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La denotación de un término se refiere a su significado objetivo y establecido, como se define en el diccionario. La connotación se refiere a las asociaciones subjetivas y emocionales que pueden tener las personas con un término debido a sus experiencias personales o al contexto social e histórico. La connotación de un término puede variar entre individuos y grupos. Además, la connotación también puede sugerirse a través de los sonidos de las palabras. El lenguaje científico intenta evitar las connotaciones
La denotación de un término se refiere a su significado objetivo y establecido, como se define en el diccionario. La connotación se refiere a las asociaciones subjetivas y emocionales que pueden tener las personas con un término debido a sus experiencias personales o al contexto social e histórico. La connotación de un término puede variar entre individuos y grupos. Además, la connotación también puede sugerirse a través de los sonidos de las palabras. El lenguaje científico intenta evitar las connotaciones
La denotación de un término se refiere a su significado objetivo y establecido, como se define en el diccionario. La connotación se refiere a las asociaciones subjetivas y emocionales que pueden tener las personas con un término debido a sus experiencias personales o al contexto social e histórico. La connotación de un término puede variar entre individuos y grupos. Además, la connotación también puede sugerirse a través de los sonidos de las palabras. El lenguaje científico intenta evitar las connotaciones
La denotación de un termino no es el concepto estable, no subjetivo, analizable
teóricamente. Es decir, viene a coincidir en buena parte con el significado que del mismo término da el diccionario. Por ejemplo, «noche» es «el intervalo de tiempo que media entre la puesta del sol y el nuevo día». Decimos que «noche» denota este significado. Sin embargo, la palabra «noche» puede estar revestida de connotaciones de miedo o pavor para un niño, poéticas para un enamorado, etcétera. La connotación es la resonancia significativa de un término en una persona, grupo o pasaje, el sobreañadido semántico que se presta a algunos términos para alguien en determinadas circunstancias. Así, en el mismo caso de «noche», para algún hablante puede hallarse asociada a «tristeza», «soledad», «melancolía»: estos significados son las connotaciones del termino. La connotación puede ser restringida y particular: una persona que ha perdido a un ser querido en un accidente de aviación revestirá de connotaciones amargas el significado de palabras como «aeropuerto», «aterrizar», «azafata», etcétera. Puede ser también social e histórica, afectando entonces a un grupo. La palabra «rojo» se asocia connotativamente, sobre todo en nuestra Patria, a personas de tendencias políticas izquierdistas, y de ahí, incluso, a personas que se quiere denostar. Los valores connotativos pueden, pues, venir de circunstancias las más dispares, hasta incluso ocasionar el total cambio de significado de una palabra, como veremos. La connotación también puede sugerirse fonéticamente mediante el sonido o significante de la palabra. Así se explica la onomatopeya y la aliteración, pero también que el sonido de algunas palabras nos parezca «suave», «desagradable», «dulce», etcétera. El lenguaje científico y técnico pretende utilizar la lengua decorativamente, significando con claridad y precisión, no dejando resquicios para la interpretación personal. El lenguaje connotativo, por el contrario, es abundante cuando se trata de poesía porque se busca la universalidad de lo expresado, lo inconcreto y en el lenguaje familiar, en donde las palabras cobran significados que sólo conocen los miembros de la familia o el grupo.