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LADME, abreviatura de Liberación, Absorción, Distribución, Metabolismo y Excreción

es el modelo que explica el proceso que hace un fármaco desde el momento de ingerirlo.
A continuación, nos adentramos en un viaje desconocido para muchos pero que ocurre
cada vez que tomamos un medicamento.
Liberación
Al tomar un medicamento por vía oral, lo primero que tiene que ocurrir es que se libere
de la forma farmacéutica de la que forma parte (cápsula, comprimido, solución o
granulado) y se disuelva en el medio. Por tanto,dependiendo del grado de integración del
principio activo en la formulación oral, tardará más o menos tiempo en liberarse. De este
modo, los fármacos que tomamos en forma de solución oral, ya van disueltos en agua,
por lo que llevarán ventaja a las cápsulas y los comprimidos. Los excipientes, que son los
compuestos inactivos que se incorporan a la formulación oral para dar cuerpo y forma
(lactosa, sacarosa, sorbitol, almidón…), también pueden influir en la liberación del
fármaco.
Absorción
Una vez disueltos, avanzan por el organismo como si fueran alimentos y se van
absorbiendo a lo largo del aparato digestivo. Aunque la absorción se puede producir en
cualquier zona, el intestino delgado es el tramo del tracto gastrointestinal especializado
en ello, debido a sus características fisiológicas que le confieren mayor superficie activa
de absorción. Por tanto, este paso dependerá tanto del estado del intestino del paciente
como de las propiedades físicoquímicas del fármaco (grado de ionización, solubilidad,
pH, etc.).
Pero no todo es tan sencillo, el fármaco también encuentra obstáculos a su paso, ya que
no todos los transportadores del intestino favorecen la absorción de sustancias. Existe un
transporte inverso, de secreción o “efflux” cuya función es proteger al torrente
sanguíneo de la intrusión de tóxicos y sustancias extrañas. Precisamente, los fármacos
son sustancias desconocidas para el organismo, y estos transportadores “efflux” se
encargarán de expulsar el fármaco que haya conseguido acceder a la sangre, nuevamente
hacia el lumen intestinal. Esto, lleva a fallos terapéuticos, pues el fármaco no consigue
llegar al sitio de acción. Estos trasportadores son los responsables del fracaso de algunos
tratamientos, como la quimioterapia del cáncer.
Distribución
La absorción es solo el principio del viaje del medicamento en el organismo. Tras su
acceso al torrente sanguíneo, éste debe viajar hasta el lugar de acción, es decir hasta el
sitio donde se encuentra la patología que debe curar. Parte del fármaco realiza este viaje
en soledad, y otra parte acompañada de proteínas transportadoras. Los que se unen a
dichas proteínas, al poseer un gran tamaño, encontrarán dificultad para atravesar algunas
membranas biológicas, como la barrera hematoencefálica (cerebro), que sólo permite el
paso a las moléculas de pequeño tamaño. Es importante tener en cuenta este fenómeno
para calcular la dosis ideal para el paciente.
Metabolismo
Desde el momento que ingerimos el medicamento, nuestros órganos encargados de
protegernos frente a sustancias extrañas se ponen en acción. Necesitamos inactivar los
tóxicos cuando ya no hagan falta. Este proceso se produce principalmente en el hígado, y
consiste en convertir o transformar químicamente los fármacos en compuestos más
fáciles de eliminar.

