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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0826/2016-S2

Sucre, 12 de septiembre de 2016

SALA SEGUNDA
Magistrado Relator: Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales
Acción de amparo constitucional

Expediente: 15247-2016-31-AAC
Departamento: Santa Cruz

En revisión la Resolución 34/16 de 25 de abril de 2016, cursante de fs. 64 a 66 vta.,


pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por María
Elva Pincker Vaca contra Hugo Juan Iquise Saca, Sigfrido Soleto Gualoa y
William Torrez Tordoya, Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz y Erwin Jiménez Paredes, Juez de
Instrucción Penal Cuarto del mismo departamento.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

Por memorial presentado el 16 de febrero de 2016, cursante de fs. 28 a 34, la


accionante expresó los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

Dentro del proceso penal por la presunta comisión del delito de lesiones graves y
gravísimas en accidente de tránsito seguido contra Antonio Camacho López e hijo,
éstos presentaron excepción de extinción de la acción penal, porque el Ministerio
Público no presentó acusación formal dentro el plazo de cinco días de la
conminatoria, actuado con el que le corrieron traslado, el mismo que contestó
haciendo notar algunas irregularidades efectuadas en su planteamiento, siendo
resuelto por el Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal, mediante Auto Interlocutorio
02 de 26 de enero de 2015, disponiendo de manera directa la extinción de la acción
penal con el argumento de que al momento de contestar la excepción, no presentó
la acusación particular, extremo que no es legal, puesto que, el art. 315 en relación
al 314 del Código de Procedimiento Penal (CPP), dispone que, presentada una
excepción o incidente, el traslado a la otra parte es para que conteste la misma y no

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para que acuse o realice otras actuaciones; en consecuencia, las autoridades
demandadas extinguieron la acción penal en base a una interpretación errónea y
maliciosa de los referidos artículos, alejados de cualquier criterio legal interpretativo
como el literal, sistemático, teleológico, accionar con el que le impidieron el acceso a
la justicia, vulnerando su derecho al debido proceso y tutela judicial efectiva.

Formulado el recurso de apelación incidental contra el Auto 02, éste fue resuelto por
los Vocales de la Sala Penal Primera, mediante Auto 171 de 8 de julio, confirmando la
sentencia de primera instancia, incurriendo en el mismo error de interpretación, al
pretender que el significado literal del art. 315 del CPP en relación al 134 de la misma
disposición legal, implique no sólo la contestación a una excepción, sino también la
presentación de una acusación particular que no está contemplada; asimismo,
desconocieron lo dispuesto en la SC 1173/2004-R de 26 de julio, que señaló que en
los casos en que el fiscal no presente un requerimiento conclusivo con carácter
previo a declarar extinguida la acción penal, el juez debe comunicar a la víctima la
falta de presentación del requerimiento conclusivo por parte del fiscal y otorgarle el
plazo necesario para presentar su acusación particular.

I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados

La accionante denuncia la vulneración del derecho al debido proceso y a la tutela


judicial efectiva sin citar norma alguna que los contenga.

I.1.3. Petitorio

Solicita se conceda la tutela y dispongan: a) Dejen sin efecto el Auto Interlocutorio


02 de 26 de enero y Auto de Vista 171 de 8 de julio, ambos de 2015; y, b) Ordenen
a los Vocales demandados, pronuncien nueva resolución, dirimiendo la apelación
incidental presentada.

I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías

La audiencia pública debió realizarse el 7 de abril de 216 (fs. 54 y vta.), sin


embargo al no haber sido notificados todos los demandados la misma fue
suspendida, realizándose el 25 de ese mes y año, según consta en el acta
cursante de fs. 63 a 64, produciéndose los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación de la acción

El abogado de la accionante, ratificó in extenso los fundamentos expuestos en su


memorial de acción.

I.2.2. Informe de las autoridades demandadas

Las autoridades demandadas no se hicieron presentes en audiencia ni presentaron


informe pese a su legal notificación, cursante de fs. 59 a 60.

