, deben bajar
pues acabo de tomar el servicio y todavía del pedestal y ponerse al mismo nivel que
mis colegas no me han dicho nada». los pacientes.
Paciente: «Pues… yo…, no sé cómo 2. No comunicar a los pacientes ninguna
decírselo, yo, yo estoy encinta, y para que respuesta que no esté acorde con los
mis padres no lo sepan he venido para des­ sentimientos («respeto tu decisión, pe-
hacerme de este embarazo». ro…», con esto en el fondo le estamos
Enfermera (la profesional no está de
acuerdo con el aborto por sus ideas reli­
pidiendo o exigiendo que siga nuestras
giosas, y sin embargo le dice): «Ah, pues directrices).
me parece muy bien, si piensa que eso es 3. Estar abiertos a cualquier actitud del pa-
lo mejor para usted». ciente y no mantenernos a la defensiva,
aun cuando nos sintamos amenazados

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Capítulo | 5 Esquema de la comunicación 101

emocionalmente con lo que el paciente abierto a todo lo que ocurra con el fin de que
nos está comunicando. el paciente pueda manifestar la esencia de
su ser, y así poder comunicar a este lo que el
Escala para medir el nivel profesional comprende de su problema.
de autenticidad del profesional
según R. Carkhuff Concreción
Nivel 1. Profesional nocivo: Consiste en tener la capacidad de ser concre-
Da respuestas estereotipadas. tos y específicos en lo que hablamos. Pedir
No se compromete con el paciente. al paciente que nos dé ejemplos de lo que
No tiene en cuenta el estado del paciente. dice o invitarlo a hablar en primera persona
No conoce lo que vive el paciente. facilitará que el contacto sea más personal
El paciente intenta revelar lo que le pasa y más comprometido. Cuando el paciente
y el profesional lo interrumpe continuamente. trata de precisar su pensamiento, emprende
Nivel 2. El profesional que no ayuda: un proceso de fina comprensión de lo que
El paciente puede manifestar sus preocu- vive y siente.
paciones o problemas, pero el profesional no La especificidad pone de relieve los pro-
quiere hablar de ello. blemas emocionales. El profesional puede
El profesional cambia su comportamiento inducir en el paciente esta actitud no solo
espontáneo por una rigidez excesiva o dema- preguntándole con precisión, sino también
siado «profesionalismo» artificial. hablándole de manera personal, clara y con-
Nivel 3. El profesional no hace mal al creta, y no empleando términos abstractos y
paciente cuando: expresiones anónimas.
Se compromete en la entrevista, escucha Por ejemplo:
pero no puntualiza.
Escucha pero no entra verdaderamente Paciente (una mujer que vive sola y lleva
en un proceso de relación, por miedo a que bastante mal la soledad): «[…] De todas
el paciente deje sus resistencias y se des- maneras, todo el mundo es muy egoísta…».
morone. P r o f e s i o n a l : « Yo n o c o m p r e n d o
Nivel 4. El profesional ayuda cuando: lo que usted quiere decirme cuando afirma
Abandona su comportamiento rígido con que todo el mundo es muy egoísta».
el paciente, mostrando una gran perspicacia
hacia sí mismo y una gran empatía hacia el En este caso, el profesional pide a la
paciente. paciente que especifique, a fin de ayudarle a
Permite al paciente hablar de lo que le precisar y a ser más concreta. Esta precisión
acontece y se compromete a ayudarle. y esta concreción permitirán al profesional
Nivel 5. El profesional ayuda aún más comprender que el verdadero problema de
cuando: esta señora es la soledad, que ella codifica
Se compromete totalmente; comunica mal poniendo la falta en que «todo el mundo
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de forma empática con el paciente y ha- es egoísta». Por tanto, ni codifica bien lo que
bla de cosas personales con este. vive, siente y pide, ni se responsabiliza de
Es consciente de la amplitud y la profun- que es ella la que tiene un problema: no sa­
didad de su yo auténtico y anima al paciente ber qué hacer con su soledad.
a la revelación de él mismo, de sus preocu- La utilización de las generalizaciones, las
paciones o problemas. abstracciones y los términos imprecisos en
Para concluir el tema de la autenticidad, una situación problemática puede responder
podemos afirmar lo siguiente: el profesional a un mecanismo de defensa, a la necesidad de
no debe hacer la relación de ayuda, sino protegerse, tal vez por miedo o por no saber
vivirla. Es preciso que el profesional llegue enfrentar el conflicto real.
a establecer un encuentro existencial e inter- Se exagera la naturaleza del problema
personal entre un yo y un tú. No debe preten- y los datos son deformados hasta el punto
der interpretar, evaluar o juzgar; debe estar en que uno tiene la impresión de asistir a la

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102 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

emergencia de un sentimiento de impotencia Por ejemplo:


que impide utilizar los medios adecuados
para resolver un problema de tal envergadura
Profesional: «Buenas tardes, señor L. ¿Cómo
(todo el mundo es egoísta). Esta es la manera se encuentra esta tarde?».
más fácil de hundirse en su situación y, por Paciente: «Mucho mejor, gracias».
consiguiente, de disminuir la propia estima. Profesional: «Me dice que mucho mejor».
Otra manera de ofrecer al paciente la Paciente: «Sí, así es».
posibilidad de especificar es pedirle que nos Profesional: «¿Me permite que le diga
clarifique lo que siente cuando nos está ex- cómo le veo?»
poniendo su problema o situación. Paciente: «Bueno, sí, mire…, tal vez se
Por ejemplo: haya dado cuenta de que estaba llorando.
Cuando ha entrado usted he querido disi­
mular, pero parece ser que no he podido».
«Usted dice que todo el mundo es muy Profesional: «Por favor, si no quiere
egoísta… ¿Cómo se siente usted cuando decirme nada, no se sienta obligado».
dice esto?» Paciente: «Sí, pienso que me hace bien
el decírselo. Hace unos momentos se ha
ido mi mujer. Yo sufro por ella, porque no
Esta especificación del sentimiento nos la puedo ayudar y ella tiene que cargar con
acercará de manera más concreta al verdade- los hijos, el negocio… y además no está al
ro problema que inquieta al paciente. corriente de las cosas…».

Escala para medir la concreción,


la precisión y la especificidad, En la relación terapéutica, el profesional
según R. Carkhuff confronta al paciente cuando le pone de ma-
nifiesto sus contradicciones y la manera en
Nivel 1. El profesional permite generaliza- que este se comporta ante ellas.
ciones abstractas; no hace ningún esfuerzo También el profesional confronta al pa-
por canalizar la comunicación hacia el te- ciente cuando le pone de manifiesto otras
rreno de los sentimientos y las situaciones maneras de obrar y de ver las cosas distintas
específicamente personales. de como las ve.
Nivel 2. El profesional permite tratar los La confrontación nos aparece como una
problemas personales de manera vaga y no acción y no como una reacción. Es decir, la
llega a poder esclarecer los sentimientos más confrontación no tiene como finalidad tra-
pertinentes. tar de poner en evidencia agresivamente al
Nivel 3. El profesional centra la entrevis- paciente, como cuando se coge a un ladrón
ta sobre los problemas personales, pero no en pleno delito, sino de poner de manifiesto
trata aspectos del problema de forma con- los recursos del paciente. La confrontación
creta. es eficaz si se basa en una comprensión res-
Nivel 4. El profesional ayuda al paciente petuosa del paciente.
a desarrollar en términos concretos y especí-
ficos todos los aspectos del problema. Escala para medir el nivel
Nivel 5. El profesional ayuda al paciente de confrontación (R. Carkhuff)
a que este aborde sus experiencias, proble- Nivel 1. El profesional no presta atención
mas y sentimientos de manera auténtica y a las divergencias o incongruencias del pa-
específica. ciente.
Nivel 2. El profesional guarda silencio
Confrontación ante las divergencias del paciente, ignorando
Consiste en la capacidad de poner de ma- así la profundización en grandes zonas de su
nifiesto las discordancias o incongruencias, comportamiento.
las diferencias, las contradicciones entre lo Nivel 3. El profesional, a pesar de que
que el paciente dice y lo que hace; entre su es consciente de las divergencias o incon-
comportamiento verbal y el que no lo es. gruencias del paciente, no se refiere a ellas ni

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Capítulo | 5 Esquema de la comunicación 103

de manera directa ni indirecta. No las ignora, Conclusión-resumen


pero no las utiliza.
Nivel 4. El profesional escucha de forma Como hemos señalado: feedback, empatía y
directa y específica las divergencias que co- centrarse en lo que me dice el paciente, me-
munica el paciente, y se las comunica a este. diante el método de resolución de problemas,
Nivel 5. El profesional está continuamen- son al menos los tres aspectos clave y muy
te sintonizando con las divergencias que apa- importantes que nos van a permitir facilitar
recen en la comunicación con el paciente. No la relación estableciendo una buena escucha,
rechaza en ningún momento las posibilidades y esto tanto a nivel verbal como no verbal.
y las capacidades que tiene el paciente para Veamos algunas situaciones:
confrontarse a estas divergencias.
Entrevista 1
Inmediatez Profesional (entra en la habitación a ver al
Es la capacidad del profesional de puntuali- paciente Pedro): «Hola, Pedro, buenos días.
zar los sentimientos, las reacciones y las pa- Vengo a ver cómo ha pasado la noche. Siento
labras que el paciente expresa y que remiten a decirle que por el momento solo dispongo de
situaciones exteriores a la relación de ayuda. cinco minutos; si necesitara más tiempo, des-
En otras palabras, el profesional coloca pués pasaría».
al paciente en la situación aquí y ahora de lo (El paciente no dice nada y comienza a
que este expresa. Las palabras del paciente, llorar.)
si bien van dirigidas hacia el profesional, Profesional (espera unos segundos antes
las formula de manera vaga e imprecisa. La de decir): «Lo siento, Pedro. Me imagino
inmediatez transcribe de manera clara las que algo no va bien y que por eso llora. Por
palabras que parecen dirigidas al profesio- mi parte no hay inconveniente en que llore,
nal. Para poder hacer esto es necesario que todo lo contrario, pues hace bien el llorar
el paciente viva de manera muy intensa el [le hace un feedback a la comunicación no
momento presente de la relación de ayuda. verbal —llora— y le muestra empatía —«me
Por ejemplo: imagino que algo no va bien…—]. ¿Cree que
hay algo que le ayudaría en estos momentos,
Profesional: «[…] Cuando usted me habla, o puedo yo hacer algo?».
con frecuencia hace alusión a cuando se (Se centra en el paciente mediante el mé-
ponga bueno. Pocas veces me habla del todo de resolución de problemas y así le dice:
presente». qué cree que le ayudaría. De este modo es el
Paciente: «¿Usted cree que yo puedo paciente quien le va a decir lo que necesita y
vivir el presente y estar recreándome en mi cómo o cuándo lo necesita, y el profesional
enfermedad?».
no se va a quedar cortado sin saber qué decir,
Profesional: «Trato de comprender que
esto para usted no es agradable, pero es
pues si el paciente llora es por algo, y este
importante que se centre en el momento sabe por qué y qué es lo que necesita, y el
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presente, para que tome parte en el proceso profesional le ayuda a que si quiere verbalice
de su restablecimiento. Con huir hacia el lo que le pasa y lo que necesitaría.)
futuro, usted está dejando de vivir el presen­ Paciente: «Lloro porque he estado sin
te y, por tanto, de colaborar con nosotros, poder dormir en toda la noche, pensando en
ya que muchísimas veces ni se entera de lo que está sufriendo mi mujer al verme así y,
lo que le decimos. ¿Cómo se siente y vive además, por tener que ocuparse de los niños
su enfermedad en estos momentos?». y de la tienda, y encima es que no somos de
Paciente: «Mire, lo mejor es que lo de­
aquí y no tenemos a nadie que nos ayude».
jemos, pues…».
Profesional: «Me dice que es mejor no Profesional: «Me dice que llora porque
hablar de esto, pues…». su mujer tiene que cargar con todo, los niños
Paciente: «Pues sí, es que tengo miedo y la tienda y no tienen a nadie [feedback].
y no sé cómo saldré de esta…». Intento ponerme en su lugar, y me imagino
lo duro que tiene que ser para usted verla así

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104 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

y no poder hacer nada o echarle una mano que el paciente ya había elaborado en su
[empatía]. Como no ha dormido dándole cabeza. De esta manera vemos cómo, si nos
vueltas a todo esto, me imagino que habrá centramos en el paciente y no en nosotros,
pensado en alguna solución. ¿Hay alguna las situaciones nos resultan más fáciles de
cosa que pueda hacer o nosotros podamos resolver y no nos quedamos «cortados» sin
hacer al respecto? [método de resolución de saber qué decir, o decir frases huecas del tipo:
problemas]». «No llore, ya verá como todo se arregla, tiene
Paciente: «Pues sí, he pensado que si pu- que animarse, etc., etc.». Recordemos que si
dieran darme el alta lo antes posible y seguir el paciente llora es por algo, y como no lo
el tratamiento o seguimiento en casa, me ha- sabemos, le podemos invitar a que, si quiere,
rían un gran favor, pues he oído que a veces nos lo diga. Si no quisiera decírnoslo, pues
nos podemos ir antes a casa porque hay una simplemente recogeríamos el mensaje, por
unidad móvil que puede pasar todos los días ejemplo de la manera siguiente:
por el domicilio y seguir así el tratamiento». Profesional: «Veo que está llorando y
Profesional: «Es decir, que usted me pro- me imagino que tiene sus motivos, y que es
pone seguir el tratamiento en casa mediante bueno llorar, si cree que puede hacer algo
un control que va a domicilio, ya que esto o nosotros podemos hacer algo al respecto,
cree que le ayudaría a su mujer, pues no ten- aquí me tiene [esperamos unos segundos en
dría que venir y si hay algún problema en silencio; si el paciente sigue en silencio, sin
la tienda le ayudaría a resolverlo y además decir nada, le podemos decir]: Mire, veo que
usted estaría cerca de los niños [feedback]». usted sigue llorando en silencio, sin decir
Paciente: «Eso es». o poder decir nada. Como le dije, solo dis-
Profesional: «Pues sí, podemos valorar pongo de cinco minutos, así que, sintiéndolo
esa posibilidad de que siga el tratamiento en mucho, cuando se pasen los cinco minutos le
casa con control, así que voy a ver cómo po- dejaré llorando, y volveré más tarde. Por al-
demos realizar esto lo antes posible. ¿Cómo guna razón no puede o no le parece oportuno
se siente después de haber hablado sobre el hablar, por tanto le dejaré, lo que sí le pido es
tema y hacernos esta proposición?». que piense qué puede hacer o podemos hacer
Paciente: «Pues muy bien, no sabe la ale- para solucionar esta situación que creo le está
gría que me ha dado, porque pensar que toda- generando a usted mucho sufrimiento».
vía tenía que estar aquí algunas semanas más Como vemos, el paciente es el centro
es que me hundía, me entraba una ansiedad y él es quien decide llorar y comunicar o
y depresión que veía que no iba a levantar no el motivo. Nosotros respetamos el que
cabeza. Muchísimas gracias, no sabe lo que nos lo diga o no, le hacemos un feedback e
me ha ayudado y la alegría que me ha dado». interpretamos en voz alta que llora porque
Profesional: «Pues me alegro mucho, de alguna manera está sufriendo, y es él
Pedro. Pero, como ve, es usted quien nos ha quien decide si comunicarlo o no o en qué
dado la solución a su problema o situación. momento desea comunicarlo, y le respeta-
Así que voy a preparar todo lo necesario para mos. El hecho de anunciarle al principio de
su traslado. Una vez más, muchas gracias la entrevista el tiempo de que disponemos,
por su colaboración y hasta luego». nos va a permitir que, una vez acabado el
Paciente: «Hasta luego y gracias». tiempo, nos vayamos aunque el paciente siga
Como acabamos de ver, un feedback al llorando o en silencio. Lo cual no quiere decir
mensaje no verbal (el llanto) manifestado que le dejemos y no volvamos, sino que más
con mucha comprensión o empatía y cen- tarde regresaremos y lo retomaremos donde
trándose en el paciente para que sea él quien lo habíamos dejado, diciéndole, por ejemplo:
proponga una solución para calmar su tris- «Hace una hora estuve aquí con usted durante
teza o llanto, le ha permitido fácilmente al cinco minutos, que es el tiempo de que dis-
profesional centrarse en el paciente. Muchas ponía; ahora puedo estar siete minutos. Me
veces perdemos el tiempo dando consejos o sentí triste por haberle dejado llorando, pero
consuelos inútiles y buscando una solución no podía estar más tiempo. Ahora he venido

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Capítulo | 5 Esquema de la comunicación 105

por si hay alguna cosa que usted quiera co- su decisión. Esto nos permite no agobiar
mentarme o algo que podamos hacer usted al paciente con preguntas y más preguntas
o yo para que se sienta mejor [realiza un sobre qué le pasa, y así nosotros, una vez
feedback y le muestra empatía]». que hemos dejado al paciente, poder centrar-
El paciente es quien va a decidir si quie- nos en los siguientes pacientes o tareas, sin
re comunicar algo o prefiere no hacerlo por angustiarnos porque el paciente ha decidido
alguna razón, y entonces, en este caso, es no decir nada.
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Capítulo 6

Obstáculos a la comunicación
o recepción del mensaje
Luis Cibanal Juan y María del Carmen Arce Sánchez

DIRIGIR, MANDAR
Objetivos
• Conocer los principales obstáculos
Cuando una persona o paciente se comunica
que se suelen cometer en la con nosotros y nos expone algún problema o
comunicación con el paciente. preocupación y le contestamos dirigiendo
• Tomar conciencia de cómo o mandando lo que debe hacer en esa si-
los podemos evitar. tuación, le estamos dando a entender en la
comunicación que no estamos teniendo en
cuenta sus sentimientos, necesidades, deseos
o problemas; por tanto, obviamos la infor-
mación que el paciente quiere darnos. Por
Contenidos ejemplo, cuando le respondemos:
• Dirigir, mandar.
• Amonestar, amenazar.
• Moralizar, evaluar, culpar. «Tú lo que debes hacer es…», en lugar de:
• Aconsejar, dar soluciones inmediatas. «Veamos qué solución es la más adecuada»,
• Juzgar, criticar, interpretar, catalogar, o «Vamos a ver qué es lo que te preocupa
etiquetar. realmente».
• Simular que estamos de acuerdo,
alabar inoportunamente. Con estas respuestas estamos dicién-
• Insultar, ridiculizar, avergonzar. dole implícitamente a la otra persona que
• Tranquilizar, consolar, desviar el tema.
• Investigar, interrogar.
su comportamiento es inaceptable o que su
• Comparar con otras personas. inquietud no vale la pena, o que no creemos
en su capacidad para resolver sus problemas.

«Deja ya de preocuparte, la cosa no es para


INTRODUCCIÓN tanto».
En lugar de decirle: «Veo que sigues muy
Al revisar nuestra comunicación nos da- preocupado. ¿Qué crees que te ayudaría?».
mos cuenta —si consideramos las actitu-
des señaladas anteriormente por C. Rogers Con esta actitud podemos provocar en
y R. Carkhuff— que solemos caer en los la otra persona un resentimiento o disgusto
obstáculos a la comunicación que se ex- contra nosotros, que puede derivar incluso
ponen a continuación (Gordom, 1978) y en sentimientos de hostilidad o que opte por
que incluso van a impedir el crecimiento ponerse a la defensiva, o bien que se resista
personal. a aceptar nuestro «mandato», pues de alguna
© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 107

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108 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

manera puede recordarnos frases que ya nos Los efectos indeseables de tales mensajes
decían cuando éramos pequeños o adoles- llevan a poner al paciente en una situación
centes. molesta, pues si se somete al profesional
Si el profesional asume la responsabili- evitará sus reproches, pero se sentirá humi-
dad de la vida del paciente, no le ayuda, sino llado; y si se rebela y no acepta la propuesta,
que le perjudica, pues refuerza los sentimien- quedará sometido a las sanciones que le ha
tos de dependencia, pasividad, desvalimiento dicho.
o inferioridad, impidiéndole el desarrollo de En otras ocasiones, la persona puede
su iniciativa. adoptar una posición de resistencia activa
La otra persona (paciente) puede percibir como respuesta a dichas amenazas y pensar:
que no tenemos ninguna confianza en su ca-
pacidad y competencia para ver por sí misma
una solución a sus problemas. «Pese a todo, voy a hacer lo que yo crea
También nos podíamos preguntar si de- conveniente»
trás de estas actitudes de dirigir y mandar no
se oculta la necesidad de sentirnos necesarios como una forma de comprobar si estamos
y asegurarnos la necesidad que tenemos de dispuestos a mantener nuestras amenazas
que otros dependan de nosotros para así sen- hasta el final.
tirnos valorados. Los resultados que se obtienen bajo la
Por tanto, si en vez de dirigir, mandar, amenaza son siempre negativos, pues el in-
imponer lo que debe hacer, le preguntamos terlocutor se siente humillado y, a la larga,
cómo se siente y qué le ayudaría ante esta consciente o inconscientemente, va a boico-
situación, tendríamos un mejor resultado, tear, olvidar, etc., las medidas tomadas bajo
el paciente se sentiría más valorado y re- la amenaza.
forzaríamos su autoestima al comprobar En lugar de amonestar, amenazar, lo más
que él tiene recursos para hacer frente a la adecuado es, en primer lugar, cuando el in-
situación. terlocutor (paciente) nos comunica una situa-
ción en la que está actuando o comportándose
AMONESTAR, AMENAZAR de una determinada manera que a nosotros
(profesionales) nos parece que es inadecuada,
Cuando nos dirigimos hacia nuestro comu- en lugar de amonestarle o amenazarle dicién-
nicante en tono de amonestación o amenaza, dole que su proceder no está bien, debemos
podemos provocar en él los mismos efectos reflejarle, mediante un feedback, lo que nos
que el obstáculo anterior. Incluso agregamos ha dicho y clarificar cuál es su demanda al
con este las consecuencias que se derivarán: decírnoslo, pues si sabe que es para que le
amonestemos o reprochemos, seguro que no
«Si no haces lo que te digo, lo vas a pasar nos lo comunica.
muy mal», Por ejemplo, el paciente nos dice: «Esta
o se han derivado: mañana no me he tomado la medicación». Si
«Si ya te lo decía yo…», ante este mensaje del paciente le respondo:
de no tener en cuenta nuestro mandato. «Pues ya sabes lo que te va a pasar si no te
la tomas…», o: «Eres un irresponsable…»,
Con una actitud tan amenazante estamos lógicamente el paciente se va a sentir de
demostrando muy poco respeto hacia la li- alguna manera agredido. Si por el contrario
bertad de la otra persona. Podemos lograr le digo (teniendo en cuenta una buena comu-
incluso que se sienta temerosa y sometida a nicación: contenido, sentimiento, demanda,
nuestras exigencias. De alguna manera, se relación): «Me dices que no te has tomado la
busca el sometimiento de la otra persona; medicación [contenido], ¿cómo te sientes?
a veces se le llega a condicionar con frases [sentimiento] al decirme que no te has tomado
como: «Si no haces lo que te digo, entonces la medicación, ¿qué esperas de mí? [deman-
deberás atenerte a las consecuencias». da]», entonces el paciente me dirá por qué me

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Capítulo | 6 Obstáculos a la comunicación o recepción del mensaje 109

comunica esto y lo que espera de mí, y estoy mina la autoestima de la persona, volviéndola
por asegurar que la mayoría de las veces no insegura e indecisa; le produce sentimientos
espera una amenaza o amonestación. de que no vale e, incluso, de que es mala,
provocando también un cierto resentimiento
hacia las personas que los culpabilizaron.
MORALIZAR, EVALUAR, CULPAR La forma adecuada de comunicar, ante
Este tipo de comunicación «evaluativa-mora- estas situaciones en las que nuestra mane-
lizadora» logra provocar en las personas una ra de ver la realidad o nuestros valores no
actitud de «sentirse obligadas» a aquello que coinciden con los de nuestro interlocutor,
está en sintonía con nuestros dictámenes mo- puede ser:
ralistas, dependientes al fin y al cabo de nues- 1. Por una parte, tener en cuenta mediante
tro sistema de valores y no como algo que la empatía, el feedback y la demanda, por
salga de su interior, fruto de su conciencia. qué nos comunica esto y qué espera de
Actuar de esta forma es no tener en cuenta ni nosotros.
respetar su modo de percibir la realidad y los 2. Por otra parte, comunicarle, por ejemplo:
valores de nuestro interlocutor. Ante tantos «Mira, tú lo ves de esta manera, yo lo veo
de esta otra. ¿Quieres que dialoguemos
«deberías…», «tendrías que ser…» sobre esto?». Si su comportamiento me
ha provocado algún trastorno o malestar,
la persona responde resistiéndose y defen- podemos darle el «mensaje yo», del que
diendo su postura con mayor terquedad ante hablamos más adelante, por ejemplo:
nuestra actitud crítica. «Cuando no te tomas la medicación, me
Cuando nos comunicamos de esta for- siento preocupado, porque puedes tener
ma estamos transmitiendo al otro nuestra una recaída seria y esto te afectaría a ti y
desconfianza hacia su sistema de valores, a mí. ¿Qué crees que podemos hacer?».
ofreciéndole, eso sí, el nuestro como el más
correcto:
ACONSEJAR, DAR SOLUCIONES
INMEDIATAS
«Yo que tú lo haría…»,
o bien: Cuando nuestra actitud comunicativa es dar
«Desde luego, estás totalmente equivo- consejos o proporcionar soluciones inmedia-
cado, tu actitud es vergonzosa». tas a la problemática o las preocupaciones
de la otra persona, empujándola a que actúe
Todo ello provoca en las personas senti- teniendo en cuenta nuestro sistema de valores
mientos de culpabilidad, hace que se sientan y adoptando la solución que le ofrecemos,
incómodas y molestas, de que no están ha- demostramos una falta de confianza en que
ciendo las cosas como dicta la sociedad, de ser esa persona pueda resolver por sí misma sus
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

propios problemas:
«la oveja negra». Es decir: «No deberías
decir o hacer cosas que te avergüencen y «Lo más sensato en esos momentos es que
que nos dejen en mal lugar»; «Mira, las sigas mis consejos…»,
cosas son así y no hay que darles vueltas»; en lugar de decirle: «¿Qué crees que te
«Realmente tú tienes la culpa de todo lo ayudaría en esta situación y en qué medida
que pasa». crees que yo puedo ayudarte?».

Implica, en definitiva, que no demos- Provocamos en nuestro interlocutor una


tramos tener fe en la capacidad de la otra dependencia continua hacia nuestras solucio-
persona y no aceptamos que pueda tener sus nes, logrando incluso que deje de pensar por
propias opiniones, una actitud crítica y valo- sí mismo y que busque sus propias solucio-
res propios. El efecto de este obstáculo es que nes; o bien adopta una actitud de dependencia

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110 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

hacia personas de «prestigio» que le den la por nuestra actitud. Y si esto se repite con
respuesta apropiada a cada problema sus- cierta frecuencia, creamos en la persona un
citado, a manera de recetario. sentimiento de inutilidad, de no valer para
Cuando actuamos como consejeros «afi- nada, de no hacer las cosas bien, de dudar a
cionados» estamos dando a entender una ex- la hora de hablar, de proponer o de pregun-
presión de superioridad. tar algo, y de que nunca será aceptado tal
y como él es. Esto lleva a un bloqueo en la
comunicación.
«Yo sé lo que más te conviene; cuando
tengas un problema, acude a mí y te lo Cuando respondemos a nuestro interlo-
resolveré.» cutor interpretando lo que dice, buscando
una explicación que para nosotros puede ser
Esto provoca una especial irritación y esencial, se corre el peligro de deformar el
animadversión en las personas que tienden pensamiento o los sentimientos de nuestro
a ser independientes en sus valores y com- interlocutor y deteriorar su imagen, así como
portamientos. herir su dignidad.
En ocasiones, nuestros «consejos o solu-
ciones» hacen pensar a las personas que no las «No dices más que tonterías», o «Te com-
hemos comprendido en absoluto, porque la portas como un niño». «No sé si te has dado
«receta» que les hemos ofrecido no tiene nin- cuenta, que hasta un niño sabe eso», «No
sé cómo no sabes una cosa tan sencilla…».
guna viabilidad en su caso; esto puede llevar
a que el paciente sienta que nos importa más
su problema que él como persona. Por otra Cuando con frecuencia juzgamos a una
parte, al dar un consejo al paciente sin que nos persona, podemos provocar en ella un re-
lo pida, este puede tener la sensación de que traimiento en la expresión de sus sentimien-
queremos liberarnos de él lo antes posible, tos, de ahí que busquen a personas que sean
poniéndole recetas rápidas a su ansiedad. menos críticas y más comprensivas hacia su
También esta actitud muestra, por parte comportamiento.
del profesional, una falta de confianza en el De tal forma influyen las críticas en las
paciente para abordar y resolver sus proble- personas que no es de extrañar que acaben
mas, pues se los damos ya resueltos. ocultándonos, no solo sus sentimientos, sino
Todo esto puede causar, en algunos pa- también sus inquietudes y problemas.
cientes, sentimientos de irritación o inco- Con estas actitudes el paciente se siente
modidad por sentirse tratados como niños, rebajado, humillado, inferior: «Tienes menos
sin ningún respeto ni valor por su capacidad cerebro que un mosquito…». Etiquetas como
hacia la propia autonomía. esta llevan al paciente o interlocutor a ce-
Por tanto, entre las respuestas más ade- rrarse a la comunicación.
cuadas con el fin de no caer en este obstáculo La persona se siente catalogada cuando le
tendríamos: por una parte, partiendo de él, ponemos una etiqueta: «Eres un paranoico»,
antes de aconsejarle o darle soluciones, pre- «Eres un fracasado…», incluso debemos ser
guntarle: «¿A qué crees que se debe el pro- muy prudentes con ciertos diagnósticos que
blema o la situación que tienes…?», y: «¿Qué estigmatizan a la persona a veces de por vida.
crees que podías hacer, o qué has hecho hasta Etiquetar a la persona es negarle el derecho
ahora o has pensado que te ayudaría?». a ser ella, a poder ver las cosas como ella
las ve.
Todo esto puede llevar al interlocutor o
JUZGAR, CRITICAR, INTERPRETAR, paciente a tener hacia el profesional ciertos
sentimientos de: resentimiento, pues se siente
CATALOGAR, ETIQUETAR
humillado; desconfianza, pues tiene la sen-
Con frecuencia adoptamos el papel de jueces sación de que se le está encasillando en una
críticos ante otras personas, con lo que logra- categoría de personas; «oposición» al profe-
mos que se sientan acobardadas y asediadas sional o receptor, pues no está de acuerdo en

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Capítulo | 6 Obstáculos a la comunicación o recepción del mensaje 111

que lo etiqueten de esa manera, cerrándose SIMULAR QUE ESTAMOS


así a la comunicación y la relación. DE ACUERDO, ALABAR
La forma adecuada de no caer en este INOPORTUNAMENTE
obstáculo puede ser: partiendo del paciente
o interlocutor, mostrar feedback junto con la Cuando expresamos mensajes de alabanza o
empatía con el fin de ponernos en su lugar. Por simulamos que estamos de acuerdo y ello no
ejemplo: «Me estás diciendo… No acabo de coincide con la idea que esas personas tienen
comprender por qué has actuado así…», «No de sí mismas, les estamos dando a entender la
acabo de entender el gesto que has realizado incongruencia de nuestros juicios, por la cual
cuando te he hablado de…», «Para mí esto me pueden pensar que podemos estar intentando
parece sencillo, no acabo de ver por qué tú no conseguir algo de ellas:
lo llegas a ver o comprender como yo…», etc.
Los prejuicios, estereotipos y presuncio-
«Si tú lo haces muy bien…» (tono obliga-
nes precipitadas obstaculizan notablemente torio).
la comunicación terapéutica, pues juzgar des- «Venga, hombre, no tengas falsa mo-
de la irracionalidad impide que se genere la destia», en lugar de decirle: «Mira, yo
empatía. Los estereotipos sociales como te conozco, tengo referencias sobre ti que me
la cultura diferente, la forma de vestir, de hacen pensar que me han demostrado que
comer, etc., pueden disparar la tendencia a tú lo haces bien o muy bien, que creo
poner etiquetas tanto en nuestra mente co- que tienes capacidades para realizarlo
mo en nuestras palabras. Así, solemos decir: bien…; sin embargo, si te molesta que diga
«Los extranjeros visten fatal», «Los jóvenes esto en público pues no lo hago, pero quie-
ro que sepas, de verdad, cómo yo te veo,
no piensan más que en…». Ante esas situa- y que sinceramente no te lo digo por hacer-
ciones es preciso tomar conciencia de nuestra te la pelota, u obtener algún favor especial».
propia reacción para, inmediatamente, poder
modificar nuestra actitud.
Esas simulaciones y alabanzas son un
Cuidado con nuestras suposiciones, y
sutil camino de influencia para lograr que esa
nuestra forma particular de ver la vida y las
persona haga lo que nosotros deseamos y, no
personas, bajo el prisma de que tenemos mu-
es extraño, que la persona reaccione:
cha experiencia. Las suposiciones nos ciegan.
Es prácticamente imposible ver la perspecti-
va del otro si no tenemos una mente abierta. «Solo lo dice para provecho propio.»
Así, por ejemplo, si consideramos a un pa-
ciente como manipulador, busquemos prue­ A menudo, las alabanzas y los elogios
bas que lo demuestren y no demos por real se vuelven inoportunos y resultan embara-
algo que puede que sea nuestra percepción. zosos para la otra persona cuando se hacen
Esta actitud va a hacer que no se dé una buena en público, porque la obligan a actuar en la
relación con la persona, sino con la etiqueta dirección que hemos alabado:
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

que le hemos puesto.


También puede ocurrir que el malestar o
la incomodidad que el profesional siente ante «Si fulano es muy chistoso; venga, no te
el paciente tenga su origen, no en este, sino hagas de rogar.»
en el propio profesional que, sin darse cuenta,
está aplicando prejuicios o estereotipos. Cui- Este obstáculo provoca un bloqueo en la
dado con la proyección, porque quizá lo que comunicación, pues se da una contradicción
le hace al paciente tener un comportamiento entre el concepto que una persona tiene de
desagradable sea su propia enfermedad, su sí misma y el concepto que el profesional
malestar, su ansiedad o su miedo; la mayoría expresa. El interlocutor o paciente se siente
de las veces no es algo personal contra el molesto, pues se siente obligado a responder
profesional. Por tanto, no hay que responder a las intenciones o la imagen que el interlocu-
con una contratransferencia. tor tiene de él y no sabe si esto le será posible.

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112 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

Practicamos este obstáculo cuando ha- Cuando enviamos a una persona mensa-
blamos de la persona como: «… es muy in- jes tales como:
teligente, ejemplar, modelo…», lo cual puede
provocar sentimientos molestos en las otras
personas que la rodean o escuchan. «No debes tener tanto genio» o «Poco vas
Las alabanzas pueden provocar en nues- a lograr con esa forma de ser»
tro interlocutor que oculte sus capacidades
positivas para que así no se las saquen en con la intención de lograr en dicha persona
público y se sienta en una situación emba- un cambio significativo en su conducta, lejos
razosa; o bien, pueden llevarle a una cierta de conseguirlo, se afianzará mucho más en
dependencia de ellas. su forma de ser o, en todo caso, se le hace
Recibir mensajes de este tipo, sabiendo sentir inútil, incomprendido, despreciado.
que son una forma de manipulación para Obviamente, estos mensajes provocan que
conseguir ciertos fines, lleva al interlocutor la comunicación se interrumpa o no se dé, o
a sentirse todavía más incómodo, pues se da que sea muy superficial por temor a que no
cuenta de la falta de autenticidad. se respete la propia intimidad.
En definitiva, no caeremos en este obs- La persona que se siente insultada se
táculo si claramente le expresamos al inter- sentirá herida, despreciada, ridícula, y en el
locutor que lo que le decimos es porque lo futuro tenderá a reprimir sus sentimientos y
conocemos y lo sentimos así, que no hay a silenciar sus opiniones para evitar humi-
ninguna otra idea o manipulación detrás, pero llaciones posteriores.
que si le molesta no lo decimos. Tengamos en cuenta que, aunque no
pretendamos herir cuando insultamos o ri-
diculizamos, sin embargo el amor propio,
INSULTAR, RIDICULIZAR, máxime si hay personas delante, se siente
AVERGONZAR herido y humillado.
La forma correcta de comunicar para
Estos tres tipos de mensajes forman parte,
no caer en este obstáculo sería, en primer
quizá con excesiva frecuencia, de nuestra
lugar, pedirle una explicación por haber rea­
comunicación cotidiana con las personas,
lizado tal cosa, que es lo que procede, y
máxime cuando hay confianza, como en las
en segundo lugar, podríamos decirle: «No
familias. Cuando insultamos, ridiculizamos
acabo de entender por qué me respondes
o tratamos de avergonzar a alguien, logramos
ridiculizándome o insultándome; ¿cómo te
—aunque lo hagamos en tono jocoso— un
sentirías tú si yo hiciera lo mismo ante algún
efecto devastador en la imagen que esa per-
mensaje o algo que tú has hecho o dicho?»;
sona quiere que se tenga de ella:
«¿Te gustaría que yo te avergonzara cuando
haces algo que a mí me parece que no está
«Cada vez que abres la boca es para decir bien?».
tonterías.»

Insultar, ridiculizar, etc., provoca en la per- TRANQUILIZAR, CONSOLAR,


sona que lo sufre un sentimiento de venganza y DESVIAR EL TEMA
resentimiento. Este es un tipo de comunicación En el proceso de relación con las personas
de «ataque-contraataque»; si lanzamos un in- se suele adoptar con suma frecuencia fór-
sulto a la otra persona, podemos estar seguros mulas de comunicación como: tranquilizar
de que nos devolverá otro, y así sucesivamen- a la persona cuando se siente inquieta por
te; y si no tiene fuerza moral para decírnoslo algo, consolarla, salir por la tangente con el
abiertamente, seguro que lo pensará: fin de desviar su atención de lo que la tiene
aturdida, darle ánimos, etc. Estas fórmulas no
«Pues anda que tú…» suelen ser tan beneficiosas como la mayoría
de la gente cree y practica.

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Capítulo | 6 Obstáculos a la comunicación o recepción del mensaje 113

Con esta actitud —aunque no pretende- 4. Presentarle casos de otras personas que
mos que así sea— logramos que la persona están peor que él: «Peor es lo que le ha
piense que no es comprendida en sus senti- pasado a […], que se ha quedado tetra-
mientos y actitudes, y lo suele expresar en pléjico».
frases como: 5. Desviar el tema: el profesional no sabe
qué decir o qué hacer ante lo que le están
«Si tú estuvieras en mi pellejo, veríamos lo diciendo, o le resulta amenazante verle
que harías.» llorar, y en vez de ayudarle a sacar esos
sentimientos, desvía el tema acudiendo a
A ninguna persona le gusta que le digan conversaciones más alegres: «No pienses
que lo que está sintiendo en una circunstancia en cosas tristes, hablemos de cosas más
es desproporcionado con lo que debería sentir alegres».
en realidad. Estamos mostrando, sin más, 6. Echar la culpa a otro(s): se intenta tran-
una falta de tacto, de respeto, de empatía, e quilizar al paciente echando la culpa a un
incluso un rechazo hacia esa persona. tercero, con el fin de que aparezca como
Distraer a una persona de sus sentimien- víctima de otra persona o de las circuns-
tos del momento puede parecer útil en ese tancias: «Desde luego, no hay derecho a
instante, pero hay sentimientos lo suficiente- que esa persona sea así».
mente gravosos para la persona que vuelven a Lógicamente, el paciente que recibe estos
aflorar si no han sido abordados con suficien- mensajes de consuelo o tranquilidad se siente
te seriedad. Los sentimientos problemáticos tratado como un niño al que se le tiene que
no se resuelven por dejarlos a un lado o darles decir lo que tiene o no importancia, y al
largas. que se le niega el derecho a sentir lo que sien-
Toda persona desea ser escuchada y te. Por otra parte, más de una vez piensa en
comprendida con respeto cuando tiene un su interior que es fácil «dar consejos cuando
problema; si a cambio le salimos «echando a uno no le duele».
balones fuera» como:

«Hombre, no te preocupes, eso no tiene INVESTIGAR, INTERROGAR


importancia», «Si tú supieras lo que me
Nuestros deseos de investigar e interrogar
sucedió a mí…»
cuando alguien nos está exponiendo una
preocupación o un problema se traducen mu-
le estamos enseñando a irse con sus problemas chas veces en un acoso de tal calibre que la
a otra parte. persona cree que está ante un interrogatorio
Señalamos las siguientes actitudes pa- policial más que en un proceso auténtico de
ternalistas que dimanan de estos mensajes: comunicación comprensiva y abierta.
1. Mostrar compasión: se ve al paciente Cuando preguntamos tanto, como fre-
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

como un ser desvalido y se le expresa cuentemente lo hacemos, a una persona que


lástima: «Qué mala suerte tienes», «No nos muestra sus inquietudes, puede pensar
te preocupes, ya verás como todo va a que estamos muy interesados tratando de obte-
pasar…». ner la información para resolverle el problema,
2. Quitarle importancia al problema: para pero lo malo es que la mayoría de las veces no
que el paciente se tranquilice y recobre la sabemos resolvérselo o las soluciones que le
serenidad, se le quita importancia a lo que damos son absolutamente peregrinas; seguro
está pasando: «Eso no tiene importancia, que la persona ya las ha puesto en práctica
eso le pasa a todo el mundo…». en más de una ocasión. Pero como nosotros
3. Contraponerle otros aspectos de su vida tenemos «soluciones para todo…».
que le van bien. Por ejemplo: «Bueno, Interrogar con preguntas cerradas y
por lo menos tú tienes buena salud», directas limita mucho la espontaneidad del
«Tienes una familia que te quiere…». paciente para hablar de lo que le preocupa, e

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114 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

incluso, como tiene que responder a nuestras Le damos a entender que, si quiere ser
preguntas, ni siquiera puede decir lo que le aceptado, querido o valorado, tendrá que
pasa, ya que las preguntas condicionan las ser como otras personas, porque él, por sí
respuestas; además, a veces no verificamos mismo, no vale. Él lo vivencia del siguiente
las respuestas para ver si le hemos compren- modo:
dido como él quiere, y por tanto, podemos
desviarnos del problema real.
«Yo soy despreciable y sin valor; si quiero
Una persona no necesita un interrogatorio que me soporten, tendré que imitar a…».
cuando tiene un problema, sino una actitud
receptiva por nuestra parte. Interrogar a otra
La comparación suele expresarse de muy
persona, además, limita enormemente su
variadas formas; por ejemplo:
libertad para hablarnos de lo que le aturde y
preocupa, puesto que estamos condicionan-
do con nuestras preguntas sus respuestas, «Mira qué bueno es fulano»; «Fíjate en
y seguro que podemos acabar en una des- lo que ha hecho mengano»; «Tú eres el
viación del tema, o bien en ilustrar sobre lo más…»; «Tú eres el menos…».
que nos interesa a nosotros y no sobre lo que
le preocupa realmente a la otra persona. En otras ocasiones, el término de la com-
Como resultado de tanto interrogatorio, paración se establece con el propio emisor,
nuestras interpretaciones suelen ser equivoca- que se pone como modelo:
das porque no hemos sabido escuchar. Nues-
tras interpretaciones de las actitudes y las
conductas de los demás suelen reflejar bas- «Yo ya habría terminado…»; «Si yo hubiera
tantes proyecciones. Convendría no olvidar tenido lo que tú…»; «Yo a tu edad…».
la coincidencia que con este obstáculo tiene
el refranero español: «Piensa el ladrón…». Otras veces se practica este obstáculo
Recordemos que para el profesional está ante otro paciente de forma más sutil:
«generalmente» claro por qué hace las pre-
guntas que hace, pero el paciente las puede
interpretar según su estado de ánimo y a «Qué buen paciente es Pedro, con él da
veces pensar que está peor de lo que está, o gusto.»
quedarse con la preocupación de si respondió
bien o mal al profesional. Otras veces puede En ocasiones se le cataloga:
ver en las preguntas una forma de invadir
su intimidad, provocándole una sensación
de malestar que a lo mejor le puede llevar a «Tú tienes el mismo carácter insoportable
mentir o a replegarse en sí mismo, pues no que tu madre.»
está dispuesto a levantar sus defensas.
Asimismo, el profesional puede caer en Todos estos mensajes bombardearán la
el error de dedicarse a hacer interpretaciones seguridad de la otra persona y la harán más
en vez de clarificaciones y, por tanto, seguir insegura, dependiente de la opinión de los
forzando al paciente con preguntas, para así otros. En el fondo, se persigue que haya un
poder confirmar su interpretación, llegando cambio en esa persona, pero el resultado
incluso a distorsionar la realidad. suele ser muy diferente, pues la persona
se siente rebajada, humillada, etc., y busca
ansiosamente la opinión de los demás. Otras
COMPARAR CON OTRAS PERSONAS
veces, la persona intenta imitar al individuo
Mediante estos mensajes se le niega a la con el que se le compara y, al no conseguirlo,
otra persona el derecho a tener su propia se siente frustrada y agresiva, dando como re-
personalidad. Se le niega el carácter único e sultado que se comporte tratando de hacerlo
irrepetible de su yo. todavía peor.

ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo 7

La comunicación en situaciones
de conflicto
Luis Cibanal Juan y María del Carmen Arce Sánchez

satisfactoria para el profesional en ese mo­


Objetivos mento. «El profesional posee el problema.»
• Ser consciente —cuando nos Por ejemplo:
comunicamos— de quién tiene
el problema.
• Saber comunicar cuando yo tengo «El profesional se siente frustrado porque el
el problema. paciente ha adoptado un comportamiento
• Saber comunicar cuando tú tienes que no es el que quisiera. En este caso
el problema. decimos que yo, profesional, tengo el pro­
• Saber comunicar cuando el problema blema.»
lo tenemos ambos.
Otras veces, las necesidades o los deseos
del profesional son satisfechos, pero interfie­
ren notablemente con la satisfacción de algu­
Contenidos na necesidad del paciente. Es ahora cuando
• Distinguir y precisar quién tiene este se siente molesto, frustrado, privado,
el problema. necesitado o incómodo a consecuencia del
• Yo tengo el problema: «Mensajes Yo». comportamiento del profesional. En conse­
• Tú tienes el problema: escucha activa. cuencia, en ese momento «el paciente posee
• Ambos tenemos el problema (tú
el problema». Por ejemplo:
[paciente] y yo [profesional] tenemos
un problema).
«El paciente quiere levantarse y el profesio­
nal no le deja. En este caso, decimos que tú
paciente tienes el problema.»
DISTINGUIR Y PRECISAR QUIÉN
TIENE EL PROBLEMA
Veamos esto con más detenimiento, pues
En las relaciones entre profesionales y pa­ da lugar a conflictos no siempre resueltos
cientes hay ocasiones en las que el profesio­ con éxito.
nal «posee el problema»: esto es, se siente En todas las relaciones, y en nuestro
mal (preocupado, ansioso, molesto, etc.) caso en las que son entre profesionales y
porque no se están satisfaciendo algunas pacientes, podemos distinguir tres formas
de sus necesidades o deseos, o no se siente de comunicación; es decir, es conveniente, a
satisfecho con su comportamiento. En al­ la hora de comunicarme con alguien, saber
gún momento de esa relación puede estar quién tiene o posee el problema, no quién lo
molesto, frustrado, necesitado, privado o ocasiona o provoca, pues muchas veces, para
incómodo. Debido a esto, la relación no es el que lo provoca u ocasiona no es o no lo ve
© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 115

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116 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

como un problema. Nuestra comunicación 3. Tú (paciente) y yo (profesional) tenemos


variará en función de que: un conflicto o problema en la satisfacción
de nuestras necesidades o deseos. «Tú y
• Yo (profesional) tengo el problema. yo poseemos el problema». Por ejemplo:
• Tú (paciente) tienes el problema.
• Tú (paciente) y yo (profesional) posee-
mos o tenemos el problema. El paciente quiere ir a dar un paseo por el
• Relaciones sin problemas. Esta no la parque y así tomar el aire. El enfermero pre­
abordamos, pues generalmente no crea fiere que el paciente esté en su habitación
conflicto. para así controlarlo más fácilmente. En es­
te caso tenemos que: «Yo, enfermero (que
1. Yo (profesional) tengo el problema. El quiero que permanezcas en tu habitación),
y tú, paciente (que quieres salir a tomar el
paciente actúa de tal manera que satisface aire), tenemos un problema».
sus propias necesidades. Pero su compor­
tamiento o actitud es un problema para
el profesional, debido a que el primero 4. El paciente satisface sus propias ne-
(paciente) está interfiriendo de alguna cesidades, al igual que el profesional
forma tangible con la satisfacción de las suyas, y sus comportamientos no se
alguna necesidad o deseo del profesional. interfieren mutuamente. Por tanto, «no
Por ejemplo: existe ningún problema en la relación».
Uno de los obstáculos principales que existen
El paciente está viendo relajadamente un en el camino hacia las buenas relaciones es
programa que le gusta en la televisión y yo, no comprender el concepto de «propiedad de
profesional, necesito inmediatamente hacer los problemas».
las curas. En este caso tendríamos que: «Yo, Es absolutamente «fundamental» que los
profesional, tengo el problema». Pues el profesionales sean capaces de distinguir entre
paciente está muy a gusto viendo la tele, los problemas que:
el problema es mío, soy yo quien tiene que
pedirle al paciente que me ayude en esta 1. Los pacientes tienen en sus vidas, es de­
situación; para mí es un problema que siga cir, que les causan un problema a ellos
viendo la televisión, pues no puedo hacer las fundamentalmente, y no a los profesio­
curas; sin embargo, para él no es problema nales.
seguir viendo la televisión. Por eso decimos 2. Los problemas provocados por el pa­
que el profesional tiene el problema. ciente y que tienen un efecto tangible y
concreto sobre los profesionales, esen­
2. Tú, paciente, tienes el problema. El pa­ cialmente debido a que interfieren con
ciente posee el problema cuando algo o sus necesidades, pero que no son un pro­
alguien le impide satisfacer sus necesida­ blema para los pacientes.
des. Por ejemplo:
Los profesionales deberán comportarse de
manera diferente cuando los pacientes poseen
El paciente quiere que le curen rápidamente el problema y cuando ellos mismos, como
para bajar a la cafetería, pero el profesional profesionales, son los que lo poseen.
no dispone de tiempo para curarlo. En este
caso tendríamos que: «Tú, paciente, tienes
Los profesionales pueden separar sus
un problema». propios problemas de los de sus pacientes
preguntándose:
El comportamiento del profesional 1. ¿Tiene este comportamiento algún efecto
es un problema para el paciente, debido real, tangible o concreto sobre mí?
a que el profesional está interfiriendo de 2. ¿No me siento dispuesto a aceptar este
alguna forma tangible con la satisfacción comportamiento debido a que está inter­
de alguna necesidad del paciente, en este firiendo en mi vida, me está dañando, las­
caso, poder bajar a la cafetería. timando o molestando de alguna manera?

ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo | 7 La comunicación en situaciones de conflicto 117

3. ¿O no estoy dispuesto a aceptar ese com­


portamiento simplemente porque me gus­ «Por favor no llame, tengo mucho trabajo.»
taría que el paciente actuara de manera
diferente, que no tenga problemas, que Si el profesional, en vez de manifestar su
se sienta como creo que debería sentirse? necesidad, codifica con una clave orientada
hacia el enfermo evaluándolo o criticándolo,
Si la respuesta a la pregunta 2 es «sí», cierta­
no está poniendo en clave con precisión el
mente el profesional tiene participación real
contenido ni el sentimiento de lo que le está
en el problema.
sucediendo. Aparecería de la forma siguiente:
Si la respuesta a la pregunta 3 es «sí»,
El profesional tiene mucho trabajo --- y
el problema pertenece al paciente y no al
--- Codifica ---
profesional.
Veamos todo esto de forma más concreta,
con el fin de saber comunicarnos de forma «Déjeme tranquilo, es usted un pesado.»
adecuada según quien tenga el problema.
Como vemos, el profesional, con esta
YO TENGO EL PROBLEMA: codificación, diciéndole al paciente: «es usted
«MENSAJES YO» un pesado», está usando una clave tergiversada,
pues está culpabilizando al enfermo, en vez de
Los mensajes yo (Gordon, 1998)
manifestarle lo que él está viviendo y sintiendo.
Aquí tratamos de ver cómo debemos comu­ En este caso el enfermo no podrá interpretar que
nicarnos cuando soy yo, el profesional, el el profesional tiene mucho trabajo, sino que él
que tiene un problema, o cuando me creo un es un pesado, o bien que el profesional no tiene
problema debido a un comportamiento del ganas de hablar, o que está de mal humor, etc.
paciente que para este no es problema, sino a Esto sería lo que Gordon (1998) llama
lo mejor todo lo contrario, y sin embargo para «Mensajes Tú», pues culpabiliza o echa las
mí sí que lo es o me está creando un problema. culpas al paciente de un problema que tiene
Por ejemplo, el enfermo tiene ganas de el profesional.
hablar con el profesional y no para de lla­ Por el contrario, una clave clara y precisa de
marle. Este tiene mucho trabajo y no dispone comunicación siempre sería un «Mensaje Yo»,
de tiempo para escucharle. Se trata de que el es decir, soy yo quien tiene un problema y se lo
profesional le comunique al paciente que sus manifiesto al paciente diciéndole: «Yo tengo un
llamadas le molestan cuando no existe una problema y es que estoy muy ocupado», y «No
causa razonable porque tiene mucho trabajo. puedo atenderte en estos momentos, te ruego
El profesional tiene derecho a sentirse me disculpes». Estas claves sí comunican el
molesto o incómodo, o cansado y agotado. Y sentir del profesional, su situación, estado, etc.
para que el paciente sepa lo que está sintiendo Una clave en el «Mensaje Tú» no transmite
el profesional debido a su comportamiento, al paciente el auténtico sentimiento de lo que
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

este debe seleccionar una clave adecuada para está viviendo el profesional. Se refiere más
expresarlo, de manera que el enfermo no se al comportamiento del enfermo que al senti­
sienta herido y comprenda y cambie de actitud. miento y la situación del profesional (fig. 7-1).
El profesional, tiene mucho trabajo --- y Este mensaje es descifrado por el enfer­
--- Codifica --- mo como una evaluación sobre sí mismo.

FIGURA 7-1

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118 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

FIGURA 7-2

Los «Mensajes Tú» (tú eres un pesado) son Veamos el ejemplo del paciente que toca
claves muy pobres de comunicación acerca muchas veces el timbre y la enfermera se
de lo que siente el profesional, pues lo más siente molesta por esto. Generalmente se sue­
frecuente será que el paciente se sienta humi­ le decir: «Mira que es pesado este paciente,
llado o culpabilizado con el mensaje dado ¿cuántas veces me va a llamar?». De esta
por el profesional. Muy distintos son los forma, la enfermera le culpabiliza y no se
«Mensajes Yo» (fig. 7-2). da cuenta de que el problema lo tiene ella.
Los «Mensajes Yo», partiendo de un buen Una forma adecuada de comunicar el pro­
proceso de comunicación, son más eficaces blema que tiene la enfermera sería:
para influir en los pacientes, ya que expresan 1. Hay que reflejarle al paciente de manera
cómo nos sentimos ante su requerimiento, o concreta el comportamiento que yo con­
bien ante un comportamiento que para noso­ sidero inaceptable porque me crea males­
tros resulta molesto o inaceptable. tar y perturbación. Gordon, con el fin de
Generalmente no se nos ha educado para facilitarnos la manera de comunicar esto,
manifestar sentimientos, sino solo conteni­ nos propone la fórmula:
dos. Aún más, culpabilizamos al otro de lo
que a nosotros nos pasa, haciendo que los «Cuando  Me siento Porque 
otros se sientan molestos, incómodos, etc., Le pidoque »
cuando el problema es nuestro.
En cierto sentido, el «Mensaje Yo» es F órmula: Cuando… (describo la
una solicitud de ayuda para que el paciente situación, esto corresponde al contenido
cambie de conducta o requerimiento, ya que del que hablábamos al exponer cómo de­
está causando tal sentimiento en nosotros los be emitir el emisor) «usted llama muchas
profesionales. veces…». Como vemos, describimos la
Los «Mensajes Yo», al contrario de situación sin ningún juicio de valor.
los «Mensajes Tú», tienen muchas menos 2. Hay que reflejarle el sentimiento que en
posibilidades de provocar en los pacientes mí produce en este momento tal compor­
una autoevaluación negativa, culpabilidad, tamiento.
resistencia, rebelión, etc. En general, los F órmula: Me siento… «molesto,
«Mensajes Yo» evitan todo aquello que se inquieto, airado…» (es decir, escoger el
deriva del uso de los obstáculos o las barreras sentimiento que más se acomode a nues­
a la comunicación (expuestas anteriormente), tro estado y manifestárselo).
pues estos son «Mensajes Tú». 3. Se trata de describir el efecto claro y
concreto que tiene sobre mí dicho com­
Pasos esenciales de los «Mensajes Yo». portamiento. Es decir, las consecuencias
Es decir: cómo comunicarme cuando que tiene para mí como profesional, no
para el paciente, ese comportamiento
soy yo quien tiene el problema
inaceptable del paciente.
Vamos a desarrollar esto de forma que lo Fórmula: porque… «tengo mucho tra­
podamos comprender. bajo y no puedo realizar lo que me pides».

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Capítulo | 7 La comunicación en situaciones de conflicto 119

Como vemos aquí, el profesional no Comunicarle al paciente con sinceridad,


le reprocha al paciente su comportamien­ sin manipulaciones ni chantajes, el efecto
to, sino que le expone su necesidad o las que su comportamiento tiene en mí, es mu­
consecuencias que para el profesional cho menos amenazante para él que dar una
tiene el comportamiento del paciente, y evaluación sobre su comportamiento.
en este caso es que el profesional no pue­ Los «Mensajes Yo» son también más efec­
de satisfacer lo que el paciente le pide. tivos y producen una mayor autonomía del
4. Se trata de que el profesional exprese su paciente. En consecuencia, los «Mensajes Yo»
demanda, pero sin imponerle, exigirle, ayudan sobremanera a que el paciente apren­
reprocharle, etc., pues si se hiciera así, da a asumir la responsabilidad de su propio
el paciente se sentiría molesto, pues comportamiento, y por tanto, a modificarlo.
caeríamos en alguno de los obstáculos
señalados anteriormente, de ordenar,
mandar, etc., y ya hemos dicho cómo
Efectos que produce el «Mensaje Yo»
nos sentimos cuando nos imponen o nos El paciente se siente más respetado y res­
mandan. ponsabilizado.
Fórmula: «Te pido que me ayudes a
1. No se culpabiliza al paciente.
resolver esta situación».
2. El paciente no interpreta ni se pone a la
Como vemos, aquí el profesional no le impo­ defensiva.
ne su deseo o su punto de vista, sino que le 3. Damos al paciente la posibilidad de que
pide que, si puede, le ayude en esta situación nos ayude y facilite nuestra tarea, lo cual
o en este problema que tiene actualmente. hace que el profesional se sienta mejor.
Por otra parte, nos daremos cuenta al hacer 4. Asumo, en tanto que profesional, mi pro­
el «Mensaje Yo» que tiene que haber unas con­ blema, y me responsabilizo de él, dicién­
secuencias por las que quiero que el paciente doselo al paciente para que este sepa mi
cambie su comportamiento, pues no nos está problema.
permitido exigirle al paciente, así porque sí, o
porque se nos antoje, que cambie su compor­
tamiento, ya que tiene derecho a ser él. TÚ TIENES EL PROBLEMA:
Por tanto, si no hay consecuencias, no ESCUCHA ACTIVA
hay «Mensajes Yo». Las consecuencias nos Tú (paciente) tienes el problema (correspon­
permiten constatar cómo hay cantidad de de a la misión o función del receptor del cual
veces que pedimos que los demás cambien ya hemos hablado anteriormente).
para satisfacer un capricho nuestro y no una En este caso, cuando es el paciente el que
verdadera necesidad. tiene el problema, la fórmula que cabe em­
El peligro está a veces en no formular bien plear es la escucha activa, feedback, empatía,
el «Mensaje Yo». Así, por ejemplo, se comien­ aceptación incondicional, etc., que ya hemos
za formulándolo bien, pero se echa a perder
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

visto anteriormente en el capítulo 5 al hablar


al manifestar las consecuencias o el porqué de las actitudes que debe poseer el receptor.
queremos que cambie. Sigamos con el ejemplo
anterior, el profesional le dice al paciente:
AMBOS TENEMOS
«Cuando usted llama con frecuencia» (con­ EL PROBLEMA (TÚ [PACIENTE]
tenido). Y YO [PROFESIONAL] TENEMOS
«Me siento irritada» (sentimiento). UN PROBLEMA)
«Porque usted es un pesado» (conse­
cuencias). Aquí no digo las consecuencias Método del consenso
que tiene para mí, sino que estoy culpabili­ o de la concertación
zando al paciente y no le estoy diciendo mi
necesidad para que sea respetada. Todos experimentamos conflictos en nues­
tras relaciones. Para algunas personas esta

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120 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

experiencia es constante. El conflicto es el las necesidades de ambas partes, por lo tanto


resultado inevitable de la relación entre dos decimos: «Ambos poseen el problema».
personas, ya que estas forzosamente pueden Cuando dos personas (o más) coexisten,
tener y tienen perspectivas distintas en su el conflicto tiende a surgir por el simple he­
manera de ver y sentir las cosas o la realidad. cho de que las dos personas son diferentes,
Por tanto, los conflictos no son ni buenos ni piensan de distinta manera, poseen necesi­
malos, son maneras de ver una misma rea­ dades y deseos diferentes y algunas veces
lidad. estas necesidades no se acoplan (recordemos
Experimentamos sentimientos, aunque lo que decíamos sobre los filtros con los que
a veces intentamos reprimirlos. No pode­ captamos la realidad).
mos evitar el manifestar lo que sentimos El factor crítico de toda relación es: cómo
en alguna clase de conducta concreta y en se resuelven los conflictos, y no cuántos con­
un momento determinado; sin embargo, flictos tienen lugar. Los conflictos pasados,
podemos elegir la forma de tratar los senti­ para la mayoría de las personas se convirtie­
mientos que nos producen conflictos, pode­ ron en luchas de poder, en las cuales alguien
mos preferir manejarlos de manera directa tenía que ganar y otro tenía que perder.
o indirecta, escondiéndolos o sacándolos Inevitablemente, las relaciones resultaban
a la luz abiertamente, de un modo justo, afectadas. Durante su vida, en gran parte de
reconociendo la imperfección de nuestra sus relaciones las personas han empleado
conducta y percepción, o de una forma im­ «métodos de ganar y perder» para la resolu­
puesta, proyectando la responsabilidad de ción de conflictos, lo cual significaba inva­
los conflictos en la conducta o percepción riablemente que uno ganaba y otro perdía.
de los demás. En realidad existen dos métodos de ganar
Dichas situaciones son inevitables en y perder.
nuestras relaciones debido a que las perso­
nas tienen su forma de ver y de comportarse. Método I: yo gano y tú pierdes
Pero resulta que su forma de ver o de com­
portarse choca con nuestra manera de ver o «Cuando tiene lugar un conflicto entre yo y
de comportarnos, y aquí surge el conflicto. otra persona, yo decido qué solución se debe
Estos conflictos van desde diferencias sin dar, que me permita salirme con la mía, a ex­
importancia hasta peleas o críticas, valores, pensas de que la otra persona no se salga con
necesidades, etc., distintos. la suya. Se satisfacen mis necesidades; las
Definimos el conflicto como el «antago­ de la otra persona, no. Mi solución prevalece;
nismo» o desacuerdo entre dos o más perso­ la de la otra persona es rechazada. Inevita­
nas cuando: blemente el perdedor siente resentimiento
hacia el ganador, porque no le parece justo.»
1. Sus «comportamientos» interfieren con Por ejemplo:
la satisfacción de las necesidades de otra
persona.
2. Sus «valores» no están de acuerdo con Enfermero: «Buenos días, señor Sánchez».
los nuestros. Paciente: «Buenos días».
Enfermero: «Parece ser que hoy no se ha
3. Cuando tenemos puntos de vista dis­ tomado la medicación».
tintos. Paciente: «No la necesito».
Los conflictos, hemos dicho, no son ni Enfermero: «Cómo que no la necesita?
buenos ni malos, son perspectivas distintas, Ya sabe que tiene la presión arterial alta».
Paciente: «No creo que sea para tanto».
valores distintos. Son una riqueza, ya que Enfermero: «Bueno, de todas formas…».
nos hacen ver o descubrir otros valores, pers­ Paciente: «Bien, me es igual, ya sabe
pectivas, etc., que no habíamos visto. Por que detesto los medicamentos».
tanto, enriquecen la relación. Enfermero: «Pero sabe usted que es
Los conflictos no atañen solamente a mí importante, porque más vale prevenir que
o a la otra persona. Los conflictos involucran curar».

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Capítulo | 7 La comunicación en situaciones de conflicto 121

Paciente: «Por favor, no insista, no quie­ c. Sumisión y conformidad que provoca


ro tomarla». en estas personas poca responsabili­
Enfermero: «Bueno, pues llamaré al dad, falta de iniciativa y creatividad.
médico para que le obligue a tomarla».
d. Rebeldía y desafíos automáticos cada
Paciente: «Está bien, si me lo pone así,
tomaré esa desagradable pastilla».
vez que son oprimidos.
e. Escapar de las relaciones con el
Lógicamente, en este diálogo observamos opresor.
que brillan por su ausencia las actitudes de 2. Efectos que produce en la persona que
una escucha activa, pues no hay feedback, ni gana:
empatía ni centrarse en el paciente para saber a. Coste de tiempo: indudablemente
por qué no se quiere tomar la medicación, logramos que se cumplan de forma
etc. Lo único que existe es saber quién puede inmediata algunas de nuestras deci­
«salirse con la suya». siones u órdenes, pero hay una gran
mayoría de las órdenes cuyo cum­
Efectos del uso del método I: plimiento no podemos supervisar y
yo gano y tú pierdes tenemos que perder mucho tiempo
en averiguar si han sido cumplidas y
Para hacer que las personas acepten y apli­ de qué manera.
quen una decisión impuesta por nosotros b. Coste de tensión:
y a la cual se opone nuestro interlocutor – En mandar las órdenes.
—decisión que les hace sentir que están – En la desconfianza de si lo harán
perdiendo—, se requiere necesariamente de o no.
«poder», ya sea empleándolo o amenazando – De que puedan socavar su «auto­
con usarlo. El problema está en que para ridad».
que funcione el poder sobre las personas, – Sensación de culpa por el uso del
estas deben ser muy dependientes de noso­ poder.
tros (como es el caso de los pacientes) y – Coste de la pérdida de influencia
que nosotros seamos fuente de recompensas sobre estas personas.
para ellos.
Es, por tanto, un sistema de poder que
imponemos: amenazando, exigiendo, etc.; Método II: tú ganas y yo pierdo
en definitiva, queriendo hacer de los otros
«Cuando tiene lugar un conflicto, aunque
personas dependientes o sumisas, es decir,
piense que yo tengo la razón, dejo que la
pacientes (todos soportamos mal un régimen
otra persona se salga con la suya. Bien por
dictatorial).
el temor de perder su amistad, bien porque
1. Efectos más corrientes que produce esta no me agrada la idea de entrar en un conflicto
forma de comunicar en la persona que serio con mi interlocutor. O tal vez porque
pierde: le considere una buena persona. Lo cierto es
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

a. Marcada reducción de la comunica­ que mis necesidades no se satisfacen y sí las


ción: no se da la posibilidad de dialo­ de la otra persona. Mis resentimientos irán
gar con el paciente para que nos diga dirigidos contra mi interlocutor por haber
su punto de vista. tenido que ceder.»
b. Adulación y otras reacciones para Continuemos con el ejemplo anterior:
congraciarse (la típica persona que
dice «sí» a todo). En el caso de los
Enfermero: «Buenos días, señor Sánchez».
pacientes, a veces pueden recurrir a Paciente: «Buenos días».
la mentira, al engaño o a hacer ver Enfermero: «Parece ser que hoy no se ha
que no saben, no entienden o no tomado la medicación».
comprenden, o como en el ejemplo Paciente: «No la necesito».
puesto, decir que se han tomado la Enfermero: «Cómo que no la necesita?
medicación cuando no es verdad. Ya sabe que tiene la presión arterial alta».

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122 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

Paciente: «No creo que sea para tanto». Este método, en un principio, no es nada
Enfermero: «Bueno, de todas formas…». nuevo para nadie, porque lo usamos con bas­
Paciente: «Bien, me es igual, ya sabe tante frecuencia cuando la relación para las
que detesto los medicamentos».
personas no es conflictiva. La pena es que no
Enfermero: «Pero sabe usted que es
importante, porque más vale prevenir que
lo usamos cuando existe el conflicto.
curar». A veces lo usan los cónyuges para ver
«Paciente: Por favor, no insista, no quie­ dónde van a ir el fin de semana, o qué va­
ro tomarla». caciones van a hacer, o cómo educar a los
Enfermero: «Bueno, pues haga lo que hijos, etc. También en las negociaciones sin­
quiera; es su vida la que está en peligro, dicales se habla de concertación. Por tanto,
no la mía». la concertación no es la democracia, en la
democracia unos ganan y otros pierden. Aquí
En este diálogo también observamos, se trata de que ambos ganan y todos ceden en
como en el anterior, que la escucha activa algo, por tanto, nadie pierde.
brilla por su ausencia. El «método nadie pierde» requiere que
Veamos los efectos que provoca esta cuando una persona tiene más poder que la
forma de comunicación: otra, se comprometa a «no» usarlo. En vez
de emplearlo, la actitud de esa persona debe
Efectos del uso del método II: ser: «Tú y yo tenemos un conflicto de nece­
tú ganas yo pierdo sidades. Yo respeto tus necesidades, pero tú
1. El que una persona se vea privada de también debes respetar las mías. No voy a
sus puntos de vista o de tener razón en usar mi poder sobre ti de manera que yo gane
favor de las necesidades de otra, nunca y tú pierdas; pero no puedo ceder y dejar que
se considera justo. tú ganes a cambio de que yo pierda. Así es
2. Se da un resentimiento y enfado hacia que pongámonos de acuerdo para encontrar
las relaciones, y especialmente con la una solución que satisfaga tus necesidades
persona que gana. y las mías de manera que ninguno pierda».
3. En los hospitales en los que los profesio­ Lógicamente, este método intenta inte­
nales son permisivos, salen perdiendo, grar lo que hemos dicho sobre las formas de
pues los pacientes se vuelven desconsi­ comunicar: yo tengo el problema; tú tienes el
derados, egoístas, faltos de cooperación y problema, es decir, los «Mensajes Yo» y las
con frecuencia totalmente ingobernables, actitudes de la escucha activa.
incluso agresivos contra los profesio­ Por ejemplo:
nales.
4. A largo plazo, es autodestructivo para la
Enfermero: «Buenos días, señor Sánchez».
persona que está siempre perdiendo, pues Paciente: «Buenos días».
termina quemándose en la relación. Enfermero: «Parece ser que hoy no se ha
En definitiva, el uso del poder en los méto­ tomado la medicación».
Paciente: «No la necesito».
dos I y II daña tanto a quien lo usa como a
Enfermero: «Sabe que tiene la presión
aquellos sobre quienes se usa. arterial alta y me preocupa que le pueda
pasar algo. Eso le afectaría a usted y a noso­
Método III. Método del consenso tros [utiliza el «Mensaje Yo»: yo tengo un
o concertación: nadie pierde problema, y es que si no se toma la medica­
ción y le pasa algo, yo soy el responsable]».
Consenso entre dos personas (tú y yo) Paciente: «No creo que sea para tanto».
Enfermero: «Parece ser que no quiere
Constituye la alternativa a los «métodos tomar la pastilla».
gana-pierde» para la resolución de conflictos. Paciente: «Así es, detesto los medica­
Es un método que produce soluciones que mentos».
traen la «satisfacción mutua de las necesi­ Enfermero: «¿Realmente detesta los
dades». medicamentos? [escucha activa, feedback,

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Capítulo | 7 La comunicación en situaciones de conflicto 123

intenta centrarse en el paciente y ver a qué 1. Identificación y definición del problema:


se debe que no quiera tomarla]». a. Hay que elegir el momento más ade­
Paciente: «Pues sí, es que las pastillas cuado para todos, a fin de que todos
me cuesta tragarlas…».
puedan contribuir a la identificación
Enfermero: «Entonces, me imagino lo
penoso que debe de resultarle el tener que
del problema.
tragar las pastillas [feedback y empatía]». b. Asegurarse de que existe un verda­
Paciente: «Pues sí…». dero problema y pasar a exponer las
Enfermero: «Veo que tenemos un pro­ necesidades o los sentimientos en
blema los dos. Usted que no quiere tomar términos de «Mensajes Yo».
la pastilla, y yo que tengo la obligación de c. Enuncie su problema (o necesidad no
que usted se la tome. ¿Se le ocurre algo que satisfecha), no la solución que usted
satisfaga su necesidad y la mía? [búsqueda quiere. Las necesidades son muy dife­
de soluciones por parte del paciente, sin rentes a las «soluciones para satisfacer
imponérselas el profesional]».
dichas necesidades». La mayoría de
Paciente: «Pues sí, ¿podría tener este
medicamento en gotas?».
las personas tienen dificultades para
Enfermero: «Voy a ver si existe… [va, separar las necesidades de los deseos.
verifica y vuelve…]. Pues sí, existe en gotas. d. Se debe verificar que todos com­
Entonces, se lo traigo en gotas». prenden el problema de la misma
Paciente: «Sí, muchas gracias». manera. Por esta razón es necesario
Enfermero: «¿Está usted satisfecho de hacer varios feedbacks con el fin de
esta manera?». verificar que todos hablan lo mismo
Paciente: «Pues claro». de lo mismo. Esto permitirá que el
Enfermero: «Bueno, pues aquí las tiene, problema se pueda definir claramente
y muchas gracias, así los dos estamos satis­
para todos.
fechos».
2. Búsqueda de posibles soluciones al pro-
blema. ¿Cuáles son algunas de las cosas
Como vemos en el ejemplo, no se trata que podemos hacer para solucionar el
de ver quién se sale con la suya, sino de tener problema? Para facilitar esto, el sistema
en cuenta que se satisfagan las necesidades que da muy buen resultado es el brain­
de ambos. Es decir, tener en cuenta la co­ storming o «torbellino o tormenta de
municación: «Yo tengo el problema», con ideas».
los «Mensajes Yo»; y la comunicación: «Tú
tienes el problema», la escucha activa por
parte del receptor. Hay algunas reglas que han de tenerse en
Acabamos de ver el método «nadie cuenta al aplicar el «torbellino de ideas»:
pierde» cuando hay un conflicto entre dos
personas. Ahora vamos a verlo cuando se a. Todas las personas tienen que aportar
da en un pequeño grupo de personas, como ideas o soluciones.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

puede ser la familia, o en una unidad de tra­ b. Las ideas se exponen de forma rápida,
bajo. Lógicamente, no se puede emplear con espontánea, poco reflexiva.
grandes grupos o masas, por eso se utiliza la c. Aceptar todas las ideas como posibles
democracia como el método menos malo, soluciones.
pero en la democracia ya se sabe que hay d. Lo más importante es no evaluar,
ganadores y perdedores. juzgar o menospreciar ninguna de las
soluciones que se están ofreciendo.
Pasos que deben realizarse
e. Si la(s) otra(s) persona(s) no ofrece(n)
en el método «nadie pierde» (entre ninguna solución, aliéntela(s) a con­
varias personas o pequeños grupos) tribuir. Todos deben contribuir, nadie
Se requieren seis pasos en el proceso de re­ debe quedarse excluido. Así todos se
solución de problemas cuando ambos tienen sentirán corresponsables en la bús­
el problema. queda y las soluciones al problema.

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124 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

3. Evaluación de las posibles soluciones. c. ¿Cómo lo hará?


Se trata ahora de ir revisando todas las d. ¿Con quién…?
ideas o soluciones que se han propuesto: e. ¿Cuándo empezamos?, etc.
a. ¿Cuál de estas soluciones aportadas Si todas estas preguntas no se tienen
parece la mejor? en cuenta, se corre el peligro de que la
b. Se van eliminando las que no son decisión no se lleve a cabo porque no
aceptables, ya sea para unos o para se ha concretado al máximo. Por otra
otros (por cualquier razón). Es decir, parte, realizarlo de esta manera nos
solo se admitirán aquellas en las que permite evaluar las soluciones propues­
todos, todos, estén de acuerdo. Aquí tas y verificar qué es lo que falló o dio
no hay que votar, sino aceptar sola­ resultado.
mente aquellas en las que estén todos 6. Evaluación del éxito de la decisión. Con­
conformes. viene recordar que las decisiones pro­
c. Si alguno de los que participa en la puestas se deben tomar para un tiempo
evaluación no ha hablado, hay que prudencial y, después de este, evaluarlas
alentarlo con sus «Mensajes Yo»; para comprobar si son eficaces o si se de­
por ejemplo: «No los he escuchado a ben cambiar o matizar. Por eso señalamos
todos y pienso que es importante que lo siguiente:
conozcamos lo que cada uno piensa y a. Toda decisión necesita ser revisada
siente». cada cierto tiempo para valorar si
4. Toma de decisiones. A la hora de tomar funciona.
una decisión sobre las ideas propuestas, b. Con frecuencia, nos comprometemos
hay que tener en cuenta lo siguiente: en decisiones que después es difícil
a. No votar. La votación siempre produ­ cumplir en la práctica.
ce ganadores y perdedores, a menos c. Comprobar, después de un cierto
que el voto sea unánime. tiempo de aplicación de las decisio­
b. El consenso es lo que hay que buscar: nes, si ha desaparecido el problema.
que todos estén de acuerdo. d. ¿Hemos hecho algún progreso?
c. No pensar en una decisión como la e. ¿Estamos contentos con lo que hici­
última y definitiva y, por tanto, im­ mos hasta ahora?
posible de ser cambiada. Por ejem­ f. ¿Fue eficaz nuestra decisión?, etc.
plo: «Está bien, llevemos a cabo esta
El objetivo del método III «nadie pierde»
decisión durante cierto tiempo a ver
es encontrar soluciones creativas que per­
si funciona, y si no, pues buscaremos
mitan que todos satisfagan sus necesidades.
otra u otras».
Cuando una decisión tomada no logra este
d. Asegúrese de que se comprendió cla­
efecto merece ser descartada y debe buscarse
ramente la decisión y que cada perso­
otra. Debe tenerse presente la idea de que
na está adquiriendo un compromiso
se puede fallar, que si las cosas no dan el
para llevar a cabo dicha decisión. Por
resultado esperado, casi siempre significa
ejemplo: «Está bien, esta (o estas) es
que las «decisiones» fueron malas, y no las
(son) la solución (o las soluciones)
«personas».
con la(s) que todos estamos de acuer­
do y vamos a cumplir».
5. Llevar a cabo la decisión. Después de Efectos del uso del método III:
haber llegado a una decisión, existe la ambos ganamos, ninguno pierde
necesidad de decidir con todo detalle 1. Incremento del compromiso para ejecu­
la forma en que se cumplirá la decisión tar la decisión.
o decisiones. Por eso es necesario preci­ a. Todos hemos tenido la experiencia de
sar de forma muy concreta lo siguiente: sentir un fuerte compromiso al cum­
a. ¿Quién hará qué? plir con una decisión, porque se nos
b. ¿Cuándo lo hará? ofreció la oportunidad de participar

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Capítulo | 7 La comunicación en situaciones de conflicto 125

en la toma de decisiones. La persona o evitar el problema, esperando que de


lo toma como «su decisión». esta manera desaparezca.
2. Las decisiones tomadas son de calidad 3. Cuando es difícil llegar a soluciones
superior. aceptables: algunas veces es compli­
a. El método III hace uso de la creativi­ cado encontrar soluciones mutuamente
dad, la experiencia y el poder mental aceptables. Puede darse un estancamien­
de todas las personas involucradas en to en la resolución del conflicto, debido
la toma de la decisión. a que:
b. «Dos cabezas piensan más que una.» a. Las partes no siguieron los seis pasos
Esta expresión tiene mucho sentido del proceso.
en la resolución de conflictos porque b. Alguno de los participantes man­
las necesidades de las partes están tiene su postura de ganar-perder y
acertadamente representadas. en un estado de ánimo de lucha de
3. Las relaciones son más cálidas. poder.
a. Las partes que están en conflicto c. Por supuesto, algunos conflictos son
terminan sintiéndose bien una con la tan complejos que se necesita una
otra. En el método III no está presente buena dosis de creatividad e ingenio
el resentimiento propio de los méto­ para encontrar una buena solución.
dos «gana-pierde». 4. Tentación de regresar a los métodos
b. Surge un sentimiento positivo de «gana-pierde»: la mayoría de las perso­
agrado, de estima de unos hacia otros, nas nos sentimos tentadas muchas veces
derivado del hecho de que cada per­ a retornar a uno de los métodos «gana-
sona aprecia que la otra estuviera dis­ pierde» cuando la solución mutuamente
puesta a considerar sus necesidades aceptable de un conflicto tarda en llegar.
y se tomara el tiempo necesario para Por ejemplo: «Está bien, si no nos pone­
buscar una solución que fuera del mos de acuerdo en nada, entonces voy
agrado de ambos. a decidir lo que tiene que hacerse». Las
c. Hay menos hostilidad y, por tanto, consecuencias de esta situación son que
más amor. las otras personas comenzarán a estar
d. Hay una mayor responsabilidad y una resentidas o disgustadas y reaccionarán
corresponsabilidad compartida. en contra de cualquier propuesta de con­
e. Requiere menos imposición, control, certación para una nueva resolución de
autoridad, etc., pues cada uno sabe a conflictos desde el método III.
lo que se ha comprometido, etc. 5. Cuando no se cumple con los acuerdos:
aparece la tentación de castigar, advertir,
Problemas que pueden surgir amenazar, regañar, etc. Esta situación tie­
por el uso del método III ne su origen en las experiencias pasadas
1. Uno de los problemas es confundir el de las personas, especialmente las de la
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

método «nadie pierde» con la permi­ niñez, en que precisamente esas eran
sividad (sobre todo en las relaciones las reacciones de los adultos cuando los
profesionales-pacientes o padres-hijos). niños no cumplían con lo convenido.
El método III es un compromiso de todos
para con todos. El uso del poder para obligar al cumplimien­
2. La falta de tiempo es otro de los pro­ to, o del castigo por el incumplimiento de
blemas. No tiene nada de asombroso una decisión en «nadie pierde», tendrá las
que tengamos problemas para encontrar mismas consecuencias (mecanismos de en­
tiempo para una sesión de resolución de frentamiento y relaciones dañadas) que el uso
conflictos. La mayoría de las personas del poder al tomar la decisión.
prefieren evitar el abordaje de un conflic­ Los métodos alternativos al método del
to. Es mucho más cómodo y sencillo ver poder tendrán menos riesgo de dañar y serán
la televisión, leer el periódico, posponer más efectivos.

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126 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

Antes de abandonar la práctica del méto­ acuerdo ciertamente no es aceptable para


do III y caer en los métodos «gana-pierde»: nosotros.
3. Presente el problema a la(s) otra(s) perso­
1. Pruebe con un recordatorio verbal o por
na(s) y examine por qué no se está cum­
escrito de los compromisos adquiridos.
pliendo el método III y cómo se puede
2. Emplee «Mensajes Yo» porque, después
resolver.
de todo, el que una persona no cumpla un

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Capítulo 8

Puntos importantes que se deben


tener en cuenta al relacionarnos
con el paciente o al realizar
la entrevista terapéutica
Luis Cibanal Juan y María del Carmen Arce Sánchez

Objetivos • Puntuar e insistir sobre los aspectos


• Conocer algunas actitudes y aspectos positivos que manifiesta el paciente.
que nos pueden condicionar la relación • Recordemos que una buena relación
antes de comunicarnos con el paciente. supone un buen dominio de la
• Tener en cuenta aquellas actitudes comunicación.
y aspectos que facilitan la relación • Practicar continuamente feedback.
durante la comunicación con el • Importancia de practicar el resumen.
paciente. • Cómo actuar ante los silencios.
• Saber ser operativos en nuestra • Cómo actuar ante las preguntas.
comunicación con el paciente. • Aceptar y favorecer las expresiones
emocionales.
• Saber desconectar y no llevarse consigo
los problemas de los pacientes.
• Cierre y despedida.
Contenidos
• Antes de relacionarme con el paciente.
• Preguntarse: ¿cómo me siento yo aquí
y ahora para relacionarme con el INTRODUCCIÓN
paciente?
• Cómo percibo al paciente con el que A modo de resumen o conclusión, creemos
me voy a relacionar. que es de suma importancia recordar algunos
• Cómo lo acojo. puntos que nos parecen importantes tener
• Durante la relación con el paciente. en cuenta antes de comenzar la relación de
• Fijarse el objetivo u objetivos que se ayuda o «entrevista» y durante esta. Estos
quieren conseguir con el paciente. puntos que vamos a señalar a continuación
• Tener en cuenta los objetivos del son como el hilo conductor de nuestra rela-
paciente.
• Fijar con el paciente el tiempo que va a
ción con el paciente.
durar la entrevista.
• Tener en cuenta el método de Algunos principios
resolución de problemas como hilo
conductor de nuestra entrevista. 1. Lo que está claro para mí solamente
lo está para mí; lo que está claro para

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128 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

ti solamente lo está para ti. Nuestra hablamos no verificamos, con el diccio-


percepción de la realidad es única y está nario en la mano, que ambos le damos
condicionada por nuestros sentidos, nues- el mismo significado, sino que cada uno
tra parte neurológica, nuestras filosofías le damos un significado a las palabras
de vida, aspectos sociales y culturales, en función de lo que cada uno de noso-
familia, estados de ánimo cambiantes, tros hemos vivido de esa realidad. Esto
etc. Todo esto hace que nuestra forma tiene una gran importancia, dado que
de captar la realidad sea muy personal decimos que en la comunicación una
y, como consecuencia de esto, también buena escucha se muestra, entre otros
la forma de comunicarnos, y como a mi aspectos, por realizar un feedback y por
interlocutor le pasa lo mismo, de ahí que la empatía. No obstante, si realizamos
es conveniente y necesario tener siempre un feedback que manifiesta las palabras
presente este principio de que «lo que que nos ha dicho nuestro interlocutor
está claro para mí solamente lo está para pero no se clarifica el significado que le
mí…». da a las mismas, aparentemente parece
2. Hablando de lo mismo no hablamos que le hemos escuchado, sin embargo el
de lo mismo. Esto es una consecuencia significado que le damos a sus palabras
lógica de todo lo que acabamos de decir no siempre corresponde al que noso-
anteriormente. Si cada uno construimos tros le damos, y por tanto volvemos al
la realidad de forma muy personal, es principio anterior de que hablando de lo
obvio que mi forma de ver la realidad mismo no hablamos lo mismo. Además,
será diferente de la de otra persona; nos puede resultar difícil ser empáticos
luego, yo tendré una visión de las cosas con nuestro interlocutor si nosotros no
diferente a mi interlocutor (el paciente). le damos a las palabras el mismo signi-
Esto nos lleva a tomar conciencia de ficado que él.
que, aunque aparentemente estemos
hablando de lo mismo, no hablamos de
lo mismo, pues cada uno, teniendo en ANTES DE RELACIONARME
cuenta las teorías del Interaccionismo
CON EL PACIENTE
Simbólico, lo ve desde su perspectiva,
le da un significado muy personal en Recordemos que el paciente, al llegar a la
función de lo que ha vivido, sentido, ex- consulta, viene no solo con sus molestias
perimentado, como acabamos de decir. físicas, sino también con sus problemas psi-
Por tanto, continuamente tenemos que coemocionales (preocupaciones, ansiedades,
clarificar los términos, ya los escolás- miedos, problemas familiares, sociales…),
ticos nos hacían la observación siguien- los cuales pueden aumentar su sufrimiento,
te: prima quaestio de nomine («primero y a veces manifestarse en forma de agresi-
clarifiquemos los términos»), es decir, vidad contra el profesional. De ahí que no
debemos explicar cómo entendemos o solo tenemos que conocer el síntoma físico
qué significado le damos a las palabras, o psíquico con el que llega el paciente, sino
con el fin de que nuestro interlocutor también a la persona que sufre en su globali-
nos comprenda y no interprete o le dé dad, que se siente limitada, débil e indefensa
un significado diferente, de esta mane- (Borrel i Carrió, 2002).
ra hay muchísimas más posibilidades Este primer encuentro con el paciente es,
de que ambos hablemos lo mismo y de ante todo, una relación entre dos personas en
lo mismo. Todo esto tiene su explica- la que la actitud del profesional es prioritaria
ción, esta se debe a que (es el tercer para que se pueda establecer una conexión
principio): emocional, cálida y empática. Para que es-
3. El significado de las palabras no está ta sea así, es necesario hacerse una serie de
en las palabras mismas, sino en las preguntas y consideraciones que se exponen
personas. Esto quiere decir que cuando en los siguientes apartados.

