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Los presentes apuntes, cuyo objetivo exclusivo es facilitar el estudio del ramo “por parte de los
alumnos, han sido elaborados, principalmente, a partir de las siguientes fuentes: CALAMANDREI,
Piero: “Introducción al estudio sistemático de las providencias cautelares”, Editorial Bibliográfica
Argentina, Buenos Aires, 1945; LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés: Derecho
Procesal Penal Chileno I. Principios, sujetos procesales, medidas cautelares, etapa de investigación.
Editorial Jurídica de Chile. Santiago, 2008; ROMERO SEGUEL, Alejandro: “Curso de Derecho
Procesal Civil”, Editorial Jurídica de Chile. Santiago, 2006; MARÍN, Juan Carlos “Las medidas
cautelares en el proceso civil chileno”. Editorial Jurídica de chile. Santiago, 2004; y, CASARINO
VITERBO, Mario: Manual de derecho procesal. Tomo III. Sexta edición. Santiago, 2005.
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Es en razón de este peligro que, en aquellos en que sea inminente e impostergable,
se faculta a las partes del proceso, o incluso a quienes van a serlo pero todavía no, a
solicitar estas medidas cautelares a efectos de imponer una restricción o
limitación a un derecho de otra persona en razón de existir un riesgo de que la
pretensión que pretende hacer valer ante los tribunales de justicia pueda enfrentar
obstáculos durante el proceso o tornarse ilusoria e ineficaz al momento de
concluirse.
Con la dictación de estas medidas, no se agotan los fines de justicia, sino que,
fundado en una pretensión se ordena provisoriamente una restricción a un
derecho del demandado o del futuro demandado, para permitir a la jurisdicción
cumplir de manera más eficiente y eficaz con su tarea.
Los antecedentes del periculum in mora – que por cierto deben hacerse valer ante
el tribunal ante el cual se soliciten-, son dos: (a) Necesidad de que la providencia se
dicte en forma urgente y sin retardo; y (b) Falta de aptitud y celeridad del proceso
para que se dicte con prontitud la sentencia definitiva que reconozca el derecho.
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Siguiendo a Calamandrei, podemos definir las medidas cautelares como las
anticipaciones provisorias de ciertos efectos de la sentencia definitiva
encaminadas a prevenir el daño que podría derivarse del retardo de la misma 2.
Como el mismo autor anota, más que contribuir a la justicia pretenden ayudar al
funcionamiento de la justicia.
(C) CARACTERÍSTICAS
cual, las medidas cautelares "sólo durarán mientras subsistiera la necesidad de su aplicación". En
materia de prisión preventiva, se refuerza con la norma que establece que "el tribunal, de oficio o a
petición de cualquiera de los intervinientes, decretará la terminación de la prisión preventiva
cuando no subsistieren los motivos que la hubieren justificado" (art. 152 inc. 1º NCPP).
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momento de ser decretada, sino que tienen por objeto operar en vía provisoria los
efectos constitutivos e innovativos de la eventual sentencia definitiva, a efectos de
erradicar el perjuicio que podría derivar de la tardanza de ésta en desplegar sus
consecuencias4”.
iii. Quien las pide debe acreditar la verosimilitud del derecho cuya
protección cautelar pide. Esta exigencia corresponde al otro pilar sobre el que
se erige la regulación de las medidas cautelares y corresponde al llamado fumus
boni iuris o “humo de buen derecho”. Consiste en que es indispensable que quien
impetra ante el juez el decreto de la medida cautelar debe demostrarle que la
pretensión que formula en el proceso puede ser verdadera, siendo verosímil el
derecho que reclama en juicio. Lo anterior evidentemente se justifica para evitar
que por el mero reclamo del peligro en la demora se ordene una medida cautelar,
añadiendo un grado de sinceridad y efectiva utilidad e imprescindencia de la
medida respectiva. Los arts. 298 y 299, CPC, asientan este requisito para el proceso
civil.
iv. La medida cautelar debe ser idónea para su fin. Consiste en que las
propiedades y características de la medida deben ser tales que produzcan un efecto
positivo en el futuro cumplimiento de la sentencia definitiva. Por ello se necesita
que exista una adecuación entre el interés debatido en el proceso con la naturaleza
de la medida cautelar. Es idónea, por ejemplo, la medida que facilita precisamente
la efectividad de la pretensión invocada, sin perjudicar innecesariamente al
demandado5.