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I.2.3. Resolución

La Sala Civil Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz,


constituida en Tribunal de garantías, mediante Resolución 34/16 de 25 de abril de
2016, cursante de fs. 64 a 66 vta., concedió la tutela solicitada, disponiendo que
los Vocales demandados pronuncien una nueva resolución respecto a la apelación
incidental promovida por la accionante tomando en cuenta el art. 134 del CPP y la SC
1173/2004-R, con los siguientes argumentos: 1) El art. 134 del CPP establece que
la etapa preparatoria deberá finalizar en el plazo máximo de seis meses, si en este
plazo el fiscal no acusa ni presenta otra solicitud conclusiva, el juez conminará al
fiscal departamental a que lo haga en el plazo de cinco días, transcurrido este
plazo, sin que se hubiere presentado la solicitud conclusiva o la acusación
declarará extinguida la acción penal, precisamente esta actitud toma el Juez de
Instrucción Penal y extingue el proceso, ante la presentación de la excepción por
el hoy tercero interesado, conforme el art. 308 y ss. del CPP, la misma es
tramitada y resuelta conforme el art. 315 de dicho Código, dando por finalizada
toda la actividad procesal en desmedro de la hoy accionante, similar actitud
asumen los Vocales de la Sala Penal Primera a tiempo de pronunciar el auto de
Vista 171, sin tomar en cuenta los argumentos presentados por la víctima; 2) No
se tomó en cuenta la SC 1173/2004-R, que expresa en forma textual: “Para ser
efectivo el derecho de la víctima, el Juez debe comunicarle, la falta de
presentación de requerimiento conclusivo por parte del fiscal y al mismo tiempo la
facultad que tiene de presentar su acusación particular, otorgándole por analogía
y aplicando el principio de igualdad procesal, el mismo plazo que le es concedido
al fiscal de acuerdo al art. 134 del CPP”, precisamente esta Sentencia en
concordancia con el art. 134 del CPP, no ha sido tomada en cuenta por el Juez de
instancia, como tampoco por los Vocales miembros de la Sala Penal Primera,
ocasionando con ello una vulneración al derecho a la igualdad de las partes, más
específicamente de la víctima, en el sentido de no habérsele concedido los cinco
días que por analogía debió aplicarse, omisión que conllevó la vulneración a sus
derechos constitucionales; y, 3) De las revisión de ambas resoluciones, se
establece que las mismas no cuentan con la fundamentación y motivación
exigidas por la norma y el derecho constitucional, toda vez que, no se refirieron a
la sentencia constitucional antes citada.

II. CONCLUSIONES

Del análisis de la documental adjunta al expediente, se evidencia que:

II.1. Cursa memorial de excepción de extinción de la acción penal en etapa


preparatoria de 13 de noviembre de 2014, interpuesta por Antonio
Camacho López ante el Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal del
departamento de Santa Cruz (fs. 17 a 21).

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II.2. Por proveído de 14 de noviembre de 2014, el Juez Cuarto de Instrucción
en lo Penal, corrió traslado al Ministerio Público y la parte civil para que en
el término de tres días de su legal notificación contesten (fs. 22).

II.3. Mediante Auto 02 de 26 de enero de 2015, el Juez Cuarto de Instrucción


en lo Penal, declaró probada la excepción de extinción de la acción penal
en etapa preparatoria, por consiguiente dispuso la conclusión del proceso
y cancelación de las medidas cautelares (fs. 23 a 24).

II.4. A través del Auto de Vista 171 de 8 de julio de 2015, los Vocales de la
Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz,
declararon admisible e improcedente el recurso de apelación incidental
interpuesto por María Elva Pincker Vaca (fs. 25 a 27).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

La accionante denuncia que las autoridades demandadas, vulneraron su derecho al


debido proceso y la tutela judicial efectiva, toda vez que, dentro del proceso penal
seguido contra Antonio Camacho López por la presunta comisión del delito de
lesiones graves y gravísimas en accidente de tránsito, dispusieron la extinción de la
acción penal en etapa preparatoria, en base a una errónea interpretación de los
arts. 314 y 315 del CPP, toda vez que, refirieron que al momento de plantear la
excepción no presentó la acusación particular; por otro lado, obviaron ponerle en
conocimiento de la falta de presentación del requerimiento conclusivo por el
Ministerio Público y la posibilidad de presentar acusación particular, conforme lo
establecido en la SC 1173/2004-R.