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Capítulo | 8 Puntos importantes que se deben tener en cuenta... 129

PREGUNTARSE: ¿CÓMO inhibición. El profesional debe tomar con-


ME SIENTO YO AQUÍ Y ciencia de lo que él vive, de lo que puede
AHORA PARA RELACIONARME sentir como una «amenaza», y decidir lo que
CON EL PACIENTE? debe hacer. Es importante ser consciente de
los recursos con los que él cuenta para abor-
Es importante que el profesional tome con- dar la ansiedad, ya que esta va a ser captada
ciencia de su estado psíquico y espiritual por el paciente y puede dar como resultado
(pensamientos, sentimientos, conflictos, una falta de confianza en el profesional, o
valores, creencias…), antes de tener una en- pensar que este no sabe cómo ayudarle.
trevista o relación terapéutica con el paciente, El profesional puede manifestar su ansie-
ya que estos pueden influir de forma positiva dad de diferentes maneras:
o negativa.
1. Comenzando la entrevista sin presentarse.
Sabemos, a nivel profesional, que la toma
2. No respetar el ritmo del paciente, atosi-
de decisiones en el acto clínico no solo se
gándolo con preguntas.
desarrolla sobre parámetros racionales, sino
3. No acoger al paciente (de la manera que
que también está cuajada de componentes
vamos a exponer más tarde en la primera
emocionales. Influyen en todo esto: el ma-
fase de la relación de ayuda).
lestar físico o psicológico del profesional,
4. Comenzar la relación sometiendo al pa-
la presión asistencial, la falta de tiempo, el
ciente a un verdadero interrogatorio sin
cansancio, la desmotivación, etc. Todas estas
explicarle el porqué de cada pregunta o
circunstancias fácilmente introducen com-
sin exponerle ni desarrollarle el objetivo
portamientos automáticos que impiden actuar
u objetivos de esta.
con eficiencia y en numerosas ocasiones con
5. Confrontar al paciente de forma brutal.
mucha falta de sensibilidad y de empatía.
6. Estar más preocupado por la respuesta
Por ejemplo: imponer al paciente lo que
que va a dar al paciente que por escuchar
el profesional considera desde su punto de
verdaderamente lo que este le está di-
vista como verdadero o normal; no aceptar
ciendo. Recordemos que tenemos que
las diferencias, etc., o bien proyectarse en el
centrarnos en lo que nos dice y pide el
paciente, o defenderse por todos los medios,
paciente (feedback, empatía y método
cuando su persona, o la idea que él se hace
de resolución de problemas), más que en
de sí mismo, se siente amenazada. O bien, si
lo que le vamos a responder, pues es el
el profesional está pasando por una crisis de
paciente el que tiene que decirnos lo que
pareja, y el paciente que va a tratar está en
quiere que le respondamos.
la misma situación, sin darse cuenta, puede
7. No respetar los silencios.
proyectar sobre este sus propios conflictos o
8. No estar atento al lenguaje no verbal y al
problemas.
paralenguaje.
Ya se trate de observarse a sí mismo o de
9. Es posible que su «incompetencia» le
observar a la persona que está frente a él, una
preocupe hasta el punto de temer dañar
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

mejor comprensión de sus comportamientos,


al paciente.
o una mayor lucidez, son condiciones nece-
sarias en el dominio de la relación de ayuda. Ante una dificultad o una agresión inespera-
Es un hecho que por naturaleza cada da, en efecto, es la emotividad, la ansiedad,
uno de nosotros es diferente. Entre los ras- la que nos hace reaccionar a veces de forma
gos de los que la naturaleza nos ha dotado, estrictamente irracional. Es esta la que nos
la emotividad ocupa un lugar significativo. arrastra hacia conflictos cuyas consecuencias
Observamos que un número considerable son absurdas y desproporcionadas a la causa
de profesionales de la salud experimentan que los originaron.
una ansiedad más o menos intensa durante la Por otra parte, la ansiedad se comunica
primera fase de la relación de ayuda. El he- de tal manera que un paciente, de por sí ya
cho de experimentar cierta ansiedad es cosa ansioso, no debería añadir a su ansiedad la
normal, y no es necesariamente un factor de del mismo profesional. Este último debe

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130 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

identificar la causa de su ansiedad; esta sería debido al cansancio. Así que le pido que us-
la primera etapa del proceso necesario para ted me ayude a atenderlo lo mejor posible.
superarla. La ansiedad no es siempre el único Porque me imagino que cuando usted está
cansado también le cuesta concentrarse,
sentimiento que el profesional experimenta
¿verdad…?».
durante la fase de acogida. Puede también Paciente: «¡Ya lo creo!, incluso a veces
sentir aburrimiento, irritación, indiferencia, se me pone un mal humor que no hay quien
descorazonamiento, etc. Si no nos paramos me aguante…».
y tomamos conciencia de tales sentimientos, Profesional: «De acuerdo, gracias por su
estos van a influirnos en la relación con el comprensión y ayuda…».
paciente. De la misma manera que hemos
dicho respecto a la ansiedad, conviene iden-
tificar la causa de estos sentimientos. Es
aceptando la emotividad y los sentimientos, CÓMO PERCIBO AL PACIENTE
viviendo con ellos sin lamentos, como uno CON EL QUE ME VOY
llega a controlarlos mejor. Y esto por dos
A RELACIONAR
razones principales:
1. Las manifestaciones más intempestivas, En el primer encuentro con el paciente se
las que más agotan nuestra emotividad, da, por parte del profesional y el paciente,
se deben, de hecho, a la negación que el fenómeno de simpatía-antipatía, con el
nosotros intentamos oponer. peligro de que se pervierta la relación tera-
2. Es preciso rechazar, además, la idea de péutica, ya que con frecuencia van a aparecer
que la emotividad es en sí misma un lo que en psicoanálisis se denomina la trans-
defecto. No es una debilidad. Puede ser ferencia. Es decir, proyectamos sobre nues-
una riqueza considerable si se acepta y tro interlocutor ciertos aspectos de simpatía,
canaliza adecuadamente. antipatía o indiferencia. Así, por ejemplo, el
paciente que percibe al profesional como frío
Percibir y observar a las personas y a las o distante, le muestra antipatía. Ante esta,
cosas sin prejuicios, teniendo en cuenta su si el profesional no toma conciencia, puede
individualidad, es la mejor escuela de objeti- reaccionar con una contratransferencia, es
vidad y estabilidad. Tal actitud puede ser una decir, con sentimientos muchas veces de
pauta de gran seguridad en los casos difíciles. frustración, por no poder resolver su pro-
Es el mejor medio para mantenerse sereno. blema de salud, o de forma seca, cortante,
También el profesional puede, por ejem- recetándole sin apenas escucharle, etc. Por
plo, estar cansado; si este toma conciencia esta razón, es conveniente que durante los
de su cansancio, tal vez puede sobreponer- primeros momentos de la relación «pasee su
se al mismo, o bien, si esto no es posible, imagen por mi cabeza» con el fin de tomar
comunicárselo al paciente con el fin de que conciencia de qué siento ante su presencia y
pueda comprender su cansancio y no inter- por qué. Esto me permitirá poder tomar una
prete que el profesional no quiere escucharle cierta distancia y sentirme lo menos condi-
o que pasa de él. cionado por los fenómenos transferenciales.
Por ejemplo: Con frecuencia, al tomar conciencia de
esto, nos damos cuenta de que no nos relacio-
namos con la persona que tenemos delante,
Profesional: «Buenos días, señor Juan». sino con la imagen que nos hemos hecho de
Paciente: «Hola, buenos días». ella. Esto está condicionado por la imagen
Profesional: «Mire, voy a atenderle du-
que inconscientemente nos hacemos al ver su
rante quince minutos, como de costumbre;
sin embargo, me va a perdonar que debido cara, ropa, oler su perfume, etc. Si la imagen
a la mañana tan agotadora de trabajo que que nos viene es positiva, agradable, simpá-
he tenido, me siento muy cansado; por tan- tica, entonces solemos acoger al paciente o
to, si hay algo que le digo que me repita, o familiar de forma amable, sonriente. Por el
ve algún gesto como de falta de atención, es contrario, si la imagen de la persona con la

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Capítulo | 8 Puntos importantes que se deben tener en cuenta... 131

que nos vamos a relacionar nos es antipática, Este punto quedará ampliamente ex-
fría, distante, etc., en este caso la solemos puesto al hablar de la primera fase de la
acoger con frialdad, distancia, sequedad, relación de ayuda; sin embargo, vamos a
incluso estamos menos tiempo con ella, o señalar algunos puntos que nos parecen
terminamos antes la «entrevista». importantes.
Si nos preguntaran por qué alguien nos En primer lugar, siempre que vayamos
cae simpático(a) o antipático(a), seguro que a entrar en relación con el paciente o con
muchas veces nuestras respuestas serían: cualquier persona, y esto no solo por primera
«Es que me cae bien», «Es que es muy vez, sino cada vez, debemos preguntarnos:
simpático(a)», «Es que es muy agradable», ¿cómo me gustaría a mí que me acogiera el
o bien lo contrario, cuando en el fondo lo profesional, mi pareja, mi padre, mi amigo,
acabamos de conocer y no tenemos ele- etc.? Hacernos esta pregunta nos permitirá
mentos suficientes como para hacer este tomar conciencia de que, según sea nuestra
juicio. Por tanto, seamos conscientes de es- acogida, se dará o no la relación.
te fenómeno pues, condicionados por este, A veces nos quejamos de que el paciente
es posible que la comunicación se dé o no no se abre o no se comunica con nosotros,
se dé, o bien que se dé de forma sesgada o pero ¿nos hemos parado a tomar concien-
condicionada por estos sentimientos de sim- cia de cómo he acogido al paciente?, ¿me
patía, antipatía o indiferencia. Pensamos que he presentado por mi nombre y profesión?
es principalmente el profesional quien tiene Mi actitud no verbal ¿ha sido de cercanía,
que establecer una buena relación-entrevista frialdad, seca, distante?
terapéutica y asumirla con responsabilidad ¿Cómo acojo las actitudes negativas con
y no atribuir al paciente las deficiencias que las que puede llegar el paciente? Por ejemplo,
puedan surgir. Como nos dice Hernández veamos algunas de ellas:
Guerrero (2010): «La eficacia terapéutica de
los tratamientos depende, en cierta medida, 1. El paciente llega ansioso. Generalmente
del trato que el profesional de la medicina él no lo dice, nosotros lo deducimos por
dispensa al paciente». Asimismo, Pascual e su comportamiento no verbal. Como
Indurain (2001) nos vienen a decir que cuan- esto no lo sé de manera concreta, para
do el profesional es un buen comunicador, no interpretar, lo mejor es decirle, por
los pacientes quedan satisfechos en un 90%, ejemplo: «Tengo la impresión de que
lo cual pensamos que es vital para el cum- está ansioso. Si es así, ¿quiere decirme
plimiento del tratamiento. a qué se debe y qué le ayudaría para
sentirse mejor?». Esto ayudará al pa-
CÓMO LO ACOJO ciente a expresar cómo se siente, y a
nosotros, a saber de manera concreta lo
Si le preguntáramos al paciente qué espera de que le ayudaría para sentirse mejor y, por
los profesionales de la salud, sin duda que, consiguiente, mejor acogido.
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además de ser eficaces en el diagnóstico y 2. El paciente llega agresivo, o nos lo parece


el tratamiento, nos diría que el profesional por sus gestos y palabras. Lógicamente,
sea, por una parte, cordial, cálido, cercano si le respondemos con agresividad, se
en la acogida, y por otra, empático, «que me dará la escalada, y a ver quién puede más.
mire cuando le hablo, me respete y me es- Sin embargo, si le decimos: «Tengo la
cuche», que utilice palabras sencillas, claras impresión por sus palabras o gestos que
y concretas adaptadas a los conocimientos está enfadado, o furioso, me imagino que
del paciente. algo le habrá pasado o algo le habrán he-
Se debe cuidar mucho la presentación, el cho para estar así. ¿Quiere decirme qué
primer encuentro o la acogida del paciente, le ha pasado y qué le ayudaría para sen-
pues aquí se juega uno el que se establezca tirse mejor?». Ante esta reacción nues-
o no la relación. En la acogida se juega uno tra, lo más frecuente es que nos diga, por
la relación. ejemplo: «Estoy harto, llevo dos horas

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132 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

e­ sperando». Si nosotros nos ponemos en enfado o agresividad culpando a la otra


su lugar, seguro que también estaríamos persona. Estamos en una cultura en la que
molestos o un tanto agresivos. Si le de- solemos echar la culpa a los demás de lo que
cimos: «Lleva toda la razón, yo también nos pasa, de nuestra felicidad o infelicidad.
estaría muy molesto si estuviera en su lu- No asumimos muchas veces que las cosas que
gar», esto hará que se sienta comprendido puedan hacer los demás no son nunca la cau-
y que disminuya su agresividad. Vamos sa de cómo podamos sentirnos. Aunque no
a ver qué podemos o puedo hacer para seamos conscientes de ello, la causa de nues-
que se sienta mejor. El hecho de que se tro enfado o agresividad proviene de nuestra
sienta comprendido, pues nos ponemos manera de pensar. Así, por ejemplo, ante una
en su situación, hace que el paciente dis- realidad que nos molesta puedo enfadarme o
minuya su ansiedad y, por lo tanto, su no, no es el otro el que ha querido ponerme
agresividad. de mal humor, por ejemplo, llegando tarde;
soy yo el que he decidido enfadarme porque
Recordemos a este respecto que, general-
ha llegado tarde. ¿Por qué, ante una misma
mente, las personas nos ponemos agresivas
realidad, unas veces me enfado y otras no?
cuando algo nos ha ocurrido en nuestra vida.
Si fuera la situación como tal, siempre me
Por tanto, no «ataquemos» a la persona, sino
enfadaría, por tanto no puedo culpar al otro
que veamos los motivos por los que ha lle-
de mi enfado; sí que puedo decirle que me
gado a este estado o situación, con el fin de
siento enfadado porque ha llegado tarde y
comprenderlo mejor, y después, partiendo
he tenido que esperar, etc., pero no ha sido
de él, digámosle qué le ayudaría para sentirse
él quien me ha enfadado, sino que soy yo
menos molesto, nervioso, agresivo, etc. Esto
quien me he enfadado ante la situación; podía
nos dará un mejor resultado que reprocharle
haber optado, por ejemplo, por aprovechar
su comportamiento, moralizarle, etc. Recor-
ese tiempo para otra cosa y no enfadarme,
demos lo dicho en el capítulo 6 sobre los obs-
por lo que la decisión de enfadarse o no es-
táculos de la comunicación. Por muy molesta
tá en mí. La agresividad es el resultado de
que nos resulte esta situación, siempre lleva
una manera de pensar que aleja de la vida
razón la persona de sentirse como se siente
y nos desconecta de nuestras necesidades.
(en este caso, agresiva); por tanto, le tenemos
Indica que analizamos y juzgamos a alguien
que dar la razón y decirle, por ejemplo: «Si
en lugar de ver que necesitamos algo que está
usted está enfadado o agresivo es porque algo
fuera de nuestro alcance.
le ha pasado para sentirse así; por tanto, des-
Resumiendo, exponemos cuatro pasos
de su punto de vista lleva toda la razón, pero
para expresar nuestro enfado o agresividad:
veamos qué le ayudaría para sentirse menos
primero, respirar hondo de manera abdomi-
enfadado o agresivo».
nal y lentamente; segundo, abstenernos de
culpar o castigar a la otra persona; identificar
Tomemos conciencia las ideas que nos llevan a juzgar a los demás;
de nuestra agresividad tercero, limitarnos a guardar silencio y es-
tablecer contacto con las necesidades que en
No solo la agresividad se da por parte del ese momento pensamos que no están siendo
paciente, también se da en el profesional. El satisfechas (p. ej., en el caso de llegar tarde,
primer paso para expresar nuestra agresivi- mi necesidad puede ser el estar perdiendo
dad consiste en desvincular a los demás de un tiempo que podía emplear en otra cosa,
cualquier responsabilidad por lo que respecta etc.), y cuarto, identificar los sentimientos
a la agresividad. Así, debemos liberarnos de que están provocando nuestra ira y necesi-
ideas de este tenor: «Él hace que me enfurez- dad, así como expresar nuestros sentimientos
ca cuando se comporta así», «Haces que me y nuestras necesidades insatisfechas (p. ej.,
irrite», «Me has ofendido con tu conducta», diciéndole: «Cuando llegas tarde, me siento
«Lo que has hecho me ha entristecido». Esta muy rabioso porque voy muy apurado de
manera de pensar nos lleva a expresar nuestro tiempo. Te pido ver cómo me puedes ayudar

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Capítulo | 8 Puntos importantes que se deben tener en cuenta... 133

en adelante para que esto no me pase»). Re- que hay que tratarle como a una perso-
cordemos que en este caso soy yo quien tiene na y no como a una cosa. Explique al
el problema, que el otro me lo ha creado, pero paciente todo lo que le va a hacer (si
soy yo el que lo tiene, por tanto recordad lo va a ser doloroso o afectar su pudor,
que en el capítulo 7 decíamos sobre cómo el consentimiento informado, que estén
comunicar cuando soy yo quien tiene el pro- presentes o no otras personas, el se-
blema. creto profesional, clarificar cualquier
Así pues, ante cualquier comportamien- duda, inquietud o lenguaje no verbal y
to (apatía, indiferencia, silencio, cansancio, verbal, con el fin de que el paciente no se
ansiedad, agresividad…) con el que llega el quede con interpretaciones erróneas…).
paciente, debemos reflejarle cómo lo vemos
(tengo la impresión de que está ansioso, apá-
tico…), decirle o preguntarle a qué se debe y DURANTE LA RELACIÓN
qué le ayudaría a sentirse mejor. Esto es, en CON EL PACIENTE
definitiva, practicar el «método de resolución Los tres puntos siguientes se establecen casi
de problemas» del que hemos insinuado algo al mismo tiempo; sin embargo, para una
y hablaremos más adelante. mejor comprensión, vamos a abordarlos
Resumiendo: para una buena acogida, separadamente.
es preciso:

• Revisar, repasar brevemente la historia FIJARSE EL OBJETIVO


clínica del paciente, lo cual nos permite U OBJETIVOS QUE SE QUIEREN
recordar los problemas o situaciones.
CONSEGUIR CON EL PACIENTE
• Saludo inicial con una sonrisa, dándole
la mano, presentarse y llamarlo por su Toda relación o encuentro con el paciente
nombre. debe planificarse, ya que eso nos permite ir
• Acogerlo con intimidad (tener en cuenta más a lo esencial y no perdernos en detalles.
la intimidad del despacho, de las per- Por otra parte, se supone que cuando vamos
sonas que lo acompañan o están en la a ver al paciente tenemos un objetivo, por lo
consulta…), invitarlo a tomar asiento. que conviene que se lo digamos al pacien-
• Tener en cuenta las actitudes no verba- te para que él lo sepa, pues no es adivino,
les; en caso de duda, clarificarlas siem- recordemos que lo que está claro para mí
pre, para que el paciente o el profesional solo lo está para mí. Si queremos obtener
no interpreten (a través de la comunica- la colaboración del paciente, al comienzo
ción no verbal, procedente del ambiente, de la entrevista debemos explicarle el punto
tanto físico como de las personas, sobre o puntos (objetivos) que queremos abordar
todo del profesional, se va a construir su con él, así como los motivos y las finalidades
percepción y, por tanto, la relación). de estos.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

• Acoger su ansiedad, angustia, agresivi- De esta manera, creemos que el paciente


dad, etc. puede entrar mejor en un proceso de cola-
• Averiguar el motivo de la consulta, ha- boración, pues entiende cuál es la finalidad
ciéndose una idea del paciente. que tenemos al hablar con él o al abordar un
• Mostrar las actitudes de calidez, empatía, problema u otro de su vida, o bien una cura
cercanía, etc., propias de la acogida. En la que le vamos a practicar. Al comunicarse el
acogida se juega uno la relación. Según profesional de esta manera con el paciente,
Cegala (2005): «Lo que un médico comu- le está mostrando que merece la pena el que
nica durante los tres primeros minutos se implique y se responsabilice en su proceso
tiene un impacto significativo en el resto de hacer frente a su problema o sufrimiento.
de las consultas». El profesional comunica así al paciente su
• Si hay que explorar o hacerle una cura al deseo de comprometerse en este proceso
paciente, recordemos en todo momento de relación de ayuda.

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134 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

TENER EN CUENTA LOS bien, simplemente le pregunta si ha com-


OBJETIVOS DEL PACIENTE prendido todo lo que le ha dicho; lógicamente
le dice que sí, y luego el profesional constata
Por otra parte, no debemos olvidar que es que varias cosas de las que le ha explicado
preciso comenzar la entrevista no solo pre- no las ha tenido en cuenta, y entonces el
sentando el objetivo del profesional, sino profesional se enfada. En cambio, si parte
también el «objetivo» del paciente. Lógica- del paciente y le dice: «Verá, es muy im-
mente, no le decimos al paciente cuál es su portante lo que le voy a decir, pues debe
objetivo, sino que partimos de lo que podía tenerlo en cuenta antes de la operación, y
ser su objetivo. Con esto nos referimos a que por eso le pregunto antes: ¿cómo se siente y
debemos partir primero de lo que sabe el pa- qué le ayudaría?, para así luego centrarnos
ciente sobre su enfermedad, de lo que siente, en lo que yo le tengo que decir y que usted
lo que le interesa o preocupa. Es decir, antes debe tener en cuenta antes de la operación».
de comenzar a abordar el objetivo propues- Una vez que hemos escuchado las preocu-
to por el profesional, este debe preguntar al paciones, miedos, etc., del paciente, es más
paciente si antes de, por ejemplo, hacerle la fácil que este nos pueda escuchar, y, eso sí,
cura, tomarle la tensión, hablarle sobre su siempre mediante un feedback, asegurarnos
enfermedad, hay alguna cosa de la que quiera de lo que ha captado el paciente.
hablar o que le preocupe. Si al paciente le Otro ejemplo: la enfermera entra a tomar-
preocupa algo y no se le da la oportunidad le la tensión al paciente, muchas veces sin
de expresarlo, será difícil que pueda escuchar explicarle el por qué se la toma. Supongamos
o centrarse en el objetivo que le presenta el que el paciente está con mucha ansiedad o
profesional, pues estará centrado en su preo- preocupación; lógicamente la va a tener alta.
cupación. Una vez se haya abordado con el Y en este caso, tal vez el médico le recete
paciente lo que le preocupa a este, le resul- algún medicamento para normalizarla. Pero
tará más fácil aceptar el objetivo propuesto si antes de tomarle la tensión le pregunta có-
por el profesional. Esto nos parece de suma mo se siente, y si hay algo que le preocupa y
importancia, pues muchas veces los pacientes de lo que quiera hablar para sentirte mejor,
no toman en consideración lo que les hemos si le escuchamos y conjuntamente se busca
dicho porque están con otras cavilaciones en la manera de que disminuya su ansiedad o
su cabeza, y al no clarificar en primer lugar su preocupación, y luego se le toma la tensión,
inquietud y, por otra parte, al no pedirle un sin duda que esta será más normal, con lo
feedback, no nos enteramos de que no nos cual habremos conseguido disminuir la me-
han escuchado o no han podido escucharnos. dicación (economía) y reducir su sufrimiento.
Por ejemplo: al paciente lo van a operar, Por tanto, centrémonos —siempre que sea
y entra el profesional para explicarle lo que posible— primero en el paciente y después
debe tener en cuenta antes de la operación. en nuestro objetivo y siempre explicándose-
Si nos centramos en nuestro objetivo, que es lo, para que lo que está claro para mí también
darle las explicaciones, sin tener en cuenta lo esté para él.
cómo se siente el paciente, hay el peligro de Recordemos:
que solo nos escuche las primeras palabras y
luego ya se centre en su preocupación. Esta • Es muy importante centrarnos en el pa-
podía ser miedo a la anestesia, a si se compli- ciente, en cómo se siente (nos permite ver
cará la operación o no saldrá de ella, a cómo su miedo o ansiedad, preocupación…,
quedará la cicatriz, a quién se va a ocupar de para explicitar esto, mostrarle empatía,
sus hijos mientras su mujer está en el hos- como por ejemplo: «Me imagino que
pital, etc., y por tanto, preocupado por todo todo esto le crea mucha ansiedad…»),
esto, no escuche las advertencias del pro- qué sabe sobre su enfermedad, qué sín-
fesional. A menudo el profesional, en vez tomas nota y a qué los atribuye. Lo que
de pedirle un feedback al paciente, con el decíamos del método de resolución de
fin de verificar si lo ha comprendido todo problemas puede ser muy útil: problema,

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Capítulo | 8 Puntos importantes que se deben tener en cuenta... 135

a qué cree que se debe según él, y qué le al paciente durante los 10 minutos fijados,
ayudaría; por ejemplo, decirle si le ayu- mientras que si está más tiempo y ha de hacer
daría que estuviera presente su familia, otras cosas u ocuparse de otros pacientes, se
etc. mostrará nervioso, inquieto, a veces agresivo,
• Asimismo, responder a las expectativas preocupado porque el tiempo previsto se ha
del paciente que desea ser informado pasado, con lo cual difícilmente podrá es-
sobre su enfermedad y verificar que cuchar al paciente.
comprenda la información que se le da Por otra parte, si el profesional no fija el
y los cambios que se le proponen, pues tiempo con el paciente, quizás no sepa cómo
sabemos que cuando falta información acabar (cortar, pues se alarga demasiado)
(además de crear un estado de ansiedad cuando el paciente le está hablando de sus
o angustia en el paciente), los cambios o preocupaciones o problemas. Si no ha fijado
son más lentos, o son incorrectos, o no se el tiempo también puede ocurrir que, cuan-
producen. do quiera terminar la entrevista, el paciente
• El paciente tiene derecho a una informa- comience a hablar de algo que le preocupa
ción clara y adaptada a su comprensión mucho, o incluso llore. Si el profesional se
sobre su estado de salud y enferme- va con el pretexto de que tiene que atender
dad, sobre el diagnóstico, tratamiento, otros asuntos, el paciente puede pensar que
pronóstico y la evolución de la terapia. su problema no le interesa, que el profesional
En todo esto no olvidemos de partir de no quiere escucharle, que tal vez su situación
hasta dónde el paciente quiere o no saber, es demasiado grave como para que se ocupen
para ir dosificándolo según sus necesida- de él, o que no merece la pena, etc. En tal
des o momentos oportunos. situación, el profesional puede sentirse como
en un callejón sin salida, entre la necesidad
de irse, porque tiene otras cosas que hacer,
FIJAR CON EL PACIENTE y la de escuchar al paciente en esta situación
EL TIEMPO QUE VA A DURAR angustiante, porque, ¿cómo va a abandonar
LA ENTREVISTA ahora al paciente? En este caso, si el profesio-
nal se queda, se sentirá nervioso, inquieto, lo
Al comienzo de la entrevista o relación, con- cual impedirá una plena disponibilidad para
viene clarificar con el paciente el tiempo es- escuchar adecuadamente.
timado de la misma. Esto permite que ambos Por el contrario, si el profesional ha
se centren en lo importante y no se les vaya anunciado previamente al paciente que el
el tiempo en aspectos menos importantes. tiempo que pasará con él es de 10 minutos, en
Por ejemplo: ese tiempo el paciente puede contarle lo que
desee y cuando lo desee. El paciente puede
Profesional: «Verá, el tiempo que dispongo tener sus razones para decir las cosas impor-
ahora para usted es de diez minutos. Tal vez tantes en el último momento, puede tener sus
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

sea poco, pero es el que ahora dispongo. Si motivos para decir, por ejemplo, que es al
necesita más, ya lo vamos planificando en final cuando comienza a tener confianza en el
otras entrevistas; esto es importante para profesional, o que dice las cosas más proble-
centrarnos en lo que a usted le preocupa y máticas en el último momento, para así poder
ambos vemos como más prioritario». liberarse de ellas y que el profesional se vaya
con ellas y no se le dé más vueltas, etc.
Si el profesional quiere mantener con el Por tanto, el profesional podrá dejar al
paciente 10 minutos de entrevista, deberá paciente, con toda tranquilidad, aunque este
respetarse ese tiempo, ni más ni menos. Eso le esté contando cosas importantes o tristes,
facilita que se pongan límites al paciente y al porque él ya le había anunciado el tiempo
profesional (no olvidemos que el tiempo es que iba a durar la entrevista. No obstante,
estructurante para ambos). De esta manera, el profesional le podrá decir: «Me está di-
el profesional estará dispuesto a escuchar ciendo cosas muy importantes, siento tener

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136 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

que irme, ya que le había dicho que solo sufrimiento, no son algo ajeno a él o debido
disponía de 10 minutos; si me quedara más meramente a circunstancias ambientales
tiempo, no estaría disponible para poder es- externas, sino que debe analizar su grado
cucharle y esto requiere tiempo. Por tanto, de responsabilidad en el problema, su con-
si lo desea, yo volveré a tal hora o seguimos trol sobre el mismo, su propia capacidad y,
tal día para poder continuar con el problema finalmente, el grado en que realmente desea
o el tema que usted ha comenzado a con- superarlo (Bermejo, 2010).
tarme». Una manera de centrarse en el paciente
Nos parece muy importante hacer esta y llevar un esquema de la entrevista, como
observación respecto al tiempo, pues hemos el hilo conductor de esta, es tener presente
observado a profesionales que se sienten las etapas del método de resolución de pro-
atrapados por el paciente, sin saber cómo blemas, las cuales resumimos en : problema,
«cortar» la entrevista. Esto permite al pro- causa y actividad. Veámoslas más deteni-
fesional sentirse disponible para el paciente damente:
aunque solo disponga de 3 minutos, sabien-
do que pasados los 3 minutos podrá irse y 1. Establecer el problema. El paciente nos
seguir con su planificación. Cuántas veces habla de su problema. Por ejemplo, el
oímos frases como esta: «Yo pasaría a ver paciente nos dice: «Me siento muy an-
a tal paciente, pero es tan pesado que si te gustiado».
coge no te suelta». Con ello culpabilizamos 2. Ver la causa del problema. Mediante un
al paciente de ser pesado cuando, en el fondo, feedback, establecer cuál es la causa o las
el problema es que el profesional no sabe causas del problema según el paciente, no
estructurar su tiempo y fijar los límites o el según el profesional. Por ejemplo: «Me
tiempo de duración de la entrevista. acaba de decir que se siente muy angus-
tiado [feedback]. Me imagino que tiene
TENER EN CUENTA EL MÉTODO que ser por algo muy importante que le
DE RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS preocupa [empatía]. ¿Le ayudaría o po-
COMO HILO CONDUCTOR dría decirme a qué cree que se debe?»
DE NUESTRA ENTREVISTA (Se centra en el paciente buscando las
causas y no interpretando o aconsejando.)
El profesional debe tener presentes las etapas del Nos parece importante tener en cuenta
método de resolución de problemas. la causa desde el paciente, aunque para
Este método va a permitir que los pacientes el profesional no sea esa la causa o las
sean menos pasivos, y sí más agentes y res- causas. Partir de la causa o las causas del
ponsables de su enfermedad, tratamiento y paciente es como entrar en su mundo o
curación. No debemos sorprendernos de que en su problema por la puerta que él nos
el paciente, como nos pasa a nosotros, quiera presenta. Si queremos entrar por la puerta
ejercer su derecho a opinar sobre su proceso que a nosotros nos parece la más adecua-
asistencial, y esto los profesionales no lo da, corremos el riesgo de que se sienta
tenemos que interpretar como una molestia amenazado y, por tanto, que nos cierre la
o desconfianza, pues sabemos que favorecer puerta, es decir, que no nos escuche o no
esta actitud del paciente aumenta su corres- quiera continuar la relación porque no se
ponsabilidad en el proceso terapéutico. siente comprendido, escuchado, o porque
El método de resolución de problemas se siente amenazado, etc. Recordemos
permite al paciente tomar conciencia de que, que el paciente tiene derecho a ver y
aunque las causas del problema se deban sentir las cosas como las vea o las sienta,
al contexto o a otras personas, en el fondo aunque nosotros no lo veamos igual, o
el problema es suyo, y es él quien quiere y nos parezca que se preocupa o angustia
puede hacer algo, al margen de lo que hagan por cosas que no merecen la pena, pero
los demás. El paciente debe tomar concien- en un primer momento él necesita que se
cia de que la causa de sus problemas, o de su le escuche y comprenda. Esto no es óbice

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Capítulo | 8 Puntos importantes que se deben tener en cuenta... 137

para que más tarde, cuando la confianza lleve a cabo; por eso hay que concretar:
se ha establecido, el profesional pueda quién lo hará, cuándo lo hará (día, hora,
explicar al paciente que su manera de minuto), cómo..., dónde, cuántas veces,
ver, sentir o de explicar las causas del con quién, etc.
problema no corresponden a las suyas; 4. Evaluación. Si hemos elaborado los ob-
pero si al principio no lo escucha, el jetivos con la colaboración del pacien-
paciente podría percibir al profesional te, en la evaluación aparecerá el éxito
como amenazante y cerrarse a la relación. o el fracaso en su consecución, pero el
Algunos autores, como Okun (2001), paciente será el principal responsable
piensan que es importante que después de esto. Si es positivo, esto aportará al
del período inicial en el que se expresan paciente una mayor confianza en sus
las emociones, hay que centrarse en las capacidades, así como una disminución
acciones a realizar en lugar de en lo que de la dependencia respecto al profesio-
ha pasado para facilitar la recuperación. nal. Si elaboramos los objetivos y las
Centrándose en los puntos fuertes y las actividades en lugar del paciente, no
experiencias positivas pasadas y pre- debemos extrañarnos si dichos objetivos
sentes de la persona, el terapeuta pone no se alcanzan, pues el paciente no se ha
énfasis en lo positivo en lugar de en lo sentido implicado ni ha participado en
negativo y fomenta la fe de la persona su proceso de cambio.
en su capacidad para recuperarse (Ber-
En resumen:
mejo, 2012).
3. Objetivos y acciones. Una vez escla- 1. El paciente presenta su problema.
recido el problema y las causas de este 2. Analizamos con él las causas de este
según el paciente, el profesional puede problema, partiendo de las que nos da el
decirle: «Me acaba de comentar que se propio paciente; de este modo llegamos
siente angustiado porque ve que no ha a definir el problema.
mejorado nada de ayer a hoy. ¿Qué cree 3. Establecemos los objetivos y las activida-
que le ayudaría o en qué medida cree que des para resolver el problema junto con
yo puedo ayudarlo?». Esto permite, por el paciente.
una parte, que el paciente le explique lo 4. Vemos con qué recursos cuenta el pacien-
que ha hecho hasta el presente para poder te para resolverlo (personales, familiares,
solucionar su problema; él es el agente de sociales, etc.).
su vida, y sin duda tiene muchos recursos 5. Finalmente, evaluamos con él el proceso
y ha pensado y probado cosas. Es necesa- con el fin de saber si le está ayudando
rio ver lo que ha hecho y el resultado que o no.
ha obtenido. Por otra parte, el profesional
Pongamos un ejemplo:
debe, en la medida de lo posible, estable-
cer los objetivos y las actividades con el
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

paciente no por él o para él. No trazar los Paciente: «Hace varios días que no ando
objetivos con el paciente, sino en lugar bien del vientre [presenta su problema]».
del paciente, equivale a olvidar que él es Profesional: «Me dice que no anda bien
el protagonista y actor responsable de del vientre. ¿Podría concretarme un poco
su proceso de cambio, mientras que el más qué quiere decir “no ando bien del
profesional no es más que un activador vientre”?».
de este proceso. También se evita el pe- Paciente: «Pues sí, que cada cuatro días
hago de vientre; vamos, que no hago caca
ligro de que el paciente no cumpla los con frecuencia, y al hacerla me hago daño,
objetivos y las actividades, porque no y perdóneme usted por hablar así».
se sintió comprometido con ellos, sino Profesional: «No se preocupe por las
que los sintió como impuestos desde palabras, puede expresarse como le resulte
fuera por el profesional. La actividad más claro a usted. Bueno, me dice que no
tiene que ser muy concreta para que se hace caca desde hace cuatro días. ¿A qué

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138 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

cree que es debido? Es decir, a su parecer, PUNTUAR E INSISTIR SOBRE


¿por qué cree que hace tantos días que no LOS ASPECTOS POSITIVOS
hace? [el profesional busca las causas con
el paciente]». QUE MANIFIESTA EL PACIENTE
Paciente: «Bueno, yo no sé de eso… Debemos puntuar e insistir sobre los aspectos
Para eso vengo aquí. Pero, vamos, yo creo positivos que nos revela el paciente con la finali-
que es porque me paso mucho tiempo
dad de valorarlo.
sentado viendo la televisión, hago poco
ejercicio, como poca fruta y verdura, be- El paciente presenta generalmente
bo poco líquido; en fin, yo no sé si esto muchas cosas negativas, por lo que con-
tiene que ver, pero yo creo que es debido viene que nosotros veamos los aspectos
a eso». positivos que va expresando durante la re-
Profesional: «Muy bien, me parece que lación y se los remarquemos. Esto permite
usted ha dicho muchos puntos que influyen no disminuir su autoestima y tener más con-
para ir bien o mal del vientre, como son fianza en sí mismo, pues se da cuenta de que
el poco ejercicio y la alimentación pobre no todo en su vida es negativo. Asimismo,
en verduras y frutas. Y ante esto, ¿qué cree se le confirmará en todo lo que está haciendo
que podía hacer? [el profesional le propo-
y le sirve o es bueno para él. Por ejemplo:
ne al paciente establecer juntos un plan
de acción; el profesional debe ayudar al el paciente nos dice que para poder dormir,
paciente a concretar este plan de acción, todas las noches, antes de irse a la cama, se
pues de lo contrario se quedará en buenas da un paseo y toma una tisana, y que esto le
intenciones]». ayuda a tener un buen sueño. El profesional
Paciente: «Pues yo creo que está claro: debe reforzarle esto y decirle de alguna ma-
ver menos tiempo la televisión; bueno, nera que eso está muy bien.
mejor dicho, andar más, beber más, comer
más verdura…; en fin, algo de eso».
Profesional: «De acuerdo, me parece RECORDEMOS QUE UNA
muy bien. Veamos cómo, cuándo, de qué BUENA RELACIÓN SUPONE
manera... lo va a hacer. Es decir, hagamos UN BUEN DOMINIO
un programa para que esto lo lleve a la DE LA COMUNICACIÓN
práctica y no se le olvide».
Paciente: «Pues sí, por ejemplo, todas También es importante que a una buena rela-
las mañanas al levantarme tomar un vaso ción de ayuda le acompañe un buen dominio
de agua —he oído que esto ayuda—. Des- de la comunicación humana, como hemos se-
pués del desayuno, allá sobre las diez, dar ñalado anteriormente cuando hablábamos de
un buen paseo de una hora —yo, sabe us- cómo ser un buen emisor y un buen receptor,
ted, ya estoy jubilado y no trabajo, por eso en el capítulo 5. Así, en la relación es básico
puedo permitirme darme un buen paseo—.
También estaba pensando hacer un poco
tener en cuenta el contenido de lo que dice
de gimnasia al levantarme. Y en las comi- el paciente, lo que siente (sentimiento) en
das decirle a mi mujer que ponga bastante relación con el contenido, y saber cuál es su
ensalada y verduras. ¡Ah! Y también tomar demanda en función de lo que está diciendo.
fruta. ¿Qué le parece?». Estos aspectos nos permitirán centrarnos
Profesional: «Muy bien; va a hacer eso mejor en el paciente e impedir que aborde
todos los días, pero conviene que se lo muchos temas sin profundizar en ninguno.
apunte para que no se le olvide, y dentro A este respecto, recordemos que, como
de tres o cuatro días viene por aquí a ver si receptor, durante toda la relación o entrevista,
le ha dado buen resultado. ¿De acuerdo? [le conviene que no olvide las actitudes de: em-
propone evaluar el plan con el fin de saber
si le está resultando útil]».
patía, autenticidad, aceptación incondicional,
Paciente: «Sí, de acuerdo. Bueno, mu- y que se centre en el paciente mediante el mé-
chísimas gracias, y hasta pronto». todo de resolución de problemas, y frecuen-
Profesional: «Gracias a usted. Hasta temente verificar mediante un feedback que
pronto…». el profesional ha comprendido al paciente,
y pedirle un feedback al paciente para estar

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Capítulo | 8 Puntos importantes que se deben tener en cuenta... 139

seguro de que este le ha comprendido, etc., más completa de su problema. Nos permite
todo ello mencionado con anterioridad. confrontarle sin que sea amenazante, pues
Recordemos que la falta de comunicación es como hacerle de espejo para que vea más
con el paciente y la familia, tal y como hemos claramente su problema.
señalado, ocasiona el que haya más errores ¿Cuándo debemos practicar el resumen?
en la terapia o cuidados hacia el paciente. En primer lugar, cuando el paciente nos va
Asimismo, la falta de comunicación lleva hablando de sus problemas, conviene irle
a no poder establecer un buen diagnóstico, haciendo resúmenes de lo que nos ha dicho,
pues ¿cómo se puede hacer un diagnóstico para que así vea no solo lo que vamos cap-
si no hay comunicación con el paciente y la tando, sino también el problema o problemas
familia? Muchas veces se compensa esto con reagrupados.
la interpretación, y, por tanto, que haya más En segundo lugar, siempre conviene ha-
equivocaciones o que se den los llamados cer un resumen como una forma de terminar
errores médicos. la entrevista, ya que el hacerlo nos ayuda a
terminarla y así no la damos por finalizada
de cualquier manera. Por otra parte:
PRACTICAR CONTINUAMENTE
FEEDBACK
Si le pedimos al paciente que nos haga el
No debemos olvidarnos de hacer continua- resumen, entonces nos daremos cuenta de
mente feedback (o retroalimentación) al lo que ha captado sobre lo que le hemos
contenido, al sentimiento y a la demanda, dicho respecto a su problema o demanda y
como ya hemos señalado, de lo que nos dice verificaremos si nos hemos explicado bien
con él, y también sobre los datos fundamen-
el paciente, pues esto hará que se sienta es-
tales que él haya retenido durante la en-
cuchado y comprendido. trevista, y si fuera necesario, corregiremos
La tensión provocada por el diagnóstico, o completaremos la información.
por el dolor, el miedo, etc., así como la expre-
sión no verbal del profesional, sabemos que No dude en decirle al paciente que es-
turba la capacidad de escucha y de juicio, de criba las conclusiones para que así pueda
ahí la importancia del feedback para verificar repasarlas y no se le olviden. Esto es de suma
la comprensión del paciente. Además, esto importancia para verificar la adherencia o no
nos va a permitir centrar al paciente y llegar al tratamiento.
donde él quiere llegar, y no donde desee el En tercer lugar, si hay una nueva entrevis-
profesional. Asimismo, el feedback nos per- ta, conviene comenzar por un resumen, y me-
mitirá que haya menos errores, pues si a me- jor si nos lo hace el paciente, pues así vemos
nudo verificamos que hemos comprendido al qué es lo que recuerda de lo que estuvimos ha-
paciente y este a nosotros, podremos constatar blando, si los compromisos o tratamiento que
si el paciente se adhiere o no al tratamiento. establecimos los recuerda y los ha cumplido o
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ha tenido dificultades, obstáculos, olvidos, etc.


IMPORTANCIA DE PRACTICAR
EL RESUMEN CÓMO ACTUAR ANTE
LOS SILENCIOS
De vez en cuando, resumir lo que nos ha di-
cho el paciente tiene por finalidad reagrupar Por su complejidad y su riqueza, el silencio
los diferentes puntos que ha tocado en su es una parte esencial de la comunicación,
discurso. Esto se asemeja al ensamblaje de y es importante no trivializarlo o eliminarlo
las piezas de un puzzle («con el feedback —sea cual sea la razón— amueblándolo
verificamos cada pieza del puzzle, con el o evitándolo con preguntas, o desviando el
resumen es como darle un trozo del puzzle tema de la relación.
una vez ensambladas las piezas»); de esta El silencio, como lenguaje paraverbal
manera, vamos dando al paciente una visión o metacomunicación, se presta a múltiples

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140 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

interpretaciones e hipótesis, que al no ser preocupado por sus problemas, no es-


confirmadas o afirmadas producen cierta cuche al profesional.
ambigüedad y, en numerosos casos, llevan 2. Falta de claridad y precisión en su pen-
a la ruptura de la comunicación. samiento y su lenguaje, así como en la
Los silencios pueden estar provocados exposición de su problema.
por una serie de factores: emocionales (blo- 3. Pensar que el tema ha concluido.
queos, angustias, amenazas…), intelectuales 4. Una confrontación que resulta muy ame-
(reflexiones, falta de ideas…), de interacción nazante para el paciente.
entre el profesional y el paciente (el paciente 5. Necesitar más tiempo para clarificar su
no confía en el profesional, mostrando por pensamiento o sus emociones.
ello resistencias…). 6. Haber dicho, él mismo, alguna cosa que
le ha perturbado, o bien que el profesio-
nal, por equivocación, haya dicho alguna
Actitudes del profesional cosa que el paciente ha malinterpretado.
ante los silencios 7. Resistencias. El paciente puede permane-
A ciertos profesionales, sobre todo los cer silencioso porque se está resistiendo a
principiantes, el silencio les resulta difícil lo que él considera una intrusión. Puede
de soportar; piensan que lo han provocado ver en el profesional una figura autorita-
ellos y, por este motivo, creen que lo deben ria o la proyección de alguien o algo que
evitar a toda costa. él no ha aceptado y quiere evitar a toda
En la medida en que el profesional quiera costa.
implicarse en la situación expuesta por el
paciente, entrando en su mundo y pregun-
tándose: ¿qué siente el paciente?, ¿dónde se En resumen, con el fin de que el profesional
encuentra?, ¿adónde quiere llegar? ¿cómo no se sienta incómodo o molesto ante los
se encuentra en este momento?, etc., en de- silencios, lo más adecuado es clarificarlos,
finitiva, si el profesional empatiza con el pa- o bien aprovechar el silencio para abordar
ciente, sabrá respetar y detectar los silencios con el paciente el sentimiento que le pro-
duce lo que está diciendo.
de forma adecuada.
El profesional debe ser consciente de lo
que siente (paciencia, nerviosismo, indiferen- Por ejemplo:
cia, ansiedad, dificultad para soportarlo…),
así como tener en cuenta los fenómenos trans-
Paciente: «Ayer estuve hablando con mi
ferenciales del paciente con el fin de trans- mujer sobre los diversos problemas que
mitirle calma, serenidad y respeto de su ritmo. tenemos y… [se queda en silencio]».
También creemos que el profesional, a Profesional (espera unos segundos y le
fin de evitar nerviosismos y malentendidos, hace feedback): «Me decía que ayer estuvo
debe explicar al paciente que los silencios y hablando con su mujer y se ha quedado
las pausas forman parte de la relación y que, callado, no sé lo que me quiere decir con
por tanto, se deben respetar. En caso de duda, su silencio» (al decirle esto, el profesional
es necesario clarificarlo con el fin de que no intenta que el paciente clarifique el porqué
aparezca un cierto malestar o tensión entre de su silencio; como vemos, no interpreta,
sino que clarifica el porqué de su silencio).
los interlocutores.
O bien, también le puede decir: «Ayer es-
tuvo hablando con su mujer de los proble-
Actitudes del paciente mas que tienen. ¿Cómo se sintió y se siente
al hablar de este tema?» (de esta manera
frente a los silencios no hablará solo de contenidos, sino de lo
El silencio del paciente puede deberse a: que le remueve este tema, es decir, de los
sentimientos que esto le produce; esto ha-
1. Su ansiedad o angustia, que producirán rá que la comunicación entre en un grado
bloqueos en la relación. Puede ser que, más profundo, pues pasará a hablar no de

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Capítulo | 8 Puntos importantes que se deben tener en cuenta... 141

contenidos, sino de los sentimientos, que Ejemplo:


son los que dan importancia y gravedad a
los contenidos).
Paciente (puede responder): «Es que es- Paciente: «Doctor, ¿es grave la operación?»
taba pensando…», o bien: «Mire, prefiero (aparentemente, nos parece clara su pre-
no hablar del tema…», etc. gunta y nos puede producir cierta ansie-
Profesional: «De acuerdo. Una vez haya dad, pero ¿realmente sabemos qué quiere
pensado en el asunto, si le parece, habla- decirnos con esta pregunta y por qué nos
mos de él, y si usted no quiere hablar del la hace? Recordemos que lo que está claro
tema, no hablamos; como usted vea». para mí, solo lo está para mí, y lo que está
claro para él, solo lo está para él).
Profesional (Feedback): «Me acaba de
preguntar si es grave la operación. ¿Podría
CÓMO ACTUAR ANTE decirme qué es lo que realmente espera de
LAS PREGUNTAS mí con esta pregunta? ¿Por qué me pregun-
ta esto? (de esta manera el profesional, sin
El interrogatorio es muy importante para angustiarse, podrá tener más claridad sobre
poder establecer un buen diagnóstico; sin qué es lo que quiere saber el paciente al
embargo, la mayoría de las personas se in- hacerle esta pregunta).
comodan cuando se sienten interrogadas o Paciente: «Pues sí. Verá, he observado
que mi mujer, cuando ha entrado a verme,
investigadas. Creemos que la causa de este
ha estado llorando; que cuando le hago esta
malestar radica en que se pregunta sin ex- pregunta a las enfermeras, me dicen que no
plicar las razones de ello. Por tanto, a fin de me preocupe, y esto me crea ansiedad y me
que el paciente no se sienta molesto con las hace pensar que a lo mejor me quedo en la
preguntas del profesional y sepa el porqué operación, y por tanto quiero saber si esta
de tantas preguntas o su interrogatorio, es es grave o difícil y si me puedo morir. En
conveniente que este tome la actitud de: este caso, me gustaría hablar con mi mujer,
pues tengo que arreglar algunos asuntos…».
Profesional (le hace un resumen a modo
Pregunta que haga, pregunta que le explica de feedback; por ejemplo): «Me dice que
al paciente por qué se la hace. observa que su mujer, antes de entrar a ver-
le, ha estado llorando, que las enfermeras
Esto también llevaría al profesional le dicen que no se preocupe y que desea
a hacer menos preguntas, o a no llenar el saber para arreglar ciertas cosas… Pues
tiempo con preguntas cuando no sabe qué bien, como el estado de duda crea mucha
decir, o no sabe adónde va con su entrevista. ansiedad y angustia, voy a responderle a lo
que usted me pide. Sinceramente, aunque
Máxime, sabiendo que en la comunicación,
es un tumor y esto asusta, la operación es
lo que está claro para mí, solo lo está para sencilla y pensamos que no va a haber nin-
mí. El profesional sabe por qué hace la guna complicación. ¿Cómo se siente ante
pregunta, pero el paciente ¿sabe por qué esta noticia? ¿Y qué le ayudaría por nuestra
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

se la hace? Una pregunta aparentemente parte como profesionales y por parte de su


anodina puede esconder un doble mensaje esposa?».
o una interpretación distinta de la evocada Paciente: «Que hable con mi esposa
por el interlocutor. Si el profesional explica sobre lo que hemos estado hablando, y que
el porqué de su pregunta, entonces no caben para sentirme más tranquilo, me gustaría
las dobles intenciones o las preguntas con hablar con ella, y que me escuche, sobre
los asuntos que me preocupan, y no que
doble sentido.
me diga que no me preocupe».
Lo mismo cabe decir por parte del pa- Profesional: «De acuerdo. Como su es-
ciente: en cada pregunta que nos haga inten- posa está ahí fuera, le diré que entre y así
taremos clarificar lo que nos quiere decir con se lo digo delante de usted».
eso, y esto, insistimos, por muy claro que nos Paciente: «De acuerdo, muchísimas
parezca, pues lo que está claro para mí, solo gracias».
lo está para mí.

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142 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

ACEPTAR Y FAVORECER LAS empatía, tratar de escuchar y comprender


EXPRESIONES EMOCIONALES el dolor del paciente y familia. Podemos
decirles, brevemente y con pocas palabras:
Después de recibir una mala noticia, la va-
riabilidad de reacciones normales es muy
amplia y, por tanto, el profesional tendrá que: Profesional: «Lo siento, de verdad que lo
mantener la concentración y la calma, ha- siento».
blar suavemente, ser amable y firme a la vez, Paciente o familia: «Usted qué lo va a
sentir, os importa un rábano lo que a noso-
aceptar que hay situaciones irresolubles, etc.
tros nos pase; ahora bien, esto lo va a pagar
Las reacciones más frecuentes son caro, pero que muy caro…».
ansiedad, miedo, tristeza, agresividad, ne- Profesional (permanece en silencio es-
gación y ambivalencia. Utilizar el método cuchando y tratando de comprender la
de resolución de problemas. Ejemplo: «Me situación tan angustiante que está pasando
dice que tiene ansiedad [problema]. ¿A qué el paciente y la familia. Recordemos que
cree que se debe? [causas]. ¿Qué le ayudaría aunque la familia no lleve razón, en estos
en concreto para disminuir su ansiedad [pedir momentos el sentimiento de pérdida le hace
al paciente que nos diga lo que le ayudaría]». ver las cosas así, y debemos ponernos en
No dar consejos ni proponer alternativas, su lugar. Si permanecemos así en silencio
y escuchando, poco a poco el paciente y
porque podemos crear falsas expectativas.
la familia irán disminuyendo su agresividad
Ejemplo: le acabamos de dar una mala para pasar al llanto, la culpa, o a preguntar-
noticia a la familia respecto a que su familiar nos o pedirnos explicaciones; nos ponemos a
no solo no mejora, sino que vemos que está su disposición, y si se produce un silencio, el
empeorando, con la posibilidad cercana de la profesional le puede decir): «Como esta situa-
muerte. La familia va a comenzar a vivir un ción es muy dura para vosotros, me pregunto
duelo, y una de las fases más difíciles y duras si tal vez preferís estar solos, queréis decirme
es la de los sentimientos, principalmente de: o preguntarme algo más. De todos modos,
tristeza (llanto, ansiedad, depresión…), ira me podéis llamar cuando me necesitéis».
(rabia, agresividad) y culpa (reproches, va-
cío, los «y si hubiéramos…»). Ante esto, la Como hemos podido experimentar, en
familia puede reaccionar de varias maneras; más de una ocasión, esta situación es muy
por ejemplo, llorando; en este caso, practica- dura de asumir para el profesional. Sin em-
mos la empatía diciéndoles: «Es normal que bargo, recordemos que es un mecanismo de
lloréis y que incluso a mí se me salten las defensa del paciente y/o familia ante la inmi-
lágrimas, pues es muy triste esta situación, si nente pérdida de su vida o la de su familiar, y
preferís estar solos, me lo decís, y si preferís es bastante normal que en un primer momen-
que me quede o queréis preguntarme algo, to reaccione así debido a su ansiedad, o culpa
pues también». por no haber prevenido la enfermedad, etc.
Pero, por otra parte, la familia puede Por otra parte, si desde el primer momento
reaccionar con agresividad, por ejemplo del ingreso del paciente ha habido una buena
diciéndonos: «Sois todos unos inútiles, es- relación de empatía, feedback, centrarnos en
táis dejando morir a mi padre, esposo...». todo momento en lo que nos pide el paciente
Esta reacción también es propia del duelo, y y/o familia, cuando llega una situación de
es muy dura de aceptar tanto para la familia estas, es más fácil de asumir pues en todo
como para el profesional. Ante esa reacción, momento el paciente y la familia ha estado
no sirve de nada ponernos a la defensiva, al corriente del tratamiento y los cuidados
excusarnos, o la huida. Recordemos que en que se le han ido impartiendo. Cuando esta
nuestro trabajo muchas veces tenemos que relación falla, se dan con más frecuencia las
ser como los pararrayos de la agresividad situaciones de agresividad o violencia.
de los pacientes y las familias. Ante esta Otra situación: un paciente o familia
situación, nuestra actitud tiene que ser de llega al servicio de urgencias, o admisión,
respirar hondo, y en silencio, pero con mucha exigiendo que tienen que tratarle ya mismo.

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Capítulo | 8 Puntos importantes que se deben tener en cuenta... 143

La tensión y la ansiedad ante la situación estoy en casa, me implico en las relaciones


de miedo (de si puede ser muy grave o mo- familiares y, por tanto, me he desimplicado
rirse) son enormes, y el paciente o familia de lo vivido con los pacientes.
llega muy exigente. Nuestra reacción como Si nos paramos y pensamos: ¿me gustaría
profesionales tiene que ser la de respirar que mi mujer, mientras le estoy hablando,
hondo, y preguntarnos: ¿cómo reaccionaría estuviera «en otra parte»? Si voy a ver a otro
yo al llegar a urgencias si pensara (para mí o paciente que va mejor y me está contando al-
para un familiar) que tienen que atenderme go agradable, le gustaría que le dijera: «Mira,
urgentemente, pues me puedo morir, y viera no estoy para cosas agradables, pues acabo
que no me prestan la urgencia que yo creo? de estar con un paciente muy grave y… no
El profesional podía responderle de esta ma- estoy para bromas». ¿Cómo se sentiría ese
nera: «Veo que está muy enfadado porque paciente? ¿Cómo se puede sentir su familia
no le atendemos enseguida, y poniéndome si, al llegar a comer, la «salsa que le pones
en su lugar, yo también lo estaría, pues ten- a la comida» son los sufrimientos o situa-
dría miedo a que la situación se complicara, ciones tristes que has vivido en el hospital?
o incluso a la muerte. Mire, vamos a aten- Lógicamente, ya les amargas la comida y a la
derle lo antes posible, y a estar pendiente larga esto hace que nos quememos, pues no
de usted. Si ve que se pone peor, enseguida desconectamos. No digo que sea fácil, pero
nos lo dice, pero de momento nosotros no es necesario decirnos continuamente: ahora
percibimos la gravedad que usted cree te- estoy viviendo esto y no lo otro.
ner, y por eso estamos atendiendo a otras La Gestalt nos dice: vive aquí y ahora lo
personas cuya situación sí es muy grave. que estás viviendo con responsabilidad. Por
Comprenda que si percibiéramos que su es- tanto, si estoy contigo, estoy contigo, y si es-
tado es muy grave o viéramos que empeora, toy con el paciente, estoy con el paciente, y si
pasaría usted por delante de todos los demás estoy con mis hijos, pues estoy con ellos. Si
pacientes que están esperando. No dude en esto nos lo decimos y lo practicamos un poco
decirnos usted o su familia cómo se sien- cada día, verán cómo es posible desconectar.
te, para estar pendiente de usted. Y, sobre Esto no solo nos permite no quemarnos, sino
todo, díganos qué le ayudaría a sentirse un también ver que los momentos de la vida, por
poco más tranquilo. Aunque de momento, muy duros que sean, son eso, momentos, y
lo que le puede ayudar es: respirar hondo que estos van cambiando, y como cambian,
llenando el abdomen de aire y expulsándolo incluso los momentos de dolor son soporta-
lentamente, mientras se dice: “Todo va a ir bles. El problema es cuando nos quedamos
bien, me dicen que no es muy urgente, por «enganchados», sin desconectar, pensando
lo tanto todo va bien”». que si ahora es duro, después lo será más, y
es aquí donde se da un continuo de sufrimien-
to que nunca termina.
SABER DESCONECTAR Y
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

NO LLEVARSE CONSIGO LOS CIERRE Y DESPEDIDA


PROBLEMAS DE LOS PACIENTES
Si ha habido acogida, tiene que haber sepa-
La empatía consiste en implicarse aquí y aho- ración; con esta mostramos la coherencia o
ra con el paciente en lo que está viviendo y congruencia de todo el proceso. La despedida
sintiendo, con el fin de comprender su mundo es un momento breve pero no irrelevante, ya
y, una vez comprendido, desimplicarse para que va a enriquecer y consolidar el trabajo
no sentirse atrapado o «hundirse» con el realizado y este puede verse perjudicado con
paciente. Esto quiere decir que cuando es- un final inconveniente.
toy con el paciente, estoy en ese momento El profesional, además de resumir y recal-
con el paciente, y en cuanto termino, des- car los aspectos más significativos encon­
conecto y me implico en otra actividad o con trados, y reforzar las orientaciones impor­
otro paciente, o si he terminado el trabajo y tantes, elogiará la colaboración del paciente

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144 SECCIÓN | II Hacia una comunicación clara y transparente

insistiendo en su confianza en seguir el plan Caruana Vañó A. La empatía en la relación con el pa-
acordado. Se le despedirá amablemente, recor­ ciente. Medpac. Curso de relación médico-paciente.
Madrid: Universidad Miguel Hernández-ERGON;
dándole que si tiene cualquier duda, preo- 2003.
cupación, etc., no tenga inconveniente en Cayrol A, Barrere P. La programmation neurolinguis-
llamarle o solicitar una nueva consulta. tique. París: Edit. ESF; 1988.
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Capítulo | 8 Puntos importantes que se deben tener en cuenta... 145

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ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo 9

Generalidades sobre la relación


de ayuda
Luis Cibanal Juan y María del Carmen Arce Sánchez

explicar a lo largo de todo este capítulo. Pero


Objetivos el significado no está en las palabras, sino
• Conocer algunos datos históricos sobre en la persona que las utiliza. Por eso, ya los
la relación de ayuda. escolásticos recomendaban: prima quaestio
• Saber qué es y qué no es la relación de nomine, es decir, en primer lugar clarifi­
de ayuda. quemos los términos.
• Conocer las principales habilidades
Comenzaremos explicando lo que vamos
que facilitan la relación de ayuda.
• Conocer las fases que permiten
a entender aquí por relación de ayuda ya que,
establecer, mantener y terminar como se sabe, con esta expresión se entien­
una buena relación de ayuda. den cosas relativamente diferentes en las dis­
tintas escuelas psicoterapéuticas.
En nuestra explicación nos situamos
dentro del marco conceptual de la psicología
Contenidos humanista y existencial.
• Algunos datos históricos sobre Nosotros entendemos por relación de ayu­
los orígenes de la relación de ayuda. da un intercambio humano y personal entre
• Algunas consideraciones sobre dos seres humanos. En este intercambio, uno
lo que es y no es la relación de ayuda. de los interlocutores (en nuestro caso, el profe­
• Algunas habilidades interpersonales sional de la salud) captará las necesidades del
para saber establecer, mantener otro (usuario, paciente) con el fin de ayudarle
y terminar una relación de ayuda.
a descubrir otras posibilidades de percibir,
• Algunos puntos que cabe tener
en cuenta antes de establecer aceptar y hacer frente a su situación actual.
la relación de ayuda. C. Rogers (1961) la definía así: «Toda
• Fases de la relación de ayuda. relación en la que, al menos una de las partes,
intenta promover en el otro el crecimiento, el
desarrollo, la maduración y la capacidad de
funcionar mejor y enfrentar la vida de manera
ALGUNOS DATOS HISTÓRICOS más adecuada… En otras palabras, podría­
SOBRE LOS ORÍGENES mos definir la relación de ayuda diciendo que
DE LA RELACIÓN DE AYUDA es aquella en la que uno de los participantes
Concepto de relación de ayuda intenta hacer surgir, en una o ambas partes,
una mejor apreciación y expresión de los
La expresión «relación de ayuda» encie­ recursos latentes del individuo y un uso más
rra y sintetiza cuanto queremos estudiar y funcional de estos».

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150 SECCIÓN | III La relación de ayuda

H. Peplau (1962) el crecimiento personal y el descubrimiento de


El profesional ayuda al paciente a evaluar los recursos ocultos de la persona en conflicto.
sus experiencias interpersonales actuales, a Estamos de acuerdo con Shertzer y Sto­
fin de progresar en la elaboración y el desa­ ne (1972), quienes afirman que el «objeto
rrollo de nuevas habilidades perdidas o nunca de la relación de ayuda es el cambio… Al
adquiridas. finalizar la relación, el individuo no es el
Lo importante es que el profesional ayu- mismo que antes de entablarla. Ya no sufre
da al paciente a: tanto, no está tan indefenso, se conoce mejor
a sí mismo, se comporta de modo más satis­
1. Observar su comportamiento. factorio, se convierte en una persona mejor.
2. Describirlo detalladamente. El cambio interno y externo se manifiesta
3. Analizarlo con él. en las actitudes, las acciones y la manera de
4. Formular claramente los resultados de su percibirse a sí mismo, a los demás y al mundo
interpretación. en general».
5. Validar con otros miembros del equipo
esta formulación.
6. Verificar sus nuevos comportamientos.
7. Elaborar modos de funcionamiento más ALGUNAS CONSIDERACIONES
satisfactorios. SOBRE LO QUE ES Y NO
8. Finalmente, utilizarlos en las situaciones ES LA RELACIÓN DE AYUDA
cotidianas de la vida. Por desgracia, la mayoría de los profesionales
de la salud no reconocen la importancia de la
June Melow (1968) relación de ayuda y le conceden un espacio
La relación de ayuda en los cuidados de salud insignificante en el reparto del tiempo y la
es una terapia de tipo psicoanalítico, pues carga de trabajo de cada día. Además, ciertos
está basada en una relación de simbiosis miembros del equipo no dudan en interrumpir
intensiva entre el profesional y el paciente. o finalizar prematuramente una entrevista de
Lo esencial es suministrar al paciente las ayuda con un paciente para darle la comida,
experiencias emotivas que le ayudarán a me­ hacerle visitar por el médico o cualquier otro
jorar, más que a investigar, en sus procesos pretexto. Para facilitar el ejercicio de este rol
patológicos o en sus problemas relacionales de ayuda es indispensable crear un medio que
interpersonales. reconozca y apoye este aspecto del «cuidar»
Contrariamente al psicoanálisis, la rela­ holístico, no solo biológico, que constituye
ción se desarrolla sobre un modo más íntimo la comunicación y la relación de ayuda (Gask
que incluye los gestos de intimidad física y Goldberg, 1991).
como cuidados de higiene, alimentación, ves­ A menudo somos muy respetuosos con
tirse, etc. los aparatos de tecnología punta, por las re­
percusiones que puede tener su mal uso. Sin
F. Orlando (1979) embargo, nos parece que este mismo rigor
La relación de ayuda consistiría en: no lo aplicamos cuando se trata de cuidar las
1. Observar las necesidades y los problemas relaciones con el paciente. No obstante, cree­
del paciente. mos que el dominio de las habilidades de una
2. Ayudarle a interpretar la significación de buena relación también es tecnología punta.
sus comportamientos en relación con sus Es decir, no es igual, no produce el mismo
problemas. efecto decir esto o lo otro, decirlo de una u
3. Evaluar con el paciente lo que él necesita otra manera, en uno u otro momento. Es muy
para hacer frente a sus dificultades. importante cuidar los contenidos, los senti­
mientos y las formas, y también en esto, como
La idea fundamental que subyace en todo pro­ para los aparatos de alta tecnología, hace falta
ceso de relación de ayuda, especialmente den­ recibir cursos de aprendizaje, hacer prácticas
tro de la corriente humanista, es la de facilitar simuladas y entrenamientos para su utilización.

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Capítulo | 9 Generalidades sobre la relación de ayuda 151

Todos estamos de acuerdo en la gran de realizarse como persona; un fundamento


importancia de hacer un buen diagnóstico básico para esto es el desarrollo de una buena
para proporcionar los cuidados pertinentes. autoestima, y esta se crea, se construye y se
Sin embargo, a muchos profesionales se les madura mediante unas buenas y sanas rela­
ocurre recetar determinados consejos sin un ciones. Cuando lo que antecede se practica
buen diagnóstico de comportamiento previo, y lleva a cabo, estamos logrando poner a la
más aún, sin apenas haber dialogado con el persona en el puesto que le corresponde y, por
paciente. tanto, dando unos cuidados de calidad, que
Siendo realistas, cabe recordar que a se traducirán en una mejor calidad de vida.
veces resulta difícil poner en marcha las
metodologías que se han mostrado eficaces
La relación de ayuda no es…
en la relación con el paciente, y esto no tanto
por las dificultades derivadas de ellas y por 1. Una conversación: donde se abordan
déficit en la formación de base del profe­ muchos temas y se habla por hablar, sin
sional, sino por circunstancias diversas del llegar a nada en concreto.
entorno laboral (supervisores, profesionales 2. Una discusión: en la que cada uno expo­
colegas, médicos, trabajador social…), poco ne sus argumentos y quiere defenderlos
cooperador, que no acaba de ver la impor­ a toda costa. La entrevista de ayuda no
tancia de la relación de ayuda, sino que la es un debate intelectual, jurídico o sim­
valora como una pérdida de tiempo, como plemente amistoso.
un «charlar con el paciente». Con frecuencia, 3. Una entrevista: en la cual el paciente
los equipos de profesionales no se mues­ busca hacer hablar al profesional acerca
tran favorables a introducir la importancia de él mismo, o sobre una situación dada,
de la relación con el paciente, e incluso no o viceversa. En una entrevista, ni el uno
se facilitan el tiempo y los espacios físicos, ni el otro buscan comprenderse o llegar
los horarios, etc., para poder escuchar en la a la intimidad de un problema. General­
intimidad al paciente. mente, en la entrevista, el profesional o
La relación de ayuda consiste en co­ entrevistador tiene unos objetivos y, se­
municarse en dos lenguajes: el del hablar y gún estos, hace al paciente las preguntas
el de escuchar, en darle el protagonismo a que estima pertinentes, para conseguir su
las personas y el papel justo que les corres­ fin. El centro, por tanto, es el entrevis­
ponde a las técnicas y los medios, es decir, tador, no el paciente, al que «utiliza»
utilizarlos como habilidades y recursos ma­ para su fin. En la relación de ayuda, el
teriales que están al servicio de la persona. centro es el paciente, y el profesional le
Atender al paciente en la relación de ayuda acompaña para centrarse en el problema
es aportar nuestros conocimientos con el fin del paciente.
de conseguir que la persona llegue a estar en 4. Un interrogatorio: incluso aunque esta
condiciones de poder decidir qué va a hacer; sea la forma de actuar de muchos princi­
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

en otras palabras, ponerle en situación de piantes. Nuestros deseos de interrogar e


que pueda ejercer su derecho a la salud. No investigar cuando alguien nos está expo­
se trata de llegar a decidir por él, se trata de niendo una preocupación o un problema
ponernos en su lugar, reflejarle nuestra com­ se traducen muchas veces en un acoso de
prensión de su problema y poner todos los tal calibre que la persona cree que está
medios que favorezcan la mejor decisión del ante un interrogatorio policial, más que
paciente en orden a restaurar su salud, acep­ en un proceso auténtico de comunica­
tar la enfermedad y reestructurarse con ella, ción comprensiva y abierta. Interrogar
o asumir que somos un ser para la muerte. a otra persona, cuando no se le clarifica
Creemos que un buen plan para superar el porqué de nuestras preguntas, limita
las crisis y encontrar sentido a la existencia enormemente su libertad para hablarnos
humana y, por consiguiente, disfrutar de de lo que le preocupa o aturde, puesto
ella, es ser, sentirse y buscar los medios que estamos condicionando con nuestras

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152 SECCIÓN | III La relación de ayuda

preguntas sus respuestas, y seguro que psicoterapia de tipo psicoanalítico. Por


podemos acabar en una desviación del ejemplo:
tema, o bien en ilustrarnos sobre lo que
nos interesa a nosotros y no de lo que le
preocupa realmente a la otra persona. A Paciente: «Me siento muy angustiado ante
la operación de mañana».
veces, el resultado de tanto interrogatorio
Profesional: «Si me dice que le angus­
es que nuestras interpretaciones suelen tia la operación de mañana, ¿hay algo que
ser equivocadas porque no hemos sabido piense le podría ayudar?».
escuchar. También puede pasar que el ob­ Paciente: «Pues sí. Mire, yo quiero, si
jetivo del profesional no esté claro y llene usted tiene tiempo, que me explique real­
el tiempo con preguntas. O bien que no mente en qué consiste la operación…,
sepa qué decir y por eso hace preguntas. y lo que puede durar, lo que voy a sentir, el
5. Un discurso: en un discurso se pretende tiempo que estaré después aquí y, sobre
convencer, hacer comprender o que el todo, llamar a mi mujer, pues hay varias
otro admita nuestras ideas. En la entrevis­ cosas que desearía decirle, ya que nunca
se sabe las complicaciones que esto puede
ta de ayuda, incluso si hay situaciones
tener».
parecidas a un discurso, el objetivo no es
el mismo, sino más bien comprenderse.
6. Una confesión: en el sentido religioso 2. Ayudar al paciente a captar sus proble-
del término. Aquí no hay un juicio moral, mas. Como vamos a ver en las diversas
sino más bien comprensión de la situa­ fases de la relación de ayuda, uno de los
ción del paciente y ayuda para buscar fines de esta consiste en prestar asistencia
soluciones a su problema. al paciente a fin de que pueda tener una
7. Una relación social: la cual incluye diná­ idea más clara de sus problemas y que
micas como pasarlo bien juntos, apoyarse pueda describirlos según la percepción
en los momentos difíciles y disfrutar de que él tiene de ellos. La identificación
la compañía del otro. del problema puede cambiar a medida
que la relación progresa. Con la ayuda
de las diversas técnicas de comunica­
Qué es la relación de ayuda: ción, de escucha activa, de feedback, etc.,
algunos objetivos el profesional obtiene las informaciones
pertinentes del paciente y le ayuda a com­
Vamos a describir de manera sintética algu­ prender sus problemas.
nos de los objetivos que debe tener la relación 3. Ayudar al paciente a ser agente y no
de ayuda. «paciente» de su propio proceso de cam-
1. Ayudar al paciente a hacer frente a sus bio o de resolución de sus problemas.
problemas presentes. El profesional (no En efecto, el profesional debe esforzarse
psicólogo) intentará detectar la situación por ayudar al paciente a que se vea como
una vez él haya visto los problemas, tal participante activo en todos los aconteci­
y como el paciente los percibe y descri­ mientos que siembran su existencia. Se
be aquí y ahora, y no se enfrentará a sus trata de hacerle tomar conciencia de qué
raíces inconscientes generadas a través de es lo que él hace, piensa, siente, o ejercer
los años. Esta labor correspondería más una influencia sobre la amplificación o
al psicólogo. El profesional no psicólogo la atenuación de su problema. Además,
no debe desempeñar el papel que no le puesto que en la relación de ayuda cuenta
corresponde. La finalidad que debe tener mucho la inmediatez, el profesional debe
el profesional es, ante todo, ayudar al pa­ ayudar al paciente a que consiga esta in­
ciente a comprender su problema actual. mediatez, tanto de lo vivido como de su
No debemos olvidar que nuestra relación individualidad. Se trata de hacerle com­
debe ser, como nos dice C. Rogers, «cen­ prender que él debe participar de manera
trada en el paciente», y no una terapia o activa y no pasiva en sus experiencias de

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Capítulo | 9 Generalidades sobre la relación de ayuda 153

vida, ya sean estas positivas o negativas. es así como se dará cuenta de su capa­
En definitiva, ayudar al paciente a que cidad de planificar, verificar, evaluar o
vea que él es el principal responsable de experimentar nuevas posibilidades, así
su vida y, por consiguiente, debe poner como de apreciar los resultados de es­
todos los medios a su alcance para obte­ tas. La consecuencia de la adquisición
ner una mejoría, la curación o la acepta­ de esta actitud dará como resultado que
ción de la muerte. el paciente se aprecie más a sí mismo,
4. Ayudar al paciente a hacer frente a sus tenga mayor claridad y participe de
problemas con realismo en la medida una manera activa en sus experiencias
en que estos aparecen. Una vez captado de vida. El profesional debe medir la
el problema, el profesional ayudará al amplitud de la dificultad que representa
paciente a tratar de resolverlo. La percep­ para el paciente el hecho de ensayar un
ción que el paciente tiene de sus proble­ nuevo comportamiento, a fin de que
mas cambia con frecuencia. En el período adquiera confianza en sí mismo y no la
inicial, pueden aparecer como superficia­ frustración, el descorazonamiento o el
les; sin embargo, progresivamente se van fracaso. No olvidemos que los gestos
viendo con más profundidad. Esta es una que pueden ser muy sencillos y simples
consecuencia de la relación de ayuda y el para el profesional, al paciente pueden
paciente ha de tomar conciencia de que parecerle una verdadera montaña.
él participa en este proceso. 7. Ayudar al paciente a comunicar. El
5. Ayudar al paciente a considerar varias paciente, imbuido de su problemática y
posibilidades de ver la realidad con el ansiedad, generalmente tiene dificultad a
fin de poder reestructurarse. Hay mu­ la hora de intercambiar sus ideas y senti­
chos pacientes que recurren a medios mientos. El profesional le ayudará a que
estereotipados para resolver sus pro­ los exprese, no solamente en cuanto al
blemas. Concierne al profesional ha­ contenido, sino también los sentimientos
cerle descubrir otros puntos de vista y que los acompañan.
diferentes soluciones susceptibles de 8. Ayudar al paciente a abrirse a los otros
ayudarle a vivir de manera distinta. Un y establecer contactos. Es el caso de
paciente, invadido de ansiedad o an­ ciertos pacientes que viven situaciones
gustia ante una situación de crisis en la de soledad o de falta de comunicación
que pierde cierto sentido de la realidad, con su entorno. El profesional puede
puede ignorar que hay algunos medios trabajar con el paciente las diferentes
de salir de su estado, o también de no posibilidades que tiene para no cerrarse
sentirse capaz de obrar de manera dife­ en sí mismo y llegar a relacionarse.
rente a como lo ha hecho hasta ahora. 9. Ayudar al paciente a encontrar un
Sin embargo, el profesional debe estar sentido a su situación de crisis, proble-
atento a no efectuar cualquier elección mas, sentido de la vida, etc. La situación
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en lugar del paciente; basta con que le que atraviesa el paciente puede cons­
haga comprender que hay, habitual­ tituir una experiencia de aprendizaje, es
mente, más de una manera o forma de decir, una ocasión de desarrollarse y ma­
solucionar un problema. durar como ser humano. El profesional,
6. Ayudar al paciente a ensayar nuevos gracias a la confianza establecida con el
modelos de comportamiento. Conjun­ paciente, le ayudará a buscar y a encontrar
tamente, profesional y paciente, deben una «razón de vivir» que tenga sentido
planificar un nuevo modo de compor­ para él; sin embargo, el profesional no de­
tamiento y, con posterioridad, corres­ be dársela, sino solo ayudarle a buscarla.
ponde al paciente ponerlo en práctica. Es probable que el paciente no encuentre
Ensayar nuevos comportamientos tiene sentido a su vida más que en la medida
por finalidad ayudar al paciente a que en que se comprometa y se responsabi­
vuelva a tomar confianza en sí mismo; lice con su vida y acepte su condición

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154 SECCIÓN | III La relación de ayuda

humana. Ahora bien, esto implica que no mucha energía. Las emociones, los
puede impedir el sufrimiento. afectos o los sentimientos son muy
caóticos, el paciente no encuentra la
Algunas características posibilidad de poder reflexionar sobre
su estado.
de la relación de ayuda
b. Segundo tiempo. Es un período en
1. Es una ayuda concreta y puntual, ya que el que el paciente siente las cosas de
se da entre dos personas en un tiempo manera oscura, y también hay una
determinado y durante un plazo concre­ exageración de la tensión interior. El
to. El profesional y el paciente analizan elemento dominante es el sentimiento
los hechos, los problemas, las actitudes, de estar sin recursos ni socorros; vi­
etc., que ocurren durante la relación aquí ve la situación como una inminente
y ahora. Además, el paciente, ayudado catástrofe. Es una constatación de
por el profesional, fija los objetivos que fracaso lo que percibe el profesional
pretende alcanzar y la manera de conse­ respecto a lo que le dice el paciente
guirlos. Esencialmente, toda relación de bajo la forma de:
ayuda pretende potenciar la autonomía
del paciente (que sea menos «paciente»).
2. Es una ayuda que favorece el crecimiento «Yo he probado ya todo…; sin embargo, no
personal y la autonomía del paciente. veo ninguna salida posible a mi situación.»
Puede ser a veces correctiva o reeduca­
tiva. La ayuda que el profesional ofrece El paciente manifiesta sentimien­
al paciente pretende que este sea más tos y soluciones de huida o de evitar,
libre, procurándole los medios o las po­ de forma imaginaria, la realidad:
sibilidades que le permitan por sí mismo
crecer, desarrollarse y superar las crisis
(angustia, ansiedades, miedos, proble­ «Tengo miedo de morir, yo voy a dormir...»;
mas, dolores, sufrimientos, etc.). «Me gustaría poder evadirme…».
3. Es una ayuda eficaz, lo que significa que
debe atender a los objetivos que se ha
fijado el paciente con la colaboración del En definitiva, el desgarro y el su­
profesional. Esta eficacia la comprobará frimiento le parecen al paciente de tal
el profesional mediante un proceso con­ forma insoportables que le impulsan
tinuo de evaluación. a buscar una solución inmediata a su
4. Es una ayuda en la comunicación. Es angustia más que a su problema.
necesario que el profesional ayude al c. Tercer tiempo. Este se caracteriza por
paciente a saber comunicarse en cuanto la aparición de nuevas eventualidades
al contenido, el sentimiento, la demanda y posibilidades. El profesional ayuda
y la relación (como veíamos al hablar del al paciente a que eche mano de sus
emisor). recursos, a que sea capaz de entrever
5. Es una ayuda en situación de crisis. El la posibilidad de que no todo está
paciente vive durante su enfermedad una acabado, sino que aún hay un porve­
situación de crisis, más o menos grave. nir. Es posible llevar a cabo una rees­
Este estado de crisis es vivido por el tructuración tratando de encauzar las
paciente de manera bien precisa. Podría­ motivaciones del paciente; es decir,
mos decir que hay cuatro tiempos en la ayudarle a redefinir el problema o
vivencia de la crisis: problemas y presentar nuevas exigen­
a. Primer tiempo. El paciente vive como cias que le posibiliten su solución.
una cierta agitación, hay una ampli­ El paciente tiene necesidad de que el
ficación de la actividad desordena­ profesional le ayude a ver con más
da, se dispersa gastando inútilmente claridad, y con cierta distancia, lo

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Capítulo | 9 Generalidades sobre la relación de ayuda 155

que él está viviendo. El profesional agente, más protagonista de su propia vida y


permite al paciente expresar su pro­ más dueño de sí mismo.
blema con palabras, hipótesis, cues­
tiones. Le facilita otra relectura de sus
realidades y, de esta manera, poder ALGUNAS HABILIDADES
abordarlas de manera diferente. INTERPERSONALES PARA
d. Cuarto tiempo. El cuarto tiempo SABER ESTABLECER, MANTENER
marca la conclusión de la relación en Y TERMINAR UNA RELACIÓN
situación de crisis, y esta dependerá DE AYUDA
de la calidad de la ayuda recibida:
– Si la ayuda ha sido eficaz, la crisis La relación de ayuda es especialmente útil
podrá ser sobrepasada y será posi­ para saber manejar los problemas de salud
ble realizar nuevas elecciones. de los pacientes, los cuales, si no se saben
– Si la ayuda ofrecida no ha afron­ abordar convenientemente, pueden provocar
tado el verdadero problema, el alteraciones en los profesionales, en los usua­
paciente entonces: rios y en los familiares de estos.
○ bien se hunde, se vuelve muy El profesional no solo tiene que enfren­
ansioso, divaga, pierde su iden­ tarse a sus propios sentimientos, sino también
tidad y, en ciertas situaciones, a los del usuario y su familia. Si ya es difícil
enferma mentalmente. hacer frente a los propios sentimientos, resul­
○ bien sobrepasa ilusoriamente su ta que el profesional no puede ni debe olvidar
crisis, pues ha escogido dema­ los sentimientos que el paciente y su familia
siado pronto soluciones insufi­ manifiestan: sentimientos de ansiedad, an­
cientes o pequeñas. Disimula o gustia, miedo, agresividad, ira, rabia, deses­
trata de ignorar la perturbación peración, negación, depresión, impotencia y
que ha sufrido. Muy probable­ otros mecanismos de defensa.
mente, más tarde hay bastantes Creemos que es útil y necesario saber
probabilidades de que surja una identificar las situaciones que provocan ma­
nueva crisis y esta vez el pacien­ yor impacto emocional en los profesionales
te no podrá evitarla ni evadirse. de la salud. Por ejemplo, con frecuencia
debemos preguntarnos: ¿qué situaciones,
¿Cómo podemos ayudarle a hacer frente a en relación con el usuario y/o su familia, le
la crisis? La respuesta a esta cuestión será el despiertan mayor temor o dificultad, bien
objetivo de esta parte. sea porque cuando se han presentado no ha
sabido qué decir o cómo actuar, bien por­
El objeto de la relación de ayuda que teme situaciones difíciles y para no en­
El objeto de la relación de ayuda es siempre frentarse a ellas intenta rehuirlas? Así, entre
el cambio. Al final de la relación el paciente las situaciones que los profesionales temen
abordar se encuentran las siguientes:
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

no es el mismo. Sufre menos, se siente menos


ansioso o angustiado, posee más recursos, se 1. Abordar la comunicación de un diagnós­
conoce mejor, tiene un comportamiento más tico difícil.
satisfactorio y es más capaz de realizarse. 2. Manejar las situaciones en las que los
El cambio interno y externo se manifiesta pacientes expresan sus sentimientos.
en las actitudes, las acciones y la manera de 3. Las relaciones con los familiares.
percibirse a sí mismo, a los demás y al mundo 4. Abordar a los pacientes que están vivien­
en general. do una fase terminal y a sus familias.
Al final del proceso de relación de ayuda, 5. Trabajar con determinados tipos de usua­
el paciente puede sentirse menos «mal», me­ rios: pacientes que sufren sida, toxicoma­
nos resignado a experimentar pasivamente el nías, que tienen alguna infección, etc.
impacto de fuerzas incontroladas, interiores 6. No saber cómo, ante las situaciones ante­
o exteriores a él mismo. Deberá sentirse más riores, manejar los propios sentimientos.