4 A modo de ejemplo, las medidas de carácter innovativo encuentran consagración positiva expresa
en el artículo 22º de la Ley 19.968 sobre Tribunales de Familia.
5 Como lo expresa el Mensaje del CPC en este tema, “la reglamentación de las medidas
precautorias (...) hace preciso conciliar la seguridad del derecho del actor y el respeto a la
propiedad del demandado. Menester es limitar dichas medidas a lo estrictamente indispensable
para que no se burle la acción del demandante...”.
6 Sentencia de fecha 28 de mayo de 1919, RDJ, t. XVII, sec. 1ª, p. 150.
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sentencia definitiva. De aquí que además deba limitarse a los bienes necesarios
para responder de los resultados del juicio (art, 298, CPC).
vi. Son Subsidiarias. Por cuanto adelantan efectos que ocurrirían en caso de
que la acción fuere acogida por la sentencia definitiva.
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estos efectos, el correcto establecimiento de la verdad y la actuación de la ley
penal7.
i. EN MATERIA CIVIL
1. Según su finalidad:
1.1. Aquellas que tienen por objeto la conservación de un medio de prueba que
puede desaparecer o alterarse durante el juicio.
1.2. Aquellas que tienen por objeto facilitar el resultado práctico de una futura
ejecución forzada (medidas precautorias). Tienden a reforzar el derecho del
demandante sobre el patrimonio del demandado en caso de que sea éste declarado
por sentencia definitiva a la postre en el juicio.
1.3. Aquellas que tienen por objeto decidir interinamente, mientras no se dicte la
sentencia definitiva, la situación controvertida en el juicio, reconociéndose
temporalmente la pretensión invocada por el actor. Se cuentan entre éstas el
acogimiento provisional de la demanda en el juicio sumario (art. 684, CPC), el
acogimiento provisional de la demanda de alimentos realizadas a nombre de un
menor (art. 5, Ley Nº 14.908 sobre Abandono de Familia y Pago de Pensiones
Alimenticias), la orden de no innovar8, etc.
7 LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés: Derecho Procesal Penal Chileno I. Principios,
sujetos procesales, medidas cautelares, etapa de investigación. Editorial Jurídica de Chile. Santiago,
2008. Pág. 352.
8 La célebre orden de no innovar es la resolución judicial por la cual se suspenden los efectos de un
determinado acto jurídico mientras dure el proceso, por cuanto de proseguir su ejecución se
causaría un daño irremediable a quien la solicita. Por ejemplo, que no se expropie la casa mientras
no se resuelva sobre validez del decreto expropiatorio, que no se repartan periódicos mientras no se
decida sobre si el Metro S.A. tiene el derecho para participar en su edición, etc. Valga recordar que
encuentran su origen en el art. 192, CPC, que contempla la posibilidad de suspender los efectos de la
resolución que se apela mientras no se decida sobre el recurso de apelación interpuesto, atendido a
que no siempre por la interposición de un recurso de apelación éstos se paralizan.
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2. Según sus efectos
Dentro de los efectos cautelares que se podría obtener a través de las medidas
innominadas están los siguientes:
(a) La cesación de actos que vulneren el derecho del actor y que no se pueden
comprender dentro de la prohibición de celebrar actos y contratos. Por ejemplo, si
se trata de tutelar la honra de una persona, podría suspenderse la circulación de un
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texto difamatorio, hasta que se resuelva sobre el fondo; si se está vulnerando el
contrato de edición, se podría obligar a la editorial a abstenerse de imprimir la
nueva edición, hasta que se resuelva el juicio, etc.
(c) Todas las demás que el ingenio del abogado pueda crear. Si se compara
nuestra actual regulación con las manifestaciones de la potestad cautelar
permitidas en otros ordenamientos, se pueden calificar como medidas
innominadas para nuestro sistema las siguientes: la formación de inventarios de
bienes, en las condiciones que el tribunal disponga; la orden de cesar
provisoriamente una determinada actividad; la prohibición temporal de
interrumpir o cesar en la realización de una prestación que viniera llevándose a
cabo; el depósito temporal de obras u objetos que se reputen reproducidos con
infracción de las normas de propiedad intelectual o industrial; la suspensión de
acuerdos sociales impugnados, etc.
