Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de libertad
Expediente: 07580-2014-16-AL
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 02/2014 de 26 de junio, cursante de fs. 243 a 251, pronunciada dentro de
la acción de libertad interpuesta por Fernando Rivera Tardio contra Victoriano Morón Cuéllar y Edgar
Molina Aponte, Vocales de la Sala Penal Segunda y Sala Civil y Comercial Primera, respectivamente,
del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz.
Dentro del proceso penal que se le sigue, se dispuso en su contra la medida extrema de detención
preventiva, decisión que considera es abusiva, arbitraria e ilegal, por lo que en una primera
oportunidad fue objeto de recurso de apelación incidental conforme el art. 251 del Código de
Procedimiento Penal (CPP), recurso que fue concedido por la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz, determinándose en esa oportunidad anular el Auto que
imponía las medidas cautelares por falta de motivación y asignación probatoria debiendo llevarse al
efecto una nueva audiencia.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela y en su mérito se disponga dejar sin efecto el Auto de Vista 345 de 29 de
noviembre de 2013.
Celebrada la audiencia pública el 25 de junio de 2014, según consta en el acta cursante de fs. 234 a
243, en presencia únicamente del accionante y su abogado patrocinante, se produjeron los
siguientes actuados:
Victoriano Morón Cuéllar y Edgar Molina Aponte, Vocales de la Sala Penal Segunda y Sala Civil y
Comercial Primera, respectivamente, del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, no
presentaron informe escrito alguno y tampoco asistieron a la audiencia de la acción de libertad pese
a su legal citación (fs. 66 a 67).
I.2.3. Resolución
El Tribunal Sexto de Sentencia Penal del departamental de Santa Cruz, constituido en Tribunal de
garantías, mediante la Resolución 02/2014 de 26 de junio, cursante de fs. 243 a 251, concedió la
acción de libertad, disponiendo la nulidad del Auto de Vista 345, pronunciado por los Vocales de la
Sala Penal Segunda, debiendo pronunciarse nueva resolución en la que se repare todas las
denuncias realizadas y con relación al Auto interlocutorio de 11 de abril de 2013, en el que se ordena
la detención preventiva, se establece la legalidad del mismo, habiéndose dictado con las
formalidades del caso, no pudiendo ordenarse se libre ningún mandamiento de libertad, ello con los
siguientes fundamentos: 1) Fernando Rivera Tardio, en la audiencia de apelación realizó alusiones
concretas a elementos de la investigación y situaciones emergentes de la misma que no merecieron
por parte de los demandados una adecuada respuesta o de valoración de acuerdo al principio de
congruencia que está previsto tanto en la Constitución Política del Estado y el Código de
Procedimiento Penal; 2) Existe una contradicción en el fallo impugnado dado que primero se dice
que no se puede hablar de actuación ultra petita y posteriormente señalan que el Juez a quo no
cumplió con la exigencia del art. 124 del CPP; por lo que efectivamente se debió ingresar a valorar
dicha actuación u omisión y subsanarla de manera oportuna; 3) El Auto observado tampoco realiza
consideración alguna a lo denunciado por la parte imputada, referente a la contradicción de los
informes policiales en relación a quién le correspondía la administración del arroz; 4) Se constata
una violación al debido proceso en su elemento debida fundamentación y el principio de
congruencia, y es que no se resolvió todos los puntos observados; y, 5) No se lesionó el principio de
verdad material establecido en el art. 180.I de la CPE, debido a que la agravación no fue ofrecida a
momento de interponer la apelación incidental.
II. CONCLUSIONES
II.2. Mediante Auto de Vista 345 de 29 de noviembre de 2013, los referidos Vocales
determinaron confirmar en todas sus partes la Resolución de 11 de abril de igual año apelada, y
solicitada que fue la complementación y enmienda, la misma se declaró no ha lugar (fs. 61 a 64).
El accionante refiere que lesionó sus derechos a la libertad y al debido proceso en sus elementos
fundamentación, motivación y pertinencia, señalando que los Vocales demandados a momento de
resolver la apelación incidental interpuesta contra el fallo que ordena su detención preventiva, no
realizaron una adecuada fundamentación y tampoco respondieron a todos los puntos observados en
audiencia, lesionando así los derechos antes indicados.