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156 SECCIÓN | III La relación de ayuda

Los sentimientos que algunos profesionales hacer de la propia fragilidad, y de los pro­
manifiestan como difíciles de manejar están pios límites, recursos al servicio de una
principalmente relacionados con las situacio­ mayor comprensión; permite purificar las
nes siguientes: motivaciones que llevan a intervenir de una
1. Ansiedad: «Qué le puedo decir al pacien­ determinada manera de ayuda (Bermejo,
te cuando le quedan pocos días de vida». 2011). Si el profesional no tiene claros sus
O: «Qué puedo hacer o decirle cuando se problemas, existe el peligro de que los pro­
derrumba y comienza a llorar, o gritar su yecte sobre el paciente y, por consiguiente,
desgracia». al abordarlo, verá en este sus propios con­
2. Sentimientos depresivos: «Cuando salgo flictos. Asimismo, existe el peligro de no
de mi trabajo, según las situaciones que saber qué hacer ante las transferencias del
haya vivido en esa jornada, no puedo des­ paciente, o implicarse tanto en la relación
conectar de ellas y me voy para casa con que no sabe desimplicarse, con lo que ter­
los problemas, implicando a mi vida de mina por «quemarse» o «eliminar» sus sen­
familia. Tanto con las palabras como con timientos para no sentir el sufrimiento del
mi actitud manifiesto sentimientos de que otro, convirtiéndose en un profesional frío,
nada merece la pena, que la vida no tiene distante, «poco humano», y justificando es­
sentido», etc. tos comportamientos diciendo que «hay que
3. Ira, rabia, agresividad: «La vida es in­ ser profesionales en la relación».
justa con algunas personas»; «¿Por qué Nos parece imprescindible que para llegar
le ha tenido que ocurrir esto a este pobre a ser consciente de las emociones, sentimien­
hombre?», etc. tos, preocupaciones y necesidades de los
4. Sensación de fracaso e impotencia: demás, previamente es necesario conocerse
«Lo que más me duele es que no haya y tener conciencia de uno mismo, pues di­
nada que se pueda hacer», etc. fícilmente vamos a comprender al otro si no
somos capaces de comprendernos a nosotros
La comprensión e integración de lo que mismos. Goleman (1999) nos dirá a este res­
hemos dicho anteriormente sobre la comu­ pecto: «Sin la capacidad de darnos cuenta de
nicación nos ayudarán a hacer frente a estos nuestros propios sentimientos —o de impe­
sentimientos. dir que nos desborden—, jamás podremos
Una reflexión sobre todo lo que acabamos llegar a establecer contacto con el estado de
de decir nos lleva a cuestionarnos: ¿cómo ánimo de otras personas». La experiencia del
es posible establecer, mantener y terminar propio sufrimiento suscita sentimientos de
una buena relación de ayuda sin «quemarse» comprensión, compasión, participación. La
en ella? Lógicamente, es necesario que el experiencia de los propios recursos positivos
profesional haya integrado algunas de las de curación ayuda a despertar en el otro sus
características siguientes: propias capacidades, sin hacerle dependiente,
sino responsable. De esta manera se ayuda al
Madurez psicológica que sufre a crecer en su situación (Bermejo,
2011).
El profesional de la salud, debido a su tra­ La persona madura, nos dice E. Fromm
bajo, tiene que enfrentarse a muchas situa­ (2000), siente que dar es una expresión
ciones difíciles y estresantes. Esto implica de fuerza y abundancia. En el acto de dar,
que tiene que conocerse, conocer su nivel uno expresa y reafirma su propia vitalidad.
emocional, conocer sus límites, poseer una «Cuando una persona da, crea algo en la vida
serenidad de espíritu y una sólida madurez a de la otra persona; y esa creación se refleja
fin de poder afrontar las múltiples situacio­ otra vez en él. Al dar verdaderamente no
nes que se le presentan sin que sean dañosas puede evitar el acto de recibir lo que se le
para él o para el paciente. Conocerse evita devuelve. El dar hace que la otra persona dé
las proyecciones no controladas, los meca­ también, y ambos comparten la dicha de lo
nismos de defensa inconscientes; permite que han creado.»

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Capítulo | 9 Generalidades sobre la relación de ayuda 157

M. Buber (1995) nos dirá lo mismo con de que no se están satisfaciendo tus nece­
otras palabras: «La relación es reciprocidad. sidades, y por tanto, te incitan a realizar
Mi “tú” actúa en mí, como mi “yo” actúa cambios. Toda reacción fuerte procede de
en ti. Nuestros discípulos nos enseñan, nues­ tu interior y es una señal de que algo va mal
tros trabajos nos forman… Intrincadamente y requiere tu especial atención. Ser emo­
mezclados, vivimos en la corriente de la reci­ cionalmente maduros significa ser capaces
procidad universal». El diálogo de Buber es de identificar los sentimientos, experimen­
definido como un «escuchar genuino y libre tarlos y expresarlos. Cuando controlas tus
de prejuicios». emociones, tus sentimientos, controlas tu
El profesional, nos dirá Bermejo (2012), vida y así tus sentimientos pueden aumentar
está llamado no solo a activar su capacidad de tu sensibilidad, compasión y sensación de
cuidar y ayudar a los demás, sino también a bienestar.
tomar conciencia de las propias heridas, com­ Bermejo (2011), citando a Nouwen
prometiéndose en un proceso de autoterapia. (1996), subraya que cuando los profe­
Podríamos decir, entonces, en sentido meta­ sionales de la ayuda rehúsan abrirse a la
fórico, que solamente el médico herido puede conciencia de las propias heridas, entonces
curar, y de esta manera, previene también tienden a acercarse al ser humano sufriente
la sobredosis de implicación emocional el haciendo uso solamente de una de las po­
riesgo del burn-out. (Secpal, 2008). laridades del arquetipo del sanador herido:
A menudo, los profesionales de la salud el poder de curación. Las consecuencias
tenemos que enfrentarnos a situaciones es­ negativas que se derivan saltan a la vista: el
tresantes. Estas con frecuencia dominan refugio en un trato distante emotivamente,
nuestras emociones influyendo en nuestro la tendencia a resolver los problemas de
control, dando origen a que cuando nos los demás sin recurrir a los recursos de cu­
sentimos ansiosos, enfadados, agobiados, ración que el paciente posee, la utilización
abrumados, etc., cortocircuiten el proceso del otro como objeto de satisfacción de las
de escucha que sabemos es imprescindible propias necesidades personales, el fácil
para una adecuada relación empática. Ante recurso a la ritualización de las conductas,
estas situaciones es necesario centrarnos en a consejos obvios, a actitudes moralizantes
dos aspectos importantes: (recordemos los obstáculos a la comunica­
En primer lugar, aprender a escuchar ción del cap. 6).
nuestro propio cuerpo. A tener conciencia de Por otro lado, la simple toma de con­
uno mismo —de los propios sentimientos y ciencia de las propias heridas, de la propia
emociones—, así como de saber controlarlos, condición mortal, es insuficiente. Es preciso
con el fin de que no nos desequilibren. Si que estas se acepten y se integren. Quien es
somos conscientes de esto, fácilmente reali­ consciente de la propia vulnerabilidad, pero
zaremos pequeñas pausas que nos permitan es incapaz de aceptarla e integrarla, tiende
retomar nuestro ritmo. A veces basta con a alejarse de la persona que sufre, o si esta
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

realizar dos o tres respiraciones profundas persona se le acerca, se limita a mostrarle


abdominales para tomar conciencia, controlar las heridas no cerradas que arrastra consi­
y canalizar los sentimientos. go, con el riesgo de agravar la situación,
En segundo lugar, es necesario centrar­ de abrir las puertas de la desesperación y
nos en nuestro interlocutor. Pues si estamos acabar con la poca fe que tal vez tenía el pa­
centrados en nuestras propias emociones, ciente.
no podremos captar las señales que emite
el otro, ya que solo nos vemos a nosotros
Motivaciones sólidas y sanas
mismos.
Es importante aprender a dominar nues­ La salud y el equilibrio psicológico del
tros pensamientos, pues son estos los que profesional deben también extenderse a
influyen en nuestros sentimientos: los senti­ sus motivaciones en el trabajo que realiza.
mientos nos avisan de que estás en peligro, Creemos que ninguna motivación subjetiva

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158 SECCIÓN | III La relación de ayuda

debe comprometer la finalidad principal de su requisitos esenciales del psicoterapeuta


actividad, que es la de ayudar a una persona a pertenecen fundamentalmente al campo de
resolver sus problemas o conflictos. Asimis­ las actitudes, afectividad y conocimiento
mo, esta motivación debe ser sólida, es decir, propio más que al de la preparación inte­
fruto de una filosofía de vida y de un com­ lectual».
promiso personal con sus propios valores: Okun (2001), al hablar de la autoeva­
respeto, amor, responsabilidad, solidaridad, luación del terapeuta, subraya la gran utili­
humanidad, libertad, etc., capaces de dar dad de que las personas que ofrecen ayuda
sentido a su vida y a la del otro, aun en las realicen una evaluación continua de sus
situaciones límites por las que el paciente necesidades y emociones, que reflexionen
atraviese. sobre el lugar en que están en cada momento
El profesional que quiera ofrecer una formulándose a sí mismos preguntas como
verdadera ayuda, deberá haber explorado a estas, así como comentándolas con sus co­
fondo las motivaciones que lo llevan a de­ legas: «¿Me doy cuenta de los momentos en
dicarse a este tipo de trabajo. Si se debe a que me siento incómodo con un paciente o
una necesidad de ser necesitado, o a la ne­ un tema particular? ¿Soy consciente de mis
cesidad de mantener contactos, entonces no propias estrategias de evitación? ¿Puedo ser
será muy beneficioso para el paciente. Puede realmente sincero con la persona a la que
darse el caso de que el profesional necesite a estoy ayudando? ¿Tengo siempre la sen­
sus pacientes más que estos lo necesiten a él sación de que debo tener la situación bajo
(Bermejo, 2012). control? ¿Me molesto cuando los demás
no ven las cosas de la misma manera que
Capacidad de trabajar en grupo yo cuando mis pacientes no responden tal
como yo creo que deberían hacerlo? ¿Me
y aceptar las observaciones de este
siento a menudo como si tuviera que ser
Nuestro trabajo profesional requiere, como omnipotente, como si debiera hacer algo
hemos dicho, una gran madurez psicológica para que mi paciente “se ponga mejor” y así
para poder seguir siendo eficaces y ayudar al mantener una relación exitosa con él? ¿Es­
paciente sin «quemarnos» o establecer unas toy tan orientado hacia los problemas que
contratransferencias no sanas. Es necesario siempre busco lo negativo, los problemas,
que seamos capaces de vivir y trabajar en y nunca respondo ante lo positivo, ante lo
grupo, dialogar, aceptar y pedir la supervi­ bueno? ¿Soy capaz de ser tan abierto con
sión de las situaciones relacionales que se lle­ mis pacientes como me gustaría que ellos
van con los pacientes y, asimismo, colaborar lo fueran conmigo? Algunas de estas pre­
con los otros miembros del grupo cuando nos guntas están relacionadas directamente con
pidan colaboración o supervisión. la comunicación y otras más relacionadas
con el mundo de los valores que afectan a
Necesidad de una preparación la ayuda» (Bermejo, 2011).
La relación con el paciente no es algo
sistemática
que viene dado o que se improvisa. Tampo­
Rogers (1978) nos dice a este respecto: co basta o es suficiente con poseer un título.
«El terapeuta no puede esperar realizar una Los estudios de Eysenk (1956) y Carkhuff
labor eficaz sin un conocimiento profundo (1993) muestran que algunos profesionales
del comportamiento humano y de sus de­ no solo no ayudan, sino que son nocivos en
terminantes fisiológicos, sociales y psicoló­ la relación terapéutica, y esto a pesar de los
gicos. Cualquier terapeuta con experiencia títulos académicos que poseen.
apoyaría que el conocimiento profundo de Pero también podemos caer en el error
la psicología y de la psiquiatría, acompa­ contrario, que es más simple y peligroso, y
ñado de una capacidad intelectual brillante es creer que para ayudar a otro no son nece­
que aplique dichos conocimientos, por sí sarios títulos ni formación, sino que basta con
solo no garantiza el éxito en la terapia. Los la buena voluntad.

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Capítulo | 9 Generalidades sobre la relación de ayuda 159

Carkhuff y otros señalan que la rela­ primera, siéntase bien consigo mismo; uno
ción con el paciente no es neutra, es decir, no puede ser terapéuticamente eficaz si su
siempre deja huella o influencia en la vida vida personal está alborotada. Los pacientes
de este, por lo que, o bien le ayudamos a son capaces de sentir el malestar emocional
mejorar y a ser capaz de enfrentarse y re­ de sus cuidadores. Trabaje para ser conscien­
solver sus problemas, o por el contrario le te de sus propios sentimientos y actitudes, y
perjudicamos. de qué forma afectan a su relación terapéutica
Por tanto, es necesaria una buena y sólida con los pacientes.
formación, tanto en las técnicas de la comu­ Segundo, esfuércese por desarrollar la
nicación como en la relación de ayuda. En conciencia sobre el modo en que sus actos,
este sentido, hemos observado que, princi­ gestos y expresiones afectan a otras perso­
palmente en esta última década, las diversas nas. Durante cada interacción, «distánciese»
escuelas de formación de profesionales de la de la situación y considere cómo está re­
salud (enfermería, medicina, trabajo social, accionando el paciente. Con experiencia
óptica…) se han ido sensibilizando a esta y esfuerzo, la mayoría de sus actos profe­
necesidad y han incluido la materia de co­ sionales serán terapéuticos, sin importar en
municación y relación de ayuda dentro de los qué contexto ejerza o qué tipo de paciente
programas de formación de los alumnos. Esto atienda.
es un avance; sin embargo, creemos que la Como conclusión de este punto indi­
teoría, aunque está bien, no cambia actitudes caremos que para ayudar a otro de manera
y es necesario que los futuros profesionales eficaz —ya que todos podemos en algunos
encuentren modelos en la práctica, a fin de momentos ayudar—, es necesario haber reci­
poder cambiar sus actitudes y que esta sea bido una sólida formación teórico-práctica y
una realidad aplicada como quien practica haber trabajado sobre uno mismo. El derecho
la técnica más sofisticada. a ayudar se basa en que este saber haya sido
integrado por la persona y se haya convertido
en una aptitud, una actitud o una capacidad
Apertura al tú y a la trascendencia
inherente a ella misma.
Los primeros psicólogos humanistas, como La ayuda no es solo una técnica adqui­
Maslow, Rogers, Rollo May, Alport, Murray rida, sino también una forma de vivir. Con­
y otros (1971), señalaban que como profe­ cluimos este punto con una cita de C. Rogers
sionales no podemos olvidarnos, en nues­ (1976), quien cree que todo individuo posee
tras relaciones humanas, de que somos una capacidades para crecer como persona. «El
persona abierta al tú, pero también a la tras­ ser humano posee la capacidad, latente o
cendencia; esto quiere decir que no podemos manifiesta, de comprenderse a sí mismo y
dejar de lado algunas de las cualidades más de resolver sus propios problemas de forma
importantes del ser humano; por ejemplo, su satisfactoria para alcanzar la satisfacción y la
capacidad de elección, los valores, el amor, eficacia necesarias para un adecuado funcio­
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

la creatividad, la conciencia de uno mismo, namiento de sí mismo…; posee igualmente


el potencial de desarrollo humano, sus creen­ una tendencia a buscar esta capacidad…».
cias, la trascendencia del yo, la autonomía, la Sin embargo, el ejercicio de esta capacidad
responsabilidad, el sentido de la vida y otros exige un contexto de relaciones humanas
conceptos afines. positivas favorables a la conservación y la
valorización del yo; esto quiere decir, una
relación en la cual el individuo no siente
Empleo terapéutico de sí mismo
amenazada su autoestima.
El instrumento más terapéutico es el mismo
profesional: su manera de interactuar, atender Conocimiento de uno mismo
y animar a los pacientes. Para mejorar esta
habilidad de utilizarse terapéuticamente, de­ La habilidad de conocerse a uno mismo
bemos tener en cuenta dos ideas importantes: favorece el equilibrio entre la mente, el

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160 SECCIÓN | III La relación de ayuda

cuerpo y el espíritu del profesional como Toda relación entre dos personas está
individuo, de modo que convierte el cuida­ marcada por una ambivalencia, una especie
do realizado por aquellos que tienen con­ de ambigüedad. Es conveniente que insis­
ciencia de sí mismos en algo intencional, tamos sobre el carácter de ambigüedad de
es decir, sabiendo realmente qué se hace y la relación: esta puede ser a la vez fuente
por qué se hace (Ledesma, 2011). De hecho, de dominio y de dependencia, de alegría
ya en 1952, Peplau (citada por Vandermark, y de miedo, de cercanía o de alejamiento, etc.
2006), destacó la necesidad y la importancia Hay toda una multiplicidad de sentimientos
que conocerse a uno mismo tiene para poder y factores que intervienen en el transcurso
desempeñar una labor profesional de cali­ de toda relación.
dad. Esta idea, además, ha servido de apoyo La superficialidad o la densidad de la
para autores como Cibanal et al. (2001), relación pueden tener una importancia parti­
Ledesma (2011) y Summer (2010), quienes cular en el dominio de esta entre profesional
defienden la tesis de que los enfermeros y paciente. A cada instante la relación puede
deberían trabajar en su propio «self» an­ ser pobre o rica, cercana o lejana.
tes de disponerse a relacionarse y/o a cuidar La relación de ayuda, aunque supone un
de otros, puesto que, tal y como infieren conocimiento profundo de las reglas de la
Ni et al. (2012) en su estudio sobre las es­ comunicación, sin embargo, no es una comu­
trategias de afrontamiento y la autoestima nicación entre dos iguales. Hay un desnivel
de 222 mujeres estudiantes de enfermería entre el profesional y el paciente. Negar esta
en China, mediante el autoconocimiento evidencia sería establecer de manera falsa la
no solamente favorecemos la mejora de relación. Uno espera de su interlocutor otra
nuestra salud mental como enfermeros, sino cosa que un simple intercambio de ideas. El
que también propiciamos el desarrollo de profesional no debe negar sus conocimien­
habilidades que nos sirven para superar las tos y pedagogía, sino que debe utilizarlos al
dificultades emocionales que plantean los servicio del paciente teniendo en cuenta su
retos de nuestro quehacer diario. personalidad y conocimientos; pero tampoco
Si bien es cierto, al igual que hemos debe olvidar que el paciente también tiene
ido viendo hasta ahora, que la posesión de mucho que aportar en una relación, la cual
habilidades comunicativas y relacionales debe ser un intercambio.
—para con los usuarios, los profesionales y La relación de ayuda es un intercambio
el self— lleva asociada un impacto positi­ profundo entre personas, un intercambio en
vo, la falta o deficiencia a la que se refiere la donde la situación recíproca de cada uno es
bibliografía (Ammentorp, 2011; Brown et al. controlada, es decir, se establece según unas
2011; Jiménez, 2009; Jones, 2007; Yoo y reglas o una metodología. Esta metodología
Chae, 2011), también lleva asociado un gran permite que se establezca una relación se­
impacto, en este caso negativo, que perjudica ria, dinámica, estructurada, que huya de la
a los usuarios, a los profesionales y a las ins­ rigidez, el estatismo, la rutina, y que evite
tituciones sanitarias. la dispersión; que permita implicarse, res­
ponsabilizarse y de alguna manera «jugar
seriamente».
ALGUNOS PUNTOS QUE CABE
TENER EN CUENTA ANTES Algunas consideraciones
DE ESTABLECER LA RELACIÓN ¿Una relación de poder o de dominio?
DE AYUDA
El profesional tiene respecto al paciente un
Vamos a dar algunas pinceladas de ciertos poder indispensable: el de imponer ciertos
prerrequisitos que nos parece que pueden cuidados, ciertos tratamientos médicos,
ayudarnos en la acogida, el mantenimien­ ciertos modos de vida, etc. Ciertamente que
to y la finalización de una relación con el este poder es legítimo en sí mismo, pero
paciente. si el profesional sobrepasa determinadas

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Capítulo | 9 Generalidades sobre la relación de ayuda 161

normas, es decir, si no tiene en cuenta que Veamos un ejemplo: cuando una persona
el centro es el paciente y que tiene que con­ se queja de una enfermedad o sufre cualquier
tar con él, hace a los pacientes dependien­ achaque, no es raro encontrar a ciertas per­
tes, tanto en el plan material como afectivo, sonas que responden: «Ah, sí, yo también
cayendo de esta manera en la dominación estuve la semana pasada con una gripe impre­
del paciente. Tenemos un poder sobre el sionante…». Esta es una manera de utilizar
paciente, pero no dominio sobre él. Tanto lo que uno vive para banalizar lo que el otro
más evitaremos este dominio cuanto más dice o siente; de esta manera reduce o des­
claro tengamos nuestro papel, nuestros truye la posibilidad que tiene el paciente de
objetivos y nos centremos en el paciente poder expresar su sufrimiento o su pena; en
respondiendo a su demanda. Por ejemplo, definitiva, destruye la relación.
¿no es un abuso de poder, o de dominio, Si la persona que escucha esto ha pro­
el hecho de no comunicar al paciente su fundizado en una relación consigo misma,
diagnóstico o pronóstico, cuando este nos utilizaría la experiencia de su gripe para tratar
lo está pidiendo? No negamos que haya de comprender lo que el otro puede estar su­
circunstancias en las que eso sea lo más friendo.
adecuado, pero creemos que a menudo se ¿Por qué muchos de nuestros diálogos
abusa de este dominio. con los pacientes no son más que intercam­
bios estériles y no una mutua confirmación?
Ni dramatizar ni minimizar La competición, las quejas sutiles, las críti­
La relación de ayuda debe evitar estos dos cas, etc., degradan la relación e impiden la
extremos. Sucede con frecuencia que a un verdadera comprensión del otro.
paciente no se le dice lo que tiene y, así, se
dramatiza el dolor, el sufrimiento, el peligro, ¿Puede ser uno auténticamente
la enfermedad o la misma muerte. él y respetar al paciente?
También sucede lo contrario, es decir, Creemos que un respeto meticuloso y ex­
se minimizan las cosas bajo un optimismo cesivo de la persona puede ser una manera
exagerado, tratando de ignorar o no querer sutil de rechazarla. El respeto de la persona
ver la realidad. no puede ser una destrucción de sí, pues
Ambas, dramatización o minimización, uno no puede respetar al otro si no se res­
presentan el mismo peligro y, por tanto, de­ peta a sí mismo.
bemos evitarlas, pues es falso creer que estas No se puede negar la propia realidad
actitudes contribuyen a disminuir el dolor o existencial, ni la del otro, y el criterio de res­
la angustia del paciente: en efecto, se trata peto hacia el otro es el mismo que el de respeto
de un mecanismo de huida que impide toda hacia uno mismo.
verdadera relación humana y, por consiguien­ Pero aquí está la sutileza: ¿cómo intervenir
te, terapéutica. en el límite del respeto hacia el otro? Creemos
que no debemos intervenir más que en el mo­
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

No se da una verdadera relación mento en el que lo que vayamos a decir es lo


con la otra persona si esta no pasa que pensamos verdaderamente; es decir, cuan­
antes por una relación profunda do hayamos estabilizado nuestras emociones,
consigo misma entonces nuestras palabras o nuestro silencio
no serán el fruto de un ataque o una defensa,
La persona en sus sentimientos, actitudes,
sino de establecer un nivel de intercambio que
gestos, comportamientos, problemas, etc.,
permita al otro enriquecerse o confrontarse a
evoca en nosotros una parte de nosotros
algo que no quiere o no puede ver.
mismos, y es preciso que no hagamos de
esta parte una caricatura del otro, pues co­
rreríamos el peligro de no sentir los ecos La antipatía
funcionales o disfuncionales que la imagen En la relación también aparece la incomu­
del otro produce en nuestro interior. nicabilidad, las circunstancias donde la

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162 SECCIÓN | III La relación de ayuda

comunicación parece imposible, donde hay No basta con racionalizar nuestras


entre las personas una antipatía o una incom­ actitudes, es preciso vivirlas
prensión irreversibles. de manera auténtica y establecer
Esta antipatía, esta incomprensión, ha­ «profesionalmente» un clima
blan por sí solas y son muy significativas si que favorezca el intercambio
uno trata de reconocerlas y afrontarlas. Es y el no juzgar
preciso constatarlas y aceptarlas sin tratar
de caer en moralizaciones. Esto quiere decir A veces corremos el peligro de racionalizar
que uno tiene que buscar y ver cuáles son nuestras actitudes, es decir, de creer que
las causas: buscar con quién identifico al pa­ poseemos las cualidades para una buena
ciente, qué es lo que proyecto sobre él, etc. relación y, sin embargo, no las hemos in­
Por decirlo de alguna manera: paseemos la teriorizado. Podemos perfectamente saber
imagen del paciente en nuestra cabeza y esto lo que es la escucha activa, la empatía, la
nos ayudará a ver más claramente por qué la aceptación incondicional, etc., y sin em­
rechazamos o nos cae antipática, lo cual va bargo, no ser tolerantes y tener una actitud
a permitirnos reducir esta imagen negativa, de rechazo.
el bloquearnos y, en definitiva, disminuir esta Por tanto, se trata de crear un clima de
negatividad. intercambio con la otra persona, sean cuales
sean sus dificultades, en el que ella no se
sienta juzgada.
La preocupación de «qué responder Por otra parte, también corremos el riesgo
al paciente» de sentirnos juzgados por el otro y, entonces,
Otra de las preocupaciones que hace que todo nuestro dinamismo se va a movilizar pa­
algunos profesionales no entren en relación ra defendernos y resistir, presentarnos mejor
es el miedo a no saber qué decir ante los pro­ de lo que somos o dar una imagen que no
blemas del paciente. somos ni tenemos.
Si hemos captado lo que es un buen La gran tentación a la que sucumbimos
emisor (el cual debe expresar claramente su con frecuencia es querer que los otros se
demanda, o ayudarle por nuestra parte a que comporten como nosotros, que tengan los
nos clarifique su demanda), esta preocupación mismos valores, la misma ética o filosofía
se desvanecerá. El paciente nos dirá lo que es­ de vida.
pera de nosotros. Si podemos ayudarle porque La actitud de aceptación es una actitud fun­
está en nuestras manos, lo haremos, y si no damental en la relación profesional-paciente.
podemos, intervendremos ante las personas Esto quiere decir que hay que hacer un gran
que le puedan ayudar. Lo que el paciente nos esfuerzo por aceptar al otro tal cual es y
pide en esos momentos es que estemos cen­ no como yo quisiera que fuera. Esto es tan
trados en lo que él nos está diciendo y no en difícil que creemos poder afirmar que no lo
la respuesta que tenemos que darle o en cómo conseguimos nunca por completo. Por tanto,
salir de esa situación embarazosa. Esto exige en la medida en que el paciente se siente
disponibilidad y olvidarse de sí para estar cen­ auténticamente aceptado, puede mirarse tal
trado en lo que quiere compartir el paciente. cual es, puede osar ser él mismo, y a partir de
Por ejemplo: el paciente nos dice que está aquí, puede hacer el proceso de cambio que
muy preocupado. La tendencia habitual es considere necesario. Cuanto menos crea en el
responderle, desde nuestra interpretación, que cambio de la otra persona, menos será capaz
no se preocupe. Pero ¿es eso lo que necesita de cambiar. Si yo lo etiqueto, lo cronifico; y
el paciente? Sin embargo, si nos centramos si lo cronifico, quiere decir que no creo en la
en él, le diremos: «Al decirme que está muy posibilidad del cambio.
angustiado, ¿podría concretarme qué es lo
que realmente espera de mí?» (De esta ma­ Tener una actitud de escucha
nera clarificamos su demanda; recordemos lo De esta actitud ya hemos hablado en capítu­
señalado al hablar del emisor.) los anteriores.

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Capítulo | 9 Generalidades sobre la relación de ayuda 163

El paciente no es nuestro amigo de ayuda despierta en nosotros toda una


A menudo escuchamos a algunos de los profe­ serie de emociones, y estas emociones nos
sionales decir al paciente: «No tengas miedo, permiten, en cierta medida, comprender
yo soy tu amigo», o frases por el estilo. Seamos al otro. Pero también pueden llevar al
francos: ni el paciente es nuestro amigo, ni mu­ profesional a replegarse o protegerse y no
chísimas veces queremos que lo sea. Por otra a responder en el sentido deseado por el
parte, sabemos que una de las actitudes funda­ paciente. C. Rogers nos dice: «Aprenda,
mentales para ayudar a otro es procurar no ser en la relación, a reconocer el momento en
un camarada o un amigo para el paciente. El pa­ el que hay peligro de no responder al otro,
ciente ha venido para buscar otra cosa: alguien sino de obrar por sí mismo y de hacer de tal
que sea capaz de darle precisamente lo que un suerte que el paciente no sea un pretexto de
amigo no ha podido darle. Esto no quiere decir seudoayuda». Cuando estamos en relación
que no tengamos que crear un clima cálido, debemos ser capaces de reconocer a quién
pero debemos ser en todo momento profesiona­ ayudamos: si al paciente, a mí mismo, o a
les, lo cual no significa mantenerse a distancia, los dos.
sino mostrar muchísima empatía, aceptación
incondicional, etc. No es forzosamente necesa­ Capacidad de empatía, aceptación
rio amar a los pacientes para ayudarles, pero sí incondicional, autenticidad,
es necesario aceptarlos: «No podemos ayudar concreción, inmediatez y
a las personas que no aceptamos», nos dice confrontación
C. Rogers, y añade: «Y yo acepto de verdad De estas actitudes tan importantes ya habla­
a pocas personas en mi vida». Esto constituye mos anteriormente.
uno de nuestros límites: no podemos ayudar a
todo el mundo, y es preciso saber reconocerlo
para remitir a otra persona cuando nuestro nivel Funciones del profesional durante la
de tolerancia ha sobrepasado el límite. relación de ayuda
El profesional, durante la relación de ayuda
Tener una actitud de un cierto con el paciente, debe implicarse en diferen­
alejamiento emocional tes funciones. Nosotros vamos a enumerar
algunas de las que nos parecen fundamenta­
Ser capaz de tomar una posición de suficiente les señaladas por H. Peplau (1962):
alejamiento emocional para comprender las
necesidades del otro, sus actitudes, sus res­ 1. Ser una persona a quien se puede recu-
puestas, etc., con el fin de poder ser realmente rrir: es decir, una persona que le suminis­
un agente de ayuda y no una persona empírica tra información, que escucha su demanda
que da las respuestas en función de sus emo­ e intenta darle una respuesta en función
ciones o sentimientos. Esto elimina de nosotros de sus posibilidades.
la impulsividad, pero no la espontaneidad. 2. Ser para el paciente como un «espejo»:
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Por otra parte, una vez abordada la si­ gracias a esta actitud de respeto, interés,
tuación con el paciente, el saber alejarnos de empatía, escucha activa y feedback, el
esa situación nos permite centrarnos en el paciente puede ver más claramente
siguiente paciente o actividad y así no que­ nuevas perspectivas para abordar el
marnos al ir arrastrando los sufrimientos o problema.
los problemas de los demás. Se trata de vivir 3. Desempeñar el rol de acompañante:
en cada momento lo que estamos viviendo, acompañar al paciente en su trabajo de
y esto con responsabilidad. exposición y clarificación del problema,
así como en la aceptación de la expre­
sión de sus emociones y sentimientos,
Saber cuestionarse a fin de conocer mejor la manera en que
Esta es una de las actitudes más impor­ el paciente ve o siente su situación, y de
tantes y la que más nos exige. La relación esta manera poder ayudarle.

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164 SECCIÓN | III La relación de ayuda

4. Rol de sustituto (madre, padre…): con FASES DE LA RELACIÓN DE AYUDA


quien el paciente pueda confiarse sin
esperar otra cosa que ser escuchado y En las páginas anteriores nos hemos referi­
comprendido. Recordemos con qué ca­ do a la importancia de la relación de ayuda,
riño, paciencia y amor cuida una madre así como a la necesidad de tener en cuenta
a su hijo cuando este está enfermo. M. algunas actitudes o aspectos con el fin de que
Buber (1995) nos dice que la relación esta sea posible.
«yo-tú» es la relación por excelencia. Ahora vamos a abordar este proceso de
La forma principal de manifestarse es la relación de ayuda en sus distintas fases.
el encuentro. El yo existe a través de la Esta relación se da como un encuentro
relación con el tú, es en la relación don­ entre el profesional y el paciente; ambos se
de se reconoce la esencia del hombre. presentan con unas actitudes a veces muy
Por su parte, A. Maslow (1991) afirma: distintas que, si no se tienen en cuenta, la
«La persona psicológicamente enferma relación no es posible.
es aquella que no ha tenido suficientes Los viejos filósofos medievales solían
buenas relaciones». La relación de ayuda repetir el principio de que natura non facit
debe entenderse como la oportunidad del saltus; es decir, la naturaleza no da saltos,
paciente de compensar convenientemente va progresivamente. Querían expresar que,
su déficit de unas relaciones humanas, en el orden de la naturaleza, nada sucede
auténticamente personalizadas. También súbitamente. Nadie, al día siguiente de su
le ofrece la posibilidad de reconocer sus nacimiento, puede tener dos años, aunque a
capacidades, recursos, posibilidades, etc. veces los padres lo deseen.
El profesional permite al paciente revivir Esto no solamente es así en la naturaleza
las situaciones pasadas y comprender que física, sino que también ocurre en el mundo
el estado de dependencia en el cual se psicológico, intelectual y emocional del indi­
encuentra puede causarle numerosos viduo. Esto es igualmente cierto en el marco
problemas, ayudándole a expresar sus del crecimiento personal y en el proceso de
miedos y sus conflictos. la relación de ayuda.
5. Ser un consejero en determinadas situa- Vamos a considerar la relación de ayuda
ciones: principalmente en las situacio­ como un proceso interpersonal entre el pa­
nes de crisis en las que el paciente es inca­ ciente y el profesional.
paz de ver y hacer frente a su problema. En esta relación podemos distinguir di­
6. Desempeñar un rol de prevención: el versas fases con diferencias significativas
profesional facilita al paciente la posibi­ entre ellas. Sin embargo, en cada relación el
lidad de disminuir su ansiedad o angustia ritmo del proceso varía, pues cada persona
y, por consiguiente, lo que puede dimanar es única y, de hecho, cada relación inter­
de esta. personal también lo es. Lo que caracteriza
cada relación de ayuda es precisamente su
El hecho de identificar y valorar el proble­ originalidad; así, el proceso llega a ser algo
ma del paciente y la necesidad de resolverlo muy personal.
con su ayuda es muy importante, pero el En la literatura especializada es frecuente
paciente toma conciencia de que la solución encontrar modelos o esquemas que pretenden
es también su responsabilidad, que él es el describir el proceso de la relación de ayuda.
protagonista en este proceso. Es evidente que la descripción de estas eta­
Para favorecer este aspecto es importante pas de relación de ayuda está estrechamente
retener la información obtenida del paciente unida al paradigma teórico a través del cual
con el fin de explotar sus recursos y capaci­ se contempla el problema y la ayuda que se
dades. Los recursos son esenciales para la puede ofrecer.
participación del paciente, la integración y Debido a la variedad de problemas
la aceptación de su problema con el fin de con los que se encuentra el profesional de
que pueda reestructurarse. la salud, creemos que es mejor un modelo

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Capítulo | 9 Generalidades sobre la relación de ayuda 165

FIGURA 9-1  El proceso de relación de ayuda profesional/paciente; primera entrevista.

ecléctico enriquecido por las aportaciones 5. El fin de la relación o la separación.


de diferentes corrientes psicoterapéuticas.
Si se producen nuevas relaciones, entonces
Un modelo basado en una orientación feno­
tenemos que introducir la evaluación, la
menológica y existencialista nos parece el
cual iría después de la acogida y, por consi­
más adecuado, pues evita lenguajes excesi­
guiente, las fases quedarían establecidas de
vamente técnicos.
la siguiente forma (fig. 9-2):
Por tanto, establecemos las siguientes
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

fases de la relación de ayuda (fig. 9-1).


1. Configuración del encuentro personal:
Si es la primera «entrevista» o relación acogida y orientación.
de ayuda: 2. Evaluación del plan de acción establecido
1. Configuración del encuentro personal: en la entrevista anterior.
acogida y orientación. 3. Exposición, clarificación, identificación
2. Exposición, clarificación, identificación y definición del problema.
y definición del problema. 4. Confrontación y reestructuración del pro­
3. Confrontación y reestructuración del pro­ blema.
blema. 5. Iniciación al plan de acción:
4. Iniciación al plan de acción: a. Decidir los objetivos.
a. Decidir los objetivos. b. Planificar las actividades.
b. Planificar las actividades. 6. El fin de la relación o la separación.

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166 SECCIÓN | III La relación de ayuda

FIGURA 9-2  El proceso de relación de ayuda profesional/paciente; en sucesivas relaciones.

Esta figura nos permite comprender que en la profesional, mediante la puesta en práctica de
relación de ayuda tanto el profesional como las suyas, quien hará posible que el paciente
el paciente deben tener unas actitudes que baje sus defensas, o actitudes negativas, y
vayan hacia el encuentro del otro, si bien es comprenda que la actitud del profesional es
cierto que si el paciente no las tiene, es el ayudarle a sentirse mejor.

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Capítulo 10

Primera fase de la relación de ayuda:


la acogida
Luis Cibanal Juan y María del Carmen Arce Sánchez

acogida no es solo para la primera vez que se


Objetivos da un encuentro con el paciente, sino que esta
• Tomar conciencia de algunas debe preceder cada encuentro, o cada vez que
actitudes fundamentales que permiten vamos a relacionarnos con el paciente. Es
al paciente sentirse acogido. decir, en cada encuentro con el paciente es
• Conocer las principales actitudes preciso acoger al paciente.
que debe tener el profesional
El objetivo principal de esta primera fase
para que el paciente se sienta acogido.
• Saber acoger las actitudes negativas
de la relación de ayuda consiste en crear un
del paciente para que así sea posible clima de confianza con el paciente a fin de
la relación. proporcionarle el contexto adecuado para
encontrar las respuestas y los recursos nece­
sarios para que tome sus propias decisiones.
Es ayudar al paciente a encontrarse a sí mis­
Contenidos mo. Este desea ser reconocido, comprendido
• Algunas consideraciones generales. y aceptado. La primera ayuda que se debe
• Algunas actitudes de acogida que debe ofrecer al paciente es la de una escucha
tener el profesional. que reconoce y aprueba su existencia y que
• Actitudes que puede tener le ofrece la posibilidad de creer en sí mismo.
el paciente durante la acogida.

ALGUNAS ACTITUDES
DE ACOGIDA QUE DEBE TENER
ALGUNAS CONSIDERACIONES EL PROFESIONAL
GENERALES
El saludo inicial
En la acogida se juega uno la relación. La fase
del encuentro es esencial para establecer una Si la acogida es un encuentro personal de
verdadera relación de ayuda; esta se inicia con dos expectativas, ambas esperan lo mismo:
la acogida. Comporta todo lo que el profesio­ ser reconocidas como personas plenas y no
nal piensa, siente y hace inmediatamente antes simplemente como un «caso» de tantos. Las
de la primera interacción, sabiendo que lo que fórmulas convencionales de educación, como
el profesional piensa, siente y hace en el trans­ «buenos días», según la entonación, pueden
curso de esta fase puede tener consecuencias ser acogedoras o no. La voz puede transmitir
importantes en cada una de las siguientes frialdad o cordialidad.
interacciones, pues permitirá que haya o no Estamos de acuerdo en que incluso
relación. También hemos de recordar que la las fórmulas de educación pueden llegar a

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168 SECCIÓN | III La relación de ayuda

estereotiparse, si interiormente no se practi­ El paciente ofrece al profesional una pri­


can con una auténtica actitud de considera­ mera descodificación: su propia voz, palabras
ción hacia el otro. Es esta consideración la articuladas o no, gritando, irónicamente, etc.,
que va a hacer que incluso una fórmula muy con una rapidez sorprendente o, por el con­
usada parezca nueva en cada encuentro. Esta trario, con lentitud, pausas y silencios. El
se traducirá en la facultad de apreciar a cada tono puede variar durante el transcurso de la
ser en particular, de ver a las personas como entrevista de ayuda. En conjunto, las palabras
individuales y únicas con sus diferencias y utilizadas nos confirman si hay una corres­
conflictos personales. pondencia entre el tono de voz utilizado y las
Convenzámonos sobre todo de que palabras empleadas. Por ejemplo: «Quiero
un cierto mimetismo desempeña un papel morirme, ya no puedo más» con un tono
importante en los primeros segundos del de desesperación o en voz baja y articulada
encuentro: un paciente agresivo suscita una lentamente.
respuesta de rechazo. Un profesional indi­
ferente, estereotipado en la acogida, suscita
Acogida y presencia
el deseo de contestarle a secas, de ignorarlo
o, en la mayoría de los casos, marcharse Cuando escuchamos al paciente, hemos de
sin decirle nada. Si la agresividad engendra estar concentrados en ello y no en otra cosa,
agresividad, la cortesía sincera y la sonrisa persona o lugar. Esto quiere decir que no es­
interior desarman y suscitan una relación taremos disponibles para nadie más que para
eficaz y plausible. la persona que está delante de nosotros, y
Debemos estar atentos ante la rutina que para la cual su problema es único y lo más
puede invadirnos después de algunas horas importante. De esta manera el profesional
de escucha, pues cada paciente tiene la nece­ muestra al paciente que merece su atención
sidad de ser acogido, incitado a clarificar su y su respeto, incluso aunque su problema le
demanda, ser considerado un ser inteligente, parezca banal. Si el profesional no tiene esto
incluso aunque no pueda llegar a expresar en cuenta, el paciente puede pensar que este
bien sus deseos. no le tiene en consideración o que se siente
En la acogida hay personas que pueden molesto, no quiere escucharlo o que busca
sentirse amadas y respetadas. un pretexto para quitárselo de encima, etc.
En el saludo inicial puede ponerse ya Cuando el profesional está con el pacien­
en juego toda la relación. Esta quedará es­ te no debe ocuparse de otra cosa; no debe,
tablecida o no. por ejemplo, ordenar papeles, rellenar fichas,
La elección del lenguaje es importante. recorrer los titulares del periódico o cualquier
El profesional debe elegir un lenguaje que no otra cosa que pueda significar falta de aten­
resulte vulgar o demasiado técnico, pues po­ ción al paciente.
dría chocar o molestar. El profesional deberá Entrenarse en estar totalmente disponible
adaptar su lenguaje a las distintas situaciones para lo que tiene que estar. El profesional
y personas. está ahí con el paciente y no en otra parte,
Mediante la voz se puede transmitir escucha y responde. No presta atención a
frialdad o cordialidad. Una sonrisa invita a los ruidos del entorno y no interviene en
la calma y a la confianza del paciente; así, otra conversación. Una regla de oro de toda
en este último disminuyen la crispación, la comunicación debería ser: «La persona con
ansiedad o la angustia, y como consecuencia quien me estoy relacionando ahora cara a
de esto nos ofrece una mejor visión y clari­ cara o por teléfono es la más importante de
ficación de su demanda o problema (aspecto mi vida en este momento».
que abordaremos en la segunda fase de la Se trata de estar presente aquí y ahora,
relación). asumiendo toda la responsabilidad de este
El tono y el timbre de la voz deben ser compromiso. Evidentemente, esta actitud
para el profesional indicadores del estado de disponibilidad requiere sacrificio y es­
emocional del paciente. fuerzo. Hacer lo que uno hace, age quod

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Capítulo | 10 Primera fase de la relación de ayuda: la acogida 169

agis (dicen los antiguos), no es algo innato y disciplina mental, debe prohibirse toda ge­
espontáneo para la mayoría de los humanos. neralización, pues incluso si las apariencias
El profesional, en la medida de lo posi­ o las demandas de todos los pacientes son
ble, debe hacer el vacío dentro de sí mismo, idénticas, las personas son muy diferentes.
descartar de su pensamiento cualquier otra Debemos tener en cuenta las diferencias del
preocupación: sucesos del trabajo, aspectos paciente y recordar que su forma de captar y
familiares, conflictos personales, negocios, vivir la realidad no es como la nuestra. Esto
etc., con el fin de que sus «ruidos» no inter­ nos llevará a ser más empáticos, comprensi­
fieran en la buena escucha del paciente. vos y tolerantes.
Evidentemente, esta apertura a las di­
ferencias requiere un verdadero equilibrio
Acogida y estructuración del tiempo
interior, un gran trabajo personal, una ca­
Dada la realidad que vivimos, en la que dis­ pacidad para evaluar sus ideas, sin dejar de
ponemos de poco tiempo, es conveniente, mantenerse fiel a sí mismo.
desde el momento en que acogemos al pa­ Un problema que puede presentársele al
ciente (como decíamos al hablar de la co­ profesional es el cansancio inevitable debido
municación), establecer con este el tiempo a la cantidad, la calidad y la variedad de las
que va a durar la entrevista o la relación; esto demandas de los pacientes. Esto reclama
permitirá que el paciente sea más concreto capacidad para adaptarse rápidamente a
y preciso en manifestarnos lo que le pasa, y cada nuevo paciente. También exige cierto
no ande divagando o con rodeos. Sin em­ entrenamiento: guardar o mantener la dis­
bargo, también es cierto que esto es un pro­ tancia terapéutica, sin dejar de ser cálido y
blema para bastantes pacientes, que necesitan participante con el paciente. A veces, el mar­
tiempo para sentir si pueden confiar en el gen entre un compromiso afectivo inoportuno
profesional como para abrirse a él y contarle y una sequedad excesivamente distante es
sus problemas. Sin embargo, si esto se lo bastante estrecho.
decimos con mucha sensibilidad, empatía y El profesional tiene también una capaci­
delicadeza, el paciente lo comprenderá y nos dad receptiva limitada, por lo que debe saber
ayudará. Pongamos un ejemplo: detenerse a tiempo y tomarse unos minutos
de descanso o de relajación. La dificultad
llega cuando este se ve desbordado por la
Profesional: «Hola, buenos días. Mi nom-
bre es Juan y soy el [médico, enfermero…] cantidad de llamadas de los pacientes ante
que le va a atender. Siento decirle que solo las cuales se siente moralmente obligado a
tenemos diez minutos. Y sé que es poco responder. Si nos es posible, es preferible
tiempo, pero es el tiempo del que dispongo. «desconectar» por unos momentos a res­
No obstante, si necesita más tiempo, pro- ponder a estas demandas cuando no se está
gramaremos más visitas con el fin de que disponible psíquicamente para acoger al otro
usted se sienta comprendido y atendido. en su problema y soledad. Esto también es un
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Por tanto, cuando ya falte un minuto para criterio de eficacia, de responsabilidad y de


terminar, se lo recordaré para resumir y con- respeto hacia el paciente. Es preferible pensar
cretar para la siguiente visita. Así pues, si le
parece, vamos a centrarnos en lo que ahora
en términos de calidad ofrecida, de atención
más le preocupa». y de escucha, que de cantidad de pacientes
atendidos.
Si no nos es posible «desconectar»,
entonces lo más adecuado y auténtico es
Acoger y aceptar las diferencias decírselo al paciente. Por ejemplo:
del paciente
El profesional debe mantener, entre sus prin­ Profesional:« Mire, Marina, voy a atenderla
cipios, el respeto a la individualidad de cada lo mejor que pueda, pero es que estoy muy
paciente; esto quiere decir que, mediante una cansado y a lo mejor se me nota y piensa

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170 SECCIÓN | III La relación de ayuda

que no quiero atenderla, y no es así, pero La pregunta aparentemente sin impor­


es que a veces el cansancio nos puede. ¿Le tancia:
pasa a usted también?».

Esto permite clarificar y seguir con nues­ «¿Puedo hablar con usted un momento?»
tro trabajo sin que el paciente interprete que
pasamos de él o nos molesta, o no queremos solo es banal en apariencia, pues con frecuen­
atenderlo. cia se trata de un modo de iniciar la relación,
de probar la buena voluntad del otro y de
darse cuenta de si este último está disponible
Actitudes prácticas para el diálogo. Bajo una forma cualquiera,
en una acogida satisfactoria esta pregunta marca el comienzo de una en­
Recordemos aquí lo que decíamos al ha­ trevista seria, con un objetivo determinado,
blar sobre la comunicación no verbal y y no una simple conversación.
verbal, sobre las actitudes físicas y psíquicas Por otra parte, es necesario estar atento
de una buena escucha. a fin de no ir más lejos de lo que nos pide el
paciente a través de su demanda. Una simple
Actitudes físicas afirmación o asentimiento debe ser suficiente,
Estas han sido abordadas al hablar de las ac­ eventualmente con alguna palabra de expli­
titudes de escucha: contexto físico, distancia cación. Pero no es necesario adelantarse a lo
adecuada, postura corporal, etc. que pide el paciente ofreciéndole nuestros
buenos servicios, o nuestras buenas inten­
Disponibilidad psicológica ciones con una frase como:
Las actitudes psicológicas también han sido
abordadas al hablar sobre la comunicación.
No obstante, nos parece conveniente añadir «¿Qué puedo hacer yo por usted?» o «¿Qué
aquí algunas reflexiones. espera usted de mí?»
El profesional debe acoger al paciente,
que desea ardientemente entrevistarse con o aún más:
él. Esta situación casi siempre se concreta
en un proceso que en apariencia no tiene «¿En qué puedo serle útil?»
importancia, que puede manifestarse de la
forma siguiente:
Todas estas preguntas son un freno, por
no decir un impedimento para la entrevista
«¿Puedo hablar con usted un momento?» con el paciente. Esto nunca debemos banali­
zarlo, pues es en estos momentos cuando se
Antes de responder a esta cuestión, con­ pone en juego la relación: ya que no consi­
viene detenerse un instante en el contexto deramos al otro como un igual, sino como un
psicológico en el cual se ha recibido. Esto es inferior y, por tanto, el paciente en este caso
importante con el fin de que la pregunta que puede sentirse humillado.
se le dirija sea recibida cálidamente. Esta Es más adecuado decirle: «Sí, de acuer­
preludia el diálogo, a veces vital para él, o al do, pero ahora solo dispongo de X minu­
menos muy importante. El profesional debe tos», si es que ahora puedo escucharle, y si
ofrecer al paciente una oportunidad —quizá no puedo ahora, le puedo decir: «Mire, lo
única— de ser acogido, aceptado, compren­ siento; en estos momentos no puedo, dentro
dido en la totalidad de su ser: intelectual, de X minutos vendré y escucharé lo que me
moral y afectivo o emocional. quiera decir».
Esta forma de acoger debe ser tan sencilla Es importante acoger al paciente tal co­
y verdadera que ofrezca confianza al pacien­ mo se presenta y respetar la naturaleza de la
te, y la seguridad de que sus confidencias relación tal y como él la propone. En este
permanecerán en secreto. contexto el protagonista es el paciente.

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Capítulo | 10 Primera fase de la relación de ayuda: la acogida 171

Esto significa que al paciente se le conce­ En esta primera fase de la relación se


den ciertos derechos, que le son reconocidos debe escuchar al paciente sin intervenir de­
cuando se propone entrar en comunicación. masiado, aceptar sus frases entrecortadas, sus
Sea cual sea la demanda que formule el pa­ silencios (recordemos lo señalado a propósito
ciente, este se encuentra en una situación di­ de los silencios). Estos momentos, aunque tal
fícil y experimenta un malestar —consciente vez parezcan vacíos, no lo están, ya que el pa­
o inconsciente— que es necesario calmar en ciente los utiliza para reflexionar y prepararse
el momento de la acogida. Por este motivo, de este modo para decir con posterioridad lo
entre otras cosas, conviene que recordemos que realmente desea. El profesional siente
sus derechos. el deseo de hablar, de ir más rápido que el
El primer derecho es un principio básico: paciente, sin darse cuenta que de esta forma
el valor del ser humano. El ser humano, por el desconsidera su ritmo y lleva al paciente a
hecho de serlo, tiene valor y dignidad. Tra­ cerrarse a la comunicación.
tarle como un caso más implica no reconocer El profesional no solo debe respetar el
su dimensión humana. Tiene el derecho de ritmo del paciente, sino también permitirle
ser respetado y ayudado cuando lo necesita, autonomía sin acosarle con preguntas.
así como de respetarse a sí mismo; por esto El respeto de la autonomía del paciente
pide ayuda. implica también el respeto a su identidad. Es­
Este principio básico compromete al pro­ ta identidad ayuda y relaja al paciente, quien,
fesional en su libertad, autodeterminación, libre de toda incursión en su vida privada,
responsabilidad y su secreto profesional. Al puede en estos momentos utilizar su libertad
paciente se le debe respetar el derecho y la sin temer ser reconocido.
capacidad de tomar sus propias decisiones, Anteriormente insistimos en el hecho de
pues estas van a regir su vida y su actividad. comprender al otro con el fin de que se sienta
El profesional debe acompañarle en este comprendido y amado. Juzgar impide esto,
proceso, a veces nada fácil para el paciente, pues a partir del momento en el que se siente
quien puede tener tendencia a culpar a los juzgado, el paciente también se siente incom­
otros de lo que le sucede. prendido, culpabilizado y hundido por el que
El paciente tiene derecho a que se le ga­ le juzga. Juzgar impide la verdadera comu­
rantice el secreto profesional. Esto conviene nicación. Juzgar es lo contrario de conocer.
recordarlo, con el fin de que pueda estable­ Juzgar es rechazar a las personas y tratarlas
cerse un buen clima de confianza entre am­ como cosas. En tal caso, nuestro propósito ya
bos. Incluso cuando se le asegure al paciente no sería comunicar, sino utilizar a los otros.
un silencio estricto y total, este desea que se Otro deseo, relacionado con el anterior,
mantengan en secreto sus palabras, sus ideas consiste en dar consejos. En la mayoría de los
y sus confidencias. casos, dar un consejo es una forma velada e
Que el profesional dé acogida a los que hipócrita de juzgar utilizando la indecisión
solicitan su ayuda constituye un imperativo del otro para decidir por él. Esta forma de
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

básico y necesario si realmente se quiere es­ proceder es ambigua, pues no solamente


tablecer una comunicación y un intercambio mantiene al otro en una situación de inferio­
terapéutico. Si estos no son respetados, el ridad, sino que además el paciente perma­
paciente se apercibirá de ello antes o después necerá dependiendo del profesional mien­
y renunciará a lo que él, bajo la apariencia de tras no resuelva su problema (recordemos lo
una relación de ayuda, sentiría como un enga­ señalado al hablar sobre los obstáculos a la
ño que le llevaría a encerrarse más en sí mismo comunicación).
y, por tanto, a aumentar más su ansiedad. Además, esto se percibe como una mo­
Cuando el paciente se ha sentido acogido, tivación paternalista y constituye al mis­
lo más frecuente es que se abra al profesio­ mo tiempo una huida del profesional ante
nal y comience a abordar sus problemas, y el verdadero problema: en efecto, ante un
entonces entraremos en la segunda fase de problema angustiante, el profesional puede
la relación de ayuda. desear que la entrevista termine cuanto antes,

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172 SECCIÓN | III La relación de ayuda

proponiéndole una solución que no ha sido distancia terapéutica. Ni demasiada familia­


suficientemente analizada. Es necesario ser ridad ni demasiada lejanía; lo importante es
claro y conocer los motivos que le impulsan a encontrar el tono adecuado a la personalidad
obrar así. Esto mismo puede acontecer cuan­ del paciente. En caso de duda, creemos que lo
do la entrevista se prolonga demasiado, más más fácil es preguntar al paciente si prefiere
allá de lo previsto; en este caso, el profesional que le tratemos de tú o de usted. Cuando se
puede ofrecer un consejo fácil al paciente con trata de personas mayores, lo más adecuado
el fin de terminar cuanto antes. es el usted, y si ellas prefieren el tú, ya nos lo
harán saber, aunque esto mismo puede servir
La paciencia para todas las personas.
Para iniciar y mantener una relación se re­ La empatía es necesaria para que surja la
quiere mucha paciencia. Si algunos pacien­ relación, pero el profesional no debe olvidar
tes son confiados, otros, por el contrario, no que desempeña una función terapéutica, que
lo son, y exigen, por ello, un acercamiento está ahí para ayudar a alguien que tiene pro­
progresivo y prudente. blemas y que esto solo es posible si él guarda
Otros, como los ancianos, que tienen pro­ la suficiente distancia terapéutica.
blemas de memoria y, por la edad, su ritmo es Estar suficientemente cerca del otro para
más lento, tienen más facilidad para recordar escuchar su sufrimiento pero lo bastante
los acontecimientos pasados y recuerdan me­ distante para prestarle una ayuda eficaz. La
nos los presentes. Al presionarlos, aumenta ausencia de esta actitud es lo que ocasiona la
su angustia y, en consecuencia, su confusión. mayoría de los problemas, sobre todo a los
Ponerse nervioso implica correr el riesgo de profesionales principiantes.
provocar una reacción defensiva o a veces
agresiva que irá en aumento si insistimos; por La coherencia
el contrario, un diálogo tranquilo y calmado Estar durante varias horas seguidas con los
resultará una mayor colaboración por parte pacientes, algunos de los cuales presentan
del paciente. problemas graves, exige mucha atención
para no caer en respuestas tan incoherentes
La firmeza como son a veces las demandas del paciente,
Disponibilidad y paciencia no excluyen la fir­ lo cual crea evidentemente problemas su­
meza. Ciertos pacientes que sufren de psicosis plementarios.
tienden a sentir pánico cuando nadie les pone Para ser coherente, actitud que tiene cier­
límites; invadidos por su delirio o ansiedad, se tamente un efecto terapéutico, es esencial que
dispersan en la búsqueda de un esquema que el profesional comprenda el sentido de sus
les permita reconstituir su unidad. propias acciones y reacciones. Es importante
Cuando un paciente comienza a dis­ poder oponer a la ambivalencia del paciente
persarse, tanto en los hechos como en las una visión neta y sólida de la vida cotidiana,
palabras y los sentimientos, o a mostrarse ya que esto les permitirá poder reestructu­
confuso, ponerle límites puede ayudarle. rarse mejor.
Firmeza quiere decir también, en ciertas
situaciones (p. ej., de pánico), que el profe­ El humor
sional conozca bien su papel. Sin embargo, El humor aporta a menudo una ayuda a la
el profesional debe conocer bien el efecto relación. Basta a veces un poco de humor
terapéutico de esta actitud y mantenerla a para desdramatizar ciertas situaciones tensas
pesar de las resistencias que pueda encon­ o penosas.
trarse, sin llegar a interrumpir el diálogo por Es evidente que para poder utilizar bien
este motivo. el humor, y que genere relajamiento, con­
viene conocer suficientemente al paciente,
La distancia haber establecido con él un cierto clima de
La utilización del tratamiento de «tú» y confianza, a fin de saber cuándo y cómo ser­
«usted» puede ayudar a la hora de fijar la virse del humor para no herir a la persona.

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Capítulo | 10 Primera fase de la relación de ayuda: la acogida 173

Sin embargo, debemos estar atentos y no usted con desconfianza. Si este es el caso,
confundir el humor con la ironía. El humor ¿podría decirme qué podemos hacer para
es a menudo necesario para aportar un poco que no se sienta así?». De esta manera el
de aire fresco y mantener en equilibrio la paciente nos dirá lo que le puede ayudar
relación; la ironía, por el contrario, hiere de y así también nos ayudará a nosotros.
forma narcisista al paciente, lo pone en situa­ 2. Confusión. El paciente a menudo busca
ción de inferioridad, por lo que debe evitarse ayuda porque vive en la confusión, no
a toda costa, ya que esta es destructiva. ve con claridad lo que es bueno o malo
para él mismo. Oculta su verdadero yo en
las relaciones con los otros; su identidad
ACTITUDES QUE PUEDE TENER EL se reduce a los roles que desempeña, y
PACIENTE DURANTE LA ACOGIDA estos anulan su verdadera identidad
y crean en él la impresión de vivir fuera
Sin tratar de ser exhaustivos, vamos a enume­
de sí mismo. Por esta razón, el paciente
rar algunas de las actitudes que puede presen­
desea encontrar en el profesional a un ser
tar el paciente antes y durante la acogida en la
humano lleno de emociones (agradables
relación de ayuda. Esto exige del profesional
o no), a un ser humano que reacciona,
una gran capacidad de observación y de acep­
que posee una experiencia de vida, in­
tación incondicional del otro. La observación
cluso corta, a un ser humano que es
minuciosa del comportamiento del paciente,
plenamente consciente y está dispuesto
a fin de poder comprender mejor el porqué de
a compartir con él. El profesional, ante
ciertas reacciones suyas, es una parte esencial
la confusión que manifiesta el paciente,
de la relación de ayuda.
puede decirle: «Me comenta que está
Ejercitarse en la observación del com­
confuso y no sabe qué es lo que le pasa
portamiento humano es una exigencia
o por dónde comenzar. ¿Qué cree que le
importante para determinar la experiencia
ayudaría para ir poco a poco viendo más
particular que refleja el paciente a través de
claro? ¿Le puedo hacer algunas preguntas
su comportamiento. Si no nos fijamos o igno­
para ver si así podemos clarificar un poco
ramos el comportamiento del paciente, este
más?».
difícilmente podrá explorar en profundidad
3. Grado de vitalidad. A menudo el paciente
sus verdaderos sentimientos y sus verdaderos
se encuentra sin fuerzas, sin energías. Ca­
problemas.
rece de vitalidad y esto se traduce en un
Además, hay que emitir las observacio­
bajo rendimiento. Le resulta muy difícil
nes de tal manera que no hieran al paciente.
enfrentarse a las simples exigencias de la
No deben constituir más que hipótesis que
vida cotidiana. Los conflictos personales
pueden ser o no confirmadas con el tiempo, a
le afectan mucho y se siente fatigado, re­
través de la observación del comportamiento
acciona y responde con lentitud, y con
verbal o no del paciente.
frecuencia sus respuestas no son perti­
Veamos algunas de ellas:
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

nentes. Hay personas que se preocupan


1. Desconfianza. Creemos que el hombre por todo y por nada, incluso la rutina
enfermo no solo es el que sufre neuro­ cotidiana la sienten como una gran car­
sis o psicosis, sino también el llamado ga. El profesional observará el grado de
«normal», que oculta su verdadero yo al energía del paciente prestando atención
relacionarse con los otros. Condicionado a determinados aspectos, como la cons­
por sus experiencias de vida, a veces la titución física, la postura, la manera de
relación que establece con el otro (en este vestir, las expresiones no verbales, la
caso, el profesional) es de desconfianza. dinámica de la postura, los rasgos de
Si el profesional tiene la sensación de la cara un poco caídos, los movimientos
que el paciente está con desconfianza, lentos, etc. También la posición decaída
puede indicárselo, diciéndole, por ejem­ en la silla, con los hombros caídos, indica
plo: «Tengo la sensación de que está un nivel de vitalidad bajo. Ante esta falta

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174 SECCIÓN | III La relación de ayuda

de vitalidad, el profesional le puede de­ 6. Falta de información. El paciente se


cir: «Por cómo lo veo, tengo la impresión siente a menudo desorientado porque no
de que está decaído, sin energía… ¿Qué ha recibido suficiente información sobre
cree que le ayudaría a sentirse mejor? su estado, su situación, lo que le va a
¿Cree que puedo yo hacer algo a este res­ suceder, etc. Algunos pacientes, debido
pecto?». a una cierta «timidez», no se atreven a
4. Tristeza, depresión, desesperación. El pedir información. Los profesionales, al
paciente puede estar triste, deprimido, dar prioridad a los objetivos del paciente,
desesperado, en estado de duelo, etc. o al insinuarle si ha recibido la informa­
Observar y comprender estos sentimien­ ción necesaria, pueden ayudar al paciente
tos nos permitirá aceptarlo y acogerlo con a sentirse seguro. Con las personas que
más empatía. Asimismo, también se lo manifiestan timidez no es suficiente con
podemos indicar: «Veo que está triste… que el profesional le diga que si necesita
¿Qué cree que le puede ayudar en estos algo que le llame, pues no lo hará por
momentos?». no molestar. Es más conveniente que
5. Agresividad. Se da con cierta frecuencia puntualmente pase para preguntarle si
que el paciente nos acoge con agresivi­ necesita algo.
dad. Ni que decir tiene que si respon­ 7. Preocupación. El paciente puede estar
demos con agresividad, no solo no se preocupado por la enfermedad, la fami­
va a sentir comprendido, sino que será lia, el trabajo, el futuro, etc. Lo que una
imposible que se establezca la relación. persona dice y la forma cómo nos lo dice,
Debemos comprender lo que hay detrás nos ofrece datos acerca de la percepción
de toda agresividad, y son sentimientos de que tiene de sí mismo y de su entorno.
desprecio, de humillación, de no haber Gracias a una escucha activa, el profe­
sido tratado como persona, o simple­ sional podrá percatarse de esto. El pro­
mente de haber tenido que esperar mu­ fesional se lo puede reflejar diciéndole:
cho tiempo, estar cansado, con hambre, «Tengo la sensación de que está preo­
frío, etc. (baste que nos fijemos en noso­ cupado. ¿Qué cree que le ayudaría para
tros mismos y veremos por qué a veces disminuir su preocupación?».
también nos ponemos agresivos). Seamos 8. Indiferencia hacia el profesional. Algu­
como un pararrayos, que no nos afecte su nos profesionales se comportan de un mo­
agresividad, y en cambio le preguntemos, do tan estereotipado y carente de autenti­
por ejemplo: «¿Qué le ha pasado para que cidad, que provoca indiferencia. También
venga o esté así? Sin duda ninguna, no se la manera de actuar de algunos de ellos
ha sentido tratado como merece. ¿Qué puede generar un gran rechazo en ciertos
necesita para sentirse mejor? ¿Hay algo pacientes muy perceptivos. Cuando el
que yo pueda hacer…?». Esto nos llevará paciente demanda algo y el profesional
a que el paciente manifieste lo que hay responde de manera automática o fría, se
detrás de esa agresividad y se desahogue. bloquea la espontaneidad del paciente y
También es conveniente hacerle ver que provoca que este manifieste indiferencia
no tendremos en cuenta sus palabras hacia el profesional.
agresivas o incluso insultos, pues estos 9. Aceptación, cordialidad, confianza, etc.
han sido fruto de no haberse sentido com­ Lógicamente, también el paciente mani­
prendido o tratado como él hubiera queri­ fiesta sentimientos positivos y gratifican­
do. Esto hará que no se sienta culpable y tes hacia el profesional; por lo general,
le facilitará poder establecer la relación. estos no le crean problema en la acogida.

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Capítulo 11

Segunda fase de la relación


de ayuda: clarificación y definición
del problema
Luis Cibanal Juan y María del Carmen Arce Sánchez

ni aceptado. La primera ayuda que se


Objetivos ofrecerá al paciente será la de una es­
• Conocer las actitudes fundamentales cucha que reconoce y aprueba su exis­
que facilitan al paciente la exposición tencia y que le ofrece la posibilidad de
clara de su problema. creer en sí mismo.
• Saber abordar las dificultades
o resistencias que puede tener Mediante la primera fase el profesional es
el paciente al presentarnos su problema. confrontado:
1. A sus límites y dificultades.
2. Al «poder» que le otorga el paciente.
Contenidos 3. A los límites de su disponibilidad.
• Principales objetivos y actividades
4. Al «poder» de escuchar todo lo que le
de esta segunda fase. dice el paciente: ¿acaso el profesional
• Actitudes del profesional durante puede, quiere o es capaz de escucharlo
esta fase. todo?
• Actitudes del paciente durante
esta fase.
PRINCIPALES OBJETIVOS
Y ACTIVIDADES DE ESTA
SEGUNDA FASE
INTRODUCCIÓN
Si el paciente y el profesional han llegado a
El objetivo del profesional en la primera fase crear un clima de confianza, entonces inician
de la relación de ayuda es principalmente: la segunda fase de la relación de ayuda, que
1. Crear un clima de confianza con el pa­ consiste fundamentalmente en escuchar la
ciente con el fin de proporcionarle el demanda del paciente. Esta demanda aparece
contexto adecuado para encontrar las al principio de forma manifiesta, es decir,
respuestas y los recursos necesarios para muchas veces no es la verdadera demanda,
que tome sus propias decisiones. sino una forma de introducirse con el fin de
2. Ayudar al paciente a encontrarse a sí verificar si puede confiar en el profesional y
mismo. Este desea ser reconocido tal y posteriormente, de forma latente, aparecerá
como es en su entorno, ya que tal vez en la verdadera demanda. Todo ello tiene las
bastantes ocasiones no es comprendido siguientes finalidades:

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176 SECCIÓN | III La relación de ayuda

Clarificar, comprender del verdadero deseo del sujeto, aunque este


y definir su problema no pueda satisfacerse.
El deseo está de alguna manera ligado
Para permitir que surja la demanda y que a la posibilidad de que emerja la demanda
pueda clarificarse el problema, es necesaria latente, a veces inconscientemente, como lo
una participación activa por parte del profe­ es toda demanda de cambio, o una demanda
sional y del paciente. de algo que tiene claro el paciente.
Vamos a presentar algunas actitudes que Es por esto por lo que nos parece esen­
nos parecen indispensables en el profesional cial, en esta segunda fase, que el trabajo del
y el paciente para que el trabajo terapéutico profesional, a cualquier nivel, no se quede
sea posible. solamente en la demanda manifiesta con el
fin de llenar sus necesidades, sino que sus­
Escuchar la demanda cite y facilite la emergencia de la verdadera
El paciente puede estar viviendo una situa­ demanda. Por ejemplo:
ción de desesperación. En un estado de con­
flicto, cuando el sufrimiento moral entraña
Paciente: «Buenos días, señora. Yo, yo no sé
una dificultad mayor, generalmente perci­ si debo dirigirme a usted [voz entrecortada,
bida por el paciente, este desea liberar su suave, débil], tengo problemas de trabajo,
angustia aunque no sea capaz de expresarlo yo querría saber si usted, en fin…, yo no sé
directamente. Ciertos signos bien conocidos a quién dirigirme, pero yo querría saber a
del paciente (miedos, angustia, ansiedad, quién debo dirigirme para poder encontrar
cólera…) manifiestan el síntoma que pro­ trabajo».
voca la demanda de ayuda. El profesional Profesional: «Yo no tengo información
aprehende la historia del paciente, incluso sobre este tema».
si la expresa con palabras entrecortadas, con Paciente:« Me encuentro en el paro, no
tengo ni idea, yo…».
el fin de comprender la verdadera demanda
Profesional: «Sí, ¿ha consultado en la
y las consecuencias de su situación actual. oficina de empleo?».
La demanda del paciente es lo que Paciente« No, pero no creo que…».
mantiene la relación. El profesional debe Profesional: «Usted dice: “Yo no creo
trabajar con la demanda manifiesta, ya que que… pero…”»
es la puerta de entrada que el paciente ofrece, Paciente: «Yo no creo que la oficina de
aunque perciba que no expresa la verdadera empleo pueda hacer gran cosa…».
demanda, pues si el profesional, de forma Profesional: «Yo pienso que la oficina de
inmediata, confrontara o diera soluciones al empleo debe tener las informaciones que
paciente ante lo que él cree que es la verda­ puedan ayudarle, pero yo no sé…»
(Los dos continúan hablando de este
dera demanda o problema, existe el peligro
tema.)
de que el paciente se sienta amenazado y se Profesional: «Y bien… yo no sé… De to-
cierre a la relación. das formas, tengo el teléfono del trabajador
La posibilidad de que el paciente llegue a social; él puede informarle…».
expresar su verdadera demanda es, principal­ Paciente: «¡Ah!, eso es… Espere un
mente, consecuencia del trabajo de acogida momento que voy a coger papel y bolí-
y de relación realizado por el profesional. grafo…».
El profesional debe ser consciente de Profesional:« Mmm, sí, mmm, sí [silen-
que toda demanda no siempre manifiesta la cio]».
necesidad que expresa, aunque lo parezca. Paciente: «¿Sabe usted?, es que yo…
yo estoy separada de mi marido, tengo
Esta puede indicar la demanda de algo más
dos hijos, me siento sola y no sé cómo
profundo: ser reconocido, ser amado, ser afrontar la vida… No tengo ganas de
aceptado, etc. vivir, me gustaría marcharme, pero no sé
Es en este espacio entre demanda y nece­ dónde. En el fondo, ¿sabe usted?, no tengo
sidad, si realmente se ha establecido un clima valor para suicidarme, mi vida no tiene
de confianza, donde aparecerá algún matiz sentido…».

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Capítulo | 11 Segunda fase de la relación de ayuda 177

Profesional: «En el fondo, usted se en- Lo importante es que el profesional pue­


cuentra como en un callejón sin salida del da centrar al paciente con el fin de que haya
cual no sabe cómo salir…». respuesta al «síntoma» manifiesto, para des­
Paciente (Interrumpiendo al profesional):
cubrir con mayor rapidez la demanda latente
«Sí, eso es…».
o verdadera demanda, teniendo en cuenta el
tiempo y los cambios estructurales que se
Como acabamos de observar, es a partir deben producir progresivamente.
de la escucha de una demanda concreta y Responder a la demanda manifiesta
manifiesta como poco a poco la paciente implica una actitud muy positiva del pro­
adquiere cierta confianza para hablar de su fesional; pero la principal exigencia es que
verdadera demanda, de lo que ella siente en este pueda facilitar la emergencia del ver­
su interior. dadero problema, y esto le supone analizar
El paciente no siempre puede formular la demanda de tal forma que pueda captar
mejor lo que se oculta bajo la demanda
su demanda
manifiesta.
Es evidente que el profesional no está siem­ En efecto, en el intercambio verbal uno
pre en condiciones de definir un contrato se dirige a otro y le pide algo a lo cual el otro
terapéutico tal como lo describía Freud (y, intenta responder. Aquí se organiza el juego
por otra parte, no siempre posee la formación social de la comunicación en el seno de una
suficiente): relación de complementariedad entre dos per­
sonas. Este nivel de comunicación requiere
«Alguien, por otra parte maestro de sí mis- una capacidad de comprensión mutua de la
mo, sufre un conflicto interno al que no demanda y la respuesta.
puede poner fin él solo, si bien acaba con- Así, por ejemplo, cuando una paciente
sultando al psicoanalista, a quien le plantea manifiesta desesperación porque su hija se
la demanda de ayuda.» siente depresiva ya que su marido la ha aban­
donado, la ha dejado sola…
Freud describe aquí las condiciones
que constituyen la demanda en el campo
analítico, y que por extensión podemos Paciente: «[…] Dime qué puedo hacer [di-
encontrar en la demanda que el paciente rea­ rigiéndose al profesional]: mi hija está muy
liza, bien sea en el hospital o en cualquier deprimida, tengo miedo de que se vuelva
otra parte. loca».
Estas condiciones las podemos descom­
poner en: El profesional comprende la demanda:
1. El síntoma, testimonio de un conflicto. esta mujer está desesperada. Debe darle es­
2. El sufrimiento que dimana de este. peranza, decirle: «Señora, es normal que ella
3. Los mecanismos de defensa utilizados. sienta tristeza y que se sienta deprimida; es
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

4. La demanda manifiesta, que no es la necesario pasar por esta fase de dolor por el
demanda de cambio que a primera vis­ abandono de su marido, pero poco a poco se
ta aparece. Para que haya demanda es recuperará».
necesario y suficiente que el paciente sea He aquí el comienzo de una cierta es­
portador de un síntoma a causa del cual peranza que será para ella como un bálsamo
sufre y que él alega para solicitar la ayuda sobre una herida abierta.
del profesional. Curiosa complementariedad: como pa­
ciente, ella ha recibido un poco de esperanza,
El primer trabajo del profesional consiste en un calmante para poder pasar la noche. Como
localizar el «síntoma» (demanda manifiesta) profesional, ha encontrado el medio para po­
del paciente, como una tentativa de solución der soportar la desesperación del otro. Cada
que él pone en marcha para proseguir su uno ha tenido una cierta compensación por
evolución y mantener su unidad. unos instantes.

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178 SECCIÓN | III La relación de ayuda

Nos gustaría mostrar que la escucha, la conflicto. Los profesionales, a veces, absortos
ayuda a través de la escucha, puede situarse en la respuesta que tienen que dar al paciente,
a otro nivel. Entendámonos bien: no estamos olvidan escuchar la verdadera demanda y, por
diciendo que no sea necesario escuchar la consiguiente, ayudar al paciente a clarificar
demanda del paciente y decirle algo al res­ su problema.
pecto; pero esto es necesario en un primer Una variable que nos parece muy impor­
nivel. Después, las posiciones de los inter­ tante es determinar en qué medida los que
locutores deben ser de interacción; incluso piden ayuda la necesitan y, sobre todo, la
aquí es muy importante que el profesional quieren realmente.
reconozca la demanda del paciente, que le dé Queremos analizar también las formas
el tiempo necesario para expresar su pena, su directas o indirectas de la comunicación,
dificultad, su desesperación y su esperanza así como los comentarios ambivalentes
de encontrar soluciones, etc., que él también de los que piden ayuda. Pero para realizar
manifieste su comprensión y que le anime a esto es preciso hacer una categoría de las
continuar hablando. primeras frases. Estas las catalogamos en
Si el profesional puede y quiere, podrá cuatro tipos:
ayudar al paciente a reconocer lo que él mis­ 1. Frases que reflejan incertidumbre y
mo no puede o no quiere ver porque le resulta ambivalencia. En esta categoría se in­
demasiado amenazador. cluyen las primeras frases, que reflejan
Al profesional se le exige que no se pre­ la incertidumbre del paciente relativa al
cipite en responder a la urgente demanda. carácter de la demanda de ayuda, o bien
Por el contrario, debe ser consciente que expresan la ambivalencia actual de la
de que el paciente se dirige a él porque condición psicológica del paciente. Por
cree que le puede ofrecer una solución a ejemplo:
su problema.
Además de la demanda, el profesional
debe tener presente lo que hay más allá de es­ Paciente: «Buenos días, señora…».
ta, y es que el paciente vive una situación de Paciente: «Yo no sé… [silencio]. Yo que-
fragilidad, de soledad, tal vez de hipocresía rría pedirle algo… Perdone…, yo no sé si
puedo hablarle de mi problema…».
debida a las diversas máscaras y convenien­
Profesional: «Sí, me parece que usted
cias sociales, de situación de duda, etc. El duda si es conmigo con quien debería ha-
paciente, gracias a la acogida, sabe que el blar de sus problemas…».
profesional le comprende y le encuentra allí Paciente: «Veamos, es que yo tengo un
donde él no esperaba y donde tiene miedo problema y no sé como resolverlo. ¿Puedo
de encontrarse. hablar con usted?».
En este nivel de diálogo, el profesional Profesional: «Sí, puede hablar conmi-
y el paciente han superado las convenien­ go… [silencio]. ¿Qué le sucede?».
cias sociales y las complementariedades
ilusorias. Es entonces cuando se consigue 2. Frases que expresan una demanda di-
tomar la distancia suficiente en relación con recta de cuidados. El paciente solicita
la demanda que parecía deber obtener una ayuda de una forma directa, clara y apre­
satisfacción urgente. Pero es preciso que surada. Ejemplos:
haya ocasión para que, durante el cambio,
el paciente pueda expresar algo más que la
simple demanda. Profesional: «Buenas tardes, señor… Yo soy
el profesional de la tarde».
Diferentes formas de pedir ayuda Paciente: «Preste atención, por favor, a
lo que voy a decirle, es algo muy impor-
La imagen de la demanda de ayuda que se tante…».
tiene en general es la de una supresión del Profesional: «Sí…».
dolor, la ansiedad o la angustia, así como la Paciente: «Me siento muy solo; de he-
ayuda psicológica en graves situaciones de cho, tengo una depresión nerviosa bastante

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Capítulo | 11 Segunda fase de la relación de ayuda 179

seria [voz temblorosa y monótona] y en este si se puede confiar en él. Además, para
momento atravieso una depresión muy pro- algunos pacientes es una forma de entrar
funda. Voy a los médicos y a los psicólogos en comunicación. Por ejemplo:
y ninguno me dice lo que tengo [voz que
parece al borde del llanto]».
Profesional:« Sí, mmm, sí…». Profesional: «Buenas tardes, le escucho…».
Paciente: «En el fondo, hace ya algún Paciente: «Es usted enfermera o doctora,
tiempo que he perdido a mi mujer, y no ¿verdad?».
consigo olvidarla…». Profesional: «Sí, señor, soy enferme-
ra…».
Otro ejemplo: Paciente: «¡Ah!... [silencio]. De todos
modos, quiero decirle mi problema y quizás
usted pueda ayudarme…».
Profesional: «Buenas tardes, señora. Acabo Profesional: «De acuerdo».
de comenzar mi servicio y estaré aquí toda
la tarde…».
Paciente: «Me siento muy angustiada, Clarificar la demanda
tengo miedo al dolor y al sufrimiento. ¿Qué
puedo hacer?». El contenido de la demanda está compues­
to de problemas vividos, de tal manera que
suele comenzar por la descripción y la ex­
3. Frases que expresan la necesidad de
presión de una situación concreta, el trabajo,
trabajar sobre sí mismo. El paciente
lo que pasa en la vida cotidiana, etc. Esta
manifiesta el deseo de definirse hacia el
clase de informaciones constituyen el primer
profesional. A menudo no ve inconve­
contenido de la demanda. Por otra parte, con
niente en decir cosas muy personales con
frecuencia ocurre «que todo sucede como si
objeto de que el profesional lo capte más
la demanda fuese algo que no se expresa de
fácilmente. Por ejemplo:
manera clara y directa, sino que es necesario
descifrarla a través de la forma de hablar
Paciente: «Me gustaría hablar un momento y de la observación de las situaciones que
con usted…». presentan de forma condensada e incluso
Profesional: «La escucho». ambigua».
Paciente: «Yo he hablado ya otras veces Un ejemplo, relativamente concreto, nos
con usted…». podría ayudar a comprender todo esto. Suce­
Profesional: «¡Ah, sí…!».
Paciente: «Sí, yo, ¿sabe usted?, sabe
de que un paciente nos demanda una pura y
usted bien, mi problema es el alcohol». simple información. Gracias a que nosotros
Profesional: «Ya veo, continúa bebien- hablamos la misma lengua, podemos reco­
do, ¿no?». nocer fácilmente su demanda explícita y, en
Paciente: «Sí, desde que perdí a mi ma- este caso, darle la información deseada. Pero
rido me siento muy sola». esto no siempre ocurre, porque los pacientes,
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Profesional: «Ya veo, me dice que se cuando piden que se les escuche, se impli­
siente muy sola y usted combate la soledad can en una relación subjetiva y, en este caso,
con el alcohol… [y se queda en silencio]». podemos proponer al paciente que demanda
Paciente: «Oh, por favor, dígame algo, reconocimiento, comprender más allá del
no se quede así… Yo no sé cómo puedo
afrontar la soledad sin beber».
problema y de la demanda, lo que la motiva.
Estamos seguros de que el paciente que
expresa libremente su demanda se siente
4. Frases que expresan una demanda menos agobiado y sufre menos. Es decir,
de la identidad del profesional. El que que el análisis de la demanda debe desvelar
desea hablar con el profesional siente la la intención de las palabras del interlocutor
necesidad de identificarlo. Espera conse­ y la relación que hay entre la demanda y el
guir información personal de este, desea problema que este expresa para descubrir la
conocer su formación con el fin de saber orientación que se debe dar al paciente.