Excreción
Y por el final, la última fase del ciclo LADME es la exreción. Los fármacos son
expulsados de nuestro organismo mediante el proceso de excreción. Éstos se pueden
eliminar tras la metabolización o inalterados. Las vías de salida son diversas, siendo las
más importantes las vías urinaria y biliar-entérica. También puede excretarse por
sudor, saliva, leche y epitelios descamados. Estos son los últimos lugares que visita el
fármaco en su viaje por nuestro organismo.
Por tanto, el viaje del fármaco por nuestro organismo se compone de una serie de
procesos encadenados, algunos favorecen su absorción y otros la entorpecen, pero es
precisamente este equilibrio lo que hace posible que los fármacos nos curen sin
destruirnos

1. LIBERACIÓN
El proceso de liberación está sujeto a la forma de administración del medicamento, así en
las presentaciones sólidas debemos tener en cuenta tanto la disolución como la
disgregación. En la actualidad, con los fármacos disponibles podemos programar el
tiempo de liberación del fármaco, por lo tanto, esta etapa puede tener una duración
variable, así como el inicio de acción farmacológica.
Una vez el fármaco se disuelve es necesario su paso a través de una membrana, siendo de
especial relevancia en la administración oral y poco relevante en la administración
intramuscular o subcutánea.
Para la libreación de un fármaco existen una serie de estapas o procesos que deben
suceder, estos son la disgregación, difusión y disolución del fármaco.
El paso a través de las membranas biológicas está presente tanto en la etapa de absorción
como de distribución y excreción, se puede lleva a cabo a través de:

Difusión pasiva: se produce a favor del gradiente de concentración, tiende a igualar las
concentraciones entre las membranas.
Transporte especializado: este tipo de transporte necesita de un transportador específico y
se subdivide en

Difusión facilitada: a favor de gradiente de concentración sin requerimiento de energía.


Para su transporte es necesario la presencia de un transportador.
Transporte activo: como su nombre indica este tipo de transporte necesita aporte de
energía para llevarse a cabo, ya que se realiza en contra del gradiente de concentración.
Filtración: este tipo de paso es realizado por moléculas de bajo peso molecular (urea) y de
carácter hidrófilo, se realiza a través de los poros de la membrana.
Pinocitosis: se realiza por medio de invaginaciones de la pared celular, estas
invaginaciones engloban las gotas del fluido extra celular y lo absorben de esta forma.
El principal proceso de absorción presente tanto en la distribución como en la
eliminación la difusión pasiva.
Para que la difusión pasiva sea posible se tienen que presentar una serie de eventos que
favorezcan la absorción en mayor o menor medida, como es la disolución en su
componente lipidíco para interactuar con la membrana lipídica. A su vez, debemos tener
en cuenta que la membrana lipídica está en contacto en su interior y exterior con un
medio acuoso, por ende, también es importante el grado de hidrosolubilidad; esto es lo
que se conoce como coeficiente de reparto lípido/agua, suele representarse con
nomenclatura inglesa O/W por oil/water (Cr o/w).
La difusión se produce a favor del gradiente de concentración, es decir, del medio más
concentrado al menos concentrado con el objetivo de lograr la equidad en ambos lados de
la membrana. Esto no es un proceso estático, si no más bien es un proceso dinámico, ya
que al absorberse a través de la membrana existe un proceso simultáneo de
metabolización y excreción en el torrente circulatorio. Es importante tener esta
peculiaridad en cuenta, ya que el fármaco seguirá absorbiéndose hasta su totalidad en el
caso que esto sea posible.
La velocidad de difusión se puede definir como la cantidad de sustancia que atraviesa la
membrana por unidad de tiempo, dicha velocidad no es igual o estándar para todos los
fármacos, ya que esta depende de las siguientes características farmacológicas:

Solubilidad del fármaco (Cr o/w)

Tamaño de la molécula

Capacidad de fijación a proteínas

Grado de pH en los lados de la membrana.


Tamaño molecular: inversamente proporcional al coeficiente de difusión, así a mayor
tamaño molecular su tasa de discusión decrece.

pH para electrolitos débiles: la naturaleza del fármaco determinará su grado de acidez o


alcalinidad, la mayoría de los fármacos son ácidos o álcalis débiles. Cuando un fármaco
se encuentra bajo la forma no ionizada es liposoluble, bajo esta condición de
liposolubilidad son capaces de interaccionar más fácilmente con la membrana lipídica y
atravesar la misma. Esta situación no se presenta cuando estamos ante un fármaco ácido
débil, ya que es una forma ionizada con afinidad hidrosoluble y por lo tanto presenta
mala difusión a través de la membrana lipídica.

