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Métodos de Neuromonitoreo
Valoración clínica Presión perfusión cerebral
Tomografía axial computarizada Metabolismo cerebral
Presión intracraneal Función cerebral
Patrón respiratorio
- Apnea de poshiperventilación: Patrón rítmico de hiperventilación, la
respiración se detiene 30 seg hasta que el CO2 se eleva a valores
normales y se reanuda la respiración.
- Respiración de Cheyne-Stokes: Patrón de respiración periódica, en la que
fases de hiperpnea alternan de manera regular con apnea.
- Hiperventilación neurógena central: Hiperpnea profunda sostenida y
rápida.
- Respiración apnéusica: Detención inspiratoria prolongada.
- Respiración atáxica: Patrón irregular con pausas irregulares y frecuencia
lenta hasta la apnea.
Escala de Glasgow
Concebida inicialmente para el coma traumático, se aplica universalmente en
todo tipo de afección neurológica con el objetivo de pronosticar según el
puntaje la evolución que tendrá el enfermo.
Los pacientes que obtienen una puntuación mayor que 10 generalmente no
requieren ingreso en UCI, desde el punto de vista de los efectos neurológicos.
Debe utilizarse de forma evolutiva por períodos de 12 h en las primeras 48 h,
pues es útil para evaluar la respuesta terapéutica. Un mantenimiento de igual
puntuación en las primeras 48 h es evidencia de toma neurológica intensa y
una mejoría de 1 punto o más cada 12 h de buena respuesta al tratamiento.
puntos
Respuesta ocular Espontánea 4
Al sonido 3
Al dolor 2
Ausente 1
Respuesta verbal Orientada 5
Confusa 4
Inapropiada 3
Incomprensible 2
Ausente 1
Respuesta motora Obedece órdenes 6
Localiza el dolor 5
Flexión que no localiza 4
Decorticación 3
Flexión anormal, flexión tónica o respuesta
tónica combinada
Descerebración 2
Extensión anormal, respuesta extenso
pronadora espontánea o inducida
Ausente 1
La verbalización no es posible en un paciente entubado, aun cuando el
paciente esté totalmente consciente y alerta. Cuando se registra la
puntuación total en un paciente entubado la respuesta verbal puede ser
obviada y se escribe “T” a continuación de la puntuación total para indicar
entubación. (Ejemplo: 9 “T”), sino se evalúa de la siguiente forma.
Respuesta verbal en Respuesta gestual apropiada 5
pacientes intubados Respuesta gestual inapropiada 4
Gestos faciales 2
Ausente 1
Interpretación
Pronóstico bueno 12-15 puntos.
Pronóstico moderado 9-11 puntos.
Pronóstico grave 8 puntos o menos.
Lesión irreversible: 3-5 puntos.
Mínimo de puntos: 3.
Máximo de puntos: 15.
Tomografía axial computarizada (TAC)
Nos permite valorar la existencia de lesiones ocupantes de espacio,
evacuables (hematoma epidural, subdural y hematoma o contusión de gran
tamaño > 50 ml) y no evacuables, clasificar las lesiones del TCE en difusas y
locales, valorar lesiones secundarias. Se debe realizar TAC cerebral a las 48
horas del ingreso y ante cualquier empeoramiento de la situación neurológica
del paciente.
Clasificación de Marshall modificada según la TAC:
Ventajas
- Aporta valiosa información subclínica de los cambios que se producen en
las presiones intracraneales mucho antes de la aparición de
manifestaciones clínicas de deterioro del enfermo.
- Posibilita una evaluación de la efectividad de las medidas terapéuticas,
dosis aplicadas y horarios.
- Posibilita una valoración del estado del encéfalo, aun cuando el paciente
se encuentre bajo sedación o anestesia.
- Facilita el seguimiento transoperatorio en la neurocirugía y
neuroanestesia.
Complicaciones
- Infección del SNC.
- Producción de lesiones en el tejido cerebral con las maniobras de
inserción del catéter.
- Herniaciones de la corteza al nivel de los transductores.
