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Publicado en Revista Doctrina Judicial, año XXX, Nro. 15, 09-04-14, págs. 13 y ss.
1
DE LOS SANTOS, Mabel A., La ejecución provisoria de la sentencia civil, DJ 2008-II,
1466.
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Debemos poner de relieve que, nada quita que una sentencia se ejecute en
alguna porción con la modalidad parcial y definitiva (objetiva), y en parte como
parcial provisoria (objetiva). También podría ocurrir que al litisconsorte que no la
recurrió, se la ejecuten (de forma subjetiva) total y definitivamente, aunque estas
situaciones no son tan sencillas ni frecuentes.
Aclaramos que nos enfocaremos exclusivamente en la ejecución parcial
definitiva desde la faceta objetiva, aunque efectuaremos un breve comentario de la
‘subjetiva’ con la intención de poder cotejar la fisonomía y funcionamiento de ambos
institutos.
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SCBA, AC 77.121, Sent. del 27/12/2001, ‘Alvarez c/ Maldonado s/ Daños y perjuicios’.
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Para que ello ocurra, los ítems que no fueron cuestionados deben ser deben
ser autónomos –vgr., daño moral, lucro cesante, daño estético, daños al vehículo,
etc.- y separables del resto.
Obviamente, que si el encartado se limitó a atacar solo la existencia de la
culpa o el nexo causal de la obligación, sin hacer lo propio con los rubros
sentenciales, la ejecución parcial objetiva (definitiva) no procederá habida cuenta que
el ad quem se encontrará habilitado para rechazar la demanda. En esta hipótesis, en
cambio, cabe la ejecución provisional en la medida que sus presupuestos se
encuentren abastecidos.
En función del principio procesal tantum appellatum quantum devollutum la
instancia superior, solo tendrá competencia para examinar lo peticionado (medida del
agravio) en los recursos8 que dedujeren los sujetos procesales que se encuentren
legitimados para tal emprendimiento. Es por esta circunstancia que si el condenado
no cuestionara algún rubro, la alzada no podría desestimarlo o reducirlo.
Como dijimos, pese a que el legitimado activo apele el decisorio sobre esos
mismos tópicos, ello no será óbice a que –a la par- inicie la ejecutio parcial
(objetiva), dado que el órgano superior a lo sumo los elevará, permitiéndosele
reclamar la eventual diferencia una vez que adquieran firmeza.
Si bien consideramos que sobre este tópico no existe debate posible, no es
ocioso recordar que el principio de congruencia no se encuentra conculcado al
promoverse una ejecución parcial objetiva (definitiva), y otra más cuando se
encuentre ejecutoriada la condena sobre la parcela restante. Incluso, tampoco se
mella este postulado cuando los rubros ejecutados parcialmente sean elevados por el
ad quem.
‘solo por las diferencias’ de capital que la alzada incrementó, con más ‘sus’ intereses
desde el día del hecho.
Aquí corresponderá que se regulen honorarios por “acrecidos”9 siempre que
anteriormente se hayan cuantificado sobre la liquidación parcial.
9
HITTERS, Juan Manuel – CAIRO, Silvina, Honorarios y de Abogados y Procuradores.
Estudio analítico del Decreto-Ley 8904/1977 de la Provincia de Buenos Aires y normas
complementarias. Breve comentario de la ley nacional 21.839 y su concordancia, Editorial
Abeledo Perrot (año 2007), primera reimpresión año 2011, pág. 362.
8
IV.- Conclusiones.
10
HITTERS, Juan Manuel, Medios de impugnación ordinarios en el nuevo Código
Contencioso Administrativo de la Provincia de Buenos Aires, Revista Jurisprudencia
Argentina (Suplemento de derecho Administrativo -Lexis Nexis-, 2004-IV) del 03-11-04,
págs. 61 y ss. pto. ‘V.3’.
11
Cám. Fed. Seg. Social, Sala de Feria, fallo del 18/01/2012, ‘Registro Nacional de
Trabajadores Rurales y Empleadores c. Estado Nacional -M° Trabajo, Empleo y Seguridad
Social s/recurso de queja’. HITTERS, Juan Manuel, Proceso de amparo nacional.
Apelación contra una medida cautelar decretada. ¿Efecto suspensivo o devolutivo? (Nota a
fallo), Revista Doctrina Judicial, año XXVIII, Nro. 40, 03-10-12, págs. 21 y ss.