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UNIVERSIDAD TÉCNICA ESTATAL DE QUEVEDO

FACULTAD DE CIENCIAS PECUARIAS Y BIOLOGICAS

CARRERA AGROPECUARIA

MATERIA:

FARMACOLOGIA

CURSO:

7 to AGROPECUARIA “A”

DOCENTE:

ING. MEZA BONE CARLOS JAVIER

ALUMNO:

KEVIN SAMUEL GUALLI JERES

TRABAJO DE CONSULTA DE FARMACOLOGIA


TEMA GENERAL: FARMACOCINETICA

MOCACHE-LOS RIOS-ECUADOR

2022-2023
INTRODUCCIÓN
La farmacocinética se caracteriza fundamentalmente, entre otros aspectos, por la
construcción de modelos que representan un sistema de compartimientos en el
organismo y en los cuales se supone que se distribuye el fármaco una vez ingresado a él:
Un compartimiento puede ser un grupo de tejidos con características fisiológicas y
fisicoquímicas similares, tales como flujo sanguíneo, afinidad por fármacos, etc., que
examinaremos más adelante.
Después de su introducción al torrente sanguíneo, por un proceso de absorción o bien
con una inyección intravenosa, el fármaco se distribuye en estos compartimientos. Este
proceso de distribución es, por lo general, rápido y se caracteriza por ser reversible. De
este modo, el fármaco presente en la sangre se encuentra en estado de equilibrio con el
fármaco en otros líquidos, tejidos u órganos de distribución.
Como consecuencia de este equilibrio, los cambios de concentraci6ndel fármaco en la
sangre indican cambios de concentración en otros compartimientos. En cambio, la
transferencia de fármacos de la sangre a la orina o a otros compartimientos de
excreción, así como los procesos de biotransformaci6n de los fármacos en el plasma o
tejidos a productos metabólicos, la mayoría de las veces inactivos, suelen ser
irreversibles.
Esta irreversibilidad da lugar al proceso denominado eliminación, que comprende todos
aquellos mecanismos que determinan la eliminación del fármaco desde el organismo ya
sea por excreción urinaria, metabolismo o eliminación por otras vías (pulmones, sudor,
etc. )

DESARROLLO
1. ABSORCION
La absorción estudia la entrada de los fármacos en el organismo desde el lugar donde se
depositan cuando se administran. Estudia el paso de los fármacos desde el exterior al
medio interno, es decir, a la circulación sistémica. Tanto este proceso como los restantes
procesos a los que se encuentra sometido el fármaco en el organismo requieren que éste
sea capaz de atravesar membranas biológicas.

1.1 MEMBRANAS BIOLOGICAS


Los fármacos pasan usualmente a través de las células y no entre ellas. Por consiguiente,
la barrera para que pueda desplazarse una molécula en el organismo es siempre la
membrana plasmática.
Las membranas de todas las células eucariotas presentan una estructura básica similar.
En la mayoría de los modelos propuestos las moléculas de lípidos y proteínas se
mantienen unidas por enlaces no covalentes, y los lípidos se disponen en dos capas,
orientándose los fosfolípidos de forma perpendicular al plano de la membrana, con sus
grupos polares hacia el exterior e interior celular, y con las largas cadenas
hidrocarbonadas hidrófobas de los ácidos grasos enfrentadas hacia dentro de la bicapa.
Esta disposición confiere estabilidad a la membrana (fig. 1).

Figura 1. Estructura de la membrana celular (modelo de Singer y Nicolson). A) Sección