2. ABSORCIÓN
Es el paso de una sustancia de un medio externo a un medio interno, para ello es
necesario que atraviese una membrana. Desde el punto de vista de la farmacocinética
debemos entender que se trata del paso de un fármaco, desde el lugar de absorción, de un
medio externo a la sangre. La absorción está presente en todas las formas de
administración medicamentosa, salvo en la administración intravenosa, esto es de gran
importancia a la hora de administrar un medicamento y prever el inicio de la acción
farmacológica.

El depósito de un fármaco en el organismo depende de la forma galénica, pudiendo


diferenciar entre suspensión, jarabe, grajea, etc. Otro factor a tener en cuenta es la vía de
absorción, entre las cuales podemos encontrar la vía respiratoria, digestiva, conjuntiva,
genitourinaria y piel. Todas estas tienen en común la necesidad de atravesar una mucosa
para iniciar su acción. Si la introducción del fármaco es directa en líquido extracelular de
un tejido nos encontramos ante una vía intraperitoneal, intamuscular, intravenosa, etc.
BIBLIOGRAFÍA

Golan DE, Tashjian AH, Armstrong EJ y Armstrong AW. Principios de Farmacología.


Bases fisiopatológicas del tratamiento farmacológico. Barcelona. Wolters Kluwer. 2012.

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Barcelona. Elsevier. 2012.

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Pharmacists. 2010.

Lilley LL, Aucker RS y Albanese JA. Pharmacology and the nursing process. Sant Louis.
Mosby. 2010.
Adams M y Holland N. Farmacología para enfermería, un enfoque fisiopatológico.
Madrid. Pearson. 2009.

Lorenzo A, Moreno A, Leza JC, Lizasoain I,  Moro, MA. Velazquez Farmacología básica
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Castells S, Hernández M. Farmacología en enfermería. Madrid. Elsevier. 2007

Zabalegui A, Mangues I, Molina JV, Tuneu L. Administración de medicamentos y


cálculo de dosis. Barcelona. Masson. 2005.

Opie LH y Gersh BJ. Fármacos para el corazón. Madrid. Elsevier. 2005.

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Baños JE y Farré M. Principios de farmacología clínica. Bases científicas de la


utilización de medicamentos. Barcelona. Masson. 2002

Santos B, Guerrero MD (coord.). Administración de medicamentos. Teoría y Práctica.


Madrid. Díaz de Santos. 1994.

