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UNIDAD I.

EL AGUA.
(Parte II)
COMPOSICIÓN DE LÍQUIDOS CORPORALES.
Los líquidos que se encuentran formando parte de los líquidos tanto intracelulares como extracelulares
se caracterizan por presentar determinadas concentraciones de solutos; dicha composición de los LEC y LIC
determina el flujo neto de intercambio de agua y de compuestos osmóticamente activos. Entre la composición
determinada de estos líquidos hay diferentes sustancias electrolíticas como las proteínas, iones y compuestos
orgánicos; además de metabolitos intermediarios como la glucosa, cuerpos cetónicos, lípidos, triglicéridos, etc.
Los compuestos orgánicos a su vez tienen una responsabilidad definida en el intercambio de agua. Los
componentes de los LEC y LIC cumplen funciones específicas que determinan la capacidad metabólica de ese
líquido.
En la imagen se observa la composición y la presencia
de cationes en los diferentes compartimientos corporales y
como se desplazan los solutos a través de dichos
compartimientos. En cuanto a la composición se observa como
hay mayor presencia de Na+ en el compartimiento extracelular
y menor en el intracelular, caso contrario a lo que ocurre con
el K+ (las concentraciones se observan en la imagen), por lo
que se deduce que la composición de los líquidos presentes en
los diferentes compartimientos es distinta. El cuerpo pone en
marcha una serie de mecanismos que permiten que esta
composición se mantenga distinta, desplazando cationes,
aniones y agua. Esto ocurre cuando se quiere redistribuir el Na
y el K de los líquidos intracelulares y extracelulares. Estos dos
iones (Na y K) son fundamentales en el flujo neto y en el mantenimiento constante de los compartimientos, ya
que son cationes que se encuentran en ellos en proporciones distintas. Cabe destacar que además hay presencia
de Cl, Ca, aa, glucosa, bicarbonato, fosfato.
La importancia de mantener distintas estas proporciones radica en que esta diferencia de composición
es precisamente, la que permite llevar a cabo numerosos procesos tanto químicos como eléctricos, como en el
caso del potencial de acción, el transporte a través de las membranas, etc; además esta diferencia de
concentración representa una importante inversión de energía y cierta cantidad de mecanismos para mantener
tanto las concentraciones iónicas de manera diferencial, como dicha energía. Por ejemplo, para mantener las
concentraciones diferentes de Na y K en los compartimientos corporales se necesita un gran consumo de
energía que representa el ordenamiento de forma diferencial de ambos cationes a través de ambos espacios, lo
cual depende de un proceso activo, que consume energía conocido como la bomba Na/K ATPasa.
El plasma también presenta una composición diferente respecto a la del líquido intersticial, que se
mantiene gracias a la presencia de una barrera, representada por la membrana endotelial de los capilares,
endotelio vascular, ya que ésta es poco permeable a las proteínas plasmáticas, que permite mantener una
diferencia fundamental entre el espacio intersticial y el plasma. Esta composición diferente hace referencia a la
presencia alta (en el plasma) o baja (en el líquido intersticial) de proteínas, pero el líneas generales esa
composición es muy parecida.
Nota: a diferencia del líquido intersticial, el plasma está enriquecido de proteínas (por ejemplo, la
Albúmina que es la más abundante), aproximadamente tiene de cuatro a cinco veces más que el líquido
intersticial. Estas proteínas son las principales responsables de la presión osmótica a nivel sanguíneo y por lo
tanto del mantenimiento del volumen sanguíneo.

