EL ROL DEL EDUCADOR EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Estamos viviendo un tiempo único a causa de la pandemia. Ser educador en este

tiempo ha sido y sigue siendo un desafió para poder hacer llegar las enseñanzas a
través de las pantallas. Un contexto que ha sido desafiante para los educadores
que de un día para otro tuvieron que modificar sus metodologías y enseñar de una
manera totalmente nueva.

Esta crisis sanitaria obligó a los educadores pasar a una modalidad distinta y para
la cual la mayoría no estaban preparados. Acostumbrados a estar en medio de las
salas de clases y de tratar a sus alumnos cara a cara, han pasado al aislamiento y
a las clases virtuales. Muchos educadores se han sentido solitarios delante de las
pantallas, sin esa interacción, sin saber si son escuchados y si sus enseñanzas
están llegando al otro lado.

Nosotros, como futuros educadores, debemos atrevernos a pensar lo que esta

pandemia puede dejarnos como aprendizaje. Ello nos desafía como futuros
docentes a buscar nuevos caminos para lograr que esa interacción de aula no se
pierda, a pesar de la distancia física. A seguir buscando herramientas que nos
puedan ayudar en la formación, en la dinámica de transmitir el conocimiento.
Personalmente pienso que la educación virtual ganó muchísimo terreno y no dará
paso atrás, estamos ingresando a una nueva etapa del aprendizaje. También
tenemos que ver el lado positivo de esta crisis; aprender se ha hecho más fácil y
accesible.

Las principales innovaciones tienen que ver con la relación familia-escuela, la

preocupación por la inteligencia emocional de los estudiantes, por los que se van
quedando al margen y por la formación humana. La meta es hacerse cargo de
estas innovaciones y aprender de ellas, el futuro de la educación tendrá muy buen
pronóstico y esta crisis sanitaria que estamos viviendo se puede convertir en una
gran oportunidad. El rol de los educadores en tiempo de pandemia ha sido una
magnífica oportunidad para seguir creciendo en el aprendizaje.