El proceso LADME
La farmacocinética es la rama de la farmacología que se encarga de estudiar los procesos
mediante los cuales una droga o fármaco puede ser asimilada por el organismo. Este
proceso
en conjunto, se denomina LADME que empieza desde:
Liberación
del principio activo,
Absorción
entrada del principio activo en la circulación desde el lugar de
administración;
Distribución
traslado del principio de la sangre a los tejidos,
Metabolismo
biotransformación; y
Excreción
salida del organismo.
Definición y descripción de cada etapa
Se divide en 5 etapas:
LIBERACIÓN:
El fármaco se dispone en las mejores condiciones para ser absorbido en el organismo.
Habitualmente se considera que pertenece al proceso farmacéutico.
El medicamento entra en el cuerpo y libera el contenido del principio activo
administrado.
Vías de administración:
Oral, parenteral, tópica e inhalatoria.
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1.
Oral
2.
Parenteral:
Podemos distinguir:
Vía sublingual
Vía rectal
Intramuscular
Intraarterial
Subcutánea
Intravenosa
3.
Tópica
4.
Vía inhalatoria
Una vez dentro del organismo, el principio activo (P.A) puede absorberse de dos formas:
1.
Disgregación
: La forma farmacéutica se desintegra en partículas más pequeñas para
ayudar a que sea más sencilla su absorción. Se da en el caso de formas farmacéuticas
sólidas.
2.
Disolución
: El principio activo (P.A) se disuelve en los fluidos corporales. Se da en el
caso de formas farmacéuticas liquidas o en partículas que ya han sido previamente
disgregadas.
Factores que influyen en la velocidad de liberación
:
Un menor tamaño de principio activo (P.A) facilita tener mayor velocidad.
Los excipientes pueden dificultar o favorecer el contacto del principio activo
(P.A) con los fluidos corporales.
Las formas farmacéuticas líquidas tienen mayor velocidad de liberación que no
las sólidas. (Ejemplo: actúa antes un inyectable que un comprimido).
ABSORCIÓN:
Es el proceso fisiológico por medio del cual una sustancia es capaz de alcanzar el torrente
circulatorio procedente del exterior del organismo. La absorción puede ser mediata o
inmediata.
El fármaco administrado traspasa algún tipo de barrera, la cual cambia según la vía de
administración usada, que puede ser: cutánea, subcutánea, respiratoria, oral, rectal,
vaginal,
muscular, o puede ser inyectada directamente a la circulación sanguínea por la vía
intravenosa.
Los medios de Absorción en el cuerpo:
Difusión Pasiva
Difusión Activa
Difusión Facilitada
Osmosis
Exocitosis
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Endocitosis
Pinocitosis
Fagocitosis
Factores que influyen en la absorción:
1.
La preparación farmacéutica (liberación)
2.
Características físico-químicas del fármaco (liposolubilidad, grado de ionización)
3.
Eliminación presistémica (efecto primer paso)
4.
Características del lugar de absorción (via de administración)
DISTRIBUCIÓN:
Es la velocidad de distribución de los fármacos y estará en dependencia de características
fisicoquímicas, el gasto cardíaco, la perfusión vascular, la permeabilidad de las
membranas a
los fármacos y de la relativa partición de los fármacos entre el tejido y la sangre.
El medicamento llega a diferentes regiones de nuestro cuerpo, es un proceso importante,
ya
que cada tejido puede recibir cantidades diferentes del fármaco, el cual pasa un tiempo
variable.
Factores que influyen en la distribución
Unión a proteínas plasmáticas
Ph ( ionización del fármaco)
Liposolubilidad.
Flujo sanguíneo (velocidad de distribución)
Barreras especiales
Son múltiples, pero siguiendo a Pascuzzo, los más importantes son los tres siguientes: los
volúmenes físicos del organismo, la tasa de extracción y la unión a proteínas plasmáticas
y, o,
tisulares.
METABOLISMO:
Los fármacos no permanecen en el organismo indefinidamente, sino que sufren una serie
de
cambios bioquímicos, o sea, transformación metabólica mediante las cuales se hacen más
hidrosolubles, más polares y de más fácil eliminación, por lo que disminuirán su potencia
y su
toxicidad. La biotransformación se produce mediante procesos enzimáticos intracelulares
que
dan lugar a la formación de sustancias farmacológicamente más activas que la original
(activación), o dan lugar a metabolitos con poca o ninguna acción (inactivación).
El fármaco es transformado en el organismo debido a la acción de las enzimas, donde es
degradado y pierde parte de su estructura al ser reconocido por el organismo como una
sustancia extraña al mismo.
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Factores que influyen en el metabolismo:
1.
Edad
: ancianos y niños tienen disminuída la actividad metabólica. Ej. Kernicterus en
recién nacidos por insuficiente glucuronidación de la bilirrubina.
2.
Patología hepática
: está disminuido el metabolismo.
3.
Factores genéticos
: mutaciones en las enzimas metabolizadoras. Ej. N-
acetiltransferasa: acetiladores rápidos y lentos.
Mayor incidencia de lupus en ttos con procainamida en acetiladores lentos.
Mayor incidencia de hepatitis por isoniazida en acetiladores rápidos.
4.
Dieta:
Ej.Hiperproteica: aumenta metabolismo oxidativo de algunos fármacos
(Teofilina).
5.
Hábito de fumar
: induce el metabolismo de los fármacos.
6.
Fármacos:
inductores e inhibidores enzimáticos
EXCRESIÓN:
Los fármacos, una vez metabolizados, se excretan. Cada fármaco se elimina de modo
característico. Los principales órganos de excreción son: riñón, pulmón y tubo digestivo,
incluida la secreción biliar.
Es el proceso de biotransformación o excreción mediante el cual un fármaco es
metabolizado o llevado al exterior de nuestro cuerpo por un órgano excretor como el
hígado, el riñón, la piel, las glándulas salivales y lagrimas, desapareciendo así sus
efectos farmacológicos.
Los factores que influyen en la excreción:
Insuficiencia renal
Disminución de la perfusión renal. Ej: Insuficiencia cardíaca.
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Edad: en ancianos disminuye el aclaramiento renal.
Competencia con el transportador.
Modificación pH de la orina
Tema 3: Procesos LADME (Liberación, Absorción,