El calcio se mantiene con una gran diferencia de concentración entre ambos compartimientos, ya que es un
catión que juega un papel importante en los procesos de señalización y transporte a nivel del citoesqueleto y
otras funciones, por esto su concentración intracelular debe ser regulada para que solamente esté presente en
concentraciones necesarias para cumplir dichas funciones y luego volver a un estado de muy baja concentración
en el medio intracelular. Así funcionan los sistemas de señalización, por cortos y modulados periodos para que
se mantenga la posibilidad de corresponder siempre a una señal, por esto el Ca se mantiene secuestrado en
organelas en el espacio intracelular o en el espacio extracelular, para que pueda cumplir con funciones
importantes en los procesos de señalización, ya que si no se seguirían enviando señales y con ello habría una
estimulación continua en un proceso determinado, como en el caso de la contracción muscular.
La glucosa se mantiene en mayor cantidad en el líquido extracelular porque una vez que ingresa al medio
intracelular, esta se metaboliza, lo que permite que haya un gradiente de concentración favorable para que
siempre esté ingresando a la célula.
El Cl, fosfatos, proteínas y aniones orgánicos, constituyen los aniones que van a estar presentes
cumpliendo, entre otras funciones, el mantenimiento eléctrico de los compartimientos intracelular y
extracelular.
Los subcompartimientos del líquido extracelular,
como lo son el plasma y el líquido intersticial, presentan
entre sí, diferencias en la concentración de aniones y
cationes. Si se compara con el cuadro anterior, las
concentraciones iónicas son muy parecidas.
Entre el plasma y el líquido intersticial se observa
una gran diferencia entre la concentración total de
proteínas; esto se debe a la gran cantidad de proteínas que
se encuentran en el plasma y que no son difusibles a través
del endotelio vascular y tampoco se presentan
mecanismos que puedan ayudar a su difusión, como la
bomba N/K o la bomba de Ca. De esta manera, esa gran
concentración de proteínas presenta gran cantidad de aniones y cationes en su estructura que condicionan, la
movilidad de los otros iones que se muestran en el cuadro.

En este cuadro se compara la semejanza que hay entre los compartimientos corporales con relación al
mar isotónico. El mar posee una cantidad parecida de minerales y sales, al líquido extracelular, y puede explicar
mucho de cómo pudo haberse producido la vida y evolución a través de mares externos.
COMPARACIÓN DE LAS CONCENTRACIONES DE IONES EN LOS DIFERENTES LIQUIDOS CORPORALES.

Por ejemplo, en el caso del jugo gástrico si se suman los cationes se obtiene 65 mmol/L de cationes, y si
se suman los aniones se obtiene un total de 165 mmol/L de aniones. Lo que no es probable, porque hace falta
sumar el ácido clorhídrico (HCL), compuesto por cloruro e hidrogeno; si tomamos en cuenta que este es un ácido
muy fuerte, es decir que se ioniza completamente en sus componentes y que la cantidad de hidrogeniones que
aporta es mayor que la cantidad de cloro, obtenemos que es el que va a contrarrestar los 100 mmol/L, las cargas
que faltaban (esto se encuentra en la guía pero no fue explicado en clase).
ANIÓN GAP.
También conocido como brecha aniónica o hiato aniónico. Es importante conocer que el sodio y el
potasio son los principales cationes, mientras que el Cl y el bicarbonato son los principales aniones que definen
la cantidad de cargas que hay en solución, porque haciendo una resta de la concentración plasmática de cada
uno de ellos, se puede obtener un diferencial, conocido como diferencial aniónica o anión gap.
Así pues, el anión gap, puede definirse como la cantidad de aniones no medidos habitualmente
(proteínas, aminoácidos y sustancias de bajo peso molecular), y su valor corresponde a la diferencia entre
aniones y cationes que sí se miden. Una vez que se tiene el valor de dicha diferencia, el mismo va a favor de
la suma de aniones, logrando, de esta manera, una igualdad entre la concentración de aniones y cationes y con
ello se consigue un equilibrio, al alcanzar la electroneutralidad en un compartimiento. Según el Dr. Néstor, de
manera normal, el valor del anión gap debe estar comprendido entre 6 a 12 miliequivalentes.