bidimensional. B) Representación tridimensional.
1.2 VIAS DE ADMINISTRACION
Para que los fármacos se pongan en contacto con los tejidos y órganos sobre los que
actúan deben atravesar la piel y las mucosas (absorción mediata o indirecta) o bien ha
de producirse una efracción de estos revestimientos (administración inmediata o
directa).
Vías mediatas o indirectas
Vía oral. Las vías más utilizadas son las mediatas o indirectas y, dentro de éstas, la oral
es la más frecuente. La absorción acontece en la mucosa del estómago y del intestino.
Usualmente, por un proceso de difusión pasiva, condicionado por la naturaleza de los
fármacos y por las diferencias de pH. En principio, los ácidos débiles encuentran en el
jugo gástrico, que es prácticamente una solución de ácido clorhídrico, un medio
adecuado para su absorción.
La mucosa gástrica permite que se absorban los ácidos con pKa superior a 3 y las bases
muy débiles (p. ej., antipirina). En el estómago se absorben también las sustancias muy
liposolubles como el alcohol. Las bases con pKa mayor de 5 (aminopirina, efedrina y
quinina) prácticamente no se absorben.

Figura 2. Absorción de un fármaco cuando se administra por una vía mediata y por una
vía inmediata.

En ocasiones se administran fármacos por vía oral para conseguir efectos en la luz
gastrointestinal. Por ejemplo, antibióticos en infecciones del aparato gastrointestinal
(neomicina o vancomicina), y derivados del ácido 5-aminosalicílico en enfermedades
intestinales inflamatorias.
Vía bucal o sublingual. La mucosa bucal posee un epitelio que está muy vascularizado,
a través del cual los fármacos pueden absorberse. Las zonas más selectivas están
localizadas en la mucosa sublingual, la base de la lengua y la pared interna de las
mejillas. Por esta razón, los fármacos deben colocarse debajo de la lengua o entre la
encía y la mejilla.
La absorción se produce, usualmente, por difusión pasiva, y es rápida. Como el pH de la
saliva es ácido, en principio se absorben ácidos débiles y bases muy débiles (nicotina y
cocaína bien, morfina y atropina mal). En general, se administran así sustancias
liposolubles (p. ej., nitroglicerina).
Vía rectal. La absorción es irregular e incompleta, pues el medicamento se mezcla con
el contenido rectal y no contacta directamente con la mucosa. Se utilizan supositorios
que llevan como vehículo gelatina, glicerina o manteca de cacao, y los excipientes
pueden también obstaculizar la absorción. Pueden emplearse enemas para mejorar la
absorción.
Las venas hemorroidales superiores vierten al sistema porta, y una cantidad difícil de
prever del medicamento pasa por el parénquima hepático. De todos modos, una ventaja
es que los fármacos administrados por vía rectal eluden parcialmente el paso por el
hígado, ya que las venas hemorroidales inferiores y medias desembocan directamente en
la vena cava.
Vía respiratoria. Algunos compuestos, sobre todo los anestésicos generales, siguen esta
vía para penetrar en la circulación general y producir sus efectos, pero además, el
parénquima pulmonar a menudo absorbe sustancias aplicadas con finalidad local. La
absorción es rápida por la gran superficie de la mucosa traqueal y bronquial (80-200 m2
) y por la proximidad entre la mucosa y los vasos pulmonares.
Vía dérmica o cutánea. La absorción es bastante deficiente, pues, en principio, la piel
es un epitelio poliestratificado de células cornificadas que protege al organismo del
exterior. El mayor interés de esta vía es la terapéutica local dermatológica. Si el fármaco
