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Contenido

Introducción ................................................................................................................................................. 3
Vías de administración de Fármacos ........................................................................................................... 4
Vía Enteral ................................................................................................................................................ 4
Parenteral ................................................................................................................................................. 4
Otras vías .................................................................................................................................................. 5
Paso de fármacos a través de las membranas ............................................................................................ 5
Difusión pasiva ......................................................................................................................................... 6
Difusión facilitada..................................................................................................................................... 8
Absorción de los Fármacos .......................................................................................................................... 8
Biodisponibilidad de los Fármacos .............................................................................................................. 8
Bioequivalencia .......................................................................................................................................... 11
Distribución de fármacos ........................................................................................................................... 11
Metabolismo de los fármacos.................................................................................................................... 12
Excreción de fármacos ............................................................................................................................... 14
Eliminación de los Farmacos ...................................................................................................................... 16
Introducción
El cuerpo humano restringe el acceso a moléculas extrañas; por lo tanto, para
alcanzar su objetivo dentro del cuerpo y tener un efecto terapéutico, una
molécula de un fármaco debe superar varios obstáculos en su trayecto al objetivo
farmacológico. Después de la administración, el fármaco debe absorberse y
distribuirse, por lo general a través de los vasos de los sistemas circulatorio y
linfático. Además de cruzar las barreras de membrana, el fármaco debe
sobrevivir al metabolismo (sobre todo hepático) y a la eliminación (por vía
hepática, renal o a través de las heces). La absorción, distribución, metabolismo
y eliminación de fármacos son los procesos que estudia la farmacocinética. La
comprensión de estos procesos y de las interacciones, así como el empleo de
principios farmacocinéticos aumentan la probabilidad de éxito terapéutico y
reducen la aparición de efectos secundarios e interacciones farmacológicas.

La absorción, distribución, metabolismo y excreción de un fármaco implica su


paso a través de numerosas membranas celulares. Los mecanismos por los
cuales los fármacos cruzan las membranas y las propiedades fisicoquímicas de
las moléculas y membranas que influyen en esta transferencia son
fundamentales para entender el destino de los fármacos en el cuerpo humano.
Las características de un fármaco que predicen su desplazamiento y
disponibilidad en los sitios de acción son su tamaño molecular (su peso
molecular), sus características estructurales, grado de ionización,
liposolubilidad relativa de sus formas ionizadas y no ionizadas y su unión a
proteínas séricas e hísticas. Aunque las barreras físicas al movimiento de los
fármacos pueden ser una sola capa de células (p. ej., epitelio intestinal) o varias
capas de células y proteína extracelular asociada (p. ej., piel), la membrana
plasmática es la barrera básica.

Vías de administración de Fármacos


Vía Enteral
La absorción del medicamento se produce en alguna parte del sistema digestivo:
• Oral: como bien indica el nombre, el medicamento se administra por la boca (en
forma de pastilla, comprimido u otros), haciéndola la forma más habitual a la hora
de tomar fármacos, por su comodidad, seguridad y precio (no implica técnicos
sanitarios). Por contra, esta vía, debido a la gran superficie de absorción, a que el
estómago es un epitelio secretor, a la movilidad intestinal, al sistema biliar y a la
interacción con alimentos, que pueden modificar la naturaleza del fármaco, su
absorción es muy variable. Así mismo, la vía oral no evita el primer paso hepático,
disminuyendo la concentración de fármaco (muchos fármacos son metabolizados
en el hígado antes de entrar a la cirulación sistémica).
• Sublingual: muy similar a la oral, en este caso el medicamento en forma de
pastilla o líquido se mantiene debajo de la lengua, para que el fármaco entre por
los capilares sublinguales, que permiten una absorción rápida, el primer paso
hepático y los ácidos del estómago, por contra, nos encontramos con el problema
del mal sabor.
• Rectal: útiles en casos de inconsciencia del paciente o en niños, elimina los
problemas de mal sabor que podía dar la vía sublingual y suele evitar el paso
hepático (si la absorción del fármaco se produce por las venas hemorroidales
inferiores o medias), por contra, la absorción es lenta y variable (si la absorción se
da en las venas hemorroidales superiores irá directo a la vena porta por la vena
mesentérica inferior, y de la porta al hígado).