Anión gap= ([Na+] + [K+]) – ([Cl-] + [HCO3-])

Este resultado representa una diferencia que corresponde, generalmente, a la cantidad de aniones que
no podemos medir que se encuentran en el plasma, pero que están contribuyendo a la carga aniónica o catiónica
(esto último solo aplica cuando el resultado de la diferencia es de signo negativo) en solución. Esto permite
evaluar el flujo de compuestos orgánicos de carácter aniónico o catiónico en plasma para diversas patologías.

Si el diferencial aniónico aumenta, quiere decir que el número del diferencial aniónico o aniones no
medibles, esta aumentado. Estos pueden ser: lactato, citrato, piruvato, acetato, hidroxipiruvato, etc. Por
ejemplo, el lactato se encuentra aumentado en una acidosis metabólica cuando se practica ejercicio; al
aumentar el lactato, aumenta el anión gap y, esto hará que alguno de los aniones conocidos (los que sí se miden)
disminuya en solución, para mantener la concentración de aniones igual a la de cationes y, con esto, mantener
el equilibrio eléctrico. Entonces el anión gap no es más que la fórmula para conocer el número diferente de
aniones al cloro y bicarbonato que se encuentran en el plasma.

A pesar de que la fórmula anterior solo toma en cuenta el sodio, el potasio, el cloro y el bicarbonato, en
clase, también fue tomado en cuenta el calcio como catión y el fosfato como anión al momento de realizar la
suma; ademas se aplicó tanto para el líquido intracelular como para el líquido extracelular. Entonces se tiene
que:

Cálculo del anión gap en el LEC.

La cantidad de cargas positivas (cationes), suman 3 (sodio, potasio y calcio), mientras que la suma de
sus concentraciones molares es la siguiente: 142+4+2,4 = 148,4 miliequivalentes (milimoles) por litro de
solución. La cantidad de cargas negativas (aniones), suman 3 (cloro, bicarbonato y fosfato), mientras que la
suma de sus concentraciones molares es la siguiente: 103+28+4 = 135 milimoles por litro de solución.

Por lo tanto hay una diferencia de 13 mol/L en cargas (148,4-135 = 13,4 = 13). Esa diferencia, corresponde
al valor de aniones no medibles.

Cálculo del anión gap en el LIC.

Las cargas positivas y negativas suman lo mismo; mientras que las concentraciones molares varían. La
concentración molar de cationes es de: 10+140+0,0001 = 150,0001 mmol/L de solución; por su parte, la
concentración molar de aniones es de 4+10+75 = 89 miliequivalentes/ L de aniones en solución. La diferencia
de cargas es de aproximadamente 75 mmol/L.

Esto significa que a nivel intracelular hay un diferencial más alto de aniones y cationes, lo cual no puede
ocurrir porque se perdería el equilibrio. Esto explica por qué hay una cifra de aniones que no se toman en cuenta
por ser de difícil medición y comprender ácidos débiles como el lactato, acetato e hidroxipiruvato; sales fuertes
como sulfatos y proteínas. Dichos aniones suman la diferencia necesaria para obtener el equilibrio, es decir, una
igualdad de cargas positivas y negativas. Hay que tener presente que: No se puede tener una solución iónica
compuesta por electrolitos que no tengan un balance en sus cargas positivas y negativas.

Electrolitos: son iones con carga positiva o negativa (un ion se forma cuando los electrolitos se disocian).
Son moléculas que favorecen la conducción eléctrica y, una de sus características principales es que son solubles
en solución acuosa. Entre sus funciones pueden mencionarse:

 Controlan la ósmosis de agua entre los compartimientos corporales, que el agua se mueve de un lado a
otro por gradiente de concentración.
 Ayudan a mantener el equilibrio ácido-base. El agua, el pH y los electrolitos se relacionan.
 Transportan corriente eléctrica. La transmisión del impulso eléctrico ocurre por conducción eléctrica en la
membrana axónica.
 Sirven como cofactor.
EQUILIBRIO DE GIBBS Y DONNAN.