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180 SECCIÓN | III La relación de ayuda

Recordemos aún, que la clarificación de Es preciso recordar que si el profesional


la demanda pasa por la distinción y la ela­ no ayuda al paciente a que este logre resol­
boración de las «dos demandas» (explícita e ver sus problemas por sí mismo, este último
implícita) unidas en una relación dinámica. sentirá la necesidad de acudir al profesional
Algunos consideran la demanda explí­ al menor síntoma, haciendo al paciente de­
cita como de ayuda y cambio, y la demanda pendiente de él.
implícita como de freno, resistencia a la Una tarea importante que el profesional
demanda explícita, en el sentido de que no debe recordar es que su eficacia a la hora de
pide cambio. encontrar las soluciones apropiadas se basa
En la entrevista de relación de ayuda, li­ en su habilidad para abordar los problemas
mitar la demanda es un proceso práctico que del paciente de forma sistemática.
permite al paciente basarse en lo concreto y Al principio debe aprender a desarrollar
no divagar demasiado. Por ejemplo: el problema. El desarrollarlo constituye en
realidad la etapa anterior a la resolución del
problema propiamente dicho. Para hacerlo y
Paciente (Dirigiéndose al profesional): «¿A
qué hora son las visitas [contenido]?». definirlo de forma adecuada debemos anali­
Profesional: «Tengo la impresión de que zarlo y comprenderlo.
se siente preocupado [el profesional intenta La exploración y la comprensión del
que el paciente clarifique su sentimiento]». problema nos ofrecen la posibilidad de con­
Paciente: «No, es por pura curiosidad [el cretarlo. Concretar el problema implica una
paciente elude hablar de su sentimiento]». comprensión y una definición precisa del
Profesional: «Las visitas son de cuatro a mismo.
seis de la tarde. Si hay alguna otra cosa que
quiera decirme, ya sabe que voy a estar aquí
toda la tarde». Desarrollar el problema
Paciente: «Bueno, sí, en el fondo me Desarrollar el problema supone para el pro­
gustaría que me explicara cuál es el pronós- fesional acompañar al paciente más allá de
tico de mi enfermedad». la presentación inicial del problema, pues al
principio, muchos elementos de este se nos
escapan todavía. La exploración y la com­
Clarificar y comprender el problema prensión del problema son las tareas esen­
del paciente ciales de esta segunda fase de relación con
el paciente.
A través de la escucha de la demanda (ex­
plícita para llegar a la implícita, y gracias
a la escucha activa que hemos visto), los Explorar el problema
profesionales comprenderán mejor el pro­ La exploración se refiere al examen de todo
blema del paciente y le ayudarán a clarificar lo que es pertinente en los problemas perso­
su demanda y a buscar soluciones a su pro­ nales del paciente. Esta exploración hay que
blema. Si el profesional se considera asesor llevarla a cabo en los diversos aspectos de
de ayuda, sabrá que no posee ni todas las la experiencia del paciente en relación con
soluciones ni todas las respuestas. su problema. Se trata de ayudarle a concen­
Si el profesional piensa en el paciente trarse tanto sobre la experiencia que tiene de
como en una persona que necesita ayuda, sí mismo como en su experiencia del mundo
sabe que su tarea como asesor consiste en que le rodea.
comprometerse en un proceso que permita Como hemos visto al hablar de la escucha
al paciente ver más claramente su pro­ activa, con el fin de facilitar la exploración
blema, y que este tome conciencia de sus del paciente, el profesional debe reflejarle su
habilidades para resolverlo. Lo importante experiencia, bien sea a través del feedback o
es que participe en el proceso del paciente de resúmenes de lo que acaba de decir. Al
ayudándole a que encuentre sus propias principio, el profesional debe basar la com­
soluciones. prensión del comportamiento del paciente en

ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo | 11 Segunda fase de la relación de ayuda 181

los hechos que pueden ser reales u objetivos, si depende de mí, y si no, le propondré quién
incluso para otras personas. El profesional puede ayudarle, o buscaré ayuda [el profe-
debe estar atento, al mismo tiempo, al sen­ sional se muestra auténtico en explorar la
demanda de la paciente según sus posibili-
timiento, expresado por el paciente (pues
dades y en lo que depende de él]».
muestra si hay congruencia entre el problema Paciente: «Se lo agradezco. Mire, por-
y su vivencia). El profesional insistirá sobre que cuando pregunto sobre mi enfermedad
cómo el paciente siente lo que está viviendo. siempre me contestan: “No te preocupes, que
El material que el paciente explora suministra todo va bien”, y me dejan sin la posibilidad
al profesional los datos necesarios para com­ de decirle mis miedos, pues veo que cada
prender el problema (este material es como vez estoy peor. Llevo meses en los que de-
las piezas de un puzzle, que el profesional pendo exclusivamente de la medicación para
va ensamblando con el fin de que el paciente calmar el dolor, y no veo que mejore, cada
vaya comprendiendo mejor su problema). vez más medicación y yo me siento peor…».
Profesional: «Me imagino lo duro que
Por ejemplo:
tiene que ser para usted vivir con este dolor
y pensando en lo peor; no me extraña que
Profesional: «Usted desearía hablar con- se sienta tan deprimida».
migo…».
Paciente: «Sí… [con voz huidiza y tris- El profesional busca imaginarse a esta
te]». mujer en su universo emocional afectivo. El
Profesional: «Bien, señora [con voz profesional observa, cuando interacciona con
fuerte y que intenta ser amable]».
ella, que parece muy cansada y triste de tanto
Paciente: «Mmm… dime [voz llorosa]».
Profesional: «Bien, es usted quien quiere
luchar.
hablarme, ¿verdad?». Él le refleja el contenido y el sentimiento
Paciente: «¡Ah, sí!, es verdad». de su experiencia.
Profesional: «¿Cómo está?, ¿cómo se En un primer momento esta señora se
siente…? [con voz amable y sonriente]. Al nos muestra como una persona deprimida
escuchar su voz me ha parecido que usted sin causa aparente. Cuando el profesional se
se siente un poco triste, ¿no?». interesa por los aspectos que ella cuenta de
Paciente: «¡Un poco…! Si solamente su vida, ella le ofrece otra visión del mundo
fuera un poco… [voz triste]». que está viviendo y de las situaciones que
Profesional: «Un poco…».
la entristecen. Entonces actúa sin energía,
Paciente: «Mucho [voz que parece ser
un suspiro]».
debido a la ansiedad no moviliza sus recursos
Profesional: «¿Mucho?». positivos ni su potencial creativo. Se encierra
Paciente: «Sí… y bien…, yo lo estoy, en su interior y esto la lleva a hundirse más.
mucho, mucho…». El profesional le refleja el sentimiento y el
Profesional: «¿Quiere hablarme de lo sentido de su experiencia, y esto le permitirá
que le entristece?». seguir hablando de su problema.
Paciente: «Por una parte, sí, pero por Vamos a completar ahora la primera parte
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

otra, pienso que usted va a hacer como los de la resolución del problema: desarrollarlo.
demás, que en cuanto les digo por qué es- Esta etapa implica la exploración del pro­
toy tan triste, ponen cualquier excusa y se
blema y el profesional ha analizado ciertos
van, o simplemente me dicen que no me
preocupe, que todo va a ir bien, por lo que
elementos de la experiencia de la señora X
me callo y ya no sigo». que están relacionados con él. Ahora está
Profesional: «Parece que se siente am- más preparado para recoger otros elementos
bivalente conmigo; por una parte, quiere de la experiencia de la señora X con el fin de
hablarme de su tristeza, y por otra, duda comprender mejor el problema.
de si yo responderé como han hecho mis
colegas».
Paciente: «Efectivamente».
Comprender el problema
Profesional: «Si quiere, hablamos y le diré La exploración nos lleva a la compren­
hasta dónde puedo responder a su demanda sión. Consideramos que comprendemos el

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182 SECCIÓN | III La relación de ayuda

problema cuando entendemos hasta dónde del problema y de definición del objetivo.
le afecta al paciente. Si el profesional com­ Este último, por su parte, se desprende de la
prende cómo el problema impide a la señora definición del problema.
X funcionar adecuadamente, entonces puede
desarrollar los objetivos que facilitarían un
Definir el problema
buen funcionamiento de esta. Tras la exploración y la comprensión, el pro­
Una vez más, el profesional debe cen­ fesional estará preparado para definir, junto
trar su comprensión en el modo en que el con el paciente, el problema; es decir: tendrá
paciente percibe su problema. Debe ayudarle una percepción más clara y completa de este.
a que sea cada vez más consciente de los sen­ Debe intentar poner de relieve los elementos
timientos que vive, en relación con la actitud específicos del problema sobre los cuales
de huida de los profesionales y la familia. (profesional y paciente) pueden actuar. Al
El profesional desea comprender cómo los actuar sobre estos elementos, pueden extraer
problemas específicos que ella vive afectan los objetivos susceptibles de ser alcanzados
a su percepción de la enfermedad. posteriormente. La definición del problema
Con el fin de facilitar el desarrollo de la es una etapa muy importante de su resolu­
vivencia de su situación, el profesional debe ción. Si el problema está mal definido, el
reflejar al paciente lo que expresa y el nivel profesional y el paciente encontrarán nuevas
en que lo expresa (feedback y resumen). dificultades en la elaboración de los planes de
Esta entrevista con la señora X permite al acción. Por tanto, es muy importante definir
profesional descubrir que se percibe a sí misma el problema en términos específicos y con­
como alguien triste y deprimido. Ella no puede cretos. A mayor especificidad en los térmi­
compartir sus dificultades, ni con los familiares nos, mayor facilidad (para el profesional y
ni con los profesionales. Y lo que es más impor­ el paciente) de desarrollar los objetivos y los
tante: se encierra en sí misma. El profesional planes de acción. Por ejemplo (continuamos
intenta reflejarle su experiencia. con la entrevista anterior y vamos a ver en
El profesional debe también comprender qué medida el profesional ayuda a la paciente
lo que en el paciente (en este caso, la señora a definir su problema):
X) ha podido originar el problema. Debe tam­
bién comprender que la paciente se ha vuelto Profesional: «Pero entonces, su principal
vulnerable a los diferentes acontecimientos. angustia, por lo que se siente tan deprimida,
Debe reflejarle esto de forma que la paciente es que nadie la escucha. Le gustaría que le
pueda llegar a comprender su problema. explicaran por qué, a pesar de la medica-
El profesional ha descubierto, pues, que ción, no mejora».
el paciente vive muchos problemas que le Paciente: «Sí. Por una parte, que tanto mi
sobrepasan. familia como ustedes me escuchen cuando
A menudo, las dificultades del paciente les pregunto o les digo cómo me siento. Por
otra parte, que si saben lo que tengo, me lo
no se resumen en un solo problema. Como no digan y no se anden con rodeos».
se puede ocupar de todos los problemas al Profesional: «Creo que he comprendido
mismo tiempo, el profesional decidirá cuál de el motivo de su tristeza. Por una parte, que
ellos es el más urgente, en el caso de que la no huyamos y escuchemos lo que quiera de-
paciente no sepa por dónde comenzar. Como cirnos, y por otra, que le digamos de manera
punto de partida debe elegir los problemas clara y concreta qué es lo que tiene como en-
más simples, los más fáciles de resolver; de fermedad, y si se va a curar o, por el contrario,
esta manera, el paciente adquirirá confianza en no hay nada que hacer y poco a poco…».
sus posibilidades para resolver sus problemas. Paciente: «Exactamente, si poco a po-
co…, como usted dice, voy a irme para el
Concretar el problema otro mundo. En definitiva, que me digan si
me quedan días, semanas o meses de vida,
Desarrollar el problema nos lleva directa­ dentro de lo que ustedes conocen o han
mente a concretarlo. Concretarlo se refiere pronosticado».
simplemente a los principios de definición

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Capítulo | 11 Segunda fase de la relación de ayuda 183

La descripción de esta entrevista nos El inventario de los diferentes planes


permite constatar que si el profesional no de acción y el desarrollo de la jerarquiza­
muestra dificultad para centrar a la paciente ción de valores del paciente favorecerá un
en su verdadera demanda, evita mucho su­ cambio más profundo. En consecuencia,
frimiento por parte de esta, la familia y el el compromiso en la acción le conduce a de­
profesional. Por otra parte, esto evitará re­ finir su problema con más precisión. La consi­
trasar la aparición de la demanda latente y, deración de estas dimensiones estimulará una
por consiguiente, economizar tiempo. exploración más activa, la cual engendrará
Lógicamente, es necesario que el paciente una definición más adecuada del problema.
vea en el profesional un comportamiento que Incluso los problemas aparentemente abs­
sea a la vez observable y mesurable, es de­ tractos, al asociarlos con aspectos específicos,
cir, que los pacientes constaten de forma con­ pueden resolverse más fácilmente. Desde esta
creta que sus deseos se concretan en hechos. óptica, el vínculo entre la responsabilidad y
Así, en lo que concierne al problema de la el tiempo no tiene en cuenta los sentimientos
señora X, el profesional puede medir la canti­ de agotamiento de la señora X. Sin embargo,
dad y la calidad de reacciones interpersonales cada uno de los problemas que podamos
y compararlas con las reacciones de personas definir de manera específica contribuirá a la
que funcionan bien en una situación parecida. resolución de las dificultades de la señora X.
Frente a las diferentes situaciones, la señora Como podemos constatar, no hay una
X no podrá suministrar más que un número sola forma de definir los problemas. Las
limitado de respuestas, número que tal vez definiciones son funcionales. Nos muestran
sea inferior al deseado por el profesional pero el único vínculo existente entre los diferentes
que corresponde al nivel de eficacia que en aspectos del problema. También reflejan la
estos momentos necesita la paciente. experiencia del paciente.
Me parece muy ventajoso también ser es­ Los problemas pueden ser definidos en
pecífico en la definición de los diferentes as­ términos de las situaciones en las cuales
pectos del problema y de las relaciones entre aparecen. Toda definición que nos aporte
estos aspectos. Cuanto más específica sea elementos sobre los cuales podamos traba­
la definición del problema, más específicos jar nos servirá. Cuanto más específicos sean
serán los objetivos y las actividades relacio­ los términos, más fácil resultará concretar el
nados con este. Si el profesional se siente problema.
incapaz de ayudar al paciente mediante la Una vez definido el problema, será más
escucha activa, de centrarlo y de ayudarle a fácil elaborar los objetivos y las actividades.
concretar el problema, la exploración de este
resultará incompleta. En definitiva: una ex­ ACTITUDES DEL PROFESIONAL
ploración adecuada del problema conduce a
DURANTE ESTA FASE
una definición adecuada de este.
Hay situaciones en las que puede ser difí­ Tomamos como marco de referencia la
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

cil definir el problema. En este caso, el profe­ psicología humanista de C. Rogers y de R.


sional puede pasar a las etapas siguientes de Carkhuff. Esto no quiere decir que vayamos
la resolución. En efecto, para ciertas personas a desconsiderar otras corrientes psicológicas.
que experimentan grandes dificultades para Pero creemos que es la psicología humanista
explorarse y comprenderse, será más opor­ la más adecuada para establecer la relación
tuno franquear las etapas activas que insistir de ayuda en el campo de la salud.
en la exploración y la comprensión. Estas La psicología humanista considera al ser
etapas más activas van a permitirle clarificar humano como un individuo en evolución,
su problema poco a poco. Estas etapas son activo y único.
las que, centrados en el paciente, le vamos a Vamos a considerar de forma sintética
proponer, para que nos diga lo que le ayuda­ algunas actitudes que, si los profesionales
ría en estos momentos a sentirse mejor para las respetan, ayudarán al paciente durante
ir enfrentándose a su problema. esta fase de la relación de ayuda.

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184 SECCIÓN | III La relación de ayuda

Apertura de espíritu Paciente: «Sí, así es».


Profesional: «Por su voz, y por cómo me
El humanismo propone la honestidad y la lo dice, tengo la impresión de que se siente
apertura de espíritu en las relaciones huma­ muy triste».
nas. Dentro de este marco de referencia hu­ Paciente: «Es que ya no puedo más, y
manista, la relación entre el profesional y el necesito que alguien me escuche…».
paciente se plantea como una experiencia de
respeto mutuo. El profesional debe adaptarse
al paciente a fin de que este se sienta libre pa­ Aptitud negociadora
ra expresarse abiertamente como individuo.
Cada aspecto del comportamiento verbal y Según la teoría humanista, el paciente es
del que no lo es (paralenguaje) es válido para libre, capaz de tomar decisiones. Es también
motivar o inhibir al paciente en la consecu­ un ser único con experiencias subjetivas.
ción de su desarrollo personal. Por ejemplo: En la relación de ayuda, el paciente puede,
en cierto modo, elegir el tipo y la duración
de la relación, entendida como continuidad,
Profesional: «Estoy de servicio esta noche». no la relación inmediata en la que, como he­
Paciente: «Me gustaría hablar con al- mos dicho al hablar de la comunicación, hay
guien, lo necesito». que fijar el tiempo. Sin embargo, en cuanto a
Profesional: «Sí, entonces usted puede
hablar conmigo, si lo desea».
la duración debemos hacer dos observaciones
importantes:
Aquí aparece muy pobre la primera fase 1. Si la acogida es buena, la verdadera
de la relación: la acogida del paciente. Esto demanda o la demanda latente aparece
puede provocar inmediatamente dos actitudes con más rapidez, por lo que la entrevista
por parte de este: primero, un incremento de y, principalmente, todo el proceso de la
su ansiedad y su duda; segundo, una demora relación durará menos.
en la aparición de la verdadera demanda. 2. El profesional debe ayudar al paciente a
sentirse responsable del trabajo «terapéu­
tico».
Paciente: «Mire usted, yo tengo un proble-
ma y no sé cómo resolverlo. Me gustaría Esta relación debe vivirse como una forma
hablar con alguno de vosotros [voz baja de intercambio mutuo y recíproco, con cola­
como la de alguien que está depresivo y boración y honestidad personal.
teme ser escuchado]».
Profesional: «Sí, puede hablarme…
[silencio]. ¿Qué le sucede?». Compromiso
El profesional se compromete a ofrecer a los
Vemos claramente que, al escuchar al pacientes parte de su tiempo y su energía. In­
paciente, este manifiesta un estado de ansie­ cluso aunque no exista, en ciertas situaciones,
dad y de ambivalencia. El profesional, con su un verdadero contrato terapéutico, esto no
actitud interrogadora y no de feedback, quiere quiere decir que pueda actuarse a la ligera.
entrar muy rápidamente en el problema del En cierta forma, él debe delimitar la relación
paciente, no respeta su ritmo ni la compren­ y el tiempo, así como la energía empleada.
sión de su estado de ansiedad o de angustia, El profesional puede a veces percatarse
lo que hace que el paciente necesite cierto de las dificultades del funcionamiento del
tiempo para poder expresar la verdadera de­ paciente. Si es inexperto(a), puede llegar a
manda. Creemos que lo podía haber hecho ser inconscientemente cómplice y negar o
de la manera siguiente: ignorar determinadas dificultades de funcio­
namiento y, por consiguiente, mantener una
Profesional: «Me dice que tiene un pro- comunicación superficial o social. Esta acti­
blema y que le gustaría hablar con alguno tud desconoce el abatimiento, la hostilidad, la
de nosotros». impotencia o la ansiedad del paciente.

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Capítulo | 11 Segunda fase de la relación de ayuda 185

El profesional que evita los sentimientos a hablar con un psiquiatra o a hacer una
del paciente no se implica suficientemente en psicoterapia, ¿no cree?».
la relación (no olvidemos que una buena co­
municación tiene en cuenta tanto el contenido Acabamos de ver en este extracto de en­
como el sentimiento que la acompaña). Pero trevista cómo el profesional, en el momento
la actitud contraria puede también representar en que encuentra cierta dificultad en la en­
un problema para el profesional. Es decir, el trevista, antes de escuchar y profundizar en la
profesional que se implica exageradamente demanda del paciente con el fin de entender
en una relación puede, o bien sentirse dema­ claramente el problema, le propone una ayu­
siado preso de sus emociones y sentimientos, da por parte del psiquiatra. No negamos que
o bien responsabilizarse de la «curación» del en ciertas ocasiones sea lo más conveniente,
paciente. En el primer caso, el profesional no pero nos parece demasiado prematuro que
ayuda, pues no guarda la pertinente distancia el profesional evite las primeras dificultades
terapéutica, se ve inmerso en el sistema del en la relación con el paciente remitiéndolo a
paciente; en el segundo caso, tal relación otra persona. En este sentido, decimos que
hace que el paciente pierda confianza en sí el profesional no asume su responsabilidad,
mismo, en su propia credibilidad y en su sino que huye de ella, y sabemos que en la
poder decisorio. mayoría de los casos el paciente no va a recu­
El profesional debe mantenerse atento, rrir al psiquiatra, pues pensará que lo están
tanto durante como después de la entrevista, tratando de loco y él no está loco.
para situarse adecuadamente ante el paciente.
Calidez humana
Responsabilidad
Para ser cálido, el profesional debe ver al
En la relación interpersonal, la responsabi­ paciente como persona, independientemente
lidad personal reside también en el contrato de toda evaluación de sus comportamientos
terapéutico entre el profesional y el paciente. o de sus pensamientos. Permite al paciente
Todos los profesionales (en particular, los vivir experiencias y emociones personales,
que carecen de experiencia) se sienten con­ sean cuales sean, sin intentar en ningún
frontados a problemas de conciencia cuando momento dominarlo, juzgarlo o criticarlo.
se percatan de que los hábitos y los compor­ Por su calidez y cordialidad no posesiva, por
tamientos de los pacientes son desagradables, el tono de su voz y por sus actitudes, trans­
por lo que usan mecanismos de defensa o mite al paciente el siguiente mensaje: «Yo
establecen una comunicación poco funcional. estoy aquí para responder a sus necesidades
El profesional debe afrontar con satisfacción y para facilitar su evolución, no la mía». Una
el problema de la responsabilidad. Debe atmósfera de intimidad puede entonces de­
clarificar cuál es su responsabilidad. Por sarrollarse y ser compartida implícitamente
ejemplo: por el profesional y el paciente, lo cual va a
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favorecer en este último la confianza para


Paciente: «Usted sabe, señora, que me gus-
confrontarse y ver con más claridad su pro­
taría hablar con usted… Me siento muy tris- blema (Kinget, 1976).
te y en un estancamiento de mi vida, no veo
cómo puedo salir de él». Otras actitudes
Profesional: «Sí, en el fondo usted dice
que vive situaciones difíciles y que no sabe Autenticidad, empatía, concreción,
cómo afrontarlas». escucha activa…
Paciente: «Sí, eso es. Pero además, hace
ya algunos días que me siento depresiva, Otros aspectos de la filosofía humanista
que no tengo ilusión, la vida no me dice que nos parecen particularmente pertinentes
nada…». tener en cuenta durante la relación de ayuda
Profesional: «Bien, me parece que son la autenticidad y la «espontaneidad», la
quizá lo mejor en su situación es que vaya empatía, la escucha activa, etc., de las que

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186 SECCIÓN | III La relación de ayuda

hablábamos al abordar la comunicación. El cuando estos son semejantes a los que ha


profesional debe crear una atmósfera que vivido o vive el profesional. Por ejemplo:
pueda facilitar y permitir al paciente la ex­
presión de su ansiedad, tristeza, lloros o «El profesional que no soporta sus senti-
alegrías. mientos de depresión no será muy eficaz
Las manifestaciones de alegría y el re­ al ayudar a un paciente depresivo. Solo
conocimiento de las habilidades, talentos podrá favorecer el crecimiento personal
y capacidades del paciente son elementos del paciente en la medida que entienda y
a menudo descuidados y, sin embargo, los atienda su propio crecimiento personal.»
consideramos esenciales en la relación.
El profesional debe estar atento para po­ Ser auténtico significa ser uno mismo en
der detectar los elementos imprevistos que el momento presente, sin negar las propias
puedan surgir espontáneamente en su trabajo emociones, sin presentar una máscara pro­
de relación de ayuda. fesional y respondiendo con sinceridad y no
Debe también tomar conciencia e iden­ a la ligera o a la defensiva.
tificar sus emociones personales sin tratar La autenticidad no implica que el profe­
de negarlas. sional deba manifestarse completamente o
Los formadores de los profesionales de­ que se sienta obligado a responder a todas
ben reconocer que uno de los problemas más las cuestiones que le planteen los pacientes;
graves que aparecen durante el aprendizaje es se supone que ha de ser capaz de expresar
la inmadurez emocional en el compromiso sus verdaderos sentimientos cuando desee
con los pacientes. Durante la formación se hacerlo. También debe ser capaz de admitir
deben incluir experiencias que permitan au­ sus faltas y sus errores ante el paciente.
mentar la eficacia «terapéutica» y desarrollar Para que la relación de ayuda sea posible
la madurez del profesional. y eficaz, el profesional no puede contentarse
Otro factor que también debemos con­ con actuar como:
siderar es el valor del vínculo terapéutico
1. Si él experimentara sentimientos cálidos
constituido entre el profesional y el paciente
hacia el paciente.
en la relación de ayuda. La identidad perso­
2. Si se abstuviera de juzgar.
nal de los dos participantes no se considera
3. Si aceptase al paciente tal cual es.
algo fijo y estable, sino más bien un proceso
4. Si quisiera que el paciente dirigiera la
dinámico que evoluciona por interacción
entrevista, etc.
entre ambos. El profesional y el paciente
deben evaluar esta interacción con cierta Es necesario que el profesional sienta verda­
frecuencia. Es necesario explorar e intentar deramente lo que manifiesta (Kinget, 1976).
identificar de forma específica el significado Si el profesional no llega a establecer
de las palabras, de los gestos, de los sucesos una actitud auténtica, empática y de es­
y de las diversas situaciones para intentar cucha con el paciente, deberá enviarlo a
determinar el sentido que tienen para el otro profesional. Cuando el profesional no
paciente. se expresa con autenticidad y empatía se
En general, los profesionales trabajan con deteriora la relación, que resulta ineficaz
los pacientes sobre elementos significativos e incluso perjudicial. En este caso debe
de la vida personal de estos. De aquí la im­ recurrir a la supervisión para corregir di­
portancia de que se conozcan bien y de que cha situación.
realicen su propia interacción personal, pues La concreción implica también, para el
estos valores son recursos importantes en la profesional, que utilice términos precisos y
relación de ayuda. simples más que términos generales y de abs­
Para actuar con eficacia, el profesio­ tracciones vagas.
nal debe poseer las habilidades necesarias Una buena escucha activa, con lo que
para tratar los «síntomas» del paciente y para implica de feedback y de resumen, favorece
ayudarle a resolver sus problemas, incluso la concreción.

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Capítulo | 11 Segunda fase de la relación de ayuda 187

Inducción de respuestas de una forma que yo llamo sórdida. En fin,


que yo llamo… él… me pidió venir, él vino
En conjunto, podemos decir que el feedback y… enseguida lo que él quería… era acos-
es lo opuesto a la inducción de respuestas. tarse conmigo, eso es todo [dice esto como
Diferentes autores definen la inducción alguien que se libera de un gran peso]».
de respuestas como: la pregunta tal y como Profesional: «Y usted consintió [de nue-
es planteada y la intervención verbal tal y vo interpreta e induce la respuesta de la
como es formulada, e incluso ciertos compor­ paciente]».
Paciente: «Mmm… Sí, yo lo dejé hacer,
tamientos no verbales orientan la respuesta
lo dejé hacer. En fin, yo… La cosa no fue
del paciente. bien. Él dijo que era… que había sido… Yo
El profesional provoca este fenómeno dije que había sido por mi culpa y él dijo:
generalmente de forma inconsciente o invo­ “Sí, verdaderamente es porque tú no haces
luntaria y se comunica a través de la voz, la nada para…”. ¡Uf! [gran expiración]. ¡Uf!…
mímica, la mirada, el gesto, la actitud general En fin… “Tú no haces nada por ti misma,
que orienta la respuesta del paciente sin que tú te quedas, te quedas…” [suspira]. ¡Uf!
este sea consciente de tal sugestión. [algunos segundos de pausa]».
Estas sugestiones no conscientes e invo­ Profesional: «Impasible [interpreta e
luntarias provienen del sistema de conceptos induce la respuesta de la paciente]».
Paciente: «Impasible, sí…».
y valores referenciales del profesional, así
como de sus actitudes implícitas en la rela­
ción con el otro. Por ejemplo:
Algunas inducciones de respuesta que
no facilitan la expresión del paciente
Profesional: «Buenos días, señorita».
Paciente: «Tengo un problema… yo C. Rogers define cinco actitudes o tipos de
he tenido con… la última vez que vi a mi intervención verbal del terapeuta que de­
novio, ¿sabe usted…?». sencadenan las inducciones y que tienen en
Profesional: «Sí, y…». común el hecho de no facilitar la expresión
Paciente: «Más o menos, ¿cómo lo diría? del paciente.
He tenido una relación que más o menos he
roto varias veces, pero no tengo valor para Respuestas de evaluación
dejar de verlo definitivamente». o juicio moral
Profesional: «Sí, es como una especie de
dependencia para usted [interpreta e induce Aconsejar. Consiste en hacer referencia a
la respuesta de la paciente]». normas, a valores. Este tipo de respuesta
Paciente: «Es una especie de dependen- expresa un consejo moral o moralista: una
cia, y… ¡Uf! [fuerte espiración] ¡Uf!… yo prevención, aprobación o desaprobación, etc.
creo que… tengo la impresión de que… me Esta respuesta incita en el paciente una
siento atrapada. Yo creo que… mmm… no de las siguientes reacciones: inhibición, cul­
puedo creer que él no me quiera, pero yo pabilidad, rebelión, disimulo, angustia. Por
creo que… yo creo que le quiero». ejemplo:
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Profesional (tras un silencio de algunos


segundos): «Y usted desearía creer que él la
quiere… [interpreta e induce la respuesta Profesional: «Usted ha manifestado el de-
de la paciente]». seo de hablar conmigo. Bien, dispongo de
Paciente (en voz baja): «¡Uf!… ¡Uf!… media hora para estar con usted».
No. Yo no sé lo que me gustaría. Yo… yo Paciente: «No sé cómo empezar… Mi
sobre todo estoy obsesionada desde la marido está con otra mujer… Hace un mo-
última vez, desde la última vez que vino mento, cuando se ha marchado a verla, le
a mi casa». he dicho: “Estás colado por ella”, y él me ha
Profesional: «¿Le ocurrió algo desagra- dicho: “Bien, déjame con mi enfermedad,
dable? [interpreta e induce la respuesta de ya pasará”. ¿Comprende? Él se da cuenta,
la paciente]». comprende; porque un joven como él que
Paciente: «Sí…, ¿sabe usted?… Aque- está todavía bien y que tenga una relación
llo terminó de una forma, de una forma, con una mujer que tiene tres niños, ¿usted

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188 SECCIÓN | III La relación de ayuda

cree que eso puede durar?, y que siga divir- Paciente: «Buenas tardes. Me gustaría
tiéndose de esa forma…». que me informara acerca de algún lugar
Profesional: «Bueno, déjele que se di- donde se ayude a los toxicómanos [hombre
vierta, porque usted no puede hacer dema- joven]».
siado, ya se le pasará, ¿no? [un consejo y Profesional: «Esto quiere decir que usted
un juicio que no proceden]». tiene problemas y toma drogas [interpreta]».
Paciente: «Pero es que llega un momen- Paciente: «No, es para un familiar [dice
to… en el cual…, es decir, que él continúa con bastante timidez]».
yendo allí solamente porque ha visto que yo Profesional: «Usted está pasando por
no soy capaz de ir a ver a esta mujer, ella un mal momento, ¿no es cierto? [induce]».
me insulta y yo me callo…». Paciente: «Mmm, pero…».
Profesional: «No, evidentemente usted Profesional (interrumpiendo al paciente):
no tiene nada que hacer con esa mujer. «Ya veo…, usted desea entrar en un progra-
Yo no sé cómo a ella no le da vergüenza… ma de desintoxicación, de rehabilitación,
[consejo y juicio, no le responde mediante ¿no?».
un feedback ni se centra en ella, por ejem- Paciente: «Pero…».
plo, diciéndole: “¿Qué cree que le ayudaría Profesional: «Sea lo que sea, está bus-
en esta situación?”]». cando ayuda, entonces voy a proporcio-
Paciente: «Tiene usted razón». narle la documentación relacionada con
Profesional: «Bueno, continúe así, en las comunidades toxicómanas».
todo caso usted no debe hacer nada con Paciente: «Sí, gracias…».
esa mujer [consejo]».
El profesional no ha permitido que el
En la escala de medida de la empatía, este paciente exprese su demanda latente, sino
profesional se encuentra en el nivel 1; cree­ que la ha juzgado e interpretado.
mos que esta forma de abordar la relación no
solo no facilita la ayuda, sino que es nociva. Respuesta de apoyo
Este tipo de respuesta pretende ofrecer al
Respuesta interpretativa paciente ánimo y consuelo. Se considera
natural pensar en lugar del otro. Se trata de
El profesional pone el acento en algún aspec­ tranquilizar, consolar al otro, restar importan­
to que él considera esencial. En este tipo de cia a su problema (recordemos los obstáculos
respuestas, el profesional proyecta su propia a la comunicación descritos al hablar de la
forma de comprender, su elección personal comunicación).
o su teoría. Es una respuesta excesivamente pater­
Esta respuesta induce en el paciente un nalista.
sentimiento de incomprensión, de sorpresa, Las reacciones inducidas en el pacien­
pues él no siente que la respuesta esté muy te son:
relacionada con su demanda.
Otras posibles reacciones del paciente 1. Deseo de dependencia, de sumisión, de
son: ser guiado.
2. O bien rechazo al sentir que el profesio­
1. Desinterés para continuar la comunica­ nal manifiesta compasión o piedad por él.
ción, ya que no se siente comprendido.
2. Aparentar estar de acuerdo o fingir. Es una actitud en la que se espera que todo lo
3. Irritación latente que puede llegar a ma­ haga el profesional; por tanto, el paciente no
nifestarse. continúa con la exploración de su problema.
4. Bloqueo en la reacción ante la incom­ Por ejemplo:
prensión del profesional.
Por ejemplo: Profesional: «Buenos días [tono que parece
indicar fatiga]».
Paciente: «Buenos días, por favor [aire
Profesional: «Buenas tardes, ¿cómo ha pa- de duda], usted, ¿usted podría escucharme
sado la tarde?». un momento?».

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Capítulo | 11 Segunda fase de la relación de ayuda 189

Profesional: «Sí, claro que sí, yo estoy al paciente, ya que le aborda en su inti­
aquí para eso». midad sin pedirle permiso y, además, no
Paciente: «Bueno, me siento muy mal, utiliza la información recibida.
cada vez tengo más dolores de espalda, esto
2. Si queremos obtener alguna información
me impide trabajar y me hace sentir muy
deprimida».
por curiosidad, nos parece que lo más
Profesional: «Mujer, tiene que animarse, honesto sería decirle al paciente: «De­
pensar en cosas buenas, ya verá como todo seo hacerle una pregunta por curiosidad,
va a pasar». (El profesional con esto intenta ¿querrá responderme?».
tranquilizar a la paciente, pero minimiza el 3. También puede ocurrir que el profesional
problema y el sentimiento de la paciente, pregunte con la intención de obtener una
por lo que no solo no ayuda, sino que hará respuesta determinada; por consiguiente,
que la paciente no siga hablando al no no escucha las respuestas que le da el
sentirse comprendida; una respuesta más paciente.
adecuada por parte del profesional hubiera
4. A veces el profesional plantea preguntas
sido, mediante feedback y empatía, decirle,
por ejemplo: «Me imagino lo duro que tiene
que interrumpen y confunden al paciente
que ser para usted ver que no mejora y que y que a menudo le incomodan, ya que no
esto le impide trabajar. ¿Qué cree que le sabe qué responder o si las ha respondido
ayudaría para sentirse menos deprimida?»). bien o mal.
5. Muchas preguntas carecen de sentido o,
Fácilmente constatamos que esta for­ cuando menos, en nada facilitan la buena
ma de dirigir la relación no es adecuada; marcha de la entrevista. Por esta razón, el
intenta de alguna manera apoyarla e in­ profesional debe reflexionar antes de pre­
cluso tratar de comprenderla, pero no se guntar a fin de tener claro por qué quiere
centra en la demanda de la paciente y qué es hacer esa pregunta o qué pretende con ella.
lo que esta espera del profesional. 6. Otras veces las preguntas responden a la
propia ansiedad del profesional, y tam­
Respuestas investigadoras bién sirven para llenar el tiempo, pues
el profesional no sabe cómo abordar los
Hay profesionales que creen que su función
silencios.
principal en la entrevista consiste en plantear
7. Cuestionar o preguntar —salvo cuando es
preguntas.
necesario obtener una información com­
A primera vista, su razonamiento puede
pleta o aclarar algún aspecto del mensa­
ser el siguiente: hacer preguntas muestra
je— muestra que el profesional persigue
interés por la situación o el problema del
siempre un objetivo concreto, incluso si
paciente; por tanto, cuantas más preguntas
este es erróneo.
haga, más eficaz será la entrevista.
8. A través de las preguntas el profesional
Toda pregunta que hagamos al paciente
conduce al paciente donde desea, pero
debe acompañarse de una explicación de
¿coincide con el objetivo del paciente?
por qué se la hacemos. Esto clarificará si
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

la pregunta se le hace por curiosidad o por Y pueden producir las siguientes reacciones:
necesidad de obtener el máximo de infor­
1. Cuando el profesional pregunta demasia­
mación para poder ayudarle mejor (recor­
do, el paciente puede sentirse «acosado»,
demos a este respecto lo dicho al hablar de
y esto provocará cierto malestar durante
la comunicación).
la entrevista.
Además, somos muy reticentes ante es­
2. Si el profesional interroga continuamente,
ta forma de dirigir la entrevista porque el
corre el riesgo de convertir la entrevista
paciente se siente interrogado y sin saber
en un interrogatorio policíaco: preguntas
adónde quiere llegar el profesional.
y respuestas. Uno espera la pregunta, el
Las razones son las siguientes:
otro la respuesta, sin que el paciente
1. Puede ser que el profesional pregunte por disponga de la libertad necesaria para
curiosidad. En consecuencia, no respeta decir lo que desea.

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190 SECCIÓN | III La relación de ayuda

3. Otra reacción: consiste en orientar al 4. Para clarificar la dimensión de la de­


paciente hacia detalles que le interesan manda.
al profesional. Por eso el paciente deja
de expresar lo que experimenta y adopta ¿Cómo formular las preguntas?
una actitud pasiva, la de responder a un 1. Preguntas abiertas: permiten al paciente
interrogatorio. En este caso el profesional una gran libertad de respuesta.
se olvida de que el centro de su relación 2. Preguntas cerradas: limitan las posibilida­
es el paciente. des de respuesta. Eliminan con frecuen­
4. El paciente también puede reaccionar cia matices importantes.
con una cierta agresividad a lo que per­ 3. Preguntas que inducen la respuesta es­
cibe como una curiosidad inquisidora perada: limitan la autoexploración del
por parte del profesional o como un paciente.
juicio implícito que no dice lo esencial 4. Preguntas que imponen determinadas res­
o que no es consciente (esto provoca re­ puestas: el paciente tiene la impresión de
acciones de inhibición y de cerrarse a la sentirse acorralado.
relación).
Por lo que acabamos de decir, creemos que
5. Otra reacción es creer que lo que el pa­
es conveniente utilizar preguntas abiertas en
ciente dice no tiene importancia, el pro­
lugar de las cerradas, y simplificando mucho:
fesional manifiesta y enjuicia lo que es
lo importante es que el profesional le expli-
importante o no.
que al paciente el porqué de sus preguntas
6. Esta forma de dirigir la entrevista nos
(ya sean estas abiertas o cerradas). De esta
hace olvidar el objetivo de esta segunda
manera evitará que el paciente pueda inter-
fase de la relación, que consiste en ayudar
pretar, de forma errónea, el porqué de su
al paciente a ver su problema de forma
pregunta.
más clara. Los profesionales que hacen
demasiadas preguntas las realizan porque Preguntas directas y preguntas
ellos mismos las necesitan y desvían así implícitas
al paciente de su capacidad de autoex­
ploración. 1. Directas: manifiestan claramente una
7. Otra reacción posible es provocar en el demanda de información. Por ejemplo:
paciente una actitud de pasividad: puede «¿Qué quiere decirme usted con “mi
llegar a sentirse humillado, pues duda de mujer siempre tiene razón”?».
su capacidad de autoexploración. 2. Implícitas: son las preguntas que no
8. Si el paciente acepta ser cuestionado es demandan una respuesta, pero ayudan
porque, probablemente, piensa que el a atraer la atención del paciente. Por
profesional sabe qué es lo necesario para ejemplo:
resolver su problema, lo cual aumenta la
pasividad del paciente, al esperar que el «No estoy seguro de haber comprendido
profesional resuelva su problema. lo que quiere decirme con esta frase: “Mi
9. El problema que se le presenta al pro­ mujer siempre tiene razón”.»
fesional es saber qué hacer con toda la
información que ha recibido del paciente.
Preguntas dirigidas a los sentimientos
¿Cuándo debe hacer preguntas Hemos señalado que una buena comuni­
el profesional? cación tiene en cuenta tanto el sentimien­
1. Cuando no ha comprendido lo que el to como el contenido. Observamos que la
paciente acaba de decirle. mayoría de los pacientes hablan de conte­
2. Cuando duda haber comprendido bien lo nidos pero no de los sentimientos que los
que le ha dicho el paciente. acompañan. El profesional no debe olvidar
3. Cuando el profesional desea que el pa­ preguntar al paciente lo que siente al expre­
ciente profundice en lo que ha dicho. sar un determinado contenido (recordemos

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Capítulo | 11 Segunda fase de la relación de ayuda 191

que el sentimiento nos da la importancia y un consejo para poner fin al problema y, al


la gravedad que otorgamos al contenido). mismo tiempo, a la entrevista.
Por ejemplo: El paciente puede tener la impresión de:
1. Que se quiere desprender de él.
«Usted dice que su marido es celoso. ¿Po- 2. Que se le considera una persona incapaz
dría decirme qué siente interiormente frente de hacer frente a las situaciones por sí
a esta actitud de su marido?» misma.
3. Sentirse tratado como un irresponsable.
Creemos que las preguntas encaminadas 4. Tener que elegir la solución propuesta
a clarificar los sentimientos ayudan mucho por el profesional, aunque no la compar­
porque permiten: profundizar en el problema, ta; de aquí la dependencia y la posibilidad
verificar la gravedad del problema, verifi­ de depositar toda la responsabilidad de
car la relación entre el contenido verbal y esta solución en el profesional.
el no verbal, ayudan durante los silencios a 5. Responder a la vez a lo positivo y a lo
continuar la autoexploración y permiten la negativo.
emergencia de las emociones: tristeza, llanto,
alegría, cólera, etc. Por ejemplo: Las respuestas del profesional deben reflejar
también los recursos positivos del paciente;
esto es particularmente importante al princi­
Profesional: «Buenas tardes [la mujer llora y pio, ya que el paciente se siente amenazado
gime fuertemente]. Llore, llore todo lo que por el descorazonamiento, la baja estima de
quiera, no pasa nada, yo espero [con una sí mismo o su estado depresivo.
voz muy comprensiva]… [silencio]».
Paciente: «Me han dicho que… tengo
Los pequeños éxitos, identificados o
cáncer [llora y gime muy emocionada]». esclarecidos por el profesional, permitirán
Profesional: «Mmm… Sí, mmm… sí». al paciente continuar esforzándose y tener
Paciente (continúa llorando muy fuerte): confianza en sí mismo para poder salir de
«… Y tengo miedo… No sé qué hacer…». su situación.
Profesional: «¿Tiene miedo de la quimio-
terapia? [induce una verdadera respuesta]». Paciencia y competencia
Paciente: «No, tengo un niño y no sé Si escuchamos las diferentes entrevistas con
qué voy a hacer… [dice algo llorando que pacientes que revelan dificultades, vemos
no se entiende]». por qué son necesarias la paciencia y la
Profesional: «Se siente muy agobiada al
no saber con quién dejar a su hijo».
competencia. Sorprende el número, mu­
Paciente (continúa llorando): «Sí… soy cho más considerable de lo que se cree, de
madre soltera y yo no sé qué voy a hacer dificultades personales que encuentran las
[continúa llorando]». personas consideradas normales para desa­
Profesional: «¿No tiene más familia que rrollar sus actividades cotidianas e, incluso,
se ocupe de su hijo?». para asumir funciones que implican grandes
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Paciente: «No, y no sé cómo voy a hacer responsabilidades.


[sigue llorando]». Con frecuencia no apreciamos los pro­
Profesional: «Me imagino la ansiedad blemas de los otros, salvo que nos los revelen
que le tiene que crear esta situación». en la confidencia hospitalaria. Los pacientes
a veces sufren y se sienten muy solos, hasta
extremos críticos. Ocurre que nadie se da
Respuesta facilitadora cuenta de ello: la familia, incluso los mejores
Consiste en proponer al paciente una idea amigos, no tienen ni idea de lo que les pasa.
para que salga de la situación conflictiva. Sus dificultades personales son frecuentes
Por ejemplo: con frecuencia el profesio­ y no siempre encuentran a alguien que les
nal envía al paciente al médico o al psiquiatra escuche.
del hospital, pues cree que él no puede ayu­ En nuestra sociedad se necesita ayuda
darle. En otras ocasiones ofrece al paciente personal. Esta necesidad se aprecia en mu­

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192 SECCIÓN | III La relación de ayuda

chas de las personas que se cruzan en nues­ entrevistas de ayuda nos sorprende constatar
tro camino, lo que lleva a estar muy atento que una entrevista o una serie de entrevistas
al diálogo que se tiene con ellas. Es preciso, pueden tener éxito cuando el profesional se
particularmente, porque la posición que ocu­ contenta con estas respuestas, de feedback
pa el profesional puede darles la ocasión o de simple aceptación. ¿Cómo explicarlo?
de pedir ayuda. La primera razón es, sin duda, que el
Si las personas piden ayuda, es necesario profesional respeta profundamente a la
admitir la posibilidad de que existan proble­ persona que está frente a él y se lo trans­
mas serios —aunque nada hasta ese momento mite, en especial gracias a la franqueza y la
nos lo haya indicado—. Es necesario aceptar calidez de sus expresiones. Otra explicación
y procurar a estas personas una relación que es que las personas capaces de escuchar a
les permita poco a poco encontrar su equili­ otras y de aceptarlas son relativamente raras
brio. Si estas personas pudieran resolver sus en nuestra sociedad. Encontrar un receptor
problemas fácilmente, o si pudieran abrirse atento y comprensivo —en lugar de un in­
libremente a alguien, tal vez no necesitarían terlocutor que se empeña en dar consejos
la ayuda del profesional. Pero ya que ne­ o reprimendas— es lo que más ayuda a la
cesitan comunicarse, como profesionales, persona a expresar sus dificultades y a exa­
estamos seguros de que ellas se enfrentan minarlas a fondo. En definitiva, se trata de
a dificultades que —por el momento— las aplicar las actitudes rogerianas de las que ya
sobrepasan. ¿Cómo ayudarlas? No simple­ hemos hablado.
mente diciéndoles lo que deben hacer, sino
permitiéndoles manifestar sus dificultades de Saber observar
forma que puedan clarificar bien todos los Recordemos lo que hemos mencionado en el
elementos. Estas personas se sentirán mejor capítulo dedicado a la observación.
en la medida en que encuentren soluciones Sabemos que el proceso de observación
más razonables. es considerado desde siempre como un ele­
mento esencial en la práctica de la relación
Aceptar de ayuda. La observación es un proceso in­
En esta segunda fase de la relación, el pro­ tensivo que exige concentración y habilidad
fesional aprenderá a manifestar, sin mostrar para recoger las informaciones accesibles a
acuerdo o desacuerdo con el contenido ex­ todos los sentidos.
presado, que acepta y comprende los pro­ Se trata de observar, sobre todo, el com­
blemas del paciente. Esto no es fácil, y no se portamiento verbal.
conseguirá sin gran esfuerzo. Lo más sencillo El comportamiento verbal ofrece con fre­
será manifestar reacciones elementales tales cuencia índices precisos del estado emotivo
como una ligera entonación o feedback que del paciente, así como de su modo de pensar.
animará al paciente a continuar. El paciente Se debe aprender a observar las carac­
siente así que puede apoyarse en el profesio­ terísticas generales del lenguaje, como el
nal y que es aceptado. timbre, la pronunciación, la fluidez, los sus­
Iremos más lejos en la aceptación si se piros, etc. Se observará también la rapidez del
le pide al paciente, a veces mediante una lenguaje y se la relacionará con la actividad
pregunta, que explique su problema: «¿No motora y los estados emocionales. Además,
querría decirme usted algo más?», o: «Esto debe observarse la calidad del lenguaje del
no está demasiado claro para mí, ¿querría paciente (cultivado o no, incoherente, lógico,
usted explicármelo un poco mejor?». sistemático, silencioso, etc.) con el fin de
Tales cuestiones no manifiestan acuerdo adaptarse a él.
ni desacuerdo, pero prueban que el profesio­ La observación del comportamiento
nal se interesa por los detalles del problema. verbal del paciente, así como de su paralen­
Más tarde, en la tercera fase, el profe­ guaje, permite deducir ciertos elementos de
sional puede permitirse confrontar, interpre­ su personalidad. Por ejemplo: si alguien se
tar, etc. Sin embargo, escuchando algunas queda parado durante la relación, pensaremos

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Capítulo | 11 Segunda fase de la relación de ayuda 193

que es una forma de expresar inhibición, que paciente, sino que interroga sin saber adón-
algo le molesta, le bloquea. Si alguien cambia de quiere llegar).
bruscamente de tema en el curso de la rela­ Paciente: «Ninguno».
Profesional: «¿Qué edad tiene usted?
ción quiere decir que intenta evitar afrontar
[sigue en la misma línea]».
algún aspecto. Paciente: «Treinta y cinco años».
Descubrir en todas nuestras actitudes un Profesional: «Pues entonces, rehaga su
sentido directo, expresivo. La sorpresa, la vida y no se preocupe más por él, no mere-
cólera, la agresividad, el miedo, la angustia, ce la pena. Pero, claro, tal vez es más fácil
la irritación, la exasperación, el nerviosismo, vivir dependiendo de él que asumiendo su
el placer, la satisfacción, el displacer, la ver­ vida…» (como vemos aquí, el profesional,
güenza, la nostalgia, etc., se expresan no solo en vez de escuchar con empatía, proyecta
mediante palabras, sino con frecuencia con su manera de ver las cosas haciendo jui-
algo más que palabras, por el tono, los sus­ cios de valor sobre el comportamiento de
la paciente).
piros, las risas, etc., y otros comportamientos
no verbales.
En un ejemplo como el que acabamos
de transcribir vemos que la paciente no se
Observar todos estos estados, y reflejárselos implica, porque la actitud del profesional no
al paciente diciéndole lo que pensamos o es de centrarse en la paciente atendiendo a
interpretamos, nos permitirá comprender
su demanda, sino que la juzga e interpreta,
que lo que está claro para el paciente tam-
bién lo está para mí, pues de lo contrario el
no muestra atención y observación hacia
paciente podría no sentirse comprendido. la paciente. Esto se manifiesta a través del
lenguaje verbal y no verbal del profesional.
El profesional también debe saber ob­ También conviene saber que el paciente ob­
servarse a sí mismo. No es suficiente con serva ambos lenguajes del profesional, aun
que observe a su interlocutor. Es necesario en los momentos de silencio de este.
también que se observe a sí mismo, por di­ El profesional debe saber observarse y
ferentes razones: observar las reacciones del paciente con el fin
de comprender lo que ocurre en la relación y
1. En principio, para no proyectar sobre el en la situación aquí y ahora. Debe saber con­
paciente sus propias opiniones, creencias, trolar las interacciones y sus actitudes de tal
sistema de valores..., etc. forma que obtenga, lo mejor posible, todo lo
2. Por otra parte, para distinguir las reac­ que el paciente desee comunicarle.
ciones que manifiesta la personalidad del
paciente de las que son producto de la Actitud estructurante de la entrevista
interacción con el profesional. El profesional debe tener una cierta estruc­
tura de la entrevista; aunque no sepa cómo
La observación nos exige estar atentos a desarrollarla detalladamente.
las actitudes rogerianas y de Carkhuff. A A menudo el paciente se siente confuso
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

continuación, observaremos lo que ocurre o interpreta mal las informaciones que recibe
cuando estas no están presentes en la relación durante la entrevista. Esto puede ser un signo
profesional-paciente. Por ejemplo: de ansiedad o de angustia, ya sea por la situa­
ción que está viviendo o por no saber cómo
(El profesional se siente fatigado, a conti- comenzar la entrevista. El profesional debe
nuación exponemos un extracto de la en- estar muy atento a este fenómeno con el fin
trevista. Se trata de una mujer que quiere de que el paciente no se angustie en exceso.
hablar con el profesional de los conflictos Es necesario estructurar la entrevista
que tiene con su marido.) para:
Paciente: «… Mi marido está con otra
mujer desde hace dos años». 1. Establecer una relación con el paciente.
Profesional: «¿Y tiene usted hijos?» 2. Mostrar un verdadero deseo de desangus­
(no escucha ni muestra empatía hacia la tiarlo.

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194 SECCIÓN | III La relación de ayuda

3. Recoger los datos pertinentes sin olvi­ más o menos perturbada de la realidad, o
dar: la presentación del problema, los sus disfunciones personales. Su rol consiste
acontecimientos provocadores de la particularmente en identificar y ofrecer un
demanda, la descripción de otros proble­ feedback sobre las reacciones del paciente,
mas que hayan influido en la situación sus posibilidades y su potencial. El paciente
de crisis; observar su funcionamiento puede utilizar su potencial para resolver
psicosocial y sus recursos en otras si­ positivamente sus problemas. Para que la
tuaciones similares, conocer el nivel relación pueda continuar es necesario que
actual de motivación para enfrentarse a esta alianza terapéutica se consolide, sobre
la situación, etc. todo cuando el paciente experimenta más
4. Analizar las informaciones ofrecidas por ansiedad y una cierta resistencia hacia los
el paciente. cambios interpersonales.
5. Evaluar su comportamiento cognitivo,
emotivo y de acción (profundizaremos ACTITUDES DEL PACIENTE
en estos aspectos en la tercera fase de la
DURANTE ESTA FASE
relación de ayuda).
6. Evaluar con el paciente su situación ac­ Durante esta segunda fase, el profesional
tual. puede mejorar la relación de ayuda con el
7. Desbloquear las resistencias iniciales del paciente si es consciente de las habilidades y
paciente y, tras valorar la primera fase de las actitudes de las que este dispone.
la relación de ayuda, ofrecerle los medios Entre las cualidades eficaces para obte­
adecuados para una intervención más ner éxito en la relación «psicoterapéutica»
positiva. consideramos que el profesional debe: des­
8. Establecer los aspectos prácticos de la pertar los sentimientos personales del pa­
relación. ciente; personalizar las emociones; el deseo
9. Estudiar con el paciente las diversas es­ de autoexploración y de cambio, así como la
trategias para solucionar su problema. habilidad para diferenciar la demanda, los
problemas, el contenido y los sentimientos
Recordemos lo señalado al referirnos a la co­
que le acompañan.
municación, donde exponemos que el profe­
En efecto, la eficacia en la relación te­
sional, al tener una entrevista con el paciente,
rapéutica dependerá en gran medida de que
debe tener claro el objetivo por el que va a
el paciente tome conciencia y se muestre
verlo y explicárselo.
motivado a asumir la responsabilidad de sus
Presentamos a continuación un esquema
emociones y sus actos.
a modo de ejemplo (tabla 11-1).
Ciertos pacientes actúan como si sus
problemas fueran totalmente externos e in­
Alianza terapéutica dependientes de su control, como una con­
Si el profesional utiliza las actitudes y las secuencia del destino, de la mala voluntad
aptitudes que facilitan la relación que aca­ o de la envidia de los otros, del azar o de la
bamos de abordar, y si el paciente posee voluntad de Dios. La relación terapéutica
un mínimo de cualidades y motivaciones puede ser aún más eficaz si el paciente re­
necesarias para implicarse en la relación, conoce las emociones como propias y si es
ambos pueden comprometerse en una alianza capaz de relacionarlas con el contenido que
terapéutica. En este compromiso relacional expresa y con sus propios comportamien­
terapéutico bilateral, el profesional actúa co­ tos. En muchos casos, los pacientes no se
mo una persona que busca verdaderamente enfrentan con las emociones que sienten;
encontrarse con el paciente. no las aceptan, o las atribuyen a otros o a
El profesional, al principio, centra de situaciones que les son ajenas. De este modo
manera consciente la relación sobre los as­ no se responsabilizan, pues ponen la causa de
pectos sanos y racionales del paciente para, a su problema en acontecimientos externos a
continuación, ayudarle a modificar su visión ellos y ante los que no pueden actuar. Esta es

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Capítulo | 11 Segunda fase de la relación de ayuda 195

TABLA 11-1  Ejemplo de las fases de la relación de ayuda


1.ª fase 2.ª fase 3.ª fase 4.ª fase
Acoger al paciente El paciente presenta Ayudar al paciente a Elaborar con el
«Buenos días...» su problema reestructurarse paciente los
o cualquier Cliente: «Me siento Profesional: «¿Cómo objetivos y
otra fórmula de muy sola y no sé piensa usted actividades
acogida qué hacer» enfrentarse a la Objetivos: Salir con
Profesional: «Si he soledad y a la de- las amigas
comprendido presión?» Actividades: Los
bien, su problema (De esta manera jueves, sábados
es la soledad el paciente nos y domingos, de
[feedback]» dirá lo que ha 17 a 22 horas
Cliente: «Sí, pues hecho ya o lo pasearme con
estoy muy que piensa hacer. mis amigas.
depresiva» (Aquí El profesional Para hacer esto
gracias al puede ayudarle telefonearé esta
feedback, el a reforzar lo que noche a las 21
cliente manifiesta ha hecho: llegar horas a dos de mis
su problema y a ser más realista, mejores amigas
la causa que lo encontrar con él
provoca. Con otros medios, o
el feedback el confrontarle entre
cliente puede lo que ha dicho y
continuar autoex- ha hecho...)
plorándose) Paciente: «He
pensado no ence-
rrarme demasiado
en mí misma, en
casa sin llamar a
las amigas...»
Profesional: «Muy
bien. Si usted
quiere, podemos
pensar un plan de
acción»
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la mejor manera de no cambiar, el pensar Actitudes negativas


que no pueden hacer nada para cambiar, o
que su bienestar depende de que cambien los Al principio de la entrevista, el paciente expre­
demás. sa con frecuencia que «todo es confuso» para
La relación terapéutica será más eficaz si él; no distingue qué va mal, si está soñando o
el paciente expresa más claramente su deseo es una pesadilla, y tampoco sabe cómo salir
de cambiar y de cooperar con el profesional, de esta situación. Expresa, al mismo tiempo,
más que mostrar resistencia al cambio. miedos, inseguridad y, con bastante frecuen­
Finalmente, el resultado mejora si el cia, hostilidad: él puede estar irritado consigo
paciente se siente capaz o desea aprender a mismo, contra los otros, contra el profesional
diferenciar entre sus problemas, sus preocu­ o contra determinadas situaciones, de tal
paciones y sus emociones, y si reconoce la manera que se siente en una situación en que
individualidad de estas. necesita crear vínculos, incluso aunque estos

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196 SECCIÓN | III La relación de ayuda

se creen a través de la agresividad o la cólera. modelos de comportamiento. El comporta­


También expresará pena y sufrimiento, que miento identificado se detalla para encon­
pueden ir acompañados de deseos de evasión trar el origen, la causa, el funcionamiento y
y de quejas porque los otros no responden a los efectos sobre el paciente y su entorno.
su afecto o lo rechazan. Los factores ambientales (familia, sistemas
Es frecuente que manifieste sentimientos políticos, economía o cultura) son entonces
de culpabilidad, de autocrítica, de autorrepro­ separados de los factores interpersonales.
che por haber obrado de manera irracional. Se puede decir que el paciente expone su
Esta clase de sentimientos pueden expresarse comportamiento a la luz del día y que exa­
en un gran número de primeras entrevistas. mina cada uno de los aspectos. Todos los
elementos de una forma de comportamien­
Actitudes positivas to se relacionan entre sí. En la medida en
que el paciente evalúe su comportamiento,
A veces, en la medida en que las actitudes del asimilará sus principales formas de vida
profesional socaven los sentimientos de des­ (tabla 11-2).
concierto o de hostilidad del paciente, la ex­ En este ejemplo de la tabla 11-2 se res­
posición de las necesidades positivas (amor, peta adecuadamente la escucha activa. Según
aceptación, seguridad, paz, confianza...) la escala de R. Carkhuff constatamos un nivel
comenzarán a hacerse presentes. Después 4 y 5. Esta actitud permite la autoexploración
de haberse detenido en sus dificultades, el del paciente.
paciente podrá entrever aspectos más po­ También aparece un buen nivel de empa­
sitivos, citar los éxitos obtenidos, evocar a tía, nivel 4, y de respeto, nivel 4. Los niveles
las personas que le quieren y le aceptan, así de concreción y de inmediatez son muy po­
como las situaciones en las que se siente sitivos, niveles 4 y 5.
seguro. Generalmente comprobamos que si la es­
La ausencia de estas expresiones positi­ cucha activa se respeta, la empatía, el respeto
vas es un índice de la gravedad del problema o la aceptación incondicional y la autentici­
personal. Si estas se manifiestan al principio dad también son respetados.
de la entrevista, entonces podremos decir, Acabamos de constatar, en este ejemplo
en general, que la situación no es demasiado citado, la reacción inicial del paciente (enfa­
grave y que la persona puede llegar a resolver dado con todos). El profesional le ha hecho
sus dificultades. tomar conciencia de la necesidad de evitar
En todo caso, el profesional con poca ciertos contactos interpersonales en situa­
experiencia debe estar atento para detectar ciones específicas. Puede ayudarle ahora a
las indicaciones positivas (confiar en que en evaluar lo que parece ser un comportamiento
el futuro tendrá éxito en lo que al principio general de aislamiento y sus consecuencias,
había fracasado, expresar la esperanza y a corto o a largo plazo.
el deseo de evolucionar, reconocer la exis­ Otra tarea que se presenta es el análisis
tencia de posibilidades no explotadas, y que de cómo el paciente intenta resolver los
puede aspirar a progresar, etc.), pues estas conflictos, es decir, cómo intenta específi­
se presentan, al principio, mezcladas en un camente reducir la ansiedad relacionada con
contexto negativo. A medida que el diálogo el conflicto. En la medida en que el paciente
avanza, la exposición de lo positivo y de lo describa su conflicto, utilizará, de manera
negativo se hará más evidente y, en la misma consciente o inconsciente, ciertos medios
entrevista, se podrán manifestar expresiones de defensa para disminuir la ansiedad que
positivas sin elementos negativos. siente. Si la relación elaborada entre él y el
profesional es válida, será capaz, durante esta
fase intermedia, de tolerar el aumento de su
Actitud de autoexploración
ansiedad, enfrentarse a ella con la ayuda del
El profesional colabora con el paciente profesional e ir haciendo frente a los meca­
para ayudarle a identificar sus principales nismos de defensa.

ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo | 11 Segunda fase de la relación de ayuda 197

TABLA 11-2  Ejemplo de ayuda a la autoexploración


Intervención Justificación de
Interacción del profesional la intervención
Paciente: «... ¿Sabe usted? Mis El profesional establece El reflejo del sentimiento
vecinos han comenzado a feedback sobre el aspecto anima al cliente a validar
molestarme. Desde que mi emotivo, con el fin de y a clarificar su respuesta a
marido murió y vivo sola, explorar la reacción del la situación
me telefonean sin parar cliente frente a la situación
para saber cómo estoy ...»
Profesional: «Usted parece
enfadada o irritada»
Paciente: «Yo no estoy irritada El profesional quiere que el Los elementos de clarificación
sino enfadada. Tengo la paciente clarifique cómo pueden facilitar la explo-
impresión de que ellos percibe esta situación en ración de la significación
se burlan de mí de todas ese momento que los acontecimientos
formas. ¿Por qué tienen específicos tienen para el
que preocuparse de mí? paciente
Creo que ellos no se
interesan por mí»
Profesional: «¿Qué motivos
tienen para llamarla?»
Paciente: «Para molestarme. El profesional relaciona de Los vínculos entre los
La gente lo hace siempre. forma precisa diferentes elementos de diferentes
Es lo mismo que me elementos de múltiples comportamientos
sucede en el trabajo con situaciones y comporta- pueden, progresivamente,
el señor del que le he mientos con la finalidad permitir discernir el
hablado anteriormente; de resaltar los puntos elemento común de los
él me molesta también, comunes comportamientos del
siempre se ríe. Me dice: paciente
“Buenos días” con una
sonrisa que detesto. Me
parece que se interesa por
mí, pero yo no quiero»
Profesional: «Usted me
habla de dos situaciones
en las cuales no desea
relacionarse con la gente:
sus vecinos y el señor
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

del trabajo. Son dos


situaciones diferentes.
¿Hay también otras
situaciones en las cuales
usted funciona igual?»
Paciente: «Sí, en el fondo, no
sé dónde estoy, salvo que
quizá me esfuerzo en evitar
a la gente. Yo vivo sola y
por el momento quiero
continuar así»

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198 SECCIÓN | III La relación de ayuda

La identificación y la exploración de los sentimientos, recuerdos y pensamientos. El


diferentes comportamientos, así como el paciente está en conflicto con los cambios y
análisis de los métodos de resolución de con­ los comportamientos que tienen por objetivo
flictos, hace surgir una nueva tarea de ayuda: modificar sus gestos y sus acciones. Incluso
intentar que el paciente tome conciencia de aunque los comportamientos del paciente
sus modos de comportamiento para favorecer nos parezcan erróneos, a él le resultan grati­
el crecimiento o la inhibición de su acción. ficantes y le permiten, a veces, disminuir su
Se le anima a analizar los comportamientos ansiedad y su enfado.
negativos que obstaculizan la gratificación de En una situación de resistencia, nos
sus necesidades fundamentales. preguntamos cómo la persona reacciona es­
La determinación de la dinámica del pa­ pecíficamente y qué supone esto respecto a
ciente continúa durante esta etapa de trabajo. nuestro comportamiento. Esta actitud nos
indica que estamos a punto de perder el con­
Actitud de huida o de negación tacto con el paciente y que es el momento de
reajustar la forma de comunicarnos con él
a continuar la entrevista para llegar a una mejor sincronización.
Hay diferentes formas de huir durante la en­ El profesional debe estar muy atento y, más
trevista: que decidir si un paciente se resiste demasiado,
no está motivado o está demasiado bloquea­
1. Mediante insultos o con burlas hacia el
do, deberá preocuparse en primer lugar por
profesional.
verificar cómo está conduciendo la entrevista:
2. Evitando continuar abordando el pro­
los medios que utiliza para crear el contacto y
blema que se acaba de evocar.
establecer la relación, ¿son los adecuados en
3. Con una excusa, por ejemplo: «Va a lle­
este momento? ¿Está practicando la escucha
gar mi marido».
activa y la empatía? O por el contrario, le está
4. Mediante excesivas preguntas al profesio­
juzgando o imponiendo su manera de ver las
nal y, al hablarle demasiado, dificultar su
cosas. Debe explorar su elasticidad de fun­
intervención.
cionamiento y su creatividad para encontrar
5. Pidiendo al profesional soluciones muy
formas que obtengan las reacciones deseadas.
precisas, con el fin de evitar autoexplo­
Una actitud calificada con frecuencia de
rarse o responsabilizarse.
comportamiento resistente consiste en re­
6. Con largos silencios no clarificados. (El
accionar a la inversa de lo esperado. Veamos
silencio puede ser un signo de resistencia,
algunos puntos que conviene que tengamos
un momento de pausa para reflexionar
en cuenta:
o, simplemente, la conclusión de la dis­
cusión, pues no hay nada más que decir;
1. Manifestaciones de resistencia. El pa­
recordemos lo dicho anteriormente sobre
ciente puede manifestar la resistencia de
los silencios.)
diferentes formas. Por ejemplo: mediante
En ciertos casos de mutismo, el profesional el olvido de ciertos elementos; el retorno
puede sugerir al paciente una entrevista con a hechos del pasado para evitar hablar
otra persona, sea cara a cara, sea por teléfono, del presente (o viceversa); evitar cons­
y dejarle la posibilidad de comentar este tema cientemente ciertas cuestiones y ciertos
o continuar con su demanda. temas, de paso al acto; rechazar al profe­
sional o apegarse excesivamente a él; la
Actitudes de resistencia manifestación de fuertes emociones; los
comportamientos seductores y eróticos
Sin entrar en el dominio psicoanalítico so­ hacia el profesional; el silencio; una dis­
bre la resistencia, constatamos que hay for­ cusión muy filosófica, etc. No obstante,
mas de manifestar la resistencia en la relación si consideramos las diferentes fases de
de ayuda. La resistencia alude a todos los la relación, hay que estar atento para no
fenómenos que impiden la libre expresión de interpretar ciertas actitudes del paciente

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Capítulo | 11 Segunda fase de la relación de ayuda 199

como manifestación de la resistencia. Por otra parte, el profesional debe


Por ejemplo: el hecho de rehusar hablar evaluar con el paciente cómo este percibe
de ciertos aspectos de su problema puede la relación en el momento presente. De
indicar simplemente que el paciente otro modo se correría el riesgo de ser o
no está aún preparado, que la confian- demasiado maternal o demasiado rígido,
za no se ha establecido o, simplemente, según las situaciones, y favorecer el paso
que la primera fase de la relación se ha al acto del paciente. Una forma concreta
roto. Por otra parte, el paciente puede de verificar esto podía ser preguntándole
negarse a abandonar ciertos mecanismos al paciente cómo se está sintiendo aquí
de defensa que necesita para controlar su y ahora con él y con lo que están abor­
ansiedad y conservar cierto control de la dando. De esta manera, el paciente, al
situación. La relación de ayuda no es un expresar sus sentimientos, nos permite
psicoanálisis; el paciente tiene derecho a ver su grado de implicación.
adoptar una posición de resistencia ante 4. Algunas actitudes para combatir la
uno o varios aspectos de la relación. resistencia. El profesional debe, desde
2. Pasar al acto. Es también una forma de el comienzo de la entrevista, tomar con­
resistencia a través de la cual el paciente ciencia de que este fenómeno existe en
pone en acción un elemento de su com­ la relación. Además, ha de ser capaz de
portamiento que había olvidado o inhibi­ evaluar el tipo de resistencia que ofrece el
do. El conflicto se hace externo e implica paciente. Si la primera fase de la relación
a los elementos circundantes. Por ejem­ de ayuda se ha establecido bien, el pro­
plo: los sentimientos de hostilidad exage­ fesional puede manifestar al paciente de
rados hacia el profesional en un momento forma clara su actitud y confrontarlo. De
dado de la relación, o bien las emociones esta forma el profesional actúa como un
intensas de amor hacia el profesional; o espejo, al reflejar y clarificar al paciente
hacer demasiados cumplidos con el fin su comportamiento de resistencia es­
de que este no siga confrontándolo. El pecífico. Es necesario explorar las emo­
pasar al acto, si no se identifica y resuelve, ciones del paciente e intentar descubrir
conducirá en la mayoría de las situaciones el origen de su desarrollo o comprender
a cortar súbitamente la relación. globalmente sus implicaciones. Creemos
3. La introyección de emociones. Es una que la mejor forma de que el profesional
forma de resistencia sutil y se produce afronte la resistencia es la empatía, la au­
dentro de la relación de ayuda. De la tenticidad y la aplicación de las actitudes
misma manera que en el paso al acto, rogerianas. Si el profesional ofrece un
la pulsión permanece inconsciente y el nivel 4 y 5 de escucha activa, de empatía
paciente no llega a recordarla ni a verba­ o de respeto, el paciente tendrá menos ne­
lizarla. Esta introyección puede manifes­ cesidad de recurrir a la resistencia, pues
tarse, por ejemplo, cuando sin razón apa­ sentirá que se respeta su ritmo y se sentirá
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

rente el paciente manifiesta cambios de también comprendido (no evaluado ni


comportamiento (llora, ríe, suspira….). juzgado) en su problema.
El profesional también debe reconocer
estos comportamientos porque revelan, A propósito de la transferencia
sin que lo sepa el paciente, ciertos con­
y la contratransferencia
flictos importantes. Una forma muy efi­
caz es ayudar al paciente a explorar de Muchas veces hemos evocado los fenóme­
modo muy explícito el significado de tal nos de transferencia. Pensamos que también
comportamiento. Por ejemplo: existen en la relación de ayuda.
Cuando el fenómeno de la transferencia y
«No llego a comprender por qué usted llora contratransferencia se produce, puede inhi­
en este momento.» bir, si no nos damos cuenta, la eficacia de
la relación.

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200 SECCIÓN | III La relación de ayuda

Hablamos de transferencia cuando una La tarea del profesional consiste en


persona reacciona ante otra como si esta separar los sentimientos, los pensamientos
última fuera un tercero, percibiéndola de un y los comportamientos actuales de los que
modo no real. Normalmente se transfieren las pertenecen a relaciones interpersonales
reacciones emotivas experimentadas hacia pasadas.
una figura de la propia historia, del propio pa­ El profesional debe evitar comportarse
sado (padre, madre, hermano, hermana….). como un padre o como una figura de trans­
Algunos utilizan la palabra «transferencia» ferencia. Además, debe utilizar las técnicas
para indicar únicamente el sentimiento que de clarificación (en el lenguaje psicoanalítico
el paciente experimenta en relación con el hablamos de «interpretación», pero aquí el
profesional; nosotros la empleamos para profesional no hace una psicoterapia pro­
indicar tal sentimiento cuando este es des­ piamente dicha) para hacer consciente al
proporcionado al propio rol y cuando las paciente de lo que está diciendo o viviendo.
expectativas y los comportamientos no se Las actitudes de inmediatez, concreción,
presentan ajustados, sino que son proyección empatía y autenticidad ayudarán al profesio­
de aquello que se sentiría, se esperaría o el nal a enfrentarse a los fenómenos de trans­
modo como se comportaría en relación a otra ferencia y contratransferencia.
persona, real o imaginaria, que el paciente ha Cuando en el proceso de la terapia o de la
introyectado dentro de sí y que ahora ve «re­ relación de ayuda sucede que el profesional
producida» en la presencia del profesional. reacciona de manera inmadura en relación
El profesional debe aceptar la trans­ con el paciente considerándolo no en sí mis­
ferencia como cualquier otro sentimiento mo, sino haciendo una transferencia con
favoreciendo en el paciente la toma de con­ relación a él, o cuando responde de manera
ciencia del mismo mediante intervenciones inadecuada a la transferencia del paciente,
aclaratorias en el diálogo con el fin de que entonces estamos ante una contratrans­
sea consciente de su reacción transferencial. ferencia. Esta puede manifestarse en la des­
En la transferencia, el paciente confunde proporción de las reacciones del profesional,
el presente y el pasado. Se confunde, incons­ como por ejemplo, la excesiva preocupación
cientemente, con otros sentimientos y acti­ por el paciente, el sentimiento exagerado de
tudes relacionados con figuras importantes frustración cuando no consigue efectos po­
de sus primeros años de vida. Transfiere al sitivos en su relación de ayuda, etc. Cuando
presente actitudes pasadas y utiliza gestos tales reacciones o sentimientos se verifican,
espontáneos para relajarse. el profesional debe sentirse especialmente
El paciente realiza la transferencia cuan­ interpelado a analizar su propio modo de
do atribuye a la relación significados que ejercer su profesión y a trabajar sobre sí mis­
corresponden a relaciones interpersonales mo para hacer un camino de crecimiento y
pasadas. Es un poco como si el paciente es­ formación a la relación. Recordemos lo que
tuviera confundido e incapaz para evaluar decíamos en el capítulo 9 sobre la madurez
correctamente el objetivo de su relación con psicológica del profesional…
el profesional, a causa de conflictos interper­ El profesional puede desarrollar emocio­
sonales no resueltos provenientes del pasado. nes, actitudes y percepciones negativas como
El profesional es percibido como un respuesta a la transferencia del paciente. En
familiar, un padre, una madre, un amante, este caso hablamos de contratransferencia.
un amigo, etc. Por ejemplo: el profesional practica la
El fenómeno de la transferencia ofrece al contratransferencia cuando introduce en su
profesional la posibilidad de comprender al pa­ relación actual significaciones que pertene­
ciente al permitirle observar directamente cómo cen a las relaciones interpersonales pasadas.
desarrolla ciertos conflictos del pasado. La En tal caso, el profesional se vuelve confuso
presencia de respuestas emocionales, despro­ e incapaz de distinguir sus problemas actua­
porcionadas con la situación presente, también les de sus conflictos pasados. Puede, incons­
puede indicar la transferencia del paciente. cientemente, adoptar comportamientos (de

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Capítulo | 11 Segunda fase de la relación de ayuda 201

padre, amigo, amante...) y tratar de aportar debe tomar conciencia de este fenómeno para
a la situación actual ciertos elementos signi­ actuar positivamente y no perjudicar la com­
ficativos de relaciones pasadas. prensión del paciente.
La contratransferencia aporta un índice El primer reto para el profesional, antes
de conflicto no resuelto por parte del profe­ de resolver la transferencia, es intentar preve­
sional y que se expresa mediante omisiones, nirla, es decir, ser auténtico en la relación no
demandas, sensaciones exageradas de abu­ favoreciendo falsas expectativas ni jugando
rrimiento o de familiaridad, bien sea esta roles que no son propios del profesional,
abierta o simulada. como por ejemplo, «jugar a ser el salvador»,
Por esta razón, consideramos indis­ a «que es imprescindible», a creer que es «el
pensable para los profesionales la supervi­ único que le puede ayudar», etc. Cuando se
sión, con el fin de que ese sentimiento no dan estas actitudes, no es de extrañar que
tenga un efecto inhibidor en la relación. Una se dé el burn-out.
buena supervisión puede ayudarle a separar El profesional debe preguntarse con fre­
sus sentimientos, sus pensamientos y sus cuencia cuál es su nivel de autenticidad. Esta
comportamientos pasados, reflejo de con­ exigencia va a permitirle adoptar actitudes
flictos no resueltos y que el profesional está adecuadas ante los fenómenos de transferen­
proyectando sobre el paciente. El profesional cia y de contratransferencia.
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Capítulo 12

Tercera fase de la relación de ayuda:


confrontación y reestructuración
Luis Cibanal Juan y María del Carmen Arce Sánchez

externas, o de fuerzas externas que no


Objetivos puede controlar).
• Conocer las principales actitudes 3. Manteniendo ciertas incongruencias
que favorecen la confrontación entre lo que dice, piensa y siente o hace.
y reestructuración del problema 4. Manifestando miedo a asumir la respon­
del paciente.
sabilidad que él tiene en la resolución o
• Saber abordar las dificultades
o resistencias que puede tener
no de su problema.
el paciente al sentirse confrontado 5. Mostrando cambios poco significativos
por el profesional. para resolver su problema.
• Ayudar al paciente a reestructurar su
problema. ALGUNAS CONSIDERACIONES
QUE CABE TENER EN CUENTA
EN ESTA FASE
Contenidos En esta fase, el profesional ayudará al pa­
• Algunas consideraciones que cabe ciente a introducir un cambio en su visión
tener en cuenta en esta fase. del problema. Confrontará al paciente con
• Actitudes del profesional durante el fin de ayudarle a mejorar favorablemente
esta fase de confrontación. una cierta percepción de él mismo y de su
• Actitudes que puede manifestar medio ambiente, para que descubra que lo
el paciente ante la confrontación. que él cree fuera de su alcance puede serle
posible y accesible, así como tener en cuenta
de que nada ni nadie le puede herir si él no
INTRODUCCIÓN lo consiente.
Mediante esta fase, el profesional siente
Durante la segunda fase de la relación, el de ordinario menos ansiedad al conversar
profesional ha ayudado al paciente a clarifi­ con el paciente; el miedo a lo desconocido
car su problema. Sin embargo, el paciente, es probablemente menor, dada la confianza
debido a ciertos mecanismos de defensa, establecida entre él y el paciente.
continúa: El profesional es capaz de avanzar en la
1. Con una visión deformada de su pro­ relación con el fin de centrarse en el paciente
blema. y sus dificultades.
2. Considerando el origen de su problema El profesional va a pasar a la empatía 2
como algo que está fuera de él (pues (así llamada por Egan, 1976), es decir, al
se siente víctima de las circunstancias mismo tiempo que empatiza con el paciente,

© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 203

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204 SECCIÓN | III La relación de ayuda

va a permitirse interpretar sus observaciones El profesional va a ayudar al paciente a


y emitir hipótesis. Por ejemplo: encontrar en sí mismo otras posibilidades
de elección y otros recursos que le permitan
Paciente: «Cuando me dijeron que tenía
reestructurarse.
un tumor, me entró un escalofrío indes- Para comprender mejor lo que vamos a
criptible». decir respecto a la reestructuración, parti­
Profesional: «Me dices que sentiste un remos de la definición que nos da P. Watz­
enorme escalofrío y me imagino que se te lawick (1992): «Reestructurar significa,
vino a la cabeza todo lo peor, incluso que pues, modificar el contexto conceptual o
te veías ya sin solución». emocional de una situación y ponerlo dentro
Paciente: «Efectivamente, esas son las de otra estructura que aborde los hechos co­
imágenes que me vinieron a la cabeza». rrespondientes a la misma situación concreta
igualmente bien, o incluso mejor, cambiando
Como acabamos de ver, el profesional así, por completo, su sentido».
no solo le hace un feedback, sino que in­ Reestructurar es reencuadrar una situa­
cluso hace una interpretación de lo que cree ción dada; verla desde otra perspectiva nos
que puede suponer una situación así para el permite comprenderla mejor y muchas veces
paciente; de esta manera, este se siente más darnos cuenta de lo que está fallando.
comprendido.
El profesional no solamente distingue
los datos, que ofrece el paciente, de las inter­ La reestructuración como cambio
pretaciones, sino que también alberga la in­
tención de ayudarle a vencer sus dificultades La relación de ayuda no es una terapia como
en la relación y las relaciones humanas. tal. Incluso, si lo que vamos a decir viola un
El profesional ayuda al paciente a: «dogma» de la psicoterapia tradicional, la re­
lación de ayuda realiza numerosos cambios.
1. Concienciarse de que él es el principal La relación de ayuda no es una «terapia
agente activo de toda su experiencia de psicoanalítica» en la que sea preciso abordar
vida. el porqué, sino que se centra más bien en el
2. Tratar de abordar sus problemas de ma­ qué. Es decir, en ver qué le ocurre aquí y
nera realista y evaluar sus nuevos modos ahora al paciente que hace que su problema
de comportamiento. persista, y lo que él puede hacer para provo­
3. Establecer una distinción entre los pro­ car un cambio en su visión de las cosas.
blemas que puede resolver y los que no. En esta perspectiva creemos que el pro­
4. Aceptar lo que no puede modificarse. fesional y el paciente deben realizar un gran
5. Reconocer el efecto de su comportamien­ trabajo de confrontación y reestructuración.
to sobre aquello con lo que está habitual­
mente en contacto.
La confrontación como
A este respecto, recordaremos lo que han
medio de reestructuración
señalado Bandler y Grinder (1980): «Para
conseguir comprender por qué ciertos indi­ Definíamos que la confrontación es el em­
viduos continúan sufriendo o están angus­ pleo de una información coherente que el
tiados, es importante que nosotros tomemos profesional da al paciente a fin de descon­
conciencia de que ellos no son ni malos, ni certarlo al observar sus incoherencias o ideas
locos ni enfermos. Ellos han hecho la mejor irracionales.
elección posible entre aquellas de las que El desequilibrio que se sigue de esto en­
son conscientes, es decir, la mejor elección traña en el paciente una nueva repartición
disponible en su modelo del mundo […] la de energía. Confrontar es, pues, llamar la
dificultad no está en que hayan hecho una atención del paciente sobre una actitud o un
mala elección, sino que ellos no han tenido comportamiento inapropiado a la situación,
suficientes elecciones». con el fin de que este tome conciencia y sea

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Capítulo | 12 Tercera fase de la relación de ayuda 205

capaz de hacer frente a las situaciones en las Paciente: «En el fondo, ¿sabe usted,
que no se atreve a resolver sus problemas. señora?, todos los hombres son iguales»
El objetivo del profesional en esta fase es (generalización; además, ¿qué quiere decir
con eso?; hay una mala comunicación y
confrontar los mecanismos y las resistencias
existe el peligro de que el profesional jue-
que emplea el paciente y que impiden la rees­ gue a adivinar o a interpretar, de aquí que
tructuración. le pida una clarificación).
Profesional: «Yo no acabo de compren-
Escala de R. Carkhuff para medir der lo que usted acaba de decirme: “Todos
el nivel de confrontación los hombres son iguales”».
Nivel 1. El profesional no presta atención a Paciente: «Mmm… Es que mi novio me
ha dejado y la vida para mí ya no tiene sen-
las incoherencias del paciente.
tido sin él [la paciente llora durante un mo-
Nivel 2. El profesional guarda silencio mento]. Por esto he intentado suicidarme.
ante las divergencias del paciente e ignora ¿Comprende ahora por qué todos los hom-
así el profundizar en grandes zonas de su bres son iguales?» (selección, la paciente no
comportamiento. tiene en cuenta todos los otros aspectos que
Nivel 3. El profesional, a pesar de que es le han podido conducir a la ruptura; aquí el
consciente de las incoherencias del paciente, papel de la profesional consiste, en primer
no se refiere directamente ni indirectamente a lugar, en ser empática con la paciente y
ellas. No las ignora, pero tampoco las utiliza. establecer un clima de confianza para, pos-
Nivel 4. El profesional escucha de forma teriormente, trabajar con ella la manera de
abordar su problema o de ver las cosas).
directa y específica las incoherencias que co­
Profesional: «Señorita, ¿le puedo pre-
munica el paciente y se las comunica a este. guntar alguna cosa con el fin de poder ver
Nivel 5. El profesional sintoniza conti­ un poco más claro lo que acaba de decir-
nuamente con las incoherencias que aparecen me?».
en la comunicación con el paciente. No re­ Paciente: «Sí, por supuesto, por eso
chaza en ningún momento las posibilidades deseo hablar con usted».
y las capacidades que tiene el paciente para Profesional: «En primer lugar, con rela-
enfrentar estas divergencias. ción a que “todos los hombres son iguales”,
Por ejemplo: ¿es la primera vez que usted ha discutido
con su novio?».
Paciente: «No, en el fondo hace ya al-
Profesional: «Buenas tardes, señora. Yo soy gún tiempo que la situación entre nosotros
la enfermera que se ocupará de usted esta era muy tensa. Los otros chicos con los que
tarde. Voy a pasar con usted unos quince había salido antes de estar con mi novio
minutos con el fin de que nos conozcamos también me habían dejado. Sin embargo, yo
un poco más y para saber si hay alguna cosa me sentía muy apegada al que me acaba de
que usted desee decirme». dejar. Por esto pienso y me digo que todos
Paciente: «Buenas tardes, señora. Sí…, los hombres son iguales».
me gustaría tanto…, hay tantas cosas, que Profesional: «Bien, me parece que al
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no sé por dónde comenzar. Me encuentro decir que todos los hombres son iguales,
muy perturbada [una joven de veinticuatro usted está generalizando, y sabe usted bien
años]». que no todos los hombres son iguales. Por
Profesional: «Sí, me dice que tiene varias otra parte, existe el peligro de que si usted
cosas y que en estos momentos se siente piensa que todos los hombres son iguales,
muy perturbada». entonces su acercamiento a ellos estará
Paciente: «Estoy viviendo durante este condicionado por esta aprehensión».
último tiempo una situación muy difícil. Paciente: «Sí, en el fondo es verdad lo
¿Sabe usted?… yo he hecho una tentativa que acaba usted de decir. Probablemente
de suicidio». soy yo quien, ante lo sucedido, me he de-
Profesional: «Sí, me está diciendo que jado llevar por mi rabia…».
no sabe cómo hablarme de una situación Profesional: «Por otra parte, usted me ha
difícil que está viviendo que le ha conduci- dicho que ha salido anteriormente con otros
do hasta una tentativa de suicidio». chicos y que todos la han dejado. ¿Qué es

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206 SECCIÓN | III La relación de ayuda

lo que piensa respecto a esto? ¿Qué es lo 11. Las huidas y el rechazo de la responsa­
que siente?». bilidad.
Paciente: «Sí, ¿recuerda que al principio 12. Las necesidades no reconocidas o no
de nuestra conversación le he dicho que me
satisfechas.
sentía muy perturbada? Ahora usted me pre-
gunta qué es lo que yo siento. Sinceramente,
13. El contenido del mensaje con el senti­
me siento muy angustiada, pues me estoy miento que le acompaña.
dando cuenta de que el problema no está en 14. Etcétera.
los hombres sino en mí. Me asusta recono-
cerlo y no sé cómo salir de esta situación».
Cualidades de una buena
En este ejemplo, la profesional alcanzaría confrontación
los niveles 4 y 5 en la escala de confronta­ 1. Esta debe darse una vez establecido un
ción. Constatamos que, gracias a la actitud buen clima de confianza, es decir, que
de escucha activa y de confrontación de la se haya dado la primera fase de la rela­
profesional, la paciente se apropia del pro­ ción o acogida, así como que se haya
blema que antes tenía tendencia a proyectar clarificado y definido el problema.
sobre los otros («todos los hombres son 2. Debe ser específica: evitar hablar en
iguales»). La profesional ha obligado a la términos generales.
paciente a centrarse en ella misma y a con­ 3. No debe atenerse a una descripción ina­
frontar su actitud sin sentirse amenazada o propiada del comportamiento, sino que
juzgada por aquella. ha de suministrar indicaciones sobre la
manera de intercambiar.
¿Qué es lo que se ha de confrontar? 4. Debe ser propuesta, nunca impuesta.
5. Debe hacerse en el momento oportuno
De manera general podemos decir que el y ser apropiada.
profesional debe confrontar al paciente: 6. No debe entorpecer las otras prioridades
1. Toda actitud o comportamiento des­ del proceso de relación de ayuda.
tructor, dirigido hacia sí mismo o hacia 7. Debe emanar de una voluntad autén­
los otros. tica de ayudar al paciente y no de un
2. Las incongruencias entre el lenguaje deseo de descargar sobre él nuestras
verbal y el no verbal; entre lo que dice propias tensiones o agresividades.
y lo que da a entender, etc. 8. Debe ser directa y respetuosa teniendo
3. Su manera de ver la realidad frente a en cuenta el contexto.
otras formas de abordarla. 9. Debe acompañarse de respeto a la liber­
4. El no respeto a las reglas establecidas o tad y responsabilidad del paciente.
aceptadas durante la entrevista cara a cara. 10. Etcétera.
5. Los desconocimientos o falsos conoci­
mientos que pueden subyacer a lo que
el paciente dice. ACTITUDES DEL PROFESIONAL
6. A menudo el paciente subestima o sobre­ DURANTE ESTA FASE
estima la situación, a las otras personas DE CONFRONTACIÓN
o a sí misma. Evitar juicios y consejos
7. Las exageraciones.
8. Los juegos psicológicos (de los que nos Anteriormente hemos insistido en el hecho
habla el análisis transaccional). de que lo más importante es comprender al
9. Las generalizaciones, las distorsiones, paciente con el fin de que este se sienta com­
las eliminaciones. prendido y amado; ahora bien, juzgar impide
10. Los comportamientos que derivan de esto, pues cuando la persona es juzgada se
mensajes estereotipados. Por ejemplo: siente incomprendida, culpable y, en cierto
«Debes agradar a todo el mundo». modo, aplastada por quien la juzga.