Parenteral
La aplicación se realiza lesionando la piel y aunque, de forma general es útil para
pacientes inconscientes, evita el primer paso hepático y los ácidos estomacales, la
administración es dolorosa, conlleva un riesgo (mínimo si se hace correctamente) de
infecciones, además de tener un coste elevado, ya que no es algo que cualquier persona
pueda realizar en su casa, si no que requiere de supervisión médica.

• Intravenosa: por esta vía la absorción del medicamento es instantánea y además


se puede controlar la concentración de este en sangre.
• Intramuscular: por la vertiente positiva, se forman depósitos del medicamento,
que se distribuye de forma lenta. Desafortunadamente solo se pueden administrar
hasta 10 mililitros.
• Subcutánea: Es más rápida que la vía oral, pero aun así es lenta y solo admite
hasta un máximo de 1 mililitro por administración.

Otras vías
• Tópica: Se usa la piel y las mucosas para administrar el medicamento:
• Dérmica: suele tener efecto local, a menos que la pomada o el medicamento se
pueda disolver con facilidad en lípidos, que entonces pasaría a ser sistémico.
• Nasal: tiene efecto local.
• Oftalmológica: tiene efecto local.
• Inhalatoria: tiene, al igual que la dérmica, dos vertientes, los aerosoles con
medicación que contienen partículas superiores a una micra tienen efecto local,
las inferiores sistémicas.
• Epidural: se suele usar en partos para aplicar anestesia, que se introduce vía una
punción lumbar.
Intratecal: para fármacos destinados al cerebro o al sistema nervioso central, que no
podría pasar de otra forma la barrera hematoencefálica

Paso de fármacos a través de las membranas


La membrana plasmática tiene permeabilidad selectiva

La membrana plasmática consiste en una bicapa lipídica de lípidos anfipáticos


con sus cadenas de hidrocarburos orientadas hacia el centro de la bicapa lipídica
para formar una fase hidrófoba continua, con sus cabezas hidrófilas orientadas
hacia el exterior. Las moléculas lipídicas individuales en la bicapa varían según
la membrana en particular y pueden desplazarse en sentido lateral y organizarse
en microdominios (p. ej., regiones con esfingolípidos y colesterol, formando
balsas lipídicas), lo que proporciona a la membrana fluidez, flexibilidad,
organización funcional, alta resistencia eléctrica y relativa impermeabilidad a
moléculas muy polares. Las proteínas de membrana incrustadas en la bicapa
sirven como puntos de fijación estructural, receptores, conductos iónicos o
transportadores para transducir vías de señalización eléctrica o química y para
proporcionar objetivos selectivos para las acciones farmacológicas. Lejos de ser
un mar de lípidos con proteínas flotando al azar, las membranas se encuentran
ordenadas y compartimentalizadas (Banani et al., 2017; Kitamata et al., 2020)
con elementos estructurales de andamiaje que se unen al interior de la célula.
Las proteínas de membrana pueden asociarse con caveolina y secuestradas o
excluidas de caveolas, o bien, organizadas en dominios de señalización ricos en
colesterol y esfingolípidos que no contengan caveolina u otras proteínas de
andamiaje.

La difusión pasiva domina el desplazamiento a través de la membrana de la


mayor parte de los fármacos. Sin embargo, los mecanismos de transporte
(transporte activo y difusión facilitada) desempeñan funciones importantes.

Difusión pasiva
En el transporte pasivo, la molécula del fármaco penetra por lo general por
difusión siguiendo su gradiente de concentración en virtud de su solubilidad en
la bicapa lipídica. Dicha transferencia es directamente proporcional a la
magnitud del gradiente de concentración a través de la membrana, al coeficiente
de reparto lípidos:agua del fármaco y a la superficie de la membrana expuesta
al fármaco. En estado de equilibrio, la concentración del fármaco no unido es la
misma en ambos lados de la membrana si el fármaco no es electrolítico. En el
caso de los compuestos iónicos, las concentraciones en estado de equilibrio
dependen del gradiente electroquímico del ion y de las diferencias de pH en la
membrana, que influye en el estado de ionización de la molécula que puede
diferir en ambos lados de la membrana y puede atrapar eficazmente el fármaco
ionizado en un lado de la membrana.

