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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1585/2014

Sucre, 19 de agosto de 2014

SALA PRIMERA ESPECIALIZADA


Magistrado Relator: Dr. Juan Oswaldo Valencia Alvarado
Acción de amparo constitucional

Expediente: 06030-2014-13-AAC
Departamento: Oruro

En revisión la Resolución 02/2014 de 24 de enero, cursante de fs. 115 a 121


vta., pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional,
interpuesta por Pedro Llanque Marcos, contra Francisco Terán Pérez,
Fiscal Departamental de Oruro.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

Por memorial presentado el 10 de enero de 2014, cursante de fs. 72 a 83 vta.,


y memorial de “rectificación” de fs.91 y vta., el accionante manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción

Dentro del proceso penal iniciado en su contra por la presunta comisión de los
delitos de peculado, uso indebido de influencias e incumplimiento de deberes,
seguido a denuncia de David Frías León en su condición de Alcalde Municipal de
Challapata del departamento de Oruro, el Fiscal de Materia dictó Resolución
conclusiva de sobreseimiento en su favor sobre la base del art. 323 numeral 3
del Código de Procedimiento Penal (CPP); Resolución que fue impugnada por la
parte denunciante ante el Fiscal Departamental de Oruro, autoridad que
mediante Resolución jerárquica 102/2013 de 14 de noviembre, revocó la
Resolución de sobreseimiento, sin observar la debida fundamentación,
motivación y congruencia, asimismo dispuso de forma oficiosa, arbitraria e
ilegal el cambio del Fiscal de Materia asignado al caso, intimando al nuevo
titular de la investigación para que presente acusación formal en su contra en
el plazo de diez días.

Refiere, que el Fiscal ahora demandado, ha vulnerado sus derechos y garantías


fundamentales al emitir la Resolución jerárquica que se impugna, siendo que la
misma, no consideró los fundamentos de la Resolución de sobreseimiento,
principalmente el hecho que su persona ya no tenía la condición de funcionario
público para cometer los ilícitos denunciados, pues habría sido obligado a
renunciar irrevocablemente al cargo de Concejal munícipe, para posteriormente
ser restituido vía acción de amparo constitucional; empero estos extremos no
fueron valorados al no explicarse suficientemente las razones de hecho y
derecho para no considerar a estos que ahora fueron presentados como
pruebas de descargo; por otra parte, tampoco se tomó en cuenta que la
impugnación al sobreseimiento solo fue por los delitos de peculado e
incumplimiento de deberes, sin embargo de forma ultra petita se determinó
revocar el sobreseimiento también por el delito de uso indebido de influencias.

I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados

El accionante denunció la vulneración de sus derechos, al debido proceso en su


elemento fundamentación, motivación y congruencia de las resoluciones
citando al efecto los arts. 115, 129.V y 177 de la Constitución Política del
Estado (CPE); 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y 14 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP).

I.1.3. Petitorio

El accionante solicitó se admita su acción, disponiendo se deje sin efecto la


Resolución jerárquica de 14 de noviembre de 2013, dictada por el Fiscal
Departamental de Oruro, ordenándose la emisión de una nueva resolución con
la debida motivación, fundamentación y congruencia, además se establezca
responsabilidad civil en contra de la autoridad demandada, con costas.

I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías

Celebrada la audiencia pública el 24 de enero de 2014, según consta en el acta


cursante de fs. 100 a 114 vta. de obrados, se produjeron los siguientes
actuados:

I.2.1. Ratificación de la acción

El abogado del accionante ratificó en su integridad su acción.


I.2.2. Informe de la autoridad demanda

La autoridad demandada pese a su legal notificación cursante a fs. 86, no


presentó informe alguno.

I.2.3. Intervención de los terceros interesados

Julio Cesar Torrico Salinas presenta informe en audiencia en representación de


“Alfredo Lipiri Orihuela, Sergia Agustina Jorge Villca, Martha Condorhuayra
Bejarano, Pánfilo Condori Choque, Lucia Uño Ibarra y David Frías León” (sic),
como abogado apoderado de los terceros interesados, se tiene dos visiones: a)
La del accionante donde dice la teoría de defensa en juicio oral; y, b) La del
fiscal ha demostrado la teoría del caso de la acusación. En teoría se puede decir
que el Tribunal no puede emitir pronunciamiento y menos una jurisprudencia
constitucional sobre la defensa del Ministerio Público, “se ha confundido las
atribuciones del órgano judicial con las atribuciones del órgano de persecución
penal”, la teoría dice que el Fiscal departamental no podría ir más allá de la
impugnación.

