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Universidad Cooperativa de Colombia

Humanidades II

Autor: Adrián Esteban Perea Sierra


ID: 770216

Última foto, una triste despedida.


En la imagen tomada por mí, se aprecia a la Universidad Cooperativa de Colombia sede
Santa Marta, justo antes de que un virus apareciera para poner una pausa que no sabemos
hasta cuándo será y cuando será el momento en que los estudiantes se vuelvan a reencontrar
en este espacio en donde todos y absolutamente todos, pasamos momentos maravillosos
tomando clases y pasando tiempo al lado de nuestros demás compañeros. Justo antes de que
todo el mundo entrara en un aislamiento buscando prevenir contagiarse y sufrir una grave
enfermedad, a la vez nos alejamos y sufrimos la tristeza de estar lejos de quienes queremos
además de alejarnos de los que nos gusta y apasiona.
INTRODUCCIÓN
El 31 de diciembre de 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recibió un
informe de neumonía de origen desconocido en Wuhan, China. Pronto, a principios de
enero, las autoridades del país determinaron la causa de la enfermedad como un nuevo
coronavirus. En la formulación del estado de emergencia, implementaron la cuarentena
preventiva obligatoria para todos los colombianos desde el próximo martes 24 de marzo (23
y 59 horas), hasta las 00:00 horas del 13 de abril (lunes).
Con este aislamiento, comenzaron también las clases virtuales, como respuesta a este
aislamiento y poder continuar con nuestro proceso formativo, ¿ha sido el mejor método
para afrontar esta situación actual?
ARGUMENTOS
Si bien, hay muchos inconvenientes en los hogares, con la conectividad, con la luz y más en
los sectores donde viven ciertas personas o ciudades en los que permanentemente se va la
luz.
Las clases virtuales a mi parecer no educan, ellas instruyen, ¿por qué? La educación es una
cosa y la instrucción es otra. Instruir se limita a asegurar la difusión de conocimientos y la
adquisición de habilidades cognitivas. Por otro lado, la educación intenta formar una
"existencia" que brinde herramientas para el desarrollo de las personas con dignidad e
integridad. Por tanto, solo la instrucción para desarrollar la inteligencia y el conocimiento
no es suficiente, sino que es necesario formar personas emocionalmente equilibradas,
independientes, educadas, valoradas y responsables. Orientar la educación y humanizar la
educación. Insuficiente dominio de las habilidades informáticas en los estudiantes, la
motivación del alumno puede ser complicada. Si en la enseñanza presencial ya es
complicado poder estimular actitudes emotivas positivas que mejoren el rendimiento
académico, en la enseñanza a distancia el problema adquiere dimensiones mayores, además
se reducen el tipo de relaciones sociales que se establecen en las aulas tradicionales.
CONCLUSIÓN
La virtualidad tiene características propias en cuanto a espacios, tiempos, recursos,
comunicación e interacción, por lo tanto, requiere de estrategias de enseñanza
diferenciadas.
La educación evoluciona a la par de la tecnología disponible y nos obliga a repensar los
modos en que transmitimos y construimos el conocimiento. Muchas didácticas que pueden
resultar exitosas en el campo de la formación presencial, no son necesariamente eficaces en
lo virtual.

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