Muchos fármacos son ácidos o bases débiles que están presentes en solución
como la forma no ionizada difusible, liposoluble y la forma ionizada que es
relativamente insoluble en lípidos y poco difusible a través de una membrana.
Los grupos ionizables comunes son los ácidos carboxílicos y los grupos amino
(primarios, secundarios y terciarios; las aminas cuaternarias tienen una carga
positiva permanente). La distribución transmembrana de un electrolito débil se
ve influida por su pKa y el gradiente de pH a través de la membrana. El pKa es
el pH al que la mitad del fármaco (ácido débil o base electrolítica) está en su
forma ionizada. La relación entre el fármaco no ionizado y el ionizado a cualquier
pH se puede calcular a partir de la ecuación de Henderson-Hasselbalch.

En estado de equilibrio, un fármaco ácido se acumulará en el lado más alcalino


de la membrana y un fármaco alcalino en el lado más ácido. Este fenómeno,
conocido como trampa iónica, es un proceso importante en la distribución de
fármacos con posible beneficio terapéutico y en el tratamiento del paciente
intoxicado (Ornillo y Harbord, 2020).

Un ácido débil se disocia en diferentes grados en el plasma (pH 7.4) y en el ácido


gástrico (pH 1.4): El pH más alto facilita la disociación; el pH más bajo reduce la
disociación. La forma sin carga (HA) se equilibra a través de la membrana. Los
números azules entre corchetes muestran las concentraciones de equilibrio
relativo de HA y A−, según se calcula a partir de la ecuación.

• Transporte de membrana mediado por transportador


Las proteínas en la membrana plasmática median movimientos a través de la
misma de muchos solutos fisiológicos; estas proteínas también median
desplazamientos transmembrana de fármacos y pueden ser objetivos de acción
farmacológica. El transporte mediado se identifica como difusión facilitada o
transporte activo.

Difusión facilitada
La difusión facilitada es un proceso de transporte mediado por el transportador en el
que la fuerza motriz es el gradiente electroquímico del soluto transportado; por lo tanto,
estos transportadores pueden facilitar el movimiento del soluto dentro o fuera de las
células, dependiendo de la dirección del gradiente electroquímico. La proteína
transportadora puede ser muy selectiva para la estructura conformacional específica de
un soluto endógeno o un fármaco cuya tasa de transporte por difusión pasiva a través
de la membrana sería de otra manera bastante lenta.

El transporte activo se caracteriza por requerir energía, por la capacidad para


desplazar un soluto contra un gradiente electroquímico, por la capacidad de
saturación, selectividad e inhibición competitiva por compuestos transportados
en forma simultánea. Na+/K+-ATPasa es un ejemplo importante de un
mecanismo de transporte activo, que exporta simultáneamente tres iones de
sodio a cambio de dos iones de potasio utilizando ATP como sustrato energético.
La digoxina es un inhibidor importante de la Na+/K+-ATPasa utilizado en el
tratamiento de la insuficiencia cardiaca.

Absorción de los Fármacos


La absorción es el desplazamiento de un fármaco desde su lugar de
administración hacia el compartimiento central (p. ej., el torrente sanguíneo).
Para las formas de dosificación sólidas, la absorción requiere primero la
disolución de la tableta o cápsula, con lo que se libera el fármaco. Salvo en casos
de síndromes de malabsorción, el médico se preocupa sobre todo de la
biodisponibilidad más que de la absorción (Tran et al., 2013).

Biodisponibilidad de los Fármacos


La biodisponibilidad describe el grado fraccional en que una dosis administrada
del fármaco alcanza su sitio de acción o un líquido biológico (por lo general, la
circulación sistémica) desde el cual el fármaco tiene acceso a su sitio de acción.
Un fármaco administrado por vía oral debe absorberse primero en el tubo
digestivo, pero la absorción neta puede limitarse por las características de la
forma de dosificación, por las propiedades fisicoquímicas del fármaco, por el
ataque metabólico en el intestino y por el transporte a través del epitelio
intestinal y hacia la circulación portal. El fármaco absorbido pasa a través del
hígado, donde el metabolismo y la excreción biliar pueden ocurrir antes de que
la fármaco alcance la circulación sistémica.