En consecuencia, corresponde analizar en revisión si los argumentos son evidentes


a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.

III.1. La acción de amparo constitucional, su naturaleza jurídica

La acción de amparo constitucional establecida en el art. 128 de la CPE,


señala expresamente que: “La acción de Amparo Constitucional tendrá
lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores
públicos, o de personas individual o colectiva, que restrinjan, supriman o
amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la
Constitución y la ley”.

A su vez, el art. 129.I de la referida Norma Suprema, refiere que esta


acción tutelar: “…se impondrá por la persona que se crea afectada, por
otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente
de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente,
siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección
inmediata…”.

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La SCP 0002/2012 de 13 de marzo, con relación a esta acción ha referido
“…el amparo constitucional boliviano en su dimensión procesal, se
encuentra concebido como una acción que otorga a la persona la facultad
de activar la justicia constitucional en defensa de sus derechos
fundamentales y garantías constitucionales.

El término de acción no debe ser entendido como un simple cambio de


nomenclatura, que no incide en su naturaleza jurídica, pues se trata de
una verdadera acción de defensa inmediata, oportuna y eficaz para la
reparación y restablecimiento de los derechos y garantías fundamentales,
y dada su configuración, el amparo constitucional se constituye en un
proceso constitucional, de carácter autónomo e independiente con partes
procesales diferentes a las del proceso ordinario o por lo menos con una
postura procesal distinta, con un objeto específico y diferente, cual es la
protección y restitución de derechos fundamentales con una causa distinta
a la proveniente del proceso ordinario, esto es, la vulneración concreta o
inminente de derechos fundamentales a raíz de actos y omisiones ilegales
o indebidos con un régimen jurídico procesal propio.

En ese orden de ideas, la acción de amparo constitucional adquiere las


características de sumariedad e inmediatez en la protección, por ser un
procedimiento rápido, sencillo y sin ritualismos dilatorios. A estas
características se añade la de generalidad, a través de la cual la acción
puede ser presentada sin excepción contra todo servidor público o
persona individual o colectiva.

Finalmente cabe señalar, que dentro de los principios procesales


configuradores del amparo constitucional, el constituyente resalta la
inmediatez y subsidiariedad al señalar en el parágrafo I del art. 129 de la
CPE, que esta acción (…) se interpondrá siempre que no exista otro medio
o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías
restringidos, suprimidos o amenazados”.

De igual forma, el Código Procesal Constitucional, regula la acción de


amparo constitucional, a partir del art. 51 al 57, estableciendo el objeto, la
legitimación pasiva, improcedencia, subsidiariedad, el plazo para su
interposición, la norma especial de procedimiento y los efectos de la
resolución que se pronuncia dentro de esta acción, cuyo objeto conforme
el art. 51 de la referida Norma constituye en: “…garantizar los derechos
de toda persona natural o jurídica, reconocidos por la Constitución Política
del Estado y la Ley, contra los actos ilegales o las omisiones indebidas de
las y los servidores públicos o particulares que los restrinjan, supriman o
amenacen restringir”.

En ese entendido se concibe a la acción de amparo constitucional como


una verdadera acción de defensa, inmediata, oportuna y eficaz para la

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reparación y restablecimiento de los derechos y garantías fundamentales,
cuando éstos sean restringidos, suprimidos o amenazados por actos
ilegales, omisiones indebidas de las y los servidores públicos o
particulares.