es hidrosoluble y la afección se localiza en las capas más profundas, puede ser incluso
mejor administrarlo por vía oral o por inyección. Algunos compuestos liposolubles
(glucocorticoides y hormonas sexuales) pueden, sin embargo, absorberse por la piel.
Vía conjuntival. La mucosa conjuntival posee un epitelio bien irrigado y absorbe
diversos fármacos. Las soluciones que allí se apliquen deben ser neutras e isotónicas, y
pueden utilizarse soluciones oleosas. La córnea también constituye una superficie
absorbente. Las sustancias penetran en el ojo a través de ella para ejercer efectos en
estructuras internas (p. ej., atropina para producir midriasis). En ocasiones puede
producirse, además, cierta absorción sistémica y efectos indeseados (p. ej.,
broncospasmo en asmáticos que utilizan gotas de timolol para el glaucoma).
Vías inmediatas o directas (inyectables o parenterales)
Permiten que el fármaco alcance el medio interno sin necesidad de atravesar ninguna
barrera epitelial. La absorción es regular y los fármacos llegan sin sufrir alteraciones a
su lugar de acción.
Estas vías posibilitan efectos rápidos en situaciones de emergencia, y son las únicas
practicables en algunos enfermos, pero presentan también inconvenientes. Suelen ser
caras, dolorosas, ocasionan complicaciones (infecciones y abscesos) y requieren
técnicas especiales de administración que implican el uso de asepsia y conocimientos
anatómicos. Por eso, el enfermo usualmente no puede practicarlas. Resulta, además,
difícil retirar el fármaco en caso de sobredosis.
Vía intradérmica. Se introduce una dosis pequeña en el interior de la piel y la absorción
es prácticamente nula. La zona de elección es la cara anterior del antebrazo. Se utiliza
bastante con fines diagnósticos. Así se administran soluciones de histamina y
tuberculina y extractos antigénicos para pruebas de hipersensiblidad.
Vía subcutánea. El fármaco se inyecta debajo de la piel, desde donde difunde a través
del tejido conectivo y penetra en el torrente circulatorio. La administración suele
realizarse en la cara externa del brazo o del muslo o en la cara anterior del abdomen.
La absorción podría llevarse a cabo por un proceso de difusión simple o a través de los
poros de la membrana del endotelio capilar, pero estos últimos permiten, en realidad, la
difusión indiscriminada de las moléculas sin tener en cuenta su liposolubilidad.
Vía intramuscular. En este caso, el líquido se disemina a lo largo de las hojas de tejido
conectivo situadas entre las fibras musculares. La absorción es más rápida y regular que
con la vía subcutánea y, además, produce menos dolor.
La vía intramuscular resulta especialmente útil para fármacos que se absorben mal por
vía oral (p. ej., aminoglucósidos), que se degradan por vía oral (p. ej., penicilina G) o
que tienen un primer paso hepático muy importante (p. ej., lidocaína). Los lugares
clásicos para la inyección son las regiones glúteas y deltoidea. La absorción para las
sustancias solubles oscila entre 10 y 30 min.
Vía intravascular. El fármaco se administra directamente en el torrente circulatorio y
alcanza el lugar donde debe actuar sin sufrir alteraciones. Es, por lo tanto, útil para
emergencias.
La forma más rápida de introducir un medicamento en el torrente circulatorio suele ser
la inyección intravenosa, generalmente en la vena cubital, aunque pueden utilizarse
otras. El efecto aparece al cabo de 15 seg.
Mediante un «gota a gota» puede regularse el ritmo de la administración y controlarse
con precisión la cantidad administrada y los niveles sanguíneos durante el tiempo que
sea preciso.