Franz Zulmer Villegas Chávez presenta informe en audiencia en representación


de “Pedro Llanque Marcos” (sic), el 24 de septiembre de 2012 habría emitido
una imputación formal ante el Ministerio Público por el delito de uso indebido,
incumplimiento de deberes, emite una resolución de sobreseimiento la cual fue
presentada ante el “órgano jurisdiccional” el 11 de septiembre de 2013la cual
fue impugnada por Panfilos Condori Choque y Sergia Agustina Jorge Villca en el
plazo establecido por ley, el Fiscal de Materia emita una Resolución jerárquica
102/2013 que revoca la resolución a favor de Pedro Llanque Marcos, para que
el Fiscal de Materia presente su acusación en contra del imputado dentro del
plazo de diez días de acuerdo al art. 324 del CPP.

I.2.3. Resolución.

La Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro,


constituido en Tribunal de garantías pronunció la Resolución 02/2014, de 24 de
enero, cursante de fs. 115 a 121 vta., por la que denegó la tutela solicitada,
bajo los siguientes fundamentos: a) Si bien la parte accionante denuncia la
vulneración a su derecho al debido proceso y señala que se han agotado los
medios idóneos legales a su alcance para su restitución, empero no refiere
cuáles hubiera empleado, ni ante qué autoridad habría recurrido para denunciar
la Resolución que considera ilegal; y, b) Conforme la Resolución jerárquica
dictada por el Fiscal Departamental de Oruro, la acusación formal debía
presentarse en el plazo de diez días, término en el cual el imputado debía hacer
uso de los recursos legales para impugnar la Resolución jerárquica, mucho más
si las lesiones alegadas se constituyen en defectos absolutos previstos en el art.
169 numeral 3 del CPP, precepto normativo que permite recurrir al juez
controlador de garantías constitucionales, a objeto de hacer prevalecer o
solicitar la reparación de las mismas si se las consideró lesionadas, sin embargo
no se tiene constancia que el ahora accionante haya acudido ante esa
autoridad, lo que conlleva un incumplimiento al principio de subsidiariedad de
la acción de amparo constitucional, máxime si consideramos que durante los
diez días siguientes a la Resolución jerárquica, no se activó ningún medio de
defensa en la vía ordinaria, por lo que no corresponde ingresar al análisis de
fondo de la problemática planteada ni valorar las pruebas cursantes, siendo que
no se cumplió con la subsidiaridad en la presente acción, lo que determina la
denegatoria de la tutela solicitada.

I.3. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional

Habiendo asumido las funciones el Magistrado Juan Oswaldo Valencia Alvarado,


desde el 1 de agosto de 2014, la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, es pronunciada dentro del plazo establecido por el citado art. 130
del CPCo.

II. CONCLUSIONES

Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se


establecen las siguientes conclusiones:

II.1. Dentro del proceso penal instaurado por la presunta comisión de los
delitos de peculado, uso indebido de influencias e incumplimiento de
deberes, seguido en contra de Pedro Llanque a denuncia de David Frías
León en su condición de Alcalde Municipal de Challapata, cursa
Resolución fiscal de sobreseimiento dictada a favor del imputado, ahora
accionante (fs. 50 a 53 vta.).

II.2. Mediante memorial de 16 de septiembre de 2013, la parte denunciante


impugnó la Resolución de sobreseimiento dictada a favor de Pedro
Llanque (fs. 55 a 58)

II.3. Cursa Resolución jerárquica 102/2013 de 14 de noviembre, por la cual el


Fiscal Departamental de Oruro, revocó la Resolución de sobreseimiento y
dispuso se presente acusación formal dentro de los diez días siguientes;
(fs. 59 a 68 ).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

El accionante señaló como vulnerados su derecho al debido proceso en su


elemento fundamentación, motivación y congruencia de las resoluciones,
siendo que el Fiscal Departamental de Oruro, revocó el sobreseimiento dictado
en su favor, mediante Resolución jerárquica 102/2013 de 14 de noviembre, la
cual no observó la debida fundamentación motivación y congruencia debida.

En consecuencia, corresponde determinar, en revisión, si los extremos


demandados son evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.

III.1. El sobreseimiento como acto conclusivo de la investigación

La SCP 0902/2012 de 22 de agosto, indicó: “El art. 323. Inc. 3) del CPP,
inmerso en el Capítulo VI (Conclusión de la Etapa Preparatoria), al
respecto establece que el fiscal cuando concluya la investigación,
decretará de manera fundamentada el sobreseimiento: 'cuando resulta
evidente que el hecho no existió, que no constituye delito o que el
imputado no participó en él y cuando estime que los elementos de
prueba son insuficientes para fundamentar la acusación'.