III.2. Interpretación de la legalidad ordinaria y valoración de la prueba

La SCP 0340/2016-S2 de 8 de abril, efectuando una integración


jurisprudencial respecto a la doctrina de las auto restricciones, estableció
que: “‟…la justicia constitucional, únicamente podrá revisar la
interpretación de la legalidad realizada por la jurisdicción ordinaria,
cuando, quien denuncia tal extremo como lesivo a sus derechos y
garantías constitucionales:

i) Explique por qué la labor interpretativa impugnada resulta


insuficientemente motivada, arbitraria, incongruente, absurda o ilógica o
con error evidente, identificando, en su caso, las reglas de interpretación
que fueron omitidas por el órgano judicial o administrativo,

ii) Precise los derechos o garantías constitucionales que fueron lesionados


por el intérprete, con dicha interpretación, y

iii) Establezca el nexo de causalidad entre la ausencia de motivación,


arbitrariedad u otra situación absurda, por no aplicar la interpretación que
considera debió efectuarse, y los derechos y/o garantías que conforman el
bloque de constitucionalidad, y que han sido lesionados con dicha
interpretación, explicando sí el resultado, cuál la relevancia
constitucional‟”.

Determinando dicha Sentencia que, respecto a la valoración de la prueba:


“‟…la jurisdicción constitucional se abrirá a la revisión de la labor valorativa
de la prueba, únicamente cuando el accionante especifique:

a) Qué pruebas (señalando concretamente) fueron valoradas apartándose


de los marcos legales de razonabilidad y equidad previsibles para decidir;

b) Cuáles no fueron recibidas, o habiéndolo sido, no fueron producidas o


compulsadas (…);

c) Asimismo, es imprescindible también, que el recurrente señale en qué


medida, en lo conducente, dicha valoración cuestionada de irrazonable de
inequitativa o que no llegó a practicarse, no obstante haber sido
oportunamente solicitada, tiene incidencia en la Resolución final‟”.

Entendimientos que mediante la indica Sentencia Constitucional


Plurinacional, fueron complementados respecto a la exigencia de revisión

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de la fundamentación, motivación y congruencia de los fallos judiciales o
administrativos, impugnados en instancia constitucional, en los cuales se
hubiera incurrido en errónea interpretación de la ley o indebida valoración
de la prueba, estableciéndose que: “‟…en los casos en los cuales se
impugnen resoluciones judiciales o administrativas, denunciando la falta
de fundamentación, motivación y congruencia de un fallo y acusando
errónea interpretación y/o aplicación de la legalidad ordinaria o,
defectuosa valoración de la prueba; la jurisdicción constitucional, se verá
impedida de ingresar a analizar el fondo de la problemática; por cuanto, si
la parte accionante no cumple con la carga argumentativa y los
presupuestos exigidos por la doctrina de las auto restricciones para que
esta instancia revise la labor de la justicia ordinaria, menos podrá emitir
pronunciamiento, cuando de aquellas causas emane una decisión, cuya
fundamentación, motivación y congruencia se reclame de deficiente.

(…)

No obstante lo expresado precedentemente, se hace preciso


complementar esta doctrina de las auto restricciones, estableciendo que,
en los casos en los cuales no se hayan observado y cumplido los
presupuestos para que esta jurisdicción ingrese a la revisión de la
interpretación de la legalidad ordinaria; de la valoración de la
prueba y de la fundamentación, motivación y congruencia
vinculada con ambas, y cuando de la revisión de antecedentes se advierta
que la lesión a los derechos y garantías fundamentales sea grosera y
evidente, el Tribunal Constitucional Plurinacional, dados los fines
propios de la justicia constitucional, traducidos en el control de
constitucionalidad y el resguardo y vigencia de los derechos y garantías
constitucionales, podrá en revisión ingresar al análisis de la
problemática planteada, aclarándose expresamente que esta, es una
facultad potestativa y exclusiva del Tribunal Constitucional
Plurinacional, y que por lo mismo, no podrá ser esgrimida por el
accionante, para quien, en párrafos precedentes, conforme establece la
jurisprudencia emanada de esta instancia, se han establecido
determinados presupuestos que deben cumplir a objeto de que la
jurisdicción constitucional pueda revisar la interpretación de la legalidad
ordinaria, la valoración de la prueba, y la fundamentación, motivación y
congruencia‟”.