En consecuencia, una cantidad menor a la dosis administrada puede alcanzar


la circulación sistémica y distribuirse a los sitios de acción del fármaco. Si la
capacidad metabólica o excretora del hígado y del intestino para el fármaco es
grande, la biodisponibilidad se reducirá sustancialmente (efecto de primer paso).
Esta disminución de la disponibilidad depende del sitio anatómico desde el que
se produce la absorción; por ejemplo, la administración IV por lo general permite
que todo el fármaco alcance la circulación sistémica. Otros factores anatómicos,
fisiológicos y patológicos pueden influir en la biodisponibilidad (descritos más
adelante en este capítulo) y la vía de administración de fármacos debe elegirse
con base en la comprensión de estas condiciones.

donde 0 < F≤ 1
RUTA Y
PATRÓN DE LIMITACIONES Y
BIODISPONIBILIDAD UTILIDAD ESPECIAL
ABSORCIÓN PRECAUCIONES
(F)

Se evita la absorción Útil en situaciones de Aumento en el riesgo de


urgencia efectos adversos

Efectos inmediatos Permite la valoración de la Como regla, debe


potenciales dosis inyectarse en solución
Intravenoso con lentitud
F = 1 por definición
Apto para grandes Por lo general es útil para No es adecuado para
volúmenes y la administración de soluciones oleosas o
sustancias irritantes, proteínas de alto peso sustancias poco solubles
o mezclas complejas, molecular y fármacos
diluidas peptídicos
Rápida para No es adecuado para
soluciones acuosas Adecuado para algunas grandes volúmenes
suspensiones poco
Subcutánea 0.75 < F
solubles y para la
<1
Lento y sostenido en instilación de implantes de
liberación lenta Posible dolor o necrosis
las preparaciones de
por sustancias irritantes
depósito
Rápida para Adecuado para volúmenes Debe evitarse durante el
soluciones acuosas moderados, vehículos tratamiento
oleosos y algunas anticoagulante
Intramuscular 0.75 < sustancias irritantes
F<1 Lento y sostenido en Adecuado para Puede interferir con la
las preparaciones de administración por el interpretación de ciertas
depósito propio paciente (p. ej., pruebas diagnósticas (p.
insulina) ej., creatina cinasa)
Requiere la participación
del paciente
Variable, depende de Más conveniente y
Administración oral
muchos factores económico; por lo general
0.05 < F < 1 Biodisponibilidad
(véase el texto) más seguro
potencialmente variable
e incompleta
Bioequivalencia
Los productos farmacéuticos se consideran equivalentes farmacéuticos si
contienen los mismos ingredientes activos y son idénticos en potencia o
concentración, forma de dosificación y vía de administración. Dos productos
farmacéuticos equivalentes se consideran bioequivalentes cuando las tasas y el
grado de biodisponibilidad del ingrediente activo en los dos productos no son
significativamente diferentes bajo condiciones de prueba adecuadas e idénticas.
La disponibilidad de formulaciones genéricas de fármacos de marca ha
aumentado el acceso y la asequibilidad a estos. La bioequivalencia ha hecho
posible que los farmacéuticos proporcionen estas alternativas cuando no estén
restringidas por la elección del médico. Sin embargo, los tribunales no siempre
han considerado que los fármacos genéricos y de marca sean legalmente
equivalentes o han permitido que el farmacéutico elija la sustitución genérica
(Sacks et al., 2021).

Distribución de fármacos
Tras la absorción o administración sistémica en el torrente sanguíneo, un
fármaco se distribuye en líquidos intersticiales e intracelulares en función de las
propiedades fisicoquímicas del mismo, la frecuencia de administración de
fármacos a órganos y compartimentos individuales y las diferentes capacidades
de esas regiones para interactuar con el fármaco. El gasto cardiaco, el flujo
sanguíneo regional, la permeabilidad capilar y el volumen hístico afectan la tasa
de administración y la cantidad de fármaco distribuido en los tejidos. Al inicio,
el hígado, el riñón, el cerebro y otros órganos bien perfundidos reciben la mayor
parte del fármaco; la llegada de este a los músculos, a la mayor parte de las
vísceras, la piel y la grasa es más lenta. Esta segunda fase de distribución puede
requerir de minutos a varias horas antes de que la concentración del fármaco
en el tejido esté en equilibrio con la de la sangre. La segunda fase también
implica una fracción mucho mayor de la masa corporal (p. ej., músculo) que la
fase inicial y por lo general representa la mayor proporción de la distribución
extravascular. Con excepciones como el cerebro, la difusión del fármaco en el
líquido intersticial ocurre con rapidez debido a la naturaleza muy permeable del
endotelio capilar. Por lo tanto, la distribución en los tejidos se determina
mediante el coeficiente de reparto del fármaco entre la sangre y un tejido en
particular.