Las medidas cautelares personales pueden ser definidas como aquellas medidas
restrictivas o privativas de la libertad personal que puede adoptar el tribunal en
contra del imputado en el proceso penal, con el objeto de asegurar la realización de
los fines penales del procedimiento. Las medidas cautelares personales están
llamadas a asegurar la persona del imputado en el curso del procedimiento penal 10.
9 Respecto de las medidas cautelares personales rige con todo rigor el principio de legalidad, que
tiene reconocimiento constitucional y legal. Así, el art. 19 Nº 7º letra b) CPR establece: "Nadie
puede ser privado de su libertad personal ni ésta restringida sino en los casos y en la forma
determinados por la Constitución y las leyes" ; el artículo 5º CPP señala, por su parte, que "No se
podrá citar, arrestar, detener, someter a prisión preventiva ni aplicar cualquier otra forma de
privación o restricción de libertad a ninguna persona, sino en los casos y en la forma señalados por
la Constitución y las leyes".
10 LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON. Ob. Cit. P. 345.
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Las medidas cautelares reales pueden ser definidas como aquellas medidas
restrictivas o privativas de la libertad de administración y/o disposición
patrimonial, que puede adoptar el tribunal en contra del imputado en el proceso
penal, con el objeto de asegurar la realización de los fines civiles del procedimiento,
y eventualmente de los fines penales, cuando la pena asignada al delito tenga un
contenido patrimonial11.
Sólo para el caso de las medidas prejudiciales civiles, que son aquellas
que cuya solicitud se impetran antes del ejercicio de la acción, se deben
indicar también la acción que se ejercerá en el futuro y someramente los
fundamentos de ésta (art. 287, CPC). Si es una medida prejudicial
precautoria o precautoria innominada deberá exigir también fianza.
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La contracautela es un concepto que alude a los derechos que se le reconocen al
sujeto afectado por el decreto de una medida cautelar. “A través de ella el legislador
persigue equilibrar la posición entre los litigantes, buscando compensar el
gravamen que la concesión de una medida precautoria impone al demandado o
futuro demandado”12. De esta manera se evita que la medida cautelar se transforme
en lo que Calamandrei denominó “un medio de coacción psicológica, un medio
expeditivo, podría decirse, para agarrar al adversario por el cuello”.
En suma, la resolución más común por las cuales se ordenará una medida cautelar
es la de un auto. En caso de que se trate de una medida cautelar con fines
probatorios, podrá tratarse de una sentencia interlocutoria de segundo
grado, al ser una base para la dictación de la sentencia definitiva o de otra
sentencia interlocutoria.
12 ROMERO SEGUEL, Alejandro: “Curso de Derecho Procesal Civil”, Editorial Jurídica de Chile.
Santiago, 2006, p. 65.
13 Así, por ejemplo, el mismo art. 301, CPC, lo asienta respecto a las medidas precautorias.
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II. LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCEDIMIENTO
CIVIL CHILENO
Son aquellas que se imploran antes del ejercicio de la acción. Éstas pueden ser:
1.1.2. Exhibición de la cosa que haya de ser objeto del litigio (art.
273, Nº 2, CPC). Discutido ha sido sobre cuál es el genuino sentido y alcance
de la expresión cosa, cuya exhibición puede ser objeto de petición de una
medida prejudicial. Así, hay quienes han dicho que se incluirían en la
disposición tanto las cosas corporales como incorporales. A nuestro juicio,
pareciera más correcto inclinarse por entender que sólo procede respecto a
las cosas corporales, por cuanto las incorporales carecen de materialidad y
son intangibles para el hombre. Por lo demás, así se ha fallado.
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tanto ésta se ajuste a los estrictos requisitos que el art. 273, Nº 4, CPC y los
arts. 42 y 43 del Código de Comercio imponen.
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posteriormente ser recibidas en la oportunidad prevista por la ley (durante
el término probatorio del proceso, una vez ya iniciado).Esta medida, para
terminar, también puede ser implorada por el futuro demandado (art. 288,
CPC).
