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Carrera: ABOGACIA
AÑO 2022
Consignas de la actividad:
Respuestas:
1.
El proceso civil en cuanto conjunto de actos jurídicos procesales
llevados a cabo por las partes, jueces, auxiliares y terceros, es una obra
humana, y por ende, susceptible de errores y omisiones. De ahí, la
necesidad que el ordenamiento procesal contemple medios de
impugnación tendientes a que el mismo juez o un juez superior
rectifiquen el defecto o suplan la omisión incurrida. La finalidad de los
medios impugnativos es la de obtener un pronunciamiento más justo a
través de la vía de control y de un nuevo examen crítico del que se
pretende mudar o dejar sin efecto, máxime teniendo en cuenta que se
llevará a cabo por un órgano diverso y superior, compuesto por jueces
seleccionados, que se suponen más expertos y más autorizados; o bien
-cuando se confían al mismo órgano- por el hecho de que se elimina
preventivamente el inconveniente que puede haber inducido a error al
juez, o bien se adquieren algunos elementos de cognición antes no
conocidos o que no se pudieron considerar, o es utilizado un punto de
vista anteriormente no considerado. En el supuesto de otorgarse la
apelación con efecto diferido cuando debió serlo con efecto inmediato, el
error del a-quo es subsanable mediante el recurso de queja -art. 284-, si
no media tal petición, es imposible que la Cámara pueda modificar el
equívoco, por cuanto al ser concedida la apelación con efecto diferido,
las actuaciones no serán elevadas en dicha oportunidad ante aquella
sino cuando conozca de la sentencia, quedando privado la misma de
revisar aquél efecto; y cuando arriben los autos carecería de sentido
modificarlo.
La reforma al Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, que entró
en vigencia el 22 de mayo de 2002, modificó del juicio de desalojo dos
aspectos: por un lado, cambió el tipo de proceso de conocimiento
aplicable y por el otro, introdujo la ampliación del reconocimiento judicial
para las causales de falta de pago y vencimiento de contrato y también
previó, para estos dos últimos supuestos, la desocupación inmediata,
previa caución real. Pero quizá la refoma que más incida en la
tramitación del juicio de desalojo sea la derogación del art. 496 del
CPCCN, que limitaba el recurso de apelación en el sumario a unas
pocas resoluciones, rigiendo con la reforma, también en el proceso de
desalojo, el principio de apelabilidad propio del ordinario y, en
consecuencia, salvo expresa disposición en contrario, son apelables
ahora, todas las sentencias definitivas, las interlocutorias y las
providencias simples que causen gravamen irreparable, sistema previsto
para procesos complejos y no para plenarios abreviados como era éste,
que por su simplicidad requiere que se privilegie la brevedad de su
trámite. Debemos señalar, que conforme la remisión hecha al art. 680
bis, procederá la desocupación que llama inmediata, recién después de
trabada la litis. A diferencia de lo que sucedía con el reconocimiento
judicial comentado en el apartado anterior, que era previo al traslado de
la demanda, aquí la desocupación inmediata sólo es posible después de
trabada la litis. En consecuencia, el juez ordenará la desocupación
teniendo ante sí la contestación a la demanda y la documental que la
acompaña, como vimos, elementos esenciales cuando la causal de
desalojo es la falta de pago o el vencimiento de contrato. En
consecuencia, si los hechos relatados o los documentos acompañados
por el demandado fuesen evasivos, manifiestamente improcedentes o
desprovistos de todo sustento legal, el juez podrá decretar la medida.
b) El recurso se propone contra el auto del juez a quo que niega la apelación o
la admite en un solo efecto que es la providencia que causa gravamen al
apelante; de modo que no es admisible contra los autos que nieguen la
apelación interpuesta contra actos que no constituyen decisiones judiciales,
como ocurriría, si se apelase de un acto de remate que no tiene tal carácter y
se negase el recurso de hecho contra la negativa de dicha apelación .
c) Debe proponerse dentro del plazo de cinco días más el terminarse la
distancia, computado conforme a la regla del Artículo 197 C.P.C. y el término
de la distancia, según la regla del Artículo 205 ejusdem, a partir del día
siguiente al de la fecha del auto en que fue negada la apelación u oída en un
solo efecto.