III.3. Conclusión de la etapa preparatoria

La SCP 1666/2012 de 1 de octubre, al respecto estableció: “De


conformidad a lo prescrito por el art. 130 del CPP, los plazos en materia
penal, son improrrogables y perentorios y en consecuencia,
inmodificables; de ello, se infiere que tanto las partes procesales como los
administradores de justicia y los fiscales, se encuentran compelidos a su

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obligatorio cumplimiento, no pudiendo, ninguno de ellos, alterar los plazos
legalmente establecidos de manera unilateral, salvo previsión específica de
la propia ley; así el art. 135 del citado Código procedimental, determina
que la inobservancia de los plazos implica retardación de justicia y da
lugar a la responsabilidad disciplinaria y penal del funcionario negligente.

Ahora bien, partiendo de que el plazo máximo de duración de la etapa


preparatoria, determinado en el art. 134 del citado Código, es de seis
meses y consecuentemente improrrogable y perentorio, ante la posibilidad
de que el fiscal no presente acto conclusivo, el juez está obligado, en
aplicación de la normativa referida, a conminar al representante del
Ministerio Público a efectos de que en el plazo de cinco días, presente
resolución conclusiva o acusación, plazo, este último, que no podrá
ser alterado o incumplido por la autoridad jurisdiccional, el
Ministerio Púbico y menos los sujetos procesales.

No obstante, cuando el plazo de cinco días ha transcurrido y el Fiscal no


ha presentado el acto conclusivo, corresponde al juzgador, por analogía y
en aplicación del principio de igualdad procesal, comunicar a la víctima la
facultad que le asiste para presentar acusación particular en el mismo
plazo (cinco días), vencido el cual, el juzgador declarará extinguida la
acción penal por duración máxima de la etapa preparatoria emitiendo al
efecto una resolución debidamente fundamentada; sin embargo, cuando
el querellante presente su acusación, el proceso continuará sobre la base
de dicho pliego acusatorio, sin perjuicio de la responsabilidad personal del
Fiscal Departamental y Fiscal de Materia.

El anterior razonamiento fue asumido por este Tribunal, cuando al


referirse al incumplimiento de la conminatoria efectuada por el juez
cautelar, a través de la SCP 0264/2012 de 4 de junio, citando a la SC
1173/2004-R de 26 de junio, señaló: „…si el Ministerio Público no presenta
uno de los requerimientos conclusivos previstos por el art. 323 del CPP, es
decir: acusación, solicitud de aplicación de una salida alternativa o de un
requerimiento de sobreseimiento, el Juez está obligado a declarar la
extinción de la acción penal, independientemente de que exista o
no solicitud de la parte imputada; sin embargo, es enfática al señalar
que debe precisarse que en virtud al derecho a la tutela judicial efectiva y
a los derechos que le asisten a la víctima, el juez, antes de emitir la
resolución correspondiente, deberá notificar a la víctima a efecto de que
sea escuchada y, en su caso, impugne la determinación a tomarse,
conforme a lo dispuesto en el art. 11 del CPP, modificado por la ley 007 de
18 de mayo de 2010, que establece que «la víctima por si sola o por
intermedio de un abogado, sea particular o del estado, podrá intervenir en
el proceso penal, aunque no estuviera constituido en querellante”; norma
que guarda coherencia con el art. 134 del CPP antes aludido, que en el
segundo párrafo establece un resguardo a favor de la víctima, referido a

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que el proceso pueda continuar sobre la base de la actuación del
querellante».

Sin embargo, es preciso aclarar, que el plazo de seis meses previsto en el


art. 134 del CPP, es, el término máximo para la duración de la etapa
preparatoria, así establece la jurisprudencia contenida en la SC
0103/2004-R de 21 de enero, indica: „...el plazo de los seis meses previsto
por el art. 134 del CPP es un plazo máximo, lo que significa que el Fiscal
puede antes de su vencimiento presentar la acusación formal si estima
que la investigación proporcionó fundamentos para el enjuiciamiento del
imputado, decretar el sobreseimiento o requerir ante el juez de
instrucción, la suspensión condicional del proceso, la aplicación de un
procedimiento abreviado, de un criterio de oportunidad o que se
promueva la conciliación‟, razonamiento asumido también por la SC
0406/2007-R de 16 de mayo, cuando indicó que: „…la etapa preparatoria
puede concluir antes del plazo máximo previsto en el art. 134 del CPP, de
acuerdo a la simplicidad del caso, el número de imputados o avances de la
investigación, siempre que ello no implique restringir la facultad de las
partes a ofrecer elementos probatorios que permitan a los fiscales contar
con la información necesaria para formar convicción y, en su caso
presentar la acusación correspondiente‟.