Muchos fármacos circulan en el torrente sanguíneo unidos a proteínas


plasmáticas y se han observado avances en tratamientos basados en
preparaciones que toman en consideración la unión del fármaco a las proteínas.
La albúmina es un importante portador de fármacos ácidos; la glucoproteína
ácida α1 se une a los fármacos con pH alcalino. La unión inespecífica a otras
proteínas plasmáticas por lo general ocurre en un grado mucho menor. La unión
es por lo general reversible. Además, ciertos fármacos pueden unirse a proteínas
que funcionan como proteínas

transportadoras de hormonas específicas, como la unión de estrógenos o


testosterona a la globulina transportadora de hormonas sexuales o la unión de
la hormona tiroidea a la globulina transportadora de tiroxina. La unión a los
fármacos y proteínas también puede verse influida por los alimentos, bebidas,
productos herbolarios y por los complementos dietéticos (López-Yerena et al.,
2020).

La fracción del fármaco total en plasma que está unido a proteínas está
determinada por la concentración del fármaco, la afinidad de los sitios de unión
para la fármaco y la concentración de los sitios de unión disponibles. Para la
mayor parte de los fármacos, el intervalo terapéutico de las concentraciones
plasmáticas es limitado; por lo tanto, el grado de unión y la fracción no unida a
proteínas son relativamente constantes. La extensión de la unión a las proteínas
plasmáticas también puede verse afectada por factores relacionados con la
enfermedad (p. ej., hipoalbuminemia).

Metabolismo de los fármacos


Los numerosos fármacos terapéuticos que son lipófilos no pasan con facilidad
al ambiente acuoso de la orina. El metabolismo de fármacos y otros xenobióticos
en metabolitos más hidrófilos es esencial para su eliminación renal del cuerpo,
así como para la terminación de su actividad biológica y farmacológica.

Desde el punto de vista de la farmacocinética, los tres aspectos esenciales del


metabolismo de los fármacos son los siguientes:

Cinética de primer orden. Para la mayor parte de los fármacos en sus intervalos
de concentración terapéutica, la cantidad de fármaco metabolizado por unidad
de tiempo es proporcional a la concentración plasmática del fármaco (Cp) y la
fracción de fármaco eliminada por el metabolismo es constante (es decir, cinética
de primer orden).

Cinética de orden cero. Para algunos fármacos, como el etanol y el


difenilhidantoinato, la capacidad metabólica se satura a las concentraciones
habitualmente empleadas y el metabolismo de los fármacos se convierte en
cinética de orden cero; es decir, se metaboliza una cantidad constante de
fármaco por unidad de tiempo. La cinética de orden cero también puede ocurrir
con concentraciones altas (tóxicas) a medida que se satura la capacidad de
metabolizar fármacos.

Enzimas biotransformadoras inducibles. Los principales sistemas de


metabolización de fármacos son enzimas inducibles de amplio espectro con
algunas variaciones genéticas predecibles. Los fármacos que son sustratos
comunes para una enzima metabolizadora pueden interferir con el metabolismo
de la otra o bien, un fármaco puede inducir o mejorar el metabolismo del fármaco
mismo o de otros fármacos.

En general, las reacciones metabolizadoras de fármacos generan metabolitos


más polares e inactivos que se excretan con facilidad. Sin embargo, en algunos
casos se generan metabolitos con actividad biológica potente o propiedades
tóxicas. Muchos de los sistemas enzimáticos que transforman los fármacos en
metabolitos inactivos también generan metabolitos.
Excreción de fármacos
Los fármacos se eliminan del cuerpo sin modificaciones o como metabolitos. Los
órganos excretores, excluidos los pulmones, eliminan los compuestos polares de
manera más eficiente que las sustancias con alta liposolubilidad. Por lo tanto,
los fármacos liposolubles no se eliminan con facilidad hasta que se metabolizan
en compuestos más polares. El riñón es el órgano más importante para excretar
fármacos y sus metabolitos. La excreción renal del fármaco sin cambios es una
vía importante de eliminación para 25% a 30% de los fármacos administrados a
los seres humanos. Las sustancias excretadas en las heces son sobre todo
fármacos ingeridos por VO o metabolitos de fármacos excretadas en la bilis o
secretadas directamente en el tubo digestivo y no se reabsorben. La excreción
pulmonar es importante sobre todo para la eliminación de gases anestésicos.