El art. 40.11 de la Ley Orgánica del Ministerio Publico (LOMP), en armonía con
la precitada norma procesal, establece que las y los Fiscales de Materia
resolverán de manera fundamentada la imputación formal, el rechazo, el
sobreseimiento y la acusación formal en los plazos que establece la ley.

Las y los Fiscales cuando requieran en actos conclusivos dictar el


sobreseimiento como una forma de conclusión de la etapa preparatoria,
deberán seguir el procedimiento previsto en el art. 324 del CPP,
'impugnación del sobreseimiento', y señala que 'El fiscal pondrá en
conocimiento de las partes el sobreseimiento decretado, el que podrá ser
impugnado dentro de los cinco días siguientes a su notificación. Recibida
la impugnación, o de oficio en el caso de no existir querellante, el fiscal
remitirá los antecedentes dentro de las veinticuatro horas siguientes, al
fiscal superior jerárquico para que se pronuncie en el plazo de cinco días.
Si el fiscal superior jerárquico revoca el sobreseimiento, intimará al fiscal
inferior o a cualquier otro para que en el plazo máximo de diez días
acuse ante el juez o tribunal de sentencia. Si lo ratifica, dispondrá la
conclusión del proceso con relación al imputado en cuyo favor se dictó, la
cesación de las medidas cautelares y la cancelación de sus antecedentes
penales'.

Conforme el art. 34.17 de la LOMP, las y los Fiscales Departamentales, tienen


las atribuciones de 'Resolver las objeciones de las resoluciones de
rechazo e impugnaciones a sobreseimientos conforme a procedimiento'.
En principio, queda patente conforme a procedimiento, que el único
mecanismo idóneo y efectivo para atacar una decisión fiscal de
sobreseimiento es la impugnación, que opera luego de haberse
formulado imputación formal e iniciado el desarrollo de la etapa
preparatoria, a diferencia de la objeción que ataca una Resolución fiscal
de Rechazo, que por su naturaleza sólo opera como un medio idóneo y
efecto, en la fase o etapa de la investigación preliminar. En el mismo
sentido, debe entenderse que para que el sobreseimiento surta los
efectos tanto de ratificatoria o revocatoria, necesariamente debe ser
resuelto por la o el Fiscal Departamental como autoridad de mayor
jerarquía del Ministerio Público en un departamento, en el plazo
establecido de cinco días hábiles, a fin no sólo verificar la certeza jurídica
de una resolución, sino de supervisar el ejercicio de la decisión fiscal
adoptada por el inferior.

III.2.Efectos del sobreseimiento

Impugnado el sobreseimiento, o de oficio en el caso de no existir querellante,


la o el fiscal del caso remitirá los antecedentes dentro de las veinticuatro
horas siguientes, al Fiscal Departamental como máximo representante
del Ministerio Público de un departamento, para que resuelva el
sobreseimiento impugnado, en el plazo de cinco días, en cualesquiera de
las dos formas que establece el art. 324 del CPP.

En caso de revocatoria de la Resolución de sobreseimiento, la o el Fiscal


del caso, estará impedido a presentar acusación fiscal ante el Juez o
Tribunal de Sentencia según el caso, en el plazo máximo de diez días.
De ratificarse sus efectos son: a) La conclusión del proceso con relación
al imputado en cuyo favor se dictó la resolución de sobreseimiento; b) La
cesación de las medidas cautelares; y, c) La cancelación de sus
antecedentes penales.

El sobreseimiento no impugnado o el ratificado impedirá un nuevo proceso


penal por el mismo hecho, sin perjuicio de que la víctima reclame el
resarcimiento del daño en la vía civil, salvo que el sobreseimiento se
funde en la inexistencia del hecho o en la no participación del imputado”.
III.2. Las resoluciones emitidas por el Fiscal de Distrito, no reconocen
recurso ulterior y no pueden ser revisadas por el juez de
instrucción por presuntos defectos absolutos

La SCP 2888/2010 de 17 de diciembre, indicó: “El art. 6 de la LOMP, establece


la obligatoriedad del Ministerio Público para promover la acción penal
pública cuando tenga conocimiento de la comisión de un hecho punible y
existan los suficientes elementos fácticos para verificar su comisión, en
consecuencia, como titular de la investigación, su función se enmarca en
la recolección, conservación, ofrecimiento, producción y acumulación de
los elementos de prueba (indicios) que le permitirán fundar y/o sostener
una posible imputación (existencia del hecho y posible autor) y en su
caso una acusación (comprobación del delito y responsabilidad del
autor); así también, disminuir o eximir de responsabilidad al imputado o
acusado. Es decir, que en función a ello emitirá una resolución firme que
se constituye en un acto determinativo de la etapa preliminar (rechazo
de denuncia, querella o actuación policial) o en su caso, una salida
alternativa o acto conclusivo.