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Capítulo | 12 Tercera fase de la relación de ayuda 207

Uno de los objetivos del profesional es Permitir al paciente aumentar su


permitir a toda persona el que pueda entrar repertorio de comportamientos
en el diálogo, ya que esto permite confiar en
alguien; juzgar, por el contrario, impide esta Poder elegir quiere decir poder optar entre
comunicación. Juzgar es lo contrario a reco­ varias respuestas posibles ante una situación
nocer al otro. dada. En esta perspectiva, el profesional
Otra tentación, parecida a la anterior, es debe preguntarse: ¿cuántas opciones tiene
la que consiste en aconsejar. En la mayoría el paciente? Consciente o no, las opciones a
de los casos, dar un consejo es una manera las cuales él tiene acceso orientarán su vida
velada de juzgar, en la que el profesional en una u otra dirección.
corta la indecisión del paciente y se permite El profesional debe determinar qué
escoger en su lugar. Esta manera de proceder grado de flexibilidad tiene el paciente para
es ambigua, pues no solamente mantiene al afrontar la situación desde puntos de vis­
paciente en una situación de inferioridad, ta diferentes y disponer de un abanico de
sino que además le mantiene dependiente posibilidades frente a un problema deter­
del profesional y, por tanto, no le permite minado.
resolver el problema que le inquieta por sí La tarea del profesional consiste en
mismo. permitir al paciente ampliar el repertorio
Ante un problema que le angustia, el de sus comportamientos a fin de ofrecerle
profesional puede tener el deseo de querer varias opciones frente a un problema, y no
terminar la entrevista lo antes posible y con quedarse con una respuesta automática o
este fin proponer al paciente, casi de manera estereotipada.
abstracta, una solución como consecuencia
de un juicio rápido. Reflejar fielmente al paciente
La inquietud, en una entrevista que se la toma de conciencia
prolonga, irrita al profesional (sobre todo
cuando este no ha fijado previamente el tiem­ El profesional debe tener mucho tacto duran­
po de su duración), quien, al no poder más, te la fase de confrontación. Las respuestas
decide cortar el diálogo y propone la salida que puede dar al paciente no deben ir más
de este mediante un consejo a menudo muy lejos de lo que el paciente ha expresado, ya
teórico para el paciente. sea verbalmente en cuanto al contenido, el
sentimiento, o de manera no verbal. Si en
Valorar todo lo positivo del paciente una frase pronunciada por el profesional hay
algo que el paciente no ha dicho, observare­
en la resolución de su problema
mos cómo aparece con muchísima frecuen­
Valorar no quiere decir adular, sino ayudar al cia una resistencia en el paciente, aunque a
paciente a reconocer sus capacidades y recur­ veces esta no aparezca muy claramente. En
sos. Se trata de reconocer los puntos positivos una entrevista bien llevada, una actitud de
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

reales. Estos los encontramos en todos los empatía de nivel 2 permitirá sobrepasar esta
pacientes, incluso en el más hundido. resistencia y que el paciente no se sienta tan
De todas formas, el profesional debe estar amenazado.
atento para no desvalorar nunca al paciente. No debemos olvidar que si durante la
No hay nada que deteriore tanto una rela­ confrontación se acumulan en el paciente
ción de ayuda como devolver al paciente una numerosas actitudes de resistencia, esto
imagen defectuosa de él mismo. Si verda­ podría perturbar la relación o la entrevista.
deramente el profesional debe hacerlo, con El profesional, muy preocupado porque el
el fin de confrontar al paciente, tendrá que paciente avance, no debe quemar etapas y
esperar a que la confianza se haya establecido ser respetuoso con el ritmo de este. El pro­
y escoger el momento más oportuno en el fesional debe aceptar que el paciente aún no
cual el paciente sea capaz de aceptar la con­ está preparado para la confrontación y que,
frontación. por tanto, debe pasar más tiempo en las fases

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208 SECCIÓN | III La relación de ayuda

precedentes de la relación de ayuda. Veamos Paciente: «Sí, es verdad. Todo eso con-
un ejemplo: tinúa inquietándome, pues si bien tengo
las cosas claras en cuanto a la razón, sin
embargo mis sentimientos… [silencio]».
(Se trata de una joven preocupada porque
no ve muy claras las relaciones con su
novio.)
Este ejemplo pone de manifiesto que la
Profesional: «Lo que le molesta y preo- réplica que le hace el profesional a la pacien­
cupa es el sentimiento que usted tiene de te contiene una doble constatación: por una
ser demasiado dependiente de su novio, y parte, responde al sentimiento positivo de la
que hay momentos en que usted no aprueba paciente (esta puede dominar sus reaccio­
eso de ninguna manera. Esto provoca en nes) y, por otra, a su sentimiento negativo
usted una especie de confusión». mediante las palabras: «Le parece que usted
Paciente: «Sí, he tratado de no dejarme no puede hacer gran cosa» (nivel 4 según la
inquietar por eso. Ahora parece que eso escala de Carkhuff).
ya no me preocupa tanto, salvo cuando
Constatamos también que, sin duda,
me encuentro muy cansada; sin embargo,
hay momentos en los que me siento muy
durante la entrevista la paciente se ha ido
irritada. No puedo dejar de pensar cómo habituando a las respuestas del profesional,
será la situación una vez casados». siempre en consonancia con sus expresiones
Profesional: «Hay momentos en los que y sentimientos. Ha comenzado a reaccionar
usted se controla y no deja que ese senti- a las respuestas de este, se ha dado cuenta de
miento la inquiete. Pero hay otros en los que no era ese verdaderamente el camino y
que usted cree no poder hacer gran cosa». ha buscado términos que pudieran convenir
Paciente: «Sí, efectivamente, veo que yo mejor a sus vivencias, pero finalmente, al
no puedo hacer gran cosa. Y, por tanto, den- fracasar en esto, le pregunta al profesional
tro de mí tengo el sentimiento de que algo
qué es lo que le ha querido decir.
puedo hacer. Comienzo a preguntarme si no
habrá algo que yo pueda hacer… No veo
Esta reacción confusa de resistencia se
claramente lo que usted intenta decirme. produce a menudo cuando el profesional
¿Qué es lo que usted quiere decirme con ha sobreestimado o ha interpretado mal lo
eso?». expuesto por la paciente.
Profesional: «Cuando le invade esa es- Puede suceder que el profesional mani­
pecie de irritación ante la idea de que usted fieste con un gesto, o con un sí, que está de
es demasiado dependiente de su novio, acuerdo con lo que dice la paciente. A con­
usted comienza a preguntarse: ¿acaso no tinuación se produce un silencio, seguido de
será peor una vez que estemos casados?». un «pero…» que introduce, bien sea una serie
Paciente: «Mmm, sí… evidentemente, de condiciones que modifican la respuesta,
a veces eso me preocupa muchísimo… [si-
lencio]».
bien una serie de diferencias con lo que ha
Profesional: «¿Usted tiene conciencia dicho la paciente, o bien una observación en
de esto?». la que el profesional se muestra claramente
Paciente: «Ya lo creo, estoy convencida en contradicción con la paciente.
de que esto es lo que más me preocupa de ¿Qué puede hacer entonces el profesio­
mi relación con mi novio, es decir, qué es nal? En el ejemplo anterior observamos que
lo que va a pasar una vez estemos casados. el profesional «reconoce» su error y la resis­
Pues soy consciente que si no hay diálogo tencia de la paciente. Con calma, le refleja lo
y amor entre nosotros… Yo creo que sola- que la paciente ha dicho, pero describiendo
mente puede haber un buen matrimonio un sentimiento más conforme con la realidad
cuando se ama verdaderamente a alguien».
Profesional: «Ese sentimiento de ser de-
y menos amenazante. No se trata de un caso
pendiente de alguien y de estar irritada… desesperado, sino de una situación incierta:
Me parece que cada vez usted es más cons- «Usted se pregunta si, una vez casados, la
ciente de esto, y eso mismo le hace ver el situación será aún peor».
peligro que puede representar en su futura Con una breve duda, la paciente ha
vida de matrimonio». aceptado esta versión. Una buena réplica

ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo | 12 Tercera fase de la relación de ayuda 209

por parte del profesional restablece el curso la palabra «todavía» con el fin de explicar
del diálogo. lo que quiere decir y comprender lo que se
A veces el profesional no percibe el esconde detrás.
error que acaba de cometer. Es cierto que no La explicitación tiene por objetivo poner
siempre se puede acertar, como en el caso del de relieve sentimientos y las actitudes que
ejemplo. En estos casos es mejor que diga no aparecen directamente en las palabras
al paciente: del sujeto, pero que pueden deducirse de la
comunicación o de su contexto.
«Lo siento mucho, pero pienso que hay
El uso de la explicitación ejerce con
algo que se me ha escapado de lo que frecuencia un atractivo más pronunciado
me ha dicho. ¿No le importaría hablarme que otras formas de reflejo, pero esta es
un poco más de todo lo que me acaba de susceptible de fomentar las tendencias a
decir… de lo que usted ha experimentado la dependencia o la transferencia. Por su
exactamente…?» proximidad a la interpretación, la explicita­
ción es un tipo de respuesta menos «neutra»
También debe aceptar la reacción del que las otras formas de reflejo, más suscepti­
otro: ble de contener elementos extraños al campo
de la percepción y, por este motivo, afectar
al sujeto de forma amenazante. Por ejemplo:
«No he sido comprendido»,

y de esta manera se da una nueva posibi­ (Un hombre de unos cincuenta años que
lidad de examinar la actitud de base. Puede presenta alcoholismo.)
decir incluso: Paciente: «Debo ir la próxima semana
a la cura del hospital, pero no me gustaría
ir… Tengo miedo… [silencio]».
«Quizá no he comprendido lo que usted Profesional (Con un tono de demanda):
quería decirme. No veo muy claramente.» «¿Usted tiene miedo a la cura?».
Paciente: «Sí, ¿sabe usted? Yo ya visité
La paciente puede entonces repetir, o ese servicio del hospital hace algunos días.
simplemente continuar explicando sus senti­ Los del centro de salud me han enviado de
mientos; de todas maneras aceptará de buena nuevo allí. Había muchos tipos borrachos en
gana la «excusa» del profesional y de nuevo la unidad donde me han dicho que debo ir.
Se bebían un litro de aguardiente cada día,
podrá restablecerse el diálogo sobre una base
otras veces… ¡Uf! Yo, yo no bebo alcohol
de comprensión. Cada vez que el profesional fuerte… solamente de vez en cuando alguna
se siente confundido, lo mejor es que se lo cerveza. Yo no me siento como un alcohó-
exprese al paciente: ambos podrán hacer lico… [silencio]. Me pregunto por qué me
frente a esta dificultad. quieren enviar allí. No, no, yo creo que no
iré. Yo no los necesito para poder desenvol-
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

La explicitación verme por mi cuenta. Me han contado his-


torias terribles… delirios, etc., ¿sabe usted?».
Otra manera de confrontar al paciente es la Profesional: «Y eso le provoca tanto mie-
explicitación. Esta consiste en poner en claro do que le dan ganas de huir…, quiero decir,
las alusiones, a veces dichas de manera vaga si eso le hace que no sienta ganas de ir».
o inconsciente, y no considerar como banales Paciente: «Exactamente, usted lo ha en-
las palabras añadidas de manera innecesaria. tendido, es eso exactamente. Pero ¿cómo
lo sabe usted?».
En definitiva, se trata de permitir explicitar lo Profesional: «Bien, cuando se tiene
que el paciente ha dicho de manera implícita, miedo se huye de lo que lo produce, ¿no
ya sea consciente o no. es cierto?, y se dice: “Este no es mi pro-
Por ejemplo: «… Me sucede todavía te­ blema…”. Como usted dice: “En el fondo
ner ideas, pero esto no es importante…». El yo no soy alcohólico, bebo una cerveza de
profesional va a permitirle recapacitar sobre vez en cuando”».

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210 SECCIÓN | III La relación de ayuda

Paciente (silencio): «¡Uf!, sí, usted tiene de este último. Al entrar en los detalles de
razón… Voy a serle franco. Yo soy alcohó- los planes y de lo que espera el paciente,
lico crónico… Hace ya algunas semanas este toma conciencia del rol activo que ha
que me he emborrachado a fondo y me he
de desempeñar en la determinación de sus
puesto enfermo. Y evidentemente eso me
crea cada vez más problemas en el trabajo.
experiencias y su futuro. Por el contrario, con
Mi mujer me ha abandonado a causa de generalizaciones se corre el peligro de vivir
eso… Mi médico, que es verdaderamente con la impresión de que la vida del paciente
formidable, me ha dicho: “Cristóbal, tú vas es un puro juego de «azar» y que no es res­
a hacer una cura de desintoxicación en el ponsable de lo que le acontece.
hospital. Dentro de tres semanas tendrás Los malentendidos que se producen
plaza en él”. Y bien, yo he estado allí y he durante la relación se deben, a menudo,
visto lo que era aquello… El profesional a la ambigüedad de las respuestas del
me dijo que llevara pijamas, toallas y cal- profesional.
cetines. ¿Puede usted decirme por qué yo
Una respuesta imprecisa incita al pa­
debo llevar eso?».
Profesional: «Posiblemente, ellos deseen
ciente a proseguir su exploración de manera
saber si el paciente tiene sus cosas en orden más indirecta o a «inventar» explicaciones
o si ya se encuentra demasiado degradado. carentes, muchísimas veces, de validez.
Es frecuente en el caso de algunas personas En ocasiones, los profesionales se vuel­
que sufren de alcoholismo». ven evasivos y poco precisos cuando ciertas
Paciente: «¿Degradado…? ¿Yo…? No, preguntas del paciente les producen ansiedad.
no, ¿sabe usted?… No he llegado todavía Los pacientes que exigen perfección, a
a ese punto. Mi jefe me guarda el trabajo. sí mismos y a los demás, suelen resistirse
Me ha dicho que es necesario que haga al requerimiento de precisión, por miedo a
algo… [silencio y suspiros]. Y bien, amable
que esta sea la causa de su malestar, de su
profesional, usted me ha quitado un poco el
miedo. Bueno, entonces iré… Posiblemente
culpabilidad o ansiedad.
mi mujer venga también. Ella me ha dicho El profesional tratará de vencer las resis­
que si dejo de beber, volverá conmigo». tencias del paciente ayudándole a que precise
cuando le presente situaciones tales como:
¿Qué quiere el paciente? Tiene miedo y 1. Nadie es perfecto y, como usted sabe, la
quiere hablar con alguien con la esperanza perfección no existe en este mundo.
de reducir un poco su miedo. Pero, en primer 2. Usted es humano y sabe bien que errar es
lugar, pone a prueba al profesional para más de humanos.
tarde, una vez adquirida la confianza, pasar a 3. Es imposible ser siempre bueno, amable
exponer su propia demanda. y generoso. Tratar de ser perfectos es
En el caso presente, el paciente intentaba quemar energía y sacrificar su verdadera
—tal vez inconscientemente— que le confir­ identidad.
maran que su problema de alcoholismo no 4. A menudo nos motivan pensamientos o
era tan grave como creía. sentimientos inconscientes: aprendiendo
La profesional ayuda al paciente a ex­ a reconocerlos llegaremos mejor a poder
plicitarlo, y las informaciones que le ofrece dirigir nuestra vida y nos sentiremos me­
de vez en cuando le facilitan que, al final de nos a merced de las circunstancias.
la conversación, pueda evaluar mejor su 5. El malestar que acompaña el descubri­
situación social y extraer las eventuales miento de sí mismo no es más que tem­
consecuencias. Esta entrevista ha ayudado poral; este deja pronto el paso a senti­
al paciente a tomar una decisión importante. mientos más agradables.
6. Las emociones no son más que emocio­
La precisión nes, no son hechos…
La resolución del problema exige del profe­ Ante todas estas afirmaciones un tanto gene­
sional y del paciente que aborden en térmi­ ralizadas, conviene que el profesional ayude
nos claros y precisos la cuestión del futuro al paciente a personalizar diciéndole, por

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Capítulo | 12 Tercera fase de la relación de ayuda 211

ejemplo: «¿Podía usted decirme, de forma fin de ser eficaz, la respuesta del profesional
concreta, a qué se refiere con esa frase? deberá reflejarle la toma de conciencia y las
¿Cómo se siente al decirme esto?». Con esta nuevas elecciones del paciente. Sin embargo,
apreciación ayudará al paciente a persona­ el profesional, para no dispersarse, solamente
lizar y a no evadirse con frases un tanto es­ deberá retener lo esencial de las numerosas
tereotipadas. circunstancias ofrecidas por el paciente, con
el fin de dar a este un cuadro preciso de la
Escala de Carkhuff para medir nueva comprensión del problema que ha
la concreción, la precisión adquirido.
y la especificidad, que puede servir En este estadio, en el que el paciente pone
de guía al profesional en orden nuevas comprensiones de sí mismo,
Nivel 1. El profesional permite generalizacio­ el profesional, durante los segundos de los
nes abstractas; no se esfuerza por canalizar que dispone para responder al paciente, debe
la comunicación hacia el terreno de los sen­ estar atento y sensible a todos los sentimien­
timientos y las situaciones específicamente tos y las actitudes de este a fin de reflejárselas
personales. sin que nada se le escape.
Nivel 2. Permite tratar los problemas per­ Una vez que el paciente ha expresado una
sonales de manera vaga sin llegar a esclarecer larga serie de tomas de conciencia, es bueno
los sentimientos más pertinentes. y necesario que el profesional las resuma y
Nivel 3. Centra la entrevista sobre los las relacione entre sí. Esto equivale a encajar
problemas personales, pero no trata los as­ «las piezas» que el paciente ha facilitado de
pectos del problema de forma concreta. manera desordenada. Es como juntar las
Nivel 4. Ayuda al paciente a desarrollar piezas de un puzzle. Esta síntesis hecha por
en términos concretos y específicos todos los el profesional tiene un gran valor, dado que
aspectos del problema. une los datos que ha ido dando el paciente
Nivel 5. Ayuda al paciente a abordar sus poco a poco. Esta síntesis, este «puzzle»,
experiencias, problemas y sentimientos de tiene un efecto de shock para el paciente.
manera auténtica y específica. Sin embargo, no debe ser demasiado largo o
demasiado rico por parte del profesional, ya
que detendría el curso de la entrevista. Estas
Respuestas que resumen respuestas de síntesis exigen una atención
muy viva, una escucha muy activa y centrada
Las respuestas-reflejo que hemos visto en en lo esencial. De esta manera el sujeto ve
la segunda fase no son siempre suficientes, aparecer un sentido nuevo en medio de su
aunque no negamos que ayudan mucho y subjetividad, encontrándose él en el centro
dan muy buenos resultados. En efecto, el de esta significación.
feedback ayuda a centrar al paciente sobre El resumen pone el énfasis sobre lo esen­
el problema que se está abordando, sirve de cial de la subjetividad del paciente (lo que
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«espejo» al paciente y permite una reflexión experimenta como tal y en lo que puede re­
más objetivada. El feedback ayuda al pa­ conocerse) pero no llegaba a poder expresar
ciente a reconocerse en lo que está diciendo. de manera clara y tan evidente.
Esto produce un impacto reflexivo que le El resumen puede aparecer como una
hace tomar conciencia clara de sí mismo y especie de interpretación pero menos ame­
le asegura que su interlocutor le ha escuchado nazante, pues es el paciente quien ha pro­
y comprendido. porcionado todos los elementos que el pro­
A medida que la entrevista progresa, la fesional ha ido juntando. No hay, por tanto,
persona se comprende más profundamente interpretación, sino un descubrimiento de lo
y va ampliando su campo de conciencia. esencial que estaba implícito.
El panorama que presenta de su vida, tanto Es como entrenar al paciente a que ex­
pasada como futura, se va descomponiendo plicite lo que antes ha dicho, partiendo de
en elementos cada vez más complejos. Con el esta nueva visión que tiene del problema.

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212 SECCIÓN | III La relación de ayuda

Utilización del resumen inherente a sus palabras; permite llegar al


El resumen puede utilizarse en todo momen­ fondo del problema. Facilita que afloren
to. Sin embargo, es especialmente aconseja­ las emociones interiores, lo que provoca
ble en tres situaciones: al principio un efecto de catarsis y más
tarde una evolución del paciente, pues
1. Al comienzo de una nueva entrevista ayuda a centrarse sobre su experiencia
(si esta tiene lugar). El resumen en este de vida sin reincidir en la tendencia a ver
caso permite: sus problemas como algo externo a él.
a. Mostrar al paciente que ha escuchado Por ejemplo: «Es Dios quien lo quiere»;
bien su problema. «Es por culpa de mi marido (o de mi
b. Reforzar la confianza en el paciente. mujer)». ¿Cómo se siente al decir: «Es
c. Que el paciente continúe con la au­ Dios quien lo quiere» o «Es por culpa de
toexploración de manera más profun­ mi marido»?
da.
d. Añadir o corregir ciertos elementos. Hemos presentado estos dos tipos de respues­
e. Impedir que el paciente comience de ta porque, en general, la exposición de un
nuevo a repetir su problema, o lo que sentimiento entraña, casi de inmediato, una
dijo la vez pasada… explicación de las actitudes y los motivos que
2. Cuando el paciente, durante la entrevista, parecen haberlo provocado. Del reconoci­
no sepa cómo continuar; durante un silen­ miento de sus sentimientos, el paciente puede
cio. De esta manera, gracias al resumen llegar a examinar algunas de sus actitudes y
tendrá otra perspectiva del problema que algunos de sus objetivos. Por ejemplo:
le permitirá verlo con más claridad.
3. Suele ser muy pedagógico y eficaz termi­ Paciente: «¿Sabe usted?, tengo miedo de ir
nar la entrevista haciendo un resumen. Es a la clínica para que me curen. De todas
muy conveniente que el resumen lo haga formas, yo no sé para qué sirve que vaya
el paciente; así nos daremos cuenta de [lo dice en un tono de voz encolerizado]».
qué es lo que ha comprendido el paciente Profesional: «Sí, me parece que algo
y qué es lo que se lleva de la entrevista. le contraría para no querer ir a la clínica.
¿Cómo se siente usted?».
Paciente: «¿Sabe usted?, me siento
Respuestas al contenido angustiado, pues no tengo elección. Si no
y al sentimiento acepto ir a la clínica, mi mujer ha dicho que
me dejará, y yo la quiero».
1. El reflejo del contenido. Consiste tanto Profesional: «Usted dice que se siente
en resumir la comunicación del paciente angustiado. ¿Podría ser un poco más pre-
como en resaltar algún elemento que cree ciso?».
importante, o simplemente, en reproducir Paciente: «Sí, acabo de decirle que
las últimas palabras de lo que ha dicho el quiero a mi mujer. Yo bebo, mi mujer no
paciente para facilitar la continuación de tiene relaciones sexuales conmigo, soy muy
celoso, y creo que ella me engaña. Por eso
la exposición de su problema. Este reflejo
temo ir a la clínica…».
prepara el terreno para la posterior toma
de conciencia y permite establecer un cli­
ma de seguridad favorable para eliminar
las barreras defensivas del «yo». Facilita
Respuestas que ayudan a integrar
la acogida y la calma.
2. El reflejo del sentimiento. Mientras que A medida que las diversas respuestas del pro­
el reflejo del contenido facilita el proceso fesional revelan lo subyacente (sentimientos,
haciendo que el sujeto se sienta perfecta­ actitudes, palabras clave), el paciente es cada
mente comprendido y respetado, el reflejo vez más capaz de ver con claridad los com­
del sentimiento tiene por objetivo desve­ portamientos motivados por sus conflictos y
lar la intención, la actitud o el sentimiento sus emociones.

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Capítulo | 12 Tercera fase de la relación de ayuda 213

El paciente comienza a relacionar, poco a que esto comenzó no he podido saber por
poco, estos comportamientos con los aconte­ qué estoy así exactamente».
cimientos de su vida, pasada y presente, y a Profesional: «En el fondo, usted no sabe
si le va mejor o no. Usted todavía tiene
evocar a otras personas, otras actitudes, otros
inquietudes con respecto al tema del ma-
problemas que ahora le parecen, de forma trimonio con su novio, y se siente colérica».
más diáfana, que guardan relación. Paciente: «Hay momentos en los que
Todo esto que hemos ya señalado nos todo me desagrada. Por momentos yo no sé
hace pensar, como hemos dicho, «en el lo que quiero. Quiero decir que he tenido
ensamblaje de un puzzle». Al principio, se momentos así. Pero no sé por qué».
examina con perseverancia y concentración Profesional: «Con frecuencia usted ex-
cada motivo, y se observan las figuras. Pro­ perimenta que le desagrada todo, pero lo
gresivamente, apreciamos cómo cada uno de observa precisamente en este momento y
los actos del paciente se ensambla con otros dice que no sabe por qué».
Paciente: «Es cierto… [gran suspiro
para poder formar imágenes diferentes.
y silencio]. No sé qué pensar de mí. No
Cuando en una exposición dos o más fac­ quiero molestar. Yo me pregunto cuál ha
tores se relacionan, el profesional propone sido su reacción cuando le he pedido que
una respuesta «integral». En este caso no hable conmigo».
se contenta con reflejar los sentimientos ex­ Profesional: «Me parece que usted no
presados: retoma con precisión los factores está segura de cuál es su papel en la rela-
que la persona ha puesto a la luz y que pa­ ción conmigo. Parece que usted no tiene
recen relacionar estos sentimientos entre sí, claro de qué quiere hablar conmigo».
o relacionar las causas más fundamentales. Paciente: «Sí, creo que sí. Hace un mo-
De aquí se seguirá que el paciente perciba mento le había dicho que había leído un
libro de psicología sobre la pareja que al-
mejor la ineficacia de ciertos medios que
guien me había prestado. Pero creo que
emplea y comprenda mejor, aprecie más, eso no ha hecho más que empeorar mi
ciertos elementos de su situación (lo que es situación».
problema suyo y lo que es problema de los Profesional: «Usted tiene la impresión
demás). de que eso no la ha ayudado a aclarar sus
ideas sino que, por el contrario, la ha con-
Respuestas que favorecen fundido aún más».
Paciente: «Sí, yo creo que eso me ha
la autonomía confundido un poco más».
Por ejemplo:
Como acabamos de ver, el profesional de­
ja la responsabilidad del diálogo a la paciente.
Paciente: «Y bien, yo le hablé anteayer del
No pregunta tal como lo haría en una conver­
problema de mi matrimonio con mi novio».
Profesional: «Ah, sí, ya veo [silencio], sación ordinaria. La entrevista comienza con
y… ¿cómo le va?». una situación abierta: la paciente dice que
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Paciente: «No sé qué decirle. Yo no sé ha leído. El profesional no la ha comprendi­


si ha habido mucho cambio. He leído algo do bien y se lo expresa sencillamente, y de
en un libro de psicología…». nuevo la paciente entabla el diálogo sobre su
Profesional: «Perdone, no he entendido problemática. Sin embargo, ella no se siente
lo que ha dicho, pues acaba de pasar un bastante segura para hablar: querría hacerlo,
camión y ha hecho mucho ruido». pero todavía necesita seguridad.
Paciente: «Decía que había leído…». El profesional no le brinda esa seguri­
Profesional: «Sí…».
dad, pero refleja claramente su inseguridad.
Paciente: «Y sigo sintiéndome inquieta
en relación con mi matrimonio. Me siento Además, cuando es aceptada, el profesio­
muy colérica con mi novio. Intento no ma- nal responde a lo que la paciente ha hecho
nifestárselo, pero a veces sale. Entonces, mi consciente, y el diálogo continúa a un nivel
novio me dice que estoy un poco nervio- más profundo. Responder de esta forma
sa…, pero yo no sé por qué estoy así. Desde es más eficaz que intentar dar apoyo.

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214 SECCIÓN | III La relación de ayuda

La paciente se siente colérica contra con la autoridad, o contra otro. A medida que
todos, incluido su novio, porque querría pueda descargar su tensión en el profesional
ser capaz de decidir por ella misma. Si el estará más capacitada para proyectar claridad
profesional la hubiera apoyado, la entrevista sobre los elementos de su situación, y verá
habría podido convertirse en una relación de poco a poco la necesidad de la autoridad.
dependencia, que sin duda habría llevado a la Al aprender a reconocer y a dominar sus
paciente a oponerse al profesional. emociones, ella llegará a aceptar sus límites
Otra situación que se presenta con fre­ y sus reglas.
cuencia en las entrevistas de ayuda es la
siguiente: el paciente aporta una serie de
Ayudar al paciente a asumir
elementos que sopesa juiciosamente, sin
saber qué decidir. Nos parece más eficaz sus responsabilidades
que el profesional no intente valorar uno u Es frecuente que el paciente considere la
otro, o decidir por el paciente, aunque sí deba responsabilidad de estudiar sus problemas
intentar reflejar con calma o tranquilamente y de tomar decisiones autónomas como
los dos aspectos de su conflicto. Por ejemplo, algo que le produce gran sufrimiento y es­
el profesional podrá decirle: fuerzo. A partir de una actitud de inseguri­
dad, defensiva y dependiente de la opinión
de otro, necesitará llegar a la convicción de
«Me parece que usted no sabe qué hacer, o
que debe resolver los problemas por sí
por qué camino optar.»
mismo.
Las respuestas del profesional deben
Refleja así el conflicto tal como la per­ reconocer y clarificar la lucha que siente el
sona lo siente y, poco a poco, será necesaria paciente entre las expresiones de conflicto y
una dirección en la medida en que el pa­ el deseo de alcanzar una autonomía de jui­
ciente continúe autoexplorándose. Gene­ cio y acción, por una parte, y el miedo y la
ralmente, si el profesional se esfuerza en inseguridad, por otra: solo así el profesional
orientarle en una determinada dirección, el reflejará al paciente el sentimiento de que le
paciente se sentirá dirigido, se defenderá ha comprendido y aceptado.
ante esto y elegirá la dirección contraria, o Sin embargo, esta fase es muy delicada,
bien aceptará pasivamente lo que le dice el el profesional deberá reflexionar bien lo que
profesional. le dice al paciente. Dado el estado de inquie­
Puesto que estos conflictos están cen­ tud de este último, podría ser peligroso que
trados sobre acontecimientos personales, es el profesional incrementase los sentimientos
evidente que el paciente está mejor informa­ expresados por el paciente. Por otra parte, el
do y posee más datos sobre el tema que el paciente buscará con frecuencia apoyarse en
profesional. Pero como en este momento de el profesional e intentará de forma abierta
la entrevista el paciente aún está sometido o cerrada que este le dé su opinión acerca
a una fuerte tensión emotiva, sus aspira­ de alguna cuestión personal. Sabiendo que
ciones positivas posiblemente no se habrán eso no hará más que crear dependencia, el
consolidado y reincidirá con rapidez en sus profesional lo evitará. Pero el profesional
posiciones negativas. no debe confrontar al paciente con sus res­
En una entrevista «centrada en el pa­ ponsabilidades de manera brusca o brutal
ciente» se intenta presionar el juicio de la porque esto perturbaría sensiblemente la
persona: se parte de la hipótesis de que ella relación.
sabe cuáles son sus responsabilidades y de­
beres, y que las evaluará en su justa medida Respuestas de aprobación
cuando, con la ayuda del profesional, pueda
hacerlo con calma. El profesional no ayuda al paciente mostrán­
Ocurre también que cuando la persona dose de acuerdo con él sin tener elementos,
demanda ayuda se encuentra en conflicto pues el paciente no siempre está de acuerdo

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Capítulo | 12 Tercera fase de la relación de ayuda 215

consigo mismo. La actitud expresada no es Otras actitudes del profesional


siempre la verdadera, la que muestra en rea­
lidad. Si aprobando esta actitud el profesio­ El profesional debe:
nal la «fija», y si más tarde el paciente desea 1. Tener un comportamiento elástico que
expresar puntos de vista opuestos, no puede le permita reajustar sus intervenciones
hacerlo sin tener la impresión de contradecir cada vez que sea necesario para llegar a
al profesional. su objetivo.
El delicado equilibrio entre las decla­ 2. Tener un agudo sentido de la observación
raciones del paciente y la necesidad de que (del paralenguaje) para evaluar momento
el profesional no tome parte es una de las a momento el impacto que produce sobre
mayores dificultades de la entrevista cen­ el paciente. Sin olvidar cómo es y cómo
trada en el paciente. Si el profesional toma se siente cuando dialoga con su interlo­
posición sobre un enunciado, puede obligar cutor.
al paciente a aceptar este punto de vista; pero 3. Considerar que el comportamiento hu­
el profesional no tiene ningún medio de saber mano se organiza en automatismos. Esta
cuál será, a fin de cuentas, la actitud del pa­ constatación simplifica la tarea del pro­
ciente hacia sí mismo, ni cuál es la intuición fesional que, cuando identifica uno de
más profunda y más rica. estos esquemas, puede asegurar que se
Para que la comprensión sea más pene­ repetirá. Observando el desarrollo, puede
trante, para que la toma de conciencia sea prever etapas sucesivas y construir una
más profunda, la relación debe permanecer estrategia de intervención.
«flotante». No debe fijar al paciente en una 4. Ayudar al paciente a expresar su manera
actitud definida para que esta no le impida de ver las cosas. Esto le ayudará a com­
encontrar más adelante y por sí mismo una prender su forma de actuar.
solución. 5. Esforzarse y mejorar su actitud de obser­
Así, el profesional aprenderá a manifes­ vación y de interpretación para establecer
tar, sin expresar acuerdo ni desacuerdo con supuestos o hipótesis.
el contenido intelectual o lógico de lo que el 6. Ayudar al paciente a distinguir entre los
paciente dice, que acepta y comprende los problemas que puede resolver y los que
problemas que este expone. no puede cambiar, incluso mediante la
relación de ayuda. Ambos, paciente y
Ayudar al paciente a emplear profesional, deben aceptar lo que no se
sus recursos puede cambiar.
7. Ayudar al paciente a reconocer el efecto
Otra forma de ayudar al paciente a rees­ de su comportamiento sobre las perso­
tructurarse o a llevar a cabo un cambio en nas con las que está cotidianamente en
su vida consiste en ayudarle a emplear los contacto; también debe identificar la con­
recursos que necesitará para orientarse en las secuencia de su propio comportamiento
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

situaciones de crisis. Es a este nivel donde sobre los otros.


el profesional debe intervenir cada vez que 8. Ayudar al paciente —hasta cierto
sea posible, pues toda persona posee un po­ punto— a identificar y a afrontar sus
tencial que puede servirle en los momentos problemas actuales (recordemos que
difíciles. En este marco no cabe preguntar al la mayor parte de las veces solamente
paciente: «¿Cuál es su problema?», pero sí: podemos trabajar con el paciente la
«¿Qué recursos necesitaría para llegar a ser situación actual y contextual de lo que
lo que desea ser?» (Cayrol, 1984). está viviendo; por tanto, no vamos a bu­
Un efecto notable de este proceso es cear en el pasado), a evaluar sus nuevas
que el individuo dispone de estrategias per­ formas de comportamiento, a comuni­
sonales eficaces que le ayudarán a confiar car y a relacionarse con los otros, y a
en sí mismo y a enfrentarse fácilmente a su encontrar un sentido a sus dificultades
problema. y problemas.

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216 SECCIÓN | III La relación de ayuda

9. Si el paciente tiene una visión distorsio­ manifiesta una excusa para terminar la en­
nada de la realidad, una tarea importante trevista. Por ejemplo:
del profesional es darle información o
las explicaciones necesarias para que
«Perdone, me siento cansado, y preferiría
pueda ver su problema desde otra pers­ quedarme solo»; «¿Sabe?, todo el mundo
pectiva. Esto implica que el profesional tiene problemas, ya le llamaré otra vez si lo
cuente con una buena formación sobre la necesito»; «Creo que usted me ha ayudado
relación de ayuda y comunicación y que mucho, podemos dejarlo por el momento,
le ayude en todo momento a reencua­ muchísimas gracias», etc.
drar la situación o la forma de ver el
problema.
Hostilidad, agresividad. Entendemos la hos­
ACTITUDES QUE PUEDE tilidad como la reacción emocional del paciente
MANIFESTAR EL PACIENTE ANTE ante una amenaza o una frustración de carácter
LA CONFRONTACIÓN verbal o no verbal. Esta permite tranquilizar o
poner en marcha los mecanismos de defensa
La actitud ideal del paciente, durante esta
para luchar contra la ansiedad y contra las dife­
tercera fase de la relación, debería ser la de
rentes tensiones implicadas en el fenómeno. La
una sincera colaboración con el profesional.
hostilidad en la relación profesional-paciente
El paciente debería adoptar una actitud de
aparece de la siguiente forma:
autoexploración, no defensiva, frente a las
diferentes confrontaciones presentadas por 1. El profesional confronta al paciente so­
el profesional. bre un punto muy amenazante para él, lo
Reconocer su parte de responsabilidad cual desencadena una frustración o una
en la persistencia o no de su problema es una amenaza en este último.
tarea que a veces resulta muy amenazadora 2. La ansiedad aparece, acompañada de sen­
para el paciente. timientos de incapacidad o impotencia.
Su principal objetivo durante esta fase 3. El paciente, para afrontarlo, manifies­
consiste en reconocerse como el protagonista ta agresividad verbal o motriz (p. ej.,
y el responsable de su vida y de cuanto le golpeando la mesa o la cama); esto le
ocurre. ayudará a disminuir la ansiedad.
En este caso concreto, la agresividad se diri­
Ser responsable de sí mismo ge hacia la destrucción de un objeto percibi­
Constatamos que todas las terapias tienen un do como una fuente de frustración o realmente
punto en común: mostrar al individuo que de­ como una amenaza.
be asumir su propia vida con responsabilidad. El profesional es con frecuencia el blanco
Ser responsable es tomar conciencia de la agresividad del paciente, de los comen­
de que cada uno es el creador de su propio tarios o los insultos verbales u hostiles de es­
destino, de su propia ontología, de sus sen­ te. Cuando esto ocurre, el profesional puede
timientos, situaciones, e incluso, en ciertos utilizar las siguientes estrategias:
casos, de su propio sufrimiento o desgracia. 1. Proseguir, no abandonar el contacto con
El paciente, cuando se siente confrontado el paciente. No responder con agresividad
con lo que acabamos de decir, tiende a utili­ a la agresividad (recordemos lo que ya
zar diferentes mecanismos de defensa. hemos dicho de transferencia y contra­
transferencia).
Mecanismos de defensa frente 2. La exploración de la amenaza o de la
frustración que ha precedido a la mani­
a la confrontación
festación de hostilidad.
Huir o rechazar el continuar la entrevista. 3. Permitir al paciente que verbalice los
Con frecuencia, en esta tercera fase el paciente sentimientos asociados a la amenaza

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Capítulo | 12 Tercera fase de la relación de ayuda 217

o a la frustración (impotencia, cólera, Sabemos que la manipulación no es cons­


sentimiento de inadaptación…), lo que tructiva para el paciente. Si el profesional se
le permitirá la catarsis y no sentirse cul­ hace cómplice del paciente en este intento
pable debido a su comportamiento irres­ de responder a sus necesidades, él refuerza
petuoso. su comportamiento no funcional y le permite
4. Animar al paciente para que encuentre utilizar de forma no adaptada la relación.
el vínculo entre las amenazas específicas En esta situación, el profesional con
o la frustración, las emociones conse­ frecuencia se siente atrapado: si responde a
cuentes y las manifestaciones precisas sus demandas, tendrá una falsa impresión de
de hostilidad, etc. Decirle, por ejem­ éxito; por el contrario, si rehúsa responder
plo: «Veo que se ha enfadado [agresivo]. a las demandas del paciente, este último lo
¿A qué cree que se debe? ¿Qué es lo que acusará de incompetente. Si no se reconoce la
realmente le está provocando este enfa­ existencia de la manipulación en la relación,
do? ¿Hay algo que usted o yo podamos ha­ el progreso del paciente se verá bloqueado.
cer para que se sienta mejor?».
Actitud de desapego. El desapego es un
Actitud de manipulación. La manipulación comportamiento caracterizado por la reserva
es un comportamiento caracterizado por la o por una actitud distante generalizada en
explotación o por los intentos de explotación los contactos interpersonales. Es una forma
en las relaciones interpersonales. de resistencia que en la relación de ayuda,
Definimos la manipulación como un es­ por su brevedad, puede retrasar la relación y
fuerzo deliberado del paciente por controlar descorazonar al profesional.
el comportamiento del profesional, con el Entre las formas más frecuentes de de­
objetivo de satisfacer sus propias necesidades sapego encontramos: la racionalización o
o conseguir sus propios fines. Así, no se ten­ intelectualización, la negación y la superfi­
drán en cuenta las necesidades, los deseos, cialidad.
etc., de la persona manipulada porque se
la considera despreciable; el manipulador 1. Racionalización. Determinados pacientes
reduce a los otros al estado de objetos con la emplean de forma excesiva para evitar
la única finalidad de responder a sus propias tomar conciencia de sus sentimientos y
necesidades. de sus consecuencias psicológicas. El
A veces, el manipulador tiende a adular paciente busca solamente desarrollar una
al profesional diciéndole que es la única comprensión inmediata de sus problemas
persona con la que ha podido comunicarse personales. Esta actitud, si el profesional
en realidad y que es el único que le com­ no llega a confrontar los sentimientos,
prende verdaderamente. Pero cuando estas puede bloquear la relación de dos formas:
tácticas fracasan, el paciente recurre a otros a. El paciente pide continuamente ex­
medios: intentará probablemente provocar al plicaciones y razones con el fin de
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

profesional, ponerle en apuros, irritarle. La evitar cambiar su comportamiento.


provocación puede ser manifiesta o disimu­ b. El paciente evita evaluar los aspec­
lada, evidente o sutil. El paciente intenta de tos emotivos de su personalidad. En
forma deliberada hacer perder al profesional consecuencia, la relación se convierte
su sangre fría con injurias o intimidaciones. en una discusión y no en una relación
Si el profesional se pone a la defensiva, el «terapéutica».
paciente habrá conseguido lo que deseaba. 2. Negación. Es un mecanismo de defensa
Para ayudar verdaderamente a este tipo que se manifiesta por el rechazo a re­
de pacientes, el profesional, en primer lugar, conocer ciertos hechos, sensaciones o
debe reconocer que esta forma habitual de dificultades, personales y dolorosas. A
reacción es la manipulación y más tarde des­ causa de la confrontación, es muy fre­
cubrir las maniobras manipuladoras utiliza­ cuente que en esta tercera fase el paciente
das con más frecuencia. se sienta amenazado en su autoestima. La

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218 SECCIÓN | III La relación de ayuda

negación se utiliza para evitar la ansiedad Su intervención se basa en la convicción


asociada a la nueva toma de conciencia de que puede ayudar al paciente en la medida
durante el trabajo «terapéutico» o de en que concentre su atención sobre un solo
relación de ayuda. tema. De hecho, si el paciente desarrolla esta
3. Superficialidad. Es una forma de resisten­ actitud, llegará poco a poco a estar más capaci­
cia caracterizada por una falta de profun­ tado para identificar sus problemas, distinguir
didad en el contacto personal. El paciente la causa del efecto, percibir su rol en las expe­
la utiliza para evitar la autoexploración. riencias vividas, descubrir sus diversas posi­
Puede también permanecer superficial en bilidades e intentar nuevos comportamientos.
su exploración de las zonas conflictivas
y en la implantación de nuevos modos o Desconfianza. La desconfianza o la sus­
formas de comportamiento. picacia son tendencias más o menos persis­
tentes que consisten en una falta de confianza
El profesional anima al paciente a evaluar la en la sinceridad, la buena fe y la honestidad
utilidad de su comportamiento y los aspectos de los otros.
fatalistas de esta actitud. El profesional y el El paciente desconfiado se defenderá
paciente también pueden descubrir los mie­ contra la ansiedad a través de los mecanismos
dos o los fantasmas que inhiben la expresión de defensa de proyección y negación.
de sus sentimientos y emociones, y en las Los pacientes desconfiados son incapaces
intervenciones posteriores poner el énfasis de aceptar que un punto de vista distinto del
sobre el contenido emotivo. suyo pueda ser correcto.
La superficialidad, como forma habitual El espíritu suspicaz puede creer fácilmen­
de comportamiento, se caracteriza por la te que los otros no le quieren y, en realidad,
ausencia de diálogo significativo, sea por puede que sea verdad. Pero es él quien se
incapacidad o por voluntad deliberada. El muestra incapaz de admitir sus errores de
objetivo de la superficialidad es hacer fraca­ juicio, quien interpreta mal las observaciones
sar toda posibilidad de intimidad, abstenerse inofensivas de los otros, quien se siente siem­
de reflexionar y tratar de impresionar a los pre personalmente aludido. No puede admitir
otros. sus errores porque, si lo hiciera, mostraría
Otra táctica utilizada con frecuencia por con ello su imperfección y su vulnerabilidad,
individuos superficiales es la «seudocomu­ y además tiende poco al compromiso y a la
nicación». La persona superficial, cuando colaboración en sus relaciones de trabajo.
habla, parece abierta y expresiva, de tal modo
que sus propósitos parecen comprensibles en Dependencia excesiva. La dependencia ex­
el momento de expresarse. Sin embargo, una cesiva es un comportamiento caracterizado
vez la conversación ha finalizado, el interlo­ por intentar establecer y mantener el contacto
cutor es incapaz de recordar lo que ha dicho adoptando una actitud de impotencia. El pa­
y lo que eso podría significar, por la simple ciente busca implicar al profesional en una
razón de que los propósitos no son más que relación de dominación-sumisión en la que
un tejido de palabras oscuras, de generaliza­ hace todo lo posible para mantener la relación.
ciones, de ideas abstractas. El profesional, El paciente puede experimentar su im­
con frecuencia, se siente fascinado ante tal potencia haciendo que el profesional tome
erudición y absolutamente incapaz de dis­ siempre las decisiones, guíe y asuma la res­
cernir el sentido de todo ese embrollo. ponsabilidad del paciente. Este comporta­
¿Qué puede hacer el profesional ante un miento se manifiesta por frases como: «Usted
paciente que se expresa con tanta superficia­ es el único que me comprende». Al actuar
lidad y logomaquia? Debe ayudarle a no ha­ así, el paciente utiliza un comportamiento
blar más de un tema a la vez y a profundizar de impotencia aprendido en relaciones in­
aunque sea solo un poco; el profesional debe terpersonales anteriores y evita evolucionar
interrumpirle, necesariamente, para pedirle hacia la toma de conciencia, la autonomía y
que sea más preciso. la reciprocidad en la relación.

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Capítulo | 12 Tercera fase de la relación de ayuda 219

El profesional puede enfrentarse a este Uno de sus lemas es: vive aquí y aho­
comportamiento del paciente de diferentes ra lo que estás viviendo (haciendo,
formas: sintiendo, pensando…) con responsabi­
1. En primer lugar, debe fijar límites claros, lidad. Mientras estás en esta tarea, estás
firmes, precisos y consistentes al percibir en ella con todos tus sentidos; cuando pa­
estas formas de dependencia excesiva. ses a otra, estarás con los cinco sentidos
2. En segundo lugar, el profesional debe en la otra.
2. El análisis transaccional que ayuda a
poner el énfasis en la voluntad del pacien­
confrontar al paciente analizando temas
te y su responsabilidad para asumir sus
como:
comportamientos, sus pensamientos y
a. Los escenarios de vida: el guión de
sus emociones. Evitará guiar al paciente,
vida, en el que cada uno desempeña­
tomar decisiones que le conciernan; es
mos un papel en este «Gran Teatro
decir, evitará asumir la responsabilidad
del Mundo», pero que podemos y
del comportamiento del paciente.
muchas veces debemos cambiar de
papel.
Víctima inocente. Podemos comprender
b. Los mensajes parentales.
este mecanismo en el sentido ya mencionado;
c. La estructura de la personalidad: los
es decir, el paciente se considera víctima de
tres estados del Yo.
las circunstancias exteriores que escapan a
d. La importancia de las estimulaciones
su control: «Es el destino», «Es la voluntad
o «caricias».
de Dios», etc.
e. Las transacciones o interacciones en
En otros casos, las personas provocan
la comunicación.
ellas mismas estos sentimientos de víctima
f. Los juegos psicológicos, el triángulo
inocente como un mal menor para salvar una
de Karpmann, etc.
situación conflictiva, por ejemplo: salvar su
3. La programación neurolinguística.
vida de pareja, de familia, etc.
Bandler y Grinder (1980) nos muestran
A menudo pueden aparecer enfermeda­
en sus escritos que muchos conflictos
des psicosomáticas como una manera in­
son el resultado de una distorsión de la
consciente de eludir su responsabilidad. No
realidad: «El mapa no es la realidad».
pueden seguir con un compromiso (p. ej., un
La relación de ayuda consiste en mos­
trabajo, una carrera) porque están enfermos
trar que hay diferentes formas de ver o
y, claro, no es «culpa suya, ellos querrían,
«leer» la realidad, y que conviene evitar
pero no pueden».
las generalizaciones, distorsiones, elimi­
naciones, etc. (Sobre este tema hemos
Conformidad automática. Este mecanis­
hablado bastante en el primer capítulo
mo es utilizado por E. Fromm (1976) para
de este libro.)
identificar a los individuos que desean evitar
4. La terapia racional emotiva de A. Ellis
la libertad y la responsabilidad de sus actos.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

(1990). Ellis nos dice: «Las personas no


reaccionan directamente de forma emo­
Otras técnicas terapéuticas cional o comportamental a los aconteci­
que ayudan a la confrontación mientos que encuentran en su vida; las
personas provocan, además, sus propias
Hemos presentado como marco de referencia reacciones según la forma de valorar
de la relación de ayuda la psicología exis­ o interpretar los acontecimientos que
tencialista y fenomenológica. Creemos que experimentan». La terapia de Ellis nos
ciertas técnicas de otras terapias pueden ayuda a descubrir las ideas irracionales
ayudarnos, por ejemplo: con las cuales vivimos y que son la causa
1. La terapia de la Gestalt: que pone el acen­ de algunos de nuestros problemas.
to en el cómo, el aquí y el ahora de la per­ 5. La logoterapia de V. Frankl (1987).
sona que vive una situación conflictiva. Frankl aborda la reestructuración de los

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220 SECCIÓN | III La relación de ayuda

problemas sobre todo en las situaciones diferentes escalas que hemos ido viendo
«límite» mediante el descubrimiento a través de los capítulos de este libro.
del sentido de la vida. Esta visión te­ 7. La psicoterapia existencial de Y. de
rapéutica es muy recomendada en las Yalom (1980). En su libro Psicoterapia
situaciones límite: enfermedad, muerte, existencial (1980), este autor nos ofrece
ausencia de sentido de la vida, ideas de ideas claras para confrontar a la persona
suicidio, etc. frente a problemas tan importantes sobre
6. La terapia de R. Carkhuff (1993). Nos los que se cuestiona como la libertad y la
ayuda a confrontar a la persona de forma responsabilidad, la soledad, el sentido de
progresiva y sistemática. Por ejemplo, las la vida y la muerte.

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Capítulo 13

Cuarta fase de la relación de ayuda:


establecer con el paciente un plan
de acción
Luis Cibanal Juan y María del Carmen Arce Sánchez

El paciente, lentamente, comienza a re­


Objetivos chazar la manera de ver las formas de actuar
• Tener presente que un plan de acción que tenía, por parecerle ahora inapropiadas.
se realiza con el paciente y no El paciente comienza a tener otra visión de la
por o para el paciente. realidad. El profesional debe reflejar al paciente
• Saber cómo establecer un plan todos los matices realizados en esta evolución.
de acción con el paciente de forma Sus respuestas deben sintetizar, coordinar,
operativa y concreta.
a veces simplificar, clarificar y sobre todo
• Ayudar al paciente a ser concreto
y vencer las resistencias que se le
resumir el proceso realizado por el paciente.
puedan presentar en la realización Estas respuestas del profesional ayudarán al
de sus actividades. paciente a comprender mejor su estado y a
adoptar actitudes más positivas respecto a la
confianza en el cambio a realizar.
En un momento dado, a través del pro­
ceso de la relación, el profesional se va a dar
Contenidos cuenta de que el paciente sugiere nuevos pla­
• Aspectos que se deben tener en cuenta. nes o nuevas soluciones; esta es la señal de
• Actitudes del profesional durante esta que elabora una nueva concepción de ciertos
fase. aspectos de su vida, lo que redundará en la
• Actitudes del paciente durante esta toma de decisiones importantes.
fase.
La principal función del profesional, en
esta importante etapa, consiste en reflejar
exactamente los pros y los contras de los
diferentes objetivos y acciones que el pacie­
INTRODUCCIÓN nte vislumbra, con el fin de que esto le ofrezca
Una vez que el problema del paciente ha una visión más objetiva, concreta y rea­
sido clarificado y definido, este podrá con­ lista.
frontarse con nuevas formas de percibir la Si durante esta fase el paciente logra to­
rea­lidad del problema o nuevas maneras de mar conciencia de que puede contar con sus
ver la vida. Entonces deberá iniciar el proceso recursos personales, familiares, amigos, etc.,
de reestructuración. Esto implicará fijarse entonces podrá integrar esta experiencia de
un plan de acción que posibilite su cambio o crisis como una verdadera experiencia vital
reestructuración. que le ayudará a progresar hacia una mayor

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222 SECCIÓN | III La relación de ayuda

autonomía y madurez. Desarrollará habi­ tica la naturaleza o la causa de los problemas


lidades y tolerará eficazmente la ansiedad de un coche.
asociada a los cambios de comportamiento. Definimos el diagnóstico del profesional
Una de las tareas importantes en esta fase como la «conclusión» o la «interpretación»
es la toma de decisión, por parte del paciente, que el profesional elabora a partir de toda
de la responsabilidad que le corresponde en la información aportada por el paciente y
su proceso de cambio. La responsabilidad que él enuncia como: «La descripción de un
del profesional ha sido ya delimitada en fases conjunto de signos y de síntomas indicadores
anteriores. de los problemas actuales o potenciales del
paciente, así como de las causas de estos».
El profesional, debido a su formación,
ASPECTOS QUE SE DEBEN TENER
a su experiencia y responsabilidad, ayudará
EN CUENTA al paciente a resolver sus problemas y difi­
La necesidad de establecer cultades.
un diagnóstico El diagnóstico del profesional describe,
de manera sintética, las reacciones indivi­
Creemos que es necesario para el profesional duales del paciente frente a su problema. El
establecer un diagnóstico. diagnóstico está orientado hacia el individuo,
¿Por qué hacer un diagnóstico? ¿Por qué se modifica según las reacciones de este y
debe existir el diagnóstico del profesional? permite establecer objetivos precisos y un
programa de acción concreto con el paciente
Definición de diagnóstico (tabla 13-1).
El término «diagnóstico» procede de la palabra
griega diagnosis, que significa «reconocer». Algunas consignas para establecer
Reconocer es: el diagnóstico del profesional
1. Identificar los signos y los síntomas, así 1. Evitar formular un diagnóstico en térmi­
como nos de necesidad; hacerlo en términos de
2. La naturaleza de estos fenómenos, y re­ reacción del paciente.
alizar
3. El análisis de la naturaleza de una condi­
ción, de una situación o de un problema. «El paciente tiene necesidad de afecto.» Es
preferible formularlo de la siguiente forma:
De hecho, quien elabora una conclusión sobre «Insuficiencia de afecto relacionada con el
la naturaleza de una condición, una situación apego a los otros».
o un problema, realiza un diagnóstico.
El proceso de diagnóstico se utiliza en va­ 2. Evitar los juicios y los enunciados im­
rias profesiones: incluso el mecánico diagnos­ prudentes.

TABLA 13-1  Características del diagnóstico del profesional


Diagnóstico del profesional no terapeuta Diagnóstico del terapeuta
• Describe las reacciones del individuo ante el • Describe el proceso de enfermedad
proceso del problema • Está orientado hacia la patología
• Está orientado hacia el individuo • Permanece constante a lo largo de la
• Se modifica según las reacciones del enfermedad
individuo • Complementa el diagnóstico terapéutico
• Puede ser complementario del diagnóstico • Posee un sistema de clasificación desarro-
del terapeuta llado, aceptado por la profesión psiquiátrica
o la patología

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Capítulo | 13 Cuarta fase de la relación de ayuda 223

3. Colocar los factores ambientales en la informaciones. Si el profesional conoce


segunda parte del enunciado. Por ejemplo: el diagnóstico del paciente, sabrá qué sig­
nos y síntomas y qué tratamientos podrá
aconsejarle mejor.
«El paciente vive en un ambiente ruidoso
debido a la televisión.» El profesional debe 3. Clarifica las funciones autónomas del
decir, más bien: «Sueño perturbado debido paciente y refuerza su responsabilidad.
a ciertos estímulos…». Esto permite des- Un diagnóstico específico prescribe tra­
cribir mejor el problema, interiorizarlo y no tamientos de los cuales el profesional
verlo como algo externo al paciente. es el responsable. La responsabilidad
individual es también ampliada.
4. Evitar realizar un diagnóstico que no 4. Suministra una estructura para la educa­
esté orientado hacia las actividades. Por ción, la prevención, la práctica y la inves­
ejemplo: tigación.
5. El diagnóstico implica al paciente y debe
serle útil a él.
«La señora X tiene un comportamiento his- 6. El diagnóstico debe realizarse en térmi­
térico.» Con este diagnóstico, el profesional nos de problemas y en relación con las
no puede hacer nada. competencias y las dificultades.

5. Enunciar un diagnóstico potencial —ayu­ En conclusión, el diagnóstico del profesional


dar a prevenir— cuando las actividades corresponde a la lista de problemas que se
del paciente son previsibles o requiera un desprenden del análisis de las informaciones
tratamiento preventivo para mantener su objetivas y subjetivas previamente recogidas,
estado de bienestar. Por ejemplo: así como a los recursos o capacidades funcio­
nales del paciente. Por otra parte, el paciente
elabora, en esta etapa, una descripción prác­
«Peligro de cansancio debido a un exceso tica del problema.
de trabajo y falta de sueño…» La acumulación de informaciones adicio­
nales entraña inevitablemente modificacio­
6. Si la evidencia del comportamiento no nes, al menos parciales, de la definición ini­
está clara, enunciar el diagnóstico como cial. Percibimos que un problema, juzgado a
posible. primera vista como sin importancia, se revela
7. Asegurarse de que las reacciones son mo­ como el problema principal, transformándose
dificables mediante las intervenciones del en uno de los elementos de una compleja red
profesional y muchas veces del paciente. de dificultades.
8. Finalmente, formular el diagnóstico de
forma concisa, en términos específicos,
orientado hacia las actividades, es decir, Elaboración de los objetivos
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

con el fin de poder planificar bien, inter­ El diagnóstico nos ha permitido, de una for­
venir y evaluar. ma clara y sintética, ubicar al paciente en su
problemática.
Ventajas del diagnóstico Incluso aunque el análisis y la clarifica­
1. Reforzar el proceso establecido en la re­ ción del problema sean ya el comienzo de su
lación de ayuda. El diagnóstico identifica resolución, estimamos que el paciente debe
las modificaciones del estado del paciente formular de forma más clara dónde quiere
a partir de la información ofrecida por llegar; qué objetivo u objetivos se propone
este y orienta las intervenciones del pro­ para resolver su problema.
fesional.
2. Consolida un gran número de informa­ Definir el objetivo
ciones en enunciados concisos, incluidos Un objetivo para el profesional es un resul­
los parámetros de interpretación de las tado esperado en función del cual se pasa a

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224 SECCIÓN | III La relación de ayuda

la acción; es el fin que espera alcanzar por d. No es muy costoso; debe haber una
el paciente; una modificación del estado de proporción entre el problema y el
salud o de comportamiento. Se trata de for­ coste de su solución.
mular los objetivos en términos concretos en e. Es adecuado al problema que preten­
función del resultado esperado. de resolver.
Lógicamente, los objetivos, siempre que 4. Los objetivos deben ser concretos y espe­
sea posible, deben planificarse con el pacien­ cíficos. Es decir, expresados en términos
te y no por o para el paciente. del resultado deseado en relación con un
elemento de la situación. Un objetivo no
Objetivo global concreto y específico solo es una buena
El objetivo global es el resultado esperado, es intención.
el enunciado de lo que el paciente, ayudado
por el profesional, desea o espera de forma El paciente debe estar motivado
realista conseguir. para conseguir sus objetivos
Hay una relación entre el grado de motiva­
El objetivo debe ser personalizado ción y el éxito en la consecución del objetivo
El paciente debe expresar de forma clara, fijado.
concreta y específica lo que desea hacer para Entre los factores que ayudan o condicio­
resolver su problema. nan la motivación, señalamos:
Algunas consignas para 1. La esperanza de conseguirlo.
una personalización de los objetivos 2. El miedo al fracaso.
3. Las experiencias del sujeto en el área que
1. Debe pertenecer al paciente. Este debe desea resolver.
descubrirlo —a veces con la ayuda del 4. Las dificultades de las pruebas que deba
profesional— y asumirlo como impor­ superar.
tante y necesario para resolver su situa­ 5. Los valores y la ética del sujeto, etc.
ción. Este debe responder a sus nece­
sidades, mentalidad y circunstancias. El paciente no debe elegir objetivos demasia­
El paciente debe comprometerse y res­ do elevados ni demasiado fáciles: pues «en
ponsabilizarse de su cumplimiento. El el término medio reside la virtud». Si son
profesional debe respetar los valores y demasiado elevados, se corre demasiado ries­
ética del paciente. go de fracaso (y, por consiguiente, el paciente
2. Debe ser conciso. Es decir, expuesto en puede justificarse). Si son demasiado fáciles,
términos breves, claros y que no pueda existe el riesgo de disminuir la autoestima
ser interpretado de diferentes formas. El del paciente debido a la facilidad de la tarea.
profesional puede ayudar al paciente a Generalmente, la persona se siente moti­
ser conciso en su objetivo; un objeti­ vada para la consecución de un objetivo fijado
vo definido de forma vaga no será reali­ si este implica un cierto grado de dificultad,
zable. teniendo en cuenta sus capacidades; también
3. Debe ser realista y realizable. Un ob­ influye el creer que lo puede conseguir.
jetivo personalizado debe establecerse
en términos comprensivos y adaptados a Establecer objetivos operativos
la naturaleza y energía del paciente. Un Definir con claridad el cambio que se desea
objetivo es realista si: conseguir lleva consigo la exigencia implí­
a. El paciente dispone de los recursos cita de un objetivo definido concretamente
necesarios para cumplirlo. y realizado de forma práctica. Por esto se
b. Las circunstancias externas no impi­ debe intentar proteger al sujeto que busca
den su realización. sinceramente una solución. He aquí lo que
c. Este objetivo está bajo control del pa­ dice P. Watzlawick (1992): «Muchas per­
ciente; este será entonces responsable sonas que buscan ayuda con respecto a un
del éxito o del fracaso. problema describen el cambio deseado en

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Capítulo | 13 Cuarta fase de la relación de ayuda 225

términos al parecer plenos de sentido, pero d. Estar atento a todos los eslabones de
en realidad carentes de utilidad práctica: la cadena que conducen a la consecu­
desean ser más felices o comunicar mejor ción del objetivo.
con sus cónyuges, sacar más provecho de la
vida, preocuparse menos, etc. Pero es la gran Cualidades de una buena formulación
vaguedad de sus metas lo que hace imposible de los objetivos
alcanzarlas. Si se les insiste en que especifi­ Claridad en la formulación
quen aquello que quieren que les suceda (o 1. Indicar el resultado que se espera con
les deje de suceder) para ser más felices o un verbo que exprese una acción obser­
para comunicarse mejor, etc., se sienten con vable.
frecuencia desorientados. Esta desorientación 2. Concretar las circunstancias en las que
no se debe, en primer término, al hecho de quiere conseguir el objetivo (cuándo,
que sencillamente no hayan encontrado aún dónde, cómo, con quién, de qué mane­
la respuesta correcta a su problema, sino más ra, etc.).
bien a que, sobre todo, están planteando una 3. La realización de cada objetivo presenta
cuestión equivocada. Como ya afirmó Witt­ un cierto número de dificultades; es ne­
genstein hace medio siglo, “Si una respuesta cesario enumerar el número de veces que
no puede ser expresada, tampoco puede serlo debe obtenerse un resultado.
la correspondiente pregunta”. No solamente
buscamos “la buena pregunta” y definimos de Posibilidad de medir los objetivos
esta manera el objetivo en términos concre­ específicos
tos, sino que intentamos también establecer Esta posibilidad impide cierta subjetividad; es
un límite temporal al proceso de cambio». decir, el objetivo debe ser definido de forma
Si el paciente puede proponer o aceptar clara, concreta y precisa para que el paciente
un objetivo concreto y preciso, es probable pueda constatar si lo ha conseguido o no.
que acepte también una duración limitada
del tratamiento. El objetivo debe ser expresado
1. Definición de los objetivos operativos. en términos de conducta
Llamamos objetivos operativos a la tra­ La definición de un objetivo es útil en la me­
ducción de los objetivos globales, a veces dida en que precisa lo que el paciente debe
muy abstractos, en conductas concretas ser capaz de hacer para demostrar que ha
con las cuales es posible utilizar criterios conseguido su objetivo. Por ejemplo:
más objetivos y medibles. Un objetivo
llega a ser operativo cuando el paciente lo
concreta en términos observables y medi­ Objetivo global: «Aumentar mi autoes-
tima».
bles, lo que permite verificar si obtiene el Objetivo específico: «Concretar en qué
resultado previsto o no. conductas de mi vida y cómo quiero au-
2. Puntos de referencia para facilitar la mentar mi autoestima».
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

consecución de los objetivos operativos:


a. Pensar en comportamientos puntuales Otro ejemplo:
que el paciente desea realizar o evitar
teniendo en cuenta a la persona y sus
circunstancias concretas. Aumentar la autoestima. Objetivos ope-
b. Observar, durante un cierto tiempo, rativos: a) cuidar mi aspecto físico; b) ser
de manera concreta y puntual, los capaz de decir no cuando sea necesario,
y c) rechazar las bromas de mal gusto.
comportamientos no deseados que el Incluso cada uno de estos tres objetivos
paciente desea cambiar; eso permitirá operativos debemos concretarlos más. Por
ser más preciso al tener que definir ejemplo: «cuidar mi aspecto físico», «ir a la
las acciones. peluquería», «por la mañana, al levantarme,
c. Expresar el comportamiento que uno mirarme al espejo, asearme, etc.».
desea cambiar en términos positivos.

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226 SECCIÓN | III La relación de ayuda

Elección de un plan de acción buscar otras soluciones que no ha intentado


todavía.
Formular y poner en marcha un proyecto para Distinguimos tres momentos en el brain­
efectuar el cambio. El verdadero proceso de storming:
cambio tiene lugar en el curso de este plan
de acción. 1. La fase de producción de ideas.
La aplicación práctica de los objetivos es­ 2. La fase de evaluación de ideas.
pecíficos nos conduce a puntualizar un cierto 3. La fase de elección de las ideas más con­
número de intervenciones. venientes.
Cada una de las intervenciones debe, evi­ Desarrollo secuencial
dentemente, ser concebida y llevada a la prác­
No basta con retener un conjunto de acciones
tica en función de un problema específico.
que puedan permitir que el paciente consi­
El plan de acción es el instrumento que
ga sus objetivos; es necesario organizar de
lleva al paciente a confrontarse con el camino
forma óptima las acciones para llegar a su
que debe tomar entre el punto en el que se
consecución.
encuentra y el punto al que quiere llegar.
Con objeto de facilitar el proceso del plan Acciones complejas
de acción, proponemos los siguientes pasos. Un plan de acción global o complejo es
Elaboración del programa de acción irrealizable. De la misma forma que hemos
distinguido los objetivos globales de los es­
Para ser eficaz, el plan de acción debe contar pecíficos, debemos también subdividir las
con ciertas cualidades. Debe ser: acciones en complejas y específicas.
1. Concreto y específico. Características de las acciones
2. Mensurable. específicas
3. Realista y realizable.
4. Adecuado. Estas deben ser:
5. Operativo. 1. Definidas en términos de conducta.
6. Programado en un tiempo razonable. 2. Claramente relacionada la precedente
7. Cualitativo. con la siguiente.
8. Debe tener en cuenta los valores y la ética 3. De acuerdo con su sistema de valores
del paciente. o ética.
J. Jones (1974) presenta cinco criterios: 4. Mensurables y cuantificables.
5. Realizadas en el tiempo previsto.
1. Especificidad (las acciones específicas 6. El paciente debe tener en todo momento
son más útiles que las generales). la posibilidad de controlar la situación.
2. Actuación (las acciones deben establecer­ 7. El paciente debe tener las habilidades
se en términos de conducta). mínimas necesarias para poder realizarla.
3. Participación (la persona debe compro­
meterse y participar en la realización de Características del proceso
su acción). que se debe seguir
4. Realismo (indica la posibilidad de su rea­ 1. Claro (el paciente debe saber qué hacer).
lización). 2. Cada acción claramente relacionada con
5. Observación (la persona puede apreciar la siguiente; la progresión debe ser clara
el resultado del objetivo fijado). para el paciente.
3. Las acciones deben relacionarse con
Una técnica para la elección
los objetivos específicos, en función del
del plan de acción: el brainstorming objetivo global establecido.
(torbellino de ideas) (v. «Resolución 4. Las acciones no deben ser demasiado
de conflictos») pretenciosas. Deben relacionarse con los
El profesional debe estimular al paciente recursos actuales del paciente, así como
para que piense de forma creativa, para con sus circunstancias y sus sentimientos.

ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo | 13 Cuarta fase de la relación de ayuda 227

5. Las acciones no deben ser demasiado re­ paciente puede sentirse con mucha ansiedad
ducidas. De lo contrario, existe el riesgo o angustia.
de disminuir la autoestima del paciente, Con el fin de facilitar este paso, Egan
así como su motivación (puede sentirse (1982) propone algunas técnicas que pueden
tratado como un niño). servir de puente. Esta técnica consiste en ayu­
6. Que sea razonablemente programado: Es dar al paciente a tomar conciencia de las fuerzas
decir: internas o externas que pueden ayudar o poner
a. No dejar nada a la improvisación y a en dificultad la realización del plan de acción.
la libre interpretación del paciente. 1. Identificar las fuerzas negativas. La iden­
b. No perderse en pequeños detalles du­ tificación de los posibles obstáculos pue­
rante la elaboración de las acciones o de ayudar al paciente a sobrepasarlos más
actividades. fácilmente. Estos obstáculos pueden ser:
c. No pretender hacer un programa personales, familiares, sociales, etc. El
perfecto, puesto que esto impediría paciente puede establecer una lista de las
que fuera funcional. dificultades que le impiden la realización
d. Señalar un tiempo razonable para la del programa de acciones y analizarla con
realización del plan. el profesional.
Ejecución del plan de acción 2. Identificar las fuerzas positivas. La iden­
tificación de las fuerzas positivas aporta
Una vez establecido el plan de acción, es el confianza y seguridad al paciente en la
paciente el que debe ponerlo en práctica. Es ejecución del plan de acción. También
este quien toma la responsabilidad de su rea­ puede enumerar o hacer una lista de es­
lización. tas fuerzas facilitadoras y cuantificar el
Frente a la ejecución del plan de acción, grado de intensidad.
los pacientes pueden actuar de forma dife­ 3. Seleccionar las fuerzas más significa­
rente: tivas, tanto positivas como negativas.
1. Algunos se sienten capaces y a veces con Esta selección permitirá concentrarse en
suficiente motivación para realizarlo, dis­ las energías, positivas o negativas, que
ponen de los recursos personales, fami­ favorecen o impiden la realización del
liares, amigos u otros. plan de acción.
2. Otros, sin embargo, se sienten indeci­ 4. Adoptar las medidas necesarias frente
sos, tienen miedo, poca confianza en sí a estas fuerzas. Una vez establecida la
mismos y encuentran el plan demasiado selección de fuerzas consideradas signifi­
difícil en el momento de la realización. cativas, el profesional ayudará al paciente
3. Un tercer grupo se sitúa entre los dos an­ a determinar cómo afrontarlas.
teriores. Estos se consideran capaces de la
Este análisis de fuerzas produce ciertos
realización del plan de acción, pero nece­
efectos beneficiosos para el paciente. Por
sitan apoyo, al menos durante un tiempo.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

ejemplo: el paciente planteará de forma


El profesional puede ser de gran ayuda pa­ más realista la resolución de su problema,
ra estos últimos. Una relación de ayuda se abandonando su mundo de fantasías, sus
establecerá durante algún tiempo, varias sema­ ideas irracionales y ciertos prejuicios.
nas o varios meses. Lógicamente, existirá un Este desmitificará las dificultades que
«contrato terapéutico» que determinará el percibía como montañas difíciles de escalar.
tiempo y las modalidades de apoyo al paciente. Se sentirá apoyado por el profesional.
Algunas consignas para la ejecución El paciente, responsable de su plan
del plan de acción de acción
El paso de la fase de elaboración a la fase El paciente debe, en esta fase, considerarse
de ejecución de la acción implica siempre como el único responsable del éxito. Debe
un cambio a veces demasiado grande. El comprometerse formalmente.

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228 SECCIÓN | III La relación de ayuda

Esto no impide que, en la práctica, el 8. El profesional debe ser directivo con


plan de acción encuentre nuevos obstáculos los pacientes motivados por el miedo al
o dificultades. fracaso, con el fin de que los objetivos
Recordemos: una actividad, para que sea y las actividades se realicen y de que el
operativa, debe poderse evaluar; esto quiere paciente no exagere los obstáculos o los
decir que tiene que ser muy concreta. Y para fracasos.
ser concreta debe planificarse de la forma 9. Ayudar al paciente a descartar las ideas
siguiente: irracionales, con el fin de que llegue a
1. Quién la realizará… ser lo más realista posible.
2. Cuándo la realizará… 10. Saber que la responsabilidad de la eje­
3. Cómo la realizará… cución del plan de acción corresponde
4. De qué manera… al paciente.
5. Dónde la realizará… 11. Es el paciente quien debe responsabi­
6. Con quién la realizará… lizarse. El profesional debe favorecer
7. Cuántas veces… la independencia y la autonomía del
paciente.
12. Prestar atención a la elaboración
ACTITUDES DEL PROFESIONAL del plan de acción con el paciente, y
DURANTE ESTA FASE nunca en su lugar; ya que este no se
sentiría implicado ni responsabilizado
Aunque, de una forma u otra, las actitudes ha­
y tomaría el plan de acción como una
yan aparecido ya durante la descripción de esta
imposición.
fase, vamos a resumirlas, sin ser exhaustivos.
13. Durante el período de ejecución, el pro­
1. Ofrecer un feedback y un resumen al fesional —si hay un seguimiento del pa­
paciente. Ambos deben ser concretos y ciente— debe reevaluar continuamente
ofrecer al paciente la información que las necesidades del paciente y adaptar
necesite para ver con claridad su nueva el plan de acción a estas.
tarea. 14. Prestar atención en todo momento a la
2. Apoyar y reforzar las decisiones del pa­ transferencia y a la contratransferencia.
ciente. Este apoyo es muy importante a 15. Reconocer el potencial del paciente, y
causa de la ansiedad que puede sentir el no solamente sus problemas.
paciente; saber que puede contar con 16. Practicar la ética y el respeto. Abs­
el profesional le servirá de refuerzo. tenerse de infantilizar al paciente, o de
El profesional también debe mostrar al juzgar, criticar o moralizar.
paciente satisfacción ante cada uno de 17. Aprender a aceptar sus emociones y a
sus éxitos. adaptarlas a las del paciente.
3. Ayudar al paciente a establecer obje­ 18. No proponer objetivos y actividades
tivos y acciones: precisas, concretas, utópicas o vagas. El profesional que
realistas, realizables, específicas, etc., propone un objetivo utópico (o sim­
y ayudarle a evitar la improvisación. plemente vago), y que tal objetivo sea
4. Ayudar al paciente a pasar a la acción aceptado por el paciente, no llega a
y a no conformarse con los buenos pro­ tratar un problema del cual él es parte
pósitos. responsable. El profesional no debe ex­
5. Examinar con el paciente sus dificul­ trañarse, en estas condiciones, de que
tades, miedos, ansiedades o angustias la relación sea larga y difícil. También
que dificultan la consecución de sus retrasará y complicará la vía de solución
objetivos. e incluso la hará peligrosa.
6. Debe mostrarle empatía, respeto, cor­ 19. Tener en cuenta que cuanto más im­
dialidad y comprensión. precisos sean los objetivos y las acti­
7. Tener en cuenta el ritmo del paciente y vidades, mayor dificultad existirá para
estimularlo. conseguirlas.

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Capítulo | 13 Cuarta fase de la relación de ayuda 229

20. Las opiniones, los puntos de vista, las flexionar antes y después de cada nueva
expectativas, así como los prejuicios acción, lo cual aumenta su autoestima.
teóricos y prácticos del paciente, tienen 2. Miedo, ansiedad y angustia. Tomar
cierto efecto sobre sus resultados. decisiones y ponerlas en práctica pro­
21. El talón de Aquiles de estas inter­ duce en toda persona un cierto grado de
venciones es que hay que conseguir ansiedad que puede llegar a la angustia.
motivar al paciente durante el tiempo 3. Concienciarse y aceptar la nueva visión
que sea necesario para aplicar el plan de la realidad puede producir un sen­
de acción. timiento de tranquilidad y disminución
22. Por último, el profesional debe resistir de la ansiedad.
la tentación de controlar, poseer o in­ 4. Tener menos ambivalencia, aceptación y
terpretar excesivamente y de cualquier comprensión de sí mismo y de los otros.
modo la realidad que vive el paciente. 5. Reconocer que no solamente hay pro­
La actitud y los comportamientos del blemas, sino también recursos para
profesional, así como sus respuestas, poder resolverlos.
deben estar impregnados de un res­ 6. Salir de su aislamiento.
peto absoluto hacia la personalidad del 7. Aceptar sus emociones y sentimientos
paciente. Todo paciente debe conside­ sin poner en práctica los mecanismos
rarse como sagrado e inviolable en su de defensa.
intimidad. He aquí lo que da sentido a 8. Comprometerse y responsabilizarse en
su trabajo, cuya finalidad es tomar las la puesta en marcha del plan de acción.
precauciones necesarias para responder 9. Actitudes de transferencia: descontento
únicamente a todo aquello de lo que el con el profesional o consigo mismo,
paciente con toda libertad ha querido hostilidad, etc.
hacerle partícipe. 10. Dependencia excesiva del profesional,
con el fin de mantener o continuar el
El profesional está convencido de que no contacto.
debe persuadir, imponer o seducir al paciente 11. Manifestación de impotencia con la
en aspectos estrictamente personales. En la finalidad de que el profesional tome las
medida en que el profesional ayude al pa­ decisiones, guíe y de algún modo asuma
ciente a juzgar por sí mismo, la entrevista la responsabilidad del comportamiento
consigue su objetivo. del paciente.
Así, todo el esfuerzo y el arte del profe­ 12. Motivación para implicarse en el pro­
sional deben emplearse en ayudar al paciente ceso de cambio.
a progresar en la consecución de su objetivo 13. Actitud realista. En adelante el paciente
y actividad. será más realista en cuanto a fijar sus
objetivos y actividades, comprenderá
que probablemente los fracasos están
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

ACTITUDES DEL PACIENTE relacionados con los objetivos y las ac­


DURANTE ESTA FASE tividades que se había fijado, demasiado
difíciles o fáciles y, sobre todo, muy
Vamos a resumir algunas actitudes que puede poco concretas al no especificar: quién,
tener el paciente durante esta fase: cuándo, cómo, dónde, etc. De este modo
1. Actitud de confianza en sí mismo. El el fracaso podrá justificarse.
hecho de que el paciente pase a la ac­ 14. El paciente habrá aprendido a ser
ción le puede producir cierta seguridad más concreto y preciso en la puesta en
y tranquilidad, más aún sabiendo que práctica de los objetivos y las acciones
dispone del tiempo necesario para re­ o actividades.

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Capítulo 14

Quinta fase de la relación de ayuda:


la separación
Luis Cibanal Juan y María del Carmen Arce Sánchez

INTRODUCCIÓN
Objetivos
• Saber cómo terminar una relación
Al comenzar las etapas o fases de la relación
temporal y una relación final. de ayuda decíamos que si no hay acogida no
• Tomar conciencia de las actitudes hay relación y, por tanto, no se podrán dar las
que podemos tener al terminar otras fases de esta. Ahora también decimos
la relación con el paciente. que si no ha habido acogida tampoco habrá
• Saber cómo abordar las resistencias separación. Solo sentimos tristeza ante la
que puede tener el paciente ante separación de alguien con quien hemos es­
el final de la relación y separación tablecido una relación. Por tanto, si no ha
del paciente. habido relación, no hay de qué separarse, en
este caso sobra esta fase. Esto nos tiene que
cuestionar a la hora de terminar la relación.
Pues si siento indiferencia, o incluso libe­
ración no porque el paciente ha resuelto su
Contenidos problema, sino porque me he librado de él,
• Etapa final de la relación de ayuda: entonces cabe que nos preguntemos: ¿qué
la separación. clase de relación de ayuda he establecido con
• Actitudes del profesional durante este paciente? ¿Realmente ha habido relación
la separación. de ayuda?
• Cómo ayudar al paciente a enfrentarse
a la separación.
• Cuando el cese de la relación proviene
del profesional. ETAPA FINAL DE LA RELACIÓN
• Actitudes del paciente ante DE AYUDA: LA SEPARACIÓN
la separación.
• Reacciones eventuales del paciente El final de toda relación o experiencia rela­
ante la separación. cional engendra inevitablemente un senti­
• Duelo miento de pérdida. Todos hemos experimen­
tado tristeza al separarnos de los amigos o de
las personas con las cuales nos hemos sentido
a gusto. Cuanto más profunda sea la relación,
más fuerte será el sentimiento de pérdida que
«Concédele palabras a la pena… La pesadumbre podemos experimentar.
que no habla, ata nuestro agotado corazón y lo Si no ha habido acogida, no ha habido
muerde hasta romperlo.» relación, y si no hay relación, no puede haber
W. Shakespeare la fase de la separación.
© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 231

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232 SECCIÓN | III La relación de ayuda

La reacción del profesional y del pa­ 6. El profesional debe tener clara su autoes­
ciente al llegar al final de la relación es una tima, pues si esta es pobre, existe el ries­
reacción de «duelo» en la cual los síntomas go de compensarla mediante pacientes
de pérdida serán proporcionales a la impli­ que dependan de él, con el fin de sentirse
cación que cada uno haya tenido durante la útil e importante.
relación. 7. Si el profesional ha trabajado el proceso
La inminencia de la separación reactiva de separación de manera suficiente, po­
los sentimientos de duelo que se hayan po­ drá ayudar bastante al paciente a limitar
dido vivir en circunstancias parecidas. No su regresión y le permitirá de este modo
debemos olvidar que, a veces, para evitar este rehacer eventualmente el funcionamiento
duelo, el profesional y sobre todo el paciente adquirido durante la relación.
no se implican en una relación profunda. 8. El efecto que se produce en el paciente
en caso de que el profesional sea capaz
ACTITUDES DEL PROFESIONAL de ayudar es:
a. No utilizar la negación u otros meca­
DURANTE LA SEPARACIÓN
nismos de defensa.
1. Para el profesional, una manera de com­ b. Expresar de forma aceptable sus
prender las reacciones del paciente es sentimientos de culpabilidad y hos­
recordar lo que ha sentido en situaciones tilidad.
parecidas. c. Tolerar la realidad de la pérdida, cons­
2. El profesional también debe mostrar­ tituida para él como una experiencia
se crítico con respecto a sus emociones válida en el arte de la adaptación.
y comportamientos cuando se aproxima d. Resumir con el paciente los aconteci­
el fin de la relación. En este momento, mientos que han jalonado la relación,
algunos profesionales muestran hostili­ intercambiando recuerdos y haciendo
dad y descorazonamiento y se cuestionan balance de esta. El profesional com­
no solamente el valor de su trabajo, si­ parte con el paciente los puntos que
no también la necesidad de realizar tal ayudaron a este a enfrentarse a la
tarea. separación.
3. A veces los profesionales tienden a cri­ e. El profesional debe mantener, en la
ticar la calidad de la formación recibida, etapa final, actitudes que faciliten esta
la falta de supervisión, la ineficacia de y que hayan sido adoptadas a lo largo
su trabajo; cualquier razón es buena para de toda la relación: la comprensión
quejarse. empática, la precisión, la confronta­
4. Hay un sentimiento fuerte de culpabi­ ción, la autenticidad, la inmediatez, el
lidad cuando se piensa en abandonar aquí y ahora, el respeto o aceptación
al paciente (pensamos que todavía nos incondicional, etc.
necesita, que no puede caminar sin la f. También es importante que el pro­
muleta que representamos para él). El fesional pueda revelar espontánea­
comportamiento del paciente (de sentirse mente sus reacciones personales y
perdido, inseguro, ansioso, etc.) puede manifestar su interés hacia lo que
aumentar esta culpabilidad, lo que hará ocurre en su relación con el paciente.
más difícil aún la tarea de finalizar esta g. En las situaciones de relación de ayu­
relación. da continua, si el paciente no aborda
5. Es frecuente encontrar a pacientes que el tema por sí mismo, el profesional
intentan continuar la relación más allá del puede tomar la iniciativa al mencio­
límite fijado. El profesional debe pres­ nar la fecha de la última entrevista,
tar atención y revisar hasta qué punto él precisar el número de entrevistas pre­
ha contribuido a la dependencia y a la vistas antes de finalizar la relación y
dificultad del paciente para acabar una explicar que esto debe tener un final.
relación. Una vez abordado esto, el paciente

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Capítulo | 14 Quinta fase de la relación de ayuda: la separación 233

descubrirá el balance que hace de la particularmente y permitirle verbalizar sus


relación. Si al paciente le cuesta re­ sentimientos frente a esta separación o a estos
conocer e identificar los diversos ele­ cambios.
mentos de la relación, es conveniente El profesional que se siente capaz de ex­
que el profesional los comente con él; presar sus propios sentimientos puede ayu­
al recordar los acontecimientos más dar e incitar al paciente a que exprese los
importantes, el paciente comprende­ suyos.
rá mejor el sentido de la relación de Antes de terminar la relación, es nece­
ayuda. sario invitar al paciente a expresar con toda
h. El profesional que no conoce bien franqueza los sentimientos que experimenta
sus propias reacciones corre el riesgo ante la idea de terminar la relación; a reco­
de sentirse profundamente desampa­ nocer lo que teme realmente, ver cuáles son
rado; los sentimientos contratrans­ los problemas particulares, situaciones o per­
ferenciales no reconocidos son noci­ sonas, que aumentan su ansiedad o su miedo
vos para una comunicación y relación al tener que enfrentarse con ellos.
auténticas. El profesional puede preguntar al pacien­
i. Si la separación suscita en el profe­ te por el origen de sus aprehensiones; ello le
sional ansiedad, tendrá problemas pa­ permitirá abordarlas convenientemente.
ra poner fin a la relación. Una buena No existen métodos o técnicas que hagan
supervisión ayudará al profesional a desaparecer automáticamente tales miedos;
tomar conciencia de su forma de ver pero ayudará a disminuirlas el hecho de po­
el presente y el futuro. der decírselos con claridad al profesional. A
j. Hay pacientes que sienten la sepa­ este respecto, el profesional puede aportar
ración como un rechazo por parte una ayuda valiosa cuando consigue que
del profesional, y entonces, para no el paciente exprese lo que más teme, y en
sentirse rechazados, intentarán huir. segundo lugar, encontrar con él los medios
k. Finalmente, hay pacientes que acep­ adecuados para hacer frente a sus miedos.
tan tanto la separación como el duelo Recordemos que el método de resolución
y se enriquecen profundamente de de problemas nos será muy útil en estas
esta situación problemática. situaciones.
El profesional puede acordar con el
CÓMO AYUDAR AL PACIENTE paciente un role-play, lo cual puede darle
pautas de comportamiento para enfrentarse a
A ENFRENTARSE A LA SEPARACIÓN
la situación después de la relación. El profe­
En primer lugar, es importante comentar con sional puede indicarle también otras personas
el paciente, ya en la primera entrevista, que que puedan ayudarle.
toda relación tiene un final. Esto puede ha­ Es necesario que el profesional no mini­
cerse clarificando desde el primer momento mice los obstáculos que los pacientes encon­
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

la finalidad de la relación de ayuda. Si el trarán tras la separación, pues se desilusio­


profesional explica al paciente su rol, así narán pronto y se convertirán en excelentes
como el tiempo que podrá dedicarle, le dará candidatos a establecer una dependencia del
la ocasión de determinar hasta qué punto se profesional.
puede comprometer en esta relación.
La separación puede resultar difícil tanto CUANDO EL CESE DE LA RELACIÓN
para el profesional como para el paciente.
PROVIENE DEL PROFESIONAL
Exige un período suficiente para resolver los
sentimientos que suscita. Durante este perío­ Ordinariamente, el profesional da por termi­
do, el profesional deberá sensibilizarse aún nada la relación de ayuda cuando piensa que
más ante las diversas reacciones del paciente, ya no puede ayudarle o que el paciente ha
que necesita defenderse de su angustia frente conseguido resolver su problema.
a la separación. También deberá ayudarlo Tiene tres grandes responsabilidades:

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234 SECCIÓN | III La relación de ayuda

1. Preparar al paciente para el cese de la Si llega a relacionarse con otras perso­


relación. nas, tendrá sin duda muchas dificultades
2. Prepararse a sí mismo psicológicamente para terminar sus relaciones de forma satis­
para el cese de la relación. factoria.
3. Organizar la introducción y la integración De todas formas, cuando la relación fi­
progresiva del paciente con otras perso­ naliza y el paciente toma conciencia de que
nas que puedan ayudarle. esta debe terminar, entra en período de duelo,
que concluye con la separación definitiva y la
Tras haber consagrado tiempo, energía y interiorización de la relación de ayuda.
esfuerzos para establecer y mantener una
relación de ayuda, es normal que el pro­
fesional sienta una ambivalencia de sen­ REACCIONES EVENTUALES DEL
timientos cuando la ruptura es necesaria, PACIENTE ANTE LA SEPARACIÓN
aunque reconozca intelectualmente que es 1. Negación. El paciente puede negar la
por el bien del paciente para su más rápida separación, puede minimizar la impor­
progresión. tancia o la significación de esta. Puede
Ciertos pacientes, antes de separarse, ex­ en este momento expresar sentimientos
presan sus sentimientos así: «Muchas gra­ a través de palabras superficiales que tan
cias, usted me ha ayudado mucho. ¿Podría solo ocultan los verdaderos sentimientos.
decirme los días que trabaja en este servicio? Por ejemplo, el paciente dirá: «¡Ah, no!,
Me gustaría realmente continuar hablando no me importa nada terminar ahora, de
con usted». El profesional debe prestar aten­ todas formas…».
ción a este mensaje y cuidar su respuesta, con 2. Agresividad y hostilidad. El paciente
el fin de no crear dependencia. Lo más ade­ puede manifestar signos de agresividad
cuado es decirle: «Hemos terminado nuestra hacia el profesional. Pero también la
relación de ayuda, por tanto, nada de visitas agresividad puede desplazarse hacia in­
ni de teléfonos». cidentes cotidianos, aunque estos, apa­
Es evidente que un profesional que de­ rentemente, no tengan ninguna relación
be ayudar al paciente y no lo hace, sea por directa con la separación; por ejemplo,
negligencia, por incompetencia o por otras hacia otros miembros de la familia. Si
razones, contribuye a mantenerlo en su es­ se le permite expresar su agresividad
tado y moralmente no tendría excusa la irres­ abiertamente, esta persona podría utilizar
ponsabilidad de su conducta. algunas expresiones como, por ejemplo:
«Los profesionales no servís para nada,
ACTITUDES DEL PACIENTE ANTE ni siquiera os ocupáis de los pacientes
que os necesitan».
LA SEPARACIÓN
3. Proyección. Para defenderse de su agre­
A menudo, los sentimientos y la conducta de sividad, el paciente puede atribuir al
una persona que se encuentra ante una sepa­ profesional o a otros profesionales los
ración son la repetición de los sentimientos sentimientos agresivos que no puede ex­
vividos en separaciones anteriores. Quien ha presar. Por ejemplo: «Usted está enfada­
sufrido la pérdida de un «objeto» amado, por do conmigo y por eso quiere dejarme»,
ejemplo, de una persona significativa de su o «Yo sé que aquí todos queréis libraros
entorno, o quien ha vivido un rechazo durante de mí».
sus años de dependencia, encontrará muchas 4. Aislamiento. Aislarse puede ser una de las
dificultades en su vida para establecer re­ reacciones ante la separación. Por ejem­
laciones personales o para comprometerse. plo, el paciente puede comenzar a llorar
Esto se debe a la intensidad de la angustia con el fin de que el profesional le preste
que estas situaciones remueven, intensidad más atención y no lo deje.
creada a causa del miedo ante la amenaza de 5. Regresión. La ansiedad del paciente pue­
separación o de rechazo. de ser tan intensa como para que aparezca

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Capítulo | 14 Quinta fase de la relación de ayuda: la separación 235

la regresión. Puede repetir, inconscien­ de su motivación y su efecto sobre la


temente, los mismos comportamientos relación, verá la relación más clara­
perturbados que tenía cuando comenzó mente y se sentirá relajado.
la relación con el fin de poder empezar h. Es más triste aún descubrir que el
de nuevo. profesional ha actuado perpetuando
6. Racionalización. El paciente puede en­ la dependencia del paciente. El pro­
contrar buenas y lógicas razones para fesional que necesita la dependencia
desconectarse del profesional y evitar del paciente para sentirse útil persua­
así su sentimiento real de tristeza. Por dirá a este para que no abandone la
ejemplo: «De todas formas, yo podría relación. El profesional tendrá pro­
solucionar muy bien las cosas por mí blemas para reconocer seriamente
mismo, tengo muchas cosas que hacer y los objetivos del paciente y evitará
si me aburro tengo buena música…». mencionar los objetivos conseguidos.
7. Otras actitudes: En lugar de animar al paciente hacia
a. Ciertos pacientes presentan síntomas la autonomía, se hará indispensable
somáticos, se vuelven depresivos o se en la adaptación de este. A veces
sienten culpables. el profesional se siente culpable de
b. Algunos pacientes que no han com­ abandonar al paciente y le impide
prendido el sentido de la relación expresar sus reacciones frente a la
cuando esta llega a su fin, se sien­ separación. De este modo dificulta
ten aterrados por la inminencia del la expresión auténtica de sus emocio­
duelo y la tristeza que lo acompaña. nes como la tristeza, la ansiedad, la
Para evitar la ansiedad, recurren a cólera, etc., lo que implica el riesgo
diversos mecanismos como el paso de intensificar el sufrimiento y la có­
al acto, la dependencia, la resigna­ lera del paciente, así como su propia
ción, la negación o la formación re­ culpabilidad.
accional. i. Haciendo el balance de la relación,
c. Otros pacientes, lejos de mostrarse posiblemente el profesional se
inquietos, parecen sentirse totalmente concienciará de lo que se llama, de
desinteresados por el profesional y manera inevitable, distorsión del
por la relación que acaba. proceso terapéutico. En la relación
d. La separación implica un grado de de ayuda se tiende a infravalorar
autonomía y, por tanto, de responsa­ los recursos del paciente y a subes­
bilidad, y algunos pacientes no están timar sus debilidades, a despreciar
preparados para esto. la importancia de la relación y a
e. Otros llegan a culpabilizar al profe­ dudar, sin razón, de las aptitudes
sional, lo que les dificultará aún más del paciente para la autonomía. ¿Por
su tarea de poner fin a esta relación. qué a veces el profesional impide
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

f. En la etapa final, el profesional hace al paciente expresar libremente sus


el balance de la relación y descubre sentimientos?
a veces ciertos factores que han mo­ j. El profesional puede negarle sus
tivado su comportamiento desde el sentimientos frente a la separación
comienzo. Este toma conciencia de o sobrestimar su propia importancia
su celo terapéutico, de su necesidad ante sus ojos. Puede tener tendencia
de ayudar al paciente o de perpetuar a creer que la separación le deja in­
su estado de dependencia. diferente. Así, evita la expresión de
g. El profesional que ha abordado la los sentimientos positivos o negativos
relación de ayuda con la convicción del paciente hacia él. Esto puede ani­
de ayudar al paciente puede tener marle inconscientemente a mantener
dificultades ante la etapa final; si, a la conversación sobre temas superfi­
veces, él reconoce la falta de realismo ciales.