1.3 CARACTERISTICAS DE LA ABSORCION


 La constante de absorción representa la probabilidad que tiene una molécula de
absorberse en la unidad de tiempo.
 La semivida de absorción es el tiempo que tarda en reducirse a la mitad el
número de moléculas disponibles para absorberse.
 La mayoría de los procesos de absorción son de primer orden. La velocidad del
proceso es entonces proporcional al número de moléculas disponibles para
absorberse.
 En los procesos de orden, cero la velocidad del proceso es constante e
independiente de la concentración.
 Los procesos de absorción activa tienen usualmente una cinética de orden mixto
y se rigen por la ecuación de Michaelis-Menten

2. DISTRIBUCION
La distribución estudia el transporte del fármaco dentro del compartimiento sanguíneo y
su posterior penetración en los tejidos.
TRANSPORTE DE LOS FÁRMACOS EN LA SANGRE
Las moléculas de los fármacos en la sangre pueden ir disueltas en el plasma,
incorporadas a las células (particularmente hematíes, en los que algunos penetran y se
acumulan) y fijadas a las proteínas plasmáticas. Existe un equilibrio dinámico entre
estas tres formas de transporte.
Es muy frecuente que los fármacos interaccionen con las proteínas del plasma. Ello
condiciona en gran medida sus efectos farmacológicos. En este sentido, la albúmina es
la proteína más importante, puesto que es la más abundante y la que tiene mayor
superficie y capacidad de fijación a sustancias exógenas. Desarrolla interacciones con
cationes y con aniones, y es capaz de interaccionar con muchos fármacos de naturaleza
ácida y con algunos de naturaleza básica. La unión de los fármacos a la albúmina es, en
general, reversible, y está favorecida por la liposolubilidad.
2.1 FACTORES QUE AFECTAN LA DISTRIBUCION
El fármaco que está unido a las proteínas plasmáticas y tisulares es farmacológicamente
inerte, a menos que las proteínas tisulares sean los receptores; pero si está atrapado por
otra proteína indiferente, no funciona. Un ejemplo es la digoxina, que tiene una gran
afinidad por las proteínas tisulares y se acumula en el músculo esquelético, que es
mucho más grande que el corazón; sólo una pequeña porción de la digoxina va a llegar a
las proteínas receptoras que existen en el corazón y determinan su efecto terapéutico, el
resto se distribuye en el músculo esquelético, en forma homogénea, ya que la digoxina
tampoco es inteligente, y no ejerce función alguna. La afinidad por los tejidos determina
el fenómeno de acumulación y permite explicar el parámetro de volumen aparente de
distribución.
2.2 TASA DE EXTRACCION
2.3 UNION A PROTEINAS PLASMATICAS
Los transportadores de la membrana plasmática afectan la actividad farmacológica de
los fármacos a través de la mediación de su absorción, su distribución, su metabolismo
y su excreción. Las interacciones farmacológicas surgen cuando los fármacos
compiten para unirse a un transportador, lo que altera las respuestas a las drogas y
causa efectos adversos potencialmente tóxicos.
Los 2 transportadores principales son el casete de unión a adenosintrifosfato (ATP)
(ABC, también conocido como glucoproteína P) y los transportadores de soluto
(SLC). Los transportadores SLC incluyen moléculas que poseen una relevancia clínica
cada vez mayor y se llaman llamados transportadores de extrusión de múltiples
fármacos y toxinas (MATE) que contribuyen a la eliminación renal de metformina y a
las interacciones de cimetidina con otras drogas. La expresión de estos transportadores
de drogas parece baja durante los períodos fetal y neonatal, pero aumenta después de
los 7 años.
3. EXCRECION
3.1 PARAMETROS FARMACOCINETICOS DE LA EXCRECION
Los fármacos se eliminan del organismo sin cambios, mediante el proceso de excreción,
o se transforman en metabolitos. Los órganos excretores (después de excluir al pulmón)
eliminan compuestos polares con mayor eficacia que sustancias de gran liposolubilidad.
Por tal razón, los medicamentos liposolubles no se eliminan de manera fácil, hasta que
se metabolizan a compuestos más polares.
Excreción por riñones. La excreción de medicamentos y metabolitos en la orina
incluye tres procesos concretos: filtración glomerular, secreción tubular activa y
resorción tubular pasiva. En general, los cambios en la función global de los riñones
modifican los tres fenómenos en grado semejante. Incluso en las personas sanas, la
función renal es variable.

La cantidad de fármaco que penetra en los túbulos por filtración depende de la filtración
glomerular y la magnitud de la unión del medicamento a proteínas plasmáticas; se filtra
solamente el producto libre, es decir, no fijado.

Excreción biliar y fecal. La membrana canalicular del hepatocito también posee


transportadores análogos a los del riñón y éstos secretan de manera activa fármacos y
metabolitos hacia la bilis. La P-gp y BCRP (proteína de resistencia al cáncer mamario o
ABCG2) transportan una gran variedad de fármacos liposolubles anfipáticos, mientras
que MRP2 participa sobre todo en la secreción de los metabolitos conjugados de los
fármacos (p. ej., conjugados de glutatión, glucurónidos y algunos sulfatos).