Podemos concluir entonces señalando que, el plazo de seis meses


establecido para el desarrollo de la etapa preparatoria, es un plazo
máximo que no necesariamente deba cumplirse a cabalidad para que el
Ministerio Público presente requerimiento conclusivo conforme a lo
previsto por el art. 323 del CPP, modificado por la Ley 007; de donde se
colige que si el Ministerio Público, antes de los seis meses cuenta con los
elementos suficientes para emitir acto conclusivo que de por terminada la
etapa preparatoria, puede presentar el mismo” (las negrillas son
nuestras).

III.4. Extinción de la acción penal por duración máxima de la etapa


preparatoria

La Sentencia Constitucional antes citada, en relación a la extinción de la


acción penal por duración máxima de la etapa preparatoria estableció que:
“Conforme se tiene desarrollado en los Fundamentos Jurídicos
precedentes, una vez que se ha dado inicio al proceso penal mediante la
notificación con la imputación formal a quien se le atribuye la comisión de
un ilícito, comienza la etapa preparatoria, cuya duración es de seis meses,
tiempo durante el cual el Ministerio Público tendrá la tarea de recolectar
los elementos que lo lleven a fundar una posible acusación o en su
defecto optar por una salida alternativa, a no ser que, por la complejidad
del caso, sea necesario solicitar a la autoridad jurisdiccional la ampliación

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del término para el cumplimiento de las diligencias investigativas hasta un
máximo de dieciocho meses.

Asimismo, conforme se ha expuesto, el art. 134 del CPP, en su parte in


fine, indica: „Si vencido el plazo de la etapa preparatoria el fiscal no acusa
ni presenta otra solicitud conclusiva, el juez conminará al Fiscal del Distrito
para que lo haga en el plazo de cinco días. Transcurrido este plazo sin que
se presente solicitud por parte de la Fiscalía, el juez declarará extinguida
la acción penal, salvo que el proceso pueda continuar sobre la base de la
actuación del querellante, sin perjuicio de la responsabilidad personal del
Fiscal del Distrito‟; de donde se infiere que, habiendo transcurrido el plazo
otorgado por el juez mediante conminatoria al Fiscal de Distrito a efecto
de que presente resolución conclusiva, sin que lo haya hecho,
corresponderá al juzgador declarar la extinción de la acción penal,
declaratoria que deberá ser expresa, pues no puede entenderse que por el
simple paso de los seis meses de la etapa preparatoria, la acción penal se
extingue de manera automática, pues si bien el plazo establecido en los
arts. 134 y 135 del CPP, persigue materializar el principio de celeridad
contenido en los arts. 178.I y 180.I de la CPE y evitar la retardación de
justicia, no puede el juzgador, en observancia del principio de igualdad de
las partes, obviar el derecho que tiene la víctima de ser escuchada a
efectos de que pueda opinar o impugnar la decisión del órgano
jurisdiccional, por lo que, se reitera, la declaración de extinción de la
acción penal en la etapa preparatoria por vencimiento del plazo de los seis
meses y la falta de pronunciamiento del Ministerio Público a la
conminatoria efectuada por la autoridad jurisdiccional dentro del plazo de
los cinco días, debe estar contenida en una resolución expresa
debidamente fundamentada y motivada”.