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236 SECCIÓN | III La relación de ayuda

Cuando en nuestro caminar por la vi­


DUELO
da perdemos a un ser querido o hay una
Si ha habido relación, resulta que toda pérdida, pérdida (ya sea esta más o menos impor­
toda separación, va a ocasionar de manera más tante), vamos a pasar por un proceso que
o menos intensa un proceso al que llamamos llamamos de duelo. Es como un túnel que,
duelo. queramos o no, debemos recorrer en un
El duelo es el proceso de adaptación tiempo determinado. Si la pérdida es muy
emocional que sigue a cualquier pérdida importante, hay que contar entre un año y,
(pérdida de un empleo, pérdida de un ser máximo, tres años. En este duelo se suele
querido, pérdida de una relación…). Aunque pasar necesariamente por diversas fases (el
convencionalmente se ha enfocado la res­ peligro está en que si no las vamos pasando
puesta emocional de la pérdida, el duelo tam­ nos podemos quedar en duelos no resueltos
bién tiene una dimensión física, cognitiva, o patológicos), las cuales vamos a enumerar
filosófica y de la conducta que es vital en el y explicar brevemente.
comportamiento humano. La manifestación
externa del duelo es el luto, que es su expre­ Período de shock o negación. Es la prime­
sión más o menos formalizada y cultural. El ra etapa. Es una reacción normal y terapéu­
duelo psicológico tiene en el luto su correlato tica, surge como mecanismo de defensa y
más social. perdura hasta que el «yo» consigue asimilar
El duelo también se puede exteriorizar gradualmente el golpe. Shock e incredulidad,
con llantos, rabia, ataques violentos y un incluso negación, que dura horas, semanas o
buen número de reacciones, todas ellas meses. Sentimiento arrollador de tristeza, el
consideradas normales en esos momentos. cual se expresa con llanto frecuente. Inicia
Hay que tener en cuenta que los especialistas el proceso de duelo (el poder ver el cuerpo),
reconocen que, para una buena elaboración y lo que oficializa la realidad de la muerte
y superación del duelo, es contraproducente es el entierro o funeral, que cumple varias
querer huir de esas sensaciones de dolor, pues funciones, entre ellas la de separar al muerto
no se pueden enfrentar si no se sienten. Lo de los vivos.
contrario es la negación de la pérdida, lo que Las personas se quedan como abatidas,
llevaría a comportamientos desadaptativos o paralizadas y con frecuencia son los fami­
patológicos, e incluso a ciertos trastornos psi­ liares o amigos los que tienen que hacer las
cosociales graves que, en ocasiones, resultan gestiones esenciales.
irreparables, como por ejemplo, depresiones, Otros manifiestan una cierta hiperactivi­
ansiedades, obsesiones, irritabilidad, etc., de dad, como si nada hubiera pasado, negando
manera más o menos crónica. Elaborar bien la realidad; en cierto modo es una manera de
el duelo nos permite posteriormente afrontar no elaborar el duelo de forma efectiva. Aun
mejor la vida. así, si la muerte era esperada y la familia ya
Debemos tener en cuenta, a este respecto, se encontraba preparada emocionalmente,
que es importante tomar conciencia del duelo en el elemento de negación es menor, porque el
nuestra vida, conocer el proceso de duelo y proceso de duelo ya se empezó a vivir antes
saber abordarlo. del desenlace.
Todo individuo que pierde un ser que­
rido o que sufre una pérdida, debe elaborar Período de alivio o relajación. Es un
de una forma eficiente el duelo; si, por el período corto. Los familiares viven las
contrario, desde un principio actúa como manifestaciones de pésame por parte de
si nada hubiera pasado, al cabo del tiempo familiares, amigos y vecinos. Se da durante
aparecerán los sentimientos de depresión el período de los funerales (tanatorio, fu­
(ansiedad, angustia, miedo, tristeza…), ira neral y entierro) hasta que se ha enterrado
(rabia, agresividad, irritabilidad…) y cul­ o incinerado al difunto y la familia vuelve
pabilidad (vacío…), dando lugar al llamado a encontrarse con la soledad y el vacío de
duelo patológico. la persona que se ha ido. Progresivamente

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Capítulo | 14 Quinta fase de la relación de ayuda: la separación 237

van aconteciendo sentimientos de tristeza, (y esto durante los 6 u 8 meses en los que to­
desánimo, que influirán en lo que piensa y davía se tienen esos sentimientos que hemos
hace durante un largo período de tiem­ dicho, para que poco a poco se vayan yendo
po, que es necesario vivirlo y no rehuir para y no se estanquen); si nos vienen ganas de
que no se vuelva patológico. Y así entramos llorar, pues llorar y llorar (no reprimir, pues
en la fase más importante y de mucho su­ si no se estanca uno en este proceso); si senti­
frimiento, la de los sentimientos que vamos mos rabia, exterioricémosla bien sea diciendo
a ver a continuación. tacos, o rompiendo cosas que no sirven (no
descargar contra objetos de valor, como los
Período de la vivencia de los sentimientos muebles, puertas, televisor, portátil…), y
(tristeza, depresión, rabia, culpa…). Fase si nos sentimos culpables, pues pidámosle
aguda del duelo: dolor por la separación, perdón al ser que se ha ido. También ayuda
desinterés por el mundo, preocupación por el ir con frecuencia ante la tumba y, una vez
la imagen del muerto, incluso seudoaluci­ allí, llorar o hablar con el difunto. El simple
naciones; la rabia emerge y suscita angustia. hecho de exteriorizar sus sentimientos ayuda
Trabajo penoso de deshacer los lazos que a no seguir torturándose con pensamientos
continúan el vínculo con el ser amado y autodestructivos de culpabilidad. Toda esta
reconocer la ambivalencia de toda relación; serie de sentimientos e ideas no siempre se
todas las actividades del doliente pierden sig­ les manifiestan a los profesionales de la salud
nificado en esta fase. Va disminuyendo con por miedo a que les tratemos como personas
el tiempo, pero pueden repetirse en ocasiones con una patología grave; por ello hay que
como los aniversarios. mostrarles confianza en ellos mismos y sobre
Es un período que dura más o menos todo hacerles comprender que es muy nor­
unos 6-8 meses, o incluso más, donde aflo­ mal y sano el que tengan estos sentimientos
ran sentimientos de tristeza, angustia, culpa, y que son duraderos —meses o años—, pero
soledad, inseguridad. Es importante que se que deben ir sacándolos o exteriorizándolos,
les haga saber a los que están viviendo el como acabamos de decir.
duelo que son sentimientos normales; la Durante este período del duelo es normal
autoinculpación es un proceso que existe en sentir algunas sensaciones físicas, como son
la fase de luto y que poco a poco pasa con el la opresión gástrica, torácica y de garganta,
tiempo. Ahora bien, es muy importante exte­ palpitaciones, falta de aire, dolores de es­
riorizar los sentimientos, pues no solo ayuda palda, hipersensibilidad al ruido, falta de
a que la fase sea más liviana, sino también a energía, fatiga, debilidad muscular, boca
no estancarse en el duelo o a que se vuelva seca, falta de apetito, etc. Desde el punto de
patológico. vista de la percepción, pueden aparecer dudas
En esta etapa es importante ayudarles a sobre la muerte, confusión, dificultad para
comprender que todo lo que siente es normal, concentrarse, alucinaciones con sensación
que es normal su tristeza, depresión, sentir que de presencia del fallecido, temor a volverse
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nada merece la pena; que es normal sen­ loco, sentimientos de tristeza, ira, culpa­
tir agresividad, cólera e irritabilidad; que es bilidad, autorreproche, ansiedad, soledad,
normal tener sentimientos de culpa por lo desesperanza, rabia, cólera, trastornos del
que hicieron o no hicieron en vida y durante sueño, del apetito, retiro social, búsqueda
la enfermedad con la persona fallecida. Du­ del fallecido, suspiros, hiperactividad sin
rante este período es muy necesario exterio­ descanso, visitas frecuentes al cementerio o
rizar estos sentimientos. Lo debemos hacer, lugares a los que solía ir con el fallecido (de
ya sea entre los miembros de la familia, esta manera hacen como si no se hubiera ido),
o con amigos o personas de confianza, o bien sentimientos de nostalgia exagerados… Co­
con algún profesional de la salud. Si esto mo vemos, es un período largo de mucha agi­
no fuera posible, dediquemos todos los días tación y sufrimiento y que hay que vivirlos y
un tiempo de al menos 10 a 30 minutos a es­ no reprimirlos, para así ir ventilándolos y que
cribir sobre los sentimientos que nos vienen no se queden estancados en nuestra vida, a

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238 SECCIÓN | III La relación de ayuda

modo de una depresión o vacío continuo en el ausencia, tomar decisiones en soledad,


que nada nos llena, o bien convertirnos en retirar la energía emocional y reinvertirla
personas irritables, irascibles, siempre de mal en nuevas situaciones o relaciones.
humor, o sentir la culpabilidad a modo de una
ansiedad que nunca se va. La persona que ha vivido el duelo comienza
El gran peligro que se tiene durante esta a rehacer su vida de manera ordinaria; es
fase es no vivir los sentimientos y anularlos como salir del túnel. Siempre uno recordará
mediante la razón, con frases del tipo: «Para a la persona querida que se fue, pero sin esa
qué sirve llorar o enfadarse o culpabilizarse si enorme tristeza y malestar que sentía ante­
ya no hay nada que se pueda hacer». Si esto riormente. Se tienen nuevas ilusiones, pro­
nos decimos y no se viven los sentimientos, yectos, vivencias, ganas de seguir viviendo
se estancan y se vuelven patológicos. En la y compartiendo, etc.
fase siguiente, cuando ya han salido todos Debemos tener en cuenta que el falleci­
esos sentimientos, podemos ya poner la razón miento de un ser querido no solo influye en
y comenzar a rehacer la vida efectuando las el familiar directo, sino también en el grupo
cosas que nos llenaban o que nos producían de personas que comprenden el núcleo fami­
placer y bienestar, asumiendo el vacío de­ liar. Así pues, no será lo mismo la vivencia
jado por la persona que se fue, pues la vida del duelo en los niños que en los adultos o
continúa. ancianos.
Concretando más en el caso de los ni­
Período de racionalización. Se suele em­ ños, la pérdida de un ser querido va a venir
pezar a vivir esta etapa a partir de los 8 a 10 acompañada de la sensación de que se sien­
meses después del fallecimiento. El familiar te abandonado; cuanto más pequeño es el
empieza a retomar sus intereses y actividades niño, más importancia hay que darle a este
que le provocan bienestar o placer, hace un aspecto. Al niño hay que ayudarle a expresar
esfuerzo por reiniciar el camino, retomar de sus emociones, sentimientos y ansiedades
alguna manera la vida social, empiezan a que le produce la pérdida, no reprimírselos
aparecer los sentimientos positivos y la fecha diciéndole que no piense o no sienta, sino
de la muerte no se vive con los sentimientos todo lo contrario: si quiere hablar de su
tan intensos de soledad, tristeza y vacío. La ser querido que se ha ido, pues que hable;
persona hace un balance de lo vivido durante si quiere llorar, pues decirle que es bueno
la relación con la persona ausente, con más llorar por las personas que queremos, y que
objetividad y razonamiento, sin dejarse tan­ si siente rabia, que la exprese pintando, o
to invadir por los sentimientos, tratando de rompiendo papeles, y si se siente culpable,
poner las cosas en su sitio. porque crea que se ha ido por su culpa, pues
hacerle exteriorizar por qué piensa eso y de
este modo poner las cosas en su sitio. Ha­
Período de aceptación. Resolución del cerles comprender que es normal sentir todo
duelo: fase final, reconexión gradual con la esto y que nosotros también sentimos tris­
vida diaria, estabilización de los altibajos teza y el vacío del ser querido. Recordemos
de la etapa anterior. Los recuerdos del ser que en nuestra comunicación con ellos es
desaparecido traen sentimientos cariñosos, muy útil la empatía, el feedback y el partir
mezclados con tristeza, en lugar del dolor de ellos mediante el método de resolución de
agudo y la nostalgia. problemas. Por ejemplo: «Veo que estás
Se describen cuatro tareas para completar triste o rabioso, me imagino que es porque
el duelo: echas de menos a papá/mamá/la abuela…
• Aceptar la realidad de la pérdida. ¿Qué crees que te ayudaría en este momento
• Experimentar la realidad de la pérdida. o en qué crees que yo te puedo ayudar? Ya
• Sentir el dolor y todas sus emociones. sabes que es normal sentir lo que sientes y
• Adaptarse a un ambiente en el cual falta hace bien el compartirlo, pues yo también
el ser que murió, aprender a vivir en su me siento muy triste y lloro, etc.».

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Capítulo | 14 Quinta fase de la relación de ayuda: la separación 239

Los adolescentes suelen vivir el duelo proponiéndoles a estos que tengan una aten­
casi igual que los adultos; hay que ser trans­ ción cariñosa con el paciente para rendirle
parentes con ellos, sin olvidar que no deben una buena muerte.
asumir responsabilidades más allá de sus Antes del fallecimiento del paciente, to­
posibilidades. También el grupo de amigos dos los miembros de la familia deberán rendir
puede ayudar a expresar sus sentimientos; cuentas emocionales con el que va a morir,
esto minimizará la ansiedad o la culpabilidad pedirse perdón mutuamente y manifestarse
que aparece en muchos momentos. gratitud por lo que han vivido en común.
En los padres se suele requerir un se­ Los profesionales pueden programar
guimiento más cercano ya que puede tener revisiones periódicas y entrevistas con los
consecuencias devastadoras. La muerte de familiares para valorar cómo llevan el duelo,
un hijo es un suceso que por norma general de este modo podemos ayudarles a mitigar
no sigue el curso de la vida: normalmente el dolor focalizándolo de tal manera que les
nuestros padres mueren antes que los hijos. hagamos ser realistas con la situación. Acom­
Por tanto el duelo es largo. Hay situaciones pañándolos en su comprensión y vivencia de
en las que, en la vida de unos padres que han la muerte, podemos ayudarles mediante estas
sufrido la muerte de un hijo, nunca llegan a entrevistas a vivir el duelo, es decir, a que
superar la pérdida. Incluso el matrimonio exterioricen los sentimientos y las emociones
puede deshacerse si no se cuida este proceso reprimidas, las quejas que pudieran tener de
de duelo. En consecuencia, los profesionales todo el proceso y desenlace, tanto hacia los
o las personas que están cerca debemos cui­ profesionales que han tratado al difunto como
dar muy detenidamente la situación de esos hacia ellos mismos, y así evaluar, en la medida
padres, ayudándoles mediante entrevistas a de lo posible, el proceso del duelo.
expresar todos esos sentimientos. Con frecuencia suelen darse circuns­
En los ancianos los sentimientos de pér­ tancias en las que los familiares quieran huir
dida son más sostenidos, más a largo plazo, de la situación de duelo, teniendo actitudes
básicamente porque son menos flexibles para demasiado rápidas, como la de vender la casa
ajustarse a los cambios y por el resto de los donde residieron con el fallecido, cambiar de
duelos que han ido elaborando o acumulando trabajo, irse de vacaciones, etc. De esta forma
a largo de su vida. huyen del sufrimiento que trae el duelo, pero
En la familia, cuando acontece el falleci­ no es la solución ya que de esta manera no
miento de uno de sus miembros principales, hacen el proceso del duelo. Algunos, al per­
cada miembro lo vivirá de una manera dife­ der su pareja, intentan, sin haber realizado el
rente y en momentos diferentes. Por ejemplo, duelo, establecer rápidamente otra relación o
unos puede que estén viviendo sentimientos casarse; otros, tener un nuevo hijo que sus­
de tristeza y otros, al mismo tiempo, de rabia; tituya al fallecido, con lo cual, al no haber
es decir, que unos no soportan que alguno es­ realizado el duelo, saldrán más tarde los pro­
té llorando y reaccionan con agresividad, etc. blemas estancados, dando lugar a situaciones
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Debido a estas vivencias, que no comunican o de mucho sufrimiento.


no tratan de compartir, se puede dar una gran Toda pérdida necesita de un duelo, ya
crisis en la familia donde la vida se hace bas­ sea la pérdida de un trabajo, de amigos, de
tante insoportable. Por otra parte, tienen que una relación, no solo de la muerte; me refiero
reestructurar su vida y los roles que tenían den­ a que toda pérdida, que para la persona sea
tro de la familia, señalando quién de la familia importante, necesita su propio duelo.
realizará las labores que hacía el fallecido. El duelo es una etapa de la vida en la que
tenemos que reencontrarnos con nosotros
mismos, saber perdonarnos y perdonar a las
Acompañar al moribundo
personas que nos han herido.
Para facilitar el duelo es importante, desde el De esta manera, una vez elaborado el
punto de vista profesional, apoyar dentro de duelo, no solo por una muerte, sino por
lo posible emocionalmente a los familiares, toda pérdida de algo importante que afecte

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240 SECCIÓN | III La relación de ayuda

a nuestra autoestima, seremos capaces de las que actualmente se expresa el duelo, pues
afrontar una nueva etapa con fortaleza e esto no solo no suprime la angustia que rodea
ilusión. a la muerte, sino que también la agudiza al
condenarla a la soledad, pues la muerte no
puede ser barrida del horizonte.
Conclusiones A veces el miedo que sentimos ante la
El duelo humano se define como una re­ muerte también salpica a los profesionales,
acción adaptativa natural, normal y es­ debido a la falta de preparación del perso­
perable ante la pérdida de un ser querido. nal sanitario para poder acompañar a quien
Vamos a realizar algunas consideraciones sufre y a quien va a morir. La formación
que nos parecen muy útiles tomadas de J.C. académica se orienta a técnicas y manio­
Bermejo (2003) en su libro Vivir sanamente bras de gran complejidad, pero se olvida
el duelo. del entrenamiento adecuado en el abor­
daje de los aspectos psicoemocionales, ig­
Desocialización del duelo norando así la importancia de la presen­
cia de alguien junto a la persona que sufre o
La desocialización del duelo se debe a lo que
muere.
llamamos «cultura urbana», que ha influido
en la desocialización del morir y de lo que
sigue a la muerte, impidiendo la manifes­ Ayudar a partir
tación de duelo que anteriormente tenía su Compartir el último tramo de vida de un
propio espacio y merecía de una conside­ ser querido es una experiencia cargada de
ración social, recortando así la posibilidad significado y plena de emociones.
de que se haga patente el dolor de los más Poder zanjar asuntos no resueltos, com­
directamente afectados. partir sentimientos y abrir los corazones des­
de el amor, favorece que la persona que se va
La necesidad de enfrentarse y expresar pueda vivir la etapa final de forma más serena
el dolor y su familia pueda iniciar de una manera más
sana la elaboración del duelo.
El dolor por la muerte de alguien ha de ha­
Como profesionales, debemos contribuir
cerse elocuente, ser comunicado, compartido
y considerar varios aspectos para que tanto la
para que el dolor sea menos intenso y pueda
familia como la persona que se muere puedan
ser aceptado y asumido. Por ello debemos
elaborar de forma correcta el duelo; tales as­
exteriorizar el duelo como algo esperable,
pectos son:
reconociendo lo valioso de presencias amigas
ante quienes podamos expresar el sufrimien­ 1. Compartir la información de manera
to, la desesperación e incluso los sentimien­ honesta y veraz.
tos de tristeza, rabia o culpa, pues así el dolor 2. Permitir la participación del familiar en
cede en intensidad y se amansa. los cuidados del ser querido y en la toma
El llanto es liberador y las lágrimas ali­ de decisiones.
vian; con ellas se expresa el vacío que deja 3. Respetar la reacción de cada uno de los
una persona querida. Estas lágrimas hay que miembros de la familia.
respetarlas, ateniéndonos a la piedad y la 4. Discutir o anticipar el evento de la
compasión. Hay que dejar que el sentimiento muerte.
aflore, que se pongan palabras a la pena y que 5. Hablar de la muerte.
brote el llanto para ayudar a reafirmar la vida. 6. Otorgar prioridad a las necesidades y
La cercanía y la escucha alivian porque evitan deseos del enfermo.
que al dolor se le una la incomunicación y la 7. Permitir el descanso.
soledad. Los hombres seguimos necesitados 8. Poder encontrar un sentido a la enfer­
de ayuda para elaborar el sufrimiento que medad.
sentimos cuando perdemos a alguien querido. 9. Poder planificar un futuro sin el ser que­
Debemos evitar las formas desocializadas en rido.

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Capítulo | 14 Quinta fase de la relación de ayuda: la separación 241

El valor terapéutico de acompañar La escucha es la herramienta con la que


en el llanto matar la muerte social, la soledad.
Llorar es una reacción natural a la pérdida, Así como comunicar es mucho más que
que algunas personas viven con naturalidad hablar, escuchar es mucho más que oír, como
y otras intentan esconder. bien hemos indicado en el capítulo 5.
Llorar tiene un efecto de liberación, rela­
ja, desahoga, produce descanso y tranquili­ El valor terapéutico del recuerdo
dad de espíritu, reconcilia consigo mismo y Cuando un ser querido muere, nos queda
con los demás, repara, ablanda, deja visible el recuerdo. El recuerdo puede constituir el
la debilidad, la fatiga de sentimientos y el mayor tesoro y puede ser terapéutico si lo
aprecio por el ser querido. Ablandarse es usamos bien.
humanizarse. Acompañar a recordar sanamente, su­
Consolar al que llora por la pérdida de un pone dar espacio a la narración del pasado,
ser querido no se hace invitando a no llorar. de su significado, utilizando el recuerdo de
Las lágrimas son palabras pronunciadas; hechos, imágenes, utilizando objetos, foto­
acompañar a quien llora significa intentar grafías, que ayuden a colocar al difunto en un
recoger el significado de estas palabras, es­ lugar adecuado del corazón, donde no haga
cucharlos, y es mejor responder con el silen­ daño, donde constituya un valor del presente.
cio que hacer grandes discursos sobre ellas. Lo más importante que va a necesitar de
Permitir desahogarse es el mejor camino para nosotros una persona que está pasando por
acompañar a quien llora. un período de duelo es comprensión, apoyo
y, en especial, que le escuchemos.
El valor terapéutico del contacto
corporal El duelo en los profesionales
A través del contacto somos capaces de Para cuidar a los pacientes agonizantes, el
comunicar mil significados. Tocarse puede profesional de la salud debe aceptar y recono­
ser algo frío y rutinario, pero también cer su propia mortalidad y examinar el signi­
puede ser una manera de comunicarse ficado personal de la muerte. Recientemente
afecto íntimo. se realizó un estudio de investigación con el
El abrazo sincero, dado en medio del do­ fin de determinar los métodos que utilizan
lor, permite hacer la experiencia de romper las enfermeras para ayudarse en su trabajo de
la burbuja dentro de la cual nos podemos es­ duelo. A partir de los resultados, se informó
conder o aislar. El abrazo auténtico recoge que la red informal de apoyo de grupos de
la fragilidad, acaba con la soledad que mata, iguales era muy importante a la hora de ayu­
sostiene en la debilidad y rompe la distancia dar a las enfermeras a experimentar un duelo
que duele en el corazón. eficaz. El estrés relacionado con el contacto
Así también, tocarse las manos, acariciar­ prolongado con un paciente agonizante o su
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se, es una experiencia que levanta el ánimo. familia debe ser enfocado durante el tiempo
Las manos tienen mucho poder cuando efectivo del cuidado y después de la muer­
en ellas está puesto el corazón. te. Las relaciones de apoyo entre colegas y
profesionales de la salud son importantes
El valor terapéutico de la escucha para la provisión de cuidados emocionales
Escuchar puede ser la mejor terapia en medio y físicos al paciente enfermo terminal y a la
del sufrimiento. Escuchar activamente signi­ familia. Las enfermeras también se valen de
fica entregar el interés sincero por el mundo estrategias reductoras del estrés. Ejemplos
ajeno, acogerlo y encontrarse en la verdad de de tales estrategias comprenden el manteni­
la experiencia. miento de hábitos adecuados de salud, el ejer­
Significa cargar sobre sí el peso del dolor cicio regular y las actividades recreativas. El
ajeno, facilitar el drenaje emocional del que uso de un álbum de recortes con cartas a pa­
está sufriendo. cientes que han muerto en las que el cuidador

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242 SECCIÓN | III La relación de ayuda

comparte sus pensamientos y sentimientos consulta de atención comunitaria, con una


respecto a la importancia de la vida del pa­ gran carga asistencial, hace que sea muy
ciente, es otra manera de conservar recuerdos difícil aplicar e identificar las necesidades y
y facilitar la resolución del duelo. atenciones que requeriría una familia que ha
perdido a un ser querido. Lógicamente, en
Rol del profesional de atención estos casos se trata de que la enfermera, no
comunitaria en las situaciones solo domine las técnicas de comunicación
de duelo y relación de ayuda y el proceso del duelo,
La atención comunitaria supone el marco sino que también tenga clara su visión holista
ideal para el seguimiento del duelo de toda de la familia y no biologista centrada en as­
la familia y así evitar duelos patológicos. pectos puramente biológicos, y desde el que
El Plan de Actividades Preventivas Para la es francamente difícil ofrecer una estrategia
Salud (PAPPS), en su apartado dedicado a terapéutica correcta.
la prevención de los trastornos de la salud Recasens (1995) propone algunos ejem­
mental desde la atención comunitaria, apunta plos de duelos mal elaborados y concluye,
las razones para esta conclusión, consideran­ más o menos, en estos términos:
do que el equipo de atención comunitaria se 1. Un duelo mal elaborado representa una
encuentra situado en el lugar asistencial ideal puerta de entrada a posibles problemas de
para ayudar a la elaboración de un correcto salud mental e incluso trastornos psiquiá­
proceso de duelo. tricos.
Asimismo, determina que la intervención 2. Un duelo suficientemente contenido
precoz en determinados casos puede evitar, gracias a una comprensión del mismo y
no solo ciertos trastornos psicosociales gra­ del abordaje de sus diversas fases puede
ves, que en ocasiones resultan irreparables, tolerarse facilitando el crecimiento indi­
sino sobre todo que estos se enquisten dando vidual y familiar.
lugar a lo que llamamos el duelo patológico. 3. El correcto soporte familiar en atención
La atención comunitaria supone, pues, un comunitaria es una medida preventiva.
eslabón indispensable del sistema sanitario 4. Una correcta intervención en atención
y el primer punto con el que contactan los comunitaria es la mejor garantía para
dolientes. evitar la cronificación y la iatrogenia
Las enfermeras comunitarias son parte asistencial.
clave en la asistencia ya que, como antes se
mencionó, conocen el medio familiar y han Según lo señalado, nos damos cuenta de
realizado una asistencia continuada de todos la importancia que tiene un correcto abor­
los miembros de la familia; es precisamente daje del proceso del duelo realizado des­
ese conocimiento el que deben utilizar para de la atención comunitaria. La enfermera
hacer un seguimiento de la dinámica fami­ comunitaria debe ser capaz de realizar una
liar después del fallecimiento y abordar una correcta relación de ayuda en los procesos
estrategia terapéutica. De la capacidad de de duelo que puedan aparecer en su campo
conocimiento del duelo y de su abordaje profesional, detectar la posibilidad de que en
de los profesionales de la atención comuni­ alguno de ellos se desarrolle un duelo com­
taria va a depender que las personas en duelo plicado, ser capaz de evitar dicho desarrollo
puedan afrontarlo de la forma más adecuada con una adecuada relación terapéutica o de
y no realicen una conversión patológica del ayuda y realizar una derivación a atención
proceso. Sin embargo, en bastantes ocasiones especializada en caso de que sus capacida­
existe entre las enfermeras un gran déficit de des se vean desbordadas. En este sentido,
formación en el ámbito de habilidades consideramos importante, por un lado, la
de comunicación (arrastrado desde la propia necesidad de evaluar el duelo en la propia
universidad) que hace que el profesional consulta de atención comunitaria y, por otro,
sanitario no sepa manejar estas situaciones. planificar los objetivos generales que esta
Por otro lado, la propia estructuración de la debe cumplir.

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Capítulo | 14 Quinta fase de la relación de ayuda: la separación 243

Nos preguntamos qué objetivos debería los sentimientos normales que se van a ir
cumplir la atención primaria en la atención dando durante el mismo.
al duelo; revisando la literatura encontramos Por otra parte, si la persona ha fallecido,
una sistematización muy interesante de los visitar al difunto el primer día, despidiéndo­
objetivos enfocándolos desde la perspectiva nos de él y ofreciendo nuestras condolencias
de la prevención: a la familia. Asimismo, ofreceremos a la fa­
milia asesoramiento y disponibilidad.
• Prevención primaria: cuidando que la Se establecerá una primera entrevista
persona elabore su duelo de la manera
más natural y saludable posible, como (con aquellas familias que lo acepten) en
bien acabamos de señalar. la que determinaremos la periodicidad y la
duración de dichas entrevistas. Consideramos
• Prevención secundaria: detectando pre­ que esta entrevista es mejor realizarla en el
cozmente el duelo complicado con el
fin de establecer una terapia temprana y domicilio familiar para ser capaz de detectar
derivar a otro nivel si fuera necesario. posibles signos de alarma y facilitar en la
intimidad de la familia la expresión de los
• Prevención terciaria: asumir el segui­ sentimientos.
miento y soporte de personas con duelos
crónicos de años de evolución y secuelas En la literatura se llega a establecer que el
de por vida. número de estas sesiones debería establecerse
en torno a siete a lo largo de un año y que su
B. Rodríguez Vega y A. Fernández Liria prop­ duración estimada debería ser de entre 30 y
onen cuatro objetivos que habría que intentar 40 minutos. Es evidente que tal y como se
conseguir en toda intervención de cualquier encuentra hoy en día la atención primaria,
proceso del duelo: estas cifras pueden resultar de todo punto
1. Facilitar la aceptación de la realidad de inabordables para la enfermera de familia y
la pérdida. su equipo. No obstante, aunque nos parezca
2. Facilitar la expresión y el manejo de mucho tiempo, en el fondo es ganarlo, pues
sentimientos ligados a ella. un duelo patológico nos va a emplear más
3. Facilitar la resolución de problemas prác­ tiempo, y sobre todo más sufrimiento para
ticos. los familiares.
4. Facilitar la despedida y la posibilidad Las primeras sesiones se realizarán cada
de encontrar sentido y satisfacción en la 10 días y progresivamente se irán separando
vida. en el tiempo.
Los contenidos de las sesiones los mar­
Para la consecución de estos objetivos, prop­ cará, en principio, la enfermera (recordemos
onemos, por un lado, una dinámica de actua­ que es una situación de crisis), la cual les
ción estructurada y una serie de técnicas de hablará y explicará de lo que es un duelo y
intervención para desarrollar. No existe una de sus fases, recalcando, principalmente, lo
guía estandarizada de actuación, pero po­ importante de expresar los sentimientos y no
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dría establecerse una estructuración de la guardárselos, pues es esto lo que más tarde da
siguiente forma: lugar a un duelo patológico. En una primera
La intervención en el duelo debería co­ fase se realizará una labor de acompañamien­
menzar desde el momento en que la muerte to, facilitando el diálogo entre todos para que
se conoce, incluso desde el momento que todos expresen cómo se sienten o cómo están
sabemos que la enfermedad va a llevar a la viviendo la separación; posteriormente, en
muerte, con el fin de ir ofreciendo a la fa­ una segunda fase, se llevará a cabo una labor
milia un apoyo en el duelo anticipado. Es de ayuda a la elaboración del duelo.
conveniente, en el caso de que el paciente Las entrevistas se realizarán teniendo un
esté terminal, ofrecer a este, en la medida marco de mucha empatía y centrándonos en
de lo posible, y sobre todo a su familia, un que se expresen los sentimientos tanto de
espacio donde se les explique el duelo y sus tristeza (llorando), de rabia (diciendo tacos o
diversas fases, al objeto de que comprendan rompiendo cosas que no sirvan, o golpeando)

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244 SECCIÓN | III La relación de ayuda

o de culpa, escribiendo, y pidiéndole perdón juicios de valor acerca del proceso que
al fallecido, y perdonándose. estamos tratando.
Hasta aquí se han determinado unos • Ofrecer disponibilidad para que el pa­
puntos básicos a seguir en los procesos del ciente acuda a nosotros cuando lo nece­
duelo. A continuación se exponen una serie site.
de técnicas de intervención que deberán po­ • Mantener una escucha activa repetida
nerse en práctica (o al menos intentarlo) en en la que nos relaten la pérdida reitera­
cada una de las entrevistas que tengamos con damente ya que esta ayuda a aceptarla.
las personas en duelo: «Hablar de la muerte alivia.»
• Ser capaz de facilitar que el doliente
• Establecer una buena relación profe­ exprese con la mayor libertad posible
sional con el doliente empatizando con sus sentimientos respecto al fallecido,
él, tratándolo de forma respetuosa y no alentando la exteriorización de dichos
permitiendo que en nuestra mente existan sentimientos.

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Capítulo 15

Evaluación
Luis Cibanal Juan y María del Carmen Arce Sánchez

La supervisión es un proceso interper­


Objetivos sonal que tiene por finalidad ayudar al
• Tener en cuenta la importancia profesional a comprender y mejorar sus
de la evaluación en la solución del intervenciones mediante la adquisición
problema del paciente. de conocimientos y habilidades profesio­
• Saber cómo realizar una buena nales.
evaluación con el paciente.
El proceso de ayuda se basa, en gran
• Ayudar al paciente a solucionar
las dificultades que puede tener ante
medida, en la compleja interacción psicoló­
la evaluación. gica que se desarrolla entre el profesional y
el paciente. La interacción psicológica, a su
vez, se basa en la capacidad del profesional
para manifestar su comprensión empática,
su autenticidad, su respeto, su sentido de la
Contenidos precisión y de la confrontación inmediata.
• Consideraciones generales. Por tanto, la supervisión es necesaria para
• Evaluación de los pacientes que la relación de ayuda sea eficaz. Es­
en la relación de ayuda. ta va a permitir al profesional detectar el
• Algunos criterios para una evaluación fenómeno de la transferencia y reconocerlo
eficaz. como tal, así como la contratransferencia
• Efectos de la evaluación. de este.
• Beneficios de la evaluación.
La supervisión va a ayudar al profesio­
nal a:
1. Profundizar en ciertas técnicas y acti­
CONSIDERACIONES GENERALES
tudes.
Es esencial que el profesional autoevalúe 2. Sentir apoyo cuando se enfrente a situa­
sus comportamientos personales cons­ ciones o dificultades que no sepa cómo
cientes o inconscientes que han facilita­ resolver.
do, inhibido o impedido las habilidades 3. Ser más crítico o analítico; esto va a
de crecimiento en el paciente al que ha aumentar el nivel de toma de conciencia
atendido. De manera ideal, esta evaluación en cuanto a los efectos que su comporta­
debe hacerse formalmente, según un modo miento produce sobre el resultado de la
estructurado de supervisión; esto ayudará relación de ayuda.
a evitar la subjetividad. Por otra parte, las 4. Ayudarle a afianzarse en su identidad
escalas de medida de R. Carkhuff también de profesional, así como a mejorar su
pueden servir a este fin. manera de llevar la relación.
© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 245

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246 SECCIÓN | III La relación de ayuda

5. Desangustiarse ante ciertos pacientes 2. El objetivo (si el objetivo no se ha defini­


que, debido a su enfermedad, son difíci­ do claramente es imposible determinar si
les de tratar. se ha alcanzado o no).
3. El plan de acción (si los pasos que se
En la autoevaluación es conveniente que el deben seguir no están claros, entonces
profesional pueda de vez en cuando grabar resulta difícil determinar si el paciente
(en vídeo o magnetófono) algunas interven­ se está comprometiendo con ellos).
ciones. Esto facilitará su aprendizaje y la
supervisión.
La evaluación permite al profesional ALGUNOS CRITERIOS
encaminar sus actividades con el fin de ayu­ PARA UNA EVALUACIÓN EFICAZ
dar durante toda la relación que mantiene
con el paciente. En el momento de la eva­ 1. La evaluación es un proceso sistemático,
luación final, el profesional debe elaborar que no admite improvisaciones. Debe
una síntesis de su percepción del paciente, partir del principio de que el plan de ac­
de su evolución y de los factores que han ción y el objetivo hayan sido previamente
facilitado o dificultado este progreso. Esto establecidos e identificados.
permite establecer ciertas pautas de conducta 2. La evaluación es un proceso integral, pues
que le servirán para otras entrevistas y para debe evaluar las diferentes variables del
enriquecer sus conocimientos y experiencias. plan de acción, tanto del paciente como
El profesional apreciará, en el momento del profesional, tanto del contexto
de la evaluación, en qué medida el paciente como del plan de acción.
se ha concienciado de los factores que de­ 3. Evaluar el grado de participación o de
sencadenan su problema, así como de los compromiso del paciente. Si el paciente
conocimientos adquiridos de este y de no se ha responsabilizado del plan de
los medios a través de los cuales puede libe­ acción, es necesario analizar esta varia­
rarse de los efectos perturbadores del mismo. ble con el fin de determinar el o los obs­
Vamos a definir la evaluación brevemente táculos que se deben superar.
como: un trabajo psicológico que se prolonga 4. Nivel de eficacia del plan de acción. La
largo tiempo y durante el cual el profesional evaluación debe analizar hasta qué punto
mantiene la relación con el paciente. Esta la ejecución del plan de acción es eficaz
permite constatar tanto los éxitos como los para conseguir los objetivos operativos y
fracasos de la intervención. globales deseados.
5. El plan debe ser racional. Es decir, los
beneficios que obtenga el paciente con la
EVALUACIÓN DE LOS PACIENTES
ejecución del plan de acción deben ser más
EN LA RELACIÓN DE AYUDA beneficiosos que los costes exigidos por él
La evaluación es el proceso utilizado para mismo en cuanto a tiempo, energía, esfuer­
determinar hasta qué punto los objetivos del zo, dinero, etc. Pero esto debe ser evaluado
plan de acción se han alcanzado. Es una eta­ según el sistema de valores del paciente. Es­
pa sumamente importante en el proceso de te aspecto permitirá, en ciertas situaciones,
la relación de ayuda, pues a partir de esta es adaptar o modificar el plan de acción.
posible modificar intervenciones posteriores. 6. Solución del problema. En la evaluación
Egan (1982) nos señala una condición in­ no debe olvidarse el objetivo principal de
dispensable para que la evaluación se realice la relación de ayuda: resolver el problema
de la forma más adecuada: haber señalado en del paciente.
términos precisos y concretos los tres pasos La evaluación también debe considerar si la
siguientes: consecución de los objetivos programados
1. El problema (un problema que no se ha permite la resolución de los problemas del
definido claramente impide determinar si paciente. Si no es así, el plan de acción de­
el objetivo se ha conseguido o no). berá modificarse.

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Capítulo | 15 Evaluación 247

EFECTOS DE LA EVALUACIÓN interior de cómo él siente, vive o incluso


«provoca» su enfermedad.
Varios son los efectos posibles como conse­ 2. Saber cómo interpretar lo que el paciente
cuencia de la evaluación: revela al profesional, teniendo en cuenta
1. La retroacción permite integrar las infor­ que el paciente se abre solo si encuentra
maciones de la evaluación en el plan de al profesional dispuesto a escucharle de
acción, con el fin de mejorarlo. manera cálida, tolerante, con interés, sin
2. El paciente actúa según sus expectativas. juzgarle, etc.
3. Los objetivos a corto, medio y largo plazo
Olvidar este aspecto fenomenológico de la
se han conseguido o no.
relación nos parece una falta seria de res­
4. Ninguno de los objetivos ha sido alcan­
ponsabilidad profesional y, por consiguiente,
zado.
una atención de baja calidad. Del mismo
5. Han surgido nuevos problemas.
modo que olvidar algún detalle fisiológico o
Todo esto lo podíamos esquematizar de la patológico importante es considerado como
siguiente forma: una falta grave, creemos que no lo es menos
Objetivos - Plan de acción - Evaluación - el olvidar los otros factores psicoemocionales
Modificación del programa de acción. del paciente. Esto no es fácil, pero se puede
aprender.
Por otra parte, creemos que es una exi­
BENEFICIOS DE LA EVALUACIÓN gencia de nuestra identidad como profesiona­
Sin ser exhaustivos, podemos señalar que: les saber comenzar, mantener y terminar una
relación, bien sea con el paciente o con su
1. Facilita la posibilidad de que el paciente familia. Todo esto mostrará de forma práctica
reconozca sus dificultades para llevar a y concreta lo que es ser profesionales de la
cabo el plan de acción. salud, así como lo que significa ofrecer cui­
2. Ofrece al profesional información sobre dados integrales y de calidad humana.
la eficacia de los medios utilizados en el
proceso de relación de ayuda.
3. Estimula al paciente a comprometerse y
responsabilizarse de su plan de acción, BIBLIOGRAFÍA ESPECÍFICA
pues este percibe su progreso y éxito. Alemany C. Evaluación del entrenamiento en des­
4. Muestra también la eficacia del profe­ trezas interpersonales del modelo de Carkhuff [Te­
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248 SECCIÓN | III La relación de ayuda

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Capítulo | 15 Evaluación 249

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Capítulo 16

Comunicación grupal
Luis Cibanal Juan y María del Consuelo Carballal Balsa

una documentación concreta para su lectura,


Objetivos debate y aprobación, con el fin de coordinar
• Saber organizar, estructurar, dirigir actuaciones posteriores en el centro o lugar
y terminar una reunión. de trabajo.
• Saber conocer los diferentes tipos Una reunión es un encuentro de personas:
de reuniones y su conducción.
• Saber cómo preparar una reunión 1. En un espacio común, donde se toman
o sesión. decisiones consensuadas.
• Saber cómo dirigir una reunión. 2. En un tiempo preestablecido y con unos
• Saber cómo poner un problema objetivos comunes en los que todos se
en grupo. sienten implicados de una u otra ma­
• Saber cuáles son las principales nera; para conseguir dichos objetivos
dificultades que se pueden presentar
necesitan compartir la información y
en una reunión.
• Conocer los diversos niveles
las ideas, con el fin de posibilitar el
de observación de un grupo. intercambio de los pensamientos, las
• Saber cómo colocar a las personas actitudes o los sentimientos entre sus
según el tipo de reunión. componentes y tomar decisiones comu­
• Saber detectar y gestionar los diversos nes. Lógicamente, toda reunión implica
conflictos que se pueden presentar un coste (aunque solo sea por el tiempo
en un grupo o reunión. que varias personas le van a dedicar), lo
cual nos tiene que llevar a preguntarnos,
antes de convocarla, si es el medio más
adecuado o más económico; o bien se
Contenidos puede sustituir por una carta, un infor­
• Conceptos y elementos de una reunión. me, una llamada por teléfono, un correo
• Eficacia de las reuniones. electrónico, etc. ¿Se han imaginado lo
• Tipos de reuniones. que cuesta una reunión si contamos: el
• Fases de una reunión. tiempo de preparación del que convoca
• Algunas técnicas o estrategias y los participantes, de preparación de
de trabajo en una reunión. instalaciones y audiovisuales, etc., el
tiempo y dinero que se invierten en los
desplazamientos, la asistencia a esta,
CONCEPTOS Y ELEMENTOS la elaboración del acta, el material, los
DE UNA REUNIÓN locales, etc.?

Definición A menudo, la mayoría de las personas dudan


de su utilidad y eficacia.
Una reunión la constituye un grupo de perso­ Varias son las razones de esta desoladora
nas unidas en un espacio y un tiempo, y con opinión:
© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 253

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254 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

1. Sensación de innumerables reuniones y ticipación e implicación de los asis­


pérdida de tiempo. tentes. Tiene la dificultad, sin embargo,
2. Reuniones con falta de preparación. de potenciar las influencias perso­
¿Cuántas veces acudimos a una reunión nales. Duración: entre 45 minutos y
con la idea de: ¡a ver qué pasa!? una hora.
3. Reuniones mal dirigidas o sin dirección, b. Entre cinco y diez miembros: grupo
al no emplear técnicas y estrategias ade­ de trabajo eficaz. Duración: entre una
cuadas, o que acusan la falta de recursos hora y hora y media.
procedimentales. c. Más de diez y menos de veinte: crea­
4. No se toman acuerdos ni se determina un ción de subgrupos de poder e influen­
plan de actuación posterior. cia. Grupo no eficaz para la toma de
5. Si se toma algún acuerdo, no se especifica decisiones. Duración: entre una hora
quién, cómo y cuándo se realizarán el y hora y media.
seguimiento y el control de su puesta en d. Más de veinte: grupo poco eficaz pa­
práctica. ra el trabajo en reuniones. Duración
6. El no llevar a efecto el acuerdo tomado adecuada: una hora.
invalida con frecuencia la eficacia de una 2. Características del grupo:
nueva reunión. a. Nivel de participación e implicación.
7. En resumen, una reunión se justifica si: b. Grado de madurez.
a. Un asunto requiere ser tratado por un c. Grado de cohesión del grupo.
grupo de personas porque es impres­ d. Libertad en la constitución del grupo.
cindible la interacción para crear una e. Grupo constituido por imperativo
idea o decidir un plan de actuación. legal-profesional.
b. Estas personas han de discutir y ex­
traer conclusiones conjuntamente.
Tiempo o duración de las reuniones
c. El coste total de la reunión es acepta­
ble en relación con los beneficios que La duración de una reunión es una variable
se obtendrán realizándola. que deben tener en cuenta las personas que
d. El momento es oportuno para reali­ la preparan o coordinan.
zarla. Definida por Mucchielli, la «interven­
e. Hay tiempo suficiente para prepa­ ción» o «interacción» es «un intercambio
rarla. entre miembros de un grupo o entre un miem­
f. No existen restricciones que imposi­ bro y el grupo entero». Podemos señalar que,
biliten o dificulten de forma impor­ a mayor participación, mayor número de
tante su consecución. interacciones, y mayor tiempo y duración
de la reunión.
Las personas responsables de la reunión
Cuanto mayor es el grupo de personas
deben tener en cuenta, en el momento de
en una reunión, aumenta progresivamente el
convocarla o prepararla, los elementos o va­
número de interacciones y se necesita más
riables que intervienen en ella. Su interacción
tiempo para que el grupo pueda tomar una
condicionará el objetivo o la modalidad de
decisión o llegar a un acuerdo.
reunión, su tiempo o duración, y las personas
Es conveniente y necesario conjugar, a la
que deben asistir.
hora de plantear una reunión, el número de
personas, el tiempo disponible y el objetivo
Miembros o asistentes a la reunión o la finalidad de la reunión.
La participación de los miembros que asisten
a una reunión dependerá de: Tema de la reunión
1. Número de asistentes: El tema o temas de la reunión deben aparecer
a. En torno a cinco o siete personas, la en el orden del día, que contiene los puntos
reunión consigue gran eficacia y par­ que se tratarán.

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Capítulo | 16 Comunicación grupal 255

Finalidad de la reunión las tareas que se van a realizar, las


personas responsables, las actividades
La finalidad de la reunión se especifica en necesarias y sus responsables, la tempo­
el objetivo u objetivos que se pretenden al­ ralización, etc.
canzar. 4. Si se quiere que una reunión y las pos-
Hay que distinguir perfectamente entre teriores sean eficaces es necesario que
el tema y el objetivo o finalidad, pues según se ejecuten las decisiones tomadas y los
estos, las reuniones se pueden clasificar en: acuerdos consensuados. Si no se hace
informativas, consultivo-deliberativas, for­ así, las reuniones posteriores serán pura­
mativas y decisorias. mente formalistas.

Técnica de la reunión TIPOS DE REUNIONES


Según cuál sea el tipo de reunión, se se­ Para que las reuniones no se conviertan en
leccionará la técnica más adecuada para la tertulias o en discusiones interminables que
consecución de los fines propuestos. no llevan a ninguna parte, lo primero y más
importante que ha de plantearse la persona
EFICACIA DE LAS REUNIONES que las convoca es qué pretende conseguir
con su realización. Creemos que es suma­
La eficacia de las reuniones está determinada mente importante que el director clarifique
por el consenso adquirido y por la operativi­ qué tipo de reunión se pretende hacer, pa­
dad lograda. ra que así los asistentes desde el primer mo­
mento sepan hasta dónde pueden o quieren
Requisitos llegar y comprometerse.
Señalamos, a modo de ejemplo, algunas
Los requisitos para que una reunión sea efi­ de las finalidades que puede tener una reu­
caz son los siguientes: nión:
1. Que su convocatoria y celebración sean 1. Dar información a los participantes.
necesarias. La celebración de muchas 2. Recoger información de los asistentes.
reuniones, teniendo en cuenta el poco 3. Recoger ideas.
tiempo del que disponen los participan­ 4. Clarificar ideas o puntos de vista sobre
tes, o la dificultad para encontrar tiempo un tema.
para reuniones, puede restar eficacia e 5. Tomar decisiones conjuntas.
implicación del personal en ellas.
2. Estar preparada, tanto por la persona Una clasificación de las reuniones podría ser
que va a dirigir la reunión como por los la siguiente:
participantes. De hecho, si una reunión
no está preparada, no debería celebrarse. Por su objetivo o finalidad
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Sería una gran pérdida de tiempo y res­


taría mucha eficacia a esta y posteriores 1. Informativas. El objetivo de la reunión
convocatorias. Según la tipología de es transmitir a un grupo una información
la reunión, esta deberá estar preparada que es necesaria o conveniente. La reu­
individualmente, por equipos o por co­ nión se limita a que la persona o grupo de
misiones de trabajo. personas que deben dar la información la
3. Terminar en un plan de actuación que comuniquen y resuelvan las dudas o con­
posibilite la puesta en práctica de los testen a preguntas sobre el tema objeto
acuerdos y el seguimiento de las deci- de ella. Este tipo de reuniones tiene tres
siones tomadas. Muchas reuniones son momentos:
ineficaces porque a su conclusión no se a. Comunicación de la información por
concreta un plan para llevar a cabo las parte del director o responsable de la
decisiones tomadas, donde se expliciten reunión.

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256 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

b. Rueda de presentación de dudas y a la persona o personas responsables


preguntas. de ella, o bien porque la decisión será
c. Contestación a las diferentes cues­ motivo de una reunión posterior, cuando
tiones planteadas. las propuestas o soluciones estén más
El que dirige la reunión tiene que ser claras y las decisiones, más consensuadas
consciente del objetivo y no permitir y trabajadas. No siempre es aconsejable
que se entre en discusiones o desvia­ que en una misma reunión se debatan y
ciones que lo modificarían. Para ello es analicen propuestas o alternativas y se
conveniente asignar tiempos límites a llegue a acuerdos o decisiones.
las ruedas de intervenciones. Hay que 3. Formativas. El objetivo de estas reunio­
considerar, no obstante, que la reunión nes es crear opinión y transmitir ideas.
no siempre será el mejor modo para in­ También se aprovechan para formar a los
formar. En el centro tienen que existir miembros de un equipo o una comisión
otros cauces de comunicación y canales sobre un tema acerca del cual necesitan
de información, como por ejemplo: información y forjar un criterio. La fina­
a. Tablón de anuncios. lidad es, en consecuencia, tanto informar
b. Hojas informativas personales. en aspectos instructivos o contenidos
c. A través de coordinadores. conceptuales como modelar actitudes,
d. A través de la jefatura. tomar posturas o incidir en contenidos
e. A través de los jefes de departa­ procedimentales (dinámica de grupos).
mentos. El jefe debería prepararse un plan de
f. A través de los distintos delegados. discusión con las ideas principales que
g. La sesión de información (tabla 16-1). quiere abordar (tabla 16-2), a la derecha,
2. Consultivo-deliberativas. La finalidad y a la izquierda, las técnicas de presen­
de este tipo de reuniones es estudiar o tación que ha planificado, las cuestiones
analizar propuestas o soluciones a temas que propone y las transiciones previstas
o problemas planteados por un equipo o (v. tabla 16-2). Las observaciones intro­
un grupo. En ellas se estudian las diversas ducidas es conveniente que estén prepa­
alternativas o propuestas, y se analizan radas con tiempo, pues toda discusión
los pros y los contras de cada una de dependerá de la manera en que estas sean
ellas. En este tipo de reuniones no se empeñadas, comprometidas. Los paneles
toman decisiones, bien porque no es res­ donde estén fijados los objetivos, las so­
ponsabilidad del equipo o de la comisión, luciones, etc., también pueden prepararse
cuya función o tarea es hacer propuestas con tiempo antes de la reunión.

TABLA 16-1  La sesión de información


Etapas Rol del jefe o líder
Presentación • Presentar a los participantes
• Presentar el sujeto a tratar
• Mostrar su valor e importancia para el grupo
Información • Aportar la información en forma oral,
por escrito, audiovisual, etc.
Control de la comprensión • Responder a las cuestiones del grupo
precisando los puntos poco claros
• Presentar eventualmente las cuestiones
de control
Aplicación • Presentar el sistema de acción y de control

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Capítulo | 16 Comunicación grupal 257

TABLA 16-2  Plan de discusión


Método Tema: problema de cooperación
con los otros departamentos
Proponer cuestiones A) Análisis del problema
1. ¿Hay un problema?
2. ¿Es serio?
3. ¿Qué ejemplos se conocen?
4. ¿Qué, cuándo, quién, cómo, dónde?
Pedir sugerencias al grupo (algunas sugerencias B) ¿Cuáles son las soluciones posibles?
que tener en consideración) 1. Intercambiar visitas con los otros
Escribir estas sugerencias en la pizarra departamentos
2. En las sesiones, explicar el trabajo de cada
departamento por su jefe
3. Otras proposiciones
Evaluar cada solución y llegar a una solución C) Comparar las soluciones propuestas
óptima 1. ¿Funcionará?
2. ¿Hay algunos inconvenientes?
Dejar al grupo escoger D) ¿Qué decisión tomar?
E) ¿Qué acciones son necesarias para ejecutar
esta solución?

4. Decisorias. Las reuniones decisorias son personas para decidir o tomar una decisión no
las que tienen como objetivo tomar una es técnicamente aconsejable, como ya se ha
decisión colegiada (tabla 16-3). La toma mencionado. Las reuniones que se convocan
de decisiones siempre es complicada y en nuestros centros difícilmente son de un tipo
compleja por dos razones: o de otro, extensivamente (informativas, con­
a. La decisión debe ser de calidad y sultivas, formativas o decisorias). Sin embar­
siempre se corre el riesgo de no go, siempre es necesario y conveniente que:
acertar. 1. Los miembros de una reunión conozcan
b. El proceso de la toma de decisiones perfectamente los temas que se van a
es complejo. Hay en los miembros tratar y su finalidad.
del grupo análisis distintos de la 2. Los equipos directivos procuren separar y
misma realidad, diferentes intereses, no hacer coincidir en una misma reunión
objetivos diversos, etc. diversos temas y finalidades, ya que sus
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Por eso es aconsejable que, si la decisión es miembros tienden a unirlos.


importante y de gran incidencia en el centro, Es necesario que si en el orden del día de una
o si es una decisión que tiene que tomar un reunión hay varios puntos a tratar, los inte­
consejo o una unidad, haya sido discutida y grantes separen las finalidades y los temas.
debatida con anterioridad. Habrá que tener en Y esto es responsabilidad del que dirige o
cuenta los pros y los contras, las causas y las conduce la reunión.
consecuencias, en reuniones deliberativas del
mismo órgano o en comisiones o equipos. A Por el número de miembros
la reunión decisoria se debe ir con propuestas, participantes
y la decisión debe estar consensuada por los
equipos o las comisiones a las que se ha encar­ 1. Reuniones de grupo pequeño (de 3 a 7
gado el estudio del problema o de la situación miembros). Estas reuniones de pequeños
planteada. Una reunión de más de seis o siete grupos son las ideales para lograr un

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258 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

TABLA 16-3  Sesión de decisión (o de resolución de problemas)


Etapas Rol del jefe o líder
Dirección de la atención hacia un problema • Presentar el tema como un problema
• Mostrar la importancia de una solución
para el grupo o la empresa
Análisis del problema • Precisar los límites de la zona de autonomía
del grupo
• Hacer reformular al grupo los diversos
aspectos del problema (qué, cuándo,
cómo, dónde, quién, por qué…)
Búsqueda de la solución • Proponer soluciones en una atmósfera no
crítica que estimule la búsqueda (p. ej.,
torbellino de ideas)
Elección de la mejor solución • Animar a la evaluación objetiva y a la crítica
buscando el consenso del grupo
Aplicación • Determinar con el grupo el plan de acción
exacto y la previsión del control
Observación: ante la clarificación precedente, las reuniones pueden variar en su clasificación
dependiendo de las variaciones a que puedan dar lugar; así, por ejemplo, tenemos que:
Dependiendo de que el jefe delegue más o menos de sus responsabilidades, el tipo de reunión
puede variar:
a) Temas de orden simple h) El jefe hace que los miembros del grupo
b) Temas de orden con posibilidades de presenten las cuestiones y él solamente se
explicaciones suplementarias sobre la tarea contenta con controlar el buen seguimiento
que realizar de la discusión
c) Temas de información y de explicación de i) El jefe hace tomar conciencia al grupo
las razones que justifican el orden de la de su autonomía en los problemas de su
reunión funcionamiento, de modo que las cuestiones
d) Respuesta a las cuestiones individuales para y las conclusiones sean tomadas también por
justificar la decisión tomada ya por el jefe los miembros del mismo
e) El jefe escucha los pareceres y después j) Se ha constatado que la motivación de los
decide él solo explicando sus razones participantes crece con la posibilidad que
f) El jefe presenta el caso para su discusión se le da de participación, pero que cada uno
reservándose el derecho de zanjar la de estos estilos puede justificarse según las
situación en el caso de que no haya acuerdo diversas situaciones. Es preciso, sobre todo,
en el grupo que haya una claridad y acuerdo entre
g) El jefe escoge las cuestiones que se han lo que espera el grupo del comportamiento
de discutir en grupo y sigue su parecer del jefe y, por consiguiente, que el estilo
de reunión sea definido al principio de la
misma y se varíe en el curso de la sesión

trabajo eficaz. En ellas se pueden tomar para informar, consultar y debatir situa­
decisiones y lograr que todas las perso­ ciones o problemas. Es el grupo ideal
nas participen, se impliquen y colaboren. para la formación, sobre todo cuando el
Estas reuniones son propias de equipos objetivo que se persigue es el cambio de
directivos. actitudes y la formación de opiniones.
2. Reuniones de grupo mediano (de 8 a 20 Nunca son aconsejables para tomar de­
miembros). Estas reuniones son útiles cisiones y llegar a acuerdos, ya que para

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Capítulo | 16 Comunicación grupal 259

esto se necesita mucho tiempo. En estos b. Es conveniente y necesaria una reu­


casos la acción de los grupos es lenta y nión para pedir la opinión, las suge­
se requiere un líder con gran influencia rencias o las propuestas a un grupo
y ascendencia en el grupo. de personas.
3. Gran grupo (de 20 a 40 miembros). Es­ c. Es preciso tomar una decisión y esta
tas reuniones son propias de claustros es responsabilidad de un equipo o un
o consejos de los centros con muchos órgano del centro.
miembros. El objetivo que se persigue es 2. Necesidad de interrelación o comunica-
la información, la puesta en común y el ción. En ocasiones, la reunión también
ratificar o aprobar decisiones o acuerdos puede ser necesaria para:
que han sido consensuados previamente a. Fomentar la participación e im­
en comisiones o equipos docentes. Es­ plicación de los profesionales en la
te tipo de reuniones son muy lentas y organización y el funcionamiento del
necesitan una gran labor de coordinación centro.
o conducción de la sesión. Pueden ser b. Propiciar y fomentar un buen clima y
de escasa eficacia y nulo rendimiento y ambiente de trabajo.
producir desánimo, así como poca im­ c. Potenciar las relaciones entre los
plicación y participación de sus miem­ diferentes miembros.
bros. Si todas las reuniones deben ser
preparadas, las de gran grupo exigen una ¿Es la reunión la técnica
preparación previa y exquisita, tanto por y el procedimiento más adecuados
parte de la persona que las debe conducir para afrontar el tema o resolver
o coordinar como por parte de sus parti­ el problema?
cipantes.
4. Asamblea (más de 40 participantes). Estas Existen procedimientos como la elaboración
reuniones son propias de asambleas ge­ de notas informativas, el cuadro de avisos o
nerales. También existen claustros con un tablón de anuncios, los horarios de visitas,
número de miembros superior a 40 per­ que puede ser que, a veces, hagan innecesario
sonas. La asamblea únicamente debe te­ algún tipo de reuniones.
ner un objetivo informativo.
¿Cuál es el momento más propicio
o adecuado?
FASES DE UNA REUNIÓN
Se recomienda no realizar las reuniones en
Análisis y estudio de su necesidad días festivos, puentes o principio y final de
semana, y horas al final de la jornada de tra­
La dirección de un centro o el coordinador
bajo, puesto que en estos días es más proba­
de un grupo, antes de convocar una reunión
ble que las personas estén menos disponibles.
debe plantearse:
Es preferible que las reuniones se rea­
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

¿Es necesaria la reunión? licen fuera del horario del trabajo habitual
para que de esta forma los participantes no
Para considerar la necesidad o la convenien­ tengan que realizar cambios en actividades
cia de una reunión, el responsable del grupo programadas y para que con su ausencia no
debe analizar dos aspectos: dificulten la realización del trabajo de sus
1. Necesidad técnica: compañeros de equipo.
a. Existe necesidad de comunicar o Ciertos días y algunas horas son más
informar sobre algún aspecto de la propicios e idóneos para la convocatoria y
organización y el funcionamiento del la celebración de reuniones. Es conveniente
centro, y la reunión es el mejor cauce tener esto en cuenta, si se pretende que los
para transmitir esta información, da­ participantes no solamente colaboren, sino
da la importancia o la naturaleza de que incluso se muestren más creativos y par­
esta. ticipativos. Aunque también cabe convocarla,

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260 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

por parte de algunos directivos, a ciertas ho­ dificultad para reconducir los temas,
ras en las que se sabe que van a aprobar todo puesto que en los extremos de una me­
lo que se les proponga, con lo cual puede pa­ sa rectangular es más fácil y mayor la
recer que falta transparencia y autenticidad, sensación de control sobre los asistentes.
y a medio plazo, los participantes detectan En cuanto a la colocación de asientos,
esto, convirtiéndose las reuniones en pérdida también es importante evitar tensiones
de tiempo e insatisfacción. innecesarias, procurando que no estén en
asientos enfrentados personas o grupos
que sustentan puntos de vista contrarios.
Fase de preparación 4. A veces se pierde mucho tiempo bus­
La responsabilidad de la preparación de una cando una sala.
reunión recae directamente en el conductor 5. La disposición de las sillas es importante
o coordinador y en las personas que van a y esencial. Todos los miembros deben
asistir y participar. Las buenas intenciones verse de cara.
del que convoca o dirige la reunión significan 6. Un panel debe permitir ir fijando las ideas
poco si no se ha preparado el contenido de la propuestas.
reunión convenientemente. 7. Preparar las ilustraciones, los textos
que se discutirán.
Aspectos a los que el coordinador
de una reunión debe atender Condiciones necesarias y ambiente
1. Condiciones materiales de trabajo
1. Verificación de que se han enviado y
Preparar convenientemente la sala recibido las convocatorias y se ha com­
de reuniones. La realización de una reunión prendido su sentido. Además, preparar la
requiere de un entorno favorecedor del traba­ reunión incluye una serie de actividades
jo en equipo. Este entorno debería reunir las no relacionadas con el contenido.
siguientes características: 2. Verificación de la idoneidad del lugar en
1. Ser fácilmente accesible para todos los que ha de realizarse la reunión.
que han de participar en la reunión. 3. Realización de las gestiones necesarias
2. Ser neutral. Es necesario que el lugar en para que durante la reunión no se produz­
el que se realiza la reunión no implique can interrupciones. Preparar una reunión
una ventaja obvia para ninguna de las implica, para el que la convoca, la reali­
partes. zación de una serie de actividades.
3. Disponer de: espacio suficiente, mesas y a. Definir claramente el objetivo y los
sillas cómodas y medios audiovisuales temas que se van a tratar.
para realizar exposiciones orales. Ade­ b. Decidir quiénes van a asistir.
más, el lugar de la reunión, a ser posible, c. Decidir cuánto va a durar la reunión.
deberá estar situado en una sala de fácil d. Decidir cuándo y dónde se realizará
acceso a todos los profesionales. Estas la reunión.
condiciones son necesarias para que la e. Elaborar y distribuir la convocatoria.
reunión se realice en un ambiente cómo­ f. Preparar la dirección y coordinación
do. Una de las cuestiones importantes de la reunión.
a la hora de efectuar una reunión es la
colocación de las mesas y los asientos. Si Recursos materiales
lo que se pretende es fomentar el espíritu 1. Medios audiovisuales para realizar la
de equipo, la creatividad, la discusión introducción a la reunión (transparen­
y la toma de decisiones consensuadas, cias, diapositivas, ordenador, pizarra…).
los asientos han de distribuirse en torno Hay que tener en cuenta que el material
a una mesa redonda o cuadrada o en audiovisual ha de servir para facilitar
forma de uve. La mesa rectangular es la comprensión de la introducción o de
útil para directores tímidos que tienen otros aspectos que se expongan durante

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Capítulo | 16 Comunicación grupal 261

la reunión y que, precisamente por ello, 3. Preparación de la dirección y coordina­


tiene que ser diseñado de forma que ción de la reunión.
cumpla este cometido. Todo director de 4. Preparación de la reunión por parte de
reunión que quiera preparar este tipo los asistentes. Es importante que los par­
de material ha de seguir una serie de ticipantes tengan tiempo para estudiar
normas de calidad que suelen estar a dis­ los temas, reflexionar y emitir juicios
posición de quien las solicite en las áreas sobre estos. Para ello es necesario que
de formación continuada y calidad, y en quien convoca la reunión informe con
los servicios audiovisuales. La utilización antelación a todos los participantes de
de estos medios audiovisuales requiere, todos los temas que se tratarán y de la
además, cuidar aspectos de acondiciona­ aportación que se espera de ellos de cada
miento de locales y de funcionamiento de tema (ideas, información, opinión, análi­
equipos que el director de reunión ha sis, documentación…).
de saber utilizar. 5. Preparación de material que se utilizará
2. Material que se va a distribuir para que en la reunión:
sea estudiado por los asistentes con a. Orden del día.
anterioridad a la reunión. Es muy im­ b. Medios audiovisuales.
portante que este material se distribuya c. Dossier.
con tiempo suficiente y que quien lo d. Documentación varia.
reciba conozca lo que ha de aportar a la e. Tiempo necesario para desplazamien­
reunión después de haber estudiado esta tos.
documentación. f. Reserva y preparación del o de los
3. Esquemas o documentos que se entre­ locales, etc.
garán para ser utilizados durante la reu­
nión. Este material ha de ser relevante Antes de decidir la convocatoria de una
en cuanto al tema que se discute, breve y reunión es necesario considerar si hay otras
de fácil comprensión para que su lectura limitaciones, además del coste, la oportuni­
no dificulte el flujo de la conversación. dad y el tiempo necesario para prepararla.
La realización de este material no evi­ Las siguientes limitaciones pueden compro­
ta la distribución previa de otros si es meter la posibilidad de realizar la reunión
necesario. El material que se distribuye o el resultado si esta se realiza, como por
en el momento de la reunión tiene como ejemplo:
única finalidad servir de guía para los 1. Una disposición negativa de las personas
participantes y no ha de ser en ningún convocadas.
caso un documento extenso. Estudiar un 2. Que uno o algunos de los asistentes no
documento durante una reunión pone de estén dispuestos a escuchar y respetar las
manifiesto la falta de preparación. reglas, las opiniones o los propósitos de
los demás.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

2. Fijación del orden del día 3. El que convoca no tenga autoridad para
y determinación de las personas convocarla.
que deben asistir
Reflexionar sobre la duración total de la
Cuestiones relativas al tiempo de prepa- sesión. Una reunión ha de durar el tiem­
ración. Para estimar el tiempo necesario de po necesario para conseguir el objetivo u
preparación de una reunión pueden utilizarse objetivos propuestos. Si dura más de una
los siguientes criterios: hora es conveniente intercalar pausas de
1. Preparación y distribución de la convo­ diez minutos. Si dura más de dos horas
catoria. significa que se ha planteado un objetivo
2. Preparación y distribución del material demasiado ambicioso para una sesión y
que han de tener los asistentes con ante­ que hubiese sido preferible considerar dos
lación. o más sesiones.

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262 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

Orden del día. La convocatoria de la reu­ Otra cuestión importante, relacionada


nión es la carta de presentación de quien ha con los participantes, es el número, ya que
decidido realizarla, puesto que en ella de­ cuanto mayor es, más tiempo tardan los asis­
muestra sus intenciones: tentes del grupo en poder tomar las decisio­
1. Recabar información para tomar decisio­ nes pertinentes.
nes, solo o por consenso. Puede ser útil pedir la participación de
2. Evitar asumir responsabilidades tras­ personas de otros servicios que tienen un
ladándolas a los integrantes de la reunión. interés en la solución del problema, o de
personas ajenas que pueden presentar hechos
Además, si el objetivo de la reunión está ex­ importantes. Hay que estar atentos para que
plicado correctamente, permite, a quienes estas personas no bloqueen a los otros miem­
han sido requeridos para participar, conocer bros del grupo.
el objetivo de la reunión y su contribución a
la consecución del mismo. Conocer el grupo. La talla del grupo in­
Toda convocatoria debe incluir un texto fluye en su comportamiento. La integración
inicial u orden del día en el que se incluya: de nuevos miembros mejora la calidad de
1. Las personas convocadas a la reunión. la solución (escoger hasta cinco o seis per­
2. Lectura y aprobación del acta de la reu­ sonas). Más allá de esta cifra, el número de
nión anterior si la hubiera. interacciones disminuye y cada miembro
3. Objetivo u objetivos de la reunión. nuevo colabora cada vez menos.
4. Temas que se abordarán en la reunión y También puede darse el caso de que sea
tiempo que se le concederá a cada tema. útil tener grupos más amplios para asegurar
5. Día y lugar en que se realizará. una mejor información. Resulta conveniente
6. Hora de inicio y fin de la reunión. reflexionar sobre algunas cuestiones, como
por ejemplo:
Este texto puede completarse explicando,
de forma muy breve, la contribución que se 1. ¿Cuál es el conocimiento del tema que
espera de cada persona convocada. posee el grupo?
Después del texto inicial se ha de deta­ 2. ¿Su actitud es abierta u hostil?
llar el orden del día, que se compone de los 3. ¿Qué miembros participarán más y en
temas que se van a tratar en la reunión. qué sentido?
Los temas han de anotarse en el mismo orden
en que hayan de discutirse y a cada uno hay Anunciar la sesión a los participantes.
que asignarle un tiempo estimado. Para que las reuniones no se conviertan en
La convocatoria ha de ser fácilmente tertulias o en discusiones interminables que
comprensible. Además, ha de ocupar una no llevan a ninguna parte, lo primero y más
sola página para que pueda abarcarse de importante que ha de plantearse la persona
una ojeada. que convoca la reunión es qué pretende con­
seguir con su realización.
Elección de los participantes. A la reunión Señalamos a modo de ejemplo algunas de
han de asistir únicamente quienes tengan las finalidades que puede tener una reunión:
algo que aportar (bien sea información,
1. Dar información a los participantes.
ideas, conocimientos, confrontar puntos de
2. Recoger información de los asistentes.
vista…). Cada participante ha de tener un
3. Recoger ideas.
papel asignado y debe saber de antemano lo
4. Clarificar ideas o puntos de vista sobre
que se espera de él en la reunión. El conte­
un tema.
nido de la reunión ha de interesar a todos los
5. Tomar decisiones conjuntas.
participantes. Si algún tema no cumple este
requisito —interesar a todos—, es mejor ex­ Se deben precisar con tiempo el orden del
cluirlo del orden del día y tratarlo solamente día, las personas invitadas, el lugar, la fe­
con las personas implicadas. cha, la indicación de los puntos particulares

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Capítulo | 16 Comunicación grupal 263

en los que cada miembro debe intervenir o Al acta de la reunión se pueden añadir
participar, etc. Recordemos que una sesión informes de los participantes sobre aspectos
anunciada en el último momento parte ya concretos. El acta ha de ser distribuida a los
en negativo. asistentes en un plazo de tres o cuatro días y
cada uno de ellos ha de dar su conformidad
Prever un acta de la reunión. Las actas de al contenido.
las reuniones son sumamente importantes.
Estas muestran el trabajo realizado, quiénes 3. Análisis, antes del comienzo
lo realizaron, cuándo y, sobre todo, las con­ de la reunión, de los posibles aspectos
clusiones o decisiones a las que llegaron. problemáticos del tema
En toda reunión debe haber un secretario, Se deben tener claros los datos esenciales,
que será el encargado de ir tomando nota de posibles problemas que se pueden plantear en
todo lo que acontece en la reunión. el transcurso de la sesión de trabajo, alterna­
Es conveniente que, al principio de tivas y propuestas posibles, etc. (tabla 16-4).
la reunión, se clarifique entre los partici­
pantes lo que estos piensan o creen que 4. Determinación del objetivo
es indispensable poner en el acta. Esto de la reunión
permitirá clarificar las expectativas de los La finalidad u objetivo debe indicarse en la
que consideren que toda discusión quede convocatoria con toda claridad y precisión:
reflejada (lo cual puede ser interminable),
o por el contrario, los que crean que el acta Determinar la finalidad de la reunión
solo debe reflejar las conclusiones, o las 1. Orden de urgencia de las cuestiones que
intervenciones que expresamente alguno hay que discutir.
de sus participantes quiere que consten en 2. Duración prevista para cada tema que
acta. haya que tratar.
Citamos algunos de los puntos esenciales 3. Grado de participación del grupo en cada
que debe contener toda acta: tema.
1. Personas convocadas. Estos puntos deben ser anunciados al grupo
2. Asistentes. con el fin de que este pueda prepararse y se
3. Temas tratados. le motive a asistir. Se desea también que el
4. Opiniones e ideas relevantes expresadas. grupo participe en la elección de los temas.
5. Conclusiones y decisiones tomadas.
6. Participantes que no han estado de acuer­ 5. Dirección y coordinación
do con las decisiones de la mayoría y los de la reunión
motivos del desacuerdo. Dirigir y coordinar una reunión tiene que ver
7. Líneas de acción y asignación de res­ con dos aspectos: la cultura de la organiza­
ponsabilidades. ción y las cualidades de liderazgo de quien la
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

TABLA 16-4  Análisis prerreunión


Cuestión relativa a la situación Cuestiones relativas a los participantes
1. Hechos e informaciones de las que dispongo 1. ¿Qué saben del problema?
2. Mi responsabilidad en el problema 2. ¿Están ellos interesados?
3. ¿Qué participantes contactar? 3. ¿Su responsabilidad?
4. ¿Cuáles serán sus reacciones posibles, qué
puntos se prestan a discusión?
5. ¿Cómo interesarlos?

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264 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

conduce. En empresas en las que predominan y el nivel del debate. La reunión que
los valores culturales de distancia jerárqui­ funciona es aquella en la que todos los
ca y poder, y en las que se aprecian más las participantes pueden manifestar lo que
adhesiones a una persona que la competen­ piensan sin temor a ser ridiculizados
cia profesional, es muy difícil que se realicen ni represaliados, sabedores de que su
reuniones en las que los asistentes tengan aportación será escuchada y tomada en
el convencimiento de que el planteamiento serio incluso por parte de quienes no
de los temas y sus propias intervenciones están de acuerdo.
vayan a ser fructíferas. En estas empresas, 6. Tolerancia con aquellos cuyo trato resulta
las reuniones no se plantean como trabajo difícil.
en equipo, aunque a veces se utilicen para 7. Imparcialidad con los amigos.
simular una participación inexistente, sino 8. Continencia para intervenir solo cuando
que son más bien una suma de individuali­ sea necesario reconducir la reunión. In­
dades, cuando no una manifestación de poder tervenciones del tipo: «Mi opinión sobre
o una ocasión para el enfrentamiento o para este asunto es…» pueden ayudar a cen­
reforzar alianzas. trar la reunión en los objetivos.
En empresas en las que predominan valo­
Además, tiene que cumplir y hacer cumplir
res de calidad total y creación de valor, orien­
las siguientes normas:
tación al usuario, compromiso, creatividad y
competencia profesional, las reuniones son 1. Saber escuchar y demostrar a todos los
instrumentos que facilitan la participación y participantes que se está escuchan­
que se utilizan únicamente cuando son im­ do. Todos sabemos que estar presente y
prescindibles, o sea, cuando no es posible oír no es lo mismo que escuchar activa­
resolver un asunto mediante otras formas de mente.
comunicación. 2. Admitir críticas siempre que se dirijan a
Si un responsable de unidad desea estar las ideas y no a las personas.
en sintonía o propiciar una cultura de em­ 3. Esforzarse por ser breve, puesto que la
presa en la que predominen los valores de reunión es para discutir, no para exponer
calidad total y creación de valor, además o hacer un discurso.
de realizar únicamente las reuniones impres­ 4. Procurar que se respete el tiempo asigna­
cindibles, ha de dirigirlas teniendo en cuenta do a cada tema.
los siguientes principios: 5. Respetar y escuchar las propuestas y las
opiniones de los demás.
1. Reconocimiento de sus creencias y pre-
6. Llegar a conclusiones y adoptar líneas de
juicios sobre los asistentes y sobre los
acción.
temas a tratar en la reunión.
2. Sinceridad en todas sus intervenciones.
3. Respeto a los asistentes a la reunión La convocatoria de una reunión debe
prestando atención al proceso. Ciertas realizarse siempre que sea posible
actuaciones pueden considerarse una con un plazo suficiente
falta de respeto: hablar por teléfono, rea­
lizar otros trabajos, firmar documentos En la convocatoria deben incluirse:
o no mirar a los participantes durante la 1. Fecha, lugar y hora de la reunión.
reunión. 2. Duración.
4. Disposición a considerar todos los puntos 3. Orden del día (tema de la reunión).
de vista y a recabar toda la información 4. Finalidades de la reunión en cada uno
que se produzca en la reunión de la forma de los puntos del orden del día.
más objetiva posible. 5. Documentación, problemas, propuestas;
5. El que dirige una reunión ha de sa­ todo aquello que pueda ser nuevamente
ber que de su personalidad y energía analizado y estudiado por las personas
dependerán la calidad de la discusión que van a asistir.

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Capítulo | 16 Comunicación grupal 265

Las personas asistentes o participantes la reunión transcurra lo mejor y más fluida


deberían ser convocadas con un tiempo su­ posible. Por ejemplo:
ficiente.
1. Comunicar que cada asistente podrá
Es el momento de informar, de recoger
exponer su opinión libremente, apor­
opiniones y sugerencias y poder llevar a la
tando su experiencia y desde su punto
reunión el sentir y las ideas o sugerencias de
de vista.
las personas a las que se representa.
2. Los demás asistentes podrán expresar
también su opinión, pero por turnos. Para
El cuerpo de la reunión ello se les propondrá que para pedir la
palabra levanten la mano.
La reunión es un proceso que se desarrolla 3. Hay que evitar las conversaciones pri­
en tres fases: inicio, cuerpo y conclusión o vadas que, casi siempre, lo único que
cierre. hacen es distraer y no son nada cons­
tructivas.
Inicio de la reunión 4. Como es lógico, se expresarán opiniones
La reunión ha de comenzar a la hora indi­ diversas y ningún asistente deberá irritar­
cada. Cinco o diez minutos de cortesía son se o sentirse molesto si no comparte esas
suficientes para respetar posibles eventuali­ ideas.
dades que hayan obligado a los asistentes a
retrasarse. La reunión debe comenzar con una exposi­
El que dirige la reunión ha de cuidar es­ ción breve por parte del director en la que:
pecialmente el inicio y recibir a los asistentes 1. Explique el objetivo de la reunión y la
con cortesía. Si los asistentes no se conocen aportación de cada uno de los asistentes
es conveniente hacer una breve presentación para conseguirlo. Es conveniente que
de cada uno (nombre, cargo que ocupan en el grupo proponga métodos de trabajo
la empresa, materia en la que son expertos), y elija el que considere más apropiado
procurando que nadie quede desfavorecido en función de los objetivos que desea
desde el punto de vista protocolario. conseguir y el tiempo disponible.
El director de la reunión deberá situar a 2. Clarifique los puntos del orden del día.
cada uno de los asistentes. Si la reunión se 3. Recuerde las reglas de respetar el tiempo
celebra alrededor de una mesa, sería conve­ acordado a cada uno, así como la nece­
niente que en cada puesto figurase un cartel sidad de que las intervenciones sean
con el nombre o apellido de la persona que breves.
lo va a ocupar y el cargo que tiene. Pero si 4. Defina con claridad y precisión la técni­
la reunión se realiza en una sala de sitios ca o estrategia que se va a emplear en la
individuales, para conocerse entre todos, se reunión.
podrían facilitar unos distintivos en los que 5. Priorice el tratamiento de los puntos del
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

figurasen los datos antes mencionados. orden del día. Es decir, proponer a la
Es recomendable que cada participante asamblea si está de acuerdo en que los
tenga ante sí el orden del día. Para ello, se puntos se traten en el orden establecido
debe repartir al inicio de la reunión, junto o, por el contrario, estima que es con­
a los esquemas o dossieres que el director veniente que un punto pase antes que
haya confeccionado para ser usados durante otro.
esta.
Una vez que hemos logrado situar a los
Desarrollo de la reunión
asistentes, es preceptivo realizar un saludo
o bienvenida. Resulta sumamente práctico, Actuación del moderador
si no se han reunido con anterioridad los o moderadora
mismos asistentes, aclarar una serie de pre­ El moderador de la reunión tiene que condu­
misas que ayudarán y cooperarán para que cirla teniendo en cuenta dos planos:

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266 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

Plano de la efectividad, dirigido a: 9. Hacer la síntesis de cada fase o de cada


1. La consecución de los objetivos de la punto del orden del día.
reunión. 10. Hacer un resumen final, recalcando las
2. La aplicación de la técnica planificada. conclusiones y concretando los acuer­
dos conseguidos.
Para conseguirlo, el conductor de una 11. Evitar digresiones y huidas del tema.
reunión debe cumplir las siguientes tareas: 12. Mantener el orden y el turno de palabra.
1. Facilitar la intervención de todos los asis­ 13. Destacar los puntos de acuerdo o desa­
tentes y respetar el deseo de no interven­ cuerdo.
ción es una de las funciones más difíciles 14. Mantener en la reunión un ritmo que no
del director; para lograrlo pueden ser sea muy lento, ya que cansa, desanima,
útiles preguntas como las siguientes: aburre y adormece. Si un ritmo es muy
a. ¿Qué opina usted sobre este aspecto? rápido, genera excitación.
b. ¿Qué ventajas presenta a su juicio 15. Aconsejar que las decisiones se tomen
esta idea? por consenso y, de no ser así, que quede
2. Aportar información, ideas, puntos de constancia en el acta de la reunión de los
vista, etc. Es importante que el director motivos por los que uno o varios parti­
procure integrar a todos los miembros del cipantes no han optado por la decisión
grupo y que estimule la expresión de los de la mayoría. En estos casos, el director
puntos de vista de la minoría. ha de validar las actitudes de cuestiona­
3. Diferenciar claramente entre informa­ miento por si aportan información que
ción y juicios o valoraciones que se pueda condicionar la toma de decisiones
realicen sobre los temas tratados. Tam­ y la asignación de responsabilidades.
bién ha de estar atento para solicitar a
los participantes que aclaren o amplíen Presentar un problema en grupo (aspectos
aportaciones que él considere que son que se deben tener en cuenta):
ambiguas o demasiado escuetas para ser 1. Poner un problema en término de situa­
discutidas. ción. No se puede amenazar ni atacar a
4. Controlar las discusiones irrelevantes. las personas, sino mostrarles que hay un
Algunas situaciones, por tediosas o desa­ problema que queremos resolver.
gradables, pueden comprometer el buen 2. La formulación de un problema debe
curso de la reunión. Aunque el conflicto animar a la libertad de pensamiento. El
es un fenómeno natural de la reunión, el líder tiene a menudo ya una solución del
director ha de controlar las discusiones problema en su mente. Por tanto, con
irrelevantes y, por el contrario, debe po­ frecuencia no pone el problema, sino
tenciar el esfuerzo de cada persona por que defiende una solución que él ya
contribuir al logro de la reunión. Ade­ anteriormente ha pensado y elaborado.
más, es muy importante que el que dirige Por consiguiente, ¿dónde está la coo­
la reunión sepa diagnosticar el nivel de peración y participación del grupo? No
los problemas evocados: lógico, creativo hay comunicación si no hay escucha de
o afectivo, para intervenir conveniente­ todos y cada uno de los miembros del
mente. grupo.
5. Reformular las opiniones individuales 3. La formulación debe ser tal que despierte
que convenga resaltar y que puedan es­ el interés de la asamblea o participantes:
timular las interacciones. a. Para participar es preciso comprender
6. Centrar continuamente los debates y las el problema e interesarse por él.
propuestas hacia la finalidad y el tema de b. Presentar un solo problema a la vez.
la reunión. c. Es en la medida en que el problema
7. Reformular o hacer las síntesis de una es concreto y específico que cada uno
intervención larga. pueda concebir el objetivo de manera
8. Hacer las síntesis entre varias opiniones. concreta.