Excreción por otras vías. La excreción de fármacos a través del sudor, la saliva y las
lágrimas es insignificante desde el punto de vista cuantitativo. La eliminación por tales
vías depende de la difusión de los medicamentos no ionizados liposolubles a través de
las células epiteliales de las glándulas y depende del pH.

Los fármacos excretados en la saliva penetran en la cavidad bucal y desde ella son
deglutidos. La concentración de algunos de ellos en la saliva corresponde a la observada
en plasma. Por tal razón, la saliva quizá sea un líquido biológico útil para medir las
concentraciones de medicamentos en situaciones en que es difícil o inconveniente
obtener sangre.

3.2 ACLARAMIENTO
El clearance o depuración es un parámetro farmacocinético descriptivo; consiste en el
análisis de la capacidad que tiene el organismo para eliminar un fármaco.
El clearence se refiere al volumen de plasma que es procesado, por unidad de tiempo,
para eliminar un determinado fármaco. La cantidad de fármaco eliminado es
proporcional a la concentración sanguínea del fármaco. Si el clearence es muy alto
significa que la capacidad de eliminación del órgano es enorme; si es muy bajo,
significa que el órgano no tiene mucha capacidad de eliminar el fármaco, de modo que
éste se mantiene por más tiempo en el organismo, tanto en la sangre como en los tejidos
[1].
3.3 ESTADO DE EQUILIBRIO
Un fármaco se acumula en el organismo cuando: la cantidad que ingresa es mayor a la
que sale; la velocidad de ingreso es mayor que la velocidad de salida; o se administra
una misma dosis a intervalos inferiores a la vida media. Por ejemplo, si a un paciente se
le administran 500 mg de paracetamol cada 4 horas, tendrá un estado estacionario; pero
si no tiene buena respuesta terapéutica al fármaco y se aumenta la dosis a 1000 mg cada
4 horas, el estado estacionario de esta nueva dosis de paracetamol se logrará dentro de 4
vidas medias; esto ocurre cuando se administra mayor dosis en el mismo intervalo de
tiempo, pero si ese paracetamol se administra cada 2 horas, aun cuando sean 500 mg, a
las 6 horas el paciente estará intoxicado con el fármaco.

Se puede modificar el intervalo o la dosis, pero existen fluctuaciones entre la dosis


máxima y la dosis mínima. Al administrar una dosis constante de un fármaco, se ajusta
la dosis a la concentración plasmática media terapéutica, como es el caso de la infusión
continua, en que la dosis está en el promedio entre la dosis máxima y la dosis mínima
terapéutica; pero si el fármaco se administra por vía oral cada vida media habrá una
fluctuación de la dosis, de tal modo que la concentración disminuirá a la mitad y luego
se recuperará dicha pérdida, hasta que se acumule.
Si las fluctuaciones de la dosis están dentro del rango terapéutico, no habrá problema. A
veces se pueden modificar las dosis, aumentándolas y aumentando también los
intervalos de administración; esto se puede lograr conociendo los parámetros
farmacocinéticos del fármaco, es decir, el volumen de distribución, la vida media,
el clearance, entre otros.

CONCLUSIÓN
 Hoy en día, la farmacocinética es una herramienta
importante de la farmacología clínica y, por lo tanto, una
ayuda para todos los médicos. Podemos concluir que para la selección y
dosificación de los antibióticos es importante conocer su comportamiento de
acuerdo a los principios farmacocinéticos y farmacodinámicos y las variaciones
de los mismos que se pueden presentar.

 Por lo tanto los antibióticos presentan características como tiempodependientes


o concentración dependientes. Las estrategias para favorecer la efectividad de
cada grupo suelen ser diferentes, en los fármacos dependientes de tiempo se
prefiere mantener la T > MIC por al menos 40% del intervalo de administración,
utilizando infusiones.

 No obstante, el conocimiento de la farmacocinética en distintos tipos de


pacientes es, un requisito importante y, por ello, en esta función de la
farmacocinética clínica adquiere cada vez mayor importancia la farmacocinética
poblacional, que estudia la variabilidad intraindividual e interindividual de los
parámetros farmacocinéticos básicos.

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