- Hemorragias.
Tipos de catéteres
- Intraparenquimatoso: Fácil y rápida colocación, en la propia UCI. Útil
cuando el tamaño ventricular está reducido. Presenta buena sensibilidad.
- Intraventricular: Más fiable que el anterior. Permite evacuar LCR. Riesgo
de ventriculitis, por lo que se debe intentar mantener los drenajes como
máximo 7 días.
- Epidural: Menos exacto y precisa una colocación coplanar.
Interpretación de la PIC
En condiciones normales el registro de la PIC es plano (monótono) y no
presenta ningún tipo de oscilación espontánea. La presencia de alteraciones
ayuda al reconocimiento de condiciones intracraneales patológicas.
La onda de PIC tiene 3 componentes que se relacionan con parámetros
fisiológicos (modificación de la onda de pulso arterial):
- Primera onda (P1) percusiva: Debida a la presión arterial trasmitida desde
los plexos coroideos hacia los ventrículos. Es una onda en pico y de
amplitud consistente.
- Segunda onda (P2) tidal: Debida a la compliance del tejido cerebral. Es
variable, indicando la compliance cerebral y generalmente aumenta en
amplitud a medida que la compliance disminuye (si se eleva la PIC
disminuye la compliance cerebral y aumenta P2).
- Tercera onda (P3) dicrota: Debida al cierre de las válvulas aórticas y
representa la hendidura dicrota.
Ondas anormales de presión (Lundberg)
- Ondas A (meseta o plateau): Representan elevaciones extremas de la PIC
hasta 70-100 mmHg o más, se mantienen por 5-20 min y terminan con
una rápida declinación de la PIC a los niveles basales. Se asocian a
cefalea intensa, posturas motoras en rigidez y herniación cerebral y paro
circulatorio cerebral. Se atribuyen a vasodilatación por isquemia,
compromiso del FSC y disminución de la PPC, sin elevación
concomitante de la PAM (PIC iguala o excede a PAM). Se requiere
tratamiento inmediato.
- Ondas B: Representan elevaciones de la PIC hasta 50 mmHg a una
frecuencia de 0.5-2 ciclos/min. Se asocian a respiración de Cheyne-
Stokes (si respiración espontánea) o episodios breves de hipopnea o
apnea. Se atribuyen a manifestaciones de la reactividad vascular cerebral
por fluctuaciones del volumen sanguíneo cerebral (inducidas por
hipercapnia o hipoxia), PPC límites y a cambios en la PaCO2. Se requiere
inicio de tratamiento.
- Ondas C: Representan oscilaciones de la PIC de hasta 20 mmHg a una
frecuencia de 4-8 ciclos/min. Relacionadas con variaciones de la PAM y
el latido cardíaco. Se atribuyen a manifestaciones de la reactividad
vascular cerebral por alteración en la reabsorción del LCR o reducción en
la compliance intracraneal. No se requiere tratamiento.
Interpretación resumida
- Fisiológico: PIC 2-15 mmHg y onda P1, P2 y P3 normales.
- Patológico: HTEC franca > 20 mmHg, HTEC crítica > 31 mmHg, asociado a
compliance intracraneal reducida (onda P2 > P1), presencia de ondas A y
B de Lundberg, respuesta volumen presión (Miller), índice presión
volumen (Marmarou), presión de pulso aumentada.
Monitorización de la perfusión cerebral
Presión de perfusión cerebral (PPC)
Es la diferencia entre la PAM y la PIC (PPC = PAM - PIC).
Se utiliza este parámetro para conocer el estado de la perfusión cerebral,
estableciendose valores por encima de 60-70 mmHg como óptimos, pero se
ha demostrado que la PPC no es indicativa de que el FSC sea el adecuado a
las necesidades metabólicas. Una PPC normal no es sinónimo de una buena
oxigenación cerebral.
Flujo sanguíneo cerebral (FSC)
Bajo condiciones normales:
- El FSC se mantiene a un valor constante de 50-60 ml/100 g/min, siendo
extraídos 50 ml de oxígeno cada minuto de 700-800 ml de sangre.