14MARÍN, Juan Carlos “Las medidas cautelares en el proceso civil chileno”. Editorial Jurídica de
chile. Santiago, 2004. p. 338,
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en derecho comparado es la de “embargo preventivo”. Es parecida a la medida del
secuestro, pues consiste en que los bienes de propiedad del demandado queden a
cargo de alguien, quedando afectos al resultado del juicio, limitando de este modo
la facultad de disposición sobre su patrimonio. La peculiaridad viene por el que el
secuestro recae solamente sobre el objeto del juicio, pudiendo esta medida ser
ordenada sobre cualquier otro bien corporal mueble de propiedad de demandado
(art. 295, CPC). Otra diferencia es que la cosa objeto del secuestro necesariamente
ha de depositarse a un tercero ajeno al juicio, en tanto que la cosa retenida merced
de esta medida puede entregarse no sólo a un tercero, sino también al demandante
o el demandado.
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art. 1464, Nº 3, CC. Así se ha fallado unánimemente desde antiguo15, y es la
postura abrumadoramente mayoritaria en nuestra doctrina. La razón es que,
aún cuando el término “cosa embargada” designa en un sentido restrictivo a
las cosas que han aprehendidas en la gestión judicial del embargo en un
juicio ejecutivo – que en tanto tal no es medida precautoria-, “la norma del
CC alude a cualquier paralización de la libertad de disposición del
propietario por la que se retiran momentáneamente de la circulación a las
cosas que se refieren; evitando que el acreedor se vea burlado en sus
derechos, o al menos embarazado en la ejecución forzada que de éstos puede
exigir al deudor”16. La jurisprudencia, a mayor peso, ha agregado otros
argumentos, tales como que al momento de la dictación del CC estos dos
conceptos no estaban diferenciados17 o que “cosa embargada” vendría
predicado de un efecto y no de haber sido retenida en el trámite del
embargo18. Queda claro cuál es la sanción en nuestra práctica forense.
Hecha esta distinción, conviene asentar que esta medida, al igual que todas las
otras, producen sus efectos entre las partes del proceso desde el momento de la
notificación de la resolución que las constituye, ciñéndose a la regla general
del art. 38, CPC. Ahora bien, en aras de la protección a terceros la ley impone una
medida de publicidad respecto a los bienes inmuebles cuál es la de inscribir la
resolución en el Conservador de Bienes Raíces competente (art. 297, CPC),
específicamente en el Registro de Interdicciones y Prohibiciones de Enajenar del
15 Ver Repertorio de Legislación y Jurisprudencia del Código de Procedimiento Civil, p. 52, t. II,
1989.
16 Antonio Vodanovic, apuntes taquigráficos de las clases de don Arturo Alessandri y don Manuel
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mismo; momento en el cual la medida produce efectos respecto a terceros
exclusivamente, pues entre las partes ya ha operado desde la notificación.
Esta enumeración puede ser criticada en cuanto no respeta una graduación por
niveles inspirada en los principios de excepcionalidad o proporcionalidad. En
efecto, tanto atendiendo al principio de excepcionalidad (grado de generalidad en
su aplicación), como al principio de proporcionalidad (nivel de afectación de la
libertad ambulatoria que importa la medida en relación con la gravedad del hecho
investigado), resulta evidente que las medidas que el Código agrupa bajo la
denominación de otras medidas cautelares personales debieran preceder, en su
tratamiento legal, a la prisión preventiva. Más aun, como expondremos más
adelante, la sola denominación de otras medidas cautelares personales que utiliza
el párrafo 6º del Libro I del CPP conlleva un error conceptual, en cuanto altera el
orden lógico que el juez debe seguir al determinar su aplicación.
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provisional o de la ejecución de una pena privativa de libertad, ejecutada
bajo invocación de un fin previsto y permitido por el ordenamiento jurídico.
Ahora bien, la detención, como medida cautelar personal, es aquella en
virtud de la cual se priva de libertad a una persona a quien se le imputa la
comisión de un delito, por un breve lapso de tiempo, con la exclusiva
finalidad de ponerla a disposición del tribunal, con el objeto de asegurar su
comparecencia a algún acto del procedimiento.
Por último, las medidas cautelares reales, son las mismas que prevé el CPC.
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