Iniciada la investigación y desarrollados los actos investigativos, recibido el


informe preliminar corresponde al fiscal de materia, como una atribución
propia y privativa, entre otras, conforme el art. 304 del CPP, rechazar la
denuncia, la querella o las actuaciones policiales, por falta de tipicidad,
por inexistencia del delito atribuido, por falta de indicios que hagan
presumir la participación del imputado, cuando no se lo haya podido
individualizar, o cuando los elementos de convicción acumulados en la
investigación, no sean suficientes para fundar la acusación. La norma
procesal penal en el art. 305, reconoce a las partes, el poder objetar la
resolución de rechazo, en el plazo de cinco días, ante el fiscal que dictó
la misma, quien remitirá antecedentes al fiscal superior en jerarquía
(Fiscal de Distrito), autoridad que dentro de los diez días siguientes a la
recepción de las actuaciones, determinará la revocatoria o ratificación del
rechazo y el consiguiente archivo de obrados. Si dispone la revocatoria
ordenará la continuación de la investigación y en el supuesto de ratificar
el rechazo de la denuncia, querella o actuación policial, dispondrá el
consiguiente archivo de obrados, lo que no impide la conversión de la
acción a pedido de la víctima o del querellante; en ambos casos, no
existe recurso ulterior.

III.4.2. Las resoluciones del Ministerio Público no son susceptibles de revisión


por el órgano jurisdiccional por presuntos defectos absolutos

El art. 54 del CPP, establece que: “Los jueces de instrucción son competentes
para; 1) El control de la investigación, conforme a las facultades y
deberes previstos en este Código; 2) Emitir las resoluciones
jurisdiccionales que correspondan durante la etapa preparatoria y de la
aplicación de criterios de oportunidad; 3) La sustanciación y resolución
del proceso abreviado; 4) Resolver la aplicación del procedimiento
inmediato para delitos flagrantes; 5) Dirigir la audiencia de preparación
de juicio y resolver sobre las cuestiones e incidentes planteados; 6)
Decidir la suspensión del proceso a prueba; 7) Homologar la conciliación,
siempre que sea procedente, cuando les sea presentada; 8) Decidir
sobre las solicitudes de cooperación Judicial internacional; 9) Conocer y
resolver, sobre la incautación de bienes y sus incidentes; y, 10) Conocer
y resolver la Acción de Libertad, si no existieran jueces de sentencia en
su asiento jurisdiccional, cuando sea planteada ante ellos” (Modificado
por Ley No. 007 de 18 de mayo de 2010). De donde se extrae, que la
indicada autoridad, no tiene competencia, facultad o atribución para
conocer y/o revisar las resoluciones emitidas por el representante del
Ministerio Público, dado que se trata de un órgano que goza de
autonomía en la apertura y conclusión de la investigación.

Desde el momento que el representante del Ministerio Público, comunica o


avisa el inicio de la investigación de un hecho punible ante el juez de
instrucción en lo penal, a partir de ese momento comienza el control
jurisdiccional sobre la investigación, cuya finalidad es precautelar que la
investigación se lleve adelante respetando los derechos fundamentales y
garantías constitucionales del denunciado, querellado, imputado,
acusado, víctima y/o querellante, conforme a las normas procesales
penales y la Constitución Política del Estado. El Código de Procedimiento
Penal, delimitó rigurosamente las funciones de investigación del fiscal y
las jurisdiccionales que corresponden al juez de instrucción en el marco
del art. 279, indica que la Fiscalía y la Policía Nacional actuarán siempre
bajo control jurisdiccional y recogiendo el principio que los fiscales no
podrán realizar actos jurisdiccionales, ni los jueces actos de investigación
que comprometan su imparcialidad.