El debido proceso implica, entre otros aspectos, la exigencia de motivación o fundamentación de las
resoluciones sean éstas judiciales o administrativas; y concretamente tratándose de resoluciones
judiciales en el ámbito penal, el art. 124 del CPP, dispone que las sentencias y autos interlocutorios
se encuentren debidamente fundamentados; de forma que: “Expresarán los motivos de hecho y de
derecho en que basan sus decisiones y el valor otorgado a los medios de prueba” y que “La
fundamentación no podrá ser reemplazada por la simple relación de los documentos o la mención
de los requerimientos de las partes”. La norma legal transcrita guarda relación con la prevista en el
art. 236 inc. 3) del mismo Código, que hace referencia a la forma y contenido de la decisión,
señalando que se debe hacer una fundamentación expresa sobre los presupuestos, que motivan la
detención, con cita de las normas legales aplicables.
La obligación de fundamentar las resoluciones también es aplicable a las que resuelven apelaciones;
así la SC 0040/2007-R de 31 de enero, haciendo referencia a la SC 0577/2004-R de 15 de abril, indicó
que: “Esta exigencia de fundamentar las decisiones, se torna aún más relevante cuando el Juez o
Tribunal debe resolver en apelación la impugnación de las resoluciones pronunciadas por las
autoridades de primera instancia; (…), es imprescindible que dichas Resoluciones sean
suficientemente motivadas y expongan con claridad las razones y fundamentos legales que las
sustentan y que permitan concluir, que la determinación sobre la existencia o inexistencia del
agravio sufrido fue el resultado de una correcta y objetiva valoración de las pruebas, del mismo
modo que se exige al apelante cumplir con la obligación de fundamentar los agravios; por cuanto, en
la medida en que las resoluciones contengan, los fundamentos de hecho y de derecho, el
demandado tendrá la certeza de que la decisión adoptada es justa; por lo que no le esta permito a
un Juez o Tribunal, reemplazar la fundamentación por la relación de antecedentes, la mención de los
requerimientos de las partes o hacer alusión de que el Juez de instancia obró conforme a derecho,
(…); con mayor razón, si se tiene en cuenta que el contar con una Resolución debidamente
fundamentada y motivada es un derecho fundamental de la persona y forma parte del debido
proceso…” (las negrillas son agregadas).
Con relación a la congruencia, la doctrina desarrollada por el Tribunal Constitucional, estableció que:
“…la estricta correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto, en materia penal la
congruencia se refiere estrictamente a que el imputado no podrá ser condenado por un hecho
distinto al atribuido en la acusación o su ampliación; ahora bien, esa definición general, no es
limitativa de la congruencia que debe tener toda resolución ya sea judicial o administrativa y que
implica también la concordancia entre la parte considerativa y dispositiva, pero además esa
concordancia debe mantenerse en todo su contenido, efectuando un razonamiento integral y
armonizado entre los distintos considerandos y razonamientos emitidos por la resolución, esta
concordancia de contenido de la resolución y su estricta correspondencia entre lo pedido, lo
considerado y lo resuelto, conlleva a su vez la cita de las disposiciones legales que apoyan ese
razonamiento que llevó a la determinación que se asume” (las negrillas son nuestras) (SC
0358/2010-R de 22 de junio).
El accionante refiere que los Vocales demandados confirmaron en su totalidad la Resolución apelada
mediante la cual se le impone la medida cautelar de detención preventiva, empero, este fallo no
responde a todos los puntos que fueron expuestos en la audiencia de apelación y a la vez carece de
una adecuada motivación y pertinencia.