III.5. Análisis del caso concreto

Por los antecedentes expuestos en el expediente, expresados en las


Conclusiones del presente fallo, se advierte que dentro el proceso penal
seguido por la accionante contra Antonio Camacho López por la presunta
comisión del delito de lesiones graves y gravísimas en accidente de tránsito
radicado en el entonces Juzgado Cuarto de Instrucción en lo Penal, el
imputado planteó excepción de extinción de la acción penal en etapa
preparatoria en razón de que el Ministerio Público no presentó la acusación
formal dentro de los plazos previstos, pese a que fue conminado, actuado
con el que se corrió traslado a la accionante y al Ministerio Público mediante
proveído de 14 de noviembre de 2014, el cual fue contestado por la víctima,
manifestando que no era cierto que se haya notificado con la conminatoria al
Ministerio Público, ya que esa actuación no constaba en el expediente, que la
excepción carecía de fundamentación y que la SC 1173/2004-R, estableció
que en caso de que el fiscal no presente requerimiento conclusivo, con
carácter previo a declarar extinguida la acción penal, el Juez debe comunicar

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a la víctima ese hecho, además de la facultad que le asiste para presentar la
acusación particular, otorgándole el mismo plazo concedido al fiscal conforme
el art. 134 del CPP, argumentos con los que solicitó declare improbada la
excepción planteada, el mismo que fue resuelto por Auto 02, por el Juez
Cuarto de Instrucción en lo Penal, que declaró probada la excepción de
extinción de la acción penal en etapa preparatoria, decisión que fue apelada
por la demandante con los mismos argumentos antes expuestos, resuelto
por los Vocales de la Sala Penal Primera a través del Auto de Vista 171,
declarándolo admisible e improcedente.

De lo señalado y expuesto por la accionante en su memorial de acción de


amparo constitucional, se advierte que la solicitud radica en que las
autoridades demandadas al momento de resolver la excepción de extinción
de la acción penal en etapa preparatoria, hubiesen realizado una errónea
interpretación de los arts. 314 y 315 del CPP y procuran que ésta jurisdicción
ingrese a realizar la interpretación de la legalidad ordinaria, a objeto de
establecer cual la definición correcta de los artículos señalados; por otro lado,
denuncia que las autoridades demandadas no dieron cumplimiento a lo
dispuesto en la jurisprudencia constitucional SC 1173/2004-R, referida a la
comunicación que se debe hacer a la víctima sobre la falta de informe
conclusivo o acusación del Ministerio Público y otorgarle el plazo previsto en
el art. 134 del CPP, para que realice su acusación particular.

Bajo ese entendimiento, se ingresará a resolver ambas solicitudes por


separado, en cuanto a la interpretación de los artículos referidos, señalando
que el art. 8 de la Ley de Descongestionamiento y Efectivización del Sistema
Procesal Penal (LDESP), modificó varios artículos del Código de
Procedimiento Penal, entre éstos los arts. 314 y 315, la accionante en su
acción de amparo constitucional al intentar dar cumplimiento a los
presupuestos establecidos en la jurisprudencia constitucional para que la
jurisdicción constitucional ingrese a realizar la interpretación de la legalidad
ordinaria, transcribe de manera literal el último párrafo del art. 314 del CPP,
señalando que este dispone: “Planteada la excepción o el incidente, el juez o
tribunal la correrá en traslado a las otras partes para que dentro de los tres
días siguientes contesten y ofrezcan pruebas” redacción que como ya se dijo
fue modificada, si bien es cierto que la disposición final segunda de la
referida Ley, dispone que las modificaciones del art. 314 del CPP, establecida
en el art. 8 serán aplicables a los procesos que se inicien con posterioridad a
la publicación de la señalada Ley, ésta jurisdicción no puede ingresar a
realizar la interpretación de una norma derogada, toda vez que, esos
artículos fueron modificados en su redacción, menos aun cuando la
accionante no cumplió con los presupuestos establecidos en la jurisprudencia
desarrollada en el Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo constitucional
plurinacional, que establece que para que la jurisdicción constitucional
ingrese a la interpretación de la legalidad ordinaria, el accionante debe
explicar por qué la labor interpretativa impugnada resulta insuficientemente

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motivada, arbitraria, incongruente, absurda o ilógica o con error evidente,
identificando en su caso, las reglas de interpretación que fueron omitidas por
el órgano judicial o administrativo; debe precisar los derechos o garantías
constitucionales que fueron lesionados por el intérprete y establecer el nexo
de causalidad entre la ausencia de motivación, arbitrariedad u otra situación
absurda, por no aplicar la interpretación que considera debió efectuarse, y
los derechos y/o garantáis que conforman el bloque de constitucionalidad y
que han sido lesionados con dicha interpretación, explicando cuál la
relevancia constitucional.