Respecto de la actividad procesal defectuosa, que fuere invocada a través del


incidente de nulidad por defectos absolutos, el art. 169 del CPP, señala:
“No serán susceptibles de convalidación los defectos concernientes a: 1)
La intervención del juez y del fiscal en el procedimiento y a su
participación en los actos en que ella sea obligatoria; 2) La intervención,
asistencia y representación del imputado, en los casos y formas que este
Código establece. 3) Los que impliquen inobservancia o violación de
derechos y garantías previstos en la Constitución Política del Estado, las
Convenciones y Tratados internacionales vigentes y en este Código; y, 4)
Los que estén expresamente sancionados con nulidad', en consecuencia,
las decisiones judiciales u omisiones de procedimiento con inobservancia
de la Constitución Política del Estado y del Código de Procedimiento
Penal, que causaren agravio a las partes procesales podrán ser
impugnadas ante la autoridad judicial con el debido fundamento. Lo que
implica que cuando el agraviado alegue nulidad por defectos absolutos,
necesariamente deberán ser planteados ante la autoridad jurisdiccional
como contralor de garantías y que el procedimiento se desarrolle sin
vicios de nulidad.

Cabe aclarar, que toda actuación del fiscal, que a juicio del denunciado,
imputado o querellado y/o víctima o querellante, sea contraria a
procedimiento o sus derechos y que se hubieren producido durante la
etapa preliminar, preparatoria o juicio y que correspondieren al ámbito
de competencia del juez instructor en lo penal o del Tribunal de
Sentencia, deberán ser reclamadas en esa instancia. Empero, aquellas
actuaciones del representante del Ministerio Público que se suscitaren
ante el propio órgano de investigación, del cual emerjan
determinaciones, como el rechazo de la denuncia, querella, actuaciones
policiales, salidas alternativas o actos conclusivos, que pudieren lesionar
derechos fundamentales o garantías constitucionales del denunciado,
imputado o acusado y/o víctima o querellante, corresponderán ser
impugnadas en esa instancia, por cuanto incumbe al ámbito de
competencia del Ministerio Público”.

III.3. El debido proceso y la fundamentación y congruencia de las


resoluciones

La SCP 0099/2012 de 23 de abril, sobre esta problemática indico: “La triple


dimensión del debido proceso, se encuentra reconocida en la
Constitución Política del Estado, que lo consagra como un principio, un
derecho fundamental y una garantía jurisdiccional.

Su protección como garantía jurisdiccional, implica a su vez el resguardo de los


elementos constitutivos del debido proceso, traducidos en derechos
fundamentales, entre ellos la fundamentación y congruencia de las
resoluciones emitidas tanto por autoridades judiciales como
administrativas, que se constituyen en normas rectoras de la actividad
procesal.

Corresponde en consecuencia, referirse a los dos elementos constitutivos del debido


proceso enunciados: fundamentación y congruencia, dado que los
mismos son invocados como vulnerados por la parte accionante.
Respecto a la fundamentación de las resoluciones, la SC 2023/2010-R de
9 de noviembre, resume en forma precisa los razonamientos doctrinales
asumidos sobre el particular, señalando: 'La garantía del debido proceso,
comprende entre uno de sus elementos la exigencia de la motivación de
las resoluciones, lo que significa, que toda autoridad que conozca de un
reclamo, solicitud o dicte una resolución resolviendo una situación
jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos que sustentan su
decisión, para lo cual, también es necesario que exponga los hechos
establecidos, si la problemática lo exige, de manera que el justiciable al
momento de conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la misma,
pues la estructura de una resolución tanto en el fondo como en la forma,
dejará pleno convencimiento a las partes de que se ha actuado no sólo
de acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al caso, sino
que también la decisión está regida por los principios y valores supremos
rectores que rigen al juzgador, eliminándose cualquier interés y
parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento de que no
había otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que
se decidió.

(…) cabe señalar que la motivación no implicará la exposición ampulosa de


consideraciones y citas legales, sino que exige una estructura de forma y
de fondo, pudiendo ser concisa, pero clara y satisfacer todos los puntos
demandados, debiéndose expresar las convicciones determinativas que
justifiquen razonablemente su decisión en cuyo caso las normas del
debido proceso se tendrán por fielmente cumplidas; (…). Así la SC
1365/2005-R de 31 de octubre, entre otras”.

Del citado razonamiento, se concluye que la fundamentación de las resoluciones


judiciales, constituye un elemento inherente a la garantía jurisdiccional
del debido proceso, lo que significa que la autoridad que emite una
resolución necesariamente debe exponer los hechos, la valoración
efectuada de la prueba aportada, los fundamentos jurídicos de su
determinación y las normas legales que aplica al caso concreto y que
sustentan su fallo; lo que de ninguna manera implica una argumentación
innecesaria que abunde en repeticiones o cuestiones irrelevantes al caso,
sino que al contrario debe desarrollar, pero con precisión y claridad, las
razones que motivaron al juzgador a asumir una determinada resolución,
claro está con la justificación legal que respalda además esa situación.