Distribución, Metabolismo, Excreción)

Para que un fármaco produzca sus efectos terapéuticos o tóxicos, debe

alcanzar una concentración en su lugar de acción. La concentración de un

fármaco en su lugar de acción es la consecuencia de los siguientes

procesos:

Absorción o entrada del fármaco en el organismo, que incluye la

liberación de su forma farmacéutica, disolución y absorción propiamente

dicha.

2. Distribución del fármaco para que llegue del lugar de absorción a la

circulación sistémica y a los tejidos.El paso de la sangre a los tejidos

depende de la fijación del fármaco a las proteínas plasmáticas.


3. Eliminación sea por metabolismo principalmente hepático o por excreción

del fármaco por la orina, bilis….

La cantidad de fármaco en el organismo no permanece estática sino que

fluctúa con el tiempo, y esta variación en el tiempo depende de la influencia

conjunta de los 3 procesos.

-Concentración mínima Eficaz (CME): aquella por encima de la cual se

observa el efecto terapéutico

-Concentración máxima tóxica (CMT): aquella por encima de la cual se

observan efectos tóxicos.

-Periodo de latencia (PL): tiempo que trascurre desde la administración del

fármaco hasta el comienzo del efecto.

Intensidad del efecto (IE): guarda relación con la concentración

plasmática máxima

Duración de la acción o tiempo eficaz(TE): es el tiempo transcurrido entre

el momento que se alcanza la CME y el momento en que desciende por

debajo de esta.

Absorción de los fármacos

VISTA PARA PACIENTES

Administración oral

Administración parenteral
Formas de liberación controlada

La absorción de un fármaco depende de sus propiedades fisicoquímicas, su formulación


y su vía de administración. Las formas farmacéuticas (p. ej., comprimidos, cápsulas,
soluciones) están compuestas por el fármaco y otros ingredientes, y se formulan de
manera que puedan ser administradas por diversas vías (p. ej., oral, bucal, sublingual,
rectal, parenteral, tópica, inhalatoria). Cualquiera sea la vía de administración, en
primer lugar los fármacos deben disolverse para ser absorbidos. Por ello, las formas
sólidas (p. ej., comprimidos) deben ser capaces de desintegrarse y desagregarse.

Salvo en el caso de la administración IV, un fármaco debe atravesar varias barreras


celulares semipermeables antes de alcanzar la circulación sistémica. Las membranas
celulares son barreras biológicas que inhiben selectivamente el flujo de las moléculas
de los fármacos. La composición fundamental de las membranas consiste en una matriz
lipídica bimolecular de la que depende su permeabilidad. Los fármacos pueden
atravesar las membranas celulares por

Difusión pasiva

Difusión pasiva facilitada

Transporte activo

Pinocitosis

En algunas ocasiones, existen diversas proteínas globulares inmersas en la matriz que


actúan como receptores y colaboran en el transporte de moléculas a través de la
membrana.