La excreción de fármacos en la leche materna es importante porque los fármacos


excretados pueden afectar al lactante (con baja masa corporal y capacidad poco
desarrollada para metabolizar xenobióticos). madres lactantes en los peligros
potenciales de la excreción de fármacos en la leche.

La excreción de fármacos y metabolitos en la orina implica tres procesos


distintos: filtración glomerular, secreción tubular activa y reabsorción tubular
pasiva (fig. 2–5). La cantidad de fármaco que entra en la luz tubular por filtración
depende de la tasa de filtración glomerular y del grado de unión plasmática del
fármaco; solo se filtra el fármaco no unido a proteínas. En el túbulo renal
proximal, la secreción tubular activa mediada por transportador también puede
añadir fármaco al líquido tubular. De hecho, la mayor parte de los fármacos no
entran en el túbulo renal por filtración glomerular sino por secreción tubular.
La secreción tubular involucra transportadores de fármacos alcalinos (p.
ej.,amilorida, dopamina, histamina) y portadores de fármacos ácidos (p. ej.,
furosemida, penicilina, indometacina). La penicilina se excreta con rapidez del
cuerpo (t1/2 = 30 min), en gran parte a través de la secreción tubular, con
eliminación de la mayor parte de la dosis inyectada en 2 h.
El fármaco de la luz tubular puede reabsorberse en la circulación sistémica. En
los túbulos renales, en especial en el túbulo contorneado distal, las formas no
ionizadas de ácidos y bases débiles se someten a una reabsorción pasiva neta.
Las células tubulares son menos permeables a las formas ionizadas de
electrolitos débiles; por lo tanto, la reabsorción pasiva de estas sustancias
depende del pH. Cuando la orina tubular se hace más alcalina, los ácidos débiles
se ionizan en gran medida y se excretan más con rapidez y en mayor medida; a
la inversa, la acidificación de la orina reducirá la ionización fraccional y la
excreción de ácidos débiles. Los efectos de cambiar el pH de la orina son
opuestos para bases débiles. En el tratamiento de la intoxicación por fármacos,
la excreción de algunos fármacos puede acelerarse mediante una alcalinización
o acidificación adecuadas de la orina.

Los siguientes son los cuatro parámetros más importantes que rigen la
eliminación de los fármacos:

1. Biodisponibilidad, la fracción de un fármaco absorbida en la circulación


sistémica
2. Volumen de distribución, una medida del espacio aparente en el cuerpo
disponible para contener el fármaco basado en cuánto se administra en
comparación con lo que se encuentra en la circulación sistémica
3. Depuración, una medida de la eficiencia del cuerpo en la eliminación de
fármacos de la circulación sistémica
4. Semivida de eliminación (t1/2 de eliminación), una medida de la tasa de
eliminación del fármaco de la circulación sistémica

Eliminación de los Farmacos


La depuración es el concepto más importante para considerar al diseñar un
régimen racional para la administración de fármacos a largo plazo. El médico
por lo general desea mantener las concentraciones de un fármaco en estado de
equilibrio dentro de un intervalo terapéutico o rango asociado con eficacia
terapéutica y un mínimo de efectos tóxicos para un fármaco determinado.
Suponiendo una biodisponibilidad completa, la concentración del fármaco en
estado de equilibrio en el cuerpo se logrará cuando la tasa de eliminación del
fármaco sea igual a la velocidad de administración del fármaco.
Referencias Bibliográficas

Buxton I.O. (2022). Farmacocinética: la dinámica de la absorción, distribución, metabolismo y


eliminación de los fármacos. Brunton L.L., & Knollman B.C.(Eds.), Goodman & Gilman: Las bases
farmacológicas de la terapéutica, 14e. McGraw
Hill. https://accessmedicina.mhmedical.com/content.aspx?bookid=3218&sectionid=271124191

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