La congruencia por su parte, responde a la estructura misma de una


resolución, por cuanto expuestas las pretensiones de las partes
traducidas en los puntos en los que centra una acción o recurso, la
autoridad competente para resolver el mismo está impelida de contestar
y absolver cada una de las alegaciones expuestas y además de ello, debe
existir una armonía lógico-jurídica entre la fundamentación y valoración
efectuadas por el juzgador y el decisum que asume.

En ese marco, la congruencia abarca dos ámbitos, el primero referido a la unidad del
proceso; es decir, la coherencia y vínculo que debe existir entre una
resolución y otra dentro de un mismo proceso, y el segundo en cuanto a
la consideración y resolución de todos los puntos puestos a consideración
del juzgador, lo que significa que también debe existir coherencia y
unidad de criterio dentro de una misma resolución, dado que la misma
debe guardar correspondencia con todo lo expuesto a lo largo de su
contenido, caso contrario carecería de consecuencia, siendo inviable que
luego de analizar determinados hechos se llegue a resultados distintos,
vulnerando la construcción jurídica que toda resolución debe tener en
aplicación y resguardo del debido proceso (en ese sentido se expone el
criterio mencionado las SSCC 1009/2003-R y 0639/2011-R entre otras)'.

Por su parte la SCP 0632/2012 de 23 de julio, refirió: “En este contexto,


debe señalarse que uno de los elementos del debido proceso es la
congruencia en virtud de la cual la autoridad jurisdiccional o
administrativa, en su fallo, debe asegurar la estricta correspondencia
entre lo peticionado y probado por las partes; en ese contexto, es
imperante además precisar que la vulneración al debido proceso en su
elemento congruencia puede derivar de dos causales concretas a saber:
a) Por incongruencia omisiva, en virtud de la cual, la autoridad
jurisdiccional o administrativa emite una resolución sin considerar las
pretensiones de las partes, vulnerando con esta omisión el derecho a un
debido proceso y también el derecho a la defensa; y, b) por
incongruencia aditiva, en virtud de la cual, la autoridad jurisdiccional o
administrativa, falla adicionando o incorporando elementos no
peticionados o no discutidos por las partes en el decurso de la causa.

En el orden de ideas antes señalado y concretamente en lo referente a la


incongruencia omisiva, la SC 0486/2010-R de 5 de julio, establece y
concatena el debido proceso con el principio de congruencia señalando lo
siguiente:

De esta esencia (es decir de la naturaleza jurídica del debido proceso),


deriva a su vez la congruencia como principio característico del debido
proceso, entendida en el ámbito procesal como la estricta
correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto;
ahora bien, esa definición general, no es limitativa de la coherencia que
debe tener toda resolución, ya sea judicial o administrativa, y que implica
también la concordancia entre la parte considerativa y dispositiva: sino
que además, debe mantenerse en todo su contenido, efectuando un
razonamiento integral y armonizado entre los distintos considerandos y
razonamientos contenidos en la resolución. La concordancia de contenido
de la resolución y su estricta correspondencia entre lo pedido, lo
considerado y lo resuelto, conlleva a su vez la cita de las disposiciones
legales que apoyan ese razonamiento que llevó a la determinación que
se asume. En base a esas consideraciones, es que quien administra
justicia, emitirá fallos motivados, congruentes y pertinentes'.

Asimismo, en relación a la incongruencia aditiva, la citada Sentencia


Constitucional, señala que: '…la congruencia ha venido clasificada en
diversos tipos o categorías que nos interesa anotar a los fines que se
seguirán, y así es moneda corriente hablar en doctrina de incongruencia
«ultra petita» en la que se incurre si el Tribunal concede «extra petita»
para los supuestos en que el juzgador concede algo distinto o fuera de lo
solicitado por las partes; «citra petita», conocido como por «omisión» en
la que se incurre cuando el Tribunal no se pronuncia sobre alguno de los
pedimentos que le han sido planteados, etc.' (Principios Constitucionales
en el Proceso Civil, Consejo General del Poder Judicial, El deber Judicial
de Congruencia como Manifestación del Principio Dispositivo y su Alcance
Constitucional, Madrid 1993, Mateu Cromo, S.A., Pág. 438).

Es decir que, en segunda instancia, pueden darse casos de incongruencia


'ultra petita' en los que el juez o tribunal decide cuestiones que han
quedado consentidas y que no fueron objeto de expresión de agravios
(extra petita); y cuando omite decidir cuestiones que son materia de
expresión de agravios por el apelante (citra petita)”.