- La Da-vO2 es de 6.3 ml/100 ml de sangre.
- El umbral de falla eléctrica está entre 20-25 ml/100 g/min (en el cual la
neurona sobrevive sin funcionamiento).
- El umbral de falla iónica está entre 15 ml/100 g/min (apareciendo la
muerte neuronal).
El FSC depende de la presión diferencial entre la parte arterial y venosa de la
circulación cerebral. Es inversamente proporcional a la resistencia
cerebrovascular: FSC = PPC / RCV
La relación entre la PPC y el FSC es aproximadamente lineal cuando la
presión de perfusión se encuentra por encima de 50-60 mmHg en adultos
normales. El riesgo de isquemia cerebral se incrementa cuando la PPC
disminuye por debajo de 50-60 mmHg. Entre valores de PPC de
aproximadamente 50-150 mmHg, existe un aumento muy moderado del FSC.
Por encima de 170 mmHg, el FSC aumenta en función de la PPC.
Microdiálisis cerebral
En la fase aguda del TCE, la isquemia cerebral, inicia o potencia diversas
cascadas metabólicas anómalas en el encéfalo lesionado, produciendo lo
que hoy conocemos como lesión terciaria.
Se colocan uno o más catéteres en el espacio extracelular del parénquima
encefálico. Se contrasta la información con un catéter, colocado en el tejido
subcutáneo sistémico. Los catéteres tienen una membrana semipermeable a
través de la que se intercambian solutos a favor de un gradiente de
concentración, entre la solución infundida y el líquido contenido en el espacio
extracelular.
Cada catéter lleva incorporada una bomba de infusión continua que infunde
volumen de solución a 0.3 microlitros/min. Se intercambian los solutos a
través de la membrana semipermeable en la punta del catéter. Un equipo
informatizado, analiza los cambios que se dan en la composición de la
solución inicial.
A través de este método se analizan los cambios en metabolitos energéticos
(glucosa, lactato, piruvato), en la liberación de neurotrasmisores y
neuromoduladores (GABA, taurina, glutamato, aspartato) o en productos de
degradación tisular (glicerol).
Se trata de un sistema de neuromonitorización complejo con técnica e
infraestructura muy dificultosas, por lo que no se pueden colocar en todas las
UCI.
Interpretación de algunos resultados:
- Relación lactato/piruvato: Evolución de la isquemia durante el curso del
tratamiento. Disminución del valor, el cual aproxima gradualmente el
tejido “malo” al tejido “bueno”, es un signo de mejoría del metabolismo
tisular.
- Niveles de glicerol y glutamato: Extensión del daño causado por trauma,
hemorragia e isquemia. Disminución de los niveles es un signo de
mejoría de la condición del tejido.
En una situación de PIC alta y PPC baja, se puede utilizar la relación
lactato/piruvato y los niveles de glicerol y de glutamato como indicadores de
la magnitud de afectación del tejido cerebral.
- Glucosa extracelular: Reducida luego de la injuria traumática cerebral y
ello puede estar relacionado con una mala evolución. Esta reducción
puede ser debida a isquemia o a un aumento en la utilización del
metabolito.
El aumento de la relación lactato/piruvato o lactato/glucosa es un indicador
sensible y específico de isquemia cerebral asociada con vasoespasmo.
Tomografía de emisión de positrones
La medición de la oxigenación cerebral regional mediante la tomografía de
emisión de positrones, a diferencia de la cateterización del golfo de la yugular
y de la espectrometría cercana al infrarrojo, no puede ser realizada a la
cabecera del paciente. Aun asumiendo que el paciente pueda ser mantenido
en una condición estable durante el transporte, el procedimiento requiere
colocar la cabeza en una posición más baja de lo deseable en pacientes con
HTEC. Habitualmente es un procedimiento de larga duración, y la sala de
radiodiagnóstico no es una unidad de neurointensivismo, en cuanto a
posibilidades de monitoraje y manejo de situaciones con riesgo vital. Más
limitante aún es el hecho que un examen único es de un costo elevado, y un
test repetido crea dificultades no solo operativas sino también de relación
costo/beneficio.