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Capítulo | 16 Comunicación grupal 267

d. Al presentar el problema o el tema es d. Defender a las minorías contra las


conveniente señalar el tiempo que se críticas prematuras a fin de permitir
va a destinar para abordar cada uno la expresión libre de todas las ideas.
de ellos. e. Se puede estimular al grupo mediante
e. La formulación de un problema debe preguntas, o la presentación de situa­
ser breve. ciones análogas, etc., pero cuidar mu­
f. Si el líder hace un gran discurso, cho la imparcialidad en la orientación
cansa al grupo, provoca malenten­ dada a las búsquedas del grupo y en
didos, distracciones, aburrimiento, el registro de las respuestas.
imprecisiones, etc. f. No aportar las propias soluciones
g. El líder debe dar al grupo toda la más que en última instancia y si esto
información que posee. parece indispensable.
h. Debe dar toda la información que g. Puesta a punto del programa de acción:
posee y en los términos que la tiene, – Planificar objetivos y acciones
a fin de evitar toda confusión y sobre globales y específicos.
todo chantaje o manipulación. – Planificar a corto, medio y largo
plazo.
Puntos que se deben tener en cuenta al di- – No omitir el control de las reali­
rigir la reunión: zaciones después de haber planifi­
1. Búsqueda de los hechos: cado el trabajo y haber distribuido
a. ¿Qué?, ¿quién?, ¿cuándo?, ¿dónde?, los roles.
¿cómo?, etc.
Plano de la comunicación. Está dirigido a
2. Definición del problema:
la creación de un buen ambiente y clima de
a. Hay que definir bien los conceptos.
trabajo profesional (sensación de igualdad),
b. Estar bien seguros de que todos los
la animación a la participación.
participantes comprenden los con­
El director de la reunión debe buscar un
ceptos de la misma manera.
ambiente o tono cordial, un clima de confian­
3. Analizar el problema:
za, y debe estimular el interés de las personas
a. Búsqueda de los hechos claves.
asistentes al tiempo que evitar:
b. Ver cuáles son los factores determinan­
tes de la dificultad del problema, etc. 1. Contestar personalmente a las cuestiones
4. Elaboración de una solución. Tener en que se planteen.
cuenta el torbellino de ideas y las fases 2. El planteamiento de cuestiones personales.
o procesos de este (brainstorming: tor­ 3. Las descalificaciones personales.
bellino de ideas). Cuantas más ideas se 4. Hacer sentir que las decisiones están ya
pongan sobre la mesa, más posibilidades tomadas.
habrá de encontrar una buena solución.
Se deben potenciar:
Se puede construir sobre las ideas ya
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

emitidas, así se evitarán las críticas. He 1. Las intervenciones de todas las personas
aquí algunos principios que debe regir el asistentes.
torbellino de ideas: 2. El respeto a todas las opiniones e inter­
a. Pedir al grupo todas las soluciones venciones.
posibles y anotarlas; a ser posible, 3. La creación de confianza, cooperación y
en una pizarra que todos vean y que cordialidad.
puedan tener delante.
b. Animar las sugerencias atrevidas y Técnicas que se van a utilizar. Técnicas que
las soluciones originales a fin de es­ debe dominar el conductor de la reunión du­
timular la creatividad del grupo. rante el transcurso de esta:
c. Soportar los silencios que impulsan 1. Reformulación o feedback.
al grupo a participar más activa­ a. ¿Qué es?: recoger una opinión, un
mente. juicio, una propuesta, una aprobación,

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268 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

etc., realizada por cualquier partici­ misma formulación, pidiendo que sea él
pante y reformularla de nuevo para quien responda, ya que es su responsabi­
la reconsideración del grupo. lidad o conoce el tema.
b. ¿Cuándo se hace?: cuando la apor­ 5. Pregunta rebote: el moderador devuelve la
tación sea interesante y conveniente pregunta hecha por un participante a otro.
para la consecución de los objetivos. 6. Pregunta recuerdo: consiste en una pre­
Cuando convenga tener en cuenta gunta o una cuestión planteada anterior­
varias aportaciones y haya que resu­ mente y que quedó sin contestación.
mirlas y entresacar lo que tienen en 7. Resúmenes o síntesis parciales: conviene
común o de diferencia. hacer cada cierto tiempo un resumen de lo
c. ¿Cómo se hace? tratado, ya que de esta manera los partici­
– Reflejo puro y simple: repetición pantes van teniendo presente lo abordado.
textual. Dificultades más frecuentes. Las vemos re­
– Resumen: presentación de lo esen­ flejadas en la tabla 16-5.
cial.
– Nueva reformulación: se repite la Otras dificultades
idea con otras palabras. Dificultades ligadas al que dirige la
d. Reestimulación: consiste en animar reunión:
a la participación y a la interacción 1. Recurso al estatuto externo (a veces uno
de los asistentes en la dinámica de la se agarra a su estatuto para encontrar una
sesión de trabajo. Los integrantes del seguridad).
grupo han de mantener la atención. 2. Dificultad de los cambios de rol y el
El que dirige la reunión ha de favo­ miedo a tal cambio.
recer que los integrantes del grupo 3. Desconfianza hacia los grupos, pues
mantengan la atención; puede con­ piensan que:
seguirlo mediante la realización de a. Mata la responsabilidad.
recapitulaciones y frecuentes síntesis b. Destruye la personalidad en lo que
pertinentes. tiene de creatividad.
Procedimientos: c. Es lento.
d. Es estéril.
1. Pregunta-sondeo: tiene por objetivo defi­ 4. Actitudes de compensación:
nir una palabra o concepto y aclararla en a. Recurso al sistema de autoridad.
el caso de que los participantes la utilicen b. Deseo de convencer a toda costa
con significados claramente distintos. Se (huida y miedo al cambio).
utiliza también para definir una palabra c. Lucha solapada contra el grupo.
desconocida o una alusión oscura. d. Búsqueda de recetas (recular ante la
2. Invitación directa a participar: se em­ relación).
plea para hacer hablar o intervenir a una
persona que ha permanecido en silencio Dificultades ligadas a los participantes. Del
durante un cierto tiempo o a un partici­ miedo y las dificultades del líder o animador
pante que, por sus gestos, parece querer del grupo, se hacen eco las actitudes de los
intervenir. Este procedimiento conviene participantes:
emplearlo con los miembros que guardan 1. El miedo del grupo que:
silencio en las reuniones y posteriormen­ a. Está asociada a la idea de que es
te boicotean las decisiones o acuerdos como un gran animal que impone.
con sus palabras o actuaciones. b. Ligada al miedo de enjuiciamiento.
3. Petición de complemento: invitar a com­ 2. Tendencia al conformismo (la opinión
pletar puntos de vista distintos u opinio­ dominante actúa como un imán sobre las
nes diferentes. opiniones individuales).
4. Pregunta eco: el moderador devuelve al 3. Hay un bajón en la espontaneidad (resul­
participante su propia pregunta y con su tado de lo anterior).

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Capítulo | 16 Comunicación grupal 269

TABLA 16-5  Situaciones difíciles


Situación Acción
Conversación o susurros entre algunos Interrumpir momentáneamente la reunión hasta que se
asistentes percaten de que están molestando
Charlatanería inoportuna de algunos Cuando esta situación provoque en el grupo una
participantes sensación de malestar, convendrá recordarle a la
persona lo limitado del tiempo y la necesidad de que
otras personas hagan uso de la palabra
En último término, habrá que retirarle la palabra y
concedérsela a otro miembro o aprovechar la ocasión
para pedir la opinión de un participante silencioso
Intervenciones muy largas o reiterativas Prestar atención para interrumpir en el momento
oportuno y reconducir el tema, reconociendo el
valor de lo aportado
En reuniones de muchos miembros, conviene la
limitación de tiempo en las intervenciones. Debemos
tener siempre presente, sin embargo, que toda agresión
del moderador contra un participante provoca,
generalmente, en todo grupo una solidaridad con el
miembro atacado y, por tanto, una alianza táctica con
él contra el moderador o conductor de la reunión
Comentarios irrelevantes Intentar reconducir la reunión mediante preguntas
orientadas al objetivo. Si no da resultado explicar
que por cuestión de tiempo es necesario ceder la
palabra a otro asistente
Personas que llegan con retraso y Indicar a quien ha llegado tarde que se le pondrá al
preguntan sobre el curso de la corriente al finalizar o durante el descanso y que
reunión revise el orden del día y el material entregado al
comenzar la reunión
Parte o la totalidad de los asistentes no Tratar de conocer la causa preguntando si han
participan comprendido el objetivo de la reunión, si consideran
que necesitan más información o más tiempo para
prepararla. Dar tiempo para que los asistentes
comprendan cómo se pretende dirigir la reunión
y qué se espera de ellos. Preguntar directamente a
cada uno solicitando respuestas en lugar de limitarse
a lanzar preguntas al aire
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Discusiones que llegan a un punto Asumir el protagonismo pasando revista a los


muerto argumentos, puntos de vista e ideas y pase a la
votación, dando por terminada la discusión
Discusiones acaloradas Solicitar moderación y recordar que la discusión ha
de centrarse en las opiniones e ideas y no en las
personas. Si un asistente se obstina en discutir, es útil
recapitular y solicitar al resto de los participantes su
opinión sobre el tema. Si, a pesar de todo, la persona
no cambia de actitud, queda la opción de invitarle
a abandonar la reunión y convocarle para una
entrevista privada

(Continúa)

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270 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

TABLA 16-5  Situaciones difíciles (cont.)


Situación Acción
Silencio prolongado Conviene mantener a veces el silencio y que el grupo se
enfrente a la situación
Técnicas de estimulación
Desviaciones del tema por parte de un Estas desviaciones y evasiones no deben aceptarse en
miembro líneas generales y el moderador debe intervenir para
reconducir la reunión al tema y objetivos propuestos
Cuando las desviaciones son continuas y sistemáticas,
conviene que nos preguntemos si no estamos ante un
posible saboteador o saboteadores de la reunión
Saboteador sistemático Debemos analizar las causas, pero será necesario que
cuanto antes el conductor de la reunión o el propio
grupo se enfrente con la actitud y posiciones de
algunas personas
No siempre es conveniente que sea el coordinador el
que actúe
Evasiones del grupo Son mecanismos de defensa que emplea el grupo
para no enfrentarse con el tema, problemas o
conclusiones a las que se puede llegar. En estos
casos, el coordinador se debe dar cuenta del
malestar existente y tomar la decisión de:
• Hacer que el grupo se enfrente con el tema o
problema
• No abordar el tema y dejarlo para otro momento
• Enfrentarse con la situación desde otra perspectiva o
enfoque del problema

4. Experiencia —a veces incómoda— de las Conclusión o cierre


dificultades de o en la comunicación:
a. Uno se expresa mejor en pequeños co­ El director de una reunión ha de saber cuándo
mités, al exterior de la sala de reunión. debe darla por terminada. Para ello ha de te­
ner en cuenta que el tiempo real de la reunión
Problemas de las diversas posturas. A nunca ha de superar el del orden del día.
lo que precede conviene añadir, nos parece, En realidad hay varios finales parciales,
el problema de las posturas. Una reunión no uno para cada punto del orden del día, cues­
es solamente un ejercicio de comunicación tión que el director ha de tener en cuenta
y de relación, sino también el lugar donde y controlar que cada tema consuma, como
los equilibrios sociales (poder, etc.) se hacen máximo, el tiempo que le ha sido asignado.
y se deshacen. Hay, pues, un peligro para Una forma de preparar al grupo para dar
los participantes en toda reunión. Estos por concluido un tema es recapitular; así los
peligros son desiguales y no son siempre, asistentes tienen tiempo de ordenar sus ideas,
naturalmente, de la misma intensidad. Sin decir su última palabra y tomar decisiones.
embargo, la existencia de este peligro y Al finalizar la reunión es necesario que
de las diversas posturas puede explicar, el director resuma los resultados obtenidos
en ciertos casos, los fenómenos evocados y defina las actuaciones que se derivan de
anteriormente. las conclusiones y decisiones adoptadas.

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Capítulo | 16 Comunicación grupal 271

Asimismo, que designe a las personas res­ Estudio de casos


ponsables del seguimiento y la ejecución de El proceso de la reunión se basará en unos
cada tarea o actividad. También propondrá datos o hechos, sobre los cuales el equipo
una cronoprogramación de las tareas y ac­ reunido debe:
tividades y un plan de valoración procesual
final. 1. Estudiar el hecho o los datos e implica­
Finalmente, se aconseja que el director ción de personas.
manifieste su agradecimiento a los asistentes 2. Analizar las causas o motivos.
por el trabajo realizado. 3. Prever las consecuencias.
4. Deducir unas conclusiones o tomar una
actitud.
Seguimiento de los acuerdos, 5. Decidir una estrategia de intervención.
las decisiones y las tareas por parte
de las personas responsables Análisis de anteproyectos
e implicadas La reunión consistirá en el análisis, debate
y toma de postura de un equipo, grupo o
Ya se ha indicado, al hablar de la eficacia claustro ante una propuesta o anteproyecto
de las reuniones, la necesidad de ejecutar o que uno o varios miembros del equipo o del
llevar a la práctica las decisiones y acuerdos claustro proponen al gran grupo.
adoptados. De no ser así, cualquier decisión
o acuerdo puede incapacitar a un grupo y a Discusión guiada
su coordinador para tomar nuevos acuerdos
en reuniones posteriores. Esta técnica únicamente es aconsejable
La razón de ser y el sentido de las actas en reuniones de trabajo de comisiones de
de todas las reuniones es que el grupo haga órganos colegiados y en los diferentes equi­
el seguimiento y lleve el control de las deci­ pos. No es apropiada para reuniones de más
siones y los acuerdos adoptados. de ocho o diez miembros. Es aconsejable
Cada reunión debería comenzar con la para una discusión abierta o poco prepa­
lectura del acta anterior y la revisión de rada en la que un grupo de trabajo de de­
la puesta en práctica de los acuerdos. partamento analice un problema o un tema
profesional.
Esta técnica no es la más recomendada
ALGUNAS TÉCNICAS para la toma de decisiones o para llegar a
O ESTRATEGIAS DE TRABAJO acuerdos, sobre todo en aspectos importan­
EN UNA REUNIÓN tes y de trascendencia en la organización y
funcionamiento del centro. Es aconsejable en
La técnica o estrategia que se emplea en reuniones de carácter formativo o consultivo-
una reunión dependerá de sus variables o deliberativo.
elementos: número de miembros, objetivo
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

o finalidad, objeto o tema de la reunión y Torbellino de ideas


tiempo disponible. Ya expuesto anteriormente en el capítulo 7.

Principales técnicas Puesta en común de los grupos


de trabajo
Estudio de documentos Se ha repetido ya varias veces que los grupos
La reunión se basa en un documento que de trabajo eficaces son equipos entre cinco
previamente ha sido analizado por cada y siete personas. Sin embargo, muchos de
uno de los componentes del equipo, y de nuestros equipos, consejos y claustros son
cuyo análisis y debate en común se obten­ superiores en número.
drán unas conclusiones o decisiones de Previamente a las reuniones, a veces es
equipo. preciso trabajar en comisiones o equipos

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272 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

y hacer posteriormente puestas en común, informaciones escritas de antemano en


donde los diferentes equipos o comisiones la pizarra.
comuniquen sus análisis, razonamientos,
propuestas y alternativas al gran grupo. Al comienzo de la sesión
Estas reuniones no deben tener un ca­ 1. Presentación del que dirige la reunión. Si
rácter decisorio, sino únicamente de infor­ ya se conoce, mostrar una acogida cálida.
mación y confrontación de ideas o actitudes. 2. Presentación de los asistentes. Es impor­
Si fuera necesario tomar decisiones, se tante buscar alguna fórmula de presenta­
haría en una reunión posterior y con una ción que ayude a romper el hielo de los
técnica diferente. primeros encuentros y a reducir la tensión
con la que se ha comenzado la reunión.
CONCLUSIÓN 3. Explicación del sumario de la reunión
con los temas que se van a abordar, el or­
Qué debe plantearse el director den que se va a seguir y el tiempo aproxi­
antes de la reunión mado que durará la sesión. En reuniones
informativas de este tipo es conveniente
Lo primero será establecer los objetivos de
aplicar el «esquema del telediario».
la reunión.
No es conveniente que la sesión dure más
Elaborar un guión de hora y media, que es el tiempo que se ha
En él se expondrá cómo se va a desarrollar demostrado como más conveniente para que
la sesión, lo que ayudará al tutor o tutora a una reunión sea productiva.
mantener una línea argumental frente a las di­
gresiones que pueden iniciar los asistentes y a Durante la reunión
sentirse seguro(a) como conductor-animador 1. Desarrollo de los puntos del orden del día
de la reunión. por el método que se crea más convenien­
te: explicación por parte del que dirige la
Desarrollo de la sesión reunión, lectura de los documentos, etc.
2. Es en esta parte de la reunión donde el
Antes de la reunión que la dirige desplegará su repertorio de
1. Enviar la convocatoria de la sesión a habilidades como animador o animadora
los participantes con el orden del día. de grupos, ejerciendo las funciones de:
La convocatoria debe suscitar en los a. Clarificación: ayudará a los asis­
participantes el deseo de asistir y debe tentes a comprender lo que se dice,
provocarles la sensación de que si no lo reformulará, si es necesario, pregun­
hacen se perderán algo importante. Suele tas y manifestaciones y adaptará el
resultar efectivo «vender» la reunión con lenguaje al nivel de los participantes.
un toque de imaginación y dando mues­ b. Control: reconducirá el tema cuando
tras de originalidad en la convocatoria. haya digresiones, impedirá las dis­
Aún se puede insistir un poco más recor­ cusiones personales y administrará
dando la fecha y la hora de la reunión un el tiempo disponible.
par de días antes. c. Relajamiento: creará un clima de
2. Preparar, antes de la sesión, el material confianza y distensión que permita
que se vaya a entregar a los participantes establecer la comunicación entre los
(puede ser importante darles algunas in­ miembros del grupo y utilizará el sen­
formaciones por escrito). Disponer la sala tido del humor para detener posibles
de la forma que se crea más conveniente conflictos.
para el propósito de la reunión: mesa re­ d. Dinamización: animará y dará prue­
donda, sillas formando un círculo, pupi­ bas de entusiasmo para ayudar a los
tres alineados, etc. Se puede hacer uso de asistentes a que sientan deseos de
las transparencias o bien dejar algunas llegar a un resultado.

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Capítulo | 16 Comunicación grupal 273

Al final de la reunión 5. Usar el feedback a través de preguntas


1. Resumir la información dada y recordar para asegurarse de que la exposición se
los compromisos y los acuerdos adopta­ está captando correctamente.
dos. 6. Iniciar y terminar con puntualidad.
2. En toda reunión es importante entonces 7. El líder no debe monopolizar la reunión.
abrir un turno de ruegos y preguntas. 8. No hablar, si no es completamente
3. Citar a los asistentes para la siguiente indispensable, más que el 10-20% del
reunión, en el caso en que esté previsto tiempo disponible durante la reunión.
realizarla. 9. No permitir que nadie monopolice la
4. Agradecerles su asistencia y su interés. reunión.
10. No poner en ridículo la posición o los
Una vez finalizada la reunión argumentos de otro.
1. Enviar documentos o informaciones que 11. No entrar en discusiones directas y
se consideren imprescindibles a los personales.
que no han asistido a la reunión. 12. No tratar de dominar a los participan­
2. Realizar una pequeña evaluación de tes, etc.
la reunión para valorar en qué medida 13. Usar una terminología clara y al alcance
hemos logrado los objetivos que nos ha­ de todos.
bíamos propuesto y si el desarrollo de la
reunión se ha ajustado a lo que habíamos BIBLIOGRAFÍA ESPECÍFICA
previsto, para poder introducir modifica­ Ander E. Cómo hacer reuniones eficaces. Madrid: CCS;
ciones de cara a otro encuentro. También 2002.
puede ser interesante reflexionar sobre Barker A. Cómo dirigir reuniones. Barcelona: Ed. Kogan
nuestra actuación como animadores o Page-Pasajes; 2007.
Bartle P. Cómo hablar en público. Disponible en: www.
conductores de la reunión. scn.org/mpfc/modules/sta-pubs.htm.
3. En este sentido, es también útil preguntar Blake RR, Mouton JS, Allen RL, et al. El trabajo en
a los participantes al final de la sesión, a equipo. ¿Qué es y cómo se hace? Bilbao: Deusto;
todos o algunos elegidos al azar, sus im­ 1993.
Borrel F. Cómo trabajar en equipo y relacionarse efi­
presiones al respecto. Puede ser, además, cazmente entre jefes y compañeros. Barcelona: Ed.
una forma de que se reafirmen en su com­ Gestión; 2000. 2001.
promiso de colaborar. Chalifour J. La relación de ayuda en cuidados de Enfer­
mería. Barcelona: SG. Editores; 1994.
Demory B. Dirija sus reuniones. Barcelona: Ediciones
Algunos consejos finales Juan Granica; 1997.
Demory B. Cómo dirigir y animar reuniones de trabajo.
1. Evitar centrarse en los casos particu­ Bilbao: Deusto; 1999.
lares para no alargar la reunión y, so­ García Sáiz M. disponible en: www.ucm.es/info/evce/
bre todo, para no verter datos que son virtescuf/e16reung.htm.
confidenciales. Si hay deseo de tratar Harvard Busines Press. Dirigir reuniones efectivas.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

algunos temas puntuales, emplazar a los Santiago de Chile: Impact Media Comercia; 2009.
Harvard Busines Review. Dirigir personas en la empresa.
interesados a una entrevista particular. Bilbao: Deusto; 1999.
2. En casos conflictivos, no se deben López Fresno P, Grandes Carci M. Cómo conseguir la
dar, ni existen recetas. Suele ser efi­ mejor reunión y optimizar sus resultados. Madrid:
caz devolver las preguntas al grupo y AENOR. Asociación Española de Normalización y
Certificación; 2010.
que entre todos busquemos posibles Hostie R. Técnicas de dinámica de grupo. 7.ª ed. Madrid:
soluciones. Publicaciones ICCE; 1994.
3. Evitar las críticas y los enfrentamientos Miller RF. Organice sus reuniones de manera óptima.
personales entre los asistentes. Barcelona: Plaza & Janés; 1996.
4. Dirigirse con la mirada a todas las Nicolás P, Turbé J. Gestión de reuniones. Barcelona:
Ediciones Gestión; 2000. 1991.
personas del grupo de participantes Núñez T, Loscertales F. El grupo y su eficacia. Técnicas
durante la exposición para favorecer al servicio de la dirección y coordinación de grupos.
la integración. Barcelona: EUB; 1996.

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274 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

Prince George M. Cómo dirigir mejor una reunión. Valls A, Cantavella E. Reuniones eficaces. Barcelona:
Bilbao: Ediciones Deusto; 1979. Bresca; 2009.
Remón Estévez R.M. Organización de reuniones. Dis­
ponible en: www.educa.rcanaria.es/Usr/Apdorta/
reu-nion.htm. BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA
Riccardi R. Cómo dirigir una reunión e informar ante un
grupo. Bilbao: Ediciones Deusto; 1984. Demory B. Cómo dirigir y animar reuniones de trabajo.
Simon P, Albert L. Las relaciones personales y las Bilbao: Ediciones Deusto; 1993.
relaciones interpersonales. Manual del animador. Ortiz F. Disponible en: www.paralideres.org/sections/
Barcelona: Herder; 1989. section_114.asp-29k.
Touzard H. La mediación y la solución de los conflictos. www.profesiones.cl/papers/equipo.htm-13k.
Barcelona: Herder; 1981. www.coninpyme.org/pdf/conducindereunionesefectivas.
Vidal, Vidal T. Apuntes personales. 2000 pdf.

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Capítulo 17

Sensibilización de técnicas grupales


para aplicar a los profesionales
de la salud
María del Consuelo Carballal Balsa

necesario que el profesional base su actua-


Objetivos ción en la comprensión del ser humano en
• Conocer en qué consiste la dinámica relación con su entorno, y el objetivo final
de grupos. es crear las condiciones necesarias para per-
• Distinguir diversas clases de grupos. mitir que las potencialidades de la persona se
• Saber animar, dirigir o coordinar actualicen y esta pueda decidir con la mayor
un grupo.
autonomía posible.
• Identificar los estadios de desarrollo
de un grupo.
Por otra parte, para el ser humano, el grupo
• Conocer las posibles dificultades es su hábitat natural, desde que nace hasta el
que se pueden presentar en un grupo. final de sus días; ya sea el grupo íntimo o
• Saber gestionar los conflictos el extenso, la familia, la escuela, la univer-
que se presentan en un grupo. sidad, la pareja, el lugar de trabajo, forman
un continuo en el que se va desarrollando y
conformando su mundo interno, personal
y protector.
Contenidos Lo interpersonal modela gran parte de lo
intrapersonal y, a su vez, lo intrapersonal fluirá
• Definiciones de grupo.
a través de innumerables combinaciones den-
• Características del grupo.
• Fases del desarrollo del grupo. tro de la relación interpersonal. A lo largo de la
• Coordinación grupal. vida, con la participación en distintos grupos,
• Posibles dificultades en la coordinación cada uno modificará los distintos mundos en
del grupo. los que se interrelaciona.
• Técnicas de evaluación. A lo largo de la historia se fueron repi-
• Inicio de un trabajo grupal. tiendo distintas actuaciones grupales, desde
• Esquemas de distintas técnicas/ los ritos chamánicos, las tragedias griegas,
actividades grupales. las obras de teatros medievales moralizantes,
etc. En las primeras sociedades, compues-
tas por tribus, los líderes se sirven de su en-
INTRODUCCIÓN tramado social para promover curaciones o
determinados cambios de conducta.
Distintos autores y publicaciones señalan la Como actividad planificada y dirigida
necesidad de la intervención de los profe- por una guía profesional se fija su origen en
sionales de la salud desde el apoyo de las las sesiones que el médico internista Pratt
relaciones interpersonales y la potenciación (1922) realizaba en 1905 en el ambulatorio
de los recursos de afrontamiento. Para esto es de Boston, en las que reunía a pacientes

© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 275

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276 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

tuberculosos con los cuales realizaba lectu- Se puede considerar que el psicodrama
ras en las que combinaba la información con es cualquier terapia en la que los pacientes
sugerencias para poder convivir mejor con su representan temas relacionados con sus pro-
enfermedad. Este método, al ver su resultado, blemas en forma de drama improvisado. Si
se extendió a los pacientes diabéticos e in- aparece un material alejado en el tiempo se
cluso a los neuróticos. trae al presente y se reexperimentan los he-
Ya en el terreno específico de la salud chos como si estuviesen ocurriendo de nuevo.
mental, podemos destacar las sesiones gru- Dejaban de hablar de las personas significa-
pales de hipnosis dirigidas por Mesmer y el tivas para hablarles en el momento actual.
movimiento de tratamiento moral, que favo- A la vez, estudia las interrelaciones entre
recían las interacciones y las experiencias los miembros del grupo y su representación
sociales reconstructivas. gráfica (sociograma): es el inicio de la socio-
En el hospital St. Elizabeth de Was- metría científica. Esto tiene sus implicaciones
hington D.C., el psiquiatra Lazell (1921), en el campo laboral, ya que Moreno abordará
siguiendo el método de Pratt, realiza dis- cómo favorecer las condiciones de trabajo
cusiones grupales con orientación psicoana- mediante la mejora del clima laboral y la
lítica, además de lecturas de apoyo. Burrow posibilidad de elegir a sus compañeros.
(1927), uno de los fundadores de la Asocia- Funda la American Society of Group
ción Psicoanalítica Americana, abandona el Psychotherapy and Psychodrama.
diván y crea pequeños grupos informales de Durante la Segunda Guerra Mundial, y
discusión en los que participan pacientes, a partir de esta como contribución de la psi-
familiares y otros colegas con el objetivo de quiatría militar a la guerra civil española, hay
estudiar la conducta social. Este objetivo fue un gran auge de la terapia de grupo; tienen
variando hasta centrarlo en la medición de especial relevancia autores como Mennin-
las menores reacciones cinestésicas de los ger, Wolf, Berger, Shaskan, Schilder, entre
miembros del grupo. los americanos, y Anthony, Foulkes, Bion,
Wender (1936) combina conceptos Bierer, Klein o Rickman, entre los británicos.
freudianos con la psicología de grupo y la El término «dinámica de grupos» fue utili-
interpretación de la transferencia familiar zado por primera vez por K. Lewin en 1944, que
a la transacción dentro del grupo, primero también fue uno de los primeros autores
con pacientes ingresados y posteriormente que crea un centro de investigaciones sobre
ambulatorios. estos temas en la Universidad de Michigan.
Slavson (1943), educador y trabajador A partir de la década de 1970 asistimos
social, a mediados de la década de 1930 pone a un crecimiento sin precedentes, se desa-
en marcha una terapia de actividad grupal rrollan distintas escuelas, surgen técnicas de
con niños inhibidos orientada a expresar sus intervención grupal que pueden utilizarse en
fantasías y sentimientos mediante la acción la educación, la organización industrial, la
y el juego. Desarrolla protocolos de aborda- formación de posgraduados y la asistencia,
je para grupos de discusión psicoanalítica ya sea dentro de instituciones como en el
diseñados para diversas clases de pacientes ámbito comunitario y desde una vertiente
y grupos de edad. Funda la American Group preventiva o paliativa.
Psychotherapy Association. A.A. Schützenberger y M.J. Sauret
Paralelamente, a principios del año (1977) hacen una recopilación de las nuevas
1921, Moreno inicia en Viena «El Teatro terapias de grupos surgidas hasta ese mo-
de la Espontaneidad», germen del psico- mento, analizan a los autores más represen-
drama que desarrollará a partir de 1925 en tativos e incluyen las aportaciones de autores
Estados Unidos, en el instituto Beacon. Basa orientales.
su técnica en dos conceptos clave: la es- En la década de 1990, Kaplan y Sadock
pontaneidad (combinación entre novedad y (1996) recogen, desde una perspectiva an-
adecuación) y la temporalidad (el aquí glosajona y psicodinámica, los principales
y el ahora). autores y técnicas grupales que hoy en día

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Capítulo | 17 Sensibilización de técnicas grupales 277

se aplican en el campo de la salud, específi- tolerancia hacia opiniones diferentes y


camente, en el de la salud mental. ausencia de censura.
3. Altruismo: la acción de un miembro
sirve de ayuda a otro; anteponer la ne-
DEFINICIONES DE GRUPO cesidad de otro a la propia y aprender
que es valioso dar a los demás. El tér-
La palabra «grupo» es uno de los principales mino fue acuñado por Auguste Comte
conceptos, tanto del lenguaje coloquial como (1798-1857). Sigmund Freud creía que
del científico, del que nos servimos para de- era uno de los principales factores para
signar determinadas características y formas la cohesión del grupo y el sentimiento
de la realidad. comunitario.
Desde un punto de vista etimológico tie- 4. Catarsis: expresión de ideas, pensa-
ne raíz germánica y significa «terrón»; más mientos y material suprimido que se
tarde pasó a las lenguas románicas, entre acompaña de una respuesta emocional
ellas al italiano gruppo o al francés groupe, generadora de alivio en la persona.
que significaba «varias figuras», «un puñado 5. Cohesión: sentimiento de que el grupo
de dinero», una reunión, una multitud, etc. está trabajando unido hacia un objetivo
Hasta el siglo xviii, primero en Inglaterra común; también se refiere a la sensación
y luego en Francia, no tiene una aplicación del «nosotros». Se considera el factor
en las ciencias sociales. más importante para lograr efectos te-
El grupo humano, como concepto cien- rapéuticos positivos.
tífico, ha tenido una gran variedad de defi- 6. Validación consensual: confirmación
niciones y en todas ellas hay una serie de de la realidad comparando las propias
elementos comunes que, desde el punto conceptualizaciones con las de los otros
de vista psicosocial, podemos resumir en la miembros del grupo; de ese modo pue-
definición de Núñez y Loscertales (1996): den corregirse las distorsiones inter-
«Todo conjunto de personas (a partir de personales. El término fue acuñado por
tres) que, unidas por un objetivo común, Harry Stack Sullivan; Trigant Burrow
pueden interaccionar entre sí, aceptando ha utilizado la expresión «observación
ciertas normas y compartiendo emocio- consensual» para referirse al mismo
nes pero, sobre todo, participando de un fenómeno.
sentimiento común: el “nosotros” grupal, 7. Contagio: proceso por el que la expre-
espíritu de equipo (membership) que los sión de una emoción por un miembro
mantiene unidos al menos durante el tiempo del grupo estimula la conciencia de una
en que permanece la locomoción hacia el emoción similar en otro miembro.
objetivo propuesto». 8. Experiencia familiar correctora: el
Desde el punto de vista de la práctica grupo recrea para algunos miembros
clínica, Sadock (1996) define el trabajo gru- la familia de origen, lo que les permite
pal como una técnica que permite sustituir
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

elaborar conflictos originales a través


mecanismos de defensa inmaduros por otros de las interacciones grupales (p. ej.,
más maduros y adaptativos. Señala veinte rivalidad entre hermanos, rabia hacia
factores terapéuticos: los padres).
1. Abreacción: proceso por el que el mate- 9. Empatía: es la capacidad de los miem-
rial reprimido, especialmente una expe- bros del grupo para ponerse en el lugar
riencia o un conflicto doloroso, vuelven psicológico de los demás, comprendien-
a la conciencia. La persona no solo re- do así sus sentimientos, pensamientos y
cuerda sino que revive el material, que comportamientos.
se acompaña de la respuesta emocional 10. Identificación: mecanismo de defensa
adecuada, suele dar lugar a insigth. inconsciente por el que la persona incor-
2. Aceptación: sentimiento de ser acepta- pora las cualidades y características de
do por otros miembros del grupo, con otra persona en su propio sistema yoico.

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278 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

11. Imitación: emulación consciente de la inapropiadas y anacrónicas cuando


conducta de otro tomado como modelo se aplican al terapeuta en la actualidad.
(se denomina rol modelo); también se Los pacientes pueden dirigir también
habla de terapia de espectador, en tanto estos sentimientos hacia otros miem-
que un paciente aprende de otro. bros del grupo, lo que se denomina
12. Insight: comprensión consciente de la transferencia múltiple.
propia psicodinámica y de los sínto­ 19. Ventilación: expresión de sentimientos,
mas de conducta mal adaptada. La mayo­ ideas o acontecimientos suprimidos
ría de los terapeutas distinguen dos tipos: ante los demás miembros del grupo;
a. Insight intelectual: conocimiento y compartir secretos personales, lo que
conciencia sin cambios en la con- alivia del sentimiento de culpa o pecado
ducta. (también se habla de destaparse).
b. Insight emocional: toma de con- 20. Universalización: conciencia de que no
ciencia y comprensión que induce es uno solo quien tiene problemas; hay
cambios positivos en la personali- otros que comparten problemas o dificul-
dad y la conducta. tades similares; el paciente no es único.
13. Inspiración: proceso por el que se insu-
fla una sensación de optimismo a los Durante el siglo xx, diversos autores desarro-
miembros del grupo; reconocimiento llan distintas técnicas grupales; entre ellos,
de la propia capacidad para resolver los Rojas-Bermúdez (1997) realiza modificacio-
problemas; también se habla de instila- nes en el encuadre psicodramático creado por
ción de esperanza. Moreno, incorporando ciencias como la neu-
14. Interacción: intercambio libre y abierto rofisiología y la etología, para sustentar y cla-
de ideas y sentimientos entre los miem- rificar los fenómenos observados en relación
bros del grupo; la interacción eficaz con el cuerpo, la mente y al ambiente. Señala
conlleva carga emocional. que esta metodología ha introducido en las
15. Interpretación: proceso por el que el psicoterapias nuevos elementos técnicos para
terapeuta formula el significado de las el abordaje y el tratamiento del material traído
resistencias, las defensas y los símbolos por los pacientes, añadiendo a la palabra: el
de los pacientes; el resultado es que el espacio, el cuerpo, la acción, los objetos, etc.,
paciente obtiene un entramado cogniti- que enriquecen y ofrecen elementos objeti-
vo dentro del cual poder comprender su vadores para el esclarecimiento de los con-
conducta. flictos, las situaciones y los síntomas tratados,
16. Aprendizaje: los pacientes adquieren y que posibilitan que se observe al paciente en
conocimiento sobre nuevas áreas, acción e interacción de un modo diferente al
como habilidades sociales y conducta de las psicoterapias basadas en lo verbal. Este
sexual; reciben consejo, obtienen guía hecho modifica de igual modo la perspectiva
e intentan influir sobre y son influidos del terapeuta, que de lineal y sucesiva ha de
por otros miembros del grupo. pasar a ser estructural y simultánea.
17. Prueba de realidad: capacidad de la per- Aunque el hilo conductor de la comuni-
sona para evaluar objetivamente el mun- cación será la palabra, para el abordaje del
do exterior al self; incluye la capacidad material terapéutico se recurrirá a diferentes
para percibirse acertadamente a sí mismo procedimientos que permitan observar en el
y a los demás miembros del grupo. Véase aquí y ahora su estructura. De esta forma,
también «validación consensual». tanto los síntomas como los conflictos que
18. Transferencia: proyección de senti- desencadenan no solo serán considerados
mientos y deseos sobre el terapeuta, verbalmente sino que, además, se podrán
que ha pasado a representar objeto del observar en su particular dinámica interac-
pasado del paciente. Estas reacciones, cional, al ser dramatizados, y en su estructura
quizá adecuadas para la situación del interna, al ser representados por el mismo
paciente al comienzo de su vida, resultan protagonista en imágenes dramáticas.

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Capítulo | 17 Sensibilización de técnicas grupales 279

El terapeuta se encontrará, por una par- Para la comprensión de la vida de grupo


te, con las dramatizaciones y las imágenes los psicólogos exploran al individuo y su
dramáticas presentadas y representadas por relación con la autoridad; los sociólogos se
el protagonista, y por la otra, con el autor centran en los aspectos culturales, estructura-
de estas. Este hecho hace posible que dé les o de contexto, mientras que los psicólogos
explicaciones y aclare los comportamientos sociales estudian el enlace entre lo social y
en el terreno dramático y la estructura y las lo psicológico y entre los propios miembros
significaciones de las imágenes. Es el propio del grupo.
protagonista quien inicia el proceso de com- Muccheli (1977) define la dinámica de
prensión de sus conflictos y la labor terapéu- grupos como un campo de conocimiento o
tica se irá realizando sobre el material presen- de realidades que comprende dos partes:
tado en el aquí y ahora. Las intervenciones 1. El conjunto de fenómenos psicosociales
terapéuticas se realizarán introduciendo ele- que se producen en los pequeños grupos,
mentos generadores de nuevas respuestas o así como las leyes naturales que rigen
dando lugar a otras situaciones que ofrezcan esos fenómenos.
al protagonista la posibilidad de ampliar la 2. El conjunto de métodos que permiten
comprensión de su conflicto y el intento de actuar sobre la personalidad por medio
resolverlo. El protagonista va descubriendo de los grupos.
sus dificultades y es quien va elaborando sus
propias estrategias para superarlas. Como coordinadores o terapeutas grupales
debemos saber influir en la dinámica grupal
para conseguir los siguientes objetivos:
CARACTERÍSTICAS DEL GRUPO
1. Lograr una mayor participación de cada
Entre las características esenciales de un uno de los miembros en la vida del grupo.
grupo se encuentran: la dinámica grupal, el 2. Organizar y planificar la acción y las
objetivo común, la estructura (los roles, las tareas del grupo de cara al logro de sus
normas), «la cultura del grupo» (valores y objetivos.
creencias), las interacciones, la cohesión (el 3. Ayudar a la madurez de los individuos del
espíritu de equipo, el clima o atmósfera del grupo.
grupo) y la comunicación en el grupo. 4. Sustituir formas de dominación que se
dan en la vida y el funcionamiento de los
Dinámica de grupos grupos por formas de participación.
Son las interacciones y los procesos que se
generan en el interior del grupo como con- Objetivos
secuencia de su existencia.
De esto se derivan técnicas que sirven Un objetivo común es lo que define y da
para mejorar el funcionamiento y aumentar vida al grupo. Con independencia de que
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la eficacia y la productividad de los grupos. el objetivo sea impuesto desde afuera o se


Vamos a distinguir entre: haya establecido por consenso, una necesidad
colectivamente percibida y aceptada es lo que
1. Dinámica interna: son las fuerzas inter-
dará sentido al grupo.
nas del grupo, actuales o potenciales, que
Los fines u objetivos se definen cuando el
están afectando o pueden afectar al grupo
grupo particulariza y señala una situación o
y sus funciones.
un estado especial, al que se ha de llegar. Las
2. Dinámica externa: corresponde a las
conductas se orientan hacia el logro. Pueden
fuerzas que actúan desde el exterior.
estar predeterminados o fijarlos libremente
Es una amalgama de al menos tres discipli- a partir de la propia dinámica grupal según
nas, cada una de ellas con sus planteamientos los deseos o las necesidades surgidas. Son las
teóricos: la psicología individual, la psicolo- metas, los móviles, las aspiraciones que los
gía social y la sociología. integrantes del grupo se proponen.

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280 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

Los objetivos deben estar definidos y Los condicionantes para el desempeño de un


aceptados por sus miembros. Generalmente rol u otro son las necesidades socioafectivas
no tienen uno solo, sino varios. Uno final o de los miembros y su historia anterior.
principal y varios subordinados. Tschorne Los tipos de roles desempeñados en los
(1993) habla de dos clases: grupos pueden ser:
1. Objetivos ligados a la tarea, al trabajo. 1. Roles centrados en la tarea.
Suelen ser más o menos explícitos. 2. Roles de mantenimiento del grupo (ma-
2. Objetivos ligados al mantenimiento de la durez y emociones) (Mejías y Carballal,
vida del grupo. Suelen ser los relativos a 2000).
la armonía y unidad del grupo, incons- 3. Roles patológicos que obstaculizan el
cientes y constituyen lo que se llama «la progreso del grupo (Mejías y Carballal,
agenda secreta del grupo». 2000).
4. Roles varios individuales (según las perso­
Estructura: los roles nalidades de los miembros y las necesida­
des de cada situación).
Se habla de estructura al referirse a la confi-
guración que adquiere el grupo al constituirse Del desempeño de los roles, de su eficacia y
y desarrollar sus actividades adquiriendo así de las emociones positivas o negativas que
una base de sustentación para su propia iden- expresen y susciten se sigue que el grupo
tidad; puesto que las actividades que se reali- selecciona y coloca a sus miembros en una
zan y las relaciones interpersonales suelen ser determinada escala de estimación y acepta-
fluidas y cambiantes, es la estructura, como bilidad, de condena o rechazo.
conjunto interactivo de roles y posiciones, lo Como señalan Núñez y Loscertales
que permanece. (1996), en los grupos no hay personas neu-
Los miembros de un grupo desarrollan tras, todos los miembros desempeñan algún
distintas conductas y han de desempeñar dis- rol, es posible que el individuo sea el que
tintas funciones que irán definiendo sus roles. escoge, pero otras veces es el grupo el que se
Estos roles le concederán una determinada lo atribuye, pudiendo no existir concordancia
posición en el grupo: el estatus. Al produ- en ambas decisiones. Así, puede suceder que
cirse la interacción, el hecho de ocupar una la persona se vea en la encrucijada de los
posición u otra condicionará el desempeño siguientes juegos de roles:
del rol correspondiente. 1. El rol que cree representar.
Un rol grupal es una circunstancia flexi- 2. El rol que le adjudican.
ble y tiene más aspectos personales y afec- 3. El rol que realmente representa.
tivos que puramente institucionales, como 4. El rol que los demás esperan de ella.
puede ser el caso del rol estudiado desde el
punto de vista de la psicología de las organi- En todos los grupos se tiende a aislar o re-
zaciones, aunque no deja de tener aspectos chazar a ciertos miembros, que no llegan a ser
comunes con él. incorporados afectivamente como parte del
Una definición de rol puede ser: «Un grupo; es el miembro «aislado» o «rechazado».
modelo organizado de conductas, relativo a Este puede ser una persona con dificultades
una determinada posición del individuo en para el contacto humano, con una personalidad
un conjunto interaccional». peculiar, que le puede hacer comportarse en
un momento como alguien pasivo, tímido o
Tipos de roles desempeñados retraído, o como alguien arrogante o agresivo.
en los grupos
Para algunos autores, los papeles más habitua- Normas
les en el grupo se dividen principalmente en: Se refieren a las reglas de funcionamiento del
1. Líder o jefe, coordinador, conductor, etc. grupo por las que se regulan las conductas
2. Miembro activo. y los procedimientos. Generalmente son

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Capítulo | 17 Sensibilización de técnicas grupales 281

conocidas y aceptadas, al menos en un cierto por lo que algunos autores solo definen como
grado, por la mayor parte de los integrantes grupo a los conjuntos humanos que pueden
del grupo. interaccionar y comunicarse cara a cara gracias
Para que una norma sea definida como a que tienen un número reducido de miembros.
tal, es preciso que sea propuesta o al menos
proclamada en el seno del grupo, y no puede
aducirse su ignorancia. Una vez aceptada, el Cohesión: el espíritu de equipo
grupo ejerce presión para que se cumpla. Las
Se determina por el grado en que los miem-
normas pueden ser:
bros desean participar y permanecer en el
1. Básicas: las que determinan el ser del grupo grupo. Viene dada por las relaciones iniciadas
y lo definen distinguiéndolo de los demás. entre los miembros y sostenidas por las nor-
2. Instrumentales: regulan el funcionamien- mas que, o bien existen ya, o se desarrollan
to del grupo. durante la trayectoria de la consecución de
3. Formales o institucionales: dirigidas ha­ las distintas metas que se han propuesto.
cia la eficacia y el logro del objetivo. La nota más destacada de la identidad
4. Informales: orientadas hacia la satisfac- de un grupo es la noción de membership (o
ción y los aspectos emocionales, ya sean espíritu de equipo), referida al sentimiento
individuales o colectivos. Emergen con la de coherencia y unidad que experimentan
interacción de los miembros del grupo. y manifiestan los miembros en tanto que se
sienten pertenecientes al grupo.
Se constituye como la demostración,
La «cultura del grupo»: valores en cada uno de los miembros del grupo, de
y creencias la existencia de un YO colectivo en el que
Las normas se relacionan con el conjunto de todos se incluyen sin que por ello pierdan su
valores y creencias que han sido originadas identidad privada, íntima y personal.
dentro del grupo a lo largo de su trayecto- Todo esto se manifiesta en un sentimiento
ria. Este conjunto, si está suficientemente de solidaridad, como la conciencia de perte-
configurado en los grupos que tienen una nencia al grupo, adhiriéndose a su cultura y
identidad propia y una fuerte cohesión, se suscribiendo sus normas mientras se toman
denomina «cultura de grupo». como propios los objetivos y se participa
En los grupos, las escalas de valores activamente en todas las tareas emprendidas.
pueden ser muy distintas e incluso opuestas Según que el espíritu de equipo sea estu-
a las que predominan en el entorno social diado en un momento u otro del grupo, puede
en el que se mueven, pudiendo incluso crear describirse desde un punto de vista genético
situaciones de marginación, anomia u otro o dinámico (Aubry y Saint-Arnaud, 1969):
tipo de desviación social. 1. Elementos genéticos: son los que poten-
cian el nacimiento del grupo y favorecen
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Interacciones su existencia con la aparición de un fuerte


sentimiento de cohesión.
Se refieren a las relaciones entre los miem- 2. Elementos dinámicos: son los que se ac-
bros del grupo en las que las acciones de unos tualizan durante los procesos generales
están afectadas por las de los otros. Cada del desarrollo de la vida del grupo. Exis-
miembro afecta al grupo en general y es afec- ten tres dimensiones que fundamentan el
tado por este, y cada uno reacciona ante los espíritu de equipo:
demás como los demás reaccionan ante él. a. La unidad: conciencia de que cada
Si no se produce esta interacción no se puede miembro debe pertenecer al grupo
decir que haya grupo en el verdadero sentido aceptando a los demás y siendo acep-
psicosocial de este término. tado por ellos.
En grupos de gran tamaño, la interacción, b. Participación: todos los miembros
en todos sus niveles, puede ser muy dificultosa, deben implicarse activamente en las

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282 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

tareas que sean precisas para lograr miembros del grupo deben llegar a un
los objetivos, o en las actividades acuerdo sobre los espacios y los tiempos en
necesarias para establecer y mejorar los que se puede fumar y los tiempos de
el clima social. ventilación de las salas.
c. Responsabilidad: actitud que lleva a 2. La dimensión del lugar: será en función
todos y cada uno de los miembros de las dimensiones del grupo y las fina-
a comprometerse con el grupo y sus lidades de este.
objetivos. Cada uno es parte funda- 3. La disposición de las sillas: esquema
mental en las acciones y las decisio- circular, donde cada uno puede ser visto
nes de todo el grupo. Tendrá distinta y nadie está en posición dominante. De-
gradación en función del grado de bemos recordar que el ser humano tiene
ejercicio del liderazgo. sus órganos de percepción dispuestos
para percibir en círculo.
4. Se debe restringir el acceso al recinto en
Atmósfera grupal el momento de la sesión de trabajo grupal
Es la disposición de ánimo, tono o sentimien- con el fin de evitar las interrupciones y
to que está difundido entre los miembros del garantizar la confidencialidad. El mo-
grupo. Este temple emocional del conjunto mento de la sesión grupal es «sagrado»,
hace que la atmósfera de grupo sea: por lo único e irrepetible que tiene lo que
en ella está sucediendo.
1. Amistosa-hostil.
2. Fría-cálida. Sentimiento de igualdad y reducción
3. Rígida-cordial. de la intimidación
4. Armoniosa-disonante.
5. Irritada-relajada. Hay muchas maneras de contribuir a dar
6. Agresiva-serena. sensación de igualdad:
1. Disposición de la sala y las sillas, en un
Para la creación de esta atmósfera es muy
mismo plano y en círculo.
importante el papel que desempeñan los pro-
2. Uso del nombre de pila, en lugar de ape-
fesionales de enfermería, ya que nadie duda
llidos o títulos y jerarquías.
que son ellos los que interactúan durante más
3. Clima permisivo e informal, sin llegar a
períodos con el grupo, por lo que su actitud,
la trivialidad.
aptitud, características de personalidad y for-
4. Indumentaria informal, puede ser útil in-
mación en técnicas de comunicación serán
vitar a los participantes a que se pongan
relevantes para en cada momento poder diag-
cómodos. Cada tipo de técnica puede
nosticar el clima grupal y aplicar la medida
requerir una forma: no es lo mismo un
correctora oportuna.
grupo de salud que una sesión de musi-
A modo orientativo se deberán de tener
coterapia o de relajación.
en cuenta los siguientes factores:
5. El tamaño del grupo puede variar entre
1. Ambiente físico. 4 y 20 miembros. Para muchos autores,
2. Sentimiento de igualdad y reducción de 8-10 es el número ideal.
la intimidación.
3. Forma de iniciar la reunión. Forma de iniciar la reunión
Es un momento decisivo para la atmósfera
Ambiente físico grupal. El coordinador tendrá en cuenta:
1. El tiempo que habla.
Es un factor fundamental para determinar la
2. El modo en que se dirige al auditorio.
atmósfera del grupo. Al analizarlo tendremos
3. La importancia de realizar ejercicios de
en cuenta:
caldeamiento grupal adecuados a cada
1. La iluminación y la ventilación del lugar grupo y a cada técnica (posteriormente
donde convive y se reúne el grupo. Los se abordará este apartado).

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Capítulo | 17 Sensibilización de técnicas grupales 283

Sistema de comunicación Mediante el feedback podemos lograr


vernos a nosotros mismos tal como nos ven
La comunicación es la capacidad que posee los demás.
un individuo o un grupo para transmitir sus Dos psicólogos, Joseph Luft y Harry
ideas y sus sentimientos a otros individuos Ingham, idearon una ventana que ilustra el
o grupos, sin olvidar recibir las ideas y proceso de dar y recibir feedback.
sentimientos de otros individuos o grupos El modelo es una ventana de comunicación
(Cibanal y Arce, 2000). a través de la cual se dan o se reciben informa-
Cuando se habla de comunicación ciones sobre uno mismo y sobre los demás.
personal se piensa en el lenguaje verbal o En el campo del conocimiento de uno
no verbal, cuando en realidad habría que mismo y de los otros, la «ventana de Johari»
pensar más en las personas que se comuni- ayuda a analizar y mejorar la comunicación.
can. En la dinámica de grupos como lugar Imaginemos un rectángulo cuya área total re-
de comunicación interesa tanto la calidad presenta todo lo que describe a una persona:
del mensaje como la importancia de las su apariencia, su conducta, su pensamiento,
personas en su proceso de interrelación, sus opiniones, sus sentimientos, sus actitu-
sin olvidar el código y las leyes de la co- des, sus motivaciones, etc. Al ponernos en
municación. comunicación con otro, intervienen cuatro
Escuchar es algo más complicado que clases de contenidos o áreas en la comuni-
el mero hecho de oír, pues implica un pro- cación (Fritzen, 1987):
ceso emocional e intelectual en busca de
significados y comprensión del mensaje del 1. Lo conocido por mí y por los demás (área
emisor. Solo así se alcanza el objetivo de la abierta, libre). 1
comunicación. 2. Lo que yo sé de mí y los demás no saben
Las personas empleamos nuestro tiempo (área oculta). 2
de la siguiente manera: 3. Lo que yo no conozco de mí y los demás
sí saben (área ciega). 3
a. El 9% escribiendo. 4. Lo que yo ni los demás sabemos de mí
b. El 30% hablando. (área desconocida). 4
c. El 39% transmitiendo.
d. El 16% leyendo. En estas áreas, a medida que aumenta la
e. El 45% escuchando. comunicación, se va ampliando el área libre
f. El 61% recibiendo. y reduciendo las restantes.
De este modo se llega a la «ventana ideal»,
En general, se oye cuatro o cinco veces más cuyo gráfico se indica en la figura 17-1. Las
deprisa de lo que se habla. Podemos hablar dinámicas de grupo, en general, ayudarán a
entre 90 y 120 palabras por minuto, mientras disminuir los cuadrantes 2, 3 y 4 para hacer
que en ese mismo tiempo podemos oír entre cada vez más grande el cuadrante 1, dando
450 y 600 palabras. pie a una situación más propicia y favorable
La conversación cara a cara permite
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a la comunicación.
tener en cuenta el lenguaje del cuerpo que
completa el sentido de lo dicho verbalmente
y es de gran ayuda en las relaciones inter-
personales.

Conocimiento mutuo y comunica-


ción: la «ventana de Johari»
El proceso de dar y recibir feedback es uno
de los conceptos básicos en el área de las
relaciones interpersonales y de la dinámica
de grupo. FIGURA 17-1

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284 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

Principios básicos de toda c. Estar disponible a los otros.


comunicación d. Importancia del calor humano en el
Lo más importante es tener una actitud dialo- grupo.
gante, lo cual lleva a dos exigencias principales: e. Favorecer el diálogo en libertad y en
verdad.
1. Capacidad de escuchar al otro antes de 2. Tener en cuenta los distintos puntos de
responder; analizar y discutir un proble- vista de un mismo problema:
ma antes de juzgar o dar una opinión. a. Nadie posee la verdad absoluta.
2. Capacidad de ponerse en cuestión y recti- b. Hay que enriquecerse con el aporte
ficar posiciones o puntos de vista propios, de los otros.
cuando el otro y otros demuestran las 3. No «encasillar» al otro con una «forma fi-
insuficiencias del propio pensamiento. ja» de ser. En cada contacto con los otros,
ser capaces de encontrar algo nuevo y
Otros factores que ayudan positivo en la persona.
en la comunicación
1. Dirigirse al otro u otros de modo que dis-
ponga favorablemente a la comunicación, FASES DEL DESARROLLO
tanto en la forma como en el contenido. DEL GRUPO
2. Lo que cuenta principalmente no es la
La formación de un grupo por parte de un
emisión, sino la recepción del mensaje:
conjunto de personas es un fenómeno que
hay que expresarse teniendo en cuenta a
ha sido estudiado por distintos autores, des-
las otras personas.
de Morales (1994) y Worchel et al. (1992),
3. Ser lo más simple, claro y concreto posi-
que hablan de seis estadios o niveles (pe-
ble en el lenguaje.
ríodo de descontento, suceso precipitante,
4. Procurar ser objetivo en las intervenciones.
identificación con el grupo, productividad
5. Tener alguna cosa que decir: no hablar
grupal, individualización y declive grupal),
solo por rellenar el tiempo.
hasta Bion (1978), que señala dos fases:
Barreras y obstáculos fase de dependencia, que a su vez tiene tres
de la comunicación dentro de un grupo períodos: período de dependencia, período
de contradependencia y período de acele-
Se distinguen cuatro tipos: ración, y fase de independencia, que tam-
1. Cognoscitivas: se dan cuando hay diferen- bién cuenta con tres períodos: período de
tes conocimientos, diferentes experiencias encanto, período de desencanto y período
y diferentes cuadros de referencia. de juicio.
2. Afectivas: se refieren a las actitudes y En cualquier caso, en todos los grupos
motivaciones del sujeto. se dan, a lo largo de sus actividades, unos
3. Las producidas por complejos y perjuicios procesos de evolución, los cuales tienen
individuales: complejos de superioridad, cierta uniformidad y posee un cierto pa-
inferioridad, timidez, actitudes refractarias ralelismo con el desarrollo vital humano,
al cambio, ser víctima de estereotipos, etc. pudiendo concentrarla en tres grandes
4. Barreras psicoculturales: las personas etapas:
del grupo tienen diferentes perspectivas 1. Nacimiento: el conjunto de personas tie-
vitales. ne una necesidad más o menos clara que
se resolverá agrupándose. Se consolida
Cómo superar los obstáculos gracias a la formulación de objetivos
de la comunicación dentro del grupo que son la definición operativa de las
1. Crear una atmósfera favorable a la comu- necesidades que dieron origen a ese
nicación: grupo.
a. Saber escuchar a los otros. 2. Desarrollo: para conseguir sus fines,
b. Respetar las diferencias de los demás. el grupo comienza su marcha, adquiere

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Capítulo | 17 Sensibilización de técnicas grupales 285

una estructura, configura sus roles y 5. Posee una ponderada seguridad en sí


crea sus normas. Al desarrollar las ac- mismo que le permite ofrecer el apoyo
tividades se establece una metodología necesario en momentos de inestabilidad
propia, la más acorde a sus posibili­ o tensión.
dades.
Kisnerman (1985) considera que para realizar
3. Final: al lograr el objetivo se evalúa el
un trabajo eficaz con grupos es necesario dis-
proceso. Puede no ser final, puede que
poner de:
simplemente sea el cambio a otra etapa,
dependiendo de las características del 1. Un conjunto de personas con la capaci-
grupo y sus objetivos. Esta fase está dad y la instrumentación necesarias para
marcada por la evaluación o valoración desarrollar una intervención eficaz en los
de la que en parte va a depender el futuro procesos sociales.
grupal. 2. Un coordinador del proceso con la for-
mación necesaria para proporcionar el
adecuado encuadre teórico.
COORDINACIÓN GRUPAL 3. Un conjunto de técnicas y procedimien-
tos pertinentes al objetivo marcado.
El liderazgo, la coordinación o la figura de
responsabilidad del grupo es muy importante Entre los roles más importantes desarro-
en el comienzo y en el desarrollo grupal. llados por parte del coordinador se encuen-
Su aparición en el seno del grupo puede tran:
producirse de diversas formas: 1. Coordinar las actividades del grupo (eje-
1. Puede surgir por elección democrática cutivo).
al haber tomado el grupo conciencia 2. Planificar y definir las modalidades de
de la necesidad de una jefatura y de trabajo (organizador).
la capacidad de alguien para realizar esa 3. Estructurar las tácticas en función de los
tarea. objetivos (estratega).
2. Puede aparecer de manera espontánea 4. Asesorar el trabajo y dar información
cuando un miembro capacitado se ofrece (experto).
para desempeñar el puesto o simplemente 5. Actuar como responsable y portavoz
lo asume. (representante).
3. Es impuesto institucionalmente por un 6. Determinar la estructura y las relaciones
poder jerárquico superior. (controlador interno).
7. Intervenir en caso de conflictos persona-
La persona que asume el papel de representar les (mediador).
la autoridad y la responsabilidad ha de ser 8. Recibir la agresividad del grupo (chivo
aceptada por el colectivo del grupo, por lo expiatorio).
menos por la mayoría, sea cual sea la for- 9. Convertirse en fuente de valores y normas
ma en que ha emergido. Debe presentar las
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(ideólogo).
siguientes características definitorias (Los-
certales, 1996): Además, el coordinador, como persona di-
ferenciada dentro del grupo, ha de poseer
1. Ofrecer un sistema de valores propio.
una serie de características personales que,
2. Demostrar al grupo y a sus miembros
junto a su dominio de técnicas, facilitarán
aceptación, afecto y confianza.
el trabajo grupal. Distintos autores señalan
3. Sabe elegir y dirigir a sus colaboradores,
las siguientes:
delegando adecuadamente atribuciones y
funciones. 1. Estar dispuesto a relacionarse, saber es-
4. Tiene capacidad para tomar decisiones cuchar y estar interesado realmente en la
y establecer los objetivos de manera gente.
conjunta con el grupo, motivándolo ade- 2. Saber comunicarse de forma clara.
cuadamente. 3. Tener seguridad en sí mismo.

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286 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

4. Poseer sentido del humor y perspectiva POSIBLES DIFICULTADES EN LA


ante el problema. COORDINACIÓN DEL GRUPO
5. Poseer inteligencia y agilidad en la re-
acción. Sería ingenuo pensar que el grupo se desa-
rrollará siempre como se tiene planificado,
Algunos autores consideran que el trabajo o como el grupo desearía. A continuación se
grupal necesita un recurso técnico que posee describen una serie de momentos de especial
tres caras: atención:
Observación-comunicación-juego
Son tres elementos que se unen en la 1. Existen períodos de desánimo o depresión
práctica real: si no se observa (y el coordi- que, en general, acompañan a etapas de
nador adquiere una información del grupo en ajuste interpersonal, relativamente poco
cuestión) no podrán establecerse las relacio- afectivas, o a los momentos previos al
nes e interacciones comunicativas adecua- logro de soluciones.
das y mal podrá proponer el coordinador un 2. Problemas de posición, cuya intensidad
juego, ya que quizá lo utilice en un momento máxima se da en el período de ajuste
inoportuno. Lo más oportuno es observar, interpersonal y que pueden reaparecer
comunicarse y jugar, en un principio en este en cualquier secuencia de intimidación
orden, aunque durante los procesos grupa- o agresividad.
les será imprescindible simultanear las tres Todo esto se puede manifestar en forma de
acciones. cuchicheos en subgrupos, camarillas, conver-
Se puede afirmar que la coordinación de saciones antagónicas entre dos o tres, o en la
grupos implica el desarrollo de una amplia realización de actividades fuera de tiempo
serie de áreas relacionadas no solo con aspec- como, por ejemplo, lectura del periódico,
tos técnicos, sino también con la intervención «payasadas», discusiones semánticas, etc.
personal. A continuación se resumen las más El coordinador no debe evitar las dificul-
significativas: tades, sino que ha de prepararse, afrontarlas
1. Seleccionar los contenidos que se tratarán y resolverlas. Estas dificultades pueden ser
según los objetivos marcados. de dos tipos:
2. Ayudar a que los miembros del grupo 1. Problemas relacionados con la estruc-
descubran o elaboren la información que tura grupal:
les sea necesaria. a. Estructura grupal defectuosa.
3. Percibir y poder señalar al grupo cómo b. Defectos de procedimiento.
se están desempeñando los diferentes c. Redes de comunicación inadecuadas.
roles puestos en práctica, así como sus d. Distorsiones del objetivo.
implicaciones. e. Escasez o deficiencias en la informa-
4. Crear las condiciones oportunas para ción.
que resulte fácil asumir roles flexibles y, 2. Problemas relativos a las actitudes perso-
así, los miembros del grupo puedan des- nales:
cubrir y experimentar distintas formas de a. Actitudes negativas o no productivas.
colaboración en la tarea. b. Expectativas inoportunas.
5. Fomentar independencia en los miembros c. Habilidades inadecuadas.
y madurez en el grupo no adoptando acti- d. Bloqueo emocional y apatía.
tudes directivas ni presentando la propia e. Roles negativos muy consolidados.
conducta como modelo.
6. Estimular la reflexión, transformando la Algunos autores elaboraron un listado de
actitud por la que cada miembro o sub- síntomas que pueden ser orientativos para el
grupo se cree en posesión de la verdad coordinador y facilitar la evaluación de un
en un proceso de estudio de problemas momento grupal difícil:
con el que poder alcanzar el objetivo 1. Los miembros se muestran intolerantes
deseado. unos con otros.

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Capítulo | 17 Sensibilización de técnicas grupales 287

2. Se atacan las ideas, aun antes de que estén Quién ha de evaluar


totalmente expuestas.
3. No se logran acuerdos sobre planes y Es necesario el consenso acerca de la necesi-
propuestas. dad de evaluar y de quiénes lo harán. Lo que-
4. Los argumentos se exponen con violencia ramos o no, todos los miembros de un grupo
o agresividad. de una forma u otra evalúan; el abandono
5. Hay ataques personales, directos o su­ puede ser una forma de evaluación.
tiles. Podrían evaluar, y no de forma exclu-
6. El grupo contradice las propuestas del yente, el grupo, el coordinador/terapeuta, un
coordinador en un clima agresivo o apá- observador o la institución.
tico.
De todas formas, el conflicto en un grupo Qué evaluar
o el bloqueo no tienen por qué ser vividos
1. Proceso y estructura: pretende conocer
como algo negativo. Son fenómenos inhe-
la cualidad y la cantidad del procedi-
rentes al proceso grupal. Diversos autores
miento utilizado. Tendremos los siguien-
ven en el conflicto un hecho que sirve para
tes puntos:
eliminar los elementos que separan y poder
a. Objetivos: claridad, posibilidad, pa-
restablecer la unidad. El conflicto significa
sos para cumplirlos, compromiso en
una solución de las tensiones, por lo que
la obtención de sus metas.
posee funciones estabilizadoras y constitu-
b. El grupo y su dinámica: atmós-
ye un componente integrante de la relación.
fera, comunicación, intervención del
Por todo esto, el conflicto no se debe temer,
coordinador, roles, contribuciones
ni huir de él; lo adecuado es afrontarlo y
individuales, normas, comprensión
conseguir que el grupo analice sus causas
de temas tratados, participación, etc.
y le busque remedio.
c. Las técnicas realizadas: responden o
no a las necesidades del grupo, los
TÉCNICAS DE EVALUACIÓN recursos empleados, la relación con
los objetivos.
Cuando se ha realizado un trabajo durante d. Aspectos organizativos: horarios,
un período, con unos costes determinados fechas, lugares, tiempos empleados,
en cuanto a tiempo, esfuerzo y medios hu- organización y desarrollo de las acti-
manos, se espera obtener unos resultados vidades.
previamente establecidos, que será necesario e. Evaluación de resultados: pretende
verificar. comprobar en qué medida se cum-
plieron los objetivos. Según de si
Cuándo evaluar el grupo es terapéutico, educativo,
orientador la evaluación será:
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

La evaluación tendrá que ser regular, sis- – De conocimientos: un método muy


temática y realizarse en ciertos momentos utilizado es el pretest y postest. Se
clave: al inicio, en la mitad del ciclo y al final. miden cuantitativamente los cono-
cimientos antes y después.
Objetivo – De actitudes: es una medida sub-
jetiva, la escala o la encuesta serán
La evaluación pretende corregir errores, los métodos más adecuados.
orientar la programación de actividades, ob- – De conductas o habilidades: es la
jetivar el funcionamiento grupal, mejorar la más complicada. La habilidad de-
formación del coordinador o terapeuta, tomar berá realizarse de forma continuada,
conciencia del proceso del grupo, adquirir por lo que la evaluación ha de ser
mayor compromiso con el grupo, mejorar cotidiana y en cada sesión, aunque
experiencias posteriores. globalmente, al final del período se

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288 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

puede solicitar una evaluación de b. Mejor disposición.


resultados de forma individual. c. Nivel emocional adecuado.
Es importante que el coordinador tenga pre-
Técnicas de evaluación sente que la primera sesión debe ser intere-
sante y que pueda salvar momentos difíciles.
Cada grupo tendrá sus propias formas de
Será adecuado:
evaluar que deberán ser consensuadas entre
sus miembros. 1. Asegurarse de que el objetivo se com-
Pueden ser: prende bien y es aceptado razonablemen-
te por los miembros del grupo.
1. Gráficas: hojas normalizadas de eva-
2. Facilitar que los miembros del grupo se
luación, cuestionarios-tipo, escalas de
conozcan y haya un ambiente de cierta
adjetivos, escalas numéricas, encuestas,
comodidad.
entrevistas personales, cuestionarios
3. Mostrar una conducta coherente y equi-
de autoevaluación para participantes y
librada. La confianza y la fluidez en el
coordinador.
trabajo serán mejores.
2. Verbales: jornada de reflexión y crítica,
4. Explicar cada técnica con su metodología
debate abierto, diálogo por parejas, mesa
y evaluación para que no haya dificulta-
redonda.
des de tipo funcional.
3. Dramáticas: a través de imágenes o re-
presentaciones dramáticas, por medio de
dibujos, pinturas o collage en un mural. ESQUEMAS DE DISTINTAS
TÉCNICAS/ACTIVIDADES
INICIO DE UN TRABAJO GRUPAL GRUPALES
Es muy importante, para el desarrollo pos- A continuación se describe, a modo de
terior del grupo, la primera sesión de trabajo. esquema, una serie de técnicas grupales
Esto está relacionado con los sentimientos que pueden ser aplicables en distintos
de incertidumbre y ansiedad, ligados al des- ámbitos de la salud por profesionales de
conocimiento de lo que pueda suceder en enfermería.
una situación nueva y que en una moderada Con independencia del modelo de enfer-
intensidad resultan sanos y estimulantes. mería del que partan las actuaciones enferme-
Las preguntas que aparecen son: ¿qué pa- ras, estas actividades deben estar enmarcadas
sará aquí?, ¿me aceptarán como soy?, ¿podré dentro del «proceso de enfermería», lo cual
mostrarme con naturalidad? implica haber realizado una valoración, un
Para usar cualquier clase de técnica en diagnóstico, planificar unas intervenciones
esta sesión inicial y en las inmediatamente y posteriormente evaluarlas (Carballal y
siguientes, debe plantearse ante todo su efec- Fornés, 2001).
to en las emociones del grupo orientándolas En muchos casos, estas técnicas se agru-
positivamente. parán en lo que denominamos «taller», enten-
dido como un tiempo en el que aplican una
1. ¿Para qué utilizar un determinado tipo serie de técnicas grupales con una temática
de técnicas? común, y que se repite periódicamente. Es un
a. Para desinhibir. tiempo y un espacio de formación en el que
b. Para desbloquear. desarrollan ejercicios prácticos y, además, se
c. Para caldear. reparan distintos aspectos personales: actitu-
2. Cómo usarlas: des, conductas, conocimientos, etc.
a. Adaptadas al grupo. En un primer apartado se presentan las
b. Progresivas en cuanto al grado de que denominamos de iniciación por ser
compromiso. técnicas adecuadas para los momentos de
3. Consecuencias: formación del grupo o como técnicas de
a. Mayor receptividad. caldeamiento. Posteriormente se desarrolla

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Capítulo | 17 Sensibilización de técnicas grupales 289

el esquema de distintos talleres que se pue­ Presentación


den realizar en las siguientes sesiones gru-
pales. Se describen a continuación distintos tipos de
De forma general, en todas las sesiones presentaciones, que se utilizarán en función
siempre se seguirá el siguiente esquema: del tipo de participantes.

1. Inicio o caldeamiento: se hace una pre-


sentación de la actividad que se va a rea­ Procedimiento
lizar y, de forma general, de su objetivo. Se da la siguiente consigna:
Es posible que no sea adecuado, debido Colocados en círculo, cada uno va a pre-
al tipo de actividad, hacer muy explícitos sentarse a sí mismo y al anterior de la siguiente
los objetivos hasta la etapa de comenta- forma:
rios, para jugar con el factor sorpresa y la
espontaneidad de los participantes. Para 1. «A» se presenta a sí misma: «Yo soy
la realización de alguna técnica específica Margarita». «B» continúa: «Esta es Mar­
puede ser adecuado llevar a cabo algún garita, yo soy Arancha». «C» sigue di­
caldeamiento corporal específico. ciendo: «Esta es Margarita, esta es Aran­
2. Desarrollo o dramatización: realización cha, yo soy Julia», etc. O también:
específica de la actividad. Se dan las con- 2. «A» se presenta: «Yo soy Margarita».
signas de forma clara y comprobando que «B» continúa: «Margarita, Arancha».
se han comprendido. «C» sigue: «Tomás, Arancha, Julia…».
3. Comentarios: toda sesión debe terminar Y así sucesivamente hasta completar el
con un tiempo de comentarios, con in- círculo. O también:
dependencia de los comentarios propios 3. «A» averigua el nombre del compañero
de la actividad que se realizó, donde los sentado a su derecha y el de su izquier-
participantes evalúen cómo se han senti- da. Todos los demás preguntarán el nom­
do y qué les aportó este tiempo grupal. bre al compañero situado a su izquierda.
A continuación, siguiendo la dirección
En cualquier caso, deben tomarse como pro- de las agujas del reloj, cada participan­
puestas que pueden servir para estimular la te presentará el compañero sentado a
creatividad de los distintos profesionales de su derecha al que está a su izquierda.
enfermería y, a partir de ellas, desarrollar las O también:
más adecuadas para cada dispositivo. 4. En círculo y de pie, cada componente va
pasando la mirada sobre sus compañe-
ros. Cuando dos miradas se crucen y se
Propuestas de iniciación «enganchen», se dirigirán al centro los
dos participantes, se dirán en voz alta
Definición
los nombres e intercambiarán el lugar
Son una serie de ejercicios para realizar en el que ocupan. El ejercicio acaba cuando to­
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

momento de formación del grupo. dos han comunicado su nombre a todos.


O también:
Objetivos 5. Un participante se adelanta colocándose
1. Integrar a quienes no se conocen y a en el centro del círculo. Adopta una pos-
quienes mantienen perjuicios y resenti- tura, hace un gesto o efectúa unos movi-
mientos. mientos que manifiesten una cualidad,
2. Favorecer unas relaciones ágiles en el un rasgo o una característica personal
ámbito afectivo. muy acusada, al tiempo que pronuncia
3. Proporcionar a los miembros del grupo en voz alta su nombre. Y luego se retira.
el sentido del aprecio hacia los demás. Todo el grupo imitará lo que ha hecho es­
4. Hacer que el grupo supere una cierta te participante, repitiendo su nombre en
intelectualización estéril. voz alta.
5. Propiciar el deshielo. Por turno, todos harán lo mismo.

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290 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

Como comentario general se preguntará Presentación en el espacio


cómo se han sentido al presentarse y presen-
tar a los demás. Procedimiento
1. Se da la siguiente consigna:
Material a. Distribuirse por todo el espacio de la
Espacio que permita la disposición circular, sala.
solo con sillas. b. A una señal dada, comenzar a des-
plazarse y a estrechar la mano del
mayor número de participantes. Con
Presentación utilizando un objetivo cada apretón de manos se hace la
intermediario presentación de uno mismo.
c. Cada uno tratará de recordar los nom-
Procedimiento
bres de los demás compañeros.
1. Se da la siguiente consigna: d. Se señalará la importancia de que
a. Formar grupos de no menos de se realice una presentación personal
10 participantes. Sentados en círculo. auténtica y que no se limiten a meras
b. Se entrega el balón a uno de los fórmulas estereotipadas.
participantes. El balón irá pasando y e. En una segunda fase, la presentación
cada cual al recibirlo dirá su nombre, se hará en silencio. Dada la señal de
claramente, en voz alta. comenzar a desplazarse, cuando dos
c. Cuando el círculo se ha completado, participantes se estrechan la mano,
el balón ha vuelto al que inició el jue- «A» realizará un gesto, una postura
go y este lo lanzará a cualquier otro. o unos movimientos que considere
El balón será nuevamente lanzado a característicos y representativos de
otro componente, que al recibirlo dirá su personalidad. «B» los repetirá y
el nombre del tirador. a su vez se presentará también de
d. Si alguien no puede recordar el nom- forma no verbal. «A» reproducirá
bre de quien recibió el balón, deberá lo realizado por «B». El juego sigue
preguntárselo y repetirlo antes de se- hasta que todos se hayan presentado
guir con el juego. El juego continuará a todos.
hasta que todos puedan recordar el 2. Variaciones:
nombre de todos los componentes del a. En círculo. Un participante se dirige
grupo. al centro, se presenta diciendo su
2. Variaciones: nombre de pila mientras hace tres
a. Pasar un balón imaginario por medio de gestos, posturas o movimientos dife-
la mímica. Pronunciar el nombre rentes representativos de su persona-
de quien nos lo envió y el de la per- lidad.
sona a quien se lo pasamos. b. Darse un nuevo nombre.
b. Decir el nombre de los compañeros c. Gritar juntos el nombre propio, el del
de la derecha y la izquierda pronun- compañero.
ciándolos de distintas formas: con d. Cantar el nombre de cada uno de los
seguridad, con miedo, como una participantes.
máquina, riendo, llorando, con mo- e. Todo el grupo sentado en círculo. Por
vimientos en todo el cuerpo, etc. turnos, cada componente pasa al cen-
c. Como comentario general se pregun- tro pronunciando su nombre en voz
ta cómo se han sentido al tener que alta. Se inicia una ronda para com-
coordinar dos actividades. pletar las frases siguientes:
– «Si fueses animal, serías…»
Material – «Si fueses un vegetal, serías…»
Espacio que permita la disposición circular, – «Si fueses un trabajo o profesión,
solo con sillas, un balón o un globo. serías…»

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Capítulo | 17 Sensibilización de técnicas grupales 291

– «Si fueras un objeto, serías…» a. Cada participante piensa en algo, en


– «Si fueras un número, serías…» una característica propia, que le gus-
f. A continuación, utilizar las imágenes taría decir de él pero que le da cierto
y lo percibido durante las distintas reparo o pudor.
rondas para reconstruir la historia b. Escribirlo en un papel, de forma anó-
personal de cada participante. nima y doblar el papel.
g. Como comentario general se pregun- c. Todos los papeles se depositan en un
ta cómo se han sentido al tener que recipiente o bolsa y se mezclan.
encontrarse con el otro. d. Se inicia una ronda de presenta-
ciones de tal forma que cada par-
Material ticipante no dice una característica
Espacio que permita la disposición circular, propia, sino que recoge un papel del
solo con sillas. recipiente y lo lee en alto como si
fuese propio.
e. Como comentario general, se pre-
Tomar conciencia del nombre gunta cómo se ha sentido al oír algo
Procedimiento propio en palabras de otro.
1. Se da la consigna siguiente: Material
a. Cada participante construye un cartel
donde aparece su nombre y apellidos, Espacio que permita la disposición circular,
como si fuese un conferenciante de solo con sillas; folios, bolígrafos, recipiente
una mesa redonda. o bolsa.
b. En subgrupos, de 4 o 5 personas, se
analizan: Bloque de intercambio
– Cuál es el sentido de los nombres de experiencias
y apellidos.
– Origen. Procedimiento
– Significado. 1. Se da la siguiente consigna:
– Motivo de su elección. a. Cada participante lee los siguientes
– Influencias, ventajas, desventajas. ítems e intenta completarlos:
– Otras preferencias para el nombre. – «El éxito se consigue en la vida…»
– Por qué los padres eligen un deter- – «Uno trabaja duramente cuando…»
minado nombre. – «La vida de cada uno es…»
– ¿Quién dio nombre a sus hijos? – «Lo que uno consigue es…»
– Actitudes de las personas ante los – «Los demás me ayudaron a…»
nombres. b. En subgrupos de 4 o 5 personas:
c. Como comentario general del grupo – Se comentan las distintas respues-
grande, se pregunta la opinión de cómo tas obtenidas.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

se han sentido compartiendo aspectos – Se intenta sacar de cada ítem una


personales y escuchando a los demás. conclusión general que expondrá
un portavoz que hayan elegido en
Material cada grupo.
Espacio que permita la disposición circular, c. En el grupo grande se exponen las
solo con sillas; folios, bolígrafos. conclusiones de cada grupo.
d. Como comentario general, se pregun-
ta por las semejanzas y diferencias en
Presentación con un hecho a través los comentarios.
de otro
A continuación se exponen una serie de
Procedimiento bloques de comentarios que pueden servir
1. Se da la consigna siguiente: de propuesta en distintas sesiones.

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292 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

Material Taller de salud


Espacio que permita la disposición circular, Definición
solo con sillas; folios, bolígrafos. Conjunto de actividades encaminadas a desa-
rrollar una educación para la salud entendida
como una combinación de experiencias de
Propuestas de desarrollo aprendizaje planificadas y destinadas a faci-
Definición litar comportamientos más saludables.
En este apartado se describe una serie Objetivos
de actividades para llevar a cabo una vez
1. Adquirir conocimientos y habilidades
que el grupo se ha conocido. Dependiendo
para controlar la salud.
del dispositivo en el que se desarrolle la
2. Aumentar la conciencia de enfermedad.
actividad se podrán aplicar las de un tipo
3. Desarrollar la responsabilidad en relación
u otro.
con los autocuidados.
Objetivos Procedimiento
Cada una de ellas tendrá un objetivo es- 1. Se da la siguiente consigna:
pecífico, pero de forma general se pueden a. Cada participante de forma individual
concretar en: cubre la encuesta de la figura 17-2.
1. Proporcionar un espacio para que la per- b. Posteriormente, en grupo, se van res-
sona exprese sus sentimientos. pondiendo a cada uno de los puntos.
2. Proporcionar un espacio y tiempo donde Aparece así lo que conocen sobre su
la persona adquiera habilidades para enfermedad, su sintomatología,
resolver situaciones diversas. su medicación, sus perjuicios, las
3. Desarrollar conocimientos sobre sí mis- ideas erróneas, etc. Grupalmente apa-
ma y sobre su entorno. rece la necesidad de adquirir más co-
4. Aumentar su capacidad de autonomía. nocimientos acerca de su enfermedad.
5. Desarrollar su capacidad de autocontrol. Poco a poco va surgiendo el interés

FIGURA 17-2  Encuesta.

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Capítulo | 17 Sensibilización de técnicas grupales 293

por lo que es todo el cuerpo humano


y cómo cuidarlo.
c. Se puede programar semanalmente
con la siguiente estructura:
– ¿Cómo es el órgano, aparato o sis-
tema?
– ¿Cómo funciona?
– Enfermedades.
– Higiene.
– Cuidados. Acciones que puedo rea­
lizar por mi parte.
d. La información se imparte de di-
versas formas: vídeos, información
gráfica: libros y revistas de divul-
gación, «muñecos anatómicos des-
montables», etc. Todos los órganos/
sistemas son abordados analizando su
interrelación, viendo al ser humano
como un todo que necesita estar en
equilibrio.
e. Una vez que consideran que tienen la
información suficiente de un deter-
minado órgano, se realizan grupal-
mente esquemas, dibujos, etc., que
clarifican su funcionamiento. Se dis-
cuten los posibles errores y se decide
un posible «gráfico» o «dibujo» que
sea clarificador para todos y quede a
modo de mural de esa área trabajada.
f. Se procede de la misma forma con
la parte de cuidados, realizando un
torbellino de ideas y discutiendo las
distintas opciones.
g. La información es adquirida de una
forma participativa. Se crea una «cul-
tura de salud grupal».
h. Como comentario general, se pregun-
ta por las respuestas y/o las actitudes
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

que les sorprenden más.