III.4. Análisis del caso concreto

El accionante denunció, que dentro del proceso proceso penal iniciado en


su contra a denuncia de David Frías León en su condición de Alcalde
Municipal de Challapata, por los delitos de peculado, uso indebido de
influencias e incumplimiento de deberes, cometidos presuntamente en el
ejercicio de su funciones como Concejal Municipal; el Fiscal
Departamental de Oruro, mediante Resolución jerárquica 102/2013 de 14
de noviembre, revocó la Resolución de sobreseimiento dispuesta en su
favor y ordenó la presentación de la acusación formal dentro de los diez
días siguientes, resolución en la cual la autoridad ahora demandada, no
valoró correctamente la prueba cursante y tampoco fundamentó de
forma debida su determinación, siendo que la misma no consideró que
los delitos imputados solo podían ser cometidos por funcionario público,
calidad que no ostentaba el mismo al haber renunciado a su cargo. Bajo
ese contexto se pretende a través de esta acción, que este Tribunal
Constitucional Plurinacional deje sin efecto la Resolución de 14 de
noviembre, suscrita por el Fiscal Departamental.

Al respecto corresponde precisar que las actuaciones del Ministerio


Público, pueden ser impugnadas conforme al procedimiento previsto para
el efecto; de ahí que para el caso específico de la Resolución de
sobreseimiento, ésta puede ser susceptible de revisión por parte del
Fiscal Departamental, dicha autoridad tiene señalada esta facultad en el
art. 324 del CPP, consecuentemente una vez agotada esta vía de
impugnación y si en caso se considera que en la misma han vulnerado
derechos y garantías constitucionales, se apertura directamente la vía
constitucional, no siendo posible acudir ante los jueces o tribunales
ordinarios a objeto de solicitar la revisión de dicha actuación asumida por
el Ministerio Público; por esta razón en el presente caso al denunciarse
falta de motivación, fundamentación y congruencia en la Resolución
jerárquica impugnada, corresponde determinar en revisión si estos
extremos son ciertos. Ahora bien, según informan los antecedentes, se
evidencia que el accionante fue investigado por los delitos de peculado,
uso indebido de influencias e incumplimiento de deberes; concluyendo el
proceso investigativo, con Resolución de sobreseimiento la cual fue
impugnada y revocada mediante Resolución Jerárquica, emitida por el
Fiscal Departamental de Oruro, misma que ahora se denuncia como
arbitraria y vulneratoria, sin embargo de la lectura minuciosa tanto de la
Resolución de sobreseimiento como de revocatoria que fue suscrita por
la autoridad demanda, se puede concluir que la misma ha observado la
debida fundamentación y motivación al valorar en su integridad la
documentación cursante en el cuaderno de investigación, la autoridad
ahora demandada, a tiempo de revocar la decisión del Fiscal de Materia,
inicialmente identificó los fundamentos de la denuncia interpuesta, para
posteriormente compulsar las investigaciones realizadas y basar su
determinación en los considerandos desarrollados, en los cuales analizó
cada uno de los delitos investigados y su adecuación típica a la conducta
del imputado de acuerdo a las pruebas cursantes en obrados, mismas
que merecieron una valoración que llevó a considerarlas suficientes para
fundar una acusación.

Ahora bien con relación específica a la renuncia al cargo de Concejal


Municipal por parte del accionante, extremo que se denuncia no habría
merecido referencia alguna en la Revocatoria al sobreseimiento;
corresponde señalar que en dicha resolución, el Fiscal Departamental de
Oruro si consideró este aspecto al momento de fundamentar su decisión,
siendo que concluyó que a pesar de haber existido dicha renuncia, los
delitos denunciados igualmente hubieran sido cometidos, pues al no
haberse hecho entrega oficial del bien asignado, el accionante habría
adecuado su conducta a los delitos imputados, dada la obligación de
todo funcionario público, de restituir todos los activos asignados a tiempo
de dejar el cargo, conforme lo dispuesto por el Decreto Supremo (DS)
0181 que regula las Normas Básicas del Sistema de Administración de
Bienes y Servicios, en sus arts. 148 y 157 asignación de activos fijos
muebles.