(Véase también Generalidades sobre la farmacocinética ).


Difusión pasiva
Los fármacos difunden a través de una membrana celular desde una región con una
concentración elevada (p. ej., los jugos digestivos) hacia las zonas de baja
concentración (p. ej., la sangre). La velocidad de difusión es directamente proporcional
al gradiente, pero también depende de la liposolubilidad de la molécula, de su tamaño,
de su grado de ionización y de la superficie de absorción. Como la membrana celular es
de naturaleza lipídica, las moléculas liposolubles difunden con mayor rapidez. Las
moléculas pequeñas tienden a atravesar las membranas más velozmente que las más
grandes.

La mayoría de los fármacos son ácidos o bases orgánicos débiles que se encuentran en
las formas ionizada y no ionizada en un entorno acuoso. La forma no ionizada suele ser
liposoluble (lipofílica) y difunde con facilidad a través de las membranas celulares. La
forma ionizada es poco liposoluble (pero muy hidrosoluble, es decir, hidrofílica) y está
sometida a una alta resistencia eléctrica, por lo que no le resulta fácil atravesar las
membranas celulares.
La proporción de la forma no ionizada presente (y, por lo tanto, la capacidad del
fármaco para atravesar membranas) depende del pH ambiental y del pKa (constante de
disociación ácida) del fármaco. El pKa es el pH en el cual las formas ionizada y no
ionizada están presentes en concentraciones idénticas. Cuando el pH es menor que el
pKa, en el caso de un ácido débil predomina la forma no ionizada, pero en las bases
débiles la forma predominante es la ionizada. Por lo tanto, en el plasma (pH 7,4), la
relación entre las formas no ionizada e ionizada de un ácido débil (p. ej., con un p Ka de
4,4) es 1:1000; en el jugo gástrico (pH 1,4), la relación se invierte (1000:1). Por lo
tanto, cuando se administra por vía oral un ácido débil, la mayor parte de éste se
encuentra en forma no ionizada en el estómago, lo que favorece su difusión a través de
la mucosa gástrica. Si se trata de una base débil con un pKa de 4,4, la situación se
invierte; la mayor parte del fármaco se encuentra en forma ionizada en el estómago.
En teoría, los fármacos de naturaleza ácida débil (p. ej., ácido acetilsalicílico) se
absorben con más rapidez a partir de un medio ácido (estómago) que los de naturaleza
básica débil (p. ej., quinidina). Sin embargo, independientemente de que un fármaco sea
ácido o básico, la mayor parte del proceso de absorción ocurre en el intestino delgado,
debido a la mayor superficie de absorción y a la mayor permeabilidad de sus
membranas (véase Administración oral ).
Difusión pasiva facilitada
Algunas moléculas poco liposolubles (p. ej., glucosa) atraviesan las membranas más
rápidamente de lo que podría esperarse. Una teoría es la difusión pasiva facilitada: una
molécula transportadora se combina de forma reversible con la molécula sustrato en el
exterior de la membrana celular, y el complejo transportador-sustrato difunde con
rapidez a través de la membrana, lo que libera el sustrato desde la superficie interior. En
estos casos, la membrana transporta únicamente sustratos con una configuración
molecular relativamente específica y la disponibilidad de transportadores limita el
proceso. Este tipo de transporte no requiere gasto de energía, y no es posible que ocurra
en contra de un gradiente de concentración.

Transporte activo
El transporte activo es selectivo, requiere aporte de energía y puede ser llevado a cabo
en contra de un gradiente de concentración. El transporte activo parece estar limitado a
fármacos estructuralmente análogos a sustancias endógenas (p. ej., iones, vitaminas,
azúcares, aminoácidos). Estos fármacos suelen absorberse en regiones específicas del
intestino delgado.