Explica que en presencia de un ion no difusible, se altera la distribución de iones difusibles para
establecer equilibrio en ambos compartimientos. Aplicado a la célula esta tiene una carga negativa fija (dada
por la presencia de fosfatos y proteínas) y esto va a hacer que los iones difusibles difundan a través de la
membrana a favor de sus gradientes en busca del equilibrio en los compartimientos.

El equilibrio de Donnan en líneas generales dice que en un compartimiento, número de cationes y


aniones debe ser igual y, entre dos compartimentos, la suma de cationes y aniones debe ser equivalente para
que no exista ninguna atracción eléctrica en el transporte. Es de tomar en cuenta que no importa que un ion
específico esté distribuido de manera diferente, lo importante es que al sumar todos los aniones y cationes, la
diferencia sea igual a cero. Por lo tanto, en líneas generales, la cantidad de aniones y de cationes siempre debe
ser igual para poder mantener el equilibrio.

OSMOLARIDAD.

Ademas del anión gap, hay una medición muy importante, llamada osmolaridad, la cual se refiere a la
concentración de moléculas osmóticamente activas por L de solución. Las partículas osmóticamente activas
pueden ser cationes, aniones, proteínas u otras sustancias capaces de generar hidratación a su alrededor; Son
capaces de atraer moléculas de agua. La osmolaridad debe ser más o menos similar en los diferentes
compartimientos corporales y debe mantenerse dentro de un rango muy estrecho. Se puede calcular con las
principales partículas osmóticamente activas que hay en cada compartimiento. Por ejemplo, la osmolaridad
sanguínea es el número de miliosmoles osmóticamente activos que hay en cada litro de solución. Se calcula:
Osmolaridad sanguínea (mOsm/L) = 2 Na+ + K+ + Glucemia (mg/dL)/18 + BUN -urea-(mg/dl)/2,8
La osmolaridad sanguínea es de 290 miliosmoles/L

El sodio se multiplica por 2, porque se asume que la cantidad de aniones es equivalente a la cantidad de
sodio. En clínica, con la finalidad de simplificar y no sumar todas las partículas aniónicas osmóticamente activas,
se toma el catión predominante y se multiplica por dos, de esta manera, no es necesario sumar los aniones,
pues se asume que equivalen a la cantidad del catión predominante. (La fórmula debe aplicarse tal cual, solo se
daba a entender el porqué de multiplicar al Na por 2).

La osmolaridad se refiere al número de partículas osmóticamente activas en solución, que abarca tanto
cationes como aniones, pero los cationes se calculan de manera directa y los aniones de manera indirecta al
asumir que equivalen al catión de mayor concentración.

Conociendo la osmolaridad normal, se puede determinar cuándo hay un estado patológico, pues esta se
ve alterada. Por ejemplo, en pacientes diabéticos el nivel de glicemia puede llegar hasta a 700 (unos 25 milimoles
por litro, según el Dr.), eso se sumaría al valor de la osmolaridad y se alcanzaría unos 310 miliosmoles/L, lo que
provocaría una hiperosmolaridad, que traería como consecuencia el movimiento del líquido intracelular hacia
el plasma, haciendo que la célula se deshidrate, generando un desbalance hidroelectrolítico.

En otros casos el plasma no es hiperosmolar, sino hipoosmolar, por ejemplo cuando se pierde mucho
sodio a nivel renal, como en el caso de una insuficiencia renal. Cuando el plasma es hipoosmolar, el LEC va a
ingresar a las células, provocando su hinchazón.
La osmolaridad del espacio intracelular, no se conoce con exactitud, pero debe ser muy similar a la
osmolaridad sanguínea, y de todos los compartimientos en general, variando dentro de rangos muy estrechos,
que permitan el intercambio de líquidos. No puede ser una diferencia muy grande, pues la célula podría llenarse
de agua o perderla en exceso, siendo ambas situaciones muy perjudiciales, pues si se llena de agua puede
explotar o si la pierde se deshidrata y se concentran más los solutos, alterando todas sus funciones.
Es importante conocer que las concentraciones de partículas osmóticamente activas se manejan dentro
de límites muy estrechos, los cuales determinan las diferencias entre lo que es funcional o fisiológico y lo que
es un proceso patológico o de salud-enfermedad. Se debe saber que hay rangos permitidos entre lo que es
normal y sus alteraciones indican un proceso patológico.
Se debe descartar que:

Si aumenta la osmolaridad plasmática (Ejemplo: por deshidratación):

 Disminuye la cantidad de orina excretada (se excreta orina concentrada con osmolaridad alta): y de esa
manera se elimina menor cantidad de agua.
 Vasoconstricción
 Disminución en la producción de secreciones (glándulas salivales, glándulas del tubo digestivo)
 Estimulación de los osmorreceptores a nivel hipotalámicos
o Centro regulador de la sed: Para aumentar la ingesta de agua
o Centro sintetizador de la hormona antidiurética: Aumenta la síntesis y esta con su acción renal
aumenta la absorción de agua en los túbulos colectores. Gracias a su efecto sobre las células de los
túbulos induce a la instalación de canales de aquaporinas para permitir el paso de agua.

Si disminuye la osmolaridad plasmática (Ejemplo: por sobrehidratación):


 Aumenta la cantidad de orina excretada (Se excreta orina más diluida con osmolaridad baja): y de esa
manera se elimina mayor cantidad de agua
 Perdida urinaria de sales, lo cual es un factor principal que determina el volumen de los fluidos corporales
(la eliminación de electrolitos y agua por la orina determina el volumen de los líquidos corporales)
 El principal factor que determina la osmolaridad de los fluidos es la cantidad de agua eliminada a través de
los riñones. Existen hormonas que estimulan o inhiben la absorción de sodio, cloro y agua en los riñones:
-Angiotensina II y aldosterona: Promueven la reabsorción urinaria de sodio y cloro y agua por osmosis.
FUNCION: aumentar la presión arterial.
-Factor natriurético atrial: Promueve la excreción de sodio, cloro y agua con la finalidad de disminuir
el volumen sanguíneo. FUNCION: Disminuir la presión arterial.

AGUA: REGULACIÓN DEL EQUILIBRIO HÍDRICO


La homeostasis del líquido extracelular (LEC) es fundamental.
La concentración de solutos va a estar regulada en gran parte por la cantidad de agua extracelular, que
depende del consumo y de su excreción o las pérdidas a nivel renal, por la respiración, por las heces, etc. Cuando
la concentración de solutos es alta, el riñón retiene más agua y excreta orina más concentrada. Entonces el
líquido en el que más varia la osmolaridad es la orina porque el riñón se encarga de regular la concentración de
los líquidos corporales para que permanezcan dentro de un límite muy estrecho y se puedan manejar diferencias
de concentración dentro de cantidades muy pequeñas para que no ocurran movimientos importantes de agua
hacia en LIC o hacia el LEC. EL RIÑÓN PUEDE REGULAR LA REABSORCIÓN DEL AGUA Y LOS SOLUTOS
Es decir, que el volumen de agua, modula la concentración de los solutos, y la concentración de solutos
modula la osmolaridad.

De interés.
En la formación de biopolímeros se utiliza agua y en la ruptura de los mismos se libera
agua.

AGUA DURA: Corresponde a agua con alta concentración de minerales principalmente


magnesio y calcio

AGUA OXIGENDA O PEROXIDO DE HIDROGENO: Es una sustancia altamente polar que


actúa como un poderoso oxidante, corresponde a un radical libre inestable, que busca su
estabilidad oxidando otras sustancias y él se convierte en el agente reductor. Es dañino
para el organismo.

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