Variantes
1. En función de las necesidades de los par-
ticipantes, se puede dedicar alguna sesión
en la que trabajar específicamente los me-
dicamentos, o una enfermedad concreta,
creando cuestionarios específicos para FIGURA 17-3  Cuestionario de autohigiene.
ello (Carballal y Fornés, 2001).
2. De forma similar a como se desarrolla
el taller de salud, se plantea el taller de Material
higiene. Se propone el cuestionario que Espacio que permita la disposición circular,
se muestra en la figura 17-3. solo con sillas; folios, bolígrafos, material

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294 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

gráfico diverso, muñecos anatómicos, aparato El 15% del VCT en forma de proteínas.
de televisión, aparato reproductor de vídeos. 0,8-1,2 g en forma de calcio.
VCT: valor calórico total diario que
Taller sobre alimentación
debe aportar una dieta equilibrada.
Definición
Grupo de actividades dirigidas a estimular
el conocimiento sobre la alimentación. La Realización del plato y modo
alimentación es algo más que comer; es una de hacerlo
fuente de placer, de relacionarse con el en- 1. Los participantes toman nota de la receta
torno, es un comportamiento con el que se proporcionada por cualquier miembro del
puede mejorar nuestro bienestar. grupo. Se da antes de iniciar la realización
del plato. Comprueban si se dispone de to-
Objetivos
dos los ingredientes, con las medidas apro-
1. Adquirir conocimientos sobre la alimen- piadas así como los utensilios necesarios.
tación. 2. Cada grupo de participantes se encarga de
2. Desarrollar habilidades para realizar una un aspecto de la preparación: limpieza
alimentación adecuada. de los ingredientes, medición, adobo, etc.
Procedimiento 3. Se realiza el plato y cada uno añade a su
receta las notas que considera oportunas
Se divide en tres partes:
como, por ejemplo, pequeños trucos.
1. Información sobre combinación de una 4. Finaliza la preparación con una adecuada
dieta, calorías, tipos de dietas: astringen- presentación del plato realizado.
tes, de residuos, etc.
2. Realización del plato en la cocina. Receta Información acerca de los ingredientes
con ingredientes y modo de hacerlo. 1. Además de la información sobre el modo
3. Información a propósito de los ingre- de preparar una determinada comida, se
dientes: forma de despiece, nombres más aporta información acerca de los ingre-
comunes, lugar para adquirirlo, etc. dientes, en los siguientes términos:
a. Carnes: despiece de ternera, vaca,
Información dietética
cerdo y cordero.
Otro tipo de información que se discute gru- b. Aves: despiece de aves.
palmente es: c. Se señalan las partes más adecuadas
1. Información calórica-energética de los para cada preparación, la forma de so-
alimentos: cada participante configura licitarla y los nombres más comunes.
un menú teniendo en cuenta las calorías d. Pescados: pescados planos, redondos,
que desea/debe o puede consumir: 1.500, azules y blancos.
2.000, 3.000 calorías. e. Moluscos.
2. Información sobre cómo conseguir una f. Crustáceos.
dieta astringente, o rica en residuos (se- 2. El grupo comenta las distintas formas de
gún proceda); alimentos apropiados e denominación, según el área y la limpieza
inapropiados. previa al consumo.
3. Información sobre la posible interacción a. Salsas: vinagreta, mahonesa y be-
medicamentosa de algunos alimentos. chamel.
4. La tabla 17-1, a modo orientativo, se puede b. Tiempos de cocción de los principa-
dar a los participantes para su utiliza­ción. les alimentos.
c. Pesos y medidas con equivalencias.
Se aconseja tomar diariamente: d. Formas de congelar y de descongelar.
e. Uso de la temperatura del horno.
El 50-55% del VCT en forma de hidratos f. Adobos, especies y condimentos.
de carbono. g. Quesos: tipos, procedencia y utiliza-
El 30-35% del VCT en forma de lípidos. ción.

ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo | 17 Sensibilización de técnicas grupales 295

TABLA 17-1  Recomendaciones dietéticas


Cantidad aproximada (por Nutrientes
Alimento Frecuencia
ración, peso neto y en crudo) principales
Verduras y 2 raciones día 150-200 g Hidratos de carbono,
hortalizas fibra, vitaminas y
minerales
Frutas 2 raciones día 80-100 g Hidratos de carbono,
fibra, vitaminas,
minerales
Lácteo 2-3 raciones día 150-200 g Calcio, proteínas,
vitaminas A, B, D
Arroz, pasta 3-4 rac. semana 50-80 g Hidratos de carbono,
fibra, proteínas,
minerales, vitaminas
ByE
Legumbres 2-3 rac. semana 50-60 g
Patatas 3-4 rac. semana 100-150 g
Frutos secos Esporádica- 50 g
mente
Pan 2-3 rac. día 60-80 g
Carne 3-4 rac. semana 80-100 g Proteínas, grasas,
hierro, vitaminas A,
B, D
Pescado 3-4 rac. semana 120-150 g
Huevos 2-3 rac. semana 60-100 g
Aceites y Diariamente 20-50 g Grasas, vitaminas A,
grasas E, y D
Dulces Moderadamente Hidratos de carbono
simples, grasas
Agua Diariamente 2 litros Necesaria para la
supervivencia
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h. Bebidas: vinos, cervezas y licores. material, utensilios e ingredientes para la rea­


Graduación y combinación con ali- lización de platos.
mentos.
i. Café, té y chocolate. Taller sobre valores
3. Como comentario general, se pregunta Definición
por las dificultades específicas en cada Grupo de actividades destinadas a reflexio-
una de las partes. nar sobre las creencias y los valores que la
persona tiene interiorizados.
Material
Espacio que permita la disposición circular, Objetivos
solo con sillas; folios, bolígrafos, material 1. Reflexionar sobre los aspectos de la conduc-
gráfico diverso, libros y recetas de cocina, ta que son prioritarios para cada persona.

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296 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

2. Objetivar qué escala de valores tiene cada Material


uno presente y cómo se manifiesta en su Espacio que permita la disposición circular,
vida cotidiana. solo con sillas; objetos diversos de los que se
3. Reflexionar sobre aspectos de su es- disponga en el momento.
cala de valores que pueden ser modi-
ficados. Taller con la prensa
Definición
Procedimiento Grupo de actividades que se caracterizan
1. Se da la siguiente consigna: por la utilización de la prensa como recurso
a. Cada participante va a colocar delante terapéutico.
de él tres objetos que lleve encima,
los cuales son importantes para él: Objetivos
anillos, cartera, llaves, etc. 1. Fomentar el interés por el mundo que
b. Una vez colocados, cada uno expli- nos rodea (información y contacto con
cará por qué lleva esos tres objetos. la realidad).
Habrá una razón. 2. Fomentar un hábito de la «vida normali-
c. Indicará el orden de prioridad, tenien- zada» (destreza y ocio).
do en cuenta su valor afectivo. 3. Fomentar la utilización del lenguaje (ac-
d. En el comentario general se pre- tividad cognitiva).
guntará por las similitudes y las 4. Aumentar la capacidad de asociación de
diferencias entre los miembros del la persona (actividad cognitiva).
grupo. La consigna general es que cada uno elija
2. Otra variante: elección de un objeto: un periódico y a continuación se realizan
a. Participantes en círculo. las siguientes propuestas, en función de las
b. Se colocan varios objetos, de distinto características del grupo:
tamaño, distinta funcionalidad, etc.,
en el centro de la sala. Periódico viviente
c. Se da la siguiente consigna:
– Uno a uno, cogen aquel objeto con Procedimiento:
el que más se identifiquen. 1. Se entrega a cada paciente un periódico.
– Cada cual trata de identificarse con 2. Cada paciente elige una noticia.
su objeto. 3. Se pregunta a cada uno la «emoción» que
– Examinar detenidamente los obje- le produce.
tos antes de escogerlos. 4. Se agrupan según las emociones produ-
– Cada cual trata de lograr su iden- cidas.
tificación, según tamaño, forma, 5. Cada pequeño grupo elige una noticia re-
textura, peso o complejidad del presentativa de la emoción. Construyen
objeto. una imagen para el resto del grupo grande.
– Durante cinco minutos, cada cual 6. Puede ser que, en vez de la imagen, se
examina su objeto, tratando de haga una representación de la noticia.
identificarse aún más.
– En subgrupos se comparte, hablan- Variante. Otra sesión puede dedicarse a
do siempre en primera persona: que expongan las noticias como si fuesen
«yo soy igual de duro en…», «yo locutores de televisión, detrás de una mesa.
soy igual de rígido que…», «yo
tengo partes blandas…», etc. Aprender sobre el periódico
– El subgrupo le devuelve si con- Procedimiento:
cuerda o no con lo que expresó. 1. Cada paciente examina las distintas sec­
– Comentarios en grupo grande so- ciones de un periódico, relaciona el índice
bre la experiencia. con los contenidos.

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Capítulo | 17 Sensibilización de técnicas grupales 297

2. Se analiza dónde aparecen la fecha, los Variante. Una vez obtenido el esquema de la
titulares, el editorial, etc. noticia, que intente redactarla de otra forma
3. Se discute grupalmente y se analizan las o que sea capaz de memorizarla y repetirla a
distintas preferencias. los demás, sin ningún dato delante.
4. Se discute la estructura de distintos pe-
riódicos. Palabras clave
Procedimiento:
Distribución de las noticias 1. El terapeuta entresaca de todas las noti-
Procedimiento: cias alguna o algunas que sean comunes
1. Se pide a los pacientes que analicen la a todas ellas.
portada de un periódico, ¿cómo se re- 2. Pregunta a los miembros del grupo dis-
saltan las noticias?, ¿dónde están las de tintos significados de esa palabra.
mayor importancia? 3. El terapeuta lee distintas noticias resumi-
2. Se anotan las aportaciones de cada uno. das y los pacientes tienen que identificar
3. Se dividen en pequeños grupos y se las noticias en las que aparece la palabra o
pide que construyan una portada de palabras clave comentadas anteriormente.
un periódico, por ejemplo, con las noti­
cias importantes de la «unidad», o si se Identificación
hace de forma individual, con aspectos Procedimiento:
importantes de cada uno, ocurridos re- 1. Cada paciente escoge una noticia, mejor
cientemente (últimas Navidades, o vaca­ de tipo local o regional.
ciones…). 2. Identifica al protagonista de la noticia:
4. En un mural grande se exponen las dis- nombre, edad, domicilio, ciudad o ba-
tintas «portadas» creadas. rrio donde vive, profesión, etc.; esto lo
escribe en un folio, en la otra cara de ese
¿Qué pasa en mi entorno? folio escribe sus datos personales (los del
paciente) y alguna característica personal
Procedimiento: (color del pelo, ojos, etc.).
1. Se divide en grupos a los pacientes y se 3. Se comparan: similitudes y diferencias.
entrega a cada grupo una sección: local,
regional, nacional e internacional. Secciones útiles
2. Cada grupo selecciona dos o tres noticias
que sean relevantes y que interesen a la Procedimiento:
mayor parte del grupo. 1. En cada sesión de trabajo se puede es-
3. De cada noticia se selecciona: ¿qué su- coger una sección distinta: ofertas de
cedió?, ¿quién(es) fueron los protagonis- trabajo, ocio, cartelera, alquiler y venta
tas?, ¿dónde y cuándo sucedió?, ¿número de vivienda.
de implicados?, ¿lugar? 2. Se pide a los pacientes que seleccionen
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

4. Se plasma el esquema en un mural de posibles ofertas de trabajo, o de ocio u


todas las noticias seleccionadas. ofertas de vivienda según gustos o posi-
5. Se intenta relacionar con flechas las dis- bilidades.
tintas noticias: las que tengan que ver con 3. Se discuten las distintas opciones y si son
temas legales, las que sean de deportes, acordes o no con la realidad del paciente.
las que sean de política, etc. Todas las 4. Se confecciona un mural con todas las
noticias tienen que terminar relacionadas distintas opciones.
entre sí.
6. Como resultado quedará una «maraña» Mural con recortes
de flechas. Procedimiento:
7. Se creará una frase que resuma la in- 1. Se seleccionan fotografías de una revista:
tención de todas las noticias; ese será el caras, grupos familiares, animales, ali­
título del mural. mentos, paisajes, etc.

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298 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

2. Se cortan a la mitad y se pegan en un 6. ¿Cuál fue la primera película que viste?


mural. 7. ¿Quién fue tu primer amigo?
3. Se completan, cada participante libre- 8. ¿A quién le escribiste tu primera carta?
mente.
4. Se les pide que le coloquen una emoción. Observar la realidad
5. Se agrupan según las emociones. Procedimiento:
6. Se construye un cuento grupal. 1. Hacer una lista de las acciones que
7. Se da un título al mural que esté consen- observes en las personas que te rodeen
suado por todos. durante quince o treinta minutos en un
determinado espacio.
Material. Espacio que permita la disposición 2. Numerar las acciones en un orden que no
circular, solo con sillas; periódicos y revistas se corresponda con la lógica que podría
diversos, tijeras, bolígrafos, folios, rotulado- conectarlas.
res, pegamento, papel continuo. 3. Hacer un relato como consecuencia de
esa serie de acciones.
Taller de escritura
Definición. Grupo de actividades en las que Siguiendo una idea
se utilizará de forma grupal y terapéutica la Procedimiento. Escribir un texto a partir
escritura. de una frase, por ejemplo: «Las manos nos
hablan de aquello que tocaron».
Objetivos:
1. Desarrollar una forma de expresión de Aprovechar material
sentimientos.
2. Desarrollar una forma de ordenar ideas o Procedimiento:
pensamientos poco claros. 1. Tomar elementos de textos escritos y
3. Desarrollar la fantasía y la imaginación. combinarlos para hacer un nuevo texto
4. Desarrollar una forma de comunicación. que tenga sentido.
2. Se pueden tomar frases o fragmentos más
Se da la consigna general de que preparen largos.
papel y bolígrafo y se continúa con alguna 3. Puede ser interesante como trabajo de pe-
de las siguientes propuestas: queños grupos, aportando cada miembro
una parte y como grupo darle un sentido.
Una forma de comenzar
Procedimiento: Hacer un cuento
1. Contestar a esta pregunta puede ser un Procedimiento. Un cuento requiere:
incentivo para empezar a escribir.
1. Principio: ¿quién es el protagonista?,
2. Hacer una puesta en común de los moti-
¿dónde ocurre la acción?, ¿cuándo ocu-
vos que expone cada uno.
rre?, ¿qué ocurre?, ¿por qué ocurre?
2. Medio: obstáculos que recorre en el
Otra variante. El comienzo puede ser difícil;
camino el protagonista para resolver su
para facilitarlo, la historia puede ir alrededor
problema; dilaciones en el progreso del
de este cuestionario:
cuento; peligros que acechan al prota-
1. ¿Qué es lo primero que recuerdas en tu gonista, luchas físicas o psíquicas que
vida? tendrán que terminar de algún modo,
2. ¿Cómo era la primera casa en la que compás de espera sin que el personaje
viviste? (ni el lector) adivinen lo que vendrá;
3. ¿Adónde fuiste la primera vez que te interrupción, por la entrada de alguien
alejaste de tu casa? en la escena, de lo que el personaje es-
4. ¿Qué es lo primero que dibujaste? taba a punto de revelar; digresiones que
5. ¿Cuál fue la primera narración que te desvían el curso central de la historia;
contaron? indecisiones en el ánimo conflictivo

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Capítulo | 17 Sensibilización de técnicas grupales 299

del personaje; comentarios con los que extensión. En estos límites está la
el narrador detiene la acción por filo- fuerza del cuento.
sofar demasiado sobre ella; inacción c. El personaje en la novela puede ser el
del personaje por abulia, inocencia o elemento fundamental y su presenta-
impotencia. ción puede ser tanto o más importante
3. Desenlace: que la acción, según de lo que trate la
a. Terminantes: el problema planteado novela. En el cuento está supeditado
queda resuelto, sin dudas, sin cabos a la trama y al acontecer.
sueltos.
b. Problemáticos: el problema sigue sin Escoger una letra
resolverse. Procedimiento. Tomar un texto y entresacar
c. Dilemáticos: el problema ofrece dos palabras que no contengan una determinada le-
soluciones: el lector es libre para tra, por ejemplo, la «a» o la «i». Escribir un texto
elegir la que se le antoje pero no que no contenga palabras con esa misma letra.
puede estar seguro de que esa sea la
verdadera. Usando la ironía
d. Promisorios: se sugieren, sin especi-
Procedimiento. Hablar de un objeto sin
ficarlas, posibles aperturas: «Quizá,
nombrarlo, empleando un tono irónico.
en el futuro…».
e. Invertidos: el protagonista, al final, Presente, pasado y futuro
toma una actitud opuesta a la inicial.
Procedimiento. Tomar como referencia una
f. Sorpresivos: con un truco, el narra-
fotografía o un cuadro y pedir una historia
dor engaña al lector y en las últimas
donde se hable del pasado, el presente y el
líneas lo desengaña con una salida
futuro de esos personajes.
inesperada.
Puede ser útil el siguiente esquema: Ganando vocabulario
Procedimiento:
• Inicio: ¿quién es?, ¿cómo es?, ¿dónde? 1. Todo el grupo hace una lista de verbos
• Desarrollo: ¿qué hace?, ¿qué?, ¿cuándo? (con un sentido determinado, por ejem-
• Desenlace: ¿qué le hace?, ¿a quién? plo, que expresen emociones fuertes),
Se pueden realizar diversas combinaciones: adjetivos, adverbios, etc.
2. Hacer frases combinando esas palabras.
• Inicio: ¿dónde?, ¿cuándo? 3. Hacer historias con esas frases.
• Desarrollo: ¿quién?, ¿qué hace?, ¿a
quién?, ¿cómo es? Deshacer un texto
• Desenlace: ¿qué le hace?, ¿qué? Procedimiento:
Diferencias entre cuento y novela 1. Elegimos un texto cualquiera y lo des-
componemos en palabras sueltas. Pedi-
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

1. Las descripciones en una novela pueden


mos al grupo que lo ordene.
ocupar muchas páginas, en un cuento son
2. Al final, comparamos el orden original
parte del argumento y ocupan la exten-
con el orden que ellos le dieron.
sión mínima imprescindible.
a. El diálogo en la novela nos da a
Material. Espacio que permita la disposición
conocer a los personajes, a veces
circular, solo con sillas, bolígrafos, folios,
totalmente. En el cuento el diálo-
rotuladores, papel continuo.
go está subordinado a la trama del
acontecimiento principal y no es un
Taller de lectura
mecanismo independiente.
b. El tratamiento de tiempo en la no- Definición
vela puede ser extenso. En el cuento Grupo de actividades grupales en las que se
está determinado por su reducida utiliza la lectura como técnica terapéutica.

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300 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

Objetivos forma consciente o no, energías, a fin de res-


1. Desarrollar la habilidad de la lectura. tablecer un cierto equilibrio u homeostasis.
2. Desarrollar la comprensión del mundo Los medios elegidos están relacionados con
que rodea a la persona. cada persona, con sus características bio­
3. Desarrollar una forma de ocio. psicosociales, sus experiencias pasadas y el
4. Desarrollar el vocabulario. contexto ambiental tal como ella lo percibe.
5. Desarrollar la habilidad social de hablar
en público. Concepto de salud
Siguiendo una corriente holístico-humanista,
Procedimiento Capra (1983) menciona que: «[…] Para estar
1. Se seleccionan textos: cuentos, relatos sano, un organismo debe preservar su auto-
breves, artículos de opinión, etc., y se nomía individual y de manera simultánea
entrega una copia a cada participante. ser capaz de integrarse de manera armónica
2. Se explican unas nociones breves de cómo en sistemas más vastos. Esta capacidad de
se lee en público: entonación, pausas, etc. integración está estrechamente ligada a la
3. Cada participante lee un párrafo. Se pre- flexibilidad del organismo y al concepto de
gunta si todos comprendieron lo leído. Si equilibrio dinámico».
hay alguna palabra dudosa se mira en el La persona sana será la que posee una
diccionario. buena capacidad de adaptación y sabe lo
4. Se discuten las posibles dificultades. que es bueno para ella, y además posee una
5. Se hace un comentario final de lo leído. identidad que le permite entrar en relación
con su entorno y con otras personas.
Material
Concepto de enfermedad
Espacio que permita la disposición circular,
solo con sillas, textos de lectura, diccionarios. Desde la misma visión holística, Capra
(1983) define la enfermedad como: «[…] El
Taller acerca de las necesidades resultado de una incapacidad para evaluar e
integrar una experiencia».
Introducción Los síntomas de una alteración mental
Varios autores coinciden en que las necesi- reflejan las tentativas del organismo para cu-
dades, ya sean innatas o adquiridas, son el rarse y esperar un nuevo nivel de integración.
origen de muchos comportamientos de los El proceso que constituye un síntoma
seres humanos. no debe ser suprimido; sería preciso, por el
Muchos de los actos que realizamos, a contrario, permitirle que se intensificara en
excepción de los que son de origen reflejo, una determinada atmósfera y en una intros-
tienen su origen y su sentido en la búsqueda pección continua conduciendo hacia su plena
de satisfacción de estas necesidades. La satis- realización y su integración consciente, com-
facción o la insatisfacción de estas necesi- pletando así el proceso de curación.
dades es fuente de placer o displacer para Larouche (1985): «[…] La enfermedad
la persona. no es, hablando con propiedad, una infección
Un buen autoconocimiento presupone o una deficiencia de un órgano. Es el orga-
el conocimiento de la forma particular que nismo entero el que está desequilibrado y
adoptan la expresión y la satisfacción de sus debilitado. El proceso de curación implica un
propias necesidades. Cada persona posee un replanteamiento de sí mismo, de sus valores,
determinado proceso de evaluación orgánico de sus comportamientos, de sus relaciones
compuesto de indicadores personales más o con los otros, de su manera de vivir. Cuanto
menos conscientes que informan del grado más grave sea la enfermedad, más profundo y
de satisfacción de sus necesidades. radical deberá ser el cuestionamiento. Consi-
Si las necesidades son sentidas como in- derado desde esta perspectiva, la enfermedad
satisfechas, el individuo vive un sentimiento es una ocasión para interrogarse sobre el sen-
desagradable que le incita a movilizar, de tido y la orientación de la vida».

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Capítulo | 17 Sensibilización de técnicas grupales 301

La actitud del profesional de la salud, en constantemente del grado de satisfac-


lugar de querer continuamente atenuar los ción de sus necesidades. Como dice
signos y los síntomas manifestados por la Lewin (1959):
persona que pide ayuda, los acoge sin emitir
juicios, con empatía, autenticidad y respeto. «El comportamiento de una persona en un
El papel activo consistirá en orientar la aten- momento dado está en función de la per-
ción de la persona en uno o varios aspectos cepción que esta persona tiene de ella mis-
de su experiencia con el fin de ayudarla a ma y de su medio, en ese mismo instante.»
reconocerlos para reactivar sus procesos
psicológicos internos hacia la realización de 6. Las necesidades, innatas o adquiridas,
su potencial. son el origen de muchos comportamien-
1. En el momento de la intervención es tos humanos.
necesario reconocer que el ser humano 7. La satisfacción o insatisfacción de estas
posee características biológicas, cogni- necesidades es fuente de placer o dis-
tivas, afectivas, sociales y espirituales placer para la persona.
que expresa su experiencia a través de 8. Un buen autoconocimiento presupone el
diversos procesos estrechamente ligados conocimiento de la forma particular que
y en continuo funcionamiento, de lo cual adoptan la expresión y la satisfacción de
la persona es más o menos consciente. las propias necesidades.
2. Estos componentes son a la vez fuente 9. Cada uno posee un proceso de evalua-
de información y el objeto particular de ción orgánico compuesto de indicadores
intervención. personales más o menos conscientes
3. Se manifiestan en forma de procesos, que informan del grado de satisfacción
como los ligados a: de sus necesidades.
a. La percepción de los hechos. 10. Si las necesidades son sentidas como
b. Su comprensión e interpretación o insatisfechas, la persona vive un sen-
significado. timiento desagradable que le incita a
c. Las experiencias con las que se movilizar —conscientemente o no—
relacionan. energías, a fin de restablecer una cierta
d. Los comportamientos verbales y no homeostasis.
verbales que acompañan este movi- 11. Los medios elegidos están relacionados
miento interno y que lo originan. con la persona, es decir, sus caracterís-
4. Mientras los procesos anteriores se ticas biopsicosociales y espirituales,
desarrollan en la persona, esta elige de sus experiencias pasadas y el contexto
forma consciente o inconsciente com- ambiental tal como ella lo percibe.
portamientos que favorecen su adapta- 12. El origen de la insatisfacción se puede
ción o su actualización: explicar por muchas razones, entre ellas:
a. Mal reconocimiento de la necesidad.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

b. Un sentimiento de incompetencia
(justificado o no) para encontrar me-
«La adaptación consiste en elegir un com- dios de satisfacción a esta necesidad.
portamiento que corresponda a las normas
c. Condiciones ambientales deficientes
del medio; comportamiento que será con-
siderado como adecuado en el marco de u obstaculizantes de la satisfacción
una subcultura. La actualización consiste de la necesidad frustrada.
en elegir el comportamiento que se ajuste 13. En la búsqueda de la satisfacción de las
mejor a las exigencias de cada persona, el necesidades, la persona vive tensiones
que resulte de una elección personal» (St. que se expresan en forma de frustracio-
Arnaud). nes, conflictos o amenazas más o menos
importantes que tienen repercusión so-
5. Para tomar conciencia de sí misma la bre toda la persona, y que son vividos
persona posee un sistema que le informa de forma diferente según:

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302 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

a. La percepción que la persona tiene manifestarse con la presencia de desa-


de sus factores estresantes. rreglos psicosomáticos, con una exa-
b. El sentido que les concede. cerbación de su estado emotivo o con
c. La competencia real que ella se re- perturbaciones de su funcionamiento
conoce para interaccionar con ellos. perceptual, intelectual o espiritual. En
14. El estrés puede aumentar y adoptar la situaciones extremas como la psicosis,
forma de lo que se denomina ansiedad. la persona llega incluso a no reconocer
15. Cuando una persona tiene necesidad estos signos de alarma, hasta el punto de
de ayuda, estos procesos han dejado de perder casi totalmente contacto con ella
funcionar de forma armoniosa. No lle- misma y de convertirse en un extraño a
ga a hacer elecciones satisfactorias. En sus propios ojos.
otros términos, la persona es susceptible 2. En las que no llegan a interaccionar de
de presentar necesidad de ayuda cuando forma satisfactoria con su medio físico o
emergen unas u otras lagunas: humano a fin de responder a sus necesi-
a. La persona «no tiene datos (internos dades respetando las exigencias de este
o externos)» que vengan de sus senti- medio. Confrontadas a este viven ten-
dos o «no presta atención a sus datos» siones, ansiedad, y se sienten incapaces
o incluso rehúsa tenerlos en cuenta. de obtener los recursos necesarios para
b. «Interpreta mal estos datos» por satisfacer sus necesidades.
falta de conocimientos, de juicio,
Orden de emergencia de las necesidades
o los confunde con experiencias
según Abraham Maslow:
anteriores.
c. «Está paralizada por sentimien- 1. Necesidades fisiológicas: el sueño, la
tos» como el miedo, la ansiedad, sed, el hambre, sentir, ser acariciado,
la culpabilidad, la agresividad, la etc.
vergüenza, etc. 2. Necesidad de seguridad: estabilidad,
d. «Es incapaz de sacar de todo eso dependencia, protección, ausencia de
una intención clara», una necesidad miedo, ausencia de ansiedad y caos, es-
y «hacer una elección». tructura, orden, leyes, etc.
e. Es incapaz de reconocer la informa- 3. Necesidad de amor y pertenencia: necesi-
ción que le transmite su cuerpo. dad de afecto y de pertenecer a un grupo
f. Se siente incompetente para tratar determinado.
esta situación. 4. Necesidad de estima: necesidad de la
consideración de sus semejantes, de res-
En tales condiciones, si la persona no recibe peto y autoestima.
la ayuda necesaria volverá a encontrarse en 5. Necesidad de actualización: el individuo
estado de crisis o abusará de ciertos mecanis- tendrá la posibilidad de llegar a ser lo que
mos de defensa buscando negar o falsear la él es intrínsecamente, lo que le diferencia
realidad. Podrá desarrollar comportamientos de otra persona. Las principales caracte-
neuróticos negando algunos datos internos o rísticas son:
incluso comportamientos psicóticos negan- a. Muy buena percepción de la realidad.
do o procurando falsear las realidades de su b. Progresión hacia la autoaceptación.
entorno. Aceptación de los otros y de la natu-
La necesidad de ayuda está particular- raleza.
mente presente en dos tipos de circunstan- c. Progresión en la espontaneidad.
cias: d. Progresos relativos al problema de
1. En personas en las que su integración en fondo.
el medio es tal que casi llegan a negar e. Independencia y deseo de vida per-
su propia individualidad. Su organis- sonal.
mo busca llamarlos al orden con toda f. Autonomía creciente y resistencia a
clase de signos y síntomas, y esto puede la masificación.

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Capítulo | 17 Sensibilización de técnicas grupales 303

g. Originalidad de juicio y riqueza de 2. Después de indicar el grado de satisfac-


vida emotiva. ción y la importancia que le concedes,
h. Identificación con la humanidad. divide la primera cifra por la segunda.
i. Mejora de las relaciones interperso- Obtendrás así tu nivel de respuesta real
nales. para cada ejemplo:
j. Facilidad en la aceptación de los a. Grado de satisfacción de la nece­
otros. sidad.
k. Crecimiento de la creatividad. b. Nivel de respuesta de esta necesidad.
c. Grado de importancia real de la ne-
Definición cesidad.
3. Escribir el resultado obtenido en el lugar
Conjunto de actividades grupales en las que correspondiente en la columna «Respues-
se abordará el concepto de necesidades. ta real».

Objetivos
Interpretación de los resultados. En cada
1. Conocimiento del grado de satisfacción ejemplo de necesidad, el «nivel de respuesta
de necesidades de cada individuo. real» puede situarse entre 0 y 5.
2. Conocimiento de los obstáculos o im- En una situación óptima de libre elec-
pedimentos que interfieren en la satis- ción, debería haber un equilibrio entre el
facción de la necesidad. valor que la persona concede a una necesidad
3. Análisis de la importancia que se le con- y la energía y el tiempo que esta dedica a
cede a cada necesidad. satisfacerla.
4. Análisis del grado de implicación que
cada individuo está dispuesto a desa- 1. Cuanto mayor es la diferencia entre un
rrollar en el futuro para satisfacer sus resultado inferior a uno (1) respecto a la
necesidades. satisfacción real (grado de satisfacción)
frente a la satisfacción deseada (grado de
importancia), mayor es la posibilidad
Procedimiento de vivir la frustración. Esta última puede
1. Se da la siguiente consigna: traducirse en sentimientos tales como la
a. Cada participante responderá al agresividad, la soledad, la tristeza, la de-
cuestionario que se adjunta en la presión, la vergüenza, la ansiedad, etc.
figura 17-4. En un caso extremo, habrá presencia de
b. Una vez que se ha respondido, se dan enfermedad. En cada ejemplo de nece-
las instrucciones para su corrección, sidad donde la distancia sea negativa
según se detalla. puedes intentar responder a las siguientes
preguntas:
Modo de utilización de la guía m. ¿De qué forma me impido yo satis-
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

de necesidades facer esta necesidad?


n. ¿De dónde procede la importancia
Contiene 42 necesidades, que pueden ser
que yo concedo a esta necesidad?
ampliadas.
o. ¿Estoy de acuerdo en darle este grado
1. Haciendo referencia a los últimos 30 días, de importancia?
indicar con una X en el lugar apropiado p. ¿Qué quiero hacer para responder a
(0 = ausencia de satisfacción, 5 = gran esta necesidad?
satisfacción): q. ¿En qué forma pueden ayudarme
a. El grado de satisfacción de cada ne- ciertas personas a satisfacer esta
cesidad descrita. necesidad?
b. El grado de importancia (valor, creen- 2. Cuanto más marcada es la diferencia por
cia, principio) que concedes a cada un resultado superior a uno (1) entre la
necesidad descrita. satisfacción real (grado de satisfacción) y

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304 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

FIGURA 17-4  La respuesta real a mis necesidades.

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Capítulo | 17 Sensibilización de técnicas grupales 305
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FIGURA 17-4 (cont.)

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306 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

FIGURA 17-4 (cont.)

la satisfacción deseada (grado de impor- distancia positiva esté presente, puedes


tancia), mayor es la posibilidad de sen- intentar responder a las siguientes pre-
tirse ahogado, invadido, aturdido, sofo- guntas:
cado, con pérdida de control, disperso y a. ¿Con qué fin empleo mis energías
dependiente. En condiciones extremas, la «sobresatisfaciendo» esta necesidad?
persona presentará signos de enfermedad. b. ¿He identificado bien mi necesidad?
En cada ejemplo de necesidad donde la c. ¿Cuáles son mis necesidades reales?

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Capítulo | 17 Sensibilización de técnicas grupales 307

d. ¿Respondiendo o complaciendo a qué experiencia consciente, pueden causar gran-


y a quién estoy satisfaciendo así esta des perturbaciones.
necesidad? Aunque es evidente, muchas personas no
e. ¿De qué forma me estoy impidiendo se dan cuenta de que las emociones tienen
ocupar mi sitio? lugar en el cuerpo. Al dirigir nuestra aten-
ción hacia el lugar físico en el que trans-
Cada uno, a partir de los resultados obte- curren podemos descubrir información muy
nidos, podrá añadir sus propias preguntas útil para regular su flujo y para comprender
para encontrar una respuesta que satis- las circunstancias de las que la emoción nos
faga sus necesidades de la forma más es- avisa.
pecífica. En un principio, todas las emociones sur-
1. Se pide a los participantes que en un gen de una sensación en el cuerpo la cual, de
folio con distintos colores plasmen có- por sí, no tiene ningún significado. Con gran
mo representarían cada una de las cinco rapidez, a menudo antes de darnos cuenta
áreas. de ella, esta sensación se pone en contexto
2. Se observa y se comenta el tamaño que dentro del arsenal de registros de sensaciones
ocupa y el color de cada una de las áreas. parecidas al alcance de nuestro organismo
3. Se objetivan las posibles diferencias de y, en su inmensa mayoría, desencadena una
los resultados obtenidos en la escala y lo reacción automática conforme a un patrón
plasmado en el dibujo. establecido. El patrón más básico lo com-
4. Todos los folios se colocan en un gran partimos con todos los seres vivos: queremos
mural, donde quedan reflejadas todas las acercarnos a lo que nos gusta y alejarnos de
necesidades del grupo. lo que nos desagrada.
5. Se solicita que pongan un título a todo el
Definición
mural.
Conjunto de actividades en las que se ex-
Variante plorarán las emociones propias y ajenas de
Si el coordinador del grupo posee conoci- forma grupal.
mientos psicodramáticos, en vez del dibujo se Objetivos
puede realizar una imagen con telas (objeto
intermediario). 1. Fomentar el interés por el conocimiento
de las emociones.
Material 2. Desarrollar habilidades para identificar
las distintas emociones.
Espacio que permita la disposición circular,
3. Aumentar la capacidad de autocontrol
solo con sillas, escala de necesidades, bo-
para afrontar distintas situaciones emo-
lígrafos, folios dobles, ceras o pinturas de
cionalmente comprometidas.
dedos, pegamento.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Procedimiento
Acercándome a las emociones propias
y ajenas 1. Identificación de las emociones básicas,
comunes a todas las personas, indepen-
Introducción dientemente de su edad, sexo, lugar de
Las emociones son procesos químicos y procedencia: ira, miedo, alegría, tristeza
energéticos que ofrecen información sobre y asco.
nuestros deseos, necesidades y su grado de a. Grupalmente, cada participante es-
satisfacción, acerca de nuestras preferencias coge una de las cinco emociones
e inclinaciones, así como relativas a antece- básicas reconocida en un hecho: ya
dentes de nuestra historia personal y familiar. sea un anuncio, una noticia de un
Si sabemos relacionarnos con ellas, todas periódico, o una foto de una revista
las emociones pueden ayudarnos a crear y la presenta al grupo señalando sus
una vida gozosa; si las apartamos de nuestra características.

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308 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

b. Señalamiento del tono afectivo de afecto y protección mutua que condiciona a


las emociones: cuatro son llamadas las personas que lo integran de acuerdo con
negativas y solo una positiva. los vínculos que en el mismo se generan.
c. Identificación de los distintos aspec- Tiene la capacidad de integrar muchas
tos positivos/negativos de cada una de funciones en una única fórmula de convi-
ellas como motores de energía para vencia.
enfrentarnos a distintos obstáculos. Entre las diversas funciones, podemos
2. Aprender a leer emociones en los demás. destacar:
Es oportuno leer detenidamente los ros-
tros, el tono de voz o los movimientos de • Afectividad.
diferentes personas en diferentes situa- • Socialización de los miembros.
ciones: • Reproducción, incorporación y liberación
de sus miembros.
a. Se elige un fragmento de una película
que se visualizará grupalmente. • Distribución de recursos.
b. Se solicita que se identifiquen en los • División del trabajo.
personajes los signos de las distintas • Educación de hijos.
emociones. • Integración en el núcleo social…
c. Se discutirán las observaciones de En Europa Occidental y en Estados Unidos,
cada miembro del grupo. las pautas de familias nucleares estuvieron
3. Aprender a reconocer indicios externos e profundamente influidas por el desarrollo
internos en cada uno: respiración, pulso, de la industrialización, la expansión de las
palidez, rubor, molestias gástricas, seque- ciudades grandes y pequeñas y el empleo
dad de boca: en organizaciones externas a la influencia
a. Cada participante se autoobserva familiar. La consolidación de la familia nu-
su respiración, su frecuencia car­ clear ha empezado a resquebrajarse. Si bien
d­­ía­ca, se frota la piel y se observa los el agrupamiento familiar no ha desaparecido
poros. en tanto que es unidad de consumo, es lugar
b. Recuerda situaciones vividas en que de vida en común y como sistema de repro-
alguna situación emocional le des- ducción. En sus aspectos demográficos, lega-
bordó. les e interpersonales se ha transformado de
c. Se comparten grupalmente las expe- manera importante durante este siglo. Entre
riencias. estas transformaciones, podríamos distin-
4. Cada miembro del grupo aportará desde guir: reducción del tamaño y del número de
su experiencia algunas técnicas que fue- componentes, edad media en que se produce
ron útiles como elemento de autocontrol el matrimonio o se consolida la pareja, el
en alguna situación vivida. descenso de la natalidad, el crecimiento de
a. Grupalmente, se realizará un listado las familias monoparentales (constituidos
que relacione habilidad-situación o por uno de los progenitores y sus hijos que
emoción que se quiere neutralizar. proceden en su mayoría de una separación o
b. Desde la coordinación se puede un divorcio, aunque también por la muerte
aportar alguna técnica específica de de uno de los cónyuges, o por la decisión de
relajación o de distracción. una persona de constituir una familia fuera
de los cánones tradicionales) y aumento del
Taller: «¿Cómo siento mi entorno número de divorcios.
familiar?» Paralelamente, aparece un alto porcentaje
de parejas que no desean casarse nunca y
Introducción también el número de hogares habitados por
El entorno familiar podemos definirlo como una sola persona: el fenómeno más llamativo
aquel grupo de personas que conviven entre de las últimas décadas.
sí. Su vínculo puede ser biológico o adop- Además de la estructura familiar hay que
tivo, creando entre ellos una comunidad de añadir los cambios en cuanto a las relaciones

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Capítulo | 17 Sensibilización de técnicas grupales 309

entre sus miembros, como son la igual- • Poder: compartidos por la pareja, los
dad entre el hombre y la mujer en la pareja, niños son consultados, posibilidad de
la incorporación masiva de la mujer al mundo negociación, estructura flexible, claridad
laboral, la extensión de la tolerancia ante los en la jerarquía.
comportamientos hasta ahora no admitidos • Comunicación: clara, directa, espon-
o censurados, etc. tánea, asertiva, con humor, receptiva a
En España, el cambio experimentado nuevas ideas.
por la familia durante las últimas décadas,
ha sido vertiginoso, podríamos decir que a La reacción de la familia ante la enfermedad
partir de 1975 la legislación familiar deja de uno de sus miembros puede ser, principal-
de estar bajo el control de la Iglesia. Con mente, de dos tipos:
la transición a la democracia se ha pasado • La tendencia centrípeta: se expresa
del modelo tradicional de familia único por una gran cohesión alrededor de la
con respaldo legal e impuesto, incluso, con persona afectada, el cual es el centro
la amenaza de sanciones penales si algún de interacciones y atenciones, las com-
miembro, sobre todo la mujer, no lo acata- plicaciones o recaídas son acompañadas
ba, a un pluralismo de distintas formas de de sobresaltos.
convivencia familiar. Desde julio de 2005 • La tendencia centrífuga: esta se iden-
es posible legalmente el matrimonio entre tifica con la presencia de conductas
personas del mismo sexo. evitativas con respecto a la enfermedad.
Los problemas de salud, sobre todo de
Una orientación familiar en salud implica
salud mental, desde el modelo tradicional se
no desligar el problema de salud del con-
han enfocado siempre desde el punto de vista
texto familiar. No siempre es necesaria la
del individuo que sufre o tiene el problema
convocatoria de la familia. La participación
centrándose en él, por lo que se orientan a lo
voluntaria y planificada de la familia en los
intrapsíquico. En cambio, nuevos modelos
cuidados puede significar, para el equipo de
de atención sanitaria conciben los problemas
salud, tener un aliado potencial en el trata-
en el contexto específico en el que se sus-
miento; además de contemplar las posibles
citan, ya sean en el sistema familiar, escolar o
dificultades que la persona puede tener para
social. Se basan en el modelo biopsicosocial
superar los obstáculos del propio ciclo vital
de salud y no en el modelo biomédico: ver
por el que está pasando.
la enfermedad dentro de un marco más am-
Cuando la familia es capaz de cuestio-
plio de múltiples sistemas que interactúan
narse y pone en duda ciertos aspectos pro-
(biológico, individual, familiar, comunitario).
pios o actitudes equivocadas, la evolución
Considerar al individuo con problemas en
del proceso tendrá mejores resultados y será
su contexto familiar es plantear que el núcleo
más rápida.
familiar es fuente principal de creencias y
Si todo cambio se le exige a la persona
pautas de comportamientos relacionados con
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

con problemas, puede ser que esta se sienta


la salud. Tensiones evolutivas pueden mani-
incapaz de hacerse responsable de toda la
festarse como síntomas. Síntomas pueden
carga que eso supone, o se estabilice en
cumplir funciones adaptativas.
la desconexión con la realidad o bien se
Se puede admitir que un núcleo familiar,
desespere por el esfuerzo. La persona con
«sano», en relación con una serie de aspectos,
problemas, la familia y el equipo de salud
posee las siguientes características:
deberían ser corresponsables de la asisten-
• Afecto: calidez, humor, aceptación de cia de salud (perspectiva triangular) y, por
sentimientos negativos, igualdad del lo tanto, del éxito o el fracaso del proceso
valor de los progenitores, respeto mutuo. terapéutico.
• Límites: claros y franqueables, identidad En cualquier tipo de actividad terapéutica
clara (permite un alto grado de afinidad y es muy importante tener en cuenta la per-
cercanía). cepción que la persona implicada tiene de la

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310 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

situación; la utilización de distintas técnicas representarlos, incluyendo a uno que lo


aportará una información muy valiosa para represente también a él.
plantear el abordaje desde distintos puntos 5. Cada participante tendrá delante la repre-
de vista. sentación, con la figura de los animales,
Sería deseable que los objetivos de cual- de su núcleo familiar.
quier plan terapéutico fueran consecuencia 6. Todos los miembros del grupo obser-
de un consenso, teniendo en cuenta los si- van los distintos grupos familiares, así
guientes aspectos: puede suceder que aparezcan un grupo
de perros, un grupo de felinos, un gru­
• Favorecer que las personas diagnosticadas po de aves, o mezclados felinos con aves,
se mantengan en mejores condiciones de
u ovejas con leones, o caballos con pe-
normalización, integración y calidad
ces, etc.
de vida.
7. Se pregunta al grupo qué opinión les
• Posibilitar que puedan funcionar y de- merecen los distintos grupos, si hay algu­
senvolverse en la comunidad de forma
no que les llame la atención particular-
autónoma y en un entorno seguro.
mente.
• Potenciar su integración social en un 8. Si hay alguno que consideran peculiar,
medio no discriminatorio para él y su
se comenzará el análisis por ese, y si
familia.
no, por la persona que se ofrezca a co-
• Evitar procesos de estigmatización/mar- mentar su trabajo; la idea es que todos
ginación y/o institucionalización.
puedan comentar y compartir su grupo
Definición familiar.
9. En el análisis de cada grupo familiar,
Conjunto de actividades en las que, mediante primero los miembros del grupo le apor-
la utilización de objetos intermediarios, se tan sus observaciones, y a continuación
explora la percepción que una persona tiene el protagonista comenta el porqué de su
de su entorno familiar. elección y las características que conside-
ra que posee cada uno de esos animales,
Objetivos
si son concordantes o no con los miem-
1. Analizar la percepción que la persona bros de su núcleo familiar.
tiene de su entorno familiar.
2. Desarrollar la capacidad de observación Son frecuentes comentarios o señalamientos,
y análisis de las relaciones sociales. por parte del grupo, como: «¿Qué hace un
3. Fomentar la interacción grupal y social. cordero en medio de leones?», «O aprendes
a defenderte o te conviertes en un felino», o
Procedimiento bien: «En ese grupo sobra alguno, no pega
1. Se distribuye a las personas participantes en con el resto», «En ese grupo son todos ani-
un círculo; cada una escoge un lugar males domésticos, ¿qué hace ahí un buitre?»,
en el que se sienta cómoda. o «¿Cómo los lagartos pueden estar con los
2. En el centro del círculo se vuelcan figu- perros?», «¿Qué tiene que hacer un caballo
ras de distintos animales, de variedad y para poder convivir con una pantera?».
cantidad suficiente como para que cada 1. Las preguntas y las respuestas serán de-
uno pueda elegir las que necesite. vueltas al contexto grupal, y le servirán a
3. Se da la consigna de que cada partici- cada miembro para elaborar sus propias
pante observe los animales que hay en conclusiones.
el centro del círculo, que los coja y los 2. Una vez terminados los comentarios en
observe de cerca. relación con cada uno de los trabajos, se
4. Posteriormente, que piense en su núcleo les pregunta a los participantes cómo
familiar, en las personas que considera se han sentido realizando la actividad y
que son importantes para él, y busque un qué creen que han aprendido del grupo
animal de esos que hay en el círculo para y de sí mismos.

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Capítulo | 17 Sensibilización de técnicas grupales 311

Material Palacios Araus L. El corazón de los grupos. Zaragoza:


E. Rivendel Grupos y Organizaciones; 2007.
Espacio que permita la disposición de las Pratt JH. The principles of class treatment and their
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de figuras, generalmente de plástico, que re- Serv. 1992;6:401.
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realizar un proyecto. Barcelona: Masson; 1992.
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Aubry JM, St Arnaud J. Dinámica de grupos. Madrid: Xunta de Galicia. Conselleria de Sanidade. Conselleria de
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Canto Ortiz JM, Montilla Berbel V. Dinámica de grupos bocado en bocado… de xogo en xogo. Propostas didác-
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Editado por la AESM; 2000.
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Ed. Pirámide; 1998. BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA
FAD (Fundación de Ayuda contra la Drogadicción).
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grupales para la prevención. Madrid: FAD; 2002. tervención en patrones funcionales. Madrid: Editorial
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estrategias de intervención. Madrid: Editorial Médica (Creena). Habilidades de interacción y autonomía
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Goleman D. La práctica de la inteligencia emocional. mería. Barcelona: SG Editores; 1994.
Barcelona: Kairós; 1999. Cibanal L. La interrelación del profesional de enfermería
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Publicaciones ICCE; 1987. Avances de Enfermería (DAE); 2000.
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de autoayuda. Ponencia presentada en el III Con- estrategias de intervención. Madrid: Editorial Médica
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312 SECCIÓN | IV Comunicación grupal

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Quinto S. Grupos de apoyo en oncología. Revista Rol mericana; 2007.
de Enfermería 2002;25:184-90. Zabalegui Yarnoz A, Sánchez Castillo Pd, Sánchez Sán-
Sáez Cárdenas S, Marqués Molías F, Colell Brunet R. chez Quinto S. Grupos de apoyo en oncología. Revista
Educación para la salud. Lleida: Pagés Editores; 1995. Rol de Enfermería 2002;25:23-40.
Salleras Sanmartí L. Educación sanitaria. Madrid: Díaz
Santos; 1990.

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Autoevaluación

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A continuación proponemos 52 preguntas respuestas están justificadas al final de este
con cuatro respuestas posibles. De entre ellas, bloque de preguntas.
solo una es cierta, o es la más completa. Las

PREGUNTAS c. Si interpretamos, clarificar nuestra


interpretación con el emisor.
1. Qué aporta el constructivismo: d. b y c son verdaderas.
a. Toma conciencia de que cada persona
5. Observación y percepción son igu­
construye a su manera la realidad.
ales.
b. Afirma que la realidad existe con
independencia de toda influencia a. No, pues la percepción es más con­
humana. creta que la observación.
c. Es real lo que un número suficiente b. Sí, ambas son iguales.
de personas ha acordado definir como c. La observación es más concreta y la
real. percepción más global.
d. a y c son verdaderas. d. Todas son verdaderas.
2. ¿Hay diferencia entre comunicación y 6. Entre los obstáculos a la comunicación
comportamiento? tenemos:
a. Sí, hay diferencia, pues yo puedo a. La familiaridad y los aspectos socio­
comunicarme de una manera y com­ culturales.
portarme de otra. b. La dificultad de distinguir entre lo que
b. No hay diferencia, pues todo com­ observamos y lo que interpretamos.
portamiento es comunicación y toda c. Las ideas preconcebidas.
comunicación afecta al comporta­ d. Todas son verdaderas.
miento. 7. En la comunicación no verbal, lo im­
c. No hay diferencia pues entre emisor portante es:
y receptor hay un intercambio de in­ a. Saber interpretarla.
formación que va a definir la relación b. Observar y clarificar con el receptor
que les une. lo que hemos observado.
d. b y c son verdaderas. c. No interpretar, sino señalar, lo que
3. La mejor manera de no comunicar con observamos para que el receptor nos
quien no deseo es: diga lo que quiere decirnos con su
a. Darle la espalda. comunicación no verbal.
b. Ponerme a hacer otra cosa para así d. b y c son verdaderas.
mostrarle que no quiero intercambiar 8. En los silencios en la comunicación
con la otra persona. conviene:
c. No podemos no comunicar. a. Esperar a que el paciente hable.
d. Todas son falsas. b. Clarificar con el emisor qué nos quie­
4. En la comunicación lo más importante es: re decir con su silencio.
a. Saber interpretar el mensaje del emisor. c. Aprovechar el silencio para pregun­
b. Saber observar y clarificar con el tarle al paciente cómo se siente.
emisor nuestra observación. d. b y c son verdaderas.
© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 313

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314 Autoevaluación

9. Cuando se dan silencios en la comu­ 15. Un buen receptor (profesional) es el que:


nicación es porque: a. En todo momento se comporta de
a. No sabemos llevar bien la relación. forma auténtica con el paciente.
b. El paciente no confía en nosotros. b. Sabe disimular bien las situaciones
c. El paciente está pensando. difíciles ante el paciente.
d. Todas son verdaderas; por tanto, c. Sabe interpretar bien los mensajes
lo importante es que el profesional no verbales del paciente.
clarifique el silencio del paciente. d. Todas son falsas.
10. La comunicación no verbal es muy 16. El feedback es:
rica, por tanto: a. Reflejar literalmente al paciente lo
a. Hay que estar siempre atento a las que nos ha dicho.
señales que nos da el paciente. b. Reflejar al paciente lo que nosotros
b. Siempre tenemos que saber inter­ hemos captado de lo que nos ha dicho.
pretarlas. c. La interpretación que nosotros ha­
c. Con el fin de no interpretar de forma cemos sobre lo que nos ha dicho el
errónea, conviene clarificar con el paciente.
paciente lo que interpretamos sobre d. Todas son verdaderas.
su comunicación. 17. A propósito de la empatía:
d. Todas son verdaderas. a. Es una palabra que se inventó C.
11. Un buen emisor es el que expresa Rogers pero que hoy ya está pasada
claramente: de moda.
a. Lo que está viviendo, o contenido. b. Es uno de los pilares fundamentales
b. El que sabe ser fuerte y no expresar de la comunicación.
sentimientos. c. Lo importante que se debe tener en
c. El que no se corta al hablar. cuenta al hablar con el paciente es
d. Todas son falsas. la simpatía, no la empatía.
12. Un buen emisor es el que cuando se d. La empatía nos permite ser distantes
comunica con otro: y no implicarnos en la comunica­
a. Su comunicación es tan clara que ción.
no necesita interpretación. 18. La empatía es:
b. Comunica de forma clara y con­ a. La capacidad de saber mantener la
creta: un contenido, un sentimiento distancia del interlocutor.
y lo que espera del receptor. b. La capacidad de meterme en el
c. Comunica de forma concreta un mundo del paciente.
contenido, un sentimiento, una de­ c. La capacidad de ponerme en el lu­
manda y tiene en cuenta la manera gar del paciente y «vivir su mundo»
como lo hace o la relación. y luego salir de él.
d. Todas son verdaderas. d. La capacidad de mantenerme frío
13. Entre los errores más frecuentes que y distante ante los sentimientos del
observamos al comunicar, tenemos: paciente.
a. Las generalizaciones. 19. La empatía supone:
b. Las eliminaciones. a. Ver la realidad del paciente con sus
c. Las distorsiones. sentidos, sus aspectos sociocultura­
d. Todas son verdaderas. les, contextuales, estados emociona­
14. Un buen receptor es aquel que: les, etc.
a. Practica con frecuencia el feed- b. Implicarse en lo que vive el paciente
back. y no saber desimplicarse.
b. Sabe ser empático con las personas. c. Implicarse en lo que vive el paciente
c. a y b son verdaderas. solamente en el aquí y ahora de la
d. Sabe mantenerse frío ante los pro­ relación.
blemas. d. a y c son verdaderas.

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Autoevaluación 315

20. La aceptación incondicional es: 26. Los «Mensajes Yo» son los que se
a. Una de las actitudes básicas para deben dar cuando:
que haya una buena relación. a. El paciente tiene un comportamien­
b. Una actitud que se debe evitar en la to que a mí me resulta inadecuado.
relación, pues solamente nos pode­ b. Cuando el paciente tiene compor­
mos relacionar bien con los que nos tamientos que perturban mis inte­
son simpáticos. reses.
c. Poner condiciones a aceptar a algu­ c. Cuando el paciente se comporta de
nos pacientes. una manera que tiene consecuencias
d. No debemos aceptar de forma in­ negativas para mí.
condicional a los pacientes. d. Todas son verdaderas.
21. En la aceptación incondicional hacia 27. La fórmula que se debe tener en cuen­
el paciente debemos: ta para dar un buen «Mensaje Yo» es:
a. En todo momento saber interpretar a. «Cuando…» y describe el compor­
si es digno de ser aceptado o no. tamiento inadecuado sin juzgarle.
b. Aceptar que el paciente pueda estar b. «Me siento…» y describe el senti­
agresivo, ansioso, preocupado, etc. miento que tiene.
c. Aceptar a la persona como es, no c. «Porque…» y describe las conse­
como me gustaría que fuera. cuencias que tiene para su vida el
d. b y c son verdaderas. comportamiento del otro.
22. La autenticidad es: d. Tiene en cuenta todas las anteriores
a. Una de las actitudes básicas de una y, además, le pide ayuda sin impo­
buena relación, según Watzlawick. nerle el cambio.
b. Ser congruente entre lo que pienso, 28. Cuando ambos tenemos un problema,
siento, digo y hago. la forma más adecuada de comunica­
c. Ser brutalmente sincero. ción es:
d. No cortarme en decir y responder lo a. El profesional debe imponer su
que me parece al paciente. criterio, pues es el que sabe.
23. Un buen profesional es el que: b. Para que no se enfade el paciente,
a. Sabe dirigir y mandar, y no permite tratar de no contradecirle.
que los pacientes sean los que opinen. c. Practicar el consenso utilizando la
b. Sabe aconsejar al paciente sobre lo empatía y la escucha activa.
que tiene o no que hacer. d. Todas son verdaderas.
c. Es el que continuamente le dice al 29. Entre las consecuencias positivas que
paciente lo que tiene o no que hacer. tiene el método «yo gano y tú pierdes»
d. Todas son falsas. tenemos:
24. Entre los obstáculos que debe evitar a. Que se termina pronto la discusión,
un profesional tenemos: pues yo sé qué es lo que más le con­
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

a. Tranquilizar, consolar. viene al otro.


b. Insultar, ridiculizar, avergonzar. b. Permite que el paciente sea sumiso
c. Investigar, interrogar, comparar. y no vaya imponiendo su decisión
d. Todas son verdaderas. al profesional.
25. Un «Mensaje Yo» es el que: c. Permite que sea rebelde contra la
a. Sabe comunicar con el paciente sin autoridad.
herirlo. d. Todas son negativas.
b. Sabe personalizar la situación y refle­ 30. El método «tú ganas y yo pierdo» es:
jársela al paciente sin culpabilizarlo. a. El mejor método dentro de este
c. Es aquel que en todo momento trata mundo, donde lo que importa es la
de evitar los obstáculos a la comu­ competitividad.
nicación. b. Es un método que permite que la
d. Todas son verdaderas. persona siempre gane.

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316 Autoevaluación

c. Es muy negativo, pues permite b. En la entrevista el centro de la rela­


la permisividad, la desconsidera­ ción es el profesional y en la relación
ción, la falta de cooperación y el de ayuda el centro de la relación es
egoísmo. el paciente.
d. Es el mejor método que se puede c. En la relación de ayuda el centro es
emplear para que no te «aplasten». el paciente.
31. El método del consenso consiste en: d. Todas son verdaderas.
a. Ser una alternativa a los métodos 36. La idea principal que subyace en la
ganar y perder. relación de ayuda es:
b. Permite el diálogo y no la imposición. a. Facilitar el crecimiento personal.
c. Permite respetar las necesidades y b. a y d son verdaderas.
los sentimientos de cada uno sin c. Que el profesional ayude al paciente.
imponer y practicando la escucha d. Ayudar al paciente a descubrir y
activa y la empatía. utilizar sus recursos ocultos.
d. Permite unas relaciones de igualdad. 37. La relación de ayuda es:
32. Cuando nos relacionamos con el pa­ a. Una conversación y discusión.
ciente debemos: b. Una entrevista.
a. Tomar conciencia de cómo me c. Una relación social.
siento yo aquí y ahora para entrar d. Todas son falsas.
en relación con el paciente. 38. En la relación de ayuda tenemos que
b. Ir sin tomar conciencia de mis conseguir:
sentimientos para que estos no me a. Que el paciente sea nuestro amigo.
condicionen. b. Tratar a toda costa de ser simpáticos
c. Aparentar que me siento bien, aun­ con los pacientes.
que no sea verdad. c. Tener una buena capacidad de em­
d. Todas son verdaderas. patía.
33. Al relacionarme con el paciente es d. Estar más preocupados de lo que le
importante: vamos a decir al paciente que de lo
a. Dejarme llevar por la simpatía o que este nos dice.
la antipatía que sienta hacia el pa­ 39. En la primera fase de la relación de
ciente. ayuda lo más importante es:
b. Tomar conciencia de cómo percibo a. La acogida.
al paciente, para que mi percepción b. Saber acoger al paciente, incluso
no me condicione en la relación. acoger sus sentimientos de ansie­
c. No tiene importancia cómo perciba dad, agresividad, etc.
al paciente, lo importante es que le c. Desde el primer momento poner
atienda. límites muy concretos al paciente.
d. Todas son verdaderas. d. Mantener distancia con el paciente.
34. Toda relación con el paciente debe: 40. Cuando el paciente llega agresivo a la
a. Improvisarse, para no ir con ideas consulta, lo mejor es:
preconcebidas. a. Manifestarle que nos preocupa su
b. Ir con unos objetivos concretos. agresividad, que nos diga a qué se
c. Ir con unos objetivos concretos pero debe y qué cree que le ayudaría a
dar prioridad a las necesidades del sentirse mejor.
paciente. b. Desde el primer momento mostrarle
d. Dejar que el paciente lleve la voz firmeza diciéndole, por ejemplo:
cantante. «No toleramos que llegues gritando
35. La relación de ayuda se diferencia de o de mal humor».
la entrevista en que: c. Decirle que lo atenderemos cuando
a. En la entrevista el centro de la rela­ se calme.
ción es el paciente. d. Todas son verdaderas.

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Autoevaluación 317

41. La segunda fase de la relación de ayu­ c. Hacerlo de forma muy superficial


da es: para que el paciente no se sienta
a. La clarificación y presentación del amenazado.
problema por parte del paciente. d. Todas son falsas.
b. Saber interpretar el problema que 46. La cuarta fase de la relación de ayuda
tiene el paciente. es la planificación. Durante esta fase
c. Mostrar empatía para confrontar al el profesional debe:
paciente. a. Ser concreto y específico en los
d. Saber hacer muchas preguntas para objetivos y las actividades.
saber cuál es el problema del pa­ b. Formular y poner de forma general
ciente. un proyecto para efectuar el cambio
42. Las principales actitudes que debe te­ en el paciente.
ner el profesional durante la segunda c. Cada una de las intervenciones de­
fase son: be programarse teniendo en cuenta
a. Actitud investigadora para saber lo las preguntas siguientes: quién lo
que le pasa al paciente. hará, cuándo, cómo, dónde, de qué
b. Actitud interpretativa, para saber manera, etc.
interpretar los gestos del paciente. d. Conformarse con saber que el
c. Actitud de empatía, aceptación, paciente le dice que va a tener en
autenticidad, calidez, observa­ cuenta los cambios propuestos.
ción, etc. 47. La quinta fase de la relación de ayuda
d. Todas son verdaderas. es la separación. Durante esta fase el
43. La tercera fase es la confrontación y profesional debe:
a. Tomar conciencia de sus emocio­
la reestructuración. Durante esta fase
nes, si realmente ha habido relación
el profesional debe:
de ayuda con el paciente.
a. Ayudar al paciente a introducir un
b. Tener en cuenta los sentimientos
cambio en su visión del problema.
que pueda manifestar el paciente
b. Confrontar al paciente a fin de ante la separación.
ayudarle a tomar una decisión en la c. Abordar directamente con el pa­
resolución de su problema. ciente qué sentimientos tiene ahora
c. Mostrar empatía en las dificultades que se termina la relación de ayuda.
que puede encontrar el paciente. d. Todas son verdaderas.
d. Todas son verdaderas. 48. Cuando ya se acerca el final de la re­
44. Entre las cualidades de una buena lación con el paciente, el profesional
confrontación tenemos: debe:
a. Realizarla después de haber es­ a. Preparar al paciente para el final de
tablecido un clima de empatía y la relación.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

confianza. b. No abordar la separación, para que


b. Se debe de proponer, nunca im­ el paciente no se ponga triste o trate
poner. de retener al profesional.
c. Debe partir de un deseo auténtico de c. Prepararse psicológicamente para el
ayudar al paciente, no de imponerle cese de la relación.
nuestra manera de proceder. d. a y c son verdaderas.
d. Todas son verdaderas. 49. Sobre la conducta de reunión:
45. Al confrontar al paciente debemos: a. Se convocará una reunión siempre
a. Saber «manipular» bien al paciente que sea necesaria, y esta debe pre­
para que haga lo que nosotros es­ pararse minuciosamente.
timamos mejor. b. La reunión solo la debe preparar el
b. Desconfiar cuando el paciente se que la convoca, pues él sabe qué es
muestra muy colaborador. lo mejor.

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318 Autoevaluación

c. No es importante que en una reunión 2. d) Generalmente no hay diferencia, ya


haya plan de acción, sino que los asis­ que toda comunicación es comporta­
tentes hayan podido hablar e inter­ miento y todo comportamiento se ma­
cambiar. nifiesta en la comunicación. Asimismo,
d. Todas son verdaderas. esto sirve tanto para el emisor como
50. Entre las dificultades que suele haber para el receptor.
en las reuniones tenemos: 3. c) Watzlawick en sus axiomas nos dice:
a. Que el que dirige la reunión no no podemos no comunicar. Hagamos lo
ponga límites cuando hablan los que hagamos siempre comunicamos;
participantes. en el caso de darle la espalda, ya le es­
b. No saber estructurar bien el tiempo. tamos diciendo que no queremos comu­
c. Practicar continuamente el feedback nicar con él.
y la empatía. 4. d) Una buena comunicación es aque­
d. a y b son verdaderas. lla en la que todo está tan claro que
51. En un grupo terapéutico, ¿cuál de los no hay nada que interpretar, y si se
siguientes factores no es terapéutico? interpreta se hace en voz alta para que
a. La aceptación mutua de los miem­ el emisor nos diga si se siente com­
bros. prendido o no.
b. La catarsis, que permite a los miem­ 5. c) La percepción es más global y menos
bros expresar sus ideas, sentimien­ precisa. La observación implica por una
tos, etc. parte, tomar conciencia de que estamos
c. La empatía, pues permite que todos observando, y por otra parte, que nos
los miembros se comprendan unos centramos de forma más concreta en
a otros. unos detalles y dejamos otros.
d. La interpretación que permite cono­ 6. d) Todas son verdaderas, pues, si no las
cer más al grupo. tenemos en cuenta, nuestra comunica­
52. Durante una reunión de grupo es con­ ción estará condicionada y, por tanto, ya
veniente: no estamos tan receptivos a lo que nos
a. No poner reglas, con el fin de que comunique el emisor.
los participantes no se sientan coac­ 7. d) Toda comunicación que se preste a
cionados. interpretación es mala comunicación.
b. Establecer de forma clara y concreta Lo más claro es observar y manifestar
las reglas, el tiempo y la forma de lo que observamos e interpretamos de
participar. esa observación, para que el paciente
c. Emplear el tiempo que cada partici­ nos diga si lo ve él así o no, pues
pante necesite. si nos quedamos con nuestra inter­
d. Dejar que cada participante in­ pretación nos podemos equivocar,
tervenga cuando lo crea conven­ pues no siempre interpretamos bien
iente. el comportamiento o la actitud del
otro.
8. d) Los silencios, como comunicación
RESPUESTAS COMENTADAS no verbal que se presta a interpretación,
conviene clarificarlos y la forma más sen­
A continuación se muestran las respuestas a cilla es decirle al emisor: «Veo que se ha
cada pregunta y una breve justificación. quedado en silencio, no sé lo que me
1. d) El constructivismo nos dice que cada quiere decir con este silencio». Y por
uno, condicionado por su historia, tien­ otra parte, dada la importancia del sen­
de a construir la realidad y, por tanto, timiento en la comunicación, pues nos
consideramos como real aquello que un manifiesta el peso y la gravedad que el
número suficiente de personas conside­ emisor da a lo que dice; de ahí que se
ra como tal. deba aprovechar el silencio para pregun­

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Autoevaluación 319

tarle cómo se siente ante lo que nos está comunicamos, también sería un buen
diciendo. feedback, no solo a lo que yo capto, sino
9. d) Como vemos, todas pueden ser ver­ también a lo que interpreto.
daderas, pero como no lo sabemos, es 17. b) La empatía es un pilar fundamental
conveniente clarificar con el paciente de la comunicación, ya que al «poner­
nuestras intuiciones o interpretaciones, nos en el lugar del otro», la persona se
así no nos equivocaremos. siente comprendida y se abre más a la
10. c) Ya hemos dicho que toda comunica­ comunicación y a la relación.
ción que se preste a interpretación es 18. c) Definimos la empatía, de una forma
mala comunicación y, por tanto, para no muy global, diciendo que es «la capacidad
interpretar, lo mejor es clarificar con el de ponerme en el lugar del otro para ver
paciente lo que observamos o la inter­ las cosas, sentirlas, etc., como él», pero
pretación que hacemos. sin quedarnos ahí «enganchados», pues
11. d) Todas son falsas, pues si bien la pri­ en ese caso simpatizamos y terminamos
mera es en parte verdad, no solo basta por sufrir y arrastrar los problemas con
con expresar los contenidos, hay que el paciente.
expresar lo que se siente ante lo que se 19. d) La empatía es una actitud muy com­
dice y lo que se espera del receptor al pleja, pues supone que renunciamos a
comunicarnos con él. nuestros filtros con los que captamos
12. c) Todas son verdaderas, si bien la más la realidad para verla, sentirla, vivirla,
completa es la c. Un buen emisor, con etc., como el paciente o interlocutor.
el fin de que el receptor no tenga que Asimismo, es una actitud que se vive en
interpretar o jugar a adivinar, tendrá la el aquí y el ahora de la situación que se
mejor comunicación cuando exprese: está viviendo, para no llevar consigo a
contenido, sentimiento, demanda y nuestra vida diaria los problemas o las
tenga en cuenta la forma de decirlo, es preocupaciones que vive el paciente.
decir, con delicadeza. 20. a) La aceptación incondicional es otro
13. d) Todas son verdaderas, ya que es fre­ de los pilares que pone C. Rogers como
cuente que al comunicarnos digamos: básicos de la relación, ya que esta per­
«Todos los hombres son iguales». O bien mite que aceptemos al paciente tal cual
que al describir algo, debido a la subjeti­ es, con su simpatía o antipatía, incluso
vidad de cada uno, sin querer omitamos con su agresividad, pues hay momentos
cosas, o bien que, dado que nuestra per­ en los que la persona vive situaciones de
cepción es muy subjetiva, que lleguemos ansiedad que le producen agresividad y
a ver lo que no hay o a exagerar, etc., que, si nos ponemos en su lugar, com­
con lo que estamos distorsionando la rea­ prendemos y, por tanto, aceptamos que
lidad. lleva razón en sentirse como se siente.
14. c) Feedback y empatía deben ser dos pi­ 21. d) Supone que acepto a la persona como
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

lares que no se deben olvidar y practicar es, no como me gustaría que fuera. Por
continuamente si queremos que nuestro tanto, acepto sus estados de ánimo, su
interlocutor se sienta comprendido y antipatía, si es alto o bajo, grueso o
escuchado. delgado, guapo(a) o feo(a), etc.
15. a) Otro de los pilares de una buena co­ 22. b) La autenticidad es otra de las actitu­
municación, además de la empatía, es la des básicas que pone C. Rogers como
autenticidad, o coherencia entre lo que fundamentales para la relación de ayu­
pienso, siento, digo y hago, tarea nada da. Consiste en ser coherente entre lo
fácil. que pienso, siento, digo y hago.
16. b) El feedback consiste en reflejar al 23. d) Todas son falsas, pues si recordamos
paciente lo que hemos captado de su lo que nos dice Th. Gordon sobre los
mensaje; por tanto, si hacemos una obstáculos o barreras a la comunicación,
interpretación de su mensaje y se lo cualquiera de estas actitudes supone un

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320 Autoevaluación

obstáculo a la relación y la comunica­ del comportamiento de los psicópatas,


ción, e incluso al crecimiento personal. que van siempre a lo suyo sin importarle
24. d) Todas son verdaderas, pues todos son cómo se sienten los demás o sin tener en
obstáculos a la comunicación. Véase cuenta las necesidades del otro.
el capítulo sobre los obstáculos a la 31. c) Como vemos, este método permite te­
comunicación. ner en cuenta tus necesidades y las mías,
25. d) Como vemos, todas son verdaderas, tus sentimientos y los míos, y buscamos
pues comunica con el paciente o inter­ entre ambos la manera que más nos con­
locutor de tal manera que este no se venga a ambos para que tanto tú como
siente herido, interrogado, chantajeado, yo nos sintamos respetados y que se han
ridiculizado, etc., es decir, no se cae en satisfecho las necesidades de los dos.
ningún obstáculo y al mismo tiempo, en 32. a) Es importante tomar conciencia de
vez de imponer lo que quiere, más bien cómo me siento aquí y ahora, pues si es­
le pide ayuda ante el problema que tiene. to no se hace y sin querer me dejo llevar
26. d) Como vemos, los mensajes yo son por mi estado de ánimo, etc., el paciente
aquellos en los que, aunque mi interlo­ puede interpretar que me molesta, o que
cutor es el que me crea un problema, yo lo considero un pesado, o un histérico,
le manifiesto el problema que me crea, etc.; en caso de duda, clarificar al pa­
cómo me siento ante él y le pido si puede ciente mi estado de ánimo, por ejemplo:
ayudarme; por tanto, no le critico, ridicu­ estoy cansado, preocupado, etc., para
lizo e impongo lo que a mí me gustaría, que así no me malinterprete.
por lo que mi interlocutor de ninguna 33. b) Tomar conciencia de cómo percibo al
manera puede sentirse molesto por lo que paciente, dado que con frecuencia no nos
le digo o por que le imponga mi criterio. relacionamos con la persona que ten­go
27. d) Sería la d, pues practica la fórmula delante sino con la persona que yo me
completa: «cuando…» y describe el imagino en mi cabeza. Así, si me cae
comportamiento sin evaluarlo; «me simpática, me relaciono de una manera,
siento…» y manifiesta el sentimiento y si me cae antipática de otra, y esto sin
que tiene; «porque…» y le manifiesta tener argumentos para verla de una u
las consecuencias que tiene para su vida otra forma.
el comportamiento que está teniendo; 34. c) Todo encuentro o relación con el
«te pido… que me ayudes», no le impo­ paciente se planifica para ser más con­
ne lo que quiere, por ejemplo: «Te pido cretos y eficaces y no perder el tiempo;
que ordenes la mesa», «Te pido que no y como lo que está claro para mí solo
seas tan egoísta», etc., sino: «Te pido lo está para mí, conviene clarificar al
que si puedes me ayudes…». paciente por qué voy a verlo para que
28. c) Practicar el consenso, pues es tener en así lo sepa y no interprete. Asimismo,
cuenta las necesidades del otro como yo para que me pueda escuchar y no esté
quiero que tenga en cuenta las mías; por pensando más en su preocupación que
tanto, esto implica mucha empatía y es­ en mis objetivos, conviene comenzar
cucha activa, así como dar «Mensajes yo». por lo que a él más le preocupa.
29. d) Todas las consecuencias de practicar 35. b) En la relación de ayuda, el centro de
este método son negativas, pues el que toda nuestra preocupación debe ser lo
gana va a lo suyo sin tener en cuenta las que el paciente siente, quiere, necesita,
necesidades y los sentimientos del otro. le preocupa, etc.; por tanto, todo debe
30. c) Es un método muy negativo, pues el girar en este sentido y, si le hacemos
hecho de que tú siempre tengas que ga­ alguna pregunta, se la explicamos para
nar favorece el egoísmo, los caprichos, que comprenda que lo importante es él
el ir por la vida como que es el centro del y no nosotros.
mundo y si no lo consideran así se enfa­ 36. d) La relación de ayuda tiene por misión
da, se vuelve agresivo, etc.; es una parte favorecer el crecimiento personal, que

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Autoevaluación 321

la persona sea más agente que paciente el paciente no se sentirá amenazado y


de su vida. Que se responsabilice de su se abrirá a nosotros en todo lo que le
historia y que sepa emplear sus recursos preocupa.
y no esperar que los demás le resuelvan 43. d) La tercera fase de la relación de ayuda
todo, etc. es la confrontación y la reestructuración.
37. d) Todas son falsas, pues la relación Una vez que el paciente nos ha hablado
de ayuda no es ni una discusión ni ir de sus problemas y ambos hemos com­
a conversar con el paciente sin más, ni prendido el porqué de estos, es necesario
una relación social o de amigos, etc., que el paciente se enfrente al modo de
sino que tenemos unos objetivos bien abordarlos para solucionarlos. Esto no
establecidos, tanto por parte del profe­ es fácil, pues puede sentir miedo, an­
sional como del paciente, para ayudarle siedad, etc., pero nosotros, al hacerle
en su problema. de espejo, mostrarle mucha empatía e
38. c) Como hemos dicho, no hay que incluso hacerle ver con amabilidad las
confundir ser amables e incluso «cari­ consecuencias que puede tener no abor­
ñosos» con los pacientes con conside­ dar el problema, le ayudaremos a que se
rarlos como amigos. Los pacientes no enfrente a él y así reestructure su forma
los escogemos como escogemos a los de verlo o vivirlo, etc.
amigos. Ni tampoco debemos dejarnos 44. d) Dado que la confrontación puede ser
llevar de la simpatía o la antipatía, pues muy amenazante para el paciente, hay
esto condicionaría nuestra objetividad que ir poco a poco. Por tanto, hay que
en la relación, así como la distancia tener mucha empatía y comprensión,
terapéutica, etc. proponerle cómo vemos nosotros la
39. b) Aunque la a es verdadera, esta es más situación para que no se cierre si se la
completa, pues no es fácil saber acoger imponemos, y que vea en todo momen­
los diferentes estados de humor con los to por nuestra parte autenticidad y no
que llega el paciente, como puede ser manipulación o búsqueda de nuestros
muchas veces su agresividad, enfados, intereses.
indiferencias, etc. 45. d) Todas son falsas, pues no tiene en
40. a) Con el fin de no aumentar su agresivi­ cuenta lo dicho en la número 44.
dad, debemos manifestarle que nos preo­ 46. c) Una buena planificación es la que
cupa su agresividad, porque algo muy resulta eficaz, y para que resulte eficaz
fuerte debe de estar viviendo para sen­ se tiene que poder evaluar, y para po­
tirse así, pues las personas como norma derla evaluar es necesario que toda ella
no somos agresivas, salvo que nos hayan sea bien concreta; de ahí que a la hora
hecho algo. Al mismo tiempo, decirle de planificar una actividad se tengan
qué cree que le ayudaría para sentirse en cuenta las preguntas: quién lo hará,
mejor o en qué medida podemos hacer cuándo, dónde, con quién, de qué ma­
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

algo para que disminuya su malestar. nera, cuántas veces, etc.


41. a) Si hemos sabido acoger al paciente 47. d) Si ha habido acogida habrá sepa­
y este se ha sentido acogido, entonces ración, y esta entraña una especie de
nos hablará de sus preocupaciones o duelo; por tanto, se van a dar, en más
problemas, con lo que estamos entrando o menos grado, por ambas partes (pro­
en la segunda fase de la relación, que fesional y paciente), los sentimientos
es la presentación del problema, su y las actitudes propias del duelo. Por
clarificación y su definición. tanto, conviene abordar con el paciente
42. c) Si mostramos hacia el paciente mu­ sus sentimientos, como las actitudes
cha empatía y feedback para que se que está teniendo ante la separación.
sienta comprendido, no solo en lo que Por nuestra parte, haremos una intros­
nos dice sino también en lo que siente, pección para ver qué sentimos y cómo
y si somos cálidos, respetuosos, etc., nos comportamos. En caso de estar un

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322 Autoevaluación

tanto turbados, conviene buscar algún ningún momento nadie de los presentes
profesional con quien hagamos una piense que hay alguna manipulación.
supervisión de nuestra situación. 51. d) Ya hemos recalcado en diversos pun­
48. d) Creo que con lo dicho en el punto 47 tos que todo lo que sea interpretación
es suficiente para comprender esto. sin clarificación crea malestar e incom­
49. a) Las reuniones tienen un coste alto en prensión en las personas, pues pueden
tiempo y dinero; de aquí que se plani­ sentirse tratadas o interpretadas en lo
fiquen bien y se evalúen los pros y los que no han dicho o son, y esto da lugar
contras de hacerlas, a fin de que su rea­ a malestar en la relación grupal.
lización compense el tiempo y el gasto 52. b) Ya hemos señalado que una reunión
económico; asimismo, se debe tener en es eficaz si está bien planificada, con
cuenta el sentimiento y el respeto de las el tiempo bien estructurado y unas re­
personas que asisten. glas claras en la forma de proceder o de
50. d) Una reunión se debe planificar bien, participar en ella; asimismo, si hay que
tanto poniendo unas normas que todos llamar al orden a alguno, debe hacerse
debemos respetar para su buen funcio­ con un «Mensaje Yo» y mostrar mucho
namiento como elaborando una buena feedback y empatía para que lo que está
estructura del tiempo, los temas, etc., claro para mí también lo esté para el
y todo con transparencia para que en otro, y viceversa.

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Conclusiones

Hablar libremente con otra persona de lo midad, cuán productivo es, cómo entiende las
que pensamos y sentimos es una acción li­ cosas, cómo se relaciona con su propia divini­
beradora. Nos crea y recrea como personas. dad, depende principalmente de la habilidad
Es ya de dominio común el oír y sobre todo que tenga para comunicarse (Satir, 1987).
experimentar que lo que nos hace sentirnos La comunicación abarca toda la amplia
personas es la relación. «Lo que cura es la gama de formas en que las personas inter­
relación», diría I. de Yalom. De aquí que le cambian información; incluye la información
prestemos una importancia fundamental. que proporcionan y reciben, y la manera en que
El tiempo consagrado a esta tarea nunca esta se utiliza. La comunicación compren­
será suficiente, ya que la comunicación es de el sentido que las personas confieren a la
vital para nuestro crecimiento y desarrollo información.
personal y el de nuestro interlocutor. La co­ La comunicación es un proceso de apren­
municación hace que nos sintamos mejor y dizaje. Cuando llegamos a la edad de cinco
con más recursos para vivir las situaciones años, ya hemos tenido millones de experien­
que tengamos que vivir. cias en compartir información. A esa edad
Las principales condiciones para que una ya hemos desarrollado ideas respecto a la
relación sea mutuamente rica y liberadora autoimagen, lo que podemos esperar de los
serían, entre otras, las siguientes: demás, y lo que parece posible o imposible
para nosotros en el mundo.
• Debemos ser conscientes de nuestros Una vez que la persona se da cuenta de
propios pensamientos y sentimientos
aceptándolos como nuestros (a fin de que ha aprendido toda su comunicación,
que no haya fenómenos proyectivos) y puede proceder a cambiarla si así lo cree
expresarlos de la forma más adecuada necesario.
posible (como hemos señalado). La comunicación es como una cámara ci­
nematográfica sonora. Funciona únicamente
• Cada uno debemos escuchar y saber en el presente, aquí mismo, en este momento,
aceptar los pensamientos y sentimientos
del otro (son suyos, le pertenecen) y res­ entre tú y yo. Funciona de la siguiente forma.
ponder a estos con respeto. Tú estás frente a frente conmigo; tus sentidos
captan mi apariencia, mi voz, mi olor y si por
Por tanto, podemos decir que la comunica­ casualidad me tocas, cómo me sientes.
ción es el proceso interpersonal en el que los Tu mente te informa entonces de lo que
participantes expresan algo de sí mismos, a yo significo para ti, aprovechando tu expe­
través de signos verbales o no verbales, con riencia pasada, especialmente la que hayas
la intención de influir de algún modo en la tenido con tus padres, con otras figuras de au­
conducta del otro. toridad, el aprendizaje hecho a través de los
Una vez que el ser humano llega a es­ libros, o de las experiencias de tus sentidos.
te mundo, la comunicación —verbal o no De acuerdo con lo que te informa tu cerebro,
verbal— resulta ser el factor más importante te sentirás cómodo o molesto, tu cuerpo es­
que determina el tipo de relaciones que vaya tará relajado o en tensión.
a tener con los demás y lo que le suceda en Mientras tanto, yo también paso por
el mundo que le rodea. Cómo cada uno se las una experiencia similar. También veo, oigo,
arregla para sobrevivir, cómo llega a la inti­ siento, pienso, tengo un pasado, valores y

© 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 323

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324 Conclusiones

expectativas, y mi cuerpo reacciona de algu­ cuerpo, mi olor, perfume, ropas, manera de


na forma. Tú no te das cuenta realmente de vestir, de gesticular, etc., le hablan. Esto ocu­
lo que intuyo, siento, cuál es mi pasado, mis rre, a veces, en décimas de segundos. Tal vez
valores y qué es precisamente lo que hace tomes conciencia de este fenómeno de sim­
mi cuerpo. Únicamente adivinas e imaginas, patía o de antipatía, o de estar comparándola
yo hago lo mismo respecto a ti. A menos con tal o cual persona. Tu interlocutor siente
que se constaten en alguna forma todas estas inconscientemente lo mismo, pero tal vez
adivinanzas y fantasías, ellas se convertirán no haya tomado conciencia de esto, lo cual
en «hechos incontrovertibles» y, como tales, puede hacer que la acogida y la confianza se
frecuentemente nos llevarán a callejones sin establezcan o no y, por tanto, que se pueda
salida y rupturas. entablar o no la relación. No olvidemos que
Esto que acabamos de decir suele apa­ la relación se da en el presente, en el aquí y
recer de forma habitual en lo que llamamos ahora, y que el problema es que no la vivimos
simpatía o antipatía. El ver a una persona ya en el presente sino a menudo relacionada con
nos produce esa sensación de simpatía o de toda nuestra historia del pasado. De aquí el
antipatía que, si no estamos vigilantes, puede que a veces se establezca o no. «Los ojos
hacer que nuestras relaciones estén impreg­ ensombrecidos por los errores de lo pasado y
nadas de mucho subjetivismo, proyecciones el temor de lo futuro limitan las perspectivas
o transferencias, pudiendo condicionar la y ofrecen poca oportunidad de crecimiento o
relación o que esta se establezca o no. de cambio» (Satir, 1987).
Por ejemplo, estoy en presencia de ti, Una forma de aprendizaje para saber
eres una mujer. Tus ojos llenos de vida, tu cómo nos comunicamos es preguntar a va­
pelo moreno, tus labios y dentadura, etc., rias personas, con las que podamos tener
hacen reavivar mi cerebro y traer recuerdos y una relación de sinceridad, cómo reciben
sentimientos con sus respectivas reacciones. ellos los mensajes que le damos con nues­
Lo que te comunico está mezclado de mis tros gestos, comportamientos, miradas,
sentimientos de simpatía o antipatía relacio­ perfumes, olores, movimientos, tocamien­
nados con mi experiencia y conocimiento, tos, etc. En qué posición, nivel, distancia,
y por otra parte, de los mensajes que tú me nos situamos ante el otro, ya sea este niño,
estás dando que pueden ir confirmándome en joven o adulto. Esto nos permitirá com­
uno u otro sentido. Yo te condiciono a ti con prender mejor por qué fracasan muchas de
mi mensaje verbal o no verbal, y tu cuerpo nuestras relaciones incluso en la pareja, la
o tus mensajes verbal y no verbal me están familia o la amistad.
condicionando en mi relación hacia ti. Las buenas relaciones dependen en gran
Según como te sienta y perciba me sentiré parte de que la gente sepa interpretar las
cercano o lejano de ti y, por tanto, hará que se intenciones del uno para el otro, no importa
establezca o no la relación. De aquí que sea a veces el lenguaje verbal que usen, ya que
importante, antes de entrar en relación, y a fin nuestro lenguaje no verbal funciona más
de que la apariencia o primera presentación rápido que nuestras palabras.
física nos condicione lo menos posible, poder Por otra parte, es conveniente también
durante unos segundos distanciarnos y pasear tener en cuenta que es muy fácil malinter­
la imagen de esa persona por nuestro cerebro pretar, ya que a una misma palabra le pode­
preguntándonos, ¿cómo la percibo, simpática mos dar connotaciones distintas que, si no
o antipática?, ¿por qué?, ¿a quién se parece?, verificamos con nuestro interlocutor, caemos
¿puedo distanciarme de los sentimientos que en el peligro de que, hablando de lo mismo
ella provoca o evoca en mí?, etc. Esto nos —en las mismas palabras—, no hablemos lo
permitirá que tengamos menos prejuicios a la mismo, ya que cada uno pone en cada palabra
hora de entrar en relación con una persona e un sentimiento distinto. De aquí que sea co­
incluso que condicione menos toda la relación. rriente oír la frase: «No existe un diccionario,
Por otra parte, la otra persona siente hacia sino que cada uno usa al hablar su propio
mí lo que yo estoy sintiendo hacia ella. Mi diccionario».

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Conclusiones 325

Con lo que hemos dicho, creemos haber A todo esto hay que añadir que nos co­
comenzado a diseñar que la comunicación es municamos con toda nuestra persona. Resulta
muy compleja y que se necesita un aprendiza­ que me comunico desde mi autoestima, o ba­
je de esta. La comunicación humana consiste ja estima; desde mis valores éticos o morales,
siempre en formar imágenes mutuas, pero las desde mis ideales, o ansiedades y angus-
personas involucradas pueden o no compartir tias; desde mis roles o los roles que desempeño
esas imágenes. Por otra parte, el significado o que me hacen desempeñar en la sociedad;
que cada uno le da a las palabras, así como desde mis necesidades físicas, psíquicas, so­
los sentimientos que cada uno tiene, son tan ciales o espirituales, y lo mismo que yo me
personales que si todo esto no se clarifica se comunico desde todo esto, también la perso­
corre el peligro de no comprenderse, pues na se comunica conmigo teniendo detrás de
en el fondo no hablan el mismo lenguaje. sí todo esto. La conclusión es clara: si no nos
Cuando todo esto que estamos diciendo no se clarificamos aun hablando de lo mismo, no
clarifica, se corre el riesgo de adivinar o inter­ hablamos —ni mucho menos sentimos— lo
pretar los significados y los sentimientos, y lo mismo, y sabiendo que lo que está claro para
malo es que estas interpretaciones subjetivas mí solo lo está para mí; si no tenemos esto en
o adivinanzas se toman por hechos. cuenta no es posible comprenderse.
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