Pinocitosis
En la pinocitosis, las células capturan líquido o partículas. La membrana celular se
invagina, rodea el líquido o la partícula y vuelve a fusionarse, lo que da lugar a la
formación de una pequeña vesícula que se desprende de la membrana y pasa al interior
de la célula. Es preciso el aporte de energía. Probablemente, la pinocitosis desempeña
un papel menor en el transporte de fármacos, con la excepción de los fármacos de
naturaleza proteica.

Administración oral
Antes de su absorción, un fármaco administrado por vía oral debe sobrevivir en
entornos de bajo pH y con numerosas secreciones digestivas, entre las que se
encuentran enzimas potencialmente degradantes. Los fármacos de naturaleza peptídica
(p. ej., insulina) resultan particularmente susceptibles a la degradación, por lo que no
pueden administrarse por vía oral. La absorción de los fármacos administrados por vía
oral implica el transporte a través de la membranas de las células epiteliales del tracto
digestivo. La absorción se ve afectada por

Las diferencias de pH intraluminal a lo largo del tubo digestivo

La relación entre la superficie y el volumen intraluminal

La perfusión sanguínea

La presencia de bilis y moco

La naturaleza de las membranas epiteliales

La mucosa oral posee un epitelio delgado y está muy vascularizada, lo que favorece la
absorción; sin embargo, el tiempo de contacto suele ser demasiado corto como para que
se produzca una absorción significativa. Si el fármaco se deposita entre las encías y la
superficie interior de la mejilla (administración bucal) o bajo la lengua (administración
sublingual), el tiempo de contacto aumenta, lo que favorece la absorción.

Normalmente, el estómago es el primer órgano en el que se produce un contacto


estrecho entre un fármaco administrado por vía oral y líquidos gastrointestinales (para
una revisión, véase [ 1]). Aunque rel estómago presenta una superficie epitelial
relativamente extensa, el espesor de su capa mucosa y el corto período de tránsito
limitan la absorción del fármaco. Estas propiedades del estómago pueden influir en la
formulación y el comportamiento del fármaco. Dado que la mayor parte de la absorción
se produce en el intestino delgado, la evacuación gástrica suele ser el factor limitante de
la velocidad de absorción. Los alimentos, en especial los de alto contenido graso,
reducen la velocidad de la evacuación gástrica (y la de absorción de fármacos), lo que
explica por qué la administración en ayunas de algunos fármacos acelera la absorción.
Los fármacos que afectan la evacuación gástrica (p. ej., agentes parasimpaticolíticos)
afectan la velocidad de absorción de otros fármacos. Los alimentos pueden incrementar
el grado de absorción de fármacos poco solubles (p. ej., griseofulvina), reducirlo en el
caso de aquellos que se degradan en el estómago (p. ej., penicilina G) o presentar poco
o ningún efecto sobre éste.
El intestino delgado presenta la mayor superficie de absorción de fármacos de todo el
tubo digestivo, y sus membranas son más permeables que las gástricas. Por ello, la
mayoría de los fármacos se absorben fundamentalmente en el intestino delgado, y los
ácidos, pese a la capacidad de atravesar membranas de los fármacos no ionizados, se
absorben con mayor rapidez en el intestino que en el estómago (para una revisión, véase
[ 1]). El pH en la luz del duodeno está comprendido entre 4 y 5, pero se va
alcalinizando en forma progresiva y llega a alcanzar un valor de 8 en el íleon distal. La
microflora gastrointestinal puede reducir la absorción. La disminución del flujo
sanguíneo (p. ej., en casos de shock) puede disminuir el gradiente de concentración a
través de la mucosa intestinal y reducir la absorción mediante difusión pasiva.
El tiempo de tránsito intestinal puede afectar a la absorción de fármacos, sobre todo en
el caso de aquellos que son absorbidos mediante transporte activo (p. ej., vitaminas B),
que se disuelven lentamente (p. ej., griseofulvina) o que son polares (es decir, con baja
liposolubilidad; p. ej., muchos antibióticos).