Respecto a la falta de congruencia de la Resolución jerárquica emitida


por el Fiscal Departamental de Oruro, misma que se denuncia como
arbitraria por haber dispuesto de forma ultrapetita la revocatoria de
sobreseimiento y la acusación formal por el delito de uso indebido de
influencias, la cual según el accionante no fue solicitada por la parte
actora, debe manifestarse que del análisis del memorial de impugnación
al sobreseimiento, se advierte que dicho extremo denunciado resulta
evidente, pues si bien la parte querellante hizo una simple alusión a este
delito en el recurso presentado, no es menos cierto que en su petitorio
únicamente solicitó expresamente se ordene la presentación de la
acusación formal por los delitos de peculado e incumplimiento de
deberes, mas no así por el delito de uso indebido de influencias, aspecto
que denotó su conformidad con la resolución de sobreseimiento dictada
respecto a este delito, en este sentido el Fiscal Departamental de Oruro,
al disponer la acusación más allá de lo solicitado por la parte, no ha
observado la congruencia debida en la Resolución dictada, entendida en
el ámbito procesal como la estricta correspondencia que debe existir
entre lo peticionado y lo resuelto, aspecto que debía cumplirse, máxime
si la Resolución jerárquica fue objeto de revisión vía recurso de
impugnación interpuesto por la parte legitimada, de ahí que su
resolución debió enmarcarse en los agravios expuestos y lo solicitado, en
consecuencia al haberse dispuesto la acusación por los tres delitos
imputados sin que ello haya sido peticionado, resulta arbitrario siendo
que la autoridad ahora demandada debía circunscribirse a lo expresado
por la parte querellante, sin inferir, presumir y conceder pretensiones
que no fueron manifestadas oportunamente en el recurso impugnaticio.

Finalmente, respecto al cambio de Fiscal de Materia dispuesto en la


Resolución jerárquica, debe indicarse que tal determinación no conllevó
vulneración alguna a derechos y garantías fundamentales del accionante,
pues esta atribución está expresamente dispuesta en el art. 324 del CPP,
que establece de forma expresa, que en caso de revocarse la resolución
de sobreseimiento, el Fiscal Departamental podrá ordenar al Fiscal
asignado al caso o a otro la presentación de la acusación formal,
“(Impugnación al Sobreseimiento) ”…si el fiscal superior jerárquico
revoca el sobreseimiento intimara al fiscal inferior o a cualquier otro para
que en el plazo máximo de diez días acuse ante el juez o Tribunal de
sentencia”; en consecuencia la autoridad ahora demandada al disponer
que el Fiscal de Materia Patricio Pérez Colque, presente la acusación
formal en contra del imputado ahora accionante, estuvo enmarcado
dentro de sus específicas atribuciones, más aun considerando que dicha
determinación se encuentra relacionada con el principio de unidad que
rige en el Ministerio Público, por lo que la vulneración alegada respecto a
esta decisión en particular no resulta evidente.

De estos argumentos, se puede determinar que la Resolución suscrita


por el Fiscal de Departamental de Oruro, que se denuncia como
arbitraria e infundada, ha cumplido con la debía motivación,
fundamentación y congruencia solo en cuanto a los delitos de peculado e
incumplimiento de deberes, mas no así con relación al delito de uso
indebido de influencias, el cual al no haber sido impugnado debidamente
y menos haberse solicitado su acusación por la parte querellante, no le
correspondía a la Autoridad ahora demandada revocar el sobreseimiento
dictado de este tipo penal, empero siendo que la Resolución jerárquica
de 14 de noviembre de 2013, ha resuelto algo no peticionado determina
que se haya vulnerado el derecho al debido proceso en su elemento
congruencia de las resoluciones del accionante, por lo que corresponde
otorgar parcialmente el amparo constitucional.

En consecuencia, el Tribunal de garantías, al haber denegado la tutela


solicitada, ha evaluado en forma incorrecta los datos del proceso y las normas
aplicables al mismo.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Primera Especializada; en virtud


de la autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de
Bolivia, de conformidad con el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional
Plurinacional, en revisión resuelve:

1° REVOCAR la Resolución 02/2014 de 24 de enero, cursante de fs. 115 a 121


vta., pronunciada por la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia de Oruro, constituido en Tribunal de Garantías y en consecuencia,
CONCEDER en parte la tutela solicitada.
2° Disponer se deje sin efecto la Resolución jerárquica 102/2013 de 14 de
noviembre, dictada por el Fiscal Departamental de Oruro, solo en cuanto al
delito de uso indebido de influencias, tipo penal que deberá ser retirado de
la acusación formal en el estadio procesal en el que se encuentre el proceso
penal.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

No interviene el Magistrado Tata Gualberto Cusi Mamani por encontrarse con


baja médica, y en suplencia legal firma el Magistrado Dr. Macario Lahor Cortez
Chávez.

Fdo. Dr. Juan Oswaldo Valencia Alvarado


MAGISTRADO
Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chávez
MAGISTRADO

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