Del acta de audiencia de apelación cursante en el expediente de fs. 37 a 60 vta., se tiene que el hoy
accionante basa su recurso en las siguientes observaciones: i) Lo incluyen en el proceso mediante
informes, que además son contradictorios, emitidos por un funcionario “clandestino” que no era el
investigador asignado al caso; ii) Uno de los referidos informes recomienda la aprehensión pero el
otro no; iii) El informe del Fiscal de Materia refiere la ampliación de denuncia sólo contra José
Manuel Antezana no estableciéndose nada con relación a Fernando Rivera Tardio y “Denis Rodas”;
iv) Se lo incluye a un proceso que tiene que ver con pérdida de arroz pero se le investiga por uso de
instrumento falsificado, beneficios en razón del cargo, contribuciones y ventaja de servidor público y
organización criminal; v) La Resolución que impone la medida cautelar carece de congruencia,
motivación, individualización, valoración y la otorgación de los medios probatorios a la conducta
reprochable que se le atribuye; vi) El Juez a quo lesiona la presunción de inocencia y el art. 8 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos; vii) Se lo incluye en un proceso relacionado con
personas desaparecidas que no tiene que ver con la pérdida de arroz; viii) No otorga valor alguno a
los supuestos elementos de convicción que tiene la Fiscalía en los que se desvirtúa la probabilidad de
autoría; ix) Sobre la pérdida de arroz ellos no tienen responsabilidad alguna, ya que existe una
repartición estatal cual es “DIRCABI” que se encarga de custodiar los bienes incautados,
secuestrados o confiscados, pero de ningún modo los apoderados del Ministerio de Gobierno; x) De
la relación de los antecedentes se puede evidenciar que no tuvieron ninguna intervención o presión;
xi) No se consideró las declaraciones tomadas; xii) Se indica que se hubiera realizado de su parte una
llamada, empero, a pesar de que se secuestraron sus tres celulares, éstos no fueron objeto de
pericia alguna que confirme aquel punto en el proceso penal seguido contra Jacob Ostreicher; xiii) Se
habla de una grabación que tuviera relación directa con el proceso que se les sigue, empero, nunca
se le hizo conocer la misma y para variar ésta se perdió o la hicieron desaparecer; xiv) El Tribunal
Constitucional efectuando una interpretación favorable, estableció que la prueba presentada en
apelación puede ser valorada y compulsada; xv) Carece de una fundamentación que explique cómo
se concluye que tuviera alguna participación o autoría; xvi) Se lo relaciona y procesa con personas
que son inexistentes; y, xvii) El Juez de la causa no realizó un test tanto de los actos iniciales como de
la etapa preparatoria, únicamente se limita a citar los arts. 234.9, 235.2 y 4 del CPP.
Pasando a revisar el Auto de Vista 345, hoy impugnado, el cual cursa de fs. 61 a 64, estructuralmente
se evidencia que el primer considerando se divide en dos partes de las cuales la primera realiza una
síntesis de la impugnación que efectúa la parte recurrente, síntesis que además no contiene todos
los aspectos observados por Fernando Rivera Tardio; el segundo punto, hace referencia a lo
manifestado por el representante del Ministerio Público; posteriormente el segundo considerando
contiene los fundamentos jurídicos utilizados por los Vocales que conformaron la Sala Penal
Segunda, en cuyo primer párrafo hacen referencia al art. 398 del CPP; en el segundo párrafo que
viene a ser el análisis de la problemática en cuestión, los Vocales demandados parten indicando que
el Ministerio Público tiene la obligación de investigar los hechos que se denuncian, y la del Juez,
analizar si los indicios son suficientes, refiriendo de la problemática que “…la declaración de su
secretaria y auxiliar, en este caso han sido contundentes y demuestran que sí hubo una organización
que presionaba a los señores jueces…” (sic), afirman la existencia del art. 233.1 del CPP y que la
imputación formal son únicamente indicios y no pruebas suficientes, constando en autos los indicios
suficientes, por último concluye indicando que el Auto interlocutorio apelado sí se encuentra
fundamentado, dándose a los documentos el valor correspondiente e individualiza a cada uno de los
partícipes.
Asimismo, los Vocales demandados también lesionaron la congruencia que debe existir en toda
resolución entre lo pedido y resuelto, y es que si bien en el primer considerando llegan a identificar
algunos de los puntos que fueron observados en la audiencia de apelación; sin embargo, al
momento de resolverlos, no lo hace y es que como se dijo se limita a realizar afirmaciones generales,
situación que confirma la lesión denunciada, ello además de no ser congruente en su fundamento
que refiere a los indicios, ya que inicialmente señala que la imputación es solamente un indicio de la
comisión de un ilícito, pero luego refiere que en el presente caso los indicios son suficientes, sin
establecer para qué son suficientes y a la vez contradiciendo su primer razonamiento de que son
sólo indicios, por lo que también sobre esta denuncia se abre la tutela constitucional.
Por último, corresponde recordar que para imponer o mantener una medida cautelar de carácter
personal debe efectuarse una valoración integral de los elementos de convicción existentes así la SC
0012/2006-R de 4 de enero, estableció que: “…la expresión 'evaluación integral' que utilizan ambos
preceptos glosados, implica que el órgano jurisdiccional debe hacer un test sobre los aspectos
positivos o negativos (favorables o desfavorables) que informan el caso concreto, de cara a los
puntos fijados por la ley para medir tanto el riesgo de fuga como el de obstaculización; de tal modo
que de esa compulsa integral, se llegue a la conclusión razonada sobre si existe o no riesgo de fuga u
obstaculización. En esta evaluación, unos puntos pueden reforzar, o por el contrario enervar o
eliminar los riesgos aludidos; lo cual, naturalmente, debe ser expuesto por el juez en la resolución
que emita de manera coherente, clara y precisa”.
POR TANTO