La accionante en la interposición de su acción de amparo constitucional,


intenta dar cumplimiento a los presupuestos señalados e identifica como
reglas de interpretación omitidas la gramatical y teleológica, señalando
cuáles los derechos que considera fueron lesionados, pero no realiza mayor
énfasis a cómo y porqué considera que la interpretación realizada por las
autoridades demandadas es arbitraria, absurda e incoherente o ilógica, no
señala cuál la interpretación que debió realizarse, no identifica el nexo de
causalidad con la vulneración de sus derechos y garantías, no explica cual la
relevancia constitucional, como tampoco efectúa una correcta desagregación
de cada palabra y el significado de cada una de ellas, para establecer una
errónea interpretación gramatical, no demuestra la investigación realizada
para determinar cuál el fin práctico de la norma, cual la intención o voluntad
del legislador para establecer con claridad la interpretación teleológica, en
ese entendido, se establece que la accionante incumplió con los
presupuestos exigidos en la jurisprudencia constitucional; además de que,
procura que esta jurisdicción realice la interpretación de artículos que fueron
modificados en su redacción de acuerdo a la Ley de Descongestionamiento y
Efectivización del Sistema Procesal Penal, situación que impide a este
Tribunal ingresar al análisis de la interpretación de la legalidad ordinaria.

Por otro lado, la accionante en la interposición de la presente acción, hace


referencia también, a que no se le hubiese comunicado sobre la falta de
presentación del requerimiento conclusivo por parte del Fiscal de Materia,
menos de la posibilidad que tenía de presentar su acusación particular, al
respecto, la Sentencia Constitucional citada en el Fundamento Jurídico III.3
del presente fallo, señala que, el plazo máximo de duración de la etapa
preparatoria, determinado por el art. 134 del CPP, es de seis meses y
consecuentemente improrrogable y perentorio ante la posibilidad de que el
fiscal no presente acto conclusivo, el juez está obligado a conminar al
representante del Ministerio Público de que en el plazo de cinco días,
presente resolución conclusiva o acusación, si en el transcurso de este plazo
no presenta el acto conclusivo, corresponde al juez por analogía y en
aplicación del principio de igualdad procesal, comunicar a la víctima la
facultad que le asiste para presentar acusación particular en el mismo plazo,
en aplicación de lo dispuesto en el art. 11 del CPP, que señala que la víctima
por si sola o por intermedio de un abogado, sea particular o del Estado podrá

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intervenir en el proceso penal, en consecuencia una vez cumplido con lo
señalado y vencido el plazo, recién el juzgador podría declarar extinguida la
acción penal por duración máxima de la etapa preparatoria; en el presente
caso, el Juez obvió comunicar a la víctima la posibilidad que tenía de
presentar la acusación particular, toda vez que, no le otorgó el plazo de cinco
días para que presente la misma, más al contrario declaró de manera directa
la extinción de la acción penal por duración máxima del proceso en etapa
preparatoria, sin otorgarle la oportunidad e informarle a la víctima que tenía
la señalada posibilidad; situación que no fue subsanada por los Vocales de la
Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz,
accionar con el que vulneraron el derecho al debido proceso y la tutela
judicial efectiva de la accionante.

Por los fundamentos expuestos, el Tribunal de garantías al haber concedido la


tutela solicitada, actuó en forma correcta.

POR TANTO

Por lo expuesto, el Tribunal Constitucional Plurinacional en su Sala Segunda en virtud


de la autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de
Bolivia y el art. 44.1 del Código Procesal Constitucional, en revisión resuelve
CONFIRMAR en todo la Resolución 34/16 de 25 de abril de 2016, cursante de
fs. 64 a 66 vta., pronunciada por la Sala Civil Tercera del Tribunal Departamental
de Justicia de Santa Cruz, en consecuencia CONCEDER la tutela solicitada en los
mismos términos del Tribunal de garantías, en base a los fundamentos expuestos.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales


MAGISTRADO

Dra. Mirtha Camacho Quiroga


MAGISTRADA

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