Para maximizar la adherencia, los médicos deben prescribir suspensiones orales y


tabletas masticables para los niños < 8 años. En los adolescentes y los adultos, la
mayoría de los fármacos se administran por vía oral en forma de comprimidos o
cápsulas primariamente por cuestiones de comodidad, economía, estabilidad y
aceptación por parte de los pacientes. Como las formas farmacéuticas sólidas deben
disolverse para que el fármaco pueda ser absorbido, la disponibilidd del fármaco
depende de la velocidad de disolución. Cuando ésta es más lenta que la absorción, se
convierte en el factor limitante de la velocidad. Modificando la formulación (es decir,
administrando el fármaco en forma de sal, cristalizado o como hidrato) puede alterarse
la velocidad de disolución y, por lo tanto, controlarse el proceso global de absorción.

Referencia general
Vertzoni M, Augustijns P, Grimm M, et al : Impact of regional differences along
the gastrointestinal tract of healthy adults on oral drug absorption: An UNGAP
review. Eur J Pharm Sci 134:153-175, 2019. doi:10.1016/j.ejps.2019.04.013
Administración parenteral
Los fármacos que se administran IV ingresan directamente en la circulación sistémica.
Sin embargo, los que se administran por vía IM o por vía subcutánea deben atravesar
una o varias membranas biológicas para alcanzar la circulación sistémica. Cuando se
inyectan por vía IM o subcutánea fármacos proteicos con masas moleculares  > 20.000
g/mol, su desplazamiento a través de las membranas capilares es tan lento que la mayor
parte de la absorción se produce a través del sistema linfático. En estos casos, la entrega
del fármaco es lenta y a menudo incompleta por el efecto del metabolismo del primer
paso (metabolismo de un fármaco antes de que alcance la circulación sistémica) de las
enzimas proteolíticas del sistema linfático.
La perfusión (flujo sanguíneo/gramo de tejido) afecta mucho la absorción capilar de las
moléculas pequeñas administradas por vía IM o SC. Por lo tanto, el sitio de la inyección
puede afectar la velocidad de absorción. La absorción de sales de bases o ácidos poco
solubles (p. ej., la forma parenteral de la fenitoína) administradas IM o por vía
subcutánea puede ser retardada o errática; lo mismo ocurre en los pacientes con mala
perfusión periférica (p. ej., durante la hipotensión o el shock).

Formas de liberación controlada


Las formas de liberación controlada sirven para reducir la frecuencia de la dosificación
de fármacos con semividas de liberación y duraciones de efecto cortas. Estas formas
también limitan las fluctuaciones de la concentración plasmática del fármaco, con lo
que su efecto terapéutico es más uniforme mientras se minimizan los efectos adversos.
La velocidad de absorción puede reducirse recubriendo las partículas del fármaco con
ceras u otros productos insolubles en agua, impregnando el fármaco en una matriz que
lo libere lentamente durante su tránsito a lo largo del tracto gastrointestinal o utilizando
complejos del fármaco con resinas de intercambio iónico. La mayor parte de estas
formas farmacéuticas se absorben en el intestino grueso. La pulverización o cualquier
otra manipulación de estas píldoras o cápsulas de liberación controlada a menudo puede
ser peligrosa.

Las formas transdérmicas de liberación controlada liberan el fármaco durante períodos


prolongados, a veces de varios días. Para que un fármaco pueda administrarse por vía
transdérmica, sus características de liberación cutánea deben ser adecuadas; además,
debe ser un fármaco potente, ya que la velocidad de penetración y la superficie de
aplicación son limitadas.

Existen muchas formas parenterales no IV diseñadas para obtener concentraciones


plasmáticas estables del fármaco. La absorción de agentes antimicrobianos puede
extenderse en el tiempo, utilizando por vía IM sus formas salinas, relativamente
insolubles (p. ej., penicilina G benzatínica). En el caso de otros fármacos, se han
diseñado suspensiones o soluciones en vehículos no acuosos (p. ej., suspensiones
cristalinas de insulina) para retrasar la absorción.

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