Monitorización de la función cerebral
Actividad eléctrica: La actividad eléctrica se correlaciona con los
decrementos de flujo sanguíneo. Indica la integridad de la función neuronal y
la adecuada oxigenación del tejido nervioso.
Electroencefalograma (EEG)
Permite valorar el sufrimiento cortical, crisis comiciales, nivel de coma
barbitúrico y muerte cerebral.
- EEG no procesado. Se obtiene más información pero requiere mayor
experiencia para una adecuada interpretación.
- EEG procesado. Permite el análisis computarizado del EEG, condensando
datos en un formato más manejable. Se puede perder cierta información
al hacer la transferencia de la misma.
El EEG es producido por la actividad eléctrica espontánea de sinapsis
excitatorias e inhibitorias de las capas superficiales de la corteza cerebral,
recogido desde electrodos de superficie, que permiten la amplificación de la
actividad cerebral.
Los métodos tradicionales de evaluación del EEG involucran la inspección
visual del trazado. Algunos de los factores de análisis son el contenido y
amplitud de las ondas, la patente de actividad, y la relación entre la actividad
de los distintos canales. Se han descrito varios ritmos o patentes de
actividad, en especial actividad de ondas y espigas que forman la base de la
detección de convulsiones durante el monitoreo de los pacientes críticos. La
frecuencia básica y su simetría a través de la línea media es un parámetro
importante. Las frecuencias beta (13-30 Hz) son frecuencias típicas de un
sujeto normal que está despierto y alerta. Las frecuencias alfa (8-12 Hz) son
típicas de un paciente que está relajado y con sus ojos cerrados. En este
caso el EEG muestra un ritmo de base que es el marcapaso talámico
actuando sobre la corteza. Las frecuencias lentas en el ritmo theta (4-7 Hz) o
en el ritmo delta (0-3 Hz) se observan durante el sueño y habitualmente se
consideran anormales cuando el individuo está despierto.
Elementos que modifican el trazado EEG:
- Trastornos metabólicos.
- Hipoxia e isquemia.
- Hipotensión.
- Hipotermia.
El EEG puede alertar sobre un ACV en curso y permitir manipular el flujo
sanguíneo antes de que se produzca una injuria irreversible. Esta función de
alerta es útil en pacientes con riesgo de isquemia cerebral, en particular
aquellos sometidos a endarterectomía carotidea y cirugía vascular
intracraneal.
Potenciales evocados
Representan respuestas electrofisiológicas del SNC a estimulos sensoriales
externos. Valora el daño troncoencefálico.
Dependiendo del lugar de estimulación y de la localización de recepción, los
potenciales pueden ser referidos a regiones periféricas, subcorticales o
corticales.
- Potenciales evocados somatosensoriales: De miembros superiores para
evaluar la distribución de la arteria cerebral media. Generados por un
estímulo eléctrico de un nervio periférico (mediano, tibial posterior,
peroneo). Se puede obtener alguna información sobre el tronco cerebral.
Pueden detectar anormalidades en las vías de conducción desde los
nervios periféricos, plexos, raíz nerviosa, las astas dorsales de la médula
espinal, la vía lemniscal hasta el tálamo, y finalmente, en la corteza
sensitiva. Son sensibles a alteraciones del FSC reducido a 20 ml/100
g/min y detectan isquemia cortical, injuria medular y craneal, isquemia
por vasoespasmo en HSA.
- Potenciales evocados auditivos: Del tronco encefálico, que permiten
evaluar la arteria basilar. La respuesta es generada por estímulos
auditivos. Pueden detectar alteraciones isquémicas cerebrales y tienen
valor pronóstico luego del TCE.
- Potenciales evocados motores: Producidos por la aplicación directa de
corriente eléctrica o campos magnéticos en el sistema motor. Los
potenciales evocados motores transcraneales pueden ser útiles para
evaluar la continuidad de las vías motoras entre la corteza y la periferia.
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